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1.-Como fue la actuación de Bolivar y sucre en peru
Su actuación, produjo los frutos deseados. El decreto del congreso del Perú.”Considerando, que solo un poder dictatorial, la guerra cual corresponde a la tenaz de los enemigos de nuestra independencia.
Eran los días en que el Perú agradecido confiaba en el libertador y depositaba en el toda su esperanza, en 1824 Bolívar logro desbaratar la anarquía de los inadaptados y para cerrar con broche de oro, el 9 de diciembre Sucre vence en Ayacucho donde libertad al Perú y el resto de la América denominada entonces por los españoles.
2.-Como fue la actuación Riva-agüero y Torre-tagle en Peru
3.-importancia de la batalla de Junín y Ayacucho
La batalla de Junín y de Ayacucho sucedió en el año 1824 y fueron las dos últimas batallas del ejército unido Libertador del Perú liderado por el libertador contra el ejército realista español para asegurar la independencia del Perú y también la de toda América española recién libertada.
La batalla de Junín ocurrió el 6 de agosto de 1824 en la pampa de Junín el ejercito libertador estuvo liderado por el propio bolívar y las fuerzas realistas por el general José de Canteras. Tuvo como resultado una victoria de los patriotas y huida del ejercito Real del Perú.
La batalla de Ayacucho ocurrió el 9 de diciembre de 1824 en la pampa de Quinua departamento de Ayacucho. En esa batalla el ejercito del libertador estuvo al mando lugarteniente de Bolívar, Sucre y las fuerzas realista por virrey del Perú, José de la Serna. Termino con la victoria patriota y la firma de la capitulación de Ayacucho en la cual se reconocía la independencia del Perú.
4.-Creacion de Bolivia, acciones de gobierno de Bolivar y Sucre
LA CREACIÓN DE BOLIVIA: El 6 de agosto de 1825, una asamblea reunida en Chuquisaca,
determina que el Alto Perú sea independiente y que se cree una República con el nombre de
Bolivia, en homenaje al Libertador. Sucre fue el gran artífice de esta creación basándose en el
principio de la autodeterminación de los pueblos. Bolívar escribió su Constitución y la llamó su
hija predilecta.
El Alto Perú es un territorio que pertenece a dos naciones: una parte a la Argentina y la otra
al Perú. Sucre propone que se realice una Asamblea en Chuquisaca a fin de que los pueblos
decidan su propia suerte. A Bolívar no le gustó la idea y se la criticó al Gran Mariscal. Pero, al
final de cuentas, la Asamblea se realizó sin problemas porque ni Lima ni Buenos Aires tenían
objeciones que hacer. La Asamblea de Chuquisaca determinó que el Alto Perú fuera
independiente y que de ese territorio se formara una nueva Nación con el nombre de Bolívar,
en su honor. ¡Sí que era un honor, y muy grande!. Que una Nación entera llevara su nombre,
superaba todas las ambiciones de Bolívar. Y Sucre, su mejor amigo, era nombrado Presidente
de Bolivia para toda la vida; pero su carácter y su manera de pensar no le permitían aceptar
sino por el espacio de dos años.
En Arequipa Bolívar da una serie de leyes en beneficio de los pobres indígenas, así como
en Chuquisaca se preocuparía por el establecimiento de escuelas públicas, colegios y, en fin,
de la instrucción en general. A la llegada al Cuzco, la humilde gente riega de Flores las calles
por donde pasa el caballo de Bolívar; "la emoción era tan gran que ya me parecía estar otra
vez en el delirio". "Yo veía premiados con creces los esfuerzos por libertar a los pueblos".
Aquí le ofrecieron una corona de oro, diamantes y perlas, la cual obsequió a sucre; y las
joyas que había recibido las regaló a sus edecanes.
Lo que más le emocionó a Bolívar fue lo más sencillo. Nunca había oído Palabras tan bellas
y espontáneas como las que dijera en el pequeño pueblo indígena de Pucará uno de sus
moradores, José Domingo Choquehuanca. Cuando entró a este pueblito, el 2 de agosto de
1825, el orador le recibió así: "Quiso Dios de salvajes hacer un Imperio, y creó a Manco
Capac; pecó su raza y mandó a Pizarro. Después de tres siglos de expiación ha tenido piedad
de la América, y os ha enviado a vos. Sois, pues, hombre de un designio Providencial. Nada
de lo hecho antes que vos se parece a lo que habéis hecho; y para que alguno pueda
imitaros, será preciso que haya un mundo por libertar. Habéis fundado varias Repúblicas que,
en el inmenso desarrollo a que están llamadas, elevarán vuestra grandeza a donde ninguno
ha llegado. Vuestra fama crecerá, así como aumenta el tiempo con el transcurso de los siglos,
y así como crece la sombra cuando el sol declina". Palabras tan hermosas no podían brotar
sino del corazón de un hombre noble, sencillo. Dijo el Libertador Simón Bolívar.
ACCIONES DE GOBIERNO DE BOLÍVAR: En el proyecto de constitución presentado al
Congreso de Bolivia, El Libertador propone la adopción de principios e instituciones de
gobierno ya expuestos por él en su discurso de Angostura. En algunos casos modifica la
estructura organizativa del poder público y le atribuye funciones diferentes del esquema
tradicional. Pero mantiene sus puntos de vista de que el régimen que se establezca sea
sencillo y fuerte y garantice la estabilidad de las instituciones. El Libertador insiste, además en
la abolición de la esclavitud y el establecimiento de la libertad de cultos.
ACCIONES DIPLOMÁTICAS DE SUCRE EN BOLIVIA: Después de Ayacucho, Sucre siguió
hacia el sur; cruzó con sus tropas el río Desaguadero y ocupó el territorio del Alto Perú cuyas
provincias habían dependido del Virreinato de Río de la Plata. Según el uti possidetis, las
provincias del Alto Perú debían formar parte del gobierno de Buenos Aires. Sin embargo, este
punto de vista no era compartido por todos los sectores políticos del Alto Perú, entre los
cuales había partidarios también de formar con sus provincias una nueva república. La
aspiración de constituirse en república independiente tomó impulso a raíz de la victoria de
Ayacucho; y fue estimulada además, por la distancia y debilidad de los vínculos de estas
provincias con el gobierno de Buenos Aires. Ante esta situación política, Sucre convocó por
decreto del 9 de febrero de 1825, a las provincias del Alto Perú para que enviaran sus
diputados a una asamblea nacional que decidiera la suerte del país. Por su parte, el gobierno
de Buenos Aires, resolvió dejar en libertad a las provincias para que adoptaran el régimen
político que fuera de la voluntad popular. El Congreso del Alto Perú se instaló en Chuquisaca,
el 10 de julio de 1825, con diputados de las provincias de La Paz, Chuquisaca, Cochabamha,
Oruro y Santa Cruz, declaró la independencia de las provincias, y formó con ellas una nueva
nación que recibió el nombre de "República de Bolívar". Por último, el Congreso pidió a El
Libertador redactara el proyecto de constitución para el nuevo Estado.
5.- Acontecimiento mas importante anfictiónico de Panamá
CONGRESO ANFICTIÓNICO DE PANAMÁ.
El 7 de Diciembre de 1824, dos días antes de la Batalla de Ayacucho, el Libertador Simón
Bolívar, desde Lima, envio una invitación a los gobiernos americanos para realizar un
congreso en la Ciudad de Panamá con la finalidad de constituir una federación de Estados
americanos capaz de defender y garantizar la independencia conquistada. El Congreso de
Panamá se instalo el 22 de junio de 1826.
Países asistentes
Chile
El gobierno de Chile fue invitado pero declinó asistir. El gobierno chileno dirigido por Ramón
Freire no mostraba simpatías por Bolívar ni por su enorme influencia política sobre tres países
sudamericanos. Además la pugna política chilena entre liberales y conservadores reducía la
preocupación de los políticos chilenos por el proyecto bolivariano, del cual además
desconfiaban, prefiriendo basar su política externa en mantener buenas relaciones con Gran
Bretaña y los Estados Unidos.
Argentina
Las Provincias Unidas del Río de la Plata fueron también invitadas pero prefirieron no
enviar una delegación, aunque el gobierno rioplatense de Bernardino Rivadavia mostraba
cierto interés en alianzas regionales debido a la Guerra del Brasil por la ocupación de la
Provincia Cisplatina.
Pese a dicho interés, la mayor parte de los líderes argentinos desconfiaban de una
desmesurada influencia de la Gran Colombia en el Congreso debido al poderío bélico y
político del que disponía Bolívar de forma directa o indirecta, prefiriendo también aumentar los
lazos comerciales con EE. UU. O potencias europeas, que eran el principal mercado de las
exportaciones rioplatenses.
Paraguay
Paraguay, aunque ya era un Estado independiente desde 1811, estaba gobernado por el
aislacionista doctor Francia. Tras la Batalla de Ayacucho y estabilizarse definitivamente la
situación de Bolivia en 1826, el propio Simón Bolívar trató de lograr contactos políticos con
Paraguay, solicitando iniciar relaciones diplomáticas, pero los enviados de Bolívar no tuvieron
comunicación alguna con funcionarios paraguayos y sólo recibieron una carta del doctor
Francia para Bolívar, donde el dictador paraguayo rechazaba todo vínculo diplomático y
defendía su aislacionismo. Ante este rechazo, Paraguay no fue invitado al Congreso de
Panamá.
Brasil
El Imperio de Brasil sí fue invitado, pese a ser un Estado monárquico y abiertamente
esclavista, regido además por los descendientes de una dinastía europea, del cual recelaban
abiertamente las cancillerías del resto de Sudamérica. En el caso brasileño Bolívar prefirió
remitir la invitación a la corte imperial de Río de Janeiro sólo para halagar a Gran Bretaña
(principal aliada de Brasil y preocupada por el aislamiento de éste), pero resultaba evidente
que la desconfianza de las repúblicas hispanoamericanas (y del propio Bolívar) hacia Brasil
influiría en las decisiones del Congreso.
Brasil precisaba mantener la neutralidad entre las monarquías europeas y sus vecinos
republicanos de Sudamérica, y en octubre de 1825 aceptó la invitación de Bolívar, pero el
conflicto bélico con el gobierno argentino que había estallado recientemente hizo temer al
gobierno brasilero una recepción demasiado hostil en Panamá, lo cual era contrario a sus
intereses. Por ello se decidió no enviar a los delegados brasileros, aunque ya habían sido
designados por el emperador Pedro I.
Países europeos
Bolívar acordó también invitar a dos países europeos como observadores, por causa de sus
intereses comerciales en Hispanoamérica: Gran Bretaña y los Países Bajos; la invitación al
gobierno de Londres buscaba estimular la asistencia de los gobiernos chileno y rioplatense,
que tenían en los británicos a su principal socio comercial. Gran Bretaña aceptó la invitación y
envió un observador, Edward James Dawkins, pero este ya tenía órdenes precisas del
ministro George Canning: limitarse a buscar acuerdos comerciales, y disuadir a la Gran
Colombia y México de apoyar expediciones a Cuba o Puerto Rico para independizarlas de
España.
El delegado de los Países Bajos, Jan Van Veer, fue enviado para proponer la mediación
neerlandesa entre las repúblicas hispanoamericanas y España, pero no tuvo la acreditación
necesaria; a esto se unió que la corona no había reconocido la independencia de ninguna
república hispanoamericana, por lo cual el delegado neerlandés fue recibido sólo a título
individual.
Los temas de discusión en la agenda del Congreso eran los siguientes:
Renovación de los tratados de unión, liga y confederación;
La publicación de un manifiesto en que se denuncia la actitud de España y el daño
que ha causado al Nuevo Mundo;
Decidir sobre el apoyo a la independencia de Cuba y Puerto Rico, así como de las
islas Canarias y Filipinas;
Celebrar tratados de comercio y de navegación entre los Estados confederados;
Involucrar a Estados Unidos para hacer efectiva la Doctrina Monroe en contra de
las tentativas españolas de reconquista;
Organizar un cuerpo de normas de derecho internacional;
Abolir la esclavitud en el conjunto del territorio confederado;
Establecer la contribución de cada país para mantener los contingentes militares
comunes;
Adoptar medidas de presión para obligar a España al reconocimiento de las
nuevas repúblicas; y
Establecer las fronteras nacionales con base en el principio de uti possidetis,
tomando como base el año 1810.
Los resultados prácticos del Congreso de Panamá fueron casi nulos, pues la mayoría de
los Estados presentes no se encontraban en condiciones políticas ni económicas de cumplir
con sus acuerdos. Por otra parte, las divisiones y rivalidades entre las naciones americanas
generaron numerosos conflictos fronterizos que terminaron en guerra.
1.- La Cociata, La Convención de Ocaña
LA COSIATA: El 30 de abril de 1826 tuvo lugar en Venezuela un movimiento
separatista conocido con el nombre de la Cosiata dirigido por José Antonio Páez, que se
presentó como una reacción contra el gobierno de Bogotá, el centralismo y Simón Bolívar. El
nombre de la cosiata deriva de la cosa esa, que era como calificaban los detractores de
Bolívar después de la rebelión, la amnistía llegando finalmente de Perú (y nuevamente
rebelión). El 25 de noviembre de 1826 Bolívar marcha con la élite de sus tropas a Venezuela y
persuade a Páez de deponer su sublevación contra la Gran Colombia, a cambio de ser
reconocido como jefe civil y militar de Venezuela.
En el año de 1826 tuvo lugar en Venezuela el movimiento separatista conocido con el nombre
de “La Cosiata”, el cual se manifestó como una reacción al gobierno de Bogotá, contra el
centralismo y contra el Libertador. El General Páez es acusado ante el Congreso de la
República por haber cometido actos arbitrarios contra la población al ordenar el allanamiento
de los hogares para reclutar a los ciudadanos para a formación de ejércitos. El Senado
suspende a Páez de sus funciones de Comandante General del Departamento de Venezuela,
y le ordena comparecer ante la comisión nombrada al efecto, a responder por los cargos en
su contra. Páez entregó el cargo; se negó a comparecer ante el Senado y tomó una actitud de
abierto desacato a la autoridad nacional.
LA CONVENCIÓN DE OCAÑA: El 23 de Noviembre de 1829 el gobernador de Carabobo
reunió una Asamblea popular en Valencia. Esta aprobó por mayoría, la separación de
Venezuela de la República de Colombia. Allí se acordó que Venezuela no debía continuar
unida a Nueva Granada y Quito “debido a que las leyes que convienen a aquellos territorios
no son a propósito para éste, enteramente distinto por sus costumbres, clima, producciones y
por qué en la gran extensión pierden la fuerza y energía” de esta manera acaba el gran sueño
de Bolívar nuestro Libertador.
2.- Conspiración de Páez y Santander
3.-el congreso admirable
CONGRESO ADMIRABLE: El 20 de enero de 1830 se instala en Bogotá el último Congreso de la Gran Colombia, bajo la presidencia de Antonio José de Sucre. El Libertador consideró que en él se reunía «la sabiduría nacional, la esperanza legítima de los pueblos y el último punto de reunión de los patriotas...»; por esta razón, por la calidad de los diputados que concurrieron, se llamó Congreso Admirable. Debía asistir 67 diputados electos, pero sólo se presentaron 48. Por Venezuela fueron elegidos 18 congresantes, pero faltaron 10. Entre los asistentes figuraron Briceño Méndez, José Laurencio Silva, Sucre (fue el Presidente del Congreso), etc.
Ante este Congreso bogotano, que sesionó hasta el 11 de mayo, Bolívar renunció definitivamente a la primera magistratura de Colombia. El 4 de mayo fue elegido el nuevo Presidente de la República, Joaquín Mosquera, con Domingo Caicedo como Vicepresidente.En su mensaje el Libertador expresó: «Colombianos. Hoy he dejado de mandaros. Veinte años ha que os he servido en calidad de soldado y magistrado. En este largo período hemos reconquistado la patria, liberado tres repúblicas, conjurado muchas guerras civiles, y cuatro veces he devuelto al pueblo su omnipotencia, reuniendo espontáneamente cuatro Congresos Constituyentes. A vuestras virtudes, valor y prestigio se deben estos servicios; a mí la gloria de haberos dirigido»
4.-renuncia a la Presidencia Bolívar
BOLÍVAR RENUNCIA A LA PRESIDENCIA: En el marco de la realización del Congreso Admirable convocado por Simón Bolívar entre el 20 de enero y el 11 de mayo de 1830, con la finalidad de evitar la disolución de la Gran Colombia, el Libertador planteó definitivamente su renuncia a la Presidencia de la República el 27 de abril de 18301.
Ante el mencionado Congreso, instalado en la ciudad de Bogotá, el Libertador expresó fervorosamente lo siguiente:
"¡Colombianos! hoy he dejado de mandaros. Veinte años ha que os sirvo en calidad de soldado y magistrado. En este largo período hemos conquistado la patria, libertado tres repúblicas, conjurados muchas guerras civiles, y cuatro veces he devuelto al pueblo su omnipotencia, reuniendo espontáneamente cuatro Congresos Constituyentes. A vuestras virtudes, valor y patriotismo se deben estos servicios; a mí la gloria de haberlos dirigido. (...) Temiendo que se me considere como un obstáculo para asentar la República sobre la verdadera base de su felicidad, yo mismo me he precipitado de la alta magistratura a que vuestra bondad me había elevado."
El Libertador, convencido de que su distanciamiento de la patria ayudaría a la unidad de la
República, o por lo menos a la paz y concordia entre los colombianos, también señaló:
"Debéis estar ciertos de que el bien de la patria exige de mí el sacrificio de separarme para siempre del país que me dio la vida, para que mi permanencia en Colombia no sea un impedimento a la felicidad de mis conciudadanos."3
Ante esta decisión de el Libertador se eligieron el 4 de mayo de 1830 el nuevo Presidente de la República y Vicepresidente, correspondiendo a Juaquín Mosquera y Domingo Salcedo, respectivamente, asumir la responsabilidad de continuar dirigiendo la patria bolivariana.
Estas serían parte de las últimas acciones ejecutadas por Simón Bolívar el mismo año de su muerte, ocurrida el 17 de diciembre de 1830.
5.-Viaje de Bolívar a Cartagena
VIAJE A CARTAGENA: El 4 de julio de 1827 Bolívar sale por última vez de Caracas, se embarca en La Guaira en una fragata inglesa, en compañía de Sir Alejandro Cockburn, Ministro de Inglaterra y por la vía de Cartagena llega a Bogotá. Allí, el 10 de septiembre, presta ante el Congreso juramento como Presidente de la República. La Convención Nacional reunida en Ocaña en 1828 se disuelve sin que los diversos partidos hayan logrado ponerse de acuerdo. Bolívar, aclamado Dictador, escapa en Bogotá, en septiembre de aquel año, a un atentado contra su vida; poco después ha de ponerse en campaña para enfrentarse a las fuerzas del Perú que han penetrado en el Ecuador, en donde permanece durante casi todo el año de 1829. A pesar de estar enfermo y de sentirse cansado, lucha por salvar su obra.
A comienzos de 1830 vuelve a Bogotá para instalar el Congreso Constituyente. Venezuela se agita de nuevo y se proclama Estado Independiente. En la Nueva Granada la oposición crece y se fortalece. El Libertador, cada vez más enfermo, renuncia a la Presidencia y emprende viaje hacia la Costa. La noticia del asesinato de Sucre, que recibe en Cartagena, le afecta profundamente. Piensa marchar a Europa, pero la muerte le sorprende en San Pedro Alejandrino, una hacienda situada en las cercanías de Santa Marta, el 17 de diciembre de 1830. Días antes, el 10, había dirigido a sus compatriotas su última proclama, que es su testamento político.
6.-Asesinato de Sucre
ASESINATO DE SUCRE: El 4 de junio de 1830, día viernes, muy temprano por la mañana,
toma el camino de su cita final. En el sendero estrecho a Cabuyal, en las montañas de
Berruecos, cuatro asesinos contactados por José María Obando lo esperaban. Ellos eran:
Apolinar Morillo, venezolano, Andrés Rodríguez y Juan Cruz, peruanos, y Juan Gregorio
Rodríguez, de Tolima, Colombia. Cuando pasa la comitiva, una voz grita: « ¡General Sucre!».
El joven General, de apenas 35 años de edad, voltea y en el acto suenan los disparos. Sólo
pudo oírsele decir: « ¡Ay balazo!». Y cayó muerto el novel General cumanés, víctima de las
intrigas y las ambiciones.
CAMINO A LA INMORTALIDAD: La enfermedad que tuvo el Libertador a lo largo de su vida y
las muchas crisis que presentó en los últimos años de ella sin duda tuvieron que influir en
alguna forma en el desarrollo de las guerras de la independencia, el nacimiento de la
república y tal vez mucho más, en la evolución de los hechos que llevaron a la desintegración
de su obra política. Para conocer la secuencia y evolución clínica de su enfermedad se ha
tomado fielmente la mayor información posible de los diversos autores citados,
representativos de la inmensa bibliografía que hay sobre el Libertador, transcribiendo casi
textualmente muchos de sus textos. En forma somera hemos tenido el cuidado de relacionar
los períodos de su enfermedad con el contexto histórico que se vivía en ese momento, sin
embargo no pretendemos realizar una investigación histórica exhaustiva. Intentamos construir
y estructurar el conocimiento de la historia clínica y relacionarlo con la información que
conocemos de sus últimos momentos y de la autopsia del hombre más grande íntimamente
ligado a la historia de nuestra América.
VIAJE A SANTA MARTA RENUNCIA Y MUERE: El 7 de Mayo Bolívar sale de Bogotá. No
puede regresar a Venezuela, incluso teme por el Gobierno de Páez le incauté las minas de
Aroa, hacienda de sus padres. Por ahora su destino es la costa. Quiere descansar un poco
para reponer su quebrantada salud. Si mejora y le conceden el sueldo el ex - Presidente se
residencia en Europa. En Cartagena recibe una noticia que le acelera el corazón. El Mariscal
Sucre ha sido asesinado traidoramente. Bolívar no encuentra palabras ni lagrimas para tanto
dolor. Llora como un niño y se ve en este crimen una cruel venganza de sus enemigos. Los
asesinos sabían muy bien que Sucre era el sucesor legítimo de Bolívar, el único que todavía
podía restaurar la unidad Gran Colombiano. Mientras tanto el gobierno del Presidente
Mosquera se hunde. Cada soldado se hace General y todos se creen con derecho a
sublevarse. A los 3 meses le sucede el Vice - Presidente Caicedo. Apenas toma el mando le
sustituye una insurrección militar. Urdaneta se alza con el poder pero decide que vuelva
Bolívar. Es el único que aún puede unir y evitar la Guerra. El Libertador escucha a los
emisarios. Le duele el caos total. Tengo la obligación de salvar a la patria como cualquier
soldado. Ofrezco por los sacrificios de que soy capaz. Pero no veo todavía que mi regreso
aplaque a los revoltosos. No puedo aceptar otra vez la Presidencia sin el consentimiento de
unas elecciones. En los últimos meses de su vida Bolívar fue tan humano como nunca lo
había sido. Bolívar siempre cuerdo, siempre lúcido, siempre atento al desarrollo de la patria
que el fundó. Le duele tener que proclamar ¡”He Arado en el Mar"...! Le duelen las columnas
de quienes el honró. Le duele la falta de piedad y cariño de quienes creyó podrían ahora
amarle o al menos respetarle. Le duele morir huérfano de amor después de haber dado
integra su vida por la igualdad, la libertad y la justicia en América. La enfermedad está
bastante avanzada, los medios le envían a Santa Marta y llega a la Hacienda San Pedro
Alejandrino y su dueño le ofrece la casa."Reciba usted por esta generosidad, las gracias más
expresivas de mi parte. ... yo pienso seguir por allá y desde luego hoy acepto seguir por allá y
desde luego hoy acepto la oferta de usted, aunque sea por unos pocos días" .El médico que
asiste a Bolívar el Dr. Reverend, escribe a principios de Diciembre. "El enfermo disimula los
padecimientos, pues sólo ha algunos quejidos. Se le nota un sensible entorpecimiento de sus
facultades mentales".
LA ÚLTIMA PROCLAMA: El 10 de diciembre de 1830 es el día de la última proclama del
Libertador, dictada desde su lecho de moribundo. Firmó el testamento y recibió los Santos
Sacramentos de manos del humilde cura de la aldea de Mamatoco, quien llegó en la noche
con sus acólitos y varios indígenas.
Luego, rodeado de sus más íntimos amigos, como José Laurencio Silva, Mariano Montilla,
Joaquín de Mier, Ujueta, Fernando Bolívar, etc., el notario Catalino Noguera empezó a leer el
histórico documento, pero apenas llegó a la mitad, porque la emoción y el dolor le ahogaron la
voz. Continuó la lectura Manuel Recuero. La última Proclama dice así:
A los pueblos de Colombia:
Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la libertad donde reinaba antes la tiranía.
He trabajado con desinterés, abandonando mi fortuna y aun mi tranquilidad. Me separé del
mando cuando me persuadí que desconfiábais de mi desprendimiento. Mis enemigos
abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado, mi reputación y mi amor
a la libertad. He sido víctima de mis perseguidores, que me han conducido a las puertas del
sepulcro. Yo los perdono.
Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño me dice que debo hacer la manifestación
de mis últimos deseos. No aspiro a otra gloria que a la consolidación de Colombia. Todos
debéis trabajar por el bien inestimable de la Unión: los pueblos obedeciendo al actual
gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al
cielo; y los militares empleando su espada en defender las garantías sociales.
¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para
que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.
TESTAMENTO DE BOLÍVAR: El testamento de su excelencia El Libertador de Colombia
General Simón Bolívar es el documento mediante el cual el Libertador Simón Bolívar declaró
su última voluntad antes de fallecer el 17 de diciembre de 1830. Fue dictado en Santa Marta,
Colombia, el 10 de diciembre, el mismo día en que dictó su última proclama y recibió los
sacramentos por parte del Obispo de Santa Marta José María Esteves,1 y fue firmado por
Bolívar y el escribano José Catalino Noguera al día siguiente.2 El original consta de 4 páginas
manuscritas por ambas caras y estuvo archivado en una notaría de Santa Marta hasta que fue
robado por desconocidos quienes lo vendieron al gobierno venezolano. El presidente Marcos
Pérez Jiménez lo restituyó a Colombia donde fue depositado en un banco por la Sociedad
Bolivariana hasta que dicha institución lo donó al Museo Nacional de Colombia el 24 de junio
de 1960.3
El documento está constituido por catorce cláusulas en las que Bolívar declara u ordena
elementos de diversa índole, incluyendo su creencia en Dios y la Iglesia Católica, sus bienes y
su destino (las tierras y Minas de Aroa...y unas alhajas), que se paguen sus deudas y la
donación de dos libros que fueron propiedad de Napoleón a la Universidad de Caracas.
También ordena una remuneración para su mayordomo José Palacios, que se quemen
algunos documentos, nombra sus albaceas, y divide lo que queda de sus bienes en tres
partes: una para cada hermana María Antonia y Juana. La tercera para sus sobrinos: Juan,
Felicia y Fernando Bolívar, para que lo "disfruten con la bendición de Dios.
Santa Marta, 10 de diciembre de 1830
En nombre de Dios todo Poderoso. Amén. Yo, Simón Bolívar, Libertador de la República de
Colombia, natural de la ciudad de Caracas en el Departamento de Venezuela, hijo legitimo de
los señores Juan Vicente Bolívar y María Concepción Palacios, difuntos, vecinos que fueron
de dicha ciudad, hallándome gravemente enfermo, pero en mi entero y cabal juicio, memoria y
entendimiento natural, creyendo y confesando como firmemente creo y confieso el alto y
soberano misterio de la Beatísima y Santísima Trinidad, Padre Hijo y Espíritu Santo tres
personas distintas y un solo Dios verdadero, y en todos los demás misterios que cree, predica
y enseña nuestra Santa Madre Iglesia Católica Apostólica Romana, bajo cuya fe y creencia he
vivido y protesto vivir hasta la muerte, como Católico fiel Cristiano, para estar prevenido
cuando la mía me llegue con disposición testamental, bajo la invocación divina, hago, otorgo y
ordeno mi Testamento en la forma siguiente:
Primeramente encomiendo mi Alma a Dios nuestro Señor que de la nada la crió, y el cuerpo a
la tierra de que fue formado, dejando a disposición de mis Albaceas el funeral y entierro, y el
pago de las mandas que sean necesarias para obras pías, y estén prevenidas por el gobierno
Declaro: fui casado legalmente con la Sra. Teresa Toro, difunta, en cuyo matrimonio no
tuvimos hijo alguno.
Declaro: que cuando contrajimos matrimonio, mi referida esposa, no introdujo a el ninguna
dote, ni otros bienes, y yo introduje todo cuanto heredé de mis padres.
Declaro: que no poseo otros bienes más que las tierras y minas de Aroa, situadas en la
Provincia de Carabobo, y unas alhajas que constan en el inventario que debe hallarse entre
mis papeles, las cuales existen en poder del Sr. Juan de Francisco Martín vecino de
Cartagena.
Declaro: que solamente soy deudor de cantidad de pesos a los señores Juan de Francisco
Martín y Poules y Compañía, y prevengo a mis Albaceas que estén y pasen por las cuentas
que dichos Señores presenten y las satisfagan de mis bienes.
Es mi voluntad: que la medalla que me presentó el Congreso de Bolivia a nombre de aquel
pueblo, se le devuelva como se lo ofrecí, en prueba del verdadero afecto, que aún en mis
últimos momentos conservo a aquella República.
Es mi voluntad: que las dos obras que me regalo mi amigo el Sr. Gral. Wilson, y que
pertenecieron antes a la biblioteca de Napoleón tituladas "El Contrato Social" de Rousseau y
"El Arte Militar" de Montecuculi, se entreguen a la Universidad de Caracas.
Es mi voluntad: que de mis bienes se le den a mi fiel mayordomo José Palacios la cantidad de
ocho mil pesos, en remuneración a sus constantes servicios.
Ordeno: que los papeles que se hallan en poder del Sr. Pavageau, se quemen.
Es mi voluntad: que después de mi fallecimiento, mis restos sean depositados en la ciudad de
Caracas, mi país natal.
Mando a mis Albaceas que la espada que me regaló el Gran Mariscal de Ayacucho, se
devuelva a su viuda para que la conserve, como una prueba del amor que siempre he
profesado al expresado Gran Mariscal.
Mando a mis Albaceas se den las gracias al Sr. Gral. Roberto Wilson por el buen
comportamiento de su hijo el Coronel Belford Wilson, que tan fielmente me ha acompañado
hasta los últimos momentos de mi vida.
Para cumplir y pagar este mi testamento y lo en el contenido, nombro por mis Albaceas
testamentarios, fideicomisarios, tenedores de bienes a los Sres. Gral. Pedro Briceño Méndes,
Juan de Francisco Martín, Dr. José Vargas, y el Gral. Laurencio Silva, para que de mancomún
et insolidum entre en ellos, los beneficien y vendan en almoneda o fuera de ella, aunque sea
pasado el año fatal de Albaceazgo pues yo les prorrogo el demás tiempo que necesiten, con
libre franca, y general administración. Y cumplido y pagado este mi testamento y lo en el
contenido instituyo y nombro por mis únicos y universales herederos en el remanente de todos
mis bienes, deudas, derechos y acciones, futuras sucesiones en el que haya sucedido y
suceder pudiere, a mis hermanas María Antonia y Juana Bolívar y a los hijos de mi finado
hermano Juan Vicente Bolívar, a saber, Juan, Felicia y Fernando Bolívar, con prevención de
que mis bienes deberán dividirse en tres partes, las dos para mis dichas hermanas, y la otra
parte para los referidos hijos de mi indicado hermano Juan Vicente, para que lo hayan, y
disfruten con la bendición de Dios. Y revoco, anulo, y doy por de ningún valor ni efecto otros
testamentos, codicilos, poderes y memorias que antes de este haya otorgado por escrito, de
palabra o en otra forma para que no prueben ni hagan fe en juicio, ni fuera del, salvo el que
presente que ahora otorgo como mi última y deliberada voluntad, o en aquella vía y forma que
mas allá lugar en derecho. En cuyo testimonio así lo otorgo en esta hacienda San Pedro
Alejandrino de la comprensión de la ciudad de Santa Marta a diez de diciembre de 1830.
Y su excelencia el otorgante a quien yo, infrascrito, Escribano Publico del Número certifico
que conozco, y de que al parecer está en su entero y cabal juicio, memoria y entendimiento
natural, así lo dijo, otorgó y firmó por ante mí en la casa de su habitación, y en éste mi
Registro Corriente de Contratos Públicos siendo testigos los S.S.: Gral. Mariano Montilla, Gral.
José María Carreño, Coronel Belford Hinton Wilson, Coronel José de la Cruz Paredes,
Coronel Joaquín de Mier, Primer Comandante Juan Glenn y el Dr. Manuel Pérez Recuero,
presentes.
MUERTE DE BOLÍVAR: El 17 de diciembre de 1830, en la Quinta «San Pedro Alejandrino»,
cerca de Santa Marta (Colombia), dejó de existir el Genio de la Libertad, el más Grande
Hombre de América. A la 1 en punto de la tarde, «murió el sol de Colombia», Simón Bolívar.
Había recibido de manos del Cura de la aldea de Mamatoco los Santos Sacramentos.
Después de haber dado libertad a tantos millones de suramericanos, Bolívar se halla en su
último instante muy solo. Apenas le rodean Mariano Montilla, Fernando Bolívar, José
Laurencio Silva, Portocarrero, el edecán Wilson, Ibarra, Cruz Paredes, José María Carreño...
El médico de cabecera Alejandro Próspero Reverend, viendo que llegaba el momento
supremo los llamó y les dijo: «Señores, si queréis presenciar los últimos momentos y postrer
aliento del Libertador, ya es tiempo». Pero, indudablemente, Bolívar continúa vivo en el
corazón de los pueblos, en las ideas que parecen escritas para nuestros días, en las acciones
que son permanente ejemplo para todos aquellos que sienten de verdad lo que es una patria
redimida. El Sol de Colombia sigue brillando.
Bolívar lo vivió. Destituido de todos sus cargos por la oligarquía gran colombiana
asesinado, antes, su noble amigo el mariscal Sucre que ganara en los Andes, en 1824, la
última batalla de la Independencia y es necesario decir que nunca se supo quién le preparó la
emboscada de la muerte, fue abandonado, Bolívar, a su suerte. Camino de su destierro a
Venezuela, sublevada ya ante su posible llegada porque iba precedido de la apelación de
dictador, Bolívar no tuvo a su lado nada más que un grupo de amigos: contados con los
dedos.
Enfermo, le curaba el médico francés Alejandro Prospero Reverend. Arribado a la ciudad
costeña de Santa Marta, el Libertador no encontró techo de recepción nada más que en la
casa de un español: Joaquín de Mier. Ya próximo a la muerte se refugió en la Quinta de San
Pedro Alejandrino. Esta mansión pertenecía, también, al mismo español. En San Pedro
Alejandrino pronunció aquella invocación a la ironía: "Jesucristo, Don Quijote y yo hemos sido
los más insignes majaderos de este mundo".