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En la escultura de talla en piedra se necesita mucha paciencia, y muy pocos alumnos han podido realizar sus proyectos. Hace más de diez años Arno Avilés fue uno de esos alumnos que tuvo la paciencia, pero es claro que la paciencia no basta para llegar a ser un buen escultor. También se necesita tener sensibilidad y creatividad. En aquella época Arno hacía trabajos de ilustración muy interesantes, tenía un mundo fantástico y pensé que si aplicara esa sensibilidad y creatividad en la escultura, podría crear obras también muy interesantes. Tardaba en realizar los trabajos de talla en piedra, pero él era un alumno que sí los terminaba. Como se dice era “lento pero seguro”. Y siento que por ello, después de algún tiempo, Arno logró ese mundo fantástico aplicado en su escultura de piedra. Lo cual me da gusto y le deseo que tenga mucho éxito en su vida profesional como escultor.

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Arno Avilés y la escultura contemporánea El proceso creativo de Arno Avilés está conformado por referentes visuales, intangibles y sensibles, por el dominio de una técnica, y por la correspondencia con un material. En este proceso el artista concilia cada uno de estos elementos para llegar a un producto final que es su obra escultórica. Arno captura de su entorno más inmediato, que es la Ciudad de México, los objetos del diseño industrial, las formas arquitectónicas, el caos de los elementos urbanos, y los vestigios de la naturaleza. Complementa sus referentes tangibles con los intelectuales que toma de la física y la astronomía, derivados de su anhelo por entender la realidad. Asimismo, adiciona los componentes creativos procedentes de su sensibilidad y de su manera de percibir las cosas y de explicárselas. Arno nos habla de las formas actuales de representar la naturaleza y el mundo, desde una silla, una ventana, una rama de ahuehuete, un grafiti, hasta la acreción de un astro. El escultor encuentra en el dibujo la primera forma de darle expresión a esta pluralidad de referentes. En una servilleta o en cualquier soporte plasma sus reflexiones ya suficientemente intelectualizadas para cerrar la primera etapa de su proceso creativo. A continuación viene su encuentro con el material: la concreción de la intuición y la formación académica de su trabajo como escultor en piedra. El trato con la piedra es arduo por su naturaleza impositiva, e implica su resistencia a ser intervenida si no es apropiadamente convencida. La sensibilidad y la maestría con que Arno y la piedra volcánica (que encuentra en los alrededores de su casa) dialogan, derivan en el producto de este proceso que es su escultura. El producto expresa su propio proceso, el proceso es determinante para el resultado, la obra atestigua las cualidades del proceso. Arno Avilés expone en el lenguaje de sus piezas que la escultura no sólo puede contener los valores del arte contemporáneo, sino que es capaz de conciliarlos, proyectarlos y trascenderlos.

Este artista no se conforma con la inmaterialidad de las manifestaciones contemporáneas, ni con el pretexto de la intangibilidad del concepto, y menos aún con la falta de forma en la obra de arte. El mérito de Arno es dar contenido sensible y tangible a los valores del arte actual y llegar a la conciliación de los contenidos del arte moderno y del contemporáneo, representando una síntesis más allá de cualquier discusión o disputa. El arte contemporáneo surge a partir del cuestionamiento de los contenidos y valores del mismo arte. Arno retoma y replantea estos valores y la pluralidad de los orígenes del arte actual condensándolos en una de las manifestaciones primigenias y milenarias de las artes plásticas: la escultura. Arno Avilés plantea el regreso de la escultura en sí misma en un momento en el que la instalación y las prácticas post escultóricas están en boga. La obra de Arno se deriva de los mismos preceptos, del mismo caos, de las mismas ausencias, surge de sitios semejantes, de hartazgos similares y compartidos que el arte contemporáneo. Sin embargo, su obra revela una nueva etapa que replantea estos temas y concilia propuestas estéticas que invitan a superar la dinámica ya desgastada de la escena del arte actual y a admitir el valor intrínseco de la escultura. La escultura abierta de Arno Avilés rebasa las fronteras con las que el arte contemporáneo se auto limita, y abre espacio a interpretaciones libres y a la experiencia estética que acepta la belleza y el goce por sí mismos. Sí hay arte después del arte. Las obras de Arno Avilés no necesitan refutar nada, se asumen desde sus propios contenidos y formas. Arno plantea un nuevo paradigma y un momento inédito de las expresiones plásticas.

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Ideas sobre mi trabajo El trabajo que he realizado en escultura se encuentra condensado en esta serie de piezas de talla directa en piedra. Busco una familiaridad con la piedra, acudo al deseo para apropiarme de ella. La piedra no es simplemente un material, la acción del tiempo; la cuestión que la originó, su situación, le confieren un determinado carácter, la acción en ésta es como un diálogo que poco a poco toma forma. El reto es reunir determinada idea plástica con la realidad de una piedra y su materialidad. Yo uso pocas alusiones directas, lo que hago tiene como origen la exploración directa de las formas y su relación con las sensaciones y concepciones que evoca el espacio. Hay dos fundamentos: imaginar y observar. El seguir una idea, amplificarla en la curva del tiempo, es como recrear el origen de algo, la creación de algo, magnificar una intención. Lo equilibrado, lo disparatado, lo bello, lo tremendo, todo está en el espacio, observar, utilizar el recorrido del tiempo, como el pescador que tira su red.

Escuchar el canto del ave, ver el relámpago en el cielo,

oír el torrente del agua, partículas cósmicas

girando en el horizonte del tiempo.

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Movimiento, transformación, cambio constante, el andar de los astros, registro de partículas subatómicas, matiz de pensamientos interconectados, descubrir trayectorias preexistentes.

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Tránsito, 2004 basalto talla directa 25.5 x 92 x 11.5 cm 9

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Quise ubicar un pequeño recinto en el silbar del viento, una alusión a su constante alegoría etérea. Canto pétreo en faz de arquitectura.

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Casa del viento, 2005 pórfido talla directa 60 x 43 x 14 cm

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El continuo murmurar del viento, entre los intrincados ramajes de un ahuehuete, fue modelando esta forma, interpretada por el árbol, que descubrí y a la vez traduje, a lenguaje de escultura.

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Voz, 2002 basalto talla directa 45 x 65 x 20 cm

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Ventana con estrellas, 2011 basalto talla directa 51.5 x 102 x 10 cm

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Discos de espacio y tiempo que forman una estructura juntos, entrelazados, unión, equilibrio y reciprocidad de energía.

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Horizontes abrazados, 2006 basalto talla directa 42.5 x 56.5 x 10 cm

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Percepción del espacio como una sucesión infinitesimal de ecos sonoros, volumen positivo y negativo. El espacio como un campo que se extiende y contrae sobre sí mismo, compuesto modular proyectado indefinidamente.

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Ecos en el desierto, 2010 basalto talla directa 40 x 103 x 30 cm

Relieves, 2011 basalto y vidrio 40 x 110 x 23 cm

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Acreción, 2011 basalto y vidrio 75 de Ø x 5 cm

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Libro, 2009 piedra talla directa 6.5 x 42.5 x 6 cm

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Indicio, 2005 basalto talla directa 18 x 21 x 5.5 cm

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¿Qué es el espacio? ¿Ausencia? ¿Presencia? Puede ser la constancia de un flujo que atraviesa y resuena en las paredes de una garganta granítica.

Flujo, 2000 pórfido talla directa 54 x 40 x 30 cm

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Estructura, 2002 cantera y basalto talla directa 60 x 60 x 60 cm

Una distribución geométrica que sustenta una estructura orgánica, es la proyección de las microscópicas estructuras biológicas que a su vez componen esta roca, alguna vez fondo de un océano primigenio.

Dos de tres, 2000 basalto talla directa 35 x 38 x 12 cm

Un principio de dos. Que también es de tres, relaciones de masa y espacio en un juego particular.

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Proyecciones, 2002 basalto talla directa 29 x 38 x 28 cm

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Montaña , 2011 basalto talla directa 330 x 40 x 40 cm

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Artes Visuales, en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP) de la Universidad Nacional Autónoma de México.

2012 Arno Avilés, Museo de Arte Contemporáneo del Ateneo de Yucatán (MACAY). Mérida, Yucatán, México. 2006 Y si las piedras hablaran…, sala Antonio Valeriano, Casa de Cultura de la Delegación Azcapotzalco. Ciudad de México, México. Escultura Contemporánea, sala Antonio Chillida, Museo Federico Silva. San Luis Potosí, México. 2005 Piedras de río, Centro Cultural de la Delegación Magdalena Contreras. Ciudad de México, México. Instalación escultórica Membranas, Delegación Iztacalco. Ciudad de México, México. 1995 Exposición de dibujo en los pasillos de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, UNAM. Ciudad de México, México.

2012 Paseo escultórico del Ecoparque Metropolitano. I Simposio de escultura de Tecali Puebla, México. 2011 – 2012 Exposición Artesano 2 entre artistas. Museo de Arte Popular, Ciudad de México, México. 2011 Exposición colectiva inaugural, Arte Hoy Galería. Ciudad de México, México. 2009 Exposición Artesano 1 entre artistas. Museo de Arte Popular. Ciudad de México, México.

2009 Premio y mención honorífica en el concurso de escultura conmemorativo al 30 aniversario de la Dirección General de Educación Indígena. Ciudad de México, México. 2005 Becario del programa Artes por todas partes de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México. Ciudad de México, México. 1998 Participación y segunda ronda de selección en la Trienal de Escultura de Osaka. Osaka, Japón. 1995 Participación en la producción del monumento Casa abierta al tiempo de Guadalupe Ojeda en la Universidad Autónoma de Metropolitana plantel Azcapotzalco. Ciudad de México, México. 33

Bárbara Perea

Yessica Díaz Buitrago

Ignacio Gutiérrez Daniela Cruz Benhumea

Arno Avilés Kiyoto Ota

Marianna de Regil

Junio 2012

Jorge Espinosa Fernández jespinosa@artehoy.com.mx

Marianna de Regil mdregil@artehoy.com.mx

Yessica Díaz Buitrago ydiaz@artehoy.com.mx

Daniela Cruz Benhumea dcruz@artehoy.com.mx

www.artehoy.com.mx

Presidente Carranza 176, Col. Coyoacán 04000, México, D.F. Tel: 5554 0155

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