Castoriadis Cap 8 El Avance de La Insignificancia PDF

8/16/2019 Castoriadis Cap 8 El Avance de La Insignificancia PDF

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Comeius Castoriadis

L� que el pensamiento político puede hacer es plantear, entérmos claros, este dilema que hoy nos confronta Evident-

mente no pu ede resolverlo por sí solo Sólo puede ser resuelto

por la colectividad humana, saliendo de s u letargo y desplegan-

do su actividad creadora

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Capíto VIII

La crisis del proceso id entifcatorio*

Los procesos propiamente psicoanalíticos y psicosociológi-

cos de la cuestión de la identicación ya han sido, si no agota-

dos, ¿cómo podrían serlo? ampliame nte abordados por los

intervinientes que me han precedido . Por lo tanto, m e situaré

desde otro punto de vista, desde el punto de vista hisórico-

social, lo que no signica sociológico en el sentido habitual.

Contrariamente, a André Nicola si es que entendí bien,

pienso que hay una crisis «hecha y derecha» de la sociedad con-

temporánea y que esta crisis produce la crisis del proceso iden-

ticatorio y, al mismo tiempo, es reroducida y agravada por

éste. Me voy a situar, entonces, desde un punto de vista global

planteando el proceso identicatorio en su especicidad sin-

gular para cada sociedad históricamente i nstituida, y la id enti-

cación misma, son momentos de la totalidad social, y que, ni

positivamente, ni negativamente, tienen sentido separados de

esta totalidad Para justicar este enunciado, un poco fuerte,

tomaré algunos ejemplos de los materiales ya tratados aquí.

Es totalmente ci�rto que podemos elucidar, más aún expli-

car, la crisis de la indenticación en la sociedad contemporá-

nea en referencia al debili tamiento o a l a dislocación de lo que

Jacqueline Palmade llama el apuntalamiento del proceso iden-

ticatoio n sus diversas entidades socialmente instituidas

como el hábitat, la familia, el luga r de abajo, etc Pe ro no

podemos detenernos ahí, como se pue de ver, en virtud de una

• Intervención en un coloquio organizado en mayo de 1 989 por I'Association derecherche e dintervention psychosociologique (ARIP ), «Malaise dans lidenification . cuyas actas fueron publicadas con el mismo título en el número 55 de Cx(1 990/1 ).

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els stor.�ds

cosideració muy simpÍe. omemos el caso del hábitat. Coocemos pueblos, grades pueblos o pequeñas' tribus, que siempre viviero como ómades. El hábitat tiee u setido totalmete diferete para ellos. Ciertamete, la carpa que sedesplaa e las estepas de sia cetral es u lugar de refereciapara el idividuo o la familia; pero e ua sociedad semejate ,imediatamete otamos que el caso está istituido e formatotalmete diferete, y la posibilidad de darle setido al lugare el que uo se halla depe de de otros factores que o s o su«estabilidad Lo mismo es válido para los gitaos, o p ara persoas que, e las sociedades que hemos coocido, so por ejemplo vededores ambulates, desde hace al meos tres mil años,los marios, etc

Lo mismo vale para el aputalamieto familiar. Ciertamete o soy yo, freudado feiete y psicoaalista, quie subestimaría la importacia del medio y del lao familiar, su papelcapital, decisivo para la homiiació del mostruito recié acido. U a ve más, o hay que olvidar que o teemos q uearos e u tipo de familia semireal, semiidealiada, quepudiera habe r existido e determiados estratos de la socie dadoccide tal durate, digamos, estos últimos siglos, y cocluir deello e la ecesidad de ua crisis de ide ticació por el hechode que este tipo, hoy, está icuestioablemete e crisis. Sihacer u excursus histórico, podemos recordar que los espartaos, qu o era muy simpáticos, era idividuos totalmete« oales, fuioaba p erfectamete, obtuviero victoriasdurate siglos, etc. Pero el etoo familiar e Esparta esalgo totalmete diferete de lo que osoros cosideramoscomo «ormal La educació de los hos, aparte del períodode amamatamieto, se lleva a cabo e forma directametesocial y, como diría los itelectuales semiaalfabetos moderos, «totalitaria> E todo caso, es ua educació directamete social

E tercer lugar, todos estos feómeos, por ejemplo l a fragiliació de la familia, la fragiliació del hábitat como aputalami_eto, etc., o aparece como codicioes sucietes i

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El avnce de l nsgncanca

ecesarias de ua crisis, ya que vemos esta misma crisis, y masivamete, e idividuos que proviee y que vive e mediose los que o hay crisis del hábitat i tampoco, propiametehablado, crisis de la familia. Si tomamos a las clases medias de

la sociedad cotemporáea, o pode mos hablar de idividualsocial pasaba por lugares que ya o existe, oque está e crisis; peo tambié porque, cotrariamete a loque sucedía e el caso de los mooles, de los espartaos, delos mercaderes feicios, de los gitaos, de los viajates, e tc, oexiste igua totalidad de sigicacioes imagiarias socialeso o emerge igua que pueda hacerse cargo de esta crisis delos aputalamietos particulares.

sí, os vemos coducidos, de o tra maera, a la idea q ue yateemos; e todo caso, que yo tego. Si la crisis alcaa u

elemeto ta cetral de la homiiació social como lo es elproceso ideticatorio, esto quiere decir a las claras, que di chacrisis es global. Desde hace mucho tiempo se habla de


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Comeus Csorads

á: la gncacne a eca), e decr de la cr de la gn-cacne qe antenen a eta cedad, c a tda ce-dad, nda, dejand a la vta có eta cr e tradce en elnvel del rce dentcatr

Tda cedad crea r nd, creand recaen-te la gncacne qe l e n eecíca, ee aga de gn-cacne c r ejel, el D hebrac y td l qelca y trae aarejad, tda la gncacne qe e eden ag rar baj el tén de olis grega, la gncacne qe lcan el rgent de la cedad catalta ,á eactaente, del cnente catalta de la cedadde a. l ael d e eta gncacne agnara cale, «ncón» and ete térn n nngna cnntacónncnal ta e trle Sn ella la qe etrctran la rereentacne del nd en general, n la cale n ede ha-ber er han. ta etrctra n eecíca cada vez netr nd n e el nd geg ang, y l árble qe ve á allá de ea venana n regen, cada n, a na nnaleente e adera, éa e la cntrccón del nd der-n. n egnd lgar, la gncacne agnar cale de-gnan la naldade de la accón, nen l qe hay qe hacery l qe n hay qe hacer, l qe e ben hacer y l qe n l ehay qe adr a D, ben hay qe aclar la erza -dcva, en an qe nngna ley natal blógca, n qeraíca, dce qe hay qe adrar a D aclar la erza rdcva. Y en tercer tén, ect n dla á dícl de delar, eablecen l de aect caacterítc de na cedad n ee end, de ver claraente qe hay n aectao r el cran qe e la f. Sabe cree aberqé e la e, ee enent á en ndectble, relacóncn n er nnaente err al qe e aa, qe l aa, qeede cagarl, td et ergd en na hedad íqcaetraña, etc a e ería ablaente ncrenble ara A-tótele, r ejel: qé ede qerer decr la dea de qen eda aar er aad r l de sa mana, ear

eíd r e aect cya ereón recable158

E avn ce e l nsgnfcanca

ede vere en el rtr de l verdader ele en Belén nanche de l 24 de dcebre? e aect etá nttd h tórc-calente, y de eñalar cn el ded a creadr Pa-bl. Ya n etá tan reente cn la decrtanzacón de lacedade dern, er, anqe arezca ble, hay aec-t caracterítc de la cdad catalta Sn entrar en nadecrcón qe crrería el reg de er lterara, eñal qeMa l decrbó y ben, cand hablaba e eta nqe-td ereta, ete cab cntante, e ed de l nev rl nev y de l á r l á e decr, n c nnt d e aec-t nttd calente

La ntaracón de eta tre denne rereenac-ne, naldade, aect e da, cada vez, cnjn taente cn cncretzacón llevada a cab r td t e nttcneartclare, edadra y r et, r el rer gr- qe rdea al ndvd, la ala; leg r tda naere de vecndar tlógcaente ncld n en l tr nterectad, c la tra ala, el clan la trb, laclectvdad lcal, la clectvdad de trabaj, la nacón , etc Me-dante tda eta a, e nttye cada vez n t de nd-vd artlar, e decr n t antrlógc eecíc elrentn del gl XV n e el arn del gl XX, n enncó n de derenca trvale, n e n ncón d e td l q ee, ena, qere, a a deteta. Y al te, e table-ce n enjabre de rle cale de l qe cada n e a la vez,aradójcaente, atcente y cle entar de l tr:eclav/lbre, hbre/jer, etc

Per en tre la gncacne nt tda r cada cedad,la á rtante e, n dda, la qe cncerne a ella aTda l cedade qe he cncd tvern na rere-entacón de í c algo (l qe, entre arénte, deetraclaraente qe e traa de gncacne imaginaias) el ebl elegd l greg en cón a l bárba-r l h de l Padre ndadre l bdt delrey de Inglaterra Indcableente lgad a e rereen a

cón ete n ptns c cedad y c sa159


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Cols Casoads

sociedad y un amarse como sociedad y como esta sociedad esdeci una investidua tanto e a coectividad conceta comode as eyes po medio de as cuaes esta coectividad es o quees. Aquí hay a nive socia en a epesentación (o en e discu

so que a sociedad sostiene e sí misma) un cospondienteexteno socia e una identicación na e cada individuoque tambin siempe es una identicación a un nosotos»nosotos os otos» a una coectividad en deecho impeecedeo o que eiión o no eiión siue teniendo una unción undamenta ya que es una deensa y ta vez a pincipadeensa de individuo socia conta a Muete o inaceptabede su motaidad Peo a coectividad no es ideamente etena sino en a medida en que e sentido as sinicaciones queea ins tituye son investidos como etenos po os miembos de

a sociedad. Y ceo que nuesto pobema de a cisis de ospocesos identicatoios hoy puede y debe se abodado ambin desde esta pespectiva: Dónde es e sentido vivido comoeteno po os hombes y po as muees co ntempoáneos?

Mi espuesta ya a habán adivinado es que ese sen tido sociamente no está en ninuna pate. Sentido que conciene aa autoepesenación de a sociedad senido paticipabe po osindividuos sentid o que es pemite acuña po su popia cuenta un sentido de mundo un sentido e a vida y namenteun sentido e su muete. Es inúti ecoda e pape más que

centa que a eiión en a acepción más ampia de tminotuvo a este especto en todas as sociedades occidentaes modenas. Las oiaquías ibeaes icas satisechas o insatisechasvoveemos sobe este pu nto se ins tituyeon pecisamenteompiendo con e un iveso eiioso aunque a veces hayan conseado (Inatea) una eiión ocia». Aeaon a as eiiones Esto no ue eaizado como un n en sí sino poque associedades modeas se omaon ta como son y se instituyeon po medio d e suimiento y hasta un cieto pu nto a institución eectiva en a sociedad de dos sinicaciones centa

es ambas heteoneas po n deci adicamente o puestas aa eiión cistiana que dominaba esta áea históicsocia y

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El avn d /a nsgnana

que tambin en pincipio son antinómicas ente sí. Se tatapo una pate e a sinicación de a expansión iimitada deun supuesto dominio petend idamente


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l a adre y el padre son c laramente l a sociedad e n persona y la

hi s to ri a c 1 p indindos cll l un :i i;

iuir porqu !Jh/an, y so no s rupl> , s soca/. L kn-

ua no es coo se arma sÍpidamene un insrumeno

de co municación, ane odo es un insrue no le socialización.

En y por edio de la lengua se e xpresan, se dicen, s e realizan,

s ransern las sini cacions de la sociedad. Padr y madre

ransmien lo que viv ransien lo q ue s on, proveen al ni üo

d p olos ideni caorios silem ene siendo lo q ue so n. Po de-

mos d ar de lado a l os marin ale s> y oar, como se dice, a

l buos padr y adres de las «class medias>> . ¿Qué les

ransmien a sus hjos? Les ransmien: enan lo m


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Colis Casoriadis

mirar televisión, cambiando una trivialidad por otra El mun docontemporáneo todo, a está, in nuce en esta situación Quées todo eso si abandonamos la simple descripción? Es una ezmás, por supuesto, una fuga desesperada ante la muerte lamortalidad, de la que sabemos por otra parte que están exiladasde la ida contemporánea Se ignora la muerte, no ha duelo,

ni pblico ni ritual Esto también es lo que pretende disfrazaresa acumulación de objetos, esa distracción universal, las quepor lo demás, como sabemos en el caso de la neurosis, aquítambién, no hacen más que representar a la muerte misma,destilada en gotas, transformada en simple moneda d e la idacorriente Muerte de la distracción, muerte para mirar una pantalla en la que suceden cosas que uno no vie que nun ca podría iir

El carácter de la época, tanto del nivel de vda cotdianocoo el de la cultura, no es el «indiidualismo» sino su opuesto, el confoismo generalizado el coll age Confoismo q uees posible ólo con la condició de que no haa cleo de identidad imporante sólido A su vez, este confoismo, comoproceso social bien anclado, opera de manera tal que un eo de idenicación semejante a no pueda constituirse Comodecía uno de los arquitectos más destacados de l a arquitecturacontempoánea en New York, en ocasión de un coloquio en186 «Gracias al postmodernismo, nosotros, Jos arquitectos nalmente nos deshicimos de la tiranía del estil o•• En otras palabras, se deshicieron de la tiranía de tener que ser ellos mismosAhora pueden hacer cualquier cosa, poner una torre gótica allado de una columna jónica, todo en una pagoda tailandesa; ano están tiranizados por el estilo, son verdaderas individualidades individualistas: la individualidad consiste, de aquí en más,en robar a diestra siniestra diersos elementos para producir» algo o mismo es válido, más concretamente, para el indiiduo de todos los días ve haciendo collages, su individualidad es un patchwork de collages

No puede no haber crisis del proceso identicatorio, a queno ha una autorepresentación de la sociedad como moradade sentido de alor, como inserta en una historia pasada

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El avn e de la i nsignicania

futura, dotada ella misma de sentido, no «por ella misma» sinopor la sociedad que constantemente la revie la recrea deesta manera Éstos son Jos pilares de una identicación ltima,de un «Nosotros fuertemente investido, este «Nosotros» esel que se disloca ho, con la posición, por cda individuo, de lasociedad como simple «apremio» que le es impuesto ilusión

monstruosa pero tan ivida que se transfoa en un hecho material, ngible, en el índice de un pceso de desocialiación, ala cual d irige, si mulnea con tradictoriamente, demandas ininterpidas de asistencia también la ilusión de la historia como,en el mejor de los casos, paise turístico que se uede isitardurante las vacaciones

Debate, preguntas, respuestas

-Acerca de la


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( 'nw . (asth�is

l l éÍS qu l l carcr arnal, y qu s arcaln nlad pr ls nlcuals, pr ls prdsas y pr ls plícsqu tnn uy pcas das, pcs mas a raar, y qu rcurn a vs [t as para dr d cr al.

-Aerca e la posibilidad del surgimiento de wvas frmas

d insticiones

-Los vnt de l aos )0, tnt n Eupa coo culs Esads Und s , furn, n l p lan d la ral da d, laltma manfstacón clctva pran d la tntatva dnsaurar al nuv. Ess mvmns fracasarn n cuana su aspracón cnral; pr al msm tmp arn rsultads prans, tan sr la suacón d ls jóvns cde los negros y de las núeres, resu lados que no po demos

enospreciar, ni suestmar, ni rechazar. Desde ese enonces,

obseamos una evolución cuya cual raducción per ta en-

conraos en la siuación ideológica espanosa de hoy. S pagaa «profsores e economía» en odas las universidades para quec enen burradas que fueron refuadas mil y una veces; no porM a y · los axis tas, sino por los m isos onoists no-

csicos durane Jos aüos 30, por SraH, por Keynes, por oanRoinson, por Chamberlin, por Schakle, ec. Y hay periodistas

qu sbn ssl acumuland las chaas lsdads nd(:sa de un «eJTado», qe e readad o < ·x s c . l « l -cdo >> q xist no tiene nada en o nuín o 1 e qe se dscri-

n ls nuals s snalnt lpólc y t "ur

ene regulado por el Estado, inluso en Inglaerra y en los s tads Udos No s pued l prsup usto por dodransita el 50% dl produco bruo interno sin que ese p resu-pueso enga una in Íu encia importane en el merado. Estaaberración ideológia es en sí isa un signo impo ante de larisis. No hay dis curso s ubversivo o revolucinari nuevo, prompoc o hay 1 disc urso conseador. El discurso onsrvaor, s l sonrisa de Ronald Reagan y su torpezas.

-ca de a relació entre l proyeco capili, el proyc

e ; 1/0 IOI J{a y la a


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Clis Casiadis

an todas las otras formaciones de compromiso. La religiónsiempre do: stedes an a morir pero esta merte no es naerdadera merte. Esto pede adoptar mltitd de foas elretorno del ancestro en el niño el clto de los ancestros lainmortalidad del alma etc. sí y el ejemp lo más imp actante deello es el monoteísmo en especial el cristianismo y el Isla la

merte llega a tomar n alor positio. La Misa cristiana de losmertos es fantásticamente sorprendente a este respecto: a laez lamento y gloricación. Lamentalemente somos morta-les no somos más qe polo; pero gracias a Dios somos in-mortales y aos a entrar en s se no. En otros casos el enc-rimiento tiene otro carácter; el dismo por ejemplo. Noalemos e os griegos para qienes los nicos qe yo sepala ida despés de la merte era peor qe la ida en la tierracomo qeda claro en La Odisea: las connotaciones eental-mente positias e la inmortalidad del alma no aparecen sino

con la decadencia el siglo I y Platón. Las sociedades moder-nas qe destryen el edicio de las signicaciones religiosasse presentan en s período más reciente como incapaces dereemplazarlas.

Halo e na ética qe tenga na fectiidad social no elósofos qe peden constrir na ética por s cent a.Y can-do olemos oseando en ese aspecto a la cestión de lamerte en na sociedad dada nos damos centa e q e son lasdescripciones e los teólogos las qe realmente se aplican esPascal al qe ay qe conocar: el indiido moderno ie en

na carrera perdida por olidar al mismo tiempo qe a a mo-rir y qe todo lo qe ace no t iene e strictamente alando elmenor senido. sí corre ace jogging, compra en los spermercados ace zapping, etc se distrae. No alamos na ezmás e los arginales sino del indiido medio típico. ¿Esésta la nica solción posile despés e la disolción de lareligión No lo creo creo qe ay otros nes qe la sociedadpede acer srgir reconociendo nestra propia mortalidadotra forma e er el mndo y la mortalidad mana la oliga-ción con respecto a las generaciones ftras qe es lo qe

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El avnce de la insignicancia

tenemos pe ndiente de nes tras dedas con respecto a las gene-raciones pasadas ya qe ningno de nosotros es lo qe es sinoen fnción de esos cientos de miles de años de traajo y eesferzo mano. Tal srgimiento es posile pero exige qela eolción istórica tome o tro giro y qe la sociedad deje dedoirse sore n inmenso amontonamiento de ojetos de con-

smo de todo tipo.

-Acerca del proceso de identicación desde el punto de sta

psicoanalíco.

No qise traar la ertiente psicoanalítica como de al comienzo pensando qe ya aía sido scientemente aorda-do y tampoco qise tocar más de cerca la correlación exactaentre el pnto de is psicoanalítico y el pnto de ista istóri-cosocial. Pero aqello de lo qe e alado no inolcra sola-

mente


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Comeius Cascoriadis

vivimos si ésta no instaura una nueva y fecunda relación c on latradición. Ser revolucionario no signica declarar de en tradacomo lo hacía Sieys que todo el pasado es un «absurdo gótico». En primer lugar lo gótico no era absrdo y sobre todohay que instaurar otra relación con la tradición. Esto no signi

ca restauración de los valores tradicionales c tales o por-que son tradicionales sino una actitud crítica que puede reconocer valores que se han ido perdiendo veo por ejemplocómo se puede evitar revalidar la idea de responsabilidad ome atrevería a decir el valor de una lectura muy atenta de untexto que están desapareciendo.

-Acerca e las posibilidades de acción e un sujeto h oy.

En la situación presente un sujeto que pueda entrar en el

tipo de debate que estamos te�iendo posee el enoe privilegio de poder inspeccionar una multitud extraordinaria de po-sibles que ya están aquí y que en la medida de sus fuerzaspodrá elgi decidir ser así en lugar que de otra manera; cosamucho más difícil pero no imposible p_ara el ciudadano sim-plemete metido en el pastiche de la sociedad de consumo.

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Capíto I

Freud, la sociead, la historia*

1 . La teoría psiconalítica se halla lo sucient emente insertaen el medio i electual de nuestra época como para que podamos dispensarnos de ofreer un resumen de ella que de todosmodos sería irrisoriamente inadecuado. Nos limitaremos puesa esbozar aquí los grandes lineamientos de una discusión sobrelos aportes ciertos o posibles de la elucidación psicoanalíica aun pensamiento de lo político o de la política (sobre esta di-

tinción véase Castoriadis 1988), al mismo tiempo que los décits que se l e podr ían imp utar o aporías que ella hace surgir Ladiscusión estará centrada en la obra de Freud. Se seüalarán algunas indicaciones breves en la bibliografía sobre las direcciones tomadas para la discusión postfreudiana de inspiraciónpsicoanalítica de estos temas.

El i nterés del psicoanálisis desde el punto de vista del pensamiento político reside evidentemente en su aporte posible auna antropología losóca y política. Esta evidencia debe serdestacada en una época e n la que aparentemente y de manera

contraria a lo qu e suced ía con la gran losofía política del pasado se le concede muy poco interés a los presupuestos antropo-lógicos de l a política así como e n general de toda sociología yde toda historia que no se reduzcan a lo descriptivo.

A este respecto es importante distinguir en la obra de Freuddos categorías de escritos Los escritos propiamente psic oanalí-ticos relacionados con la psique como tal contienen una in-mensidad de aportes a los que se puede calicar de denitivos:el descubrimiento del inconsciente dinámico y de la represión

•Texto edactado paa e l Diccionario d e filosofía política en cuso de publicación por

la ediorial PU.F

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