TOPOGRAFÍA Construyendo, a veces he presentido que nuestro trabajo establecía una extraña simetría con el del arqueólogo. Empezamos haciendo agujeros en el suelo; cimientos y tubos; seguimos levantando estructuras y paredes que se ven rotas, incompletas, hasta que en un momento aparece algo acabado y brillante. Entonces nos retiramos. Más tarde, las construcciones vuelven a romperse, deshacerse y al final quedan los cimientos, campos de ruinas de la historia, a través de los cuales intuimos el pasado. Castelo Branco no llegó nunca al estadio final del acabado. Penurias económicas y organizativas hicieron que no se superara la fragmentación de la construcción. Además, Castelo Branco ofrece algo perverso pero fascinante: la radical separación entre trabajos de una extraordinaria calidad (por ejemplo: las pavimentaciones de «calçada portuguesa») y otros de una impresionante pésima calidad. Sin término medio. El proyecto construye el mayor espacio público del centro histórico de la ciudad.

Inicialmente fue muy importante definir una topografía: la gran plaza con pendientes hacia el centro para recoger el agua y una diferencia de nivel donde se encuentran las tiendas. Arriba, el espacio más activamente urbano. Los bordes son también importantes: un talud verde en continuidad con la calle superior a un lado, una pérgola agujereada que protege de la calle de tráfico denso a otro. Los pavimentos, que fueron objeto continuado de nuestra atención, son extraordinarios. Se disponen algunos muebles juguetones (sillas móviles…). El uso es intenso y para mí es muy atractivo especialmente de noche, en verano, cuando el lugar desaparece como presencia tectónica y sólo vive como ambiente virtual. Es como si, al desaparecer la arquitectura como objeto brillante, pulido, acabado, haya permitido a la población apropiárselo, colaborando entusiásticamente a su destrucción.

CENTRO CULTURAL Mª JOAO PIRES Y PLAZA LARGO DA DEVESAPrimerpremio.Concursorestringido.2000‐2007:PlazaLargodaDevesa2000:CentroCulturalenproyectoCasteloBranco/Portugal.Emplazamiento:ParquedaDevesa.SuperCicie:6 hectáreas.

El Programa Polis, un programa lanzado por el Gobierno portugués para la regeneración urbana de algunas ciudades portuguesas, ha permitido que los modelos de crecimiento urbano de los últimos 30 años se cuestionaran directamente y se enfocaran con nuevas actitudes. Castelo Branco asumió este desafío de hacer frente al cambio de los usos y funciones de su espacio urbano, de alterar considerablemente su aspecto, aceptando rupturas y no permitiendo que su memoria obstaculizara tal cambio profundo. Sin embargo, el cambio de escala, de nuevos paradigmas escénicos y conceptuales era considerado por Castelo Branco como un proceso complejo y de difícil materialización, sobre todo porque éramos conscientes de que cualquier cambio conllevaría muchos obstáculos, previéndose que el orden técnico, social y político instalado no daría tregua a los agentes de las propuestas de transformación del centro urbano. Por lo tanto, llegamos a la conclusión de que sería muy importante encontrar a alguien que nos ayudara a garantizar la elaboración de un plan urbano sólido y capaz de incorporar el entendimiento de la ciudad y sus edificios de una forma más integrada, ofreciendo así autoridad teórica y formal frente al cambio de escala urbana previsto. La elección recayó en la persona de Josep Lluís Mateo, colega que invité en nombre de la corporación municipal de Castelo Branco. Los motivos por los que fue seleccionado eran evidentes: su currículum y su obra demostraban que estábamos ante un arquitecto que manejaba las grandes y pequeñas escalas, que hacía una esmerada lectura de las ciudades y de sus edificaciones, lo que mostraba su inclinación por el diseño urbano creativo y transmisor de nuevas fuerzas escénicas y de nuevos conceptos; era un conocedor de una urbanidad que se deseaba trasladar a una ciudad de provincia. Josep Lluís Mateo comprendió rápidamente la importancia de la operación urbana, la imperiosa necesidad del cambio de escala en el espacio público, en la dotación de equipamientos de alto nivel y, sobre todo, en la necesaria articulación de las distintas inversiones que se realizaban paralelamente, a lo que contribuía que estas estuviesen siempre sometidas a un adecuado control cultural y técnico. Sus primeros bocetos y maquetas demostraron de inmediato que Mateo había comprendido la complejidad del gran espacio público, los diversos

problemas de tráfico y urbanos, las restricciones culturales que los habitantes de la ciudad empezaron a manifestar públicamente, exigiendo la conservación de ciertos valores patrimoniales discutibles. De sus primeros bocetos y maquetas destaco la complejidad de la plaza Largo da Devesa, dominadora de todo el diseño urbano, y en la que introduce una «base» de hermoso efecto formal ya que la topografía que propone, con un moldeado al estilo de un alfarero que trabaja el barro y le da forma a su escultura, demuestra que Mateo domina y controla esa plasticidad de un modo sublime. Así, esta plaza responde a los grandes problemas topográficos existentes y, como una mano abierta, ofrece refugio a un enorme conjunto de edificios diseñados en consonancia con ella, quedando por construir la hermosa obra de urbanismo que es el Centro Cultural de Castelo Branco, cuya conclusión está prevista dentro del nuevo Marco Comunitario 2007-2013. Es evidente que todos estos planes y obras conllevaron grandes problemas, por lo que Mateo dudó en no pocas ocasiones de su continuidad en el proceso. Los cambios estructurales llevados a cabo en las ciudades, especialmente en las portuguesas, presentan niveles de provincianismo desesperantes que entran en grave conflicto con los saberes más lúcidos. Nuestra colaboración permanente con Mateo y nuestra buena relación con el presidente de la corporación de Castelo Branco, así como la ayuda constante de Sociedade Polis, que reconoce el gran prestigio y capacidad profesional de los técnicos implicados en este dilatado y complejo proceso de transformación urbana, hicieron posible que la resistencia de Mateo y su equipo mereciera la pena.Por mi parte, recuerdo con nostalgia los mejores y peores tiempos en que, junto con Mateo, diseñábamos parte de la ciudad que quedará para siempre en la historia de Castelo Branco y que, sin duda alguna, cuenta con innegables cualidades urbanas y formales.

CARLOS MANUEL REIS DE FIGUEREIDO Arquitecto, responsable del Programa Polis por parte de la Cámara Municipal de Castelo Branco

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