Casas Colgadas de CuencaRafael Navarro Pérez. Urbanística I. Grupo A.

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Cuenca se encuentra en una zona privilegiada, la parte antigua de la ciudad se alza sobre una montaña rocosa flanqueada por las hoces de los ríos Júcar y Hucár, como Baroja la denominó, Cuenca parece un “nido de águilas”. El impresionante enclave natural y la riqueza monumental legada por años de historia le valió ser declarada como Conjunto Histórico Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Situadas en un extremo del casco antiguo de la ciudad y sobre la hoz del río Huécar, se alzan las denominadas Casas Colgadas, también conocidas como Casas Voladas, Casas del Rey y erróneamente Casas Colgantes. Este conjunto de edificios civiles componen junto a la Catedral el enclave más característico de la ciudad conquense.

No se sabe con certeza, su fecha de origen, pero este tipo de construcciones debido a su traza medieval, se datan entorno a los siglos XIV – XV.

Actualmente sólo se alzan sobre el acantilado tres casas colgantes, las que han persistido al tiempo y a las inclemencias, pues este método de construcción no fue un caso aislado, sino que fue un “modelo” de urbanismo, el querer aprovechar el terreno escarpado, desafiando la gravedad, de tal manera que en esa época se llego a cubrir esta cara de la montaña, conformando una línea de casas colgadas.

La ciudad se componía de una red de callejuelas estrechas en cuesta. Llegado a un punto de “colapso” de la ciudad, las opciones eran: construir fuera del recinto protegido, o sobre la escarpada cara de la montaña. De tal manera que se optó por intentar una nueva forma de urbanismo, en esa búsqueda del espacio, con unas nuevas edificaciones voladas sobre el precipicio. Iniciando de este modo una arquitectura suspendida sobre el vacio que suponía el gran abismo rocoso sobre el que se erigían las Casas Colgadas.

Tras la reconquista de la ciudad por el rey castellano Alfonso VIII a finales del siglo XII, Cuenca comenzó a crecer. Poco a poco iba edificando sobre el promontorio rocoso conquistando a los árabes.

En este cauce de reconstrucción, culminado en 1978, se cruzaron diversos intereses estéticos, lo cual impide identificar plenamente estas Casas Colgadas con aquellas que en otro tiempo fueron propiedad de Gonzalo González de Cañamares y que sirvieron para alojar al primitivo consistorio.

En la actualidad son tres modelos restaurados, en los que se alternan elementos del gótico popular y la efusión renacentista, organizados de acuerdo con el plan en 1927 que dirigió Fernando Alcántara.

Como ya he mencionado anteriormente el origen de las Casas Voladas es medieval, con balconadas de madera, mampostería vista y ménsulas de piedra, siendo la más relevante la Casa de la Sirena.

Anteriormente utilizadas como viviendas de uso particular, aunque algunos opinan que eran las residencias de verano de algunos monarcas de la época.

Una de éstas es la casa de la Sirena (al margen derecho), la cual se compone de tres plantas y está repleta de elementos de madera. Adosadas a éstas se encuentran las casas del Rey.

Actualmente alojan un mesón restaurante y el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca respectivamente.

Otros ejemplos de ciudades sobre acantilados los encontramos en Ronda (Málaga), Castellfolit de la Roca (Girona), Meteora (Grecia) y Bonifacio (Córcega), pero no llegan a ese atrevimiento que posee la arquitectura conquense de alzarse, mirando al vacío, sobre la hoz del río Huécar.

Castellfolit de la Roca (Girona)

Meteora (Grecia)

Bonifacio (Córcega) Ronda (Málaga)

Tal y como vemos, el que fue un nuevo modelo urbanístico surgido por la necesidad de encontrar espacio, proporciono además a la ciudad una verticalidad y sensación de ascensión únicas.