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CARTOGRAFÍA DE ÁREAS AGRÍCOLAS ABANDONADAS MEDIANTE TÉCNICAS DE SIG Y FOTOINTERPRETACIÓN. COMARCAS DE LA HUERTA Y CAMPO DE MURCIA Y ALTO GUADALENTÍN Carlos Martínez Hernández Departamento de Geografía, Universidad de Murcia. Email: [email protected] Fulgencio Cánovas García INUAMA, Universidad de Murcia. Email: [email protected] Francisco Alonso Sarriá INUAMA, Universidad de Murcia. Email: [email protected] Asunción Romero Díaz Departamento de Geografía, Universidad de Murcia. Email: [email protected] Francisco Belmonte Serrato Departamento de Geografía, Universidad de Murcia. Email: [email protected] RESUMEN El abandono de campos de cultivo es un hecho notable en la Región de Murcia, por lo que se ha considerado importante evaluarlo. Para una primera aproximación se ha utilizado la cartografía del SIOSE-05. En este trabajo se proponen además criterios para la fotointerpretación de imágenes aéreas de distintos años, con los que ha sido posible elaborar una cartografía temática del abandono. Se han estudiado dos comarcas: Huerta y Campo de Murcia y Alto Guadalentín, con una superficie de más de 3.400 Km 2 (30% de la Región). Los resultados muestran gran densidad de parcelas abandonadas y una superficie total en abandono de 31,6 Km 2 , siendo posible identificar ciertas pautas en su distribución espacial. El resultado de este trabajo se utilizará como variable dependiente en un modelo de regresión logística para intentar determinar qué factores sociales y ambientales pueden explicar el abandono. 1

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CARTOGRAFÍA DE ÁREAS AGRÍCOLAS ABANDONADAS MEDIANTE TÉCNICAS DE SIG Y FOTOINTERPRETACIÓN. COMARCAS DE LA HUERTA Y CAMPO DE MURCIA Y ALTO

GUADALENTÍN  

Carlos Martínez Hernández Departamento de Geografía, Universidad de Murcia. Email: [email protected]

Fulgencio Cánovas GarcíaINUAMA, Universidad de Murcia. Email: [email protected]

Francisco Alonso SarriáINUAMA, Universidad de Murcia. Email: [email protected]

Asunción Romero DíazDepartamento de Geografía, Universidad de Murcia. Email: [email protected]

Francisco Belmonte SerratoDepartamento de Geografía, Universidad de Murcia. Email: [email protected]

  RESUMEN

El abandono de campos de cultivo es un hecho notable en la Región de Murcia, por lo que se ha considerado importante evaluarlo. Para una primera aproximación se ha utilizado la cartografía del SIOSE-05. En este trabajo se proponen además criterios para la fotointerpretación de imágenes aéreas de distintos años, con los que ha sido posible elaborar una cartografía temática del abandono. Se han estudiado dos comarcas: Huerta y Campo de Murcia y Alto Guadalentín, con una superficie de más de 3.400 Km2 (30% de la Región). Los resultados muestran gran densidad de parcelas abandonadas y una superficie total en abandono de 31,6 Km2, siendo posible identificar ciertas pautas en su distribución espacial. El resultado de este trabajo se utilizará como variable dependiente en un modelo de regresión logística para intentar determinar qué factores sociales y am-bientales pueden explicar el abandono.

 Land abandonment cartography using GIS thecniques and aerial photography.

“Orchards and Fields of Murcia” and “High Guadalentín”

ABSTRACT The abandonment of agricultural lands is a remarkable fact in the Region of

Murcia, so it seemed important to conduct an evaluation of the process. The SIOSE-05 spatial database has been used as a first approach. This paper also proposes several photo-interpretation criteria to be used with multi-temporal aerial imagery from different years. These criteria were used to develop a land abandonment thematic map. Two districts in the Region of Murcia have been analysed: Orchards and Fields of Murcia and High Guadalentín, an area larger than 3,400 Km2 (30% of the Murcia region). The results confirm a high density of abandoned plots and a total abandoned area of 31.6 Km2, making it possible to identify patterns in their spatial distribution. The result of this work will be used as dependent variable in the logistic regression model to try to determine which social and environmental factors may explain the abandonment process. 

 

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1. INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES  En España, el abandono de campos cultivados ha sido un fenómeno de una intensidad considerable durante las últimas décadas. La rápida urbanización (JIMÉNEZ et al., 2005) y las políticas comunitarias de suprimir cultivos no rentables (ERREA, 1996) son las principales causas. En algunas áreas tradicionalmente agrícolas, como la Región de Murcia, las tierras de cultivo han sufrido desde 1991 a 2011 un retroceso de un 46% frente a un crecimiento de un 33% de la no cultivada. El cambio en los usos del suelo es notable y, por tanto, las consecuencias ambientales y socioeconómicas también. Así, tanto desde el punto de vista de la gestión territorial como del estudio científico, se hace necesario evaluar fielmente el fenómeno del abandono y llevar a cabo un seguimiento del mismo (ERREA y LASANTA, 1993). Resultado de esta necesidad es la elaboración de nuestra cartografía de áreas agrícolas abandonadas en las comarcas de la Huerta y Campo de Murcia y del Alto Guadalentín. 

No es sencillo definir el abandono agrícola; BAUDRY (1991) habla de “land abandonment” o abandono de la tierra como un cambio hacia patrones de uso menos intensivos o como el final del uso y aprovechamiento de la tierra: el suelo se deja a su propia dinámica espontánea.

Este abandono es un fenómeno global asociado a una disminución progresiva de las prácticas agrarias tradicionales (MACDONALD et al., 2000). En los países más desarrollados de Europa, el abandono tuvo su máximo con la industrialización, en el siglo XIX y en el siglo XX, tras la Segunda Guerra Mundial (GELLRICH y ZIMMERMANN, 2007). En los países balcánicos, el abandono ha sido consecuencia del desarrollo económico post-socialista (MORAVEC y ZEMECKIS, 2007). En los países mediterráneos, el abandono es un fenómeno actual derivado de las políticas comunitarias, el incremento de la urbanización, la globalización y la desertificación (GEESON et al., 2002). La generalización del fenómeno ha generado una gran cantidad de estudios en las últimas décadas en todo el planeta.

El objetivo de este trabajo es contribuir a los estudios del abandono con el diseño de técnicas de fotointerpretación para cartografiar el fenómeno, mediante Sistemas de Información Geográfica. La metodología se ha aplicado en dos extensas comarcas de la Región de Murcia.

Sin embargo, cartografiar tierras agrícolas abandonadas presenta dificultades debidas a su delimitación espacial y a la complejidad temporal del fenómeno. Esta complejidad puede explicar que España no cuente todavía con una cartografía temática del abandono. Sí hay, no obstante, cartografía digital de uso del suelo, en la que, a pesar de no darse ningún código o cobertura de “parcela agrícola abandonada”, a veces, se da una clasificación de similar información.

La serie cartográfica tradicional de usos del suelo es el Mapa de Cultivos y Aprovechamientos de España (MCA) (1) (hojas de 1:50.000), mediante el empleo de códigos. Pero ninguno de ellos se corresponde con “tierras abandonadas”, siendo lo más similar el “pastizal” (“P”) y el “matorral” (“M”), así como la asociación entre ambos en distintos porcentajes.

“CORINE Land Cover” (CLC) (2) es el sistema de codificación de usos del suelo más generalizado, a escala 1:100.000. La clase que más se aproxima a las tierras agrícolas abandonadas es el nivel 2.4.3 (“Zonas agrícolas” – “Zonas agrícolas heterogéneas” – “Terrenos principalmente agrícolas, pero con importantes espacios de vegetación natural”), y el nivel 3.2 (“Zonas forestales con vegetación natural y espacios abiertos” – “Espacios de vegetación arbustiva y/o herbácea”), en sus distintos subniveles. Como en el caso del MCA, aunque el paisaje predominante en las tierras

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agrícolas abandonadas se corresponde con el cifrado bajo esta nomenclatura, no siempre es así y, sobre todo, no siempre el origen de estos usos radica en el abandono agrícola.

El Reglamento CE 1593/2000 establece un Sistema Integrado de Gestión y Control (SIGC) de determinados regímenes de ayuda comunitarios, que obliga a crear un Sistema Gráfico Digital de Identificación de Parcelas Agrícolas, utilizando técnicas SIG y recomendando, además, la utilización de ortoimágenes aéreas o espaciales. En España se ha elaborado un Sistema de Información Geográfica de parcelas agrícolas (SIGPAC) (3), que permite identificar las parcelas declaradas por los agricultores. El sistema consta de un mosaico de ortofotos digitales para todo el territorio nacional, sobre las que se superponen los planos parcelarios del catastro de rústica. Los usos contemplados a nivel de recinto son los 21 del catastro, de los cuales el abandono podría equipararse al 13 (pastizal o PS) y 14 (pasto arbustivo o PR), con los mismos problemas y limitaciones que en las codificaciones anteriores.

Finalmente, la base de datos geográfica sobre usos del suelo más actualizada es el SIOSE o Sistema de Información sobre Ocupación del Suelo de España (4). Asociado a cada polígono se definen dos superclases denominadas Uso y Cobertura. El Modelo de Datos SIOSE permite la asignación de uno o más usos y una cobertura a un único polígono. La Cobertura que podría relacionarse (después de cierto tratamiento) al abandono es la de “Pastizal” (PST) con un Uso de “Procedencia de cultivos” (pc), como se justificará en la Metodología del trabajo.

Los estudios realizados sobre cartografía del abandono se basan en su mayoría en bases de datos cartográficas como éstas (MARTÍN et al., 1997; SILIÓ et al., 2001; AWASTHI et al., 2002). Sin embargo, hay también trabajos sobre el abandono agrícola que no se basan en una aproximación cartográfica previa y proponen su propia cartografía mediante teledetección (ALCÁNTARA et al., 2012; WITMER Y O’LOUGHLING, 2009; ALONSO et al., 2010). A nuestro criterio, SIOSE es la clasificación que más se acerca al fenómeno del abandono agrícola y por ello la tomamos de base en nuestra metodología, para diseñar una cartografía propia a partir de técnicas de SIG y fotointerpretación.

  2. ÁREA DE ESTUDIO  El trabajo se ha realizado en dos extensas comarcas de la Región de Murcia (Figura 1), donde el peso relativo del sector agrario es de los más altos del país (INE, 2012).

  La comarca de la Huerta y Campo de Murcia (municipios de Murcia, Beniel, Alcantarilla, Molina de Segura, Fuente Álamo y Torre Pacheco), presenta una extensión de 1545,6 Km2 (CREM, 2012) (el 13,7% de la Región) y cuenta con 611.401 habitantes (CREM, 2012) (41,5% del total regional). Históricamente, se ha caracterizado por una huerta tradicional y la modernización actual de las labores agrarias no ha incidido de manera tan significativa como en otras áreas. Más que abandono, se produce un cambio de uso agrícola por un uso urbano (ANDRÉS SARASA, 2011). Por el contrario, en las tierras extensivas del Campo de Murcia, que o bien han sido roturadas como regadíos modernos o, simplemente, han quedado en régimen de secano (CORTINA GARCIA, 1981), sí han intervenido los factores actuales condicionantes del abandono agrícola, como los mencionados por LABRANDERO y MARTÍNEZ (1995) a nivel genérico: modernización de las labores, éxodo rural, políticas comunitarias de retiradas de cultivos o la supresión de ayudas a la puesta de otros, etc.

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Figura 1. Situación geográfica de las áreas de estudio (Comarca de la Huerta y Campo de Murcia a la izquierda y Comarca del Alto Guadalentín a la derecha).

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La segunda comarca es la del Alto Guadalentín, ubicada en el suroeste de la Región de Murcia (municipios de Lorca, Águilas y Puerto Lumbreras). Su extensión es de 2071,8 Km2 (CREM, 2012) (el 18,3% de la Región) y en ella habitan 142.435 personas (CREM, 2012) (9,7% del total regional). Aunque presenta una franja de huerta, en torno al Río Guadalentín, el uso de la mayor parte del territorio es un secano extensivo en las sierras y tierras altas y, nuevos regadíos, en el litoral (GONZÁLEZ ORTIZ, 2007).

3. METODOLOGÍASe parte de la base de datos SIOSE. En un Sistema de Información Geográfica, se

han filtrado todos los polígonos que tienen una cobertura de “pastizal”, con un atributo que hace referencia a su función pretérita de tierra cultivada: “procedencia de cultivo”, para generar una primera capa de aproximación al abandono (Figura 2).

Figura 2. Distribución y tamaño de las parcelas del SIOSE en la Región de Murcia con la cobertura “Pastos” y el atributo “Procedencia de cultivo”.

 Sin embargo, si bien es cierto que, en principio, todas las parcelas abandonadas

van a presentar estas coberturas y este atributo, no lo es el hecho inverso, es decir, que todas las parcelas de pastizal con procedencia de cultivo se correspondan con tierras abandonadas. El siguiente paso, por tanto, ha sido definir los criterios para calificar a una parcela con estas coberturas y este atributo como “abandonada”.

En primer lugar, se debía delimitar la parcela exacta que se correspondía a pastizal

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procedente de cultivo en función del porcentaje que ocupase dentro de su polígono, es decir, había que desechar la superficie del polígono que se correspondiera con otras coberturas y/o atributos, para generar una nueva capa cartográfica con las parcelas potencialmente abandonadas bien delimitadas, lo que ha requerido de un exhaustivo trabajo de fotointerpretación.

A continuación, a cada parcela delimitada, en base a ortofotos de distintos años, se le han aplicado las siguientes dos condiciones generales para desecharla si incumplía al menos una o, considerarla abandonada, en caso contrario (la parcela entera o partes de la misma):

1. Haber estado cultivada al menos un año desde 1981. Se ha tomado como referencia este año porque no hay ortofotos regionales disponibles en años anteriores, a excepción de 1956, cuya peor resolución (más de 1 m.) impide la fotointerpretación detallada que se requiere y cuya lejanía en el tiempo desliga las posibles causas y consecuencias de la cobertura de entonces con la situación actual.

2. La ortofoto de referencia actual que se ha utilizado es la de 2009, por ser la más cercana en el tiempo con mayor resolución (25 cm.). Pensamos que para hablar de abandono real es sensato considerar que una parcela debe estar sin trabajarse al menos en los últimos tres años, por lo que la siguiente condición es que la parcela estudiada no haya estado activa, como mínimo, en 2007, 2008 y 2009. La ortofoto más reciente que existe es la de 2011; ésta se ha utilizado a posteriori para confirmar el abandono en las parcelas que cumplían estos requisitos, eliminando las pocas que, entre 2009 y 2011, hubieron retomado el cultivo.

Las ortoimágenes utilizadas para fotointerpretar han sido: ortofoto regional de 1981, ortoimagen SIGPAC de 2002, ortoimagen QuickBird (satélite) de 2003, ortoimágenes PNOA de 2004, 2007, 2009 y 2011 y, finalmente, la ortoimagen del Proyecto Natmur-08.

Por otro lado, se deben enfatizar una serie de criterios de fotointerpretación que se han seguido para reconocer adecuadamente las tierras no trabajadas en cada uno de los años:

(i) Una parcela labrada es reflejo de actividad agraria, por lo que no se trata de abandono.

(ii) Si en la parcela se reconoce el cultivo, no está abandonada. Pero existe una dificultad añadida en los cultivos arbóreos de secano, ya que en la mayoría de los casos sobreviven varios años a pesar de no cuidarlos. En este caso, se ha considerado el abandono cuando desde el año 2003 hay pruebas claras de tierra no trabajada. Respecto al cultivo arbóreo de regadío (cítricos en las zonas de huerta y nuevos regadíos), el caso es diferente porque su vida es más corta y sí se distingue claramente su degradación (de color, de forma, de porte) cuando se han abandonado. En cualquier caso, para reforzar este criterio, se ha analizado también la banda 4 del Satélite Landsat como indicador del estado de la vegetación.

(iii) Algunas ortofotos son de años más lluviosos, o han sido tomadas en épocas de ciclo vegetativo de algunas plantas anuales y bianuales, por lo que algunas parcelas se cubren de un verde intenso. No se trata de un cultivo, pero podría ser una tierra plantada recientemente. Para calificarla de abandonada hay que fijarse en un patrón distinto: la vegetación espontánea estable, normalmente matorrales y espartales, apreciables individualmente en las ortofotos (Figura 3). La ortofoto de referencia para reconocer con el menor margen posible de error cada uno de estos individuos arbustivos es la de 2009, por su resolución de 25 cm.

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Figura 3. Parcela abandonada: fotointerpretación (nótese el porte y la presencia de los mismos individuos de vegetación espontánea año a año desde que se dejó de cultivar) e

imagen real (apariencia clara de abandono por el porte y la densidad de esta vegetación espontánea).

 (iv) En definitiva, el criterio mayoritario para reconocer el abandono es la

presencia y el porte de la vegetación espontánea, que precisamente brota al no labrarse la tierra, por lo que su relación con el tiempo de abandono es directamente proporcional.

Otro aspecto metodológico destacable ha sido la revisión de la cartografía del abandono por dos fotointérpretes, para evitar, en la medida de lo posible, la subjetividad del observador y asegurar que el reconocimiento y delimitación del abandono es consensuada y fiable.

Finalmente, un último paso de validación del abandono cartografiado ha sido el trabajo de campo, para confirmar y completar las condiciones y los criterios del abandono. 4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En la comarca de Murcia el abandono total es de 15,4 Km2, de los cuales el 85,5% corresponden al municipio de Murcia, seguido de Fuente Álamo con un 9,5% y destaca Torre Pacheco, sin abandono alguno. En Alcantarilla, el abandono supone un 2,9% de la superficie municipal; en Murcia, un 1,5% y, en el resto de municipios, menos del 1%. El abandono en la comarca es de 1,14%, una cifra que sube al 2,2% respecto a la superficie total cultivada, siendo muy destacable en Alcantarilla, donde el abandono es del 9,8% de la superficie cultivada (Tabla 1). La mayoría de las parcelas abandonas son de pequeño tamaño; hasta un 70,6% ocupan menos de 2,5 ha. Un 19,3% de las parcelas presentan un tamaño de entre 2,5 y 6,5 ha y, un 7,7%, de entre 6,5 y 15 ha. El tamaño mayor de parcela abandonada en la comarca es de casi 80 ha.

La superficie total abandonada en la comarca del Guadalentín es ligeramente superior a la anterior: 16,2 Km2, perteneciendo la mayor parte (88,7%) al municipio más extenso, Lorca. Sin embargo, en ninguno de los municipios el abandono llega a ser proporcionalmente significativo respecto a la superficie total; en Lorca, que es donde más destaca, supone un 0,9% y, en toda la comarca, el 0,8%. Respecto a la superficie total cultivada, el abandono se da con un porcentaje mayor (1,83%), sin grandes diferencias entre los municipios (Tabla 1). Como ocurría en la comarca de Murcia, el abandono se encuentra principalmente en un parcelario muy fragmentado: un 86,3% de

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las parcelas abandonadas tienen menos de 2,5 ha y, un 10,5%, entre 2,5 y 6,5 ha; sólo una parcela supera las 35 ha.

Comarcas Municipios Km2 de abandono

Importancia del área de

abandono en la comarca (%)

Importancia del área de

abandono en cada municipio

(%)

Área de abandono respecto al

área cultivada (%)

Huerta y Campo de

Murcia

Alcantarilla 0,47 3,03 2,91 9,82Beniel 0,10 0,63 0,96 1,52

Fuente Álamo 1,47 9,51 0,53 0,88Molina de S. 0,20 1,29 0,12 0,20

Murcia 13,18 85,54 1,49 3,11Torre Pacheco 0,00 0,00 0,00 0,00

TOTAL / MEDIA 15,41 1,14 - 2,20

Alto Guadalentín

Águilas 0,93 5,70 0,37 1,25Lorca 14,40 88,72 0,86 1,98

Pto. Lumbreras 0,91 5,58 0,32 1,06TOTAL / MEDIA 16,23 0,78 - 1,83

Tabla 1. Superficies totales y relativas de abandono en las Comarcas de la Huerta y Campo de Murcia y del Alto Guadalentín, por municipios.

De manera cualitativa se pueden destacar algunos patrones de distribución espacial del abandono:

(i) El fenómeno del abandono parece estar en relación inversa a la disponibilidad continua de agua para riego. Existen tierras abandonadas que, en muchos casos, se trata de parcelas que en la década de los años 80 se pusieron masivamente en cultivo ante las expectativas generadas por la construcción del Trasvase Tajo-Segura antes de conocer su trayectoria final.

(ii) La red de carreteras parece incidir de manera contradictoria sobre el abandono: por un lado, las carreteras comarcales y locales permiten el acceso de maquinaria agrícola a las parcelas y en su entorno no parece frecuente el abandono. En cambio, las vías rápidas de circulación sí parecen tener asociado un mayor volumen de parcelas abandonadas en su recorrido y sus áreas de influencia, puesto que su funcionalidad ha dejado de ser agrícola al adquirir un uso de infraestructura de transporte.

(iii) Quizá el patrón geográfico más evidente en la distribución del abandono es el suelo periurbano. Por expectativas urbanísticas, las parcelas agrícolas de la periferia urbana se suelen dejar en abandono a la espera de un uso urbano. Casi la totalidad de los núcleos urbanos, de ámbito rural, presentan parcelas abandonadas en su área periurbana.

(iv) Una parte importante de las tierras agrícolas abandonadas cae dentro de espacios naturales de la Red Natura 2000, que aglutina los LIC y las ZEPAS. Su protección ambiental no es incompatible con la actividad agraria, pero la limita ligeramente. Esto probablemente ha disuadido a un gran número de agricultores de seguir cultivando algunas de sus parcelas.

(v) Un último patrón evidente de la distribución del abandono es el factor topográfico: a mayor pendiente, mayor dificultad de actividad agraria y mayor riesgo de pérdida de suelo; es decir, más susceptible es la parcela de terminar siendo abandonada.

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5. CONCLUSIONES  Con este estudio se han constatado los datos de las estadísticas agrarias que

manifestaban un retroceso progresivo de la superficie cultivada y hechos como el aumento del suelo urbano y el recorte en las ayudas económicas comunitarias de puesta en cultivo de determinados productos.

Aplicando una metodología sistemática centrada en los SIG y la fotointerpretación, se ha alcanzado el objetivo principal: cartografiar detalladamente el abandono agrícola. Se es de la opinión de que una buena cartografía es la base para la comprensión y el análisis de cualquier fenómeno geográfico; con su monitorización, se abre una puerta al estudio científico, dotándolo de espacialidad y cuantificación. Por consiguiente, nuestra propuesta ofrece un recurso trascendental para conocer el fenómeno, identificar sus causas espaciales, ecogeomorfológicas y socioeconómicas y, asimismo, descubrir todo el abanico de sus repercusiones.

Independientemente de la aplicabilidad que este estudio presenta, se llega a otra serie de conclusiones de carácter metodológico. Por ejemplo, se puede afirmar que la resolución ideal de una ortofoto para su interpretación como abandonada o no abandonada es de 25 cm., ya que permite reconocer con precisión los elementos arbustivos de las parcelas, en su porte y en su número, una información vital para el reconocimiento del abandono agrícola que queda distorsionada cuando la resolución pasa a ser de 50 cm. o 1 m., como es el caso de la mayoría de ortofotos regionales.

Se han detectado compresiones hoy innecesarias de ciertas ortofotos. Las imágenes de 2002 y 2004, por ejemplo, a pesar de tener una resolución de 50 cm, pierden mucha calidad porque se encuentran muy comprimidas, lo que se hizo en su día para que pudieran ser almacenadas en cualquier sistema informático. En la actualidad, esa compresión no es necesaria por el incremento en la potencia de los sistemas informáticos. Así pues, se considera una prioridad proceder a una recopilación del patrimonio de ortoimágenes de la Región de Murcia con un reajuste de aquellas comprimidas o con errores y así dejar disponible una buena colección de imágenes aéreas, tanto en número como en resolución.

Es de destacar el carácter inconcluso de nuestra cartografía: el abandono no sólo es dinámico y, por tanto, su distribución continuamente actualizable, sino que además hay ocasiones en que es muy complejo de identificar y, en territorios muy amplios como nuestras comarcas, siempre se puede matizar y completar con mayor precisión a nivel local o puntual. Conscientes de esto, es nuestra intención llegar a un nivel de detalle cartográfico del abandono aún mayor con la inclusión en un futuro de parcelas cuya identificación sea directa y no producto del filtro de una base de datos previa de coberturas del suelo.

Por nuestra parte, como primera iniciativa en una siguiente fase de estudio, utilizaremos los resultados cuantitativos y cualitativos de este trabajo para calibrar un modelo de regresión logística que permita comprobar las hipótesis que se han avanzado en la discusión de este trabajo; esto es, que la disponibilidad de agua, la localización en áreas periurbanas, la distancia a vías de comunicación y los factores topográficos pueden explicar la distribución espacial de las áreas abandonadas.

6. AGRADECIMIENTOSEste trabajo se ha realizado en el marco del proyecto 15233/PI/10 financiado por

la Fundación Séneca; a ella nuestro agradecimiento. 

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