Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

44
BARBACOAS Una cotidianidad que gira en torno al lavado de oro en el río Cauca Daniel Sampedro Patiño, Verónica Velásquez Herrera, Harry Góez, Nubia Claudina Agudelo Rave —Estudiantes Departamento de Antropología, Universidad de Antioquia— Aída Gálvez Abadía —Docente asesora— Enero de 2012

Transcript of Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

Page 1: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

BARBACOASUna cotidianidad que gira en torno

al lavado de oro en el río Cauca

Daniel Sampedro Patiño, Verónica Velásquez Herrera, Harry Góez, Nubia Claudina Agudelo Rave

—Estudiantes Departamento de Antropología, Universidad de Antioquia—

Aída Gálvez Abadía—Docente asesora—

Enero de 2012

Page 2: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

2

Equipo en campo y autores: Daniel Sampedro Patiño, Verónica Velásquez Herrera, Harry Góez, Nubia Claudina Agudelo RaveFotografías: Archivo de equipoRevisión y corrección de textos: Verónica Velásquez HerreraAsesoría en investigación y publicación: Aída Gálvez Abadía, profesora del Departamento de Antropología, Universidad de AntioquiaDiseño y diagramación: Luisa Fernanda Bernal Bernal, Imprenta Universidad de AntioquiaImpresión y terminación: Imprenta Universidad de Antioquia

El contenido de esta publicación, excepto el citado de obras con derechos de autor, es de dominio público y puede ser reproducido o copiado sin el permiso de sus autores. Sin embargo, se solicita y agradece citar la fuente.

Medellín, enero de 2012

Page 3: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

3

BARBACOAS

Una cotidianidad que gira en torno al lavado de oro en el río Cauca

La búsqueda de una visión de lo que es ser un barequero del siglo XXI en el Cañón del Cauca nos llevó, como estu-diantes de antropología de la Univer-sidad de Antioquia, a pasar unos días conviviendo, aprendiendo, observando y trabajando con los habitantes del co-rregimiento de Barbacoas, perteneciente al municipio de Peque (Antioquia); un poblado que ha construido su historia al-rededor de —y gracias a— la minería arte-sanal del oro de aluvión en el río Cauca.

El trabajo de campo lo realizamos en-tre el 24 de septiembre y el 2 de octubre de 2011, como parte práctica del curso Métodos y Técnicas Etnográficos, dicta-do por la profesora Aída Gálvez Abadía.

Esta cartilla da cuenta de muchas en-señanzas que nos transmitieron los bar-

bacoanos con quienes tuvimos el gusto de compartir. Asimismo, constituye una memoria de lo que es el Barbacoas que conocimos, ya que debido a la construc-ción de la Central Hidroeléctrica Pesca-dero Ituango José Tejada Sáenz los po-bladores serán reubicados en un término aproximado de 7 años, alejados del río Cauca y por tanto, no podrán continuar practicando la minería de aluvión, tradi-cional forma de subsistencia que ha sido el principal fundamento de su cultura e identidad, así como de su concepción sobre el lugar que ocupan en el mundo. Por consiguiente, buscamos por medio de ésta no sólo plasmar nuestra experien-cia en el Barbacoas de hoy, sino ofrecer un referente sociocultural a los futuros barbacoanos.

Page 4: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

4

Page 5: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

5

COntenidO

Datos generales ................................................................................................ 7

Reseña histórica ............................................................................................... 10

El Barbacoas que conocimos ........................................................................... 13Educación ................................................................................................... 13Organización social..................................................................................... 15Servicios públicos ....................................................................................... 16Relación con Peque .................................................................................... 18Relación con Sabanalarga ........................................................................... 19La hidroeléctrica y la reubicación ............................................................... 21

Barbacoas, el río y el oro .................................................................................. 24El lavado de oro .......................................................................................... 24La técnica en minería de aluvión ............................................................... 25

1) Herramientas .................................................................................... 252) Antes de lavar .................................................................................... 273) Lavando con molino ......................................................................... 284) Otras técnicas .................................................................................... 31

Tradición e identidad ................................................................................. 32Economía .................................................................................................... 33El río ........................................................................................................... 35

Page 6: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

6

Reflexiones finales ........................................................................................... 37

Sobre los autores .............................................................................................. 39

Agradecimientos .............................................................................................. 41

Referencias bibliográficas ................................................................................. 43

Page 7: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

7

dAtOS geneRAleS

a la división político-administrativa, tiene 38 veredas y 6 corregimientos.

El Cañón del Cauca está bor-deado por las cordilleras Central y Occidental. Éste, al ser determinado por la erosión del agua forma un re-lieve de montañas escarpadas, “con laderas largas y pendientes que a

En el Cañón del Cauca se encuen-tra nuestra área de interés, un lugar de oro y gente amable, un poblado al que sólo se puede acceder por cami-no de herradura o por el río Cauca y que representa para muchos lo que es ser barequero: Barbacoas.

Este corregimiento pertenece al municipio de Peque, en el occi-dente del departamento de Antio-quia. Peque se encuentra a 239km de distancia de la capital del depar-tamento, Medellín; tiene una tempe-ratura media de 22°C y gran rique-za en aguas, flora y fauna, gracias a los diferentes pisos térmicos y a su posición a escala global. En cuanto

Page 8: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

8

Tomado de: Google earth (versión 6.1.0.5001) [Software] GeoEye: Google Inc. (2011)

lado y lado del río ascienden desde alturas que van de los 200-400 m, hasta los 2800 a 3500 msnm” (Casti-llo, 2007:6).

Barbacoas se localiza entre los 6° 55’ 32,50’’ de latitud norte y 75° 49’ 45’’ de longitud al oeste de Greenwich, en la margen izquierda del río Cauca, a una altura aproxi-mada de 820 msnm; yace en una meseta aluvial de clima cálido, en el que se presenta un periodo seco durante los meses de enero, febrero, marzo, junio, julio, agosto y septiem-

bre; y un periodo de lluvias durante los meses restantes (Integral, 2007). Lo anterior condiciona anualmente la actividad económica y la producti-vidad en la zona.

Las vías de comunicación al corregimiento son terrestres, a través de caminos de herradura y fluvia-les, por el río Cauca. Está ubicado a 9 horas de su cabecera municipal y a 3 horas de la cabecera munici-pal de Sabanalarga, municipio con el cual tiene estrechas relaciones co-merciales y sociales.

Page 9: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

9

En cuanto a la flora y fauna, la mayor parte de la zona corresponde a un bosque primario con árboles aptos para la explotación maderera y, frutales como anón, tamarindo y naranjos. El clima favorece la exis-tencia de diferentes especies, como lagartos, serpientes, gavilanes y pe-ricos; además de las especies para el consumo que ofrece el río: el boca-chico, la coca, la anguilla, el barbu-do, la dorada, el bagre.

En Barbacoas hay 21 casas; al-gunas de ellas, como la antigua inspec-ción, están abandonadas y destruidas. En su construcción se utiliza principal-mente bahareque y tapia para las pare-des, zinc y teja de barro para los techos y gran parte de ellas tienen pisos en tie-

rra (Integral, 2007). La mayoría de las casas están distribuidas alrededor de la cancha y de la calle principal; el resto se emplazan al lado de los caminos que conectan con otras veredas. Se encuen-tran también un centro de educación rural, una instalación de juegos para los niños, un cementerio y dos tiendas donde los barbacoanos pueden adqui-rir algunos víveres sin necesidad de trasladarse a una cabecera municipal.

Según el censo realizado por Integral (2007) para el estudio de im-pacto ambiental de la hidroeléctrica Pescadero Ituango, para el 2006 ha-bía un total de 112 personas en el corregimiento, de las cuales 53,6% eran hombres y 46,4% mujeres, to-dos ellos en edades entre 0 y 69 años.

Page 10: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

10

ReSeñA hiStóRiCA

de 1571. Los grupos indígenas que so-brevivieron a las campañas de conquis-ta española fueron repartidos en enco-miendas1; sin embargo, se produjeron abusos por parte de los encomenderos y el sistema derivó en formas de trabajo

1 La encomienda era una institución so-cio-política que consistía en entregar un grupo de indígenas al encomendero (per-sona encargada de protegerlos y catequi-zarlos) quien a su vez, los utilizaba como mano de obra en sus tierras.

La región del noroccidente antioqueño estuvo habitada por comunidades indí-genas con un substrato cultural de origen catío; particularmente, en las tierras que hoy pertenecen a Peque habitó el grupo llamado Peques, practicantes de la agricul-tura de tumba y quema en conjunto con la minería, la pesca y la alfarería (Mono-grafía de Peque, 1992).

La etapa de colonización de estos territorios y el montaje de grandes ex-plotaciones mineras comenzó en el año

Page 11: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

11

forzoso que ocasionaron una drástica disminución de la población. Ante este declive, la corona española decidió crear los resguardos o “pueblos de indios”; en el Cañón los primeros fueron: San Jeró-nimo de los Cedros, Nuestra Señora de Sopetrán, San Antonio de Buriticá, San Sebastián de Omaná, Santiago de Arate y San Pedro de Sabanalarga. Aunque no está claro cuál fue el origen de Barba-coas, parece ser que éste se inscribe en la dinámica de ocupación del resguardo de San Pedro de Sabanalarga (Monogra-fía de Peque, 1992).

Para el siglo XVIII los resguardos de la región habían sido ocupados por mes-tizos, mulatos y zambos, quienes comen-zaron un paulatino proceso de mestizaje con los indígenas, lo que ocasionó confu-sión en la administración de los indios, ya que con el tiempo se hacía más difícil su diferenciación del resto de la población; por tal motivo la administración colonial decidió acabar con estos resguardos a par-tir del año 1811 (Herrera, 2004).

En 1868 Peque fue nombrado corre-gimiento, categoría que perdió 8 años después; para restablecerla, se agregó en el año 1896 la fracción de territorio que hoy conocemos como Barbacoas, inspección para ese entonces. En 1915, Peque fue elevado a la condición de municipio y cuatro años después, Bar-bacoas obtuvo la categoría de corregi-

miento (Monografía de Peque, 1992). El territorio que actualmente ocupa el corregimiento es significativo en térmi-nos geográficos, ya que a lo largo del Cañón del Cauca, caracterizado por montañas escarpadas, existen pocas te-rrazas aluviales como en la que éste se encuentra; por otro lado, su cercanía al río le favorece en la extracción del oro y en la pesca, que a diferencia de la es-cases actual, en años anteriores era tan abundante que los pescados se perdían.

Para la década de 1930, Barbacoas era un poblado con una sólida econo-mía, puesto que en él se efectuaba el comercio de diferentes productos agrí-colas traídos desde la montaña; algunos puntos de comercio que existieron en la zona eran “Monterrey” y “El Rin” (Inte-gral, 2007:212-213).

La Violencia2 de la década de 1950 desencadenó un éxodo de la población campesina y minera. En esta época Bar-bacoas fue incendiado, por lo cual los habitantes se vieron obligados a abando-nar el corregimiento y buscar refugio en

2 Etapa política en la historia del país, comprendida entre 1948 y 1953. Abar-có un periodo de confrontación armada entre los partidos Liberal y Conserva-dor, de carácter irregular, con manifes-taciones de terror y de violencia de gran-des proporciones en todo el territorio nacional.

Page 12: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

12

el monte y en pueblos cercanos, como Liborina. Sólo después de noviembre de 1955 Barbacoas fue repoblado por algu-nas de las familias que habían huido. A pesar de lo difícil y traumático que fue este periodo, algunos barbacoanos de aquellos años lograron en medio de esto adquirir nuevas destrezas y cono-cimientos en diferentes oficios, como la arriería y la ganadería. “Al ser pobre, uno tiene que hacer de todo para ganarse la vida... aprender de todo, menos a robar”.

Durante la década de 1960 José Teja-da Sáenz, ingeniero civil y de minas de la Universidad Nacional, quien además fuera socio fundador y gerente general de Integral3 entre 1955 y 1981 (Jiménez, 2008:29), realizó diversos estudios en el Cañón con el fin de evaluar el potencial hidroeléctrico del río Cauca e identifi-có los sitios donde se podían construir

3 INTEGRAL Ingenieros Consultores es la firma que “concentró, entre 1998-2008, los mayores beneficios que generó el proyecto hidroeléctrico Pescadero Ituan-go” (Jiménez, 2008:23), no sólo por ser el principal accionista entre los minori-tarios, sino porque se convirtió en el ma-yor contratista al realizar prácticamente todos los estudios de factibilidad de éste.

represas. A partir de esos estudios Teja-da Sáenz preparó el documento “Desa-rrollo hidroeléctrico del Cauca Medio, memorando preliminar sobre capacidad potencial y posibilidades del desarrollo escalonado” en el que aparece, entre otros, el nombre de Pescadero Ituango.En 1983, el proyecto de la hidroeléctri-ca se incluyó en los planes de expansión del sector eléctrico antioqueño.

Entre 1998 y 2001, el conflicto polí-tico militar que asoló las comunidades del Cañón afectó también a Barbacoas; uno de los ataques más recordados por los barbacoanos fueron los asesinatos selectivos llevados a cabo por grupos paramilitares en el puente colgante que conecta a Sabanalarga con las veredas de Peque y la posterior destrucción de dicho puente.

Page 13: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

13

el BARBACOAS que COnOCimOS

En esta sección se presentan algunos aspectos de la vida diaria en Barbacoas, ajenos al lavado de oro, que nos com-partieron los pobladores y que además vivimos y experimentamos durante el trabajo de campo. Se tratarán los asun-tos de servicios públicos, la educación, las relaciones de comercio con las locali-dades cercanas, entre otros.

Asimismo, procuraremos dar voz a las expectativas que tienen los barba-coanos respecto a la reubicación que ex-perimentarán, dentro de los próximos 7 años, debido a la construcción de la hidroeléctrica.

eduCACión

La escuela, Centro Educativo Rural Bar-bacoas, es la única presencia del Estado

en el corregimiento. En ella se aplica el modelo Escuela Nueva4, en el cual los

4 Modelo educativo que viene aplicándose en la mayoría de zonas rurales del país des-de 1975, como parte de la política de uni-versalización de la primaria (Villar, 1995). Mediante su uso, se buscaba la disminu-ción de la deserción escolar y además, el aumento de la cobertura y la calidad.

Page 14: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

14

cinco grados de básica primaria están a cargo de un máximo de dos maestros. El propósito de éste es “ofrecer primaria rural completa, a bajo costo, mediante un sistema de autoaprendizaje activo y flexible, basado en un conjunto de Guías de Autoaprendizaje y procesos de promoción flexible del estudiante de un grado escolar a otro” (Gómez, 1995:282).

En Colombia su aplicación dista mucho de su propuesta teórica y for-mal, como lo afirma Gómez (1995), debido principalmente a la racionali-dad económica de éste que consiste en “la replicabilidad y universalización de materiales estandarizados de autoapren-dizaje, de bajo costo y durabilidad, que puedan ser aplicados y administrados por docentes poco calificados y por tanto de bajo costo” (Gómez, 1995:299-399), esto se refleja, además, en establecimien-tos escolares con infraestructura precaria y materiales escolares insuficientes, he-chos que han permitido la adulteración de los índices de alfabetización del país. Por último, dada la homogeneización y relevancia de las guías, el programa no logra responder adecuadamente a las ne-cesidades locales.

Durante nuestra visita, al C.E.R. Bar-bacoas asistían alrededor de 25 niños de edades entre 6 y 11 años, provenientes de las viviendas cercanas a la escuela, como

también de la vereda Boquerón que se encuentra a una hora de distancia. Los alumnos llegan a las 8 a. m. y estudian hasta las 2 p. m., con la orientación del maestro Jaime Hurtado.

El inicio de la construcción de la hidroeléctrica ha impulsado la ejecu-ción de algunas obras. Así, la infraes-tructura del centro educativo, que hasta antes de nuestra visita constaba de una única sala, estaba siendo am-pliada y mejorada mediante la reforma de pisos y la construcción de dos aulas, una antesala, servicios sanitarios y un laboratorio. Asimismo, la escuela tiene internet banda ancha —a pesar de no contar con energía eléctrica— gracias al Programa Social Compartel del Minis-terio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.

El C.E.R. Barbacoas presenta alto índice de deserción escolar, que aumen-

Page 15: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

15

ta conforme los alumnos avanzan en su formación; igualmente, es inusual que continúen sus estudios en básica secun-daria. “Yo estudié hasta quinto de primaria y empecé a barequiar de la edad de 12 años, porque yo legalmente veía que todos los otros tenían su plática por ahí y yo sin cinco en el bolsillo. Y de pronto, yo miraba que... ehhh uno por ahí sin cinco en la escuela, de pron-to yo me aburría por eso y cuando terminé, terminé el quinto de primaria. Yo salí muy contento y no quise estudiar más”.

En un municipio donde 84,44% de la población rural se encuentra en condi-ción de pobreza (DANE, 2010), no es de extrañar que la necesidad de contribuir a la economía familiar figure como el principal motivo de dicha deserción; por consiguiente, el trabajo en la minería de aluvión en compañía de los adultos pasa a ser la actividad principal de los niños, quienes alrededor de los 10 años de edad han adquirido las habilidades básicas para realizar el lavado de oro y además, dentro del grupo familiar y la comunidad, se per-ciben como personas capaces de asumir responsabilidades en esta actividad. “De parte mía yo quisiera que mis hijos siguieran es-tudiando, lo que pasa es que la obligación que tengo siempre es grande, entonces los mayorcitos ya no estudian, entonces me están ayudando; pero yo quisiera que más después estudiaran”.

Además de lo anterior, resulta difícil para los niños de la zona continuar su for-

mación si terminan la básica primaria, ya que el colegio más cercano se encuentra en Sabanalarga, a 3 horas de distancia.

“Los estudios son imposibles por la leja-nía del colegio”

“Yo quisiera que mis hijos siguieran es-tudiando, pero está muy lejos el colegio”

Como en todos los aspectos de la vida en Barbacoas, el proyecto Hidroi-tuango trae consigo nuevas esperanzas en cuanto a la educación de los niños y adolescentes del corregimiento; todo esto se suma a la pertinencia de un co-legio para una comunidad en la que 64,3% de la población es menor de 19 años (Integral, 2007).

ORgAnizACión SOCiAl

“Acá somos conocidos y amigos, la vamos bien y somos los mismos, amigos y pri-mos... somos la misma familia”

Page 16: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

16

Más allá de la familia, la Junta de Ac-ción Comunal es la forma más visible de organización social. Desde su funda-ción en 1965 ha sido el órgano rector del corregimiento; promueve el diálogo y el sentido de pertenencia de la comu-nidad a partir de convites, mediante los cuales favorece la coordinación de es-fuerzos y recursos en pro de solucionar las necesidades más fundamentales de la comunidad.

Actualmente, el principal reto de la JAC gira en torno a la coyuntura por la que está atravesando Barbacoas, a raíz de la construcción de la hidroeléctrica y la inevitable reubicación. “La organiza-ción de nosotros acá en nuestra comunidad, como Junta de Acción Comunal; nosotros siempre nos pegamos, siempre nos ajuntamos como líderes de la junta unidos y saber que tratamos con un presidente, para que ese presidente haga la gestión al municipio y nosotros apoyarlo”. A partir del diálogo y el consenso comunal, se busca superar esta situación de la mejor manera.

El maestro de la escuela ha asumido el rol de agente de cambio social y se percibe en el corregimiento como un importante líder comunitario. Gracias a su apoyo se ha logrado la construcción de obras vitales para la comunidad, entre las que se destaca la reparación del acue-ducto a mediados de 2011. Además de su injerencia en las obras materiales, es de

resaltar el liderazgo de éste para la estruc-tura social del poblado, en la que aparece el profe Jimmy como el guía, consultor, juez y consejero de la comunidad.

SeRviCiOS púBliCOS

En relación con este tema hay dos aspec-tos de importancia: la energía eléctrica y el acueducto.

Frente al primero, lo fundamental es advertir que Barbacoas nunca ha tenido conexión a energía eléctrica; situación muy común en las veredas y corregimientos de la zona, debido a las precarias vías de comunicación que no sólo dificultan, sino que prolongan el traslado de un lugar a otro y, de igual forma, a la inadecuada administración gubernamental y al abandono de las zo-nas rurales del departamento.

“El corregimiento necesita energía, esta-mos es en lo oscuro home. ¡Se anocheció! ¡Ah, ya como el pollo a dormir! No puede uno ni

Page 17: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

17

ver la televisión, noticias, nada, porque no tenemos en qué”. A pesar de los impedi-mentos que implica la falta de energía y el deseo de los barbacoanos de acceder a los beneficios y posibilidades de este ser-vicio, el ritmo de vida en el corregimien-to no se ve fundamentalmente afectado por esta razón, en parte porque así ha sido siempre para ellos. Las actividades diarias, como el lavado de oro, la reco-lección de leña, la alimentación, el tras-lado a otras veredas y corregimientos, el estudio de los niños, entre otras, se desarrollan perfectamente sin la necesi-dad de la energía eléctrica. Y durante la noche, en vez de ser un impedimento, la ausencia de luz enmarca el cálido am-biente en el que los pobladores sostie-nen afables conversaciones al aire libre y en medio de la penumbra.

Ahora bien, la ausencia del servicio de electricidad no impide el ocasional uso de ésta, ya que para recargar los aparatos eléctricos que poseen, como celulares y linternas, utilizan un generador eléctrico con motor de gasolina al que le conectan reguladores para canalizar la energía y convertirla de 110 a 12 voltios, lo que les permite conectar sus aparatos durante el tiempo necesario para la recarga.

El acueducto ha sido un tema labo-rioso y de continua preocupación en el corregimiento; según el Censo General 2005 del DANE, tan sólo 59,7% de las

viviendas del municipio tenían servicio de acueducto. El que Barbacoas tenía en los días de nuestra visita fue recons-truido gracias a la tenacidad y solidari-dad del actual maestro y de los oficiales que estaban encargados de las obras de construcción de la escuela, tan sólo dos meses antes de nuestra llegada. Previo a éste había un acueducto, que si bien proveía agua a gran parte de las casas, la calidad de ésta era regular, llegaba sucia o había problemas para el suministro; éste fue destruido por un derrumbe el 20 de abril de 2011, miércoles santo. Durante los meses que el corregimiento estuvo sin acueducto, los pobladores te-nían que ir a las quebradas en los cami-nos aledaños para obtener el agua; esta situación implica enorme inestabilidad en el suministro, ya que el relieve que-brado en interacción con los fenóme-nos climáticos genera deslizamientos, aumentos en los niveles de agua y por

Page 18: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

18

ende, la suciedad de las mismas, lo que la transforma en no apta para el con-sumo humano. El maestro gestionó la reparación del acueducto y, unos tres meses después del derrumbe, consiguió que el municipio diera los dineros y materiales para ello; con la ayuda de los oficiales de la escuela construyeron una nueva bocatoma en una peña muy alta donde el agua está limpia. Actualmente se percibe que hay agua de mejor cali-dad y el acueducto está disponible dada la solidaridad y dedicación de todos.

“Primero que todo necesita un acueducto bien bueno, un riego pues, para poder tra-bajar y como segundo la electrificación, que es lo que está haciendo más falta”

la principal vía de comunicación de las veredas y corregimientos de la zona. Las relaciones económicas, gubernamenta-les, administrativas y sociales que sostie-ne Barbacoas con su cabecera son muy diversas; no obstante, en este aspecto lo que más resalta en la opinión de los bar-bacoanos es sentirse abandonados por sus gobernantes, “como un cuero de vaca”.

Nuestra visita coincidió con el periodo previo a las elecciones regionales del país, suceso que nos permitió descubrir que muchos barbacoanos en edad para votar tienen las cédulas inscritas en Sabanalarga. Por otro lado, los adultos mayores conti-núan casi todos con la cédula inscrita en Peque y rara vez participan de los comi-cios, puesto que la mesa de votación a la que deben acudir se instala en una vereda distante que se encuentra en un camino muy empinado, a la que muchos de ellos no son capaces de ir. El municipio tam-poco envía funcionarios al corregimiento para que les inscriban las cédulas en Pe-que y pocas veces manda diputados.

Los barbacoanos dependen casi total-mente de su cabecera para recibir aten-ción médica calificada o de urgencias, lo que supone un gran riesgo para los habitantes del poblado, que deben tras-ladarse en mal estado durante 9 horas o más, por medio de caminos de herradura o cuando les es posible, embarcados en el río. Además de lo anterior, los pobla-

RelACión COn peque

Como ya se dijo, Barbacoas y el pue-blo de Peque distan 9 horas entre sí a través de caminos de herradura, que es

Page 19: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

19

dores deben desplazarse allí para realizar diligencias y cumplir algunos de sus de-beres como ciudadanos.

Referente a la construcción de obras ci-viles, el manejo de emergencias, el acceso a la educación y a los servicios públicos, el corregimiento debe recibir el apoyo y los dineros respectivos de la administración municipal e incluso la departamental. Así, el puente colgante que conecta a Sa-banalarga con las veredas y corregimientos de Peque, expresa el trabajo conjunto de los municipios en las mejoras en infraes-tructura vial: su construcción fue una idea gestada a partir de la necesidad de la po-blación y se llevó a cabo con dineros de la gobernación de Antioquia y las alcaldías de Peque, Sabanalarga y Buriticá.

larga y a una distancia de tan sólo 3 ho-ras de su cabecera municipal. Debido a esto principalmente, los barbacoanos han forjado sólidas relaciones económi-cas y sociales —e incluso familiares— con los habitantes de ese municipio y de sus veredas y corregimientos más cercanos.

En lo concerniente a la economía, el vínculo más sólido lo representa, in-dudablemente, la venta del oro. En este sentido, el individuo más nombrado es el señor Leonardo Arenas, quien junto a su esposa, compra el oro a los mineros de la zona desde hace años. “Leonardo lleva comprando desde el ochenta”.

Durante las conversaciones y entre-vistas que sostuvimos, tanto con habi-tantes de Sabanalarga y veredas cerca-nas, como con los barbacoanos, adver-timos un enorme aprecio y admiración

Tomada de: www.peque-antioquia.org.gov (Mapas Políticos)

RelACión COn SABAnAlARgA

Barbacoas está localizado en el territorio que limita con el municipio de Sabana-

Page 20: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

20

para con Leonardo, quien es visto no sólo como un comerciante, sino como un amigo y compadre, una persona bon-dadosa y formal; además, cuando los mineros tienen dificultades él les pres-ta dinero sin problemas y les da plazos justos para que le paguen. “Todos le ven-demos a Leonardo porque le tenemos más confianza y él nos presta... yo entro allá pa’ saludarlo y siempre me da cualquier cosa”.

Debido a lo anterior, muchos de los mineros nos expresaron que cuando llegan forasteros a la zona comprando oro a mejor precio que Leonardo y su esposa, ellos optan por seguirle fiel a la “gotera”, ya que “uno no mata a la gallina que le da siempre huevos, porque se queda sin huevos”, además, “él le presta a uno sin plazo ninguno, páguele o no se los pague, él le fía a uno; y si volvió con más necesidad, vuelve y le fía más —no liace, no liace— le dice a uno —es con mucho gusto—. En cambio con los otros no”.

Por otro lado, cada domingo los ha-bitantes de las veredas y corregimientos cercanos a Sabanalarga van a la cabecera a vender sus productos y a comprar el mercado semanal de sus familias.

“Yo prefiero venderle al comprador que he tenido hace tiempo y que es una per-sona muy verrionda. A veces nos presta y en caso que le llevemos oro y le debamos, ese no está diciendo —vea hombre aquí

sacamos lo que me debe—, sino que nos paga eso directo y si podemos, ahí la va-mos pagando y si no podemos:—Hombe, estoy mal, de aquí 8 días le pago——No hombre tranquilo—Y no tenemos dificultades con él... ese señor, el día que nos falte, de pronto será que hasta nos quiebran un hueso”

Como ya lo hemos mencionado, una buena parte de los barbacoanos votan en el municipio de Sabanalarga, es decir, eligen una administración mu-nicipal que en términos legales y presu-puestales poco puede hacer por el corre-gimiento. Empero, muchas de las obras civiles hechas por Sabanalarga tienen un impacto positivo en la población de Barbacoas, como la adecuación y repa-ración de los caminos de herradura que conectan veredas y corregimientos de la zona; en particular, el camino entre Barbacoas y Sabanalarga fue construido por esta última, que además se encarga de darle mantenimiento.

Finalmente, debido a la proximidad entre ambos poblados, a la cantidad de intercambios económicos que se rea-lizan y al hecho que los barbacoanos gasten parte de su tiempo de ocio en Sabanalarga, se han forjado estrechas re-laciones entre unos y otros; tal es el caso de amistades íntimas e incluso matri-

Page 21: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

21

monios. En este sentido, también cabe apuntar que la emisora que se escucha en Barbacoas es la de Sabanalarga.

lA hidROeléCtRiCA y lA ReuBiCACión

El actual emplazamiento de Barbacoas dejará de ser habitable a fines de esta dé-cada, debido a la construcción del em-balse de la Central Hidroeléctrica Pes-cadero Ituango, prevista para operar en el 2018. Por esta razón, Barbacoas será reubicado y con ello, gran parte de su tradición e historia desaparecerá, con-servándose únicamente en la memoria de quienes han visitado el corregimien-to y de sus pobladores.

Una de las razones para elaborar esta cartilla, además de la posibilidad de con-memorar al Barbacoas que conocimos, es dar voz a las expectativas, miedos y esperanzas que percibimos en el corre-gimiento frente a este acontecimiento.

Los sentimientos de los barbacoanos respecto a la reubicación son contradic-torios; por una parte, en la experiencia que han tenido con los gobernantes es común el incumplimiento de la palabra y por tanto, son reticentes a las promesas de una vida mejor, opinión revelada en medio de la visita de un candidato a los comicios regionales, en donde escucha-mos decir: “Otra vez a oír mentiras”, “Se

promete mucho, ¡pero no se cumple!”. Por otro lado, notamos que a pesar de las re-servas e intranquilidad frente a la reubi-cación, los barbacoanos en general con-fían en el proyecto: “los que están en con-tra de la hidroeléctrica, no están conmigo”; también guardan la esperanza que ello signifique un futuro más promisorio y la oportunidad de vivir en un poblado con adecuados servicios públicos y viviendas de mejor calidad. “Yo me imagino... no es que me imagine, sino por lo que me ha dicho Hidroituango, que aquí mucho más tardar, por ahí en 7 años, tenemos que estar afue-ra de acá. Entonces, yo me imagino que por lo que ellos nos han dicho, me imagino que vamos a estar muy bien donde vamos a ir por-que nos proponen muchas cosas buenas, mu-cha mejoría para nosotros... ojalá sea cierto”.

Además de la expectativa por el lu-gar del nuevo asentamiento y de que les cumplan con lo prometido en cuanto a infraestructura e indemnizaciones, exis-te una preocupación mayor: la actividad económica principal, tradicional y casi única de los barbacoanos deberá replan-tearse. “Esperamos que nos hagan un corre-gimiento bien bonito y que no nos falten... que ojalá que nos paguen la minería, porque nosotros ya no sabemos de qué vamos a vivir. Nosotros estamos pensando eso, porque siem-pre hemos vivido del río y al salir, ya a lo que nos saquen. No sé qué vamos a hacer... de aquí a allá vemos qué hacemos”.

Page 22: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

22

El terreno que será inundado y aquél que haga parte de las obras principales de la hidroeléctrica será inaccesible para la extracción minera, la pesca y la na-vegación; “quesque ya no hay más donde barequiar, porque de aquí pa’ arriba ellos compran 200m pa’ la reforestación, pa’ sem-brale árboles”.

El lavado de oro por medio de moli-no o motor no es una actividad exclusiva de los barbacoanos; montañeros de toda la zona del Cañón, que se dedican prin-cipalmente a la agricultura, acuden a esta labor para obtener dinero extra cuando las cosechas se dañan o no se venden bien, o cuando tienen dificultades. Los montañeros van al río a lavar oro sea con sus propias herramientas o a jornalear con quienes tienen motores y dragas.

En el caso concreto de los barbacoa-nos, la minería de aluvión no es sólo una labor de subsistencia, es una actividad en la que se articula toda su cotidianidad y gracias a la cual han levantado a sus fa-milias con el pasar de los años. “Sí me gustaría que mis hijos fueran barequeros, pero ahora con lo de la represa parece que no va a ser lo mismo, sino ya otras actividades que vamos a hacer, nos toca hacer. Parece que nos va a tocar salir es pa’ otras partes, que uno no sabe ni pa’ donde”.

La gran mayoría de jóvenes y adultos que actualmente viven en Barbacoas, no saben hacer otra cosa diferente al lavado

de oro que les asegure la subsistencia en un futuro; “nosotros les hamos dicho a la gente que ha venido aquí: es que nosotros no tenemos ese río por un tiempo, sino hasta que nos muramos; uno no trabaja ya por lo viejo, pero el patrón sigue ahí”. Frente a esto, los adultos mayores y la JAC, están trabajan-do firmemente en hacer consciente de esta preocupación a toda la comunidad, para así lograr una mejor preparación y acompañamiento en lo que será el inmi-nente cambio de actividad económica. “Mis expectativas son: primero que todo, una casa bien buena; segundo, una finca bien lin-da y que tengamos una forma de vivir un poco más relajados, más descansados; que no es que vamos de pronto a dejar la minería y que nos vayamos a ver más afectados”.

Muchos barbacoanos y amigos de las veredas cercanas, piensan que lo ideal es que toda la población continúe unida en la reubicación, ya que por un lado, pien-san algunos que sería más difícil que se incumpla lo prometido si todos se van para el mismo lugar; también consideran que si se quedan juntos, “Barbacoas no se acaba, sólo se traslada”. Algunos poblado-res, así como el maestro, nos dijeron que les gustaría que el corregimiento quede en un lugar más cercano a su cabecera municipal, para así fomentar la integra-ción y fortalecer las relaciones con Peque.

Sin duda alguna, el llamado a las per-sonas de Hidroituango es a mantener los

Page 23: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

23

lazos de comunicación y la información veraz hacia la comunidad, en la medida en que se hace necesaria la concienciza-ción y preparación para la reubicación y, además, la orientación minuciosa en los términos y condiciones del acuerdo. Al respecto, Alberto Piedrahíta5 le dijo al periodista Germán Jiménez (2008) que él llevó algunos barbacoanos a la Asam-blea Departamental y allí:

“Ellos firmaron varias cosas: Uno, que no ponían obstáculos ni un futuro interme-diario. Dos, que Pescadero se comprome-tía a respetarles la opción de pasarse más arriba, porque no querían abandonar la región y tenían visto a donde se iban a pasar. Tres, que ellos, con la asesoría de Pescadero y Alberto Piedrahíta, que ha-bía construido 90 urbanizaciones en el Instituto de Crédito Territorial (ICT), construirían las urbanizaciones de ellos, con el trabajo de ellos, pagándoles su trabajo cooperativo. Tendrían su pueblo, con iglesia, centro de salud, cancha de-portiva. No pedían mayor cosa. Tan solo que no los desplazaran de la región y que les pagaran su trabajo.” (p. 68)

No obstante, los barbacoanos carecen de información precisa sobre los aspectos

5 Gerente de la Sociedad promotora de la Hidroeléctrica Pescadero S.A. entre 1998 y 2000. (Jiménez, 2004:44)

de la construcción del embalse o de su reubicación: “es que vienen unos y después vienen otros; y al otro tiempo vienen otros... y todos tienen cuentos raros... y uno es el mis-mo”. Es probable que este hecho se deba a que la etapa de construcción del embal-se no se ha iniciado y por tanto, las reu-niones para informar a la población que será directamente afectada, tampoco.

“En 10 años me imagino más viejo. Y como le digo... y como va a pasar eso de la represa, ya estaremos con esto tapado acá de Barbacoas; ya nos tocaría estar en otra parte... sin querer hay que salir”

“Yo pienso, según lo que le den a uno, montar por ahí un negocito, será, si nos dejan por aquí cerquita; y si no, si nos mandan pa’ lejos, entonces montar una finquita”

“Lo que uno se gana ahorita en el Cauca ya no se lo gana con esa gente, porque es un mínimo que le van a dar a uno, un mínimo que es por iguales partes, ahí no gana uno más que otro... y según parece es muy poquito, porque mensual son 700 o 800 mensual; quesque por 6 años. Y uno acá en el río como está, mensual saca más de eso”

Page 24: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

24

El propósito de nuestro viaje a Barba-coas fue realizar un trabajo de campo en este corregimiento del Cañón del Cauca, tradicionalmente conocido por su dedicación a la minería artesanal de oro de aluvión. Por consiguiente, esta sección está destinada a exponer todo lo que aprendimos en relación con el lavado de oro.

“Lo que más me gusta de Barbacoas es la tranquilidad y lavar oro en el río de cuenta de uno”

el lAvAdO de ORO

En Barbacoas se practica la minería de oro de aluvión que consiste en extraer oro mediante el lavado de materiales au-ríferos de origen aluvial situados en los lechos del río, en las playas secas o en las terrazas elevadas; se denomina mine-

ría artesanal o barequeo cuando se realiza empleando únicamente fuerza de trabajo humana y herramientas manufacturadas, como la batea y el molino. “Yo con el trabajo mío que ha sido barequear siempre, me siento bien, porque a mí mal no me ha ido con el barequeo, yo siempre he vivido de... de ahí de esa playa y me ha ido bien.... y no hay quien mande a uno; a la hora que uno llegue, bien llegado y cuando se vino, bien venido”. En la zona también se utilizan técnicas que no son artesanales, es decir, se lava oro con ayuda de medios mecánicos, como motobombas y dragas. “Hasta el momento que yo estoy haciendo el barequeo, sea con mo-tor o molino, yo me siento contento porque es una labor que siempre la he manejado diario y el dinero lo está viendo uno, sea poquito o bastante, lo está viendo”.

Esta actividad en el corregimiento se desarrolla usualmente de martes a sába-

BARBACOAS, el RíO y el ORO

Page 25: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

25

do; los domingos se acostumbra ir a Sa-banalarga para comprar el mercado de la semana y los lunes se suele descansar, aunque algunos barbacoanos retoman el trabajo este mismo día. La jornada puede comenzar entre las 6 y 7 de la mañana y culminar entre las 2 y 4 de la tarde; sin embargo, es de anotar que el horario de trabajo es decidido a voluntad de cada quien. “Me siento muy bien siendo bareque-ro, porque toda la vida he sido barequero y tra-bajo tranquilo. Cuando quiero y sin horarios como se hace jornaleando”.

Para llegar a los lugares donde se tra-baja, es decir, la playa donde se tiene el tajo6, se recorren distancias que demo-ran entre 15 minutos y una hora, o más. Cuando el tajo se encuentra muy retira-do del corregimiento, los mineros ama-necen en el lugar, en donde hacen un

6 En la zona se le dice tajo al lugar espe-cífico donde se está extrayendo la tierra para lavar.

cambuche7; allí suelen permanecer entre una semana y 15 días.

lA téCniCA en mineRíA de Aluvión

Para obtener una visión precisa de lo que es una jornada lavando oro en el río Cauca, estuvimos con algunos bar-bacoanos que nos permitieron acompa-ñarles y, con paciencia y dedicación nos enseñaron, respondieron a nuestros in-terrogantes y además, nos permitieron registrar por medio de fotos y videos los pasos del lavado de oro mediante la téc-nica del molino.

1) Herramientas

Las herramientas que se utilizan en el lavado de oro con técnicas artesanales son principalmente la batea, el molino, la zaranda, el galón y la totuma o jagüero; su manufactura es de dominio casi ex-clusivo de los hombres y constituye un verdadero conocimiento artesanal. “Si usted va a hacer un molino, una zaranda, una batea de madera que sea carne, que lla-mamos nosotros, no le dura nada... nosotros

7 Para armar un cambuche se clavan dos pa-los en forma de Y, tomados de las playas del río, sobre los que se apoya una vara y de ésta se cuelga un plástico que se pisa con cuatro piedras.

Page 26: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

26

sacamos es la macana del palo, lo que va por dentro; las orillas no duran nada, la misma agua se come esa carne”8.

• Batea: Herramienta indispensable y emblemática en la práctica del bare-queo. Es un cuenco circular de made-ra, de unos 40 ó 50 cm de diámetro, con uno o dos asideros cilíndricos. Para su manufactura se talla la macana de un Piñón o Cedro, ya que esta parte del árbol es la más resistente al agua y las piedras. En Barbacoas sólo dos per-sonas saben fabricarlas, don Héctor y don Luis; por tanto, es una herramien-ta que los mineros suelen comprar y cuesta alrededor de $80.000 pesos. La batea se usa para catear, recortar y colar. Algunos mineros la llaman la maestra porque es la que muestra donde hay o no oro, al catear.

8 Para los barequeros, la macana es el cen-tro o corazón del tronco del árbol y la carne es la corteza de éste.

• Molino: Es una caja rectangular, de aproximadamente 2m de longitud, construida con cuatro láminas de madera de Piñón o Cedro, preferi-blemente de su corazón. Se arma de tal manera que se forme un canal con uno de sus extremos cerrados. Para su manufactura los barbacoanos adquie-ren las tablas cortadas y lo arman ellos mismos, aunque también pueden ad-quirirlo ya ensamblado; cuesta alrede-dor de $40.000 pesos. No obstante la facilidad de fabricarlo, es ésta una tarea propia de los hombres, de aquí que las mujeres barbacoanas trabajen con molinos comprados o armados por sus esposos, padres o hermanos. El molino se usa en la fase de lavado y también hace parte de él un costal de fibra vegetal, al que denominan tela, cortado de tal manera que cubra la mayor parte de la superficie del mo-

Page 27: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

27

lino; en ésta se va almacenando la ja-gua9 con el oro durante el lavado.

• Zaranda: Se ubica sobre el extremo cerrado del molino. Es una lámina rectangular de zinc, de 80 x 100 cm aproximadamente, agujereada y en-marcada con tablas de madera. Hace las veces de colador al clasificar la tierra y separar de ésta los residuos de mayor tamaño, como las piedras, en la fase de lavado. En cuanto a su manufactura se siguen las mismas pautas del molino y cuesta cerca de $10.000 pesos.

• Galón: Es un recipiente en forma de cubo que se utiliza, principalmente, para cargar la tierra desde el punto del tajo hasta el molino. Para fabricarlo se corta un bidón de galón de gasolina, aceite u otra sustancia, de manera que quede como un balde.

9 Arena fina de color negro que contiene además del oro, pequeños nódulos fe-rruginosos (Castillo, 2007)

• Totuma o jagüero: Esta vasija tiene usos diversos, como verter agua en la zaranda o contener la jagua. Es indis-pensable para colar.

En conjunto con las herramientas anteriores, los mineros utilizan una ba-rra de hierro para remover las piedras grandes, un almocafre o una pica para cavar y remover la tierra del tajo, una pala para verter la tierra en el galón y un machete. Además de esto, el medio le ofrece numerosos recursos al minero, que utiliza intuitiva y habilidosamente.

2) Antes de lavar

“Cualquier tierra no sirve... tiene que buscar la tierra cascajudita, jagudita”

Page 28: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

28

Los mineros de la zona dejan la mayoría de sus herramientas guardadas cerca del tajo y así evitan cargar con ellas todos los días. Algunos acostumbran, además, cambiar su atuendo por ropas que lle-van o guardan con las herramientas.

Antes de comenzar el trabajo duro, sea un minero solo, una pareja o un grupo, se dispone de un momento para desayunar con alimentos traídos desde el hogar, usualmente preparados por la esposa, hermana o madre del grupo familiar. Aquellos que trabajan hasta después de las dos de la tarde también cargan con alimentos para almorzar.

Es usual que algunos mineros ubi-quen un anzuelo con carnada en la ori-lla del río, asegurado con una roca; una vez han culminado su jornada revisan si atraparon algún pez para llevarlo a casa o comer en la playa.

Cuando el minero llega a una playa nueva, o decide que es momento de de-jar el tajo en el que estuvo trabajando, se dispone a catear. Este procedimiento consiste en buscar sitios con potencial haciendo uso de la batea, con la que se lava un poco de tierra y se revela la aptitud de ese lugar para la extracción de oro. Los mineros más experimenta-dos no necesitan catear, ya que pueden identificar la pinta10 a simple vista.

10 Tierra con potencial para la extracción de oro.

“Muchas veces llega un bruto que no sabe lavar oro y se pega a lavar cualquier arena y no saca nada, y dicen: —¡Ah! por ahí no hay nada—. Y salen y se van, y el oro quizás ahí”

3) Lavando con molino“Lo más difícil es no saber el arte completo; porque ¿qué se gana usted con saber?... uste’ por decir va, arranca, carga y lava; pero si no es capaz de sacarlo, se queda en las mismas... eso es lo difícil”

La extracción del oro con molino es el método más usado en la región. Favorece el trabajo en equipo y, debido a su fácil manejo, puede ser usado por adultos mayores; del mismo modo, per-mite la participación de los niños en algunas fases de la extracción, quienes a medida que crecen adquieren las ha-bilidades para realizar todo el proceso sin acompañamiento.

“La dificultad del barequero es llegar a un punto con un pedrero muy pesado, o no saber la recortada o la colada”

“Hay gente que viene acá y dicen: —¡Nooo! ¿Lavar oro? Nooo, yo me mue-ro lavando oro [de hambre]—. Y salen y se van; porque son voltiando las piedras como jugando”

“Y por ejemplo, hay unos que sacan un poquitico y se van aburridos sin saber cuánto vale ese poquito”

Page 29: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

29

Esta técnica se compone de varios pasos, que sin ser inflexibles, están bien diferenciados:

En Barbacoas es muy común que los cónyuges vayan a lavar juntos; cuando esto sucede, lo más usual es que el marido se encargue de estas operaciones y su compañera realice las restantes. Asimismo, cuando se extrae el oro en grupos compuestos por hombres y mujeres, son los pri-meros quienes se encargan de estas tareas principalmente, aunque ello no significa que las mujeres nunca las realicen, ya que según su capacidad física, pueden cargar un poco menos o incluso lo mismo que los hombres; “la mujer cañonera es muy guapa”.

• Situar y preparar el molino: Se ubi-ca a la orilla del río, apoyado sobre rocas o se forma una estructura con ramas que haya en el lugar, para so-

• Escarbar, despedrar, arrancar y picar: Estas operaciones incluyen el retirar las piedras del lugar del tajo, para en-contrar la tierra con los sedimentos ricos en oro. Se escarba la tierra, se cava, se palea, se deposita en el galón y se transporta al lugar del molino para proceder con el lavado. En esta fase puede participar cualquiera, ya que no requiere de habilidades especiales, únicamente es indispensable el uso de fuerza cuando se carga la tierra del tajo al molino; constituyen, por tanto, las tareas en las que los niños colaboran cuando están aprendiendo.

Page 30: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

30

portarlo. Debe estar en una posición inclinada, de manera tal que quede en un ángulo aproximado de 45° y que la parte cerrada, donde se pone la zaranda, quede hacia arriba. La tela se sujeta con varios palitos que se clavan a lo largo y hacen las veces de obstáculos para retener la jagua.

nado en la tela. Se arroja más agua al molino, para que todo el material que quedó en éste se deslice al borde cerrado. Dependiendo de la canti-dad de material aurífero que se haya reunido, se vacía éste en la totuma, en el galón o directamente en la ba-tea y con la misma técnica del cateo, se lava este material procurando que quede únicamente jagua, que se de-posita entonces en la totuma.

La cantidad de oro que se logra extraer de la jagua, tanto en este como en el paso siguiente, depende de la experiencia del barequero.

• Colar: Este proceso consiste en se-parar el oro de los demás materiales e impurezas contenidos en la jagua. Para ello se utiliza jabón en polvo o

• Lavar: La tierra del galón se vierte en la zaranda y luego, utilizando una va-sija cualquiera o la totuma, se arroja con una mano el agua del río sobre ésta, mientras con la otra se revuelve la tierra para que los granos más finos traspasen la lámina de la zaranda y desciendan por el molino. La tela de-tiene y almacena los sedimentos más finos y pesados, entre los que se en-cuentra la jagua que contiene el oro, a medida que se deslizan con el agua.

• Recortar: Se quita la zaranda, se des-clavan los palitos de la tela y se da vuelta al molino, con lo que el ex-tremo cerrado queda hacia abajo y retiene el material aurífero almace-

Page 31: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

31

se maceran hojas de Cedro hasta con-seguir un jugo de color verde intenso, que se mezcla con la jagua; este com-puesto se frota, en la totuma o en la batea, con la yema de los dedos y así, van quedando sólo los granos de oro. Sólo los mineros más experimenta-dos extraen por completo el oro que contiene la jagua. Una vez quedan los granos de oro, se envuelven en un pe-dazo de tafetán11 que se amarra con cabuya; ésta tela, dicen los barbacoa-nos, “es la mejor para guardar el orito” ya que no deja que entre el agua, ni se rompe fácilmente.

4) Otras técnicas

• Motor: Su uso comenzó en la zona hace 3 años y ha logrado una noto-ria difusión. La herramienta princi-pal es una motobomba, con la que

11 Tela delgada de seda, muy tupida (RAE)

se mueve agua del río por medio de unas mangueras gruesas; el potente chorro de la manguera que bombea el agua se dirige hacia una terraza elevada, con el fin de desprender todo el material aurífero posible que es encauzado por el cajón, ubicado en la parte baja de la terraza. El ca-jón es un armazón similar al molino, pero sin la tabla que retiene el agua; y de igual forma, se le pone un costal sujeto con una placa de acero para retener la jagua.

El uso de motores intensifica la extracción de oro, pero a su vez, re-quiere la participación de tres o cua-tro personas; el jornal para un joven

Page 32: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

32

que trabaje con motor es de 20.000 a $25.000. Además el ACPM para el funcionamiento de éste representa $320.000 cada quincena.

tRAdiCión e identidAd

“El cañonero lava oro, pesca y de vez en cuan-do se echa una mata de cosecha; en cambio el montañero siempre vive de la agricultura”

Los habitantes de Barbacoas se identifi-can como barequeros reconociendo un modo de vida en que el lavado de oro se constituye no sólo como la actividad que garantiza su subsistencia, sino que es también un estilo de vida que conlleva una valoración particular de este metal, sustancialmente diferente a la visión de poblaciones no mineras. Los barbacoa-nos no ven el oro como un artículo de consumo, ni como un medio para osten-tar riqueza y estatus; por el contrario, re-presenta un recurso que les brinda el río y les permite, gracias a su venta, obtener bienes y alimentos; esto puede eviden-ciarse en el testimonio de un joven bar-bacoano: “nosotros no buscamos el oro para hacer adornos con él, aquí no hay nadie que sepa hacerlos; de todos modos, si supiéramos hacerlos no nos daría, porque no nos alcanza-ría el oro y nos demoraríamos mucho”.

El oro, como principal medio para la subsistencia, se considera un obsequio de la naturaleza que está disponible para todo aquel que, sin ambicionarlo ni envidiar al otro, lo necesite. Esta per-cepción colectiva del oro y el río implica un impedimento a la apropiación de las

• Draga: Es una máquina a modo de em-barcación, que tiene una motobomba capaz de extraer material aurífero del fondo del río. Lo que hace las veces de molino o cajón, es parte de la embarca-ción misma. Es la técnica más costosa, pero en compensación es con la que más oro se puede sacar. En Barbacoas nadie tenía draga, ni jornaleaba en esta modalidad; aunque en el camino a Sabanalarga pudimos ver tres.

Page 33: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

33

playas y terrazas para la explotación per-sonal, aun cuando se tenga preferencia por un lugar específico; de ahí que sea de común conocimiento en la zona en qué playas están trabajando los mineros.

las rocas ásperas y calientes de las playas. Como se ha señalado, los niños comien-zan a involucrarse en esta actividad des-de una edad temprana, básicamente al acompañar a sus padres en las playas los fines de semana o los días que no tienen clase. Los menores se dedican de lleno a esta actividad alrededor de los 10 años, sea que abandonen sus estudios o en cuanto terminen la básica primaria; “cuando yo tenía 8 años yo ya barequeaba con mi papá, él me enseñó a barequear con molino y me pareció tan bueno ganarme así la platica que cuando tenía 12, yo mismo me hice un molino que era apenas para mi tamaño”. Debido a lo anterior, además, los padres no tienen que preocuparse por inculcarle a los niños el interés de aprender a lavar el oro: “cuando yo empe-cé a traerme a mis hijos pa’l río yo no tuve que obligarlos a aprender a barequear, ellos solitos cogían la batea y se ponían a practi-car después de que vieran cómo yo lo hacía”.

Finalmente, en relación con la iden-tidad de quienes se dedican al lavado de oro en el Cañón, en particular los barbacoanos, investigaciones anterio-res registraron una clara diferenciación entre el reconocerse a sí mismos como barequeros o mineros; valga de ejemplo la anotación que hace Castillo (2005) al respecto: “Desarrollando su vida en torno a esta actividad, todos comparten una identidad: son barequeros, según

Por otra parte, la transmisión del conocimiento tradicional del lavado de oro a las nuevas generaciones, al ser una labor arraigada a la cotidianidad e iden-tidad del barbacoano, se realiza median-te una constante observación y progre-siva participación de los menores en las tareas de esta actividad. De igual forma, con la participación en esta labor y el tiempo que se pasa en el río, las genera-ciones más jóvenes llegan a desarrollar adaptaciones físicas que les facultan para realizar de manera más eficiente la minería de aluvión, como el oscure-cimiento de la piel que les brinda ma-yor protección frente a las quemaduras solares y la presencia de callosidades en los pies, para caminar eficazmente sobre

Page 34: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

34

prefieren ser nombrados conforme con el tipo de minería que practican, ‘nosotros no somos mineros, nosotros somos más bien ba-requeros’” (p. 9). No obstante, durante la estadía en Barbacoas advertimos que ellos se nombraban como mineros o bareque-ros indistintamente. Pensamos que debi-do a los estudios adelantados por Integral para la construcción de la hidroeléctrica, donde se les denomina mineros, junto con las entrevistas, asambleas y visitas que se han venido realizando en la zona con el inicio de las obras de las vías de acceso, en 2009, se ha disuelto esa diferenciación de conceptos.

eCOnOmíA

“La mayoría de aquí trabajamos lavando oro, por nuestra cuenta o jornaliando”

En tiempos pasados, hace 30 años aproxi-madamente, los hombres de la zona acos-tumbraban a dividir el tiempo de trabajo semanal entre el cultivo de maíz o café y el barequeo; las ganancias de esta última actividad, que se consideraba comple-mentaria, la destinaban a la adquisición de los insumos para los cultivos, el pago de los jornaleros y para cuando, debi-do al clima o las plagas, las cosechas se echaban a perder; “yo he barequeado más o menos como desde hace 35 años, pero hace muchos años también cultivaba maíz y café, por eso barequeaba más que todo cuando necesitaba platica para pagarle a los pelaos que me ayudaban o cuando llovía mucho y se me dañaban los cultivos”. Por otro lado, las mujeres acostumbraban dedicar toda la semana al barequeo, actividad que com-plementaban con el cuidado de los hijos y las labores del hogar; por tanto, eran ellas las encargadas de la enseñanza de la técnica a los hijos.

Actualmente, en Barbacoas son po-cas las personas que se dedican a la agri-cultura y, por consiguiente, el lavado de oro se ha posicionado como la acti-vidad económica primaria y única para la mayoría; lo anterior ha llevado a que hombres y mujeres se dediquen en igual medida a esta actividad.

Page 35: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

35

por la fluctuación del dólar. Debido a lo anterior, el ingreso semanal de los mine-ros puede variar semana a semana, no sólo por el precio cambiante del dólar sino también por la cantidad de oro que se logre extraer.

“Los montañeros son embotados por tanto pantano en el monte, en cambio por aquí nosotros somos de albarquitas descansan-do el pie”

“El barequeo es muy bueno, porque uno ve el billetico y no hay que estar con un patrón detrás”

el RíO

Una de las ventajas que se expresa en el corregimiento sobre el lavado de oro frente a la agricultura, es que el pri-mero les permite un ingreso monetario semanal, mientras que las ganancias ob-tenidas de la agricultura sólo se obtie-nen si se logra la cosecha, que puede tar-dar hasta cuatro meses. Lo anterior se suma a las preocupaciones en relación a la reubicación y cambio de actividad económica: “me gustaría seguir mejor con el barequeo porque el barequeo le da plata a usted cada 8 días, cada 8 días, diario–diario; en cambio la agricultura es... es por allá cada cuatro o cinco meses que se vienen a ver las ganancias”. Por otra parte, ellos sienten que la jornada en las playas es más flexible y menos desgastante física-mente que la jornada en los cultivos.

Como se ha señalado, el oro es el principal bien de cambio para los bar-bacoanos; el rial es la unidad básica de medida para los granos de oro, con la que se calcula la productividad de la jor-nada y el precio de ésta; el rial equivale al tamaño de la cabeza de un fósforo y pesa 5 gr aproximadamente. Otra uni-dad de medida es el castellano que co-rresponde a 16 riales. Para septiembre de 2011 el valor de cambio del oro esta-ba en $18.000 el rial, importe que según los barbacoanos es el más alto que ha tenido el metal; el precio de éste pue-de variar mucho ya que es determinado

Page 36: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

36

“Una vez le dijo el Cauca al Señor que se iba a crecer 2cm por día; el Señor entonces para evitar que el mundo se inundara, le ofreció hacer algún trato para evitar la inundación. Entonces el Cauca le dijo al Señor que le die-ra una vida diaria para no crecerse. Es por eso que todos los días una vida se pierde en el Cauca, ya sea un animal o un cristiano”

Para los barbacoanos el río Cauca se ha establecido, en conjunto con el pobla-do, como un espacio de enculturación por excelencia. Debido a la considerable cantidad de tiempo que se invierte en el lavado de oro y al hecho que se incorpore a los niños desde edades tempranas en la labor, las playas se constituyen en una extensión del espacio doméstico y fami-liar, donde además de la transmisión del arte se inculca una cosmovisión, valores morales y comportamientos propios de la comunidad.

Cuando se menciona el río Cauca en el poblado, se habla de éste como si se tratara de una entidad viviente y en repetidas ocasiones se refieren a él como el patrón; “es el patrón porque uno va a cual-quier hora y a cualquier hora también se viene y no tiene que esperar de que... de que otro le diga —hombre sí, hay trabajo—, o —no hay, vino muy tarde, mañana madrugue más—; y uno a la hora que llegó hay donde; póngase a botar piedras, coja el molino y lave... hasta que a usted le dé la gana de trabajar”.

“El rio para mí es como un buen patrón, porque él es el que nos sostiene la plati-ca, el mercado, la platica pa’ la droga; porque cuando uno se enferma, siempre corre con el peso a Sabanalarga a com-prar cualquier cosa”

La humanización del Cauca es co-herente dentro de un sistema de pensa-miento articulado por un orden sobrena-tural y en éste el oro se constituye como el eje regulador de la vida cotidiana. Aho-ra bien, en dicho sistema de pensamien-to el río es el lugar donde habitan seres sobrenaturales que ejercen control sobre sus recursos —oro y peces—; uno de los más sonados es la Sirena: “una mujer con la mitad de persona y la otra mitad de pescado; tiene la piel blanca. Dicen que la han llegado a ver por el Salto de la Escopeta peinándose con una peinilla de oro”.

Por otro lado, los cambios en el nivel del río condicionan la práctica del lavado de oro y éste a su vez, es determinado por las condiciones climáticas, de la siguiente manera: durante el periodo de lluvias, el nivel del río se incrementa y la superficie de las playas es muy reducida o totalmen-te nula; por tanto, se favorece el trabajo con motor, ya que el uso del molino —y de la draga, cuando el río está muy creci-do— se dificulta o imposibilita en estas condiciones; ahora bien, durante el pe-riodo seco el nivel del río desciende, con-

Page 37: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

37

dición óptima para el lavado de oro con molino, ya que la extensión de las playas aumenta; no obstante, estas condiciones también benefician el uso de motor y draga. Por consiguiente, la temporada de mayor rendimiento en la extracción de oro es el periodo seco. “En invierno es más breve, porque toca meterse al monte y des-montar, tumbar palos... y en verano estamos contentos porque el río se seca y en la playa queda el oro”.

Finalmente, cabe mencionar que el río es también el espacio donde tienen lugar actividades como la pesca y la na-

vegación. El ejercicio de la primera es de exclusividad masculina y se practica únicamente con intención de consumo, usando anzuelo o red. La navegación la realizan con fines de transporte y ocio, sirviéndose de una balsa que fabrican con uno o dos palos de esta madera, unidos por medio de tres amarres con ca-buya gruesa; otra forma de embarcarse es sobre un costal lleno de botellas plásticas vacías, que elaboran ellos mismos. Las personas que navegan el río de esta ma-nera son llamados bogas y son nadadores excepcionalmente habilidosos.

Page 38: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

38

ReflexiOneS finAleS

para la minería artesanal del oro de alu-vión del río Cauca deberá reinventar su razón de ser en un transcurso de 7 años y tendrá que establecerse en un lugar diferente y quizás alejado de ese territo-rio que ha sido su hogar durante gene-raciones, al que muchos regresaron para reconstruir y repoblar luego de la época de La Violencia. Por ende, reafirmamos

Nos marchamos del corregimiento con un sentimiento de expectativa, debido a la incertidumbre a la que se están enfren-tando los barbacoanos con la construc-ción de la Central Hidroeléctrica Pesca-dero Ituango José Tejada Sáenz. Todo un legado cultural e histórico está, por decirlo de alguna manera, en peligro de extinción; una comunidad erigida por y

Page 39: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

39

nuestro compromiso de ofrecer esta car-tilla como una memoria y un retrato del Barbacoas que conocimos y así mismo, confirmamos el interés que tenemos para que las voces de esta comunidad sean escuchadas.

Ahora bien, en relación con nuestra experiencia de aprendizaje etnográfico en Barbacoas pudimos constatar cómo una cuidadosa revisión de fuentes do-cumentales, previa a la práctica, permite tener una visión reflexiva y crítica frente a los acontecimientos que se observan y experimentan en el trabajo de campo. Asimismo, lo anterior nos permite veri-ficar parcialmente algunos antecedentes y refutar otros, ya que las comunidades no permanecen estancadas en el tiempo.

En nuestra formación como antropólo-gos hemos advertido que los cambios en las comunidades se dan debido a los in-tercambios sociales, que particularmente son de tipo cultural y económico, a las coyunturas que deben enfrentar y en ge-neral, a todos los encuentros que ocasio-nen un mutuo aprendizaje o imposición de saberes y costumbres.

Finalmente, somos conscientes de que la brevedad del trabajo de campo realizado impone limitaciones al esfuer-zo que ha significado la elaboración de la cartilla. Por consiguiente, además de los conocimientos y enseñanzas adquiridos en Barbacoas, el trabajo nos ha dejado cantidad de interrogantes que se espera sean respondidas en un futuro.

Page 40: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

40

Somos estudiantes del programa de Antropología de la Universidad de An-tioquia, del curso de Métodos y Técnicas Etnográficos del semestre 2011-II. El mo-tivo de nuestra visita al corregimiento de Barbacoas y del desarrollo de esta carti-lla, corresponde a un ejercicio académico que representa el componente práctico del curso. Durante el proceso de prepa-ración del viaje, la estadía en Barbacoas,

así como en el desarrollo del presente producto, contamos con la asesoría de la profesora Aída Gálvez Abadía12.

El área geográfica en la que realiza-ríamos el ejercicio práctico del curso nos fue informada en la primera sesión

12 Doctora en Antropología. Profesora ti-tular del Departamento de Antropolo-gía de la Universidad de Antioquia.

SOBRe lOS AutOReS

Page 41: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

41

de éste: el Cañón del Cauca en el occi-dente del departamento de Antioquia. Desde el comienzo guiamos nuestras preguntas de investigación hacia la actividad del barequeo; por lo tanto, cuando se definió que la práctica se llevaría a cabo en el municipio de Pe-que dirigimos nuestra atención hacia la comunidad de barequeros de éste: el corregimiento de Barbacoas.

La Antropología es una ciencia social que tiene como principal objetivo pro-ducir un conocimiento integral sobre el ser humano y las sociedades que éste conforma, mediante diversas áreas de estudio que se encuentran en constante diálogo: social, biológica, arqueológica y lingüística. El desarrollo de nuestra práctica estuvo enmarcada en el área de estudio social, que se interesa por cono-cer las tradiciones, imaginarios, pautas de comportamiento, normas morales, formas de organización social, prácticas económicas y formas de apropiación de recursos naturales de las diferentes so-ciedades. Haciendo uso de estos conoci-mientos sobre el ser humano, la antro-pología busca responder a una pregunta por la otredad y por tal motivo, el oficio del antropólogo se orienta a conocer, comprender y compartir con la o las so-ciedades que desea estudiar.

El método de investigación caracte-rístico de la antropología es la etnografía. Ésta es la inmersión en una tradición cultural, casi siempre alterna a la del investigador y tiene como objetivo do-cumentar, argumentar y comprender las formas de vida y de pensamiento de una sociedad determinada. El método etno-gráfico consiste en identificar aquellos datos que permitan evidenciar o refutar las hipótesis planteadas por el investiga-dor. En otras palabras, la etnografía con-siste en la decisión del antropólogo de entender y compartir vivencias con una sociedad determinada. Es importante tener en cuenta que la etnografía, en tan-to método de investigación, tiene como principal característica el trabajo de cam-po, que implica la presencia directa del antropólogo en los contextos espaciales y temporales en donde tienen lugar los fe-nómenos culturales que desea investigar.

Durante el trabajo de campo, el an-tropólogo aplica una serie de técnicas que le permiten recolectar los datos y evidencias necesarios para, posterior-mente, realizar un análisis de resulta-dos y culminar con éxito su investiga-ción. Las principales técnicas son: la toma de notas en el diario de campo, la observación participante, el registro fotográfico y la entrevista.

Page 42: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

42

AgRAdeCimientOS

En Barbacoas, a todos quienes nos acogieron y compartieron sus conoci-mientos, experiencias, historias, momen-tos e incluso alimentos con nosotros. A

Queremos, por último y de manera espe-cial, agradecer a la comunidad, institucio-nes y personas que hicieron posible este trabajo:

Page 43: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

43

todos aquellos que nos permitieron pa-sar las jornadas de trabajo junto a ellos, con toda la paciencia y solidaridad que los caracteriza, mientras aprendíamos ob-servando y preguntando. A Pedro Adán Torres, presidente de la Junta de Acción Comunal; don Apolinar Torres Moreno (Polo), su esposa María Ilduara Moreno y sus hijos menores Virgelina y Nelson de Jesús; Ismelda y John; don Héctor López y su esposa doña Nury; don Antonio Ló-pez (Toño); don Efraín López y su esposa Liliana; don Hernando López y su fami-lia; don Carlos López...

En Sabanalarga, a don José Cenobio Moreno y su esposa doña Edilma, quie-nes nos recibieron con hospitalidad y cariño en su hogar.

Al profesor Jaime Hurtado (Jimmy), nuestro anfitrión en Barbacoas, quien nos ofreció su constante apoyo y consejo.

A la Universidad de Antioquia, y como representante del Departamento de Antropología a nuestra profesora Aída Gálvez Abadía, quien puso a nues-tra disposición su experiencia, cono-cimiento y paciencia para guiarnos en este aprendizaje.

A las alcaldías municipales de Peque y Sabanalarga, que facilitaron nuestra estadía en sus jurisdicciones y nos pro-curaron seguridad.

Esta experiencia fue muy enriquece-dora para nosotros, en la medida en que nos permitió comprender y practicar el quehacer de la antropología, a través del estudio etnográfico de la minería arte-sanal y nos invitó a reflexionar sobre las realidades que se viven día a día en nuestro país y sobre nuestro proceso de formación en sí.

Page 44: Cartilla Barbacoas (Peque-Antioquia)

44

RefeRenCiAS BiBliOgRáfiCAS

Castillo Espitia, N. (2007). Minería aurífera en el noroeste andino de Colombia: etnografía de la técnica. En R. Lleras (Ed.), Metalurgia en la América Antigua: teoría, arqueología, simbología y tecnología de los metales prehispánicos (pp. 281-321). Colombia: IFEA; Fun-dación de Investigaciones Arqueológicas Nacionales.

Gómez, V. M. (1995). Visión crítica sobre la Escuela Nueva en Colombia [Versión electró-nica]. Educación y Pedagogía, 14-15(7), 280-306.

Herrera Correa, C. M. (2004). María del Pardo y el demonio que dejó sus huellas en las piedras: memo-ria e imágenes contemporáneas en el cañón del rio Cauca (Trabajo de Grado de Antropología). Antioquia, Colombia: Universidad de Antioquia, Departamento de Antropología.

Integral. (2007, Agosto). Caracterización del medio social del área influencia del proyecto. En Estudio de Impacto Ambiental (pp. 5.1-5.372). [Versión electrónica]. Colombia: Hidroeléctrica Pescadero Ituango.

Jiménez Morales, G. (2008). Pescadero Ituango: la central de las ambiciones. Colombia: Impre-sos el Día.

Monografía de Peque. (1992). Manuscrito inédito, Universidad de Antioquia, Colombia.Salas, L. & Valero, S. (1990). Vivienda y Territorio. Corregimiento de Barbacoas, jurisdic-

ción Peque (Práctica Etnográfica dirigida por Aída Gálvez Abadía). En Informe sobre las veredas: Barbacoas, Remartín, Nohava, la Aurora y el Junco, municipio de Sabanalarga, Antioquia. Medellín: Universidad de Antioquia, Departamento de Antropología.

Villar, R. (1995). El programa Escuela Nueva en Colombia. [Versión electrónica]. Educación y Pedagogía, 14-15(7), 357-382.