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No. 16

Carta del Director

Muy apreciado lector, tienes en tus manos la edición número 16 de la Revista PILARES de la Universidad Antropológica de Guadalajara. Tal como en los números anteriores, representa una oportunidad para la difusión de las actividades y la publicación de investigaciones, traba-

jos y proyectos de nuestra comunidad.

Entre los últimos eventos importantes debe resaltarse la realización de la semana de conferencias que ofrece la Universidad con la colaboración de docentes y ponentes externos que favorecen con sus char-las a la formación de los estudiantes. Asimismo, es significativa la llegada a término de dos tesis docto-rales, las de Humberto Pérez y Hugo González, las cuales enriquecen la aportación de la Universidad al ámbito de la investigación de calidad.

En esta edición, el lector se encontrará con una muy equilibrada selección de artículos, todos muy espe-cíficos de las secciones en las que están insertos. Cada uno de ellos, elaborados en su totalidad por estu-diantes, egresados o docentes UNAG, permiten una mayor comprensión de lo que acontece en nuestro mundo y en el terreno de las ciencias. Inmersos en el ámbito de lo deportivo por las Olimpiadas, el primer artículo aborda el Somatotipo y composición corporal de practicantes de Hapkido, escrito por Inés Cruz y asesorado por la profesora Amelia del Carmen Minjarez. Introductorio para conocer lo referente al síndrome de Asperger es el artículo de Zahra Cárdenas, egresada del Doctorado en Desarrollo Hu-mano; asimismo, varios estudiantes de la Especialidad en terapéutica homeopática de la UNAG, todos licenciados en Homeopatía, publican un artículo muy importante sobre Arnica Montana, recibiendo la asesoría del docente Misael Espinoza. Por otro lado, en el ámbito organizacional, Max Gómez, nos ofrece un conjunto de reflexiones sobre la consideración del ser humano en las organizaciones actuales, lo cual es un avance de su próxima tesis doctoral. También son dignos de mención los trabajos de Héc-tor León Trujillo y Alejandro Sainz, quienes abordan temas relacionados al oficio de la sociología y al concepto del “sí mismo” respectivamente.

Aprovecho la ocasión para invitar a la Comunidad Universitaria a mantenernos en el camino de la me-jora continua; a eso nos ayudará el sistema SERVOESCOLAR, el cual es la nueva plataforma tecnológica que utilizamos en UNAG y que busca la mejora constante mediante la claridad y la eficiencia.

Durante el pasado ciclo escolar los alumnos participaron de la evaluación docente y de servicios, agra-dezco a quienes participaron en el proceso y comparten sus experiencias y opiniones. Felicito a los do-centes y colaboradores administrativos por su entrega y compromiso. Seguiremos encaminando nues-tros esfuerzos en beneficio de la comunidad educativa de la Universidad Antropológica de Guadalajara y ofreciendo un servicio educativo de calidad a favor de una sociedad más justa y humana.

No quisiera terminar esta carta sin la consideración del premio otorgado por el gobierno del Estado de Jalisco y el Colegio de Licenciados en Homeopatía del estado de Jalisco al Mtro. Francisco José Segura Levy, quien es docente de nuestra Universidad y realiza una destacada trayectoria en la formación y ejercicio de la Homeopatía.

Agradezco al equipo editorial por el esfuerzo y dedicación aportados para la realización de esta edición y a todos los autores que participan con sus trabajos e investigaciones. En la comunidad educativa UNAG, todos sumamos con el trabajo diario para hacer posible el logro de nuestra misión educativa.

Mtro. José Alejandro Garza PreciadoRector de la Universidad Antropológica de Guadalajara

Director del Consejo Editorial Revista Pilares

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Actualidad

Inés Adriana Cruz Verdín

El hombre es la medida de todas las cosas.

(Protágoras)

Somatotipo y composición corporal de practicantesde Hapkido1

1 Este artículo recibió la asesoría de la Dra. Amelia del Carmen Minjarez Iba-ñez

Desarrollo del Hapkido y su presencia en Jalisco

El Hapkido es un arte marcial que se es-pecializa en la defensa personal y en el

manejo de la energía interna; como disci-plina, hereda los conceptos básicos de las artes ancestrales de Corea y emplea un va-riado número de armas tradicionales. Signi-ficado: Hap: Unión, armonía, coordinación; Ki: Energía, Fuerza; Do: Camino, vía, siste-ma, método. Ver Figura 1 (Rueda, 2009).

El Hapkido se desarrolló a mediados del siglo XX, entre 1951 y 1959, durante y des-pués de la Guerra de Corea (1950-1953) por el Gran Maestro Choi Yong Sul. En 1983, el Máster Ki Dae Lee es designado por la Federación Internacional de Hapki-do, como entrenador en la ciudad de Gua-dalajara, Jalisco. En 1985, abre la primera escuela de Hapkido y forma el Instituto Mexicano de Hapkido; asimismo, entrena un grupo de Hapkido en la U. de G. y coor-dina un seminario para elementos oficiales del Ejército Mexicano (Velasco, 2008).

Hapkido como deporte y sus beneficios

Este arte marcial como práctica deportiva puede ayudar a la gente que lo desee y lo necesite para mantener la línea, además de generar múltiples beneficios como:

• Mantiene el cuerpo hábil y ligero

• Ayuda al cerebro a mantenerse “en for-ma” mediante la disciplina, memoria y agilidad mental.

• Fortalece músculos y articulaciones

• Aporta flexibilidad y elasticidad

• Alivia el estrés

• Fortalece órganos vitales

• Aporta equilibrio y coordinación

• Mejora la circulación sanguínea (Rueda, 2009).

Hapkido como centro social

Dentro de la escuela de Hapkido nunca se está solo, por lo que la persona esta “casi” obligada a relacionarse. El Hapkido es un buen campo para hacer amistades y disfru-tar de las relaciones humanas. Se han dado casos en los que personas a las que les cos-taba bastante relacionarse, les ha cambiado la vida tras llevar unos meses practicándo-

lo. En este sentido, los encuentros fuera de la escuela juegan un importante papel y ayudan a que la clase se convierta en un grupo de amigos (Rueda, 2009).

Hapkido como partede la formación del individuo

El Hapkido aporta seguridad y confianza en uno mismo, permite rescatar los valo-res éticos del ser humano, y a comprender nuestra singularidad y complementarie-dad. Es por ello que con el tiempo de practi-car Hapkido, la persona se vuelve más tran-quila, comprensiva, solidaria y respetuosa. La personalidad, las inquietudes, la forma de pensar y de actuar están en constante evolución. A través del arte marcial pode-mos darnos cuenta de que quizá muchas cosas no son como creíamos que eran. El hecho de relacionarse con otras personas hace que la visión sobre la vida sea más am-plia, y eso implica que aprendamos a res-petar y valorar a los demás (Rueda, 2009). Es importante resaltar que, cuando habla-mos de defensa personal como acto legíti-mo de mera supervivencia, no es suficiente tener nociones técnicas, sino que además hay que reunir otras condiciones como: un buen trabajo físico que servirá para gol-pear con potencia y aguantar el combate; por otro lado, los conocimientos técnicos son los que nos permitirán saber cómo

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ECTOMORFO  -­‐  BILIOSO  Características   Beneficios   Limitaciones  

Dinamismo  veloz  y  violento.  Hiperemotivo.  Gran  sensibilidad  al  dolor.  Pulso  acelerado.  Crecimiento  acelerado.  Insuficiencia  nutricional.  Inteligencia  viva.  Sueño  escaso.  Alto  y  delgado.  Metabolismo  rápido.  Articulaciones  muy  móviles.  Músculos  poco  desarrollados.  Mayor  flexibilidad.  Reacciona  con  rapidez.  Mala  absorción.    Sistema  circulatorio  débil.  Perseverante.  Voluntad  inquebrantable.  Positivo,  objetivo  y  práctico.  Ambicioso,  orgulloso.    

Inteligencia  vivaz.  Puede  modificar  técnicas  para    mejorar  eficacia.  Alto  y  delgado,  mayor  velocidad  y  alcance  que  ayudan  en  técnicas  de  pateo  y  golpeo.    Articulaciones  muy  móviles  que  aminoran  el  riesgo  de  lesión  en  el  llaveo.  Flexibilidad,  mayor  alcance  y  menos  riesgo  de  lesión  en  ligamento  y  músculo.  Perseverante  para  lograr  metas.  

Lo  que  requiere  fuerza,  resistencia  muscular    o  buen  sistema  circulatorio  le  es  difícil  (pateo,  golpeo,  defensa  personal).  Sensibilidad  al  dolor.  Limita  el  rendimiento  a  fases  cortas.  

Cuadro  1.  Características  de  Ectomorfo  y  su  relación  con  el  Hapkido.  

Se  muestran  las  características,  beneficios  y  limitaciones  relacionadas  al  rendimiento  deportivo  en  la  práctica  del  Hapkido.    

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

«Al ser humano se le puede tildar de ser sujeto en vez de objeto, pero cuando se

pregunta y se responde sobre sí mismo se vuelve su propio

objeto de estudio»

y dónde pegar y saber la efectividad de la técnica; otro aspecto es el psicológico, la mente debe estar preparada para afrontar cualquier rumbo que pueda adquirir la con-tienda, es vital controlar la respiración y no mostrar síntomas de debilidad o pérdida de fuerza (Rueda, 2009).

Requisitos para la prácticadel Hapkido

La práctica del Hapkido desarrolla tanto el potencial físico como el uso de la energía interna (KI), este último se está forjando a diario con cada minuto que pasa en la vida (en general) y con cada minuto de entrena-miento (en particular). El trabajo interno busca la quietud en los actos de la persona, la paz interior, el autocontrol, la concentra-ción, etc. Ya que nuestro cuerpo está reci-biendo energía casi constantemente de los alimentos, de los estados de ánimo, de las relaciones humanas, incluso del suelo y esa energía no es para almacenarla sino todo lo contrario, hay que hacerla fluir (Rueda, 2009).

En la práctica del Hapkido se requiere de una destreza y rendimiento físico en donde las características corporales deben de ser contempladas para una realización óptima del deporte, la fuerza, la velocidad, resis-tencia y flexibilidad, y las adaptaciones físi-cas necesarias para la ejecución de las dife-rentes técnicas del Hapkido se desarrollan con el entrenamiento.

Somatotipo, composición corporaly sus aplicaciones

El somatotipo y la composición corporal están relacionadas con el éxito deportivo, siendo necesario conseguir los óptimos para maximizar el rendimiento. El primero

ha sido ampliamente utilizado en estudio de deportistas para definir su forma cor-poral y para analizar las diferencias según el deporte practicado que hacen suponer que cada evento requiere de un somatotipo óptimo para conseguir el éxito deportivo. En cuanto a la composición corporal, deter-mina los componentes del peso corporal: graso, muscular, óseo y residual de cada de-portista y posterior valoración en relación con los requerimientos de la actividad físi-ca practicada (Canda, 2010).

El somatotipo y la composición corporal sirven como indicadores de pronóstico de rendimiento deportivo; para detectar ta-lentos deportivos; describir y comparar deportistas en distintos niveles de compe-tencia; caracterizar los cambios físicos du-rante el crecimiento, envejecimiento y en-trenamiento; comparar la forma relativa de hombres y mujeres, y como posible paráme-tro de enfermedades (Villanueva, 1991).

Tipos morfológicos

Los cuerpos de las personas tienen estruc-turas diferentes. Durante años se intentó clasificar a las personas con base a su es-tructura corporal. W.H. Sheldom presentó en su libro Atlas of Men (1954) un sistema constituido por diferentes tipos constitu-cionales. Según él, existen tres tipos princi-pales de acuerdo con el tipo de tejido domi-nante. Ver Figura 2 (Ahonen, 2001).

Ectomorfo: Con predominio de las medidas longitudinales sobre las transversales. Representa la linealidad relativa o delga-dez de un físico. Dominio del tejido ner-vioso. Ver cuadro 1. (Sillero, 2005).

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Mesomorfo: Pertenecería a esta clasificación los sujetos con un predominio de los huesos, los músculos y el tejido conjun-tivo. Representa la robustez o magnitud músculo-esquelética relativa. Cuadro 2. (Sillero, 2005).

Endomorfo: El sujeto tendría un predominio del sistema vegetativo y endócrino, con tendencia a la obesidad. Son flácidos y con formas redondeadas. Representa la adiposidad relativa; ver cuadro 3 (Sillero, 2005).

Composición corporal

Desde el punto de vista del rendimiento, los componentes del peso de mayor rele-vancia son la masa grasa y masa muscular. Los deportes que exigen correr, saltar, es decir, trasladarse en contra de la gravedad, se beneficiarán de porcentajes de grasa cor-poral bajos, ya que la grasa actúa como un peso inerte y aumenta el coste energético de la actividad. Por otro lado, otros depor-tes donde se necesite fundamentalmente potencia y fuerza deberán desarrollar una mayor masa muscular (Canda, 2010).

El somatotipo y la composición corporal se utilizan como indicadores de rendimien-to físico. Ambos están determinados por la influencia de factores como el carácter fisiológico, biomecánico, psicológico, téc-nicos y morfológicos (en este último, se encuentran genéticos, ambientales, salud, dieta y entrenamiento) que favorecen y au-mentan el rendimiento deportivo, el cual se relaciona a un tamaño, forma, composi-ción y proporcionalidad corporal idóneos.

La interpretación del somatotipo y la com-posición corporal por parte de los especia-listas es muy importante para el logro de una adecuada dirección de las cargas de en-trenamiento, en función de modificar estas variables a niveles favorables. Si bien exis-ten algunos estudios que intentan llegar a ser referencias antropométricas, éstas son muy poco específicas y no establecen los lineamientos de la población deportiva es-pecífica.

 

 

ENDOMORFO  –  PITUITOSO  –  FLEMÁTICO  -­‐  LINFÁTICO  Características   Beneficios   Limitaciones  

Metabolismo  lento.  Baja  estatura.  Grueso  y  blando.  Pulso  lento.    Somnoliento.  Torpe  y  lento  (físico).  Acumulación  de  grasa.  Circulación  de  sangre  débil.  Musculatura  débil.  Buena  absorción.  Poca  sensibilidad  al  dolor.  Menor  velocidad.  Tranquilo.  Positivo.  Buen  humor.  Perezoso.  Metódico.  Descuida  obligaciones.    

La  baja  estatura  facilita  la  defensa  personal.  Grueso  y  blando,  hay  menor  riesgo  de  lesión  en  caídas.  Buena  absorción,  en  general.  Está  sano.  Entrenar  y  conservar  la  fuerza.  Capacidad  de  estiramiento  y  resistencia.    

Menor  velocidad  en  pateo  cuando  se  está  en  combate.  Somnoliento,  puede  haber  distracción  y  riesgo  de  lesión.  Musculatura  débil,  el  pateo  y  golpeo  puede  ser  eficaz  pero  sin  fuerza.  Pereza,  puede  faltar  constantemente  a  sus  entrenamientos.  Poco  avance  técnico.  Su  problema  está  en  conservar  el  peso  corporal  dentro  de  los  límites  adecuados.  

Cuadro  3.  Características  de  Ectomorfo  y  su  relación  con  el  Hapkido.  

Se  muestran  las  características,  beneficios  y  limitaciones  relacionadas  al  rendimiento  deportivo  en  la  práctica  del  Hapkido.    

 

 

 

MESOMORFO  –  ATLETA  -­‐  SANGUÍNEO  Características     Beneficios  en  Hapkido   Limitaciones  en  Hapkido  

Estructura  corporal  fuerte  (mayor  porcentaje  en  músculo).  Movimientos  amplios  y  vigorosos.  Fuerza,  resistencia  y  explosividad.  Madurez  temprana.  Menor  presión  sanguínea  y  pulso.  Rápida  dilatación  de  vasos.  Poca  sensibilidad  al  frío.  Sistema  circulatorio  eficaz.  Digestión  normal.  Lento  y  torpe  (intelectual).  Optimista.  Extrovertido.  Vanidad.  Celos  y  envidia.  Falta  de  voluntad.  Inestable.    Indisciplinado.  Metabolismo  regular.    

Aplicación  adecuada  en  fuerza  de  la  técnica.  Bien  en  la  mayoría  de  las  técnicas.  Pateo,  golpeo  y  posturas.  

Disposición  a  lesión  en  llaveo  y  sometimientos.  Dificultad  de  aprendizaje,  requiere  más  tiempo    de  práctica.  Antivalores  que  perjudican  la  convivencia.  

Cuadro  2.  Características  de  Mesomorfo  y  su  relación  con  el  Hapkido.  

Se  muestran  las  características,  beneficios  y  limitaciones  relacionadas  al  rendimiento  deportivo  en  la  práctica  del  Hapkido.    

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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En cuanto a la composición corporal, ésta ex-presa la cantidad de masa muscular, de tejido graso, tejido óseo y tejido residual que posee el practicante de Hapkido, expresándolo en porcentajes de su propio peso. En este caso se emplea el Modelo Tetracompartimental de-sarrollado por De Rose y Guimaraes (1980), con método doblemente indirecto, donde se encuadró a la antropometría.

El peso se midió empleando una báscula Ta-nita modelo HD-313 con precisión de 100 gramos, ubicada en una superficie plana y lisa y calibrada en cero. La estatura se mi-dió con un estadímetro portátil Seca mode-lo 213 con rango de medición en cm de 20-205. Los pliegues cutáneos fueron medidos con un adipómetro Slim Guide con preci-sión de 0.1 milímetros. Los perímetros musculares fueron medidos con una cinta métrica Lufkin metálica modelo W606PM, flexible pero no extensible. Los diámetros óseos se midieron con un antropómetro Smart met con una precisión de 0,1 cm.

Resultados

El somatotipo promedio en los practicantes de Hapkido fue endomorfo-mesomorfo, lo cual nos indica una estructura corporal en relativo equilibrio del componente graso y el músculo-esquelético. En los hombres el somatotipo encontrado fue mesomorfo-en-domorfo, el cual coincide con deportistas de élite de disciplinas relacionadas. Este so-matotipo presenta predominio de la masa muscular y un nivel medio de grasa, lo que favorece su rendimiento deportivo. En las mujeres el somatotipo fue endomorfo-me-somórfico lo que se traduce en mayor adipo-sidad relativa y menor porcentaje de masa magra o muscular; lo cual condiciona un menor rendimiento deportivo; ver cuadro 4.

Una vez obtenida la composición corpo-ral, se complementó con la representación gráfica del somatotipo en la somatocarta o somatotipograma. Ver Gráfica 1.

La composición corporal global de la pobla-ción de estudio correspondió a un 40% de masa muscular, 23% de masa grasa, 14% de masa ósea y 23% de masa residual. Aten-diendo a la variable de género, los resulta-dos mostraron un mayor porcentaje graso en las mujeres respecto a los hombres. El porcentaje muscular, óseo y residual fue más alto en el grupo de hombres con res-pecto al de mujeres. Gráfica 2.

Situación actual en el somatotipo y la composición corporal de practicantes de Hapkido en las escuelas Ki Dae Hapkido Central y México Hapkido Association Tlaquepaque.

Actualmente existen muchos estilos de Ha-pkido y más de una docena de federaciones, asociaciones, organizaciones y cuerpos go-bernantes. El Comité Olímpico Internacio-nal rechazó, por una minoría de votos, la participación del Hapkido como disciplina olímpica en 1987, 1994 y 2005, llegando solo a 2/5 del total, por lo que el Hapkido es un tema poco conocido entre el deporte y las artes marciales, por lo cual no hay mu-cha documentación que contenga aspectos importantes de esta actividad física. Por otro lado, la población total de practicantes de Hapkido en la zona metropolitana de Guadalajara (ZMG) es desconocida. Dentro de las escuelas reconocidas internacional-mente tenemos Ki Dae Hapkido y México Hapkido Association, las cuales pertenecen a la Federación International Hapkido Alliance (IHA).

Objetivo y Metodología del estudio

Debido a la poca información existente acerca de las características antropométri-cas de los practicantes de hapkido, se plan-teó como objetivo, describir su somatotipo y composición corporal mediante indicado-res antropométricos. La información obte-nida permitirá aportar recomendaciones nutricionales para el mejoramiento del rendimiento físico, así como la generación

de una base de datos para futuras investi-gaciones a partir de las cuales se puedan es-tablecer criterios antropométricos óptimos para esta población.

Se realizó un estudio descriptivo, transver-sal; se evaluó antropométricamente a 34 personas practicantes de Hapkido, durante julio a noviembre de 2015. Se trata de una muestra por conveniencia, donde el pará-metro de inclusión fue que entrenaran de manera regular en Ki Dae y México Hapkido Association.

Para la determinación del somatotipo se realizaron 19 mediciones en cada deportis-ta: peso, estatura, pliegue tricipital, pliegue subescapular, pliegue bicipital, pliegue pec-toral, pliegue axilar, pliegue cresta iliaca, pliegue supraespinal, pliegue abdominal, pliegue muslo frontal, pliegue pantorrilla medial, circunferencia braquial brazo re-lajado, circunferencia braquial con brazo contraído, circunferencia de cintura, cir-cunferencia de cadera, diámetro humeral, diámetro femoral y diámetro biestiloideo. Todas las mediciones se realizaron según el protocolo de la Sociedad Internacional de Avances en Kineantropometría (ISAK). Con las mediciones mencionadas se deter-minó el somatotipo antropométrico mate-mático de Carter y Heath.

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Análisis y Discusión

En este estudio se describe el somatotipo y composi-ción corporal de los prac-ticantes de Hapkido de la ZMG, además se comparó la composición corporal con los valores normales de acuerdo a Behnke (Cuadro 5) y con los somatotipos reportados para otras ar-tes marciales relacionadas (Cuadro 6).

En Hapkido se encontró que el somatotipo depen-de del género, en donde las mujeres presentaron el tipo endomorfo-mesomór-fico, y en los hombres me-somorfo-endomorfo. En el caso de otras disciplinas, el somatotipo general predo-minante es mesomorfo-en-domorfo como se observa en el cuadro 6. Por otro lado, Flores (2009), Panchi (2009) y Cañadas (2013), reportan que el somatotipo y la composición corporal de las diferentes disciplinas marciales posiblemente no son los ideales, ya que no se cuenta con una clasifica-ción estandarizada.

Actualmente existe una carencia de estu-dios antropométricos, lo cual representa una limitación por no contar con paráme-tros para este deporte. En este estudio sólo se describió el perfil antropométrico y no se evaluaron los factores involucrados en dicho perfil. Sin embargo se deben integrar todas las variables involucradas en el ren-dimiento deportivo; entre ellas la adecuada nutrición y alimentación, tipo y horas de entrenamiento y de descanso, las caracte-rísticas antropométricas de acuerdo a la disciplina, las variables cronobiológicas, psicológicas, sociales y ambientales. Otros factores de importancia son el tipo de en-trenamiento y la técnica, las cuales varían entre cada arte marcial. Por ejemplo, en el caso de Judo y Taekwondo, ambos son de-portes olímpicos en donde su práctica está estandarizada y regida por normas especí-ficas. En la población estudiada no existe un régimen alimenticio ni de entrenamien-

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Inés Adriana Cruz Verdín.

Licenciada en Homeopatía (UNAG) Egresada de Maestría en Nutrición (UNAG).

Amelia del Carmen Minjarez Ibañez.

Doctora en Ciencias Biomédicas.Se dedica a la Investigación y Desarrollo en

Salud Integrativa.Docente (UNAG).

REFERENCIAS

Ahonen, J. (2001). “Tipos morfológicos”. En J. Ahonen, Kinesiología y anatomía aplicada a la actividad física (pág. 133). Barcelona: Pai-dotribo.

Canda, A. S. (2010). “Composición corporal y so-matotipo como indicadores de pronóstico de rendimiento deportivo”. Investigación en ciencias del deporte, 29-50.

Cañadas, L. M. (2013). Patrones de consumo, estado nutricional y suplementos dietarios en el Muay Thai. Mar de Plata, Argentina: Universidad FASTA.

Flores, J. A. (2009). Perfil cineantropométrico de la selección peruana de judo infantil, juvenil, ju-nior, mayores 2009. Perú: Universidad Mayor de San Marcos.

Panchi, C. (2010). Tendencia de somatotipo en com-petidores de taekwondo de la selección del Distrito Federal. Obtenido de EFdeportes: http://www.efdeportes.com

Rueda, J. L. (2009). Korea y Hapkido. Barcelona: Alas.

Sillero, M. (2005). El somatotipo. Madrid, España: Facultad de ciencias de la actividad física.

Velasco, H. I. (2008). Temario técnico de Hapkido: Curso de instructores. Guadalajara.

Villanueva, M. (1991). Manual de Técnicas soma-totipológicas. México: Universidad Nacional Autónoma de México.

Conclusiones

Se describió el somatotipo y composición corporal de los practicantes de Hapkido, proporcionando información antropomé-trica de la ZMG que sirve como un punto de referencia para futuros estudios, los cuales puedan ser utilizados por nutriólo-gos, entrenadores, médicos y profesionales interesados.

Es fundamental que el especialista en nu-trición desde sus conocimientos haga hin-capié en lo que respecta a la importancia que tiene un buen estado de nutrición y las

desventajas que puede producir si esto no se lleva a cabo en el ámbito deportivo.

Conocer la tendencia del somatotipo per-mitirá mejorar el proceso de preparación deportiva, por lo que se sugiere que el en-trenador de Hapkido aprenda y aplique un estudio antropométrico para conocer los cambios morfológicos del practicante y llevar un régimen alimenticio y un plan de entrenamiento con el objetivo de mejorar su rendimiento deportivo.

to, las personas que practican Hapkido no son deportistas de élite, por lo cual el re-sultado será distinto hasta que estas varia-bles sean modificadas para los objetivos del entrenamiento.

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Educación

Conociendo el síndrome de Asperger Zahra E. Cárdenas Rubalcaba

A continuación referiré algunos elemen-tos que deben ser tomados en cuenta

para la comprensión del síndrome de As-perger.

Esta es, sin duda, una asignatura pendiente en los ámbitos educativos.

Caracterizando al síndrome de Asperger

El síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo neurológico que afecta el funcio-namiento social y el espectro de actividades e intereses. Este síndrome se manifiesta con características muy específicas de per-sonalidad y con dificultades de interacción social. Es difícil de diagnosticar, ya que las personas afectadas tienen un aspecto físico que no los distingue de otros y una capa-cidad intelectual normal. Tampoco existen marcadores biológicos que faciliten su diag-nóstico con pruebas de laboratorio; ni se detecta en encefalogramas o tomografías.

lo que hará que rechace deliberadamente a sus compañeros.

Al no considerarse una enfermedad, el sín-drome de Asperger no tiene una cura. Sin embargo, se aprecia una evolución de las conductas a través de la maduración y de los apoyos terapéuticos. Así pues, no existe ningún fármaco específico para la cura del síndrome de Asperger, sin embargo, exis-ten trastornos comórbidos o bien estados de ansiedad o depresión para los cuales los fármacos son de gran utilidad.

Quizá el hecho de que al hablar de Asper-ger no podemos hablar de curación, esté íntimamente ligado a que los expertos no lo plantean como una patología, sino como una personalidad. Numerosos autores de reconocido prestigio como lo son Tony Attwood, Baron–Cohen, Carol Gray, entre otros, han puesto énfasis en las fortalezas y los aspectos positivos que suelen ser co-munes en la personalidad Aspi.

Diagnóstico diferencial

El DSM-5 y el CIE10 siguen siendo la refe-rencia para esclarecer el diagnóstico. En su versión más reciente, el DSM-5 considera al síndrome de Asperger como una parte de los Trastorno del Espectro del Autismo (TEA). Considero que en ésta nueva ver-sión del manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales se aporta ma-yor claridad a los aspectos centrales para el diagnóstico, dando pautas claras en las áreas de atención, aunque descuidando as-pectos de fondo al no explicar los niveles de apoyo que menciona.

A pesar de que cada vez existe una mayor investigación y conciencia, sigue habien-do un gran desconocimiento entre la po-blación en general acerca del síndrome de Asperger. Este desconocimiento conlleva dificultades para poder identificar, diag-nosticar y tratar adecuadamente a las per-

Las dificultades que presentan varían se-gún su intensidad y suelen ser más eviden-tes durante la edad escolar. Algunas de los síntomas son: un déficit en la interacción social y en la comunicación verbal y no verbal, rutinas repetitivas, dificultad en la flexibilidad de pensamiento e intereses es-pecíficos.

El síndrome de Asperger es una condición que se manifiesta con la falta de destreza para comunicarse convencionalmente; el niño presenta dificultades para asumir habilidades sociales de forma natural, así como para comprender las conductas so-ciales de los demás. De acuerdo a Attwood (2015), desde un punto de vista intelectual, el niño es capaz de darse cuenta de su ais-lamiento social, pero carece de habilidades sociales, en comparación con los que tie-nen su misma edad y capacidad intelectual, y no sabe de manera intuitiva qué hacer para tener éxito social. Sus valientes ten-tativas para manejar su integración social con otros niños pueden ser ridiculizadas,

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«A pesar de que cada vez existe una mayor

investigación y conciencia, sigue habiendo un gran

desconocimiento entre la población en general acerca

del síndrome de Asperger»

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sonas con esta condición. Además, el no contar con un diagnóstico temprano limita los apoyos que los niños puedan tener, lo cual a su vez dificulta el necesario desarro-llo de habilidades, lo que muchas veces de-riva en incomprensión y rechazo por parte de quienes lo rodean.

Para diagnosticar adecuadamente el sín-drome, se deben cumplir dos criterios. El primero tiene que ver con un desarrollo anormal de las habilidades de interacción social. Algunos síntomas son la dificultad para crear relaciones con sus compañeros, falta de interés en compartir juegos, di-versiones o logros con ellos, falta de com-prensión en comportamientos no verbales, carencia en la reciprocidad y en la búsque-da espontánea de interacción social en ge-neral. El segundo criterio está relacionado con los intereses limitados y los comporta-mientos estereotipados. Algunos ejemplos son los intereses sólo en ciertos temas es-pecíficos, ausencia de flexibilidad, apego a las rutinas y movimientos repetitivos.

Dificultades sociales

Como resultado de la falta de comprensión del síndrome por parte de la mayoría de la población, quienes padecen Asperger son frecuentemente malentendidos. A ello hay

que sumar que no es poco frecuente que el diagnóstico sea incorrecto, lo que lleva a tratamientos erróneos.

A medida que los niños con síndrome de Asperger crecen, las dificultades en las habi-lidades sociales se vuelven más notorias, ya que las re-laciones son más complejas. La mayoría de éstos niños podrían no desarrollar rela-ciones afectuosas profundas ni recíprocas, y su interacción con sus compañeros se volve-rá limitada. En ese sentido, Attwood (2015) considera que la falta de habilidades sociales reproduce un retrai-miento social, el cual obstru-ye la maduración y el desarro-llo de aptitudes sociales.

Las dificultades sociales son la principal característica

del síndrome. El hecho de tener que estar atentos a las interacciones sociales suele ser causa de estrés, lo cual impacta en los resultados académicos. Esto puede traer consigo frustración al no alcanzar expecta-tivas que pueden estar mal planteadas o ser poco realistas. Dubin (2013) afirma que las personas con Asperger batallan para inter-pretar las señales no verbales y se pierden la mayor parte de las comunicaciones.

Las nuevas teorías

Existen varias teorías que pueden ayudar a comprender mejor a las personas con SA. Una de ellas es la desarrollada por Uta Fri-th (1989) y sus colaboradores como Happé et al. (1994). Ellos plantean que los niños con síndrome de Asperger presentan pro-blemas en “leer la mente” de los demás, es decir, la capacidad que la mayoría de las personas desarrollamos de forma natural, y que nos permite comprender de mane-ra intuitiva lo que el otro piensa o siente, y en consecuencia cómo se podría esperar que reaccione ante una situación determi-nada. Esta capacidad nos permite atribuir estados mentales a otros y a nosotros mis-mos. A ello se le conoce como teoría de la mente o mentalización. Las personas que presentan síndrome de Asperger tienen un déficit en ésta habilidad. Las dificultades sociales son una consecuencia de no poder

comprender de manera natural los estados mentales e intenciones de los demás.

Una innovadora teoría desarrollada en 2014 por Marco Lacoboni, en la Universi-dad de California, menciona que las perso-nas del espectro autista presentan deficien-cias en el funcionamiento de las “neuronas espejo”, y esto podría explicar sus dificul-tades para desarrollar correctamente sus habilidades relacionadas con la teoría de la mente.

En 2005, Baron-Cohen y sus colaboradores desarrollaron la teoría de la empatía-sis-tematización. En ella proponen que, en adición al déficit en la teoría de la mente, existe un proceso llamado sistematización, el cual consiste en analizar las variables de un sistema y comprender sus reglas, y que parece estar intacto o ser incluso superior en las personas con Trastorno del Espectro del Autismo, lo cual puede explicar algunas de sus pautas de comportamiento (Sán-chez-Pardíñez, 2015).

Una teoría más, desarrollada por Wendy Lawson en 2003, menciona que las per-sonas con síndrome de Asperger suelen procesar la información en partes y no de forma global. A esto se le llama “monotro-pismo”. Al concentrarse en detalles peque-ños, se vuelve complejo comprender cohe-rentemente una situación completa. A esto se le conoce como “coherencia central débil o deficiente”.

La coherencia central se relaciona con el procesamiento contextualizado de infor-mación, dándole significado de una manera global. Una coherencia central fuerte pue-de interferir con la atención y la memoria en detalles pequeños, mientras que una coherencia central débil impacta la com-prensión del significado contextualizado de la información. Con base en ésta teoría, las personas con síndrome de Asperger presentan una coherencia central débil, poniendo más atención en los aspectos particulares y no en los generales de la in-formación.No. 15

«La vida no es nada fácil para las personas que nacen con

síndrome de Asperger. Cada día es tan complicado como

el grado de afectación»

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De acuerdo a Martos (2012), otra versión de ésta teoría la propone Plaisted en 2001, quien explica que la coherencia central débil más que ser una dificultad en integrar la in-formación en su contexto, consiste en una habilidad para discriminar más adecuada-mente elementos individuales de la misma.

Si bien este conjunto de teorías ayuda a ex-plicar en retrospectiva el porqué de algunos de los comportamientos de las personas con Asperger, falta mucho para entender la complejidad del pensamiento y los sen-timientos de estas personas y las familias que viven con este síndrome.

La dificultad para obtener el diagnóstico

Ya que la dificultad para comprender a las personas con Asperger se encuentra en to-das las áreas, las mismas familias de perso-nas con síndrome de Asperger describen la experiencia para recibir un diagnóstico como una “peregrinación” de especialista en es-pecialista, y de diagnóstico en diagnóstico.

Muchos de los padres se ven en la necesi-dad de convertirse en especialistas autodi-dactas a falta de profesionales capacitados que los diagnostiquen o los apoyen en los centros médicos o en las escuelas. Padres e hijos deben enfrentarse a instituciones educativas poco sensibles o con nula aper-tura a aceptar niños con éste tipo de carac-terísticas. Muchas veces son los mismos padres quienes capacitan a los maestros en lo relacionado a las necesidades generales e individuales del niño con el síndrome. Se desgastan con psicólogos que abordan la problemática desde un enfoque inade-cuado, existe una escasa comprensión por parte de algunos familiares y pocos recur-sos de ocio adaptados para que estos niños puedan ser incluidos. Así pues, a medida que los chicos van creciendo se van encon-trando con problemas en todos los niveles, hasta encontrar que existen pocas ofertas de empleo en empresas que cuenten con apoyos para éste tipo de temas.

Impacto del síndrome de Asperger en la familia

La convivencia familiar para padres y hermanos de personas con Síndrome de Asperger es compleja. Las constantes con-fusiones y frustraciones asociadas con el síndrome disminuyen la autoestima y ter-minan afectando el estado de ánimo de toda la familia. Las necesidades particula-res de las personas con síndrome de Asper-ger pueden ser muy absorbentes en térmi-nos de tiempo requerido de los padres, lo que quita tiempo de otros temas tales como vida de pareja, desarrollo profesional, ocio, y tiempo dedicado a los hermanos y otros miembros de la familia. Las dificultades para comprender a los demás, relaciona-das con la teoría de la mente, provocan que parezca que las personas con síndrome de Asperger buscan imponer su voluntad, sin considerar los deseos del resto de la familia.

Las dificultades para socializar y el aisla-miento que conllevan pueden no ser muy importantes cuando el niño es pequeño, pero a medida que se desarrolla crece tam-bién de manera natural su necesidad de socializar con sus pares. Sus escasas habili-dades sociales pueden provocar que sea re-chazado por otros, lo que ocasiona tristeza

y frustración tanto en el niño como en sus padres, y eventualmente lo llevará a dejar de intentar formar parte del grupo.

Es importante tomar en cuenta que el síndrome de Asperger no afecta sólo a la persona diagnosticada, sino a toda la familia. Por tanto, no sólo es el paciente sino toda la familia quien requerirá de apo-yos. El impacto varía de familia en familia y de persona en persona, además va cam-biando dependiendo de la etapa del ciclo vital de la familia.

Los hermanos del niño con Asperger son niños que tienen los mismos problemas y preocupaciones que cualquier otro peque-ño, con la carga adicional que implica tener un hermano con éste síndrome: es una re-lación de por vida, existe un lazo biológi-co, comparten los mismos padres y son en muchas ocasiones el único lazo que brinda seguridad y consuelo. Los padres de niños con Síndrome de Asperger enfrentan retos constantemente y en diversos niveles: eco-nómico, familiar, emocional.

«Es importante tomar en cuenta que el síndrome de

Asperger no afecta sólo a la persona diagnosticada, sino

a toda la familia»

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A menudo, a pesar de su natural deseo por socializar y pertenecer a un grupo, ellos de-ciden aislarse tras varios intentos frustran-tes, agotadores y fallidos por encajar.

Para los padres es difícil ver sufrir a su hijo con Asperger, y muchas veces las circuns-tancias, los intentos fallidos, el desconoci-miento de las escuelas, la falta de apoyo de los familiares, así como la falta de lugares de recreación adecuados para estas perso-nas, y en especial los grandes problemas para enfrentarse a la sociedad, llevan a la familia a la tentación de fomentar el aisla-miento de la persona con este trastorno, y, en consecuencia, de toda la familia. Aun-que tal vez este pensamiento sea enfocado en su bien, excusándose en que cuanto me-nos se relacione menos sufrirá, en realidad se le hace un gran mal al niño con síndrome de Asperger, debido a que se evita que desa-rrolle herramientas de adaptación y estra-tegias de socialización que le servirán como base para su futuro.

REFERENCIAS

Artigas et. al. (2004). Un acercamiento al Síndrome de Asperger: una guía teórica y práctica. Anda-lucía: Asperger Andalucía.

Asociación Americana de Psiquiatría. (2014). Ma-nual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5). Arlington, VA: Asociación Americana de Psiquiatría.

Attwood, T. (2015). Guía del Síndrome de Asperger. Barcelona: Paidós.

Dubin, N. (2013). El síndrome de Asperger y la ansie-dad. México: Trillas.

Frith, U. (1999). Autism and Asperger Syndrome. Es-tados Unidos: Cambridge University Press.

Lacoboni M. (2014). Las Neuronas Espejo. Obtenido de: saludypsicologia.com

Martos, J. (2012). El síndrome de Asperger (Spanish Edition). Sintesis, Kindle Edition.

Sánchez-Pardíñez, S. (2015). Mundo Asperger y otros mundos: El síndrome de Asperger y los trastornos comórbides (Spanish Edition). Kindle Edition.

El síndrome de Asperger en la adolescencia

En la adolescencia se acentúan algunos de los problemas y dificultades que afectan a las personas con síndrome de Asperger. Pueden generarse reacciones desproporcio-nadas o exageradas, no acordes a las situa-ciones. Es frecuente también que existan intereses no acordes a la edad, inmaduros. Además, el ser consciente de su soledad y aislamiento, suele traer consigo sentimien-tos de incomprensión, lo que puede llevar a estrés, ansiedad y depresión. En los adultos ésta problemática puede incrementarse.

De acuerdo a Artigas (2004), se ha demos-trado que a partir de la adolescencia el riesgo de padecer alteraciones psicológicas como depresión, ansiedad u obsesiones aumenta notablemente en las personas con SA. A pesar de sus dificultades, es muy importante señalar que es también en la adolescencia donde aparecen muchas de las cualidades y aspectos positivos de las personas con síndrome de Asperger: sus valores morales son muy sólidos, con una gran sinceridad, bondad y lucha contra las injusticias que observan; suelen ser muy persistentes y tener un gran deseo de su-peración. Son personas sencillas, transpa-rentes; difícilmente desarrollarán dobles intenciones o malicia.

Si bien los cambios físicos aparecen al mis-mo tiempo que en el resto de los adolescen-tes, los cambios emocionales aparecen con un retraso en comparación al resto de sus compañeros. Para los adolescentes con As-perger, como para todos los adolescentes, a esta edad es mayor la necesidad de relacio-narse y de sentirse integrados, sin embar-go, les es difícil formar parte de un grupo, y se enfrentan a la toma de conciencia de las diferencias entre ellos y otros chicos de su edad.

El proceso de humanización

Sánchez y Pardíñez (2015) indican que el Asperger afecta al desarrollo de los deno-minados “procesos de humanización”, en el sentido que los sujetos que los padecen presentan déficits cualitativos significati-vos de aquellos aspectos psicológicos que definen al ser humano como tal. La grave-dad de estos síntomas conductuales es una causa importante de estrés para los padres, puesto que altera profundamente la convi-

Zahra E. Cárdenas Rubalcaba

Licenciada en Psicología (UNIVA)Maestra en Terapia Familiar Sistémica (UNIVA)

Doctorante en Desarrollo Humano (UNAG)[email protected]

vencia familiar, no sólo dentro del hogar, sino también en los lugares públicos, de forma que muchas de estas familias tien-den a limitar sus actividades fuera de casa, para evitar situaciones embarazosas moti-vadas por la conducta de su hijo.Muchas familias se encuentran con que sus hijos son excluidos de actividades sociales, escolares, e incluso familiares. No sólo el niño con síndrome de Asperger es afecta-do, toda la familia termina viviendo situa-ciones angustiantes y sufriendo en cierta medida el aislamiento social por la incom-prensión de quienes los rodean.

Conclusión

La vida no es nada fácil para las perso-nas que nacen con síndrome de Asperger. Cada día es tan complicado como el grado de afectación. Para ellos, enfrentar las di-ficultades con las que lidian todos los días requiere de un gran esfuerzo, que se facilita en la medida en que reciban apoyo de sus familiares, especialistas, amigos y maes-tros. El rechazo, la soledad y la discrimina-ción son realidades particularmente difíci-les que deben enfrentar las personas con el síndrome; a ello se suma el sentimiento de soledad, depresión, ansiedad y frustración en situaciones cotidianas, que parecen no afectar a los demás. El cuestionar las ac-ciones que a otros les parecen normales, soportar ser etiquetados como raros, en-frentar situaciones vergonzosas a conse-cuencia de malentendidos o confusiones, no entender los mensajes, dobles sentidos, sarcasmo, mentiras o bromas de los demás, ni entender las razones por las que lo ha-cen, son situaciones que deben enfrentar todos los días.

La mayoría de nosotros aprendemos y en-tendemos de forma intuitiva muchas reglas no escritas de la socialización y convivencia diarias, asumimos y esperamos de los de-más que se comporten de la misma manera. Las personas con Asperger no comprenden éstas reglas, y en la mayoría de los casos nadie se las explica. Los Aspis deben apren-der de forma intelectual lo que los demás aprendemos de forma natural o intuitiva.

«Los Aspis deben aprender de forma intelectual lo que los

demás aprendemos de forma natural o intuitiva»

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Dicotiledonia. Subclase: Asteridae. Orden: Asterales. Familia: Asteraceae. Género: Ar-nica L-a rnica. Especie: Arnica Montana L. Habitat: Oriunda de Europa central y me-ridional, Asia central y América del Norte, crece en zonas soleadas y montañosas, praderas y tuberas, sobre suelos ácidos, arenosos y ricos en humus. Actualmente es una especie protegida en España, Italia y Suiza.

Partes utilizadas: Capítulos florales y rizo-mas; ocasionalmente hojas. Se recolectan sus capullos y raíces. Las primeras se re-cogen antes de abrirse y se dejan secar al aire libre; si se utiliza como tintura, la pre-paración se realiza inmediatamente que se cosecha. Las raíces se dejan secar y se guar-dan en frascos herméticos (Farmacopea).

PRINCIPIOS ACTIVOS

Principales componentes de la flor

Sus principales componentes son: sesqui-terpenlactonas, helenanina y 11 alfa, 13 Dihidrohelenanina (0.2 a 0.8%) y sus este-res. Ácidos grasos de cadenas cortas como: ácido acético, ácido isobutírico, acido 2-metilbutírico, ácido metil-acrilico, ácido isovalérico o ácido tíglico, linoleico, linole-nico y palmítico; aceites esenciales volátiles como: timol, esteres de timol, compuestos alcanforados y poliacetilenicos; flavonoides (isoquercitina y astragalina); derivados del ácido quínico y arnicina. Derivados del áci-do cafeico: ácido clorogénico, acido 1,5-di-cafeoil quínico; Hidroxicumarinas; Polinas: como tri-dec-1-en-penta-3, 5, 7,9 11-in. La concentración de terpenos varía de acuer-do a la zona de cultivo.

Aceite esencial

Compuesto en un 40 a 50% de ácidos gra-sos, aproximadamente 9% de n-alkanos y

INTRODUCCIÓN

En los últimos años la necesidad de uti-lizar métodos terapéuticos eficaces,

seguros y de bajo costo, ha inducido un incremento significativo de personas que asisten para ser tratados con medicina complementaria, alternativa o tradicional, particularmente, aquellas personas con enfermedades crónicas o cuyas afecciones no encuentran alivio en la medicina ofi-cial. La homeopatía es tradicionalmente considerada como una alternativa, y como homeópatas es deber propiciar la investi-gación científica y fomentar la integración de la terapéutica homeopática a una me-dicina moderna, abierta y diversificada, no como alternativa a la medicina oficial, sino como una medicina con fundamento científico que la avale. En este sentido, se decidió realizar una revisión bibliográfica sobre los efectos farmacológicos, tóxicos y homeopáticos de Arnica montana y con ello aportar información científica en fa-vor de su utilidad para la comunidad de la Universidad Antropológica de Guadalajara, buscando abarcar, con bases científicas, los trabajos que hacen que el medicamento Arnica montana sea considerado como uno de los más relevantes en la prescripción ho-meopática diaria.

Características generalesde Arnica montana

Nombre Científico: Arnica Montana L. Nombres Populares: Arnica, Tabaco de Montaña, Betónica de Montaña, Hierba Santa, Estornudadera, Plaga de Leopardo, Quina de los pobres, Tabaco del diablo, Tupa de montaña, Hierva de las caídas.

Descripción Botánica

Reino: Plantae-Planta. Sub-reino: Tracheo-bionta-Planta vascular. Superdivisión: Sper-matophyta-Planta cansanilla. División: Magno-liphyta-Planta floral. Clase: Magnolipsida-

derivados del timol y otros monoterpéni-cos y sesquiterpénicos como: alfa-felan-dreno, mirceno, humuleno, alfa-candineno y oxido de cariofileno; ácido dinámico y sus derivados (ácido cafeico, clorogénico, cinarina); cumarinas (umbeliferota essco-poletina); poliacetilenos; colina; pigmentos xantófilos, taninos, fitoesteroles, carote-noides. Trazas de alcaloides pirrolizidínicos (tusilagina, isotusilagina) y sales de man-ganeso.

En Hand book of Medicinal Herbs de J. Duke se especifica que la obtención del aceite esencial puede extraerse también de los ri-zomas. La Farmacopea Europea, indica que las flores secas de Arnica, deberán contener al menos un 0,7% de lactosas sesquiterpé-nicas. Otros autores bajan este valor a un mínimo de 0,4% expresados como tigliato de helenalina.

USOS DE ARNICA

Histórico o tradicional

Las propiedades medicinales del Arnica ya fueron conocidas por primitivas tribus germánicas. Junto con Calendula se ha empleado en elaboración de pomadas para cicatrizar las heridas en los gladiadores de los circos romanos. Nicolás Colpeper en 1653 la recomendaba para tratar todas las heridas de piel. Goethe (1749-1832), toma-ba té de Arnica para tratar su angina de pe-

Salud

Efecto farmacológico, homeopático y tóxico de Arnica montana: una revisión bibliográfica

«La helenalina, presente en el aceite esencial de

Arnica, puede ser venenosa si es consumida en grandes

cantidades, cualquier consumo de esta debe estar

indicado por un médico»

Alicia Navarro Ruiz, Ma. Guadalupe Alonso Covarrubias,

Ana Laura Tanaka Orozco, Adriana González Medina,

Itzia Danae Álvarez Ramírez, Rigoberto Moreno Madrigal y Erik Misael Peña Cisneros

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cho. En Francia se acostumbraba fumarla en pipas o aspirarla como rapé.

Actualmente la ESCOP (Asociación Cientí-fica Europea sobre Fitoterapia) ha recono-cido la eficacia del Arnica montana para el tratamiento de contusiones (hematomas), esguinces, inflamaciones causadas por picaduras de insectos, gingivitis, úlceras aftosas y en dolores articulares (reumatis-mos) (ESCOP, 2003). La Comisión E ale-mana ha aprobado también el uso por vía externa para tratar hematomas, edemas, dislocaciones, contusiones y trastornos musculares (Blumenthal et al., 2000; Brook et al., 2006).

Actualmente se utiliza Arnica montana en forma de cataplasma en hemorroides, rozaduras en bebés, ronchas y llagas de cualquier origen, en el tratamiento de afec-ciones por consecuencia de contusiones, hematomas, esguinces y dolores muscula-res, mejorar la debilidad muscular y nervio-sa, y evitar infecciones (Hernández, 2005).

Los fitoterapeutas utilizan diferentes for-mas galénicas. Infusiones para compresas de tinturas madre preparadas con el con-junto de la planta, ungüentos o maceracio-nes oleosas para uso externo (Zambrano, 2012). Por esto, el Arnica ha recibido el apelativo de “hierba de las caídas”. Popular-mente se usa haciendo una pasta con la raíz para “curar” tumores sin especificar cuáles.

Flores desecadas se usan como expectoran-te hemostático, febrífugo, sedante, estimu-lante, tónico, cicatrizante y antiséptico. La tintura derivada de la flor se dice que ayuda al cáncer de hígado, estómago e intestino entre otros. El extracto de raíz se usa como diurético, febrífugo y estimulante.

En tintura medre, geles hidrosolubles, compresas y cremas se han utilizado en in-flamaciones locales por contusión o reuma-tismo, derrames internos, hematomas cu-táneos postraumáticos, hemorroides, acné, forúnculos y esguinces (Blumenthal et al., 2000). Es un abortivo popular por su alto contenido de fitoestrógenos.

Farmacológico

Estudios clínicos han demostrado la efica-cia de Arnica para mitigar el dolor postrau-mático, con mejoría del 92,5% de los casos (Gibson et al., 1991).

En 53 pacientes que regular-mente hacían ejercicio, se les aplicó Arnica montana en cre-ma. Cada individuo recibió 2 tubos con crema, uno con Arni-ca y otro con placebo, se les in-dicó que se aplicaran la crema, una en cada pie, a las 24 y 48 horas después del ejercicio físi-co. A las primeras 24 horas se obtuvo una pequeña diferencia entre ambos pies a favor de la crema con Arnica, no siendo así a las 48 horas donde los efectos fueron menos eficaces (Adkin-son et al., 2010).

Un gel (Arnica montana fresh plant gel) aplicado 2 veces por día a 79 pacientes con os-teoartritis leve a moderada de rodillas, a la tercera y sexta se-manas de su aplicación mostró reducción del dolor y rigidez y un incremento en la funciona-lidad en el grupo de Arnica. Únicamente se presentó una sola reacción alérgica local (Knuesel, 2002), este mismo efecto lo com-probó Ross (2008). Otro estudio utilizó gel tópico en picaduras de insectos y quema-duras en piel por aplicación de YAG-laser y mostró resultados excelentes (Huber et al., 2011).

Por sus propiedades antiinflamatorias, analgésicas y de recuperación del estado general del organismo en particular, en procesos posquirúrgicos como rinoplastia y blefaroplastia, Arnica es eficazmente uti-lizada (Maggs, 1977).

Se determinó cuántos cirujanos plásticos en EE. UU utilizaban Arnica o esteroides des-pués de la rinoplastia, encontrándose que la misma cantidad de cirujanos utilizaban uno u otro producto sin demostrar la su-perioridad de ninguno (Kelley et al., 2011).

Las lactonas sesquiterpénicas presentes en Arnica, mostraron acción antiinflamatoria en ratas debido a la helenalina que inhibe la síntesis de prostaglandinas por bloqueo de prostaglandín-sintetasa. Los ésteres del ácido cafeico y clorogénico, muy abundan-tes en esta familia, han mostrado inhibir la vía clásica del complemento (Berges et al., 2009; Gertsch et al., 2003). Se comprobó su efecto antieczematoso, al inhibir la fosfori-lación oxidativa de los polimorfonucleares y su migración, que impiden la ruptura de

las membranas lisosomales. Por último, la helenalina, 11 alfa y 13 dihidrohelenalina mostraron actividad antibacteriana in vitro contra bacterias grampositivas y gramne-gativas. Una mezcla de Arnica con sustan-cias esterínica y triterpénica manifestó efecto rubefaciente e irritativo en la piel cuando se aplicó localmente y en segunda instancia la helenalina y dihidrohelenalina (Knuesel, 2002; Merfort, 2003).

Estudios in vitro sobre líneas de células de carcinoma de pulmón (GLC4) y cáncer de colon (colo 320), mostraron que la mayor parte de los flavonoides presentaron baja o moderada citotoxicidad, mientras que las lactosas sesquiterpénicas mostraron mayor citotoxicidad. Las lactosas sesqui-terpénicas de flor de Arnica en estudios in vivo inhibieron el crecimiento del tumor de ascitis de Erlich y Walker.

Homeopatía

Arnica como remedio homeopático es muy eficaz para el dolor causado por golpes y contusiones en músculos y partes blan-das, en hematomas, en caso de dolor que empeora con el movimiento y gran hiper-sensibilidad en la zona con «miedo a que lo toquen». Siendo un remedio útil para cualquier traumatismo, desde el originado en una contusión simple hasta los que lle-gan a la obnubilación, el shock traumático y coma (Vinovsky, 1979; Salva & Portell,

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2007). Este mismo efecto quedó demos-trado en pacientes que sufrieron traumas después de ejercicio físico o padecían de alguna otra afección del aparato locomotor (Kucera et al., 2011). En corredores de ma-ratón se les aplicó Arnica 30 D, con resulta-dos favorables (Tveiten & Bruset, 2003). Se utilizó Arnica 200 CH en 15 pacientes con traumas ortopédicos en condiciones donde no existían otros medicamentos, es decir, en situación de emergencia. Se les indicó dosis únicas 24 horas después del trauma, posteriormente se administraron otros medicamentos homeopáticos como Opium, Aconitum napellus y Arsenicum album, todos a 200 CH, con resultados favorables en el alivio del dolor (Oberbaum et al., 2003).

Arnica 12 D en glóbulos, comparada con placebo, en 60 pacientes después de ciru-gía de vasos sanguíneos, mostró que los pacientes tratados con Arnica presentaron menor cantidad de hematomas y en los casos que sí aparecieron resultaron ser de menor tamaño (Wolf et al., 2003).

En exodoncias dentales, Arnica logró dismi-nuir el sangrado y dolor posexodoncia en todos los casos estudiados, así como una re-ducción del sangrado en cirugía ortognáti-ca (Pinsent et al., 1986). Un ensayo clínico, fase II, controlado y aleatorio, determinó la eficacia de la terapia homeopática com-parada con el tratamiento convencional en extracciones de dientes temporales. El gru-po de estudio recibió Hypericum perforatum y Arnica, ambos a las 200 CH; por su par-te, el grupo control recibió el tratamiento convencional y concluyeron que el grupo de estudio fue más efectivo (94,3 %) (Rodri-guez-Gutierrez et al., 2013). Se recomienda utilizar Arnica montana homeopática antes de la cirugía bucal y en traumatismos tanto de tejidos duros como blandos, en una revi-sión bibliográfica sobre la homeopatía y sus usos en estomatología (Puig et al., 2009). En este sentido también quedó demostra-do que administrar Arnica días antes de la cirugía disminuye el sangrado intraopera-torio (Gray & West, 2012).

De 45 pacientes con diagnóstico clínico de edema facial traumático se les dio Arnica a 30 de ellos (10 gotas de dinamizaciónes a 6, 30 y 200 CH), los 15 restantes recibieron piroxicam. Se evaluaron al tercer, quinto y séptimo días. Arnica resultó efectiva en 96,6 % y piroxicam en 66,7 % de los pacien-tes (Beauballet et al., 2002).

Arnica 30 CH mostró ser excelente en el proceso de recuperación posterior al par-to (Hofmery et al., 1990). Arnica 5 CH a la 15 CH se encontró que ayuda a restaurar el peristaltismo intestinal después de ci-rugía abdominal y ginecológica (Barnes et al., 1991). Arnica en la equimosis después de blefaroplastia de párpados superiores se comparó con un placebo, los resultados mostraron solo una pequeña diferencia en-tre el placebo y el de Arnica (Kotlus et al., 2010). Con el mismo propósito, 29 pacien-tes fueron tratados con Arnica después de ritidectomía comparado con un control. Los resultados mostraron diferencias a fa-vor de Arnica en relación con el tamaño de las equimosis (Seeley et al., 2006).

Arnica 30 CH como componente de un com-plejo homeopático (Rhus toxicodendrum, Be-lladona y Arnica montana) todos a 30 CH, se aplicó directamente sobre la bacteria Esche-richia coli en medio de cultivo. Se reportó que el producto actuaba sobre el ADN de la bacteria (Saha et al., 2012).

En animales de laboratorio, se valoró la ac-tividad antiinflamatoria, utilizando Arnica 6 CH. Se ha comprobado dicha actividad y está en discusión su atribución a la helena-lina que inhibe la señalización del NF-KB ya que alquila la subunidad p65 del NF-KB e inhibe la unión del complejo y la trascrip-ción del NF-KB-dependiente de genes (Ma-cedo et al., 2004).

Efectos adversos y/otóxicos de Arnica montana

La helenalina, presente en el aceite esencial de Arnica, puede ser venenosa si es consu-mida en grandes cantidades y cualquier consumo de esta debe estar indicado por un médico. Pueden aparecer vómito y dolor de cabeza, alteraciones digestivas y diarrea. Sobre heridas abiertas podría ocasionar re-acciones alérgicas fuertes, que se manifes-

«Las diversas fito-formulaciones de Arnica son

seguras y confiables para tratamientos destinados a aliviar el dolor, reducir

la inflamación y las equimosis postraumáticas y

posquirúrgicas»

2002). Eficaz cuando existe sensación de cansancio, magulladura generalizada y el cuerpo parece quebrado. Para signos y sín-tomas después de cualquier traumatismo al organismo, como anuria, apoplejía, con-moción cerebral, congestión cerebral, can-sancio, epistaxis, fracturas, furúnculos, he-moptisis, hemorragias, laringitis, púrpura y ciatalgias (Ernest, 1999). Arnica mostró ser un remedio significativamente eficaz para disminuir el dolor en potencias altas (10 MK), en traumatismos importantes (Campbell, 1976). A la 6 CH reduce los pro-cesos inflamatorios (Macedo et al., 2004) y promueve la recuperación de lesiones y heridas (Salva & Portell, 2002).

En el caso de Arnica 4D para tratamiento de inflamaciones y hematomas posquirúr-gicos en forma oral, se comparó su eficacia con diclofenaco sódico. 88 pacientes se di-vidieron en dos grupos. Un grupo recibió Arnica 3 veces al día, la otra mitad recibió diclofenaco sódico vía oral. Ambos grupos, recibieron el tratamiento por 4 días después de cirugía. Los resultados mostraron que no hubo diferencia significativa a favor de alguno de los productos utilizados (Karow et al., 2008).

También con respecto a Arnica 30 CH en globulillos, se evaluó posterior a cirugía artroscópica de rodilla comparada con un placebo en 227 pacientes con diferentes afecciones de rodilla; se demostró que los tratados con Arnica presentaron menor in-flamación y dolor con respecto al placebo (Brinkhaus et al., 2006). Con esta misma potencia, en forma de tabletas Arnica mos-tró disminuir el dolor después de tonsilec-tomías en un ensayo clínico al compararlo con placebo (Robertson et al., 2007). En cirugía de mano, Arnica mostró disminuir el dolor y la inflamación (Ernest, 2003). Al respecto, los autores discuten que posible-mente este efecto sea debido a la disminu-ción del edema producido por la abertura de los vasos linfáticos. Resultado similar se reportó en cirugía del síndrome de túnel carpiano (Jeffey & Belcher, 2002). Su efec-to analgésico quedó demostrado al reducir el grado de dolor en pacientes postopera-torios (Robertson et al., 2007; Norred et al., 2000; Jeffrey & Belcher, 2002). En pa-cientes sometidos a implantes, Arnica 5 CH demostró su utilidad en reducir el edema y dolor al compararlo con nimesulida 100 mg (antinflamatorio oral) 2 veces por día durante 3 días, Arnica se indicó 3 veces al día en gotas sublinguales (Mazzocchi et al.,

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en 67 (50%) no se encontraron diferencias. En general encontramos que la homeopatía es más efectiva que el placebo; sin embargo existen otros análisis que dicen lo contra-rio (Cucherat, 2000). A pesar de la aparen-te contradicción, no debemos olvidar que la homeopatía en su esencia no cura cier-to tipo de enfermedad, sino enfermos, ya que considera la individualidad en el trata-miento de su paciente. Es por ello que los estudios que describen su eficacia contra cierta enfermedad no miden otros paráme-tros existentes en el enfermo, tales como estado de ánimo, sueño, carácter, apetito y otros; como homeópatas, nuestro deber es mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes y restablecer su salud. Por ello, consideramos que la homeopatía merece su lugar como una medicina segura, res-petable, con fundamento científico, para el tratamiento integral de los enfermos.

tarían a través de dermatitis con erupciones en la piel. El consumo de 2 o 3 cucharadas de este aceite podría ocasionar paro car-diorrespiratorio y en mujeres embarazadas puede causar abortos espontáneos. Debido a esto, sólo es recomendable utilizar el acei-te en aplicaciones externas. Como planta medicinal, tiene un potencial tóxico que se manifiesta por la aparición de nauseas, vómitos, dolores abdominales, vértigos, disminución de la conductividad y reflejos espinales, alucinaciones, gastroenteritis, alteraciones cardiacas e incremento de la presión arterial, por lo tanto no se reco-mienda su uso interno. La administración tópica puede producir reacciones alérgicas cutáneas, eczema y dermatitis edematosa.

La dosis letal reportada para una ingesta de Arnica en humanos se ha calculado en alrededor de 60 gr. Ante un cuadro de in-toxicación se procederá a provocar vómito y lavado gástrico. Desde el punto de vista homeopático solo se encontraron dos estu-dios donde reportan efecto tóxico produci-do por aplicaciones tópicas de formulacio-nes que contienen Arnica. Tiene un gran potencial de producir reacciones alérgicas (Jocher et al., 2009) y la ingesta prolonga-da de Arnica 30 CH ocasionó disminución

Los primeros seis coautores son licenciados en Homeopatía y alumnos del quinto cuatrimestre de la

Especialidad en terapéutica homeopática de la UNAG. El séptimo coautor es Doctorante

en Desarrollo Humano (UNAG) y Docente UNAG [email protected], [email protected],

[email protected], [email protected], [email protected], [email protected],

[email protected]

severa de la visión y neuropatía óptica, pre-sentando en la fase inicial vómitos severos (Venkatramani, et al., 2013).

Conclusiones

Arnica motana se ha utilizado ampliamente por sus propiedades medicinales, en forma tópica principalmente. Sus efectos tóxicos reportados, han sido atribuidos a las lac-tonas sesquiteperpenicas presentes en la misma. El análisis de la presente revisión, nos permite afirmar que las diversas fi-to-formulaciones de Arnica son seguras y confiables para tratamientos destinados a aliviar el dolor, reducir la inflamación y las equimosis postraumáticas y posquirúrgi-cas. Desde el punto de vista homeopático, el Arnica cuenta con estudios en animales de laboratorio y estudios clínicos controla-dos comparados con medicamentos alopá-ticos y placebo, que demuestran su eficacia. Así como ensayos con placebo de diferen-tes preparaciones homeopáticas donde vemos que la homeopatía es más efectiva que el placebo (Shang, 2005). 134 ensayos clínicos controlados se encuentran en la li-teratura para finales del 2007, 59 ensayos reportan resultados positivos (44%), en 8 encontraron resultados negativos (8%) y

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Desarrollo Humano

Dos visiones del sí-mismo. Un análisis comparativo de las concepciones de Carl Jungy Ken Wilber

Sergio Alejandro Sainz Flores

El presente trabajo tiene como finalidad realizar un análisis de las conceptua-

lizaciones del sí-mismo haciendo una re-visión del modelo del eminente psicólogo Carl Gustav Jung, y la visión de una de las mentes y personalidades de la psicolo-gía transpersonal de mayor renombre en nuestros días: Ken Wilber. Lo anterior será a partir de los supuestos que rondan este concepto polisémico que aparece en casi la mayoría de las teorías que actualmente se vislumbran tanto en la psicología como en el desarrollo humano.

El sí-mismo (self) no es propio de la psi-cología, pues ya existía, por ejemplo, en visiones orientales como el Tao (Preciado, 2012); así como en el hinduismo (Martín, 2009); además de tener presencia en el pensamiento de Nãgãrjuna (Vélez de Cea, 2003); también fue considerado en los es-critos alquimistas (Jung, 2004), aunque

El siguiente esquema pertenece a Jung (1986, p. 99).

bajo aspectos simbólicos. Dicho concepto puede encontrarse en la filosofía de He-gel (2012); también dentro de la obra de Nietzsche (2006); así como en Heidegger (2007). Claro está, a este concepto no se le encuentra en su forma psicológica, sino filosófica, sin embargo, a través de un ejer-cicio epistemológico puede entenderse su interrelación con la psicología. Y no sufi-ciente con lo anterior, dicho concepto tam-bién tiene su aparición en el mito (Camp-bell, 2014) y, por supuesto, en la psicología desde James (2002) hasta Rogers (1990); en las visiones transpersonales de Assa-gioli (2010), Grof (2011) y en otro de sus contemporáneos: Manuel Almedro (2006). Lo anterior hace que la tarea de conceptua-lizarlo sea una encomienda con alto grado de complejidad. Por lo tanto, para evitar alguna tendencia o sesgo, se hablará de los autores respetando un orden meramente cronológico, es decir, según el orden de na-cimiento. Se iniciará con la visión de Carl Gustav Jung para posteriormente hacer la revisión de Ken Wilber y su modelo de la psicología y visión integral.

Es importante aclarar que para el apartado que corresponde a Ken Wilber se respeta-rá el uso del concepto self para no distor-sionar la traducción que, a diferencia de lo que ocurre con las obras completas de Carl Jung, mantiene el uso del término anglosa-jón. Esto únicamente con el fin de respetar las traducciones.

Para iniciar la revisión del sí-mismo, es importante abordar algunos elementos que en la visión de Carl Jung son de vital importancia, para posteriormente aden-trarnos al concepto en sí. El primero de ellos, uno de sus más reconocidos con-ceptos, el arquetipo fue definido por Jung como una posibilidad heredada (2012a), pues todo ser humano los lleva dentro de sí y en diversos ámbitos de la vida se

manifiestan. ¿Teóricamente qué significa este término?

Se debe poner atención a los elementos de los estratos 10 y 11. El primero de estos hace referencia al inconsciente personal o sombra; en el siguiente, más profundo, tenemos a lo inconsciente colectivo. A di-ferencia del anterior, este último no se adquiere con la experiencia, sino que pro-viene de un factor heredado, o mejor dicho, innato. En palabras de Jung (2004):

He elegido la expresión “colectivo” por-que este inconsciente no es de naturaleza individual sino universal, es decir, que en contraste con la psique individual tiene contenidos y modos de comportamiento que son, cum grano salis [como un grano de sal], los mismos en todas partes y en todos los individuos (…) existente en todo hombre [en todo ser humano] (p. 10).

Salta inmediatamente una pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre lo inconsciente personal y lo inconsciente colectivo? Los contenidos de lo inconsciente personal son en lo fundamental los llamados complejos de carga afectiva, que forman parte de la intimidad de la vida anímica. En cambio, a los contenidos de lo inconsciente colectivo los denominamos arquetipos (Jung, 2004, p. 10). Para precisar, hablando de lo incons-ciente personal o sombra tenemos, en pala-bras de Connie Zweig (2008), que:

Podríamos decir que nosotros somos – a la vez que no somos – ese extraño al que la psicología conoce con el nombre de som-bra. Oculta a nuestra conciencia, la som-bra no forma parte de la imagen que te-nemos de nosotros mismos. Pero, aunque parezca irrumpir de la nada – evidencian-do un abanico de conductas que van desde los chistes groseros hasta la agresividad abiertamente destructiva –, su presencia

1. Sensación2. Pensamiento3. Intuición4. Sentimiento 5. El Yo, la voluntad

oscuraexterior

blanco

6. Recuerdos 7. Contribuciones

subjetivas 8. Afectos 9. Irrupciones 10. Inconsciente personal11. Inconsciente colectivo

zona más clara

zona central más oscura

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«El camino de la evolución que ha conducido a la humanidad desde la inconsciencia hasta la conciencia es el

camino trazado por las transformaciones y por el

ascenso de la libido»

nos recuerda a un visitante inesperado cuya visión nos avergüenza y nos llena de humillación (…) su emergencia siempre va acompañada de dolor y sufrimiento y nos pone en manos del Otro, es decir, de aquel que habita dentro de nosotros y al que nunca podremos llegar a controlar, aquel que pone en cuestión nuestra au-tocomplacencia y nos hace sentir inacep-tables, ansiosos, irritables, disgustados o enfadados con nosotros mismos (p. 12).

Jung (2004) retoma el concepto de ar-quetipo de Filón de Alejandría quien hizo de este término una paráfrasis explicativa del Eidós de Platón donde las ideas son in-mutables y eternas. Esta denominación es precisa pues indica que (el arquetipo) tiene componentes de origen primitivo y es esto lo que hace que se vuelvan trascendentes para la consciencia.

Es importante comentar que en los prime-ros acercamientos de Jung (1986) a los ar-quetipos se percató de que estos se encuen-tran cargados de energía (libido) y que son entidades autónomas, como lo es en cierta medida el Yo. Cabe señalar que el concepto de libido de Jung es diferente del que utili-za Freud, pues en este último es más una energía sexual, y en el primero es una ener-gía dinámica y transformadora, más aquí no se profundizará en esta discusión. Con lo anterior se abre el camino para entrar de lleno a la revisión del arquetipo que Jung denominó como sí-mismo; cabe señalar que existen diversos elementos de la psique como lo son el anima y animus, la sombra, el yo, la persona, entre otros. Los dos últimos no serán abordados en el presente trabajo.

Símbolos

Existe en la literatura junguiana una cons-tante que es la del simbolismo; esta es una de las áreas de amplio interés en el desa-

(Wilber, 2010 p. 20)

Imagen tomada de: Nante (2012, p. 438).

rrollo de la teoría del eminente psicólogo de Zurich, pues desde su óptica, estos símbolos son los úni-cos capaces de transformar al ser humano, tal como lo afirma Wilber (2008) en su libro El proyecto At-man. Al hablar de símbolos es obli-gatorio hacer mención de la libido, y es en esta unión que Erich Neu-mann (citado en Wilber, 2008) dice que el camino de la evolución que ha conducido a la humanidad des-

de la inconsciencia hasta la conciencia es el camino trazado por las transformaciones y por el ascenso de la libido (que para la psi-cología junguiana no es tanto la energía se-xual como la energía psíquica en general).

Es importante resaltar que, en el citado li-bro, Wilber otorga a uno de los capítulos el mismo nombre que aquel afamado libro de Jung denominado símbolos de transforma-ción. Más allá de las diferencias que pueden tener en extensión, ambos documentos otorgan una cualificación inmejorable del símbolo, convirtiendo a éste en uno de los puntos medulares de sus teorías.

Es innegable que intentar explicar la impor-tancia y magnitud del concepto de símbolo en un par de párrafos es imposible. Para el lector interesado es recomendable la revi-sión de los libros que se mencionan más arriba y que aparecen en las referencias.

El sí-mismo en la visión de Jung

La visión de Jung acerca del concepto del sí-mismo tiene su origen en aquello que se escribió en el último libro publicado por el autor (póstumo, por cierto), el cual, a pe-sar de haber sido escrito en los primeros años de 1910, fue el catalizador de tan vas-ta obra: El libro rojo. En éste “es fácil dar-se cuenta que “Filemón” es el sí-mismo de Jung” (Sainz, 2015, p. 22).

Jung señaló que, ciertamente, la existencia de una realidad trascendental es evidente en sí misma, pero a nuestra consciencia le re-sulta muy difícil construir los modelos inte-

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«Jung señaló que, ciertamente, la existencia de una realidad trascendental

es evidente en sí misma, pero a nuestra consciencia le resulta muy difícil construir

los modelos intelectuales que han de ilustrar el en-sí de nuestras percepciones»

lectuales que han de ilustrar el en-sí de nues-tras percepciones (citado en Nante, 2012, p. 193), y esto le ocurre al sí-mismo, pues es posible hacer toda una argumentación teórica y conceptual que intente acercarse a este “concepto”, aunque en este primer autor se tiene una ventaja, pues él se deno-mina a sí mismo como un empirista (Jung, 2009); todos los datos que a continuación se muestran, fueron extraídos de su prác-tica clínica y fundamentados y argumenta-dos con un amplio bagaje epistemológico.

Para hablar del sí-mismo es importante señalar que en este modelo la integración es uno de los puntos de mayor relevancia, pues tenemos que en cada arquetipo, por ejemplo en la sombra, existen elementos que no son reconocidos y, por lo tanto, no están al alcance de la consciencia; al mo-mento de asimilarse al yo, este último se aproxima al sí-mismo. Dicho proceso se da por el reconocimiento de las proyecciones tanto de la parte del anima como del ani-mus (Jung, 2007a). Por anima se entiende la parte femenina en el varón y por animus la parte masculina en la mujer.

En las figuras del anima y del animus se expresa la autonomía del inconsciente colectivo (…). Ellas personifican los con-tenidos de este, que cuando retirados de la proyección pueden ser integrados a la consciencia (…) Si entre ambos se pro-duce una tensión, entonces la función, hasta el momento inofensiva, aparece

personificada frente a la consciencia y se comporta aproximadamente como una escisión sistemática de la personalidad o alma fragmentaria. (…) Los efectos del animus y del anima pueden hacerse cons-cientes; pero ellos mismos representan factores trascendentes a la conciencia, sustraídos tanto a la intuición como a la voluntad. Por lo tanto, permanecen autó-nomos, aun a pesar de la integración de sus contenidos [pues tienen carga afecti-va, libido] (Jung, 2007a, p. 33).

A estos tres elementos es necesario agre-gar un cuarto, que en el varón correspon-de al anciano sabio y en la mujer al de la gran madre; todos estos elementos (anima, animus, sombra y su respectivo anterior) representan un cuaternio matrimonial. De esta unión es que se deriva el “último libro”, denominado así por Jung (2007b), Mysterium coniunctionis, en donde habla del proceso de integración de estos cuatro com-ponentes, que en sí mismos conforman el proceso de individuación con el cual se cir-

cunda al sí-mismo, pues esta es la única vía de llegar a él: la integración (Jung, 2012b).

El sí-mismo en la visión de Ken Wilber

El modelo integral de Ken Wilber (2008) obedece precisamente a una cuestión de síntesis de diferentes visiones tanto de la psicología, que va desde las etapas del de-sarrollo cognitivo, social, personal interno y externo, así como visiones del conductis-mo; la psique inconsciente desde los mode-los de Freud y Jung, pasando por modelos humanistas como el de Abraham Maslow, visiones existenciales retomadas de la figu-ras de Fromm y Frankl hasta la psicología transpersonal; incorpora además elemen-tos de diversas religiones y la espiritualidad desde cosmologías orientales como lo son el Budismo o el Hinduismo. Su obra puede identificarse, o bien clasificarse como je-rárquica y estructuralista, aunque desde el punto de vista del autor es holoárquica, es decir, su teoría habla de totalidades dentro de totalidades (Wilber, 2005).

La estructura del self (sí-mismo)

Cuando Wilber (2010) habla del espectro de la conciencia, hace alusión a las estruc-turas básicas del sistema del self, que se pueden observar en la imagen, y que serán los pilares para la revisión de lo que es, en la visión del fundador de la psicología inte-gral, dicho concepto.

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Sergio Alejandro Sainz Flores.

P. T. Informática (Conalep)Licenciado en Psicología (UTEG)

Maestro en Ciencias de la Educación (UVM)Doctorante en Desarrollo Humano (UNAG)

Docente UNAG [email protected]

De acuerdo a Wilber:

(…) en el desarrollo psicológico existen dos grandes tipos de estructuras u orga-nizaciones fundamentales: las estructu-ras básicas y las estructuras de transición (…) a lo largo del proceso de desarrollo las estructuras básicas concretas tienden a ser subsumidas, incluidas o subordi-nadas, mientras que las estructuras de transición, por el contrario, tienden (…) a ser negadas, disueltas o reemplazadas. La gestión de este desarrollo estructural, por su parte, corresponde al self (o sis-tema del self), el locus de identificación, volición, defensa, organización y “meta-bolismo” (…), en cada uno de los diferen-tes niveles de crecimiento (2005, p. 17).

Dicho de otra forma, y utilizando una me-táfora que el mismo autor utiliza en su psicología integral, el self viene a ser quien sube a través de los escalones, que son las estructuras básicas, y que asciende cada vez más arriba; en cada nuevo peldaño que va dejando atrás va integrando este nuevo nivel, es decir, domina el estadio anterior. Esto permite que el concepto que nos atañe vaya “madurando” con el paso de los esta-dios de desarrollo hasta alcanzar el punto más alto que no es el causal, sino el déci-mo al que Wilber (2010) se refiere como el último: “Después de haber atravesado completamente el estado de cesación o de absorción causal en lo no manifestado, la conciencia despierta finalmente a su mora-da previa y eterna como Espíritu Absoluto y radiante y omnipenetrante, uno y mu-chos, único y todo, integración e identidad completa” (p. 26).

Ahora bien, a todo esto, se añade que este sistema del self se vale de algunos elemen-tos como lo son: la identificación, que es cuando se reconoce al “yo/mi”. Posterior-mente se habla de la organización, el cual da orden a lo adquirido a través de las es-tructuras. La voluntad es otro ingrediente del sistema, y se refiere a la decisión libre; la defensa es el siguiente, que es el corres-pondiente a los mecanismos de defensa; el metabolismo, que se explica como “digerir

las experiencias”; por último, el de navega-ción, si se decide quedarse en algún escalón o avanzar al siguiente, a excepción de los últimos dos (Wilber, 2010).

Con todo lo anterior se tiene entonces que en la visión de Carl Jung el sí-mismo es un ser que trasciende el tiempo y el espacio, aquel que tiene en sí el conocimiento de aquello que se encuentra en lo inconsciente colectivo, y que es el espíritu en la persona; en Wilber, se puede leer intrínsecamente que en este sistema del self en su nivel más alto aquel “último” es de igual magnitud, sólo que la gran diferencia radica en que el autor del proyecto Atman lo ve como una estructura jerárquica a la cual se puede ac-ceder por voluntad propia. En Jung, es el sí-mismo quien entra en la conciencia des-de su voluntad.

Es un camino sinuoso el intentar definir al sí-mismo, por lo tanto, ningún teórico pue-de ser concluyente en este aspecto, por tal motivo, el presente trabajo se presenta más como una invitación que como un punto fi-nal; será tarea del lector adentrarse en los profundos esquemas de Jung y Wilber para que pueda ser aquel que tenga, no la últi-ma palabra, sino la que continúe a lo aquí descrito, pues como escribe Jung (2012b): “Mas el camino es mi sí-mismo más pro-fundo, mi propia vida formada sobre mí” (p. 323).

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«Mas el camino es mi sí-mismo más profundo, mi

propia vida formada sobre mí»

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Creatividad y Mundo Empresarial

El dilema del punto de partida en el estudio del ser humano en las organizaciones

Max Eduardo Gómez Jones

Las ideas acerca del papel del ser humano en las organizaciones, en particular a

partir de la revolución industrial, han sido una constante. Voces que abogan por reva-lorar la posición de quien hace posible es-tas organizaciones parecen estar cada vez más en la agenda de teóricos y prácticos en la materia. Sin embargo, desde el inicio, el abordaje teórico del tema implica una serie de retos, uno de ellos es la dicotomía del punto de inicio de los análisis, ya que, si bien compartimos como especie un sin nú-mero de similitudes, también como indivi-duo el ser humano resulta una entidad úni-ca, transitoria, indivisible, impredecible e irrepetible. Este texto pretende abordar brevemente algunos aspectos de ambos extremos y algunos abordajes de este tema

Antecedentes

Parece ser un hecho frecuente en las reu-niones de amigos en esta época que exis-tan comentarios acerca de los efectos de este mal del siglo XXI que denominamos estrés; las historias, las más serias que han culminado en el deceso o la inca-pacidad permanente de personas por efectos de aquella, pare-cen estarse incremen-tando en particular en las empresas con fines de lucro. Las demandas que estas plantean a sus colabo-radores se están

convirtiendo en un foco de preocupación para varios sectores de la sociedad. Este fenómeno, aunque parece estar ligado al ritmo de la vida moderna, no es tan recien-te como se pudiera considerar, aunque, de la misma manera que la deuda de un país no pasa de unos pocos miles de dólares a cifras inmanejables de cientos de miles de millones de la noche a la mañana o el peso de una persona no pasa de una cifra un poco por encima de lo normal a toneladas, la gravedad de los efectos del estrés en la sociedad en lo general y en las empresas descritas en particular, también tiene una historia más o menos larga detrás de ella.

La observación de la problemática social desde dentro y fuera de las empresas y organizaciones acerca de la desviación de los objetivos de las empresas con respecto a la valoración del bienestar de los seres humanos que las componen a partir del

siglo XIX, aunque limitada y en más de una ocasión un tanto cuanto clandestina, ha sido constante. Robert Owen enfrentó a la clase industrial de New Lanark, Esco-cia, señalando que las condiciones en las que muchos trabajadores se encontraban eran muy deficientes y que eventualmente terminaría por perjudicarlos a todos, inclu-yendo a los dueños de las empresas y a la sociedad en su conjunto. Owen promovió entre los administradores la toma de con-ciencia y alentó el rol de ser reformadores del sistema, reduciendo jornadas de traba-jo, construyendo viviendas dignas y otras acciones promovidas en su tiempo (James & Freeman, 1994).

En su manifiesto comunista, Marx y Engels señalan a la burguesía como la que viene a socavar más las ya de por si segmentadas sociedades del feudalismo y hace una dura crítica a la relación entre el burgués, la má-quina y el obrero señalando que el primero considera que al perder la autonomía se ha perdido el atractivo del trabajo del obrero,

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quien se convierte en un simple accesorio, realizador de operaciones más sencillas, mas monótonas y simples (Marx & Engels, 2012). Esto es, la máquina hacía los traba-jos complejos y por tanto de más valor, el ser humano que la operaba hacía lo más simple y de menos valor. Una máquina, para estos tiempos tendría más valor que un ser humano, o varios seres humanos juntos. El análisis realizado por Jones (2007) inicia con una reflexión acerca de la importancia de estas ideas en diferentes tiempos y afir-ma que el Manifiesto Comunista de Marx y Engels, en retrospectiva, tuvo una mucha mayor influencia política y económica en el siglo XX que en el XIX. Su impacto en la so-ciedad se observó hasta después de 1914. Su vigencia después de 1950 continúa per-meando las ideologías que buscan menores niveles de desigualdad.

A partir del fin de la segunda guerra mun-dial, la era de la relación hombre-máquina en las condiciones de desigualdad señala-das 100 años antes y que prevaleció duran-te esta centuria, parece iniciar un cambio hacia una relación más amigable entre el ser humano, la máquina y los conceptos de ergonomía; aunque con relación a la salud fueron abordados desde el código de Ham-murabi, al señalar como debían ser trata-dos los esclavos para prolongar su vida útil al reducir el daño a su salud, fue en 1961 cuando la revista internacional del trabajo definió ergonomía como la “aplicación con-junta de algunas ciencias biológicas y de ingeniería, para asegurar que entre el hom-bre y el trabajo exista una óptima adap-tación mutua con el fin de incrementar el rendimiento del trabajador y su bienestar” (Jouvencel, 1994, p. 9).

Sin embargo, a partir de esta generación emanada de la postguerra, la relación de los seres humanos con la actividad que des-empeñan enfrenta retos que al momento parecen no estar siendo superados. La rela-ción entre las cargas de trabajo, que con la modalidad del estrés laboral han prolonga-do la relación inequitativa entre el hombre y los medios de producción de satisfactores -del arado a la máquina, y de ahí, a los es-tados financieros- ha provocado una visión del mundo que con una carga de crítica y humor, Wilber (2004) describió al compa-rar el desarrollo de estas generaciones con una mirada estrábica. Con un ojo orientado al sueño de la transformación del mundo en un amable lugar para cohabitar y con el otro viendo la respiración del sueño revo-

lucionario, que busca acabar con las apa-rentemente invencibles fuerzas opresivas del ayer indiferente y despiadado del ser humano (p. 9).

El grupo de Cambridge, un equipo de in-vestigadores y editorialistas de esta uni-versidad, constituidos en un movimiento humanista en los negocios, cuestiona acer-ca de la personalidad del rey, describe, uti-lizando esta analogía, cómo desde la crea-ción de las sociedades, antes y durante la edad medieval, éstas estaban organizadas alrededor de un poder central que ya hacía tiempo había dejado de ser representado por el humano en sí para centrarse en un rey, un sacerdote, ambos o incluso una fi-gura que representa ambos poderes, lo que a menudo costaba vidas humanas. A partir de movimientos libertarios, las sociedades, al menos las occidentales, comenzaron un proceso de substitución de estas figu-ras centrales que la revolución industrial aceleró y que ha dado como resultado el nombramiento de un nuevo rey, la maximi-zación de las utilidades financieras de las organizaciones. Ese es el nombre del nuevo rey (Spitzaeck, Pirson, Amann, Khan & von Kimakowitz, 2009).

Este grupo de autores e investigadores, entre otros, plantea que una nueva era, en la que el ser humano se posicio-ne nuevamente como el rey, esto es, a quien sirven las organizacio-nes, ha comenzado y debe ser el fundamento de una nueva revolución del pensamiento indus-trial. No son pocos, ni aislados los esfuerzos hechos en este sentido, incluso desde el naci-miento mismo de la revolución industrial, como se describe en un caso más adelante, sin embargo, el punto de partida acerca de la conceptualización del ser humano desde su individualidad y colec-tividad parecen ser un desafío a superar.

El dilema

Quizá una de las razones por las que la utilidad se niega a dejar su lugar como aparente rey de las organizaciones, es por-que es mucho más sencillo de definir que el ser humano. La naturaleza del dinero es la de uniformizar el valor de las cosas, es finalmente una representación del precio de las cosas que puede ser dividido de una forma que los objetos no lo pueden ser. Es un concepto. El ser humano es mucho más complejo que eso.

La definición del ser humano en su colec-tividad no se podría entender sin su con-ceptualización individual. Las similitudes entre todos los seres humanos y las dife-rencias que encontramos entre culturas, lu-gares e individuos, incluso entre el mismo individuo en diferentes ambientes, repre-sentan un reto de proporciones antropoló-gicas, que, en este sentido, es equiparable a proporciones astronómicas.

Nombrar rey a un ente con asombrosas similitudes y estratosféricas diferencias representa una complejidad importante.

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Definir en cualquier momento más de siete mil millones de seres componiendo una comunidad con una serie de cosas co-munes a todos ellos o al menos a sectores de esta población luce como un gran reto. Una organización como en las que se fun-damentan los estudios referidos anterior-mente, en las que la utilidad y la maximi-zación de esta son hoy en día el rey, no es tan diferente en el sentido de la dualidad colectivo-individual a una comunidad. Los estudios acerca de los individuos en las co-munidades realizadas por diversos autores pueden ayudar a esclarecer algunos puntos en esta relación aparentemente lejana. Los argumentos que Gómez del Campo (2011) expone en su análisis teórico acerca de la visión humanista de la intervención comu-nitaria: el enfoque centrado en la persona, puede arrojarnos alguna luz sobre el acceso a las necesidades individuales trabajando con comunidades y acercarnos a encontrar elementos que liguen estas dos situacio-nes extremas, lo general y lo particular.

Posiciones

Entronizar al ser humano representa un reto mayúsculo. Los seres humanos, en el instante de estar escribiendo esta palabra, son un total de 7.167.840.733; al terminar de escribir la frase serán unos doscientas más (Worldmeters, s.f.). Todas las perso-nas tienen una serie de coincidencias y divergencias en muchas categorías, cada

una de ellas con particularidades únicas e irrepetibles. Por eso no puede lograrse una generalización.

Si estimamos al hombre como especie bio-lógica y en el marco social que podemos comparar como actual, aún de manera amplia, lo tendríamos que ubicar en los últimos 10,000 años. En este periodo, la Population Reference Bureau (PRB), una or-ganización privada dedicada a cuestiones relativas a la población, estima que desde el 8,000 a.C. a nuestros días, han existido unas 107.6 mil millones de personas.

Casi son ciento ocho mil millones de seres que han compartido las características bio-lógicas y sociales comunes de una especie. En este contexto, Solano (Schuster, 2002) refiere, apoyado en Schutz, que la significa-ción de los actos de las personas es defen-dida por la subjetividad, la cual representa la dimensión clave para el abordaje de los asuntos humanos y, por ende, de la cons-trucción de las hipótesis científicas acerca del mundo. Las experiencias individuales son continuamente retadas por la percep-ción del individuo con respecto a su acervo de conocimientos y en ese momento la ex-periencia pasada se convierte ahora en par-te del almacén de experiencias que servirá como marco en el próximo instante.

En cierta contraposición a los conceptos de Schütz, en la economía que nos plantea

Nida-Rümelin (Spitzaeck, Pirson, Amann, Khan & von Kimakowitz, 2009), se estable-ce la universalidad de los individuos, lo cual enfatiza en el hecho de que se puede consi-derar al ser humano como un todo colec-tivo sin diferencias esenciales entre razas, naciones, tiempos o culturas.

El énfasis del carácter individual de los se-res humanos se acentuó durante el renaci-miento, como lo describe González (2003) se había generalizado en esta época tenien-do como sustrato el individualismo que no contemplaba otra fuente de certeza y mo-ralidad más que el individuo aislado, sobre lo cual resultaba imposible la construcción de una sociedad. González (2003) afirma que en este movimiento se encuentra el marco de la génesis de los dos errores ca-racterísticos de la modernidad: el liberalis-mo individualista y el socialismo estatista. La base del trabajo de Carlos Marx es opo-nerse a la tradición del individualismo ato-mista predominante en el pensamiento liberal, que considera al hombre como indi-viduos aislados a partir de los cuales surgen la sociedad y sus conflictos. En su visión, Marx describe al hombre como zoon politi-kon, un animal político, aunque tomando distancia de la posición de Hegel, para la que “el individuo no tiene un lugar propio”, y sin dejar de reconocer que la sociedad está compuesta por hombres reales, Marx fundamenta su trabajo en la absorción de

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estos por las clases, el Estado o la sociedad (Prior, 1988).

Propuestas de enfoquesa la problemática

Greg Epstein (Spitzaeck, Pirson, Amann, Khan & von Kimakowitz, 2009) realiza una serie de preguntas acerca de la dualidad re-ferida y sus razonamientos pueden repre-sentar una base interesante para comenzar a comentar acerca de aquella problemática bipolar. Epstein se pregunta ¿dónde debe-mos de buscar el balance entre el huma-nismo universal y la individualidad de los seres humanos? En sus palabras señala tres puntos fundamentales para comenzar nuestras consideraciones; en primer lugar, debemos de considerar que en cualquier grupo humano habrá diferentes voces que se levantarán, y que, exhibiendo la mis-ma debilidad de la democracia numérica, puede ser que las voces minoritarias son aquellas que pueden representar mejor a ese sector. En segundo lugar, debemos de ser imaginativos al intentar situar las ideas surgidas de los diversos grupos culturales en un nuevo entorno social y, finalmente, considerar que el trabajo con individuos puede ser diferente e incluso opuesto al grupo social del cual emana.

Otra forma de enfocar el problema es dividirlo en niveles; Claus Dierksmeier (Spitzaeck, Pirson, Amann, Khan & von Kimakowitz, 2009) propone realizar los análisis desde al menos tres terrazas; des-de el nivel micro, en el cual, el ser humano tiene la capacidad de autocrítica y basado en ello, puede cambiar constantemente sus preferencias y por tanto sus acciones. Un segundo nivel de análisis, es el Meso, en el cual los trabajadores en conjunto respon-den a un estímulo general de manera más o menos uniforme siempre y cuando los de-

Max Eduardo Gómez Jones

Ingeniero Químico (U. de G.)Maestro en Administración (U. de G.)

Maestro en Desarrollo Humano (UNAG)Candidato a Doctor en Desarrollo Humano (UNAG)

Ha laborado por 26 años en la industria privada.  Profesor UNAG

En este espectro de consideraciones, debe-mos de encontrar un elemento que analice, proponga y actúe como unión entre ambos extremos para convertir esta dicotomía en una unidad sobre la cual se pueda trabajar en el entendimiento del fenómeno que re-presenta, y a partir de ahí transformar la realidad en beneficio de los individuos y de la sociedad en su conjunto. Este elemento, podría encontrarse en otro fenómeno que ha sido abordado bajo diversas ópticas: el liderazgo.

Así, una idea que considere el análisis como un todo del ser humano individual y su in-clusión en las organizaciones a través de un liderazgo efectivo parece abrir un intere-sante abanico de oportunidades.

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Wilber (1996) nos ofrece una alternativa con su cosmovisión basada en el concepto de los holones, en la cual el hombre, consi-derado como un holón, un ente en el cual coexisten dos impulsos, la tendencia a con-servar la totalidad y la tendencia a conser-var su parcialidad dentro de un todo. El fra-caso en mantener este equilibrio de fuerzas resulta en la destrucción del holón (p. 42). Si bien Wilber no se refiere específicamen-te al ser humano como un holón, tampoco lo descarta, por lo que podemos tomarlo como un modelo en el análisis del tema.

Conclusiones

El problema parece ser complejo. El ser humano es un ser individual que nace de una combinación única y que a lo largo de su vida es modelado por sus experiencias únicas en el tiempo y el espacio. Este ser humano complejo, único e irrepetible, no se puede concebir sino en el marco de una sociedad que lo contenga y limite, para lo cual, formas generales deben ser desarro-lladas y adecuadas a estos sectores de la sociedad.

Las organizaciones son subconjuntos de estos sectores sociales, la observación de las aspiraciones y las necesidades de los individuos como grupo han sido tema de estudio y debate continuo. Modelos que buscan explicar esta realidad han sido pro-puestos en términos generales y el aspecto individual generalmente forma parte del marco de referencia o de una consideración que se tiene que hacer para llevar a la prác-tica los modelos propuestos.

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«es a través del proceso de socialización donde

la sociedad transfiere la cultura al individuo, al grupo y a la comunidad imponiendo una estructura de vida social

determinada»

Cultura y Sociedad

Hacia una perspectiva sociológica de la cultura Héctor M. León Trujillo

Introducción

Es innegable que la persona adopta los hábitos, creencias y pautas de compor-

tamiento de la sociedad en que vive. Desde la óptica sociológica, es a través del proceso de socialización donde la sociedad trans-fiere la cultura al individuo, al grupo y a la comunidad imponiendo una estructura de vida social determinada; la sociología de la familia es una de las ramas de la sociología de mayor impacto en la comprensión de cómo la institución familiar funge como agente socializador de la persona. La fun-ción de la socialización consiste en desa-rrollar las habilidades y normas que según los códigos culturales es necesario que el individuo porte en función de infundirle las aspiraciones, valoraciones y el «plan de vida» que posee esa sociedad en particular.

Para Fitcher (1994), la socialización es un proceso de influjo mutuo entre una perso-na y sus semejantes, un proceso que resulta de aceptar las pautas de comportamiento social y de adaptarse a ellas. Esto no impli-ca que la persona deje de ser un individuo. La socialización se puede describir desde dos puntos de vista: objetivamente, a par-tir del influjo que la sociedad ejerce en el individuo y subjetivamente, a partir de la respuesta o reacción del individuo a la sociedad. De acuerdo a Fitcher (1994, pp. 40-41): “Objetivamente, la socialización es el proceso por el que la sociedad transmite su cultura de generación en generación y adapta al individuo a las formas aceptadas y aprobadas de la vida social organizada. Subjetivamente, la socialización es un pro-ceso que se desarrolla en el individuo mien-tras éste se va adaptando a la gente que le rodea”.

La teoría de que los grandes hombres causan el cambio histórico,

se ha visto matizada por la constatación de que los mismos líderes

son producto de su cultura y por tanto tan sólo pueden operar

en los límites de su ambiente sociocultural

(Fitcher, 1994, p. 27)

Antecedentes históricos y principales precursores de la sociología

La obra del filósofo Henri de Saint Simon (1760-1825) se considera precursora en la comprensión del pensamiento social des-de diversas perspectivas como la visión tecnocrática, la socialista, la positivista y la internacionalista (Valeriano, 2009); fue hasta la llegada de Augusto Comte (1798-1857) que se utilizó el concepto de socio-logía en el siglo XIX. Su contenido estuvo relacionado al inicio con la historia y la fi-losofía. Comte, asimismo, pretendió hacer de ella una ciencia positiva, es decir empí-rica e inductiva, la ciencia de las leyes del progreso. De acuerdo a Valeriano, “Comte consideró que la realidad social era un todo complejo, integrado por múltiples partes estrechamente entrelazadas, por lo que la realidad social debía estudiarse en su tota-

lidad y en las relaciones recíprocas que la componen” (2009, p. 14).

Más tarde, la sociología se popularizó a tra-vés de Herbert Spencer (1820-1903), quien la definió como la ciencia de la evolución social. La sociología surgió, de cierta for-ma, por la necesidad de la sociedad de au-to-comprenderse, una sociedad compleja que, durante el siglo XIX, al surgir diversos fenómenos que trastocaron la vida cotidia-na social, alimentaron el interés por la com-prensión sociológica, por las causas y efec-tos de los sistemas sociales que acontecían. En este sentido, la sociología como ciencia se relaciona con las condiciones de existen-cia y el desenvolvimiento de las sociedades humanas. Así el objeto de estudio de la so-ciología es la sociedad y su organización. Ficther menciona que: “La sociología dirige su atención al hecho humano de «vivir jun-tos»; estudia las leyes constantes del com-portamiento social tal como existe en todas partes en la sociedad. Toma como objeto central de estudio el hecho de las relaciones humanas: todo lo que contribuye a la aso-ciación humana o deriva de ella es materia de estudio para la sociología” (1994, p. 17).

El comportamiento social es concreto. La interacción social se desarrolla en la vida cotidiana concreta; pero para analizarla y comprenderla, necesitamos aprender a conceptualizarla. Esto significa que hemos de entrenarnos a abstraer de los sucesos concretos las generalidades esenciales. También cabe mencionar que todo soció-logo no puede separarse completamente

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de la cultura en que él mismo se encuentra envuelto, sus propios valores personales reflejan en cierto modo, los valores so-ciales de la cultura que ha hecho de él un miembro social. Por los que los valores so-ciales son las normas o el criterio confor-me al cual ordenan su comportamiento los miembros de una sociedad.

En sociología se considera al ser humano como homo socius: persona social. Por lo que el punto de partida es la persona en sus relaciones humanas con los demás. Las personas sociales forman la unidad de la sociedad y las pautas de comportamiento la unidad de la cultura. Fitcher refiere: “El término «social» deriva del latín socius, que significa compañero o asociado. La poten-cialidad para ser un socius y para aprender a obrar como tal es innata en el hombre, y se la llama a veces «socialidad». La persona es social en el sentido de que no sólo tie-ne tendencia a relacionarse con otras, sino también necesidad de relaciones humanas” (1994, p. 37).

La persona social se encuentra inserta en el sistema social cumpliendo una función, concepto fundamental de la corriente so-ciológica macrosocial denominada funcio-nalismo, cuyo postulado plantea de manera general que todo elemento social tiene un propósito, el cual sólo cobra sentido con re-lación al todo que es la sociedad, donde los fenómenos sociales se explican únicamen-te por la función que cumplen para mante-ner en equilibrio el aspecto colectivo; Emile Durkheim (1858-1917) es considerado precursor de esta corriente.

Objeto de estudio de la sociología y sus relaciones con la comprensión cultural

Fitcher menciona lo siguiente:

Los sociólogos dicen que la cultura se «in-terioriza», que el individuo la «encarna» de modo que «desde dentro» su conducta sigue siendo influida por ella. La cultura no es algo meramente exterior al indi-viduo. Todo su trasfondo social influye enormemente y sin cesar en las formas de pensar y de comportamiento que adopta la persona en cualquier momento dado (1994, p. 41).

La explicación de Fitcher sobre la «cultura» es estrictamente técnica. Todas las perso-nas poseen cultura y deben tenerla necesa-

riamente en cuanto participan en grupos y en la sociedad total. También la cultura es el producto humano. La cultura está hecha por el hombre, por lo que puede decirse que todo lo que el hombre hace es parte de la cul-tura. El hombre es por naturaleza un animal social, productivo y creador, y el sistema so-ciocultural total es producción del hombre.

Existen razones para estudiar los productos de la cultura material, ya que son símbolos significativos de la conducta humana, en el sentido que la cultura puede interpretarse a partir de los géneros de objetos que la so-ciedad usa y valora. Pueden llamarse tam-bién vehículos de la cultura, que acarrean gran parte de la carga física de las funcio-nes sociales y son asimismo instrumen-tos que utiliza la gente para actualizar sus formas de comportamiento. Además son productos de los individuos de la sociedad que los ha inventado y confeccionado para responder a sus necesidades sociales.

Los sociólogos definen la cultura como “todas las costumbres, creencias, valores, conocimientos y artefactos que se apren-den y los símbolos que se comunican cons-tantemente entre un conjunto de personas que comparten una forma de vida común”

(Light, 1992, p. 79). En otra definición de cultura, se puede proponer que es la “totali-dad compleja que incluye el conocimiento, la creencia, el arte, la moral, la ley, la cos-tumbre, y cualquier otro hábito y capacidad adquirido por el hombre como miembro de la sociedad” (Fitcher, 1994, p. 271).

De esta forma, la cultura existe donde sea que haya gente, de modo que se habla de culturas primitivas y de culturas civiliza-das, siendo estas últimas más complejas y desarrolladas que las primeras. Respecto al sentido más amplio de la cultura, ésta com-prende todas las capacidades y costumbres adquiridas por los seres humanos en aso-ciación con sus semejantes.

Es importante señalar la permanencia de la cultura, ya que es persistente, sin embargo, el individuo humano entra en ella y even-tualmente sale. La suma de las pautas de conducta institucionalizadas de cualquier sociedad forma la herencia cultural. Sin embargo, a pesar de la persistencia de la cultura, esta también desaparece o deja de existir, en el sentido de que la totalidad de la gente que la utilizaba deja de adoptarla o que gradualmente fue absorbida la masa social por otra cultura.

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«La suma de las pautas de conducta institucionalizadas

de cualquier sociedad forman la herencia cultural»

«Existen razones para estudiar los productos de la cultura material, ya que son

símbolos significativos de la conducta humana, en el

sentido que la cultura puede interpretarse a partir de los

géneros de objetos que la sociedad usa y valora»

Valeriano y otros (2009) expresan que la definición sociológica de cultura implica una forma de vida completamente apren-dida en el interior de la sociedad. Los es-tilos de vestir, de saludar a la bandera, de responder el teléfono, de comunicación con los adultos y las celebraciones religio-sas son parte de la cultura. En este sentido, el sociólogo Howard Becker formula la idea de cultura al describirla como las compren-siones compartidas que las personas utili-zan para coordinar sus actividades.

La cultura tiene funciones, hace y ofrece un esquema o proyecto de vida al sistematizar la conducta social de las personas, da sen-tido a los fragmentos de la conducta social al coordinarlos y relacionarlos al sistema social.

Otra función es la de reunir e interpretar los valores de una sociedad, otorgando el descubrimiento a través de la cultura del sentido e intención de la vida individual y social. Así la cultura es base para la solida-ridad social, generando adherencia, lealtad y el compartir tradiciones culturales; “se puede decir que «tiene valor» todo lo que es útil, deseable o admirable para la perso-na y el grupo” (Fitcher, 1994, p. 295); cada cultura tiene su propio sello distintivo para distinguir una sociedad de otra, y es el fac-tor predominante en la constitución y con-figuración de la personalidad social.

Valeriano y otros (2009) precisan y afirman que la cultura es un sistema de expectativas (pensamientos, creencias, opiniones, entre otras) y objetivos (intereses, motivos, gus-tos, orientaciones) ampliamente comparti-dos dentro de la sociedad; así, la sociedad es un tipo de agrupación humana perma-nente, con una cultura definida, un senti-miento y una conciencia más o menos viva de los vínculos que unen a sus miembros en

la coparticipación de intereses, actitudes, criterios de valor.

Importancia de la cultura y su comprensión como agente socializador fundamental

En otros sentidos, la cultura también pue-de ser vista como ideología, ya que una sociedad “puede identificarse por su «men-talidad cultural» y porque puede colocarse en algún punto de una escala que va de la cultura sensible (materialista, secular, em-pírica) a la cultura de las ideas (transcen-dental, sagrada, espiritual). Cada cultura se identifica luego por su sistema de significa-dos, su núcleo de valores, ideología o ethos (Fitcher, 1994, p. 277).

La cultura tiene elementos, estos pueden clasificarse en dos partes fundamentales: la material y la inmaterial. La material está formada por todos los objetos físicos que las personas diseñan y construyen para ob-tener alguna utilidad. En referencia a lo in-material, consiste en la creatividad del ser humano, expresada como valores, creen-cias, normas de conducta, costumbres, símbolos, lengua, tradiciones y sistemas políticos.

El concepto de cultura, tal como es utiliza-do en la investigación sociológica tiene un significado mucho más amplio que el que se le da comúnmente. “En sociología, la cultu-ra se refiere a la totalidad de lo que apren-den los individuos en tanto miembros de la sociedad; es una forma de vida, un modo de pensar, de actuar y de sentir” (Chinoy, 2004, p. 36).

Chinoy (2004) explica que la cultura tiene lugar porque los hombres poseen cultura, es decir poseen patrones comunes sobre el bien y el mal, sobre lo correcto o lo equivo-cado, lo apropiado o lo inapropiado, y por-que tienen actitudes semejantes y compar-ten una misma reserva de conocimientos sobre el medio -social, biológico y físico- en que viven. La cultura, tal como ha señalado George Murdock, es en gran medida “idea-cional”. Por ello:

Es obvio entonces que la cultura no puede existir sin la sociedad. La cultura es el re-sultado de las interacciones de las perso-nas dentro de un sistema social. Una nor-ma social es una regla que dice la forma como las personas deberán comportarse en situaciones particulares. Parte del proceso de adquirir una cultura no ma-terial es aprender las normas de compor-tamiento (Valeriano et al., 2009, p. 49).

La cultura no material proporciona pautas de comportamiento e ideas sobre lo que es “bueno” y “correcto”; la cultura también da algunas nociones sobre lo que signi-fican ciertos símbolos, valores, normas, costumbres, tradiciones, leyes, gestos, so-

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Héctor León Trujillo

Licenciado en Psicología Maestro en Ciencias de la Educación

Docente UNAGDoctorante UNAG

[email protected]

nidos o imágenes de nuestro entorno. Es así también un sistema dinámico formado por las actividades de los seres humanos, que obedece a tiempos y espacios diver-sos (a veces en una misma región existen grupos de comportamiento diferente ante el mismo acontecimiento). Un aspecto im-portante de la cultura radica en que ha pro-porcionado el conocimiento y las técnicas de sobrevivencia a la humanidad, para con-trolar y dominar la naturaleza. La cultura es aprendida y compartida, es adquirida a lo largo de la vida (se aprenden creencias y hábitos); de esta forma, la cultura es recibi-da y regulada por la familia como principal agente socializador. De tal modo: “El con-cepto de socialización es básico para anali-zar el orden social. Se trata de un proceso por el que la persona aprende e interioriza, en el transcurso de su vida, los elementos socioculturales de su medio ambiente, los integra y da estructura a su personalidad, con la influencia de experiencias y agen-tes sociales significativos, para adaptarse, de esta manera, al entorno social” (Gid-dens citado por Álvaro, 2003, p. 175).

De esta manera el proceso de so-cialización intenta o pretende el ajuste entre persona y sociedad, donde los agentes socializado-res tienen el objeti-vo manifiesto de la socialización de la cultura. La cultura tiene entre sus funciones “el hecho de servir de vínculo, de lazo, de portadora de unas pautas y valores comu-nes” (Álvaro, 2003, p. 176).Macionis & Plummer (2011) mencionan como componentes principales de la cul-tura: los símbolos, el lenguaje, los valores y creencias; así, “los cambios que se pro-ducen en una dimensión cultural, por lo

general, van acompaña-dos también por otras t r a n s f o r m a c i o n e s ” (Macionis & Plummer, 2011, p. 132). Sin em-bargo, no todos los ele-mentos de un sistema cultural cambian a la misma velocidad. Por otro lado, las culturas son desiguales y algu-nos rasgos de la misma benefician a algunos miembros a expensas

de otros. La cultura también es fuente de conflicto y coerción.

Conclusiones

Cultura, socialización y persona social son tres términos interrelacionados de gran importancia en la ciencia social. La cultura es definida como las costumbres, creencias, valores, conocimientos y símbolos que son comunicados a través del proceso de socia-lización a la persona social.

De esta forma es como los individuos in-corporan las normas culturales, en un de-terminado contexto socio-histórico, en el que se encuentran diversos agentes socia-lizadores como familia, medios de comuni-cación e instituciones.

Es significativo señalar que el proceso de socialización transcurre durante toda la vida del individuo. Este proceso cumple con la función de desarrollar las habilida-des y los códigos culturales vigentes de esa cultura en el individuo, grupo y sociedad en general.

Por último, es importante reconocer, en el sentido anteriormente discutido, que el sistema social está compuesto por la per-sona social, la cual representa a la cultura. Las culturas se caracterizan por una sociali-zación desarrollada por la asociación de las relaciones de la persona social.

REFERENCIAS

Álvaro, José (2003). Fundamentos sociales del com-portamiento humano. Barcelona: UOC.

Chinoy, Ely (2004). La sociedad. Una introducción a la sociología. México: F.C.E.

Fichter, Joseph (1994). Sociología. Barcelona: Her-der.

Macionis, John & Plummer, Ken (2011). Sociología. Madrid: Pearson-Prentice Hall

Valeriano G., Arciniega R., Espinosa R., Juárez M., Vázquez S. (2009). Sociología. México: Mc-Graw-Hill.

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Vida Universitaria

¿Qué esta pasando en UNAG?Patricia Paola Gómez Luna

Entre los eventos más significativos de este cuatrimestre se encuentran los que se men-cionarán enseguida.

FESTEJO DE DÍA DE LAS MADRES

El pasado 10 de Mayo, como cada año celebramos a todas esas mujeres tan

importantes en nuestras vidas, seres in-cansables que marcan nuestra existencia con un vínculo incomparable. Es por esto que consentimos con felicitaciones, abra-zos y detalles a todas NUESTRAS MAMÁS UNAG, estamos muy orgullosos por su gran amor, entrega y esfuerzo que demues-tran cada día.

FESTEJO DEL DÍA DEL MAESTRO

En cada plantel la Universidad ofreció a su equipo docente un desayuno en el que

estuvieron presentes las autoridades de la Universidad para entregarles algunos

obsequios. Tuvimos la oportunidad de compartir anécdotas de aquellos que

nos han acompañado por varios años, agradecimientos de nuevos integrantes

y muchos momentos divertidos. ¡Gracias por ser pilar fundamental en nuestra

universidad!

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BIENVENIDA DE ESTUDIANTES

En la semana del 23 al 28 de mayo se rea-lizaron los cursos de Inducción para los

alumnos de primer ingreso; en esta forma-ción se brindan datos sobre la fundación e historia de Universidad, se invita a la vi-vencia de los valores, el modelo Humanis-ta y la convivencia sana. Asimismo, se les comunica la función de los servicios gene-rales que se ofrecen en la Universidad y la manera de contactarse con cada uno de los colaboradores en las distintas áreas. Des-pués se realizaron convivencias en las que estuvieron presentes el Rector, los coordi-nadores de cada área y algunos directivos. Con todo esto se logró conocer las expec-tativas, intereses, ocupaciones y lugar de origen de los nuevos estudiantes. Todos obtuvieron un obsequio de bienvenida con artículos de la UNAG , no se hicieron es-perar los consejos y buenos deseos de los compañeros de cuatrimestres más avanza-dos dando muestra del sentido de comuni-dad que vivimos en esta institución.

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JORNADAS DE CONFERENCIAS

En el plantel López Mateos, el 22 de junio tuvo lugar la conferencia titulada “Las

adicciones: el mal de hoy en día”, dictada por la Mtra. Coralia Talamantes; también participó el Lic. Fernando Rafols, con su discurso “Encontrando el amor de mi vida”. El siguiente día, los licenciados David Ca-non y Eduardo Aceves ofrecieron la confe-rencia “Emprendurismo desde la innova-ción y la tecnología”; luego, el Lic. Carlos Bermudes invitó a los asistentes a poner en práctica lo comentando en su charla “Ac-titud ante todo, empresa consciente”. Su-mado a estos eventos, el día 25 de junio, el Dr. Alberto Asero comunicó valiosos datos sobre “La música y el autoconocimiento”. En el plantel Guadalupe Zuno, el día 24 de

junio se realizó la conferencia para docen-tes “Metodología de la Investigación en Homeopatía, trabajo por proyectos”, im-partida por el Dr. Jesús Carlos Ruvalcaba. Al día siguiente, el mismo ponente se refi-rió a la “Trascendencia de la investigación en homeopatía, la satisfacción y el recono-cimiento como investigador”. El día 29 de junio, la Mtra. Yoana Martínez Sandoval compartió sus conocimientos en “Nutri-ción Vegana y Deporte”. El mismo día, el Mtro. Gerardo Ávila Martínez habló sobre el “Estado nutricional del paciente en base a la evolución de su actividad física”.

Las conferencias fueron complementadas el 30 de junio con el Dr. José Luis Hugo González y su charla “Familia y Discapa-cidad”, así como con el tema “Vivencia mente-cuerpo”, facilitada por Margarita González de la Parra. También en este día tuvo su participación el Dr. Octavio Balde-ras, quien estableció algunas pautas para el “Modelo biopsicosocial en el acompaña-miento del paciente”. Finalmente, el Lic. Gildardo Quintero, ofreció una “Introduc-ción a la Homotoxicología”.

Por último, el sábado 2 de julio, el Mtro. Juan Manuel Aguilar, asoció en conferen-cia los conceptos de “Psiquiatría y Homeo-patía”; lo anterior fue antecedente de la conferencia “Ansiedad y homeopatía”, del Mtro. Mario Torreblanca. En estos even-tos se realizó también la presentación del segundo volumen de la revista GIRUM, así como del disco de meditación RELAX´s del Mtro. Mario Torreblanca.

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EVALUACIÓN DOCENTE

La Universidad Antropológica de Guadalajara tiene como uno de sus principios fundamentales “ la mejora continua”, es por ello

que en el pasado mes de Julio se realizó el proceso de evaluación docente y de servicios, apoyados en la nueva plataforma escolar de la universidad: los alumnos participaron activamente y nos com-partieron sus opiniones acerca del servicio recibido por las distintas áreas de la universidad, de igual manera evaluaron a los maestros que conforman la plantilla docente. Agradecemos a nuestros alum-nos por tomarse el tiempo y transmitirnos todas sus inquietudes, ofrecerles un servicio de calidad es tarea fundamental.

DÍA DEL PROFESIONISTA EN JALISCO

Todos los años, el Gobierno de Jalisco a través de la Dirección de Profesiones y los colegios de profesionistas entregan un recono-

cimiento a los profesionistas más destacados en el estado. El Colegio de Licenciados en Homeopatía del estado de Jalisco ( CoLHEJ ) fe-licita a Francisco José Segura Levy por haber recibido de manos del Gobernador del Estado, el Mtro. Jorge Aristóteles Sandoval Díaz el distintivo de “Profesionista destacado del Estado de Jalisco 2016”.

Francisco José Segura Levy comenzó sus estudios de Homeopatía en el año de 1984. Para el año de 1986 comienza su carrera como docente en materias médicas y homeopática. Varias instituciones y el gremio homeopático se vieron beneficiados con su participación como docente y coordinador académico.

Comenzó a trabajar para el Instituto de Especialidades de Guadala-jara (hoy en día la Universidad Antropológica de Guadalajara) desde que se impartían clases en distintas sedes, incluso fuera de Guada-lajara, en las ciudades de Colima y León.

A partir de entonces, el Maestro Francisco José Segura Levy ha for-mado parte del gremio mas selecto de homeópatas que conforman nuestra Universidad, por mas de 20 años.

Siempre acompañado por su maletín lleno de su tesoro bibliográfico, reparte sus dichos y anécdotas por los pasillos al mismo tiempo que deja huella en todos los conocimientos que comparte a sus alumnos.

¡Enhorabuena maestro Paco!

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ANIVERSARIO 31 DE LA UNAG

Llega el mes de Agosto y con él nos vesti-mos de celebraciones por el aniversario

de la UNAG, coincidiendo con la última se-mana de clases y las despedidas de los nue-vos egresados. Se organizaron taquizas, convivencias, videos emotivos, participa-ción de grupos musicales de rock, solistas, mariachi y muchos detalles más. En el mar-co de esta celebración se convocó en redes sociales al concurso “Pega tu calca UNAG”, en el que los estudiantes comparten diver-tidas fotografías de sus calcomanías y tie-nen la opción de ganar 2 tablets mediante el apoyo que recibieron en las redes.

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EXÁMENES DOCTORALES

Durante el ciclo escolar anterior se presentaron dos exámenes doctorales, representando un gran logro para la universidad.

El martes 19 de julio, Humberto Pérez, egresado del Doctorado en Alta Dirección, presentó ante la comunidad educativa su tesis ti-tulada El impacto de Lean Six Sigma en las organizaciones latinoame-ricanas y sus factores críticos de éxito. Por su parte , José Luis Hugo Enríquez, egresado del Doctorado en Desarrollo Humano, defendió la tesis Procesos de construcción del identidad en familias con un hijo o una hija que presenta limitaciones neuromusculoesquelética en el con-texto institucional del CRIT Occidente.

!Felicidades a los nuevos Doctores!

PRODUCTOS ALIMENTICIOS INNOVADORES

PRESENTACIÓN GASTRONÓMICA DE ALUMNOS DE NUTRICIÓN

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EXPOSICIÓN DE ARTEDE LOS ESTUDIANTES DE PSICOLOGÍAY HOMEOPATÍA.

Alumnos de la UNAG expusieron en ambos plan-teles sus trabajos, representando algunos de los

principales trastornos mentales; el Maestro José Aron Navarro Sandoval, docente de la universidad, fue el encargado de coordinar el trabajo para presentarnos verdaderas obras de arte.

Búsqueda de identidad

Soledad

Dos cuerpos, un alma

Paranoia

Esquizofrenia

Bipolar Dependencia-Inmadurez

El paro del tiempo Dualidad

Resentimiento-Destrucción Renacer

Luces y sombras Angustia

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ACTO ACADÉMICO

El día 10 de junio en el Hotel Holiday Inn Expo Guadalajara, se realizó el evento

de egreso de estudiantes de los distintos programas. Estuvieron presentes mas de 600 familiares y amigos, quienes emocio-nados y orgullosos, escucharon el discur-so ofrecido por el Mtro. Erik Misael Peña Cisneros a nombre de los Padrinos de Ge-neración deseándoles la mejor de la suerte en esta nueva etapa de vida. Por su parte, como representante de los egresados, el discurso de despedida fue realizado por la Mtra. Abigail Hernández Castro, egresa-da del Doctorado en Desarrollo Humano, quien nos compartió lo gratificante que es llegar a una meta , fruto de la dedicación y trabajo constante. Finalmente, el discurso de Clausura fue realizado por el Mtro. José Alejandro Garza Preciado, Rector de la Uni-versidad, quien con emotivas palabras les refrendó el cariño con el que siempre ten-drán abiertas las puertas a ésta, su casa de estudios.

Patricia Paola Gómez Luna

Lic. Diseño IntegralMaestría en Gestión Directiva

Dirección de Vinculación Universitaria [email protected]

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UNAG ACTO ACADÉMICO

UN

AG

EGR

ESA

DO

S

ALUMNOS EGRESADOS EN MAYO-AGOSTO 2016

LA UNIVERSIDADHUMANISTA DE GUADALAJARA

Leal Barceló Cecilia NanettMacias Zavala Erika GeorginaNares González Mónica FabiolaVázquez Mendoza Tania Sarina

MAESTRÍA EN BIOENERGÍA Y DESARROLLO HUMANOGeneración XXIVAlfred AdlerElizondo Sánchez María MagdalenaForteza Herrera Ernesto SantiagoGarcía Velazco Humberto ÁngelGonzález Cosío Castelán Alonso

MAESTRÍA ENGESTIÓN DIRECTIVAGeneración XVIJosé Antonio de CuervoCabezas Salazar Nayeli ElizabethCastellanos Acuña María de JesúsCuevas Radilla Mercedes ViridianaDelgadillo Díaz Jorge AntonioGarcía Hernández Eliana GuadalupeGarcía Hernández Silvia MargaritaGonzález Pérez Wendy ElizabethHernández Ramírez José MaríaHernández Vargas AlejandraHernández Zúñiga Jaime FranciscoLarios Aceves GerardoLópez González MaricruzMartínez Martín del Campo J. FranciscoMéndez Munguía OliviaMercado Rivas Simon LeobardoOlea Frías Laura LilianaPadilla Olivares EvaPreciado Aguilar José ManuelRamírez Rodríguez Ana YolandaRodríguez Almaraz Julio RubénVázquez Isidro EstebanVélez Martínez EnriqueVillalvazo Robles Araceli

MAESTRÍA EN INNOVACIÓN EDUCATIVAGeneración IVJean PiagetContreras García Francisco JavierHernández Zamudio DanielaPortillo Delgado Elia GuadalupeRobles Torres SaraRuiz Palomar Mario AlbertoTena Becerra María de Jesús

DOCTORADO ENDESARROLLO HUMANOGeneración VIIJosé Martín Gómez del CampoHernández Aizman Danika AndreaMeneses Padilla Jesús MauricioNavarro Sandoval José Aron

LICENCIATURA EN HOMEOPATÍAGeneración XXXIIIClemens Von BoenninghausenAguilera Herrera Estela MarissaAvendaño Grimaldi Jesús AntonioAvendaño Núñez RicardoÁvila Nuño ConcepciónAyar Cervantes Claudia del RosarioCasanova Fuentes Manuel GerardoCasián Santillán Juan CarlosCorona Fausto ManuelDelgadillo Vázquez Luis AntonioEscobedo Vargas Héctor ManuelGalaz Cesar Georgina LizetteGarcía Magaña Ricardo ArturoGómez Salinas Martín AlbertoGonzález de la Cruz Bárbara LilianaGonzález Fernández Miguel ÁngelGutiérrez Romero ConsueloIsarraraz Mendoza Mauricio JesúsMárquez Castro RodolfoMayorga Ordoño Cinthia AranzazuMedina Molina Yolanda JazmínOceguera de la Torre EsperanzaOntiveros Gutiérrez Cynthia NayeliPadilla Canal Luis EnriqueParra Vera María GuadalupePiña Mendoza Laura ElenaPlascencia Alcaraz Beatriz AdrianaPlascencia Frías Ana CristalRamírez Lepe GloriaRamírez Magallanes Ana IsabelRamos Cervantes Blanca IvoneRico García Lizeth RosalíaRodríguez Juárez Ana KarenRodríguez Martínez Grecia ViridianaRodríguez Valdivia Luis DavidRuiz Aguilar Lorenzo OmarRuiz Gutiérrez José GilbertoSainz Trejo ArturoSanjuan Cervantes DeyaniraSerrano Hernández Josymar AldairValadez Ortiz Iris CelesteVallarta Ruvalcaba JoséVelazquez Olivo LourdesVergara Pérez Karla Valeria

ESPECIALIDAD EN TERAPÉUTICA HOMEOPÁTICAGeneración XVIClemens Von Boenninghausen Casillas González Mayra ElizabethElias Baltazar Héctor

MAESTRÍA EN NUTRICIÓN Generación VAna Bertha Pérez LizaurGarcía Gómez María ElenaGuadarrama Navarro Laura YoaliHernández Sandoval AngélicaPérez Salazar María MagdalenaSerrano Hernández Cristhian IsraelYépez Pacheco Yolanda Susana

LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA SOCIALGeneración XIViktor FranklBedoy Flores Martha PatriciaCarrasco Trejo Domingo AlfonsoCastañeda de La Madrid Diego AlbertoCisneros Vázquez María LoretoCorona Cullen Maribel SusanaCruz Sánchez Juan JoséDe Anda Pérez Brenda DoloresDíaz Ochoa Sonia NayeliEspino Herrera Jesús MartínGalván Espino ErikaGonzález Rostro MarisolGuzmán Belio ManuelHernández Morales Nora MargaritaLara Cabral Sandra ElizabethLópez Rivera ArturoMartínez Navarro Mónica GabrielaNogueira Vázquez Marlene PatriciaRotzinger Naranjo ClaudiaSánchez Ibarra MarianaSerrano Núñez Nora IrériVega Fernández María LorenaVelasco Muñoz Martha PatriciaVillar Aréchiga Laura Elena

LICENCIATURA EN ORIENTACIÓN FAMILIARGeneración IXCarl Gustav JungRubio de Alba Patricia Mónica

LICENCIATURA EN EDUCACIÓNGeneración VIManuel López CotillaBarba Ramírez Nayeli MontserratBocanegra Muñoz Claudia LeticiaCastañeda Macias MartyCastañeda Velazquez Dulce MaríaCortes Covarrubias Julieta ElizabethDelgado Rodríguez Karen JanethElizalde Mariscal Anita LuciaElizalde Romo Rebeca GuadalupeGarcía Olvera HarmmonyGuerrero Lomeli Mario AlbertoGutiérrez Mendoza María ElenaGuzmán Bedolla Adelina

Herrera Ponce ClaudiaHerrera Tejeda ElizabethJuárez Alcantar María ElenaLedezma Mancilla ErnestoMariscal Partida Ana CarolinaMartínez Velazquez RaquelMoncada Mayorga IvánMorales Vázquez Carmen YeseniaPadilla Aceves EsperanzaQuiroz Salcedo Yazmín EdithRamos Salas María de JesúsRodríguez López María MagdalenaSantiago Martínez Herlinda EsmeraldaSantiago Vásquez MarcedaliaTorres Azpeitia Ma. de JesúsTorres Pérez Ana GuadalupeVázquez Aguilar Amalia LizettVázquez Martínez Elcy AuroraVillanueva González Yessica

LICENCIATURA EN DESARROLLO HUMANOGeneración XX

Alfred AdlerÁlvarez Ornelas Martha AliciaCruz Ugarte DoloresGutiérrez Castellanos María ElviraGuzmán Ramírez CeciliaIñiguez Ramírez Mariel EstefaniaRubio Vázquez RicardoVargas Huerta María del Socorro

MAESTRÍA EN CIENCIAS Y TÉCNICAS DE ORIENTACIÓN FAMILIARGeneración XVIIISalvador MinuchinGómez Aguirre DalindaGuizar Arellano AraceliMagaña Bojorquez Martín Raúl

MAESTRÍA EN PSICOLOGÍA TRANSPERSONALGeneración IX Ken WilberDe Loza Huizar Karla ViridianaEsparza Guzmán Yigessi MarbellaGutiérrez Hermosillo Beltrán

Débora Ivonne

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