Carta a los familiares de los misioneros diocesanos

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Madrid, 7 de mayo de 2012 Jornada Diocesana de los Misioneros Madrileños Domingo 20 de mayo de2012 "¡Sé laico misionero!" A los familiares de los misioneros diocesanos Mis queridos padres y familiares de los misioneros y misioneras madrileños: Estamos ya cerca de la celebración de la solemnidad de la Ascensión del Señor, que sube al cielo llevando consigo nuestra humanidad, para "sentarnos con É1" junto al Padre, como dice san Pablo, y así enviarnos el Espíritu Santo. El mismo Jesús se lo había dicho ya en la Última Cena: "Os conviene que yo me vaya. Porque, si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo enviaré". Y con el Don del Espíritu Santo podrán cumplir el mandato que les dejó el día de su Ascensión al cielo: "ld al mundo entero, y predicad el Evangelio a toda la creación". Porque Jesús quiere llegar a todos los hombres, nos ama infinitamente y quiere que todos, como dice san Pablo a su discípulo Timoteo, "se salven y lleguen al conocimiento de la verdad". Por eso, en esta fiesta de la Ascensión del Señor, que celebra toda la Iglesia el próximo domingo 20 de mayo, en Madrid celebramos la Jornada de nuestros Misioneros Diocesanos, de vuestros hijos, hermanos o familiares que han partido a otras tierras, lejos de vosotros. El mandato de Jesús de ir al mundo entero para

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Jornada Diocesana de los Misioneros Madrileños Domingo 20 de mayo de2012 "¡Sé laico misionero!" A los familiares de los misioneros diocesanos

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Madrid, 7 de mayo de 2012

Jornada Diocesana de los Misioneros MadrileñosDomingo 20 de mayo de2012

"¡Sé laico misionero!"

A los familiaresde los misioneros diocesanos

Mis queridos padres y familiares de los misioneros y misioneras madrileños:

Estamos ya cerca de la celebración de la solemnidad de la Ascensión del Señor, que sube al cielo llevando consigo nuestra humanidad, para "sentarnos con É1" junto al Padre, como dice san Pablo, y así enviarnos el Espíritu Santo. El mismo Jesús se lo había dicho ya en la Última Cena: "Os conviene que yo me vaya. Porque, si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo enviaré". Y con el Don del Espíritu Santo podrán cumplir el mandato que les dejó el día de su Ascensión al cielo: "ld al mundo entero, y predicad el Evangelio a toda la creación". Porque Jesús quiere llegar a todos los hombres, nos ama infinitamente y quiere que todos, como dice san Pablo a su discípulo Timoteo, "se salven y lleguen al conocimiento de la verdad".

Por eso, en esta fiesta de la Ascensión del Señor, que celebra toda la Iglesia el próximo domingo 20 de mayo, en Madrid celebramos la Jornada de nuestros Misioneros Diocesanos, de vuestros hijos, hermanos o familiares que han partido a otras tierras, lejos de vosotros. El mandato de Jesús de ir al mundo entero para llevar el Evangelio de la salvación resonó de un modo particular en su corazón y les movió a entregarse del todo a la misión. ¡Qué importantes son cada uno de ellos para Dios! Su presencia es un don para aquellos a los que llevan el Evangelio y les anuncian el amor y la paz de Dios. Pero también su vida es un regalo para Dios. ¡Qué bueno es que Dios pueda contar con ellos, con su vida, con su corazón, con su entrega! Cuando parten a países lejanos saben muy bien que no van a una tarea fácil; que su corazón, muchas veces, se desgarrará por el dolor de la soledad, la incomprensión, la enfermedad, el cansancio, y a veces incluso la persecución. Pero no reparan en estas dificultades, y deciden no poner excusas, impedimentos. No, ellos

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han respondido que sí al Señor y asumen ya esas pruebas antes de partir y lo siguen haciendo a lo largo del tiempo que lleven en aquellas tierras a las que Dios nuestro Señor los ha enviado.

Ese "Sí" también lo habéis tenido que dar vosotros. Renunciando a su proximidad y a su presencia entre vosotros, habéis dicho que sí al Señor también, y estoy seguro de que este sacrificio y esta renuncia va a dar muchos frutos en el trabajo apostólico de vuestro hijo, hermano o familiar misionero. Lo vuestro es otra forma de haber oído la voz del Señor invitando a su seguimiento. Vuestros hijos o hermanos lo saben y os lo agradecen, porque reconocen que la vocación misionera es cosa de ellos, sí, pero que también ha implicado vuestra vida entera. Por ello: ¡gracias!

El lema, este año, para la Jornada de nuestros Misioneros Madrileños es: "¡Sé laico misionero!" Cada año son más los seglares que descubren la misión como vocación propia suya también, porque, ciertamente, la misión de llevar el Evangelio a todas las gentes no está reservada a los sacerdotes o a las personas consagradas, religiosos y religiosas. Toda la Iglesia es misionera, y nos lo pone bien delante el Santo Padre ante este próximo curso, en el que vamos a celebrar el "Año de la fe" y nos proponemos vivir en nuestra Iglesia diocesana la exigencia de una nueva evangelización en la que hemos llamado "Misión Madrid". A todos los laicos cristianos de Madrid, y de modo especial a vosotros, que sin duda sentís muy de cerca la importancia de la misión "a todas las gentes", os animo a seguir el sentir del Papa Benedicto XVI, que a todos nos llama a llevar adelante con fuerza renovada la Nueva Evangelización, en este año, precisamente, del Sínodo que se va a celebrar en Roma con este fin, y de la constitución del nuevo Consejo Pontificio para !a Nueva Evangelización; y teniendo en cuenta también que la Jornada Mundial de la Juventud de! pasado verano en Madrid ha sido una gracia inmensa, y nos ha reavivado a todos el espíritu misionero, que abraza a toda la Humanidad, y no sólo a los jóvenes, sino a !a Iglesia entera.

Recibid mi saludo cordial, al tiempo que os encomiendo a la Reina de las Misiones, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Almudena, para que, con su poderosa intercesión, recibáis todas las bendiciones de Dios. Y encomendadme a mí y a nuestra diócesis madrileña a su intercesión.

Con todo afecto y mi bendición,

+ Antonio Mª Rouco VarelaCardenal-Arzobispo de Madrid