1 Bachiller cursante del 9º SemestreDe la Licenciatura en Turismo

“La planificación sin Gestión no es más que una Ilusión”.

Quijada Carlos1

Universidad De Oriente, Núcleo Nueva Esparta, Departamento de Servicios turísticos.Gestión de Destinos Turísticos.

netcool38@hotmail.com . Tel: 0295-2640451

Palabras claves: Planificación Turística, Gestión Turística y Superestructura Turística

La naturaleza del turismo nos indica que no se trata de una actividad aislada del

resto de actividades productivas de un país, por el contrario, el turismo está llamado a

ser “la primera industria del siglo XXI”. Según datos suministrados por la OMT en

1998, se produjeron 625 millones de llegadas internacionales y un total de 445.000

millones de dólares de gasto por turismo internacional, las previsiones de la

Organización Mundial del Turismo para el año 2020 son de 1.600 millones de llegadas

y gastos superiores a 2 billones de dólares, esto invita a los países donde esta actividad

no ha sido aprovechada a centrar sus miradas hacia el turismo como una fuente de

desarrollo, además de avisar a los países donde el turismo representa porcentajes

grandes o pequeños dentro de la producción nacional a prepararse de mejor forma para

canalizar la creciente y cada vez más exigente demanda de turistas que se desplazan por

el mundo.

Esta preparación no es otra que anteponerse a los hechos, adelantarse en el

tiempo para ganar la carrera, planificar en base a lo que se nos viene. Dicha

planificación es parte de las tareas a cumplir por la superestructura turística en un país,

la cual según Edgar Alfonso Hernández Díaz (1987) Es la que está conformada por

entes u organismos públicos y privados encargados y responsabilizados, de hecho o por

derecho, del desarrollo, planificación, promoción, orientación, control y gestión de la

actividad turística de un país.

En Venezuela el estado ha emprendido las tareas de la planificación del turismo

desde los años 70, para ese entonces fue incluido en el plan general de la nación un

plan nacional turístico, el cual conto con un enfoque meramente económico, de allí en

adelante se han creado un total de ocho planes estratégicos tratando de amoldarlos al

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devenir de las realidades que vive nuestro país. Algunos con más o menos gloria, pues

el alcance y fructificación de los planes no ha sido el adecuado. De seguir así no

seremos un producto atractivo en el exigente mercado mundial debido a la falta de una

verdadera planificación con la sucesión de una gestión adecuada que impulse a la

misma. El alcance de estos planes son prácticamente definitorios en nuestra actividad

turística futura, ya que con el pasar de algunos años se puede pronosticar una mayor

exigencia y conocimiento de los turistas que viajan por el mundo lo que acarrea una

mejor preparación y planificación de todo el sistema turístico que se conjuga en nuestro

país. No solo a la falta de planificación se le pueden achacar todas las culpas, pues la

planificación es dentro de esta conjunción de verbos que significa la actividad turística

venezolana, la intención, y bien dice un psicólogo brasilero Lair Ribeiro (1997) “la

intención sin acción es mera ilusión”. Debemos actuar poner en marcha esos planes y

que no solo sirvan como punto de partida o referencia al momento de realizar los planes

venideros.

La pregunta que nace a continuación sintetiza el motivo de estas líneas. ¿ Porque

a pesar de existir planificación por parte de los entes competentes, la actividad turística

nacional venezolana, no termina de concretarse o ser fructífera como debería para los

ingresos de la nación ? resulta que no es la falta de planificación, pues nos damos cuenta

que desde los años 70 se le viene dando, a veces mas o a veces menos, continuidad a la

planificación turística de nuestro país por parte del Estado, con la singularidad de que en

esta última década se le ha querido dar un enfoque social a la actividad turística

venezolana, pero el problema no es de planificación, pues debemos entender el

significado de la planificación turística según Edgar Alfonzo Hernández Díaz (1987)

“El proceso mediante el cual se analiza la actividad turística dentro de un ámbito

determinado, describiendo su desarrollo histórico, previendo su desenvolvimiento

natural y estableciendo conscientemente para su futuro un modelo integral de

comportamiento a través de la fijación de objetivos, metas e instrumentos claves y

alcanzables a fin de promover, coordinar y dirigir su desarrollo tomando en cuenta entre

otros factores la organización de los atractivos, el espacio y la planta turística”.

Entonces todo eso se hacho por parte de las autoridades, pues se ha tenido en cuenta la

evolución histórica de la actividad turística en nuestro país, se han fijado metas y

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objetivos alcanzables y cumplibles, el problema desde una perspectiva personal, que de

seguro compartirán, está en el seguimiento de la consecución de esas metas, el control

de las estrategias que se plantean, la GESTION que se le da a los planes que se realicen

y entendamos la gestión como la optimización de los recursos escasos en un contexto

socioeconómico organizacional en procura de la ejecución de un plan, su control y

evaluación, que permita integrar a los actores que intervienen en forma participativa

para la resolución de problemas haciendo uso de la oportunidad interna y externa que

se presente.

Resulta que dichos planes aseveran la utilización de tal o cual atractivo para ser

convertido en un destino, lo cual no puede ser mal visto, el problema esta a la hora de

darle el uso adecuado a ese destino, entender que debemos tener en cuenta una

capacidad de carga para poder ampliar la vida útil de ese destino, de buscar impactar de

la menor manera al ambiente con la actividad que se realice en esa área, de inmiscuir a

la comunidad para la consecución de objetivos y metas previamente planteadas, que esa

comunidad entienda que ese recurso no estará allí por siempre, y que nuestra tarea es

poder hacer el uso más sustentable posible en su aprovechamiento.

Entonces planifiquemos, pero seamos capaces de gestionar, de utilizar los

recursos cada vez más escasos que la tierra nos brinda de una manera más prospera y

equitativa con el ambiente, no hagamos planes que luego no llegan a nada , por la falta

de un seguimiento, control, evaluación o ineficiencia, ampliemos nuestra conciencia

pero de adentro hacia afuera, desde los organismos, desde la base, para poder hacer

cumplir las normas pero dando el ejemplo, cumpliendo objetivos y no dejando todos los

planes que realizamos en solo papeles que luego van a parar a un archivo como parte de

una historia inconclusa, donde no se llega a nada pero se sueña con todo.

En un mundo cada vez mas influenciado por la globalización, nuestro país no

puede apartarse o dejar de lado lo que está llamado a ser la industria del siglo XXI, el

turismo representa ganancias, crecimiento, desarrollo, intercambio de cultura, además

de los factores negativos que nos arroja , como la contaminación, destrucción,

transculturización, sin embargo, todo depende del enfoque que le demos a esta actividad

y lo capaces que seamos de adaptar ese enfoque a nuestras realidades, buscando

salvaguardar lo nuestro pero ofreciéndolo al mundo para que conozca el potencial que

poseemos.

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Entonces bien, llego el momento de actuar, de ser realistas, de soñar con lo

imposible, para poder tener el chance de hacerlo realidad, están invitados todos los que

crean en un futuro mejor, de lo que entiendan que el único camino es el del esfuerzo,

que de coger otro camino iremos al fracaso, necesitamos trabajar, tener pasión por lo

que hacemos y en esto no caven medias tintas, amerita compromiso tanto de los que

planean, como los que ejecutan, pasando por lo que controlan. Termino haciendo

alusión al título de estas líneas pues no es producto solo de mi imaginación, es el

reclamo de los que día a día vemos como se nos escapa de las manos este grande y

complejo huracán cargado con sus buenas y malas llamado Turismo. Entonces no

caigamos en los mismos errores y entendamos que la planificación de lo que hacemos

sin una debida gestión no es más que una ilusión.