Carlos Marx, 1913 - Lenin

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 Lenin -  Carlos Marx  - pág. 1 V.I Lenin CARLOS MARX (Breve esbozo biográfico, con una exposición del marxismo)  Fuente: Unión de Juventudes Socialista de Puerto Rico.  OMEGALFA Biblioteca libre

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Libro de Carlos Marx

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  • Lenin - Carlos Marx - pg. 1

    V.I Lenin

    CARLOS MARX

    (Breve esbozo biogrfico,con una exposicin del marxismo)

    Fuente:

    Unin de Juventudes Socialista de Puerto Rico.

    OMEGALFABiblioteca libre

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    Escrito:De julio a noviembre de 1914.

    Publicado por vez primera:En 1915, en el Diccionario Enciclopdico Granat, 7a edicin, tomo XXVIII.

    Procedencia del texto:Unin de Juventudes Socialistas de Puerto rico. http://ujs-pr.tripod.com/

    Edicin actual:

    Biblioteca Omegalfa

    I N D I C E

    Carlos Marx 3La doctrina de Marx 9El materialismo filosfico 9La dialctica 12La concepcin materialista de la Historia 14La lucha de clases 17La doctrina econmica de Marx 20El valor 20La plusvala. 22El socialismo 34La tctica de la lucha de clases 38

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    V.I Lenin

    CARLOS MARX [1]

    ARLOS MARX naci el 5 de mayo (segn el nuevo ca-lendario) de 1818 en Trveris (ciudad de la Prusia renana).Su padre era un abogado judo, convertido en 1824 al pro-

    testantismo. La familia de Marx era una familia acomodada, culta,pero no revolucionaria. Despus de terminar en Trveris sus estu-dios de bachillerato, Marx se inscribi en la universidad, primeroen la de Bonn y luego en la de Berln, estudiando jurisprudenciay, sobre todo, historia y filosofa. En 1841 termin sus estudiosuniversitarios, presentando una tesis sobre la filosofa de Epicuro.Por sus concepciones, Marx era entonces todava un idealistahegeliano. En Berln se adhiri al crculo de los "hegelianos deizquierda" (Bruno Bauer y otros), que se esforzaban por extraer de

    1 V. I. Lenin empez a escribir el artculo "Carlos Marx" -destinado al Dic-cionario enciclopdico de la Sociedad Granat Hnos.- en la primavera de1914, en Poronin (Galitzia), y lo termin en noviembre de 1914 en Berna(Suiza). En el prlogo a la edicin de 1918 de este artculo (aparecidacomo separata), Lenin cree recordar el ao 1913 como fecha en que fueescrito. Apareci por primera vez en 1915, en el Diccionario, con la firmade V. Iln, seguido de una "Bibliografa del marxismo". Teniendo en cuentala censura, la redaccin prescindi de dos captulos -"El socialismo" y "Latctica de la lucha de clase del proletariado"- e introdujo una serie de mo-dificaciones en el texto. En 1918, la Editorial Pribi public este trabajo,con el prlogo de V. I. Lenin, en forma de folleto, reproduciendo el textoque haba aparecido en el Diccionatio, pero sin la "Bibliografa delmarxismo". El texto completo del artculo, segn el manuscrito, fue publi-cado por primera vez en 1925, en Marx-Engels-marxismo, recopilacin deartculos preparada por el Instituto Lenin, anejo al CC del PC(b) de Rusia.

    C

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    la filosofa de Hegel conclusiones ateas y revolucionarias.Terminados sus estudios universitarios, Marx se traslad a

    Bonn con la intencin de hacerse profesor. Pero la poltica reac-cionaria del gobierno, que en 1832 haba despojado de su ctedraa Ludwig Feuerbach, que en 1836 le haba negado nuevamente laentrada en la universidad y que en 1841 priv al joven profesorBruno Bauer del derecho a ensear en Bonn, oblig a Marx a re-nunciar a la carrera docente. En aquella poca, las ideas de loshegelianos de izquierda progresaban rpidamente en Alemania.Ludwig Feuerbach, sobre todo desde 1836, comenz a someter acrtica la teologa y a orientarse hacia el materialismo, que en1841 (La esencia del cristianismo) se impone ya definitivamenteen su pensamiento; en 1843 ven la luz sus Principios de la filo-sofa del porvenir. "Hay que haber vivido la influencia liberadora"de estos libros, escriba Engels aos ms tarde refirindose a esasobras de Feuerbach. "Nosotros [es decir, los hegelianos de iz-quierda, entre ellos Marx] nos hicimos en el acto feuerbachia-nos."[2] Por aquel tiempo, los burgueses radicales renanos, quetenan ciertos puntos de contacto con los hegelianos de izquierda,fundaron en Colonia un peridico de oposicin, la Gaceta del Rin(cuyo primer nmero sali el 1 de enero de 1842). Marx y BrunoBauer fueron invitados como principales colaboradores; en octu-bre de 1842 Marx fue nombrado redactor jefe del peridico y setraslad de Bonn a Colonia. La tendencia democrtica revolucio-naria del peridico fue acentundose bajo la jefatura de redaccinde Marx, y el gobierno lo someti primero a una doble censura yluego a una triple, hasta que decidi ms tarde suprimirlo total-mente a partir del 1 de enero de 1843. Marx se vio obligado aabandonar su puesto de redactor jefe en esa fecha, sin que su sa-lida lograse tampoco salvar al peridico, que fue clausurado enmarzo de 1843. Entre los artculos ms importantes publicados

    2 Vase Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofa clsica alemana (C. Marxy F. Engels, Obras Completas, t. XXI.)

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    por Marx en la Gaceta del Rin, Engels menciona, adems de losque citamos ms adelante (vase la Bibliografa) el que se refierea la situacin de los campesinos viticultores del valle del Mosela.Como su labor periodstica le haba demostrado que conoca insu-ficientemente la economa poltica, Marx se dedic afanosamenteal estudio de esta ciencia.

    En 1843, Marx se cas en Kreuznach con Jenny von Westp-halen, amiga suya de la infancia, con la que se haba comprome-tido cuando todava era estudiante. Su esposa perteneca a unareaccionaria familia aristocrtica de Prusia. Su hermano mayorfue ministro del Interior en Prusia durante una de las pocas msreaccionarias, desde 1850 hasta 1858. En el otoo de 1843 Marxse traslad a Pars con objeto de editar en el extranjero una revistade tendencia radical en colaboracin con Arnold Ruge (18021880, hegeliano de izquierda, encarcelado de 1825 a 1830, emi-grado desde 1848, y partidario de Bismarck entre 1866 y 1870).De esta revista, titulada Anales francoalemanes, slo lleg a verla luz el primer fascculo. Las dificultades con que tropezaba ladifusin clandestina de la revista en Alemania y las discrepanciassurgidas entre Marx y Ruge hicieron que se suspendiera su publi-cacin. En los artculos de Marx en los Anales vemos ya al revo-lucionario que proclama la necesidad de una "crtica implacablede todo lo existente", y, en particular, de una "crtica de las ar-mas"[3] que apele a las masas y al proletariado.

    En septiembre de 1844 lleg a Pars, por unos das, FedericoEngels, quien se convirti, desde ese momento, en el amigo msntimo de Marx. Ambos tomaron conjuntamente parte activsimaen la vida, febril por entonces, de los grupos revolucionarios dePars (especial importancia revesta la doctrina de Proudhon, a laque Marx ajust cuentas resueltamente en su obra Miseria de lafilosofa, publicada en 1847) y, en lucha enrgica contra las diver-

    3 Vanse La carta de Marx a A. Ruge de septiembre de 1843 (C. Marx y F.Engels, Obras Completas, t. I.) y "Introduccin de la Contribucin a lacrtica de la filosofa del Derecho, de Hegel ". (Loc. cit.)

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    sas doctrinas del socialismo pequeoburgus, forjaron la teora yla tctica del socialismo proletario revolucionario, o comunismo(marxismo). Vanse, ms adelante, en la Bibliografa, las obras deMarx de esta poca, aos de 1844 a 1848. En 1845, a instanciasdel gobierno prusiano, Marx fue expulsado de Pars como revolu-cionario peligroso, instalndose entonces en Bruselas. En la pri-mavera de 1847, Marx y Engels se afiliaron a una sociedad se-creta de propaganda, la Liga de los Comunistas; tuvieron una par-ticipacin destacada en el II Congreso de esta organizacin (cele-brado en Londres en noviembre de 1847) y por encargo del Con-greso redactaron el famoso Manifiesto del Partido Comunista queapareci en febrero de 1848. En esta obra se traza, con claridad ybrillantez geniales, una nueva concepcin del mundo: el materia-lismo consecuente, aplicado tambin al campo de la vida social; ladialctica como la doctrina ms completa y profunda del desarro-llo; la teora de la lucha de clases y de la histrica misin revolu-cionaria universal del proletariado como creador de una nuevasociedad, la sociedad comunista.

    Al estallar la revolucin de febrero de 1848, Marx fue expul-sado de Blgica. Se traslad nuevamente a Pars, y desde all,despus de la revolucin de marzo, march a Alemania, ms pre-cisamente, a Colonia. Desde el 1 de junio de 1848 hasta el 19 demayo de 1849, se public en esta ciudad la Nueva Gaceta del Rin,de la que Marx era el redactor jefe. El curso de los acontecimien-tos revolucionarios de 1848 a 1849 vino a confirmar de manerabrillante la nueva teora, como habran de confirmarla en lo suce-sivo los movimientos proletarios y democrticos de todos los pa-ses del mundo. La contrarrevolucin triunfante hizo que Marxcompareciera, primero, ante los tribunales (siendo absuelto el 8 defebrero de 1849) y despus lo expuls de Alemania (el 16 de ma-yo de 1849). Marx se dirigi a Pars, de donde fue expulsado tam-bin despus de la manifestacin del 13 de junio de 1849;[4] en-

    4 El partido de la pequea burguesia "La Montaa" organiz, el 13 de juniode 1849, una manifestacin pacfica en Pars para protestar contra la in-

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    tonces march a Londres, donde pas el resto de su vida.Las condiciones de vida en la emigracin eran en extremo du-

    ras, como lo revela con toda claridad la correspondencia entreMarx y Engels (editada en 1913). La miseria asfixiaba realmentea Marx y a su familia; de no haber sido por la constante y abne-gada ayuda econmica de Engels, Marx no slo no hubiera po-dido acabar El Capital, sino que habra sucumbido inevitable-mente bajo el peso de la miseria. Adems, las doctrinas y tenden-cias del socialismo pequeoburgus, no proletario en general, quepredominaban en aquella poca, obligaban a Marx a librar cons-tantemente una lucha implacable, y a veces a repeler (como haceen su obra Herr Vogt [5] los ataques personales ms rabiosos ysalvajes. Mantenindose al margen de los crculos de emigrados yconcentrando sus esfuerzos en el estudio de la economa poltica,Marx desarroll su teora materialista en una serie de trabajoshistricos (vase la Bibliografa ). Con sus obras Contribucin ala crtica de la economa poltica (1859) y El Capital (t. I, 1867),Marx provoc una verdadera revolucin en la ciencia econmica(vase ms adelante la doctrina de Marx).

    El recrudecimiento de los movimientos democrticos, a finesde la dcada del 50 y durante la del 60, llev de nuevo a Marx a laactividad prctica. El 28 de septiembre de 1864 se fund en Lon-dres la famosa Primera Internacional, la "Asociacin Internacionalde los Trabajadores". Marx fue el alma de esta organizacin, elautor de su primer "Llamamiento" y de gran nmero de sus reso-luciones, declaraciones y manifiestos. Unificando el movimientoobrero de los diferentes pases, orientando por el cauce de una

    tervencin del Gobierno, que haba enviado al ejrcito francs a aplastaruna revolucin en Italia, pisoteando asi la Constitucin de la RepblicaFrancesa. Esta Constitucion prohibe utilizar el ejrcito francs para opo-nerse contra la libertad de otros pueblos. La manifestacin fue disuelta porel ejrcito. Este fracaso confirm la bancarrota del democratismo de lapequea burguesia francesa. Despus del 13 de junio, las autoridadesempezaron a perseguir a los demcratas, emigrdos incluidos.

    5 Vase C. Marx y F. Engels, Obras Completas, t. XIV.

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    actuacin conjunta a las diver sas formas del socialismo no pro-letario, premarxista (Mazzini, Proudhon, Bakunin, el tradeunio-nismo liberal ingls, las vacilaciones derechistas lassalleanas enAlemania, etc.), a la par que combata las teoras de todas estassectas y escuelas, Marx fue forjando la tctica comn de la luchaproletaria de la clase obrera en los distintos pases. Despus de lacada de la Comuna de Pars en 1871, que Marx analiz (en Laguerra civil en Francia, 1871) de modo tan profundo, certero,brillante y eficaz, como revolucionario y a raz de la escisin dela Internacional provocada por los bakuninistas, esta ltima yano pudo seguir existiendo en Europa. Despus del Congreso de LaHaya (1872), Marx consigui que el Consejo General de la Inter-nacional se trasladase a Nueva York. La primera Internacionalhaba cumplido su misin histrica y dejaba paso a una poca dedesarrollo incomparablemente ms amplio del movimiento obreroen todos los pases del mundo, poca en que este movimientohaba de desplegarse en extensin, con la creacin de partidosobreros socialistas de masas dentro de cada Estado nacional.

    Su intensa labor en la Internacional y sus actividades tericas,an ms intensas, minaron definitivamente la salud de Marx. Pro-sigui su obra de reelaboracin de la economa poltica y se con-sagr a terminar El Capital, recopilando con este fin multitud denuevos documentos y ponindose a estudiar varios idiomas (entreellos el ruso), pero la enfermedad le impidi concluir El Capital.

    El 2 de diciembre de 1881 muri su esposa, y el 14 de marzode 1883 Marx se qued dormido apaciblemente para siempre ensu silln. Est enterrado, junto a su mujer, en el cementerio londi-nense de Highgate. Varios hijos de Marx murieron en la infanciaen Londres, cuando la familia viva en la miseria. Tres de sushijas se casaron con socialistas de Inglaterra y Francia: EleonoraEveling, Laura Lafargue y Jenny Longuet. Un hijo de esta ltimaes miembro del Partido Socialista Francs.

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    LA DOCTRINA DE MARX

    El marxismo es el sistema de las concepciones y de la doctrinade Marx. Este contina y corona genialmente las tres principalescorrientes ideolgicas del siglo XIX, que pertenecen a los trespases ms avanzados de la humanidad: la filosofa clsica ale-mana, la economa poltica clsica inglesa y el socialismo francs,vinculado a las doctrinas revolucionarias francesas en general. Laadmirable coherencia y la integridad de sus concepciones cua-lidades reconocidas incluso por sus adversarios, que constitu-yen en su conjunto el materialismo y el socialismo cientficoscontemporneos como teora y programa del movimiento obrerode todos los pases civilizados del mundo, nos obligan a esbozarbrevemente su concepcin del mundo en general antes de exponerel contenido esencial del marxismo, o sea, la doctrina econmicade Marx.

    El Materialismo FilosficoDesde 1844-1845, aos en que se formaron sus concepciones,

    Marx fue materialista y, especialmente, partidario de LudwigFeuerbach, cuyos puntos dbiles vio, ms tarde, en la insuficienteconsecuencia y amplitud de su materialismo. Para Marx, la signi-ficacin histrica universal de Feuerbach, que "hizo poca", re-sida precisamente en el hecho de haber roto en forma resueltacon el idealismo de Hegel y proclamado el materialismo, que ya"en el siglo XVIII, sobre todo en Francia, representaba la lucha,no slo contra las instituciones polticas existentes y al mismotiempo contra la religin y la teologa, sino tambin [...] contra lametafsica en general" (entendiendo por ella toda "especulacinebria", a diferencia de la "filosofa sobria") (La Sagrada Familia,en La herencia literaria ). "Para Hegel escriba Marx, el pro-ceso del pensamiento, al que l convierte incluso, bajo el nombrede idea, en sujeto con vida propia, es el demiurgo de lo real [...].

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    "Para m lo ideal no es, por el contrario, ms que lo materialtraducido y traspuesto a la cabeza del hombre." (C. Marx, El Ca-pital, t. I, "Palabras finales a la 2a ed.").

    Mostrndose plenamente de acuerdo con esta filosofa mate-rialista de Marx, F. Engels escriba lo siguiente, al exponerla en suAnti-Dhring (vase), obra cuyo manuscrito conoci Marx:

    ... "La unidad del mundo no existe en su ser, sino en su mate-rialidad, que ha sido demostrada [...] en el largo y penoso desa-rrollo de la filosofa y de las ciencias naturales [...]. El movi-miento es la forma de existencia de la materia. Jams, ni en partealguna, ha existido ni puede existir materia sin movimiento, nimovimiento sin materia [...]. Pero si seguimos preguntando quson y de dnde proceden el pensar y la conciencia, nos encontra-mos con que son productos del cerebro humano y con que el mis-mo hombre no es ms que un producto de la naturaleza, que se hadesarrollado en un determinado ambiente natural y junto conste; por donde llegamos a la conclusin lgica de que los pro-ductos del cerebro humano, que en ltima instancia no son tam-poco ms que productos de la naturaleza, no se contradicen, sinoque corresponden al resto de la concatenacin de la naturaleza".

    "Hegel era idealista, es decir, que para l las ideas de nuestracabeza no son reflejos [Abbilder, esto es, imgenes, pero a vecesEngels habla de "reproducciones"] ms o menos abstractos de losobjetos y fenmenos de la realidad, sino que los objetos y su desa-rrollo se le antojaban, por el contrario, imgenes de una idea exis-tentes no se sabe dnde, ya antes de que existiese el mundo." EnLudwig Feuerbach [6], obra en la que Engels expone sus ideas ylas de Marx sobre la filosofa de Feuerbach, y cuyo original envia la imprenta despus de revisar un antiguo manuscrito suyo y deMarx, que databa de los aos 1844-1845, sobre Hegel, Feuerbachy la concepcin materialista de la historia, escribe Engels:

    6 Se alude a Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofa clsica alemana (C.Marx y F. Engels, Obras Completas, t. XXI.)

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    "El gran problema cardinal de toda filosofa, especialmente dela moderna, es el problema de la relacin entre el pensar y el ser,entre el espritu y la naturaleza [. . .]. Qu est primero: el esp-ritu o la naturaleza? [. . .] Los filsofos se dividieron en dosgrandes campos, segn la contestacin que diesen a esta pre-gunta. Los que afirmaban que el espritu estaba antes que la na-turaleza y que, por lo tanto, reconocan, en ltima instancia, unacreacin del mundo bajo una u otra forma [. . .], constituyeron elcampo del idealismo. Los dems, los que reputaban la naturalezacomo principio fundamental, adhirieron a distintas escuelas delmaterialismo".

    Todo otro empleo de los conceptos de idealismo y materia-lismo (en sentido filosfico) slo conduce a la confusin. Marxrechazaba enrgicamente, no slo el idealismo vinculado siem-pre, de un modo u otro, a la religin, sino tambin los puntos devista de Hume y Kant, tan difundidos en nuestros das, es decir, elagnosticismo, el criticismo y el positivismo en sus diferentes for-mas; para Marx esta clase de filosofa era una concesin "reaccio-naria" al idealismo y, en el mejor de los casos, una "manera ver-gonzante de aceptar el materialismo bajo cuerda y renegar de lpblicamente". Sobre esto puede consultarse, adems de las obrasya citadas de Engels y Marx, la carta de este ltimo a Engels, fe-chada el 12 de diciembre de 1868, en la que habla de unas mani-festaciones del clebre naturalista T. Huxley. En ella, a la vez quehace notar que Huxley se muestra "ms materialista" que de ordi-nario, y reconoce que "si observamos y pensamos realmente, nun-ca podemos salirnos del materialismo", Marx le reprocha que dejeabierto un "portillo" al agnosticismo, a la filosofa de Hume.

    En particular debemos destacar la concepcin de Marx acercade las relaciones entre la libertad y la necesidad: "La necesidadslo es ciega en cuanto no se la comprende. La libertad no es otracosa que el conocimiento de la necesidad" (Engels, Anti-Dhring) = reconocimiento de la sujecin objetiva de la naturaleza a leyesy de la trasformacin dialctica de la necesidad en libertad (a la

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    par que de la trasformacin de la "cosa en s" no conocida an,pero cognoscible, en "cosa para nosotros", de la "esencia de lascosas" en "fenmenos").

    El defecto fundamental del "viejo" materialismo, incluido el deFeuerbach (y con mayor razn an el del materialismo "vulgar"de Buchner, Vogt y Moleschott) consista, segn Marx y Engels,en lo siguiente: 1) en que este materialismo era "predominante-mente mecanicista" y no tena en cuenta los ltimos progresos dela qumica y de la biologa (a los que habra que agregar en nues-tros das los de la teora elctrica de la materia); 2) en que el viejomaterialismo no era histrico ni dialctico (sino metafsico, en elsentido de antidialctico) y no mantena consecuentemente ni entodos sus aspectos el punto de vista del desarrollo; 3) en que con-ceban "la esencia del hombre" en forma abstracta, y no como el"conjunto de las relaciones sociales" (histricamente concretas ydeterminadas), por cuya razn se limitaban a "explicar" el mundocuando en realidad se trata de "trasformarlo"; es decir, en que nocomprendan la importancia de la "actividad prctica revoluciona-ria".

    La DialcticaLa dialctica hegeliana, o sea, la doctrina ms multilateral, ms

    rica en contenido y ms profunda del desarrollo, era para Marx yEngels la mayor conquista de la filosofa clsica alemana. Todaotra formulacin del principio del desarrollo, de la evolucin, lespareca unilateral y pobre, deformadora y mutiladora de la verda-dera marcha del desarrollo en la naturaleza y en la sociedad (mar-cha que a menudo se efecta a travs de saltos, cataclismos y re-voluciones).

    "Marx y yo fuimos casi los nicos que nos planteamos la tareade salvar [del descalabro del idealismo, incluido el hegelianismo]la dialctica conciente para traerla a la concepcin materialistade la naturaleza."

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    "La naturaleza es la confirmacin de la dialctica, y precisa-mente son las modernas ciencias naturales las que nos han brin-dado un extraordinario acervo de datos [y esto fue escrito antesde que se descubriera el radio, los electrones, la trasformacin delos elementos, etc.!] y enriquecido cada da que pasa, demos-trando con ello que la naturaleza se mueve, en ltima instancia,dialctica, y no metafsicamente."

    "La gran idea fundamental escribe Engels de que el mun-do no se compone de un conjunto de objetos terminados y acaba-dos, sino que representa en s un conjunto de procesos, en el quelas cosas que parecen inmutables, al igual que sus imgenes men-tales en nuestro cerebro, es decir, los conceptos, se hallan sujetosa un continuo cambio, a un proceso de nacimiento y muerte; estagran idea fundamental se encuentra ya tan arraigada desdeHegel en la conciencia comn, que apenas habr alguien que ladiscuta en su forma general. Pero una cosa es reconocerla depalabra y otra aplicarla en cada caso particular y en cada campode investigacin." "Para la filosofa dialctica no existe nadaestablecido de una vez para siempre, nada absoluto, consagrado.;en todo ve lo que hay de perecedero, y no deja en pie ms que elproceso ininterrumpido del aparecer y desaparecer, del infinitomovimiento ascensional de lo inferior a lo superior. Y esta mismafilosofa es un mero reflejo de ese proceso en el cerebro pensan-te."

    As, pues, la dialctica es, segn Marx, "la ciencia de las leyesgenerales del movimiento, tanto del mundo exterior como delpensamiento humano".

    Este aspecto revolucionario de la filosofa hegeliana es el queMarx recoge y desarrolla. El materialismo dialctico "no necesitade ninguna filosofa situada por encima de las dems ciencias".De la filosofa anterior queda en pie "la teora del pensamiento ysus leyes, es decir, la lgica formal y la dialctica". Y la dialc-tica, tal como la concibe Marx, y tambin segn Hegel, abarca loque hoy se llama teora del conocimiento o gnoseologa, ciencia

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    que debe enfocar tambin su objeto desde un punto de vista hist-rico, investigando y generalizando los orgenes y el desarrollo delconocimiento, y el paso de la falta de conocimiento al conoci-miento.

    En nuestro tiempo, la idea del desarrollo, de la evolucin, hapenetrado casi en su integridad en la conciencia social, pero no atravs de la filosofa de Hegel, sino por otros caminos. Sin em-bargo, esta idea, tal como la formularon Marx y Engels, apoyn-dose en Hegel, es mucho ms completa, mucho ms rica en con-tenido que la teora de la evolucin al uso. Es un desarrollo que, alparecer, repite etapas ya recorridas, pero de otro modo, sobre unabase ms alta ("negacin de la negacin"), un desarrollo, por de-cirlo as, en espiral y no en lnea recta; un desarrollo que se operaen forma de saltos, a travs de cataclismos y revoluciones, quesignifican "interrupciones de la gradualidad"; un desarrollo que estrasformacin de la cantidad en calidad, impulsos internos de de-sarrollo originados por la contradiccin, por el choque de las di-versas fuerzas y tendencias, que actan sobre determinado cuerpo,o dentro de los lmites de un fenmeno dado o en el seno de unasociedad dada; interdependencia ntima e indisoluble concatena-cin de todos los aspectos de cada fenmeno (con la particulari-dad de que la historia pone constantemente al descubierto nuevosaspectos), concatenacin que ofrece un proceso de movimientonico, universal y sujeto a leyes; tales son algunos rasgos de ladialctica, teora mucho ms empapada de contenido que la (habi-tual) doctrina de la evolucin. (Vase la carta de Marx a Engelsdel 8 de enero de 1868, en la que se mofa de las "rgidas tri-cotomas" de Stein, que sera ridculo confundir con la dialcticamaterialista.)

    La Concepcin Materialista de la HistoriaLa conciencia de que el viejo materialismo era una teora in-

    consecuente, incompleta y unilateral llev a Marx a la conviccin

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    de que era indispensable "poner en consonancia la ciencia de lasociedad con la base materialista y reconstruirla sobre esta base".Si el materialismo en general explica la conciencia por el ser, y noal contrario, aplicado a la vida social de la humanidad exige quela conciencia social se explique por el ser social. "La tecnologadice Marx (en El Capital, t. I) pone al descubierto la relacinactiva del hombre con la naturaleza, el proceso inmediato de pro-duccin de su vida, y, a la vez, sus condiciones sociales de vida yde las representaciones espirituales que de ellas se derivan." Y enel "prlogo a su Contribucin a la crtica de la economa pol-tica", Marx ofrece una formulacin integral de las tesis funda-mentales del materialismo aplicadas a la sociedad humana y a suhistoria. He aqu sus palabras:

    "En la produccin social de su vida, los hombres contraen de-terminadas relaciones necesarias e independientes de su volun-tad, relaciones de produccin que corresponden a una determi-nada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales.

    "El conjunto de estas relaciones de produccin forma la es-tructura econmica de la sociedad, la base real sobre la que seerige una superestructura poltica y jurdica, y a la que corres-ponden determinadas formas de conciencia social. El modo deproduccin de la vida material condiciona el proceso de la vidasocial, poltica y espiritual en general. No es la conciencia delhombre la que determina su ser, sino, por el contrario, su sersocial el que determina su conciencia. Al llegar a una determi-nada fase de desarrollo, las fuerzas productivas materiales de lasociedad chocan con las relaciones de produccin existentes o, loque no es ms que la expresin jurdica de esto, con las relacio-nes de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hastaall. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estasrelaciones se convierten en trabas de ellas. Y se abre as una po-ca de revolucin social. Al cambiar la base econmica, se revolu-ciona, ms o menos rpidamente, toda la inmensa superes-tructura erigida sobre ella. Cuando se estudian esas revoluciones,

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    hay que distinguir siempre entre la revolucin material producidaen las condiciones econmicas de produccin, y que puede verifi-carse con la precisin propia de las ciencias naturales, y las re-voluciones jurdicas, polticas, religiosas, artsticas o filosficas;en una palabra, de las formas ideolgicas en que los hombresadquieren conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo.

    "Y del mismo modo que no podemos juzgar a un individuo porlo que l piensa de si, no podemos juzgar tampoco estas pocasde revolucin por su conciencia, sino que, por el contrario, hayque explicarse esta conciencia por las contradicciones de la vidamaterial, por el conflicto existente entre las fuerzas productivassociales y las relaciones de produccin..."

    "A grandes rasgos, podemos sealar como otras tantas pocasde progreso en la formacin econmica de la sociedad, el modode produccin asitico, el antiguo, el feudal y el moderno bur-gus."

    (Vase la breve formulacin que Marx da en su carta a Engelsdel 7 de julio de 1866: "Nuestra teoria de que la organizacin deltrabajo est determinada por los medios de produccin".)

    El descubrimiento de la concepcin materialista de la historia,o mejor dicho, la consecuente aplicacin y extensin del materia-lismo al dominio de los fenmenos sociales, super los dos de-fectos fundamentales de las viejas teoras de la historia. En primerlugar, estas teoras solamente examinaban, en el mejor de los ca-sos, los mviles ideolgicos de la actividad histrica de los hom-bres, sin investigar el origen de esos mviles, sin captar las leyesobjetivas que rigen el desarrollo del sistema de las relaciones so-ciales, ni ver las races de stas en el grado de desarrollo de laproduccin material; en segundo lugar, las viejas teoras no abar-caban precisamente las acciones de las masas de la poblacin,mientras que el materialismo histrico permiti estudiar, por vezprimera y con la exactitud de las ciencias naturales, las condicio-nes sociales de la vida de las masas y los cambios operados en

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    estas condiciones. La "sociologia" y la historiografa anteriores aMarx proporcionaban, en el mejor de los casos, un cmulo dedatos crudos, recopilados fragmentariamente, y la descripcin deaspectos aislados del proceso histrico. El marxismo seal elcamino para un estudio global y multilateral del proceso de apari-cin, desarrollo y decadencia de las formaciones econmico-so-ciales, examinando el conjunto de todas las tendencias contradic-torias y reducindolas a las condiciones, perfectamente determi-nables, de vida y de produccin de las distintas clases de la socie-dad, eliminando el subjetivismo y la arbitrariedad en la eleccinde las diversas ideas "dominantes" o en la interpretacin de ellas,y poniendo al descubierto las races de todas las ideas sin excep-cin y de las diversas tendencias que se manifiestan en el estadode las fuerzas productivas materiales. Los hombres hacen su pro-pia historia, pero qu determina los mviles de estos hombres, yprecisamente de las masas humanas?; qu es lo que provoca loschoques de ideas y las aspiraciones contradictorias?; qu repre-senta el conjunto de todos estos choques que se producen en lamasa entera de las sociedades humanas?; cules son las condi-ciones objetivas de produccin de la vida material que crean labase de toda la actividad histrica de los hombres?; cul es la leyque rige el desenvolvimiento de estas condiciones? Marx con-centr su atencin en todo esto y traz el camino para estudiarcientficamente la historia como un proceso nico, regido por le-yes, en toda su inmensa diversidad y con su carcter contradicto-rio.

    La Lucha de ClasesTodo el mundo sabe que en cualquier sociedad las aspiraciones

    de una parte de sus miembros chocan abiertamente con las aspira-ciones de otros, que la vida social est llena de contradicciones,que la historia nos muestra una lucha entre pueblos y sociedades,as como en su propio seno; todo el mundo sabe tambin que sesuceden los perodos de revolucin y reaccin, de paz y de gue-

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    rras, de estancamiento y de rpido progreso o decadencia. Elmarxismo nos proporciona el hilo conductor que permite descu-brir una sujecin a leyes en este aparente laberinto y caos, a saber:la teora de la lucha de clases. Slo el estudio del conjunto de lasaspiraciones de todos los miembros de una sociedad dada o de ungrupo de sociedades, puede conducirnos a una determinacincientfica del resultado de esas aspiraciones. Ahora bien, la fuentede que brotan esas aspiraciones contradictorias son siempre lasdiferencias de situacin y de condiciones de vida de las clases enque se divide cada sociedad.

    "La historia de todas las sociedades que han existido hastanuestros das dice Marx en el Manifiesto Comunista (excep-tuando la historia del rgimen de la comunidad primitiva, aadems tarde Engels) es la historia de las luchas de clases. Hom-bres libres y esclavos, patricios y plebeyos, seores y siervos,maestros y oficiales; en una palabra: opresores y oprimidos seenfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, veladaunas veces, y otras franca y abierta; lucha que termin siemprecon la trasformacin revolucionaria de toda la sociedad o el hun-dimiento de las clases beligerantes [...]. La moderna sociedadburguesa, que ha salido de entre las ruinas de la sociedad feudal,no ha abolido las contradicciones de clase. nicamente ha susti-tuido las viejas clases, las viejas condiciones de opresion, lasviejas formas de lucha, por otras nuevas. Nuestra poca, la pocade la burguesa, se distingue, sin embargo, por haber simplificadolas contradicciones de clase. Toda la sociedad va dividindosecada vez ms en dos grandes campos enemigos, en dos grandesclases que se enfrentan directamente: la burguesa y el proleta-riado."

    A partir de la Gran Revolucin Francesa, la historia de Europapone de relieve en distintos pases, con especial evidencia, el ver-dadero fondo de los acontecimientos, la lucha de clases. Y ya enla poca de la restauracin se destacan en Francia algunos histo-riadores (Thierry, Guizot, Mignet y Thiers) que, al generalizar los

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    acontecimientos, no pudieron dejar de reconocer que la lucha declases era la clave para la comprensin de toda la historia fran-cesa. Y la poca contempornea, es decir, la poca que seala eltriunfo completo de la burguesa y de las instituciones representa-tivas, del sufragio amplio (cuando no universal), de la prensa dia-ria barata que llega a las masas, etc., la poca de las poderosasasociaciones obreras y patronales cada vez ms vastas, etc., ponede manifiesto de un modo todava ms patente (aunque a veces enforma unilateral, "pacfica" y "constitucional") que la lucha declases es la fuerza motriz de los acontecimientos. El siguientepasaje del Manifiesto Comunista nos revela lo que Marx exiga dela ciencia social en cuanto al anlisis objetivo de la situacin decada clase en la sociedad moderna y en relacin con el examen delas condiciones de desarrollo de cada clase:

    "De todas las clases que hoy se enfrentan con la burguesa,slo el proletariado es una clase verdaderamente revolucionaria.Las dems clases van degenerando y desaparecen con el desa-rrollo de la gran industria; el proletariado, en cambio, es su pro-ducto ms peculiar. Las capas medias el pequeo industrial, elpequeo comerciante, el artesano y el campesino , todas ellasluchan contra la burguesa para salvar de la ruina su existenciacomo tales capas medias. No son, pues, revolucionarias, sinoconservadoras. Ms todava, son reaccionarias, ya que pretendenvolver atrs la rueda de la historia. Son revolucionarias nica-mente cuando tienen ante s la perspectiva de su trnsito inmi-nente al proletariado; defendiendo as, no sus intereses presentes,sino sus intereses futuros, cuando abandonan sus propios puntosde vista para adoptar los del proletariado".

    En una serie de obras histricas (vase la Bibliografa ), Marxnos ofrece brillantes y profundos ejemplos de historiografa mate-rialista, de anlisis de la situacin de cada clase en particular y aveces de los diferentes grupos o capas que se manifiestan dentrode ella, mostrando palmariamente por qu y cmo "toda lucha declases es una lucha poltica". El pasaje que acabamos de citar ilus-

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    tra cun intrincada es la red de relaciones sociales y fases de tran-sicin de una clase a otra, del pasado al porvenir, que Marx anali-za para determinar la resultante total del desarrollo histrico.

    La confirmacin y aplicacin ms profunda, ms completa ydetallada de la teora de Marx es su doctrina econmica.

    LA DOCTRINA ECONMICA DE MARX

    "Y la finalidad ltima de esta obra dice Marx en el prlogo aEl Capital es, en efecto, descubrir la ley econmica que presideel movimiento de la sociedad moderna", es decir, de la sociedadcapitalista, burguesa. El estudio de las relaciones de produccinde una sociedad dada, histricamente determinada, en su apari-cin, desarrollo y decadencia: tal es el contenido de la doctrinaeconmica de Marx. En la sociedad capitalista impera la produc-cin de mercancas; por eso, el anlisis de Marx empieza con elanlisis de la mercanca.

    El ValorLa mercanca es, en primer lugar, una cosa que satisface una

    determinada necesidad humana y, en segundo lugar, una cosa quese cambia por otra. La utilidad de una cosa hace de ella un valorde uso. El valor de cambio (o, sencillamente el valor) es, antetodo, la relacin o proporcin en que se cambia cierto nmero devalores de uso de una clase por un determinado nmero de valoresde uso de otra clase. La experiencia diaria nos muestra que, atravs de millones y miles de millones de esos actos de intercam-bio, se equiparan constantemente todo gnero de valores de uso,aun los ms diversos y menos equiparables entre s. Qu es loque tienen de comn esos diversos objetos, que constantementeson equiparados entre s en determinado sistema de relaciones

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    sociales? Tienen de comn el que todos ellos son productos deltrabajo.

    Al cambiar sus productos, los hombres equiparan los ms di-versos tipos de trabajo. La produccin de mercancas es un sis-tema de relaciones sociales en que los distintos productores creandiversos productos (divisin social del trabajo), y todos estos pro-ductos se equiparan entre s por medio del cambio. Por lo tanto, loque todas las mercancas encierran de comn no es el trabajo con-creto de una determinada rama de produccin, no es un trabajo dedeterminado tipo, sino el trabajo humano abstracto, el trabajohumano en general. Toda la fuerza de trabajo de una sociedaddada, representada por la suma de valores de todas las mercancas,es una y la misma fuerza humana de trabajo; as lo evidencianmiles de millones de actos de cambio.

    Por consiguiente, cada mercanca en particular no representams que una determinada parte del tiempo de trabajo socialmentenecesario. La magnitud del valor se determina por la cantidad detrabajo socialmente necesario o por el tiempo de trabajo social-mente necesario para producir cierta mercanca o cierto valor deuso. "Al equiparar unos con otros, en el cambio, sus diversos pro-ductos, lo que hacen los hombres es equiparar entre s sus diver-sos trabajos como modalidades del trabajo humano. No lo saben,pero lo hacen."

    El valor es, como dijo un viejo economista, una relacin entredos personas; pero debi aadir simplemente: relacin encubiertapor una envoltura material. Slo partiendo del sistema de relacio-nes sociales de produccin de una formacin social histrica-mente determinada, relaciones que se manifiestan en el fenmenomasivo del cambio, repetido miles de millones de veces, podemoscomprender lo que es el valor.

    "Como valores, las mercancas no son ms que cantidades de-terminadas de tiempo de trabajo coagulado."

    Despus de analizar en detalle el doble carcter del trabajo ma-

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    terializado en las mercancas, Marx pasa al anlisis de la formadel valor y del dinero. Con ello se propone, fundamentalmente,investigar el origen de la forma monetaria del valor, estudiar elproceso histrico de desenvolvimiento del cambio, comenzandopor las operaciones sueltas y fortuitas de trueque ("forma simple,suelta o fortuita del valor", en que una cantidad de mercanca escambiada por otra) hasta remontarse a la forma universal del va-lor, en que mercancas diferentes se cambian por una mercancaconcreta, siempre la misma, y llegar a la forma monetaria del va-lor, en que la funcin de esta mercanca, o sea, la funcin de equi-valente universal, la desempea el oro.

    El dinero, producto supremo del desarrollo del cambio y de laproduccin de mercancas, disfraza y oculta el carcter social delos trabajos privados, la concatenacin social existente entre losdiversos productores unidos por el mercado. Marx somete a unanlisis extraordinariamente minucioso las diversas funciones deldinero, debiendo advertirse, pues tiene gran importancia, que eneste caso (como, en general, en todos los primeros captulos de ElCapital) la forma abstracta de la exposicin, que a veces parecepuramente deductiva, recoge en realidad un gigantesco materialbasado en hechos sobre la historia del desarrollo del cambio y dela produccin de mercancas.

    "El dinero presupone cierto nivel del cambio de mercancas.Las diversas formas del dinero simple equivalente de mercanc-as o medio de circulacin, medio de pago, de atesoramiento ydinero mundial sealan, segn el distinto volumen y predomi-nio relativo de tal o cual funcin, fases muy distintas del procesosocial de produccin" (El Capital, I).

    La PlusvalaAl alcanzar la produccin de mercancas determinado grado de

    desarrollo, el dinero se convierte en capital. La frmula de la cir-culacin de mercancas era:

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    M (mercanca) D (dinero) M (mercanca),o sea, venta de una mercanca para comprar otra. Por el contrario,la frmula general del capital es

    D M D'

    (D'= D + plusvala) o sea, la compra para la venta (con ganancia).Marx llama plusvala a este incremento del valor primitivo deldinero que se lanza a la circulacin. Que el dinero lanzado a lacirculacin capitalista "crece", es un hecho conocido de todo elmundo. Y precisamente ese "crecimiento" es lo que convierte eldinero en capital, como relacin social de produccin particular,histricamente determinada.

    La plusvala no puede brotar de la circulacin de mercancas, puessta slo conoce el intercambio de equivalentes; tampoco puedeprovenir de un alza de los precios, pues las prdidas y las ganan-cias recprocas de vendedores y compradores se equilibraran; setrata de un fenmeno masivo, medio, social, y no de un fenmenoindividual. Para obtener plusvala "el poseedor del dinero necesitaencontrar en el mercado una mercanca cuyo valor de uso posea lacualidad peculiar de ser fuente de valor", una mercanca cuyoproceso de consumo sea, al mismo tiempo, proceso de creacin devalor. Y esta mercanca existe: es la fuerza de trabajo del hombre.Su consumo es trabajo y el trabajo crea valor. El poseedor deldinero compra la fuerza de trabajo por su valor, valor que es de-terminado, como el de cualquier otra mercanca, por el tiempo detrabajo socialmente necesario para su produccin (es decir, por elcosto del mantenimiento del obrero y su familia). Una vez que hacomprado la fuerza de trabajo, el poseedor del dinero tiene dere-cho a consumirla, es decir, a obligarla a trabajar durante un daentero, por ejemplo, durante doce horas. En realidad el obrerocrea en seis horas (tiempo de trabajo "necesario") un producto conel que cubre los gastos de su mantenimiento; durante las seishoras restantes (tiempo de trabajo "suplementario") crea un "plus-

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    producto" no retribuido por el capitalista, que es la plusvala. Porconsiguiente, desde el punto de vista del proceso de la produc-cin, en el capital hay que distinguir dos partes: capital constante,invertido en medios de produccin (mquinas, instrumentos detrabajo, materias primas, etc.) y cuyo valor se trasfiere sin cam-bio de magnitud (de una vez o en partes) a las mercancas produ-cidas, y capital variable, invertido en fuerza de trabajo. El va-lor de este capital no permanece invariable, sino que se acrecientaen el proceso del trabajo, al crear la plusvala. Por lo tanto, paraexpresar el grado de explotacin de la fuerza de trabajo por elcapital, tenemos que comparar la plusvala obtenida, no con elcapital global, sino exclusivamente con el capital variable. Lacuota de plusvala, como llama Marx a esta relacin, sera, pues,en nuestro ejemplo, de 6:6, es decir, del 100 por ciento.

    Las premisas histricas para la aparicin del capital son: pri-mera, la acumulacin de determinada suma de dinero en manosde ciertas personas, con un nivel de desarrollo relativamente altode la produccin de mercancas en general; segunda, la existenciade obreros "libres" en un doble sentido libres de todas las trabaso restricciones impuestas a la venta de la fuerza de trabajo, y li-bres por carecer de tierra y, en general, de medios de produc-cin, de obreros desposedos, de obreros "proletarios" que, parasubsistir, no tienen ms recursos que la venta de su fuerza de tra-bajo.

    Dos son los modos principales para poder incrementar la plus-vala: mediante la prolongacin de la jornada de trabajo ("plus-vala absoluta") y mediante la reduccin del tiempo de trabajonecesario ("plusvala relativa"). Al analizar el primer modo, Marxhace desfilar ante nosotros el grandioso panorama de la lucha dela clase obrera para reducir la jornada de trabajo y de la interven-cin del poder estatal, primero para prolongarla (en el perodo quemedia entre los siglos XIV y XVII) y despus para reducirla (le-gislacin fabril del siglo XIX). Desde la aparicin de El Capital,la historia del movimiento obrero de todos los pases civilizados

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    ha aportado miles y miles de nuevos hechos que ilustran este pa-norama.

    Al proceder a su anlisis de la produccin de plusvala relativa,Marx investiga las tres etapas histricas fundamenta les de la ele-vacin de la productividad del trabajo por el capitalismo: 1) lacooperacin simple; 2) la divisin del trabajo y la manufactura; 3)la maquinaria y la gran industria. La profundidad con que Marxaqu pone de relieve los rasgos fundamentales y tpicos del desa-rrollo del capitalismo nos demuestra, entre otras cosas, el hechode que el estudio de la llamada industria de los kustares[*] en Ru-sia ha aportado un abundantsimo material para ilustrar las dosprimeras etapas de las tres mencionadas. En cuanto a la accinrevolucionaria de la gran industria maquinizada, descrita porMarx en 1867, durante el medio siglo trascurrido desde entoncesha venido a revelarse en toda una serie de pases "nuevos" (Rusia,Japn, etc.).

    Prosigamos. Importantsimo y nuevo es el anlisis de Marx dela acumulacin del capital, es decir, de la trasformacin de unaparte de la plusvala en capital, y de su empleo, no para satisfacerlas necesidades personales o los caprichos del capitalista, sinopara renovar la produccin. Marx hace ver el error de toda la eco-noma poltica clsica anterior (desde Adam Smith) al suponerque toda la plusvala que se converta en capital pasaba a formarparte del capital variable, cuando en realidad se descompone enmedios de produccin ms capital variable. En el proceso de desa-rrollo del capitalismo y de su trasformacin en socialismo tieneuna inmensa importancia el que la parte del capital constante (enla suma total del capital) se incremente con mayor rapidez que laparte del capital variable.

    Al acelerar el desplazamiento de los obreros por la maquinaria,produciendo riqueza en un polo y miseria en el polo opuesto, la

    * Kustares : productores de objetos industriales que trabajaban para el mer-cado.

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    acumulacin del capital crea tambin el llamado "ejrcito indus-trial de reserva", el "sobrante relativo" de obreros o "superpobla-cin capitalista", que reviste formas extraordinariamente diversasy permite al capital ampliar la produccin con singular rapidez.Esta posibilidad, relacionada con el crdito y la acumulacin decapital en medios de produccin, nos proporciona, entre otrascosas, la clave para comprender las crisis de superproduccin, queestallan peridicamente en los pases capitalistas, primero cadadiez aos, trmino medio, y luego con intervalos mayores y me-nos precisos. De la acumulacin del capital sobre la base del ca-pitalismo hay que distinguir la llamada acumulacin primitiva,que se lleva a cabo mediante la separacin violenta del trabajadorde los medios de produccin, expulsin del campesino de su tie-rra, robo de los terrenos comunales, sistema colonial, sistema dela deuda pblica, tarifas aduaneras proteccionistas, etc. La "acu-mulacin primitiva" crea en un polo al proletario "libre" y en elotro al poseedor del dinero, el capitalista.

    Marx caracteriza la "tendencia histrica de la acumulacincapitalista" con las famosas palabras siguientes:

    "La expropiacin del productor directo se lleva a cabo con elms despiadado vandalismo y bajo el acicate de las pasiones msinfames, ms sucias, ms mezquinas y ms desenfrenadas. Lapropiedad privada, fruto del propio trabajo [del campesino y delartesano], y basada, por decirlo as, en la compenetracin delobrero individual e independiente con sus instrumentos y mediosde trabajo, es desplazada por la propiedad privada capitalista,basada en la explotacin de la fuerza de trabajo ajena, aunqueformalmente libre [...]. Ahora ya no se trata de expropiar al tra-bajador dueo de una economa independiente, sino de expropiaral capitalista explotador de numerosos obreros. Esta expropia-cin la lleva a cabo el juego de las leyes inmanentes de la propiaproduccin capitalista, la centralizacin de los capitales. Un ca-pitalista derrota a otros muchos. Paralelamente con esta centrali-zacin del capital o expropiacin de muchos capitalistas por unos

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    pocos, se desarrolla en una escala cada vez mayor la forma co-operativa del proceso de trabajo, la aplicacin tcnica conscientede la ciencia, la explotacin planificada de la tierra, la trasfor-macin de los medios de trabajo en medios de trabajo utilizablesslo colectivamente, la economa de todos los medios de produc-cin al ser empleados como medios de produccin de un trabajocombinado, social, la absorcin de todos los pases por la red delmercado mundial y, como consecuencia de esto, el carcter inter-nacional del rgimen capitalista. Conforme disminuye progresi-vamente el nmero de magnates capitalistas que usurpan y mo-nopolizan todos los beneficios de este proceso de trasformacin,crece la masa de la miseria, de la opresin, del esclavizamiento,de la degeneracin, de la explotacin; pero crece tambin la re-belda de la clase obrera, que es aleccionada, unificada y organi-zada por el mecanismo del propio proceso capitalista de produc-cin El monopolio del capital se convierte en grillete del modo deproduccin que ha crecido con l y bajo l. La centralizacin delos medios de produccin y la socializacin del trabajo llegan aun punto en que son ya incompatibles con su envoltura capita-lista. Esta envoltura estalla. Suena la hora de la propiedad pri-vada capitalista. Los expropiadores son expropiados" (EI Capi-tal, t. I).

    Tambin es sumamente importante y nuevo el anlisis quehace Marx ms adelante de la reproduccin del capital social,considerado en su conjunto, en el tomo II de El Capital. Tampocoen este caso toma Marx un fenmeno individual, sino de masas;no toma una parte fragmentaria de la economa de la sociedad,sino toda la economa en su conjunto. Rectificando el error en queincurren los economistas clsicos antes mencionados, Marx dividetoda la produccin social en dos grandes secciones: 1) produccinde medios de produccin y 2) produccin de artculos de con-sumo. Y, apoyndose en cifras, analiza minuciosamente la circu-lacin del capital social en su conjunto, tanto en la reproduccin

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    de envergadura anterior como en la acumulacin. En el tomo IIIde El Capital se resuelve, sobre la base de la ley del valor, el pro-blema de la formacin de la cuota media de ganancia. Constituyeun gran progreso en la ciencia econmica el que Marx parta siem-pre, en sus anlisis, de los fenmenos econmicos generales, delconjunto de la economa social, y no de casos aislados o de lasmanifestaciones superficiales de la competencia, que es a lo quesuele limitarse la economa poltica vulgar o la moderna "teora dela utilidad lmite". Marx analiza primero el origen de la plusvalay luego pasa a ver su descomposicin en ganancia, inters y rentadel suelo. La ganancia es la relacin de la plusvala con todo elcapital invertido en una empresa. El capital de "alta composicinorgnica" (es decir, aquel en el cual el capital constante predo-mina sobre el variable en proporciones superiores a la media so-cial) arroja una cuota de ganancia inferior a la cuota media. Elcapital de "baja composicin orgnica" da, por el contrario, unacuota de ganancia superior a la media. La competencia entre loscapitales, su libre paso de unas ramas de produccin a otras, redu-cen en ambos casos la cuota de ganancia a la cuota media. Lasuma de los valores de todas las mercancas de una sociedad dadacoincide con la suma de precios de estas mercancas; pero en lasdistintas empresas y en las diversas ramas de produccin las mer-cancas, bajo la presin de la competencia, no se venden por suvalor, sino por el precio de produccin, que equivale al capitalinvertido ms la ganancia media.

    As, pues, un hecho conocido de todos, e indiscutible, es decir,el hecho de que los precios difieren de los valores y de que lasganancias se nivelan, lo explica Marx perfectamente partiendo dela ley del valor, pues la suma de los valores de todas las mercan-cas coincide con la suma de sus precios. Sin embargo, la reduc-cin del valor (social) a los precios (individuales) no es una ope-racin simple y directa, sino que sigue una va indirecta y muycomplicada: es perfectamente natural que en una sociedad de pro-ductores de mercancas dispersos, vinculados slo por el mercado,

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    las leyes que rigen esa sociedad no puedan manifestarse ms quecomo leyes medias, sociales, generales, con una compensacinmutua de las desviaciones individuales manifestadas en uno u otrosentido.

    La elevacin de la productividad del trabajo significa un in-cremento ms rpido del capital constante en comparacin con elvariable. Pero como la creacin de plusvala es funcin privativade ste, se comprende que la cuota de ganancia (o sea, la relacinque guarda la plusvala con todo el capital, y no slo con su partevariable) acuse una tendencia a la baja. Marx analiza minuciosa-mente esta tendencia, as como las diversas circunstancias que laocultan o contrarrestan. Sin detenernos a exponer los captulosextraordinariamente interesantes del tomo III, que estudian elcaptulo usurario, comercial y financiero, pasaremos a lo esencial,a la teora de la renta del suelo. Debido a la limitacin de la super-ficie de la tierra, que en los pases capitalistas es ocupada entera-mente por los propietarios particulares, el precio de produccin delos productos agrcolas no lo determinan los gastos de produccinen los terrenos de calidad media, sino en los de calidad inferior;no lo determinan las condiciones medias en que el producto selleva al mercado, sino las condiciones peores. La diferencia exis-tente entre este precio y el de produccin en las tierras mejores (oen condiciones ms favorables de produccin) da lugar a una dife-rencia o renta diferencial. Marx analiza detenidamente la rentadiferencial y de muestra que brota de la diferente fertilidad delsuelo, de la diferencia de los capitales invertidos en el cultivo delas tierras, poniendo totalmente al descubierto (vase tambin laTeora de la plusvala, donde merece una atencin especial lacrtica que hace a Rodbertus) el error de Ricardo, segn el cual larenta diferencial slo se obtiene con el paso sucesivo de las tierrasmejores a las peores. Por el contrario, se dan tambin casos inver-sos: tierras de una clase determinada se trasforman en tierras deotra clase (gracias a los progresos de la tcnica agrcola, a la ex-

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    pansin de las ciudades, etc.), por lo que la tristemente clebre"ley del rendimiento decreciente del suelo" es profundamenteerrnea y representa un intento de cargar sobre la naturaleza losdefectos, las limitaciones y contradicciones del capitalismo.Adems, la igualdad de ganancias en todas las ramas de la indus-tria y de la economa nacional presupone la plena libertad decompetencia, la libertad de trasferir los capitales de una rama deproduccin a otra. Pero la propiedad privada sobre el suelo creaun monopolio, que es un obstculo para la libre trasferencia. Envirtud de ese monopolio, los productos de la economa agrcola,que se distingue por una baja composicin del capital y, en conse-cuencia, por una cuota de ganancia individual ms alta, no entranen el proceso totalmente libre de nivelacin de las cuotas de ga-nancia. El propietario de la tierra, como monopolista, puede man-tener sus precios por encima del nivel medio, y este precio demonopolio origina la renta absoluta. La renta diferencial no puedeser abolida mientras exista el capitalismo; en cambio, la rentaabsoluta puede serlo; por ejemplo, cuando se nacionaliza la tierra,convirtindola en propiedad del Estado. Este paso significara elsocavamiento del monopolio de los propietarios privados, as co-mo una aplicacin ms consecuente y plena de la libre compe-tencia en la agricultura. Por eso los burgueses radicales, advierteMarx, han presentado repetidas veces a lo largo de la historia estareivindicacin burguesa progresista de la nacionalizacin de latierra, que asusta, sin embargo, a la mayora de los burgueses,pues "afecta" demasiado de cerca a otro monopolio mucho msimportante y "sensible" en nuestros das: el monopolio de los me-dios de produccin en general. (El propio Marx expone en un len-guaje muy popular, conciso y claro su teora de la ganancia mediasobre el capital y de la renta absoluta del suelo, en la carta quedirige a Engels el 2 de agosto de 1862. Vase Correspondencia, t.III, pgs. 7781, y tambin en las pgs. 8687, la carta del 9 deagosto de 1862.) Para la historia de la renta del suelo resulta im-portante sealar el anlisis en que Marx demuestra cmo la tras-

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    formacin de la renta en trabajo (cuando el campesino crea elplusproducto trabajando en la hacienda del terrateniente) en rentanatural o renta en especie (cuando el campesino crea el pluspro-ducto en su propia tierra, entregndolo luego al terrateniente bajouna "coercin extraeconmica"), despus en renta en dinero (quees la misma renta en especie, slo que convertida en dinero, elobrok, censo de la antigua Rusia, en virtud del desarrollo de laproduccin de mercancas) y finalmente, en la renta capitalista,cuando en lugar del campesino es el patrono quien cultiva la tierracon ayuda del trabajo asalariado. En relacin con este anlisis dela "gnesis de la renta capitalista del suelo", hay que sealar unaserie de profundas ideas (que tienen una importancia especial paralos pases atrasados, como Rusia) expuestas por Marx acerca de laevolucin del capitalismo en la agricultura.

    "La trasformacin de la renta natural en renta en dinero va,adems, no slo necesariamente acompaada, sino incluso anti-cipada por la formacin de una clase de jornaleros desposedos,que se contratan por dinero. Durante el perodo de nacimiento dedicha clase, en que sta slo aparece en forma espordica, vadesarrollndose, por lo tanto, necesariamente, en los campesinosmejor situados y sujetos a obrok, la costumbre de explotar por sucuenta a jornaleros agrcolas, del mismo modo que ya en la po-ca feudal los campesinos ms acomodados sujetos a vasallajetenan a su servicio a otros vasallos. Esto va permitindoles acu-mular poco a poco cierta fortuna y convertirse en futuros capita-listas. De este modo va formndose entre los antiguos poseedoresde la tierra que la trabajaban por su cuenta, un semillero dearrendatarios capitalistas, cuyo desarrollo se halla condicionadopor el desarrollo general de la produccin capitalista fuera delcampo..." (El Capital, t. III2a, 332).

    "La expropiacin, el desahucio de una parte de la poblacinrural no slo 'libera' para el capital industrial a los obreros, susmedios de vida y sus materiales de trabajo, sino que adems creael mercado interior." (El Capital, t. I2a, pg. 778).

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    La depauperacin y la ruina de la poblacin del campo influ-yen, a su vez, en la formacin del ejrcito industrial de reservapara el capital. En todo pas capitalista "una parte de la poblacinrural se encuentra constantemente en trance de trasformarse enpoblacin urbana o manufacturera [es decir, no agrcola]. Estafuente de superpoblacin relativa flota constantemente [...].

    El obrero agrcola se ve constantemente reducido al salariomnimo y vive siempre con un pie en el pantano del pauperismo"(El Capital, I2a, 668). La propiedad privada del campesino sobrela tierra que cultiva es la base de la pequea produccin y la con-dicin para que sta florezca y adquiera una forma clsica. Peroesa pequea produccin slo es compatible con los lmites estre-chos y primitivos de la produccin y de la sociedad. Bajo el capi-talismo

    "la explotacin de los campesinos se distingue de la explotacindel proletariado industrial slo por la forma. El explotador es elmismo: el capital. Individualmente, los capitalistas explotan a loscampesinos individuales por medio de la hipoteca y de la usura;la clase capitalista explota a la clase campesina por medio de losimpuestos del Estado" (Las luchas de clases en Francia).

    "La parcela del campesino slo es ya el pretexto que permite alcapitalista extraer de la tierra ganancias, intereses y renta, de-jando al agricultor que se las arregle para sacar como pueda susalario." (El Diecocho Brumario.)Habitualmente, el campesino entrega incluso a la sociedad capita-lista, es decir, a la clase capitalista, una parte de su salario, des-cendiendo "al nivel del arrendatario irlands, aunque en aparien-cia es un propietario privado" (Las luchas de clases en Francia).Cul es "una de las causas por las que en pases en que predo-mina la propiedad parcelaria, el trigo se cotice a precio ms bajoque en los pases en que impera el rgimen capitalista de produc-cin"? (El Capital, t. III2a, 340). La causa es que el campesino

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    entrega gratuitamente a la sociedad (es decir, a la clase capitalista)una parte del plusproducto."Estos bajos precios [del trigo y los dems productos agrcolas]son, pues, un resultado de la pobreza de los productores y no, nimucho menos, consecuencia de la productividad de su trabajo"(El Capital, t. III2a, 340).

    Bajo el capitalismo, la pequea propiedad agraria, forma normalde la pequea produccin, degenera, se destruye y desaparece."La pequea propiedad agraria, por su propia naturaleza, es in-compatible con el desarrollo de las fuerzas productivas socialesdel trabajo, con las formas sociales del trabajo, con la concentra-cin social de los capitales, con la ganadera en gran escala ycon la utilizacin progresiva de la ciencia. La usura y el sistemade impuestos la conduce, inevitablemente, por doquier, a la ruina.El capital invertido en la compra de la tierra es sustrado al cul-tivo de sta. Dispersin infinita de los medios de produccin ydiseminacin de los productores mismos. [Las cooperativas, esdecir, las asociaciones de pequeos campesinos, cumplen un ex-traordinario papel progresista desde el punto de vista burgus,pero slo pueden conseguir atenuar esta tendencia, sin llegar asuprimirla; adems, no se debe olvidar que estas cooperativasdan mucho a los campesinos acomodados y muy poco o casi nadaa la masa de campesinos pobres, ni debe olvidarse tampoco quelas propias asociaciones terminan por explotar el trabajo asala-riado.] Inmenso derroche de energa humana; empeoramientoprogresivo de las condiciones de produccin y encarecimiento delos medios de produccin: tal es la ley de la [pequea] propiedadparcelaria."En la agricultura, lo mismo que en la industria, el capitalismoslo trasforma el proceso de produccin a costa del "martirologiode los productores."La dispersin de los obreros del campo en grandes superficiesquebranta su fuerza de resistencia, al paso que la concentracin

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    robustece la fuerza de resistencia de los obreros de la ciudad. Aligual que en la industria moderna, en la moderna agricultura, esdecir en la capitalista, la intensificacin de la fuerza productiva yla ms rpida movilizacin del trabajo se consiguen a costa dedevastar y agotar la fuerza obrera de trabajo. Adems, todos losprogresos realizados por la agricultura capitalista no son sola-mente progresos en el arte de esquilmar al obrero, sino tambinen el arte de esquilmar la tierra [...]. Por lo tanto, la produccincapitalista slo sabe desarrollar la tcnica y la combinacin delproceso social de produccin, minando al mismo tiempo las dosfuentes originales de toda riqueza: la tierra y el hombre". (EICapital, t. I, final del captulo XIII)

    EL SOCIALISMO

    Por lo expuesto, se ve que Marx llega a la conclusin de que esinevitable la trasformacin de la sociedad capitalista en socialistabasndose nica y exclusivamente en la ley econmica del movi-miento de la sociedad moderna. La socializacin del trabajo, queavanza cada vez con mayor rapidez bajo miles de formas, y quedurante el medio siglo trascurrido desde la muerte de Marx semanifiesta en forma muy palpable en el incremento de la granproduccin, de los crtels, los sindicatos y los trusts capitalistas, yen el gigantesco crecimiento del volumen y el podero del capitalfinanciero, es la base material ms importante del advenimientoinevitable del socialismo. El motor intelectual y moral de estatrasformacin, su agente fsico, es el proletariado, educado por elpropio capitalismo. Su lucha contra la burguesa, que se mani-fiesta en las formas ms diversas, y cada vez ms ricas en conte-nido, se convierte inevitablemente en lucha poltica por la con-quista de su propio poder poltico (la "dictadura del proleta-riado"). La socializacin de la produccin no puede dejar de con-

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    ducir a la trasformacin de los medios de produccin en propie-dad social, es decir, a la "expropiacin de los expropiadores". Laenorme elevacin de la productividad del trabajo, la reduccin dela jornada de trabajo y la sustitucin de los vestigios, de las ruinasde la pequea produccin, primitiva y desperdigada, por el trabajocolectivo perfeccionado: tales son las consecuencias directas deesa trasformacin.

    El capitalismo rompe de modo definitivo los vnculos de laagricultura con la industria pero a la vez, al llegar a la culmina-cin de su desarrollo, prepara nuevos elementos para restableceresos vnculos, la unin de la industria con la agricultura, sobre labase de la aplicacin consciente de la ciencia, de la combinacindel trabajo colectivo y de un nuevo reparto de la poblacin (aca-bando con el abandono del campo, con su aislamiento del mundoy con el atraso de la poblacin rural, como tambin con la aglo-meracin antinatural de gigantescas masas humanas en las gran-des ciudades).

    Las formas superiores del capitalismo actual preparan nuevasrelaciones familiares, nuevas condiciones para la mujer y para laeducacin de las nuevas generaciones: el trabajo de las mujeres yde los nios, y la disolucin de la familia patriarcal por el capita-lismo, asumen inevitablemente en la sociedad moderna las formasms espantosas, miserables y repulsivas. No obstante,"la gran industria, al asignar a la mujer al joven y al nio de am-bos sexos un papel decisivo en los procesos socialmente organi-zados de la produccin, arrancndolos con ello a la rbitadomstica, crea las nuevas bases econmicas para una formasuperior de familia y de relaciones entre ambos sexos. Tan necioes, naturalmente, considerar absoluta la forma cristiano-germ-nica de la familia, como lo sera atribuir ese carcter a la formaromana antigua, a la antigua forma griega o a la forma oriental,entre las cuales media, por lo dems, un lazo de continuidadhistrica. Y no es menos evidente que la existencia de un personalobrero combinado, en el que entran individuos de ambos sexos y

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    de las ms diversas edades, aunque hoy, en su forma capitalistaprimitiva y brutal, en que el obrero existe para el proceso de pro-duccin y no ste para el obrero, sea fuente apestosa de corrup-cin y esclavitud, bajo las condiciones que corresponden a estergimen necesariamente se trocar en fuente de evolucin huma-na" (El Capital, t. I, final del cap. XIII).

    Del sistema fabril brota "el germen de la educacin del porve-nir en la que se combinar para todos los nios a partir de ciertaedad el trabajo productivo con la enseanza y la gimnasia, no slocomo mtodo para intensificar la produccin social, sino tambincomo el nico mtodo que permite producir hombres plenamentedesarrollados" (Loc. cit.). Sobre esa misma base histrica planteael socialismo de Marx los problemas de la nacionalidad y del Es-tado, no limitndose a una explicacin del pasado, sino previendoaudazmente el porvenir y en el sentido de una intrpida actuacinprctica encaminada a su realizacin. Los estados nacionales sonel fruto inevitable y, adems, una forma inevitable de la pocaburguesa de desarrollo de la sociedad. Y la clase obrera no podafortalecerse, alcanzar su madurez y formarse, sin "organizarse enel marco de la nacin", sin ser "nacional" ("aunque de ningnmodo en el sentido burgus"). Pero el desarrollo del capitalismova destruyendo cada vez ms las barreras nacionales, pone fin alaislamiento nacional y sustituye los antagonismos nacionales porlos antagonismos de clase. Por eso es una verdad innegable que enlos pases capitalistas adelantados "los obreros no tienen patria" yque la "conjuncin de los esfuerzos" de los obreros, al menos delos pases civilizados, "es una de las primeras condiciones de laemancipacin del proletariado" (Manifiesto Comunista ).

    El Estado, es decir, la violencia organizada, surgi inevitable-mente en determinada fase del desarrollo social, cuando la socie-dad se dividi en clases antagnicas y su existencia se hubierahecho imposible sin un "poder" situado, aparentemente, por en-cima de la sociedad y hasta cierto punto separado de ella. El Es-tado, fruto de los antagonismos de la clase, se convierte en "el

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    Estado de la clase ms poderosa, de la clase econmicamentedominante, que, con ayuda de l, se convierte tambin en la clasepolticamente dominante, adquiriendo con ello nuevos mediospara la represin y la explotacin de la clase oprimida. As, elEstado de la antigedad era, ante todo, el Estado de los escla-vistas, para tener sometidos a los esclavos; el Estado feudal erael rgano de que se vala la nobleza para tener sujetos a los cam-pesinos siervos, y el moderno Estado representativo es el instru-mento de que se sirve el capital para explotar el trabajo asala-riado" (Engels, El origen de la familia, la propiedad privada y elEstado, obra en la que el autor expone sus propias ideas y las deMarx).

    Incluso la forma ms libre y progresista del Estado burgus, larepblica democrtica, no suprime de ningn modo este hecho; lonico que hace es variar su forma (vnculos del gobierno con laBolsa, corrupcin directa o indirecta de los funcionarios y dela prensa, etc.). El socialismo, que conduce a la abolicin de lasclases, conduce con ello a la supresin del Estado.

    "El primer acto escribe Engels en su Anti-Dhring en queel Estado se manifiesta efectivamente como representante de lasociedad, la expropiacin de los medios de produccin en nombrede la sociedad, es a la par su ltimo acto independiente comoEstado. La intervencin del poder del Estado en las relacionessociales se har superflua en un campo tras otro de la vida socialy cesar por s misma. El gobierno sobre las personas ser susti-tuido por la administracin de las cosas y por la direccin de losprocesos de produccin. El Estado no ser 'abolido', se extin-guir." "La sociedad, reorganizando de un modo nuevo la pro-duccin sobre la base de una asociacin libre de productoresiguales, enviar toda la mquina del Estado al lugar que enton-ces le ha de corresponder: al museo de antigedades, junto a larueca y al hacha de bronce" (F. Engels, El origen de la familia, lapropiedad privada y el Estado.)

    Por ltimo, en relacin con el problema de la actitud del socia-

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    lismo de Marx hacia los pequeos campesinos, que seguirn exis-tiendo en la poca de la expropiacin de los expropiadores, debe-mos sealar unas palabras de Engels, que expresan a su vez lasideas de Marx:

    "Cuando tengamos en nuestras manos el poder estatal, no po-dremos pensar en expropiar violentamente a los pequeos campe-sinos (con indemnizacin o sin ella) como habr que hacerlo conlos grandes terratenientes. Con respecto a los pequeos campesi-nos, nuestra misin consistir, ante todo, en encauzar su produc-cin individual y su propiedad privada hacia un rgimen coope-rativo, no de un modo violento, sino mediante el ejemplo y ofre-cindoles la ayuda social para este fin. Y entonces es indudableque nos sobrarn medios para hacer ver al campesino todas lasventajas que le dar semejante paso, ventajas que le deben serexplicadas desde ahora"[7] (Engels, El problema agrario en Occi-dente, ed. de Alexieva, pg. 17; la trad. rusa contiene errores.Vase el original en Neue Zeit ).

    LA TCTICA DE LA LUCHA DE CLASE

    DEL PROLETARIADO

    Despus de esclarecer, ya en los aos 1844-1845, uno de losdefectos fundamentales del antiguo materialismo, que consiste enno comprender las condiciones de la actividad revolucionariaprctica, ni apreciar su importancia, Marx consagra, a lo largo desu vida, una intensa atencin, a la vez que a los trabajos tericos,a los problemas tcticos de la lucha de clase del proletariado To-das las obras de Marx, y en particular los cuatro volmenes de sucorrespondencia con Engels, publicados en 1913, nos ofrecen a

    7 Vase El problema campesino en Francia y en Alemania (C. Marx y F.Engels, Obras Completas, t. XXII.)

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    este respecto una documentacin copiossima. Estos documentosdistan mucho de estar debidamente recopilados, sistematizados,estudiados y analizados. Por eso tendremos que limitarnos aquexclusivamente a algunas observaciones muy generales y breves,subrayando que el materialismo, despojado de este aspecto, erajustamente para Marx un materialismo a medias, unilateral, sinvida. Marx traz el objetivo fundamental de la tctica del proleta-riado en rigurosa consonancia con todas las premisas de su con-cepcin materialista dialctica del mundo. Slo considerando enforma objetiva el conjunto de las relaciones mutuas de todas lasclases, sin excepcin, de una sociedad dada, y teniendo en cuenta,por lo tanto, el grado objetivo de desarrollo de esta sociedad y susrelaciones mutuas y con otras sociedades, podemos disponer deuna base que nos permita trazar certeramente la tctica de la clasede vanguardia. A este respecto, todas las clases y todos los pasesse examinan de un modo dinmico, no esttico; es decir, no comoalgo inmvil, sino en movimiento (movimiento cuyas leyes ema-nan de las condiciones econmicas de vida de cada clase). A suvez, el movimiento se estudia, no slo desde el punto de vista delpasado, sino tambin del porvenir, y, adems, no con el criteriovulgar de los "evolucionistas", que slo ven los cambios lentos,sino dialcticamente:

    "En desarrollos de tal magnitud, veinte aos son ms que unda escriba Marx a Engels, aun cuando en el futuro puedanvenir das en que estn corporizados veinte aos". (Correspon-dencia, t. III, pg. 127).[8]

    La tctica del proletariado debe tener presente, en cada gradode desarrollo, en cada momento, esta dialctica objetivamenteinevitable de la historia humana; por una parte, aprovechando laspocas de estancamiento poltico o de desarrollo a paso de tortugala llamada evolucin "pacfica" para elevar la conciencia, lafuerza y la capacidad combativa de la clase avanzada, y por otra

    8 Vase la carta de Marx a Engels del 9 de abril de 1863.

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    parte, encauzando toda esta labor de aprovechamiento hacia el"objetivo final" del movimiento de dicha clase capacitndola pararesolver prcticamente las grandes tareas de los grandes das "enque estn corporizados veinte aos". Sobre esta cuestin hay dosapreciaciones de Marx que tienen gran importancia: una, de laMiseria de la filosofia, se refiere a la lucha econmica y a las or-ganizaciones econmicas del proletariado; la otra es del Mani-fiesto Comunista y se refiere a sus tareas polticas. La primeradice as:

    "La gran industria concentra en un solo lugar una multitud depersonas que se desconocen entre s. La competencia divide susintereses. Pero la defensa de su salario, es decir, este interscomn frente a su patrono, los une en una idea comn de resis-tencia, de coalicin [...]. Las coaliciones, al principio aisladas,forman grupos y la defensa de sus asociaciones frente al capital,siempre unido, acaba siendo para los obreros ms necesaria quela defensa de sus salarios [...]. En esta lucha, que es una verda-dera guerra civil, se van aglutinando y desarrollando todos loselementos para la batalla futura. Al llegar a este punto, la coali-cin adquiere un carcter poltico".

    He aqu, ante nosotros, el programa y la tctica de la luchaeconmica y del movimiento sindical para varios decenios, paratoda la larga poca durante la cual el proletariado prepara susfuerzas "para la batalla futura". Comprese esto con los numero-sos ejemplos que Marx y Engels sacan del movimiento obreroingls, de cmo la "prosperidad" industrial da lugar a intentos de"comprar al proletariado" (Correspondencia con Engels, t. I, pg.136)[9] y de apartarlo de la lucha, de cmo esta prosperidad engeneral "desmoraliza a los obreros" (II, 218); de cmo "se abur-guesa" el proletariado ingls y de cmo "la ms burguesa de lasnaciones [Inglaterra], aparentemente tiende a poseer una aristo-cracia burguesa y un proletariado burgus, adems de una bur-

    9 Vase la carta de Engels a Marx del 5 de febrero de 1851.

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    guesa" (II, 290);[10], de cmo desaparece la "energa revoluciona-ria" del proletariado ingls (III, 124); de cmo habr que esperarms o menos tiempo hasta que "los obreros ingleses se libren desu aparente contaminacin burguesa" (III, 127); de cmo al mo-vimiento obrero ingls le falta "el ardor de los cartistas [11]"(1866; III, 305)[12]; de cmo los lderes de los obreros inglesesforman un tipo medio entre burgus radical y obrero" (caracteri-zacin que se refiere a Holyoake, IV, 209); de cmo, en virtud dela posicin monopolista de Inglaterra y mientras subsista este mo-nopolio, "no hay nada que hacer con el obrero ingls" (IV,433).[13] La tctica de la lucha econmica en relacin con la mar-cha general (y con el desenlace) del movimiento obrero se ex-amina aqu desde un punto de vista admirablemente amplio, uni-versal, dialctico y verdaderamente revolucionario.

    El Manifiesto Comunista establece la siguiente tesis funda-mental del marxismo sobre la tctica de la lucha poltica:

    "Los comunistas luchan por alcanzar los objetivos e interesesinmediatos de la clase obrera; pero al mismo tiempo defiendentambin, dentro del movimiento actual, el porvenir de este movi-miento". Por eso Marx apoy en 1848, en Polonia, al partido de la"revolucin agraria", es decir, al "partido que hizo en 1846 la in-surreccin de Cracovia" En Alemania, Marx apoy en 18431849 a la democracia revolucionaria extrema, sin que jams tu-viera que retractarse de lo que entonces dijo en materia de tctica.La burguesa alemana era para l un elemento "inclinado desde el

    10 Vanse la carta de Engels a Marx del 17 de diciembre de 1857 y la del 7de octubre de 1858.

    11 Se refiere a los participantes del movimiento constitucionalista de ladcada 30 a la 40 del siglo XIX. Este es primer movimiento de masas conuna intencin politica.

    12 Vanse la carta de Engels a Marx del 8 de abril de 1863, la de Marx aEngels del 9 de abril de 1863 y la del 2 de abril de 1866.

    13 Vanse las cartas de Engels a Marx del 19 de noviembre de 1869 y del11 de agosto de 1881.

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    primer instante a traicionar al pueblo [slo la alianza con los cam-pesinos hubiera permitido a la burguesa alcanzar plenamente susobjetivos] y a llegar a un compromiso con los representantes co-ronados de la vieja sociedad". He aqu el anlisis final hecho porMarx acerca de la posicin de clase de la burguesa alemana en lapoca de la revolucin democrtico-burguesa. Este anlisis es,entre otras cosas, un modelo de materialismo que enfoca a la so-ciedad en movimiento y, por cierto, no slo desde el lado del mo-vimiento que mira hacia atrs:

    "... sin fe en s misma y sin fe en el pueblo; gruendo contralos de arriba y temblando ante los de abajo; [. . .] empavorecidaante la tempestad mundial; [. . .] sin energa en ningn sentido yplagiando en todos; [. . .] sin iniciativa; [. . .] un viejo malditoque est condenado a dirigir y a desviar, en su propio interssenil, los primeros impulsos juveniles de un pueblo robusto [. . .]"(Nueva Gaceta del Rin, 1848; vase La herencia literaria, t. III,pg. 212)[14].

    Unos veinte aos despus, en carta dirigida a Engels (III, 224),deca Marx que la causa del fracaso de la revolucin de 1848 eraque la burguesa haba preferido la paz con esclavitud a la simpleperspectiva de una lucha por la libertad. Al cerrarse el perodo dela revolucin de 1848-1849, Marx se alz contra los que se empe-aban en seguir jugando a la revolucin (lucha contra Schapper yWillich), sosteniendo la necesidad de saber trabajar en la pocanueva, en la fase de la preparacin, aparentemente "pacfica", denuevas revoluciones. En el siguiente pasaje, en el que enjuicia lasituacin alemana en los tiempos de la ms negra reaccin, en1856, se muestra en qu sentido peda Marx que se encauzara estalabor:

    "Todo el asunto depender en Alemania de la posibilidad decubrir la retaguardia de la revolucin proletaria mediante una

    14 Vase La burguesia y la contrarrevolucin. (C. Marx y F. Engels, ObrasCompletas, t. VI, pg. 127.)

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    segunda edicin de la guerra campesina". (Correspondencia conEngels, t. II, pg. 108)[15]. Mientras en Alemania no se llev atrmino la revolucin democrtica (burguesa), Marx concentrtoda su atencin, en lo referente a la tctica del proletariado so-cialista, en impulsar la energa democrtica de los campesinos.Opinaba que la actitud de Lassalle era, "objetivamente, una trai-cin al movimiento obrero en beneficio de Prusia" (III, 210), entreotras cosas porque se mostraba demasiado indulgente con los te-rratenientes y el nacionalismo prusiano. "En un pas agrario escriba Engels en 1865, en un cambio de impresiones con Marx apropsito de una proyectada declaracin conjunta a la prensa esuna vileza alzarse nicamente contra la burguesa en nombre delproletariado industrial, olvidando por completo la patriarcal 'ex-plotacin a palos' de los obreros agrcolas por parte de la no-bleza feudal" (t. III, 217)[16].

    En el perodo de 1864 a 1870, cuando tocaba a su fin la pocaen que culmin la revolucin democrtico-burguesa de Alemania,la poca en que las clases explotadoras de Prusia y Austria lucha-ban en torno a los medios para llevar a trmino esta revolucindesde arriba, Marx no slo conden la conducta de Lassalle porsus coqueteras con Bismarck, sino que llam al orden a Liebk-necht, que se haba dejado ganar por la "austrofilia" y defenda elparticularismo. Marx exiga una tctica revolucionaria que com-batiese implacablemente tanto a Bismarck como a los austrfilos,una tctica que no se acomodara al "vencedor", al junker pru-siano, sino que reanudase inmediatamente la lucha revolucionariacontra l, incluso en la situacin creada por las victorias militaresde Prusia (Correspondencia con Engels, III, 134, 136, 147, 179,204, 210, 215, 418, 437, 440441).[17]

    15 Vase la carta de Marx a Engels del 16 de abril de 1856.16 Vanse las cartas de Engels a Marx del 27 de enero de 1865 y del 5 de

    febrero de 1865.17 Vanse las siguientes cartas: La de Engels a Marx del 11 de junio de

    1863, la de Marx a Engels del 12 de junio de 1863, la de Engels a Marx

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    En el famoso llamamiento de la Internacional del 9 de sep-tiembre de 1870, Marx prevena al proletariado francs contra unalzamiento prematuro; no obstante, cuando ste se produjo, a pe-sar de todo, en 1871, acogi con entusiasmo la iniciativa revolu-cionaria de las masas que "tomaban el cielo por asalto" (carta deMarx a Kugelmann). En esta situacin, como en muchas otras, laderrota de la accin revolucionaria representaba, desde el puntode vista del materialismo dialctico que sustentaba Marx, un malmenor en la marcha general y en el desenlace de la lucha proleta-ria, en comparacin con lo que hubiera representado el abandonode las posiciones ya conquistadas, es decir, la capitulacin sinlucha. Esta capitulacin habra desmoralizado al proletariado ymermado su combatividad. Marx, que apreciaba en todo su valorel empleo de los medios legales de lucha en los perodos de estan-camiento poltico y de dominio de la legalidad burguesa, condenseveramente, en los aos de 1877-1878, despus de promulgarsela ley de excepcin contra los socialistas, las "frases revoluciona-rias" de Most; pero combati con no menos energa, tal vez conms vigor, el oportunismo que por entonces se haba adueadotemporalmente del partido socialdemcrata oficial, que no habasabido dar pruebas inmediatas de firmeza, decisin, espritu re-volucionario y disposicin a pasar a la lucha ilegal en respuesta ala ley de excepcin.(Cartas de Marx a Engels, IV, 397, 404, 418, 422 y 424.[18] Van-se tambin las cartas a Sorge).

    del 24 de noviembre de 1863, y la fechada el 4 de septiembre de 1864; lacarta de Marx a Engels del 10 de diciembre de 1864, la de Engels a Marxdel 27 de enero de 1865, la de Marx a Engels del 3 de febrero de 1865,las de Engels a Marx con fecha del 22 de octubre de 1867, y la fechada el6 de diciembre de 1867 y la carta de Marx a Engels del 17 de diciembrede 1867.

    18 Vanse las siguientes cartas: de Marx a Engels el 23 de julio de 1877 y el1 de agosto de 1877; de Engels a Marx el 20 de agosto de 1879, el 9 deseptiembre de 1879 y de Marx a Engels el 10 de septiembre de 1879.