Carlos Jara - Nuevo Paradigma Buen Vivir Rural

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El Desarrollo del Buen Vivir Rural

Febrero 2011

Carlos Julio Jara

Documento de Circulación Restringida



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Cada uno debe estar plenamente consciente de que su propia vida es una

aventura, mismo cuando se imagina encerrado en una seguridad burocrática; todo

destino humano implica una incertidumbre irreductible, hasta la absoluta

certidumbre, que es la de la muerte, pues ignoramos la fecha. Cada uno debe estar

plenamente consciente de participar en la aventura de la humanidad, que se lanzó

hacia lo desconocido en velocidad, de ahora en adelante, acelerada .

Edgar Morín

· Introducción

Las palabras de Morín que he escogido como epígrafe traducen la necesidad de

adquirir un compromiso ético en defensa de la maravilla de la vida, percibida

como un todo, en su multidiversa unidad evolutiva, pero buscando la emergencia

de amplias resonancias sociales transformadoras. Un compromiso que nos

permita luchar colectiva y concienzudamente, por la supervivencia de la especie y

del ambiente, en esta aventura incierta y peligrosa en la que nos ha embarcado la

modernidad capitalista. Un deber que posibilite la fluidez de cambios compartidos

en esta nueva época marcada por tantas crisis combinadas, bajo las que subyace

el caos, la incertidumbre, la complejidad, la velocidad, el desconcierto y un gradual

pero implacable y selectivo exterminio de la vida en el planeta. La ecología y la

vida en sociedad han sido fragmentadas; el regalo cósmico que ha permitido

nuestra conservación continua, nuestra adaptación y capacidad de

autoorganización está gravemente amenazado.

Este texto resulta de una sucesión de reflexiones que han ocupado mi mente en

los últimos años, desde que publiqué el libro Las dimensiones Intangibles del

Desarrollo Rural , luego de trabajar junto a las comunidades rurales negras

quilombolas en el noreste del Brasil. Reflexiones que se refieren a la calidad de la

racionalidad que aplicamos cuando hacemos desarrollo rural, a la eficacia de las

herramientas del pensamiento convencional que empleamos, a la epistemología

que condiciona las hipótesis que orientan nuestras acciones, que condicionan las

políticas públicas que formulamos y ejecutamos. Indagaciones que cuestionan las

lógicas dualistas con las que operamos en los territorios, algunas de las cuales

funcionan abrazando la afectividad, la sensorialidad, llegando a incidir en la

direccionalidad del maldesarrollo . Reflexiones que ratifican, por ejemplo, la

conciencia de que los procesos de desarrollo reducidos a la esfera productiva,dejados a la deriva, sin responsabilidad social ni consciencia ambiental,

necesariamente afectan la armonía del vivir. Porque nos alejamos de los otros y

las otras, nos alienamos de la naturaleza y abrimos camino de exclusiones y

explotaciones que acaban arrasándonos Sabemos muy bien que ningún desarrollo

que se califique como humano y sustentable es explicable, ni comprensible

únicamente desde los principios de la acumulación económica, sin escuchar a la



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cultura, el mundo de las creencias y los valores éticos abiertos, las dimensiones

intangibles de la existencia, como la solidaridad y el amor social. Pero insistimos

en trabajar en los territorios y comunidades sin consideración ética, de forma

egocéntrica y materialista.

Es una insensatez continuar promoviendo un desarrollo rural unidimensional. Elproblema central del desarrollo económico-productivo radica en su incapacidad

de percibir sistémica e integralmente la vida social, en el contexto de Pacha

Mama, una totalidad trascendente reducida a pulsiones de competitividad y

rentabilidad. Es una estupidez pensar que lo único realmente valido en el mundo

es aquello que puede ser competitivo y rentable. No cabe duda que el crecimiento

economicista continuado, trae de la mano recursivamente la paulatina destrucción

del vivir. Si a esa creencia cultural le sumamos una tecnología avanzada

eventualmente las posibilidades de supervivencia son las mismas que la de una

bola de nieve en el infierno .1 Es una razón válida para que comencemos a

sentipensar la cuestión del desarrollo casi todo de nuevo, buscando un marco

conceptual mas unificado, alternativo. Particularmente cuando se nos desafía a

desarrollar el Buen Vivir , que además de exigir cambios profundos en las

relaciones de poder, solicita cambios radicales en las creencias y valores. En

realidad, no hay camino definido que nos conduzca al Buen Vivir , porque el Buen

Vivir es el camino. Al respecto, debemos zambullirnos en las raíces de la

mentalidad que nos engaña y nos destruye, simplemente para transcenderla.

Estamos obligados a observar la relativa realidad en la que actuamos de otra

manera, a cambiar el quehacer que hacemos, para cambiar lo que creemos que

somos. Como veremos el desarrollo del Buen Vivir , también es, de la vidaespiritual, de esa energía que resuena en nuestro interior regalándonos el sentido

de ser humanos.

Los planteamientos que hice en los años noventa no estaban respaldados de una

epistemología que permita articular disciplinas científicas, vincular textos y con-

textos , esto es, de un pensamiento que posibilite transcender al mecanicismo en

el que aún se encuentra atrapada la teoría del desarrollo , y al economicismo y

cientificismo que continua intoxicando a las ciencias sociales. Recuerdo como el

pragmatismo me llevaba a buscar una solución específica para cada problema

rural, respuestas concretas reducidas a lo medible, al logro de resultados. Perouniversalizaba las respuestas, los llamados compone-entes , como si la ruralidad

fuera una construcción homogénea. O como si los problemas no fueran

interdependientes y la gestión del desarrollo no implicara todo un conjunto de

interacciones en los campos ambientales, económicos, sociales, culturales y

1Gregory Bateson, citado por Ervin Laszlo, (2004), La ciencia y el campo akásico, Ediciones Nowlitus S. L.

Madrid, p.15.



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políticos, incluyendo los factores "intangibles " como las actitudes, las creencias.

Debía estar atento a los cambios tecno-organizacionales, detectar oportunamente

las alteraciones en el entorno y reaccionar a las mismas; lo primordial era cumplir

eficientemente con las metas establecidas. Era cautivo de los marcos lógicos ,

cazador de las prácticas exitosas, no visualizaba los problemas estructurales, peor

aún la incertidumbre. Mi lenguaje era lineal, y también mis metáforas, borrachas

de fuerzas, dinámicas y trayectorias. Lo importante era avanzar hacia el progreso,

hacia la modernidad, lo que era percibido como el proyecto superior.

Desde esa epistemología, obviamente, apenas vislumbraba el planteamiento de

que, por debajo del orden manifiesto o visible, del mundo observado, existen

pulsiones y visiones que definen las formas como nos desarrollamos , esto es,

como producimos bienes y servicios, concentramos o distribuimos la riqueza,

cuidamos o maltratamos a Pacha Mama; cómo afirmamos la vida y cooperamos

con nuestros vecinos y vecinas, o simplemente la desatendemos, nos oponemos,

excluimos y discriminamos, hasta el punto de llegar a la violencia. Desde mi

observación supuestamente consciente, no llegaba a entender que existen

maneras dominantes de mirar al mundo, que estaba cognitivamente poseído por

un paradigma de tipo dualista, desde el cual conocía, pensaba y decidía, sin

importarme la separatividad que crea y recrea. Por cierto, tampoco tenía

conciencia de que las sociedades son, esencialmente, sistemas organizados en

red y que nosotros, los seres humanos, como seres vivos, también somos

sistemas con capacidad de auto organizarse constantemente. Estaba totalmente

adormecido, programado, colonizado, preparado para dicotomizar al mundo,

demasiado alejado de las lógicas borrosas que debaten la exactitud y la vaguedadde los conceptos.2

Así fuimos de-formados , mentalmente subordinados a los dictados de un

conocimiento reducido, fruto de los preceptos epistemológicos normativos propios

de la ciencia moderna. Ciencia que acomete la explicación de los fenómenos

complejos desde el análisis de las partes que lo integran. Fuimos de-formados

privilegiando a la razón, nutriendo una cognición afirmada en esquemas

mecánicos, asimilando saberes, acumulando información, esta última, de por si

escasa. Inmersos en ambientes educativos que honraban una pedagogía de

transmisión-recepción llegamos irremediablemente a ser profesionales metódicos,ordenados, objetivos , racionales, lógicos, hasta predecibles. Cuando empecé a

trabajar en el campo del desarrollo rural, a observar las comunidades y los

territorios, aún cuando había sensibilidad social en mí interior, traducidas en

actitudes y valores comprometidos con la vida campesina, había sido

condicionado a observar lo que me habían indicado observar. ¿Cómo podía

2Bart Kosko.1995, El futuro borroso o el cielo en un chip, Crítica, Barcelona.



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obligarme a ser neutro y objetivo cuando realmente no podía ni puedo serlo?

¿Cómo podía observar fuera de las teorías que condicionan mi racional

observación ahistórica y estática? ¿Cómo pretender resolver los fenómenos de las

pobrezas de forma aislada, sólo desde el crecimiento económico, desvinculados

de todo lo demás que los producen y reproducen? ¿Cuál es la pauta y cómo se

acopla la complejidad y multidimensionalidad del proceso de desarrollo dentro de

esquemas rígidos, racionalmente lineales, frecuentemente estandarizados,

fabricados sutilmente por las ciencias coloniales ?3 ¿Cómo desarrollar Buen

Vivir desde esa exigua y cortada matriz epistémica?

Parece indiscutible que las estructuras lógicas tradicionales que habitan en

nuestra mente y que dan sentido a las realidades rurales que observamos y en las

que actuamos, no nos sirven o resultan limitadas para que se produzca la

emergencia del Buen Vivir. ¿Cómo crear una nueva configuración social, solidaria

y cuidadosa con la vida, en el marco de los mismos conceptos que han

demostrado poca fertilidad, por no decir impotencia, para resolver los problemas

que afectan a la vida? Si las anomalías y las patologías del maldesarrollo

persisten, a pesar de tantas décadas de grandes esfuerzos, es porque han

fracasado las explicaciones, se han agotado los sistemas de ideas dominantes. El

modo de desarrollo, tal como nos viene intelectualmente fabricado, dentro del

capitalismo, se nos presenta cada vez más como una somera hipocresía. El

camino hacia la elaboración de una nueva teoría de desarrollo está abierto; una

nueva manera de observar la realidad, de forma ética, crítica, reflexiva y sensible,

si es que pretendemos responder creativamente y en el corto plazo a la peligrosa

encrucijada civilizatoria en la que nos hallamos. Es un cambio a realizarse desdeconcepciones derivadas del estudio de sistemas abiertos y dinámicos, y con

miradas que posibiliten vislumbrar las interconexiones, el baile incesante e

interdependiente de las dimensiones. Se demanda una epistemología abierta, libre

de determinismos, capaz de sorprenderse ante la complejidad, el desorden, la

incertidumbre, las experiencias intangibles. Epistemologías abiertas, ciencias

abiertas, sociedades abiertas, conversaciones abiertas, la multiplicación de los

contactos respetuosos abren el camino hacia el Buen Vivir.

Por muchos años he buscado respuestas conceptuales a mi pre-ocupación sobre

cómo apoyar la construcción de una sociedad auténticamente abierta, creativa,democrática, solidaria y sustentable, sostenida en valores éticos. Mientras mi

pensamiento buscaba certezas me encontraba con más y más incertidumbres.

Cada nuevo conocimiento me conducía hacia nuevas formas de ignorancia. Cada

3Ver, José de Souza Silva 2010., Construir el día después del desarrollo: El cambio de época, la geopolítica

del conocimiento y la construcción del buen vivir en América Latina. Red Nuevo Paradigma, Campina

Grande, Brasil.



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nueva respuesta me llevaba al encuentro de más y más preguntas. Saltaba

rápidamente del encanto al desencanto. Que difícil ha sido y es transcenderse a sí

mismo. En un mundo incierto y en riesgo de colapsar, donde algunas

megatendencias nos advierten sobre aspectos agresivos, destructivos y

perjudiciales a nuestra especie, y a la vida como un todo, derivados principalmente

de un estilo capitalista de crecimiento económico intensivo e indiscriminado y de la

aplicación tecnológica de una ciencia sin conciencia, ¿acaso no es éticamente

imperioso revisar las estructuras lógicas que formatean nuestras mentes, y revisar

críticamente las concepciones y las creencias que nos llevan hacia un posible

derrumbe civilizatorio?

Me pregunto cuánto tiempo debemos vivir para comprender lo equivocados y mal-

formados que estamos para construir ese autentico Buen Vivir que anhelamos y

merecemos, la manera como sentipensamos nuestro destino. Cuanto tiempo

debe pasar para comprender que normalmente existimos invadidos por

desconocimientos y que probablemente son los elementos normalmente

incognoscibles los que pautan nuestra conexión con lo novedoso, lo creativo, lo

cuidadoso, la solidaridad con los otros y las otras, incluyendo Pacha Mama.

Pasamos los años confundidos entre zonas de sombra, simplemente porque no

conseguimos salir del calabozo ideológico en la que nos mantiene encerrado el

imaginario del desarrollo convencional. No percibimos que generalmente

operamos en los territorios rurales como reproductores de mentiras, rumiando

por los establos institucionales, buscando claridad desde oscuridades epistémicas.

Por cierto, cuando trabajaba en Brasil logré de-construir en algo al concepto

convencional de desarrollo, al reflexionar que des-envolvimento significaba falta

de involucramiento, de la misma forma que des-consideración significa falta de

consideración. Al preguntarme en qué modelo o patrón debemos involucrarnos,

llegue a la conclusión de que lo que realmente se desarrolla es un patrón de

poder. Empecé a tomar conciencia de que estaba equivocado. ¿Qué significaba

pobreza para una mujer negra, sin activos, madre soltera y discriminada? ¿Qué

significaba desarrollo para muchas de las comunidades negras de Maranhão?

Llegué a cuestionar mi quehacer, a un punto de quiebre, comprendí que nuestras

sociedades no son ni serán como las otras. El no ser desarrollados nos recuerda,

lógicamente, lo que no somos aún: modernos, capitalistas, competitivos,progresistas, industrializados, inclusive para algunos, civilizados. Estamos

supuestamente en tránsito hacia la estación de Ellos, sólo tenemos que cerrar las

brechas, salir de los niveles inferiores, gracias al crecimiento.

La narrativa mistificadora del desarrollo es tan fuerte, que se llega a tener

vergüenza por no ser o aparecer como los otros y otras, entonando la canción de

Piero, como los norteamericanos . Nuestra historia de acuerdo a esta concepción,



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tenía que occidentalizarse, irremediablemente, privándonos de la posibilidad de

definir otros destinos sociales, otras creaciones que emerjan de las redes del vivir

humano. Debíamos cambiar rápidamente, sumarnos a la Alianza para el Progreso

y formular programas de desarrollo rural, para alejarnos de cualquier insurrección.4

Debíamos adaptar o transformar nuestras culturas según los estímulos del entorno

moderno, interiorizar los discursos externos en forma de imágenes mentales,

imitando comportamientos, para ser como Ellos, por asimilación simbólica. Casi

que no tuvimos espacio para decidir libremente cual debería ser nuestra

existencia, para que ocurran los emergentes sistémicos que traducen otros

caminos de desarrollo, posibles constructores del Buen Vivir.5

Confieso que me siento avergonzado cuando me percibo racioemocionalmente

colonizado, explicando y haciendo un tipo de desarrollo que no es lo que

pretende ser. Vergüenza es la mentira sutil o la media verdad que se repite

continuamente para propagar lo que es falso. Son muy cercanas las fronteras

entre el cinismo y la hipocresía. Cuantos discursos demagógicos escuchamos,

cuanta complicidad observamos, cuantas políticas formuladas sin principios y con

fines injustos a nombre del desarrollo ; simulacros de cambio, maquillajes

políticos, recomendaciones bien intencionadas. Toda una perorata engañadora

que muerde por dentro, como perro rabioso, que viene aceptada casi sin reflexión,

como fundamento válido de nuestros quehaceres en los territorios rurales.6

Confieso también que siento indignación cuando observo las exclusiones

programadas, las aculturaciones impuestas, la destrucción de los ecosistemas, la

4Paul Cliche (2005) A reflection on the Concepts of poverty and Development , Canadian Catholic

Organization for Development and Peace.5

Arturo Escobar (1998) nos dice: Por casi cincuenta años, en América Latina, Asia y África se ha predicadoun peculiar evangelio con un fervor intenso: el desarrollo . Formulado en Estados Unidos y Europa(luego) de la Segunda Guerra Mundial y aceptado y mejorado por las elites y gobernantes del Tercer

Mundo el modelo de desarrollo contenía una propuesta inusitada: la transformación de las culturas y formaciones sociales de tres continentes de acuerdo a los dictados del llamado Primer Mundo. Se confiabaen que, casi por fiat tecnológico y económico, y gracias a algo llamado planificación, de la noche a lamañana milenarias y complejas culturas se convertirían en clones de los racionales occidentales de los

países económicamente avanzados , La Invención del Tercer Mundo: Construcción y reconstrucción del

desarrollo, Editorial Norma, Buenos Aires. p. 103.6

Reflexionemos sobre lo que nos dice una pareja de especialistas de prestigio en los círculos internacionales:la concentración de las formas más extremas de pobreza en las áreas rurales y la creciente desigualdad

en la distribución de los ingresos rurales continúan siendo resultados muy preocupantes de los esfuerzos

emprendidos, con frecuencia costosos, por combatir la pobreza rural y la desigualdad en América Latinamediante iniciativas de desarrollo rural. Este fracaso generalizado exige que se exploren métodosalternativos de desarrollo rural cuya probabilidad de éxito sea mayor. Merece especial atención una de talesalternativas, cuya finalidad es: (1) proyectar a su máximo potencial el valor agregado de los recursos localessubutilizados, (2) integrar las actividades rurales y urbanas en una sola dimensión territorial, centrada en

proyectos económicos regionales y (3) incorporar a la población rural pobre a las oportunidades de empleoe inversión generadas por el crecimiento local. Este enfoque territorial de desarrollo rural es el que seanaliza en el presente trabajo . Alain de Janvry y Elisabeth Sadoulet (2004). Hacia un enfoque territorial del

desarrollo rural. Cuarto Foro Temático Regional de América Latina y el Caribe: Cosechando Oportunidades:

Desarrollo Rural en el Siglo 21 , San José de Costa Rica.



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erosión de los tejidos sociales, tanta corrupción y falsedad política. Aprendí muy

tarde que no hay mayor mediocridad cognitiva que la de volverse especialista, en

casi cualquier tema. La práctica profesional del que hace Buen Vivir tiene que

estar relacionada con la emergencia de alternativas. Si se pretende apoyar el

florecimiento del Buen Vivir rural es forzoso ampliar la epistemología, revisar las

premisas del desarrollo convencional a la luz de un nuevo paradigma. Somos

desafiados a enfrentar la fuerza de los significados dominantes, particularmente la

cruda lógica economicista que conduce irremediablemente a un maldesarrollo

depredador. ¿Qué sentido tiene seguir nutriendo las condiciones que

habitualmente reproducen las mismas formas de poder y conocimiento? No solo

que estamos obligados a cuestionar algunos de los conceptos y herramientas

convencionales sobre desarrollo que nos alcanzan desde la racionalidad del

sistema hegemónico, sino que debemos forjar un lenguaje de esperanza, que

posibilite nuevas relaciones sociales, de cooperación, solidarias, creando

comunicaciones más próximas. Sin esperanza simplemente nos debilitamos.

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Otro buendesarrollo tiene que ser posible en el futuro, que ya es ahora, si

solamente pudiéramos o supiéramos como sembrar patrones de solidaridad donde

antes no los había. El Buen Vivir no va agestarse por la sola voluntad de sus

gobernantes, peor aún por decreto, sino por lo que está sentipensando la

población. Si los ciudadanos creen que lo más importante es desarrollar todo su

potencial humano, y que su destino se construye en solidaridad con los otros y las

otras, en armonía con Pacha Mama, entonces luchará por el acceso a las

oportunidades, defenderá sus derechos y se alejará de las prácticas que explotan

a las personas, a las sociedades y a la naturaleza. Las creencias, no cabe duda,son más fuertes que los conceptos. Si solamente pudiéramos crear resonancias

ampliadas desde las creencias forjadas en el yunque de lo individual, nutriendo

acciones colectivas, los pequeños comportamientos, los habitus personales,

pueden producir grandes transformaciones. Una red de personas, aparentemente

7El líder checoslovaco Václav Havel nos decía: O tenemos dentro de nosotros la esperanza, o no la

tenemos; es una dimensión del alma, y no depende esencialmente de alguna observación particular delmundo o cálculo de la situación. La esperanza no es prognosis. Es una orientación del espíritu, unaorientación del corazón; trasciende el mundo que se experimenta de inmediato, y se ancla más allá de sushorizontes La esperanza, en este sentido profundo y poderoso, no es lo mismo que la alegría porque las

cosas van bien, o la disponibilidad para invertir en empresas que obviamente están encaminadas al éxitorápido, sino al contrario, una capacidad de trabajar por algo porque es bueno, no sólo porque tiene una

posibilidad de lograrse. Cuánto más difícil la situación en que mostramos la esperanza, más profunda es laesperanza. La esperanza definitivamente no es lo mismo que el optimismo Yo creo que la forma más

profunda e importante de la esperanza, la única que nos puede mantener a flote e instarnos a buenas obras, yla única fuente verdadera de la dimensión asombrante del espíritu humano y sus esfuerzos, es algo querecibimos, como si fuera, de otro lugar. Es también esta esperanza, sobre todo, la que nos da la fuerza

para vivir e intentar continuamente hacer cosas nuevas, aún en condiciones que parecen tan vacías deesperanza como las nuestras, aquí y ahora. Citado por Thomas Bamat (2004), Brotes de mostaza en tierra

árida,



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aisladas, pero compartiendo creencias, en contacto cotidiano, comunicadas,

configura un colectivo que genera un nuevo orden, por autoorganización. Ese

emergente sistémico bien podría ser semilla y fruto del Buen Vivir.

Pensamos que lo esencial en la construcción del Buen Vivir no radica tanto en la

calidad de las políticas públicas, sino en las creencias que inspiran y en laemoción desde la cual se hace desarrollo sustentable. Si queremos que los

actores sociales las comunidades y asociaciones sean simples co-gestores

de los procesos de cambio en los territorios, las propuestas de participación

ciudadana son consecuentes con esa propuesta. Pero si queremos crear

protagonismo, que los ciudadanos se pronuncien como seres responsables y

éticos, luchando por un vivir bueno, digno, creativo, solidario - que tengan

imaginación para crear entonces las creencias y las emociones tienen un papel

fundamental. Ciertamente que debemos enriquecer la imaginación social,

transformando la frustración en un nuevo compromiso, afirmado en valores éticos

y ambientalmente cuidadosos, congruentes con el medio natural del que somos

parte y, coherentes con la legitimidad del otro y la otra. Nuevos mundos

emergerían de forma espontanea, fruto de interacciones solidarias, de creencias

articuladas en red, llevando mensajes alternativos, diferentes, emergentes.

La pre-ocupación ética que me asalta no surge de la nostalgia de mis años

tempranos cerca de los campesinos, del anhelo de encontrarme de nuevo con

mundos rurales tranquilos, bonitos y solidarios. Por soñador que sea, no llevo una

actitud romántica con relación al mundo rural y campesino, sino una ética de

resistencia y rechazo. Porque frecuentemente observo cómo, desde el discurso

del desarrollo , se afectan los campos ambientales y sociales, de forma

insensible, consciente o inconscientemente. Es difícil construir un proyecto de

cooperación cuando la institucionalidad formal nutre el egoísmo con discursos de

competitividad, un valor esencialmente machista. El escenario del Buen Vivir rural

se me dibuja bloqueado, programáticamente fragmentado, descarriado por

políticas públicas equivocadas, y no solamente por la forma lineal, sectorial y

dicotómica en que son formuladas, sino porque, además, vienen cargadas de un

inconsciente patriarcal que aumenta y reproduce las desigualdades. Los

beneficios, los proyectos, el recurso financiero suele ser usualmente una facultad

del hombre, mientras que la mujer debe sujetarse al esquema patriarcal. No esfácil entender que la concepción mecanicista que domina la práctica del desarrollo

rural convencional carga el peso masculino del dominio patriarcal. Por eso, el

conocimiento que es usado para dominar a las mujeres, es el mismo conocimiento

que destruye a la naturaleza. La exclusión, la discriminación, la arbitrariedad, el

atraco, la agresión, la artimaña, la corrupción, la opresión, la explotación, son

algunas de las expresiones de la mala con-vivencia que ocurre en los ambientes



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donde reina la desigualdad. Lo que eventualmente se vuelve insostenible se

esculpe sutilmente en nuestro concepto de verdad.

Las recetas del progresismo capitalista promotor de mal-desarrollos , se repiten

constantemente, cínicamente, siempre con nuevos enunciados, reproduciendo

futuros pasados. No logramos salir del discurso dual, digital, habitual, racional,instrumental, de la lógica de la causa y el efecto. Queremos responder a las

pobrezas con los mismos conceptos que las producen, esencialmente, mayor

crecimiento indiscriminado. Más de lo mismo y para los mismos. Percibo la

impotencia de las teorías dominantes y de los esfuerzos de tantos ilustrados

pensadores. Observo en los medios rurales una brutal dispersión de programas y

recursos. Percibo la corrida del tiempo que se vive como si estuviéramos en

estampida, y me estremece admitir, por la velocidad de la destrucción ambiental,

que casi no hay largo plazo. Es patética la infertilidad cognitiva de nuestros

políticos, casi todos ellos conservadores por ser portadores de una matriz

epistémica agotada; su ceguera cognitiva para entender aquello que esta-en-el-

medio , entre los extremos que se oponen. Su epistemología traduce la situación

de los muertos insepultos, vagando inconscientes pero rígidos, para quienes la

falta de vitalidad traduce falta de creatividad para enactivar cambios. Raimundo

Panikkar nos decía que "sin una nueva toma de conciencia no se produce ningún

cambio ", ya que "el cambio de las estructuras es superficial y no alcanza al

corazón del problema ".8

· Las promesas de los pájaros preñados

He sido de-formado por las ciencias sociales, habituado a analizarobjetivamente los territorios rurales, a mutilar los fenómenos sociales, a dividir

las cosas, en partes o retazos, supuestamente para entenderlas. Ya lo dije, he

sido calificado por la institucionalidad convencional como especialista en

desarrollo rural .9 Como tal, he venido modelando realidades, instrumentalmente,

linealmente, disciplinadamente, siguiendo los llamados planes operativos . Pasé

muchos años de mi vida pensando a la vida y las cosas de forma desintegradora,

olvidando conexiones, la ciencia de la complejidad o la complejidad de la ciencia.

Mi vida profesional fue construida formalmente, influenciada por una reducida

categoría de discursos, códigos e imágenes difíciles de cuestionarlas,

particularmente cuando se trabaja confinado dentro del panóptico institucional. Ha

sido imperioso salir del cotidiano para deconstruir el anterior incuestionable, la

apertura hacia lo extraño, lo desconocido, llegar a perdonarse. Para conquistar

8Salvador Harguindey, El Espíritu de la Política, http://www.redcientifica.com/doc/doc

9Bernard Shaw nos decía de forma satírica que el especialista es aquel que sabe cada vez más sobre un

terreno cada vez menor, lo que nos lleva a creer que su supremo ideal es llegar, un dia, a saber todo sobrenada .



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coherencia, debo desprogramarme, emprender una tarea desmitificadora,

absolverme. Tarea difícil, porque convivo amistosamente con especialistas

constructores del sinsentido. Me siento rehén de toda una larga historia de

hipocresía cognitiva, llamado a re-observarme a mí mismo y al mundo que me

rodea.

Es ético cuestionar a los modelos de desarrollo que demuestran impotencia para

crear equidad, sustentabilidad, justicia y sustentabilidad. Debemos desterrar el

dogmatismo y los mitos como el del progreso - que roban a los fenómenos

sociales de su sentido histórico. El cambio prometido por el desarrollo no ha

llegado, ni llegará, al menos en la forma que inspiró originalmente nuestros

disoñares . Debemos entender que el desarrollo no es una ciencia, ni dentro de

su tradicional concepción economicista, sino un tipo de política disimulada,

exteriorizada en jerga sofisticada. No importa que la lógica económica se encubra

en los cálculos de probabilidades o modelos matemáticos, siempre será una

suerte de política disfrazada. Peor aún cuando no se afirma en la ética, ni en la

ecología, el resultado es exclusión y destrucción del ambiente. La indignación por

esa mala política no puede ser silenciada, aunque ni siquiera las víctimas del

maldesarrollo puedan conscientemente explicarla. Porque constituyen grupos

sociales que aún no toman consciencia de sus intereses históricos, por lo tanto,

ciudadanos que no inciden en las decisiones políticas que perturban sus vidas.

Afecta a nuestra autoestima que nos sigan prometiendo pajaritos preñados , con

frecuencia, desde seminarios institucionalmente programados en hoteles cinco

estrellas . Son las redes de especialistas , burócratas, comunicadores, escritores,

funcionarios y periodistas reunidos protocolariamente para elaborar o afirmar unadeterminada visión del desarrollo , supuestamente para enriquecer las mismas

políticas públicas; por regla, aquellas que prioriza la lógica del mercado.

Sermonean con aires de autoridad buscando de forma consciente o inconsciente,

la callada obediencia de la audiencia, la renuncia de la reflexión. Así es como se

determina cuales son los conocimientos valiosos, lo que es funcional al sistema, al

poder. ¿Cómo creen que se produce y se reproduce el significado, se construye y

se fortalece el poder? Los discursos sobre desarrollo no son apenas

encadenamientos de palabras, expresan relaciones sociales, traducen ideología.

Debemos levantar una ética de resistencia y de propuesta, pero primero tenemosla obligación de emanciparnos desde adentro. Porque para los inclementes es

muy conveniente echarle la culpa al otro o la otra. El desarrollo personal es

éticamente previo a cualquier programación social o aprendizaje de instrumentos

técnicos. Esa oscuridad interior que llamamos indiferencia, es la raíz del

maldesarrollo . Con esa visión cartesiana fragmentada, con esos lentes

machistas, es difícil percibir la interdependencia multidimensional que traduce el



12

Buen Vivir . La ecología y la economía han sido separadas y deben ser religadas,

para crear un nuevo saber unificado. Hay que caminar hacia la integración de las

disciplinas y temas, hacia la construcción de una visión de un mundo nuevo.

Somos llamados a cambiar de perspectiva y sensibilidad, para alcanzar una visión

de totalidad, para iluminar otros caminos evolutivos casi desconocidos, otras

actitudes y métodos capaces de relacionarnos solidariamente con la naturaleza y

la sociedad. Necesitamos de un pensamiento alternativo, un nuevo modo de

entender y entendernos, para pensar en alternativas de desarrollo que nos

conduzcan hacia el Buen Vivir. Necesitamos nuevas interpretaciones e

instrumentos diseñados desde otros conocimientos, concepciones y axiologías

que involucren nociones decisivas sobre la vida como un todo. Ese cambio de

perspectiva va de la mano con una nueva sensibilidad

Causa dolor moral observar el impacto social causado por las promesas políticas y

científicas de prosperidad para toda la sociedad, no importa el brazo ideológico de

donde vengan. De la izquierda de la derecha, del centro de la izquierda o de la

derecha de la izquierda del capital. Porque todos ellos sufren de la misma crisis de

percepción que nos afecta; están seriamente comprometidos con el materialismo.

La ciencia social dedicada al desarrollo y la mayoría de sus instrumentos han

sido incapaces de resolver los problemas de las pobrezas y las injusticias

ambientales y sociales. El proyecto de sociedad moderna, forjado por el

positivismo, apoyado en la razón instrumental y vigilada burocráticamente se

revela impotente para defender el mundo vivo del que somos parte. Theodor W.

Adorno nos decía que "la razón se vuelve impotente para aferrar lo real no por su

propia impotencia sino porque lo real no es razón "

Las premisas del desarrollo cuantitativo propias de las nociones mecanicistas,

donde la rentabilidad y la competencia han dejado de ser medios para convertirse

en fines que deben a lograrse cueste lo que cueste, tienen que ser cuestionadas.

Hay muchas empresas en la ruralidad, pero esta no se reduce a una empresa

capitalista donde el mejoramiento de la eficacia y eficiencia tiene que causar

mayores beneficios monetarios. El desarrollo rural tiene que ser eficiente en el

sentido que sus planes y proyectos de ejecutan con recursos públicos. Pero sus

resultados no solo deben expresar valores monetarios, sino mayor justicia,

solidaridad y cuidado ambiental, entre otras finalidades. ¿Quiénes y cómo semaximiza la utilidad? Los resultados de esta racionalidad aplicada de forma

unisectorial en los territorios, en general, expresan decepción social, porque

dementes, excluyentes. La dinámica del crecimiento en los mundos rurales no

siempre está conectada con el acceso a bienes y servicios básicos, un trabajo

estable y digno. No es el territorio rural el que excluye, sino el contexto de

empresarios y mercados que apuestan al mayor rendimiento con el mínimo costo.



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Bajo el discurso de un agro exitoso y competitivo hay demasiadas evidencias de

explotación laboral. Es necesario desarrollar capacidades de negociación entre los

trabajadores agrícolas y los empresarios, ampliar los vínculos de comunicación,

nutrir un auténtico sentido de responsabilidad social, en síntesis, cambiar el

paradigma de desarrollo empresarial.

Ciertamente que he observado procesos de desarrollo que tuvieron efectos

benéficos, con expresiones incluyentes en actividades productivas diferenciadas,

manejo sostenible de recursos naturales, y una reducción evidente del

empobrecimiento. Fueron procesos de desarrollo construidos desde percepciones

más integrales, responsables, participativas. He observado esfuerzos genuinos de

desarrollo y decisiones políticas probadas de desarrollo rural, en comunidades

movilizadas desde la solidaridad, la responsabilidad, el acceso a capacidades,

activos y niveles de decisión. He visto producciones diversificadas y relativamente

limpias , que consideran los vínculos entre necesidades y derechos, entre los

seres humanos y la naturaleza. El impacto, sin embargo, ha sido local, sin

mayores resonancias a nivel territorial, traduciendo apenas lecciones de buenas

prácticas.10

Aún así, no llego a percibir transformaciones más amplias, solo cambios parciales,

dibujados como gotas de aceite sobre el agua. La intervención en las partes del

sistema no ha llegado a influir en la dinámica del todo. Hay un algo, una pauta

que no está allí o que no logramos entender que mismo es, para que ocurra una

autoorganización virtuosa y se produzca la emergencia de nuevas estructuras

espacio-temporales. Como que falta intensificar las interacciones, las

comunicaciones, articular las creencias y las acciones que existen o se presentan

aisladamente a fin de ganar mayor complejidad y dar lugar a comportamientos o

estructuras cualitativamente emergentes. Como dije, no llegamos con las

alteraciones parciales a afectar la dinámica subyacente o esencial del todo;

contribuimos al cambio de un determinado sistema, pero hay otros sistemas que

los abrazan que simplemente los aplacan. Cambia de alguna manera el sistema

social local, interdependiente e interactuante con el sistema de la sociedad

territorial y regional en los que están inmersos, pero en los resultantes, en los

procesos disipativos, no parece evidenciarse la transformación. Todo ello deviene

de una visión fragmentada del desarrollo, o de la falta de una comprensiónsistémica de los procesos multidimensionales que ocurren en los territorios. Faltan

las redes sociales , tejidos, intercambios, comunicaciones, a fin de que las

pequeñas variaciones locales traduzcan resonancias que impacten en los

sistemas mayores. Debemos aprender a ordenar el orden y el desorden por medio

de interacciones, de modo que el cambio local no sea apagado por el sistema

10Carlos Julio Jara (2009), La Experiencia de Felipa. IICA-Sede Central, San José de Costa Rica.



14

más amplio, procurando que lo incorpore. Son esos emergentes sistémicos los

que permiten re-evolucionar las estructuras; son las conexiones de in-formación

las que pueden provocar los saltos cualitativos traducidos en Buen Vivir . Hay un

algo intangible que no conseguimos desplegar para tejer las partes, que forman

parte de un mismo todo. Hay un déficit de percepción que nos impide identificar

las acciones con potencial de producir efectos mariposas .

· El mundo que observamos no es el mundo real

Cualquier modelo de desarrollo , cualquier estrategia, cualquier política pública

sólo merece aplicarse u observarse en la medida en que demuestra capacidad de

satisfacer las necesidades de subsistencia, justicia, paz, salud, entendimiento,

participación, identidad, cuidando simultáneamente de la naturaleza. Cualquier

cosmovisión individual o social que atente contra la red de la vida, debe ser

cuestionada y abatida, no sólo éticamente, sino política y culturalmente. Una

sociedad que se maldesarrolla constantemente tiende eventualmente asofocarse, es o llegará a ser irremediablemente insustentable. Hay un sistema

político que con una mano estructura y ordena ciertos campos, y con la otra mano

los desestructura y desordena, homogeniza y diversifica, que no consigue dialogar

con Pacha Mama, la convierte en no-naturaleza , junto a nosotros, seres

simultáneamente creativos y destructivos. Corresponde al sistema capitalista, su

racionalidad mecanicista, su percepción del mundo hecho de cosas, su

alineamiento básico con la irresponsabilidad social y ambiental.

No es fácil rebelarse intelectualmente contra el poder paradogmático que exhibe

el orden establecido, ofreciendo explicaciones más rigurosas afirmadas en unaciencia de vanguardia. Cuando nos proponemos cambiar la sociedad nos acusan

de anti-sistémicos , por decir lo menos. Entiendo, sus percepciones corresponden

a sus visiones, sus impresiones, sus narraciones, sus procesiones por la vida, sus

intereses. ¡Prohibido conspirar, cuestionar las instituciones, reexaminar las viejas

premisas, proponer caminos alternativos de transformación! El problema también

radica en que hemos interiorizado un discurso dualista cuya racionalidad nos

separa del ambiente natural, enfocando al desarrollo desde ópticas

instrumentalizadoras. La incontrolada expansión del crecimiento dentro de la

biosfera traduce un metabolismo irremediablemente destructivo. El mismo sistema

de pensamiento que fragmenta la realidad en partes - supuestamente para

conocerla - atomiza a la sociedad, apaga la inventiva, rompe los vínculos de

solidaridad, castiga las relaciones solidarias que aproximan creencias, salvo que

les sean funcionales al proceso de acumulación.11

11Por ejemplo, para vincularse intensamente a los mercados, en el cual ya no somos únicamente

consumidores, somos consumidos.



15

Hemos consumido una cosmovisión sofisticadamente utilitaria que tiende a

controlar las respuestas luego de formular las preguntas; un paradigma de

desarrollo que no consigue articular lo social, lo cultural, lo ambiental, y lo

económico.12 Peor aún lo ético, lo estético y lo espiritual, que son las dimensiones

fundamentales para que brote y se consolide el Buen Vivir. Si los ciudadanos no

percibimos lo vivo como bello, o no apreciamos la belleza de la naturaleza,

simplemente no la cuidamos, acabamos engordando nuestro antropocentrismo.

Observar a la naturaleza como una obra de arte favorece un desarrollo coherente

con la trama de la vida, nos sensibiliza, nos vuelve creativos, nos hace más

inteligentes, nutre una actitud respetuosa, que es la base de la solidaridad. Las

categorías estéticas deben ser parte de la compleja ecuación del desarrollo del

Buen Vivir a riesgo de ahogar los estados efectivos tan necesarios para ganar

cohesión social e impulsar los cambios. Si logramos advertir internamente la

belleza inherente a todo lo vivo, entramos en contacto con el todo, del que somos

parte, siendo posible percibir el entrelazamiento de las dimensiones, la danza delas casualidades. Observaríamos al territorio no solamente en su estrecha

dinámica productiva y desde conductas competitivas, sino con alegría, simpatía,

respeto, consideración, cuidado, prudencia. Observaríamos los colores, los

sabores, los paisajes, los arboles, el ritmo de los arroyos, la textura de los suelos,

las obras y los escenarios culturales, emotivamente. No apostaríamos tanto en el

poder de la ciencia y de la técnica, cuanto en la calidad de las interacciones de

carácter social y cultural, el modo como colaboramos con los otros y las otras, el

tipo de sinergias que construimos y de los sincronismos que aparecen. La

atmosfera del Buen Vivir tiene que ser bella.

Pero también ética, para conectarnos con la responsabilidad y reconocer que

somos simultáneamente creación y creadores. Si el Buen Vivir es el camino, todo

acto presente de cuidado y solidaridad tiende a traer cuidado y solidaridad en el

futuro. Cuando la acción colectiva viene acompañada por la comprensión de que

somos seres interdependientes, la multiplicación y la articulación de las creencias

puede condesarse en un destino compartido. La calidad de ese camino desde y

hacia el Buen Vivir depende del carácter que motiva o inspira al actor, al agente,

al protagonista que realiza una determinada acción, que formula o ejecuta una

política pública, pero también de la apertura y la gratitud del actor, la integridad de

la persona o la comunidad que la recibe, como de la pertinencia y congruencia

12Jiddu Krishnamurti nos decía que Nunca miramos para un árbol, y si lo hacemos es con el propósito de

utilizarlo: sentarnos a su sombra, o cortarlo para hacer tablas. En otras palabras, miramos a los arbolescon propósitos utilitarios; nunca vemos un árbol sin proyectarnos a nosotros mismos, para sacar provechodel mismo. De la misma manera tratamos a la tierra e sus productos. No hay amor a la tierra, solamenteexploración de la tierra. Si realmente amaramos a la tierra, habría mayor moderación en el uso que hacemosde las cosas. Esto es, si comprendiésemos nuestras relaciones con la tierra, seriamos muy cuidadosos en eluso de las cosas de la tierra. O Despertar da Verdade, pág. 19



16

social y cultural de las acciones. Debido a que debemos aprender y saber ajustar

las buenas prácticas, y evaluar los efectos de nuestras acciones, las buenas

políticas públicas, inspiradas en la ética y aplicadas en la estética, producen

buenos resultados. Es razonable promover tanto buen desarrollo como sea

posible.

Hay que caminar desde y hacia la integralidad. Porque en nuestra pantalla

conceptual se proyectan fragmentos yuxtapuestos, retazos de realidad, creando

incoherencia. Si no internalizamos la noción y el sentido de interdependencia es

difícil percibir la trama de solidaridad que nos acopla con los otros y las otras. Sin

ese sentido de solidaridad es difícil lograr resultados sinérgicos, alimentar

resonancias que re-habiliten la acción política. La separatividad nos impide

articular creencias y fortalecer las acciones colectivas; la fuerza de lo pequeño

permanece aislado y se disipa sin producir un emergente sistémico más amplio.

Los propios actores involucrados en un proceso de cambio se ven impedidos de

tejer sus propias redes, simplemente porque se perciben separados. ¿Por qué

será que son tan funcionales para el sistema capitalista todos esos millonarios

programas calificados de lucha contra la pobreza rural que promueven un

intenso proyectismo clientelar? Sutil manera de aquietar a los pobres, impidiendo

que se observe él con-texto , que revisen la historia y se conviertan en ciudadanos

autónomos y soberanos. ¿Cómo es posible transitar del sinsentido cognitivo a la

sensibilidad moral, dejar de fragmentar la realidad, despertar la conciencia de la

interdependencia de la diferencia, el poder de las interacciones o-cultas ?

Debemos pasar hacia otros niveles de consciencia, más elevados y en contacto

con la unicidad. Nuestra sociedad no podrá cambiar sin que cambien los modelosmentales que la maldesarrollan.

Comprendo que la mayoría de los agentes técnicos dedicados al meritorio

quehacer del desarrollo rural - interpretado como concepto ampliado - no están

preocupados por las cuestiones carentes de explicación causal, o por variables

que no pueden controlar o medir, como las contingencias. Por idealistas que sean,

colmados de fe, vengan de la izquierda o de la derecha del capital, no logran

remover su propio determinismo, generalmente economicista. No hay desarrollo

sin crecimiento, argumentan reciamente, aunque no saben cómo mismo traducir

crecimiento en Buen Vivir . No son capaces de observar las contradicciones y salirde la miopía epistémica para develar las aporías, simplemente porque les es

absurdo pensar que algo pueda existir en la sociedad que no esté ordenado por la

economía. Se padece de una suerte de adicción a lo calificado como operativo, a

lo referido a las cosas, lo que es medible y denota cantidades, lo que solamente

tiene propósitos prácticos o utilitarios. Estamos muy preocupados por las metas,

por las obras emblemáticas, más que por la calidad de los procesos. A manera de



17

regla, esos especialistas no aceptan las hipótesis que no pueden ser verificadas

observacionalmente , adoptando posiciones supuestamente neutras,

implícitamente indiferentes, desde el punto de vista de la ética, la estética o lo

espiritual. Son los hombres y las mujeres del realismo, que farolean desde el

apego al des-con-texto , propio de los sistemas cerrados, a la epistemología

cerrada, que formula propuestas de desarrollos rurales eficientes, rentables,

realizables del más de lo mismo y para los mismos. Con razón Einstein decía que

haciendo siempre lo mismo se obtiene el mismo resultado .

Es desde esa matriz epistemológica cerrada que generalmente se formulan las

propuestas de política pública destinadas a desarrollar las sociedades, visiones

parciales, sectoriales, reducidas para el abordaje de problemas esencialmente

complejos, intertemáticos, en-redados . Así es como las autoridades, los técnicos

toman las decisiones de política pública, funcionales, operativas , pero incapaces

de aproximarse a la integralidad del ser humano y al ritmo armónico y fluídico de la

naturaleza. ¿Cómo pretender desarrollar el Buen Vivir ? Reflexionan desde

campos cognitivos separados, que conducen a visiones incompletas, al tiempo

que expresan incomodidad con el lado espiritual del cambio social, deportada al

campo religioso. Sumergidos en el sentido común , piensan que todo fenómeno

tiene su causa y su efecto , y se estancan en la simplificación, siempre útil, al

servicio de los determinismos, incapaces de explicar desde sus lenguajes

babilónicos lo que es esencialmente sistémico, las interconexiones subyacentes

que habitan en los planos más básicos de la realidad.13 El Buen Vivir solamente

puede concebirse desde una visión unitaria, nunca fragmentada.

En realidad, los agentes técnicos dedicados al desarrollo rural trabajan o viven

constantemente, inconscientemente, en el caos y el movimiento de los territorios

rurales, entrelazados en el des-orden multidimensional. Lo caótico de la vida rural

se revela en la complejidad de las configuraciones, la multidiversidad de

trayectorias, la mutante heterogeneidad, y lo impredecible de los procesos por los

que pasan. Han sido formados, sin embargo, para observar un mundo ordenado,

moviéndose dentro de patrones programados, predecibles, creyendo que el

desarrollo sigue trayectorias lineales, como si fuera un perdigón economicida. Sus

métodos de trabajo son analíticos, por lo que optan por dividir los problemas hasta

donde sea posible fraccionarlos, para luego categorizarlos de acuerdo a una ciertalógica. Son los iluminados formuladores de realidades fragmentadas y

fragmentadoras. Porque su base epistémica no considera a la totalidad, que

abraza lo tangible y lo intangible, que combina lo estable con lo que es siempre

cambiante, como todo lo que acontece en la vida.

13John Briggs y F. David Peat (1999) Las Siete Leyes del caos, ventajas de una vida caótica, Editorial

Grijalvo, Barcelona, España.



18

En el campo del llamado nuevo desarrollo rural que señala al territorio como

objeto de políticas, no se observa un territorio rural vivo que se renueva

constantemente, peor aún la emergencia de procesos y fenómenos

multidimensionales, interactivos, plenos de ingredientes de indeterminación. Se

cosifica al territorio, de desconoce que bajo el velo de la percepción materialista y

determinista existe una realidad más profunda, hecha de otras esencias

intangibles. Se habla de dinámicas territoriales, buscando encontrar modalidades,

trayectorias, tipos de movimientos, que solo existen en la cabeza de los cientistas

sociales. Se vende tanto el enfoque territorial para hacer casi más de lo mismo,

esto es, no enfocar los verdaderos problemas que obstaculizan la emancipación

de los grupos excluidos y, por tanto, no ofrecer soluciones sostenibles para acabar

con la miseria política y los daños ambientales.

No es lo mismo el enfoque del desarrollo territorial que el enfoque del desarrollo

del Buen Vivir en territorios, este último necesariamente ético y ecointegrador .

En la visión convencional, que se deriva del paradigma mecanicista, el territorio se

vuelve un fetiche y el desarrollo sustentable, un mito que supuestamente se deriva

de la organización y dinamización competitiva del territorio, que se vuelve cosa.

Cuando se percibe que el desarrollo económico territorial atraviesa las fronteras

o puede provocar la ruptura del equilibrio ecológico, las instituciones llaman al

estudio del impacto ambiental, como si los territorios y sus ecosistemas fueran

sistemas cerrados. Tampoco se contextualizan los fenómenos que se analizan y

estudian, al ser reducidos a pedazos fenomenológicos que adoptan el nombre de

"variables , apartadas de las condiciones históricas y sociales donde se ordenan,

se desordenan y se reproducen casi sin cesar. Toda una realidad compleja, todauna especifica manifestación territorial, vista desde la superficie de las cosas

donde la causalidad gobierna todo y no hay sitio para la emergencia de cualquier

sincronicidad . 14

Hemos asumido como verdad evidente la necesidad de crecer económicamente

de forma competitiva, para crear oportunidades de ingreso y trabajo, estimulando

el avance tecnológico y los niveles de productividad. Insistimos en volvernos más

y más competitivos, ganando más y más eficiencia productiva, para lograr una

vinculación rentable y sostenible en los mercados. Por mucho que se hable de

competitividad sistémica, que se insista en asumir conductas responsables, laenergía subyacente que domina traduce una verdadera lucha de clases,

radicalmente utilitarista. Eventualmente la competitividad engendra rivalidad y se

manifiesta como la lucha económica entre el más fuerte contra el débil.

Reverenciamos el concepto de sostenibilidad reducido a garantizar la

permanencia duradera en los mercados, obteniendo ganancias. Observamos el

14David Peat, (2007) Sincronicidad: puente entre mente y materia, Editorial Kairós, España.



19

enfrentamiento de empresas, sistemas productivos, instituciones, organizaciones,

cada una ofreciendo bienes y servicios de diversa calidad y contenido tecnológico.

Falta mucho para que nuestra cultura empresarial sea responsable social y

ecológicamente, preocupada ante todo del deterioro del patrimonio natural. Falta

mucho para que los empresarios, como un conjunto, respeten los derechos

laborales y fiscales, fijen los salarios desde los niveles de productividad, generen

valor agregado promoviendo inclusión social; organicen sus procesos productivos

basados en una ética solidaria, coherente con un proyecto socialmente compartido

de país, de Buen Vivir.

No es lo mismo sostenibilidad que sustentabilidad. Nadie quiere vivir amenazado

por una realidad insustentable, pensar que su civilización está al borde del

colapso, o que estamos caminando más allá de nuestras posibilidades,

atravesando la capacidad de resiliencia de los ecosistemas, creando procesos

negativos recursivos, la diversidad de rupturas causadas por sus secuelasinmediatas. Nadie quiere cuestionar la propia raíz de la idea del desarrollo, peor

aún afirmar que su fundamento epistemológico materialista es, a la larga,

esencialmente insustentable. Frente a los discursos imperantes debemos argüir

que se sostienen las cosas y que se sustenta la vida. Todos asumen que alcanzar

más desarrollo es mejor para todos y todas y que lograr menos desarrollo en

malo para todos y todas. Aún así, nadie quiere vivir en sociedad amenazado por

un futuro incierto, amenazado desde el miedo, dispuesto a actuar por el temor a

un mañana vitalmente sombrío. 15

Confiamos ciegamente en el propio progreso tecnológico para sanar las heridasque constantemente causamos al ambiente, a Pacha Mama, en buena medida

desde las pulsiones el propio progreso tecnológico. Recreamos o ajustamos el

conocimiento generado en y para otras realidades, hasta quedar prisioneros del

mismo, sin capacidad de liberar nuestro poder creativo, permanecemos pasivos,

simplemente imitando. No cuestionamos ni cultural ni políticamente el real

metabolismo de las sociedades modernas, industriales, consumistas productoras

de alienaciones y basurales, a las que remedamos constantemente, ciegamente.

Buscamos fortalecer y multiplicar el agronegocio sin preocuparnos de las

externalidades, incluyendo los loables objetivos de aproximar a los pequeños

agricultores a los mercados in-perfectos , pero sin promover ningún cambio en losvalores, o en las relaciones de trabajo y poder, sin ampliar las capacidades de

negociación y acceso a información. No sabemos cómo, o simplemente no

podemos perfeccionar o regular a los mercados para que prevalezca la

15Ver. Peter Senge. 2009. Sustainability: Not What You Think It Is, MITSloan Management Review,

Internet.



20

responsabilidad social y ecológica. No optamos políticamente por nutrir las

relaciones sociales o los ambientes de proximidad que lleven a la floración de la

creatividad. Por ello siento que casi todo ese discurso del desarrollo convencional

se ha convertido en una perorata infructuosa, reduccionista que mascara

impotencias. Sus promesas han dejado de inspirarnos, de en-tusiasmarnos ,

como lo hacen los poemas.

· Desarrollarnos en red: REDESARROLLO

Quiero aportar a la construcción de un nuevo enfoque de red-desarrollo rural16,

desde una lectura novedosa del mundo, capaz de formular proposiciones

creativas, mezclando disciplinas científicas, observando al territorio

sistémicamente. Pero ante todo, quiero pensar en el desarrollo de la

sustentabilidad y del buen vivir desde un compromiso amoroso y ético por la vida

como un todo. Imagino al territorio rural, un pedacito de la Tierra, como un sistema

palpitante, lleno de vida, fluyendo constantemente. Pensar desde el amor nopuede llevarnos al maldesarrollo, pues la búsqueda del bien junto a los otros casi

siempre resulta en bien.17 Pero no es suficiente. Debemos realizar un gran

esfuerzo comunicacional, educativo y pedagógico dirigido a cambiar las

cualidades internas, las pulsiones sombrías, las actitudes y comportamientos que

vertebran tanta anomalía, los habitus que definen pautas irresponsables de

convivencia. Siento que debemos multiplicar el vivir y el convivir junto a los otros,

con sentido social y ambiental, reorientando nuestras redes de

conversaciones ,18 para poder ampliar nuestra limitada o errónea percepción de

los mundos rurales. Una nueva actitud frente a la relativa realidad rural observada,

posibilitando la creación de nuevos entornos de vida que puedan provocar la

emergencia del buen vivir y la sustentabilidad. ¿Dónde está el amor, la ética, la

pasión, la creatividad, la rebeldía en la concepción del desarrollo del presente?

16El cambio social en la nueva época que vivimos debe ser desarrollado en redes porque las estructuras

tangibles y sus instituciones tienen como marca esencial la complejidad y la heterogeneidad. Son demasiadas

variables las que intervienen en ese cambio, sujeto a constantes avatares, creando incertidumbres que

desordenan los escenarios. Permanentemente enfrentamos problemas de coordinación de coordinaciones,

entornos dinámicos, mutantes y variables que se alejan del equilibrio. La red tiene el potencial de organizar la

desorganización permanente en el sistema, su tejido son relaciones, cuanto más comunicativas y próximas,mayor interdependencia y capacidad de que el propio entramado auto-organice los procesos.

17Brian Swimme nos dice: El problema con la palabra amor es que le han quitado todo su sentido. Desde

hace varios siglos el punto de referencia de nuestro lenguaje es el mundo de los seres humanos. Nuestro

interés por vivir en un mundo antropocéntrico ha desvalorizado muchos conceptos e ideas. Cuando nos hablan

de amor, pensamos solamente en el amor humano, que es una forma de amor muy peculiar, Por eso no digo

que la gravedad y el amor humano son una misma cosa. Lo que digo es que si pensamos en el amor en

términos del cosmos, tenemos que partir del Universo como un todo , en El Universo es un Dragón Verde:

Un relato cósmico de la creación, Editorial Sello Azul, Chile, 1998,18

Ximena Dávila, Humberto Maturana, Ignacio Muñoz & Patricio García, ¿Sustentabilidad o armonía

biológico-cultural de los procesos? Todo sustantivo oculta un verbo.



21

¿Cómo posibilitar la ampliación o la recursividad de las conversaciones y las

relaciones que producen y reproducen el bienestar de la vida social y la

naturaleza?

Intento en este texto repensar la cuestión del desarrollo rural sustentable desde

otros ángulos y con otros lentes conceptuales que posibiliten superar lafragmentación y la simplificación de la heterogénea realidad rural que observamos.

Una simplificación derivada de la economización de la existencia humana; una

racionalidad unidimensional donde no hay espacio para la intuición, la belleza, la

ética o la ternura del cuidado. Quiero observar los territorios rurales como

complejidades que se ordenan y se desordenan constantemente, como un tejido

de dimensiones y constituyentes heterogéneos, pero que existen intrínsecamente

unidos. Es urgente salir del reduccionismo que nos aprisiona. Siento que las

capacidades de creatividad se encuentran agotadas y que las actitudes básicas

se hallan divorciadas del ser humano y la naturaleza. Hemos cedido el poder

creativo la invención - a los iluminados de la ciencia, fijadores de creencias. El

conocimiento para desarrollarnos nos viene linealmente desde arriba, envuelto en

sofisticados maletines de soluciones únicas. Debemos rebelarnos, emanciparnos,

reflexionar sobre los procesos que nos envuelven. Creo como Francisco Varela

que podemos valernos de la ética y de la tolerancia para liberarnos de nuestros

antivalores y visiones, para descubrirnos desde las percepciones de los demás.

Son tantos los signos negativos que nos ofrece la realidad explicita, como la

violencia, el hambre, la exclusión y la destrucción de los ecosistemas. Pensar

reflexivamente, crear ecologías cognitivas, es una necesidad fundamental para

alcanzar una trans-información incluyente, saludable y sustentable del mundo

con nosotros. ¿Cuáles son esas nuevas formas de pensar e interpretar la realidad

y cuales las perspectivas para generar un conocimiento más solidario y

emancipador? ¿Qué nuevas formas pueden adoptar los caminos hacia el

desarrollo sustentable de los territorios rurales en este momento de metamorfosis

global? ¿Es todavía posible construir una sociedad sustentable que sirva de

antesala al Buen Vivir?

Hay un sentipensar de co-inspiración en mi interior, un desencanto respecto a lo

que estamos sembrando y cosechando en nombre del desarrollo rural. ¿Cuántas

políticas y programas han sido y son formulados desde visiones que disimulan la

desvalorización de la vida rural? Nos hemos acostumbrado a afirmar que la

economía es la principal institución de la modernidad y que su racionalidad es la

que orienta adecuadamente las decisiones. Es por ello que muchos economistas

se jactan de ser dueños de las verdades objetivas, supuestamente sobre cómo

debemos hacer desarrollo , siguiendo sus antojos. Nuestras mentes han sido

saturadas de metáforas perversas, repetidas hasta el cansancio por los



22

especialistas iluminados , comunicadas mediante discursos santificados, que

promueven un desarrollo sin tiempo ni lugar, sin contexto. Somos sancionados

cuando contestamos los argumentos hegemónicos, cuando señalamos que toda

solución unidimensional produce nuevos problemas, cuando proponemos caminar

por otros senderos cognitivos. Porque todos los desarrollos están concatenados

y se refuerzan mutuamente. No logran entender que toda esa maravillosa

existencia rural, incluyendo los ecosistemas, las condiciones sociales, políticas,

institucionales, los campos espirituales, forman un todo indivisible. Hay tanta vida

fuera y dentro de las vidas, todas interdependientes y cada una diferente, única.

Hemos llegado a un punto de bifurcación civilizatorio, peligroso, perverso,

preocupante, preñado de urgencias sociales y ecológicas. El racionalismo que

domina nuestro pensamiento científico, que divide y separa, nos ha transformado

en los amos y señores de la naturaleza . Estamos destruyendo los equilibrios de

la biosfera, sobrepasando sus límites, sobrecargando las funciones ambientales.

Impulsamos un crecimiento material indefinido dentro de una biosfera finita,

multiplicando absurdamente el volumen de cosas descartables, para activar el

consumo que promueve el mercado. Se calcula que la civilización moderna

produce, cada año, unas 1.84 billones de toneladas de basura, en gran parte

conformada de residuos sólidos. El peligro ecológico que vivimos traduce la

posible desaparición de las condiciones físicas y biológicas que viabilizan la vida

humana sobre la tierra. La biodiversidad del planeta está disminuyendo a ritmos

muy rápidos que sentencian toda perspectiva racional de largo plazo. La

globalización tiende a homogeneizar los estilos de vida, diseminando el contagioso

virus del consumismo en todos los rincones del planeta.19

Somos más de 6.500millones de personas en el planeta Tierra, 4000 millones se hallan por debajo de la

línea de la pobreza , y casi 1000 millones sobreviven con hambre crónica. Para

el 2008, se estimaba que en América Latina y el Caribe el 33,2% de la población

(182 millones de personas) vivía en la pobreza. Viven en condiciones indignas,

muchos de ellos sobreviviendo de la basura de los ricos. Recicladores que reciclan

sus propias vidas, dotados de saberes que transforman los restos del consumo en

consumo sustentable de los restos.20 Ya hemos devastado más del 40% de la

superficie de la Tierra indispensable para alimentarnos. Cada 10 segundos en la

Tierra, un niño menor de diez años muere de hambre. Quien muere de

desnutrición crónica es víctima de una violación a un derecho humano.

19Si toda la población estimada para el 2010 - 6.866.900.000 millones de personas - viviera según el estilo de

vida de un estadounidense medio, con una huella ecológica promedio de 4.5 hectáreas per cápita, entonces

harían falta 30.600 millones de hectáreas en la tierra, considerando que apenas 8.800 millones son

ecológicamente productivas. La huella ecológica es un parámetro que traduce los consumos de materiales y

energía que realizamos a hectáreas de terreno productivo, indicador que nos da una idea clara del posible

impacto de nuestras actividades sobre los ecosistemas.20

Boaventura de Sousa Santos, 2007. Lixo e Cidadania, Visão. Internet.



23

La mentalidad económica dominante - que condiciona actitudes individualistas y

egocéntricas - tiende a producir cosas y más cosas, y no percibe a la vida como

una interrelacionalidad. La sustentabilidad y el Buen Vivir dependen de esa

interdependencia, o sea, del tipo de interrelaciones que establezcamos con los

otros seres humanos y con la biosfera, posibilitando la reproducción de la vida.

Hemos creado un mundo donde el valor de los bienes suntuarios de consumo son

considerablemente mayores a lo que demanda la satisfacción de las necesidades

más fundamentales de gran parte de la humanidad. Una sociedad globalizada en

las que los destinos de miles de seres humanos y los bienes de la Tierra

dependen o se han vuelto posesión privada de un puñado de empresas y

oligopolios. Las reglas del juego dominantes intensifican dichos fenómenos

medioambientales y bloquean su solución. Las impulsa la codicia, la violencia o la

indiferencia legitimada de mil maneras.

· El futuro somos nosotros.

Es el momento para cuestionarnos, interrogarnos y re-cuperarnos , de cambiar las

prioridades, de modificar las conductas, de ampliar las consciencias y de

aproximarnos en redes solidarias, transracionales. Debemos reconsiderar los

significados que condicionan nuestros comportamientos y actitudes sobre cómo

desarrollarnos humanamente, junto a la naturaleza. Tenemos que encontrar

nuevas maneras de promover un cambio radical en el mundo que hoy vivimos, en

el modo convencional de maldesarrollo , en ambientes de paz, conectándonos

con niveles más profundos que la razón. Bastaría con reconocer que somos seres

naturales, partes integrantes de la Naturaleza, que conllevamos un campo llamado

dignidad21 y que nuestras necesidades básicas desbordan las simples

preferencias definidas por el mercado. Bastaría con prestar atención a nuestra

propia percepción espiritual, desconsiderada, desvalorizada, satanizada. Hay que

disipar el miedo de llegar a las raíces de las cosas, cambiando nuestros modelos

mentales, a través de nuestras propias vidas. Beatrice Bruteau nos advierte que:

No podemos esperar hasta que el mundo cambie, ni hasta que vengan nuevos

tiempos que nos hagan cambiar a nosotros, ni esperar que llegue la revolución y

nos arrastre en su nueva carrera. El futuro somos nosotros mismos. Nosotros

somos la revolución.

Ciertamente, nosotros somos la re-evolución ,22 la posibilidad de elevarnos, de

solidarizarnos con los otros, de respetarnos, de vernos con otros ojos, cuidando

21" No hagas a otro lo que no quieras que te hagan a ti ." Confucio (551-479 A. C). Diálogos. "Vive de tal

manera que tu patrón de consumo pueda convertirse en ejemplo de responsabilidad y cuidado para ser

compatible con las necesidades humanas de la presente y futuras generaciones.22

Edgar Morin califica al prefijo RE como un radical conceptual y argumenta que La idea de organizaciónactiva es sinónima de reorganización permanente Toda reorganización permanente es, al mismo tiempo,



24

por la sustentabilidad de la Tierra. Nosotros somos la esperanza, la posibilidad de

provocar la emergencia de un salto cuántico biocéntrico , con amplias

resonancias y efectos mariposas. Somos quienes podemos desaprender para

poder crear nuevos espacios, recogiendo todo lo que conduzca al Buen Vivir .

Somos las actitudes con poder de hacer que aparezcan nuevos campos de forma,

trans-informaciones constructoras de sustentabilidad. Somos capacidad

adaptativa, innovadora, creativa, aprendiente, los alquimistas con capacidad de

disolver los mitos que sostienen a los poderes autocráticos, que nos someten. Los

seres humanos somos capaces de construir lo peor y lo mejor. Somos raros y

preciosos porque estamos vivos, porque podemos pensar dentro de nuestras

posibilidades. Tenemos el privilegio de influenciar y tal vez controlar nuestro

futuro. Creo que tenemos la obligación de luchar por la vida en la Tierra no

solamente por nosotros mismos, sino por todos aquellos, humanos y otras

especies, que vinieron antes que nosotros e a quienes les debemos favores, y por

todos aquellos que, si fuéramos inteligentes, vendrán después de nosotros. No hay ninguna causa más urgente 23

¿Cuál debe ser nuestra elección frente a la encrucijada histórica que vivimos?

¿Seguir cultivando la indiferencia y el egoísmo a expensas de los demás y de

Gaia? ¿Cómo edificar un nuevo poder institucional, cuidadoso, sensible, solidario,

sustentable? ¿Cómo vivir mejor con menos? ¿Cómo salirnos del remolino de crisis

multidimensional mundial que nos perturba socialmente e intimida nuestras

almas? ¿Cómo desprendernos del capitalismo decadente que se desprende de la

misma matriz epistemológica que separa y nos destruye? Probablemente,

ganando autonomía, construyendo redes, interactuando solidariamente,participando activamente, hasta auto organizarnos de otra manera, hasta asumir

un estilo de vida cualitativamente distinto. Para lo cual, como dijimos, se demanda

un cambio de mentalidad que traduzca otras maneras de ser y relacionamientos

con capacidad de provocar amplias resonancias creativas, que posibiliten una

trans-información de la gran mayoría de las relaciones sociales e instituciones.

Un cambio necesariamente profundo, que sacuda las energías humanas, más allá

de las recetas y reajustes que buscan apenas resolver las permanentes crisis

económicas y políticas. Ese cambio no pasa solamente por el filtro de la razón

regeneración permanente, en el sentido de que ella reinsufla al ser y la existencia por una parte, recursión permanente, en el sentido de que produce lo necesario para su propia producción por la otra Esta raíz RE

se nos muestra con una riqueza asombrosa. Comporta en sí a la vez: la idea de repetición (redoblamiento y

multiplicación); la idea de recomienzo y de renovación; la idea de refuerzo; la idea de comunicación/conexión

entre lo que de otro modo estaría separado (como en reunir) , en El Método: la vida de la vida , Ediciones

Cátedra, Madrid, Traducción de Ana Sánchez, p 387.23

Carl Sagan, Bilhões e Bilhões, 2008. Reflexões sobre vida e morte na virada do milênio, Companhia Das

Letras, São Paulo, p.85



25

instrumentas, sino principalmente por niveles de conciencia más elevados

capaces de observar la realidad desde nuevos puntos de vista.

Son incontables los proyectos de desarrollo local que cada día se implementan en

los mundos rurales de Ecuador, América Latina y el planeta. Visualizo aeronaves

oficiales cargadas de políticas públicas bombardeando o territorializandomalestares y bienestares, en forma de planes y proyectos, de manera

racionalmente incoherente, cayendo como perdigones, sin considerar las redes

de la vida, los mundos culturales, los ecosistemas cambiantes, la incertidumbre en

la que estamos inmersos. Y observo a los especialistas saltando en paracaídas

hacia casi la nada, dentro del pequeñísimo campo cognitivo donde operan. Toda

esa grande energía invertida reconfigura constantemente los territorios rurales, los

desorganiza o desordena, pero poco los cambia cualitativamente. La realidad

manifestada cambia de forma, esto es, se transforma, pero no se trans-informa .

Porque esencialmente los territorios son entidades dinámicas fluyendo dentro de

un ambiente natural y un contexto político intensamente cambiante. Todo el

sistema territorial se está modificando sin parar, dinámicamente, tenazmente,

buscando reordenar sus estructuras, mediando entre las intervenciones humanas

y las exigencias del ambiente, generando entropía. Toda esa entropía liberada no

se traduce ni revela cambios esenciales que signifiquen buen vivir ,24 para más

cantidad de gente, con menores costos, menos externalidades, menos

desigualdad, mayor autonomía, más poblaciones alegres. Se requiere de un

urgente y profundo cambio institucional, que traduzca coordinaciones de

coordinaciones.

Las informaciones estadísticas nos dicen que el crecimiento sectorial agropecuario

ha aumentado a nivel global, pero simultáneamente observamos que la pobreza

rural persiste, y que la sustentabilidad ambiental no llega tan fácilmente. Los

mercados favorecen a pequeños grupos muy poderosos, la calidad de vida

persigue a los segmentos que revelan mayor poder adquisitivo. La inversión

24El ALLI KAUSAY en quechua o el buen vivir hace referencia a una concepción propia de las culturas

originarias e indígenas del mundo Andino que postula una visión biocéntrica del desarrollo buscando la

superación del antropocentrismo y el etnocentrismo, inclusive el modelo patriarcal que domina la irada

convencional del desarrollo rural. El buen vivir no se refiere al vivir mejor occidental que conlleva el hechode que otros vivan mal o peor. El buen vivir, como concepción de la vida, asume una perspectiva grupal al

enfatizar en la vida comunitaria inserta en el territorio, afirmando las relaciones de veneración y respeto entrela cultura y la naturaleza, así como la importancia de la organización social, la identidad y el dialogo paraposibilitar mayores capacidades de autogestión. Se busca el camino del medio el equilibrio entre el ser

humano y la naturaleza, una vida armónica con la tierra y sus recursos. En el buen vivir la democracia tiene

base territorial y es esencialmente solidaria, por lo que los actores o las organizaciones procuran tener un rol

activo en las decisiones de política, desde sus propios modelos de representatividad. La racionalidad

económica de los pueblos indígenas no persigue la acumulación, sino una relación de armonía con el entorno

social y natural. Así, la construcción de una vida plena supone integrar dimensiones, buscando un equilibrio

entre MUNAJ - la dimensión espiritual -, ATIY - la dimensión organizativa, política -, RURAY - la

dimensión económica- y YACHAY - la dimensión del aprendizaje o del conocimiento -.



26

pública, generalmente, no pasa por las demandas fundamentales de los

ciudadanos. Prevalecen los procesos de exclusión, que perturban las expectativas

sociales, frustrando promesas. Observamos importantes indicadores de

crecimiento en muchos países, junto a un patético y paradójico proceso de

exclusión, de sufrimiento social resultado de los antivalores de mercado.

Observamos a la racional rentabilidad durmiendo en la misma cama con la

exclusión que nos desespera. Somos llamados a cuestionar esa doxa de los

modelos de desarrollo hoy afectados y deslegitimados por sus propios resultados,

ambientales y sociales.

Cuando las soluciones pensadas para posibilitar el desarrollo sustentable están o

parecen estar agotadas, agonizantes, desgastadas, hay razones suficientes para

cambiar el pensamiento que las in-forma . Cuando la lógica del análisis de los

hechos del desarrollo es incompatible con las promesas, o enfrentamos

activamente las incoherencias o aceptamos pasivamente las hipocresías. Sobran

razones para reconocer las insuficiencias del paradigma dominante, la

mediocridad cognitiva que ordena la gestión de las instituciones involucradas. Hay

fundamentos para advertir los errores del reduccionismo y el determinismo que

nos ocupa, y para dotarse de una sensibilidad creativa capaz de encontrar

relevaciones o despertares transcendentes que nos lleven al buen vivir , desde

otros conoceres , percepciones y valores. Hemos llegado a un punto de

bifurcación; no podemos continuar intensificando el mismo modelo de civilización

que erosiona las bases de nuestra sobrevivencia, salvo que el propio sistema

capitalista opte por suicidarse.

Necesitamos idear nuevas utopías y visiones, nuevas propuestas y proyectos

alternativos de futuro, llenos de esperanza, otros mundos posibles. No debemos

reemplazar todo un conjunto de mentiras por otras. Hay necesidad de contribuir

ética y solidariamente los problemas que nos presenta la sociedad y la naturaleza.

Lo ético se refiere a todo aquello que nos ayuda a ser mejores, al buen vivir, junto

al ambiente natural, para que nuestra morada sea sustentable, materialmente

saludable, espiritualmente fecunda, socialmente solidaria. Debemos desaprender

para despertar y despertar para transcender.

Llenos de sentimientos de amor ecológico y social, debemos proyectarlos hacia

los otros y generar otra posibilidad civilizatoria. Lo alternativo no se refiere tanto a

la forma como nutrimos la cohesión social y manejamos el ambiente natural, sino

a las finalidades del desarrollo, a las actitudes y a los valores éticos que orientan

los esfuerzos, más allá de quienes tienen el poder para decidir cómo y para donde

deben moverse los cambios. Tal desafío debe ser no solamente posible de

imaginarse, sino que es éticamente apremiante e ineludible, comenzando por uno

mismo. Esta reflexión debería estimular la emergencia de ambientes creativos,



27

capaces de sustentarse en la imaginación, pero de concretarse mediante nuevas

formas de autoorganización.

· Cambiar la perspectiva

No pretendo escribir un documento técnico que permita a los profesionalesdedicados al desarrollo rural, dar respuestas a problemas específicos o puntuales.

Mi tarea no se reduce a elaborar una crítica, sino reflexionar sobre los falsos

conocimientos que nos dominan. Esta reflexión no busca proponer nuevas

herramientas operativas, aunque las sugiera o sirva de base para pensarlas o

imaginarlas. Allí donde se presente un problema concreto habrá que buscar una

solución concreta, pero siempre contextualizándola, buscando sus

interconexiones, situándolo dentro de las circunstancias donde se expresa su

organización particular. Todo problema es un tejido de interdependencias.

Tampoco busco producir un documento académico, adornado de argumentos

científicos, aunque lo parezca, porque lo que pretendo es ampliar la comprensión

del desarrollo rural sustentable, en escala territorial, desde otras disciplinas,

partiendo de otros lentes cognitivos. Para contar con nuevas concepciones que

nos permitan mudar las prácticas, de ser posible, después de validarlas.

Busco esencialmente contribuir a un cambio de perspectiva en nuestra forma

tradicional de analizar y modelizar la heterogénea ruralidad, pasando de los

conceptos que la fragmentan y de los métodos analíticos simplistas, hacia

concepciones más sistémicas, complejas, coherentes con la realidad territorial

rural, que existe como sistema abierto y multidimensional. Que existe dentro de

nosotros aunque estemos acostumbrados a percibirnos fuera del territorio y nos

veamos institucionalmente obligados a forzar los cambios, en lugar de apoyar su

emergencia. No podemos ver la situación territorial objetivamente, aunque

estemos convencidos de ello, solamente percibirla subjetivamente. El desarrollo

del buen vivir tiene que ser simultáneamente comprendido y sentido, con los otros

y las otras.

Creo que la visión sistémica del territorio nos conduce a observar de una manera

más científica los caminos hacia la sustentabilidad, una perspectiva ecológica del

desarrollo rural. No obstante que desde ninguna dimensión tangible o intangible

del territorio se pueda nunca percibir la totalidad. Busco expresar preguntas re-

elevantes 25y vislumbrar otras respuestas, desde un nuevo paradigma

epistémico.26 Probablemente quienes buscamos la emancipación del ser humano

25Es importante, nos levanta hacia otros planos, reflexiona sobre lo significativo.

26Son diversas las corrientes que confluyen en ese nuevo paradigma: la física cuántica, la teoría del caos, la

teoría unificadora de las cuerdas, las ciencias de la complejidad, la teoría de las estructuras disipativas, la



28

de todas sus cadenas, pleno de libertades, cuidando de la naturaleza, estemos

llegando algo tarde a reflexionar sobre las patologías resultantes del

pensamiento fragmentado. Siento que un nuevo conocimiento y formas de

conocer pueden crear utopías posibles, teorías y metodologías que nos precipiten,

como seres enredados y conscientes hacia nuevas realidades ideales.

Ese cambio de perspectiva puede ser útil para descubrir nuevas formas de

construir o provocar el cambio, particularmente de actitudes, capacidades y

comportamientos, que están en la base de todo proceso de creación de

estructuras, funcionales para adecuarse o ajustarse a impactos, como el cambio

climático, o para dinamizar la innovación tecnológica. Todo en el territorio está

cambiando constantemente, normalmente, desordenándose y ordenándose de

nuevo. Los procesos naturales de cualquier territorio, por la ley de la entropía,

siempre están desorganizándose, pero al mismo tiempo, llevan consigo toda una

sinfonía que conserva sus patrones organizacionales. Las caras externas están

cambiando, pero hay algo en el campo subyacente que las vuelve relativamente

constantes. ¿Qué significa ese algo? Tal es el proceso que juegan las

comunidades y organizaciones territoriales, dentro del cotidiano, en su relación

con el ambiente. Hay todo un tejido social que debe desarrollarse, rápidamente,

incluyendo los mecanismos necesarios para interpretar los riesgos, su

vulnerabilidad, para enactivar soluciones que le permitan sostenerse o ajustarse.

Las dimensiones tangibles e intangibles de la realidad rural traducen fronteras muy

porosas; cualquier cambio que ocurra en cualquiera de sus variables, por pequeño

que este sea, necesariamente afecta la dinámica del conjunto, aunque no sea

inmediatamente visible.

Los impactos del cambio climático en un territorio rural, lo alejan mucho de

cualquier equilibrio como sistemas abiertos que son, incrementando el desorden

entrópico. Cualquier cambio que ocurra en las variables ambientales sensibles

afecta a la dinámica del sistema territorial por insignificante que parezca. Ocurre

una pérdida de la capacidad de adaptarse, aumenta el sentido de vulnerabilidad,

lo que nos obliga a pensar en modos culturales de facilitar más rápidamente la

organización de un nuevo orden territorial, en el que la innovación social, como

emergencia sistémica, juega un papel determinante. Para ese sistema territorial,

dinámico por naturaleza, la flexibilidad de sus relaciones con el entorno, le otorgacoherencia, lo acerca relativamente a un estado de sustentabilidad. Hay la

tendencia a creer que para que las cosas sean sostenibles, deben cosificarse las

relaciones, y el desarrollo se vuelve una construcción de rigideces, un ejercicio

reaccionario. ¿Cómo valernos personal y colectivamente de nuestra capacidad

autopoiesis o el principio de auto-organización que caracteriza a los seres vivos, las nuevas ciencias

cognitivas, la teoría de los campos morfogenéticos, los sistemas emergentes, la teoría de Gaia, etc.



29

innata para auto-organizarnos? ¿Cómo conseguir cambiar rápidamente las

actitudes y valores, innovar, salir como sociedad de los bucles destructivos?

Nuestra forma de hacer desarrollo rural malinterpretado como una simple

sumatoria de políticas públicas no está preparado para trabajar con la

incertidumbre y el desorden, con lo emergente. Hemos llegado arrogantemente acreer que las soluciones deben llegar, por regla, desde afuera de las comunidades

rurales, sin realizar lectura de los saberes acumulados, las capacidades propias,

las demandas reprimidas. En no pocos programas de desarrollo se esconde un

jurasico sistema patriarcal que grita cautelosamente: los campesinos son

tradicionales por naturaleza, no tienen capacidad para tomar decisiones

inteligentes, no tienen aptitud para auto-organizarse . Han borrado de la memoria

que en toda forma de vida, incluyendo la social, hay capacidad de auto-

organizarse, para re-crear identidades. Que las comunidades son esencialmente

relaciones de vida, que es creativa, adaptable. Si pudiéramos aumentar los

contactos, las proximidades, los intercambios, redes de interrelaciones, sería

posible facilitar el cambio de actitudes, innovar y ajustarnos. Debemos ser

capaces no solo de escuchar a tiempo las señales que nos envía el cambio

climático, sino de ajustarnos al mismo, cambiando dinámicamente nuestras

actitudes, provocando resonancias que amplifiquen los ajustes o posibiliten la

emergencia de la autoorganización.27

Este propósito es urgente, pues nuestro pensamiento convencional obcecado por

el hábito de buscar más y más crecimiento, se ha cosificado, es mecánico e

insensible, vorazmente competitivo, patriarcal, no valoriza las capacidades

endógenas de innovación social. Recordemos que el significado clásico de ser

competitivo era el ser competente, afirmado en el conocimiento. No se refería a la

relación social basada en el uso de mano de obra barata y escasas calificaciones,

que conduce a la injusticia, la exclusión y al descuido del ambiente. Domina la

concepción económica del ser humano razonado como ser consumidor, egoísta e

individualista y, por otro lado, de una concepción de Pacha Mama reducida al

status de una entidad inerte y sometida, que puede ser perennemente abusada.28

La competitividad no crea el tipo de sinergia grupal que es indispensable para

27 La autoorganización de cualquier sistema vivo un territorio rural se refiere a su capacidad deautoorganizar sus elementos dimensionales y las relaciones que se dan entre estos. El subsistema socio-cultural y político territorial tiene la capacidad de producir sus propias respuestas estructurales relevantes, con

cierto grado de autonomía. La sociedad enredada tiende a producir las respuestas más apropiadas, ajustándose

a las presiones o los desordenes que provienen del entorno, pero desde sí mismo, principalmente con los

conocimientos acumulados en su interior. Emergen nuevas in-formaciones, nuevos acoplamientos

interdimensionales.28

En Marzo del 2010 un iceberg del tamaño de Luxemburgo se desprendió del continente Antártico,

amenazando con cambiar las corrientes oceánicas y los correspondientes patrones del clima en todo el mundo.



30

navegar en las corrientes de la complejidad organizacional. La separatividad es el

peor enemigo de la sobrevivencia.

El modelo de desarrollo acumulativo y occidental basado en el progreso,

difícilmente puede dar respuesta a dos de las principales crisis que sufre la

humanidad: la de justicia y la ambiental. ¿Hasta qué punto las nociones deldesarrollo incluyente y sustentable propuesta desde la visión capitalista

constituyen una finalidad posible de alcanzar en las condiciones socioeconómicas

en que se expande la globalización? El largo plazo no forma parte de la ecuación

de rentabilidad del mercado, tampoco las necesidades básicas de las

generaciones futuras. El reloj externo del capitalismo destruye en tiempo real a la

naturaleza, no deja tiempo para que el reloj interno de Pacha Mama se

autoorganice. El grande enemigo de la ecología ha sido el crecimiento económico

indiscriminado, pues la explotación de los recursos naturales sobre todo de

aquellos que se constituyeron en importantes rubros dentro de las exportaciones

nacionales, se realizó sin que existiera conciencia ecológica .29

Si esta nueva época supone complejos avatares en el entorno del cambio, hay

que transformar la manera casi depredadora en la que, a nombre del desarrollo,

afectamos a la naturaleza de la cual formamos parte, excluyendo a numerosos

seres humanos. Hay que ponerle un límite al crecimiento sin límites, y focalizarnos

en las necesidades de las poblaciones más pobres y vulnerables. De lo contrario,

nada ni nadie podrá salvaguardarnos de nosotros mismos.

· Los desafíos del contexto son complejos.

Me propongo abordar algunos asuntos teóricos generales de carácter científico y

filosófico que pueden ayudarnos a pensar el complejo proceso del desarrollo

sustentable, como antesala del Buen Vivir, de manera sistémica. No quiero

separar la ciencia de la filosofía, porque la creatividad nace tanto del caos como

de la complementariedad. El sodio es veneno, el cloro en veneno, pero el cloruro

de sodio es la sal de mesa de todos los días. Nos enfrentamos a escenarios

regionales y territoriales cambiantes, algunos con tales grados de complejidad que

retan a la comprensión del sentido común o al conocimiento de cualquier disciplina

aislada. Si el territorio constituye un sistema abierto, parece lógico buscar métodos

o instrumentos que nos permitan observarlos y trabajarlos tal como son.Reflexionar la cuestión desde nuevas teorías y perspectivas puede resonar algo

discordante para el quehacer pragmático que reina en nuestras instituciones, y

29 Acosta, Alberto, 1991, Deuda Externa y deterioro ambiental: dos manifestaciones de un modelo

destructivo, en Amazonía Nuestra: Una visión alternativa, Compilado por Lucy Ruiz, CEDIME, ABYA-

YALA, ILDIS, Quito.



31

ante el confort-mismo 30 de algunos especialistas. El argumento de la objetividad

y la aplicación de los marcos lógicos, que pretenden neutralidad y eliminación de

incertidumbres, en pro del aumento de la eficiencia, es simplemente un mito. Creo

que las teorías son esencialmente explicaciones y dado que el desarrollo se

encuentra en crisis, que la justicia está en crisis, que todas las crisis se desprende

de la misma crisis de percepción, que persisten y tienden a reproducirse muchos

de los desequilibrios territoriales, no hay razón para negarse a buscar otras

explicaciones o esclarecimientos, y acoger alter-nativas 31 que posibiliten otros

resultados, principalmente, un Buen Vivir auténticamente sustentable, tanto

humano como biocéntrico.

Siento que debemos re-conocer al conocimiento con el cual pensamos e

impulsamos los procesos de desarrollo, reflexionando éticamente sobre lo que

estamos haciendo, pero desde otros conoceres. No solamente que debemos

colocar al conocimiento parcial con el que pensamos y actuamos, dentro del

contexto mayor que lo contiene, sino entender la cambiante y compleja realidad

territorial, que fluye constantemente articulando múltiples componentes, desde

pautas intangibles. Ciertos conceptos ya desgastados que forman parte del

discurso del poder deben ser cuestionados por el poder de un discurso creativo. El

Buen Vivir tiene que ser pensado fuera de las nociones capitalistas, de la

modernidad competitiva, del crecimiento por el crecimiento. No es tanto un

desarrollo alternativo cuanto una alternativa al desarrollo.

Se solicitan urgentemente nuevos conceptos que nos ayuden a salir de la crisis

de percepción que nos afecta a todos. Se demanda la emergencia de nuevos

lenguajeares que nos lleven hacia visiones más integradoras de las relativas

realidades en las que estamos inmersos. Y también de conversaciones

intertemáticas e interculturales que posibiliten la emergencia de la creatividad.

Hacen tanta falta ambientes que estimulen la emergencia de estados mentales

creativos y sensibles. En medio del caos, se demandan los tejidos sociales densos

en confianza e in-formación, para provocar la auto-organización social.

Como veremos más adelante, somos nosotros mismos quienes construimos la

realidad, desde nuestras propias percepciones que traducen las informaciones del

entorno. La forma como se percibe la realidad condiciona la forma como nos

relacionamos con ellos. Esa realidad llamada territorio rural, por ejemplo, no es un

agregado de dimensiones o de fenómenos lineales, sino un conjunto de entidades

complejas interrelacionadas. Somos cognitivamente del tamaño de nuestros

conceptos y también del perfil de nuestras emociones; somos seres cambiando

30La reproducción de la comodidad, la complacencia con el estado de cosas, sin cualquier pisca de protesta o

rebeldía.31

Otros nacimientos, donde lo propio se abraza con lo que pertenece al otro.



32

constantemente junto con el medio que nos abraza de mil maneras. No hemos

sido preparados para pensar sobre lo que es esencialmente una realidad

multidimensional y dinámica, en permanente cambio, o para pensar sobre los

procesos que siempre están caminando en-redados. No existen reflexiones sobre

de que misteriosa manera están unidas las partes o cómo de relacionan las

dimensiones, los acoplamientos. Creemos que el desarrollo de la sociedad sigue

las pautas predecibles de la máquina, en lugar de concebir el movimiento

cambiante de una complejidad que se organiza y se desorganiza constantemente.

Nos asusta la incertidumbre, la perplejidad, la relatividad, el riesgo. No somos

capaces de observar o intuir el brote de estructuras emergentes que se abren

caminando al andar para luego disiparse. Porque no hemos introducido a la teoría

del desarrollo la idea de la auto-organización. Observamos el mundo vivo que nos

rodea imitando a los avestruces.

Nos sentimos seguros cuando observamos y actuamos desde los sistemas

cerrados, como este computador. Se trata de un sistema organizado que funciona

como debe funcionar, siempre y cuando sus componentes operen de manera

invariable, recibiendo la energía eléctrica que viene de alguna parte. Si le

quitamos el disco duro al computador el sistema cerrado que lo ordena

simplemente colapsa.

Cuando promovemos procesos de desarrollo rural en territorios necesariamente

actuamos en sistemas abiertos, cambiantes, multi-inter-dimensionales , siempre

estamos provocando turbulencias en su organización y disipando entropía. Hay

algo que permanece invariable en el territorio y algo que cambia constantemente.

Podemos procurar un desarrollo menos cargado hacia el crecimiento económico,

particularmente del tipo depredador o imprudente en sus relaciones con el

ambiente, para que las interacciones que experimenta el medio, para que sus

dinámicas no conduzcan cambio estructurales excluyentes o insustentables. Un

desarrollo influenciado por la ética y el anhelo de un buen vivir subjetivo, pensado

también desde variables intangibles, como la solidaridad y el cuidado, más

próximas a lo espiritual. No es necesario agredir al ambiente natural, ni excluir a

las personas, ni oprimirlas o discriminarlas, para que progrese cualquier territorio.

Sin embargo, estamos contra-minados por virus difíciles de enfrentar, como la

toxina patriarcal, las pulsiones de violencia que llevamos dentro, la ansiedad detener, el individualismo, la forma insensata y hasta inmoral con la que nos

relacionamos con la tierra.32

32La vida moderna erosiona la solidaridad social; cada quién en la suya, siguiendo sus propios deseos y

valores



33

Pienso que algunas de las leyes que rigen las fuerzas que mueven los procesos

de desarrollo rural y que remueven los campos no manifestados, (que constituyen

su esencia) son de género iatrogénico, esto es, brotan desde el lado sombrío de la

naturaleza humana. Esas cualidades internas existen en todos nosotros, que

vivimos dentro del caos. Muchos de los problemas que nos afectan no son otra

cosa sino el resultado de la diferencia entre la calidad de nuestras intenciones,

nuestras emociones, y los propósitos éticos y ecológicos que gobiernan a la

sociedad y a la naturaleza. Debido a la fragmentación de nuestra percepción, al

mapa de relojero que nos sirve para explorar la realidad, nuestro comportamiento

viene dominado por la falta de veneración frente a la vida. Es tan diverso el

potencial humano, que de la misma manera que generamos injusticia y destruimos

la biodiversidad, podemos ganar una competencia socialmente responsable que

incluya dignamente a los trabajadores, cuidando de la naturaleza. ¿Cómo

despertar esas energías amorosas y cuidadosas que llevamos dentro de

nosotros? ¿Cuáles son los instrumentos ? ¿Cuáles son las pedagogías, loscontenidos de la información? ¿Cómo vivificamos la democracia, para que llegue a

toda la sociedad?

Parece lógico argumentar que si actuamos desde conceptos inadecuados de la

realidad, que viene pensada mediante categorías fragmentadas o contrapuestas,

se corre el riesgo de promover y cosechar procesos inadecuados y atomizados de

desarrollo. Los desafíos del contexto son cambiantes y complejos y no pueden ser

dilucidados bajo los lentes borrosos de la simplificación. Caminamos por la

complejidad portando orejeras , observando dentro de rutas disciplinarias

lineales, evadiendo lo que es esencialmente contradictorio e interdependiente.

Es por ello que desde hace décadas vivimos afirmando verdades parciales,

compartimentalizando los saberes, lo que a nombre del desarrollo amplifica el

maldesarrollo. Concretamos una diversidad de intervenciones de corte

productivista pensadas desde visiones e intereses que benefician de ciertos

grupos sociales, desconociendo los principios de la sustentabilidad, como si el

ambiente no tuviera sus propios límites, ignorando la multideterminación . Edgar

Morín nos advierte:

El aumento de la dependencia del dinero, de la independencia por el dinero, y del

poder del dinero generaliza y amplía las implacables avideces. La técnica y la burocracia propagan una inhumanidad gélida, mecánica, que desintegra con sus cuantificaciones las realidades vividas por los seres de carne, de sangre y de alma. La especialización y la compartimentación destruyen el sentido de la responsabilidad. Así se aumenta la crueldad por indiferencia, falta de atención y ceguera.

.Cada vez habrá más fuentes de angustia, y cada vez habrá más necesidad de participación, de fervor, de fraternidad, los únicos que saben, no aniquilar, sino



34

rechazar la angustia. El amor es el antídoto, la réplica .no la respuesta. a la angustia. Es la experiencia fundamentalmente positiva del ser humano, donde la comunión, la exaltación de sí, del otro, son elevadas hasta su mejor nivel, cuando no están alteradas por la posesividad. ¿No podríamos descongelar la enorme cantidad de amor petrificado en religiones y abstracciones, dedicarlo no ya a lo inmortal sino a lo mortal ? 33

Muchas de las coordinaciones conductuales resultantes del modo como se

gestiona ese maldesarrollo sin conciencia vienen cargadas de conflictos y

discriminaciones, muchas de ellas derivadas del sistema patriarcal. Debemos

entender de qué manera se han constituido tales relaciones, y conociéndolas,

buscar que se formulen soluciones individuales y colectivas respecto a cómo in-

formar nuevas coordinaciones que posibiliten el cambio de hábitos y

percepciones. Cuando hacemos desarrollo fragmentando la realidad, la formación

de emergencias armoniosas en los mundos rurales, las disipaciones de orden

creativo, solamente pueden ocurrir por accidente.34 La cosecha de esa siembrafragmentada traduce una especie de esquizofrenia social, como empresarios

queremos la mayor rentabilidad, como financistas el lucro más alto y más rápido,

como consumidores el menor precio, como vendedores el mejor negocio, como

políticos el mayor poder discrecional, como importadores los menores aranceles,

como accionistas la mayor remuneración, como campesinos el menor riesgo y la

mayor seguridad para la vida familiar, como farmacéuticos irresponsables el mayor

número de enfermos, y así por el estilo.

En la medida que sigamos actuando de esa manera, desconsiderando lo que es

interactivo, interdependiente, caótico y multidimensional, seguiremoscoleccionando resultados aislados, fragmentados e infecundos. Siguiendo a la

objetividad racional, estaríamos causando retro-progresos,35 maldesarrollos,

estructuras disipativas retrogradas, algunas con impactos socio ambientales

irreversibles. Lo cierto es que el desarrollo sustentable es necesariamente un

proceso flexible, ni subjetivo ni objetivo, ni cierto ni totalmente incierto, ni

dimensional ni inseparable. No aceptamos que el desarrollo territorial sea un

proceso necesariamente caótico, que requiere de calidad social para

33 Edgar Morin, Civilizar la Nueva Consciencia Planetaria, Tomado de Tierra Patria (1993) y Mis Demonios(1995), en www.pensamientocomplejo.com.ar

34 Bohm, David. 1998. Ciencia, orden y creatividad: Las raíces creativas de la ciencia y la vida. Editorial

Kairós. Barcelona, España.

35Nos sentimos orgullosos porque vivimos una época en la que generamos conocimientos en tantos campos

de la ciencia, pero ese avance vertiginoso generalmente no escucha, ni respeta a la naturaleza, nos separamos

de ella, de los otros. Los bípedos racionales humanos que somos pasamos a comportarnos como los cangrejos,

apostamos en la tecnociencia, pero el rumbo que trazamos no es lineal, viene dando marcha al revés,

olvidando a la red de la vida.



35

reorganizarse. Ese estado de existencia es negado por los especialistas cuyos

mapas mentales no aceptan los hechos que escapan de su control, de su cálculo

de variables, interpretadas de manera supuestamente objetiva.

Este texto no busca solamente de-construir metáforas y teorías que han probado

ser infértiles para crear justicia social y ecológica, una economía más incluyente yuna sociedad saludable. Intenta contribuir a un nuevo pensamiento que brote de

los escombros sociales y ecológicos que crecientemente va produciendo el

modelo moderno de civilización percibido como universal. Una tarea demasiada

compleja , repleta de interrogantes, colmada de variables, que pasa por los pobres

de la tierra, la creciente integración de un mercado planetario, los adelantos

tecnológicos, la inseguridad alimentaria, los productores campesinos no rentables,

el cambio climático y miles de otras determinaciones.

Me preocupa la calidad de las trans-informaciones estructurales que emerjan

como resultado de nuestras propias decisiones, al promover nuevas interaccionesen los sistemas territoriales, por efecto de las políticas públicas y mecanismos de

planificación y gestión. Pienso en la posibilidad de que podamos crear

integralidades coherentes con la vida y de facilitar, mediante nuevas formas de

desarrollarnos en red, la emergencia de acoplamientos que posibiliten la

sustentabilidad. Debemos empezar a construir puentes con un futuro de contornos

impredecibles, marcados por la inteligencia artificial, la simbiosis biónica del

hombre con la máquina, la robotización, una creciente homogenización cultural,

un hartazgo informacional, la genetización de la vida, transformaciones en los

sistemas productivos, nuevas formas de violencia institucional, etc.

Carlos Julio Jara Martínez

MCDS - Quito

Carlos Jara - Nuevo Paradigma Buen Vivir Rural

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