CARISMA COMPARTIDO: LAICOS-RELIGIOSOS

Dominicas Anunciata Victoria Argentina enero 2013

1. TEMALaicas/os y Religiosas/os:

Un carisma común desde la misión y vida compartida.

2. LEMA Unión sin confusión

“A cada uno se le concede la manifestación del Espíritu para el bien común” (1 Co 12,7).

3. OBJETIVO GENERALSuscitar y proponer un nuevo rostro de

Vida Consagrada, abiertos a los nuevos escenarios y en respuesta a los clamores de un nuevo sujeto emergente, que es el laico, para lo cual se espera promover el diálogo, recoger experiencias, ofrecer reflexiones teológicas, presentar alternativas y sugerir propuestas de interacción.

4. OBJETIVOS ESPECÍFICOS• Compartir experiencias de “carisma y laicado” de

Vida Dominica recogidas a través de interrogantes y pistas.

• Proponer elaboraciones teóricas en torno a las experiencias de “carisma y laicado” presentadas.

• Intercambiar pistas que permitan dibujar nuevos escenarios de “carisma y laicado”, de vida Dominica consagrada y de laicado vinculado a al carisma de DomAnun, que a su vez se expresen en algunas grandes convicciones.

• Iluminar los itinerarios de “carisma y laicado-VC” con reflexiones teológicas.

• Celebrar la vida y la fe de los nuevos escenarios y los sujetos que van emergiendo en medio de las búsquedas de “carisma” y “laicado-VC”.

5. JUSTIFICACIÓNEn América Latina y El Caribe y en la Iglesia de hoyse ha ido constatando la presencia de los carismas congregacionales no solo en las/os religiosas/os sino también en las/os laicas/os, de modo cuantitativa y cualitativamente más notable. Las diversas experiencias hacen constatar que es otra la Vida Consagrada y es otra la Vida Laical cuando un carisma se comparte. Del interés por las/os laicas/os como recurso para la supervivencia de las obras debemos pasar al reconocimiento de su protagonismo para la vitalidad de los carismas.

Desde las nuevas condiciones sociales y eclesiales, en estos tiempos se ha venido considerando no sólo oportuno sino necesario que la vida consagrada responda al clamor inminente de la “misión y vida compartida” con las laicas y los laicos, desde su vocación al discipulado-misionero, y considerando las diversas situaciones y los contextos en los que actúan ellas y ellos.

La reflexión que la vida consagrada propone sobre “carisma y laicado” ayuda a materializar la apuesta por la “misión y vida compartida”, de modo que sea posible responder al rico deseo de lograr una mayor participación del laicado en la misión y vida de la Iglesia.

6. FUNDAMENTACIÓNLa apertura a los diferentes clamores que llegandesde el mundo laical, confirma la primacía de un modelo eclesial “Pueblo de Dios-Comunión” que invita a la participación, el diálogo y la aceptación de la diversidad. La posibilidad de compartir la misión de la Iglesia, con apertura a la inter-dependencia e interacción, permitirá avanzar en la creación y el fortalecimiento de vínculos que alimenten la esperanza de los más pobres y vulnerables de la sociedad latinoamericana y caribeña.

Desde el punto de vista de la misión, Aparecida recordó que los fieles laicos “son hombres de la Iglesia en el corazón del mundo, y hombres del mundo en el corazón de la Iglesia…” (DA 209). “Hoy, toda la Iglesia en América Latina y El Caribe quiere ponerse en estado de misión, pero la evangelización del Continente, no puede realizarse sin la colaboración de los fieles laicos. Ellos han de ser parte activa y creativa en la elaboración y ejecución de proyectos pastorales a favor de la comunidad (…). En otras palabras, es necesario que el laico sea tenido muy en cuenta con un espíritu de comunión y participación” (DA 213)

La revelación de Dios en la historia pasa hoy por las laicas y los laicos que participan de la misión de la Iglesia, a través de la originalidad de los carismas que el Espíritu dio a cada una de las Congregaciones Religiosas. Con ellas y ellos, la vida consagradar responde hoy al mandato misionero y se compromete a escuchar los clamores de Dios para apurar la llegada del Reino y reconocer la ciudadanía de los pobres en medio de nuestros pueblos sedientos de justicia, vida y dignidad.

La vocación carismática de los laicos es parte de la vocación ministerial de la Iglesia y de la acción del Espíritu Santo que diversifica a la Iglesia con multiplicidad de dones, carismas, ministerios, según la doctrina paulina (Cf. 1 Corintios 13-14; Romanos 12, 3-8; Efesios 4, 7-12)

8. METODOLOGÍALa metodología que vamos a usar seinspira en la propuesta latinoamericana del VER-JUZGAR-ACTUAR,

Considerando un ANTES-DURANTE-DESPUÉS del encuentro.