Caracterización de combustibles forestales en la …...Santa Cruz, Bolivia. Editor: Eduardo...

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UNIVERSIDAD AUTONOMA GABRIEL RENE MORENO FACULTAD DE CIENCIAS AGRICOLAS CARRERA DE INGENIERIA FORESTAL 2014 DOCUMENTO CIENTIFICO N° 6-2014 Caracterización de combustibles forestales en la Chiquitanía Sergio Michael Bustos Edgar Ponce Armando Rodríguez

Transcript of Caracterización de combustibles forestales en la …...Santa Cruz, Bolivia. Editor: Eduardo...

UNIVERSIDAD AUTONOMA GABRIEL RENE MORENO FACULTAD DE CIENCIAS AGRICOLAS CARRERA DE INGENIERIA FORESTAL

2014

DOCUMENTO CIENTIFICO N° 6-2014

Caracterización de combustibles forestales

en la Chiquitanía

Sergio Michael Bustos

Edgar Ponce

Armando Rodríguez

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Caracterización de combustibles forestales en la Chiquitanía

Sergio Michael Bustos

Edgar Ponce

Armando Rodríguez

Referencia

Bustos, S. Michael; Ponce, Edgar; Rodríguez, Armando. 2014. Caracterización de combustibles forestales en la Chiquitanía. Documento Científico N° 6-2014. Universidad Gabriel René Moreno, Carrera de Ingeniería Forestal. Santa Cruz, Bolivia.

Editor:

Eduardo Sandoval H., Ph.D. Carrera de Ingeniería Forestal Facultad de Ciencias Agrícolas –UAGRM -, Km 8,5 Carretera al Norte [email protected] Santa Cruz, Bolivia

Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación se puede reproducir,

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Santa Cruz, Bolivia

2014

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CONTENIDO

RESÚMEN ....................................................................................................................................... iii

1. INTRODUCCIÓN ....................................................................................................................... 1

2. OBJETIVOS ................................................................................................................................ 1

Objetivo general ................................................................................................................. 1 Objetivos específicos ......................................................................................................... 1

3. REVISIÓN DE LITERATURA ................................................................................................. 2

3.1 La naturaleza del fuego ................................................................................................ 2 3.2 Los incendios forestales en Bolivia .............................................................................. 3 3.3 Ecología del fuego ........................................................................................................ 3 3.4 El Combustible forestal ................................................................................................ 5

4. MATERIALES Y MÉTODOS ................................................................................................... 6

4.1 Área de estudio 6 4.2 Equipos e instrumentos 10 4.3 Método de muestreo 10 4.4 Parcelas de muestreo 11 4.5 Análisis de datos 21

4.5.1 Densidad de tallos/ha ..................................................................................................... 21

4.5.2 Porcentaje de cobertura de arbustos y vegetación de baja altura ............................... 21

4.5.3 Carga del estrato arbustivo y la vegetación de baja altura........................................... 21

4.5.4 Carga de material leñoso caído....................................................................................... 22

4.5.5 Carga de hojarasca ........................................................................................................... 23

4.5.6 Humedad de los combustibles ........................................................................................ 23

5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN ............................................................................................... 25

5.1 Evaluación y cuantificación de combustibles ............................................................ 25 5.1.1 Categoría Dosel 25 5.1.2 Categoría Arbustos y vegetación de baja altura 26 5.3 Categoría Hojarasca 31

5.3.1 Carga de hojarasca ........................................................................................................... 31

5.4 Evaluación de la humedad de combustibles ............................................................... 32 5.4.1 Arbustos y vegetación de baja altura (biomasa) 32 5.4.2 Material leñoso caído 33

6. CONCLUSIONES ...................................................................................................................... 35

7. LITERATURA CITADA .......................................................................................................... 37

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RESÚMEN

La investigación se desarrolló en el marco del proyecto “Manejo adaptativo del fuego alrededor de áreas protegidas del bloque chiquitano” ejecutado por la Fundación Amigos de la Naturaleza, una iniciativa piloto sobre manejo del fuego dirigida a comunidades indígenas, comunidades campesinas, colonias menonitas y estancias ganaderas de los municipios de San José de Chiquitos y Roboré del departamento de Santa Cruz. A través del mapa de vegetación elaborado por Navarro y Ferreira (2007), se identificaron 9 estratos de vegetación: Bosques higrofíticos, Bosque chaqueño, Bosques subhúmedos semideciduos, Bosques chiquitanos del cerrado, Bosque seco chiquitano, Palmares inundables, Arbustales y matorrales, Chaparral y Cerrado, en los cuales se realizó un inventario de combustibles forestales, distribuyéndose aleatoriamente 25 parcelas circulares de 500 m2 para la medición del arbolado registrando el diámetro normal medido a 1,3 m del suelo (DN), altura a la copa, altura total, presencia de lianas y cobertura del dosel. Dentro de cada parcela se instaló 1 subparcela concéntrica de 50 m2 para la medición de arbustos, pastos, hierbas y todos los árboles con diámetro menor a 2,5 cm de diámetro y mayores a 1,3 m de altura; 4 micro parcelas de 30 cm x 30 cm para medir la profundidad de la hojarasca, ubicadas en dirección de los puntos cardinales a 1 m de distancia del centro de la parcela; 3 transectas cada una con una longitud de 20 m para la medición de material leñoso caído y finalmente 4 subparcelas de 1 m x 1 m para la medición de biomasa, cada uno orientado en dirección de los puntos cardinales a 13 m del centro de la parcela. Los resultados indicad que la carga de material leñoso caído fue mayor en el estrato Bosque higrofítico de 1 hora y 10 horas con 0,08 Tn/ha y 0,21 Tn/ha respectivamente, por otro lado los estratos Bosque chiquitano del cerrado, Bosques higrofiticos y Cerrado fueron los únicos que presentaron material leñoso caido de 1.000 horas con 6,73 Tn/ha, 8,72 Tn/ha y 3,03 Tn/ha respectivamente. La carga de hojarasca fue mayor en los estratos de Palmares inundables y Bosque subhúmedo semideciduo con 0,38 Tn/ha y 0,46 Tn/ha respectivamente, mientras que la menor carga se observó en los estratos Bosque chaqueño y Bosque chiquitano del cerrado con 0,23 Tn/ha y 0,25 Tn/ha respectivamente. El contenido de humedad de la clase arbustos fue menor a 120 % en los estratos de Palmares inundables, Chaparral, Bosque higrofítico y Cerrado, de igual manera el contenido de humedad de la clase hierbas, pastos y otros fue menor en los estratos de Bosque seco chiquitano, Chaparral y en Arbustales y matorrales, por lo tanto la disponibilidad de combustibles para la combustión en estos estratos es alta, debido a que presentan un contenido de humedad por debajo de la humedad de extinción (120 % a 160 %). El contenido de humedad del material leñoso caído de 10 horas correspondiente al estrato Bosque chaqueño presentó un 25 %, mientras que en los demás estratos todas las piezas leñosas de 1 hora, 10 horas y 100 horas presentaron un contenido de humedad por debajo de la humedad de extinción (24 %), por lo tanto la disponibilidad de material leñoso caído para la combustión es alta, en consecuencia facilita la ocurrencia un incendio forestal.

Palabras claves: Combustible, incendios forestales, chiquitanía, material leñoso

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1. INTRODUCCIÓN

Cada año los incendios forestales en Bolivia ocurren con mayor frecuencia y severidad, provocando daños al medio ambiente y a la salud humana (Fundación Amigos de la Naturaleza 2012). El año 1999 ocurrió un incendio forestal que arrasó con aproximadamente 12.000.000 ha de pastizales y bosques en los departamentos de Beni y Santa Cruz (De Ugarte 2008). Según Rodríguez (2013), desde el año 2001 al 2012 la superficie de incendios forestales en el departamento de Santa Cruz presentó un total de 3.384.541 ha.

Los incendios forestales en su mayoría son ocasionados por la presencia humana en el bosque, el descuido de los fumadores y el desinterés en las quemas que tienen relación con la agricultura y la ganadería (Rentería et al. 2005). La ocurrencia de incendios forestales generalmente se manifiesta con la presencia de tres elementos que son el calor, el oxígeno y el combustible (Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo 2006).

El combustible forestal es todo material orgánico vivo o muerto que puede arder cuando se produce un incendio en el bosque (Bonilla 2001), durante un incendio es imposible cambiar la condición del clima y mucho más la topografía sin embargo el único factor sobre el que si podemos intervenir es el combustible (Jardel et al. 2005).

La caracterización de combustibles forestales nos permitirá evaluar el comportamiento del fuego y los efectos que este pueda causar además de obtener información que permita identificar áreas de susceptibles incendios (Jardel et al. 2005), de igual manera la cuantificación de combustibles será muy útil en la toma de decisiones que nos ayuden a disminuir los riesgos de incendios forestales (Hernández y Ramírez 2010).

La lucha contra los incendios forestales es un hecho que siempre va existir y en algunos casos siempre alcanzará vencernos, el manejo del combustible sería el medio más viable en el que sí se pueden obtener resultados positivos en la prevención de incendios a través del control de la carga y la continuidad del material combustible (Rodríguez 2012c).

2. OBJETIVOS

Objetivo general

Caracterizar los combustibles forestales en la región sur este de la Chiquitania para la toma de decisiones en la prevención y control de incendios.

Objetivos específicos

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Evaluar y cuantificar la cubierta vegetal a través de un inventario de combustibles en los estratos de: dosel, arbustos, vegetación de baja altura, material leñoso caído y hojarasca.

Evaluar el contenido de humedad de los combustibles: hojarasca, material leñoso

caído, arbustos y vegetación de baja altura.

3. REVISIÓN DE LITERATURA

3.1 La naturaleza del fuego

El fuego es el fenómeno producido por la unión del calor con el combustible y el aire, así mismo es el encargado de aumentar la temperatura del combustible hasta iniciar la combustión (Díaz et al. 2004). El fuego puede ser un elemento muy beneficioso y al mismo tiempo puede ser uno de los peores enemigos cuando se origina un incendio forestal (Corporación Nacional Forestal 2011). Los incendios forestales se definen como el fuego que se abre camino libremente por la vegetación y sin el control del hombre causando resultados no deseados en la vegetación (Gobierno de la provincial de Córdoba 2005). Según Ruiz et al. (2001), se denomina incendio forestal al incendio que se propaga cuando se quema la vegetación por intervención antrópica o por causas naturales.

Para que un incendio forestal ocurra deben existir tres elementos: calor, combustible y oxígeno. Un incendio forestal provoca daños en la vegetación exponiéndola al ataque de plagas así mismo afecta su capacidad de crecimiento y reduce el valor recreativo de las zonas forestales, en general esta cadena de reacciones contribuyen al calentamiento atmosférico (Comisión Nacional Forestal 2010).

Según Montoya (2004), el comportamiento del fuego es la forma en que avanza el fuego, respecto a su velocidad e intensidad como también su tasa de crecimiento perimetral y de área, configuración y la altura promedio que pueden alcanzar las llamas. De acuerdo con la Comisión Nacional Forestal (2010), los factores que influyen en el comportamiento del fuego son: el combustible, el tiempo atmosférico y la topografía. La abundancia y agrupación de combustibles varía según las características de la vegetación como pastizales, matorrales, arbustos (PROBOSQUE 2011). La velocidad del fuego aumenta por la disponibilidad de combustibles finos y secos, si la humedad del combustible es menor la propagación del fuego será de mayor rapidez (Fernández et al. 2002).

Para Julio y Giroz (1975) el tiempo atmosférico definen la posibilidad y transmisión de un incendio a través de la temperatura, la humedad relativa, el viento y la precipitación, es decir el clima, el cual es un factor incontrolable y difícil de prever, lo inverso que sucede con el caso de los combustibles y la topografía. Para Villers 2006, el clima tiene una gran preponderancia en el comportamiento del fuego. A mayor velocidad del viento mayor será la propagación del fuego, así mismo los vientos agitan los árboles originando focos secundarios más aun cuando el tiempo es inestable y es en este momento en que

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los vientos cambian repentinamente sin embargo si el tiempo se torna seco por algunos días existe la posibilidad de que se manifiesten focos secundarios por la determinada cantidad de combustibles (Fernández et al. 2002).

La topografía que presenta el terreno es de vital importancia para la lucha contra los incendios forestales, si la pendiente es fuerte el incendio se inicia de forma inmediata debido a que los combustibles se calientan más rápido (PROBOSQUE 2011). La velocidad de los vientos puede incrementar la dispersión del fuego al empujarlo ladera arriba o ladera abajo, de igual manera el fuego puede sufrir cambios de conducción y progreso en el terreno ante la variación de la inclinación de la ladera, la elevación y la configuración de la tierra (Villers 2006).

3.2 Los incendios forestales en Bolivia

En Bolivia las principales causas de incendios forestales ocurren por los colonizadores, ganaderos y agricultores mediante prácticas de desmonte, quema de pastizales para el incentivo de nuevos rebrotes de pasto para el ganado, la negligencia por parte de los habitantes y la falta de educación ambiental son los motivos principales para la eventualidad de incendios forestales (Vice-ministerio de recursos naturales y medio ambiente 2006). Rodríguez (2012a), indica que la superficie quemada para Bolivia en el periodo (2000 a 2010) fue de 22.012.910 ha donde 4.287.512 ha corresponde a incendios forestales, donde Santa Cruz y Beni se identificaron como las departamentos con mayor eventualidad de incendios forestales con 3.144.634 ha y 1.001.921 ha respectivamente.

Una de las zonas con mayor riesgo de incendio forestal es la Chiquitania, el año 1999 el Bosque Chiquitano fue el más afectado en cuanto a bosque productivo con una cifra de 2.614.968 ha equivalente a 3.556.356,5 m3 (Prefectura departamental de Santa Cruz 2006). Según Vides-Almonacid et al. (2007), la reincidencia de incendios en el Bosque Seco Chiquitano se relaciona generalmente con la ganadería y la agricultura donde los municipios de San Julián y San José de Chiquitos han sido afectados por la presencia del fuego durante 5 años. A todo esto hay que sumarle el riesgo que representan los cazadores y los viajeros que en su recorrido por el corredor bioceánico arrojan colillas de cigarrillos todavía encendidas a un lado de la carretera (Rodríguez 2012b).

3.3 Ecología del fuego

El fuego tiene un rol complicado en la ecología de los ecosistemas, pues los resultados positivos y negativos que este pueda tener dependen mucho de las características del incendio y de las adaptaciones al fuego que poseen algunas especies. En algunos ecosistemas los incendios son parte integral de su funcionamiento (Juárez y Cano 2007). La ausencia del fuego durante varios años deja que la biomasa se acumule y como resultado un fuego eventual podría ser muy destructivo, permitiendo a las llamas llegar hasta las ramas de los árboles (Mamani et al. 2011). Por el contrario si la recurrencia de incendios aumenta el ecosistema sufre un cambio donde las especies más adaptadas al

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pirofitísmo activo toman el dominio y se regeneran muy bien después de cada incendio de suerte que van desplazando a las especies sensibles al fuego (Rodríguez 2012c).

Myers (2006), reconoce que existen ecosistemas dependientes del fuego, sensibles al fuego y ecosistemas independientes al fuego. En los ecosistemas dependientes del fuego este cumple un rol muy importante en la conservación de la biodiversidad ya que las especies han desarrollado adaptaciones que les permite responder de manera positiva a los efectos del fuego. En los ecosistemas sensibles al fuego, las especies no poseen adaptaciones que les permita responder positivamente a los incendios y en los ecosistemas independientes del fuego, el fuego cumple un rol muy pequeño o nulo, ya que son ecosistemas demasiado fríos, húmedos o secos para arder.

Para Myers (2006) el fuego tiene un régimen, el cual está definido en función a condiciones como la frecuencia, comportamiento del fuego, severidad y tamaño de la quema. Los regímenes temporales de ocurrencia de incendios forestales de gran magnitud están condicionados, entre otros por las características del material combustible disponible. Rodríguez (2013), menciona que en Bolivia el periodo mínimo para que un área vuelva a ser quemada es de 1 año, mientras que el máximo es de 4 a 5 años.

En términos de control de los incendios forestales, se habla del manejo del fuego como la serie de actividades y decisiones apropiadas para la prevención, control y uso del fuego con el propósito de combatir los efectos de los incendios forestales (Myers 2006, FAN 2013a) (Fig. 1). Jardel (2010) indica que el manejo del fuego conlleva acciones orientadas a mantener el régimen natural de incendios en ecosistemas propensos a incendios forestales y evitando la incidencia del fuego en ecosistemas sensibles.

Fuente: FAN (2013a) Fig. 1. Triangulo del manejo del fuego

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3.4 El Combustible forestal

Se consideran combustibles forestales a todo material orgánico vivo o muerto que pueda arder y extinguirse cuando se produce un incendio en el bosque (Bonilla 2001, Jardel et al. 2005, Wong y Villers 2007) (Fig. 2).

Fuente: Morfín et al. (2012)

Fig. 2. Categorías de los combustibles forestales

Ruiz (2004) y Pérez (2006) indican que el combustible forestal tiene las siguientes características: carga, grosor, continuidad y humedad. La carga es el peso del combustible en relación a la unidad de superficie y se expresa en Tn/ha o Kg/m2. Según el grosor, los combustibles se clasifican en finos (ramitas, hojas, acículas con una dimensión menor a 6mm), medianos (troncos finos, ramas, matorrales leñosos, con grosor de 6 a 75 mm) y gruesos (troncos y ramas con diámetros mayor a 75 mm). La continuidad es el factor que define la dirección y la velocidad de propagación del fuego (USAID 2006). La continuidad puede ser horizontal cuando no existen espacios grandes entre los materiales combustibles (rocas, riachuelos) y el fuego puede avanzar progresivamente, y puede ser vertical cuando el material combustible se dispone en forma de escalera facilitando la ascensión del fuego (Bonilla, 2001).

La humedad es un factor determinante en la inflamación del combustible forestal y en el comportamiento del fuego, y esta varía desde 0 % hasta más de 300 %, de acuerdo a las condiciones ambientales como el viento, la humedad relativa, la radiación solar, el tipo y estado del combustible, entre otras (Hernando, 2000). Cuando la humedad del combustible es menor hay mayor carga de combustible disponible para arder (Ruiz,

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2004). Vélez (2000), denomina “humedad de extinción” al elevado contenido de humedad del combustible que interrumpe la combustión e indica que para materiales leñosos la humedad de extinción es mayor al 24 %, sin embargo Ruiz (2004) señala que la humedad de extinción para combustibles vivos oscila entre 120 % y 160 % mientras que para combustibles muertos oscila entre 25 % y 40 %. Por otro lado, Renteria (2004), Wong y Villers (2007) indican que los combustibles forestales pueden clasificarse en vivos y muertos. Los combustibles vivos están conformados por vegetación viva con follaje de baja altura como matorrales, arbustos y árboles en pie o caídos que no estén. Los combustibles muertos comprenden el material que se encuentran caído en el suelo, ya sea por causas naturales o por operaciones silviculturales durante el aprovechamiento forestal secos (Bonilla y Boulandier et al. 2001, Ruiz 2004).

Por último, los combustibles se clasifican según su ubicación en combustible subterráneo

(raíces, materia orgánica, restos de plantas muertas), combustible superficial (material

que se encuentre sobre el suelo hasta 1,5 m de altura como la hojarasca, arbustos,

hierbas, leña caída, etc.) y combustible aéreo (material localizado a una altura mayor a

1,5 m del suelo, por ejemplo follaje, ramas, musgos colgantes y otros) (USAID (2006).

4. MATERIALES Y MÉTODOS

4.1 Área de estudio

La Chiquitania está ubicada en una zona de transición entre el bosque húmedo amazónico y el bosque del gran chaco, localizado en los llanos orientales del departamento de Santa Cruz (Jardim et al. 2003). El análisis se concentró dentro de los límites del “Proyecto Manejo Adaptativo del Fuego” (PMAF) alrededor de áreas protegidas del Bloque Chiquitano” desarrollado por la Fundación Amigos de la Naturaleza que es una iniciativa piloto orientada al fortalecimiento de la gestión comunitaria para el manejo del fuego en comunidades indígenas, campesinas, colonias menonitas y estancias ganaderas. El área de intervención comprende aproximadamente 2 millones de hectáreas, en las que se encuentran establecidas 3 áreas protegidas municipales: Laguna Concepción, Santa Cruz la Vieja, Tucavaca y parte del Área Natural de Manejo Integrado San Matías (Fig. 3).

Dentro del área de estudio se identificaron nueve estratos vegetales a partir del mapa de vegetación a escala 250.000 de Navarro y Ferreira (2007), donde se concentraron las parcelas de medición (Cuadro 1).

Cuadro 1. Estratos vegetales dentro del PMAF

Estratos vegetales Superficie

(ha)

Arbustales y matorrales 60.553

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Bosque chaqueño 180.587

Bosque seco chiquitano 367.336

Bosques chiquitanos del cerrado 362.301

Bosques higrofíticos 76.633 Bosques subhúmedos semideciduos

278.287

Cerrado 64.283

Chaparral 412.667

Palmares inundables 42.342

TOTAL 1.844.989

Fuente: FAN (2012)

Fuente: FAN (2012) Fig. 3. Mapa de ubicación del área de estudio

A continuación se describen los estratos de vegetales según la leyenda explicativa de las unidades del mapa de vegetación de Bolivia elaborado por Navarro y Ferreira (2007):

Arbustales y matorrales: Representa arbustales de las especies Sapium argutum, Commiphora leptophloeos y matorrales Vellozia tubiflora desarrollados sobre sobre suelos delgados o afloramientos rocosos, así mismo en este tipo de vegetación predominan las lajas de granito y acantilados rocosos.

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Bosque chaqueño: Esta vegetación representa la transición en llanura desde el chaco septentrional al sur de la Chiquitania. Estos bosques se desarrollan sobre suelos desde medianamente drenados hasta deficientemente drenados y sobre suelos profundos de origen aluvial. Entre las especies forestales: Phyllostylon rhamnoides y Ceiba samauma.

Bosque seco chiquitano: Distribuido en el extremo sur de la Chiquitania donde se conecta con varios tipos de bosque chaqueño, La vegetación presenta dosel caducifolio de 12 a 16 m de altura media. Entre las especies forestales: Athyana weinmannifolia y Acosmium cardenasii.

Bosques chiquitanos del cerrado: Bosques con dosel semideciduo a deciduo, desarrollados sobre suelos excesivamente drenados, poco profundos y por lo general pedregosos o arenosos. En la composición florística se combinan tanto elementos típicos de los bosques chiquitanos como árboles del Cerrado de 10 m a 16 m de altura media. Entre las especies forestales: Pterodon emarginatum, Terminalia argentea, Schinopsis brasiliensis y Aspidosperma tomentosum.

Bosques higrofiticos: Representa un grupo de bosques que se desarrollan sobre suelos profundos demasiado húmedos o saturados de humedad la mayor parte del año, en temporada de lluvias estos bosques pueden inundarse superficialmente de forma temporal. Entre las especies forestales abundantes están: Yesquero blanco (Cariniana ianeirensis), Ajo (Gallesia integrifolia) Ochoo (Hura crepitans).

Bosques subhúmedos semideciduos: Representa un grupo de bosques pluviestacionales semideciduos desarrolladas sobre suelos profundos de bien a medianamente drenados. Presentan dosel forestal semideciduo, denso a semidenso, de 16 – 22 m de altura. Entre las especies forestales: Machaerium scleroxylon, Acosmium cardenasii, Schinopsis brasiliensis y Astronium urundeuva.

Cerrado: Sabanas arboladas-arbustivas y sabanas herbáceas desarrollados sobre suelos poco profundos y por lo general pedregosos, la composición florística combina elementos típicos del bosque chiquitano como del Cerrado Terminalia argéntea, Callisthene hassleri y Pterodon emarginatus.

Chaparral: Formación del Cerrado en Suelos rojizos arenosos y rocas de areniscas paleozoicas que presentan diferentes estados sucesionales producto del diferente uso del territorio por parte del ser humano que incluyen: bosques bajos con dosel densos a semiabiertos, sabanas arbolado-arbustivas abiertas y sabanas herbáceas. Entre las especies forestales: Tabebuia selachidentata, Terminalia argéntea, Copaifera langsdorfii y Terminalia fagifolia.

Palmares inundables: Presentan Palmares densos de la Palma real (Mauritia flexuosa) y palmares mixtos boscosos desarrollados en zonas pantanosas e inundadas permanentemente por aguas húmicas oligotrófico-distróficas.

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Con los estratos vegetales identificados se logró elaborar un mapa con los tipos de vegetación para toda el área de estudio (Fig. 4).

Clima: La región chiquitana presenta una temperatura media anual de 24,3 °C, sin embargo entre los meses de julio y octubre los valores mínimos y máximos respectivamente oscilan entre 3 °C y 40 °C (Jardim et al. 2003). La humedad relativa del aire está por encima del 60%, por su parte la estación lluviosa se ubica entre los meses de noviembre a marzo y la estación seca se da de mayo a septiembre (Vides-Almonacid et al. 2007).

Precipitación: La precipitación pluvial total anual en la Chiquitania es aproximadamente de 1.300 mm en el sector noreste de Bolivia por la región húmeda de la amazonia y 800 mm en el sector sureste por la región seca del Chaco boliviano-paraguayo-argentino (Vides-Almonacid et al. 2007).

Fuente: FAN (2012)

Fig. 4. Mapa de tipos o estratos de vegetación

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Vegetación: La vegetación en la Chiquitania presenta un bosque en transición de semideciduo hasta deciduo debido a que los arboles pierden sus hojas en una determinada época del año (Fundación para la Conservación del Bosque Chiquitano 2003, Vides-Almonacid et al. 2007). De acuerdo con la Fundación para la Conservación del Bosque Chiquitano (2003), las especies más comunes son: Verdolago (Calycophyllum multiflorum), Cuta (Phyllosthylon rhamnoides), Soto (Schinopsis brasiliensis), Ajo-ajo (Gallesia integrifolia), Cuchi (Astronium urundeuva), Picana (Cordia glabrata), Curupaú (Anadenanthera colubrina), Tasá (Acosmium cardenasii), Momoqui (Caesalpinia pluviosa).

4.2 Equipos e instrumentos

Los materiales que se utilizaron en la presente investigación se describen en el Cuadro 2.

Cuadro 2. Descripción de materiales según su utilidad en campo

Uso Materiales

Ubicación de parcela

Mapa de unidades de vegetación, sistema de posicionamiento global GPS, brújula, clinómetro Suunto, tablero de registro, lápiz, borrador.

Instalación de la parcela

Cinta métrica de 50 m, martillo, jalones, cuerda nylon color amarillo de 22 m marcada a los 5m, 10 m y 20 m, clavos con ojal para fijar la cuerda al suelo, cintas flagging y machete.

Medición de combustibles

Cuadro flexible de 30 x 30 cm, cuadro flexible de 1 x 1 m, tijera de podar, regla metálica de 50 cm, 13 clavos de 6", calibrador metálico, balanza Pesola (capacidad máxima 1 kg), cámara fotográfica, lente hemisférico (ojo de pez), bolsas plásticas y de tela, marcadores indelebles, cinta de embalaje, cinta masking, tablero de registro.

Otros Casa de campaña y botiquín de primeros auxilios.

4.3 Método de muestreo

La distribución espacial de las parcelas se realizó a través del método aleatorio de muestreo y utilizando la herramienta Random Point en el programa ArcGis 10.1. El muestreo se realizó en 2 fases de campo, la primera de noviembre a diciembre del año 2012 y la segunda de febrero a marzo del año 2013, para lo cual se instalaron un total de

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25 parcelas circulares de 0,05 ha distribuidas en el área de estudio, tal como se observa en el Cuadro 3.

Cuadro 3. N° de parcelas instaladas en cada estrato de vegetación

Estrato N° de parcelas por estrato

Bosques higrofíticos 2

Bosque chaqueño 2

Bosques subhúmedos semideciduos 3

Bosques chiquitanos del cerrado 5

Bosque seco chiquitano 1

Palmares inundables 2

Chaparral 5

Cerrado 2

Arbustales y matorrales 3

TOTAL 25

Para el desarrollo de la presente investigación se utilizó la metodología de Morfín et al. (2012) descrita en el manual “Caracterización y cuantificación de combustibles forestales”.

4.4 Parcelas de muestreo

Cada parcela circular de 0,05 ha estaba constituida por:

1 parcela concéntrica con 0,005 ha de superficie para la medición de arbustos, hierbas, pastos y regeneración, también se tomaron en cuenta todos los arboles menores a 2,5 cm de diámetro normal y mayores a 1,3 m de altura.

4 cuadros de 30 cm x 30 cm (900 cm2), cada uno ubicado en dirección de los puntos cardinales a un metro de distancia del centro de la parcela para la medición de profundidad de hojarasca.

3 líneas de intersecciones planares cada una con longitud de 20 m para la medición de material leñoso caído, la primer línea es elegida al azar partiendo del centro de la parcela y las siguientes dos líneas se ubican a continuación con separación de 120°.

4 cuadros de 1 m2 de superficie para la medición de biomasa, cada una orientada en dirección de los puntos cardinales ubicadas a 13 m del centro de la parcela, de tal manera que la recolección de muestras queden fuera del perímetro de la parcela de 0,05 ha.

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El levantamiento de datos en cada una de las parcelas de muestreo se realizó en las siguientes categorías de combustibles:

o Dosel o Arbustos o Vegetación de baja altura o Material leñoso caído o Hojarasca

Dosel: El estrato del dosel está conformado por los árboles, sus copas y sus tallos leñosos, en la parcela de 0,05 ha se midieron todos los árboles en pie. Tal como se observa en la Fig. 5. También se registró la especie, el diámetro normal (DN) medido a 1,3 m del suelo de los árboles con diámetro ≥ 2,5 cm, la altura a la copa, la altura total, la condición silvícola (presencia de lianas) y su condición (vivo o muerto).

Fig. 5. Estimación de altura a la copa, altura total y medición de DAP

Se midió el porcentaje de cobertura del dosel a través de 9 puntos de observación distribuidos sobre 4 transectos cada uno de 10 m de longitud y orientados hacia los puntos cardinales, el primer punto de observación fue el centro de la parcela y los siguientes 8 puntos de observación se ubicaron a una separación de 5 m, tal como se observa en la Fig. 6.

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Fig. 6. Diagrama de los sitios para la medición de cobertura y altura del dosel, arbustos, y vegetación de baja altura dentro de la parcela de 0,05 ha

Para realizar el porcentaje de cobertura del dosel se utilizó una cámara digital más un lente hemisférico “ojo de pez” con el cual se tomó una fotografía al follaje de los árboles en ausencia o presencia de cobertura. De acuerdo con Mostacedo y Fredericksen (2000), las fotografías “ojo de pez” deben ser tomadas en dirección del norte y lo más recomendable es realizar las fotos en días nublados o en horas de la madrugada porque que los rayos solares tienden a subestimar la cobertura del dosel. Posteriormente cada imagen fue analizada a través de un software “Gap Light Analyzer” elaborado por Frazer et al. (1999), especialmente utilizado para analizar imágenes hemisféricas del dosel tal como se observa en la Fig. 7, con la ayuda de este software se logró estimar el porcentaje de cobertura del dosel.

Fig. 7. Fotografía del dosel de una parcela tomada con cámara digital con lente

hemisférico (ojo de pez)

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Arbustos: Los arbustos se midieron en la parcela de 0,005 ha, tal como se observa en la Fig. 8, donde se registró la especie, el número de individuos/especie, el número de tallos y su condición (vivo o muerto). En esta parcela también fueron medidos la regeneración y los árboles pequeños (arboles < 2,5 cm DN y > 1,3 m de altura) de los cuales se registró el número de individuos/especie y su condición (vivo o muerto).

Fig. 8. Diagrama del sitio de muestreo para árboles y arbustos

Vegetación de baja altura: Esta medición fue realizada a través del método de muestreo propuesto por Canfield (1941), que consiste en la medición de plantas interceptadas por planos verticales, tal como se observa en la Fig. 9.

Fig. 9. Medición de la vegetación de baja altura interceptada por la línea de muestreo

Se establecieron 4 transectos de 10 m de longitud orientados hacia los 4 puntos cardinales, para esta actividad se utilizó una cuerda fijada al suelo usando el centro de la parcela como punto de partida (Fig. 10). En los cuales se registró la longitud total (cm) de los segmentos interceptados por la línea de muestreo. Por otro lado, se midió la altura

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del individuo más cercano de cada forma biológica (arbusto, hierba, pasto) en un radio de 2,5 m para lo cual se establecieron 2 puntos a 5 m de distancia sobre los mismos 4 transectos anteriores que se observan en la Figura 13. En esta medición se incluyeron otros componentes por su abundancia como: Cardo (Aechmea sp), Garabatá (Bromelia sp) y Motacuchí (Allagoptera leucocalyx), denominados como “Otros”.

Fig. 10. Ubicación de las parcelas para la colecta de biomasa

Carga del estrato arbustivo y la vegetación de baja altura: Para estimar la carga de combustibles del estrato arbustivo y vegetación de baja altura se establecieron 4 parcelas de 1 m2, cada una orientada hacia los 4 puntos cardinales situados a 13 m del centro de la parcela de 0,05 ha, tal como se observa en la Fig. 11. En cada una de las 4 parcelas se cortó al ras del suelo todos los arbustos, hierbas y pastos que se encontraron dentro de ellas (Fig. 11). También se colectaron otros componentes como: Cardo (Aechmea sp) y Garabatá (Bromelia sp) debido a su abundancia (Fig. 12), al mismo tiempo se los denominó como “Otros”.

Fig. 11. Cuadro de 1 m2 donde se cortaron al ras del suelo arbustos, hierbas y pastos

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Fig. 12. Cuadrado de 1 m2 donde se cortó al ras del suelo la vegetación

Cada material una vez registrado fue colectado en bolsas plásticas y rotuladas con el número de parcela, número de línea, el tipo de muestra (arbusto, hierba, pasto), fecha de la colecta y el peso total en gramos. Posteriormente cada muestra fue llevada a laboratorio para su secado en estufa a una temperatura de 50 °C hasta que alcanzaron un peso constante.

Material leñoso caído: Para el muestreo del material leñoso caído (MLC), se establecieron 3 líneas de intersección cada una con 20 m de longitud, la primera línea fue elegida al azar partiendo del centro de cada parcela de 0,05 ha y las siguientes dos líneas se instalaron a continuación con una separación de 120°, tal como se observa en la Fig. 13.

Fig. 13. Transectos para cuantificar material leñoso caído de 1 hora, 10 horas, 100 horas y 1.000 horas

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A lo largo de cada línea de intersección con la ayuda de un calibrador metálico se contaron todas las piezas en función de su tamaño y tiempo de respuesta (Cuadro 4).

Cuadro 4. Clasificación del combustible por tamaño y tiempo de respuesta

Categoría

Diámetro (cm)

Tiempo de respuesta

Finos 0 - 0,6 1 hora Regulares 0,6 - 2,5 10 horas Medianos 2,5 - 7,6 100 horas Gruesos >7,6 1.000 horas

Fuente: Morfín et al. (2012).

Los combustibles de 1 hora (Fig. 14 a) y 10 horas (Fig. 14 b) se midieron en los primeros 5 m de la línea y los combustibles de 100 horas (Fig. 14 c) y 1.000 horas (Fig. 14 d) a lo largo de los 20 m, los combustibles de 1.000 horas fueron los únicos que se midieron con la ayuda de un flexómetro porque su diámetro superaba la dimensión del calibrador (Fig. 15). Posteriormente las piezas fueron colectadas y rotuladas con el número de parcela, número de línea de intersección y el tiempo de respuesta.

Fig. 14. Medición de material leñoso caído con calibrador: a) medición de combustibles de 1 hora; b) medición de combustibles de 10 horas; c) medición de combustibles de 100 horas y d) medición de combustibles de 1.000 horas.

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Fuente: Adaptado de INIFAP (2006)

Fig. 15. Calibrador metálico para la medición de material leñoso caído.

De acuerdo con Brown (1974), el criterio utilizado en el conteo de piezas intersectadas es el siguiente:

a) Las partículas que se incluyen en el conteo son todos los combustibles leñosos muertos como ramas y troncos que se haya separado de su fuente de crecimiento como árboles y arbustos. En esta medición no son contadas aquellas ramas que están unidas a un tronco muerto en pie, de igual manera no se consideran conos, corteza, hojas, pastos y hierbas.

b) Todas las ramas y ramillas que se encuentran dentro o sobre la hojarasca superficial son contadas. No son consideradas cuando el eje central de la pieza interceptada se encuentra dentro la capa de fermentación (Fig. 16).

Fuente: Brown (1974)

Fig. 16. Se contó todas las piezas leñosas que se encuentren sobre la capa de fermentación

c) Cuando una troza es intersectada por la línea de muestreo en la parte final de uno de los extremos, sólo debe medirse si la línea de muestreo intersecta el eje central de la troza (Fig. 17).

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Fuente: Brown (1974)

Fig. 17. Se midieron todas las piezas leñosas que la línea de muestreo intersectó el eje central de la troza

d) No debe ser medida ninguna pieza leñosa si la línea de muestreo coincide exactamente con su eje central (es un caso insólito) (Fig. 18).

Fuente: McRae et al. (1979)

Fig. 18. No se contabilizan las piezas cuando la línea de muestreo coincide con el eje central de la troza

e) Si la línea de muestreo intersecta una pieza curvada en más de una ocasión, se mide cada intersección (Fig. 19).

Fuente: Brown (1974)

Fig. 19. Se debe medir todas las secciones intersectadas por la línea de muestreo en una pieza curvada

f) Se miden las astillas y trozas que quedan como residuo después del aprovechamiento, visualizando en forma cilíndrica el material para determinar su clase de tamaño o diámetro al que corresponden.

g) Se miden todos los tocones que no estén enraizados y raíces que no estén cubiertas por tierra, cada pieza para ser medida debe considerarse de forma individual.

h) Las trozas que estén muy podridas, despedazadas o si perdieron su estructura original, se debe restaurar visualmente una forma cilíndrica del material podrido y estimar el diámetro.

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i) Cerciorarse de observar arriba del suelo al momento de realizar el muestreo, pues el material leñoso puede ser medido hasta los 2 m de altura.

Hojarasca fresca: La medición de hojarasca se realizó a través de 4 cuadros de 30 cm x 30 cm ubicados en dirección de los 4 puntos cardinales a 1 m de distancia del centro de la parcela, tal como se observa en la Fig. 20.

En cada sitio se colocaron 13 clavos de 6” distribuidos sistemáticamente para medir la profundidad de hojarasca (mm) con la ayuda de una regla milimetrada (Fig. 21), posteriormente se colectó la hojarasca en bolsas plásticas.

Fuente: Adaptado de Morfín et al. (2012)

Fig. 20. Diagrama de los puntos de medición de profundidad de hojarasca

Fig. 21. a) Cuadro metálico de 30 cm x 30 cm donde se colocaron 13 clavos distribuidos sistemáticamente y b) Medición de profundidad de hojarasca con regla milimetrada.

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Evaluación de la humedad de los combustibles: Para determinar el contenido de humedad (CH) de combustibles se utilizaron las muestras que fueron colectadas al momento de realizar el muestreo de: material leñoso caído, hojarasca, arbustos y vegetación de baja altura. Las muestras fueron secadas en estufa a una temperatura de 50 °C hasta que alcanzaron un peso constante.

4.5 Análisis de datos

4.5.1 Densidad de tallos/ha

Se calculó la densidad de tallos/ha del estrato arbóreo a través de la siguiente ecuación:

Donde: D = densidad de tallos por hectárea

= número de tallos

N= superficie de la parcela (0,05 ha)

4.5.2 Porcentaje de cobertura de arbustos y vegetación de baja altura

Se calculó el porcentaje de cobertura de los arbustos y la vegetación de baja altura mediante la siguiente ecuación:

Donde: %Csp = Sumatoria de la longitud de los segmentos interceptados por

línea/Sumatoria del largo total de los transectos = Sumatoria de la longitud de los segmentos interceptados por línea

(cm) 40 = Sumatoria del largo total de todos los transectos (m)

4.5.3 Carga del estrato arbustivo y la vegetación de baja altura

La carga del estrato arbustivo y vegetación de baja altura se calculó a través de la siguiente ecuación:

Donde: C = Carga (Mg ha-1), 1 Mg es equivalente a 1 Tn

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Ps = Peso seco o peso anhidro (Kg) N = Tamaño de la parcela (m2) 10 = Factor de conversión de unidades

4.5.4 Carga de material leñoso caído

Se calculó la carga de los combustibles de 1 hora, 10 horas y 100 horas a través de la siguiente ecuación:

Donde: = Carga de combustible (Mg ha-1)

= 1,234

= Densidad específica o gravedad específica (g/cm3)

= Diámetro cuadrático promedio (cm) de las categorías 1 hora, 10 horas y 100

horas = Frecuencia de las partículas intersectadas (1 hora, 10 horas o 100 horas)

= Factor de corrección de la pendiente

= Longitud de los transectos (m)

Se calculó el Factor de corrección de la pendiente a través de la siguiente ecuación:

Se calculó la carga de los combustibles de 1.000 horas a través de la siguiente ecuación:

Donde: = Carga de combustible (Mg ha-1)

= 1,234

= Gravedad específica o densidad específica (g/cm3)

= Diámetro cuadrático

= Factor de corrección de la pendiente

= Longitud de los transectos (m)

Para calcular la GE de combustibles de 1 hora, 10 horas y 100 horas se utilizó el método de inmersión en agua debido a las características irregulares que poseen las muestras. Primero se uniformizaron las longitudes de cada muestra aproximadamente 10 cm.

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Segundo se llenó un recipiente con agua para posteriormente colocarlo sobre en una balanza, a continuación se taró la balanza (recolocar a 0) y con la ayuda de una aguja se sumergió la muestra en el recipiente con agua teniendo mucha precaución de que la muestra no toque el fondo ni las paredes del recipiente. Se realizó el mismo procedimiento para todas las muestras de material leñoso caído (1, 10 y 100 horas). Finalmente se determinó la densidad específica o gravedad específica a través de la ecuación:

Donde: D = Densidad especifica o gravedad especifica (g/cm3) M = Masa (g) V = Volumen (cm3)

Para la GE de combustibles de 1.000 horas se utilizó los valores de gravedad especifica que se describen en el trabajo de Morfín et al. (2012), debido a que no se contaba con la herramienta adecuada para la colecta del material, por tal motivo lo más viable fue tomar el valor de GE 0,74 del ecosistema bosque seco/muy seco.

4.5.5 Carga de hojarasca

Primeramente se calculó de densidad aparente a través de la siguiente ecuación:

Donde:

= Densidad aparente (Mg-1 ha-1 mm-1)

= Peso seco (g)

a = Área del cuadro (cm2) h = Promedio de las profundidades de hojarasca (mm) 10 = Constante para convertir la densidad de hojarasca g cm-3 en Mg-1 ha-1 mm-1 Posteriormente se calculó la carga de hojarasca mediante la siguiente ecuación:

Donde: = Carga de la capa de hojarasca

Profundidad de hojarasca (mm)

Densidad aparente (Mg-1 ha-1 mm-1)

4.5.6 Humedad de los combustibles

Se calculó la humedad del combustible a través de la siguiente ecuación:

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Donde: = Contenido de humedad

= Peso neto húmedo

= Peso neto seco

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5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

5.1 Evaluación y cuantificación de combustibles

5.1.1 Categoría Dosel

Densidad de tallos/ha

En cuanto a la densidad promedio de tallos vivos/ha se puede observar que en todos los estratos de vegetación su abundancia fue mayor que la de tallos muertos. No obstante el estrato Cerrado alcanzó la mayor densidad promedio con 1820 tallos vivos/ha y la menor densidad promedio con 550 tallos vivos/ha se encontró en el estrato de Palmares inundables (Fig. 31). En cuanto a la densidad promedio de tallos muertos/ha se puede observar que el estrato Bosques subhúmedos semideciduos alcanzó la mayor densidad promedio con 220 tallos muertos/ha y la menor densidad promedio con 53 tallos muertos/ha se encontró en el estrato de Chaparral (Fig. 22).

Fig. 22. Densidad promedio de tallos/ha en los diferentes estratos de vegetación.

Vélez (2000), indica que los árboles muertos en pie son parte del combustible disponible debido a su bajo contenido de humedad y sobre todo porque al ser envueltos por las llamas del fuego estallan provocando focos secundarios. En la presente investigación los estratos Bosques subhúmedos semideciduos y Bosques higrofíticos presentan una alta densidad promedio con 220 tallos muertos/ha y 200 tallos muertos/ha respectivamente,

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por lo tanto es probable que se genere un cantidad considerable de focos secundarios en estos estratos ante la ocurrencia de un incendio forestal.

Porcentaje de cobertura del dosel

Los resultados obtenidos del porcentaje de cobertura del dosel indican que todos los estratos de vegetación a excepción de los estratos de Cerrado y Chaparral presentan un mayor porcentaje promedio de cobertura (Fig. 23).

Fig. 23. Porcentaje promedio de cobertura del dosel en los diferentes estratos de vegetación

Estos resultados tienen implicaciones importantes en el comportamiento del fuego puesto que al obtener un alto porcentaje de cobertura de dosel la continuidad del follaje de los árboles es casi uniforme y es muy probable que ante la ocurrencia de un incendio forestal el fuego tuviera una mayor facilidad en propagarse a través de las copas de los árboles. Estudios previos como el de Ribera y de Morales (2008) han señalado que los incendios de copa son los más destructivos y difíciles de controlar debido a que se propagan rápidamente a través de las copas de los árboles y a temperaturas muy elevadas arrasando con la vida de gran parte de la vegetación.

5.1.2 Categoría arbustos y vegetación de baja altura

Porcentaje de cobertura de vegetación de baja altura

Todos los estratos de vegetación a excepción del estrato Chaparral presentan un mayor porcentaje de arbustos que de otros componentes (hierba, pasto y otros). Donde el mayor porcentaje de arbustos alcanzado se encuentra en el estrato de Arbustales y Matorrales con el 25 %, sin embargo el menor porcentaje de arbustos alcanzado se

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encuentra en el estrato de Chaparral con 5 % (Fig. 24). El porcentaje de hierbas en todos los estratos de vegetación se presenta de manera homogénea, por otro lado el mayor porcentaje de pasto alcanzado se encuentra en el estrato de Chaparral con el 5 % y el menor porcentaje alcanzado del mismo componente se encuentra en el estrato de Palmares inundables con el 1 %. Por otro lado se puede observar que el estrato de Arbustales y matorrales y el estrato de Bosque chaqueño presentan una ausencia del componente “Pasto” (Fig. 24).

El componente denominado como “Otros” compuesto por: Cardo (Aechmea sp), Garabatá (Bromelia sp), Motacuchí (Allagoptera leucocalyx), Guapá (Guadua paniculata) y Viborilla (Cereus sp), es el segundo además del componente “Arbusto” que presenta un alto porcentaje de cobertura en los estratos de vegetación, donde el mayor porcentaje alcanzado se encuentra en el estrato de Bosque chiquitano del cerrado con el 8 % y el menor porcentaje alcanzado se encuentra en el estrato de Bosque chaqueño con 3 %. Sin embargo se puede observar que el componente “pasto” se encuentra ausente en el estrato Cerrado (Fig. 24).

Fig. 24. Porcentaje de cobertura promedio de arbustos y vegetación de baja altura

Altura de arbustos y vegetación de baja altura

En todos los estratos de vegetación se puede apreciar que los arbustos alcanzaron las mayores alturas con respecto a los componentes hierbas, pastos y otros. La mayor altura promedio alcanzada de arbustos se encuentra en el estrato Bosque chaqueño y en el estrato de Arbustales con 3,68 m y 4,25 m respectivamente, sin embargo la altura promedio más baja de arbustos se encontró en los estratos de Chaparral y Cerrado con 1,45 m y 1,33 m respectivamente. La altura promedio de hierbas se presenta de forma

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casi homogénea en todos los estratos de vegetación. La mayor altura promedio alcanzada de hierbas se encontró en los estratos de Chaparral y Bosque chaqueño con 0,29 m y 0,26 m respectivamente, sin embargo la altura promedio más baja se encontró en el Bosque higrofítico y en Arbustales y matorrales con 0,17 m y 0,18 m respectivamente (Fig. 34). La mayor altura promedio alcanzada de pastos se encontró en los estratos Bosque higrofítico y Bosque seco chiquitano con 0,82 m y 0,84 m respectivamente, mientras que la altura promedio más baja de pastos se encontró en el de Palmares inundables y en el estrato de Arbustales y matorrales con 0,25 m y 0,38 m respectivamente. Por otro lado se puede observar que el componente “Pastos” se encuentra ausente en el estrato Bosque chaqueño. El componente “Otros” compuesto por: Cardo (Aechmea sp), Garabatá (Bromelia sp) y Motacuchí (Allagoptera leucocalyx), alcanzo la altura promedio más alta en los estratos Bosque subhúmedo semideciduo y el Bosque chiquitano del cerrado con 1,14 m y 1,35 m respectivamente, mientras que la altura promedio más baja del mismo componente se encontró en los estratos Bosque higrofítico y Bosque seco chiquitano con 0,48 m y 0,62 m respectivamente. Por otro lado se observó una ausencia del componente “Otros” en el estrato de Cerrado (Fig. 25).

Fig. 25. Altura promedio según el tipo de componente 5.1.3 Carga del estrato arbustivo y la vegetación de baja altura (Biomasa)

La mayor carga promedio alcanzada de arbustos se encontró en los estratos Bosque higrofítico y Bosque chiquitano del cerrado con 2,32 Tn/ha y 1,88 Tn/ha respectivamente, por otro lado los estratos Cerrado y Bosque seco chiquitano presentaron la menor carga promedio de arbustos con 0,34 Tn/ha y 0,38 Tn/ha respectivamente. Sin embargo se observó una ausencia de arbustos en los estratos Bosque subhúmedo semideciduo, Bosque chaqueño y en el estrato de Arbustales y

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matorrales. Los estratos Bosque higrofitico y Bosque subhúmedo semideciduo alcanzaron la mayor carga promedio de hierbas con 0,25 Tn/ha y 0,37 Tn/ha respectivamente, sin embargo los estratos de Palmares inundables y Chaparral presentaron la menor carga promedio de hierbas con 0,04 Tn/ha y 0,02 Tn/ha respectivamente. Por otro lado se observó una ausencia de hierbas en el estrato Bosque chaqueño y en el estrato Arbustales y matorrales (Fig. 26).

Los estratos de Chaparral y Cerrado alcanzaron una carga promedio más alta de pastos con 1,19 Tn/ha y 0,89 Tn/ha respectivamente, sin embargo la carga promedio más baja de pastos se encontró en el estrato Palmares inundables con 0,04 Tn/ha. Por otro lado se puede observar una ausencia de pastos en el resto de los estratos de vegetación. El componente “Otros” compuesto por: Cardo (Aechmea sp) y Garabatá (Bromelia sp), alcanzó la mayor carga promedio en el estrato Bosque chaqueño y en el estrato Arbustales y matorrales con 2,14 Tn/ha y 2,60 Tn/ha respectivamente. Por otro lado los estratos Bosque seco chiquitano y Bosque subhúmedo semideciduo presentaron la menor carga promedio del componente “Otros” con 0,33 Tn/ha y 0,78 Tn/ha respectivamente (Fig. 26).

Fig. 26. Carga promedio de Biomasa según el tipo de componente

En la presente investigación el estrato de Palmares inundables presentó una carga promedio de arbustos y hierbas con 0,94 Tn/ha y 0,04 Tn/ha respectivamente, mientras que Reyes y Jesús (2009) en un tipo de vegetación muy similar “Palmares y pastizal inundable” obtuvieron una carga promedio de arbustos y hierbas con 0,01 Tn/ha y 0,31 Tn/ha respectivamente.

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5.2 Categoría material leñoso caído (MLC)

5.2.1 Carga del material leñoso caído

El estrato Bosque higrofitico alcanzó la mayor carga promedio de material leñoso caído (MLC) de 1 hora con 0,08 Tn/ha, por otro lado se observó que la carga promedio de combustibles de 1 hora en el resto de los estratos es mucho menor tal es el caso del Cerrado que presentó una carga promedio de 0,02 Tn/ha. El estrato Bosque higrofitico presentó una carga promedio de 0,21 Tn/ha de MLC de 10 horas, por otro lado la menor carga promedio de MLC de 10 horas se encontró en el estrato Palmares inundables con 0,02 Tn/ha (Fig. 36).

El estrato Bosque higrofitico presentó la mayor carga promedio de MLC de 100 horas con un promedio de 0.67 Tn/ha, sin embargo se observó que el estrato Arbustales y matorrales presentó la menor carga promedio de MLC de 100 horas con 0,10 Tn/ha. Por otro lado el MLC de 100 horas se encontró ausente en el estrato Bosque seco chiquitano. El estrato Bosque higrofitico alcanzó la mayor carga promedio de MLC de 1.000 horas con 8,72 Tn/ha, mientras que los estratos Bosque chiquitano del cerrado y Cerrado presentaron una menor carga promedio de MLC de 1.000 horas con 6,73 Tn/ha y 3,03 Tn/ha respectivamente. Por otro lado se puede apreciar una ausencia del MLC de 1.000 horas en el resto de los estratos de vegetación (Fig. 27).

Fig. 27. Carga promedio de material leñoso caído según el tiempo de retardo

Hernández y Ramírez (2010), en un trabajo similar sobre la evaluación de MLC en rodales de Pinus hartwegii, Alnus jorullensis y Abies religiosa, la mayor carga promedio de

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MLC de 1 hora y 10 horas que obtuvieron fue de 3,11 Tn/ha y 3,98 Tn/ha respectivamente. En el presente trabajo las máxima carga de MLC de 1 hora y 10 horas presentaron 0,08 Tn/ha y 0,21 Tn/ha.

El estrato de Palmares inundables presentó una carga promedio de MLC de 1 hora y 10 horas con 0,05 Tn/ha y 0,02 Tn/ha respectivamente, mientras que Reyes y Jesús (2009) para el tipo de vegetación “Palmares y pastizal inundable”, obtuvieron cargas promedio de MLC de 1 hora y 10 horas con 2,61 Tn/ha y 3,85 Tn/ha respectivamente.

5.3 Categoría Hojarasca

5.3.1 Carga de hojarasca

Los estratos de Palmares inundables y Bosque subhúmedo semideciduo alcanzaron la mayor carga promedio de hojarasca con 0,38 Tn/ha y 0,46 Tn/ha respectivamente, por otro lado se observó una menor carga promedio de hojarasca en los estratos Bosque chaqueño y Bosque chiquitano del cerrado con 0,23 Tn/ha y 0,25 Tn/ha respectivamente (Fig. 28).

Fig. 28. Carga promedio de hojarasca en los diferentes estratos de vegetación

El estrato de Palmares inundables presentó 0,38 Tn/ha de carga promedio de hojarasca, por otro lado Reyes y Jesús (2009) para el tipo de vegetación “Palmares y pastizal inundable”, obtuvieron 2,69 Tn/ha de carga de hojarasca.

Las diferencias encontradas anteriormente con respecto a la comparación de las cargas de biomasa, material leñoso caído y hojarasca de la presente investigación con la obtenida por otros autores quizás podrían explicarse con lo mencionado por Morfín et al.

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(2012), donde indican que las zonas forestales son heterogéneas y la variación espacial de los combustibles está condicionada por el clima, forma del relieve y algunos siniestros de perturbación que originan un mosaico de la vegetación en diferentes fases de desarrollo.

5.4 Evaluación de la humedad de combustibles

5.4.1 Arbustos y vegetación de baja altura (biomasa)

El componente “Arbustos” presentó un alto contenido de humedad (CH) promedio en los estratos de Cerrado y Bosque chiquitano del cerrado con 147 % y 122 % respectivamente, excepto en los estratos de Bosques subhúmedos semideciduos, Bosque chaqueño y en el estrato de Arbustales y matorrales donde este componente se encontraba ausente. Por otro lado los estratos de Palmares inundables, Chaparral y Bosques subhumedos semideciduos presentaron el mayor CH promedio de pastos 500 %, hierbas 600 % y del componente “Otros 690% respectivamente (Fig. 29).

Fig. 29. Contenido de humedad promedio del estrato arbustivo y vegetación de baja altura en los diferentes estratos de vegetación

Ruiz (2004), en su estudio sobre la predicción de la humedad en combustibles forestales, indica que la humedad de extinción para combustibles vivos oscila entre 120 % y 160%. En la presente investigación el CH promedio de arbustos fue menor a 120 % en los estratos de Palmares inundables, Chaparral, Bosque higrofitico y Cerrado, de igual manera el CH de hierbas, pastos y otros (Cardo y Garabatá) en los estratos de Bosque seco chiquitano, Chaparral y el estrato de Arbustales y matorrales respectivamente. Por

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lo tanto la disponibilidad de combustibles para la combustión en estos estratos es mayor, debido a que los componentes (arbustos, hierbas, pastos y otros) presentan un CH por debajo de la humedad de extinción.

5.4.2 Material leñoso caído

Se puede observar que el contenido de humedad (CH) del material leñoso caído (MLC) de 1 hora se presentó en un rango casi igual en todos los estratos que van de 4 a 11 %, sin embargo el MLC de 10 horas alcanzo el mayor CH promedio en el estrato Bosque chaqueño con respecto a los demás estratos. Por otro lado el MLC de 100 horas presentó un alto CH promedio en el estrato Bosques higrofíticos y el menor CH promedio se encontró en el estrato Palmares inundables (Fig. 30).

Fig. 30. Contenido de humedad promedio del material leñoso caído en los diferentes estratos de vegetación

Considerando que la toma de datos fue realizada en periodo de lluvias, el CH del MLC en general está muy próximo al 5 % y en algunos casos está por debajo del 5 % excepto el MLC de 10 horas correspondientes al estrato Bosque chaqueño, por lo tanto es muy probable que en el periodo de sequía el CH de MLC descienda aún más. Vélez (2000) indica que el CH en ramillas y leñas desciende por debajo del 5 % en tiempo de sequía, así mismo lo afirma el estudio de Villers (2006), quien describe que los combustibles de menor diámetro pierden la humedad con mayor rapidez.

Vélez (2000), en su estudio menciona que si el CH de MLC es mayor al 24 %, la combustión es interrumpida. En la presente investigación solo el material leñoso de 10

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horas correspondiente al estrato Bosque chaqueño presentó un 25 %, mientras que en los demás estratos todas las piezas leñosas de 1 hora, 10 horas y 100 horas presentaron un contenido de humedad por debajo de la humedad de extinción 24 %, por lo tanto la disponibilidad de MLC para la combustión es alta, en consecuencia facilitaría la posibilidad de que ocurra un incendio forestal.

Hojarasca

El CH promedio más alto de hojarasca se encontró en el estrato de Cerrado con 71 %, mientras que el estrato Arbustales y matorrales presentó el CH promedio más bajo de hojarasca con 14 % (Fig. 31).

Fig. 31. Contenido de humedad promedio de hojarasca en los diferentes estratos de vegetación

Ruiz (2004), en su estudio sobre la predicción de la humedad en combustibles forestales, indica que la humedad de extinción en combustibles muertos oscila entre 25 % y 40 %. En la presente investigación el CH de hojarasca en todos los estratos de vegetación se encuentra dentro del intervalo de la humedad de extinción excepto el estrato de Arbustales y matorrales, por lo tanto la disponibilidad de hojarasca para la combustión en los estratos de vegetación es nula, debido a que su CH no provee las condiciones óptimas para que se produzca la combustión. Por otro lado Vélez (2000), indica que la hojarasca es un material muy inflamable y su CH puede disminuir hasta menos del 5 % en periodos de sequía.

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6. CONCLUSIONES

Los resultados del porcentaje de cobertura del dosel indican que los estratos de Arbustales y matorrales, Bosque chaqueño, Bosque chiquitano del cerrado, Bosque higrofitico, Bosque seco chiquitano, Bosque subhúmedo semideciduo y Palmares inundables presentaron un alto porcentaje de cobertura, este hallazgo puede tener implicaciones importantes ante la ocurrencia de un incendio forestal permitiéndole al fuego una mayor facilidad de propagación a través de las copas. Por otro lado los estratos Cerrado y Chaparral presentaron un menor porcentaje de cobertura lo que significa una mayor apertura del dosel, al mismo tiempo interrumpe la continuidad del follaje y dificulta la propagación del fuego a través de las copas.

Se observó la mayor carga de arbustos en los estratos Bosque higrofítico y Bosque chiquitano del cerrado con 2,32 Tn/ha y 1,88 Tn/ha respectivamente. Por otro lado el estrato de Bosque chaqueño y el estrato de Arbustales y matorrales presentaron la mayor carga del componente “Otros” (Aechmea sp y Bromelia sp), es interesante observar que en estos estratos el fuego podría tener una mayor dificultad en propagarse a través de este tipo de vegetación ya que almacenan el agua de lluvia entre sus hojas y por lo tanto este sería un factor muy importante en su proceso de ignición.

Los resultados con respecto a la carga de material leñoso caído, indican que el estrato Bosque higrofítico presentó la mayor carga de material leñoso caído de 1 hora y 10 horas con 0,08 Tn/ha y 0,21 Tn/ha respectivamente, por otro lado los estratos Bosque chiquitano del cerrado, Bosques higrofiticos y Cerrado fueron los único s que presentaron MLC de 1.000 horas con 6,73 Tn/ha, 8,72 Tn/ha y 3,03 Tn/ha respectivamente.

Con respecto a los resultados sobre la evaluación de la humedad de combustibles, el CH promedio de arbustos fue menor a 120 % en los estratos de Palmares inundables, Chaparral, Bosque higrofítico y Cerrado, de igual manera el CH de hierbas, pastos y otros (Cardo y Garabatá) en los estratos de Bosque seco chiquitano, Chaparral y el estrato de Arbustales y matorrales respectivamente. Por lo tanto la disponibilidad de los combustibles para la combustión en estos estratos es alta, debido a que los componentes (arbustos, hierbas, pastos y otros) presentan un CH por debajo de la humedad de extinción, para combustibles vivos oscila entre 120 % y 160 %.

La humedad de extinción para restos leñosos es mayor al 24 %, en la presente investigación solo el material leñoso caído de 10 horas correspondiente al estrato Bosque chaqueño presentó un 25 %, mientras que en los demás estratos todas las piezas leñosas de 1 hora, 10 horas y 100 horas presentaron un contenido de humedad por debajo de la humedad de extinción 24 %, por lo tanto la disponibilidad de material leñoso caído para la combustión es alta, en consecuencia facilita la posibilidad de que ocurra un incendio forestal.

La humedad de extinción en combustibles muertos oscila entre 25 % y 40 %. En la presente investigación el contenido de humedad de hojarasca en todos los estratos de

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vegetación se encuentra dentro del intervalo de la humedad de extinción excepto el estrato de Arbustales y matorrales, por lo tanto la disponibilidad de hojarasca para la combustión en los estratos de vegetación es nula, debido a que su CH no provee las condiciones óptimas para que se produzca la combustión, sin embargo no debemos olvidar que la hojarasca es un material muy inflamable y su CH puede disminuir con creces en periodos de sequía.

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El “Documento Científico” es una publicación de la Carrera de Ingeniería Forestal de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno

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Este documento tiene el fin de promover y fortalecer la investigación en ciencias forestales, difundir resultados de investigaciones realizadas por docentes investigadores, estudiantes e investigadores invitados por

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