Cara a Cara Con El Verdadero Evangelio - Dennis Priebe

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CARA A CARA CON EL VerdaderoEvangelio

DENNIS E. PRIEBE

ROSEVILLE, CALIFORNIA

Diseño por Tim LarsonArte de la Portada por Nery Cruz Traducción al EspañolLesley Muy de Orellana Revisión al EspañolAlfonso Orellana Derechos reservados 1990 porDennis PriebeTodos los Derechos Reservados Impreso porAmazing Facts, Inc.

ISBN: 978-1-58019-223-1

Contenido Dedicación

Introducción

1. Por Favor, Que el Verdadero Evangelio se Ponga de Pie

2. ¿Qué Es Pecado?

3. ¿Cómo Vivió Cristo?

4. Imposible Para el Hombre—Posible para Dios

DedicaciónEste libro jamás hubiera existido sin la influencia profunda de un fiel maestro en mis clases

de teología en la universidad. Conforme él compartía sus ideas sobre “Teología Bíblica” mientendimiento sobre la gran lucha entre Dios y Satanás, el bien y el mal, creció y seprofundizó. William T. Hyde nunca permitió que sus estudiantes le describieran en su presenciacomo el profesor de teología. El siempre reclamó para sí mismo el título de “Estudiante de laBiblia”. El me desafió intelectual y espiritualmente y marcó el curso de mis pensamientos parael resto de mi vida. Siempre estaré agradecido con este cuidadoso estudiante de la Biblia yeste libro está respetuosamente dedicado a su memoria.

IntroducciónEste libro fue publicado por primera vez durante la mitad de la década de 1980, cuando los

nombres Desmond Ford y Robert Brinsmead se escuchaban a menudo mientras losAdventistas del Séptimo Día conversaban de los recientes eventos que habían ocurrido dentrode la iglesia. La mayoría de los miembros de la iglesia sabían que los puntos de vista del Dr.Ford, de que 1844 no marcaba el inicio del juicio investigador, habían sido rechazados por loslíderes de la iglesia y que él ya no tendría credenciales de ministro/maestro dentro de laiglesia. Debido a que un número sustancial de jóvenes pastores aceptaron su lógica y suevidencia al defender su posición, algunos grupos se separaron de la iglesia organizada yformaron “hermandades evangélicas,” y algunos pastores dejaron la iglesia Adventista y seconvirtieron en pastores y maestros en otras denominaciones. Naturalmente, esto causó granconmoción y confusión entre los miembros de la iglesia, surgiendo muchas preguntas, conpersonas responsables que buscaban respuestas a las preguntas que habían surgido.

Mientras que muchos estaban familiarizados con el “rechazo de 1844” del Dr. Ford, casi nohubo discusión acerca de las causas principales que le llevaron a esta conclusión. A nivel deeruditos hubo algunas discusiones de sus opiniones acerca de la justificación, pero no existióun análisis sustancial de sus opiniones sobre la salvación o sobre la justificación por la fe. Perola realidad es que sus conclusiones acerca de 1844 y el juicio fueron formadas y hastaobligadas por sus opiniones acerca de cómo es que las personas obtienen salvación. Sinembargo, debido a que hubo muy poco análisis de estas opiniones, casi no se percibió que suentendimiento sobre la justificación por la fe le condujo a rechazar el juicio investigador.

Por supuesto, el punto de vista del Dr. Ford acerca del evangelio no era único en el. Esteera el punto de vista estándar de los protestantes conservadores, y era su mayor deseo hacerque este entendimiento del evangelio fuera también el enfoque principal de la iglesiaAdventista. Este libro fue un intento por comparar el enfoque evangélico del evangelio (el puntode vista de Ford) con el entendimiento Adventista del evangelio. Es la convicción del autor queel evangelio Adventista es verdaderamente singular en el mundo cristiano y que los tresángeles se dedican al trabajo de compartir este singular “evangelio eterno” con todo el mundo.Esta es la cuarta impresión de este libro sobre el evangelio. Si trata a cerca de lascontroversias de la década de 1980, ¿por qué es relevante en estos días? Ya que el evangeliodel Dr. Ford se analizó muy poco en ese entonces, muchos creyeron encontrarse en terrenofirme al rechazar sus conclusiones sobre el juicio mientras que aceptaban sus conceptos sobreel evangelio. El entendimiento evangélico del evangelio ha ganado fortaleza en el mundoAdventista durante los últimos veinte años y temo que se está convirtiendo en doctrina centraldel adventismo. Debido a la mucha interacción con los cristianos evangélicos y la copia de susideas acerca de cómo crecer las iglesias, el evangelio del protestantismo evangélico se havuelto atractivo para muchos adventistas. Este libro continua siendo un esfuerzo por compararel evangelio Cristiano popular y el distintivo evangelio (bíblico) Adventista. Puede ser que ahoraeste sea más importante que cuando fue publicado por primera vez en 1985.

Durante los últimos diez años, aun aquellos que intentan ser fieles a la Biblia y al Espíritu deProfecía han ido, sin darse cuenta, incorporando partes del evangelio Evangélico. Debido aque algunas de sus enseñanzas principales han sido apoyadas repetidamente por predicadores

y escritores de confianza, los miembros de la iglesia ya no se encuentran en guardia en contrade ideas extrañas. Varios puntos del evangelio Evangélico son ahora aceptados pormuchísimos adventistas sin hacer ningún tipo de cuestionamiento. Quizás ya es tiempo de quele demos un largo y arduo vistazo a la dirección en que nos está llevando nuestroentendimiento sobre la justificación por la fe, y que aprendamos de nuevo cual es nuestrosingular mensaje Adventista. Nuestro mensaje y nuestra misión están inseparablementeentretejidos y ambos son únicos en el mundo Cristiano.

UNO Por Favor, Que el

Verdadero Evangelio se Ponga de Pie

Los últimos años han sido una época dolorosa para los Adventistas del Séptimo Día másserios. Algunos miembros han sentido que han estado escuchando una nueva clase deAdventismo proclamado desde el púlpito—uno totalmente incompatible con la misión y elmensaje Adventista. ¿Qué esta sucediendo en nuestra amada iglesia? Tanto ministros comolaicos están cada vez más confundidos. Se lanzan ataques de ambos lados, mientras queaquellos que están en el medio se preguntan como lograran tomar una decisión en cuanto aquien está en lo correcto o si mejor deberían silenciosamente salir del Adventismo por lapuerta trasera. Existen respuestas o ¿estamos destinados a tropezar mientras nuestra iglesiacontinua sufriendo?

Estoy convencido que existe una razón para el dolor que hoy estamos sufriendo pero quetambién existe una solución para nuestro dilema teológico. Se nos ha dicho que nuestra iglesiadebe ser juzgada por el evangelio. Yo acepto el reto. El evangelio se encuentra en el corazóndel cristianismo y sin este evangelio no existiría ni razón ni propósito para observar el sábado.Pero ¿cuál es este evangelio? Esta es una pregunta crítica que ha estado latiendo en laconciencia de pastores, maestros y laicos.

Voy a proponer que hay dos versiones del evangelio que están siendo proclamadas dentrodel Adventismo. Las voy a resumir desde presuposición hasta conclusión con la esperanza queal hacerlo se explique el porqué algunos hombres y mujeres están teniendo una crisis deconciencia con la enseñanza Adventista del Séptimo Día. Por supuesto que especificaré queevangelio está en armonía con la Biblia y el Adventismo. Pero quizás lo mejor que pueda venirde lo que estoy a punto de decir será la aclaración de las posiciones en contra para que ustedesté mejor preparado, individualmente, para estudiar la Biblia y nuestro recurso modernoinspirado—los escritos de Elena de White—para determinar cual de los dos sistemas decreencias será su evangelio. Porque ultimadamente todo debe ser así—usted debe tomar unadecisión basado en la oración y el estudio de la Biblia.

En el pasado ha sido relativamente fácil identificar a los grupos “disidentes” y permanecerdentro de la corriente del Adventismo. No muchos han seguido las voces de La Vara del Pastoro de los Adventistas Reformados. Pero ahora tenemos dos evangelios dentro de la corrientedel Adventismo, lo cual hace mucho más difícil el escoger. Esto se ha venido desarrollandodentro del Adventismo durante los últimos cincuenta años y sostengo que las enseñanzas y loseventos que han ocurrido en nuestro tiempo son el resultado inevitable y natural de las semillasplantadas muchos años atrás. Lo que una vez pensamos que era un alargado sendero deverdad frente a nosotros esta siendo visto últimamente como dos senderos, divergiendo mas ymas ampliamente el uno del otro hasta que nos encontramos en esta crisis. En el corazón de

mi propuesta esta la profunda convicción de que estos dos senderos son totalmenteincompatibles el uno con el otro, que el comprometer o armonizar entre ambos es lógicamenteimposible, y que cada uno de nosotros debemos decidirnos por uno de los dos sistemas.Entonces veamos a estos dos rivales que demandan el título de “evangelio” con la esperanzade que con toda seguridad el verdadero evangelio se pondrá de pie.

Declaración del ProblemaLas siguientes líneas fueron escritas hace más de veinticinco años por Aage Rendalen, un ex

editor adventista del Séptimo Día en Noruega.En la década de 1950 el Adventismo iniciaba una asombrosa limpieza interna. A varias

doctrinas, que por años habían sido molestas para teólogos puristas, se les dio un funeralpúblico. Con el incremento del nivel de conocimiento bíblico en la iglesia, así como elincremento en el contacto con teólogos evangélicos, muchos líderes Adventistas sesintieron avergonzados de algunas doctrinas que habían sobrevivido el siglo XIX. Lasprincipales entre estas fueron las doctrinas de la expiación y la naturaleza caída de Cristo.Con la publicación del libro “Questions on Doctrine” (Preguntas sobre Doctrina) ambasfueron repudiadas.

El trabajo de aclaración progresó hasta principios de de la década de 1970. Paraentonces la creencia tradicional en una perfección postrera estaba bajo ataque y parecíaque iba de salida. Pese a los esfuerzos frenéticos de unos cuantos defensores de latradición Adventista, las doctrinas de la naturaleza caída de Cristo y la perfección humanaen este mundo se fueron ahogando lentamente. El peso de la evidencia bíblicasimplemente venció lo poco que quedaba a flote.

Con el amanecer de la década de 1980 una nueva crisis de incomparable magnitud estaconfrontando ahora a la iglesia. Lo que se pensaba eran los cimientos del Adventismo—nuestra “teología del santuario”—está ahora siendo examinada minuciosamente. Al mismotiempo la autoridad de la señora de White como profeta está siendo re-evaluada.

Con el cortejo evangélico de los años 50 líderes Adventistas iniciaron algo que en granmedida no pudieron prever. El tradicional paisaje Adventista estaba siendo cambiadoradicalmente y como resultado se estableció una crisis de identidad. Hoy, para muchos, lamera validez del movimiento se ha convertido en una pregunta abierta. Sienten que estano es la iglesia a la que se unieron. La superioridad doctrinal…que el evangelista habíapuesto en alto ante ellos ahora parece estar recostada en confusión. ¿Puede ser estarealmente “la única iglesia verdadera?”, se preguntan.—Aage Rendalen, “Adventism: Hasthe Medium Become the Message?” Evangelica, Diciembre 1980, p.35.Cuando leí este artículo, sentí que, desde una perspectiva un poco diferente, Rendalen

estaba exponiendo lo que yo quiero exponer, porque ha señalado los asuntos en cuestión delgran conflicto y desarrollo histórico de estos asuntos en los últimos treinta años. El ha, enefecto, acertado exitosamente en el blanco. Estos son los asuntos que necesitan ser definidossi existe alguna esperanza de que el verdadero evangelio se ponga de pie. Me gustaría repetirun pasaje altamente importante en este artículo: “Con el cortejo evangélico de los años 50líderes Adventistas iniciaron algo que en gran medida no pudieron prever. El tradicional paisajeAdventista estaba siendo cambiado radicalmente.” Que cierto es esto.

Las semillas teológicas que fueron plantadas en las décadas de 1950 y 1960 han madurado

hasta ser una cosecha teológica consistente y lógica. Con esto quiero decir que, dadas ciertaspresuposiciones, ciertas conclusiones son necesarias, hasta inevitables, y muchos adventistasconcientes han visto la necesidad de afrontar las implicaciones de estas conclusiones. Aúnmas, estas discrepantes, conflictivas presuposiciones y conclusiones son creídas ampliamentehoy dentro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día por un gran numero de eruditos, ministros ylaicos.

Así que, no es únicamente un asunto de creencias fuera del Adventismo versus las deadentro. Ambos sistemas de creencias teológicas están vivos y creciendo hoy dentro de laIglesia Adventista del Séptimo Día. Ahora veamos de forma más específica a los componentesindividuales de estos dos sistemas de creencias.

El Tema CentralEl tema crucial, me parece a mí, el cual determina la dirección de ambos sistemas de

creencias—premisa y fundamento de todo el conflicto—es la pregunta, ¿Qué es pecado?Después de todo, el evangelio es acerca de la forma en que somos salvados del pecado. Es elpecado el que nos ha causado perdernos y el evangelio son las buenas nuevas de cómo Diosnos redime del pecado. Ahora, la mayoría de nosotros pareciera que hemos asumido, quizáspor toda nuestra vida, que sabemos que es pecado, pero como típicamente cierto para lamayoría de cosas que asumimos sin examinarlas cuidadosamente, nuestras suposicionesquizás sean simplemente suposiciones no comprobadas que necesitan ser re-examinadas. Esexactamente en este punto en que el Adventismo ha sido desafiado argumentando que tieneconfusas y hasta erróneas definiciones del pecado lo cual ha llevado a posiciones erróneas enla doctrina de la justificación por la fe.

La pregunta crucial es, ¿Cuál es la naturaleza del pecado por el cual el hombre esconsiderado culpable, tan culpable que debe morir en el fuego del infierno a menos que searescatado por la gracia de Dios? Debemos ser claros al definir la naturaleza del pecado, paraque sepamos exactamente de que es de lo que el evangelio nos salva. ¿De que debemos serperdonados? ¿Qué debe sanar para que escapemos la muerte eterna? Cuando visita almedico, él primero debe determinar exactamente (eso esperamos) la naturaleza del problemaque le está afligiendo antes de prescribir el tratamiento o medicina que le sanará. De la mismamanera es con el pecado. Debemos saber en donde descansa nuestra culpa, para quepodamos aplicar el evangelio a la enfermedad correcta.

El Evangelio Definido en la “Nueva Teología” o “Teología Reformada”La Naturaleza del Pecado

En el desafiante libro de Geoffrey Paxton, The Shaking of Adventism (El Zarandeo delAdventismo), dice que los Adventistas del Séptimo Día rechazaron justificación por la fe en1888 porque rechazamos la doctrina histórica del pecado original. El identifica el pecadooriginal como el principio fundamental de la teología Reformada.—Página 98-114. Ahorapecado original es simplemente la creencia de que somos culpables delante de Dios pornuestro nacimiento como hijos e hijas de Adán. Estamos condenados por naturaleza, antes deque se manifieste cualquier decisión sobre lo bueno y lo malo. Por el pecado de Adán estamoscondenados debido a nuestra perversión heredada. “Hay pecado en el deseo de pecar.” “Elpecado es declarado que existe en el ser humano antes de que tengamos conciencia del

mismo.” “Hay culpa en los malos deseos, aun cuando estos son resistidos por la voluntad.”—Desmond Ford, “The Relationship Between the Incarnation and Righteousness by Faith,” (“LaRelación entre la Encarnación y la Justificación por la Fe”) en Documents From the PalmdaleConference on Righteousness by Faith, p.28 (Documentos de la Conferencia en Palmdalesobre Justificación por la Fe, p.28)

De acuerdo con este punto de vista, pecado y culpa se aplican a la naturaleza, y el evangeliodebe tratar con la realidad de una condenación continua como parte de la naturaleza delhombre, la cual nunca puede ser eliminada hasta que recibamos un nuevo cuerpo en lasegunda venida de Cristo; cuando lo mortalidad sea revestida de inmortalidad. En este puntode vista, debilidad, imperfección y tendencias son pecado. El punto interesante y significativoes que los Reformadores construyeron su doctrina de pecado original en la premisa de lapredestinación, la cual enseña que Dios deja a algunos hombres a que sufran y mueran en sunaturaleza pecadora mientras que elije enviar Su gracia salvadora a otros a través delevangelio. Estas dos doctrinas encajan naturalmente. A pesar que, es un poco extraño quemientras la predestinación hoy día ha sido rechazada por muchos Cristianos, la doctrina depecado original es aun vista como el fundamento de la enseñanza correcta del evangelio.

La Naturaleza de CristoAhora el siguiente paso procede de la siguiente premisa: ¿Qué clase de ser humano debe

ser Cristo, si El tiene que ser tanto humano como sin pecado? Obviamente este punto de vistaenfatiza que El debe tener una naturaleza no caída, totalmente diferente a la naturaleza queusted y yo heredamos de nacimiento. Algunas veces esta posición es referida como “Lanaturaleza de Adán antes de la caída.” Algunas declaraciones hechas por aquellos quesostienen ese punto de vista ayudará a aclarar este punto: “Para que Cristo sea el segundo oúltimo Adán El debe poseer una naturaleza humana no caída.” “Enseñar que Cristo estabapropenso a pecar es enseñar que El mismo era un pecador con necesidad de un Salvador.”—Ibíd., p. 34.

De acuerdo con esta creencia, naturaleza caída o propensa a pecar abarca tambiénculpabilidad a la vista de Dios. Por tanto, es absolutamente imprescindible que Cristo no tuvieraninguna conexión con nuestra naturaleza caída. Pero, ¿Cómo puede ser esto si Cristo tuvo unamadre humana? Aquí hay una respuesta: “La sustancia de Maria fue amoldada en unanaturaleza perfecta por nuestro Señor tal y como en el principio el Espíritu Santo transformó elcaos en un mundo perfecto.”—Ibíd., p.34. En otras palabras, las deficiencias genéticas deMaria fueron alteradas para que ella solo transmitiera a Cristo una herencia perfecta,completamente diferente a la herencia que recibimos nosotros de nuestros padres.

JustificaciónEl siguiente paso en esta “nueva teología” involucra nuestra experiencia. Razona de esta

manera: Como somos culpables por naturaleza y puesto que mantendremos esta naturalezahasta la glorificación, continuamos siendo culpables luego de nuestra conversión y aun hasta enlas buenas obras que hacemos pecamos (porque el egoísmo contamina nuestros mejoresesfuerzos, y hasta en el mero acto de vencer al pecado quizás seamos culpables), por tanto,de acuerdo con este punto de vista, debemos enfocarnos mas en la justificación que en lasantificación. Debemos buscar entonces una justicia imputada fuera de nosotros todo eltiempo, puesto que cualquier cosa que sea de adentro de nosotros está corrompida por el

pecado original y la depravación heredada.Así que en esta línea de pensamiento, el evangelio es justificación; la justicia de Cristo

acreditada a nuestra cuenta. Justificación por la fe se convierte en únicamente justificación,mientras que la santificación es básicamente un buen consejo. Esto debe ser así, seargumenta, puesto que todo lo que está corrompido por el pecado original jamás puedeparticipar en una justificación por fe perfecta. Así que somos legalmente justos mientras quepor dentro realmente somos culpables todo el tiempo. Debemos siempre enfatizar el trabajo deCristo por nosotros en lugar del trabajo del Espíritu Santo en nosotros.

PerfecciónFinalmente, en la “nueva teología” la premisa principal del pecado como naturaleza caída

lleva a una conclusión inevitable referente a la perfección del carácter. Si la culpa reside ennuestra naturaleza, la naturaleza con la cual nacimos, y si mantenemos esta naturaleza hasta lamuerte o traslación, entonces se vuelve sencillamente claro que no se debería hablar deperfección, vencer como Jesús venció, o estar sin pecado en esta vida. Si a pesar delcrecimiento espiritual obtenido durante la vida confiando mas en Jesús y menos en nuestrospropios esfuerzos, somos igual de culpables a la edad de sesenta años que lo que fuimos a laedad de dieciocho, entonces las palabras “perfección de carácter” no tienen ningún significadoy deberían ser eliminadas prontamente de nuestro vocabulario espiritual.

Así es que el repudio a la posibilidad de perfección moral en esta vida es un corolarionecesario para la doctrina de pecado original. En esta línea de pensamiento, el mero esfuerzopara obtener perfección moral resulta en legalismo y en una negación de la justificación por fe.Aun después del cierre de prueba el carácter del pueblo de Dios será defectuoso en fe,esperanza y amor. Puesto que el único significado de estar sin pecado es poseer unanaturaleza totalmente sin pecado, para la “nueva teología” eso nunca ocurrirá sino hasta laglorificación.

Las pocas líneas descritas anteriormente resumen el evangelio de acuerdo con un biendesarrollado y cuidado-samente articulado sistema de creencias el cual puede encontrarsedentro y fuera del Adventismo. Es consistente desde sus presuposiciones hasta susconclusiones, y yo creo que si se comienza con las premisas fundamentales de este sistema,lógicamente se debe terminar con sus conclusiones. Esta es una razón por la que la llamadateología Reformada se ha vuelto tan atractiva para muchos Adventistas de antaño. Entonces,si deseamos ser lógicos y bíblicos, ¿estamos obligados a aceptar este entendimiento delevangelio, siendo que otras opciones son ilógicas y no bíblicas? Yo creo que el verdaderoevangelio, el evangelio de Cristo Jesús y Pablo, está basado sobre presuposiciones diferentesque llevan a conclusiones diferentes. Creo que este es el único evangelio que trataadecuadamente con los grandes temas del conflicto entre Dios y Satanás. Creo que este es elúnico evangelio que proveerá seguridad y esperanza a la Iglesia Adventista del Séptimo Día ypara todo aquel que se haga la vieja pregunta ¿Qué debo hacer para heredad la vida eterna?Lo que sigue a continuación, es un corto resumen de la otra forma de entender el evangelioprometido en el Antiguo Testamento y hecho realidad en el Nuevo.

El Evangelio Definido en el AdventismoLa presuposición básica de este evangelio es que el corazón del conflicto entre Dios y

Satanás gira alrededor del tema del libre albedrío y si Satanás ha malinterpretado o no a Dios

en sus maléficas acusaciones. Dios tomó riesgos grandes con el universo para proteger lalibertad de elección y para darle a los seres creados la oportunidad de juzgar si en realidad Elera tal como Satanás dijo que era.

¿Por qué permitió Dios la miseria del pecado? Porque no valía la pena forzar la obediencia yla necesidad de la posibilidad de pecar si la justicia era de ser posible. Después de que Adánpecara y perdiera su libertad de elección, Jesús, el “Cordero, el cual fue muerto desde elprincipio del mundo” (Apocalipsis 13:8), voluntariamente vino a esta tierra a ayudar a aclararestos temas y para dar a la humanidad un segundo período de prueba. Y la agonía del pecadonunca terminará hasta que Satanás abiertamente se postre y confiese el Señorío de Jesús.Esto significa que la tragedia más grande del universo es la calumnia de Satanás contra Dios,una tragedia aun mayor que cualquier pecado. Así que el tema a resolver es cómo los serescaídos y no caídos escogerán en el gran conflicto, sea por Dios o por Satanás. Esto significaque el evangelio nunca puede basarse en predestinación de ningún tipo, la cual esencialmenteevita cualquier derecho del hombre de escoger a favor o en contra de Dios. El evangelio estásolidamente construido sobre el cimiento del libre albedrío—dos palabras bien importantes enel gran conflicto entre Cristo y Satanás.

La Naturaleza del PecadoAquí, de nuevo somos llevados a tomar una decisión acerca de la naturaleza del pecado. El

pecado no es la forma en que el hombre básicamente es, sino la forma en que el hombreescoge. El pecado ocurre cuando la mente accede a lo que parece deseable y así quebrantasu relación con Dios. Hablar de la culpa en términos de naturaleza heredada es pasar por altola categoría importante de la responsabilidad. No es hasta que hemos unido nuestra propiavoluntad a la rebelión de la humanidad en contra de Dios, hasta que activamente hemosentrado en esta oposición a la voluntad de Dios, que la culpa entra en la experiencia humana.

Al pecado le concierne la vida del hombre, su rebelión en contra de Dios, su desobedienciavoluntaria y la distorsionada relación con Dios que resulta de su rebelión. Al pecado leconcierne la voluntad del hombre en lugar de su naturaleza. Si la responsabilidad por el pecadoha de tener algún significado, no se puede también afirmar que la naturaleza humana caídahace al hombre un inevitable pecador. La inevitabilidad y la responsabilidad son conceptosmutuamente exclusivos en la esfera moral. Así que el pecado es definido como una elecciónvoluntaria para rebelarse en contra de Dios en pensamiento, palabra o acción. “Y al que sabehacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado” Santiago 4:17. En el evangelio del NuevoTestamento, pecado es nuestra elección voluntaria de ejercitar nuestra naturaleza caída ypecaminosa en oposición a la voluntad de Dios.

La Naturaleza Humana de CristoConstruyendo sobre este cimiento, nos trasladamos a la naturaleza de Cristo—aquella que

heredó de Sus ancestros cuando se convirtió en un ser humano. Si el pecado no es pornaturaleza sino por elección, entonces Cristo pudo heredar nuestra naturaleza caída ypecaminosa sin de ese modo convertirse en un pecador. Él se mantuvo siempre sin pecadoporque siempre concientemente escogió obedecer a Dios, nunca permitiendo que su naturalezaheredada controlara Sus decisiones. Su herencia fue igual a nuestra herencia, sin necesidad derecurrir a intervención especial departe de Dios para prevenir que Jesús recibiera de Marianaturaleza pecaminosa. “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él

también participó de lo mismo…por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos.”Hebreos 2:14-17.

Cristo aceptó voluntariamente la humillación de descender, no solo al nivel del hombre, sinoal nivel en que se encontraba el hombre desde la caída de Adán. Cuando Jesús vino el hombreobviamente no se encontraba en el estado de Adán antes de la caída, de manera que algomás drástico se necesitaba si los efectos de la caída de Adán debían ser vencidos. Cristodebía descender a las profundidades en la cual la humanidad había caído a través de lossiglos y en su propia persona levantar a la humanidad de su profunda caída a un nuevo nivel devida—la vida para la que el hombre y la mujer fueron creados. Jesús bajó de lo más alto a lomás profundo para levantarnos.

Si Jesús hubiera adoptado una naturaleza humana perfecta intocable por la caída, entoncesÉl no se hubiera puesto lado a lado con el hombre en su necesidad. Si Jesús hubiera adoptadouna naturaleza humana no caída, hubiera habido un gran abismo creado por el pecado. Erauna humanidad caída la que Él había de representar delante de Dios. El se paró al lado de lospecadores caídos para mediar entre el hombre pecador y un Dios santo.

Si Jesús adoptó una naturaleza perfecta, Él fue el puente que cruzó el abismo entre Dios y elAdán sin pecado, pero el abismo entre Dios y la humanidad caída aun necesitaría un puente.No obstante, si Cristo compartió nuestra naturaleza caída, entonces Su trabajo mediatorio esel puente que une el abismo entre el hombre caído y Dios. Únicamente al estar en nuestrasituación en el sentido más profundo y completo, identificándose completamente así mismo connosotros, hizo posible que Él fuera nuestro Salvador. Cualquier otra condición humana exceptola de la naturaleza humana heredada hubiera sido inmediatamente desafiada por el enemigo yhubiera influenciado el juicio del universo.

Es interesante notar que este entendimiento de la condición humana de Cristo era elfuertemente creído por A.T. Jones y E.J. Waggoner en sus mensajes de justificación por la feen 1888, los cuales fueron altamente aprobados por Ellen White. De hecho, este entendimientode la vida de Cristo fue el poder que acentuó sus mensajes: el Señor Jesucristo—leal a Diosposeyendo naturaleza caída.

JustificaciónDe aquí el mensaje del evangelio se traslada a nuestra experiencia personal. El evangelio

son las buenas nuevas del carácter de Dios; que Dios perdona y restaura. El evangelio es (1)La declaración de Dios de que somos hechos justos en los meritos de Cristo y (2) larenovación de Dios de nuestro carácter pecaminoso para que podamos ser restaurados a Suimagen. El evangelio es tanto el veredicto legal como el poder transformador. Formar unaunión con Cristo es el método por el cual la justificación debe tomar lugar. El evangelio incluyejustificación—la unión con Cristo por fe, en base a la cual somos declarados y hechos justos—y santificación—creciendo más y más como Cristo a través del poder del Espíritu Santo.

PerfecciónFinalmente, el evangelio puede hablar cómoda y bíblicamente acerca de la perfección

Cristiana, la cual es simplemente permitirle a Dios hacer Su obra completa en nosotros aldepender completamente en Él a través de la fe. Esto no es extremismo en perfección. No estratar de ser lo suficientemente bueno para agradar a Dios o para ser salvo; no es eliminarnuestra naturaleza caída; no es la dependencia de nuestra bondad interna.

Perfección bíblica es victoria total sobre el pecado, cuando, a través de una sumisión total alpoder de Cristo, el pecado se convierte tan repugnante que no tenemos el deseo dequebrantar la voluntad de Dios. Si el pecado es nuestra elección voluntaria de rebelarnos encontra de Dios en pensamiento, palabra o acción, entonces ser sin pecado es nuestra elecciónvoluntaria de no rebelarnos en contra de Dios en pensamiento, palabra o acción. El propósitode la perfección bíblica no es primordialmente para salvarnos, sino por el honor de Cristo. Noes erradicar nuestra naturaleza pecaminosa, sino la restauración de esa naturaleza medianteuna relación con Cristo. No es llegar a un límite, sino el incesante crecimiento y deseo deaprender. No es que tengamos conciencia de nuestra santidad interna, sino el gozo dedepender de la misericordia y poder de Cristo. No es estar libre de tentación sino rechazarrendirse a ella. No es una santidad autónoma sino una dependencia total para que podamosdejar de rebelarnos.

Este evangelio afirma que es posible tener un carácter sin pecado poseyendo una naturalezapecaminosa. El propósito del evangelio es destruir el pecado. Así que, ser moralmenteperfectos es el objetivo, mientras permaneciendo en Cristo es el método. Aun mas, nuestrapreocupación diaria no es en el producto final sino en nuestra relación con y nuestra confianzaen Cristo. Únicamente con este entendimiento de perfección del carácter Cristiano es que elmensaje Adventista de la segunda venida de Cristo lleva un poder motivador. Esteentendimiento frecuentemente demanda incesante comunicación con Dios en oración.¿Sabemos lo que significa luchar con Dios como lo hizo Jacob? ¿Están nuestras almasbuscando a Dios con un deseo tan intenso hasta el punto en que todas nuestras fuerzas hayansido llevadas al máximo? ¿Estamos sosteniéndonos con una fe inquebrantable a Sus“preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de lanaturaleza divina.” 2 Pedro 1:4.

ResultadosEl evangelio Evangélico dentro de la iglesia Adventista ha tenido consecuencias dramáticas.

Debido a su insistencia de que somos pecadores al nacer, que continuamos pecando pornaturaleza toda nuestra vida porque enseña que somos salvos por la justificación mientras quela santificación es solamente un fruto de la salvación y que la perfección debe esperar hastaque Jesús regrese, varias creencias Adventistas han sido impactadas negativamente. La ideade un juicio investigador para examinar el desarrollo de carácter y una obediencia santificadase vuelve en el mejor de los casos irrelevante y en el peor de los casos destructora de la fe.La autoridad de las enseñanzas de Elena de White es seriamente socavada, ya que ellaenseña exactamente lo opuesto a todas las creencias principales de este evangelio. Laimportancia de la ley y el Sábado en los últimos días es seriamente denigrada, ya que todoslos que guardan el Sábado están quebrantando la ley todo el tiempo por su naturaleza y unaley perfecta puede guardarse perfectamente únicamente por aquellos que poseen unanaturaleza perfecta. Las enseñanzas sobre la salud son reducidas a buenos consejos paraaquellos que desean vivir más años y evitar enfermedades, ya que estas son parte de lasantificación y como tales no contribuyen en ninguna manera a nuestra salvación. Losestándares de la iglesia, tales como el entretenimiento, la lectura, las producciones gráficas, lamúsica, el vestuario y la joyería son simplemente productos de las tradiciones Victorianas delpasado, dictadas más por la cultura que por la “verdad” y deben ser modernizados si hemosde impactar a nuestra cultura postmoderna. Deben implementarse nuevos métodos para

plantar iglesias, en las que debe hacerse que los nuevos creyentes se sientan a gusto con suspropios estilos de vida y deseos personales. Se deben encontrar nuevos estilos de adoraciónpara lograr el mismo propósito en favor de aquellos que desean más libertad dentro delAdventismo. Las prácticas sobre como guardar el sábado deben actualizarse para evitarcualquier rasgo de legalismo y para permitir más libertad de expresión. En ningún lugar puedenobservarse más claramente los resultados de este evangelio que en nuestras instituciones deeducación secundaria y en nuestras universidades. Los que salen de estos centros educativosllevan consigo este evangelio y sus frutos a sus iglesias locales. El resultado neto de todasestas cosas es la fractura de la unidad del movimiento Adventista, de tal manera que en unalocalidad existan diferentes “clases” de iglesias Adventistas, todas con prácticas y enseñanzasmuy diferentes. En los miembros de la iglesia esto únicamente produce confusión, frustración,congregacionalismo, desconfianza en los líderes y en el peor de los casos separación de laiglesia organizada.

ConclusiónEstos, entonces, son los dos evangelios que están siendo predicados dentro del Adventismo.

¿Puede ver porqué estos dos sistemas son incompatibles? ¿Puede ver que un compromisoentre ambos es imposible, que usted debe tomar una decisión respecto a cual de las dos serásu fe personal? Lo desafió a estudiar y orar, para que sepa en qué cree y porqué, para usarbien la palabra de verdad. Debemos tomar decisiones basadas en la información y guiadas porel Espíritu; decisiones que se mantendrán firmes bajo las presiones de los últimos días, y lomas importante, bajo el ojo examinador de Dios cuando pruebe nuestra conciencia para ver sihemos tomado decisiones honestas o si hemos razonado o deliberadamente buscando elcamino mas fácil. Que las buenas nuevas sean las buenas nuevas de Dios y no un invento delhombre.

EL FRUTO DE LA DOCTRINA DEL PECADOEN LOS DOS EVANGELIOS Perfección moral imposible

Perfección moral posible Justificación por la fe:

Justificación por la fe:Justificación, imputada únicamente

Justificación y Santificación

Cristo—adopta la naturaleza

Cristo—carácter sin pecadoque tenía Adán antes de la caída

teniendo naturaleza caída Pecado por naturaleza

Pecado por elección

DOS ¿Qué es Pecado?

La justificación por la fe es probablemente el tema bíblico más importante y es el fundamentode cualquier discusión referente a la forma en que el hombre y la mujer son salvados. Pero¿qué es justificación por la fe y cómo se relaciona con el evangelio? Hemos tenido ya muchacontroversia dentro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día respecto a estas preguntas. Esaltamente significativo que en un debate serio de estos temas seamos conducidos de vuelta altema que parece estar por debajo de todos los otros temas—la definición del pecado.

¿Qué es pecado? ¿Porque estamos preocupados por un tema que parece ser tan negativo?Simplemente porque nuestra conclusión de la justificación por la fe depende de la definiciónque se le de al pecado. ¿Por qué es el hombre culpable? ¿Por qué razón condena Dios alhombre? ¿Por qué dice Dios que el hombre debe morir en el infierno? Lo que decidamos quees pecado afectará cada decisión que tomemos acerca de la naturaleza de la justificación porla fe.

Quizás hemos asumido que sabemos que es pecado. Quizás sea de ayuda ver nuevamentenuestras suposiciones y decidir por nosotros mismos realmente que queremos decir cuandousamos la palabra pecado. Todos sabemos que hemos pecado pero ¿Cómo? Como dijimos alprincipio, cuando vamos al médico, él debe descubrir que está mal antes de poder darnos lareceta apropiada. De la misma manera, debemos saber exactamente que está mal ennuestras vidas antes de que Jesucristo pueda salvarnos de nuestros problemas—nuestropecado. Debemos saber la naturaleza de la enfermedad a la cual el remedio será aplicado.

Volvamos entonces y veamos el pecado que dio inicio todos los problemas que hemos tenidoen este mundo. Sabemos que Adán escogió pecar voluntariamente. Sabemos que él se hizoculpable por su elección. Pero ¿qué hay de nosotros? ¿Somos culpables por el pecado deAdán, porque hemos nacido como su descendencia? ¿Somos culpables porque hemosheredado de el una naturaleza caída? o ¿Somos culpables porque decidimos repetir el pecadode Adán?

Así que nuevamente volvemos a la pregunta acerca de la naturaleza del pecado. ¿Qué debeel evangelio perdonar y sanar? La pregunta básica que debe ser resuelta es esta: ¿Cuál es lanaturaleza del pecado por el cual una persona es considerada culpable o condenada o perdida,a tal punto que morirá en las llamas del infierno a menos que Dios le perdone? ¿Por cuálpecado o por el pecado de quién es que estamos condenados y perdidos?

Pecado como NaturalezaAhora debemos comenzar con definiciones precisas. Muchas definiciones de pecado han

sido expuestas a través de los siglos.Un grupo dice que nuestra culpa es el resultado inevitable de algo llamado pecado original.

De acuerdo con esta línea de pensamiento, pecado original no significa la elección de Adán depecar. Significa el estado en el cual nacemos como resultado del pecado de Adán. Como

resultado o por el pecado de Adán, hemos nacido pecadores. A pesar que el término pecadooriginal ha sido usado por muchos teólogos, quizás necesitamos alejarnos de este término yhablar acerca de los temas que están detrás del mismo. Algunas veces términos teológicos,lejos de aclarar, tienden a oscurecer. ¿Qué es lo que realmente significa este término?

Pecado original puede ser definido de diferentes maneras. Algunos dicen que somosculpables porque hemos heredado pecado de Adán. Algunos dicen que somos culpables, noporque heredamos culpa, pero porque hemos nacido como hijos e hijas de Adán, y por lo tantose nos ha imputado la culpa por nuestro nacimiento en una raza caída. Así que la culpa deAdán es imputada a nosotros.

Otra variación dice que no somos culpables ni por haber heredado pecado ni por haberseimputado la culpa, sino por haber nacido en un estado separado. Nacimos desconocidos porDios. Nacimos separados de Dios y esta separación es nuestra culpa. Algunos hasta dicen queno somos personalmente culpables, pero que hemos nacido condenados como parte de unaraza caída.

Pero el denominador común de todos estos puntos de vista es que somos culpables ocondenados porque hemos nacido en la familia humana. Entonces, de cualquier forma que loexpliquemos con estos diferentes puntos de vista, lo que se está diciendo es que la culpa o lacondena es heredada por naturaleza. Nuestra naturaleza caída es nuestra culpa.

Sin embargo, aun más es dicho—y es, que tenemos dos clases de pecado en nuestra vida:(1) Somos culpables como parte de nuestro nacimiento en esta raza y (2) que somos tambiénculpables por nuestros propios pecados, lo que hemos escogido, nuestros propios actos derebelión. Los dos aspectos son pecado. Entonces a pesar que hay dos aspectos de pecado,es decir, nuestro nacimiento en la raza humana y nuestras decisiones rebeldes, ya hemos sidocondenados por nuestro nacimiento antes de serlo por nuestras decisiones. Este es el puntobásico del término pecado original. Somos culpables o condenados por el pecado de Adán enel preciso momento en que nacemos.

Las implicaciones de esta creencia están expresadas en el siguiente enunciado: “Estádeclarado que el pecado existe en el ser humano antes de que tengamos conciencia delmismo.” “Existe culpabilidad en los malos deseos, aun cuando estos deseos son resistidos porla voluntad.” “Pecado es la naturaleza mala heredada con todos sus frutos.”

Se da cuenta entonces que, de acuerdo con esta definición, el pecado existe en nosotrosantes de haber tomado la decisión de pecar o aun de poseer el conocimiento. El pecado existeen nosotros antes de que podamos entender y tomar decisiones acerca de lo que es bueno omalo. El pecado reside en nosotros por nuestro nacimiento en la raza caída. John Calvin, unode los teólogos sistemáticos más grandes, tuvo esto que decir acerca del pecado y la culpa.“Todos nosotros…venimos a un mundo contaminado y contagiado de pecado…Estamosdelante de Dios contaminados…La impureza de los padres es transmitida a los hijos…Todosdesde el principio somos depravados…La culpa es por naturaleza.” (Énfasis en itálica hechaspor el autor). Calvin dice que la corrupción y la depravación hereditarias de nuestra naturalezaesta designada como pecado por Pablo. “Aun los bebes trayendo su condena con ellos delvientre de sus madres sufren…por sus propios defectos.” Y por supuesto esto es pecaminosoa los ojos de Dios, y Dios no condena sin culpa. “El hombre completo…está tan inundado…queninguna parte permanece exenta de pecado y por lo tanto, todo lo que procede de él esimputado como pecado…Los hombres nacen malintencionados…Todos somos pecadores por

naturaleza.”—John Calvin, Institutes of the Christian Religión, bk. II, ch. 1 #5, 6, 7, 8, 9, 10,27. (Fundamentos de la Religión Cristiana, libro II, cap. 1 # 5, 6, 7, 8, 9, 10, 27.); énfasis enitálica agregado por el autor.

Como puede darse cuenta, este concepto de pecado aclara el porqué la iglesia CatólicaRomana, Martín Lutero y John Calvin sostuvieron la necesidad del bautizo de infantes. Si, enefecto, uno es culpable por naturaleza, es extremadamente importante que sea bautizadoinmediatamente después del nacimiento para quitar el pecado, para ser limpio de la culpa delnacimiento. El bautizo de infantes es extremadamente importante para aquellos que tienen elproblema del pecado original. Y por tal razón Martín Lutero y John Calvin recalcarongrandemente su necesidad. Al nacer, los niños debían ser bautizados inmediatamente para serlimpios del pecado heredado dentro de ellos. Ambos, Calvin y Lucero, estaban de acuerdo cony recibieron su conocimiento de pecado original de Agustín.

Lutero y Calvin también sostuvieron la doctrina de la predestinación, la cual tambiénrecibieron de Agustín. Agustín creía que Dios había predestinado a todos los hombres a sersalvos o perdidos. Martín Lutero y John Calvin siguieron en esta dirección y construyeron sudoctrina de justificación por la fe sobre la presuposición de la predestinación. La doctrina depecado original encaja muy lógicamente con la doctrina de la predestinación.

Hay aun otra dimensión en la creencia que el pecado es heredado por naturaleza. CuandoAdán pecó, perdió la habilidad de no pecar, de manera que todo lo que le quedaba a Adán erala habilidad de pecar. Cualquiera que fueran las decisiones que Adán tomara eran decisionespecaminosas. Así que Adán, luego que pecó, solo podía pecar y nosotros como miembros dela raza humana caída también solo podemos pecar. De hecho, la única cosa que podemoshacer es pecar y Dios puede únicamente salvarnos en nuestros pecados.

Lo que estoy diciendo es que esta doctrina tiene diferentes formas de ser expresada. Peroel concepto básico que recorre a través de todas estas definiciones es que hemos nacidopecadores. Hemos nacido culpables o condenados. Somos culpables o condenados por serparte de la familia de Adán

Quizás sea bueno notar la reacción de Emil Brunner a esta doctrina. “Así que la doctrinaeclesiástica, la cual esta totalmente basada sobre la idea de la caída de Adán y latransferencia de su pecado a las subsiguientes generaciones, está siguiendo un método quecarece de sentido Bíblico. Hasta el pasaje, Rom. 5:12 el cual pareciera ser una excepción y hasido considerado como el locus classicus de la teología Cristiana desde la época de Agustín,no puede considerarse que apoye este punto de vista de Agustín el cual ha sido seguido porlas subsecuentes generaciones. Pero aquí Pablo no está tratando de explicar que es pecado;efectivamente, no hay realmente algo en Romanos 5 que describa la naturaleza del pecado”“La teoría del Pecado Original, la cual ha sido el estándar número uno para la doctrinaCristiana del hombre, desde el tiempo de San Agustín, es completamente desconocida para elpensamiento Bíblico.” “El pecado primero que nada debe entenderse como un acto, es decircomo una “caída”, como una ruptura activa con el comienzo divino, como un salida del ordendivino…El pecado es un acto—y eso es lo primero que se debe decir del pecado. Solo comosegundo punto podemos decir: este acto es siempre, al mismo tiempo, un estado, unaexistencia en acción, un estado en el cual no se puede ser de diferente manera, un estado deesclavitud”—Emil Brunner, The Christian Doctrine of Creation and Redemption, pp.98, 99,103, 109. (La Doctrina Cristiana de la Creación y Redención, pp. 98, 99, 103, 109.)

Quisiera sugerir que la evidencia que apoya la teoría del pecado original, sin importar laforma en que esta sea explicada, sea por herencia, por imputación o por separación, no es unaenseñanza bíblica clara tal como algunos lo han sugerido. Hay por lo menos una forma más deentender los textos que son utilizados para apoyar esta idea de pecado original.

Pecado por ElecciónEnfoquémonos ahora en la segunda definición de pecado, llamada, pecado por elección. En

esta definición, estamos diciendo mucho de lo mismo que ya ha sido presentado en las variasdefiniciones de pecado original.

Creemos que en la naturaleza original de Adán nada lo llevaba a rebelarse en contra deDios. Ningún deseo lo conducía en contra de la voluntad de Dios. Para Adán era natural hacerlo recto, y era totalmente extraño hacer lo malo. Pero con la caída, algo cambio en la mismanaturaleza de Adán, en lo más profundo de su ser. La caída trajo a Adán una inclinación hacialo malo. Su naturaleza estaba ahora deformada y torcida, y Adán ahora quería hacer lo queantes había odiado, siendo esto, rebelarse en contra de Dios.

Entonces cuando decimos que heredamos una naturaleza caída de Adán, debemos entendersu significado completo. Heredamos maldad, debilidad y corrupción de Adán. Tenemos losmismos deseos inherentes que Adán tenía en su estado pecaminoso. Nuestra naturaleza nosincita a hacer lo malo, a rebelarnos en contra de Dios. Es difícil para nosotros hacer lo bueno.Es más natural hacer lo malo. Yo pienso que si fuéramos honestos con nosotros mismos,admitiríamos que muchas veces nos tentamos a nosotros mismos. Realmente no necesitamosque Satanás nos ande persiguiendo para tentarnos con un sin fin de ideas, porque nosotrospodemos tentarnos a nosotros mismos. Nuestro propio carácter nos conduce a la perdición. Elegoísmo parecer ser la raíz de nuestras vidas, provocándonos ha hacer lo que sabemos queno deberíamos hacer. De modo que heredamos tendencias negativas de Adán, lo cual nosconduce ha hacer lo malo.

La única diferencia entre esta definición de pecado y las definiciones anteriores es que noheredamos culpa ni condenación. Heredamos todo lo demás que Adán pudo pasarnos.Heredamos todas las inclinaciones, todas las tendencias, todos los deseos y nacemos de unaforma que Dios nunca tuvo realmente la intención que el hombre y la mujer nacieran. Pero estadefinición dice que el pecado personal viene por elección; el pecado, en si mismo, no esheredado. La culpa, entonces, no es por naturaleza; pero cuando decidimos rebelarnos encontra de la luz y de la responsabilidad, entonces nos hacemos culpables. Debemos escogertomar la decisión que tomó Adán, la decisión de rebelarnos en contra de Dios y entoncessomos culpables.

Debemos admitir que la naturaleza pecaminosa hace más fácil el pecar—tomar decisionespecaminosas. Pero el punto que me gustaría enfatizar es que somos culpables cuandotomamos esas decisiones, no antes de tomarlas. Por tanto, yo creo que deberíamos distinguircuidadosamente los conceptos de maldad y culpa.

Hemos resumido las dos definiciones básicas de pecado. Dependiendo de cual definiciónescojamos creer, los temas de justificación por la fe tendrán un tono diferente. Las decisionesque tomemos acerca de la justificación y la santificación serán diferentes, dependiendo ladecisión que tomemos respecto a la naturaleza del pecado.

Maldad y CulpaSi queremos definir pecado como una elección, debemos hacer la distinción entre maldad y

culpa. Existe hoy tanta maldad en el mundo, aun en el mundo animal. Pero no imputamos culpaa toda la maldad aparente que existe hoy en nuestro mundo. Una de mis ilustraciones favoritases la de la típica mascota de hogar, el gato. Disfrutamos a los gatos quienes se suben anuestras piernas o nuestros pies, que les gusta ser acariciados, que le gusta su plato de lechecaliente. Pero algunas veces olvidamos que nuestra mascota tiene otra cara. ¿Han notado quelos gatos no son nada misericordiosos con los ratones que atrapan para comer? Cuandologran atrapar un ratón no lo matan inmediatamente, sino que juegan un rato con el. En efecto,torturan al ratón hasta que el ratón encuentra físicamente imposible escapar de ellos yfinalmente se rinde.

¿Que haríamos con un ser humano que tratara de esta misma manera a otro ser humano oa un animal? Lo consideraríamos culpable del más atroz de todos los crímenes yprobablemente lo encerraríamos por el resto de su vida. Pero ¿qué hacemos con el animal queha hecho eso—con nuestro gato? Decimos que así es la vida. No es bueno que el ratón sufra,pero el gato no es culpable tampoco. Así que vemos que hay algunos actos malos que sonparte de los resultados naturales del pecado y otros actos por los cuales una persona puedeser considerada culpable.

Ahora, traigamos esto al nivel humano. Si estamos martillando un poste y le pedimos a unamigo que lo detenga para que podamos pegarle bien, quizás fallemos y le peguemos anuestro amigo en el dedo. Ese golpe le dolerá, se le pondrá morado y tomará algún tiempopara sanar, pero nuestro amigo probablemente no nos acuse de tener culpa. Lo tomará comoun desafortunado accidente.

Vamos un poco más lejos para llegar al punto. Si un niño pequeño esta jugando con unapistola y le dispara a su hermano o hermana mayor, le quitamos la pistola y simplemente nosaseguramos que en el futuro dejemos nuestras armas con el seguro puesto. Nocondenaríamos o juzgaríamos al niño como culpable. Pero si un joven de 20 años toma lamisma arma y le dispara a alguien, inmediatamente haríamos varias preguntas comenzandopor ¿Por qué? Lo primero que querríamos saber es si fue premeditado, mal intencionado y porlo tanto debe ser culpable.

De modo que hay una diferencia entre los conceptos de maldad y culpa. La palabra maldadsimplemente significa aquello que es malo, negativo, equivocado, resultados del pecado en unmundo en maldición. La culpa se aplica a responsabilidades morales por pensamientos o actosmalvados.

Lo que estoy diciendo es que los árboles y los animales están llenos de los resultados delpecado, pero no están condenados ni tampoco redimidos por Dios, porque no tienen ningúnconocimiento acerca de valores morales. Solo el hombre tiene el conocimiento de los valoresmorales y por este conocimiento él es condenado como culpable por cualquier acto de maldad.Si vamos a creer que el pecado es por elección, debemos hacer la distinción crucial entremaldad y culpa. La culpa demanda un conocimiento previo y una rebelión voluntaria. Estoyindicando que la condena de Dios esta siempre basada sobre el conocimiento previo que elhombre ha adquirido. Santiago lo dice claro, “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le especado.” Capitulo 4:17.

Resultado y CastigoAhora debemos comprobar la hipótesis de que hay una diferencia entre maldad y culpa. En

Génesis 2:17 un castigo distintivo y claro es dado por la rebelión en contra de Dios. Dios le dijoa Adán, “mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de élcomieres, ciertamente morirás.” Hemos estado muy confundidos respecto a este versículo,porque está bien claro que cuando Adán comió del fruto, el cual Eva le dio, el no murió ese día.

Algunas veces hemos dicho, Bueno, ese día él comenzó a morir. Pero el hebreo dicesimplemente, “el día que de él comieres, ciertamente morirás.” Entonces, ¿Por qué no murióAdán ese día? “¿Por qué no fue la pena de muerte de una vez ejecutada en su caso? Porquefue encontrado un rescate. El unigénito hijo de Dios voluntariamente tomó el pecado delhombre sobre sí mismo e hizo expiación por la raza caída.”—Ellen G. White Comments,S.D.A. Bible Commentary, vol. 1, p. 1082. (“Comentarios de Elena G. de White, ComentarioBíblico Adventista, vol. 1., p. 1082.)

“En el instante en que el hombre aceptó las tentaciones de Satanás e hizo las cosas queDios le había dicho no hiciera, Cristo, el Hijo de Dios, se paró entre los vivos y los muertos,diciendo, ‘Que caiga el castigo sobre mí. Yo tomaré el lugar del hombre. El tendrá otraoportunidad.’”—Ibíd., p. 1085. “Tan pronto como Adán pecó, el Hijo de Dios se presentó asímismo como fiador para la raza humana, con el poder suficiente para evitar la condenapronunciada sobre el culpable, como cuando murió en la cruz del Calvario.”—Ibíd., p. 1084.

¿Por qué no murió Adán ese día? Porque un Sustituto fue puesto entre la pena de muerte yAdán ese día. Ese mismo día Jesús tomo el puesto de Adán. Quizás esto nos ayuda aentender Apocalipsis 13:8, donde dice que el cordero fue inmolado desde el principio delmundo. Como fiador del hombre, Jesús, en efecto, pagó la pena ese día, poniéndose ese díaentre Adán y la pena de muerte.

Poco después Adán ofreció el primer animal en sacrificio el cual significaba para él que elHijo de Dios moriría en su lugar. Así que el castigo por el pecado de Adán fue inmediatamentepagado por Jesucristo. Jesucristo tomó inmediatamente el lugar de Adán.

¿Pero pagaría algún día Adán ese castigo? ¿Moriría Adán para pagar por su pecado? ¿Porqué murió Adán 930 años mas tarde? ¿Pagó realmente alguna vez la pena? ¿O muriósimplemente como resultado de la consecuencia heredada del pecado?

En efecto, se nos ha dicho que su muerte fue una bendición, porque él había aguantadomucho la agonía de saber lo que su pecado había causado, todo el pecado y sufrimiento delcual él había sido testigo por 900 años. De manera que su muerte fue realmente un alivio. Estamuerte, la muerte natural de la que Adán murió, fue el resultado del pecado no el castigo porsu pecado.

El castigo había caído sobre Cristo. Adán había ofrecido el cordero, mostrando queentendía que la pena de muerte había sido pagada. Pero la maldición—las consecuenciasheredadas por el pecado—permanecen.

Esto significa que debemos dividir la idea básica de pecado en dos columnas separadas. Lacolumna del lado izquierdo es MALDAD, la cual incluye todas las cosas que son el resultadoheredado del pecado y toda esta maldad conduce a la muerte. Pero a esta muerte Jesús lallamó descanso (dormir), la cual no es el destino final del hombre. De manera que la maldad ysus resultados conducen a la muerte, sufrimiento y todas las cosas negativas que vemos anuestro alrededor.

La columna de la derecha es CULPA. Y esta columna conduce a la segunda muerte, oinfierno, lo cual es el castigo por el pecado. De manera que tenemos dos consecuencias delpecado. Tenemos la maldición—los resultados heredados del pecado—que los sereshumanos, animales y toda la naturaleza generalmente experimentan lo cual conduce a lamuerte, la primera muerte. Y por el otro lado tenemos la culpa, que conduce al castigo por elpecado, la segunda muerte, la cual ha sido pagada por Jesucristo. Si escogemos aceptar lasalvación de Cristo, nunca moriremos la segunda muerte.

Ahora, es cierto que la expiación cubre ambas consecuencias del pecado. Pero yo sugeriríaque la expiación debe tratar con la culpa a través del pendón y con los resultados de lamaldad al restaurar y re-crear lo que la maldición del pecado ha hecho. La expiación trabajahacia la restauración de todas las cosas al plan original de Dios, pero no elimina aquellasáreas encontradas en la columna de la izquierda. Solo perdona aquellas áreas en el lado de laculpa—es decir, solo puede perdonar el castigo por el pecado.

Así que los términos justificación, perdón, salvación, evangelio y justificación y santificaciónse aplican particularmente a esos temas de la columna derecha, a esos temas que tienen quever con la culpa, castigo e infierno. Lo que estoy sugiriendo es que hay una diferencia básicaentre el resultado del pecado y el castigo por el pecado. Hay una diferencia básica entre laprimera muerte y la segunda, y que los temas de condenación y salvación pertenecenparticularmente a la culpa y su castigo. Es en estas áreas en las que debemos enfocarnoscuando hablamos de justificación por la fe.

Ahora, veamos algunos textos en el Nuevo Testamento para ver si tenemos evidencia bíblicapara esta distinción. En Lucas 13:1-5, Jesús cuenta una historia para hacer clara una lección.Lucas dice que algunos de los presentes le habían contado a Jesús acerca de la sangre deunos Galileos que había sido mezclada con sus sacrificios. En otras palabras que habían sidoasesinados. “En este mismo tiempo estaban allí algunos que le contaban acerca de los galileoscuya sangre Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos. Respondiendo Jesús, les dijo:¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todoslos galileos? Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. O aquellos

dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que eran más culpablesque todos los hombres que habitan en Jerusalén? Os digo: No; antes si no os arrepentís,todos pereceréis igualmente.”

Aquí vemos que la muerte de los Galileos no fue el resultado directo de sus pecados. Jesúsestaba diciendo que estos Galileos y a los que la torre les cayó encima no eran mas culpablesque otros por el tipo de muerte que sufrieron. Aquí está claro que la primera muerte queexperimentaron no estaba ligada directamente con su culpa.

En Juan 9:1-3, los discípulos, viendo al hombre ciego, preguntaron a Cristo, “Al pasarJesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí,

¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondió Jesús: No es quepecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.” Una vez masJesús está diciendo que su ceguera, la maldición con la que él era afligido, no era el resultadode ningún pecado personal pero fue causado por una debilidad heredada. Jesús esta haciendoaquí una distinción entre culpa personal y los efectos heredados como resultado del pecado.

Otro texto importante es Juan 5:24,25. A menos que comprendamos la distinción queestamos haciendo en este capítulo, podríamos creer que en este pasaje Jesús se contradiceasí mismo. “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tienevida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. De cierto, de ciertoos digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los quela oyeren vivirán.” En el versículo 24 somos libres de la muerte; ahora tenemos vida eterna. Enel versículo 25 los que han muerto escucharán la voz del Hijo de Dios en la resurrección. Amenos que hagamos esta distinción entre la primera muerte y la segunda, nos encontraremosen una contradicción sin esperanza.

Jesús está diciendo que tenemos vida eterna hoy en ÉL. Somos libres del castigo de laculpa. Hemos sido liberados, nunca moriremos la segunda muerte—el castigo por el pecado.Sin embargo, excepto para aquellos que serán trasladados, todos moriremos la muerte la cuales llamada “descanso”, “dormir” (como en el caso de Lázaro). Luego escucharemos la voz delHijo de Dios y nos levantaremos del sueño de la primera muerte. Aun aquellos que han sidoperdonados y se les ha dado la vida eterna van a morir como resultado de la maldición por elpecado de Adán. Debemos morir porque estamos dentro de un mundo que está pereciendo.La primera muerte no puede ser el castigo por el pecado, puesto que aquellos que poseen lavida eterna también morirán la primera muerte. Puesto de la manera más simple—vida eternasignifica que no hay segunda muerte, la cual es el castigo por el pecado. Otro versículo queexpresa claramente este pensamiento es 1 Juan 5:12, 13, en el cual se nos dice ahora quetenemos vida en Cristo y a pesar de esto sabemos que un día moriremos.

Entonces, pienso que tenemos buena evidencia bíblica de que hay dos consecuenciasdiferentes del pecado: (1) la maldición del pecado, que conduce a la primera muerte y (2) elcastigo por el pecado, que conduce a la segunda muerte.

Luz y Elección¿Es realmente cierto que la culpa es el resultado de las decisiones personales y no el

resultado de nuestro nacimiento como hijos de Adán? ¿Podemos probar con la Biblia que elpecado y la culpa son por elección y no por el hecho de haber nacido de la familia humana conlos resultados inherentes del pecado? Veamos la evidencia bíblica.

En Romanos 7:7-9, Pablo habla acerca de la ley y nuestra relación con ella. Pablo dice,“¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecadosino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás. Mas elpecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley elpecado está muerto. Y yo sin la ley vivía en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecadorevivió y yo morí.” Aquí Pablo dice que sabemos que es pecado porque la ley nos lo dice, yque si no supiéramos acerca de la ley no tendríamos realmente conocimiento o entendimientodel pecado. El aun va más lejos al decir que sin ley, el pecado es muerto. Así que pecamoscuando sabemos cual es la voluntad de Dios. Pecamos cuando sabemos y escogemos estaren contra de Dios.

En Juan 15:22, 24 Jesús, hablando a Sus discípulos un poco antes de su muerte, dice, “Siyo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusapor su pecado. Si yo no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendríanpecado; pero ahora han visto y han aborrecido a mí y a mi Padre.” Por lo que la gente sabíaahora acerca de Jesús y lo que Él había hecho, eran responsables por la forma en que letrataban. Por Su venida y el conocimiento que ellos tenían, ahora serían culpables si lerechazaban.

En Juan 9:41, Jesús está respondiendo a algunas de las críticas de los Fariseos, y dice, “Sifuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecadopermanece.” Es decir, si fueran verdaderamente ciegos, si realmente no supieran, no seríanculpables de pecado. Pero dicen, vemos; entonces son culpables de pecado.

¿No parece estar claro que la culpa y el pecado están estrechamente entrelazados alconocimiento y entendimiento de la luz? Quizás el factor distintivo entre las dos columnas queusamos anteriormente (que nos ayudó a diferenciar entre maldad y culpa) es el término bíblicode luz. Lo que convierte a la maldad en culpa es la luz o el conocimiento—y las decisiones quetomamos basados en la nueva luz o conocimiento.

En el libro de Santiago, se emite un poco de luz sobre este problema. En Santiago 4:17 dice,“y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado” Para el que sabe que es lo bueno yfalla en hacerlo, para esa persona, es pecado. Una vez mas el conocimiento y la culpa estánestrechamente unidos. Santiago 1:15 dice, “Entonces la concupiscencia, después que haconcebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.” Acá vemosel desarrollo de la concupiscencia, o el deseo, al pecado actual. El pecado no estánecesariamente en el deseo como tal. El pecado es lo que ese deseo produce. Pecado es elresultado de ceder a ese deseo.

En el Antiguo Testamento, Ezequiel 18:2-4 se refiere a un proverbio usado por los hijos deIsrael. “Que pensáis vosotros, los que usáis este refrán sobre la tierra de Israel, que dice:¿Los padres comerán las uvas agrias, y los dientes de los hijos tienen la dentera? Vivo yo,dice Jehová el Señor, que nunca mas tendréis por que usar este refrán en Israel. He aquí quetodas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma quepecare, esa morirá.” En el versículo 20, Ezequiel vuelve a enfatizar este principio bíblico: “Elalma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará elpecado del hijo.” Responsabilidad individual para decisiones individuales—libertad individual deelección.

Ahora ¿que hace Dios con aquellos que en ignorancia están haciendo lo malo, aquellos que

no están en armonía con la voluntad de Dios? ¿Cómo maneja Él estas situaciones? Pablo diceen Hechos 17:30 “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahoramanda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan” En tiempos de ignorancia, loshombres hacen cosas malas. Hacen cosas que no están en armonía con la voluntad de Dios.Quebrantan la ley y la voluntad de Dios. ¿Cómo maneja Dios ese problema? ¿Qué hace coneso? De acuerdo con este versículo, El “pasa por alto” o ignora los tiempos de ignorancia. Nolo perdona, pero ignora. Pero cuando sea que venga la luz y el conocimiento, lo malo entoncesse convierte en culpa. Y por ese pecado cometido a la vista del conocimiento, el pecador debearrepentirse y buscar el perdón.

El enunciado de nuestro Señor en Mateo 11:21-24 se entiende mejor usando esterazonamiento: “Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que han sidohechos en vosotras [Betsaida], tiempo ha que se hubieran arrepentido en cilicio y en ceniza.Por tanto os digo que el día del juicio, será más tolerable el castigo para Tiro y para Sidón,que para vosotras…porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechosen ti [Capernaum], habría permanecido hasta el día de hoy. Por tanto os digo que en el día deljuicio, será mas tolerable el castigo para la tierra de Sodoma, que para ti.”

Ahora en términos de la cantidad de actos de maldad, estoy seguro que Sodoma sobrepasaen gran manera a Capernaum. Pero la condena fue más pesada sobre Capernaum. ¿Por qué?Capernaum tenía más luz. Tenían el privilegio de aceptar al mismo Jesús. Por supuesto queSodoma había hecho cosas malas, pero muchas de esas cosas malas habían sido hechasbajo una luz inferior. No entendieron el camino hacia Dios y Lot no fue para ellos un buenrepresentante del camino hacia Dios. Por su ignorancia no eran tan culpables como lo era elpueblo de Capernaum, quien había rechazado una luz superior. De manera que Capernaum eramás culpable que Sodoma, porque tenían más luz; sus decisiones estaban basadas sobre unconocimiento más completo. El Salmo 87:4-6 sugiere que Dios tomará nota de donde elhombre ha nacido, de donde este ha venido. Él juzgará en base al estado en que se encuentracada persona, cual ha sido su pasado, que tanto conocimiento ha tenido de la voluntad deDios.

Elena de White hace algunos comentarios bien importantes sobre el tema de pecado yculpa. “Es inevitable que los hijos sufran las consecuencias de la maldad de sus padres, perono son castigados por la culpa de sus padres, a no ser que participen de los pecados deéstos. Sin embargo, generalmente los hijos siguen los pasos de sus padres. Por la herencia ypor el ejemplo, los hijos llegan a ser participantes de los pecados de sus progenitores. Lasmalas inclinaciones, el apetito pervertido, la moralidad depravada, además de lasenfermedades y la degeneración física, se transmiten como un legado de padres a hijos, hastala tercera y cuarta generación.”—Patriarcas y Profetas p. 314.

Por favor note lo que es transmitido como resultado del pecado de Adán. Malas tendencias,apetito pervertido, y una moral degradada, así como también enfermedades físicas ydegeneración. Esto es parte de todo lo que recibimos de nuestros padres y ancestros. Peronotemos también ese comentario bien importante “…pero no son castigados” Esto esevidencia bastante conclusa a favor de la doctrina de que el pecado y la culpa son el resultadode la decisión tomada a la luz del conocimiento adquirido referente a lo bueno y lo malo.

“No daremos cuentas por la luz que no ha alcanzado nuestra percepción, pero por lo quehemos resistido y desechado.” Elena G. de White, Comentario Bíblico Adventista, vol. 5, p.

1145. La culpa personal es imputada únicamente sobre en base a la luz y el conocimiento. Nosomos condenados por hacer cosas que son malas o equivocadas a menos que tengamoscierto grado de conciencia de que esas cosas son malas. “Nadie será condenado por noobedecer la luz y el conocimiento que nunca tuvieron.”—Ibíd. Parece claro que ella estabasando la condenación sobre el entendimiento, sobre decisiones voluntarias. “La luz pone demanifiesto y corrige los errores escondidos en las tinieblas; y al aparecer esta, la vida y elcarácter de los hombres debe cambiar de una manera correspondiente, para estar en armoníacon ella. Los pecados que eran una vez pecados de ignorancia, debido a la ceguera de lamente, no pueden ya ser practicados sin culpa.—Obreros Evangélicos, P. 170. Una vezcomprendamos que nuestros actos son malos, nos volvemos culpables si continuamosconsintiendo esos pecados. Pero antes de que supiéramos, no éramos culpables. Después deque hemos comprendido, somos culpables. La culpa está entonces entrelazada con la eleccióny el conocimiento.

“Había todavía muchos judíos que ignoraban lo que habían sido el carácter y la obra deCristo. Y los hijos no habían tenido las oportunidades ni visto la luz que sus padres habíanrechazado... Los hijos no fueron condenados por los pecados de sus padres; pero cuando,conociendo ya plenamente la luz que fuera dada a sus padres, rechazaron la luz adicional quea ellos mismos les fuera concedida, entonces se hicieron cómplices de los pecados culpas desus padres y colmaron la medida de su iniquidad.”—El Conflicto de los Siglos P. 31. Por laparticipación y conocimiento personal, la culpa fue imputada.

“El pecado de la difamación comienza cuando se consienten pensamientos malos…Unpensamiento impuro tolerado, un deseo impuro consentido, y el alma queda contaminada ycomprometida su integridad.”—Traducido de Testimonies, Vol. 5 p. 177; énfasis agregado.Por favor note la diferencia. Es el tolerar el pensamiento impuro, es el acariciar deseoscarnales lo que constituye pecado y contaminación. No es el pensamiento o deseo en símismo. No es correcto decir que hay pecado en el deseo de pecar si ese deseo esinmediatamente desechado. “Cada pensamiento impuro debe ser inmediatamente rechazado.”“Ningún hombre puede ser forzado a transgredir. Su propio consentimiento debe primero serganado; el alma debe proponerse el acto pecaminoso antes que la pasión pueda dominarsobre la razón o que la iniquidad triunfe sobre la conciencia. La tentación, tan fuerte como sea,nunca es una excusa para pecar.”—Ibíd.; énfasis agregado. Las inclinaciones del corazónnatural no son pecado en sí mismas hasta que son acariciadas, hasta que son deseadas; alconsentir malos pensamientos cruzamos el límite entre la maldad y la culpa. La inclinación esmala, pero no somos culpables por esa inclinación sino hasta que decidimos tomar parte activaen ella.

“Si la luz viene, y si esta luz es puesta a un lado o rechazada, entonces viene la condenacióny la desaprobación de Dios; pero antes de que viniera la luz, no hay pecado, porque no existeluz para ser rechazada.”—Ibíd., vol.1 p.116. De manera que, parece estar bien claro que elpecado esta estrechamente ligado al entendimiento y al conocimiento.

“Existen pensamientos y sentimientos sugeridos y propuestos por Satanás que molestanhasta al mejor de los hombres; pero si no son consentidos, si estos son rechazados comorepugnantes, el alma no esta contaminada con culpa, y ninguna otra persona es afectada porsu influencia.”—Traducido de Review and Herald, Marzo 27,1888. Esos pensamientos ysentimientos, si no son consentidos, no contaminarán con culpa. Los pensamientos y

sentimientos están mal. Están allí por la maldad del mundo y por la naturaleza que tenemosque es caída. Pero no contaminan a menos que elijamos consentirlos o ponerlos en práctica.

En Consejos sobre la Salud, página 81, Elena de White indica que usar tabaco lastima elcuerpo, pero Dios es misericordioso con aquellos que lo usan en ignorancia. Únicamente hastaque la luz ha llegado es que estos son considerados culpables por el uso del tabaco. Ahorabien, el tabaco tendrá sus efectos negativos. Quizás hasta pueda resultar en un cáncer, perohasta que la luz viene, la culpa no es imputada. El contraer cáncer no significa,necesariamente, que la persona es culpable y que ha pecado en contra de la luz de la verdad.

En conclusión, yo creo que la culpa reside únicamente en esas facultades altas responsablesde escoger lo malo, no en las facultades bajas las cuales sufren los efectos de la ley natural yson parte del ciclo de pecado de la tierra. La culpa no puede permanecer en un mundonaturalmente moral sino únicamente en el hombre quien es responsable por las perversiones ala ley moral. La culpa no se agrega así misma a las facultades animales del hombre, sino aesas facultades morales que participan en el ejercicio del poder de elección.

El pecado, y sus raíces, es amor propio. A pesar que el pecado es determinado por elmotivo en lugar que por el acto. Es la elección de poner al yo primero, y cualquier forma queeste tome. El pecado es escoger separarnos de Dios al poner el yo primero. Es la decisión deacariciar lo malo. Es la decisión de permanecer ignorantes de la voluntad de Dios. Es ladecisión de ser irresponsables en cuanto a nuestras habilidades y responsabilidades.

Sobre el cimiento de la división teológica entre los Adventistas sobre la pregunta dejustificación por la fe descansan diferentes creencias sobre la naturaleza del pecado y culpa. Eldebate real es sobre la naturaleza del pecado. Esta pregunta debe responderse con claridad:¿Por qué somos culpables y de qué debemos ser perdonados?

La respuesta que demos a esta pregunta afectará directamente nuestra percepción de laforma en que Cristo vino a esta tierra. ¿Qué naturaleza tomó Cristo? ¿Qué poderes utilizó?¿Cómo venció al pecado? Estas preguntas recibirán diferentes respuestas, dependiendo de laconclusión que tengamos referente a la naturaleza del pecado.

TRES ¿Cómo vivió

Cristo?

Este tema ha levantado gran discusión en los últimos años. El propósito de este capítulo estratar con la pregunta, ¿cómo vino Jesús a esta tierra y cómo vivió como hombre? Debemosdejar que la evidencia hable para que podamos comprender lo que Dios dice acerca de SuHijo, Jesucristo, y lo que el Hijo dice acerca del Padre.

Al discutir la naturaleza del pecado, sugerí que si creemos que pecado y culpa se originancomo resultado de la naturaleza, entonces surgirán ciertas conclusiones concretas respecto altema de justificación por la fe. En este capitulo enfrentaremos la primera de esas conclusiones.Si alguien cree que el pecado viene por naturaleza, que el hombre es culpable y condenado porla naturaleza con la cual nació (sea heredada, imputada o por separación con Dios al nacer),entonces es absolutamente necesario que Cristo no haya nacido de la misma forma en quenosotros nacemos. Si hubiera nacido exactamente como nosotros, heredando culpa o siendoimputada o por separación con Dios, entonces Él hubiera sido culpable y no hubiera podido sernuestro Salvador, porque nuestro Salvador debe ser sin pecado. Si alguien tiene la posición deque el pecado es por naturaleza y que somos culpables y condenados por esa naturaleza,entonces debe tomar la posición de que Jesucristo tomó la naturaleza de Adán antes de lacaída. Así que la decisión tomada acerca de la naturaleza del pecado predetermina la decisiónacerca de la forma en que Jesucristo nació.

Por otro lado, si alguien toma la posición de que heredamos tendencias que son malas ycorruptas, que nuestra naturaleza ciada tiende a movernos en una dirección equivocada, peroque no somos culpables por esa naturaleza sino hasta que decidimos ejercitar esa naturalezaen rebelión en contra de Dios, entonces existe la posibilidad de que Jesús pudiera habernacido de la misma forma en que usted y yo nacimos. Él pudo haber recibido la mismaherencia sin haber escogido ceder a esa naturaleza en rebelión en contra de Dios. Únicamentecon el entendimiento de pecado por elección es que esta opción permanece abierta. Entonces,sí existe una diferencia crucial en que creamos que el pecado es por naturaleza o por elección,porque eso determinará las conclusiones que hagamos referente a la humanidad de Jesucristo.

¿Qué clase de hombre fue Jesucristo? ¿Qué naturaleza tomó? ¿En qué era igual a nosotrosy en qué era Él diferente? Si creemos que el pecado es por elección, entonces podemospermitir que la evidencia hable por si misma. ¿Nació Jesucristo con una naturaleza caída o no?Vamos a la evidencia para ver lo que la Biblia y el Espíritu de Profecía nos enseñan acerca deJesucristo y Su naturaleza humana.

¿De que se despojó Jesús así mismo?Comencemos en Filipenses 2, donde Pablo describe a Jesús haciéndose hombre. Este

capítulo describe el descenso de Jesucristo a esta tierra y Su ascenso de regreso al cielo. Enel versículo 6 dice: “quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como

algo a qué aferrarse.” NVI Este versículo expresa la igualdad de Jesús con Dios el Padreantes de venir a esta tierra—Su estado antes de la encarnación. No necesitaba aferrarse a serigual a Dios por que Él era Dios.

El versículo 7 describe la encarnación. “Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomandola naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos.” NVI. Ahora la palabragriega traducida “se rebajó voluntariamente”, en la versión Reina Valera 60 significa “sino quese despojó a sí mismo.” Para que Jesús pudiera convertirse en hombre debía despojarse a símismo de ciertas cualidades divinas, las cuales Él ejercitaba libremente en Su estado PRE-encarnado como Dios.

Primero que todo, Él tuvo que poner a un lado Su omnipotencia. Si Jesús ibaverdaderamente a vivir y actuar como un hombre, Él no podía actuar como un Dios todopoderoso. Debía actuar de una forma que fuera posible para el hombre imitar. En Juan 5:30,Jesús describe Su relación con el Padre. “No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo,así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió,la del Padre.”

“No puedo yo hacer nada por mí mismo” no es un comentario que Jesús hubiera hecho antesde su encarnación. Dios dice que Él hace todas las cosas según Su voluntad. Jesús estadiciendo algo aquí lo cual no se esperaría que Dios dijera. En Juan 14:10-12 agrega, “…sinoque el Padre que mora en mí, él hace las obras…El que en mí cree, las obras que yo hago, éllas hará también; y aun mayores hará.” Una vez más, estas palabras no son típicas de unDios. Dios no depende de nadie. Únicamente en la situación de hombre es que hablamos dedependencia. Esto sugiere entonces que Jesús voluntariamente suspendió el ejercicio de Supoder.

Cuando Jesús estaba durmiendo en la barca durante la tormenta en el mar de Galilea, “Él noconfiaba en la posesión de la omnipotencia. No era en calidad de ‘dueño de la tierra, del mar ydel cielo’ cómo descansaba en paz. Había depuesto ese poder, y aseveraba: ‘No puedo yo demí mismo hacer nada’… Jesús confiaba en el poder del Padre; descansaba en la fe—la fe enel amor y cuidado de Dios,—y el poder de aquella palabra que calmó la tempestad era elpoder de Dios.”—El Deseado de Todas las Gentes, p.302. Entonces Jesús no utilizó Su propiopoder en Sus milagros. El dependió del poder de Su Padre. Cuando sanó al paralítico, Dios ledio poder a Su hijo para realizar ese milagro. También le dio poder a Su hijo para realizartodos los demás milagros. Ver los Testimonios, vol. 8, p. 202. Únicamente en Su resurrecciónle fue ese poder restituido, cuando Su propia deidad levantó de la tumba a Su durmientehumanidad.

Jesús también dejó atrás la memoria de Su pre-existencia. Lucas 2:52 dice que Jesús crecíaen conocimiento y estatura. Para crecer en conocimiento, uno debe tenerlo escasamente y sedebe aprender. Por lo tanto Jesús, como hombre no pudo haber sido omnisciente, sabiendotodas las cosas, o el aprendizaje hubiera sido imposible. “Las mismas palabras que él habíahablado a Israel por medio de Moisés, le fueron enseñadas sobre las rodillas de su madre.”“Puesto que él adquirió saber como nosotros podemos adquirirlo… El que había hecho todaslas cosas, estudió las lecciones que su propia mano había escrito en la tierra, el mar y elcielo”—El Deseado de Todas las Gentes , p.51. Gradualmente aprendió más acerca de Dios yla salvación y los temas del evangelio. “El misterio de su misión se estaba revelando alSalvador.”—Ibíd., p.58. Eventualmente comprendió quien era y que debía hacer.

Esto significa que Él no recordó lo que sabía antes de venir a la tierra. Está bien claro que Élsabía todas las cosas antes de bajar a la tierra. “Antes de venir a la tierra, el plan estuvodelante de él, perfecto en todos sus detalles. Pero mientras andaba entre los hombres, eraguiado, paso a paso, por la voluntad del Padre.”—Ibíd., p.121. Antes de venir a la tierra, Élsupo todo el ámbito de lo que pasaría al revelarse el plan de la salvación. Pero al vivir en latierra no supo lo que sabía antes de venir. En la tierra fue guiado por la voluntad del Padre.

En Marcos 13:32, Jesús dice, “Pero de aquel día y de la hora [de la segunda venida] nadiesabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.” Mientras estuvo en latierra, no supo cuando vendría de nuevo, porque el Padre no se lo había revelado. El Padrehabía revelado muchas otras cosas que eran necesarias que Jesús supiera, pero el Padre nole había revelado el tiempo de Su segunda venida. Durante Su vida en la tierra, Jesús no tuvoel conocimiento acerca del futuro, excepto que el Padre se lo revelara.

“Cristo, en su vida terrenal, no se trazó planes personales. Aceptó los planes de Dios paraél, y día tras día el Padre se los revelaba”—Ministerio de la Curación, p. 380. “El Salvador nopodía ver a través de los portales de la tumba. La esperanza no le presentaba su salida delsepulcro como vencedor ni le hablaba de la aceptación de su sacrificio por el Padre.”—ElDeseado de Todas las Gentes , p. 701. Justo antes de Su muerte, Jesús no sabía conseguridad que resucitaría. En el principio había dicho que lo haría, porque Su Padre se lohabía revelado. Pero ahora cargando todo el peso del pecado, no estaba seguro que saldríade la tumba o ni siquiera que Su sacrificio sería aceptado por el Padre, porque el pecado fueuna terrible carga que llevar. Quizás, sea importante que notemos aquí que Jesús murió sinsaber con certeza el resultado, pero dispuesto a confiar en Su Padre. Esto fue realmente elcosto de la expiación. Jesús temió a la posibilidad que la separación hubiera sido eterna.

Está claro que Jesús dejo atrás Su omnisciencia, saber lo que Dios sabe, cuando vino a latierra. Tenía que ser así, si Él viviría como un hombre. Obviamente Jesús también tuvo quedejar Su omnipresencia. Él, como hombre, estuvo solamente en un lugar en cada momento.También dejó atrás Su gloria. Isaías 53:2 dice que no había nada especial en su apariencia.Dejó atrás la gloria que era Suya para poder vivir como hombre.

En resumen, Jesús puso a un lado muchos aspectos de Su deidad. No podía usar esosaspectos de Su deidad que le hacían Dios. Debía vivir como hombre entre hombres. Lainactividad de Su deidad significa que esta estuvo inactiva durante la vida de Jesús comohombre. Su deidad compartió el riesgo del fracaso y pérdida eterna, pero no le era permitidohacer algo para prevenir tal consecuencia. Era el hombre Jesús quien tomaba decisiones yactuaba. Ese es el tremendo riesgo de la encarnación.

Mientras que es propio decir que Jesús no dejó de ser Dios mientras fue hombre, Jesúspuso a un lado esos atributos que lo hacían Dios, para poder vivir como hombre. Dios nopuede ser tentado al mal, de acuerdo con Santiago 1, y Jesús fue verdaderamente tentado almal por Satanás. Por lo tanto, para el plan de la salvación era esencial que Jesús viviera comohombre, únicamente con las habilidades naturales del hombre.

Jesús Tomó Nuestra Naturaleza CaídaDemasiada discusión se ha centrado sobre si Jesús tomó nuestra naturaleza caída o la

naturaleza de Adán antes de la caída. A pesar de que esto quizás parezca como especulación,

tiene implicaciones verdaderamente tremendas para el tipo de vida que deberíamos vivir día adía. Entonces examinemos la evidencia.

Romanos 8:3 es una de las declaraciones clásicas a cerca de la encarnación de Jesús.“Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a suHijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne”¿Qué significa exactamente ser en “semejanza de carne de pecado”? Hemos escuchado quesemejanza no significa igualdad.

Ya hemos estudiado algunas de las evidencias bíblicas referente a la verdadera naturalezahumana de Jesús. Se despojó así mismo de aquellas cosas que lo caracterizaban como Dios.Filipenses 2:7 dice, “sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hechosemejante a los hombres;” La misma palabra griega es utilizada en ambos versículos. EnRomanos 8:3 está como “semejanza de carne de pecado.” (Énfasis en Itálica agregado.) Creoque todos estamos de acuerdo que cuando Jesucristo vino a esta tierra Él se convirtió en unhombre real. En efecto, el docetismo, una de las primeras herejías de la iglesia Cristiana,enseñaba que Jesús realmente no se convirtió en hombre, sino que únicamente aparentaba serun hombre. Creían que cualquier cosa material provenía del mal y por lo tanto Jesús no podíahaber tomado un cuerpo físico. Fue en respuesta a esta herejía que Juan dijo (1 Juan 4:2) quedebíamos creer que Jesucristo vino en la carne—que Él era un ser humano de carne y hueso,un ser humano real.

Ahora, si queremos entender que en Filipenses 2:7 hecho semejante a los hombres significa“verdaderamente” hombre no simplemente “similar al” hombre, entonces ¿qué deberíamosdecir acerca de Romanos 8:3 donde encontramos la expresión, “semejanza de carne depecado”? El Expositores del Testamento Griego (“The Expositors Greek Testament”)comentan sobre Romanos 8:3,4. “Pero el énfasis…es en la igualdad de Cristo hacia nosotros,no en Su desigualdad;…lo que él [Pablo] quiere decir es que Dios envió a Su Hijo en estanaturaleza la cual en nosotros está identificada con el pecado…La carne…en la cual el pecadohabía reinado fue también esa [carne] en la cual la condenación de Dios por el pecado fueejecutada.” “La carne significa nuestra naturaleza humana corrupta.”—The Expositors GreekTestament (Grand Rapids, Mich: Wm. B. Eerdmans Pub. Co.) 2:645, 646. Pareciera que siinterpretáramos semejanza en Filipenses 2:7 como nuestra naturaleza humana actual, entoncesdebemos interpretar la palabra semejanza en Romanos 8:3 como la naturaleza pecaminosaactual.

¿Qué creyó Elena de White en este punto? Quizás su declaración más definitiva esencontrada en El Deseado de Todas las Gentes . “Habría sido una humillación casi infinita parael Hijo de Dios revestirse de la naturaleza humana, aun cuando Adán poseía la inocencia delEdén. Pero Jesús aceptó la humanidad cuando la especie se hallaba debilitada por cuatro milaños de pecado. Como cualquier hijo de Adán, aceptó los efectos de la gran ley de laherencia. Y la historia de sus antepasados terrenales demuestra cuáles eran aquellos efectos.Mas él vino con una herencia tal para compartir nuestras penas y tentaciones, y darnos elejemplo de una vida sin pecado.”—Página 32.

Aquí tenemos información substancial acerca de cómo y porqué Jesús se hizo hombre.“Jesús aceptó la humanidad cuando la especie se hallaba debilitada por cuatro mil años depecado.” ¿Cómo aceptó esa humanidad? “Como cualquier hijo de Adán, aceptó los efectos dela gran ley de la herencia.” Procede la siguiente pregunta lógica: ¿Cómo funciona esa ley?

¿Cuáles son los resultados del funcionamiento de esa ley? La siguiente oración aclara. “Y lahistoria de sus antepasados terrenales demuestra cuáles eran aquellos efectos.” Conocemosbien a algunos de Sus antecesores. David y Rahab fueron dos de sus antepasados terrenales¿Qué heredaron ellos? Creo que sabemos la respuesta a esta pregunta. La siguiente oracióndice, “Mas él [Jesús] vino con una herencia tal.” ¡Jesús vino con la herencia que David tenía!David fue Su antecesor terrenal. Jesús acepto el funcionamiento de la gran ley de la herenciade la misma forma que sus antecesores la aceptaron. Esta única declaración es una fuerteafirmación de que el estado en el que nacemos fue el estado en que Jesús nació, en términosde la herencia.

Quizás ayudaría un poco saber exactamente qué significa cuando hablamos de herencia.“Ambos padres transmiten a sus hijos sus propias características, mentales y físicas, sutemperamento y sus apetitos.”—Patriarcas y Profetas, p. 605. “Las malas inclinaciones, elapetito pervertido, la moralidad depravada, además de las enfermedades y la degeneraciónfísica, se transmiten como un legado de padres a hijos.”—Ibíd., p. 314 “Estos son aquellos quehan heredado temperamentos y disposiciones peculiares.”—Traducido de Testimonies, Vol. 9,p.222. “Él [el Padre] transmite temperamento irritable, sangre contaminada, intelecto debilitadoy una moral débil a sus hijos.”—Ibíd., vol. 4, p. 30,31. “Los padres quizás han trasmitido a sushijos tendencias a apetitos y pasiones.”—Ibíd., vol. 3, p. 567. “Malos rasgos de carácterrecibidos al nacer…”—Ibíd., vol. 5, p. 419. “Será bueno recordar que las tendencias decarácter son transmitidas de padres a hijos.”—Ibíd., vol. 4, p. 439. “En tanto que Adán habíasido creado sin pecado, a la semejanza de Dios, Set, así como Caín, heredó la naturalezacaída de sus padres”—Patriarcas y Profetas, p.68.

Si está claro que nosotros como individuos heredamos características, tendencias y rasgosde carácter de la naturaleza caída que recibimos de nuestros padres, y si Jesús aceptó elfuncionamiento de la gran ley de la herencia, creo que la única conclusión posible es que Jesúsheredó una naturaleza caída. Si nosotros heredamos una naturaleza caída y Él aceptó losresultados del funcionamiento de la gran ley de la herencia, entonces ¿qué debió Él haberheredado? No existe evidencia que sugiera que Jesús heredó únicamente los resultados físicosde la caída, como hambre, debilidad, sentirse sediento y moralidad, pero que Él no heredórasgos de carácter. Estas áreas no pueden ser separadas. Si la ley de la herencia eraoperativa, operó en su totalidad. Si nosotros recibimos rasgos de carácter de nuestros padres,entonces Jesús recibió rasgos de carácter de Su madre, puesto que ella era, en su totalidad,una madre humana. Si nosotros no creemos que ella fue inmaculadamente concebida,entonces creemos que ella tenía la misma naturaleza que cada ser humano posee.

En el estudio sobre la humanidad de Jesucristo de Harry Johnson, hace esta declaración: “ElNuevo Testamento apoya la teoría que Jesús nació a la humanidad y tomó completamente lanaturaleza humana de María, y la deducción obvia es que parte de su herencia fue una‘naturaleza humana caída.’ No existe evidencia que sugiera que la cadena de herencia entreJesús y Maria fue rota.” Este es el punto crucial. No hay evidencia que la cadena de herenciafue rota. Lo que Cristo heredó fue lo mismo que nosotros heredamos.

Harry Johnson continúa diciendo, “El nacimiento de Jesús significa que Él penetrócompletamente en nuestra situación humana, y que vino en la naturaleza humana como lo eradebido a la caída. …El peso de la prueba debe recostarse en aquellos que aceptan la doctrinade una “debilidad heredada”, y aún sostienen que Jesús tomó la verdadera naturaleza humana

de Su madre pero sin heredar los resultados de la caída.”—Traducido de The Humanity of theSavior (London: The Epworth Press, 1962), pp.44, 45 (La Humanidad del Salvador) El pesode la prueba está con aquellos que dicen que hubo una interferencia en la herencia que Maríatransmitió a Jesús. La evidencia de la Biblia y el Espíritu de Profecía indican que Su herenciafue la misma que la nuestra.

Cuando Jesús fue asediado por el tentador, las cosas no eran iguales a cómo fueron conAdán. “Durante cuatro mil años, la familia humana había estado perdiendo fuerza física ymental, así como valor moral; y Cristo tomó sobre sí las flaquezas de la humanidaddegenerada.”—El Deseado de Todas las Gentes , p. 92. En Mensajes Selectos, libro 1,páginas 267,268, encontramos virtualmente lo mismo. “Tomando nuestra naturaleza caída, Élmostró en lo que se convertiría”—Ibíd., libro 3, p.134. Muchas veces Elena de White se refierea la naturaleza caída de Cristo, la condición caída, la naturaleza pecaminosa. Ver PrimerosEscritos, p. 150; Mensajes Selectos, libro 1, p. 267; La Historia de la Redención, p. 45. Ellano insinúa que esto se le imputó a Él; dice que es suyo por experiencia. “La naturaleza de Dios,a quien se le había transgredido su ley, y la naturaleza de Adán, el transgresor, se encontraronen Jesús, el Hijo de Dios y el Hijo del hombre.”—Traducido de Manuscript 141, 1901. “Fueordenado por Dios que Cristo tomara sobre sí mismo la forma y naturaleza del hombrecaído.”—Traducido de Spiritual Gifts, vol. 4, p. 115. Era importante que Cristo tomara ambos,la forma y la naturaleza del hombre caído.

Si Cristo no hubiera descendido completamente a nuestro nivel, Satanás hubiera gritadoinmediatamente que se había cometido algo injusto, y nada en el nombre de la justicia hubierapodido realizarse para responder a la pregunta básica del plan de la salvación. Ponerlo a Élpor encima de nuestra naturaleza, viviendo en la naturaleza de Adán, es oscurecer laasombrosa victoria que ganó por nosotros.

“A pesar que Él tuvo toda la fuerza de la pasión humana, nunca cedió a la tentación parahacer un simple acto que no fuera puro, elevado y ennoblecedor.”—Traducido de In HeavenlyPlaces, p. 155. Él experimentó la fuerza de nuestra pasión. Conoció nuestras debilidades.Conoció nuestra postura. Nuestros sentimientos. “Adán fue tentado por el enemigo, y cayó. Nofue que hubiera pecado dentro de él que causó que cediera; porque Dios lo había creado puroy recto, a Su imagen. El fue sin culpa como los ángeles delante del trono. No había en élprincipios corruptos, tendencias al mal. Pero cuando Cristo vino a enfrentarse con lastentaciones de Satanás, Él llevo la ‘semejanza de carne de pecado.’”—Traducido de Sings ofthe Times, Octubre 17, 1900. Cuando Jesucristo tomó la semejanza de carne de pecado, nofue la naturaleza de Adán, la cual era sin culpa como la de los ángeles ante el trono, sintendencias a hacer el mal dentro de él. Pero Jesús tomo la semejanza de carne de pecado.“Sabe por experiencia lo que es la flaqueza humana, lo que son nuestras necesidades, y enqué consiste la fuerza de nuestras tentaciones, porque fue “tentado en todo según nuestrasemejanza, pero sin pecado.”—Ministerio de la Curación, p. 47

¿En dónde descansa la fuerza de nuestras tentaciones? Seguro, adentro de nuestra propianaturaleza la cual está inclinada hacia el mal. Él sabe por experiencia lo que eso significa.“Cristo en realidad unió la naturaleza desagradable del hombre con Su propia naturaleza sinpecado.”—Traducido de Review and Herald Julio 17, 1900. Note que unió la desagradablenaturaleza del hombre con Su naturaleza sin pecado. Era una naturaleza pura; una naturalezabella. Una naturaleza la cual automáticamente quiere hacer lo bueno no es una naturaleza

desagradable. Parece claro que tenemos una excelente evidencia en la Biblia y el Espíritu deProfecía que dice que Jesucristo nació como nosotros nacimos, con las tendencias y actitudesque nosotros recibimos.

Sin Tendencias al MalPero existe otro aspecto de la humanidad de nuestro Señor. Jesús no fue exactamente de la

misma forma en que somos nosotros, porque él tuvo un Padre que fue el Espíritu Santo.Elena de White da unas advertencias importantes. “Sea cuidadoso, extremadamente

cuidadoso de la forma en que medita en cuanto la naturaleza humana de Cristo. No lo pongadelante de las personas como a un hombre con tendencias a pecar. Él es el segundo Adán. Elprimer Adán fue creado puro, criatura sin pecado, sin una sola mancha de pecado sobre él; elfue la imagen de Dios. Por el pecado su posteridad nació con tendencias heredadas a ladesobediencia. Pero Jesucristo fue el Hijo unigénito de Dios. Él tomó sobre sí mismo lanaturaleza humana, y fue tentado en todo como la naturaleza humana es tentada. Él pudopecar; pudo haber caído, pero ni por un momento existió en Él tendencia al mal. Fue acechadocon tentaciones en el desierto, como Adán fue acechado con tentaciones en el Edén.

“Nunca, en ninguna manera, deje la más mínima impresión sobre la mente humana que unamachan de, o inclinación a, corrupción descansó sobre Cristo…Que todo ser humano estésobre aviso de meterse en el terreno de hacer a Cristo del todo humano, como uno denosotros; porque no puede ser así” Traducido de los Comentarios de Elena G. de White,Comentario Bíblico Adventista, vol. 5, pp. 1128, 1129. “El es hermano en nuestras debilidadespero no en la posesión de pasiones similares a las nuestras. Como el Único sin pecado, sunaturaleza rechazaba el mal. El soportó pruebas y la tortura del alma en un mundo de pecado.”– Traducido de Testimonies, Vol. 2, pp202. “El era un Intercesor poderoso y no poseía laspasiones de nuestra naturaleza humana caída, pero estaba rodeado de nuestras mismasdebilidades.” – Ibíd., p. 509

Ahora debemos empezar por examinar el uso que Elena de White le da a la palabra“tendencia.” La evidencia indica que ella usaba la palabra con diferentes tonos de significadoen diferentes contextos. Algunas veces tendencia podría referirse a tendencias naturaleshumanas, tales como las que Adán tuvo antes de la caída, mientras que en otros casos podríareferirse a tendencias de la humanidad caída. Pero cuando Elena de White califica la palabratendencia con adjetivos tales como mal, pecaminoso, egoísta o mundano, ella se estárefiriendo a patrones de hábitos desarrollados.

Por ejemplo ella dice, “No debemos mantener ninguna tendencia pecaminosa.”—Traducidode Ellen White comments, S.D.A. Bible Commentary, vol. 7, p. 943. Si tendencia se refiere aun patrón de hábitos cultivados o elegidos, entonces es cierto que no necesitamos retener omantener esas tendencias pecaminosas. “La indulgencia, complacencia propia, orgullo yextravagancia deben ser renunciados. No podemos ser Cristianos y complacer éstastendencias.”—Traducido de Review and Herald, Mayo 16, 1893. Estas tendencias sonclaramente patrones de pensamiento escogidos. Podríamos hasta decir que una tendenciapecaminosa se refiere a tendencias cultivadas. El punto crucial es que a una tendenciapecaminosa se le permite que se desarrolle de nuestra tendencia heredada a hacer el mal.Jesús nunca desarrolló tales tendencias pecaminosas.

Elena de White también utiliza la palabra pasión en diferentes formas. En algunos casos

pasión se refiere a deseos humanos aceptables adquiridos a través de la herencia natural. Deesta manera puede ella decir que Jesús acepto “toda la fuerza de la pasión de la humanidad.”También utiliza la palabra pasión en un sentido más negativo, al referirse al desarrollo detendencias pecaminosas adquiridas a través de la corriente heredada. Jesús nunca obtuvotales pasiones. Una ves mas la distinción crucial está entre lo que es heredado al nacer, por locual no somos culpables y por lo cual Cristo no fue culpable, y las tendencias pecaminosas ypasiones las cuales los pecadores escogen desarrollar después del nacimiento, la cualesCristo nunca desarrolló.

Muchos se han preguntado porqué nosotros desarrollamos estas tendencias mientras queCristo no las desarrolló. Debe admitirse que este fue el período de la vida de Cristo (desde elnacimiento a la edad donde ya existe responsabilidad) acerca de la cual tenemos muy pocainformación en los escritos inspirados. Por lo tanto cualquier conclusión debe permanecerrelativamente tentativa. Algunos sugieren que los padres guiaron cuidadosamente el desarrollode la mente del bebé Jesús para que no fueran desarrolladas tendencias pecaminosas en Él.Otra sugerencia es que la habilidad de discernir entre lo malo y lo bueno estuvo presentedesde muy temprano en el niño Jesús y era ejercitada para prevenir que se desarrollaran lastendencias pecaminosas. Otra sugerencia es que no se pretendía que la infancia de Cristofuera el ejemplo para la humanidad; por lo tanto los eventos que ocurrieron durante Susprimeros años no son temas relevantes en el gran conflicto. La sugerencia de la cual soypartidario es que por Su nacimiento sobrenatural a través del Espíritu Santo, Él nació de lamanera en la que nosotros volvemos a nacer (nuestro nuevo nacimiento como hijos de Dios).Porque el poder del Espíritu Santo estaba dirigiendo Su vida desde el nacimiento, él nodesarrolló hábitos o tendencias pecaminosas las cuales nosotros desarrollamos al nacer.

No importa cual sugerencia sea adoptada referente a los primeros años de la vida de Jesús,el tema central no debe ser oscurecido. Si la vida de Jesús debe tener algún significado comoejemplo para nosotros, entonces es crucial que Él herede lo que nosotros heredamos. Noimporta las decisiones que tome, no puedo cambiar mi naturaleza caída. No puedo tener lanaturaleza de Adán antes de la caída, no importa cuanto me rinda a Dios. Si la obedienciaperfecta de Jesús fue basada sobre el hecho de que Él tenía una naturaleza no caída,entonces Él tuvo una ventaja que yo nunca podré tener. No obstante, si la obediencia perfectade Jesús fue basada sobre el control que le permitió ejercer al Espíritu Santo sobre su vida,entonces yo también puedo escoger ese control para mi vida, y puedo vivir una vida deobediencia total. Puedo tener esa “ventaja.”

El siguiente enunciado quizás sea un buen resumen de este punto. “Cristo no obtuvo la

misma pecaminosa, corrupta y caída infidelidad que nosotros poseemos, porque entonces nohabría podido ser la ofrenda perfecta.”—Traducido de Manuscript, 94, 1893. Es la infidelidadlo que es el problema. La herencia no nos hace culpables, pero la decisión de ejercitar nuestranaturaleza caída produce la culpa. Elena de White describe estos puntos juntos en una solaoración. “Al tomar sobre sí la naturaleza del hombre en su condición caída, Cristo no participóde su pecado en lo más mínimo...No debemos tener dudas en cuanto a la perfecciónimpecable de la naturaleza humana de Cristo.”—Mensajes Selectos, tomo 1, página 300.Jesús tomó la naturaleza del hombre en su condición caída, pero Él nunca participó en elpecado. Él nunca escogió de la forma que nosotros escogemos. Jesús fue el cordero de Diossin mancha con una naturaleza y cuerpo caído.

Harry Johnson, al referirse a la herencia que Jesús recibió, dice, “Cristo debió haberserebajado al nivel del hombre caído y aceptado la humillación voluntaria de descender al nivel alcual el hombre había caído a través del pecado de Adán y a través de los pecados de lasgeneraciones subsecuentes…La humanidad no estaba en el estado de Adán antes de la caída,y por lo tanto la respuesta usual de que Cristo asumió una naturaleza humana perfecta, lanaturaleza humana como Dios la creó originalmente, tiene el efecto de debilitar la fuerza delparalelo. El hombre no estaba en el estado de Adán antes de la caída, y ya que este era elcaso, algo mucho más drástico se necesitaba si los efectos de la caída de Adán habían de servencidos. Si había de venir “el segundo Adán a la batalla”, entonces Él debía descender a laprofundidad en la cual la humanidad había caído....y en Sí mismo levantar a la humanidad desu profunda caída a un nuevo nivel de vida.” Jesús tenía que descender al nivel en el cualencontró al hombre después de la caída, no al nivel en el cual Él originalmente había creado alhombre.

Johnson prosigue, “Si Jesús asumió naturaleza humana perfecta intocable por la caída,entonces significaría que Él no se pone lado a lado con el hombre y su necesidad…si Jesúshubiera asumido ‘naturaleza humana no caída” hubiera habido un abismo entre Jesús yaquellos a quienes Él representaría delante de Dios, el abismo creado por el pecado…Él separó al lado de los pecadores en el sentido que Él había asumido una naturaleza humanaafectada por la caída…Si Jesús asumió una naturaleza humana perfecta, Él cruzó el abismoentre Dios y el hombre, pero aquel espacio entre el hombre caído y lo no caído aun necesitaríaun puente. Si, no obstante, Cristo compartió nuestra ‘naturaleza humana caída,’ entonces Sutrabajo mediatorio como Sumo Sacerdote crea el puente que cubre todo el abismo y une alhombre caído en su desesperada necesidad de Dios. Es por razones de la salvación que senecesita esta hipótesis acerca de la Persona de Cristo.” (Traducido de Harry Jonson, TheHumanity of the Saviour, London, The Epworth Press, 1962, pp. 87, 124, 125)

¿Cuál Fue La Acusación De Satanás?Se ha dicho que la acusación hecha por Satanás en contra de Dios fue que el hombre no

caído, Adán, no podría obedecer la ley de Dios. Por lo tanto Jesús tenía que tomar lanaturaleza de Adán para probar que la acusación de Satanás estaba equivocada. Algunosafirman que la acusación de Satanás no tenía nada que ver con el hombre caído, sinoúnicamente con el hombre perfecto. Sostienen que Satanás declaró que el hombre perfecto nopodría obedecer la ley de Dios.

Sin embargo, el siguiente enunciado nos dice que la verdad es exactamente lo opuesto.“Satanás, el ángel caído, había declarado que ningún hombre podía guardar la ley de Dios

después de la desobediencia de Adán. Y él afirmaba que toda la raza humana estaba bajo sudominio.”—Mensajes Selectos, Tomo 3, p. 153. “Satanás declaró que era imposible para loshijos e hijas de Adán guardar la ley de Dios, y de esta manera acusó a Dios de falto desabiduría y amor. Si ellos no podían guardar la ley, entonces había una error con el dador dela ley.”—Traducido de Signs of the Times, Enero 16, p. 1896. ¿En quién estaba enfocando suacusación? En el hombre caído—los hijos e hijas de Adán. Si ellos no podían guardar la ley,entonces la ley de Dios era defectuosa. La acusación fue hecha respecto a nuestra habilidadde guardar la ley. Elena de White prosigue: “Los hombres que están bajo el control de Satanásrepiten estas acusaciones en contra de Dios, al declarar que el hombre no puede guardar laley de Dios. Jesús se humillo así mismo, vistiendo Su divinidad con humanidad, para que Élpudiera pararse como la cabeza y representante de la familia humana y por ambos, precepto yejemplo, condenar el pecado en la carne y hacer mentira las acusaciones de Satanás.” Si lasacusaciones de Satanás fueran que el hombre caído no puede obedecer la ley de Dios,entonces la única forma en que Jesús podía hacer mentira esta acusación de Satanás eraprobando que el hombre caído si podía obedecer la ley de Dios.

“Cristo guardó la ley, comprobando mas allá de cualquier controversia que el hombretambién puede guardarla.”—Traducido de Review and Herald, Mayo 7, 1901.

“Él vino a este mundo para ser tentado en todo como nosotros somos tentados, paraprobarle al universo que en este mundo de pecado los seres humanos pueden vivir vidas queDios aprobará.”

“Satanás declaró que los seres humanos no podían vivir sin pecado.”—Ibíd., Marzo 9, 1905.¿En dónde están los seres humanos que Satanás dijo que no podían vivir sin pecado? Están eneste mundo de pecado. Entonces la acusación de Satanás es en contra del hombre caído, queél no puede obedecer la ley de Dios. Satanás está diciendo que nosotros, los que estamosviviendo hoy no podemos obedecer la ley de Dios. Así que Jesucristo tenía que demostrar queel hombre caído puede obedecer la ley. La acusación de Satanás y la respuesta de Cristoinvolucran la naturaleza caída. Si la acusación de Satanás no fue únicamente en contra deAdán pero en contra de nosotros, entonces el que Cristo hubiera tomado una naturaleza nocaída para nada hubiera sido suficiente en contra de la acusación de Satanás. Cristo tenía quetomar naturaleza caída para confrontar la acusación de Satanás.

¿Cómo Fue Tentado Cristo?Hebreos 4:15 dice que Jesús fue tentado en todo como nosotros somos tentados, y sin

pecado. Ser tentado en todo como nosotros significa que Él fue tentado de la misma forma enque nosotros somos tentados. “Si tuviésemos que soportar algo que Jesús no soportó, en estedetalle Satanás representaría el poder de Dios como insuficiente para nosotros…Soportó todaprueba a la cual estemos sujetos.”—Deseado de Todas las Gentes , p. 16. “Las seduccionesque Cristo resistió son las mismas que nosotros encontramos tan difíciles de resistir”—Ibíd., p.91. ¿No son nuestros problemas básicamente egoísmo y orgullo y los deseos que vienen denuestra naturaleza caída? ¿No caemos a menudo por los deseos internos que nos desvían? SiJesús no tuvo ninguno de estos deseos, ¿pudo entonces ser verdad que Él fue tentado en todocomo lo somos nosotros?

“Cristo fue puesto a la prueba extrema, requiriendo toda la fortaleza de todas Sus facultadespara resistir la inclinación cuando estaba en peligro de usar Su poder para librarse del

riesgo.”—Traducido de Ellen G. White Comments, S.D.A. Bible Commentary vol. 7, p.930.Note que Él tenía que resistir a la inclinación de utilizar Su poder. ¿De dónde vino esainclinación si no fue de adentro, de Sus propios deseos? ¿Porqué dijo Jesús, “Porque no buscomi voluntad” (Juan 5:30), y “Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad” (Juan6:38)? ¿Por qué sería necesario decir esto si Su propia voluntad no iba a ser afectada por elpecado de Adán? Pero si Su propia voluntad y Su propia inclinación eran parte de Sunaturaleza caída, entonces tiene sentido que Él pidiera que se hiciera la voluntad de Su Padre.“La voluntad humana de Cristo no lo hubiera conducido al desierto de la tentación, para ayunar,para ser tentado por el diablo. No lo hubiera llevado a soportar humillación, escarnio, reproche,sufrimiento y muerte. Su naturaleza humana se echó atrás en todas estas cosas así como lanuestra decididamente se echa atrás por ellas... ¿Para qué vivió Cristo? Para hacer la voluntadde Su Padre.”—Traducido de Signs of the Times, Octubre 29, p.1894.

“Hemos permanecido demasiado en el hábito de pensar que el Hijo de Dios era un serexclusivamente tan exaltado por encima de nosotros que es una imposibilidad para Él entrar ennuestras aflicciones y tentaciones, y que no puede comprendernos en nuestras debilidadeshumanas. Esto es porque no tomamos en cuenta el hecho de su unidad con la humanidad. Éltomó sobre sí la semejanza de carne de pecado, y fue hecho en todo aspecto como sushermanos.”—Ibíd., Mayo 16, 1895. Si Él verdaderamente vino para entrar en nuestrasdebilidades y tentaciones entonces debe ser cierto que Él tomó todo lo que nos hace de laforma que somos, para que Él entonces pueda mostrarnos la forma de vencer esasdebilidades y tentaciones. “Si no hubiera sido participante de nuestra naturaleza, no podríahaber sido tentado como lo ha sido el hombre. Si no le hubiera sido posible rendirse ante latentación, no podría ser nuestro ayudador.”—Mensajes Selectos, tomo 1, p. 477. En otraspalabras, Él debía vivir a nuestro nivel. Él debía vivir de la forma en que nosotros vivimos.Jesucristo nuestro Salvador experimentó nuestros sentimientos. Experimentó nuestrastentaciones. Supo que era querer ir en dirección equivocada. Supo que era sentir la tentaciónde rebelarse en contra de Dios y esa tentación se originó dentro de Su naturaleza. Jesús debióenfrentar la batalla como nosotros debemos hacerlo. Él debía “pelear la batalla como la debepelear cada hijo de la familia humana, aun a riesgo de sufrir la derrota y la pérdida eterna.”—ElDeseado de Todas las Gentes, p. 33.

¿Cómo venció Jesús?Jesús venció al depender en el poder de Su Padre, a través de la comunión con Él. “Su

divinidad estaba escondida. Él venció teniendo naturaleza humana, dependiendo del poder deDios.”—Traducido de The Youth Instructor, Abril 25 , 1901. “La Majestad del cielo se hizocargo de la causa del hombre y con la misma ayuda que puede obtener el hombre resistió lastentaciones de Satanás así como el hombre debe resistirlas.”—Mensajes Selectos, tomo 1,p.295. “Y no ejerció en favor suyo poder alguno que no nos sea ofrecido generosamente.Como hombre, hizo frente a la tentación, y venció en la fuerza que Dios le daba.”—Deseado deTodas las Gentes, p. 16

Recuerde que el poder de la naturaleza perfecta de Adán no nos es ofrecido a nosotros.Eso sería un poder grandioso en la batalla contra del pecado. Para Adán era natural hacer locorrecto. Para nosotros es natural hacer lo incorrecto. Los impulsos son totalmente diferentes.Si el poder de la naturaleza de Adán hubiera sido ejercitado por Jesús, ese hubiera sido unpoder grandioso que a nosotros no nos es ofrecido generosamente. “Si Cristo hubiera tenido

poder especial que el hombre no tiene el privilegio de poseer, Satanás se hubiera valido deeste argumento.”—Mensajes Selectos, tomo 3, p. 157.

La victoria de Jesús es extraordinaria, no porque siendo Dios actuó como Dios, sino porquesiendo hombre no actuó como todos los hombres. Jesús en naturaleza de hombre vivió unavida que Satanás dijo no podría vivirse. El aspecto asombroso acerca de la vida de Jesús fueque Él vivió una vida supuestamente imposible de vivir. Si Jesús hubiera vivido un vida sinpecado en cualquier nivel diferente a nuestro nivel caído, la pregunta “¿Qué prueba eso?”nunca hubiera sido respondida.

“En nuestras conclusiones, cometemos muchos errores por nuestros puntos de vistaerróneos a cerca de la naturaleza humana de nuestro Señor. Cuando damos a Su naturalezahumana un poder que no es posible que el hombre obtenga en sus luchas con Satanás,destruimos la totalidad de Su humanidad.”—Traducido de Ellen G. White Comments, S.D.A.Bible Commentary, vol. 7, p. 929. Simplemente no está a nuestra disposición el poder de lanaturaleza de Adán. La advertencia es clara, que al dar a la naturaleza de Cristo algún poderque nosotros no podemos poseer, destruimos la totalidad de Su humanidad. “El Señordemanda ahora de cada hijo e hija de Adán…que le sirvan en la naturaleza humana queposeemos ahora…Jesús…pudo únicamente guardar los mandamientos de Dios de la mismaforma en que la humanidad los puede guardar.”—Ibíd. ¿Cómo podemos guardarlos?Ciertamente no con la naturaleza de Adán. Solo los podemos guardar con la naturaleza queposeemos ahora—naturaleza caída. Y Jesús guardó los mandamientos de Dios de la mismaforma en que nosotros debemos guardarlos. Jesús venció así como nosotros debemos vencer.

La victoria de Jesús fue la victoria de depender en Su Padre. Él venció a través de unaentrega y oración diaria. Vea el Deseado de Todas las Gentes, página 330. “Dependíaenteramente de Dios, y en el lugar secreto de oración, buscaba fuerza divina, a fin de salirfortalecido para hacer frente a los deberes y las pruebas.”

“Como hombre, suplicaba al trono de Dios, hasta que su humanidad se cargaba de unacorriente celestial que conectaba a la humanidad con la divinidad. Por medio de la comunióncontinua, recibía vida de Dios a fin de impartirla al mundo. Su experiencia ha de ser lanuestra.”—Ibíd., P. 330.

Cuando Jesús vino a esta tierra, aceptó la naturaleza humana con todo lo que esorepresenta, pero Él diariamente se sometía al control del Espíritu Santo. Fue lleno de poder delo alto, y ese poder dirigía cada paso de Su vida, cada acto y palabra. Vivió Su vida en totalarmonía con la voluntad de Dios.

Obviamente este entendimiento de la naturaleza de Cristo tiene implicaciones evidentes para

nosotros. “Así también hemos de vencer nosotros como Cristo venció.”—Ibíd., P. 354. “En Suhumanidad, se sostuvo de la divinidad de Dios; y esto tiene el privilegio de hacer cada miembrode la familia humana.”—Traducido de Signs of the Times, Julio 17, p. 1897. Cada miembro dela familia humana puede tomar parte de la divinidad de Dios así como lo hizo Cristo. Él no hizoalgo que nosotros no podamos hacer. “Jesús no reveló cualidades ni ejerció facultades que loshombres no pudieran tener por la fe en él. Su perfecta humanidad es lo que todos susseguidores pueden poseer si quieren vivir sometidos a Dios como él vivió.”—Deseado deTodas las Gentes , paginas 619, 620. “La obediencia de Cristo hacia su Padre es la mismaobediencia que se requiere del hombre…Él no vino a este mundo a dar la obediencia de unDios menor a un Dios mayor, pero como un hombre a obedecer la santa ley de Dios, y en estesentido Él es nuestro ejemplo. El Señor Jesús vino a nuestro mundo, no a demostrar lo queDios puede hacer, sino lo que un hombre puede hacer, a través de la fe en el poder de Diosque brinda ayuda en cada emergencia.”—Traducido de Ellen G. White Comments, S.D.A.Bible Commentary, vol. 7, p. 929.

“Cristo vino a vivir la ley en su carácter humano, exactamente de la misma manera en quetodos pueden cumplirla en la naturaleza humana si hacen lo que Cristo hizo.”

“Se ha hecho abundante provisión para que el hombre finito y caído pueda relacionarse detal manera con Dios que, gracias a la misma Fuente por la cual Cristo venció en su naturalezahumana, el hombre pueda resistir firmemente toda tentación como lo hizo Cristo.”—MensajesSelectos, tomo 3, p. 146 “se aferró del trono de Dios, y no hay hombre o mujer que no tengaacceso a la misma ayuda a través de la fe en Dios. El hombre puede ser partícipe de lanaturaleza divina.” “Así se combinan la divinidad y la humanidad.”—Mensajes Selectos”, tomo1, p. 426. “Es el privilegio de cada creyente llegar a poseer la naturaleza de Cristo, unanaturaleza muy por encima de la que Adán perdió por su transgresión.”—Alza Tus Ojos , p. 17.“Cristo…vino a esta tierra a vivir la vida de obediencia que Dios requiere que nosotrosvivamos.”—Traducido de General Conference Bulletin, 1901, p. 481. “Justamente lo que tupuedes ser Él lo fue en naturaleza humana.”—Traducido de Ellen G. White, Letter 106, 1896.“Su vida testificó de que en base a la ayuda del mismo poder divino que Cristo recibió, esposible que el hombre obedezca la ley de Dios.”—Mensajes Selectos, tomo 3, p. 149.

Nuestro Salvador y Señor es ambos, nuestro Substituto y nuestro Ejemplo. Él da ambos, laseguridad del perdón y el poder para vivir sin pecado. Ha demostrado que no necesitamos vivirmás en rebelión. Jesús probó que con Dios lo imposible es posible. La encarnación fue elmayor riesgo de Dios y Su mayor victoria en el conflicto cósmico con Satanás. Por estonuestro futuro brilla de esperanza.

Por la victoria de Cristo en nuestra naturaleza caída, el camino está ahora preparado paraque Dios haga lo imposible en nosotros, quienes compartimos con toda la humanidad lanaturaleza caída. Lo que es totalmente imposible desde un punto de vista humano quizás seasimplemente la oportunidad de Dios de conseguir una vez más lo imposible.

CUATRO La Imposibilidad para el Hombre—Posibilidad para

Dios

Perfección parece ser una palabra problemática en estos días. ¿Qué es lo que realmentesignifica? Lo primero que deberíamos decir es que perfección es el resultado final de lajustificación por la fe. No es el método ni el fundamento de la justificación por la fe. Es laconclusión del proceso de justificación y santificación.

Algunos creen que no es espiritualmente saludable enfatizar el tema de la perfección.Sugieren que hablar de perfección o de no pecar es peligroso porque le quita la gloria a Cristoy les roba a los cristianos la seguridad de la salvación, al punto de que la venida de Jesús estemida en lugar de bienvenida.

Un estudiante en una de mis clases en Pacific Union College escribió un resumen muy claroacerca de esta actitud hacia la perfección. Indicó que la perfección es imposible de definir sindefinir el pecado, puesto que perfección es la ausencia de pecado. Puesto que hemos nacidoal pecado, nuestro problema son los malos deseos que hemos heredado, los cuales hacenimposible que hagamos otra cosa mas que pecar hasta la segunda venida de Cristo. Hasta uncristiano totalmente entregado tendrá malos pensamientos sugeridos por su entorno debido asu naturaleza pecaminosa, y esto lo hará menos que perfecto. Declaró que la vida sin pecadode Cristo fue producida por la naturaleza no caída. Cristo no es nuestro ejemplo porque nocomenzó a nuestro nivel por lo tanto no se debe esperar que nosotros finalicemos en Su nivel.La conclusión de este estudiante fue que la perfección será posible únicamente cuando nuestranaturaleza pecaminosa sea cambiada en la segunda venida. Puesto que somos pecadores pornaturaleza, no podemos dejar de pecar en esta vida.

¿Se da usted cuenta como las decisiones acerca de la naturaleza del pecado y la naturalezade Cristo afectarán las decisiones en todas las áreas de la justificación por la fe? Si las ideasque he resumido son verdad, entonces deberíamos redefinir una gran mayoría de lo quehemos creído y enseñado por muchos años en la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Si estasideas no son verdaderas, entonces necesitamos saber el porqué no lo son. Necesitamos volvera examinar la evidencia.

DefinicionesEs crucial que definamos pecado, sin pecado y perfección tan cuidadosamente como sea

posible. Si el significado principal de pecado es pecado por naturaleza, entonces nosconvertimos en pecadores cuando nacemos a este mundo. No obstante, si el significadoprincipal de pecado es un carácter pecaminoso, entonces somos pecadores por lo que

escogemos después de ser capaces de escoger entre lo bueno y malo. Si pecado es nuestranaturaleza, entonces no tenemos control sobre él, y somos pecadores por naturaleza. Pero siel pecado es nuestro carácter, entonces tenemos control sobre las elecciones que hacemos, ysomos pecadores por elección.

Sobre las mismas bases, si ser sin pecado significa una naturaleza sin pecado, entoncesesto es posible únicamente en la segunda venida de Cristo, porque mantenemos nuestranaturaleza pecaminosa hasta ese día. No obstante, si ser sin pecado significa un carácter sinpecado, entonces es posible lograrlo cuando sea que decidamos no pecar. Nuestra definiciónde pecado es el factor determinante. Si nos referimos a la naturaleza cuando usamos lapalabra pecado, entonces no puede existir perfección sino hasta la segunda venida de Cristo.Si nos referimos al carácter cuando usamos el término pecado, entonces perfección decarácter es una posibilidad antes de la segunda venida de Cristo.

Con estas definiciones en mente, analicemos la palabra perfección. Hay por lo menos cuatrodefiniciones de perfección que son relevantes. La primera es perfección absoluta. Algunasveces se dice que nosotros como seres humanos nunca podremos ser absolutamenteperfectos. Esto es correcto, porque perfección absoluta describe a Dios mismo. No hay otraperfección absoluta. De manera que, perfección absoluta no es posible para los seres creados—ni para los seres humanos ni para los ángeles. “La perfección angelical falló en el cielo. Laperfección humana falló en el Edén”—Traducido de Our High Calling, p.45.

Cuando Lucifer comenzó a sugerir que Dios era injusto, casi de la mitad de las huestesangelicales que le escuchó pensó que quizás él tenía razón. Entonces Dios sostuvo un conciliocelestial en el cual presentó la verdad acerca de Jesucristo como Dios en su totalidad,mostrando por lo tanto que los desafíos de Lucifer no tenían fundamento. Ver Patriarcas yProfetas, p.14. Luego de ese concilio aproximadamente un tercio de los ángeles se unió aLucifer y fueron echados fuera del cielo. (La referencia se encuentra en inglés en Testimoniesvolumen 3, pág. 115)

Esto significa que un número significativo de los ángeles que habían escuchado a Lucifer yhabían pensado que él quizás estaba en lo cierto cambiaron de parecer. Por lo tanto, nopodemos utilizar el término perfección absoluta para describir a estos ángeles quienescambiaron su forma de pensar a cerca de Dios y Lucifer. De hecho, los ángeles no estuvierontotalmente convencidos de que Dios estaba en lo correcto y que Satanás estaba equivocadosino hasta la cruz. Fue hasta entonces que eliminaron totalmente de Satanás todo su afecto.Ver El Deseado de todas las Gentes, pág. 707. Seguramente entonces, es justo decir queperfección absoluta no es un término que podemos aplicar cuando discutimos el temajustificación por la fe, puesto que ni siquiera aplica a los ángeles, sino únicamente a Dios.

La segunda definición de perfección es perfección de naturaleza. Nuestra naturalezapecaminosa será eliminada únicamente a la segunda venida de Cristo, después de la cual nohabrá más incitaciones pecaminosas internas. Así que, naturaleza perfecta, la cual involucra laeliminación de la tentación que viene de adentro de la persona, ocurrirá únicamente en lasegundo venida de Cristo. No podemos experimentar naturaleza perfecta antes de este evento.

No obstante, si nuestra definición de pecado y sin pecado se enfoca en el carácter,entonces podemos discutir los significados de perfección que serían alcanzables para nosotroshoy. Hay por lo menos dos aspectos del carácter que pueden ser descritos por las palabrasperfecto o perfección. El primero es rendir el carácter. Esto ocurre en el momento de la

conversión, cuando rendimos nuestras vidas completamente a Cristo. En ese momento somoscontados perfectos en Cristo. Nuestra perfección está completa en ese momento, pero soloestamos comenzando a caminar con el Señor. Estamos completamente rendidos al punto enque comprendemos nuestra condición y la voluntad de Dios para nosotros. Dios aceptará unaentrega total de todo lo que sabemos acerca de nosotros en ese momento. Por lo tanto,nuestra entrega de carácter o el rendir nuestro carácter, es perfecta porque es contada comoperfecta por Dios.

Pero hay otro concepto que debemos examinar—madurez de carácter. Si creemos que elpecado está sobre la base de la elección, entonces debemos también creer que podemoselegir no pecar. Madurez de carácter es simplemente la madurez de la cosecha en la vida delindividuo. Estamos madurando en Cristo cuando ya no escogemos pecar más en contra deDios. Escogemos no rebelarnos y eso puede ocurrir en cualquier momento. Si Jesucristo enverdad vive en nosotros a través del proceso de justificación y santificación, entonces Élcontrola nuestra vida, y nosotros no pecamos porque Cristo no peca. Cristo no hace algo queno esté en armonía con Su voluntad. Cuando pecamos, estamos escogiendo el control deSatanás. Estamos escogiendo dejar que Satanás opere en nuestra vida.

Este concepto puede ser expresado de una simple pero clara manera. Cristo entra—elpecado sale. El pecado entra—Cristo sale. No podemos tener a Cristo y al pecado reinandosobre el trono de la vida al mismo tiempo. Cristo no aceptará un corazón dividido. En uncarácter maduro Cristo está en control total, y por lo tanto no estamos escogiendo accionesrebeldes. Estamos escogiendo no rebelarnos en contra de Dios en pensamiento, palabra oacción. Lo que estamos haciendo es enfocarnos en lo que Dios puede hacer, no en lo que yopuedo hacer. Podríamos hablar por horas acerca de las imposibilidades del hombre caído,pero ¿Por qué no hablar de las posibilidades de Dios? ¿Por qué no podemos hablar de lo quees posible?

En referencia a nuestras definiciones, las definiciones que son más importantes para nuestroestudio son aquellas categorías sobre las cuales ejercitamos control. Si creemos que elpecado es por elección, entonces también creeremos que tenemos la capacidad de escogerobedecer. Podemos escoger rendirnos y creer en madurez. Porque Cristo provee el poderpara la victoria, un carácter sin pecado es posible para todos los cristianos entregados. Asíque, la perfección, cuidadosamente definida, es una realidad. No una imposibilidad. Las áreasen las cuales nosotros ejercitamos control son las que debemos estudiar.

El nuevo nacimiento trae perfección en Cristo, la cual es siempre suficiente para la salvación.Somos salvos sobre la base de esa entrega. El problema es que interrumpimos nuestraentrega a Dios. El poder de Cristo que habita en nosotros no cambia, pero nuestra entrega a

Él no es constante. Es esta interrupción la que debería cesar, porque deberíamos dejar queCristo nos controle todo el tiempo. El factor variable es la consistencia de nuestra entrega. Elpoder de Cristo es constante, pero nuestra relación flaquea algunas veces.

Seguro, tendremos una naturaleza caída hasta que Cristo venga. Pero podemos decidir noescoger nada en contra de la voluntad de Dios. Podemos tener un carácter sin pecadoposeyendo una naturaleza pecaminosa. Aquí vemos la importancia vital de un entendimientocorrecto respecto a la naturaleza de Cristo. Si Cristo venció las sugerencias de su naturalezacaída bajo el control del Espíritu Santo, entonces el mismo método está disponible paranosotros. No obstante, si Cristo no tuvo nuestra naturaleza, entonces el método no está claro.Es importante que recordemos que la culpa no es imputada por nuestra naturaleza, sinoúnicamente por las decisiones que tomamos y el carácter desarrollado.

Perfección en la BibliaJudas 1:24 expresa una verdad muy importante acerca de lo que Cristo puede hacer. “Y a

aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de sugloria con gran alegría.” ¿Puede Cristo guardarnos sin caída? Judas bajo inspiración dice queÉl es poderoso para guardarnos sin caída. Así que, caída no es una realidad inevitable ennuestras vidas. Cristo es capaz de guardarnos sin caída. En Filipenses 4:13 encontramos otroenunciado que debemos tomar seriamente. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” ¿Estodo posible en Jesucristo? ¿Realmente es cierto que la victoria sobre el pecado es posible?

Segunda de Pedro 2:9 dice, “sabe el Señor librar de tentación a los piadosos.” Entonces noes necesario que cedamos a la tentación, porque Él puede librarnos de la tentación. Nonecesitamos librarnos a nosotros mismos de la tentación, Dios puede. Él proveerá la salida sinosotros tenemos la voluntad de salir. Primera de Corintios 10:13 agrega, “No os hasobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará sertentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación lasalida, para que podáis soportar.” Dios ha prometido que Él no permitirá que ninguna tentaciónque venga sea tan fuerte para nosotros, que haga nuestra caída inevitable. Esto significa quela salida está disponible para cada tentación. No existe ninguna tentación que nos venga quehaga el pecado inevitable. Dios ha prometido que si confiamos en Él, Él nos mostrará la salidapara cada tentación.

Primera de Pedro 2:21,22 declara, “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristopadeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizopecado, ni se halló engaño en su boca;” Sabemos que Cristo vivió una vida sin pecado, peroalgunas veces no queremos reconocer el hecho de que Él es también nuestro ejemplo,exhortándonos a seguir Sus pisadas. Por supuesto, esto asume que Cristo nació de la mismaforma en que nosotros nacemos, sintiendo nuestras tentaciones y experimentando nuestrosdeseos. Si todo eso se cumplía en Él y Él no pecó, entonces Él puede ser un ejemplo paranosotros.

Primera de Juan 3:2-9 es un pasaje significante que se relaciona con nuestra posicióndespués de nuestra conversión. “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se hamanifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremossemejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza enél, se purifica a sí mismo, así como él es puro. Todo aquel que comete pecado, infringe

también la ley; pues el pecado es infracción de la ley. Y sabéis que él apareció para quitarnuestros pecados, y no hay pecado en él. Todo aquel que permanece en él, no peca; todoaquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. Hijitos, nadie os engañe; el que hace justiciaes justo, como él es justo. El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desdeel principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Todo aquelque es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; yno puede pecar, porque es nacido de Dios.” Si estamos en Cristo, no nos estamos rebelandoen contra de Él, y rebelión es pecado. Si permanecemos en Él, no pecaremos, porque Él nopeca en nosotros. Aquí regresamos a nuestra previa declaración que Cristo no peca.Entonces, si permanecemos constantemente en Cristo, Él no estará pecando en nosotros. Asíque, no nos estaremos rebelando ni en pensamiento, palabra o acción siempre y cuandopermanezcamos en Él.

Encontramos una declaración magnífica en Apocalipsis 3:21. “Al que venciere, le daré quese siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en sutrono.” El modelo para vencer es Jesucristo, y nosotros debemos vencer así como Él venció.Ciertamente, debemos depender de Su fortaleza y poder, pero se mantiene como cierto quedebemos vencer como Él venció. Segunda Corintios 10:5 es otra declaración clásica.“derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, yllevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.”

El ideal de Dios para nosotros es que traigamos todo pensamiento cautivo a Cristo. Noúnicamente los pensamientos positivos, pero aun los negativos, para que Él controle todosnuestros pensamientos y todas nuestras actitudes. Gálatas 5:16 agrega, “Digo, pues: Andaden el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.” Si el Espíritu Santo está en control, nocederemos a los deseos de nuestra naturaleza. No necesitamos caer y fallar constantemente,una y otra vez. La promesa en las Escrituras es que podemos vencer y que podemos ganarvictorias continuas en la lucha en contra de la carne.

Perfección en el Espíritu de ProfecíaElena de White habla poderosa y claramente sobre el tema del crecimiento a la madurez

espiritual. “Nosotros podemos vencer. Sí; entera y completamente. Jesús murió paraproveernos de una salida, para que venzamos cada temperamento malo, cada pecado, cadatentación y así podamos por fin sentarnos con Él.”—Traducido de Testimonies, vol. 1 p. 144.Por favor note que cada pecado debe ser vencido. Pero deberíamos recordar al leer estasdeclaraciones que nosotros vencemos, no por nuestras propias fuerzas, sino únicamente alrendirnos al poder de Dios, al permitirle a Jesús permanecer en nosotros constantemente. “Site pararas bajo la pancarta ensangrentada del Príncipe Emmanuel, fielmente cumpliendo Suservicio, no necesitas nunca ceder a la tentación; porque Uno que está a tu lado es capaz deguardarte sin caída.”—Traducido de Our High Calling, p. 19. Que maravillosa declaración. Nonecesitamos nunca ceder a la tentación. ¿Por qué? Porque Uno que está a nuestro lado escapaz de guardarnos sin caída. El poder de Dios es más fuerte que el poder de Satanás. Si lomantenemos a Él constantemente sobre el trono de nuestro corazón, nunca caeremos.

“No hay excusa para el pecado. Un temperamento santo, una vida semejante a la de Cristo,es accesible para todo hijo de Dios arrepentido y creyente.”—El Deseado de todas lasGentes, página 278. Pero regresemos al contexto escrito antes de esta declaración. Elena deWhite habla acerca del ideal elevado de Dios, aun más elevado que cualquier pensamiento

humano pueda alcanzar, para Sus hijos y se refiere al mandamiento de Jesús de ser perfectoscomo el Padre en los cielos es perfecto. Dice que este mandamiento es una promesa y queDios quiere que seamos completamente libres del poder de Satanás.

“La intervención del tentador no ha de ser tenida por excusa para cometer una mala acción.Satanás se alegra cuando oye a los que profesan seguir a Cristo buscando excusas por sudeformidad de carácter. Son estas excusas las que inducen a pecar.” A la luz de estospensamientos, Elena de White dice que no hay excusa para pecar. ¿No estamos acaso enpeligro cuando ponemos excusas cuando decimos, “Peco todos los días. No puedo hacer nadasino pecar. Es mi naturaleza pecar. Pecar es inevitable.”? ¿No hacemos que Satanás se llenede júbilo cuando ponemos excusas por nuestro carácter deformado? No hay excusa para elpecado. Ciertamente tenemos una excusa de haber nacido en un mundo pecaminoso y dehaber heredado una naturaleza caída, porque no tenemos otra opción ni control sobre eso,pero sí tenemos otra opción y control para el pecado. Esto es lo que Elena de White quieredecir cuando se refiere a perfección y ser sin pecado.

Elena de White nos dice que si estamos sometidos a Dios como Cristo lo estuvo, podemosposeer su perfección humana. Ver El Deseado de todas las Gentes, pág. 631. “Ni siquiera porun pensamiento cedió a la tentación. Así también podemos hacer nosotros.”—El Deseado detodas las Gentes, página 98. Es realmente un concepto maravilloso el que no tengamos queceder a la tentación ni siquiera en pensamiento si estamos siendo controlados por Jesús. “Lavida que vivió Cristo en este mundo, hombres y mujeres pueden vivirla con Su poder y bajo Suinstrucción. En su lucha con Satanás pueden ellos contar con toda la ayuda que Él tuvo.Pueden llegar a ser más que vencedores en Él, quien los amó y se entregó así mismo porellos.”—Traducido de Testimonies, vol. 9, página 22. Ya hemos visto que Cristo no tuvo algo asu disposición que nosotros no tengamos. Su poder provino del control del Espíritu Santosobre Su vida, y nosotros podemos poseer ese mismo poder si nos sometemos a Dios comolo hizo Él. (Mas detalle al respecto en el capítulo “¿Cómo vivió Cristo?”)

Cristo vino a esta tierra a mostrarnos que podemos obedecer la ley de Dios si dependemosdel poder de Dios como Él lo hizo. “Esa vida producirá en nosotros el mismo carácter ymanifestará las mismas obras que manifestó en él. Así estaremos en armonía con cadaprecepto de su ley.”—El Discurso Maestro de Jesucristo, página 68. Estas declaracionesdejan claro (1) que la ley de Dios puede ser obedecida y (2) que la obediencia es posibleúnicamente a través del poder dinámico de Dios que controla a la naturaleza débil ypecaminosa, la cual poseemos por heredad.

La siguiente declaración señala uno de los propósitos de la encarnación. Cristo vino connuestra débil, caída naturaleza para mostrarnos que no debemos desanimarnos por haberheredado una naturaleza caída. Él comprobó para motivarnos que si la humanidad escontrolada por la divinidad no hay necesidad de pecar en la vida. “El Salvador llevó sobre sí losachaques de la humanidad y vivió una vida sin pecado, para que los hombres no teman que laflaqueza de la naturaleza humana les impida vencer. Cristo vino para hacernos “participantesde la naturaleza divina,” y su vida es una afirmación de que la humanidad, en combinación conla divinidad, no peca.”—El Ministerio de la Curación, página 136. “Cristo vino a esta tierra avivir una vida de perfecta obediencia, para que el hombre y la mujer, a través de Su gracia,puedan también vivir una vida de perfecta obediencia. Esto es necesario para su salvación.”—Traducido de Review and Herald, marzo 15, 1906. Todo lo que Cristo hizo, incluyendo su

obediencia perfecta, está a la disposición de todos aquellos que deseen utilizar el mismométodo que Él utilizó para vencer.

Elena de White es bien explícita al decir que la causa de nuestros fracasos y pecadosdescansa sobre nuestra propia voluntad y no sobre nuestra débil naturaleza humana. (Ver “UnPoder que Transforma y Eleva,” Palabras de Vida del Gran Maestro, pág 70) “Mediante elplan de redención, Dios ha provisto medios para vencer cada rasgo pecaminoso y resistir cadatentación, no importa cuán poderosa sea.”—Mensajes Selectos, tomo 1, página 95. Es unconcepto recurrente en sus escritos que cada tentación puede ser resistida por el poder deCristo. Si en realidad cada tentación puede ser desechada por la voluntad, entonces elresultado inevitable será que dejaremos de pecar.

El concepto de vivir sin pecar es precisamente el enfoque de las tres siguientesdeclaraciones. El poder que proporciona Cristo al habitar dentro de nosotros es más fuerteque cualquier tentación a pecar. “No te acomodes en la silla de Satanás y digas que esimposible, que no puedes dejar de pecar, que no hay poder en ti para vencer. No hay poder enti apartado de Cristo, pero es tu privilegio tener a Cristo habitando en tu corazón por fe, y Élpuede vencer el pecado en ti, cuando tu cooperas con Sus esfuerzos.”—Traducido de OurHigh Calling, p. 76. “A cada uno que se rinda completamente a Dios es dado el privilegio devivir sin pecado, en obediencia a la ley del cielo”—Traducido de Review and Herald, Agosto28, 1894.

Elena de White enfatiza que Dios requiere perfección moral. Nunca debemos bajar elestándar por nuestras tendencias heredadas y cultivadas hacia el pecado. De hecho,imperfección de carácter es pecado y debe ser corregido. Cuando la persona comience acaminar hacia la perfección del carácter esto se manifestara así mismo en “perfección enacción.” Ver Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 268. Algunos han tratado de hacer unaseparación entre la relación con Dios y el comportamiento, afirmando que se puede tener unarelación con Dios a pesar de tener un mal comportamiento. Debería estar bien claro quecuando los deseos y motivos del corazón están en armonía con la voluntad de Dios, lasacciones harán lo mismo.

Al escribir acerca de los eventos finales de la historia de este mundo, Elena de White fuebien específica al decir que el pueblo de Dios estaría ganando victorias sobre pecadospersonales. “Pero antes de que venga ese tiempo [la segunda venida], todo lo que seaimperfecto en nosotros será quitado. Toda envidia, y celos, y malas sospechas, y todo planegoísta, habrán sido eliminados de la vida.”—Mensajes Selectos, tomo 3, página 488. Estadeclaración prueba de forma concluyente que el pueblo de Dios no estará pecando antes de lasegunda venida de Cristo, como algunos afirman. Hasta los motivos y sentimientospecaminosos serán vencidos por el poder de Cristo antes de la segunda venida.

Sabemos que hemos llegado a un principio extremadamente importante en nuestro estudiosobre el tema de la perfección. ¿Por qué es la perfección importante? ¿Qué prueba? “Lamisma imagen de Dios se ha de reproducir en la humanidad. El honor de Dios, el honor deCristo, están comprometidos en la perfección del carácter de su pueblo.”—El Deseado deTodas las Gentes, pagina 626. “El honor de Cristo debe sostenerse completamente sobre laperfección del carácter de su pueblo escogido.”—Traducido de Sings of the Times, Noviembre25, 1897.

El propósito de la perfección del carácter no es para que podamos ser salvos. La Salvación

ya ha sido alcanzada al rendir el carácter al momento de la justificación. La perfección tieneque ver con la credibilidad de la palabra de Dios. Dios ha afirmado que Su ley es razonable ypuede ser obedecida. Satanás ha cambiado esta afirmación, y la decisión final no ha sidopresentada.

El pueblo remanente de Dios tendrá un papel que jugar en la vindicación de la credibilidad deSu palabra. De hecho, Dios vindicará Su propio nombre dándole a Su pueblo el poder divinonecesario para obedecer Su ley perfectamente. “Si ha habido un pueblo en necesidad de unconstante incremento de la luz de cielo, es el pueblo que, en estos tiempos de peligro, Dios hallamado a ser depositarios de Su santa ley y para vindicar su carácter ante el mundo.”—Traducido de Testimonies vol. 5, p. 746. “¿Cómo será este mundo iluminado, sino por lasvidas de los seguidores de Cristo?” “El pueblo de Dios debe reflejar al mundo los brillantesrayos de Su gloria.” “Dios a enfatizado claramente que espera que seamos perfectos, yporque espera esto, ha hecho provisión para que seamos partícipes de su naturaleza divina.”—Traducido de Review and Herald, Enero 28, 1904. Así que, el desarrollo de la perfección decarácter en el pueblo de Dios es crucialmente importante para la resolución final del granconflicto entre Cristo y Satanás. De hecho, la razón de enfatizar el concepto de la perfeccióndel carácter del pueblo de Dios en los últimos días quizás sea el tema en cuestión resumido.

Será totalmente imposible para cualquiera de nosotros recibir el sello de Dios mientrastengamos defectos de carácter. No puede haber ninguna mancha o defecto en el templo denuestra alma. (La referencia se encuentra en inglés en Testimonies, vol. 5, p. 214). “Ahora,mientras que nuestro gran Sumo Sacerdote está haciendo propiciación por nosotros, debemostratar de llegar a la perfección en Cristo. Nuestro Salvador no pudo ser inducido a ceder a latentación ni siquiera en pensamiento...Satanás no pudo encontrar nada en el Hijo de Dios quele permitiese ganar la victoria. Cristo guardó los mandamientos de su Padre y no hubo en élningún pecado de que Satanás pudiese sacar ventaja. Esta es la condición en que debenencontrarse los que han de poder subsistir en el tiempo de angustia”—El Conflicto de losSiglos, página 680, 681.

Un concepto importante en nuestro estudio de la perfección es que esta nunca es estática.La perfección no tiende a cero. “Jesús, considerado como un hombre, fue perfecto, y auncreció en gracia…Hasta el cristiano más perfecto debe incrementar continuamente enconocimiento y amor a Dios.”

“Jesús se sienta como el refinador y purificador de Su pueblo; y cuando Su imagen estaperfectamente reflejada en ellos, ellos son perfectos y santos, y están preparados para latraslación. Un gran trabajo es requerido del cristiano. Somos exhortados a limpiarnos anosotros mismos de toda inmundicia de carne y espíritu, perfeccionando la santidad en eltemor de Dios.”—Traducido de Testimonies, vol.1, páginas 339, 340.

La perfección es crecimiento. Aun cuando el Cristiano maduro ya no se esta rebelando encontra de Dios, habrá mucho que aprender acerca de Dios y de sí mismo. El desarrollo seráun proceso continuo, aun por la eternidad. Cuando la rebelión es eliminada de la vida y elCristiano ya no cede más a los falsos halagos de Satanás, el crecimiento del carácter seráfenomenal conforme el Cristiano avanza hacia adelante en perfección.

Se ha dicho a veces que Elena de White nunca dijo que seríamos sin pecado antes de lasegunda venida. Los dos enunciados siguientes son bien claros acerca del estado sin pecadoprevio a la segunda venida. “Todo el que por fe obedece los mandamientos de Dios alcanzará

la condición sin pecado en que vivía Adán antes de su transgresión.”—En LugaresCelestiales”, página 146; ver también El Comentario Bíblico Adventista, volumen 6. Esteextraordinario enunciado dice que alcanzaremos la condición sin pecado en la que Adán vivióantes de su transgresión. Obviamente esto significa que Elena de White está usando ladefinición sin pecado que tiene que ver con el carácter. Ella se refiere a que podemos tener uncarácter sin pecado, no a una naturaleza sin pecado.

“Cristo ha dado cada provisión para la santificación de Su iglesia. Ha hecho abundanteprovisión para que cada alma posea tal gracia y fortaleza que será mas que vencedora en labatalla contra el pecado…Vino a este mundo y vivió una vida sin pecado, para que en Su poderSu pueblo también pueda vivir una vida sin pecado. Desea que ellos al practicar los principiosde la verdad muestren al mundo que la gracia de Dios tiene poder para santificar elcorazón.”—Traducido de Review and Herald, Abril 1, 1902. Note que el contexto de esteenunciado es la santificación y la ininterrumpida batalla en contra del pecado. En este tiempode la preparación antes del cierre de gracia, durante el proceso de santificación, podemos vivirvidas sin pecado. Claramente Elena de White no tiene temor de decir que podemos vivir unavida sin pecado, así como Jesús vivió una vida sin pecado en este mundo. Una vez más estoasume que al decir vida sin pecado se refiere a carácter sin pecado.

Una cosa no será transformada en la segundo venida de Cristo—el carácter. Nuestrosrasgos de carácter, desarrollados durante este tiempo de prueba, no serán cambiados por laresurrección. Tendremos las mismas disposiciones en el cielo que habremos desarrollado en latierra. Puesto que el carácter no es cambiado en la segunda venida, es de vital importanciaque la transformación del carácter suceda diariamente ahora. Ver El Hogar Adventista, pág.13.

No sea que este estándar elevado pueda desmotivar a cualquier Cristiano sincero, tenemosla promesa de que lo que sea que Dios espere de Sus hijos lo va a proveer por Su gracia.“Nuestro Salvador no requiere lo imposible de ninguna alma. No espera nada de sus discípulospara lo cual no esté dispuesto de que puedan realizarlo. No si junto con su orden no lesconcediera toda perfección de gracia a aquellos sobre los que confiere un privilegio tanelevado y santo. . . Nuestra obra es esforzarnos para alcanzar, en nuestra esfera de acción, laperfección que Cristo en su vida terrenal alcanzó en cada aspecto del carácter. El es nuestroejemplo.”—La Maravillosa Gracia, página 230. Aquí vemos claramente el consejo de quedebemos depender de Cristo para que nos perfeccione. Él es el que nos perfeccionará. Nopodemos perfeccionarnos a nosotros mismos. Debemos ver a Cristo como nuestro Ejemplo yseguir el plan que Él ha diseñado.

Algunos se han preguntado porqué la discusión sobre la naturaleza de Cristo debiera ocuparel tiempo y energía de los estudiantes de Biblia de hoy. Quizás estas declaraciones muestrenla importancia del tema. “Dios requiere de Sus hijos perfección de carácter.” “Quizás digamosque es imposible para nosotros alcanzar el estándar de Dios; pero cuando Cristo vino comonuestro sustituto y fianza, era un ser humano…Con Su divinidad cubierta por humanidad, vivióuna vida de perfecta obediencia a la ley de Dios.” “Como Cristo vivió la ley siendo humano, asídebemos hacer nosotros si nos tomamos del Fuerte para obtener fortaleza.”—Traducido deSigns of the Times, Marzo 4, 1897.

¿Ve que importante es entender la naturaleza que Cristo tomó y el método que usó paraobedecer? “A nadie se le impide alcanzar, en su esfera, la perfección de un carácter

cristiano…Dios nos invita a que alcancemos la norma de perfección y pone como ejemplodelante de nosotros el carácter de Cristo. En su humanidad, perfeccionada por una vida deconstante resistencia al mal, el Salvador mostró que cooperando con la Divinidad los sereshumanos pueden alcanzar la perfección de carácter en esta vida. Esa es la seguridad que nosda Dios de que nosotros también podemos obtener una victoria completa.”—Los Hechos deLos Apóstoles, pág. 425.

Si la naturaleza de Cristo fue diferente a la de nosotros, o si Él utilizó un método diferente alque nosotros podamos utilizar para vencer el pecado, seguramente sería visto mas allá decualquier razonamiento la posibilidad de que podamos hacer lo que Él hizo. Porque Sunaturaleza fue la nuestra y Su método el nuestro, tenemos esperanza de una victoria total ennuestras vidas. Él nos mostró como hacer de lo imposible algo posible, a través de Su poder yanimados por Su ejemplo. “En su vida y carácter, no sólo revela el carácter de Dios, sino lasposibilidades del hombre”—Mensajes Selectos, libro 1, p. 410. “El vino para cumplir todajusticia y, como cabeza de la humanidad, para mostrarle al hombre que puede hacer la mismaobra, haciendo frente a cada especificación de los requerimientos de Dios…Todo el que seesfuerza, puede alcanzar la perfección del carácter.”—La Maravillosa Gracia, capítulo La Ley:Norma de Dios.

Elena de White era bien estricta al reprobar a aquellos que negaban la posibilidad de viviruna vida en perfección de carácter. “Se requiere obediencia perfecta, y aquellos que dicen queno es posible vivir un vida perfecta declaran a Dios injusto y mentiroso.”—Traducido deManuscript 148, 1899. Fueron dos las razones por las cuales ella insistió en la necesidad decreer en la posibilidad de una perfección: Primero, por el peligro psicológico de excusarpecados personales, y segundo por la necesidad de guardar en lo más profundo de la mente elpoder de Cristo para dar la victoria sobre cualquiera y sobre todos los pecados personales. “Elamar y consentir pecado, es amar y consentir al autor del mismo, al enemigo mortal de Cristo.Cuando ellos [el pueblo de Dios] excusan y se aferran a la perversidad del carácter, dan aSatanás un lugar en sus afecciones, y le rinden homenaje.”—Traducido de Our High Calling, p.231. “Aquel que no tiene una fe suficiente en Cristo para creer que Él puede guardarlo depecar, no tiene la fe que le dará la entrada en el reino de Dios.”—Traducido de Review andHerald, Marzo 10, 1904.

Estas son declaraciones típicas de Elena de White en el área de la perfección y vida sinpecado. Constantemente ella habla acerca de cómo vencer y afirmar que no necesitamosceder a la tentación. Declara que podemos, a través de la dependencia en el poder de Dios,vencer como Él venció. Él nos mostró como, y podemos seguir sus pisadas. Una y otra vezElena de White dice que podemos vivir una vida de obediencia a Dios, y cómodamente utiliza eltérmino sin pecado al utilizarlo en este contexto.

La pregunta que muchos parecen estarse preguntado hoy es, ¿Ha alguien alguna vezalcanzado esta perfección de carácter? Elena de White responde, “El piadoso carácter de esteprofeta representa el estado de santidad que deben alcanzar todos los que serán “compradosde entre los de la tierra” (Apocalipsis 14:3) en el tiempo de la segunda venida deCristo.”—Patriarcas y Profetas, página 77. Ella describe que Enoc encontró necesario vivir enun tiempo cuando la contaminación moral a su alrededor era abundante, pero su mente estabaen Dios y en las cosas celestiales. Su rostro estaba iluminado con la luz que brillaba en elrostro de Jesús. La atmósfera que respiraba estaba contaminada de pecado y corrupción, y

aun así vivió una vida de santidad y no tuvo que ver con los pecados prevalecientes de laépoca. La referencia se encuentra en inglés en Testimonies, volumen 2, p. 122.Aparentemente Enoc escogió no pecar. El escogió poner su vida en armonía con la vida deCristo en una época en la cual las cosas estaban tan mal como nunca antes la han estado enla historia del mundo.

“Algunos pocos en cada generación desde Adán resistieron cada artificio y se mantuvieronen pie como nobles representantes de lo que le era posible al poder del hombre ser y hacer…Enoc y Elías son los mejores representantes de lo que la raza humana puede ser si desean, através de la fe en Jesucristo. Satanás estaba preocupado en gran manera porque estosnobles, hombres santos estaban sin mancha de pie entre la contaminación moral que losrodeaba, con un carácter justo y perfecto y fueron contados por dignos de ser trasladados alcielo. Así como se mantuvieron firmes con poder moral y rectitud noble, venciendo lastentaciones de Satanás, no los pudo traer bajo el dominio de la muerte. Se jactó que tenía elpoder para vencer a Moisés con sus tentaciones, y que podría estropear su carácterintachable y conducirlo al pecado de tomarse la gloria que le pertenecía a Dios para él mismodelante del pueblo.”—Traducido de Review and Herald, Marzo 3, 1894.

Aparentemente había algo especial acerca del carácter que desarrollaron Enoc y Elías antesde ser trasladados. Ellos, en efecto, escogieron resistir al pecado por el poder de Dios. Luegoencontramos esta bella declaración, “Y en nuestros días también hay Enocs.”—Palabras deVida del Gran Maestro, página 267.

¿Deberíamos Afirmar que Somos Perfectos?La respuesta de Elena de White a esta pregunta es muy clara. “Cuanto más cerca estéis de

Jesús, más imperfectos os reconoceréis, porque veréis más claramente vuestros defectos a laluz del contraste de su perfecta naturaleza. Esta es una evidencia de que los engaños deSatanás han perdido su poder.”—El Camino a Cristo, páginas 64, 65. Cuanto más nuestra vidase pongan en armonía con Jesús, menos vamos a darnos cuenta de lo bueno en nosotros.Cuanto más cerca estemos de Su ideal, más indignos nos sentiremos. “Cuanto más nosacerquemos a él y cuanto más claramente discernamos la pureza de su carácter, tanto másclaramente veremos la extraordinaria gravedad del pecado y tanto menos nos sentiremostentados a exaltarnos a nosotros mismos.”—Hechos de Los Apóstoles, página 448.

Entonces, ¿deberíamos proclamar que somos perfectos y sin pecado? “Aquellos que estánverdaderamente buscando la perfección del carácter Cristiano nunca consentirán elpensamiento de que son sin pecado.”—Traducido de The Sanctified Life, página 7. “No nosjactaremos de nuestra santidad…No podemos decir “Soy sin pecado,” hasta que este cuerpovil sea cambiado y transformado a Su cuerpo glorioso.”—Traducido de Signs of the Times,marzo 23, 1888. “Cuando el conflicto de esta vida esté terminado,…cuando los santos de Diossean glorificados, entonces y únicamente entonces será seguro declarar que somos salvos ysin pecado.”—Ibíd., Mayo 16, 1895.

Estos pasajes se refieren al hecho de declarar que estamos sin pecado, al pensamiento ennuestra mente de que somos sin pecado. Por favor note que únicamente cuando seamosglorificados será seguro declarar que somos salvos. De manera que hay una diferencia entreser salvo y declararnos como salvos.

Si esto es cierto, ¿podría haber una diferencia entre estar sin pecado y declararnos sin

pecado? “Ninguno que declare santidad es realmente santo. Aquellos quienes estánregistrados como santos en los libros del cielo ni se han dado cuenta del hecho, y son losúltimos en jactarse de su propia bondad.”—Traducido de The Faith I live By, página 140. Aquítenemos evidencia clara de que aquellos a quienes Dios llama santos nunca van a declararsesantos, mostrando que puede haber una diferencia entre ser sin pecado y declararse sinpecado.

¿Deberíamos declarar ser sin pecado? La declaración de ser sin pecado nunca será hechapor aquel quien está en armonía con la voluntad de Dios, porque cuanto más cerca estamos deDios, menos sentimos el deseo de declarar algo a cerca de nosotros mismos. Sentiremosrendir todo a los pies de la cruz—nuestra gloria, orgullo y lo que sea que hayamos obtenido.Quizás existan, aun en nuestros días, aquellos quienes están tan en armonía con la voluntad deDios que no se están rebelando ni en pensamiento, palabra o acción. Pero ellos serán losúltimos en declarar su condición.

El Cierre del Tiempo de PruebaSi verdaderamente creemos que existe un cierre para tiempo del tiempo de prueba y que

Dios demostrará algo especial después del cierre del tiempo prueba, entonces parece quedebemos creer también en la madurez completa de carácter, lo cual significa vivir sin ceder alos deseos pecaminosos. Después del cierre del tiempo de prueba “ya no habrá en el santuariosacerdote que ofrezca ante el trono del Padre las oraciones, sacrificios y confesiones deellos.”—Primeros Escritos, página 47. “También vi que muchos ignoran lo que deben ser a finde vivir a la vista del Señor durante el tiempo de angustia, cuando no haya sumo sacerdote enel santuario. Los que reciban el sello del Dios vivo y sean protegidos en el tiempo de angustiadeben reflejar plenamente la imagen de Jesús.” “Pero ya no habrá tiempo para ello ni tampocoMediador que abogue por ellos ante el Padre.”—Ibíd., p. 71. “Los que vivan en la tierra cuandocese la intercesión de Cristo en el santuario celestial deberán estar en pie en la presencia delDios santo sin mediador. Sus vestiduras deberán estar sin mácula; sus caracteres, purificadosde todo pecado por la sangre de la aspersión. Por la gracia de Dios y sus propios y diligentesesfuerzos deberán ser vencedores en la lucha con el mal.”—El Conflicto De Los Siglos, página478.

Habrá una diferencia en el cielo después del cierre del tiempo de prueba, en que no habráministerio sacerdotal ejercido por Jesús. No habrá Intercesor, Mediador, rogando por la causade los pecadores delante del Padre. Ahora esto no significa que el poder de Jesús que habitaen Su pueblo en la tierra será removido. Pero el ministerio sacerdotal del perdón finaliza alcierre del tiempo de prueba. “Durante ese tiempo terrible, los justos deben vivir sin intercesor,a la vista del santo Dios.”—Ibíd., página 671. “En ese terrible momento, después que terminóla mediación de Jesús, los santos tuvieron que vivir sin intercesor en presencia del Diossanto.”—La Historia de La Redención, página 423. El fin del trabajo de intercesión de Cristosignifica que no habrá más perdón para los pecados después del cierre del tiempo de prueba.Si el ministerio del perdón de los pecados cesadota de cesar, entonces parece imperativo queno haya más pecados provenientes de aquellos quienes han sido sellados por Dios luego delcierre del tiempo de prueba. Solo podemos ser perdonados si Jesús está intercediendo pornosotros y perdonando nuestros pecados.

Creo que la razón principal del corto retraso antes de la venida de Cristo durante la cual nohay Mediador es para dramatizar delante el universo la realidad del poder completo de Dios

sobre el pecado en la vida de aquellos de quienes su voluntad está totalmente y para siempreunida con la Suya. Algunas de las mimas personas quienes inicialmente traicionaron suconfianza sagrada al estar de acuerdo con Satanás en que era imposible obedecer la ley deDios van finalmente a demostrar que realmente no hay excusa para el pecado. El cierre deprueba jugará una parte importante en la demostración final que Dios hará delante de Suuniverso: que, indudablemente, es posible para el hombre caído obedecer la ley de Dios, lacual es justa, buena y santa.

Si vamos a tomar seriamente las admoniciones bíblicas de vencer, la realidad del cierre deltiempo de prueba, y el desafío a los 144,000, entonces también debemos tomar seriamente laverdad de vivir sin pecado. Por lo tanto, debemos recordar que cuando estamos discutiendoperfección, estamos hablando del objetivo—el resultado final. Nuestro enfoque necesita estaren la justificación y santificación, porque este es el método por el cual se recibe la salvación.Jesús perdona nuestros pecados. Viene a nuestras vidas con poder y victoria. Cuando nosenfocamos en justificación y santificación, el resultado final de nuestro objetivo proseguiránaturalmente. Será el resultado natural de dejar que Dios haga Su trabajo completo ennuestros corazones. Como el atleta que al correr en la competencia se enfoca en las últimasyardas recordando que son el final de la carrera, así el cristiano se enfoca en Su relación conCristo hoy mientras recuerda que hay un objetivo al final de la carrera.

Resumen de la Perfección BíblicaPrimero, debemos estar bien claros en lo que no es la perfección. Si entendemos que es

perfección, debemos estar completamente alejados de aquellos conceptos que están enoposición con la doctrina bíblica de la perfección. Creo que la mayoría de las objeciones a ladoctrina de perfección están basadas sobre malos entendidos sobre su concepto. Laperfección nunca es absoluta, ni ahora ni después de la venida de Cristo. La perfección nuncaes la igualdad con Dios. No significa falta de debilidad o libertad de la tentación. No significaestar exentos de enfermedad o la ausencia de errores mentales o físicos. Ninguno que seaperfecto en su caminar sentirá jamás que es perfecto.

El término perfeccionismo tiene una connotación negativa en muchas mentes. Estrictamentehablando, no debería haber algo negativo con la palabra, porque esta simplemente describeuna creencia en la perfección. Pero en muchas mentes, perfeccionismo describe una extremay distorsionada vista de la perfección. El perfeccionismo, en este sentido negativo, enfatiza unpunto absoluto mas allá del cual no habrá mas desarrollo. Esta creencia de hecho, se originade la filosofía Griega en lugar de la Biblia Este enfoque distorsionado del perfeccionismo seenfoca en la calidad del hombre, la cual puede existir independientemente de la presencia deCristo en él.

No queremos estar involucrados en una perfección extremista porque es un legalismocentrado en el yo, un legalismo que coloca al yo en el trono del corazón una y otra vez y quitaa Cristo del control de la vida. Motiva a forzar la obediencia, entonces la persona se vuelveobediente por los esfuerzos propios. Este perfeccionismo extremista es extremadamentepeligroso, así como también lo es la doctrina de la imperfección, la cual permite que lapecaminosidad e impotencia del hombre cubra las promesas de Dios para el pecadorarrepentido a través de otorgarle el poder de la presencia del Espíritu Santo.

Dudar que la perfección es un objetivo realista es dudar del poder viviente para lograrlo, el

cual Dios ha prometido. La imperfección no reconoce a Jesús como el completo Substituto yEjemplo del hombre, quien demostró que la ley de amor de Dios puede ser guardada y que elhombre puede ciertamente ser un vencedor aquí y ahora. Creo que la doctrina bíblica de laperfección es diferente de ambos extremos de perfeccionismo e imperfección.

Habiendo descrito lo que no significa la perfección, creo que es necesario decir que significaperfección. Perfección significa estar en una relación tan cercana con Cristo que el individuocesa de responder a las insinuaciones internas o externas a pecar. Perfección significa unaentera cooperación con Cristo. Significa una continua muerte y renuncia al yo y a la voluntad einclinación independiente. La perfección es el rechazo total al egoísmo y el orgullo. Es la fusiónde la voluntad del hombre con la de Cristo para que el Espíritu Santo tenga ultimadamentetodo el control. Es un ejercicio no quebrantable de la fe la cual mantiene al alma pura decualquier mancha de pecado o deslealtad hacia Dios. Se refiere al dinámico crecimiento delestilo de vida de la persona quien refleja la vida de Jesús, para que no ceder más a la rebelión,a los deseos pecaminosos. Perfección es tener el carácter de Cristo, combinando una relacióncon Dios como Cristo la tuvo, con las cualidades de carácter que Él manifestó. Es vivir una vidade madurez espiritual, llena de los frutos del Espíritu y sin pecado. Si la perfección esentendida correctamente, la veremos en términos de madurez de carácter, lo cual significa queviviremos en armonía con la voluntad de Cristo. Él mora dentro de nosotros, y esto impediráque la rebeldía, los deseos pecaminosos ganen el control.

A pesar que esta doctrina parece estar clara en el Nuevo Testamento y en los escritos deElena de White, el pensamiento de algunos de que Dios no requiere de su pueblo un caráctersin pecado antes de la traslación esta bien grabado en la mente. Quizás estas malasinterpretaciones de lo que Dios está tratando de decir a Su pueblo no son intencionales, oquizás ni siquiera son concientes. Este error comienza con la mala interpretación del conceptode pecado y cómo vivió Cristo como hombre, y está perpetuado en las malas interpretacionesde justificación por la fe. Vea pues que si Jesús fue únicamente el Sustituto del hombre pero nosu Ejemplo, entonces el desafío de hacer lo que Él hizo es inmensurablemente reducido. “Deahí que trate constantemente de engañar a los discípulos de Cristo con su fatal sofisma de queles es imposible vencer.”—El Conflicto de los Siglos, página 544.

Correctamente entendida, la justificación por fe en el contexto del poder de Dios paraguardar al hombre sin caída es convincente, dinámica y una fuerza positiva en la vida de lapersona. Conociendo bien sus propias debilidades cuando está separado del poder de Dios, elhombre de fe ahora ve que puede lograr en su vida, y encuentra el gozo más grande al viviruna vida victoriosa. Entonces el mensaje Bíblico se convierte excesivamente simple. “Jesús lohizo, y a través de una dependencia con Dios, Yo también puedo. Puedo vivir a través de la feen mi Padre celestial.” En esta experiencia estaremos viviendo sin pensamientos rebeldes enninguna área de nuestra vida. Habremos alcanzado la perfección de carácter teniendo unanaturaleza caída que aun puede cometer pecado. No tendremos mas incursiones ocasionales ala tierra de la indulgencia propia. Siempre diremos No como Jesús dijo No a todas lastentaciones. Al silencio de la última y persistente pregunta a cerca de que quizás Jesús fue sinpecado porque Él era Dios, la última generación probará más allá de la sombra de la duda quehombres y mujeres con naturaleza caída pueden vivir sin pecado. Esta demostración finalcontribuirá a vindicar el carácter de Dios, Su gobierno, justicia y misericordia—y el granconflicto estará bien cerca de su final.

¿Podemos aceptar este desafío? “Cristo tomó la humanidad y cargó con el odio del mundopara poder mostrar a los hombres y las mujeres que podían vivir sin pecado, que suspalabras, sus acciones y su espíritu podían ser consagradas a Dios. Podemos ser perfectoscristianos si manifestamos este poder en nuestras vidas.”—Alza tus Ojos, página 301; énfasisagregado. Dios ha prometido que Él puede dar la victoria sobre todo pecado. Por estapromesa, la perfección bíblica nunca debería ser un tema desalentador; en su lugar deberíaser el prospecto más glorioso que nunca antes se haya presentado delante del pueblo de Dios.Dios, en verdad, puede guardarnos sin caída.