Capitulo xxi

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Transcript of Capitulo xxi

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SINTESIS EL HOMBRE QUE CALCULABA 2

EST 118

MATEMATICAS III

ERICK DAVID GIL RAMIREZ 3B

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INDICE

INTRODUCCIÒN…………………………………………………………………………………………………………….. 3

CONTENIDO …………………………………………………………………………………………………………………. 4

ACTIVIDAD ………………………………………………………………………………………………………………….. 9

CONCLUSIÒN ……………………………………………………………………………………………………………. 10

FUENTE ………………………………………………………………………………………………………………….. 11

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INTRODUCCIÒN

En esta última parte de la síntesis, veremos la etapa final de Beremiz Samir y el Bagdalì, ya que dentro de muchos otros problemas donde se necesita la ayuda de Beremiz, èste al final es puesto a prueba con un desafío e interrogación de los siete hombres màs sabios de Persia, èste los logra vencer y resuelve cada uno de los casos solicitados con su gran agilidad mental, lógica y sabiduría.

Èste se decide casar con Telessim, junto con el Bagdalì satisfechos se encaminan hacia Constantinopla donde desarrollan sus vidas.

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CAPITULO XXI

Trata de que el Beremiz Samìr y el Bagdali estando en la bella ciudad de los caifas, la alumna de Beremiz ya presentaba adelantos. En la tarde de un dìa Beremiz y el Bagdalì fueron interrumpidos por el viejo Salim, el cual buscaba la ayuda de Beremiz para resolver un problema del poderoso gran visir Ibrahim Maluf, fue llevado con este y le contò su dilema:

En la prisión hubo un incendio y como pago de su sufrimiento se redujeron a la mitad, la pena de todos los presos, y había uno que le habían dado cadena perpetua y no sabìa como reducir su pena a la mitad, entonces Beremiz dijo: es un problema delicado, ya que entraron en cuestión las matemáticas y la Ley, y èste pidió para poder resolver el dilema visitar la celda de este preso llamado Sanadik, ya que Beremiz comentó que en las celdas se encontraban datos y formas de pensar de los presos, y el visir Maluf permitió su visita.

CAPITULO XXII

Al llegar Beremiz observò que la prisión de Bagdad parecía una fortaleza Persa o China muy segura. Al llegar a la celda acompañados por un carcelero, èsta se encontraba en la parte màs profunda de la prisión y estaba en terribles condiciones, el aire era obscuro y terrible.

Al ver al condenado Sanadik semi desnudo, con gran barba Beremiz dijo que era increíble que èste hombre sobreviviera a tal situación, Beremiz examinò cada detalle escrito en la celda desde blasfemias y extraños indicios, llegó a una conclusión.

Al retirarse y llegar Beremiz y el bagdalì al salòn rico estaba el visir Maluf rodeado de cortesanos, secretarios y varios jeques y ulemas de la corte. Beremiz dijo lo siguiente: èste hombre tenía sòlo por delante ocho años de vida cuando fue detenido, ahora èste había estado preso cuatro años, igual a la mitad de su vida completa, entonces Beremiz dijo que èste debería ser considerado en libertad, con la condición de que Sanadik sea puesto en libertad condicional bajo vigilancia de la Ley.

Los hombres de la corte asentaron su propuesta y les gustò tanto que la adoptaron, y con gran frecuencia, las aplicaban en sus sentencias.

CAPITULO XXIII

Beremiz por la mañana recibió inesperadamente la visita del príncipe Cluzir Scha, èste venìa con 30 jinetes montados con adornos de oro, al último iba el poderoso Majarajà acompañado por dos secretarios, tres médicos y diez pajes, Beremiz maravillado bajò a recibirlos, el príncipe al verlo dijo que al oìr de èste, querìa ofrecerle el puesto de secretario o director del observatorio de Delhì, èste también ofreció ir a la Meca y luego a la India.

Beremiz dijo que primero tenía que enseñar las bellezas de la geometría a la hija del Lezid, el Majarrajà mencionò el famoso problema “las perlas del rajà” que si lo podría resolver, y Beremiz

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con seguridad dijo, se trata de un rajà que dejó a sus hijas cierto número de perlas y dijo que la división se hiciera del siguiente modo: la hija mayor se quedarìa con una perla y un séptimo de lo que quedara, la segunda hija recibirìa dos perlas y un séptimo de lo restante, la tercera joven recibirìa tres perlas y un séptimo de lo que quedarà y asì sucesivamente.

Las hijas màs jóvenes protestaron diciendo que ellas resultaban perjudicadas. El juez dijo que la división propuesta por el rajà era justa y perfecta y tenía razón.

La pregunta era ¿Cuántas perlas habían y cuantas eran las hijas del rajà? Y Beremiz dijo: las perlas eran 36 y tenìan que ser divididas entre seis personas, la primera recibió una perla y un séptimo de 35, 5 es decir recibió realmente 6 perlas y quedaban 30, la segunda de las 30 que encontró recibió dos y un séptimo de 28 que es 4 y luego recibió 6 y dejó 24, la tercera de las 24 que encontró recibió tres y un séptimo de 21, es decir 6 y dejó 18, la cuarta de las 18 que encontró se quedó 4 màs un séptimo de 14, entonces recibió también 6 perlas, la quinta encontró 12 perlas de ellas recibió 5 y un séptimo de siete, es decir 1 entonces igual recibió 6 perlas, la hija menor recibió las últimas 6 perlas sobrantes. Y Beremiz dijo el problema era en lo màs mínimo fácil.

En aquel momento el príncipe preguntò por el número 142,857 ya que estaba escrito 5 veces en las paredes del cuarto y Beremiz explicó que si se multiplica por los números 1, 2, 3, 4, 5 y 6 sòlo cambiarà el orden de los números y su valor, después dijo que el número 142, 857 era un número cabalístico.

Entonces Beremiz mencionò que eso se lo había enseñado el Derviche NO-Elim, entonces el príncipe reconoció ese nombre y tras escuchar sobre èste quedaron que Beremiz viajarìa con ellos siempre y cuando buscaran al NO-Elim para apoyarlo.

CAPITULO XXIV

Un dìa el rencoroso taratir pasò por la casa del Bagdalì para dañar a Beremiz, èste estaba rodeado por sicarios, después el Bagdalì le habizò de lo sucedido a Beremiz y èste sin preocupación alguna prodigio en sus pensamientos, sobre el epitafio de Diofanto, después llegó el Capitàn Hassan Maurique, jefe de la guardia del Sultàn, ète había oído hablar del problema de los camellos y desde entonces exaltaba al caldulador Beremiz Samìn.

Despuès Beremiz le comentó a Hassan sobre los sicarios y Tara-tir., después al regresar el mismo dìa Hassan envió un aviso que decía que todo estaba resuelto, que había mtado a los sicarios y que a Tara-tir lo habían golpeado y corrido a Damasco.

Al enseñar esto el Basdalì a Beremiz, èste recordó la curiosidad numérica de los números 8 y 27 y explicó que 8 y 27 son los únicos números cubos e iguales, después contò como murió Arquimides y dijo que las matemáticas las hacìa olvidarse de los peligros de la vida.

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CAPITULO XXV

Beremiz y el Bagdali fueron infomados que el soberano preparaba una sorpresa para el calcuista, ya que organizaron un torneo para èste contra matemàticaos en público, el Bagadlì nervioso puso su confianza en Beremiz al llegar al salòn único con el Caifàz y el príncipe Cluzin Siha (el cual era el invitado de honor), fue presetado y antes de empezar, le dieron su anillo regalado a Beremiz para la “suerte” al igual, Telessim tenía una alfombra tejida con palabras de amor hacia Beremiz, èste al verlas es conmovido, entonces èste será recompensado como ningún otro por iniciarse el torneo.

CAPITULO XXVI

El primer hombre en encuestar contra Beremiz Samin fue Mohadeb Ibhage Abner-Rama, èste se especializaba en teología y retòrica.

Este le hizo preguntas sobre “l coràn” y le pidió 15 indicaciones numéricas, Beremiz Samir al pensar respondió 16 indicaciones numéricas perfectas sin ningún error.

CAPITULO XXVII

El segundo hombre que interrogò a Beremiz Samir fue un historiador y èste le preguntò al calculador sobre un personaje que se había suicidado por no poder mirar al cielo y Beremiz respondió, Eratòstenes y a parte diò la historia de èl porquè de su suicidio y diò una pequeña biografía sobre èl.

CAPITULO XXVIII

El tercer sabio era un astrónomo llamado Abul Hassan Ali, el cual le pregutò a Beremiz, ¿Es posible extraer en matemáticas una relga falsa de una propiedad verdadera?, entonces Beremiz le diò una explicación con un número de 4 cifras al quererle sacar raíz cuadrada, entonces Beremiz llegó a la conclusión, es posible en matemáticas llegar a la verdad por simple observación, no obstante hay que poner cuidado especial en evitar la “falsa inducción”.

Entonces el cuarto sabio se puso de pie èste era poeta, filòsofo y astròlogo llamado Jalal Ibn-Wafrid y èste dijo que para poder entender su pregunta antes necesitaba oir su historia, entonces narrò lo siguiente

CAPITULO XXIX

La historia cuenta que un poderoso rey llamado Astor conocido como “el sereno” mandò a llamar a los tres mayores sabios de Persia y les dijo: En este palacio hay tres salas iguales completamente vacìas, cada uno de ustedes será el encargado de llenar una de ellas, pero èsta tarea no podrá gastar suma mayor que la que acaba de recibir o sea 2 dinares de plata, después se fueron los sabios, después de unas horas regresaron, el rey esperando sus resultados les preguntò y ellos diero sus resultados:

1ro: había gastado sus dos dinares en varios sacos de heno y con ellos había llenado la sala.

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2do. Habìa gastado sòlo medio dinar, ya que había comprado una vela para llenar la sala de “luz”.

3ro. Pensò en dejar la habitación llena de aire y oscuridad tal y como estaba, pero decidió actual al igual que los otros sabios y èste tomò un puño de heno del primer sabio y lo quemò con la vela del segundo sabio y asì lleno su sala de humo, el rey facinado con las tres respuestas dijo que el primero sabìa enfrentarse a la parte material de la vida y que el segundo sabìa lo que era la espiritualidad, pero el tercero sabìa enfrentar tanto la parte material como la parte espiritual, para alcanzar la perfección.

El rey nominò a èste como el màs sabio de Persia y tal vez del mundo, entonces terminada esta historia el sabio le dijo que si conocía la multiplicación famosa que todos los hombres cultos conocían y que sòli figura un factor, entonces Bermiz respondió que la única multiplicación famosa con un sòlo factor citada por los historiadores es la de los panes, hecha por Jesùs y el único factor que se utilizaba era el poder milagroso de la voluntad de Dios

El sabio quedó encantado y se retirò satisfecho.

Al levantarse el quinto sabio llamado Nacif Rahal èste le dijo a Beremiz que contara una leyenda en la que aparezca una división de 3 por 2 sin dejar resto.

Entonces el calculador relatò el siguiente caso:

CAPITULO XXX

El calculista Beremiz contò que eran un león, un tigre y un chacal, caminaban y encontraon una oveja, un cerdo y un conejo, el león preguntò al tigre como dividir esos tres entre 3, el tigre dijo que la oveja sea para el león y el cerdo para èl y el conejo para el chacal, el tigre enojado por la respuesta matò al tigre, luego le preguntò al chacal como dividir esos tre entre dos, ète le contestò que todo se lo comiera el león y esa respuesta sì le gustò al león, y el se comerìa las sobras, la respueta sorprendió al sabio y se retirò satisfecho, después el sexto anciano se puso de pie el cual era cordobes entonces èste contò lo siguiente:

CAPITULO XXXI

Trata de una princesa llamada Dahize èta había cumpoido 18 añosy tres príncipes le pidieron matrimonio, los cuales llamados: Avadìn, Benefin y Comozàn.

El rey Cassim (su padre) estaba indeciso pero la hija dijo que se casarìa con el màs inteligente, entonces el rey llamò a que los màs sabios les hicieran un riguroso examen, el cual con facilidad lo pasaron, entonces el rey constò a un dervich èste propuso una idea y la tomaron, a cada uno le podrían un disco en la esplada y sòlo habían 5 discos, 3 blancos y uno negro al utilizar èste método, los dos primeros príncipes fallaron (Comozàn y Benefin), entonces el tercero al ver su gran problema utilizò la lógica y descubrió la respuesta.

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Al acabar de contar esto el anciano le preguntò a Beremiz Samìn ¿Còmo descubrió la respuesta? Y ¿Cuàl fuè la respuesta? Entonces Beremiz le respondió diciendo que por la lógica su disco era blanco y le explicó a èste porquè entonces el ansiano sorprendido se retirò.

CAPITULO XXXII

El séptimo y ùltimo sabio se puso de piè y contò:

Un mercader de Bernaes tenía 8 perlas, siete pesaban igual y la 8 un poco menos ¿Còmo saber cual era?

Entonces Beremiz dijo que simplemente dividirían en 3 grupos las perlas 2 de 3 y uno de 2 y se fuera penando cada grupo con otro y asì fácilmente determinarìan cual era entonces el séptimo anciano satisfecho con la respueta exlcamò un poema hacia Beremiz.

CAPITULO XXXIII

Al finalizar como prometido el rey dijo a Beremiz que si querìa riquezas, un templo etc, Beremiz negó todo esto y dijo que èl sòlo querìa a Telessim hija de Lezid, entonces todos sorprendidos, el rey mandò traer al Lezid le preguntò sobre esto y èl aceptò cuando de repente se impuso el poderoso Emir y le propuso que si Beremiz le resolvía el problema situado èste se podría casar entonces aceptò, y el problema era:

Habìa 5 esclavas 3 con ojos azules las cuales ment`lian y 2 con ojos negros las cuales decían la verdad. Entonces sòlo podía hacer tres preguntas fáciles a las esclavas y asì decirles cuales eran as de ojos negros y ojos azules, ya que estaban cubiertas con un manto negro cada una.

Entonces Beremiz les preguntò a una que de què color eran sus ojos èsta respondió en chino, o cual desconcertó a todos , entonces Beremiz fue preguntando asì a la segunda y a la tercera y Beremiz fue al centro y dijo que la primera tenía ojos negros, la segunda azules, la tercera negros y las dos últimas azules, entonces a ver que estaba en lo correcto el Emir se retirò.

CAPITULO XXXIV

En la tercera luna del mes Rhegeb del año 1258 fue atacada Bagdad por mongoles de tártaros, la ciudad quedó reducida a ruinas, pero Beremiz, el Basdali y Telessim se habían dirigido a Constantiopla después de la muerte del príncipe Cluzin Scha, Telassim era cristiana y convenció que Beremiz lo fuera también, siendo bautizado. El Bagdalì o visita todas las semanas, Beremiz logró estar con su esposa y tres hijos, èste nos dice que la verdadera felicidad sòlo puede existir a la sombre de la religión cristiana.

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ACTIVIDAD

ACERTIJOS SABIDURIA REGLAS INGENIOTELESSIM HISTORIASULEMAS AJEDREZASTROLOGIAASTRONOMIABAGDADBAGDALIBEREMIZSAMIRCALCULARDESAFIOS

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CONCLUSIÒN:

Las matemáticas además de ser necesarias, son en mi opinión todo gracias a que el mundo se sostiene.

Recomiendo en gran manera que se lea éste libro, ya que dà consejos de mucha importancia, tanto en la vida y la influencia con las matemáticas en el mundo y en la vida, como el amor y los desafíos de tenerlo.

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FUENTE:

EL HOMBRE QUE CALCULABA DE MALBA TAHAN

VERÒN EDITOR. COLECCIÒN AEDO. BARCELONA