CAPITULO II EL PROBLEMA OBJETO DE INTERVENCIÓN...

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16 CAPITULO II EL PROBLEMA OBJETO DE INTERVENCIÓN PROFESIONAL DEL TRABAJO SOCIAL II.1. Contextualización del Trabajo Social en el Centro de Apoyo para la Mujer dependiente de la Dirección de Salud Pública Municipal Actualmente el Centro de Apoyo para la Mujer dependiente de la Dirección de Salud Pública Municipal no cuenta con profesionales de trabajo social, sin embargo; es importante destacar que el rol profesional lo desempeñan específicamente dos enfermeras que laboran en la institución y dos practicantes de enfermería. Las acciones que dicho personal realiza están encaminadas a la orientación, canalización, seguimiento y realización de pláticas dirigidas a las y los usuarios en donde se abordan temáticas referidas a los métodos utilizados por las sexo-servidoras para la prevención de las diferentes infecciones de transmisión sexual que se presentan en este grupo de población. El contenido de las pláticas que se llevan a cabo se centra en diversos temas de interés para la población objetivo; es decir, para las sexo-servidoras, así también son de importancia para el personal médico. Entre las temáticas más significativas encontramos: infecciones de transmisión sexual, planificación familiar, cáncer cérvico uterino y mamario. Cabe señalar que dichas actividades se realizan dentro del espacio físico del CAPM así como, en los lugares de trabajo de las sexo-servidoras (table-dance, bares, salas de masajes, casas de huéspedes, entre otras). La tarea que llevan a cabo las enfermeras con las mujeres que demandan el servicio del centro, está enfocada a la orientación y canalización de aquellos casos donde se detecte algún tipo de cáncer. En dichos casos se requiere de una atención médica más especializada ya que se trata de prevenir y/o evitar que este tipo de infección presente consecuencias de mayor riesgo.

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CAPITULO II EL PROBLEMA OBJETO DE INTERVENCIÓN PROFESIONAL DEL TRABAJO SOCIAL II.1. Contextualización del Trabajo Social en el Centro de Apoyo para la Mujer dependiente de la Dirección de Salud Pública Municipal

Actualmente el Centro de Apoyo para la Mujer dependiente de la

Dirección de Salud Pública Municipal no cuenta con profesionales de trabajo

social, sin embargo; es importante destacar que el rol profesional lo

desempeñan específicamente dos enfermeras que laboran en la institución y

dos practicantes de enfermería. Las acciones que dicho personal realiza están

encaminadas a la orientación, canalización, seguimiento y realización de

pláticas dirigidas a las y los usuarios en donde se abordan temáticas referidas

a los métodos utilizados por las sexo-servidoras para la prevención de las

diferentes infecciones de transmisión sexual que se presentan en este grupo de

población.

El contenido de las pláticas que se llevan a cabo se centra en diversos

temas de interés para la población objetivo; es decir, para las sexo-servidoras,

así también son de importancia para el personal médico. Entre las temáticas

más significativas encontramos: infecciones de transmisión sexual,

planificación familiar, cáncer cérvico uterino y mamario. Cabe señalar que

dichas actividades se realizan dentro del espacio físico del CAPM así como, en

los lugares de trabajo de las sexo-servidoras (table-dance, bares, salas de

masajes, casas de huéspedes, entre otras).

La tarea que llevan a cabo las enfermeras con las mujeres que

demandan el servicio del centro, está enfocada a la orientación y canalización

de aquellos casos donde se detecte algún tipo de cáncer. En dichos casos se

requiere de una atención médica más especializada ya que se trata de

prevenir y/o evitar que este tipo de infección presente consecuencias de mayor

riesgo.

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Con relación al seguimiento de los casos, se realizan llamadas

telefónicas a los domicilios de las sexo-servidoras con el propósito de conocer

las condiciones de salud prevalecientes. Cabe señalar que las mujeres acuden

al centro a través de la programación de citas, con el fin de mantener

actualizado el expediente clínico, y de esta manera asegurar y garantizar que

las mujeres están cumpliendo con el tratamiento indicado para el control de la

infección que haya sido detectada por el propio centro.

II.2. La Definición del Problema Objeto de Intervención Profesional

Es de gran importancia definir el problema objeto de intervención

profesional, en el cual Cecilia Tobón plantea que “definir el problema objeto de

intervención es delimitar que aspectos de una necesidad social son

susceptibles de modificar con nuestra intervención profesional”.8 Para ello, los

profesionales de trabajo social requieren tener un amplio conocimiento de la

relación que se establece entre el usuario demandante del servicio y la

institución responsable de la atención del problema, esto permitirá orientar

adecuadamente las acciones dirigidas a la atención de la problemática que se

presente en el espacio en el que se desarrolla el ejercicio de la actividad

profesional.

Consideramos que la situación problema que se identifica en el Centro

de Apoyo para la Mujer de la Dirección de Salud Pública Municipal es la

presencia de infección de transmisión sexual en las mujeres que se dedican al

oficio del sexo-servicio y lograr el conocimiento sobre los métodos utilizados

para la prevención de las infecciones.

8 Tobón, Maria Cecilia, et al. La Práctica del Trabajador Social (Guía de Análisis). Editorial Hvmanitas - CELATS, Buenos Aires, Argentina, 1986, Pág. 100.

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II.2.1. Primera Fase: Recopilación, codificación y análisis de la información

Con el propósito de determinar el tipo y/o características de las

infecciones de transmisión sexual que con mayor frecuencia se presentan en

las sexo-servidoras que acuden al Centro de Apoyo para la Mujer, se elaboró

un cuestionario que constituye el instrumento que permitió recopilar la

información necesaria para el logro del objetivo planteado como parte del

proceso de investigación sobre la situación problema identificada. El

mencionado instrumento comprende seis apartados referidos a: datos

generales del usuario, estructura familiar, datos de la vivienda, datos de

ingresos y egresos familiares, datos de salud y datos sobre el ejercicio de la

sexualidad.

Actualmente existen 951 sexo-servidoras registradas en el Centro de

Apoyo para la Mujer.

Para efectos de la determinación de la muestra se establecieron los

siguientes criterios:

• Mujeres de 18 años en adelante.

• Solo mujeres que laboran en Hermosillo.

• Mujeres que acudieron a la consulta en el período del 7 al 18 de

noviembre de 2005.

A continuación se presenta de manera gráfica los resultados obtenidos

en el proceso de investigación realizada a las sexo-servidoras, considerando

un total de 26 mujeres entrevistadas.

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I. Datos generales del usuario Gráfica 1. Distribución de frecuencia según las edades de las mujeres

69.23%

11.53%

11.53%7.69%

18 - 27 28 - 37 38 - 47 48 - 57

En la presente gráfica se observa la edad actual de las sexo-servidoras,

el rango con mayor porcentaje corresponde a la edad de 18 a 27 años

representado por el 69.23%, que hacen un total de 18 mujeres, de 28 a 37

años representado por el 11.53% se ubica a 3 mujeres, de 38 a 47 años se

representa de igual manera con el 11.53% siendo 3 mujeres, y por último en el

rango de 48 a 57 años con el 7.69% encontramos 2 mujeres. La edad de las

mujeres que conformaron la muestra indica que la mayoría son jóvenes, por lo

que se deduce que son las que reciben mejor paga por el oficio que

desempeñan. Cabe señalar que por lo general son madres solteras.

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Gráfica 2. Distribución de frecuencias según el estado civil de las mujeres

11.53%

80.76%

3.84% 3.84%

soltera madre soltera divorciada unión libre

Con relación al estado civil de las mujeres sexo-servidoras, se encontró

que 21 mujeres son madres solteras representado con un 80.76%, 3 mujeres

solteras sin hijos con un 11.53%, se identificó un caso que es divorciada que

representa el 3.84%, y finalmente con el mismo porcentaje del 3.84% una

mujer que vive en unión libre. Se deduce que realizan el oficio para sacar a los

hijos adelante ya que la mayoría de las mujeres entrevistadas son madres

solteras, ello indica que buscan brindar una mejor calidad de vida.

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Gráfica 3. Distribución de frecuencia según la escolaridad de las mujeres

3.85% 7.69%11.53%

46.15%

23.07%

7.69%

analfabeta leer y escrib. primaria secundaria preparatoria estudios prof.

En la presente gráfica se observa que con relación a la escolaridad, 12

de las mujeres dedicadas al sexo-servicio terminaron la secundaria con un

46.15%, 6 mujeres concluyeron la preparatoria con un 23.07%, 3 mujeres

terminaron los estudios de primaria representado por el 11.53%, 2 mujeres

saben leer y escribir correspondiéndole el 7.69%, 2 actualmente se encuentran

estudiando una profesión, representado por el 7.69% y solo se identificó una

mujer analfabeta con un 3.85% este caso refiere que a muy temprana edad

comenzó a trabajar en el oficio del sexo-servicio. Los datos indican que la

mayor parte de las mujeres han cursado algún tipo de estudio lo que posibilita

poder estar preparadas para solicitar algún empleo, pero cabe inferir que se

dediquen a este oficio por ser mayormente redituable y de esta manera cubran

las necesidades consideradas básicas.

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Gráfica 4. Distribución de frecuencia según el número de hijos de las mujeres

34.61%

26.92%

11.53%

7.69%

7.69%11.53%

1 hijo 2 hijos 3 hijos 4 hijos 5 hijos ninguno

Con respecto al número de hijos de las sexo-servidoras de las 26

mujeres entrevistadas, 9 mujeres dijeron tener un solo hijo, lo que representa el

34.61%, 7 mujeres tienen dos hijos con un 26.92%, 3 mujeres refirieron tener

tres hijos representado por el 11.53%, 3 no tienen ninguno correspondiéndole

el 11.53%, 2 mujeres tienen cuatro hijos con el 7.69% y finalmente 2 más

tienen cinco hijos, representando de igual manera por el 7.69%. Se observa

que las mujeres que tienen el menor número de hijos son las que mayormente

realizan este oficio debido a que son por lo general figuran como el único

sustento familiar.

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Gráfica 5. Distribución de frecuencia según otra ocupación de las mujeres

65.38%

34.61%

no si

Gráfica 5 Bis

11.53%

7.69%

7.69%

3.84%

bailarina mecera vendedora cuida persona

En la gráfica se muestra que 17 de las sexo-servidoras se dedican

exclusivamente al oficio señalado representado por el 65.38%, en el caso de

las 9 mujeres restantes que representan el 34.61% además expresaron que

realizan otro tipo de actividad tal es el caso de tres bailarinas con un 11.53%,

dos meseras con el 7.69%, dos vendedoras con un 7.69%, una estilista con el

3.84% y una mujer que se dedica al cuidado de una persona de la tercera

edad, representando el 3.84%. Esto nos permite deducir que al existir mujeres

en el grupo entrevistado que realizan otra actividad, es posible que sus

ingresos como sexo-servidoras no les sean suficientes; o bien, puede ser una

forma de ocultar ante la familia el oficio que realmente desempeñan.

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II. Estructura Familiar

Gráfica 6. Distribución de frecuencia según la estructura familiar

15.38%

7.69%

38.46%7.69%

3.84%

7.69%3.84%

7.69%7.69%

familia hermanos hijosmadre e hijos padre e hijos madre y hermanospadre y hermanos conyuge e hijos parientes

En la presente gráfica se muestran los datos que corresponden a la

conformación de la estructura familiar observándose que diez de las mujeres

sexo-servidoras viven solas con sus hijos representado por el 38.46%, cuatro

mujeres cohabitan con los padres, hermanos y en un caso hijos,

correspondiendo el 15.38%, dos viven con madre e hijos, dos con cónyuge e

hijos, dos con madre y hermanos, dos con hermanos y dos que viven con

parientes, cabe señalar que todos estos casos se representan con el 7.69%

respectivamente. También se identificó un caso que viven con el padre e hijos y

otro más con padre y hermanos, correspondiéndole a estos dos últimos casos

un porcentaje similar del 3.84%. La conformación familiar nos indica que la

mayoría de las mujeres provienen de familias disfuncionales ya que los datos

obtenidos permiten apreciar lo señalado.

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III. Datos de la vivienda

Gráfica 7. Distribución de frecuencia según el tipo de vivienda

61.53%

38.46%

propia rentada

Con respecto al tipo de vivienda donde habitan las mujeres, 16 de las

entrevistadas refirieron que es propia, correspondiéndole el 61.53%, las 10

mujeres restantes respondieron que la vivienda es rentada representado por un

38.46%. Se observa que en su mayoría las mujeres cuentan con vivienda

propia, lo que indica que no destinan parte de sus ingresos familiares por el

concepto de vivienda.

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Gráfica 8. Distribución de frecuencia según la construcción de la vivienda

En la gráfica se muestra que 14 mujeres señalaron que los materiales de

la vivienda que habitan es de ladrillo, representando por el 53.84%, 9 mujeres

contestaron que el material es de block, correspondiéndole un 34.61%, 2

mujeres viven en casas donde el material es de block y lámina de cartón,

siendo un 7.69% y por último una mujer refirió que la vivienda es de block y

ladrillo, representado por un 3.84%. Esto nos muestra que las viviendas donde

habitan las sexo-servidoras están en buenas condiciones; esto, atribuible a los

materiales de construcción.

34.61%

53.84%

3.84% 7.69%

block ladrillo block/ladrillo block/lamina

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Gráfica 9. Distribución de frecuencia según el tipo de asentamiento de la vivienda

26.92%

73.07%

fraccionamiento colonia

Con respecto al tipo de asentamiento se puede apreciar la distinción

entre el concepto de colonia y fraccionamiento, en este sentido, 19 mujeres

entrevistadas contestaron vivir en colonias, lo que corresponde al 73.07% y las

7 mujeres restantes viven en fraccionamiento, representado por el 26.9%. Esto

nos indica que las mujeres viven en espacios considerados habitables, lo que

puede impactar favorablemente a una mejor convivencia y desarrollo de los

hijos.

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Gráfica 10. Distribución de frecuencia según los servicios con los que cuenta la vivienda

100.00% 100.00%92.30%

57.69%

0.00%

20.00%

40.00%

60.00%

80.00%

100.00%

agua luz electrica drenaje teléfono

Cabe señalar que los servicios con los que cuentan las viviendas de las

26 mujeres entrevistadas, el 100% tienen agua y luz eléctrica, 24 viviendas

cuentan con drenaje, representado por el 92.30%. Solo 15 viviendas cuenta

con línea telefónica, representado por el 57.69%. Lo que nos indica que la

mayor parte de las viviendas de las mujeres cuentan con las condiciones

mínimas aceptadas, es decir, cuentan con los servicios básicos necesarios.

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Gráfica 11. Distribución de frecuencia según el número de cuartos con los que cuenta la vivienda

38.46%

38.46%

23.07%

1 a 2 3 a 4 5 a más

En la gráfica se muestra que el 38.46% de las viviendas de 10 de las

mujeres cuentan de 1 a 2 cuartos. De igual manera encontramos que el

38.46% corresponde a 10 de las viviendas que tienen de 3 a 4 cuartos, las 6

viviendas restantes cuentan de 5 a más cuartos, correspondiéndole el 23.07%.

Se observa que la mayoría de las mujeres sexo-servidoras habitan en

viviendas pequeñas, lo que puede ocasionar problemas de hacinamiento y

promiscuidad.

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IV. Datos del ingreso y egreso familiar

Gráfica 12. Distribución de frecuencia según los ingresos de las mujeres

En la gráfica se muestran los ingresos semanales que las sexo-

servidoras perciben por la actividad que realizan, de 26 mujeres entrevistadas,

10 dijeron obtener de $4,000.00 a $5,000.00 pesos, representado por el

38.46%, 8 mujeres ganan de $6,000.00 a $7,000.00 pesos, representando el

30.76%, 5 mujeres que ganan de $7,500.00 a $8,200.00 pesos,

correspondiéndole el 19.23%. Por último 3 mujeres que obtienen ingresos de

$300.00 a $1,000.00 pesos semanales, representado por el 11.59%. Esto

indica que el oficio del sexo-servicio permite obtener buenas remuneraciones,

por lo tanto se deduce que puede cubrir las necesidades básicas demandadas

por las familias de las mujeres.

11.59%

38.46%30.76%

19.23%

$300 - $1,000 $4,000 - $5,000 $6,000 - $7,000 $7,500 - $8,200

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Gráfica 13. Distribución de frecuencia según el número de miembros que aportan al ingreso familiar

34.61%

42.30%

23.07%

1 persona 2 personas 3 personas

Sobre el número de personas que aportan al ingreso familiar, en el caso

de 11 mujeres respondieron que solo 2 miembros de la familia contribuye,

representado por un 42.30%, es decir, un familiar y ellas mismas, 9 mujeres

refirieron ser las responsables directas del sustento económico del hogar, lo

que corresponde al 34.61%, las 6 mujeres restantes reciben ayuda de dos

miembros que forman parte de la familia, lo que representa el 23.07%. Esto nos

indica que a partir de la conformación familiar de las mujeres, existen otro tipo

de miembros que aportan y contribuyen a la economía del hogar.

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Gráfica 14. Distribución de frecuencia según el ingreso familiar aportado

19.23%

15.38%

11.53%38.46%

7.69% 3.85% 3.85%

$600 - $2,000 $2,001 - $4,000 $4,001 - $6,000 $6,001 - $8,000$8,001 - $10,000 $10,001 - $12,000 $12,001 - $14,000

En la gráfica se presentan datos referidos a la aportación a la economía

familiar sobre el ingreso aportado. En el caso de 10 de las mujeres

entrevistadas destinan para la economía del hogar ingresos de $6,001.00 a

$8,000.00 pesos a la semana representado por un 38.46%, se observa que la

mayoría aporta más de la mitad de su sueldo, 5 mujeres reúnen ingresos de

$600.00 a $2,000.00 pesos que corresponde al 19.23%; 4 mujeres reúnen de

$2,001.00 a $4,000.00 pesos, representado por un 15.38%; 3 mujeres reúnen

ingresos de $4,001.00 a $6,000.00 pesos para el gasto de la semana,

correspondiéndole un 11.53%, 2 mujeres reúnen de $8,001.00 a $10,000.00

pesos, lo que representa un 7.69%; una mujer logra reunir de $10,001.00 a

$12,000.00 pesos y una mujer más reúne de $12,001.00 a $14,000.00 pesos

correspondiéndole a ambos casos un porcentaje igual referido al 3.85%. Se

infiere que según el comportamiento de los datos sobre el ingreso que se

obtiene y destina a la economía familiar, se considera son los suficientes para

cubrir las necesidades demandadas por los miembros de la familia.

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Gráfica 15. Distribución de frecuencia según los egresos familiares

26.92%

38.46%

26.92%

7.69%

$455 - $1,000 $1,001 - $2,000 $2,001 - $3,000 $3,001 - $4,000

Con respecto al comportamiento de los egresos semanales, 10 de las

mujeres respondieron gastar de $1,001.00 a $2,000.00 pesos,

correspondiéndole el 38.46%, 7 mujeres gastan de $2,001.00 a $3,000.00

pesos y otras 7 gastan de $455.00 a $1,000.00 pesos, lo que corresponde al

26.92% en ambos casos respectivamente; 2 mujeres que gastan de $3,001.00

a $4,000.00 pesos, representado por el 7.69%. Esto nos indica que la mayor

parte de las mujeres sexo-servidoras, esto es, 17 de las 26 mujeres

entrevistadas, gastan menos de la mitad del sueldo que perciben por su oficio.

Solo se refleja que 9 de los casos de las mujeres manejan un egreso familiar

en el rango de $2001.00 a $4,000.00 pesos semanales.

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V. Datos de Salud

Gráfica 16. Distribución de frecuencia según el servicio médico

42.30%

57.69%

si no

Gráfica 16. Bis 1 (no cuentan con servicio)

19.23%

30.76%

7.69%

centros de salud médico privado HGE

35

Gráfica 16. Bis 2 (cuentan con servicio)

34.61%

7.69%

seguro popular IMSS

Con relación a los servicios médicos con los que cuentan las sexo-

servidoras, de 26 entrevistadas, 15 mujeres que representa el 57.69%

respondieron no contar con el servicio. De estas quince, 5 acuden a los centros

de salud, lo que equivale a un 19.23%, 8 acuden al servicio médico privado, lo

que representa el 30.76% y 2 mujeres acuden al Hospital General de Estado,

representando a un 7.69%. Las mujeres que sí cuentan con servicio médico

son 11, lo que equivale al 42.30%, de las cuales 9 que representan al 34.61%

cuentan seguro popular, y solo 2 mujeres demandan el servicio del IMSS,

representando al 7.69%. Se observa que no existe una diferencia significativa

entre las mujeres que no tienen servicio médico y las que si lo tienen. Por lo

que podemos inferir que de igual manera pueden cubrir perfectamente los

servicios de salud, ya que las que no tienen servicio son las de mayor ingreso y

las que sí lo tienen son las de menor ingreso.

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Gráfica 17. Distribución de frecuencia según la solicitud del servicio institucional

El 57.69% que representa a 15 de las mujeres sexo-servidoras,

respondieron que acuden por voluntad propia y de manera frecuente a solicitar

el servicio médico institucional, 7 que corresponde a un 36.92%, respondieron

asistir a la consulta médica por exigencia de los inspectores y 4 mujeres que

representan el 15.38% refirieron ser canalizadas por su lugar de trabajo, debido

a que si no cumplen con los requisitos establecidos no pueden desempeñar su

actividad. En el proceso de la entrevista se les planteó a las mujeres la opción

de la canalización por la familia, pero no hubo respuesta favorable, ya que en la

mayoría de los casos la familia desconoce la actividad que realizan.

57.69% 15.38%

36.92%

voluntad propia establecmiento inspectores

37

Gráfica 18. Distribución de frecuencia según el tipo de atención recibida

65.38%

30.76%

3.84%

bueno regular malo

Con respecto a la atención que reciben por parte del personal que labora

en el Centro de Apoyo para la Mujer, 17 mujeres que equivale al 65.38%

respondieron recibir buena atención debido a la eficiencia y buen trato, 8

mujeres que representan al 30.76%, dijeron que el servicio era regular, ya que

los costos de los análisis de laboratorio son muy elevados, y solo hubo un caso

representado por el 3.84% que afirmó que el trato era malo, en virtud de la

atención recibida. Además; no existen las condiciones favorables en el

momento de realizar los chequeos correspondientes.

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VI. Datos sobre la prevención de infecciones de transmisión sexual

Gráfica 19. Distribución de frecuencia según la edad de inicio en el sexo-servicio

7.69%

76.92%

15.38%

10 - 16 años 17 - 29 años 30 - 36 años

Con respecto a la edad de las mujeres en cuanto al inicio del oficio del

sexo-servicio, 20 mujeres que representan al 76.92%, respondieron que

iniciaron entre los 17 y 29 años de edad, 4 iniciaron entre los 30 y 36 años,

representando el 15.38% y solo 2 mujeres contestaron que comenzaron entre

los 10 y 16 años de edad, lo que corresponde al 7.69% del total de la muestra.

Estos datos reflejan que las mujeres comenzaron a ejercer el oficio a temprana

edad, y así; poder cubrir las necesidades básicas de la familia.

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Gráfica 20. Distribución de frecuencia según el motivo del inicio en el sexo-servicio

34.61%

65.38%

por gusto por necesidad

El 65.38% representado por 17 mujeres dedicadas al sexo-servicio,

expresaron que el motivo fundamental es por necesidad, y las 9 mujeres

restantes, refirieron que realizan el oficio por gusto, representando el 34.61%

del total de la muestra. Esto refleja que la mayor parte de las mujeres tuvieron

que recurrir al oficio del sexo-servicio por no encontrar un empleo que cubriera

sus necesidades básicas.

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Gráfica 21. Distribución de frecuencia según los miembros de la familia dedicados al sexo-servicio

3.84%

96.15%

si no

El 96.15% de la muestra trabajada que representa a 25 mujeres

dedicadas al sexo-servicio, se identificó que no existe ningún otro miembro de

la familia dedicado a este oficio. Solo una mujer que representa el 3.84% refirió

que existen dos miembros de la familia dedicados a la misma actividad. Se

manifestó que no residen en el estado de Sonora y son homosexuales. Esto

nos indica que a nivel familiar las 25 mujeres han sido las primeras en ejercer

en esta actividad, misma que se desconoce por parte de la misma familia.

41

Gráfica 22. Distribución de frecuencia según el consumo de drogas

7.69%

92.30%

si no

En la presente gráfica podemos observar que 24 mujeres que

representan el 92.30% no consumen ningún tipo de droga, y solo en 2 casos

que representa el 7.69% refirieron utilizar ocasionalmente la cocaína o la

marihuana. Esto nos indica, según la muestra trabajada que al no consumir

drogas, se presenta un menor riesgo.

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Gráfica 23. Distribución de frecuencia según el conocimiento de infecciones de transmisión sexual

53.85%

73.07%

50.00%

80.76%

57.69%

38.46%

23.07%

7.69%7.69%7.69%7.69%

0.00%

20.00%

40.00%

60.00%

80.00%

100.00%

sífilis gonorrea herpes genitalVIH-SIDA virus del papiloma vaginitiscondilomas hepatitis B candidiasisvulvovaginitis clamidia

Con respecto al conocimiento de las infecciones de transmisión sexual,

de las 26 mujeres entrevistadas, se identificó el siguiente nivel de información:

21 que corresponde al 80.76% tienen conocimiento sobre el VIH-SIDA, 19

mujeres (73.07%) sobre gonorrea, 15 (57.69%) sobre el virus del papiloma

humano, 14 (53.85%) sobre la sífilis, 13 (50%) sobre el herpes genital, 10

(38.46%) sobre la vaginitis, 6 (23.07%) sobre condilomas, y por último 2

mujeres (7.69%) tienen conocimiento sobre las cinco infecciones siguientes:

hepatitis B, candiasis, vulvovaginitis y de la clamidia. Esto nos indica que las

mujeres tienen conocimiento de algún tipo de infección. Sin embargo; no se

conoce sobre infecciones que se presentan con mayor frecuencia, tal es el

caso de la candiasis.

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Gráfica 24. Distribución de frecuencia según la utilización de métodos anticonceptivos y/o preventivos

92.30%

7.69%

si no

En la gráfica se observa que el 92.30% de la muestra representada por

24 mujeres, respondieron utilizar algún tipo de método anticonceptivo y/o

preventivo, tales como: el condón, pastillas anticonceptivas y la salpingoclasia.

Solo en 2 casos representado por el 7.69% expresaron no utilizar ningún

método de prevención. Como se puede observar, aun existe poca información

en algunas de las mujeres sexo-servidoras sobre las infecciones de transmisión

sexual, esto lo demuestra la no utilización de métodos adecuados, por lo que

se corren mayores riesgos de salud.

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Gráfica 25. Distribución de frecuencia según la utilización de métodos preventivos en cada contacto sexual

88.46%

11.53%

si no

Como se observa en la presente gráfica, 23 de las mujeres sexo-

servidoras, utilizan los métodos preventivos en cada contacto sexual,

representando el 88.46%. Solo 3 de las mujeres representadas por el 11.53%

no utilizan ningún método. Podemos observar que la mayor parte de las

mujeres conocen sobre los riesgos que corren, pero otras; no cuentan con la

información suficiente o simplemente no interesa el tipo de riesgos que puedan

presentarse.

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Gráfica 26. Distribución de frecuencia según el padecimiento de infecciones de transmisión sexual

30.76%

69.23%

si no

En la gráfica se muestra que 18 mujeres no han padecido ningún tipo de

infección de transmisión sexual, representado por el 69.23%. En el caso de 8

mujeres que equivale al 30.76%, refirieron haber padecido algún tipo de

infección de transmisión sexual, entre las que se pueden señalar las

infecciones vaginales por contacto sexual (vaginosis bacteriana, candiasis,

tricomonas, gonorrea, sífilis). La mayoría de las mujeres refieren no haber

tenido ningún tipo de contagio, ya que han sido cuidadosas en el momento del

contacto sexual. Pero en los casos de las mujeres que refirieron presentar

algún tipo de infección, es debido a que no utilizan protección con sus parejas.

46

Gráfica 27. Distribución de frecuencia según la información recibida sobre infecciones de transmisión sexual

Con respecto a la información recibida sobre las infecciones de

transmisión sexual, 16 de las sexo-servidoras que representan al 61.53%

respondieron no haber recibido ningún tipo de información, las 10 mujeres

restantes que corresponden al 38.46%, mencionan haber obtenido información

a través de diferentes medios, tales como: Centro de Apoyo para la Mujer,

escuelas, libros, médico ginecólogo, entre otros. Esto nos indica que las

mujeres no reciben la información necesaria que les permita prevenir

adecuadamente las infecciones de transmisión sexual.

61.53%

38.46%

no si

47

Gráfica 28. Distribución de frecuencia según el tipo de práctica sexual

100.00%

7.96%

0.00%

20.00%

40.00%

60.00%

80.00%

100.00%

vaginal vaginal y oral

Con respecto al tipo de práctica sexual que realizan las sexo-servidoras,

el 100% de la muestra trabajada, respondió que utilizan la práctica denominada

“tradicional” que se refiere por vía vaginal. En el caso de 2 mujeres que

corresponde al 7.96%, manifestaron utilizar tanto la práctica vía vaginal como el

sexo oral, y además refirieron utilizar el preservativo como medio de protección.

48

Gráfica 29. Distribución de frecuencia según las formas para la utilización de métodos anticonceptivos y/o preventivos

El 50% de las sexo-servidoras que representa a 13 mujeres, aprendieron

la utilización de los métodos anticonceptivos y/o preventivos a través de la

misma práctica, 8 mujeres que representan al 30.76% refirieron haber recibido

algún tipo de plática informativa proporcionada por los servicios médicos y 5

mujeres que equivale al 19.23%, obtuvieron información por medio de libros,

folletos, y por la TV. Esto nos indica que la mayor parte de las mujeres no han

recibido información adecuada con respecto a la utilización de métodos

anticonceptivos, aprendiendo su utilización a partir de la propia práctica que

realizan.

50.00%

19.23%

30.76%

prácticando información pláticas

49

Gráfica 30. Distribución de frecuencia según la pareja sentimental

42.30%

57.69%

si no

Con respecto a las parejas sentimentales, se identifica que el 57.69%

que equivale a 15 mujeres que se dedican al sexo-servicio, no tienen pareja

sentimental, las 11 restantes que representan el 42.30% manifestaron que

actualmente si cuentan con pareja de carácter sentimental. Se observa por los

datos obtenidos que no es muy relevante el hecho de tener o no tener pareja

sentimental.

50

Gráfica 31. Distribución de frecuencia según la utilización de métodos anticonceptivos y/o preventivos con la pareja

En la presente gráfica se muestra que en el caso de las 11 mujeres que

representan al 42.30% y que cuentan con pareja sentimental, 7 (26.92%) de

ellas utilizan métodos anticonceptivos y/o preventivos por su propia seguridad y

de la pareja, las 4 mujeres restantes (15.38%) manifestaron no utilizar ningún

tipo de método, debido a que tienen confianza con su pareja. Esto nos indica

que del total de mujeres, en su mayoría tratan de prevenir infecciones de

transmisión sexual a través de sus relaciones sentimentales. Es decir, toman

en cuenta que tanto ellas pueden contagiar, como ser contagiadas.

26.92%

15.38%

si no

51

Análisis de la información

El presente análisis contempla los resultados que se obtuvieron en la

investigación realizada en una muestra de veintiséis mujeres que se dedican al

ejercicio del sexo-servicio y que acuden al Centro de Apoyo para la Mujer,

dependiente de la Dirección de Salud Pública Municipal.

Cabe mencionar que las edades de las mujeres oscilan entre los 18 y 57

años, en el caso de la muestra el grupo mayoritario de mujeres se identifica en

el rango de 18 a 27 años; el grupo minoritario en el rango de 48 a 57 años.

Con relación al estado civil de las sexo-servidoras, se encontró que de

las veintiséis entrevistadas, veintiún mujeres son madres solteras, tres solteras,

una divorciada y otra que viven en unión libre. Se observó que en su mayoría

concluyeron los estudios de secundaria, seis terminaron la preparatoria, tres la

primaria, dos mujeres estudian una licenciatura o profesión y por último solo

dos casos donde una aprendió a leer y escribir y la otra es analfabeta.

Con respecto al número de hijos, nueve de las mujeres tienen un solo

hijo, siete tienen dos, tres con tres hijos, otras tres sin hijos y en menor

porcentaje dos que tienen cuatro y dos que tienen cinco hijos.

Por otra parte, diecisiete de las entrevistadas dijo realizar únicamente el

oficio del sexo-servicio, existiendo nueve casos de mujeres que además del

sexo-servicio realizan otras actividades tales como: bailarinas, meseras,

vendedoras, estilista y una cuidadora de persona de la tercera edad.

En la estructura familiar podemos observar que diez de las mujeres

viven con sus hijos, cuatro viven con la familia, teniendo en menor frecuencia

dos que viven con su pareja e hijos, dos con madre e hijos, dos con madre y

hermanos, dos con hermanos, dos con parientes, una con padre e hijos y una

con padres y hermanos. Lo que permite inferir que se dedican a este oficio por

no contar con otro recurso más que el sueldo que perciben por el mismo.

52

Las viviendas de dieciséis sexo-servidoras son propias, las diez

restantes que no cuentan con inmueble residen en viviendas rentadas,

pagando una mensualidad que varia desde $500.00 a $5,000.00 pesos; catorce

de las viviendas están construidas de ladrillo, nueve de block y en menor

frecuencia se encuentran dos construidas combinando materiales de block y

lámina de cartón y solo una de block y ladrillo. Diecinueve están ubicadas en

colonias y siete en fraccionamientos, de las cuales diez tienen desde uno a dos

cuartos, otras diez tienen de tres a cuatro cuartos, y seis que cuentan con cinco

a más cuartos. Es importante mencionar que las viviendas que cuentan con

espacios reducidos, es donde existe mayor número de miembros,

considerándolo un problema de hacinamiento. En su totalidad tienen el servicio

de agua potable y energía eléctrica, de las veintiséis viviendas solo veinticuatro

cuentan con el servicio de drenaje y quince con el servicio telefónico.

Los ingresos que aportan la mayoría de las sexo-servidoras son

considerados suficientes, ya que lo que obtienen alcanza a la economía

familiar, considerando que el de mayor frecuencia varía entre los $4,000.00 y

$5,000.00 pesos semanales, sumándole otra aportación extra de un miembro

de la familia, el cual asciende entre los $6,001.00 a los $8,000.00 pesos

semanales, teniendo un egreso familiar semanal de $1,001.00 a 2,000.00

pesos, lo que permite a la familia cubrir las necesidades básicas.

Con relación a los servicios médicos, quince de las sexo-servidoras no

cuentan con el servicio, por tal razón ocho de las mujeres acuden al servicio

médico privado, cinco, acuden a los centros de salud y en último término dos

acuden al Hospital General del Estado. Esto, como consecuencias de que no

se les proporciona ningún servicio médico en los establecimientos donde

ejercen su oficio. De las once que cuentan con servicio médico, nueve acuden

al seguro popular, dos casos que tienen IMSS; una de ellas tiene este servicio

porque además de su oficio, se desempeña como mesera en el mismo

establecimiento y el otro caso, debido a que su ex-pareja la tiene registrada en

el servicio médico.

53

Las mujeres que acuden a solicitar el servicio institucional por voluntad

propia son quince, ya que afirman que primero está su seguridad y salud, siete

mujeres que acuden enviadas por los inspectores y en menor frecuencia se

encuentran cuatro mujeres que acudieron por petición de los establecimientos

donde trabajan. Diecisiete de ellas consideran que el servicio que se les brinda

en la institución es bueno, por su eficiencia y buen trato, ocho, consideran que

el trato es regular porque los costos de los análisis clínicos son muy elevados y

el proceso de atención es lento; en un menor porcentaje tenemos el caso de

una mujer que considera que el trato es malo, por la falta de atención que

recibe, aunado a ser lastimada a la hora de las revisiones vaginales.

Con relación a la edad en la que empezaron a ejercer el oficio, es entre

los 10 y 36 años, teniendo veinte mujeres que comenzaron entre los 17 y 29

años, cuatro, entre los 30 y 36 años y por último dos mujeres que iniciaron

entre los 10 y 16 años. El motivo que se refiere al desempeño del oficio del

sexo-servicio, diecisiete mujeres lo fundamentan en necesidades de tipo

económico, y nueve señalan que simplemente “por gusto” En la muestra

trabajada se identificó que en veinticinco de los casos, no existe otro miembro

de la familia dedicado al mismo oficio; encontrando solo un caso en el cual dos

miembros de la familia se dedican al ejercicio de este oficio, los cuales son

hijos homosexuales que residen en otro estado de la República.

Con respecto al conocimiento de las infecciones de transmisión sexual,

las veintiséis mujeres entrevistadas tienen información sobre el VIH-SIDA,

diecinueve; sobre gonorrea, quince; sobre el virus del papiloma humano,

catorce; sobre la sífilis, trece; del herpes genital, diez; de la vaginitis, seis; de

los condilomas, dos; de la hepatitis B, dos; de candiasis, dos; de vulvovaginitis

y dos; de clamidia. Donde las mujeres mostraron menor conocimiento es en las

infecciones vaginales más comunes que a ellas se les presentan, tal es el caso

de la vaginitis y la candidiasis.

Sobre la utilización de métodos anticonceptivos y/o preventivos,

veinticuatro de las mujeres utilizan dichos métodos, de las veinticuatro, solo

veintitrés de ellas utilizan el condón; de las veintitrés hubo un caso donde

54

combina el condón con pastillas; el otro caso existente entre las veinticuatro, se

realizó la salpingoclasia para no concebir más hijos, este último, sin considerar

la prevención de infecciones de transmisión sexual. Existen solo dos casos de

mujeres que no utilizan ningún tipo de método.

Es importante mencionar que veintitrés de las mujeres, respondieron que

durante sus relaciones y/o contactos sexuales, se cuidan utilizando el condón,

esto con el fin de no contraer infecciones de transmisión sexual. Pero existe un

caso que solo utiliza el método anticonceptivo, habiendo tomado la decisión de

realizarse la salpingoclasia. Hubo tres casos que no lo utilizan en los contactos

que establecen, refiriendo que es una forma de recibir una mejor paga.

Se destaca que ocho mujeres entrevistadas que formaron parte de la

muestra, resultaron con infecciones de tipo vaginal, esto se debe

fundamentalmente a que no tienen cuidados preventivos al tener relaciones

con su pareja, el caso de las dieciocho mujeres no presentó ningún tipo de

infección. Dieciséis de las mujeres afirmó no haber obtenido ningún tipo de

información con referencia a las infecciones de transmisión sexual y el resto,

manifestó haber obtenido información por parte del Centro de Apoyo para la

Mujer, en la escuela, en libros, o a través de la ginecóloga.

De las mujeres sexo-servidoras, trece de ellas aprendieron a utilizar el

condón mediante la práctica, ocho aprendieron por medio de pláticas en los

servicios médicos y el resto aprendió por medio de libros, folletos y a través de

la información de los medios de comunicación.

Quince de las mujeres sexo-servidoras, no tienen pareja sentimental y

las que cuentan con ella, en su mayoría utilizan los métodos anticonceptivos

y/o preventivos por su propia seguridad y la de la misma pareja, a decir de la

mujeres que “más vale prevenir que lamentar”. Cabe hacer notar que las

mujeres que no utilizan los métodos anticonceptivos con su pareja, argumentan

que es debido a la confianza que les tienen, y son ellas; las que han padecido o

padecen infecciones vaginales.

55

II.2.2. Segunda Fase: Identificación de los elementos de análisis para la Definición del Problema Objeto de Intervención Profesional.

La segunda fase del proceso metodológico se sustenta a partir de la

propuesta de Cecilia Tobón, quien refiere que para definir el Problema Objeto

de Intervención, es necesario identificar el problema central o de fondo, las

manifestaciones y/o efectos y las agravantes.

Para identificar estos elementos de análisis, se recurre a las definiciones

propuestas por la maestra María de los Ángeles Ruiz, quien los define de la

siguiente manera:

a) “Problema central o de fondo: Implica identificar con claridad la

causa inmediata que da origen a la situación problema que se nos

presenta.

b) Manifestaciones y/o efectos: Estas pueden ser múltiples y variadas.

Son las expresiones más evidentes del problema de fondo.

c) Agravantes: En toda situación problema existen factores que la

agravan y/o agudizan. Es preciso hacer una adecuada identificación de

los agravantes en virtud de que en ellas podemos encontrar el o los

problemas objetos de intervención”.9

9 Ruiz, H., María de los Ángeles. El Objeto de Intervención del Trabajo Social en el Problema de Reprobación Escolar: El Caso del CBTIS No. 206 (Tesis). Universidad de Sonora. Departamento de Trabajo Social, Hermosillo, Sonora, 1993, p. 145.

56

Presencia de infecciones de transmisión sexual en mujeres dedicadas al sexo-servicio

ESQUEMA METODOLÓGICO PARA LA DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA OBJETO DE INTERVENCIÓN

:

SITUACIÓN PROBLEMA

Inadecuado uso de los métodos anticonceptivos y/o preventivos.

PROBLEMA DE FONDO

Contagio de infecciones de transmisión sexual.

• Vaginosis bacteriana • Candidiasis • Tricomonas • Gonorrea • Sífilis

MANIFESTACIONES

• Información institucional insuficiente

• Falta de difusión de programas preventivos sobre las ITS

• Escasa participación de las mujeres (desinterés y apatía)

• Limitación en la distribución de anticonceptivos más comunes.

AGRAVANTES

57

DESCRIPCIÓN DEL ESQUEMA METODOLÓGICO PARA LA DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA OBJETO DE INTERVENCIÓN PROFESIONAL EN EL CENTRO DE APOYO PARA LA MUJER Situación problema

A partir de la identificación de los elementos de análisis para llegar a la

delimitación del problema objeto de intervención profesional, se reconoce que

la situación problema detectada en el Centro de Apoyo para la Mujer

dependiente de la Dirección de Salud Municipal, es la presencia de infecciones

de transmisión sexual en mujeres dedicadas al sexo-servicio. Esto se debe a

que las mujeres dedicadas a dicho oficio, no tienen los cuidados adecuados en

el momento del contacto sexual con sus parejas, por lo que es en estos casos,

específicamente; donde se presentan los riesgos que puede ocasionar algún

tipo de infección.

Las infecciones de transmisión sexual se transmiten de una persona

infectada a otra persona, a través del contacto directo con el cuerpo o del

contacto con líquidos infectados del cuerpo. Se les llama así; porque el

contagio es principalmente a través del contacto sexual, ya sea oral, anal y

vaginal. Afectan el área genital y también pueden afectar otras partes del

cuerpo, ya sea debido al contacto directo o porque la infección se extiende por

el cuerpo.

Problema central o de fondo

El inadecuado uso de los métodos anticonceptivos y/o preventivos, se

considera es el problema central o de fondo, ya que algunas de las mujeres

sexo-servidoras no utilizan los métodos adecuados en sus contactos sexuales,

lo que demuestra la poca información recibida sobre las infecciones de

transmisión sexual, por lo que se corren mayores riesgos de salud.

58

La mayor parte de las mujeres no han recibido la información suficiente y

adecuada con respecto al uso y manejo de métodos anticonceptivos, las

formas aprendidas están basadas a partir de la propia práctica que

cotidianamente realizan.

Manifestaciones y/o efectos

Las expresiones más evidentes del problema de fondo es el contagio de

infecciones de transmisión sexual tales como: vaginosis bacteriana,

candidiasis, tricomonas, gonorrea y sífilis.

Las mujeres tienen poco o escaso conocimiento de algunas infecciones.

No cuentan con la información adecuada sobre las infecciones que se

presentan con mayor frecuencia, tal es el caso de la candidiasis; esto puede

ser atribuible a que no existen los medios adecuados generadores de

información que permitan instruir para lograr la prevención de las infecciones

de transmisión sexual más comunes en mujeres dedicadas al ejercicio del

sexo-servicio.

A continuación se presentan y precisan las manifestaciones del

problema:

Vaginosis bacteriana (VB): Es el nombre que se le da a una infección

que ocurre en las mujeres, en la cual el equilibrio bacteriano normal de la

vagina se ve alterado y en su lugar ciertas bacterias crecen de manera

excesiva. En ocasiones, va acompañada de flujo vaginal, olor, dolor, picazón o

ardor.

Candidiasis: Producida por un hongo llamado cándida albicans, en la

mujer se presenta una comezón intensa, flujo blanco, espeso y pegajoso; en el

hombre los síntomas son inflamación de glande y del prepucio con mucha

comezón.

59

Tricomonas: Producida por un protozoario flagelado llamado

trichomona vaginalis, en la mujer se presenta secreción vaginal abundante y

fétida, acuosa de aspecto espumoso, amarillo verdoso, irritación de vulva,

ingles y zonas adyacentes a muslos, en hombres a veces es asintomático,

puede presentarse uretritis, balanopostitis y prostatitis.

Gonorrea: Causada por un microbio llamado Neisseria gonorrhoeae

conocido como gonococo. Se transmite por contacto sexual y puede

transmitírsele al futuro bebé durante el nacimiento. Los síntomas aparecen de

dos a cinco días después de la infección. Las mujeres generalmente son

asintomáticas (80%), en caso contrario les puede ocasionar cólicos, dolor en la

parte baja del vientre y flujo vaginal amarillento. A los hombres les produce

mucho dolor y ardor al orinar y una secreción amarillenta.

Sífilis: Causada por una espiroqueta llamada Treponema pallidum. Se

transmite por relaciones sexuales sin protección, transfusiones de sangre, o

una madre infectada puede transmitirlo al bebé (sífilis congénita). Existen tres

etapas; Sífilis primaria: de diez días a seis semanas después de la exposición

aparece una úlcera endurecida, llamada chancro (tiene espiroquetas

infectantes), con un conjunto de ganglios en la ingle. Sífilis secundaria: de una

semana a seis meses aparecen manchas color café con leche (tiene

espiroquetas infectantes) en todo el cuerpo, especialmente en manos y plantas

de los pies. También aparecen ganglios linfáticos inflamados, puede haber

dolor de cabeza y fiebre. Sífilis terciaria: de tres a 25 años, puede provocar

trastornos en la piel y huesos, en el corazón y en el sistema nervioso central.

Agravantes

Es importante mencionar que en toda situación problema existen

factores que agravan y/o agudizan dicha situación, por lo que es necesario

hacer una adecuada identificación de los agravantes que permita encontrar el o

los problemas objeto de intervención profesional. En este sentido y a partir de

la situación problema identificada, se describen los siguientes factores:

60

• Información institucional insuficiente: Consideramos que la información

que se les proporciona a las mujeres dedicadas al sexo-servicio en el Centro

de Apoyo para la Mujer, es insuficiente, debido a que no tienen un adecuado

conocimiento de las infecciones de transmisión sexual que se les presentan

con mayor frecuencia; de igual manera sobre los métodos anticonceptivos y/o

preventivos ya que no los utilizan, o bien; cuando son utilizados se hace de

manera inadecuada.

• Falta de difusión de programas preventivos sobre las infecciones de transmisión sexual: Actualmente en el Centro de Apoyo para la Mujer se hace

necesaria la difusión constante de un programas o programas que tengan

como finalidad, sensibilizar a las mujeres para la prevención de las infecciones

de transmisión sexual, ya que en este grupo de población se presentan

mayores riesgos debido al tipo de oficio que se desempeña. Es evidente que la

Dirección de Salud Pública Municipal ha descuidado la implementación de

estrategias de difusión orientadas a personas que realizan actividades

relacionadas al sexo-servicio. Sin duda, los programas de información y

orientación se constituyen de gran apoyo, ya que a través de los mismos, las

mujeres pudieran tener los conocimientos necesarios sobre las infecciones de

transmisión sexual, y con ello, disminuir los riesgos que esto ocasiona en

quienes participan en este tipo de actividades.

• Escasa participación de las mujeres (desinterés y apatía): Las mujeres

que acuden al Centro de Apoyo para la Mujer, no demuestran tener interés en

participar en las pláticas sobre prevención de ITS. En las propias instalaciones

del Centro ocasionalmente se programan pláticas y/o charlas referidas a este

tipo de temáticas. Las mujeres manifiestan actitudes de apatía hacia las

acciones de la institución. Se destaca que las propias mujeres expresan que

los motivos de su poca participación se debe a que no cuentan con el tiempo

suficiente para asistir o bien, por las propias condiciones de sus horarios de

trabajo se les presenta como una limitante.

61

• Limitación en la distribución de anticonceptivos más comunes: Actualmente el Centro de Apoyo para la Mujer no cuenta con los recursos

financieros y materiales que permitan lograr al menos, la distribución de los

anticonceptivos más comunes y que usualmente utilizan las mujeres dedicadas

al ejercicio del sexo-servicio. Es necesario que las instituciones de Salud

cuenten con presupuesto destinado a cubrir gastos para la adquisición de

anticonceptivos, ya que esto se convierte en una de las estrategias básicas

para las acciones de prevención de ITS. De igual manera, es conveniente que

exista una coordinación eficiente y efectiva con todas aquellas instituciones del

sector Salud, que hoy en día están dedicadas a la prevención de enfermedades

de salud pública.

II.2.3 Tercera fase: Definición del problema objeto de intervención profesional en el problema de la presencia de infecciones de transmisión sexual en mujeres dedicadas al ejercicio del sexo-servicio.

Consideramos que a partir de los agravantes señalados y descritos

anteriormente, es posible identificar el problema objeto de intervención

profesional. Es importante mencionar que el Trabajador Social no puede

intervenir en todas las problemáticas que se le presentan en los espacios del

ejercicio profesional, ya que existen problemas que por sus propias

características competen a otros profesionales. Por ello; es necesario delimitar

que aspectos de ese problema o problemas objetos de intervención pueden ser

susceptibles de ser modificados con nuestra intervención en el espacio de

trabajo, para estar en posibilidad de proporcionar posibles alternativas que den

solución al problema, en este caso particular, el referido a la presencia de

infecciones de transmisión sexual en mujeres dedicadas al ejercicio del sexo-

servicio.

Pensamos que a partir de la reflexión generada en el proceso del

presente trabajo, La falta de difusión de un programa preventivo de infecciones

de transmisión sexual, se constituye en nuestro problema objeto de

intervención profesional, en virtud de creer que a través de una estrategia

adecuada y encaminada a las mujeres dedicadas a dicho oficio, es posible

62

trascender a partir del impulso de acciones educativas que tengan como

propósito generar procesos de información y orientación para la prevención de

las infecciones de transmisión sexual que se presentan.

Para ello, es necesario reconocer la necesidad de profesionales de

Trabajo Social, específicamente en el Centro de Apoyo para la Mujer, instancia

en donde se realizó el trabajo de investigación. Esto conlleva a que con la

intervención profesional se asumiría la responsabilidad y compromiso de

buscar acciones encaminadas a la prevención de dicho problema, en la

búsqueda de la erradicación del mismo.