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CAPITULO II EL PROBLEMA OBJETO DE INTERVENCIÓN PROFESIONAL DEL TRABAJO SOCIAL II.1. Contextualización del Trabajo Social en el Centro de Apoyo para la Mujer dependiente de la Dirección de Salud Pública Municipal
Actualmente el Centro de Apoyo para la Mujer dependiente de la
Dirección de Salud Pública Municipal no cuenta con profesionales de trabajo
social, sin embargo; es importante destacar que el rol profesional lo
desempeñan específicamente dos enfermeras que laboran en la institución y
dos practicantes de enfermería. Las acciones que dicho personal realiza están
encaminadas a la orientación, canalización, seguimiento y realización de
pláticas dirigidas a las y los usuarios en donde se abordan temáticas referidas
a los métodos utilizados por las sexo-servidoras para la prevención de las
diferentes infecciones de transmisión sexual que se presentan en este grupo de
población.
El contenido de las pláticas que se llevan a cabo se centra en diversos
temas de interés para la población objetivo; es decir, para las sexo-servidoras,
así también son de importancia para el personal médico. Entre las temáticas
más significativas encontramos: infecciones de transmisión sexual,
planificación familiar, cáncer cérvico uterino y mamario. Cabe señalar que
dichas actividades se realizan dentro del espacio físico del CAPM así como, en
los lugares de trabajo de las sexo-servidoras (table-dance, bares, salas de
masajes, casas de huéspedes, entre otras).
La tarea que llevan a cabo las enfermeras con las mujeres que
demandan el servicio del centro, está enfocada a la orientación y canalización
de aquellos casos donde se detecte algún tipo de cáncer. En dichos casos se
requiere de una atención médica más especializada ya que se trata de
prevenir y/o evitar que este tipo de infección presente consecuencias de mayor
riesgo.
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Con relación al seguimiento de los casos, se realizan llamadas
telefónicas a los domicilios de las sexo-servidoras con el propósito de conocer
las condiciones de salud prevalecientes. Cabe señalar que las mujeres acuden
al centro a través de la programación de citas, con el fin de mantener
actualizado el expediente clínico, y de esta manera asegurar y garantizar que
las mujeres están cumpliendo con el tratamiento indicado para el control de la
infección que haya sido detectada por el propio centro.
II.2. La Definición del Problema Objeto de Intervención Profesional
Es de gran importancia definir el problema objeto de intervención
profesional, en el cual Cecilia Tobón plantea que “definir el problema objeto de
intervención es delimitar que aspectos de una necesidad social son
susceptibles de modificar con nuestra intervención profesional”.8 Para ello, los
profesionales de trabajo social requieren tener un amplio conocimiento de la
relación que se establece entre el usuario demandante del servicio y la
institución responsable de la atención del problema, esto permitirá orientar
adecuadamente las acciones dirigidas a la atención de la problemática que se
presente en el espacio en el que se desarrolla el ejercicio de la actividad
profesional.
Consideramos que la situación problema que se identifica en el Centro
de Apoyo para la Mujer de la Dirección de Salud Pública Municipal es la
presencia de infección de transmisión sexual en las mujeres que se dedican al
oficio del sexo-servicio y lograr el conocimiento sobre los métodos utilizados
para la prevención de las infecciones.
8 Tobón, Maria Cecilia, et al. La Práctica del Trabajador Social (Guía de Análisis). Editorial Hvmanitas - CELATS, Buenos Aires, Argentina, 1986, Pág. 100.
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II.2.1. Primera Fase: Recopilación, codificación y análisis de la información
Con el propósito de determinar el tipo y/o características de las
infecciones de transmisión sexual que con mayor frecuencia se presentan en
las sexo-servidoras que acuden al Centro de Apoyo para la Mujer, se elaboró
un cuestionario que constituye el instrumento que permitió recopilar la
información necesaria para el logro del objetivo planteado como parte del
proceso de investigación sobre la situación problema identificada. El
mencionado instrumento comprende seis apartados referidos a: datos
generales del usuario, estructura familiar, datos de la vivienda, datos de
ingresos y egresos familiares, datos de salud y datos sobre el ejercicio de la
sexualidad.
Actualmente existen 951 sexo-servidoras registradas en el Centro de
Apoyo para la Mujer.
Para efectos de la determinación de la muestra se establecieron los
siguientes criterios:
• Mujeres de 18 años en adelante.
• Solo mujeres que laboran en Hermosillo.
• Mujeres que acudieron a la consulta en el período del 7 al 18 de
noviembre de 2005.
A continuación se presenta de manera gráfica los resultados obtenidos
en el proceso de investigación realizada a las sexo-servidoras, considerando
un total de 26 mujeres entrevistadas.
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I. Datos generales del usuario Gráfica 1. Distribución de frecuencia según las edades de las mujeres
69.23%
11.53%
11.53%7.69%
18 - 27 28 - 37 38 - 47 48 - 57
En la presente gráfica se observa la edad actual de las sexo-servidoras,
el rango con mayor porcentaje corresponde a la edad de 18 a 27 años
representado por el 69.23%, que hacen un total de 18 mujeres, de 28 a 37
años representado por el 11.53% se ubica a 3 mujeres, de 38 a 47 años se
representa de igual manera con el 11.53% siendo 3 mujeres, y por último en el
rango de 48 a 57 años con el 7.69% encontramos 2 mujeres. La edad de las
mujeres que conformaron la muestra indica que la mayoría son jóvenes, por lo
que se deduce que son las que reciben mejor paga por el oficio que
desempeñan. Cabe señalar que por lo general son madres solteras.
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Gráfica 2. Distribución de frecuencias según el estado civil de las mujeres
11.53%
80.76%
3.84% 3.84%
soltera madre soltera divorciada unión libre
Con relación al estado civil de las mujeres sexo-servidoras, se encontró
que 21 mujeres son madres solteras representado con un 80.76%, 3 mujeres
solteras sin hijos con un 11.53%, se identificó un caso que es divorciada que
representa el 3.84%, y finalmente con el mismo porcentaje del 3.84% una
mujer que vive en unión libre. Se deduce que realizan el oficio para sacar a los
hijos adelante ya que la mayoría de las mujeres entrevistadas son madres
solteras, ello indica que buscan brindar una mejor calidad de vida.
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Gráfica 3. Distribución de frecuencia según la escolaridad de las mujeres
3.85% 7.69%11.53%
46.15%
23.07%
7.69%
analfabeta leer y escrib. primaria secundaria preparatoria estudios prof.
En la presente gráfica se observa que con relación a la escolaridad, 12
de las mujeres dedicadas al sexo-servicio terminaron la secundaria con un
46.15%, 6 mujeres concluyeron la preparatoria con un 23.07%, 3 mujeres
terminaron los estudios de primaria representado por el 11.53%, 2 mujeres
saben leer y escribir correspondiéndole el 7.69%, 2 actualmente se encuentran
estudiando una profesión, representado por el 7.69% y solo se identificó una
mujer analfabeta con un 3.85% este caso refiere que a muy temprana edad
comenzó a trabajar en el oficio del sexo-servicio. Los datos indican que la
mayor parte de las mujeres han cursado algún tipo de estudio lo que posibilita
poder estar preparadas para solicitar algún empleo, pero cabe inferir que se
dediquen a este oficio por ser mayormente redituable y de esta manera cubran
las necesidades consideradas básicas.
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Gráfica 4. Distribución de frecuencia según el número de hijos de las mujeres
34.61%
26.92%
11.53%
7.69%
7.69%11.53%
1 hijo 2 hijos 3 hijos 4 hijos 5 hijos ninguno
Con respecto al número de hijos de las sexo-servidoras de las 26
mujeres entrevistadas, 9 mujeres dijeron tener un solo hijo, lo que representa el
34.61%, 7 mujeres tienen dos hijos con un 26.92%, 3 mujeres refirieron tener
tres hijos representado por el 11.53%, 3 no tienen ninguno correspondiéndole
el 11.53%, 2 mujeres tienen cuatro hijos con el 7.69% y finalmente 2 más
tienen cinco hijos, representando de igual manera por el 7.69%. Se observa
que las mujeres que tienen el menor número de hijos son las que mayormente
realizan este oficio debido a que son por lo general figuran como el único
sustento familiar.
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Gráfica 5. Distribución de frecuencia según otra ocupación de las mujeres
65.38%
34.61%
no si
Gráfica 5 Bis
11.53%
7.69%
7.69%
3.84%
bailarina mecera vendedora cuida persona
En la gráfica se muestra que 17 de las sexo-servidoras se dedican
exclusivamente al oficio señalado representado por el 65.38%, en el caso de
las 9 mujeres restantes que representan el 34.61% además expresaron que
realizan otro tipo de actividad tal es el caso de tres bailarinas con un 11.53%,
dos meseras con el 7.69%, dos vendedoras con un 7.69%, una estilista con el
3.84% y una mujer que se dedica al cuidado de una persona de la tercera
edad, representando el 3.84%. Esto nos permite deducir que al existir mujeres
en el grupo entrevistado que realizan otra actividad, es posible que sus
ingresos como sexo-servidoras no les sean suficientes; o bien, puede ser una
forma de ocultar ante la familia el oficio que realmente desempeñan.
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II. Estructura Familiar
Gráfica 6. Distribución de frecuencia según la estructura familiar
15.38%
7.69%
38.46%7.69%
3.84%
7.69%3.84%
7.69%7.69%
familia hermanos hijosmadre e hijos padre e hijos madre y hermanospadre y hermanos conyuge e hijos parientes
En la presente gráfica se muestran los datos que corresponden a la
conformación de la estructura familiar observándose que diez de las mujeres
sexo-servidoras viven solas con sus hijos representado por el 38.46%, cuatro
mujeres cohabitan con los padres, hermanos y en un caso hijos,
correspondiendo el 15.38%, dos viven con madre e hijos, dos con cónyuge e
hijos, dos con madre y hermanos, dos con hermanos y dos que viven con
parientes, cabe señalar que todos estos casos se representan con el 7.69%
respectivamente. También se identificó un caso que viven con el padre e hijos y
otro más con padre y hermanos, correspondiéndole a estos dos últimos casos
un porcentaje similar del 3.84%. La conformación familiar nos indica que la
mayoría de las mujeres provienen de familias disfuncionales ya que los datos
obtenidos permiten apreciar lo señalado.
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III. Datos de la vivienda
Gráfica 7. Distribución de frecuencia según el tipo de vivienda
61.53%
38.46%
propia rentada
Con respecto al tipo de vivienda donde habitan las mujeres, 16 de las
entrevistadas refirieron que es propia, correspondiéndole el 61.53%, las 10
mujeres restantes respondieron que la vivienda es rentada representado por un
38.46%. Se observa que en su mayoría las mujeres cuentan con vivienda
propia, lo que indica que no destinan parte de sus ingresos familiares por el
concepto de vivienda.
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Gráfica 8. Distribución de frecuencia según la construcción de la vivienda
En la gráfica se muestra que 14 mujeres señalaron que los materiales de
la vivienda que habitan es de ladrillo, representando por el 53.84%, 9 mujeres
contestaron que el material es de block, correspondiéndole un 34.61%, 2
mujeres viven en casas donde el material es de block y lámina de cartón,
siendo un 7.69% y por último una mujer refirió que la vivienda es de block y
ladrillo, representado por un 3.84%. Esto nos muestra que las viviendas donde
habitan las sexo-servidoras están en buenas condiciones; esto, atribuible a los
materiales de construcción.
34.61%
53.84%
3.84% 7.69%
block ladrillo block/ladrillo block/lamina
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Gráfica 9. Distribución de frecuencia según el tipo de asentamiento de la vivienda
26.92%
73.07%
fraccionamiento colonia
Con respecto al tipo de asentamiento se puede apreciar la distinción
entre el concepto de colonia y fraccionamiento, en este sentido, 19 mujeres
entrevistadas contestaron vivir en colonias, lo que corresponde al 73.07% y las
7 mujeres restantes viven en fraccionamiento, representado por el 26.9%. Esto
nos indica que las mujeres viven en espacios considerados habitables, lo que
puede impactar favorablemente a una mejor convivencia y desarrollo de los
hijos.
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Gráfica 10. Distribución de frecuencia según los servicios con los que cuenta la vivienda
100.00% 100.00%92.30%
57.69%
0.00%
20.00%
40.00%
60.00%
80.00%
100.00%
agua luz electrica drenaje teléfono
Cabe señalar que los servicios con los que cuentan las viviendas de las
26 mujeres entrevistadas, el 100% tienen agua y luz eléctrica, 24 viviendas
cuentan con drenaje, representado por el 92.30%. Solo 15 viviendas cuenta
con línea telefónica, representado por el 57.69%. Lo que nos indica que la
mayor parte de las viviendas de las mujeres cuentan con las condiciones
mínimas aceptadas, es decir, cuentan con los servicios básicos necesarios.
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Gráfica 11. Distribución de frecuencia según el número de cuartos con los que cuenta la vivienda
38.46%
38.46%
23.07%
1 a 2 3 a 4 5 a más
En la gráfica se muestra que el 38.46% de las viviendas de 10 de las
mujeres cuentan de 1 a 2 cuartos. De igual manera encontramos que el
38.46% corresponde a 10 de las viviendas que tienen de 3 a 4 cuartos, las 6
viviendas restantes cuentan de 5 a más cuartos, correspondiéndole el 23.07%.
Se observa que la mayoría de las mujeres sexo-servidoras habitan en
viviendas pequeñas, lo que puede ocasionar problemas de hacinamiento y
promiscuidad.
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IV. Datos del ingreso y egreso familiar
Gráfica 12. Distribución de frecuencia según los ingresos de las mujeres
En la gráfica se muestran los ingresos semanales que las sexo-
servidoras perciben por la actividad que realizan, de 26 mujeres entrevistadas,
10 dijeron obtener de $4,000.00 a $5,000.00 pesos, representado por el
38.46%, 8 mujeres ganan de $6,000.00 a $7,000.00 pesos, representando el
30.76%, 5 mujeres que ganan de $7,500.00 a $8,200.00 pesos,
correspondiéndole el 19.23%. Por último 3 mujeres que obtienen ingresos de
$300.00 a $1,000.00 pesos semanales, representado por el 11.59%. Esto
indica que el oficio del sexo-servicio permite obtener buenas remuneraciones,
por lo tanto se deduce que puede cubrir las necesidades básicas demandadas
por las familias de las mujeres.
11.59%
38.46%30.76%
19.23%
$300 - $1,000 $4,000 - $5,000 $6,000 - $7,000 $7,500 - $8,200
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Gráfica 13. Distribución de frecuencia según el número de miembros que aportan al ingreso familiar
34.61%
42.30%
23.07%
1 persona 2 personas 3 personas
Sobre el número de personas que aportan al ingreso familiar, en el caso
de 11 mujeres respondieron que solo 2 miembros de la familia contribuye,
representado por un 42.30%, es decir, un familiar y ellas mismas, 9 mujeres
refirieron ser las responsables directas del sustento económico del hogar, lo
que corresponde al 34.61%, las 6 mujeres restantes reciben ayuda de dos
miembros que forman parte de la familia, lo que representa el 23.07%. Esto nos
indica que a partir de la conformación familiar de las mujeres, existen otro tipo
de miembros que aportan y contribuyen a la economía del hogar.
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Gráfica 14. Distribución de frecuencia según el ingreso familiar aportado
19.23%
15.38%
11.53%38.46%
7.69% 3.85% 3.85%
$600 - $2,000 $2,001 - $4,000 $4,001 - $6,000 $6,001 - $8,000$8,001 - $10,000 $10,001 - $12,000 $12,001 - $14,000
En la gráfica se presentan datos referidos a la aportación a la economía
familiar sobre el ingreso aportado. En el caso de 10 de las mujeres
entrevistadas destinan para la economía del hogar ingresos de $6,001.00 a
$8,000.00 pesos a la semana representado por un 38.46%, se observa que la
mayoría aporta más de la mitad de su sueldo, 5 mujeres reúnen ingresos de
$600.00 a $2,000.00 pesos que corresponde al 19.23%; 4 mujeres reúnen de
$2,001.00 a $4,000.00 pesos, representado por un 15.38%; 3 mujeres reúnen
ingresos de $4,001.00 a $6,000.00 pesos para el gasto de la semana,
correspondiéndole un 11.53%, 2 mujeres reúnen de $8,001.00 a $10,000.00
pesos, lo que representa un 7.69%; una mujer logra reunir de $10,001.00 a
$12,000.00 pesos y una mujer más reúne de $12,001.00 a $14,000.00 pesos
correspondiéndole a ambos casos un porcentaje igual referido al 3.85%. Se
infiere que según el comportamiento de los datos sobre el ingreso que se
obtiene y destina a la economía familiar, se considera son los suficientes para
cubrir las necesidades demandadas por los miembros de la familia.
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Gráfica 15. Distribución de frecuencia según los egresos familiares
26.92%
38.46%
26.92%
7.69%
$455 - $1,000 $1,001 - $2,000 $2,001 - $3,000 $3,001 - $4,000
Con respecto al comportamiento de los egresos semanales, 10 de las
mujeres respondieron gastar de $1,001.00 a $2,000.00 pesos,
correspondiéndole el 38.46%, 7 mujeres gastan de $2,001.00 a $3,000.00
pesos y otras 7 gastan de $455.00 a $1,000.00 pesos, lo que corresponde al
26.92% en ambos casos respectivamente; 2 mujeres que gastan de $3,001.00
a $4,000.00 pesos, representado por el 7.69%. Esto nos indica que la mayor
parte de las mujeres sexo-servidoras, esto es, 17 de las 26 mujeres
entrevistadas, gastan menos de la mitad del sueldo que perciben por su oficio.
Solo se refleja que 9 de los casos de las mujeres manejan un egreso familiar
en el rango de $2001.00 a $4,000.00 pesos semanales.
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V. Datos de Salud
Gráfica 16. Distribución de frecuencia según el servicio médico
42.30%
57.69%
si no
Gráfica 16. Bis 1 (no cuentan con servicio)
19.23%
30.76%
7.69%
centros de salud médico privado HGE
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Gráfica 16. Bis 2 (cuentan con servicio)
34.61%
7.69%
seguro popular IMSS
Con relación a los servicios médicos con los que cuentan las sexo-
servidoras, de 26 entrevistadas, 15 mujeres que representa el 57.69%
respondieron no contar con el servicio. De estas quince, 5 acuden a los centros
de salud, lo que equivale a un 19.23%, 8 acuden al servicio médico privado, lo
que representa el 30.76% y 2 mujeres acuden al Hospital General de Estado,
representando a un 7.69%. Las mujeres que sí cuentan con servicio médico
son 11, lo que equivale al 42.30%, de las cuales 9 que representan al 34.61%
cuentan seguro popular, y solo 2 mujeres demandan el servicio del IMSS,
representando al 7.69%. Se observa que no existe una diferencia significativa
entre las mujeres que no tienen servicio médico y las que si lo tienen. Por lo
que podemos inferir que de igual manera pueden cubrir perfectamente los
servicios de salud, ya que las que no tienen servicio son las de mayor ingreso y
las que sí lo tienen son las de menor ingreso.
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Gráfica 17. Distribución de frecuencia según la solicitud del servicio institucional
El 57.69% que representa a 15 de las mujeres sexo-servidoras,
respondieron que acuden por voluntad propia y de manera frecuente a solicitar
el servicio médico institucional, 7 que corresponde a un 36.92%, respondieron
asistir a la consulta médica por exigencia de los inspectores y 4 mujeres que
representan el 15.38% refirieron ser canalizadas por su lugar de trabajo, debido
a que si no cumplen con los requisitos establecidos no pueden desempeñar su
actividad. En el proceso de la entrevista se les planteó a las mujeres la opción
de la canalización por la familia, pero no hubo respuesta favorable, ya que en la
mayoría de los casos la familia desconoce la actividad que realizan.
57.69% 15.38%
36.92%
voluntad propia establecmiento inspectores
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Gráfica 18. Distribución de frecuencia según el tipo de atención recibida
65.38%
30.76%
3.84%
bueno regular malo
Con respecto a la atención que reciben por parte del personal que labora
en el Centro de Apoyo para la Mujer, 17 mujeres que equivale al 65.38%
respondieron recibir buena atención debido a la eficiencia y buen trato, 8
mujeres que representan al 30.76%, dijeron que el servicio era regular, ya que
los costos de los análisis de laboratorio son muy elevados, y solo hubo un caso
representado por el 3.84% que afirmó que el trato era malo, en virtud de la
atención recibida. Además; no existen las condiciones favorables en el
momento de realizar los chequeos correspondientes.
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VI. Datos sobre la prevención de infecciones de transmisión sexual
Gráfica 19. Distribución de frecuencia según la edad de inicio en el sexo-servicio
7.69%
76.92%
15.38%
10 - 16 años 17 - 29 años 30 - 36 años
Con respecto a la edad de las mujeres en cuanto al inicio del oficio del
sexo-servicio, 20 mujeres que representan al 76.92%, respondieron que
iniciaron entre los 17 y 29 años de edad, 4 iniciaron entre los 30 y 36 años,
representando el 15.38% y solo 2 mujeres contestaron que comenzaron entre
los 10 y 16 años de edad, lo que corresponde al 7.69% del total de la muestra.
Estos datos reflejan que las mujeres comenzaron a ejercer el oficio a temprana
edad, y así; poder cubrir las necesidades básicas de la familia.
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Gráfica 20. Distribución de frecuencia según el motivo del inicio en el sexo-servicio
34.61%
65.38%
por gusto por necesidad
El 65.38% representado por 17 mujeres dedicadas al sexo-servicio,
expresaron que el motivo fundamental es por necesidad, y las 9 mujeres
restantes, refirieron que realizan el oficio por gusto, representando el 34.61%
del total de la muestra. Esto refleja que la mayor parte de las mujeres tuvieron
que recurrir al oficio del sexo-servicio por no encontrar un empleo que cubriera
sus necesidades básicas.
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Gráfica 21. Distribución de frecuencia según los miembros de la familia dedicados al sexo-servicio
3.84%
96.15%
si no
El 96.15% de la muestra trabajada que representa a 25 mujeres
dedicadas al sexo-servicio, se identificó que no existe ningún otro miembro de
la familia dedicado a este oficio. Solo una mujer que representa el 3.84% refirió
que existen dos miembros de la familia dedicados a la misma actividad. Se
manifestó que no residen en el estado de Sonora y son homosexuales. Esto
nos indica que a nivel familiar las 25 mujeres han sido las primeras en ejercer
en esta actividad, misma que se desconoce por parte de la misma familia.
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Gráfica 22. Distribución de frecuencia según el consumo de drogas
7.69%
92.30%
si no
En la presente gráfica podemos observar que 24 mujeres que
representan el 92.30% no consumen ningún tipo de droga, y solo en 2 casos
que representa el 7.69% refirieron utilizar ocasionalmente la cocaína o la
marihuana. Esto nos indica, según la muestra trabajada que al no consumir
drogas, se presenta un menor riesgo.
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Gráfica 23. Distribución de frecuencia según el conocimiento de infecciones de transmisión sexual
53.85%
73.07%
50.00%
80.76%
57.69%
38.46%
23.07%
7.69%7.69%7.69%7.69%
0.00%
20.00%
40.00%
60.00%
80.00%
100.00%
sífilis gonorrea herpes genitalVIH-SIDA virus del papiloma vaginitiscondilomas hepatitis B candidiasisvulvovaginitis clamidia
Con respecto al conocimiento de las infecciones de transmisión sexual,
de las 26 mujeres entrevistadas, se identificó el siguiente nivel de información:
21 que corresponde al 80.76% tienen conocimiento sobre el VIH-SIDA, 19
mujeres (73.07%) sobre gonorrea, 15 (57.69%) sobre el virus del papiloma
humano, 14 (53.85%) sobre la sífilis, 13 (50%) sobre el herpes genital, 10
(38.46%) sobre la vaginitis, 6 (23.07%) sobre condilomas, y por último 2
mujeres (7.69%) tienen conocimiento sobre las cinco infecciones siguientes:
hepatitis B, candiasis, vulvovaginitis y de la clamidia. Esto nos indica que las
mujeres tienen conocimiento de algún tipo de infección. Sin embargo; no se
conoce sobre infecciones que se presentan con mayor frecuencia, tal es el
caso de la candiasis.
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Gráfica 24. Distribución de frecuencia según la utilización de métodos anticonceptivos y/o preventivos
92.30%
7.69%
si no
En la gráfica se observa que el 92.30% de la muestra representada por
24 mujeres, respondieron utilizar algún tipo de método anticonceptivo y/o
preventivo, tales como: el condón, pastillas anticonceptivas y la salpingoclasia.
Solo en 2 casos representado por el 7.69% expresaron no utilizar ningún
método de prevención. Como se puede observar, aun existe poca información
en algunas de las mujeres sexo-servidoras sobre las infecciones de transmisión
sexual, esto lo demuestra la no utilización de métodos adecuados, por lo que
se corren mayores riesgos de salud.
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Gráfica 25. Distribución de frecuencia según la utilización de métodos preventivos en cada contacto sexual
88.46%
11.53%
si no
Como se observa en la presente gráfica, 23 de las mujeres sexo-
servidoras, utilizan los métodos preventivos en cada contacto sexual,
representando el 88.46%. Solo 3 de las mujeres representadas por el 11.53%
no utilizan ningún método. Podemos observar que la mayor parte de las
mujeres conocen sobre los riesgos que corren, pero otras; no cuentan con la
información suficiente o simplemente no interesa el tipo de riesgos que puedan
presentarse.
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Gráfica 26. Distribución de frecuencia según el padecimiento de infecciones de transmisión sexual
30.76%
69.23%
si no
En la gráfica se muestra que 18 mujeres no han padecido ningún tipo de
infección de transmisión sexual, representado por el 69.23%. En el caso de 8
mujeres que equivale al 30.76%, refirieron haber padecido algún tipo de
infección de transmisión sexual, entre las que se pueden señalar las
infecciones vaginales por contacto sexual (vaginosis bacteriana, candiasis,
tricomonas, gonorrea, sífilis). La mayoría de las mujeres refieren no haber
tenido ningún tipo de contagio, ya que han sido cuidadosas en el momento del
contacto sexual. Pero en los casos de las mujeres que refirieron presentar
algún tipo de infección, es debido a que no utilizan protección con sus parejas.
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Gráfica 27. Distribución de frecuencia según la información recibida sobre infecciones de transmisión sexual
Con respecto a la información recibida sobre las infecciones de
transmisión sexual, 16 de las sexo-servidoras que representan al 61.53%
respondieron no haber recibido ningún tipo de información, las 10 mujeres
restantes que corresponden al 38.46%, mencionan haber obtenido información
a través de diferentes medios, tales como: Centro de Apoyo para la Mujer,
escuelas, libros, médico ginecólogo, entre otros. Esto nos indica que las
mujeres no reciben la información necesaria que les permita prevenir
adecuadamente las infecciones de transmisión sexual.
61.53%
38.46%
no si
47
Gráfica 28. Distribución de frecuencia según el tipo de práctica sexual
100.00%
7.96%
0.00%
20.00%
40.00%
60.00%
80.00%
100.00%
vaginal vaginal y oral
Con respecto al tipo de práctica sexual que realizan las sexo-servidoras,
el 100% de la muestra trabajada, respondió que utilizan la práctica denominada
“tradicional” que se refiere por vía vaginal. En el caso de 2 mujeres que
corresponde al 7.96%, manifestaron utilizar tanto la práctica vía vaginal como el
sexo oral, y además refirieron utilizar el preservativo como medio de protección.
48
Gráfica 29. Distribución de frecuencia según las formas para la utilización de métodos anticonceptivos y/o preventivos
El 50% de las sexo-servidoras que representa a 13 mujeres, aprendieron
la utilización de los métodos anticonceptivos y/o preventivos a través de la
misma práctica, 8 mujeres que representan al 30.76% refirieron haber recibido
algún tipo de plática informativa proporcionada por los servicios médicos y 5
mujeres que equivale al 19.23%, obtuvieron información por medio de libros,
folletos, y por la TV. Esto nos indica que la mayor parte de las mujeres no han
recibido información adecuada con respecto a la utilización de métodos
anticonceptivos, aprendiendo su utilización a partir de la propia práctica que
realizan.
50.00%
19.23%
30.76%
prácticando información pláticas
49
Gráfica 30. Distribución de frecuencia según la pareja sentimental
42.30%
57.69%
si no
Con respecto a las parejas sentimentales, se identifica que el 57.69%
que equivale a 15 mujeres que se dedican al sexo-servicio, no tienen pareja
sentimental, las 11 restantes que representan el 42.30% manifestaron que
actualmente si cuentan con pareja de carácter sentimental. Se observa por los
datos obtenidos que no es muy relevante el hecho de tener o no tener pareja
sentimental.
50
Gráfica 31. Distribución de frecuencia según la utilización de métodos anticonceptivos y/o preventivos con la pareja
En la presente gráfica se muestra que en el caso de las 11 mujeres que
representan al 42.30% y que cuentan con pareja sentimental, 7 (26.92%) de
ellas utilizan métodos anticonceptivos y/o preventivos por su propia seguridad y
de la pareja, las 4 mujeres restantes (15.38%) manifestaron no utilizar ningún
tipo de método, debido a que tienen confianza con su pareja. Esto nos indica
que del total de mujeres, en su mayoría tratan de prevenir infecciones de
transmisión sexual a través de sus relaciones sentimentales. Es decir, toman
en cuenta que tanto ellas pueden contagiar, como ser contagiadas.
26.92%
15.38%
si no
51
Análisis de la información
El presente análisis contempla los resultados que se obtuvieron en la
investigación realizada en una muestra de veintiséis mujeres que se dedican al
ejercicio del sexo-servicio y que acuden al Centro de Apoyo para la Mujer,
dependiente de la Dirección de Salud Pública Municipal.
Cabe mencionar que las edades de las mujeres oscilan entre los 18 y 57
años, en el caso de la muestra el grupo mayoritario de mujeres se identifica en
el rango de 18 a 27 años; el grupo minoritario en el rango de 48 a 57 años.
Con relación al estado civil de las sexo-servidoras, se encontró que de
las veintiséis entrevistadas, veintiún mujeres son madres solteras, tres solteras,
una divorciada y otra que viven en unión libre. Se observó que en su mayoría
concluyeron los estudios de secundaria, seis terminaron la preparatoria, tres la
primaria, dos mujeres estudian una licenciatura o profesión y por último solo
dos casos donde una aprendió a leer y escribir y la otra es analfabeta.
Con respecto al número de hijos, nueve de las mujeres tienen un solo
hijo, siete tienen dos, tres con tres hijos, otras tres sin hijos y en menor
porcentaje dos que tienen cuatro y dos que tienen cinco hijos.
Por otra parte, diecisiete de las entrevistadas dijo realizar únicamente el
oficio del sexo-servicio, existiendo nueve casos de mujeres que además del
sexo-servicio realizan otras actividades tales como: bailarinas, meseras,
vendedoras, estilista y una cuidadora de persona de la tercera edad.
En la estructura familiar podemos observar que diez de las mujeres
viven con sus hijos, cuatro viven con la familia, teniendo en menor frecuencia
dos que viven con su pareja e hijos, dos con madre e hijos, dos con madre y
hermanos, dos con hermanos, dos con parientes, una con padre e hijos y una
con padres y hermanos. Lo que permite inferir que se dedican a este oficio por
no contar con otro recurso más que el sueldo que perciben por el mismo.
52
Las viviendas de dieciséis sexo-servidoras son propias, las diez
restantes que no cuentan con inmueble residen en viviendas rentadas,
pagando una mensualidad que varia desde $500.00 a $5,000.00 pesos; catorce
de las viviendas están construidas de ladrillo, nueve de block y en menor
frecuencia se encuentran dos construidas combinando materiales de block y
lámina de cartón y solo una de block y ladrillo. Diecinueve están ubicadas en
colonias y siete en fraccionamientos, de las cuales diez tienen desde uno a dos
cuartos, otras diez tienen de tres a cuatro cuartos, y seis que cuentan con cinco
a más cuartos. Es importante mencionar que las viviendas que cuentan con
espacios reducidos, es donde existe mayor número de miembros,
considerándolo un problema de hacinamiento. En su totalidad tienen el servicio
de agua potable y energía eléctrica, de las veintiséis viviendas solo veinticuatro
cuentan con el servicio de drenaje y quince con el servicio telefónico.
Los ingresos que aportan la mayoría de las sexo-servidoras son
considerados suficientes, ya que lo que obtienen alcanza a la economía
familiar, considerando que el de mayor frecuencia varía entre los $4,000.00 y
$5,000.00 pesos semanales, sumándole otra aportación extra de un miembro
de la familia, el cual asciende entre los $6,001.00 a los $8,000.00 pesos
semanales, teniendo un egreso familiar semanal de $1,001.00 a 2,000.00
pesos, lo que permite a la familia cubrir las necesidades básicas.
Con relación a los servicios médicos, quince de las sexo-servidoras no
cuentan con el servicio, por tal razón ocho de las mujeres acuden al servicio
médico privado, cinco, acuden a los centros de salud y en último término dos
acuden al Hospital General del Estado. Esto, como consecuencias de que no
se les proporciona ningún servicio médico en los establecimientos donde
ejercen su oficio. De las once que cuentan con servicio médico, nueve acuden
al seguro popular, dos casos que tienen IMSS; una de ellas tiene este servicio
porque además de su oficio, se desempeña como mesera en el mismo
establecimiento y el otro caso, debido a que su ex-pareja la tiene registrada en
el servicio médico.
53
Las mujeres que acuden a solicitar el servicio institucional por voluntad
propia son quince, ya que afirman que primero está su seguridad y salud, siete
mujeres que acuden enviadas por los inspectores y en menor frecuencia se
encuentran cuatro mujeres que acudieron por petición de los establecimientos
donde trabajan. Diecisiete de ellas consideran que el servicio que se les brinda
en la institución es bueno, por su eficiencia y buen trato, ocho, consideran que
el trato es regular porque los costos de los análisis clínicos son muy elevados y
el proceso de atención es lento; en un menor porcentaje tenemos el caso de
una mujer que considera que el trato es malo, por la falta de atención que
recibe, aunado a ser lastimada a la hora de las revisiones vaginales.
Con relación a la edad en la que empezaron a ejercer el oficio, es entre
los 10 y 36 años, teniendo veinte mujeres que comenzaron entre los 17 y 29
años, cuatro, entre los 30 y 36 años y por último dos mujeres que iniciaron
entre los 10 y 16 años. El motivo que se refiere al desempeño del oficio del
sexo-servicio, diecisiete mujeres lo fundamentan en necesidades de tipo
económico, y nueve señalan que simplemente “por gusto” En la muestra
trabajada se identificó que en veinticinco de los casos, no existe otro miembro
de la familia dedicado al mismo oficio; encontrando solo un caso en el cual dos
miembros de la familia se dedican al ejercicio de este oficio, los cuales son
hijos homosexuales que residen en otro estado de la República.
Con respecto al conocimiento de las infecciones de transmisión sexual,
las veintiséis mujeres entrevistadas tienen información sobre el VIH-SIDA,
diecinueve; sobre gonorrea, quince; sobre el virus del papiloma humano,
catorce; sobre la sífilis, trece; del herpes genital, diez; de la vaginitis, seis; de
los condilomas, dos; de la hepatitis B, dos; de candiasis, dos; de vulvovaginitis
y dos; de clamidia. Donde las mujeres mostraron menor conocimiento es en las
infecciones vaginales más comunes que a ellas se les presentan, tal es el caso
de la vaginitis y la candidiasis.
Sobre la utilización de métodos anticonceptivos y/o preventivos,
veinticuatro de las mujeres utilizan dichos métodos, de las veinticuatro, solo
veintitrés de ellas utilizan el condón; de las veintitrés hubo un caso donde
54
combina el condón con pastillas; el otro caso existente entre las veinticuatro, se
realizó la salpingoclasia para no concebir más hijos, este último, sin considerar
la prevención de infecciones de transmisión sexual. Existen solo dos casos de
mujeres que no utilizan ningún tipo de método.
Es importante mencionar que veintitrés de las mujeres, respondieron que
durante sus relaciones y/o contactos sexuales, se cuidan utilizando el condón,
esto con el fin de no contraer infecciones de transmisión sexual. Pero existe un
caso que solo utiliza el método anticonceptivo, habiendo tomado la decisión de
realizarse la salpingoclasia. Hubo tres casos que no lo utilizan en los contactos
que establecen, refiriendo que es una forma de recibir una mejor paga.
Se destaca que ocho mujeres entrevistadas que formaron parte de la
muestra, resultaron con infecciones de tipo vaginal, esto se debe
fundamentalmente a que no tienen cuidados preventivos al tener relaciones
con su pareja, el caso de las dieciocho mujeres no presentó ningún tipo de
infección. Dieciséis de las mujeres afirmó no haber obtenido ningún tipo de
información con referencia a las infecciones de transmisión sexual y el resto,
manifestó haber obtenido información por parte del Centro de Apoyo para la
Mujer, en la escuela, en libros, o a través de la ginecóloga.
De las mujeres sexo-servidoras, trece de ellas aprendieron a utilizar el
condón mediante la práctica, ocho aprendieron por medio de pláticas en los
servicios médicos y el resto aprendió por medio de libros, folletos y a través de
la información de los medios de comunicación.
Quince de las mujeres sexo-servidoras, no tienen pareja sentimental y
las que cuentan con ella, en su mayoría utilizan los métodos anticonceptivos
y/o preventivos por su propia seguridad y la de la misma pareja, a decir de la
mujeres que “más vale prevenir que lamentar”. Cabe hacer notar que las
mujeres que no utilizan los métodos anticonceptivos con su pareja, argumentan
que es debido a la confianza que les tienen, y son ellas; las que han padecido o
padecen infecciones vaginales.
55
II.2.2. Segunda Fase: Identificación de los elementos de análisis para la Definición del Problema Objeto de Intervención Profesional.
La segunda fase del proceso metodológico se sustenta a partir de la
propuesta de Cecilia Tobón, quien refiere que para definir el Problema Objeto
de Intervención, es necesario identificar el problema central o de fondo, las
manifestaciones y/o efectos y las agravantes.
Para identificar estos elementos de análisis, se recurre a las definiciones
propuestas por la maestra María de los Ángeles Ruiz, quien los define de la
siguiente manera:
a) “Problema central o de fondo: Implica identificar con claridad la
causa inmediata que da origen a la situación problema que se nos
presenta.
b) Manifestaciones y/o efectos: Estas pueden ser múltiples y variadas.
Son las expresiones más evidentes del problema de fondo.
c) Agravantes: En toda situación problema existen factores que la
agravan y/o agudizan. Es preciso hacer una adecuada identificación de
los agravantes en virtud de que en ellas podemos encontrar el o los
problemas objetos de intervención”.9
9 Ruiz, H., María de los Ángeles. El Objeto de Intervención del Trabajo Social en el Problema de Reprobación Escolar: El Caso del CBTIS No. 206 (Tesis). Universidad de Sonora. Departamento de Trabajo Social, Hermosillo, Sonora, 1993, p. 145.
56
Presencia de infecciones de transmisión sexual en mujeres dedicadas al sexo-servicio
ESQUEMA METODOLÓGICO PARA LA DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA OBJETO DE INTERVENCIÓN
:
SITUACIÓN PROBLEMA
Inadecuado uso de los métodos anticonceptivos y/o preventivos.
PROBLEMA DE FONDO
Contagio de infecciones de transmisión sexual.
• Vaginosis bacteriana • Candidiasis • Tricomonas • Gonorrea • Sífilis
MANIFESTACIONES
• Información institucional insuficiente
• Falta de difusión de programas preventivos sobre las ITS
• Escasa participación de las mujeres (desinterés y apatía)
• Limitación en la distribución de anticonceptivos más comunes.
AGRAVANTES
57
DESCRIPCIÓN DEL ESQUEMA METODOLÓGICO PARA LA DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA OBJETO DE INTERVENCIÓN PROFESIONAL EN EL CENTRO DE APOYO PARA LA MUJER Situación problema
A partir de la identificación de los elementos de análisis para llegar a la
delimitación del problema objeto de intervención profesional, se reconoce que
la situación problema detectada en el Centro de Apoyo para la Mujer
dependiente de la Dirección de Salud Municipal, es la presencia de infecciones
de transmisión sexual en mujeres dedicadas al sexo-servicio. Esto se debe a
que las mujeres dedicadas a dicho oficio, no tienen los cuidados adecuados en
el momento del contacto sexual con sus parejas, por lo que es en estos casos,
específicamente; donde se presentan los riesgos que puede ocasionar algún
tipo de infección.
Las infecciones de transmisión sexual se transmiten de una persona
infectada a otra persona, a través del contacto directo con el cuerpo o del
contacto con líquidos infectados del cuerpo. Se les llama así; porque el
contagio es principalmente a través del contacto sexual, ya sea oral, anal y
vaginal. Afectan el área genital y también pueden afectar otras partes del
cuerpo, ya sea debido al contacto directo o porque la infección se extiende por
el cuerpo.
Problema central o de fondo
El inadecuado uso de los métodos anticonceptivos y/o preventivos, se
considera es el problema central o de fondo, ya que algunas de las mujeres
sexo-servidoras no utilizan los métodos adecuados en sus contactos sexuales,
lo que demuestra la poca información recibida sobre las infecciones de
transmisión sexual, por lo que se corren mayores riesgos de salud.
58
La mayor parte de las mujeres no han recibido la información suficiente y
adecuada con respecto al uso y manejo de métodos anticonceptivos, las
formas aprendidas están basadas a partir de la propia práctica que
cotidianamente realizan.
Manifestaciones y/o efectos
Las expresiones más evidentes del problema de fondo es el contagio de
infecciones de transmisión sexual tales como: vaginosis bacteriana,
candidiasis, tricomonas, gonorrea y sífilis.
Las mujeres tienen poco o escaso conocimiento de algunas infecciones.
No cuentan con la información adecuada sobre las infecciones que se
presentan con mayor frecuencia, tal es el caso de la candidiasis; esto puede
ser atribuible a que no existen los medios adecuados generadores de
información que permitan instruir para lograr la prevención de las infecciones
de transmisión sexual más comunes en mujeres dedicadas al ejercicio del
sexo-servicio.
A continuación se presentan y precisan las manifestaciones del
problema:
Vaginosis bacteriana (VB): Es el nombre que se le da a una infección
que ocurre en las mujeres, en la cual el equilibrio bacteriano normal de la
vagina se ve alterado y en su lugar ciertas bacterias crecen de manera
excesiva. En ocasiones, va acompañada de flujo vaginal, olor, dolor, picazón o
ardor.
Candidiasis: Producida por un hongo llamado cándida albicans, en la
mujer se presenta una comezón intensa, flujo blanco, espeso y pegajoso; en el
hombre los síntomas son inflamación de glande y del prepucio con mucha
comezón.
59
Tricomonas: Producida por un protozoario flagelado llamado
trichomona vaginalis, en la mujer se presenta secreción vaginal abundante y
fétida, acuosa de aspecto espumoso, amarillo verdoso, irritación de vulva,
ingles y zonas adyacentes a muslos, en hombres a veces es asintomático,
puede presentarse uretritis, balanopostitis y prostatitis.
Gonorrea: Causada por un microbio llamado Neisseria gonorrhoeae
conocido como gonococo. Se transmite por contacto sexual y puede
transmitírsele al futuro bebé durante el nacimiento. Los síntomas aparecen de
dos a cinco días después de la infección. Las mujeres generalmente son
asintomáticas (80%), en caso contrario les puede ocasionar cólicos, dolor en la
parte baja del vientre y flujo vaginal amarillento. A los hombres les produce
mucho dolor y ardor al orinar y una secreción amarillenta.
Sífilis: Causada por una espiroqueta llamada Treponema pallidum. Se
transmite por relaciones sexuales sin protección, transfusiones de sangre, o
una madre infectada puede transmitirlo al bebé (sífilis congénita). Existen tres
etapas; Sífilis primaria: de diez días a seis semanas después de la exposición
aparece una úlcera endurecida, llamada chancro (tiene espiroquetas
infectantes), con un conjunto de ganglios en la ingle. Sífilis secundaria: de una
semana a seis meses aparecen manchas color café con leche (tiene
espiroquetas infectantes) en todo el cuerpo, especialmente en manos y plantas
de los pies. También aparecen ganglios linfáticos inflamados, puede haber
dolor de cabeza y fiebre. Sífilis terciaria: de tres a 25 años, puede provocar
trastornos en la piel y huesos, en el corazón y en el sistema nervioso central.
Agravantes
Es importante mencionar que en toda situación problema existen
factores que agravan y/o agudizan dicha situación, por lo que es necesario
hacer una adecuada identificación de los agravantes que permita encontrar el o
los problemas objeto de intervención profesional. En este sentido y a partir de
la situación problema identificada, se describen los siguientes factores:
60
• Información institucional insuficiente: Consideramos que la información
que se les proporciona a las mujeres dedicadas al sexo-servicio en el Centro
de Apoyo para la Mujer, es insuficiente, debido a que no tienen un adecuado
conocimiento de las infecciones de transmisión sexual que se les presentan
con mayor frecuencia; de igual manera sobre los métodos anticonceptivos y/o
preventivos ya que no los utilizan, o bien; cuando son utilizados se hace de
manera inadecuada.
• Falta de difusión de programas preventivos sobre las infecciones de transmisión sexual: Actualmente en el Centro de Apoyo para la Mujer se hace
necesaria la difusión constante de un programas o programas que tengan
como finalidad, sensibilizar a las mujeres para la prevención de las infecciones
de transmisión sexual, ya que en este grupo de población se presentan
mayores riesgos debido al tipo de oficio que se desempeña. Es evidente que la
Dirección de Salud Pública Municipal ha descuidado la implementación de
estrategias de difusión orientadas a personas que realizan actividades
relacionadas al sexo-servicio. Sin duda, los programas de información y
orientación se constituyen de gran apoyo, ya que a través de los mismos, las
mujeres pudieran tener los conocimientos necesarios sobre las infecciones de
transmisión sexual, y con ello, disminuir los riesgos que esto ocasiona en
quienes participan en este tipo de actividades.
• Escasa participación de las mujeres (desinterés y apatía): Las mujeres
que acuden al Centro de Apoyo para la Mujer, no demuestran tener interés en
participar en las pláticas sobre prevención de ITS. En las propias instalaciones
del Centro ocasionalmente se programan pláticas y/o charlas referidas a este
tipo de temáticas. Las mujeres manifiestan actitudes de apatía hacia las
acciones de la institución. Se destaca que las propias mujeres expresan que
los motivos de su poca participación se debe a que no cuentan con el tiempo
suficiente para asistir o bien, por las propias condiciones de sus horarios de
trabajo se les presenta como una limitante.
61
• Limitación en la distribución de anticonceptivos más comunes: Actualmente el Centro de Apoyo para la Mujer no cuenta con los recursos
financieros y materiales que permitan lograr al menos, la distribución de los
anticonceptivos más comunes y que usualmente utilizan las mujeres dedicadas
al ejercicio del sexo-servicio. Es necesario que las instituciones de Salud
cuenten con presupuesto destinado a cubrir gastos para la adquisición de
anticonceptivos, ya que esto se convierte en una de las estrategias básicas
para las acciones de prevención de ITS. De igual manera, es conveniente que
exista una coordinación eficiente y efectiva con todas aquellas instituciones del
sector Salud, que hoy en día están dedicadas a la prevención de enfermedades
de salud pública.
II.2.3 Tercera fase: Definición del problema objeto de intervención profesional en el problema de la presencia de infecciones de transmisión sexual en mujeres dedicadas al ejercicio del sexo-servicio.
Consideramos que a partir de los agravantes señalados y descritos
anteriormente, es posible identificar el problema objeto de intervención
profesional. Es importante mencionar que el Trabajador Social no puede
intervenir en todas las problemáticas que se le presentan en los espacios del
ejercicio profesional, ya que existen problemas que por sus propias
características competen a otros profesionales. Por ello; es necesario delimitar
que aspectos de ese problema o problemas objetos de intervención pueden ser
susceptibles de ser modificados con nuestra intervención en el espacio de
trabajo, para estar en posibilidad de proporcionar posibles alternativas que den
solución al problema, en este caso particular, el referido a la presencia de
infecciones de transmisión sexual en mujeres dedicadas al ejercicio del sexo-
servicio.
Pensamos que a partir de la reflexión generada en el proceso del
presente trabajo, La falta de difusión de un programa preventivo de infecciones
de transmisión sexual, se constituye en nuestro problema objeto de
intervención profesional, en virtud de creer que a través de una estrategia
adecuada y encaminada a las mujeres dedicadas a dicho oficio, es posible
62
trascender a partir del impulso de acciones educativas que tengan como
propósito generar procesos de información y orientación para la prevención de
las infecciones de transmisión sexual que se presentan.
Para ello, es necesario reconocer la necesidad de profesionales de
Trabajo Social, específicamente en el Centro de Apoyo para la Mujer, instancia
en donde se realizó el trabajo de investigación. Esto conlleva a que con la
intervención profesional se asumiría la responsabilidad y compromiso de
buscar acciones encaminadas a la prevención de dicho problema, en la
búsqueda de la erradicación del mismo.