Capítulo IEl ateísmo actual, una consecuencia del pensamiento filosófico de

Nietzsche

Oh Zaratustra, yo busco a alguien veraz, recto, sencillo, alguien sin fingimientos, un hombre toda

probidad, un vaso de sabiduría, un santo del conocimiento, un hombre! ! ¡Oh Zaratustra! ¿No lo sabes

por ventura? Yo busco a Zaratustra1.

1.1 Proemio

A lo largo de la historia se ha ido desarrollando una doctrina que niega la existencia de Dios y su imposibilidad de demostrarlo; esta doctrina se llama ateísmo. Se entiende por ateísmo a la negación de la existencia de Dios, así como de todo fundamento absoluto y supraempírico del mundo, frente del mundo, frente al panteísmo.2

El ateísmo se manifiesta en formas diversas: como doctrina acerca de la «incognoscibilidad» de Dios (agnosticismo), o como interpretación histórica del mundo y de la existencia que no conoce divinidad personal alguna. Si la primera forma del ateísmo supone un saber acerca de Dios, en la segunda el hombre evidentemente no ha llegado a experimentar los signos de Dios, o los ha interpretado erróneamente o los ha perdido hasta la inconsciencia.

En los albores del nuevo siglo esta doctrina se ha ido desarrollando con mayor fuerza; la forma de pensar ha sido influida por diversas formas de pensamiento, sobre todo en el ámbito cultural, como dice Francisco Conesa:

Estamos descubriendo en los últimos años el retorno de propuestas ateas, que se presentan en el panorama cultural – especialmente occidental - con gran fuerza y cierto éxito. Resulta sorprendente la difusión de estas ideas porque, en unos tiempos dominados por la «razón débil», parecía que la negación explícita de la existencia de Dios había quedado en manos de un pequeño reducto de pensadores, mientras que el ambiente social estaba dominado por la creciente indiferencia religiosa. A ello se suma el colapso del bloque soviético, que supuso el fin del ateísmo oficial, originando la impresión de que la propaganda atea había acabado.Sin embargo, con el comienzo de siglo vemos aparecer en todas las lenguas numerosos libros que proponen el ateísmo. Se puede, por ello, hablar de un

1 F. NIETZSCHE, Así habló Zaratustra IV, 5, 2.2 W. BRUGGER, Diccionario de Filosofía.

«retorno del ateísmo», en el sentido de que el ateísmo se presenta en nuestros días con ímpetu renovado, pero también porque vuelven a presentarse las antiguas ideas y argumentos contra Dios, muchos de ellos elaborados en la época de la Ilustración.3

Esta nueva forma del ateísmo, del cual se hablará más adelante, tiene su fundamento sobre todo en el pensamiento de algunos filósofos contemporáneos, entre los cuales se encuentran: Ludwig Feuerbach, Friedrich Nietzsche y Jean-Paul Sartre. Aquí se abordará sólo el pensamiento de Nietzsche.

1.2 Critica de Friedrich Nietzsche a la moral cristiana, un paso hacia el ateísmo

«El concepto de ‹Dios›ha sido hasta ahora

la gran objeción contra la existencia…Nosotros negamos a Dios,

negamos la responsabilidad de Dios:sólo así redimimos al mundo».4

1.2.1 El pensamiento griego: una interpretación de Nietzsche

La palabra «ateo», como era de suponer, tiene origen griego. Significa, negación de la existencia y causalidad de Dios. Negar la causalidad de Dios es lo máximo, la máxima razón de lo ateo. Por otro lado, el primer análisis de lo ateo o del ateísmo que se recuerde lo realizó Platón en el Libro X de sus Leyes. Platón describió el ateísmo negándolo de tres maneras: negación de la divinidad; la creencia de que la divinidad existe, pero no se preocupa de las cosas humanas; y la creencia de que la divinidad puede ser propiciada con donaciones y/u ofertas.

Ni tú ni tus amigos son los primeros en pensar cómo pensáis sobre la existencia de los dioses, y es que en todo tiempo ha habido ya más, ya menos personas atacadas de esta enfermedad; y sobre este particular puedo asegurarte, por haber sido testigo de ello en muchas ocasiones, que ninguno de los que en su juventud han negado que existieran dioses, ha persistido hasta la vejez en esta opinión; que respecto a los otros dos errores, a saber, que hay dioses pero que no se mezclan en los negocios 3En Revista SCRIPTA THEOLOGICA 43 (2011),4 F. NIETZSCHE, Crepúsculo de los ídolos, página…

humanos, o que si se mezclan, es fácil aplacarlos con oraciones y sacrificios, si algunos han perseverado en estas opiniones hasta el fin, la mayor parte no lo ha hecho así.

Nietzsche se ocupa sobre todo de la primera y segunda posibilidades, pero con una diferencia esencial: no existe ni se quiere al Dios moral y , en general, Dios no existe. De hecho, Nietzsche niega las tres posibilidades analizadas por Platón, si bien es en ellas en las que radica el ateísmo.

La primera forma sobre la que se pronuncia Platón es la del materialismo, en la que la naturaleza precede al alma. La segunda forma sería admitir que la divinidad, que existe a ultranza, es perezosa, indolente e inferior al más común de los mortales, que quiere siempre perfeccionar su obra, sea ésta grande o pequeña. La tercera y última, además de una aberración, es malvada, pues cree que a Dios (la divinidad) se le puede comprar con regalos ominosos y delictuosamente ofrecidos. La primera forma de ateísmo sostiene que el cuerpo antecede al alma. No obstante, crea Platón un Demiurgo hacedor, creador del mundo, artesano artífice del mundo, y piensa que las segundas y terceras formas son más unos vulgares prejuicios que ideas y creencias filosóficas.

Para los filósofos modernos ateísmo es vivir sin Dios y niegan la fe en lo «sobrenatural». Así, pues, para Nietzsche existir sin lo «sobrenatural» es existir sin dioses, espíritus, vida de ultratumba. Para los filósofos modernos, el ateísmo tiene objetivos y tareas::

a) Explicar las fuentes y causas del origen y existencia de la religión en general, no sólo de una religión en particular.

b) Criticar las creencias religiosas desde el punto de vista de la visión científica del mundo, el papel social de la religión y señalar de qué manera pueden ser superados los prejuicios religiosos.5

De los dos objetivos, Nietzsche desarrolló más extensamente el segundo. En su obra El Anticristo hace una fuerte crítica a la moral cristiana. Con el avance de los conocimientos científicos y la ampliación del espectro de valores del hombre, en especial al afianzarse y hacerse omnipresente la ciencia como valor moral, han ido adelantándose los conceptos ateístas. Nietzsche nació, creció, vivió y se educó en el siglo en el cual comenzó el auge de la ciencia y la tecnología y no podía ser refractario a la influencia arrolladora de ese fenómeno contundente e inevitable. Mucho menos podía no serlo, si se tiene en cuenta su enorme inteligencia, su sensibilidad y su perspicacia de filósofo; todo esto a pesar de ser alemán, es decir, del país

5 Cfr. El ateísmo contemporáneo, FACULTAD FILOSÓFICA DE LA UNIVERSIDAD PONTIFICIA SALESIANA DE ROMA,vol. II, p. 29.

del «poco a poco». No hay más que ver en su proceso autodepurador: cuáles ídolos quedaron en su imaginación y cuáles eliminó en el desarrollo de su idea filosófica. Ningún idealista y/o hacedor de religiones quedó en su imaginación admirándolo. ¿Quiénes sí permanecen en su cerebro? Los primigenios, y entre ellos, más que todos, Tales y Heráclito. De Heráclito dijo Nietzsche:

“En este sentido tengo derecho a considerarme el primer filósofo trágico — es decir, la máxima antítesis y el máximo antípoda de un filósofo pesimista. Antes de mí no existe esta transposición de lo dionisíaco a un pathos filosófico: falta la sabiduría trágica, en vano he buscado indicios de ella incluso en los grandes griegos de la filosofía, los de los siglos anteriores a Sócrates. Me ha quedado una duda con respecto a Heráclito, en cuya cercanía siento más calor y me encuentro de mejor humor que en ningún otro lugar. La afirmación del fluir y el aniquilar, que es lo decisivo en la filosofía dionisíaca, el decir sí a la antítesis y a la guerra… la doctrina del eterno retorno, es decir, del ciclo incondicional infinitamente repetido de todas las cosas — esa doctrina de Zaratustra podría, en definitiva, haber sido enseñada también por Heráclito”6.

La tragedia — y esto es elemental - es una imitación de la naturaleza. CuandoNietzsche se considera a sí mismo «el primer filósofo trágico»7 está diciendo con ello que él es de la naturaleza, no idealista ni artificial, y que está listo, desde luego, para tareas superiores. Su verdad era la de enfrentarse a las realidades de la vida, con valentía de hombre, como los griegos antiguos y no desviar la mirada de lo terrible. Todo aquel que fuera abanderado de la ciencia y la naturaleza o propagador de ellas, quedó en la imaginación nietzscheana y le sirvieron de referentes ideológicos. Quedaron igualmente los fundadores y los legisladores por no haber sido éstos esclavos de Dios, de la moral y de la religión. También admira a otros, que sin ser filósofos, pasaron por encima de la moral para fundamentar sus doctrinas.8 ¿Por qué estos? Porque no se desligaron jamás de la vida, sino que cada vez más se introdujeron en ella y no fueron ni apocados ni superficiales ni complacientes con las «altas clases» y tampoco intentaron «controlar» a los que sufren, tal cual hacen los resentidos y los cristianos. De los alemanes, sólo Göthe quedó con él. Sobre éste dijo:

“Göthe — no un acontecimiento alemán, sino un acontecimiento europeo: un intento grandioso de superar el siglo XVIII mediante una vuelta a la naturaleza

6 F. NIETZSCHENacimiento de la tragediaAf. 3 7F. NIETZSCHE. Nacimiento de la tragediaAf. 38 CfF. NIETZSCHE, Crepúsculo de los ídolos,«Incursiones de un intempestivo»

mediante un ascenso hasta la naturalidad del Renacimiento, una especie de autosuperación por parte de aquel siglo. - Göthe llevaba dentro de sí los instintosmás fuertes de él: sentimentalidad, la idolatría con respecto a la naturaleza, el carácter antihistórico, idealista, irreal y revolucionario. Recurrió a la historia, a la ciencia natural, a la Antigüedad, asimismo a Spinoza, y sobre todo a la actividad práctica, se rodeó nada más que de horizontes cerrados…”.9

En resumen, el pensamiento trágico griego, bien conocido por Nietzsche, hace que su experiencia religiosa se reafirme y se convenza de su postura ante Dios y su existencia. Con la afirmación “Dios ha muerto”, Nietzsche comienza una etapa del ateísmo. Las obras donde marca su pensamiento sobre el ateísmo son principalmente El Anticristo y La Gaya ciencia, donde hace una fuerte crítica sobre la moral cristiana, la cual lo hace afirmar y profesar su ateísmo.

El “profeta”10, como se llama a sí mismo, trata de mostrar el “error” de los cristianos y, en consecuencia, rechazar su teísmo; desmentir las grandes mitificaciones humanas consagradas por la tradición de la historia del pensamiento es la gran tarea emprendida por él,11 cosas que para el “ateo” pueden verse como un obstáculo para alcanzar la perfección; criticar la ciencia, el progreso, la razón, la ilustración, el hombre y toda serie de productos abstractos en nombre de los cuales se inmola la vida, es el paso para despertar del sueño milenario.

9F. NIETZSCHE, Crepúsculo de los ídolos, «Incursiones de un intempestivo»10Cf. F. NIETZSCHE, La ciencia jovial, 125 «El loco»11F. NIETZSCHE, La ciencia jovial, Prólogode Ignacio de Llorens,

1.2.2 El ateísmo en El Anticristo

Tu brillo pertenece a un mundo más lejano:La compasión debe ser para ti pecado.

¡Que ser pura es tu único mandato!12

Nietzsche

En el prólogo de El Anticristo Nietzsche deja muy claro a quién lo dedica:

“Este libro está hecho para muy pocos lectores. Puede que no viva aún ninguno de ellos… Hay que hacerse indiferente; no debe preguntarse si la verdad favorece o perjudica al hombre. Hay que tener una fuerza de predilección para las cuestiones que ahora espantan a todos; poseer el valor de las cosas prohibidas: es preciso estar predestinado al laberinto. De esas soledades hay que hacer una experiencia. Tener nuevos oídos para una nueva música; nuevos ojos para las cosas más lejanas: nueva conciencia para verdades hasta ahora mudas, y la voluntad de la economía en grande estilo; conservar las propias fuerzas y el propio entusiasmo; hay que respetarse a sí mismo, amarse a sí mismo: absoluta libertad para consigo mismo…”13.

Se necesita una transmutación de valores, tener oídos nuevos para música nueva es abrirse para escuchar lo que hasta su tiempo era considerado como prohibido escuchar, nueva conciencia para verdades hasta ahora mudas; según Nietzsche, la religión ha hecho que muchas verdades se mantuvieran ocultas y lo que para la religión es verdad no es otra cosa que mentiras bañadas de compasión.

La obra El Anticristo comenzará a desenvolverse con las preguntas:¿Qué es lo bueno?, ¿Qué es lo malo?, ¿Qué es la felicidad?14, preguntas que él mismo responde; estas preguntas son el punto de partida: es momento de ver las mentiras que se tenían como verdades desde su mentira; así, aquello que se tenía por bueno, ¿es realmente bueno? O lo malo ¿es malo? Y lo que se tiene por felicidad, ¿es felicidad o mera ilusión?

Lo bueno, para Nietzsche, es todo lo que eleva en el hombre el sentimiento de poder, la voluntad de poder, el poder mismo.15 Es un bonum relativista, pues todo aquello que ayuda a alcanzar el poder, a

12F. NIETZSCHE, La ciencia jovial, «Broma, astucia y venganza», 63.13F. NIETZSCHE, El Anticristo, Prologo.14F. NIETZSCHE, El Anticristo, II15F. NIETZSCHE, El Anticristo, II

ser el superhombre, es diferente para todos; el relativismo nietzscheano busca en lo posible alejarse de todos aquellos viejos valores que la religión, sobre todo el cristianismo, había establecido como medios buenos para alcanzar la plenitud como personas; de ahí su “transmutación de valores”. Por otra parte, lo malo es todo lo que proviene de la debilidad. Y a su vez debilidad es la compasión con la que crece y se multiplica la pérdida de fuerzas que en sí el sufrimiento aporta ya a la vida.16 La compasión es la fuente de la debilidad y es lo que hace al animal doméstico, el animal de rebaño, aquel animal enfermo que se llama hombre: el cristiano…17. La compasión hace perder fuerza, hace al hombre débil ante el dolor y ve al poder como algo diabólico que no ayuda a ser un “superhombre”.

Contra esta forma de pensar Nietzsche ha emprendido su lucha, tratando de formar en la conciencia la necesidad del surgimiento del superhombre, aquel que debe ser educado en los nuevos valores, saliendo de la manada, un hombre en el cual no haya un valor por encima de él, donde él sea su propio dios, que dicte sus normas y que decida qué le es bueno y qué lo hace feliz.

Los débiles y los fracasados deben perecer; ésta es la primera proposición de nuestro amor a los hombres. Y hay que ayudarlos a perecer18. Los cristianos, los que viven la compasión, aquellos que tanto daño le han hecho a la humanidad, deben dejar de existir, ellos que profesan una religión del “amor”, por amor se les debe ayudar a perecer; ellos que no pueden ser “superhombres”, pues viven dentro del “rebaño”, son los débiles y fracasados, los que contaminan al hombre y no lo dejan alcanzar su felicidad; los cristianos han hecho una religión de muerte y de mentira, que en lugar de elevar y engrandecer al hombre lo ha frustrado y vuelto débil, sin pensamiento propio.19

Hemos renovado los métodos en todos los campos: somos ahora más modestos. Ya no derivamos al hombre del espíritu de la divinidad; le hemos colocado entre los animales.20 Nietzsche comienza a separar al hombre de su parte espiritual, para él es mejor que el hombre se vuelva a su estado inicial, al ser animal; este «estar ente animales» es estar desligado de Dios, conducido a un ateísmo puro, pues el estado de animalidad no reconoce a ningún dios.

16F. NIETZSCHE, El Anticristo, VII17F. NIETZSCHE, El Anticristo,III18F. NIETZSCHE, El Anticristo, II19 Cf. F. NIETZSCHE, El Anticristo, II, V.20F. NIETZSCHE, El Anticristo XIV

La crítica de Nietzsche a los curas, a los teólogos (con hábito o sin hábito), su crítica a la virtud y la moral con «moralina», tenía en él un profundo basamento ideológico, de pleno convencimiento de que Dios no existe. Dios existe sólo para el que no piensa, y el hombre de Nietzsche es ateo porque es un pensador.

Un concepto que se escucha mucho en esta obra es el término «anti». El «anti» significa en él deseo de superación. El «anti» no es para hoy, es para el futuro. Tan sólo una persona que piense en forma simplista, puede pronunciarse negativamente acerca de un movimiento que bien ha sido un movimiento que durante más de dos mil años ha agrupado a la mayor parte dela población del mundo occidental sirviéndole de soporte espiritual y moral.

“El cristianismo, - el alcohol los dos grandes medios de corrupción… Yo llamo al cristianismo la única gran maldición, la única grande intimísima corrupción, el único gran instinto de venganza, para el cual ningún medio es bastante venenoso, sigiloso, subterráneo, pequeño,- yo lo llamo la única inmortal mancha deshonrosa contra la humanidad”.21

La religión, el cristianismo, constituyen para Nietzsche: Relaciones entre criaturas imaginarias (Dios, espíritu, alma); una ciencia natural imaginaria (antropocéntrica: falta completa de la noción de las causas naturales)22; esta relación daña al hombre y no lo deja crecer, pues ligado a otro ser imaginario se limita a buscar fuera de la realidad y a explicar, como dijera Comte, todo con términos abstractos, incluso llega a atribuir a un ser supremo llamado Dios todo lo que sucede en este mundo. ¿Será que el hombre es un títere de Dios, un juguete con el que se divierte viéndolo sufrir y al cual el hombre debe recurrir, como un niño para pedirle que lo ayude? Y si es así ¿Qué clase de Dios es ese que se complace en el sufrimiento?23

La fe significa no querer saber qué es la verdad. El pietista, el sacerdote de ambos sexos, es falso porque es un enfermo: su instinto exige que la verdad no tenga razón en ningún punto.24 Si estar religados con dios es una muestra de fe, entonces se está religado a la mentira, a la no necesidad de querer salir en busca de la verdad y conformarse con las mentira, pues en muchos casos la fe se vuelve un simple fanatismo,

21F. NIETZSCHE, El Anticristo, LX22F. NIETZSCHE, ElAnticristo, XV23 Cfr. F. NIETZSCHE, ElAnticristo. V24F. NIETZSCHE, ElAnticristo, LII

el cual no sabe dar razones de sus creencias. Y no saber dar razones de fe es ser un mentiroso. Toda especie de fe es una expresión de despersonalización, de renuncia de sí mismo...25

“Mi objeción contra los medios empleados por el cristianismo es ésta: que en él faltan los fines santos. Sólo fines malos: envenenamiento, calumnias, negación de la vida, desprecio del cuerpo, envilecimiento y corrupción del hombre mediante el concepto de pecado; por consiguiente, también sus medios son malos.”26

Para Nietzsche, el cristianismo es una religión de mentiras, que envenena y obstruye el crecimiento del hombre, quitándole la libertad y reduciéndolo a un títere que cumpla la voluntad de Dios.

1.2.3 La Gaya ciencia: el anuncio de la muerte de Dios

Dios ha muerto, pero los hombres son de tal naturaleza que, tal vez durante milenios, habrá cuevas donde seguirá proyectándose su sombra27.Con esta frase comienza el libro tercero de La ciencia jovial, donde ofrece la idea de que Dios sigue viviendo sólo porque son los hombres los que se obstinan en su existencia, siendo las iglesias esas cuevas donde se sigue proyectando esa sombra de Dios, pero un Dios muerto. Pero pareciera que es la vida la que hace que el hombre tenga la necesidad de seguir teniendo vivo a Dios, pues al recibir la influencia de Feuerbach, al ver a Dios sólo como un invento del hombre para poderse responder lo que no puede hacer por sí mismo,28 el hombre sigue manteniendo vivo a Dios, como ese ser en quien él se puede proyectar.29

En el apartado El Loco, Nietzsche expresa esa búsqueda de Dios:

¿No han oído hablar de aquel hombre frenético que justo antes de la claridad del medio día encendió una lámpara, corrió al mercado y no dejaba de gritar: "¡Busco a Dios, busco a Dios!"? Allí estaban congregados muchos que no creían en Dios, provocó gran diversión. ¿Se te ha perdido?, dijo uno. ¿Se ha extraviado como un niño?, dijo otro. ¿No será que se ha escondido en algún sitio? ¿Nos tiene miedo? ¿Se ha

25F. NIETZSCHE, ElAnticristo, LIV26F. NIETZSCHE, ElAnticristo, LVI27F. NIETZSCHE. La ciencia jovial, 10828 Cf. L. FEUERBACH, La esencia del cristianismo, 81-8229 Cf. L. FEUERBACH,La esencia del cristianismo, 75.

embarcado? ¿Ha emigrado? Así gritaban y se reían al mismo tiempo. El loco se lanzó en medio de ellos y los fulminó con la mirada.30

Para los ateos la búsqueda de Dios es motivo de diversión, pues es una búsqueda inútil, ¿es que acaso tenemos a Dios como para perderlo? O ¿es que Dios se nos esconde? La búsqueda de Dios, según Nietzsche, es una búsqueda del hombre, sin sentido, pues Dios está muerto, se busca algo o alguien que ya no está, y así, aunque camine con la luz natural del sol y la luz artificial de la lámpara, no se encuentra nada; los intentos por encontrar a Dios en nuestras actividades diarias es en vano.

— ¿A dónde se ha ido Dios?—, gritó, ¡yo os lo voy a decir! ¡Nosotros lo hemos matado, vosotros y yo! ¡Todos nosotros somos sus asesinos! ¿Pero cómo hemos hecho esto? ¿Cómo fuimos capaces de bebernos el mar hasta la última gota? ¿Quién nos dio la esponja para borrar todo el horizonte? ¿Qué hicimos cuando desencadenamos esta tierra de su sol? ¿Hacia dónde se mueve ahora? ¿Hacia dónde nos movemos nosotros? ¿Lejos de todos los soles? ¿No caemos continuamente? ¿Y hacia atrás, hacia los lados, hacia delante, hacia todos los lados? ¿Hay aún un arriba y un abajo? ¿No vagamos como a través de una nada infinita? ¿No sentimos el alentar del vacío? ¿No se ha vuelto todo más frío? ¿No llega continuamente la oscuridad y más oscuridad? ¿No tendrán que encenderse las lámparas a mediodía? ¿No escuchamos aun nada del ruido de los sepultureros que entierran a Dios? ¿No olemos aun nada de la putrefacción divina? - También los dioses se descomponen. ¡Dios ha muerto! ¡Dios sigue muerto! ¡Y nosotros lo hemos matado!31

Es el hombre culpable de la muerte de Dios, «el loco es el que pone el dedo en la llaga y dice las verdades del barquero que nadie se atreve a decir.»32 Es el «loco» el que pregona la verdad: Gottisttot; y quien transmite la noticia a los hombres es quien dice que todo esfuerzo por buscar a Dios es inútil, pues él ya está muerto, no hay nada en el mundo que demuestre lo contrario: el Dios milenario de la religión está muerto, aquel que era el culpable de que el hombre fuera un ser desdichado ya no está, nunca estuvo; es momento de que el hombre sepa la verdad y deje atrás la mentira que lo esclavizaba.

Hablar de la muerte de Dios en tiempo de Nietzsche no era nada nuevo, «Nietzsche no se inventa el acontecimiento de la muerte de

30F. NIETZSCHE,La ciencia jovial, 12531F. NIETZSCHE,La ciencia jovial, 12532J-J, TAMAYO-ACOSTA, Para comprender la crisis de Dios hoy, p. 138

Dios; estaba en el ambiente. Los tiempos no eran propicios para la fe en Dios»33. Al igual que en estos tiempos, pareciera que no es momento de tener fe en un Dios que «no vemos», que es imposible demostrar; al igual que ahora, «el clima intelectual estaba teñido de ateísmo tanto en el terreno filosófico como en el científico»34, dando esto paso a que el hombre vaya sacando aquella Razón Divina que le daba sentido a la existencia, pues con esta noticia de la muerte de Dios el hombre debe comenzar de nuevo:

¿Cómo nos consolaremos los asesinos de todos los asesinos? Lo más sagrado y lo más poderoso que hasta ahora poseía el mundo sangra bajo nuestros cuchillos - ¿quién nos enjugará esta sangre? ¿Con qué agua lustral podremos limpiarnos? ¿Qué fiestas expiatorias, qué juegos sagrados tendremos que inventar? ¿No es la grandeza de este hecho demasiado grande para nosotros? ¿No hemosde convertimos nosotros mismos en dioses, solo para estar a su altura?35

«Hay personas en quienes la noticia de la muerte de Dios produce liberación, alivio, alegría y felicidad. Por eso la celebran gozosamente»36, y como ha muerto Dios, ahora es tiempo de que surja el superhombre, aquel que se ha de convertir en su propio dios; ya no hacen falta los viejos ritos que esclavizaban al hombre, ahora es el hombre el protagonista de la historia. Ahora ha comenzado una nueva etapa para el ser humano, hay motivos para celebrar la muerte de Dios, pues «se sienten liberados del máximo peligro que les amenazaba y tras haber colocado a Dios en su tumba, parecen haber resucitado».37 Con la muerte de Dios se proclama la victoria del superhombre: «Muertos están todos los dioses: ahora queremos que viva el superhombre.»38 Así el superhombre ocupar el lugar de Dios y se convertirá en Dios, ser que estará en su categoría.

Para Nietzsche concebir a Dios como la negación de los deseos o aspiraciones del hombre, ya que son constitutivos de la misma esencia de la vida, no es sino instituir la tiranía universal de la interpretación necesaria al tipo de ser viviente más débil, más mediocre. Estos son los individuos que están prisioneros de su propia angustia y, como

33J-J, TAMAYO-ACOSTA, Para comprender la crisis de Dios hoy, p. 13834Cf.J-J, TAMAYO-ACOSTA, Para comprender la crisis de Dios hoy, p. 13835F. NIETZSCHE,La ciencia jovial 12536Cf.J-J, TAMAYO-ACOSTA, Para comprender la crisis de Dios hoy,p 14137Cf.J-J. TAMAYO-ACOSTA,Para comprender la crisis de Dios hoy, p. 141.38F. NIETZSCHE,Así habló Zaratustra, «de la virtud que hace regalos», 123

consecuencia, sujetos al imperio de la moral; estos individuos se anuncian un Jefe o patrón con carácter absoluto, un ser que se ve amable y verídico. Resumiendo, se puede decir que las necesidades de estos individuos, dentro de su mundo idealista, se convierten en religiosas y morales, nacidas del alma del esclavo.

Los valores del rebaño han impedido el desarrollo de la gran individualidad. Pero cuando el Dios del cual el rebaño hacía de él el valor supremo demuestra ser solamente un ídolo, la humanidad descubre la propia mediocridad y vive en la angustia la pérdida del entendimiento. El nihilismo nace cuando la muerte de Dios revela la nada que era el ideal creado por la voluntad de poder de los débiles, y como consecuencia aparece la etapa decadente de la vida.39 Cuando Dios se revela como una entidad ficticia más allá desu desaparición, el Dios moral continua su presencia, obrando a través de la negación y la condena de la realidad que conlleva detrás la realización la voluntad de la nada.

Cuentan también que ese mismo día el loco entró en varias iglesias en las que entonó su Requiem æternam Deo. Cuando lo echaban de ellas y le pedían que aclarara sus dichos, no dejaba de repetir: "¿Qué son estas iglesias sino las tumbas y los monumentos funerarios de Dios?"40.

La noticia de la muerte de Dios es anunciada, pero no es aceptada por todos; ahora se entonan los himnos de los funerales de Dios, hoy como hace poco más de un siglo, los templos se convirtieron en tumbas. Ahora se le abren las puertas al pensamiento:

Efectivamente, los filósofos, los "espíritus libres", con la noticia de que el "viejo dios ha muerto" nos sentimos como alcanzados por los rayos de una nueva mañana; con esta noticia, nuestro corazón rebosa de agradecimiento, admiración, presentimiento, espera. Ahí está el horizonte despejado de nuevo, aunque no sea aún lo suficientemente claro; ahí están nuestros barcos dispuestos a zarpar, rumbo a todos los peligros; ahí está toda nueva audacia que le está permitida a quien busca el conocimiento; y ahí está el mar, nuestro mar, abierto de nuevo, como nunca.41

39El ateísmo contemporáneo, FACULTAD FILOSÓFICA DE LA UNIVERSIDAD PONTIFICIA SALESIANA DE ROMA,vol. II, p. 29.

40F. NIETZSCHE,La ciencia jovial, 12541F. NIETZSCHE, La ciencia jovial, 343.

Pareciera que al fin se ha conseguido lo que se quería, se ha ganado la guerra, por fin Dios está muerto, está fuera de la vida del hombre; esta doctrina nihilista de Nietzsche es la que suena hoy y sigue gritando: Gottisttot. Muerto Dios el hombre deja atrás todos sus ritos sin sentido, ahora ya es libre y es tiempo de comenzar de nuevo, de despertar. El rechazo a Dios lleva a la autosuficiencia del ser humano:

"Ya no rezarás jamás, ya no adorarás jamás, ya no descansarás jamás en una confianza infinita, te niegas a detenerte ante una sabiduría definitiva, un bien definitivo, un poder definitivo mientras logras desarrendar tus pensamientos…”42

El aforismo de «Excélsior» muestra simbólicamente el rechazo de Dios como el primer paso para alcanzar la autosuficiencia. El aforismo tiene dos partes.43 La primera es un apóstrofe en segunda persona del singular que pone una serie de prohibiciones de actos religiosos como son las oraciones y cultos; sólo dejando esto, se comienza a ordenar las ideas, pues todo eso era lo que no dejaba abrir, según el pensamiento nietzscheano, la mente para poder ver la realidad tal cual es y poder disfrutarla. También presenta la inexistencia de un retribuidor, de ese ser que era el guardián de los hombres:

“Ya no tienes un vigilante ni un amigo permanente para tus siete soledades. Vives sin la vista a la montaña que tiene la cima nevada y brasas en su corazón. No existe ya para ti nadie que te vengue, nadie que pueda mejorarte a última hora; ya no hay razón de lo que te sucede, ni ningún amor en lo que te sucederá. No queda ya disponible ningún lugar tranquilo para tu corazón, donde sólo haya que encontrar y ya no más buscar; te defiendes contra toda paz definitiva, quieres el eterno retorno de la guerra y de la paz”44

La segunda parte del aforismo, es una figura del lago:

Hay un lago que un día se negó a derramarse y que levantó un dique por donde antes se derramaba; desde entonces no deja de subir el nivel de ese lago. Tal vez, esta forma de renuncia nos dé la fuerza que permita soportar la renuncia misma; tal vez el hombre no dejará de elevarse siempre cada vez más desde el momento mismo en que deje de derramarse en un dios.

42F. NIETZSCHE, La ciencia jovial, 28543 Cf.F. NIETZSCHE, La ciencia jovial, 285.44F. NIETZSCHE,La ciencia jovial, 285.

La persona creyente desparrama sus cualidades y las proyecta sobre un dios. Nietzsche da la respuesta en la moraleja para poder salir de ese estancamiento: el hombre debe ser autosuficiente, debe dejar de desembocar en un dios. Tanto en este aforismo como en el del «Loco», se expresan tres ideas acerca de la emancipación humana tras la muerte de Dios, en las cuales el hombre es autosuficiente y sin límites: el vaciamiento del mar, la esponja que borra el horizonte y la separación de la tierra y el sol. El mar como símbolo de la inmensidad, ilimitado; el mar abierto representa las múltiples posibilidades que se le presentan al hombre después de la muerte de Dios.45

Existen muchos otros aforismos en esta obra que pueden dar las pautas para un ateísmo. Aquí sólo se tomaron estos como los más explícitos. Para Nietzsche la tarea más importante es demostrar y anunciar a todos, como profeta de la tragedia, que Dios ha muerto, para así comenzar a educar a los hombres nuevos, al superhombre que el profeta Zaratustra anuncia. Nietzsche no se cansara de decir que el Dios de los cristianos ha muerto por fin y que la moral de la religión no tiene ya sentido, que todo es una mentira y que la vida que se había esclavizado de la muerte puede ahora vivirse46. La crítica que hizo este pensador a la religión trajo como consecuencia un pensamiento ateísta muy arrastrador que se arraigó pronto en muchos seguidores, convirtiéndose en un ateísmo vitalicio, es decir, en un vivir sin Dios. Sacar a Dios de la vida del hombre y de su manera de actuar fue el objetivo principal de Nietzsche en el personaje de Zaratustra, con el cual él se identificó, como el que anuncia al superhombre y la muerte de Dios.

1.3 Aplicación del pensamiento ateísta de Nietzsche en la época actual

¿Es el hombre tan sólo un error de Dios? ¿O es Dios tan sólo un error del hombre?47

1.3.1 ¿A quién le conviene la muerte de Dios hoy?

Nosotros negamos a Dios, y, al hacerlo, negamos la responsabilidad;

45Cf.J-J. TAMAYO-ACOSTA, Para comprender la crisis de Dios hoy, p. 142.46Cf. F. NIETZSCHE,El anticristo, II y V47F. NIETZSCHE,El ocaso de los ídolos, 7

sólo así redimimos el mundo.48

La noticia de la muerte de Dios alegró a muchos, pues se sienten libres y sin ningún ser que diga cómo debe actuar el hombre. El pensamiento de Nietzsche, y su formulación acerca del ateísmo, es aceptado hoy por muchos, sobre todo por aquellos que tienen un mal concepto de libertad y que lo confunden con el libertinaje, pues piensan que al tener un Ser que sea el ordenador del cosmos éste les priva de su libertad.

Muchos sectores se alegran de la muerte de Dios; entre ellos, aquellos a quienes la moral de la religión les parecen reglas que no ayudan al hombre a llegar a su plenitud de la felicidad. Ante esta forma de pensar las ideas de Nietzsche se ajustaron muy bien: “Dios ha muerto y ahora el mundo puede hacer lo que quiera, pues ya no existe aquel que nos limitaba, nunca existió”.

Si Dios no existe y el hombre es libre de hacer lo que él quiera, ¿bajo qué criterios éticos actúa? Pues si no hay criterios que rijan la conducta del hombre, esto podría llevarnos a un caos. Muchas de las decisiones son tomadas más por el gustar que por un razonamiento. Hoy en día el ateísmo le conviene a una sociedad del libertinaje, pues en ella no hay reglas que digan cómo se debe actuar, sino que el hombre haga con su vida lo que más le guste. Sacar a ese Ser que se había convertido en un Dictador y opresor de la humanidad es una tarea que hasta ahora sigue en pie, ya que para muchos el pensamiento o la idea de ser autosuficientes y sin necesidad de Dios es lo mejor que le puede suceder al hombre. Sólo teniendo oídos nuevos para música nueva, nuevos ojos paca las cosas más lejanas: nueva conciencia para verdades hasta ahora mudas,49 puede creerlo y vivirlo. Nietzsche primero prepara un pueblo dispuesto a recibir esta noticia impactante, para que una vez que la trasmita sea bien recibida. Además, la situación social que está sucediendo en su tiempo es una tierra buena para aceptar más rápidamente la muerte de Dios. En ese entonces era la mejor oportunidad para para un sistema capitalista sacar por completo a Aquel que ya dos siglos antes con la Ilustración se había comenzado a ir orillando cada vez mas hasta lograr tenerlo fuera. Hoy es lo mismo una sociedad sin moral y un sistema político, son los dos sectores que se alegran con la muerte de Dios, y quienes quieren asegurarse, después de más de cien años de la notica de la muerte de Dios, de que sigua en el

48F. NIETZSCHE,El ocaso de los ídolos, «los cuatro grandes errores», 8.49F. NIETZSCHE, El Anticristo, Prólogo

sepulcro que Nietzsche le preparó y de poco a poco ir olvidando incluso esa sepultura y monumentos funerarios de la muerte de Dios.50

La retórica del nuevo ateísmo y su fuerte polémica contra las religiones tiene un objetivo preciso: provocar un cambio en la política que conduzca a la exclusión total de la religión en la vida social. El nuevo ateísmo es más un movimiento social que una posición intelectual. Los ateos han salido a la plaza pública para declarar que Dios no existe y que hay que deshacerse de la religión, contando con el apoyo, incluso la complicidad, de los medios de comunicación social.

1.3.2 ¿Es posible hablar de Dios hoy?

Ante una situación así, hablar de Dios es algo ridículo, pues o ya se está cansado de la idea que la religión ha dado de Dios o bien piden pruebas para poder demostrar la existencia de ese Ser, que debe ser el ordenador del mundo. Para este problema, de hablar o no de la demostración de Dios y el cómo se puede demostrar, se recurre al pensamiento filosófico de los que afirmaron y dieron, al igual que Nietzsche, los argumentos necesarios para dar una solución al problema.

Para hablar de ese Ser Absoluto hace falta ver lo que nos rodea para poder buscar la causa u origen de todo lo que acontece en el mundo real. Si Dios está muerto, entonces ¿quién es el responsable de lo que sucede en el mundo? Algunos podrían decir que es el mismo hombre la causa, pero la parte no puede ser el todo, aquel de quien lo demás sea parte, el hombre sólo puede ser causa intermedia, mas no causa primera del mundo.

Ante el ateísmo se necesitan hoy argumentos válidos para dar respuesta a lo que pareciera sin respuesta, pues no hay pregunta que se formule que no se pueda responder, al igual que no hay candado que no tenga una llave que lo pueda abrir.

El ateísmo, en su nueva manifestación, no es una mera ausencia de creencias sino una filosofía de la vida que, como las religiones, puede generar pasiones e incluso guillotinar cabezas. Darle un cambio completo al pensar y un nuevo sentido de vivir. De nuevo el ateísmo está buscando ocupar su lugar en la vida pública, tratando de meter el término de laicidad en todos los ámbitos del hombre. Aunado a esto salen cuestiones epistémicas acerca del conocimiento: qué es racional creer, qué podemos saber y si puede existir un conocimiento sin

50Cf. F. NIETZSCHE,La ciencia jovial, 125

ciencia, cuestiones que arrastran a muchos a un dudar de Dios y su existencia.

Ante la pregunta de la posibilidad de hablar o no de Dios hoy están estas posturas que dicen: no. Pero esta no es la respuesta definitiva, como se verá en el siguiente capítulo. Hablar de Dios hoy es tan necesario como preguntarnos cuál es el sentido de la vida en este mundo, pues si se niega a Dios, se pierde el sentido de vivir. Dios, como Ser Absoluto, es la causa última que nos mueve a vivir; en palabras de san Agustín: “De ti proviene la atracción a tu alabanza, porque nos has hecho para ti, y nuestro corazón no halla sosiegohasta que descanse en ti51”.

51SAN AGUSTÍN, Las Confesiones, I, I, 1.