Introducción a los tratamientos psicodinámicos, experienciales, constructivistas, sistémicos e integradores @JosepRos2014

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CAPÍTULO 9 UD III – Tratamientos experienciales.

Terapia gestáltica.

Introducción

Fritz Perls se le considera el creador de la terapia Gestalt. Se encuadra dentro de la denominada

“tercera fuerza” o Psicología Humanista.

Su objetivo principal es que la persona se dé cuenta, que tome conciencia de todo aquello que

siente, considerando que de esta manera se posibilita que el individuo pueda desarrollar sus

verdaderas potencialidades.

Se basa en la percepción que el cliente tiene de la realidad y destaca el valor de la experiencia

vivida sobre cualquier intelectualización, así como el del “aquí y ahora” y el de la responsabilidad

que tiene la persona de su propia vida. Se la define como una aproximación fenomenológica,

experiencial y existencial.

Toma una perspectiva holística e integradora. “El todo es más que la suma de las partes”.

No es una simple psicoterapia, sino una filosofía de vida que algunos han calificado de “arte de

vivir”. No se orienta exclusivamente al tratamiento, sino al mantenimiento de la salud (física,

psíquica y social), y a la promoción del desarrollo personal.

El experimento es la herramienta mediante la que el terapeuta gestáltico explora la realidad

fenomenológica del cliente.

Fuentes de la Terapia Gestalt

Psicología de la Gestalt o de la Forma cuyo objetivo fue estudiar las leyes de la percepción

humana, basándose en la idea de que “el todo es algo más que la suma de las partes”, entre el

fondo y la figura de todo campo perceptivo se dan interrelaciones, y que la percepción depende de

factores subjetivos además de objetivos.

A pesar de su denominación, la terapia Gestalt no tiene un vínculo teórico directo con la psicología

de la Gestalt.

Psicoanálisis tuvo una influencia directa. Se considera que la terapia Gestalt comenzó siendo una

revisión del psicoanálisis, pero que rápidamente llegó a ser una alternativa independiente. La

terapia Gestalt aunque no niego la existencia e importancia del inconsciente, se centra en aquello

de lo que el individuo se da cuenta.

La Gestalt no se centra en el contenido del material reprimido sino en el proceso actual de

represión, en el proceso de no darse cuenta en el presente. Para Perls los recuerdos de la

infancia están muy distorsionados por las reelaboraciones posteriores, por lo cual no es adecuado

emplearlos.

En la terapia Gestalt se entiende que la neurosis es consecuencia de la suma de gestalts

inacabados o asuntos inconclusos. La sexualidad infantil y la represión no se consideran el origen

de la neurosis.

Perls considera que la supuesta neutralidad del terapeuta es sólo aparente, y por ello la sustituye

por una actitud más activa y una presencia más auténtica.

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Los sueños no se interpretan, sino que se identifican sus elementos y se trabaja sobre ellos. Se

considera que son mensajes existenciales, no la realización de deseos.

Filosofías orientales: La importancia del cuerpo y el vivir intensamente el “aquí y ahora”.

Filosofías fenomenológica y existencialista la importancia que la terapia Gestalt da a la manera

peculiar en cada persona percibe el mundo. También se ha nutrido del teatro y el psicodrama.

Fundamentos de la Terapia Gestalt

1. El “darse cuenta”

2. Concepción holística y sistémica.

3. Valoración del “aquí y ahora”.

4. Importancia de la experiencia.

5. Énfasis en la responsabilidad.

6. El ciclo de satisfacción de necesidades.

7. Las resistencias.

8. Polaridades.

9. Contacto y retirada.

10. El cuerpo y las emociones.

11. La neurosis.

1. El “darse cuenta”

Es el proceso por el que la experiencia aparece en la conciencia, que se haga consciente de todo

aquello que le acontece (sensaciones, sentimientos, ideas, o lo que evita). Es uno de los pilares

de esta terapia. Se puede decir que es una terapia del consciente, no del inconsciente.

El objetivo principal de esta terapia es que la persona se de cuenta de lo que hace y de cómo lo

hace.

2. Concepción holística y sistémica.

— Se destaca la unidad indivisible del ser humano en todas sus facetas o dimensiones. La

terapia Gestalt supone una perspectiva unificadora y holística del ser humano, que

pretende integrar todas sus dimensiones.

— Se hace hincapié en la unidad indivisible entre el individuo y su medio.

Lo que importa son las interrelaciones entre las parte, más que las partes aisladas en sí. El

organismo es un sistema formado por elementos que están en continua interrelación unos con

otros, influyéndose mutuamente, sin que pueda decirse que unos son los causantes de los otros.

3. Valoración del aquí y ahora

La terapia Gestalt se focaliza en la experiencia presente y lo que está presente en la situación, en

contra de lo que está ausente.

Para la terapia Gestalt, el pasado sólo es importante si se relaciona con algún tema significativo

del funcionamiento presente. Se evita todo lo que no se desarrolla en el presente, y aunque el

problema se refiera a una situación pasada o una expectativa futura, se actualiza en el momento y

la situación actual.

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4. Importancia de la experiencia

En la terapia Gestalt se valora la experiencia vivida en sí misma, mientras que se evita cualquier

análisis, explicación o interpretación de la misma. El fin último no es explicar es experimentar. Lo

verdaderamente importante es lo que la persona siente en un momento y situación concretos. Son

las palabras o símbolos los que tienen que estar en función de la experiencia y no al revés. Se

podría decir que la unión de la palabra y la experiencia se llama consciencia.

5. Énfasis en la responsabilidad

La terapia Gestalt pone énfasis en la responsabilidad que tiene cada ser humano de sí mismo.

Somos responsables de nuestra propia vida, de todo lo que pensamos, decimos, hacemos,

sentimos o evitamos.

Uno de los objetivos principales de esta terapia es, además de que la persona tome conciencia, es

que asuma sus responsabilidades.

6. Ciclo de satisfacción necesidades

Se parte de la base de que un organismo sano es aquel que se da cuenta de sus necesidades.

Todos los autores gestálticos destacan el ciclo de satisfacción de necesidades y en esencia es el

mismo para todos, sin embargo, no todos coinciden el número de etapas. Pierret (1990) propone

siete etapas:

1. Sensación; 2. Toma de conciencia; 3. Energetización; 4. Acción; 5. Contacto;

6. Realización; 7. Retirada.

En terapia Gestalt se insiste en la denominadas gestalts incompletas o asuntos inacabados, para

hacer referencia a necesidades no satisfechas, puesto que van a afectar de forma negativa a la

persona hasta que no se “cierren”. Los asuntos que no han sido experimentados de forma

completa, vuelven una y otra vez a la vida presente, interfiriendo el contacto tanto con uno

mismo, como con los demás.

La insatisfacción de la necesidad va a determinar las relaciones de esta persona con los demás.

7. Las resistencias

Hacen referencia a cualquier obstáculo intrapersonal que pueda impedir el proceso de satisfacción de las necesidades. Se denominan mecanismos neuróticos, y están en el origen de las neurosis, puesto que impiden al individuo entrar en contacto con el medio ambiente de manera adecuada.

La terapia Gestalt no tiene como fin vencer las resistencias como el psicoanálisis, sino hacer que el individuo toma conciencia de ellas y las emplee de forma adaptada en función del momento y la situación.

Perls señaló cuatro mecanismos:

— Introyección: mecanismo mediante el cual todo lo relativo al mundo exterior entra en el individuo sin que éste se cuestione y elabore nada, es “tragar sin masticar”. Son sentencias del tipo “mi padre decía…”, “en la Biblia está escrito”, etc. El proceso de crecimiento personal requiere que asimilemos el material procedente del mundo exterior (educación de los padres, la información, las enseñanzas, normas

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sociales, etc.). Para que todo este material no se convierta en una mera introyección se requiere que el individuo critique, analice y cuestione todo aquello que asimila y aprende. Uno de los efectos más negativos del mecanismo de introyección se refiere a las dificultades que la persona siente para distinguir lo que se siente realmente de lo que los otros quieren que se sienta, o de lo que sienten los demás.

— Proyección: Es lo contrario de la introyección. En vez de “tragar”, lo que hacemos es “escupir”. Consiste en atribuir a algo de fuera (persona u objeto), aquello que es propio del individuo. Alguien puede reprochar que el otro no confíe en él, cuando verdaderamente él es un desconfiado.

La persona proyecta fuera las emociones, pensamientos o acciones de las que no se responsabiliza. De acuerdo con la teoría gestáltica, las personas con tendencia a proyectar son individuos que no pueden aceptar sus propios actos o emociones, porque consideran que “no deberían” actuar o sentir de esa manera. Los “no debería” son los introyectos que están en la base de los actos proyectivos.

— Retroflexión: es la resistencia que hace que se marque excesivamente el límite entre el yo y el entorno, haciendo que el individuo se vuelva hacia sí mismo. Los individuos caracterizados por el uso de este mecanismo, en vez de dirigir la energía para cambiar el ambiente, la dirigen hacia sí mismos, convirtiéndose en la diana de su propio comportamiento. En este sentido, las somatizaciones pueden entenderse como retroflexiones.

— Confluencia: mecanismo mediante el cual se pierden las claras demarcaciones entre la experiencia interna y la realidad exterior. La persona no experimenta límites entre sí mismo y el ambiente y evita el riesgo de la diferenciación. Este mecanismo subyace en los fanatismos de cualquier tipo.

El tipo de contacto que implica el predominio de esta resistencia es propio de los clientes que tienen una gran necesidad de ser aceptados, por lo que el conflicto les produce mucha ansiedad. Este miedo les lleva a no experimentar sus verdaderos sentimientos y opiniones, llegando a ser muy complicado el tener sus propias ideas y hablar de ellos mismos. La evitación de conflicto, hace que el contacto auténtico sea difícil.

8. Polaridades

En el ser humano, como en la vida en general, se pueden identificar gran cantidad de opuestos.

Perls señala que la terapia Gestalt utiliza el hecho de la existencia de las polaridades en las personas, de manera que les pueda ser útil.

El primer paso es reconocer que podemos sentir cosas opuestas, es decir darnos cuenta, lo que nos permitirá establecer una actitud dialéctica que posibilite el entendimiento e integración de los aspectos opuestos.

La terapia Gestalt utiliza el cambio paradójico, que ocurre como efecto de la aceptación total de uno mismo con sus defectos y virtudes. Así el terapeuta evita la incitación al cambio.

9. Contacto y retirada

La terapia Gestalt también se denomina “terapia de contacto” (el polo opuesto es la retirada). Entiende que lo saludable es que la persona mantenga ciclos de contacto y retirada con el entorno de forma fluida y constante.

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Contactar es ponerse en relación con el ambiente que nos rodea para satisfacer una necesidad. El hecho de respirar es el contacto más básico; comer y beber, recibir apoyo y afecto, etc. La retirada sigue siempre al contacto y consiste en separarse, descansar y prepararse para lo siguiente.

El ciclo de contacto-retirada, en terapia Gestalt, como uno de los marcos de referencia para entender el comportamiento neurótico.

10. El cuerpo y las emociones

La terapia Gestalt pone énfasis especial en la faceta emocional del organismo y sus correlatos corporales.

La emoción identifica lo que es significativo para el bienestar y preparar para la acción.

Todo lo que el cliente comunica de forma no verbal aporta una importante información, ya que expresa sentimientos de los que el cliente normalmente no se da cuenta.

La terapia Gestalt, al tener una concepción holística, no acepta los pensamientos causales de tipo lineal, así no comparte el planteamiento de la psicosomática tradicional (de que un problema psíquico sea la causa de trastornos de carácter físico).

Al ser una perspectiva holística e integradora implica que todos los conflictos se expresan verbal y comportamentalmente, así todos los procesos físicos son expresión de la persona. El terapeuta gestáltico presta atención a la postura del cuerpo, la voz, los gestos de la cara, la respiración, etc.

Los síntomas corporales son utilizados por el terapeuta como “puerta de entrada”. Cuando hay cambios en el tono de voz, en la postura o en la respiración pregunta lo que siente el paciente en la situación y momento concreto, para que esto tome conciencia de sus sensaciones.

12. La neurosis

Para Perls la neurosis es una maduración incompleta, por lo que habría que abordarla desde un punto de vista madurativo y no médico.

Las personas neuróticas no viven en el presente porque se enfrentan crónicamente con asuntos inacabamos del pasado. En el neurótico el ciclo “contacto-retirada” no funciona.

Técnicas de la terapia Gestalt

Son aquellos recursos que emplea el terapeuta para conseguir dos objetivos:

— De que la persona se de cuenta de lo que hace, siente y piensa. — De que se haga responsable de su comportamiento.

Se intenta conseguir a través de:

— Mejora de la comunicación. Se insta a hablar en primera persona y en el momento presente; sustituir el “porqué” por el “cómo”; hablar de aspectos concretos en lugar de abstractos; eliminar expresiones limitantes.

— Facilitación de la expresión emocional como la dramatización de distintos roles o personajes por parte del cliente (“silla caliente y silla vacía”).

— Toma de conciencia a partir de los sueños del cliente. Los sueños no se interpretan, se trabajan, ya que se consideran mensajes existenciales.

— Toma de conciencia mediante la integración de aspectos conflictivos de la persona, paciente al cliente que establezca un diálogo entre dos polos opuestos de su yo, que se comporte de acuerdo con los rasgos proyectados en otra persona, etc.

— Técnicas que buscan de forma directa la toma de conciencia del paciente, como las que se les pide que repita o exagere un comportamiento, o la imitación de algún comportamiento del paciente por parte del terapeuta.

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El experimento terapéutico es una de las contribuciones más importantes de la terapia Gestalt. Es el uso de procedimientos y técnicas para generar o explorar experiencias en la propia sesión terapéutica.

La relación terapéutica

Esta concepción terapéutica considera que las personas son activas y responsables de sus acciones y sentimientos, por lo que se prefiere el término cliente al de paciente, que tiene connotaciones de pasividad.

El terapeuta gestáltico es activo, pero no directivo, no fija la dirección de proceso, sino que acompaña al cliente en lo que éste determine. Su finalidad es servir de facilitador en el proceso. Las intervenciones del terapeuta pretenden que el cliente tome conciencia, que haga descubrimientos por sí mismo. El terapeuta no pretende analizar, explicar o interpretar las situaciones, evita cualquier intelectualización, propicia la experiencia.

El trabajo de terapeuta requiere un equilibrio entre el apoyo que presta al cliente y la frustración a la que le somete. Perls considera que sin frustración no hay crecimiento. El terapeuta reta al cliente, pero sin rechazarle.

Todo el trabajo terapéutico se enmarca siempre en la aceptación del mundo fenomenológico del cliente por parte del terapeuta. Perls sostiene que la supuesta neutralidad del terapeuta no es posible y que la empatía se centra sólo en el cliente., defiende que la relación con el paciente debe ser de simpatía. Supone una relación dual, de igualdad, de persona a persona, auténtica y de carácter dialogante.

La relación es de igualdad, pero ninguno de los dos asume el control, no existe una jerarquía estimulada por el terapeuta y existen diferentes roles.

En Gestalt se requiere que el terapeuta se haya implicado en una terapia propia.

Autoevaluación

1. La terapia Gestalt y el psicoanálisis ortodoxo de Freud: Tienen una relación directa, pero reactiva, ya que el fundador de la Gestalt se reveló contra muchos de los conceptos psicoanalíticos.

2. La terapia Gestalt pone especial énfasis en: la experiencia actual de la persona.

3. La concepción holística de la terapia Gestalt se traduce en la consideración de la: persona como algo más que la suma de sus partes.

4. Cuando una persona asimila conceptos sin cuestionarlos ni elaborarlos, la resistencia que está actuando es la: introyección.

5. En terapia Gestalt el autoconcepto comprende: tanto los aspectos de la personalidad con los que el individuo se identifica, como los opuestos.

6. Cuando es terapia Gestalt se habla de “asuntos inacabados” se refiere a: necesidades no satisfechas.