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Parte 2 / Capítulo 1: El Medio Geográfico

CAPÍTULO 1: EL MEDIO GEOGRÁFICO

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� EL MEDIO GEOGRÁFICO

ILUSTRACIÓN 2.1.1: EL TÉRMINO MUNICIPAL VISTO DESDE SATÉLITE

El medio geográfico sobre el que se expande una ciudadno suele ser isotrópico. En general, ésta tiene un crecimientosobre espacios heterogéneos, desde el punto de vista litológi-co, topográfico, florístico o climático, por poner algunos casosde elementos naturales. En mayor o menor medida, esascondiciones pueden ser determinantes en los procesos degénesis y desarrollo urbano, en el sentido de que pueden serfavorables para el fácil crecimiento, o bien constituir unobstáculo, en ocasiones insalvable. A efectos de planificaciónterritorial, el medio físico debe entenderse y analizarse entérminos de relación con las actividades humanas. Ante unascondiciones físicas determinadas, se podría decir: era forzosoque esta ciudad naciera en el emplazamiento en que está hoy.No hay error geográfico mayor que éste. Al conferir alemplazamiento urbano un carácter sagrado, se corre el riesgode entorpecer los proyectos de áreas urbanas nuevas o deáreas urbanas en decadencia, que podrían aparecer como maladaptadas a la función que deban cumplir en la actualidad. Elmedio físico es, a la vez, fuente de recursos, soporte deactividades de todo tipo y receptor de residuos.

Cualquier área del territorio puede cumplir, en mayoro menor medida, alguna de estas funciones. Por ejemplo, enrelación con el emplazamiento elegido por los fundadores dela ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, aquellos optaron poruna zona suficientemente plana y extensa para las necesidadesurbanísticas de la época (la bocana del barranco de Guinigua-da), muy similar a otras existentes en el perímetro litoralnorte y este de la isla de Gran Canaria, desde Gáldar hastaMaspalomas. Pero la planicie no fue la única condición naturalque valoraron en el emplazamiento elegido.

También contaron otros factores tales como el abrigode los vientos alisios, la existencia de aguas superficiales osubálveas, un frondoso palmeral, el ser una zona de la isla delas que primero se avistan viniendo desde la Península, etc.Para una ciudad como Las Palmas de Gran Canaria, de creci-miento lento y de dimensiones pequeñas, esas condicionesfueron idóneas durante mas de cuatro siglos. Sólo cuando seproduce una expansión más acelerada, como la experimentadaen la primera mitad del siglo XX, Las Palmas de Gran Canaria

requiere de más espacio vital, y se opta, atendiendo al buencriterio de la época, por crecer en dirección al edificio volcáni-co exento de La Isleta. Hasta entonces, el medio geográficopresentó todo tipo de ventaja s al crecimiento hacia el Nortede la ciudad, pues se urbanizó una parte de los seis kilómetroscuadrados de la terraza litoral que se extiende al pie del cantilnororiental de la isla, desde la playa de La Laja hasta Bocaba-rranco, al Oeste de Guanarteme.

Es a partir de los años cuarenta, y sobre todo de losaños sesenta, cuando el espectacular crecimiento urbanoobligó a incorporar al mercado inmobiliario espacios menosaptos para su ocupación urbana. Una larga sucesión de lomosy barrancos de la plataforma alta fueron ocupándose de modo

caótico y compulsivo en los treinta años comprendidos entre1960 y 1990. La falta de previsión en las conexiones viariasentre una ciudad baja ya compactada, y una ciudad alta enplena expansión desordenada, y la ocupación espasmódica dela plataforma alta, en la que llegaron a convivir unos setentanúcleos de población perfectamente segregados espacialmenteentre sí, y casi todos sin obedecer a directriz urbanísticaalguna, originaron un organismo urbano difícil de ordenar.

1. CARACTERÍSTICAS FISIOGRÁFICAS DEL TÉRMINO MUNICIPAL

El municipio de Las Palmas de Gran Canaria se extiendea lo largo de unos 100 km2, sobre el extremo nororiental dela isla de Gran Canaria. A modo de anfiteatro, el espaciomunicipal se alza en dirección SW, por lo que presentaaltitudes que van desde los cero metros en la costa hasta lossetecientos de los altos de La Milagrosa (Lomo del Cortijo:725 metros; Lomo de La Umbría: 672 metros; Lomo de JuanGrande: 641 metros). Sin embargo, en relación con laaccidentada orografía isleña, el municipio tiene una mayorproporción de tierras llanas o subhorizontales. Ello no evitaque éstas estén cortadas por una profusa red de barrancos dedistinta magnitud, que diseccionan la plataforma detrítica, unasveces en interfluvios de poco desarrollo ("cuchillos"), o enáreas amesetadas ("lomos"), cuyas vertientes presentan enocasiones fuertes desniveles. La existencia de una ampliasuperficie llana continua, la compuesta por el triánguloRehoyas-La Paterna-Escaleritas ha sido la que ha permitido elcrecimiento urbano más racional. Por el contrario, allí dondese dan las condiciones topográficas más desfavorables esdonde se concentran los problemas de desorden urbanísticomás agudos de la ciudad, si excluimos, con ciertas reservas, elcaso de La Cornisa, en el cantil fósil situado al norte delbarranco de Guiniguada. Al Sur de éste, y en la fachadaseptentrional del municipio, es donde se dan las condicionesmás desfavorables desde el punto de vista topográfico para su

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MAPA 2.1.1: ZONACIÓN ALTITUDINAL ocupación urbana, pues aquí los procesos naturales han sidoparticularmente activos, produciendo un mayor número debarrancos, y, además, de mayor profundidad.

Los rasgos fisiográficos y las características litológicassobre los que se asienta el término municipal son, en general,poco complejos, y derivan de la existencia de ocho zonasclaramente contrastadas: a) un conjunto montañoso detransición, correspondiente a los altos del antiguo municipiode San Lorenzo, cuyas hoyas también incluimos aquí; b) loslomos del Noroeste; c) los lomos y hoyas de Tafira-Marzagán,en el que destacan algunas pequeñas manifestaciones volcáni-cas de edad más reciente, como es el caso de Bandama, 574m.; d) una terraza alta, formada por depósitos sedimentariosdel Terciario más próximo; e) los barrancos de mayor entidadgeográfica del término municipal; f) una terraza litoral cuater-naria, básicamente arenosa, la cual se puede dividir en cuatrotramos (Istmo, Arenales, Triana-Vegueta y Vega de San José);g) el cantil (fósil o activo), que separa a ambas terrazas a lolargo de todo el perímetro municipal y; h) un conjuntovolcánico de origen cuaternario, La Isleta, con unos 10.000años de antigüedad, en el cual el aparato más prominentealcanza sólo los 239 metros (Montaña de La Isleta).

2. DESCRIPCIÓN DE LAS UNIDADES FISIOGRÁFICAS DEL ESPACIO MUNICIPAL

A partir de los estudios específicos del medio físico(Véase el anexo del Medio Rural), en los que se analizan losdistintos componentes naturales del municipio, se determinaque nuestro territorio dista mucho de ser un espacio homo-géneo, que asciende suavemente de una altitud baja a otrasmás altas. La variedad de procesos geológicos constructivosy de procesos erosivos ha configurado durante más de cuatromillones de años el marco geomorfológico actual, de relativacomplejidad y de gran irregularidad superficial, aunque sobre-salga la disposición dominante de los "lomos y barrancos" dedistintas edades y características litológicas. Resultado delanálisis minucioso del territorio, éste lo hemos fragmentadopara su mejor individualización, en 36 subunidades de paisaje,segregadas de las ocho grandes unidades antes enunciadas, lascuales tienen características físicas diferentes, aunque es

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MAPA 2.1.2: UNIDADES DE PAISAJE. ÁREAS CON CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DIFERENTESinevitable que presenten entre ellas muchos rasgos comunes,por tratarse de un reducido espacio de unos cien km2 (Véasemapa de unidades de paisaje).

Altos y hoyas de San Lorenzo

Este conjunto abarca el margen suroccidental deltérmino, suponiendo su área de mayor altitud y de granirregularidad topográfica. Esta complejidad aparece condicio-nada por la variedad de los procesos geológicos y erosivos yde los materiales que en ellos han participado. Funcionalmen-te, puede considerarse como el espacio más rural de estemunicipio tan urbanizado, en su mayor parte, protegido porla Ley de Espacios Naturales de Canarias mediante la categoríade Paisaje Protegido de Pino Santo.

Dentro de este grupo, se pueden destacar como zonascon morfología propia la Vega de San Lorenzo, el conjunto deMontaña de San José del Álamo-San Gregorio, los Altos de LaMilagrosa-San José del Álamo, los Altos de Andújar y elEntorno de Siete Puertas-La Calzada.

La Vega de San Lorenzo es una estructura plenamentesedimentaria, cuya litología se agrupa en el Complejo Sedimen-tario de Las Palmas de Gran Canaria, labrada por la acción dela erosión y sedimentación fluvial. De ahí que se haya conver-tido en un área de alta productividad agrícola, al margen delabandono de las actividades. Su disposición llana, en uncontorno montañoso, se refleja en el hecho de que toda launidad se sitúe entre los 140 y los 160 m. de altitud.

El conjunto de Montaña de San Gregorio-San José delÁlamo presenta cierta prominencia paisajística en el que seagrupan dos formaciones montañosas (524 m. en la Montaña.de San José del Álamo y 441 m. en Montaña. de San Grego-rio), de litología básicamente de brecha volcánica RoqueNublo, comportándose como testigos residuales en unentorno dominado por los lomos y barrancos.

Por su parte, la unidad de los Altos de La Milagrosa-SanJosé del Álamo dibuja un conjunto formado por una serie delomos y barrancos alternativos asentados sobre los materiales debrechas volcánicas Roque Nublo y coladas basálticas del mismoperíodo. Su importancia topográfica radica en que constituye elárea de mayores cotas del municipio, sin perjuicio de comportar-se como atalayas de gran parte de su territorio.

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Los llamados Altos de Andújar conforman un imponenterelieve de carácter residual constituido por brechas volcánicasy coladas basálticas del Ciclo Roque Nublo. Su altitud varíaentre los 550 m. y los 450 m., en una disposición suroeste-nordeste. De difícil acceso, supone una perfecta atalaya parala observación de todo el entorno de Tafira y prácticamentetodo el conjunto urbano de Las Palmas de Gran Canaria.

El entorno de Siete Puertas-La Calzada es un área decierta complejidad geomorfológica, dominada por el cauce yalrededores del barranco de Siete Puertas, y de alto valorpaisajístico por la conservación de un carácter rural (cultivos,caserío, etc.), que sirve de enlace entre las zonas altas munici-pales y el núcleo urbano de Tafira.

Lomos del Noroeste

Frente a la variedad geomorfológica, litológica y paisajís-tica del anterior, este conjunto presenta una mayor homoge-neidad, en el que predomina un relieve alomado con materia-les del Complejo Sedimentario de Las Palmas de Gran Canaria,que tiende a ser de brechas Roque Nublo a medida que nosacercamos a Las Mesas. Mucho más alterado, desde el puntode vista antrópico que el primer grupo, aún no alcanzan elnivel de otras zonas del municipio, incluyendo zonas del altovalor ecológico en las cercanías del barranco de Tenoya ypaisajístico en el caso de Los Giles.

En este caso, el conjunto de Los Giles son los restos deun aparato volcánico desmantelado, que se originó en elPleistoceno y que actualmente sólo conserva su morfología desuaves pendientes que se ven interrumpidas por los cantiles dela unidad anterior y las laderas de los barrancos, llegándose aconfundir con los lomos sedimentarios de la Terraza de LasPalmas. Alcanza una altitud máxima de 289 m., siendo unaatalaya perfecta para la observación de la ciudad y de granparte de la costa septentrional de la Isla.

El área de los lomos de Las Mesas-Tenoya engloba unasformas labradas sobre materiales de brechas volcánicas RoqueNublo que descendieron desde la zona cumbrera de la isla,contactando en la actualidad con el Complejo Sedimentario deLas Palmas, con el que se confunde y forma uno de susestratos más visibles.

Características semejantes presenta el conjunto de loslomos de Tamaraceite-El Toscón, formado por una serie delomos y pequeños barrancos alternativos asentados sobre losmateriales de la Terraza de Las Palmas.

Lomos y hoyas de Tafira-Marzagán

Es el conjunto de mayor variedad paisajística, queenriquece enormemente las características naturales y cultura-les del territorio municipal. Allí pueden observarse desdeformas volcánicas recientes bien conservadas hasta elementosalomados del Complejo Sedimentario de Las Palmas, incluyen-do la espectacularidad del Valle de Marzagán-Jinámar.

La existencia de un altísimo valor ecológico y paisajísticoen gran parte de su espacio, catalogado como Paisaje Protegi-do de Tafira, y de un entorno histórico y rural con abundantesmuestras patrimoniales, se complementa con el elevado gradode ocupación humana, sobre todo en lo que respecta al núcleourbano de Tafira y sus alrededores y al corredor de LosHoyos, Marzagán, Polígono de Jinámar. Esta misma compleji-dad estructural posibilita la presencia de un mayor número deunidades con apariencia propia y bien distinta a las del resto.

Por ejemplo, el Valle de Marzagán-Jinámar resulta seruna estructura sedimentaria de carácter aluvial de edadreciente, situada entre los lomos del Este y los de Jinámar, yaen el municipio de Telde. Siendo una de las áreas de mayorcrecimiento urbano del municipio en los últimos años, aúnpueden apreciarse allí ciertos valores derivados de la actividadagrícola y de la predominancia paisajística del valle, que terminaen una desembocadura litoral de elevadas aptitudes para lahabilitación de espacios de ocio y esparcimiento, que secomplementen con los escasos valores ecológicos que aún seconservan (presencia de un endemismo vegetal, restos de uncampo dunar fósil, etc.).

Características muy diferentes adquiere el entorno de LaCaldereta, que consiste en un aparato volcánico con grado deconservación aceptable, construido en el período eruptivo quetuvo lugar en el municipio a finales del Pleistoceno, adquirien-do una morfología de caldera de la que le viene el nombre. Sualtitud asciende hasta los 450 m., siendo punto de observaciónde todo el conjunto de Tafira Alta y La Calzada.

Por su parte, la Montaña de Tafira es otro aparatovolcánico relativamente bien conservado, pese a la altísimapresión urbanística del entorno. Se construye durante elPleistoceno más reciente, llegando a ascender hasta los 459 m.de altitud. Su disposición la hace perfecta para la observaciónde todo el entorno de Tafira.

El entorno de Tafira Alta y La Montañeta es un complejoconjunto topográfico y estructural que acoge gran parte delnúcleo urbano de Tafira y su entorno agrícola.

De gran relevancia como hito paisajístico, no sólo delmunicipio sino de toda Gran Canaria, el Pico de Bandama es unaparato volcánico de edad reciente, bien conservado, cuyaaltitud alcanza los 574 m., presentando una aspecto imponenteen un entorno a menor altitud y de cierta complejidadestructural.

Muy relacionadas geomorfológicamente con el anterior,las laderas de la Caldera de Bandama, en su margen pertene-ciente al municipio de Las Palmas de Gran Canaria formaparte del conjunto de la espectacular Caldera de Bandama,que se desarrolla en toda su amplitud en el de Santa Brígida.

El área de Los Hoyos supone el contacto entre el Picode Bandama y el Valle de Marzagán, a partir de una coladalávica escoriácea, cubierta en gran parte por la actividadagrícola y por el acelerado crecimiento del núcleo homónimoy los de su entorno, conformando un amplio disperso edifica-torio con la carretera como principal eje de conexión. Sinembargo, conserva aún cierto valor paisajístico.

Mayor variedad topográfica adquiere el entorno deBandama-Monte Quemado, que aparece conformado porvarias mesas o interfluvios en tabladas con litología RoqueNublo, alternadas con valles colgados y elevados por losprocesos de formación de Bandama y de los barrancos deLas Goteras y de Los Hoyos. Monte Quemado, por ejemplo,se eleva a 329 mts. de altitud, y supone un escalón topográfi-co entre la prominencia paisajística del Pico de Bandama y elValle de Marzagán, lo que no le ha librado de la progresivaexpansión de la ocupación residencial, a veces sin ningúnrigor respecto al entorno natural.

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ILUSTRACIÓN 2.1.2: BARRANCO DE GUINIGUADA EN ALMATRICHE. LÍMITE ENTRE LA TERRAZA ALTA Y LA PLATAFORMA DE TAFIRA

Por último, la Plataforma de Tafira es una rampa devalle de formación pleistocénica, con una topografía mayori-tariamente allanada, sobre la que se desarrolla gran parte delnúcleo de Tafira Baja y el Campus Universitario, en medio deun entorno con abundante presencia de palmerales y delJardín Canario, que no logran evitar la antropización de estazona.

Terraza alta

Constituye el soporte físico de la ciudad más allá delcampo dunar de Guanarteme y la terraza sedimentaria litoral,en el que se incluyen una serie de lomos con mayor o menorenvergadura, con una litología mayoritaria compuesta por elComplejo Sedimentario de Las Palmas. Su nivel de antropiza-ción es máximo, tanto para usos residenciales de diferentestipologías, como comerciales e industriales, suponiendoasimismo el área de mayor crecimiento urbano en la últimadécada y en un futuro próximo. Su disposición casi triangular,orientada hacia el Suroeste, le permite ser el nexo entre lazona costera y la franja periurbana de Tafira, Tamaraceite yLos Giles.

Aquí se incluirían, por ejemplo, los lomos y barrancosde la plataforma triangular, que aparece como un conjuntoasentado sobre los materiales de la Terraza de Las Palmas, ysobre éstos, a su vez, la zona alta de la ciudad (Escaleritas,

Rehoyas, Schamann, Lomo Apolinario, etc.). Como estructu-ra particular e interesante desde el punto de vista geomorfo-lógico, en su interior aparece el área de Las Rehoyas, que setrata de un valle colgado de fondo plano formado durante elPleistoceno Medio, entre lomos sedimentarios de la Terrazade Las Palmas, a una altitud inferior a la de ambos. Siendouna zona militar recientemente adquirida por el Ayuntamien-to, supone una oportunidad única para la creación de unimportante espacio de ocio y esparcimiento dentro de laCiudad, que mitigaría su escasez en este aspecto.

Hacia el Suroeste de la última unidad, tenemos la delos lomos de Almatriche, que también constituye un conjuntoformado por una serie de formas alomadas y pequeñosbarrancos alternativos asentados sobre los materiales de laTerraza de Las Palmas, pero que paisajísticamente adquieremorfología propia.

Más hacia el Sur, de estructura semejante se desarro-llan los lomos de Tafira-El Batán, que también por la individua-lización de su espacio se presentan como una subunidaddentro de un territorio bastante parecido en su distribución.

Con mucha mayor amplitud que este último y semejan-tes a la plataforma triangular, los lomos y barrancos del Esteabarcan el margen suroriental del municipio, entre BarrancoSeco y el Valle de Jinámar. Con una relativa aridez comocomponente paisajístico más apreciable, permiten el desarro-llo de determinados sistemas generales del municipio (cárcelde Salto del Negro, Centro de Residuos Sólidos,...) y dealgunos núcleos de crecimiento espontáneo, que en modoalguno pretenden recordar una lejana actividad agrícola.

Terraza baja

Constituye el soporte físico sobre el que descansa laCiudad y se halla totalmente cubierta por sus infraestructurasy edificaciones, atisbándose su morfología en el arenal percep-tible junto al Estadio Insular y que tiende a desaparecer, y lasprincipales playas urbanas (Las Canteras y Las Alcaravaneras).Se trata del campo dunar y la plataforma sedimentaria litoralque se desarrollaban en este vértice nororiental de GranCanaria.

Entre las unidades incluidas, la que mayor presenciatiene es el Istmo de Guanarteme, que sirvió de nexo de unión,en tiempos del Pleistoceno Superior, entre la isla y la isleta.Su nula altitud se revela en el hecho de que ante una eventualtransgresión, sólo 3 m. de elevación del nivel marino seríansuficientes para separar, de nuevo, ambos conjuntos naturales.Las playas de Las Canteras y Alcaravaneras son los dosgrandes restos de esta formación, especialmente la primera,siendo ahora un foco neurálgico dentro de la estructuraturística y el tejido de ocio y esparcimiento de la ciudad.

Aunque separado por el brazo de mar anexo a la Playade Las Canteras, tendente a su progresivo recubrimiento dearena, La Barra aparece como una flecha de arenisca cuaterna-ria cementada, que guarda en su entorno un importanteconjunto faunístico marino, al margen de ser uno de los hitospaisajísticos más importantes de la isla.

Incluido dentro de la formación anterior, de la querecibe su nombre, el Barrio de Arenales adquiere tipologíapropia desde el punto de vista urbanístico, al conformar elmargen septentrional del espacio urbano hasta finales del sigloXIX, período de la que se heredaron multitud de edificacionespeculiares y sobre cuyo espacio se desarrolló más adelante laCiudad Jardín.

Iguales matizaciones aparecen relacionadas con otrasubunidad de diferenciación urbanística, el conjunto de Vegueta-Triana. Su configuración como centro histórico de la Ciudady único espacio urbanizado hasta mitad del siglo XIX, suscaracterísticas arquitectónicas y su funcionalidad como foconeurálgico en el desarrollo urbano, no esconden su soportellano y sedimentario, en una franja litoral muy antropizada.

El brazo meridional de este conjunto sedimentario loconstituye la Vega de San José, espacio de alto valor agrícolahasta hace pocas décadas, que no la protegió del desarrollourbanístico, con el polígono residencial de San Cristóbal, lainfraestructura sanitaria y universitaria y la reciente construc-ción del Centro Comercial de Hoya de La Plata.

Los grandes barrancos

Los barrancos son quizás las unidades más significativasdel relieve municipal, en tanto que marcan las grandes líneas

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ILUSTRACIÓN 2.1.4: EL CANTIL COSTERO. VISTA AÉREA DEL RINCÓN

ILUSTRACIÓN 2.1.3: EL CANTIL COSTERO. VISTA AÉREA DE LA LAJA

de configuración física del territorio, que, a su vez, influyesobre la diferenciación de las actividades y estructuras huma-nas, hasta el punto que, a un lado y otro de ellos, se hallanpresentes entornos antrópicos distintos. La concentración deldesarrollo urbano en los lomos ha permitido la conservaciónde sus cauces para el mantenimiento de una actividad agrícolay un entorno rural que les confieren un altísimo valor paisajís-tico con vistas a su conservación, especialmente si tenemos encuenta su cercanía a una ciudad de características metropolita-nas.

El más importante es el Barranco del Guiniguada, queresulta ser una forma fluvial labrada por la acción del aguasobre los materiales de la Terraza Sedimentaria de Las Palmas,aunque su litología adquiere complejidad a medida que seacerca al entorno de Tafira y a los límites municipales meridio-nales. Es un barranco de primer orden en el territorio insular,ya que desciende desde las zonas cumbreras hasta el mar,haciendo de divisoria litoral entre Vegueta y Triana. Almargen de suponer el límite municipal que separaba losantiguos municipios de San Lorenzo y de Las Palmas de GranCanaria, es el que mejor conserva un soporte vegetal relativa-mente abundante y una paisaje rural que sirve de hito a todoel término.

Por su parte, el Barranco de Tamaraceite está tambiénlabrado por la acción del agua sobre los materiales de laTerraza Sedimentaria de Las Palmas, que desde los lomos deTamaraceite y los Llanos de San Lorenzo desciende de formacasi ondulada hacia el mar, sirviendo allí de contacto entre elcantil de la costa norte y el arenal de la zona baja de la ciudad.

Otro cauce importante es el Barranco de Tenoya y delPino, que agrupa dos barrancos convergentes que sirven defrontera natural del límite occidental del municipio. Combinanla litología de brecha volcánica Roque Nublo -en la mitad másalta, con el conjunto formado por el Complejo Sedimentariode los lomos del litoral. Conserva asimismo un soporte devegetación, que le confiere valor paisajístico con vistas a laposible habilitación de un área de esparcimiento y ocio.

El Barranco Seco, afluente del Guiniguada, es otraformación fluvial labrada sobre los lomos sedimentarios delComplejo Detrítico de Las Palmas, que adquiere una forma devalle, que hace de contacto rural entre la trama baja de la

ciudad y la zona de Tafira. De gran relevancia paisajística porsu entorno agrícola y de vegetación de palmeral.

El cantil costero (fósil y activo)

Considerados como la pendiente terminal del "conti-nente" hacia el mar, la formación de los acantilados radica enla labor de zapa que ejercen los mecanismos de presiónhidráulica de las olas en la base de la vertiente continental, quequeda en equilibrio inestable, hasta que, rebasado ciertoumbral, se desploman parte de sus elementos. En el términomunicipal de Las Palmas de Gran Canaria existen buenas

muestras de estas rupturas topográficas, algunas de graninterés para su conservación, por la importancia geológica ygeomorfológica que cobran, o por sus aptitudes como atalayasde la trama urbana capitalina. En otros, adquieren unaproblemática urbanística por el desorden generalizado de laocupación edificatoria de sus laderas.

En el primer caso, es obligado destacar el cantil y litoralde la costa norte, labrado sobre el complejo conjunto geológicode la Terraza Sedimentaria de Las Palmas, en el que seobservan todos los estratos litológicos correspondiente a lamayoría de los períodos constructivos de la isla. Su altitudmáxima alcanza los 196 m. en la zona central, aunque sualtitud media se sitúa en torno a los 150m.

En el segundo, en cambio, cobra relevancia el cantil fósilde La Cornisa, creado también sobre los materiales del Com-plejo Detrítico, aunque de menor altitud, abarcando el lomo

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que va desde el Barranquillo Don Zoilo hasta la confluenciacon la Avenida de Escaleritas, perdiendo progresivamentealtitud hacia la Plaza de España. Sobre sus laderas se hadesarrollado una drástica ocupación antrópica, carente deplanificación y de homogeneidad edificatoria, que diluye susaptitudes como mirador hacia la zona litoral de la ciudad.

En dirección contraria al anterior, se desarrolla el cantilde San Antonio-Altavista-San Nicolás, que también sirve decontacto entre la terraza baja arenosa del litoral y los lomossedimentarios situados a mayor altitud, haciendo el efecto deladeras-escalón. Sobre ellas, se asientan los llamados "riscos"urbanos desde mitad del siglo XIX, caracterizados por unadisposición caótica de su trama y una pobreza arquitectónicageneralizada, sin que ello les haya impedido adquirir ciertaentidad cultural en el entramado de la ciudad.

Menor entidad topográfica se revela en el cantil de SanJosé y San Cristóbal, que presenta características paisajísticas ygeomorfológicas semejantes a los últimos y disimulado aúnmás si cabe por la infraestructura sanitaria y universitaria dela zona y los barrios residenciales homónimos.

Por su parte, el cantil y borde costero de La Laja sirve decontacto entre los lomos sedimentarios del Este y el mar, pormedio de una plataforma litoral alterada para la construcciónde la Autovía del Sur y la Central Térmica de Jinámar, almargen de las actividades descontrolodas de su zona alta.Pese a ello, conserva especiales aptitudes paisajísticas y deinterés geológico.

La Isleta

El conjunto volcánico de La Isleta es otro de losespacios naturales del término municipal que enriquecen suconfiguración paisajística y geomorfológica. Con unos 12 km2

de superficie, reúne la problemática de la densa ocupaciónurbana y portuaria de sus laderas meridionales, la actividadminera en el norte y el chabolismo en la rasa del Confital, conun espacio volcánico de edad reciente relativamente bienconservado, gracias a la protección brindada por la pertenen-cia del terreno al Ministerio de Defensa.

Supone por ello un escenario adecuado para el desa-rrollo de actividades científicas y educativas de los procesos de

construcción habidos en las Islas, al margen de sus posibilida-des para las actividades de ocio y esparcimiento, con unentorno costero y oceánico como telón de fondo.

Una las unidades a destacar de este conjunto es laalineación volcánica y mantos de lava de La Isleta, que englobatres volcanes bien conservados de disposición casi lineal (deNorte a Sur: Montaña de La Atalaya -161 m.-, Montaña delVigía -142 m.-) y los mantos de lava procedentes de estosaparatos. En ambos coincide una edad reciente -área másjoven (Holoceno)-, constituyendo la mitad oriental de La Isleta.

En la parte contraria tenemos los Altos del Confital, queconstituyen un conjunto de cierta complejidad del que formanparte, al Norte, el edificio de Montaña de La Isleta (239 m.), losrestos de la Montaña del Confital (200 m.) y una plataformasedimentaria cuaternaria que circunda a ambos. Como en elcaso anterior, la cronología es de edad reciente, aunque ahorase trata del área más antigua (Pliopleistoceno)-, coincidiendocon la mitad occidental de La Isleta.

El contacto entre formación elevada y el mar lo consti-tuyen los cantiles y litoral de La Isleta, que abarcan una serie deacantilados activos y fósiles labrados por el mar sobre dichoconjunto volcánico de La Isleta desde el Pliopleistoceno, siendomás prominentes las formas labradas sobre la mitad másantigua. Asimismo, incluye plataforma de abrasión, característi-ca de una "costa baja", de gran irregularidad de trazado yvolumetría de los materiales sedimentados. El acantiladoalcanza su punto más alto en la Montaña del Confital -200 m.-,situándose la media sobre los 75-100 m., siendo más bajo enel litoral oriental.

Por último, es de destacar la existencia de El Confital,una interesante rasa de abrasión labrada tras el retrocesoerosivo de la Montaña del Confital, que constituye actualmenteuna playa fósil de arenisca formada durante el Cuaternario.

Dentro de este conjunto de La Isleta, conviene incluircomo apartado de interés dentro de la visión del paisaje deltérmino municipal de Las Palmas de Gran Canaria, la presenciadel ámbito portuario de La Luz. A este respecto, la existencia deLa Isleta posibilita la existencia de la Bahía de Las Palmas, entreLa Punta y la desembocadura del Barranco de Guiniguada, alimponer un elemento de protección del oleaje y los vientosalisios que lo hace propicio para la construcción de la infraes-

tructura portuaria. Ésta se configura como una unidadpaisajística bien arraigada en la percepción de la Ciudad.

3. LAS CONDICIONES CLIMÁTICAS Y LOS RECURSOS HÍDRICOS

Por su situación dentro del Atlántico Medio, por lainfluencia del alisio en las áreas insulares canarias orientadas alNE, y por su emplazamiento costero, Las Palmas de GranCanaria se caracteriza por tener un clima costero suave (calormoderado en verano y ausencia de una verdadera estaciónfría).

El mes más frío suele ser febrero, con temperaturamedia de 18�C, y con una escasa amplitud térmica, pues casinunca la temperatura máxima absoluta baja de los 12�C. Elmes más caliente, por su parte, es el de septiembre, en el quela media de las temperaturas máximas alcanza los 27�C. Lasnoches veraniegas suelen ser frescas, salvo cuando se produ-cen golpes de aire sahariano, riesgo que se extiende desde elmes de mayo hasta octubre.

La bondad térmica de Las Palmas de Gran Canaria,matizada en parte por la prolongación de los calores veranie-gos hasta el mes de noviembre, se completa con la escasísimapresencia de precipitaciones al cabo del año (175 mm., quecaen mayoritariamente a partir de noviembre, y hasta abril).

Este valor climático, casi rayano en la más pura aridez,ha producido, históricamente, problemas en el abastecimientode agua doméstica, y solo se ha solventado con la desalaciónde agua de mar a partir de los años setenta, con la construc-ción de las potabilizadoras situadas en Jinámar (Las Palmas I,II y III) en los años 1.969, 1.975 y 1.990.

A pesar de los pocos días de lluvia que hay al año (unos45 de media), el cielo suele estar cubierto dos terceras partesde los días del año, creando un fenómeno conocido por loshabitantes capitalinos como "panza de burro", que curiosa-mente es más frecuente en verano que en invierno.

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MAPA 2.1.3: CUENCAS HIDROLÓGICAS4 . LAS CARACTERÍSTICAS DE LA

VEGETACIÓN

La cubierta de vegetación natural, o en su caso, la desustitución, está catalogada como elemento paisajístico deineludible interés en la comprensión de la morfología naturaly antrópica de un territorio. La propia aplicación de la Ley deEspacios Naturales de Canarias encuentra en ella uno de lospilares más importantes sobre la justificación del valor de unárea para proceder a su catalogación como "espacio protegi-do" e, incluso, en la forma de su implantación, cantidad ygrado de endemismo de las especies, nacen las diferentesfiguras de protección de estos ámbitos, lógicamente enestrecha relación con el ecosistema en que se localizan y susdiferentes elementos (formas del relieve, red hídrica, clima,soporte geológico, etc.).

En Las Palmas de Gran Canaria, las formacionesvegetales originarias están representadas por la alternancia dedos ecosistemas muy relacionados uno con otro, como son elbosque termófilo (la palmera -Phoenix canariensis-, la sabina -Juniperus phoenicea-, el lentisco -Pistacia lentiscus-, el almácigo-Pistacia atlántica-, el acebuche -Olea europeaea-, etc.), queocuparían los lomos y otros interfluvios del término municipal,a partir de los 50 metros de altitud, y el palmeral de fondo debarranco (palmeras y otras especies). A ellos uniríamos doscomunidades de menor extensión potencial en relación conlas anteriores, como son el cardonal-tabaibal (cardón -Euphor-bia canariensis-, y diferentes especies de tabaibas), originaria-mente en La Isleta, y las comunidades halófilas del litoralcostero formado por el antiguo arenal del Istmo de Guanarte-me y la costa norte del municipio.

Sin embargo, a lo largo de los siglos transcurridosdesde la Conquista, y tras la consolidación de la actividadhumana como elemento distorsionador del paisaje y suspropias condiciones naturales, aquella vegetación natural hadejado paso a una de sustitución propia del matorral termófiloy de la asociada a los diferentes tipos de cultivos, y se haproducido la expansión generalizada de las especies propiasdel cardonal-tabaibal, que vienen a ser las que actualmentepredominan en el territorio, salvo determinados relictos. En

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MAPA 2.1.4: SOPORTE GEOLÓGICO otros casos, los procesos han sido mucho más drásticos,como es el caso de la práctica desaparición de la comunidadhalófila bajo el asentamiento del conjunto urbano capitalino -ciudad baja-, o el arrasamiento de los suelos que han originadosu infertilidad y procesos erosivos anexos.

Pese a ello, actualmente existen espacios dignos demención por las características de las especies vegetaleslocalizadas y por el aparente crecimiento del manto vegetalque ocupa áreas abandonadas por el hombre o desocupadaspor circunstancias legales sobre el uso de sus suelos. Loscasos más llamativos son la relativa expansión de las especiespropias del bosque termófilo en la zona circundante a Banda-ma y varios puntos de Tafira Alta; los palmerales de los fondosde los barrancos de Guiniguada, Barranco Seco, Tamaraceite,Tenoya, etc., el incipiente cardonal-tabaibal de La Isleta y lacada vez más dificultosa supervivencia del endemismo granca-nario de la especie Lotus kunkelii en el litoral de Jinámar, la cualllega a suponer una justificación propia para la catalogación deesta zona como espacio protegido.

5. ESPACIOS NATURALES EN EL TÉRMINO MUNICIPAL

Los siguientes comentarios están entresacados del libro“Los Espacios Protegidos de Canarias”.

Monumento Natural de Bandama

El monumento natural lo componen dos unidades biendefinidas, el pico y la caldera de Bandama. Con 574 m. dealtura, el pico de Bandama es el mayor de los volcanesconstruidos en la historia reciente de Gran Canaria, y susemisiones de piroclastos cubrieron una extensa superficie enlos alrededores. La caldera de Bandama, por su parte, estambién de las mayores en su género, con unos 1.000 m. deprofundidad.

Ambas estructuras tienen un origen relacionado. Elproceso eruptivo comenzó hace unos 5.000 años, con unagrieta de 1,5 Km. de longitud, originada por los esfuerzos

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ILUSTRACIÓN 2.1.5: PICO Y CALDERA DE BANDAMA. MONUMENTO NATURAL

ILUSTRACIÓN 2.1.6: PENÍNSULA DE LA ISLETA. PAISAJE PROTEGIDO

tensionales del ascenso del magma, que inicialmente seconstituyó en un surtidor longitudinal de piroclastos, pero quepronto evolucionó hacia dos puntos de emisión en torno a loscuales se crearon sendos conos de lapilli. Mientras el conomás al Sur comenzaba a sufrir violentas explosiones, fruto deprocesos freatomagmáticos en los que una vena de aguaincidía con el conducto magmático, el cono más al Norteexperimentó una intensa actividad estromboliana y creció entamaño de forma considerable. Entonces, este cono comenzóa emitir lavas y se formó una colada que llegaría hasta Marza-gán, al Norte de Bandama, tras recorrer el valle de los Hoyos.Mientras, en el cono más al Sur continuaban las explosiones yse generaron coladas piroclásticas que se derramarían más alSur. En un momento dado, el cono sur, que conformaba yauna gran caldera, sufrió un tremendo colapso debido al pesode los materiales sobre la caja vacía de una cámara magmática

somera. Con este episodio cataclísmico se interrumpiódefinitivamente la actividad eruptiva cuando el edificio adquiriósu actual configuración.

El cono soporta diariamente un importante uso público,motivado por la excelente panorámica que se divisa desde sucima, que abarca no sólo la caldera sino también toda laextensa vega de Las Palmas de Gran Canaria. Existe unmirador en su cumbre, al que se llega por una carretera queasciende en espiral. Dentro de la caldera hay algunas construc-ciones que sirven de almacén de aperos para los cultivos quese practican de forma esporádica en el llano sedimentario quecubre el fondo. En cualquier caso se ecuentran en muy malestado de conservación.

Fuera de los límites del monumento, en la confluenciaentre el cono y la caldera, hay un área urbana reducida dedonde parte la carretera que asciende al primero. Además, lacaldera está limitada en su borde occidental por el campo degolf de Bandama. Existe, pues, bastante presión urbanística enel área.

Paisaje Protegido de La Isleta

La Isleta fue durante mucho tiempo un islote separadode Gran Canaria, a la cual se unió hace unos 30.000 añosgracias a la formación de un tómbolo arenoso de varioscentenares de metros de ancho, que antes de la implantaciónurbana de Las Palmas de Gran Canaria constituyó una estruc-tura geomorfológica sin igual en todo el archipiélago.

Su formación es un continuo de tres fases bien diferen-ciadas: una primera en la cual se originó la rasa (75-100 m. dealtura) sobre la que se asientan los actuales edificios volcánicos;una segunda en que se formó la alineación de volcanes de ElConfital (120 m) y montaña Colorada (240 m); y una terceradonde una erupción fisural dio lugar a la alineación de El Vigía(212 m). Existen dudas acerca de si la montaña del Faro (239m) y la, hoy destruida, de La Esfinge, se formaron antes de estaúltima fase o pertenecen a ella. Las dos alineaciones menciona-das configuran un valle entre ellas, con salida por el Noreste ySureste, donde se expande un campo de lavas procedente dela erupción de El Vigía.

La costa norte y oeste es acantilada y muestra diferen-tes niveles marinos a varios metros de altura, lo cual ha llevado

a varios autores a postular que La Isleta debió sufrir unbasculamiento y se elevó sobre el nivel del mar hace variasdocenas de miles de años.

La vegetación es escasa, compuesta por algunoscardonales (Euphorbia canariensis) y comunidades de tolda(Euphorbia aphylla) que se distribuyen de forma desigual. Enlos abruptos acantilados marinos, que a veces alcanzan los 100m. de altura, anida una comunidad ornítica formada porespecies ampliamente repartidas por las costas de las islas,donde destaca la presencia esporádica de halcones. Loscampos de malpaíses del interior constituyen un hábitat raroen Gran Canaria debido a su juventud. Entre 1891 y 1897 seencontraron en una cantera de bloques de pumitas cuatrorestos esqueléticos de un lagarto que algunos autores sostie-nen que pertenecen al actual lacértido de Gran Canaria,Gallotia stehlini.

La proximidad de Las Palmas de Gran Canaria determi-na una fuerte presión de uso, al confluir zonas urbanas de

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ocupación clandestina, con actividades militares importantesy extracciones de piedra y áridos en varias canteras. Una deellas, al Noreste de La Isleta, explotada por la Junta de Obrasdel Puerto, es de las más impactantes del archipiélago. Lasprimeras extracciones de áridos son muy antiguas, remontán-dose a 1883, cuando se inician las obras del primer puerto dela capital.

Hay que señalar, no obstante, que posiblemente larazón por la cual dichas extracciones no han asolado total-mente La Isleta, ni las urbanizaciones la han colonizado, es porla presencia desde antiguo de un acuartelamiento del Ejércitode Tierra, cuyas instalaciones ocupan una parte importante dela meseta y valle central. Justo en el vértice de la montaña delFaro hay un faro en uso que dispone de una pista de accesopor las laderas del volcán.

Paisaje Protegido de Pino Santo

Este paisaje ocupa un sector de topografía diversificadaen las medianías de la isla (vertiente norte), caracterizado poruna red jerarquizada de barrancos donde destacan los delAcebuchal y Guiniguada. Entre ambos sobresalen sendaslomas con dirección SO-NE, en las que se entremezclanmateriales de diversa antigüedad; los más viejos están enalgunos sectores del cauce de los dos barrancos mencionadosy registran frecuentes afloramientos de conglomerado RoqueNublo y de ignimbritas (como en Canto Blanco), y los másmodernos en la caldera de Pino Santo, cerca de la localidad deEspartero.

El paisaje vegetal viene definido por amplios pastizalescon rodales de acebuches (Olea europaea) y lentiscos (Pistacialentiscus) acompañados de tabaiba morisca (Euphorbia obtusifo-lia) y granadillos (Hypericum canariense) y, en riscos como losdel barranco del Acebuchal, crecen algunos barbusanos(Apollonias barbujana). Además, en los altos de San Gregorioexisten restos de cardonales y palmerales junto a las comuni-dades descritas. En este espacio se ubica el Jardín BotánicoViera y Clavijo, donde se cultiva una rica muestra de la florade Canarias. Alberga cuatro charcas (Sintes, El Pintor,Martinón y Piletas) y un estanque de barro (San Lorenzo)que esporádicamente atraen a algunas aves propias dehumedales.

Los usos principales existentes son agrícolas, residencia-les y ganaderos, este último de menor importancia. Losasentamientos humanos son pequeños y dispersos, dedicadossobre todo a cultivos hortofrutícolas de consumo familiar. Enzonas como las inmediaciones de La Angostura, hay una fuertepresión residencial que hace retroceder el uso agrícola, a pesarde que aquí se cultivan hortalizas y cereales para consumo enlas urbes próximas. La necesidad de materiales de construc-ción de los núcleos cercanos se satisface con extracciones decantera como la de los altos de Siete Puertas (Canto Blanco).Por otro lado, los usos descritos implican en ocasiones laconstrucción de pistas ilegales que afectan a los valoresnaturales del área.

Paisaje Protegido de Tafira

Campo de volcanes alineados dispuestos en direcciónNO-SE (Tafira, Bandama, Jinámar), que se asienta sobre unsustrato perteneciente al tercer ciclo eruptivo de GranCanaria (serie basáltica II), el cual posteriormente fue recubier-to por coladas recientes procedentes de la erupción deBandama (serie IV), y las montañas de Tafira y de los Lirios(serie III). Desde el punto de vista geomorfológico destacatambién la sima de Jinámar en el extremo sureste; singularchimenea volcánica de unos 70 m. de profundidad.

La vegetación natural actual está muy alterada conrespecto a su óptimo climácico. Se compone de eriales conacebuchales (Olea europaea) y lentiscales (Pistacia lentiscus)dispersos junto a algunas especies propias del piso basal de laisla entre las que no faltan las tabaibas. En algunos puntos,sobre todo en laderas de picón, son abundantes las vinagreras(Rumex lunaria), y ocasionalmente otras especies propias debosques termófilos como dragos (Dracaena draco), palmeras(Phoenix canariensis) y almácigos (Pistacia atlantica).

Los principales usos en esta zona son agrícolas yresidenciales. Los primeros se destinan a cultivos de huertas,con técnicas de invernadero y enarenados, y ocupan casi un45% del área protegida. La presión residencial proviene tantode núcleos urbanos como de casas aisladas de segunda residen-cia. Hay que mencionar la existencia de un campo de golf alEste de la caldera de Bandama.

Al menos en dos zonas al sur del paisaje protegido,cerca de montaña Pelada y en una de las vertientes delbarranco de las Goteras, existen canteras de extracción deáridos de gran impacto paisajístico.

Sitio de interés científico de Jinámar

Pequeña área litoral cubierta por materiales del com-plejo sedimentario de Las Palmas, aunque también hay restosde coladas basálticas (serie II) y de manifestaciones másantiguas del aglomerado Roque Nublo.

En este lugar convive una vegetación halófila y psamófilasimilar a la que aparece por toda la costa oriental de GranCanaria, con notorias muestras de la acción antrópica.Sobresale la presencia de hierbamuda, junto a especies comoel balancón (Traganum moquinii), la siempreviva (Limoniumpectinatum), la uvilla de mar (Zygophyllum fontanesii), el salado(Schizogyne sericea), el tarajal (Tamarix canariensis), etc.

Es muy probable que la zona estuviera ocupada hacevarios millones de años por tortugas terrestres de grantamaño, a juzgar por el hallazgo en la década de los cincuentade huevos fósiles de una especie extinta perteneciente algénero Geochelone. En 1958, el ya desaparecido geólogoMacau Vilar describió el descubrimiento en la zona de Jinámar,en un lugar de los alrededores de este SIC que hoy estáocupado por un estanque de agua, de huevos de un queloniocuyo tamaño podría rondar el metro de largo.

Dentro del espacio protegido se localizan áreas muydeterioradas debido a extracciones de áridos y movimientosde tierras, que han dejado una profunda huella en el paisaje.La población de hierbamuda carece de protección física sobreel terreno, lo que unido a la existencia de esporádicas actua-ciones clandestinas en la zona, ha determinado importantesafecciones que han mermado su tamaño.

En toda la vega de Jinámar está previsto crear un“parque marítimo terrestre” para proceder a su restauracióny protección, al tiempo que se genera una infraestructuraadecuada de ocio. Este plan afecta al sitio de interés científico,que es recogido como área de protección por sus valoresnaturales.

CAPÍTULO 1: EL MEDIO GEOGRÁFICO nación de Las...

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