Cap. IV MERTON Teoría y Estructura Sociales

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Teoría social

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Cap. IV MERTON Teora y estructura sociales

IV. INFLUJO DE LA TEORA SOCIOLGICA SOBRE LA INVESTIGACIN EMPRICALa historia reciente de la teora sociolgica puede escribirse en gran parte como la alternacin de dos puntos de vista opuestos. Por una parte, observamos a los socilogos que tratan sobre todo de generalizar, de abrirse camino todo lo rpidamente posible hacia la formulacin de leyes sociolgicas. Tienden a valorar la importancia del trabajo sociolgico en relacin con el alcance y con la demostrabilidad de las generalizaciones, evitan la trivialidad de la observacin detallada en pequea escala y buscan la grandeza de resmenes globales. En el otro extremo se encuentra un intrpido grupo que no busca con demasiado empeo las implicaciones de sus investigaciones, pero que tiene la confianza y la seguridad de que lo que dice es as. Indudablemente, sus informaciones sobre hechos son comprobables y se comprueban con frecuencia; pero se encuentran algo apurados para relacionar esos hechos entre s o aun para explicar por qu hicieron aquellas observaciones y no otras. Para el primer grupo, el lema que lo identifica parece ser en ocasiones: No sabemos si lo que decimos es verdad, pero por lo menos es importante. Y el lema de los empricos radicales podra ser: Esto es demostrable, pero no podemos sealar su importancia.Cualesquiera que sean los fundamentos para adherirse a una u otra de esas actitudes diferentes, pero no necesariamente contradictorias, explicaciones las suministraran los psiclogos, los socilogos de los conocimientos y los historiadores de la ciencia, es bastante claro que no hay base lgica para que se site la una contra la otra. Las generalizaciones pueden ser moderadas, si no por clemencia, por lo menos con observaciones disciplinadas; las observaciones rigurosas y detalladas no tienen por qu ser triviales porque se eludan su pertinencia y sus implicaciones tericas.Acerca de todo esto habr indudablemente amplio acuerdo, si, en realidad 110 hay acuerdo unnime. Pero esa misma unanimidad indica que esas observaciones son triviales. Mas si una funcin de la teora es explorar las implicaciones de lo aparentemente evidente por s mismo, no puede ser inoportuno investigar lo que suponen esos enunciados programticos acerca de las relaciones entre la teora sociolgica y la investigacin emprica. AI hacerlo as, habr que realizar todos los esfuerzos posibles para evitar detenerse sobre ejemplos sacados de las ciencias ms maduras como la fsica y la biologa, no porque stas no ofrezcan los problemas lgicos implcitos, sino porque su misma madurez permite a esas disciplinas tratar fructferamente abstracciones de un orden elevado hasta un grado que, hay que reconocerlo, 110 es an el caso de la sociologa. Un nmero muy elevado de estudios sobre el mtodo cientfico han formulado los requisitos previos lgicos de la teora cientfica, pero, al parecer, con frecuencia lo han hecho

en un nivel de abstraccin tan elevado que la perspectiva de traducir esos preceptos a la investigacin sociolgica actual resulta utpica. En ltima instancia, la investigacin sociolgica debe satisfacer los cnones del mtodo cientfico; de inmediato, la tarea consiste en expresar esas exigencias de manera que puedan tener un influjo ms directo sobre el trabajo analtico que al presente es factible.La expresin teora sociolgica ha sido ampliamente usada para referirse a los productos de varias actividades relacionadas entre s, pero diferentes, desarrolladas por individuos d un grupo profesional llamados socilogos. Pero como esos diferentes tipos de actividad tienen electos cuya importancia vara sobre la investigacin social empricaya que difieren en sus funciones cientficas, hay que diferenciarlos para fines de estudio. Adems, esas diferenciaciones suministran una base para valorar las aportaciones y las valoraciones caractersticas de cada uno de los seis tipos siguientes de trabajo que con frecuencia se agrupan en cuanto incluyen teora sociolgica: 1) metodologa; 2) orientaciones sociolgicas generales; 3) anlisis de conceptos sociolgicos; 4) interpretaciones sociolgicas post factum; 5) generalizaciones empricas en sociologa; y 6) teora sociolgica.MetodologaAl empezar, debemos distinguir claramente entre teora sociolgica, que tiene por materia ciertos aspectos y resultados de la interaccin de los individuos y, por lo tanto, es sustantiva, y metodologa, o lgica del procedimiento cientfico. Los problemas de metodologa trascienden los que se encuentran en cualquier disciplina sola, y tratan ya los comunes a grupos de disciplinas o, en una forma ms generalizada, los comunes a toda la investigacin cientfica. La metodologa no est particularmente vinculada a los problemas sociolgicos, y, aunque hay multitud de estudios metodolgicos en libros y revistas de sociologa, no por eso tienen carcter sociolgico. Los socilogos, en compaa de todos los dems que ensayan el trabajo cientfico, tienen que ser metodolgicamente prudentes; deben conocer la finalidad de la investigacin, el carcter de la inferencia, los requisitos de un sistema terico. Pero esos conocimientos no contienen ni implican un contenido particular de teora sociolgica. Hay, en resumen, una clara y decisiva diferencia entre saber cmo comprobar un grupo de hiptesis y saber la teora de donde sacar hiptesis que han de comprobarse. Mi impresin es que la preparacin sociolgica actual est destinada a hacer comprender a los estudiantes ms lo primero que lo segundo.Como observ Poincar hace medio siglo, los socilogos han sido durante mucho tiempo liierofantes de la metodologa, desviando as, quizs, talentos y energas de la tarea de formular una teora sustantiva. Ese enfoque de la atencin sobre la lgica del procedimiento tiene su funcin cientfica patente, ya que esos inventarios sirven al propsito crtico de orientar y valorar las investigaciones tericas y empricas. Tambin reflejan los dolores de crecimiento de una disciplina inmadura. As como el aprendiz que adquiere nuevas destrezas examina autoconscientemente cada elemento de esas destrezas, a diferencia del maestro, que da a da las practica con aparente indiferencia para su formulacin explcita, as los expositores de una disciplina que avanza con vacilaciones hacia una posicin cientfica deletrean laboriosamente los fundamentos lgicos de su procedimiento. Los libros balades sobre metodologa que proliferaron en los campos de la sociologa, la economa y la psicologa, no encuentran muchos equivalentes entre las obras tcnicas de ciencias que llegaron hace ya mucho tiempo a la mayor edad. Sea cual fuere su funcin intelectual, esos escritos metodolgicos implican las perspectivas de una disciplina inexperta, que presenta ansiosamente sus credenciales para tener una situacin plena en la fraternidad de las ciencias. Pero, cosa muy significativa, los ejemplos de mtodo cientfico adecuado utilizados por los socilogos para fines ilustrativos o expositivos suelen sacarse de otras disciplinas y no de la sociologa misma. Se toman como prototipos o modelos metodolgicos la fsica y la qumica del siglo xx, no las del siglo xvi, para la sociologa del siglo xx, con escaso reconocimiento explcito de que entre la sociologa y esas otras ciencias hay una diferencia de siglos de investigacin cientfica cumulativa. Esas comparaciones son inevitablemente programticas y no realistas. Exigencias metodolgicas ms apropiadas produciran un abismo entre la aspiracin metodolgica y la realizacin sociolgica real, a la vez menos conspicua y menos deshonrosa.Orientaciones sociolgicas generalesGran parte de lo que se presenta en los libros de texto como teora sociolgica consiste en orientaciones generales hacia materiales sustantivos. Esas orientaciones comprenden amplios postulados que indican tipos de variables que hay que tomar en cuenta de algn modo, y no especifican relaciones determinadasentre variables particulares. Aunque tales orientaciones son indispensables, no proporcionan ms que la armazn ms amplia para la investigacin emprica. Esto es lo que sucede con las hiptesis genricas de Durkheim, segn las cuales la causa determinante de un hecho social hay que buscarla entre los hechos sociales que le preceden, y define el factor social como las normas institucionales hacia las que se orienta la conducta.3 O se dice, asimismo, que hasta cierto punto, es til considerar la sociedad como un sistema unificado de partes mutuamente relacionadas y funcionalmente interdependientes.4 As, pertenece tambin a esta categora la importancia del coeficiente humanista en los datos culturales, tal como lo exponen Znaniecki y Sorokim entre otros. Pueden parafrasearse esas orientaciones generales diciendo que el investigador desatiende este orden de hechos con peligro para l. Dichas orientaciones no formulan hiptesis especficas.La principal funcin de esas orientaciones es proporcionar un contexto general plraTamvestigacin; facilitan el proceso de llegar a determinadas hiptesis. Citemos un caso oportuno: Malinowski fue llevado a examinar de nuevo la idea freudiana del complejo de Edipo a base de una orientacin sociolgica general, que consideraba la formacin de sentimientos normada por la estructura social. Este punto de vista genrico sirve en forma manifiesta de base a su explicacin de un complejo psicolgico especfico en sus relaciones con un sistema de relaciones de situacin social en una sociedad que difiere en estructura de las de la Europa occidental. Las hiptesis especficas que utiliz en esta investigacin eran todas congruentes con la orientacin genrica, pero no estaban prescritas por ella. Dicho de otra manera, la orientacin general indic la pertinencia de algunas variables estructurales, pero quedaba an la tarea de averiguar las variables particulares (fue haba que incluir.Aunque tales perspectivas tericas generales tienen efectos ms amplios y 1 profundos sobre el desarrollo de la investigacin cientfica que las hiptesis especficasconstituyen la matriz de la cual, en palabras de Maurice Arthus, se siguen una a otra hiptesis nuevas en incesante sucesin, al florecimiento de las cuales sigue de cerca una cosecha de hechos, aunque sea as, slo constituyen el punto de partida para el terico, cuya tarea es formular hiptesis especficas, relacionadas entre s, dando formulaciones nuevas a generalizaciones empricas a la luz de las orientaciones generales.Debe advertirse, adems, que las aportaciones crecientes de la teora sociolgica a las disciplinas hermanas estn ms en la esfera de las orientaciones sociolgicas generales * que en la de las hiptesis especficas confirmadas. El desarrollo de la historia social, de la economa institucional y de la importacin de perspectivas sociolgicas en la teora psicoanaltica implica el reconocimiento de las dimensiones sociolgicas de los datos y no la incorporacin de teoras especficas confirmadas. Los cientficos sociales se vieron llevados a descubrir lagunas sociolgicas en la aplicacin de su teora a la conducta social concreta. No exhiben con tanta frecuencia ingenuidad sociolgica en sus interpretaciones. El economista, el cientfico poltico y el psiclogo han venido a reconocer cada vez ms que lo que sistemticamente consideraban como dado, los datos, puede ser problemtico desde el punto de vista sociolgico. Pero esta receptividad para una perspectiva sociolgica se disipa con frecuencia por la escasez de teoras especficas suficientemente comprobadas acerca de, por ejemplo, los determinantes de necesidades humanas o de los procesos sociales implcitos en la distribucin y ejercicio del poder social. Las presiones que se derivan de las lagunas tericas respectivas de las diferentes ciencias sociales pueden servir, con el tiempo, para dar origen a una creciente formulacin de teoras sociolgicas especficas y sistemticas adecuadas a los problemas que implican dichas lagunas. No bastan las orientaciones generales. Probablemente esto es el contexto de la queja que*, lanza un economista:[El economista procura siempre referir su anlisis de un problema] a algn dato, es decir, a algo que es extraeconmico. Este algo puede ser aparentemente muy remoto del problema que se plante primero, porque las cadenas de causacin econmica son muy largas con frecuencia. Pero siempre quiere traspasar finalmente el problema a un socilogo u otro, si hay un socilogo que lo espere. Muchas veces no lo hay.

Anlisis de conceptos sociolgicosSe dice a veces que la teora est formada por conceptos, afirmacin que por ser incompleta no es verdadera ni falsa, sino vaga. Indudablemente, el anlisis conceptual, que se limita a la especificacin y aclaracin de conceptos clave, es una etapa indispensable del trabajo terico. Pero un cuerpo de conceptos posicin social, papel, Gemeinschaft, interaccin social, distancia social, anomia no constituye una teora, aunque puede entrar en un sistema terico. Puede conjeturarse que, en la medida en que tiene lugar entre los socilogos un sesgo antiterico, es una protesta contra quienes identifican teora y aclaracin de definiciones, que toman errneamente la parte por el todo del anlisis terico. Slo cuando tales conceptos se relacionan entre s en forma de un sistema, empieza a aparecer la teora. Los conceptos, pues, constituyen las definiciones (o las prescripciones) de lo que debe observarse; son las variables entre las cuales hay que buscar relaciones empricas. Cuando las proposiciones se relacionan entre s lgicamente, se ha formado una teora.La eleccin de conceptos que guen la recoleccin y el anlisis de datos es, naturalmente, decisiva para la investigacin emprica. Porque, para citar una perogrullada importante, si se eligen los conceptos de manera que no haya relaciones entre ellos, la investigacin ser estril, por meticulosas que sean las observaciones y las inferencias subsiguientes. La importancia de sta perogrullada est en que implica que los verdaderos procedimientos de tanteo en investigacin emprica tal vez sern relativamente infructuosos, ya que el nmero de variables que no estn relacionadas en forma significativa es indefinidamente grande.As, pues, una funcin del esclarecimiento conceptual consiste en hacer explcito el carcter de los datos subsumidos en un concepto. Sirve, en consecuencia, para reducir la probabilidad de que resultados empricos espurios se expresen en trminos de conceptos dados. As, el reexamen que hace Sutherland del concepto consagrado de delito" proporciona un ejemplo instructivo de cmo dicho esclarecimiento induce una revisin de hiptesis concernientes a datos organizados en relacin con el concepto. Sutherland demuestra que existe una equivocacin implcita en las teoras criminolgicas que tratan de explicar el hecho de que haya una proporcin mucho ms alta de delincuencia, medida oficialmente, en las clases sociales bajas que en las altas. Los datos" sobre delincuencia (organizados en relacin con un concepto o medida de la delincuencia funcional particular) han conducido a una serie de hiptesis que consideran la pobreza, las circunstancias de los barrios bajos, la debilidad mental y otras caractersticas que se cree estn asociadas muy de cerca con la baja posicin social, como causas de la conducta delictiva. Una vez que se aclara el concepto de delito para referirlo a la violacin del derecho penal y es, as, ampliado hasta abarcar la delincuencia de cuello blanco en los negocios y las profesiones liberales violaciones que se reflejan con menos frecuencia en las estadsticas oficiales de la delincuencia que las violaciones de la clase baja, la supuesta estrecha asociacin entre la posicin social baja y el delito ya no puede prevalecer. No necesitamos seguir hasta ms lejos el anlisis de Sutherland para descubrir la funcin del esclarecimiento conceptual en este caso. Aporta lo necesario para una reconstruccin de datos sealando ms exactamente lo que incluyen y lo que excluyen. Al hacerlo, conduce a la liquidacin de hiptesis formuladas para explicar datos espurios investigando los supuestos sobre los cuales se basaron los datos estadsticos iniciales. Poniendo un signo de interrogacin sobre un supuesto implcito que sirve de base a la investigacin de la definicin del delito el supuesto de que las violaciones del cdigo penal por individuos de las diferentes clases sociales estn representativamente registradas en las estadsticas oficiales, este esclarecimiento conceptual tiene implicaciones directas para un ncleo de teoras.De un modo anlogo, el anlisis conceptual puede resolver con frecuencia antinomias aparentes en los resultados empricos indicando que tales contradicciones son ms aparentes que reales. Estas frases familiares se refieren, en parte, al hecho de que conceptos que en un principio se definieron en forma burda incluan tcitamente elementos con diferencias importantes entre s, de suerte que los datos organizados segn tales conceptos difieren en sustancia y as presentan tendencias que a simple vista se contradicen. La funcin del anlisis conceptual en este caso es llevar al mximo la probabilidad de la comparabilidad, en respectos importantes, de los% datos que hay que incluir en una investigacin.El ejemplo tomado de Sutherland no hace ms que ilustrar el hecho ms general de que en la investigacin, como en actividades menos disciplinadas, nuestro lenguaje conceptual tiende a fijar nuestras percepciones y, derivadamente, nuestro pensamiento y nuestra conducta. El concepto define la situacin, y el investigador responde en consecuencia. El anlisis conceptual explcito le ayuda a reconocer a qu responde y qu elementos (tal vez importantes) ignora. Los resultados a que lleg Whorf sobre esta materia son, con modificaciones apropiadas, aplicables a la investigacin emprica. Encontr que la conducta se orientaba hacia significados lingsticos o conceptuales expresados por las palabras que se aplican a la situacin. As, en presencia de objetos que desde un punto de vista conceptual se describen como bidones de gasolina, la conducta tender modalmente a un tipo particular: se pondr mucho cuidado. Pero cuando la gente tiene ante s lo que se llama bidones de gasolina vacos, la conducta es diferente: descuidada, con poco control del acto de fumar y del lugar en que se arrojen las colillas. Pero los bidones vacos son los ms peligrosos, porque contienen gases explosivos. La reaccin no es a la situacin material, sino a la situacin conceptualizada. El concepto vaco se usa aqu equvocamente: como sinnimo de nulo y vano", negativo, inerte, y como palabra que se aplica a situaciones materiales sin referencia a cosas irrelevantes como vapor y vestigios de lquido en el recipiente. La situacin es conceptualizada en el segundo sentido, y el concepto se relaciona entonces en el primer sentido, con el resultado de que bidones de gasolina vacos se convierten en causa de incendios. La aclaracin de lo que significa exactamente vaco en el universo del raciocinio tendr un efecto profundo sobre la conducta. Este caso puede servir como modelo del efecto funcional del esclarecimiento conceptual sobre la conducta investigadora: aclara precisamente lo que est haciendo el investigador cuando trata datos conceptualizados. El investigador obtiene consecuencias diferentes para la investigacin emprica cuando cambia su aparato conceptual.Pero no quiere decir esto que el vocabulario de conceptos fije las percepciones, las ideas y la conducta asociada con ellas de una vez para siempre. Aun quiere decir menos que tales casos de terminologa engaosa estn incrustados en uno u otro lenguaje (como tenda a suponer Whorf en esta teora de conductismo lingstico). Los hombres no estn permanentemente aprisionados en la urdimbre de los conceptos (con frecuencia heredados) que usan. No slo pueden escapar de esa urdimbre, sino que pueden crear otra nueva, ms adecuada a las necesidades de la ocasin. Pero, en todo momento particular, hay que estar preparado para ver que los conceptos rectores pueden, y con frecuencia lo hacen, ir detrs de las exigencias del momento para la conducta. Durante los periodos, a veces prolongados, de retraso, producen su dao conceptos mal aplicados. Pero la misma inadecuacin del concepto para la situacin, reconocida mediante una experiencia penosa, exigir con frecuencia formulaciones autocorrectoras y ms apropiadas. La tarea es descubrir el retraso conceptual y liberarnos de las normas de mala conducta cognoscitiva que tiende a producir.

Una tarea ms del anlisis conceptual es establecer indicadores observables de los datos sociales que interesan a la investigacin emprica. Esfuerzos tempranos en esta direccin son manifiestos en las obras de Durkheim (y constituyen una de sus aportaciones ms importantes a la sociologa). Aunque sus concepciones estructurales segn tales lineamientos no llegan a la sofisticacin de formulaciones ms recientes, Durkheim utiliz ostensiblemente variables intercurrentes, como las que describieron en fecha reciente Tolman y Hull, y procur establecer indicadores de dichas variables. El problema, hasta donde necesita ser enunciado para nuestros propsitos inmediatos, consiste en idear indicadores de entidades inobservables o simblicas (por ejemplo, la cohesin social), indicadores que puedan apoyarse tericamente. El anlisis conceptual se convierte as en base para una estimacin crtica inicial y peridica de la medida en que signos o smbolos supuestos son indicadores adecuados del substrato social. Dicho anlisis seala pistas para determinar si en realidad el indicador (o instrumento de medida) resulta adecuado para la ocasin.12Interpretaciones sociolgicas post factumOcurre con frecuencia en la investigacin social emprica que se recogen los datos y slo ms tarde se someten a un comentario interpretativo. Este procedimiento en que las observaciones estn a la mano y las interpretaciones se aplican despus a los datos, tiene la estructura lgica de la investigacin clnica. Las observaciones pueden tener el carcter de historias de casos o estadstico. La caracterstica que define este procedimiento es la introduccin de una interpretacin despus de haber hecho las observaciones, y no la comprobacin emprica de una hiptesis preformulada. El supuesto implcito es que se ha establecido tan plenamente un cuerpo de proposiciones, que puede aplicarse de manera aproximada a los datos entre manos.Esas explicaciones post factum, destinadas a explicar" observaciones difieren en funcin lgica de los procedimientos especiosamente anlogos en que los materiales de la observacin se utilizan para sacar hiptesis nuevas que habr que confirmar con nuevas observaciones.Una caracterstica que persuade del procedimiento es que las explicaciones son realmente congruentes con el conjunto de observaciones. Esto difcilmente resulta sorprendente, puesto que slo se seleccionan las hiptesis post factum que estn de acuerdo con las observaciones. Si el supuesto bsico se sostiene a saber, que la interpretacin post factum utiliza teoras muy confirmadas, entonces, en realidad, este tipo de explicacin arroja rayos de luz en el oscuro caos de los materiales". Pero si, como es ms frecuente en interpretacin sociolgica, las hiptesis post factum son tambin ad hoc, o por lo menos, no tienen ms que un grado ligero de comprobacin previa, entonces esas explicaciones precoces", como las llam H. S. Sullivan, producen una sensacin falsa de adecuacin a expensas de no instigar nuevas investigaciones.Las explicaciones post factum permanecen en el nivel de lo admisible (bajo valor probatorio) y no conducen a una evidencia que se impone (alto grado de confirmacin). La admisibilidad, a diferencia de la evidencia que se impone, se tiene cuando una interpretacin es congruente con un cuerpo de datos (que en realidad dio, tpicamente, lugar a la decisin de usar una interpretacin y no otra). Tambin implica que no fueron exploradas otras interpretaciones igualmente congruentes con los datos y que las inferencias sacadas de la interpretacin no fueron comprobadas por nuevas observaciones.La falacia lgica subyacente en la explicacin post factum se apoya en el hecho de que se dispone de diversidad de hiptesis poco afinadas, cada una con cierto grado de confirmacin pero destinadas a explicar conjuntos de hechos por completo contradictorios. El mtodo de la explicacin post factum no conduce por s mismo a la nulificabilidad, aunque no sea ms que por lo totalmente flexible que es. Por ejemplo, puede registrarse que los desempleados tienden a leer menos libros que cuando estaban ocupados". Esto se explica" por la hiptesis de que la ansiedad aumenta a consecuencia del desempleo y, en consecuencia se hace difcil toda actividad que exige concentracin, como la lectura. Este tipo de explicacin es admisible, ya que las pruebas de que puede presentarse en situaciones semejantes un aumento titu^fgpjedad, y ya que un estado de preocupacin morbosa impide la acti- sus CMp|^iizada. Pero si se dice despus que los datos originales eran errneos 4 y esomecho que los desempleados leen ms que antes", puede invocarse inmediflamente una nueva explicacin post factwn. La explicacin dice entonces fue los desempleados disponen de ms tiempo y que se entregan a una actidad orientada a aumentar sus destrezas personales. En consecuencia, leer, ms que antes. As, cualesquiera que sean las observaciones, puede encontrase una nueva interpretacin que se ajuste a los hechos". Este ejemplo pede ser suficiente para indicar que esas reconstrucciones sirven slo comoejemplos y no como pruebas.Esta inaecuacin lgica de la interpretacin post factum es la que movi a Peirce observar:Es esencik la induccin que la consecuencia de la teora se infiera primero en relacin coffel resultado desconocido, o virtualmente desconocido, del experimento;y que ste slo se averige virtualmente despus. Porque si observamos los fenmenos para encontrar coincidencias con la teora, es mera cuestin de ingenio e industria para encontrar coincidencias con la teora, es mera cuestin de ingenio e industria el grado de acuerdo que encontremos.

Estas reconstrucciones soslayan tpicamente una formulacin explcita de las condiciones en que se encontrar que son ciertas las hiptesis. A fin de llenar ese requisito lgico, las interpretaciones habrn de ser necesariamente predictivas y no posdictivas.Como caso que viene a punto, podemos citar la frecuencia con que Blumer afirma que los anlisis de documentos que hacen Thomas-Znaniecki parecen meramente admisibles. La base de la admisibilidad descansa en la congruencia entre la interpretacin y los datos; la falta de pruebas que se impongan arranca del hecho de no suministrar pruebas distintivas de las interpretaciones aparte de su congruencia con las observaciones iniciales. Ei anlisis se ajusta a los hechos, y no hay indicio de qu datos exactamente habra que tomar para contravenir las interpretaciones. En consecuencia, la prueba documental simplemente ilustra y no comprueba la teora.

Generalizaciones empricas en sociologaSe dice no pocas veces que el objeto de la teora sociolgica es llegar a enunciados de uniformidades sociales. sta es una afirmacin elptica y en consecuencia necesita ser aclarada. Porque hay dos tipos de enunciados de uniformidades sociolgicas que difieren de manera importante en sus relaciones con la teora. El primero de ellos es la generalizacin emprica: una proposicin aislada que resume uniformidades observadas de relaciones entre dos o ms variables. La literatura sociolgica abunda en tales generalizaciones, que no fueron asimiladas a la teora sociolgica. As, pueden citarse coma ejemplo las leyes del consumo, de Engel, lo mismo que el resultado a que lleg Halbwachs de que los trabajadores gastan ms en comida por unidad adulta que los empleados de cuello blanco" del mismo grupo de ingreso. Tales generalizaciones pueden ser ms o menos exactas, pero esto no afecta a su lugar lgico en la estructura de la investigacin. El resultado a que llegaron Groves-Ogburn para una muestra de ciudades norteamericanas, de que las ciudades con un porcentaje mayor de gente empleada en la manufactura tambin tienen, por trmino medio, porcentajes ligeramente mayores de jvenes casados, fue expresado en una ecuacin que indica el grado de esa relacin. Aunque las proposiciones de este tipo son esenciales en la investigacin emprica, una miscelnea de tales proposiciones slo suministra las materias primas para la sociologa como disciplina. La tarea terica, y la orientacin de la investigacin emprica hacia la teora, empiezan cuando se establece por tanteo la relacin de las uniformidades con un conjunto de proposiciones relacionadas entre s. La idea de la investigacin dirigida implica, en parte, que la investigacin emprica est organizada de manera que si se descubren uniformidades empricas, stas tienen consecuencias directas para un sistema terico. En la medida en que la investigacin es dirigida, la explicacin racional de los resultados est formulada antes de obtener los resultados.Teora sociolgicaEl segundo tipo de generalizacin sociolgica, la llamada ley cientfica, difiere de la anterior en la medida en que es el enunciado de una invariancia derivable de una teora. La escasez de tales leyes en el campo de la sociologa quizs refleja la bifurcacin que prevalece de teora e investigacin emprica. A pesar de los muchos volmenes que tratan de la historia de la teora sociolgica y a pesar de la pltora de investigaciones empricas, los socilogos (incluido el autor) pueden discutir los criterios lgicos de las leyes sociolgicas sin citar un solo ejemplo que satisfaga plenamente esos criterios.20No faltan por completo aproximaciones a esos criterios. Para presentar las relaciones de las generalizaciones empricas con la teora y formular las funciones de la teora, puede ser til examinar un caso familiar en el que esas generalizaciones fueron incorporadas en un cuerpo de teora sustantiva. As, hace ya mucho tiempo que se estableci como una uniformidad estadstica que en diversidad de poblaciones los catlicos tienen una proporcin de suicidios ms baja que los protestantes.21 En esta forma la uniformidad planteaba un problema terico. Constitua simplemente una regularidad emprica que sera importante para la teora slo si poda ser derivada de un conjunto de proposiciones, tarea que Durkheim se asign a s mismo. Si enunciamos sus supuestos tericos de una manera formal, se hace claro el paradigma de su anlisis terico:1. La cohesin social proporciona apoyo psquico a individuos del grupo sometidos a tensiones y ansiedades agudas.2. Los ndices de suicidios son funciones de ansiedades y tensiones no aliviadas a que estn sometidas las personas.3. Los catlicos tienen una cohesin social mayor que los protestantes.4. Por lo tanto, poda preverse una proporcin menor de suicidios entre los catlicos que entre los protestantes.22Este caso sirve para sealar el lugar de las generalizaciones empricas en relacin con la teora y para ilustrar las diferentes funciones de la teora.1. Indica que la aplicabilidad terica no est intrnsecamente presente ni ausente en las generalizaciones empricas, sino que aparece cuando la generalizacin es conceptualizada en abstraccin de orden ms elevado (catolicismo - cohesin social - ansiedades aliviadas - ndice de suicidios) que estn incorporadas en enunciados ms generales de relaciones. Lo que inicialmente se tom como una uniformidad aislada se enuncia como una relacin, no entre la afiliacin religiosa y la conducta, sino entre grupos con ciertos atributos conceptualizados (cohesin social) y la conducta. El campo del resultado emprico originario se ampla considerablemente, y algunas uniformidades aparentemente dispares aparecen relacionadas entre s (as, pueden derivarse de la misma teora diferenciales en los ndices del suicidio entre personas casadas y solteras).2. Una vez establecida la aplicabilidad terica de una uniformidad derivndola de un cuerpo de proposiciones relacionadas entre s, aportamos lo necesario para la cumulacin tanto de teora como de resultados de la investigacin. Las uniformidades diferenciales en la proporcin de suicidios confirman ms an el cuerpo de proposiciones del cual se han derivado esas y otras uniformidades. sta es una de las principales funciones de la teora sistemtica.3. Mientras la uniformidad emprica no conduce por s misma a inferir diversas consecuencias, la reformulacin da origen a consecuencias diferentes en campos de conducta completamente alejados del de la conducta suicida. Por ejemplo, investigaciones sobre la conducta obsesiva, las preocupaciones morbosas y otras conductas inadaptadas han descubierto que tambin todas ellas deben relacionarse con insuficiencias de la cohesin del grupo. La conversin de uniformidades empricas en enunciados tericos aumenta, pues, la fecundidad de la investigacin mediante la exploracin sucesiva de implicaciones.4. Al proporcionar una explicacin racional, la teora ofrece una base para la prediccin ms segura que la mera extrapolacin emprica de tendencias observadas anteriormente. As, si medidas independientes indicasen un descenso de la cohesin social entre los catlicos, el terico podra predecir una tendencia al aumento del ndice de suicidios en ese grupo. El empirista no terico no tendra, empero, ms remedio que predecir a base de extrapolacin.5. La lista precedente de funciones presupone un atributo ms de la teora que no es completamente cierto de la formulacin de Durkheim, que origina un problema general y que acos en forma especial a la teora sociolgica, por lo menos hasta ahora. Si la teora ha de ser fecunda, tiene que ser suficientemente precisa para ser determinada. La precisin es un elemento integrante del criterio de comprobabilidad. La prevaleciente presin para, la utilizacin de datos estadsticos en sociologa, siempre que sea posible, para controlar y comprobar inferencias tericas, tiene una base justificable cuando tenemos en cuenta el lugar lgico de la precisin en la investigacin disciplinada.Cuanto ms precisas sean las inferencias (predicciones) que pueden sacarse de una teora, menor es la probabilidad de que otras hiptesis sean adecuadas para esas predicciones. En otras palabras, las predicciones y los datos precisos sirven para reducir los efectos empricos sobre la investigacin de la falacia lgica de afirmar el consecuente. Es bien sabido que predicciones verificadas derivadas de una teora no prueban ni demuestran la teora; slo suministran una medida de la confirmacin, porque siempre es posible que otras hiptesis sacadas de sistemas tericos diferentes puedan explicar tambin los fenmenos predichos. Pero las teoras que admiten predicciones precisas confirmadas por la observacin adquieren importancia estratgica, ya que proporcionan una base inicial para elegir entre hiptesis competidoras. En otras palabras, la precisin refuerza la probabilidad de acercarse a una observcin o un experimento decisivos.La coherencia interna de una teora tiene una funcin muy parecida, porque si se sacan de un sistema terico diferentes consecuencias empricamente confirmadas, esto reduce la probabilidad de que teoras competidoras puedan explicar de manera adecuada los mismos datos. La teora unificada sustenta una medida de confirmacin mayor que hiptesis diferentes y sin relacin entre s acumulando as mayor valor probatorio.Ambas presiones hacia la precisin y hacia la coherencia lgica pueden conducir a una actividad improductiva, particularmente en las ciencias sociales. De todo procedimiento puede abusarse lo mismo que usarse. Una insistencia prematura sobre la precisin a toda costa puede esterilizar hiptesis imaginativas. Puede conducir a una reformulacin del problema cientfico a fin de hacer aplicable la medida, con lo cual en ocasiones resultar que los materiales subsiguientes no tengan relacin con el problema inicialmente planteado. Al buscar precisin, hay que poner cuidado en no perder de vista inadvertidamente problemas importantes. De manera similar, la presin, hacia: la congruencia lgica ha inducido a veces a la logomaquia y la teorizacin, estril, en la medida en que los supuestos contenidos en el sistema de anlisis estn alejados de referencias empricas o impliquen abstracciones tan elevadas que no permitan la investigacin emprica.28 Pero la justificacin de los criterios de investigacin no est viciada por tales abusos.Derivaciones y codificacin formalesEsta limitada exposicin por lo menos ha sealado la necesidad de una relacin ms estrecha entre la teora y la investigacin emprica. La divisin actual en las dos cosas se manifiesta en marcadas discontinuidades en la investigacin emprica, por un lado, y en una teorizacin sistemtica sin el apoyo de la comprobacin emprica, por el otro.29 Es notorio que hay pocos ejemplos de investigacin consecutiva que haya investigado cumulativamente una sucesin de hiptesis derivadas de una teora dada. Antes bien, tiende a haber una marcada dispersin de investigaciones empricas, orientadas hacia un campo concreto de la conducta humana, pero careciendo de una orientacin terica central. La pltora de generalizaciones empricas discontinuas y de interpretaciones post factum reflejan ese tipo de investigacin. El gran volumen de orientaciones generales y de anlisis conceptuales, en cuanto diferentes series de hiptesis relacionadas entre s, reflejan a su vez la tendencia a una actividad terica separada de la investigacin emprica. Es un lugar comn que la continuidad, y no la dispersin, slo puede lograrse si los estudios empricos son orientados por la teora y si la teora es empricamente confirmable. Sin embargo, es posible ir ms all de estas afirmaciones y sugerir ciertas convenciones para la investigacin sociolgica que podran facilitar muy bien este proceso. Esas convenciones pueden llamarse derivacin formalizada y codificacin.30Tanto en la intencin como en la exposicin de investigaciones empricas- puede hacerse una convencin definida de que sean explcitamente formuladas las hiptesis y, siempre que sea posible, sus fundamentos tericos (supuestos y postulados). La exposicin de datos debiera hacerse en relacin con su aplicacin inmediata para las hiptesis y, derivadamente, para la teora subyacente. Debiera llamarse en forma especfica la atencin a la introduccin de variables interpretativas distintas de las implcitas en la formulacin originaria de las hiptesis, y el efecto de stas sobre la teora debiera indicarse tambin. Las interpretaciones post facturn que inevitablemente se presentarn cuando se descubran relaciones nuevas e inesperadas debieran formularse de manera que se haga evidente la direccin de la investigacin posterior de prueba. Las conclusiones de la investigacin muy bien podran incluir no slo una exposicin de los resultados respecto de las hiptesis iniciales sino, cuando sea oportuno, la indicacin del orden de observaciones necesarias para comprobar otra vez las nuevas implicaciones de la investigacin. La derivacin formal de este carcter tuvo un efecto saludable en psicologa y en economa, que condujo, en un caso, a experimentos en serie/51 y en el otro a una serie articulada de investigaciones. Una consecuencia de esa formalizacin es que sirve de control sobre la introduccin de interpretaciones sin relacin entre s, indisciplinadas y difusas. No impone al lector la tarea de indagar las relaciones entre las interpretaciones incorporada^ al texto. Sobre todo, prepara el camino para la investigacin consecutiva y cualitativa y no para un montn fragmentado de investigaciones dispersas.El procedimiento correlativo que parece necesario es el que Lazarsfeld llama codificacin. Mientras la derivacin formal enfoca nuestra atencin sobre las implicaciones de una teora, la codificacin procura sistematizar las generalizaciones empricas de que se dispone en esferas aparentemente diferentes de la conducta. Ms bien que permitir que esos resultados empricamente separados queden abandonados o sean referidos a zonas distintivas de conducta, el intento deliberado de establecer hiptesis provisionales aplicables promete ampliar la teora existente, sujeta a ulteriores investigaciones empricas. As, muchos resultados empricos obtenidos en campos como la propaganda y la opinin pblica, las reacciones ante el desempleo y las reacciones de las familias ante las crisis indican que cuando los individuos se encuentran ante un estmulo-norma objetivo del que se esperaba que producira reacciones contrarias a las predisposiciones iniciales de aqullos, su conducta real puede predecirse con mejor xito a base de predisposiciones que de estmulos-normas. Esto est implcito en los efectos de bumerang de la propaganda, en los resultados sobre reacciones adaptadas e inadaptadas al desempleo y en las investigaciones sobre la estabilidad de las familias que hacen frente a severas reducciones del ingreso. Una formulacin codificada, aun tan tosca como esta, origina problemas tericos que fcilmente pasaran inadvertidos si los diferentes resultados empricos no fueran reexaminados dentro de un mismo contexto. Est reconocido que la codificacin, como procedimiento que complementa la derivacin formal de hiptesis que han de comprobarse, facilitar el desarrollo paralelo de una teora sociolgica viable y una investigacin emprica pertinente.Examnense algunos volmenes que exponen asuntos metodolgicos como distintos de los asuntos de procedimiento de la sociologa: The Method of Sociology, por Forian Zrianiceki (Nueva York, Farrar and Rinehart, 1934); Social Causation, por R. M. Maclver (Boston, Ginn and Co., 1942); Foundations of Sociology, por G. A. Lundberg (Nueva York, Macmillan Co., 1939) ; Methodology of the Social Sciences, por Flix Kaufmann (Nueva York, Oxford University Press, 1944) ; The Language of Social Research, ed. por P. F. Lazarsfeld y M. Rosenberg (Glencoe, The Free Press, 1955), en especial las introducciones a las secciones.

Their Relations in Theory and in Teaching (Londres, Le Play Press, 1936), p. 135. (El subrayado es mo.)

Como observa Schumpeter sobre el papel del aparato analtico: Si tenemos que hablar de niveles de precios y que idear mtodos para medirlos, necesitamos saber lo que es un nivel de precios. Si tenemos que observar la demanda, necesitamos tener un concepto preciso de su elasticidad. Si hablamos de la productividad del trabajo, tenemos que saber qu proposiciones son ciertas acerca del producto total por hora-hombre y qu otras proposiciones son ciertas acerca del coeficiente diferencial parcial del producto total respecto de las horas-hombre. Ninguna hiptesis entra en esos conceptos, que encaman simplemente mtodos de descripcin y medida, ni en las proposiciones que definen sus relaciones (proposiciones llamadas teoremas), y sin embargo su estructuracin es la principal tarea de la teora, en economa como en otras partes. Esto es lo que entiendo por instrumentos de anlisisBusiness Cycles, por Joseph A. Schumpeter (Nueva York, McGraw-Hill Book no.,

, I, 31.

White-collar criminality, por Edwin H. Sutherland, en American Sociological Review, 1940, 5, 1-12.

Formulaciones detalladas de este tipo de anlisis pueden verse en Prime linee di patologa economica, por Corrado Gini (Miln, Giuffre, 1935); para un breve estudio vase Un tentativo di armonizzare teorie disparate e osservazioni contrastanti nel campo dei fenomeni sociali, Se G. Gini, en Rivista di poltica economica, 1935, 12, 1-24.

Relation of habitual thought and behavior to language, por B. L. Whorf, en Language, Culture, and Personality, ed. por L. Spier, A. I. Hallowell y S. S. Newman (Manasha, Sapir Memorial Fund Publicacin, 1941), 75-93.

Un estudio extenso aparece en el volumen postumamente publicado de escritos escogidos de B. L. Whorf titulado Language, Thought and Reality (Cambridge, Technology Press of M. I. T., 1956). Es la posicin whorfiana extrema la que ataca Joshua Whatmough en su Language: A Modern Synthesis (Nueva York, St. Martins Press, 1956), 85, 186-7, 227-34. Pero los proyectiles bien colocados de Whatmough no destruyen por completo la posicin de Whorf, sino que slo lo obligan a retirarse a una posicin ms reducida y defendible. Conceptos socialmente atrincherados afectan a la percepcin, el pensamiento y la conducta, pero la estructura del lenguaje proporciona campo suficiente para que conceptos inapropiados sean remplazados por conceptos ms adecuados. Una revisin comprensiva de las ideas de Whorf se encontrar en An examination of the conceptions of Benjamn Wohrf in the light of the pries of perception and cognition, por Franklin Fearing, en Language in Culture, ed. por Marry Hoijer (University of Chicago Press, 1954), 47-81.

La formulacin bsica de Durkheim, diversamente repetida en todas sus monografas, dice lo siguiente: Es necesario... sustituir el hecho interno que se nos escapa por un

No seih reunido los datos pertinentes. Pero, sobre la admisibilidad de la segunda interpretaci6nvase People and Print: Social Aspects of Reading in the Depression, por Douglas YVlips (Chicago, Chicago University Press, 1937), 198.

Collected Papers de Charles Sanders Peirce, editados por Charles Hartshome y Paul Weiss (Cambridge, Harvard University Press, 1932), II, 496.

An Appraisal of Thomas and Znanieckis The Polish Pe asan t in Europe and Americay por Herbert Blumer (Nueva York,. Social Science Research Council, 1939), 38, vase tambin ibid., 39, 44, 46, 49, 50, 75.

Es difcil ver en qu se fnda Blumer para afirmar que las interpretaciones no pueden, ser meros casos de ilustracin de una teora. Su comentario de que los materiales adquieren una importancia y un sentido que no tenan* podra aplicarse a las explicaciones post factum en general.

Este uso de la palabra emprico es comn, como advierte Dewey. En este contexto, emprico significa que el contenido de una proposicin dada que tiene inferencia existen* cial representa slo un conjunto de agrupaciones uniformes de caractersticas cuya existencia se ha observado repetidamente, sin que se sepa en absoluto por qu existe la agrupacin, sin una teora que enuncie su razn de ser. Logic: The Theory of Inquiry, por John Dewcy (Nueva York, Henry Holt and Co., 1938), 305.

Vase una considerable coleccin de tales uniformidades resumidas por C. C. Zimmer- man en Consumption and Standards of Living (Nueva York, D. Van Nostrand Co. 1936), 51 ss.

En parte, aunque no sea ms que porque aminora las posibilidades de obtener nuevos resultados prometedores y limita las investigaciones completamente a la comprobacin de hiptesis determinadas de antemano. Corazonadas originadas en el curso de la investigacin que no pueden tener implicaciones inmediatamente obvias para un sistema terico ms amplio pueden terminar en el descubrimiento de uniformidades empricas que despus pueden incorporarse a una teora. Por ejemplo, en la sociologa de la conducta poltica se ha establecido recientemente que cuanto mayor es el nmero de presiones sociales a que estn sometidos los electores, menos inters demuestran en una eleccin presidencial (The People*s Choice, por P. F. Lazarsfeld, Bernard Berelson y Hazel Gaudet [Nueva York, Duell, Sloan and Pearce, 1944], 56-64). Este resultado, que fue totalmente imprevisto cuando se formul por primera vez la investigacin, muy bien puede iniciar orientaciones nuevas de investigacin sistemtica de la conducta poltica, aun cuando todava no est integrado en una teora generalizada. La investigacin emprica fructfera no slo comprueba hiptesis tericamente derivadas, sino que tambin origina hiptesis nuevas. Esto puede llamarse el ingrediente de serendipidad de la investigacin, o sea el descubrimiento, por casualidad

opor sagacidad, de resultados vlidos que no se buscaban.

Thorstein Veblen expuso esto con su tpico vigor: Todo esto puede parecer como tomarse trabajo por trivialidades. Pero los datos de que trata una investigacin cientfica son trivialidades en cualquier otro respecto que aquel en que tienen importancia. The Place of Science in Modern Civilization (Nueva York, Viking Press, 1932), 42.

Vase, por ejemplo, Human Problems of an Industrial Civilization, de Elton Mayo (Nueva York, Maciriillan Co., 1933), 113 et passim. La armazn terica utilizada en los estudios de moral industrial hechos por Whitehead Roethlisberger y Dickson nacieron en buena parte de las formulaciones de Durkheim, como lo atestiguan los autores.

El paradigma de la prueba mediante la prediccin es, desde luego, falaz lgicamente :

Si A (hiptesis), entonces B (prediccin), B es observado. Luego A es cierto.

Esto no es muy perturbador para la investigacin cientfica, por cuanto no resultan afectados ms que criterios formales.

Pinsese, como caso oportuno, que diferentes tericos predijeron la guerra y conflictos mortferos en gran escala a mediados del siglo. Sorokin y algunos marxistas, por ejemplo, formularon esta prediccin sobre la base de sistemas tericos completamente diferentes. El estallido real de conflictos en gran escala no nos permite por s solo elegir entre los sistemas de anlisis, aunque slo sea porque el hecho observado es congruente con los dos. nicamente si las predicciones hubieran sido tan especificadas, tan precisas, que los acontecimientos reales coincidieran con una prediccin y no con la otra, se habra establecido una comprobacin determinada.

Stuart A. Rice comenta esta tendencia en la investigacin de la opinin pblica; vase

Un libro como Caste and Class in a Southern Toivn, de John Dolard, abunda en sugestiones, pero es una tarea enorme para el lector formular explcitamente los problemas tericos atacados, las variables interpretativas y los supuestos implcitos en las interpretaciones. Pero rs necesario hacer todo eso si lo que uno se propone es una sucesin de estudios fundados en la obra de Dollard.

5W Studies in radio and film propaganda, por Paul F. Lazarsfeld y Robert K. Merton, en Transactions of the Neiv York Academy of Sciences, Serie II, 1943, 6, 58-79.

The Unemployed Man and His Family, por Mirra Komarovsky (Nueva York, Dryden Press, 1940); The Family Encounters the Depression, por R. C. Angell (Nueva York, Charles Scribners Sons, 1936); Restudy of the Documents Analyzed by Angell in The Family Encounters the Depression, E. W. Burgess, R. K. Merton y otros (Nueva York, Social Science Research Council, 1942).