Cantos Catolicos a la Madre de Dios

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Cantos a la Madre de Dios 1. HOY TE QUIERO CANTAR Hoy te quiero cantar, hoy te quiero rezar, Madre mía del cielo. Si en mi alma hay dolor, busco apoyo en tu amor y hallo en ti mi consuelo. Hoy te quiero cantar, hoy te quiero rezar, mi plegaria es canción. /Yo te quiero ofrecer lo más bello y mejor que hay en mi corazón/. Porque tienes a Dios, porque tienes a Dios, madre, todo lo puedes. Soy tu hijo también, soy tu hijo también, y por eso me quieres. Dios te quiso elegir, Dios te quiso elegir como puente y camino que une al hombre con Dios, que une al hombre con Dios en abrazo divino. 2. MARÍA DEL EVANGELIO De toda mancha y sombra original tu Hijo Dios te quiso preservar. No te privó, María, del dolor, de la pobreza y de trabajar. De toda mancha y sombra original tu hijo Dios te quiso preservar. No te privó, María, del dolor, de la pobreza y de trabajar. No te privó, María del dolor, de la pobreza y de trabajar. El evangelio te presenta así: trabajadora en tu Nazaret, atenta a Dios y dándonos tu amor, tu casa humilde y el pobre taller. Si quiso Dios hacer de ti un jardín, pues decidió nacer de una mujer, Él te eligió para sembrarse en ti y florecer, María, florecer. 3. MADRE DE NUESTRA ALEGRÍA /María, tú que velas junto a mí, y ves el fuego de mi inquietud, María, Madre, enséñame a vivir con ritmo alegre de juventud/. Ven, Señora, a nuestra soledad, ven a nuestro corazón, a tantas esperanzas que se han muerto, a nuestro caminar sin ilusión. - Ven y danos la alegría que nace de la fe y del amor, el gozo de las almas que confían en medio del esfuerzo y el dolor. Ven y danos tu esperanza para sonreír en la aflicción, la mano que del suelo nos levanta, la gracia de la paz en el perdón. - Ven y danos confianza, sonrisa que en tu pena floreció, sabiendo que en la duda y las tormentas jamás nos abandona nuestro Dios. 4. MADRE DE LOS POBRES Madre de los pobres, los humildes y sencillos. De los tristes y los niños que confían siempre en Dios. Tú, la más pobre porque nada ambicionaste. Tú, perseguida, vas huyendo de Belén. Tú que un pesebre ofreciste al rey del cielo. Toda tu riqueza fue tenerle sólo a Él. Tú, que en sus manos sin temor te abandonaste, tú que aceptaste ser la esclava del Señor, vas entonando un poema de alegría: canta, alma mía, porque Dios me engrandeció. Tú que has vivido el dolor y la pobreza, tú que has sufrido en la noche sin hogar, tú que eres madre de los pobres y olvidados, eres el consuelo del que reza en su llorar. 5. EN EL TRABAJO En el trabajo de cada día como vivías y amabas tú, /queremos, Madre, servir amando, viviendo siempre junto a Jesús/. En el silencio de aquella aldea, la casa humilde de Nazaret se va empapando de tu ternura, de tu trabajo, de amor y fe. Tú te afanabas como mi madre en mil trabajos que da el hogar. Mujer humilde de hermosas manos encallecidas de trabajar. Dios quiso honrarte como a ninguna, con mil encantos enriquecer; te hizo humilde, de gracia llena, trabajadora te quiso hacer. 6. MADRE DE LOS HIJOS POBRES Virgen sencilla y humilde, que viviste en Nazaret. ¡Madre! Casa de los hijos pobres, que abren sus manos a Ti. ¡Madre! Dios te ensalzó y te hizo grande en tu misma pequeñez. Haznos niños a nosotros para dejarnos en Él. ¡Madre! ¡Madre! /Tú nos miras desde el cielo, nos hablas al corazón. Con un abrazo de madre nos envuelves en tu amor./ Lai, la, ra... la... Madre de los hijos pobres, de los que buscan a Dios. ¡Madre! Danos tu fe y confianza, danos tu entrega y tu amor. ¡Madre! En tu silencio interior escuchaste su palabra, con el corazón abierto viviste sólo por Él. ¡Madre! ¡Madre! 7. TÚ ERES DEL SEÑOR Eres tan sencilla como luz de amanecer, eres, tú, María, fortaleza de mi fe. Tú eres flor, eres del Señor, te dejas acariciar por su amor. Eres tan humilde como vuelo de un gorrión, eres tu, María, el regazo del amor. Tú eres flor, eres del Señor, te dejas acariciar por su amor. Yo quiero estar en las manos del Señor como tú, para amar, en las manos del Señor, //como tú//. Eres tan pequeña como el canto de mi voz, eres la grandeza de Aquel que te modeló. Tú eres flor, eres del Señor, te dejas acariciar por su amor. Eres tan hermosa como el cielo, como el mar. Eres tú, María, como el gozo de soñar. Tú eres flor, eres del Señor, te dejas acariciar por su amor.

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Cantos a la Madre de Dios

1. HOY TE QUIERO CANTARHoy te quiero cantar, hoy te quiero rezar,Madre mía del cielo. Si en mi alma hay dolor,busco apoyo en tu amor y hallo en ti miconsuelo.

Hoy te quiero cantar, hoy te quiero rezar, miplegaria es canción. /Yo te quiero ofrecer lomás bello y mejor que hay en mi corazón/.

Porque tienes a Dios, porque tienes a Dios, madre, todo lopuedes. Soy tu hijo también, soy tu hijo también, y por eso mequieres.

Dios te quiso elegir, Dios te quiso elegir como puente ycamino que une al hombre con Dios, que une al hombre conDios en abrazo divino.

2. MARÍA DEL EVANGELIODe toda mancha y sombra original tu Hijo Dios te quisopreservar. No te privó, María, del dolor, de la pobreza y detrabajar.

De toda mancha y sombra original tu hijo Dios te quisopreservar. No te privó, María, del dolor, de la pobreza y detrabajar. No te privó, María del dolor, de la pobreza y detrabajar.

El evangelio te presenta así: trabajadora en tu Nazaret, atentaa Dios y dándonos tu amor, tu casa humilde y el pobre taller.

Si quiso Dios hacer de ti un jardín, pues decidió nacer de unamujer, Él te eligió para sembrarse en ti y florecer, María,florecer.

3. MADRE DE NUESTRA ALEGRÍA/María, tú que velas junto a mí, y ves el fuego de miinquietud, María, Madre, enséñame a vivir con ritmoalegre de juventud/.

Ven, Señora, a nuestra soledad, ven a nuestro corazón, atantas esperanzas que se han muerto, a nuestro caminar sinilusión. - Ven y danos la alegría que nace de la fe y del amor,el gozo de las almas que confían en medio del esfuerzo y eldolor.

Ven y danos tu esperanza para sonreír en la aflicción, lamano que del suelo nos levanta, la gracia de la paz en elperdón. - Ven y danos confianza, sonrisa que en tu penafloreció, sabiendo que en la duda y las tormentas jamás nosabandona nuestro Dios.

4. MADRE DE LOS POBRESMadre de los pobres, los humildes y sencillos. De lostristes y los niños que confían siempre en Dios.

Tú, la más pobre porque nada ambicionaste. Tú, perseguida,vas huyendo de Belén. Tú que un pesebre ofreciste al rey del

cielo. Toda tu riqueza fue tenerle sólo a Él.

Tú, que en sus manos sin temor te abandonaste, tú queaceptaste ser la esclava del Señor, vas entonando un poemade alegría: canta, alma mía, porque Dios me engrandeció.

Tú que has vivido el dolor y la pobreza, tú que has sufrido enla noche sin hogar, tú que eres madre de los pobres yolvidados, eres el consuelo del que reza en su llorar.

5. EN EL TRABAJOEn el trabajo de cada día como vivías y amabas tú,/queremos, Madre, servir amando, viviendo siempre juntoa Jesús/.

En el silencio de aquella aldea, la casa humilde de Nazaret seva empapando de tu ternura, de tu trabajo, de amor y fe.

Tú te afanabas como mi madre en mil trabajosque da el hogar. Mujer humilde de hermosasmanos encallecidas de trabajar.

Dios quiso honrarte como a ninguna, con milencantos enriquecer; te hizo humilde, de graciallena, trabajadora te quiso hacer.

6. MADRE DE LOS HIJOS POBRESVirgen sencilla y humilde, que viviste en Nazaret. ¡Madre!Casa de los hijos pobres, que abren sus manos a Ti. ¡Madre!Dios te ensalzó y te hizo grande en tu misma pequeñez.Haznos niños a nosotros para dejarnos en Él. ¡Madre!¡Madre!

/Tú nos miras desde el cielo, nos hablas al corazón. Conun abrazo de madre nos envuelves en tu amor./ Lai, la,ra... la...

Madre de los hijos pobres, de los que buscan a Dios. ¡Madre!Danos tu fe y confianza, danos tu entrega y tu amor. ¡Madre!En tu silencio interior escuchaste su palabra, con el corazónabierto viviste sólo por Él. ¡Madre! ¡Madre!

7. TÚ ERES DEL SEÑOREres tan sencilla como luz de amanecer, eres, tú, María,fortaleza de mi fe. Tú eres flor, eres del Señor, te dejasacariciar por su amor. Eres tan humilde como vuelo de ungorrión, eres tu, María, el regazo del amor. Tú eres flor, eresdel Señor, te dejas acariciar por su amor.

Yo quiero estar en las manos del Señor como tú, paraamar, en las manos del Señor, //como tú//.

Eres tan pequeña como el canto de mi voz, eres la grandezade Aquel que te modeló. Tú eres flor, eres del Señor, te dejasacariciar por su amor. Eres tan hermosa como el cielo, comoel mar. Eres tú, María, como el gozo de soñar. Tú eres flor,eres del Señor, te dejas acariciar por su amor.

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8. MADRE DE LOS CREYENTESMadre de los creyentes, que siempre fuiste fiel, danos tuconfianza, danos tu fe, danos tu confianza, danos tu fe.

Pasaste por el mundo en medio de tinieblas, sufriendo a cadapaso la noche de la fe. Sintiendo cada día la espada del

silencio a oscuras padeciste el riesgo de creer.

La fe por el desierto a lomos de un asnillo, la fecuando en las bodas Jesús se hizo esperar, la fecuando pensaban que el Hijo estaba loco, la fecuando el calvario al borde de acabar.

Guardaste bajo llave las dudas y batallasformándose el misterio al pie del corazón. Debajode tu pecho de amor inagotable, la historia se

escribía de nuestra redención.

9. COMO A SU MADRE ACUDENComo a su madre acuden los hijos sin temor, venimos,madre, a verte, a darte nuestro amor. Siguiendo tu caminohallamos a Jesús. Entre nosotros, madre, todo lo hiciste tú,entre nosotros, madre, todo lo hiciste tú.

Madre, tus hijos vienen cantando alegres una canción,buscando en tu sonrisa, en tu regazo su protección.Ponen entre tus manos cual rosa ardiente su corazón, tedicen que te aman, que siempre, siempre, tus hijos son.

Lleno de confianza acudo, madre, a ti, pues sé que en mispeligros velando estás por mí. Cual hijo que te ama procurarévivir y en tu regazo, madre, quisiera yo morir, y en tu regazo,Madre, quisiera yo morir.

10. LOS CIELOS Y LA TIERRALos cielos y la tierra en ti se encontrarán, María, dulceabrazo que el hombre y Dios se dan.

Las viejas profecías que hablaban del Señor nutrían laesperanza de Israel: la flor que nacería en tierra virginal, unhijo que sería el Emmanuel.

Quien hizo las estrellas te vino a mendigar tu carne y tu latidode mujer. El Dios Omnipotente no quiso renunciar al gozo deacunarse en tu querer.

Los magos y pastores que fueron al portal hallaron en tusbrazos a Jesús. Sabemos que a tu lado le vamos a encontrarlo mismo en la alegría que en la cruz.

11. MADRE DE LOS JÓVENESMadre, óyeme, mi plegaria es un grito en la noche. Madre,mírame en la noche de mi juventud. Madre, salvame, milpeligros acechan mi vida. Madre, lléname de esperanza, deamor y de fe. Madre, guíame, en las sombras no encuentroel camino. Madre, lléname de esperanza, de amor y de fe.

/La, la, la, la, la.../

Madre, una flor, una flor con espinas es bella. Madre, unamor, un amor que ha empezado a nacer. Madre, sonreír,sonreír aunque llore en el alma. Madre, construir, caminar

aunque vuelva a caer. Madre, sólo soy, el anhelo y la carneque lucha. Madre, tuyo soy, en tus manos me vengo a poner.

12. PIENSO EN TIPienso en ti cuando llega el dolor; pienso en ti al reír y alamar; pienso en ti, porque mi corazón triste camina, tristecamina, si tú no estás.

Si a la orilla del camino se detienen nuestros pies, porque elpolvo del camino va cegando nuestra fe; a la orilla de misenda, Virgen santa, pienso en ti, y esperando que iluminesnuestra ruta, pienso en ti.

Si la lucha de la vida debilita mi valor. Si me siento derrotado,sin sonrisa ni ilusión, en la lucha de mi vida, Virgen santapienso en ti, y esperando que engrandezcas nuestra fuerza,pienso en ti.

Cuando al alba de mis días no amanece la ilusión, y ennosotros agoniza la esperanza en el Señor. Cuando el almadesespera, Virgen santa, pienso en ti, y al compás de tuesperanza, Virgen santa, pienso en ti.

13. MADREMadre, ilusión y esperanza, Madre, corazón y ternura, Madreespejo limpio del amor. Madre, virginal y fecunda Madre,generosa y humilde, Madre, fiel entrega en oblación. Madre,consagrada en cuerpo y alma, siempre abierta a la palabra detu Dios y tu Señor.

Madre, cuando a ti te llamamos madre, renacemos a laesperanza y la ilusión. Madre, cuando a ti te llamamosMadre nos sentimos también hermanos del Señor. Madre,cuando a ti te llamamos madre, esperamos un mundohermano en el amor.

Madre, de Belén al Calvario, Madre, fuiste siempre amorosaMadre de Jesús el Salvador. Madre, en la cruz fue tu Hijo,Madre, quien nos dio por regalo, Madre, tu maternaprotección. Madre, a la Iglesia naciente unida esperaste lavenida del Espíritu de Dios.

14. MADRE DEL AMOR HERMOSOMadre del amor hermoso, Madre de Dios, por ti el Verbohecho carne con nosotros habitó. Madre del amor hermoso,Madre de Dios, en Belén trajiste al mundo a Jesús, elSalvador.

/Santa María, Madre de Dios: muéstranos a tu Hijo,llévanos al amor/

Madre del amor hermoso, madre de amor, en Canáintercediste ante tu Hijo, el Señor. Madredel amor hermoso, Madre de amor, enCaná tú conseguiste el buen vino del amor.

Madre del amor hermoso, hecho dolor, enla cruz acompañaste a tu Hijo redentor.Madre del amor hermoso hecho dolor, en lacruz nos engendraste como hijos de tuamor.