l 31 de Octubre de todos los años, se festeja el Día de la Canción Criolla. En la fecha, los compositores e intérpretes se juntan en torno de mesas democráticas en las que, junto con las canciones mas emotivas del cancionero peruano, se entonara aires pre cursos de nuestro acervo. Se recuerda a los compositores próceres del criollismo y se brinda con entusiasmo cotidiano. La conmemoración no admite recortes de ninguna naturaleza. El Festejo es Total.

En esta ocasión es obligatoria la mención de la famosa "Palizada", grupo de divertidos niños capitaneados por Paz y E zeta, quienes hicieron tabla rasa de reglamentos para la diversión en lugares prohibidos y que ellos mismos elaboraban de acuerdo a su particular interés y a las circunstancias. Temidos por las jovencitas "bien" y adorados por las del Rímac, Martinete y Caballo, los "muchachos" de la Palizada fueron peleadores, divertidos, bebedores, mujeriegos y amantes de la música identificada con la marinera.

Cuando el vals empieza a ganar terreno, la Palizada ha perdido a sus mejores exponentes

, Saco y Bocanegra impone un nuevo estilo y Braulio Sancho Dávila lanza su perdurable vals IDOLO; del norte llegan los hermanos Carreño con nuevas inquietudes musicales y los teatros de los barrios limeños dan preferencia en sus programaciones a la variedad de pálidos cantantes de tangos y gruesos intérpretes de la canción criolla.

Cuando el vals empieza a ganar terreno, la Palizada ha perdido a sus mejores exponentes, Saco y Bocanegra impone un nuevo estilo y Braulio Sancho Dávila lanza su perdurable vals IDOLO; del norte llegan los hermanos Carreño con nuevas inquietudes musicales y los teatros de los barrios limeños dan preferencia en sus programaciones a la variedad de pálidos cantantes de tangos y gruesos intérpretes de la canción criolla.

Hacia 1925 emerge de los Barrios Altos un compositor enjuto, de ojos profundos, que cojea ligeramente, pero cargado de inspiración desbordante, de sentimiento criollo. Es Felipe Pinglo Al va, exponente máximo de la canción peruana, creador de "El Plebeyo" y "El Huerto de mi Amada"," y "Porfiria", y de varias docenas de valses de insuperable calidad.

A la muerte de Felipe Pinglo, ocurrida en 1936, nuevas

inquietudes orientan a los compositores. Pedro Espinel,

con su vals "Murió el Maestro", rinde homenaje póstumo

a su compadre.

Laureano Martinez, Alcides Carreño, Manuel

Cobarrubias, Samuel Joya, Pablo Casas, Nicolás

Wetzell, Amparito Baluarte, Serafina Quinteros,

Filomeno Ormeño, Francisco Reyes Pinglo, Eduardo

Márquez Talledo, Alberto Condemarín, Isabel

"Chabuca" Granda, Mario Cavagnaro, Manuel "Chato

Raygada", Augusto Polo Campos, Lucha Reyes, El

"Cholo" Berrocal, Luis "El Taita" Abanto Morales, son

algunos, entre otros, de una lista abundante en calidad

y cantidad, que se imponen la noble tarea de llevar el

Vals a todos los niveles.

Es importante ya que el día de la cancion criolla es

parte de nosotros y la tradicion de Halloween es de otro

país .

Pero la verdadera esencia de nuestras fiestas

tradicionales y populares se ha ido perdiendo y con el

paso del tiempo son cada vez menos frecuentes las

simbologías que en torno a ellas se realizan. Las fiestas

populares, aunque suene triste decirlo, están camino a

la extinción en una secreta complicidad con cada uno

de nosotros. La proliferación de sectas y religiones

ajenas a la católica también juegan un papel importante

y hasta satanizan a fiestas tan hondamente instaladas

en el colectivo social como la de “Todos los Santos” (1

de noviembre) o el “Día de Todos los Difuntos” (2 de

noviembre).

El Día de la Canción Criolla es una fiesta emblemática para los peruanos, al menos debería serlo, sin embargo en las últimas décadas ha sufrido un desplazamiento por la presencia de una fiesta adoptada y asumida como propia como es la Noche de Brujas o Halloween, fiesta que se ha convertido en el emblema de la juventud la noche del 31 de octubre de cada año.

La Canción Criolla es nacida en el Perú y representa la fusión de varios elementos folclóricos del mundo pero nacida en el Perú en un contexto social pueblerino y de estratos populares. Los festejos de callejón, con merienda de asado de gato incluida fueron por muchos años el rostro popular de la canción limeña criolla.

Existe una falta de identidad en las jóvenes generaciones de peruanos que ha sido forjada por la complicidad docente, son muy pocos los docentes que explican y motivan a sus alumnos sobre la importancia de ella y son menos los que la fomentan vivencialmente. Las fiestas cívicas se han convertido en un pretexto para evadir las responsabilidades laborales y tomarse un día de asueto sin mayor significación.