Camino de Un Reportero

5/11/2018 Camino de Un Reportero

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1 . Calle, escuche y aprendi

Estudie la carrera de qufmico metalurgista porque aun noexistfa la de periodismo en la Universidad Nacional Au-tonoma de Mexico. Escribir era mi objetivo. Siempre es-taba a la caza de una oportunidad para hacerlo. No erafacil para un desconocido sin relaciones. Desde entoncesfui un hombre obstinado. En la Universidad me hicedela disciplina y el metoda necesarios para el estudio, perono de las bases de laprofesi6n que habia decidido abrazar.Desconocia por completo el medio, los recursos para ob-tener las noticias y la forma de escribirlas.Traia al periodismo metido en la sangre. Me apasiona-ba. Ese era mi camino.La primera oportunidad me la brindo Eulalio Ferrer,quien en 1954 era propietario de Claridades, un sema-nario dominical especializado en toros, deportes y es-

peetaculos. Mi entrada al periodismo -la unica puertaque estaba abierta- fue como cronista taurino. No dudeni un minuto en aceptarlo, aunque jamas habfa visto unacorrida de toros. Aprendi a toda velocidad y, al pocotiempo, tuve la suerte de colaborar en El Rueda de M e-xico cuyo director, don Manuel Garcia Santos, era unmaestro sin parangon y un escritor de alta calidad. To-rnado de su mana di los primeros pasos.Afio y medio despues analice mi situacion y descubrique en el medio taurino poco me quedaba por hacer. El

panorama se me habra estrechado. Tenia que buscarotros horizontes.15


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Como era mi costumbre, una tarde fui al cafe Tibet-Hamz de la Avenida Juarez en cornpafiia de mis insepa-rables amigos Antonio Garcia Suarez, Jaime Pericas yPepe Molero. En una de las mesas de la entrada se en-contraba Moises Vazquez, quien en ese entonces escribiauna columna de espectaculos en la primera edici6n deUltimas Noticias.-Moises, l,quien es el mejor periodista de Mexico?-Ie pregunte.-Carlos Denegri -'-me respondi6 sin titubear.=:Y d6nde localizo a ese senor?-En Excelsior.Fui a Excelsior inmediatamente. Me dijeron que Car-los Denegri no iba al peri6dico con regularidad, pero quetenia sus oficinas particulares en Reforma 456.Alla fui y me 'anuncie con Denegri como jefe de infor-macion de Claridades, cargo que tenia en verdad, parasolicitarle una entrevista.Me recibio.Me encontre con un hombre rubio, de ojos verdes,cuya inteligencia Ie rezumaba por todos los poros. Esta-ba de pie, detras de un gran escritorio. A su espalda, aladerecha, habia un cuadro muy grande de la Virgen deGuadalupe y, ala izquierda, una bandera mexicana.-Senor Denegri, es verdad que soy jefe de informa-

cion de Claridades, pero no vengo a hacerle una entrevis-ta para publicarla.Denegri, hombre de temperamento nervioso, hizo unadernan de sorpresa. Retrocedi6 y me dijo con voz dura:-Entonces, l,que quiere usted?-Me informaron que usted es el mejor periodista deMexico y quiero que sea mi maestro.Denegri se desconcerto de tal manera que solo dijo:- [Ah, Dio'! jAh, Dio'!Yo prosegui:-Tengo afioy medio trabajando como cronista tau-

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. r ,in9, pero eso ni me atrae ni me satisface. Quiero cono-cer el gran periodismo.-l,Que sabe usted hacer?-Todo a medias: escribir, formar, cabecear.Mir6 mi tarjeta de visit a , que tenia entre el pulgar y elindice de la mana derecha, y me dijo:-Venga usted a verme manana a las seis de la tarde.Asf 10 hice. No estaba el dfa fijado, pero insistf todoslos dfas a la misma hora. Al tercero, me recibi6 alrede-dor de las nueve de la noche. Tendi6 hacia mi un sobre yme dijo:-Ahf est a su boleto. Salimos manana, a las siete, enavion para Ciudad Juarez. Nos vemos en el aeropuerto.Dice el Talmud:. .. Haz para ti un maestro y adquiere un amigo ...Encontre a los dos en la misma persona.Con Carlos Denegri -de quien no me separaba en nin-gun momento- record toda la Republica Mexicana ymas de medio mundo. A su lado el mas torpe aprendfa,Era un libro abierto para que 10 leyera quien tuviese in-teres en superarse dentro del periodismo. Como rep or-tero descubria 10 que los demas no veian aun teniendoloante sus ojos. Su horizonte periodfstico se desplegaba encuatro idiomas: espafiol, aleman, ingles y frances.Tenia gran celo profesional. Sin proponerselo, infun-dia gran respeto en los demas, Conocedor profundo delreporterismo, sus redes de relaciones se extend ian porlos cinco continentes.En esa epoca yo, que siempre guste de hablar, callaba,escuchaba y aprendia.Una vez que nos conocimos mejor, Denegri se intere-so especialmente en mi carrera. Me ensefio, trabajando asu lado -porque no era un catedratico+, a hacer perio-

dismo en diarios, revistas, cine, radio y television,Carlos Denegri siempre tuvo un cornpafiero insepara-ble -yo- en su mesa, en su escritorio, en sus fiestas, en17


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sus viajes, alternando con los personajes que el habitual-mente trataba.Sin egofsmo, me perrnitio aprender de el todo cuantosabia.

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II. 136 telegramas a Krushehevque nunea contesto *

El 4 de octubre de 1957, la Union Sovietica anuneio ha-ber puesto en orbita alrededor de la Tierra el primer sa-telite artificial. La Agencia Tass dio la noticia cuando lastensiones politicas entre Oriente y Occidente se encon-traban en un estancamiento. Ninguna de las partes cediaterreno a la otra.Asombrados, todos los habitantes del mundo pusie-ron sus ojos en Moscu. Esperaban ansiosos cualquier noti-cia relacionada con ese satelite. Una nueva palabra habfade quedarse para siempre en el diccionario de la humani-dad: Sputnik.

Los periodistas y los escritores dejaron volar libre-mente su imaginacion, Algunos escribieron que los rusosespiaban desde la ionosfera a todos los paises . Otros seatrevieron a informar que se trataba de un artefac to sa-tanico para bombardear cualquier objetivo desde la orbi-ta terrestre.

El nombre de un cientffico desconocido ascendio tanvertiginosamente como el Sputnik I al firmamento este-lar de la humanidad: Leonidas Ivanovich Sedov, directordel proyecto espacial sovietico, que habia logrado dar elprimer paso de trascendencia en la conquista del espacio.La actualidad mundial se centro en la Union Soviet i-ca. A todos los periodistas nos desperto un gran interesla puesta en orbit a del Sputnik.En esos momentos, 1 0 trascendente de la noticia esta-ba en el inmenso pais sovietico. Yo, un joven reportero*Ver texto integro de la entrevista con Leonidas Ivanovich Sedov,publicada en Excelsior el 25 de abril de 1967. Pag. 203.*Ver texto integro de la entrevista con Nikita S.Krushchev, publi-cada en Excelsior el 13 de marzo de 1958. Pag. 199.

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Gomez de,l Partido Conservador. Hice el trabajo comome 10 habra propuesto.~a .vi?lencia en Bogota cedio. Pero Daniel Sampere?ltorlahsta de El Tiempo, ya me habia dedicado un ar:tfculo en su columna, "Reloj del Tiempo" bauti , dm" , lzan 0-: como .ave de mal agliero", por todo 10 que iba

deiando a mi paso.Los .~ias que habfa planeado para descansar fueronde tr~~aJo. Entreviste a Gabriel Garcia Marquez. Prime-r~,fUII.nterro~ado yo ~obre los sucesos de Chile. Luegohice rm trabajo, Gabriel me mostro el original del tele-grama que el mismo dfa 11 de septiembre, al enterarsedel g?lpe de estado y de la muerte de Allende enviolos miembros de la Junta Militar. ,aLe pedf ese documsnto, para publicarlo. Me dijo quese I~ habfa prometIdo a su hijo. Perc ese dfa estaba per-SUaslVOporql!e~finalmente, me 10 obsequio.VOIVIa Mexico. No paso nada.

*Ve~texto in~egro de Ia primera entrevista que sehizo a HortensiaBUS~1 como viuda de Allende, publicada en Excelsior eI 14 deseptIembre de 1973. Pag, 302.*Ver texto inte~o. del reportaje a quienes acompafiaron a SalvadorAlIend~ en sus ultimos momentos, publicado en Excelsior el 15de septtembro de 1973. rag. 306.*Ve~ texto integro de la entrevista a Gabriel Garcia Marquez~ubhcada e~ Excelsior eI 8 de octubre de 1973. Pag, 297. 'Ve~t_extomte~o del articulo editorial que David Samper Pizanol~~~co ,en EI Tiempo de Bogota acerca de M.M. en septiembre de. Pag. 300.

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XVIII. Carta < :t los Panteras Negras *

Durante el gobierno del presidente Luis Echeverria tuvomucho auge en Mexico el Club de Roma. Se trataba deun grupo de intelectuales de buena voluntad que con re-cursos financieros y tecnicos del primer mundo, se reu-nian para analizar los problemas del tercer mundo..La creciente importancia que adquirieron en esa epo-ca, se debio esencialmente al apoyo incondicional quedieron a la Carta de Derechos y Deberes Economicos delos Estados, documento que despert6 en Echeverria unapasi6n casi enfermiza y que sostenia a capa y espada, yacualquier costo, en todos los foros internacionales desdeque la di6 a conocer en Chile en 1972.Los miembros del Club de Roma, en su mayorfabuenos burgueses del primer m:undo, hablaban de equi-dad en el comercio internacional; de una sociedad mun-dial en quiebra; de la necesidad de un cambio urgente deestructuras para evitar revoluciones; del mejoramientodel nivel de vida de los hambrientos del tercer mundo;del abuso que de los bienes de la civilizaci6n y la culturase hacia en los paises desarrollados, en perjuicio de lossubdesarrollados.Era este un lenguaje que complacfa al presidente deMexico. Se identificaba con el suyo. El Club de Roma yEcheverria se entendian, se apoyaban, se defend fan. Susintereses eran aparentemente los mismos-.~Por fin, despues de vencer numerosos problemas queplantearon los Jefes de Estado invitados, el Club de Ro-

*Ver texto integro de la entrevista a Leopold Sedar Senghor,presidente de Senegal, publicada en Excelsior el 7 de febrero de1974. Pag, 310.139


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rna precise fecha y lugar para la primera conferencia almas alto nivel.Para la apertura de la reunion, se establecio el 4 defebrero de 1974 en la ciudad de Salzburgo Austria.Fueron invitados mas de 20 jefes de estado. 'No todosconcu~ri~ron, pero la ~onferencia result6 un exito, por-que asistieron los presidentes Luis Echeverria, de Mexi-co.' 't Leopold Sedar ~enghor, de Senegal. Los primerosministros, Bruno Kreisky, de Austria; Pierre Elliot Tru-deau, de Canada; Olof Palme, de Suecia; Joop Denyl, deHolanda, y los representantes personales de los jefesde Estado de Argelia, Pakistan, Irlanda, Austria y NuevaZelandia.EI panorama era bueno y habia importantes piezaspara la cacerfa de entrevistas. Los personajes mas codi-ciados eran Echeverria, Senghor y Trudeau.

Para un reportero mexicano, el de mayor atractivoera Leopold Sedar Senghor, politico, poeta y filosofocreador del africanismo y profeta de la negritud. Senghor'con sus teorias y su accion, estaba cambiando la manerade pensar, todavia con resabios colonialistas y europeosde los africanos. '

Pero acercarse a Senghor era practicamente imposible.En to do memento aparecia rodeado de cuatro guardaes-paidas negros, altos, fuertes, agiles y de movimientos fe-linos. Eran sus "Cuatro Panteras Negras", como el mis-mo Senghor -poeta al fin- los llamaba.La oportunidad se presento, sin embargo al terrninode la primera reunion del Club de Roma en' el comedordel Castillo de Klessheim.Me encontraba en una mesa con' Fausto Zapata, en-tonces subsecretario de la Presidencia y el reportero deEl Dia, Julio Pornar. Vi que "las Panteras Negras" seencontr~ban guardando las puertas de un privado. Nose necesitaba ser el rey de la perspicacia para tener lacerteza de que ahf dentro estaba el presidente de Se-negal.

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Pedf un papel y un sobre al mesero y luego, en fran-ces el idioma que el colonialismo hered6 al Senegal,esc~ibf: "Senor Presidente Senghor":"Soy el Subsecretario de Prens~ de la R~pu?lica Mexi:cana. Me acompaiian los dos mejores periodistas de mipais, que representan a Excelsior y E I DCa. Tenemosgran interes en entrevistarnos con usted. AtentamenteManuel Meiido."Un mesero llev6 el sobre al jefe de "los Panteras Ne-gras". Minutos despues llegaba hasta nu.estra mesa pre-guntando, en frances, por el Subsecretano de Prensa delGobierno Mexicano. Sefiale a Fausto Zapata. Intentarondialogar. No pudieron entenderse porque ~austo hab~a-ba perfectamente el ingles pero descono~:a el f.rances.Como esperaba, intervine en la conversaclOn.~ hl~e unatraducci6n que me favorecia. En Fausto dele la impre-si6n de que en la carta solo mencionaba que estabasentado a nuestra mesa Y al senegales no Ie deje ningunaduda de que el subsecretario de Prensa del Gobierno deMexico era quien solicitaba la entrevista.El jefe de "los Panteras" fue y volvi6 ~ar~ d~cirnosque el presidente Senghor nos esperaba al dia sl~Ulentealas 7 de la manana, en su suite del hotel Oesterrelchscher.Pude cumplir con la cita gracias a la ayuda de JulioPomar. Amaneci con un ataque a la columna vertebral,que casi me impidi6 caminar. . . .Bien plantado, menudo, agil, con cara de mte~lgente,y 10 es: con aspeeto de poeta, y 10 es; modales refmados,europe~ su forma de vestir e ideas meticulosamente es-tructuradas. Ese era Leopoldo Sedar Senghor.Si bien mi forma de obtener la entrevista no fue muyortodoxa los resultados fueron buenos, porque dos aiiosdespues, 'un compaiiero periodista que h.abia a~isti~o ~una reuni6n de paises africanos en Argelia, me mformoque los publirrelacionistas de .El Se?egal, junto .con laliteratura sobre su pals y la hiografia de su presidente ,repartierol1 un folleto .con la entrevista que Excelsior

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habia PUblicado en su primera plana el 7 d f b1974. e e rero de

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It lt ! XIX. El "Papa Negro" cumplio su palabra : I I :Cuando un reportero es enviado por su peri6dico paracubrir la visita de un Presidente de Mexico al extranjero,apenas tiene tiempo de asistir a todos los aetos y escribirdurante varias horas -a costa de su sueno- los asuntosdel dfa.Por eso, ningun director exige a quien trabaja en esascondiciones, que haga reportajes 0 entrevistas espeeiales,fuera del programa presidencial. A mi siempre me gusta-ron ese tipo de retos.Volabamos de Bonn a Roma con el grupo de prensaque acompafio al Presidente Luis Echeverria en su girade febrero de 1974 por Europa, con el prop6sito ulte-rior de reunirse con el Papa Pablo VI en el Vaticano,euando mi compafiero de Excelsior, Rafael CardonaSandoval, me dijo en el avi6n:-Manuel, (,que te pareceria una entrevista con PedroArrupe, "El Papa Negro"?

Con esa pregunta, Cardona eonsigui6 que olvidara losdolores que sentia en la espalda y que me impedfan has-ta caminar.Me dedique a pensar c6mo podia obtener esa entrevis-ta en pocas horas, y ese mismo dfa, porque al siguienteiba a celebrarse la reuni6n de Echeverria y el Papa y los

periodistas no tendriamos ni un minuto libre.Una vez en Roma, nos instalamos en el hotel con to-do el grupo de la prensa mexicana, y le pedf a Cardonaque me acompafiara para hacer algunas gestiones refe-rentes a la entrevista con Arrupe.*Ver texto integro de la entrevista a Pedro Arrupe, "EI PapaNegro", publicada en Excelsior el 9 de febrero de 1974. Pag. 313.

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