Calidad de Vida_100 Años

54 Asociacin Uruguaya de Historia Econmica

1. Introduccin

El propsito de este trabajo es describir, a travsde un conjunto de indicadores cuantitativos relati-vos a la salud, la educacin, las pautas demogrfi-cas, la distribucin del producto bruto interno y eltrabajo, la evolucin en las condiciones de vida delos uruguayos a lo largo de un siglo.

El enfoque de este anlisis trasciende la esferanacional y aporta elementos comparativos con laevolucin de algunos de estos indicadores en la re-gin y en el mundo. Tomando como base la acumu-lacin acadmica de un equipo de investigadoresvinculados al Programa de Historia Econmica ySocial de la Facultad de Ciencias Sociales, nos pro-ponemos aqu elaborar nuevas estimaciones desdela perspectiva de la evolucin de la calidad de vida.

En un primer apartado se presenta una sntesisdel estado actual de la discusin terica sobre elconcepto de calidad de vida y las formas de medir-lo. En el segundo punto se presentan las fuentes y lametodologa utilizadas en este trabajo. A continua-cin se analizan los resultados de los principalesindicadores sobre calidad de vida para la poblacinen su conjunto, se estima un ndice de DesarrolloHumano Histrico y se compara el desempeo deUruguay respecto a otros pases. Por ltimo se dis-cute los resultados y se proponen metas para seguiraportando al desarrollo de esta temtica.

Las series construidas en el marco de esta inves-tigacin se encuentran disponibles y pueden ser con-sultadas en el Banco de Datos Econmico-Histri-co Econmico de la Facultad de Ciencias Sociales.

2. Cmo medir la calidad de vida

La preocupacin por conocer y poder comparar,entre s y a lo largo del tiempo, los niveles de bien-estar entre individuos, grupos y sociedades concier-ne a cientistas sociales de diferentes disciplinas. Lacomparacin de las similitudes y diferencias entrelos diversos desempeos en cuanto a calidad de vida,apunta a identificar las reglas o circunstancias quepromueven la mejora de la misma.

Cules son las medidas objetivas y subjetivasde la calidad de vida? La mayora de las investiga-ciones sobre esta temtica comienzan exponiendola diversidad de enfoques y las limitaciones que pre-sentan todos los indicadores para abarcar la com-plejidad del concepto (Offer, 1996).

Histricamente el concepto de nivel de vida, usa-do desde la dcada del cuarenta, cuando comienza amedirse de forma sistemtica la actividad econmi-ca, comprenda nicamente bienes y servicios.

El indicador ms utilizado fue el PBI per cpita,pero este ha sido objeto de numerosas crticas porlas limitaciones que presenta. Una primera objecinparte de las investigaciones realizadas, que ponenen evidencia importantes disparidades entre nivelesde PBI per cpita y otros indicadores de calidad devida como la esperanza de vida o el nivel educativo.

Desde el punto de vista conceptual algunas delas crticas ms importantes sealan que:

El valor de los bienes y servicios producidosen una sociedad, tomado en forma propor-cional al nmero de habitantes, ignora porcompleto la distribucin del ingreso en esasociedad.

El PBI per cpita solamente recoge los bie-nes y servicios producidos y transados en elmercado. Existe una gran parte de bienes pro-

LA CALIDAD DE VIDA BAJO LA LUPA:100 AOS DE EVOLUCIN DE LOS PRINCIPALES INDICADORES

Mag. Mara Magdalena Camou *Mag. Silvana Maubrigades

* Programa de Historia Econmica. FCS - UdelaR.

Boletn AUDHE No_4_Oct_2005_CHICO.p65 17/10/2005, 22:5354

55Boletn de Historia Econmica - Ao III - N 4 / Octubre de 2005

ducidos en el hogar o en la economa infor-mal que afectan la calidad de vida y no secontabilizan.

No todos los bienes producidos en un pasrepresentan una mejora en la calidad de vidade las personas. Las armas o las industriasque daan el medio ambiente, por ejemplo,podra entenderse que empeoran la calidadde vida. Algunos investigadores han construi-do indicadores que deducen estos bienes delPBI per cpita

La medida en que esos bienes proporcionancalidad de vida a los individuos est tasadaen precios; desde un punto de vista terico yfilosfico se discute que los precios se co-rrespondan con la utilidad que nos brindanesos bienes. Una afirmacin de este tipo su-pondra que todos los consumidores extraenla misma utilidad de los bienes y que la cali-dad y el precio estn fuertemente correlacio-nados.

Existen bsicamente dos enfoques que han criti-cado el indicador del PBI per cpita y han propues-to conceptos alternativos: el enfoque de las necesi-dades bsicas y el de las capacidades, de Amartya Sen.

El primero define una gama de bienes y servi-cios necesarios para una vida digna en trminos dealimentacin, salud, servicios y agua. La calidad devida se calcula como una funcin de los valores deesos indicadores en una sociedad y perodo dado.

El enfoque de Sen es ms abarcativo en su defi-nicin, incluyendo dentro de su concepcin de ca-pacidades bsicas la posibilidad de los individuosde adquirir y elegir los bienes y servicios bsicosque consideran necesarios para tener una vida me-jor. Desde esta perspectiva, se rechaza la idea deestimar el bienestar segn ingreso o canasta de bie-nes distribuidos de manera uniforme entre la pobla-cin, porque se considera que los individuos sondistintos segn sexo, edad, condiciones fsicas, me-dio ambiente donde viven, clima social o lugar queocupan en la familia.

En la prctica es muy difcil obtener tanta infor-macin para el conjunto de la poblacin y lo es anms para una comparacin internacional, por lo queSen propone como mtodo posible, utilizar las me-didas de comparacin interpersonal de los ingresosy complementarlas con variables sobre la asistencia

en salud o la discriminacin sexual. Estas ltimaspueden enriquecer la informacin parcial que tras-miten las medidas relativas a los ingresos (Sen, 1993).

El aporte sustancial de estos desarrollos teri-cos ha sido el de promover la bsqueda de mayordiversidad en los indicadores utilizados. La princi-pal limitacin en este sentido es la falta de datossuficientemente homogneos para realizar compa-raciones internacionales. En las investigaciones dehistoria econmica esta dificultad se acenta por lamayor carencia de informacin y por las transfor-maciones en las condiciones de vida a lo largo de lahistoria.

Desde la perspectiva del desarrollo humano seincorporan conceptos de estos enfoques que se ex-presan en el ndice de Desarrollo Humano (IDH),utilizado por la Naciones Unidas desde 1990. El n-dice de Desarrollo Humano mide el xito promediode un pas en alcanzar mejoras en torno a tres di-mensiones bsicas del desarrollo humano: una vidalarga y saludable, los conocimientos y un nivel acep-table de vida. El IDH contiene tres variables: la es-peranza de vida al nacer, la cobertura educativa (al-fabetizacin de adultos y la tasa bruta de matricula-cin primaria, secundaria y terciaria combinada) yel PIB real per cpita.

El IDH sigue siendo insuficiente, y existe unaamplia discusin sobre su alcance. Una de las prin-cipales crticas es que no contempla las compara-ciones interpersonales, dejando de lado el tema dela distribucin al interior del grupo observado. Otroaspecto controvertido es con qu peso especfico secombinan los diferentes indicadores en un ndicenico. En el IDH los tres componentes (ingreso percpita, esperanza de vida y educacin) tienen el mis-mo peso relativo. En su reconstruccin la preguntaes si a lo largo de un perodo histrico extendidopuede sostenerse el supuesto de un peso constantede los componentes (Prados de la Escosura, 2004:12)

Un cuestionamiento importante al IDH comoindicador de calidad de vida en comparaciones in-ternacionales es la heterogeneidad de las dimensio-nes que abarca. En un indicador de este tipo pesanms las variables de reducido rango de variacin,como la esperanza de vida y la tasa de alfabetiza-cin, componente predominante en la cobertura edu-cativa. El impacto de los cambios en los indicadoresde mayor variacin, como el PBI y la tasa de matri-

CAMOU, MAUBRIGADES LA CALIDAD DE VIDA BAJO LA LUPA: 100 AOS DE EVOLUCIN DE LOS PRINCIPALES INDICADORES



culacin, es mucho menor. Mirado desde la pers-pectiva histrica se observa que variables como laesperanza de vida y la educacin, alcanzado un ciertonivel de desarrollo, tienen un progreso muy lento yno son un buen diferenciador de los niveles de cali-dad de vida de distintas sociedades o grupos.

En este sentido, en esta investigacin hemosoptado por aproximarnos a la temtica desde la ma-yor cantidad de indicadores posibles y observandoel comportamiento desagregado para no perder ri-queza en el anlisis.

3. Breve referencia metodolgica

Se presenta en este trabajo un esfuerzo por ana-lizar los datos referentes a la calidad de vida de lapoblacin en su conjunto y extender las series paratodo el siglo XX.

Para construir este ndice se mide la distanciaentre el nivel obtenido en cada una de las variablescon respecto al valor de referencia mnimo y mxi-mo en la muestra de pases observados. De estamanera se consigue, para cada una de las variables,un valor que oscila entre 0 y 1, segn el logro relativocon respecto a los valores de referencia utilizados.

Por ltimo el IDH resulta de un promedio sim-ple de los ndices de educacin, salud y nivel de vida,con lo cual se le otorga a cada variable idntica im-portancia independientemente de su nivel original.

El ndice de educacin se construye de maneracompuesta, primero se calcula el ndice de alfabeti-zacin de adultos, despus la tasa bruta combinada

de matriculacin y finalmente se combina ambosndices de la siguiente forma:

Como aproximacin al nivel de vida relativo deun pas se utiliza el logaritmo del PBI per cpitaajustado por la paridad del poder de compra. Losvalores de referencia mnimos y mximos, sugeri-dos por PNUD son 100 y 40000 dlares.

A los efectos de realizar un anlisis comparativoa nivel de la regin, siguiendo la metodologa delIDH, se mejoraron las estimaciones previas (Astorga,et. alt.:1998; Prados de la Escosura, 2004) mediantela incorporacin del ndice de cobertura educativapara los pases del Cono Sur a lo largo del perodode estudio, y series ms actualizadas de PBI percpita y esperanza de vida.

Tomando en cuenta de que se trata de un IDHhistrico tambin se introdujeron modificaciones enlos rangos de edades en los que se hace variar laesperanza de vida, siguiendo la metodologa pro-puesta por el trabajo de Prados de la Escosura (2004).El autor propone utilizar mrgenes distintos en lavariabilidad de este indicador en el entendido de quea comienzos de siglo la esperanza de vida de lospases en vas de desarrollo estaba por debajo delmnimo establecido por los clculos actuales del IDH.

Nos interesa resaltar particularmente la confia-bilidad de los datos manejados en este trabajo. Lasseries que describen los niveles de vida en Uruguay,




como el salario real y el PBI, estn basadas en in-vestigaciones que recogen una gran cantidad de evi-dencia emprica construida en base a fuentes direc-tas. Los salarios nominales fueron tomados de dife-rentes fuentes, incluyendo Presupuesto General dela Nacin, archivo del Frigorfico Anglo, AnuariosEstadsticos e Instituto Nacional de Estadstica. Seutilizaron salarios de empleados pblicos no califi-cados para los primeros aos para luego construirun ndice compuesto de diferentes ramas industria-les. Esta investigacin supuso tambin relevar losprecios de la canasta de productos bsicos para todoel perodo.

Las comparaciones internacionales de salariosse realizaron a partir de una medida de conversinen base a la paridad del poder de compra (PPA) deestos en los distintos pases. Dicha estimacin re-presenta el nmero de unidades monetarias necesa-rias para comprar los bienes equivalentes a lo quepuede adquirirse con una unidad de la moneda delotro pas. Esta metodologa es actualmente utiliza-da para todas las comparaciones internacionales, ya

que las conversiones a travs de los tipos de cambiopueden estar distorsionadas por medidas econmi-cas de los gobiernos, los servicios no comercializa-dos deben ser reevaluados en una base comparablea nivel internacional y los precios relativos mues-tran importantes variaciones.

4. La evolucin de la poblacinuruguaya: indicadores de sucalidad de vida

Durante el perodo de estudio la poblacin uru-guaya crece, debido a la inmigracin principalmen-te europea y al descenso de la mortalidad, desde unasituacin de muy baja densidad poblacional,. En lastres primeras dcadas del siglo, la poblacin aumentaen forma constante, con un predominio de la pobla-cin urbana. En la medida en que las corrientesmigratorias cesan y que se produce un precoz pro-ceso de transicin demogrfica, el nmero de habi-tantes tiende a estabilizarse.

Fuente: Elaboracin propia en base a datos del INE.

Grfico 1: Tasas de Natalidad y Mortalidad. 1900 - 2003.

Dicho proceso se produce por el descenso de lamortalidad, fruto de las mejoras sanitarias, alimen-ticias y de condiciones de vida de la poblacin; y deun temprano control de la fecundidad (Grfico 1).La interpretacin de este ltimo es objeto de discu-

sin dentro de las ciencias sociales, sealndose laconcentracin urbana, el peso de la poblacin de ori-gen europeo y el nivel educativo de la mujer comovariables explicativas (Pollero, 1994; Pellegrino,2003).




Hacia finales del perodo estudiado tiende a ob-servarse una cada en la tasa de crecimiento, expli-cada por un proceso combinado de emigracin ydescenso de la tasa de natalidad.

Una de las variables ms pertinentes para apor-tar informacin sobre la calidad de vida de la pobla-cin en estudio es la referida a la esperanza de vida

al nacer. La misma expresa una sntesis de la evolu-cin combinada de factores como el ingreso, la sa-lud, los hbitos de vida, el grado de incorporacinde pautas de consumo saludables, la relacin con elentorno, etc. Da cuenta del nmero de aos prome-dio que una persona puede aspirar a vivir, acorde alcomportamiento de la mortalidad en ese momento.

La esperanza de vida, a diferencia de la mortali-dad, no est afectada por la estructura de edades deuna poblacin dada y es, por eso, una medida aptapara realizar comparaciones entre pases o a lo lar-go del tiempo. En Uruguay la estimacin de la espe-ranza de vida es problemtica por la exigua aten-cin por parte de los gobiernos en recolectar esta-dsticas vitales; en este sentido puede sealarse lainexistencia de censos nacionales de poblacin enel perodo comprendido entre 1908 y 1963.

Al comienzo del perodo observado puede se-alarse (Miglinico, 2001:49) un alto nivel de laesperanza de vida, similar a la de los pases msdesarrollados, explicado por una cada de la morta-lidad como consecuencia de los cambios socialesque se fueron procesando en el ltimo tercio del si-glo XIX (Grfico 2).

Fuente: Elaboracin propia en base a Miglinico (2001).

Grfico 2: Esperanza de vida al nacer. 1900 - 2000.

Fue en la primera mitad del siglo donde se pro-cesaron los mayores avances en la reduccin de lamortalidad, especialmente la infantil. En la segundaetapa se asiste a un enlentecimiento de los cambios,y las mayores ganancias se encuentran en la prolon-gacin de la vida adulta.

Pueden constatarse dos grandes cambios de ni-vel en trminos de esperanza de vida al nacer: unprimer momento a finales de la dcada del diez yun segundo a finales de los cuarenta. Desde la pers-pectiva sanitaria, los cambios del primer perodo seasocian a la evolucin de la asistencia pblica, laextensin del uso de las vacunas y la sulfas(Damonte, 1994); los del segundo, a la aparicin delos antibiticos y la incorporacin de nueva tecno-loga mdica.




Desde la perspectiva del desempeo econmicolos dos perodos coinciden con momentos de rpidocrecimiento de los ingresos per cpita y los salarios,as como con mejoras obtenidas en las condicioneslaborales y la extensin de la educacin.

A su vez, en estas etapas de bonanza se refuerzala accin del Estado amplindose la infraestructura,los servicios y su papel redistributivo, especialmen-te en la dcada de los cuarenta.

Luego de un perodo de estancamiento, se ob-serva, a partir de los aos ochenta, una tendencia alincremento de esta variable, acompaando el pro-ceso evidenciado a nivel mundial de reduccin de lamortalidad de la poblacin mayor de 60 aos. Parael caso de Uruguay, el principal logro obtenido fueel aumento del nmero de personas que llegan a latercera edad, pero son menos importantes los logrosen trminos de prolongar esta etapa.

En estudios comparativos a nivel internacional,la evolucin de la esperanza de vida al nacer, pareceser un buen indicador de calidad de vida en aquellospases en un estadio de desarrollo temprano. Pero,para pases que han superado ya esta etapa inicialdel desarrollo y alcanzado determinado nivel en lascondiciones de vida y de salud, sera importante, alos efectos de comparar la calidad de vida, introdu-cir otros indicadores como, por ejemplo, las princi-pales causas de muerte.

Finally, mortality data by cause of death

are disaggregated to understand the

determinants of the cross-country

convergence in life expectancy observed

between 1965 and 1995. Changes in mortality

due to infectious, respiratory and digestive

diseases, congenital and perinatal

conditions, and ill-defined conditions are

the most important factors producing the

convergence in life expectancy, whereas

changes in mortality due to nervous system,

senses organs, heart and circulatory diseases

worked against convergence. This evidence

suggests that the large changes in mortality

observed in the developing world were due

to the absorption of previously available

technology and knowledge, while developed

countries took advantage of recent advances

on the frontier of medical technology.

(Becker: 2003, p.27).

La dinmica del crecimiento poblacional y susdeterminantes, adquiere particular inters al obser-varla junto a la evolucin del producto bruto internocomo indicador indirecto del nivel de ingresos de lapoblacin.

Durante el perodo 1900-1930, el comportamien-to del PBI per cpita implica una dinmica de laactividad econmica capaz de incorporar un nme-ro creciente de habitantes. Para el resto del siglo, elcrecimiento del producto per capita aparecesobredimensionado por una poblacin que se man-tiene estancada.

Si comparamos la evolucin del PBI per cpitacon el salario real se muestra una trayectoria relati-vamente acompasada hasta fines de la dcada delsesenta. Nos interesa combinar, en el anlisis, am-bas trayectorias ya que compartimos la opinin demuchos investigadores que consideran el salario realcomo un indicador que se aproxima ms a la des-cripcin de la evolucin de la calidad de vida(Williamson, 1995; Brtola et. al. 1999).

Durante este lapso se observan dos etapas en lasque el comportamiento de ambas series es marcada-mente positivo: la dcada del veinte y el perodocomprendido entre la segunda posguerra y la crisisde mediados de los cincuenta (Grfico 3). Resultainteresante hacer notar que la esperanza de vidamostraba un comportamiento similar, concentradoen los mismos aos.

En el primer batllismo (1903-1912) se asiste aun crecimiento del producto, como consecuencia deuna mejora de los precios de las exportaciones y laexpansin interna de la industria y los servicios; asi-mismo el salario real experimenta recuperacin enel contexto de un Estado que interviene para mejo-rar las condiciones de trabajo.

Despus de la crisis que sobreviene a partir de1913 y que afecta tanto el nivel de actividad comoel poder adquisitivo de los salarios, se asiste a larecuperacin de ambas variables, aunque con un leverezago del salario real. No obstante, desde los pri-meros aos veinte el movimiento de las series per-mite inferir un estrecha correlacin entre el creci-miento econmico y el incremento de los salarios.




Luego de la segunda posguerra (1944-1955) tantoel salario real como el PBI per cpita experimentanel mayor crecimiento del siglo. En un contexto in-ternacional favorable el Estado intervienereasignando recursos entre los distintos sectores deactividad. En el marco de esta poltica se instrumentauna modalidad colectiva de determinacin de lossalarios y el salario real se incrementa significativa-mente. Este incremento refleja tambin un controlde precios sobre los bienes de consumo bsico y lavivienda, instrumentado por parte del Estado.

A partir de fines de los sesenta se produce uncreciente distanciamiento entre la evolucin de lasdos variables, que indica de manera indirecta un pro-ceso de distribucin recesiva, donde los salarios pier-den estruendosamente participacin en el producto.Si bien la brecha existente entre el incremento delPBI per cpita y el salario real no disminuye de for-ma significativa, puede observarse, desde media-dos de los ochenta, una mejora de los ingresos delos trabajadores.

Esta tendencia parece en principio confirmarseen un indicador de la distribucin del ingreso comoes el ndice de Gini estimado para el Uruguay porBrtola (2005). Este ndice refleja un primer pero-do de aumento de la desigualdad. Desde principiosdel siglo XX, en un contexto de una economa cre-

ciente, que expande su oferta de puestos de trabajoy acompaada de mejoras salariales se asiste a unproceso moderado de disminucin de la desigual-dad, pero es sobretodo partir de la dcada de loscuarenta que se producen cambios significativos enla distribucin del ingreso, evidencindose un mo-vimiento importante hacia una mayor igualdad. Estatendencia se revierte desde la dcada de los sesenta,en el mismo sentido del resto de las variables sobreingreso que venimos observando para este perodo.En la dcada del noventa los niveles de desigualdadtienden a estabilizarse aunque con valores muchoms altos que los del Uruguay de la segunda pos-guerra.

Como adelantramos, no solo los ingresos dis-tribuidos entre la poblacin pueden dar cuenta demejoras en trminos de calidad de vida. Un compo-nente tambin importante es el nivel educativo dela poblacin (Grfico 4). La tasa de alfabetizacinde adultos en Uruguay alcanza tempranamente ni-veles relativamente altos y ya en la dcada del se-senta la extensin es prcticamente universal.

Si se compara con la tasa de matriculacin com-binada de enseanza primaria, secundaria y tercia-ria, las mejoras en trminos de educacin serelativizan. Esto se debe a que Uruguay logr rpi-damente, a travs de una relativamente temprana

Grfico 3: PBI per capita y Salario real de Uruguay 1900-2000. (ndice 1913=100).

Fuente: Elaboracin en base a Brtola et. alt (1998) y Brtola (1998).




extensin de la enseanza primaria, gratuita y obli-gatoria, reducir el analfabetismo pero no ha alcan-zado an la universalizacin de la enseanza secun-daria, ni altos niveles de participacin en la ense-anza terciaria. Este indicador debera ser enrique-cido por un anlisis del xito de la enseanza brin-dada, que puede ser medido, entre otros, por la rela-cin docente/alumnos o por la tasa de egreso.

5. El ndice de desarrollo humano enUruguay a lo largo del siglo XX

Conceptualmente el desarrollo humano es unmedidor integral de las mejoras que va logrando unpas y sus habitantes. A la clsica mirada del desem-peo econmico que describira la riqueza genera-da por una poblacin dada, se le agregan otros com-ponentes que permiten inferir una ampliacin de lasopciones de vida que una persona puede aspirar atener. Es as que las mejoras en las condiciones devida se resumen en un aumento de los aos de vidade los habitantes y en un incremento cualitativo desus capacidades a travs de la educacin.

El IDH de Uruguay muestra grandes logros has-ta la dcada del 50, para luego disminuir su ritmode crecimiento (Grfico 5). Tales resultados permi-

ten arriesgar la afirmacin de que enfrentamos dosescenarios de pas; uno que se mantiene hasta me-diados de siglo, donde si bien se enfrentan crisis ynecesarios cambios de rumbo econmico, la socie-dad en su conjunto todava se beneficiaba de los fru-tos del progreso. Otro proceso se evidencia a partirde los aos 60, donde las crisis econmicas seagudizan, la distribucin del ingreso empeora y lascondiciones de vida de la poblacin en su conjuntodemoran en expandirse.

El comportamiento de las tres variables en for-ma independiente pone en evidencia la propia limi-tacin de un ndice de este tipo, que combina varia-bles de flujo (PBI per cpita y tasa de matricula-cin) con variables de stock (alfabetizacin de adul-tos y esperanza de vida al nacer). Estas ltimas cam-bian lentamente y no presentan oscilaciones impor-tantes porque tienen un efecto acumulativo. Las va-riables de flujo, sin embargo, tienden a presentar uncomportamiento ms cclico; al ser agregadas a lasvariables del stock, el IDH se vuelve menos sensi-ble a sus movimientos.

Por la forma en que estn determinados los ran-gos de variacin de los componentes del IDH, es deesperar que la esperanza de vida y la cobertura edu-cativa se aproximen rpidamente a su nivel mxi-

Fuente: Elaboracin propia en base a Brtola y Bertoni (2000) e ndice de Desarrollo Humano y extendida hasta 2000 por las autoras deeste trabajo.

Grfico 4: Evolucin del nivel educativo de la poblacin 1900-2000.




mo. Los valores entre los que se mueve el PIB prcapita, si bien estn ajustados tiene un rango supe-rior, que corresponde al nivel mximo del PBI percpita de Estados Unidos. Este nivel, que marca di-ferencias importantes entre los pases, hace muchoms difcil aproximarse a los valores ms altos.

El anlisis de la evolucin de los diferentes com-ponentes del IDH en el caso de Uruguay permiteapreciar una brecha que se profundiza y que ayuda a

ponderar la capacidad explicativa de cada uno (Gr-fico 6). En los primeros estadios las tres variablesmuestran una dinmica mayor. La principal expli-cacin de este comportamiento puede encontrarseen el hecho de que el pas atraviesa, en trminos dedesarrollo humano, un proceso de crecimiento. Eneste contexto, el peso de las tres variables reflejauna mejora, logrando captar los logros individualesobtenidos por ellas.

Fuente: Elaboracin propia.

Grfico 5: DH Histrico de Uruguay 1900-2000.

Fuente: Elaboracin propia.

Grfico 6: Participacin de los componentes en la estimacin del IDH de Uruguay.




A partir de los aos treinta comienza a aumentarla distancia entre los indicadores. La educacin esla que logra un mejor desempeo, explicado en granmedida por la cobertura educativa, que refleja unaumento en la incorporacin de poblacin en los ni-veles secundarios y terciarios de la enseanza formal.

La esperanza de vida tambin refleja los logrosobtenidos en materia de mejora en las condicionesde vida de la poblacin.

El PBI per capita, por el contrario, muestra unproceso irreversible de participacin decreciente conrespecto al IDH en su conjunto. Atendiendo al he-cho de que la poblacin del pas tiene un crecimien-to muy lento a lo largo del perodo, podran esperar-se mejoras en su nivel que dieran a la variable ma-yor incidencia en el progreso del IDH. Puede iden-tificarse escasos perodos de leve recuperacin, quecoinciden con momentos de mejora relativa de laeconoma -como la segunda posguerra, o el creci-miento de finales de los ochenta- pero en el largoplazo presenta un ritmo de crecimiento inferior aldel indicador en su conjunto.

El Uruguay muestra un desempeo en trminosde esperanza de vida y nivel educativo que no tienecorrelato con la evolucin del PBI per cpita. Estorefleja caractersticas propias del desarrollo del pasque alcanza un alto nivel de IDH por el crecimientode los componentes no relacionados directamentecon el ingreso. La reflexin que subyace es si para

lograr mejoras en la participacin del ingreso percpita en el ndice, no sera ms adecuado un ajustemetodolgico de las restantes variables que incor-pore aspectos tales como la calidad de la educacinobtenida, o la prolongacin de los aos de vida enla tercera edad.

6. Relativizando la calidad de vidaen Uruguay

Hasta el momento hemos analizado el compor-tamiento de algunas variables que hacen a la cali-dad de vida en el Uruguay. No es extrao compro-bar que en el largo plazo la mayora de losindicadores tienden a mostrar una mejora. Quizspor ello es importante relativizar estos resultados ala luz de comparaciones internacionales para cono-cer en qu medida el desarrollo humano uruguayoacompaa o se retrasa con respecto a otros pases dela regin y del mundo.

En una primera instancia es importante sealarque Uruguay, en cuanto a los niveles alcanzados dePBI per cpita, se ubica a comienzos del siglo entorno a 70% de los pases ms industrializados yhasta fines de la dcada del 40 mantiene, con algu-nos altibajos, esa posicin (Grfico 7). A partir de1954 se distancia sistemticamente de estos en unatendencia que, al menos hasta el ao 1988, no lograrevertirse.

Fuente: Brtola (2000).

Grfico 7: PBI per capita de Uruguay (comparado GB-USA-FR-GER).




Si observamos la regin encontramos un desem-peo en niveles similares con Argentina prctica-mente a lo largo de todo el perodo (Grfico 8). Bra-sil, que a comienzos del siglo mostraba un nivel fuer-temente distanciado de Argentina y Uruguay, acorta

distancia entre mediados de los cincuenta y hastalos ochenta. Durante esta etapa, Brasil procesa uncambio estructural, en el marco del proyecto desa-rrollista, con polticas de fortalecimiento del sectorindustrial y un marco institucional acorde.

Fuente: Elaboracin propia en base a Astorga (2004).

Grfico 8: PBI per capita comparado 1900-2000.

Si comparamos los mismos pases en trminosde IDH, la brecha entre estos se acorta; todos mues-

tran un avance sustantivo en trminos de desarrollohumano, especialmente Brasil (Grfico 9).

Fuente: Elaboracin propia en base a Astorga et. Al. (2004), Brtola, Bertoni (1998) y PNUD.

Grfico 9: ndice de Desarrollo Humano.




Al incorporar a EEUU en esta comparacin, pue-de observarse la misma tendencia que dentro de laregin, de acercamiento de los niveles entre lospases. El acortamiento de las distancias entre losmismos y a lo largo del tiempo en el IDH se explicafundamentalmente por los avances en trminos dereduccin de la mortalidad, que con mayor o menorceleridad, han repercutido en todos los pases delmundo (Crafts, 2002: 402).

Crafts sostiene que esta menor distancia, entrepases desarrollados y en desarrollo, observable en-tre los niveles de vida en el IDH y el PBI per cpita,se debe en parte a la forma en que el ndice incorpo-ra las variables pero tambin a la existencia de unamenor desigualdad en trminos de esperanza de vidaque en trminos de ingresos a nivel mundial.

En este sentido, una vez ms, se cuestiona qutan buen indicador es el IDH para describir la evo-lucin de la calidad de vida. Esta limitante es anmayor una vez que los pases han alcanzado nivelesde cobertura educativa y esperanza de vida seme-jantes a la de los pases desarrollados.

La esperanza de vida y la tasa de alfabetizacin,no admiten un rango de distribucin tan desigualcomo la de los ingresos. La esperanza de vida, quefunciona como ancla del IDH, tiene una frontera muyrgida para pases en desarrollo, siendo dependien-tes de la apropiacin de los avances cientficos ytecnolgicos ya existentes a nivel internacional.

Para enriquecer las estimaciones de la calidadde vida es necesario incorporar nuevas variables queden cuenta de aspectos relativos a la distribucindel ingreso.

Hasta el momento, en una perspectiva histricacomparada de largo plazo, solamente contamos conlos salarios reales. Consideramos que este indica-dor est ms prximo de una distribucin real de losingresos al interior de cada pas en la medida que lamayor parte de la poblacin que percibe un ingresolo hace a travs del salario.

Grfico 10: Evolucin del Salario Real y del IDH. Uruguay respecto a Estados Unidos.

Advertencia: En los salarios reales la serie no puede hacerse continua por incompatibilidades en los precios de cada pas. Por tanto solodebe contemplarse el cambio de nivel y sus respectivas tendencias

Fuente: Elaboracin propia en base a Brtola (2000) y Astorga (2004).

En una comparacin con EEUU, el IDH mues-tra una mejora de Uruguay en el largo plazo. Sinembargo, los salarios reales no presentan la mismatendencia: mientras que en la primera mitad de si-glo no divergen, a partir de los 50 la convergenciaen trminos de IDH tiende a estancarse, pero en tr-




ASTORGA, P., A.R. BERGS & V. FITZGERALD. (2004): The Standard of Li-ving in Latin America during the Twentieth Century. University of OxfordDiscussion Papers in Economic and Social History 54.

ASTORGA, V. & V. FITZGERALD (1998): Statistical Appendix, en Thorp,R. , Progress, Poverty and Exclusion: An Economic History of Latin Americain the 20th Century. IDB, Washington D.C..

BRTOLA, L & BERTONI, R. (2000): Educacin y aprendizaje: su contribu-cin a la definicin de escenarios de convergencia y divergencia, DT 46,Unidad Multidisciplinaria, Facultad de Ciencias Sociales, Montevideo.

BRTOLA, L., L. CALICCHIO, M. CAMOU, & G. PORCILE (1998): SouthernCone Real Wages Compared: a Purchasing Power Parity Approach toConvergence and Divergence Trends, 1870-1996. DT 43, UnidadMultidisciplinaria, Facultad de Ciencias Sociales, Montevideo.

BRTOLA, L., M. CAMOU, & G. PORCILE (1999): Comparacin Interna-cional del Poder Adquisitivo de los Salarios Reales de los Pases del ConoSur, 1870-1945, CD Segundas Jornadas de Historia Econmica, Montevi-deo, Julio de 1999.

BRTOLA, L. (2000): Ensayos de Historia Econmica. Uruguay y la reginen la economa mundial 1870-1990. Ediciones Trilce, Montevideo

BRTOLA, L. (2005): A 50 aos de la curva de Kuznets: crecimientoeconmico y distribucin del ingreso en Uruguay y otros pases de nue-vo asentamiento desde 1870 Investigaciones en Historia Econmica, 3/2005.

BECKER, G.; PHILIPSON, T. & SOARES, R. (2003): The quantity and qualityof life and the evolution of world inequality. En National Bureau ofEconomic of Economic Research. June, Cambridge.

minos de salario real se evidencia una marcadaprofundizacin de la brecha que estara hablando deuna distribucin relativa peor en Uruguay que enEEUU (Grfico 10).

7. Agenda pendiente

La discusin acerca de la calidad de vida en Uru-guay y en el mundo est lejos de agotarse. Para Uru-guay en los ltimos aos hemos hecho importantesavances en la recopilacin y sistematizacin de in-formacin relativa al tema, pero esto mismo nosmuestra un camino largo para recorrer.

Se hace necesario mejorar la informacin sobrela distribucin del ingreso y su comparacin inter-nacional, en especial la distribucin personal delingreso. Asimismo se podran construir alternativasestadsticas al IDH, que incluyan los salarios realesy otros ingresos como, por ejemplo, jubilaciones, ymayor informacin sobre cobertura educativa entrminos de cantidad y calidad. No podemos dejarde mencionar que el IDH, tal como lo calcula en laactualidad Naciones Unidas, incluye un ndice dedesarrollo relativo al gnero, por lo tanto podraintentarse en un anlisis histrico hacer alguna dife-renciacin de calidad de vida desde una perspecti-va de gnero.

CLAEH (1991): Indicadores bsicos del Uruguay.2. Economa. Montevi-deo.

CRAFTS, NICHOLAS (2002): The Human Development Index, 1870-1999:Some revised estimates. European Review of Economic History, Vol. 6 Part3 December, p.395-405.

DAMONTE, ANA MARA (1994): Uruguay: Transicin de la mortalidaden el perodo 1908-1963. Programa de Poblacin. Facultad de CienciasSociales. Universidad de la Repblica, Montevideo.

JACOB, RAL (S/F): Crisis y mercado de trabajo: una aproximacin a laproblemtica de los aos veinte y treinta. CIEDUR, Montevideo.

MIGLINICO, AMRICO (2001): Tablas abreviadas de mortalidad porsexo y edad. Total del pas. 1908-1999. MSP FISS BIRF, Montevideo

NUSSEBAUM, MARTHA C. & SEN, AMARTYA COMPILADORES (1993):La calidad de vida. The United Nations University. Fondo de Cultura Eco-nmica, Mxico.

OFFER, AVNER (1996): Introduction en: Offer, Avner (Ed.). In Pursuit ofthe Quality of Life. Oxford University Press, New York,1996, p. 1.

PELLEGRINO, ADELA (2003): Caracterizacin demogrfica del Uruguay.Programa de Poblacin. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de laRepblica, Montevideo.

POLLERO, RAQUEL (1994): Transicin de la fecundidad en el Uruguay.Programa de Poblacin. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de laRepblica, agosto, Montevideo.

PRADOS DE LA ESCOSURA, LEANDRO (2004): When did America FallVenid? Evidence from Long-run Internacional Inequality. Presented at theInter-American Seminar on Economics 2004. NBER December, Mxico.

BIBLIOGRAFA Y FUENTES



/ColorImageDict > /JPEG2000ColorACSImageDict > /JPEG2000ColorImageDict > /AntiAliasGrayImages false /DownsampleGrayImages true /GrayImageDownsampleType /Bicubic /GrayImageResolution 350 /GrayImageDepth -1 /GrayImageDownsampleThreshold 1.14286 /EncodeGrayImages true /GrayImageFilter /DCTEncode /AutoFilterGrayImages true /GrayImageAutoFilterStrategy /JPEG /GrayACSImageDict > /GrayImageDict > /JPEG2000GrayACSImageDict > /JPEG2000GrayImageDict > /AntiAliasMonoImages false /DownsampleMonoImages true /MonoImageDownsampleType /Bicubic /MonoImageResolution 1200 /MonoImageDepth -1 /MonoImageDownsampleThreshold 1.50000 /EncodeMonoImages true /MonoImageFilter /CCITTFaxEncode /MonoImageDict > /AllowPSXObjects false /PDFX1aCheck false /PDFX3Check false /PDFXCompliantPDFOnly false /PDFXNoTrimBoxError true /PDFXTrimBoxToMediaBoxOffset [ 0.00000 0.00000 0.00000 0.00000 ] /PDFXSetBleedBoxToMediaBox true /PDFXBleedBoxToTrimBoxOffset [ 0.00000 0.00000 0.00000 0.00000 ] /PDFXOutputIntentProfile (None) /PDFXOutputCondition () /PDFXRegistryName (http://www.color.org) /PDFXTrapped /Unknown

/Description >>> setdistillerparams> setpagedevice

Calidad de Vida_100 Años

Documents

Transcript of Calidad de Vida_100 Años