CALDERÓN Y SU GUERRA LAS VÍCTIMAS, SIN RESPUESTA

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El cáncer, siempre el cáncer. En un principio me dije que Octavio Paz vencería el abominable mal, como Gabriel García Márquez. Había sufrido Gabo con su salud, pero de cáncer no moriría. Otras desventu-ras han empañado su vida, pero no ésa. Lo recuer-do abatido en los inicios de la enfermedad y poco a

poco más confiado en la bienaventuranza que en muchos sen-tidos ha sido su vida.

De lunes a lunes buscaba por teléfono a Octavio para saludar-lo y preguntarle por su ánimo. En la brevedad de unos minutos, omitía el tema de su salud, derrumbada. Alguna vez me dijo:

“Del cuello para arriba todo está bien, pero del cuello para abajo todo es un desastre.”

Yo quería verlo, estrecharle la mano. Desde hacía muchos años, la lectura de El laberinto de la soledad me había permitido aso-

JULIO SCHERER GARCÍA

L ITERATURA

marme a su talento inmenso. No tuve duda: se-ría un personaje de la literatura universal.

En octubre de 1968 renunció a la embajada en la India y poco después escribió Posdata, en-frentado al Presidente Gustavo Díaz Ordaz por la matanza de Tlatelolco. De regreso a México no hubo quien le ofreciera trabajo. Hablaba en-tonces de radicar en un país de Europa o en los Estados Unidos. Si de Europa se hubiera trata-do, yo tenía por cierto que habría elegido París, sabido su amor por Francia y casado con Marie Jo, la única compañera del resto de su vida.

En cuanto al gobierno mexicano, su furia con-tra Octavio se expresaba en el “memorándum re-servado”, que Silvio Zavala, embajador en Francia, envió a la Cancillería el 20 de enero de 1969. Dice el documento que nuestra representación diplomá-tica “podría emprender la gestión correspondiente para que se haga saber oficialmente al señor Paz que su residencia en Francia no es compatible con la campaña política que viene desarrollando”.

Conversábamos Octavio y yo en el hotel “Ma-ría Cristina”, sobre la calle de Lerma y a un costado del Monumento a la Madre. Yo le decía que sólo en México podría desarrollar la vida que merecía.

Me respondía con hechos. En la Universidad Nacional Autónoma de México, entonces presidida por el rector Javier Barros Sierra, no hubo quien le ofreciera una cátedra o al menos una conferencia magistral. Igual ocurría con El Colegio de México. Del monolítico PRI y la no menos cerrada cúpula empre-sarial, no se gastaba en palabras.

Un día tuve la ventura de ofrecerle una revista, semanal, quincenal, mensual, lo que él quisiera. Octavio sería el único responsable de su contenido, libre de compromisos. Tendría un ingreso razonable que cubriera sus expectativas, así como las de dos o tres de sus colaboradores de tiempo completo. Excél-sior pagaría todo.

El tiro de Plural era modesto y la venta no levantaba el vuelo. Yo respondía a sus impugnadores en la coope-

rativa que nuestros suscriptores, más de sesenta mil, recibían mensualmente la revista mes a mes. En otros términos, sos-tenía que contaba con lectores. La réplica saltaba automática, agresiva. La contabilidad no mentía: la publicación mermaba las utilidades de todos.

En 1977 Jaime Labastida asumió la jefatura de la publicación e introdujo en ella cambios de estilo y contenido.

Siguieron los sucesos. Paz recibió el Premio Nobel y Jaime Labastida, hoy académico de la lengua, escribió un artículo os-curo. El texto lo publicó en Excélsior el 16 de octubre de 1990. Asentó:

“Quienes colaboran conmigo consideran, a la par que yo, que desde junio de 1977 Plural entró en una segunda época. Desde entonces la revista es distinta y ha trazado una línea de demarcación con su fundador (Conrad diría que hemos atrave-sado una línea de sombra).

“Pero debo decir que la diferencia es de estilo, de temática, de posición ideológica. Algo nos une (acaso me sienta obligado a decir, de modo enfático, que al propio tiempo es nuestra deu-da de honor con Paz).”

Sin explicar cuál es “esa deuda de honor”, añadió Labastida:

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Siempre intensa, la amis-tad entre Octavio Paz y Julio Scherer García no estuvo exen-ta de desencuentros. Con to-do, aun desde la lejanía física respecto del periodista, el Pre-mio Nobel se abstuvo hasta su muerte de dinamitar los caminos alternos, así como el fundador de Proceso evitó reprocharle su colaboración con el títere presi-dencial que confabuló para echar de Excélsior a su director. En el texto que adelantamos enseguida –frag-mento de un libro en preparación–, Scherer García repasa momentos álgidos de su relación con el poeta, en vísperas de que sea objeto de un homenaje en la sede del Senado de la República.

El valordeltiempo

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LITERATURA

Coloquio o cuento de invierno (9 de febrero de 1992).La literatura y el gobierno (11 de septiembre de 1992).El 11 de septiembre de 1992, los ojos estupefactos en la pla-

na frontal de Excélsior, vi uno al lado del otro a Gastón García Cantú y a Octavio Paz. El historiador escribía acerca de las vuel-tas del tiempo y el escritor se ocupaba de la literatura como la forma perfecta de la palabra. El artículo de Paz lo acompañaba su fotografía. Se le veía sonriente, pleno de vida o satisfacción.

No encontré ni busqué explicación alguna a su comporta-miento. Octavio haría siempre lo que le venía en gana.

do Comunista soviético… ya en la etapa de la Guerra Fría se fue acercando a los Esta-dos Unidos sin dejar de ser crítico de su pa-pel hegemónico… Itinerario es una vuelta a El laberinto de la soledad, dejando de ser el peregrino en su patria; allí hace una revisión y un rescate de las grandes corrientes de pensamiento del siglo XX, del liberalismo y del socialismo. Afirma que hay que privile-giar la libertad y la igualdad para diseñar la filosofía política del siglo XXI”.

Diputados y senadores establecieron que el nombre de Octavio Paz debería es-tar con letras de oro en San Lázaro “porque contribuyó a construir un México moder-no y a impulsar la democracia desde 1970. Se centró en la fortaleza de la sociedad pa-ra enfrentar al Estado autoritario en 1979 (lo que hoy se llama sociedad civil) y propuso el pluralismo en 1990 como una forma de convivencia política”.

Pero el 17 de noviembre de 2008 la comi-sión encargada de revisar la petición volvió a rechazarla con el argumento de que la obra de Paz corresponde al ámbito de la cultura y de las letras, “pero no al perfil heroico que ha sido fundamental para el reconocimiento de otros personajes por parte del Congreso y, en particular, de la Cámara de Diputados.

“La tradición de la inscripción en el Muro de Honor del salón de sesiones ha sido exal-tar el valor de quienes han dejado huella en la historia y contribuido a la dignidad de la patria y al heroísmo, que generan una necesidad de justicia histórica para honrar su memoria.”

El poeta y ensayista –sostuvieron enton-ces los diputados que rechazaron la peti-ción– tampoco forma parte de la generación de hombres que contribuyó al nacimiento y fortalecimiento del Poder Legislativo, hecho determinante para la mayoría de las inscrip-ciones en el mencionado muro.

En contraposición, en el homenaje que le rendirá el miércoles 19, el Senado de la República colocará el nombre de Octavio Paz, en letras doradas, al auditorio princi-pal, ubicado en el primer piso de la torre de la nueva sede de la Cámara alta.

En la ceremonia, a la que asistirá la viuda del poeta, Marie-José Paz, hablarán Enrique Krauze y Enrique González Pedrero.

Pequeña Crónica de Grandes Días. Fin de un sistema (8 de enero de 1990).

Pequeña Crónica de Grandes Días. Fin de un imperio (11 de enero de 1990).

Vuelve Estados Unidos su mirada a América (15 de enero de 1990).Panamá y otros palenques (18 de enero de 1990)México, modernidad y tradición (22 de enero de 1990).Modernidad y patrimonialismo (25 de enero de 1990).Alba de libertad. Desenmascara AL al viejo patrimonialismo

colonial (7 de marzo de 1990).

“Felicidades, Octavio, desde este lado de la palabra.”Tampoco explicó cuál es “este lado de la palabra”.

De enero de 1989 a septiembre de 1992, Octavio Paz man-tuvo una relación incomprensible con el periódico del que se había apropiado Regino Díaz Redondo. Sin poderlo evitar, me alteraban sus artículos en la primera plana del diario. Suma-ron nueve ensayos en el periodo que consigno. Fue manifiesto el contraste con Gabriel García Márquez y Julio Cortázar, entre

Trece años y medio después de la muerte de Octavio Paz –y tres después de que la Cámara de Diputados recha-zara inscribirlo con letras de oro en el

Muro de Honor de San Lázaro–, el Senado le pondrá el nombre del poeta al auditorio prin-cipal de su nueva sede, en una ceremonia que se efectuará el próximo miércoles 19.

Quienes impulsaron infructuosamente la colocación del nombre del poeta en San Lázaro fueron diputados del Partido Acción Nacional, del que Paz “jamás creyó que (...) iba a ser un partido reformista” y al que “más bien (...) despreciaba”, según contó Enrique Krauze a Rafael Rodríguez Casta-ñeda, director de este semanario, en la en-trevista titulada Viaje a las entrañas de Oc-tavio Paz (Proceso 1823).

En abril de 2006, los entonces diputados federales panistas Adriana González Carrillo y Rodrigo Iván Cortés Jiménez presentaron la iniciativa para inscribir ese nombre en el Muro de Honor del Palacio Legislativo de San Láza-ro, donde figuran entre otros los de los poetas Sor Juana Inés de la Cruz y Nezahualcóyotl.

Pero fue la siguiente Legislatura la en-cargada de analizar la petición, que entre sus argumentos decía de Paz: “Es el autor mexicano más prestigiado de la segunda mitad del siglo XX y un hombre cuya desta-cada labor intelectual, diplomática y patrió-tica al servicio de nuestro país debe ser ob-jeto de un profundo homenaje”.

La propuesta fue rechazada el 20 de fe-brero de 2008 por la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias, en-cabezada por el priista Carlos Chaurand Ar-zate, con el argumento de que Paz no colabo-ró en la construcción del Estado mexicano,

otros grandes escritores de la talla del mayor, adictos a Proceso y a la libertad de expresión. Incongruente, el poeta había deja-do su nombre en un órgano de golpistas. Incluso aceptó que fuera utilizado en las campañas publicitarias con las que el periódico pretendía incrementar su menguada nómina de suscriptores.

Estos fueron los títulos del trabajo de Paz en el diario y la correspondiente fecha de publicación:

Intolerancia y Violencia Verbal. ¿Por qué no reconocer acier-tos del gobierno? (31 de enero de 1989).

Homenaje a PazJESUSA CERVANTES

“Como parte de una reivindicación le-gislativa y con el derecho a insistir, conside-ramos que Octavio Paz el ensayista, el inte-lectual, la voz ausente en estos momentos políticos, nos merece hacer una reflexión en torno a una parte de su obra y su impacto en el devenir histórico de México, conectando El laberinto de la soledad (1950) con Posda-ta (1969), El ogro filantrópico (1979), Tiempo nublado (1983), Pequeñas crónicas de gran-des días (1990) hasta Itinerario (1994).

“Podemos afirmar que desde su incur-sión en la Guerra Civil Española (1937) vi-ró su pensamiento comunista –muy en bo-ga en esos tiempos–, haciendo una severa crítica a Stalin en su ensayo Los campos de concentración soviéticos (1951), ya que no concebía que los cambios sociales se pro-dujeran por métodos violentos, algo que chocó con su visión ética de la política.

“Posteriormente sus posiciones se fueron deslizando hacia el liberalismo económico y político hasta llegar a plantear que la única salida política que tenía México era la demo-cracia; basta leer Posdata… Posdata era un libro obligado después de su renuncia a la embajada de México en la India, el único ser-vidor público que dimitió ante la crisis moral del régimen de la Revolución Mexicana.”

Luego los legisladores citan parte de la carta de renuncia que Octavio Paz envió al entonces secretario de Relaciones Exterio-res, Antonio Carrillo Flores:

“…No describiré a usted mi estado de ánimo. Me imagino que es el de la mayoría de los mexicanos: tristeza y cólera. Desde hace veinticuatro años pertenezco al Servi-cio Exterior de México. He sido secretario de embajada, consejero, ministro y embajador. No siempre, como es natural, he estado de acuerdo con todos los aspectos de la políti-ca gubernamental, pero esos desacuerdos nunca fueron tan graves o agudos para obli-garme a un examen de conciencia…”

Con la renuncia a la embajada, Octavio Paz comenzó su crítica al poder del Estado mexicano y a la izquierda, señalaron los le-gisladores en aquel junio de 2008.

Y siguen: “En Tiempo nublado su crí-tica al socialismo se convirtió en una pre-monición; allí comparó al PRI con el Parti-

en el Senado

uno de los requisitos que deben cumplir to-dos quienes estén en el Muro de Honor.

Para esa fecha, Adriana González ya te-nía un escaño en el Senado. A ella y a la se-nadora perredista María Rojo les enojó la decisión de los diputados y entonces logra-ron que la Junta de Coordinación Política de la Cámara alta decidera llamar Octavio Paz a una de las salas de juntas del recin-to de Xicoténcatl. Pero la construcción de la nueva sede senatorial provocó que la medi-da se pospusiera.

Segundo intento

El 25 de junio de 2008, diputados y senado-res propusieron de nuevo inscribir con letras de oro el nombre del poeta en San Lázaro. En su exposición de motivos, legisladores del PRD, PAN y Convergencia dijeron:

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LITERATURA

Tuve en mis manos páginas concentradas que aparecerían en el número 885 de Proceso (18 de octubre de 1993). La revista le rendía homenaje a Paz, su rostro en la portada y estos subtí-tulos que lo acompañaban:

“Lo que creo, pienso y quiero”.En la despedida, me dijo:“Te escribí una carta.”El tono personal se extendía a las páginas que redactó sin

un cuestionario formal. Escribió:“Tú me propusiste con extraña generosidad –apenas si me

conocías– la dirección de una revista semanal de opinión. Rehu-

sé: no me sentía con inclinaciones por el periodismo militante. Tampoco con talento. Tenía otra idea y te propuse una revista mensual de cultura: letras, arte, pensamiento, política. Tú acep-taste con entusiasmo. Todavía me maravilla tu gesto. Así nació Plural: conjunción de dos ideas y de dos voluntades. Hoy pienso que también podía haberse llamado Encuentro.”

–Habría sido un buen título, Octavio, pero Plural era más vi-vo, más actual.

“Es una palabra que se ha puesto de moda. Nosotros fuimos los primeros en usarla. Hoy se ha gastado. En aquellos días era un término nuevo y combativo. Plural en oposición a monolítico, mo-

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rrar su figura. En su lugar se pintó la de una mujer. Parece que fue Bassols el que orde-nó este atropello. ¿Venganza personal? Tal vez. Al mismo tiempo fue una falsificación histórica…”

En segundo lugar, otra pequeña ob-servación que se refiere al comentario que hace Enrique Krauze a propósito de André Gide y su discurso al regreso de la URSS en el Congreso de Escritores Antifascistas en el que Octavio Paz par-ticipó en 1937, en plena guerra civil de España. Dice Krauze que Octavio tuvo hasta el final el remordimiento y la des-honra de haberse callado. Es cierto que a él le dio mucha pena no haber protes-tado entonces, pero en aquel momento en que tantos atacaron a Gide, Octavio Paz y Carlos Pellicer fueron los únicos que se abstuvieron de firmar una con-dena en su contra. Así que no creo que el no haber protestado lo haya obsesio-nado. ¿Cómo habría podido, digo yo, al-zar la voz aquel muchacho de enton-ces, de 23 años, un escuincle que salía de México por primera vez –aunque era muy inteligente y sensible–, cómo ha-bría podido alzar la voz rodeado de tan-tos apabullantes personajes, todos in-telectuales reconocidos, como Malraux,

Bergamín y Neruda, entre otros? Ellos tenían entonces la voz cantante. Habría sido un acto de temeridad que ese jo-venzuelo desconocido enfrentara a todo un areópago enardecido. Si no protestó fue más bien por timidez, no por cobar-día. ¿No cree usted?

Otra vez, muchas gracias,Marie-José Paz

PD.- En la próxima edición de Proceso, si usted me lo permite, trataré de ocuparme de otros puntos de su entrevista que me han llamado la atención.

Marie-José, Krauze y Paz. Larga amistad

No volvió a Excélsior y un día apareció en Televisa. Para él, todo lo que quisiera de parte del monopolio.

Su relación con Emilio Azcárraga Milmo debió ser constante y firme. Junto al magnate, en Nueva York, festejó el anuncio del Pre-mio Nobel de Literatura que la Academia Sueca le entregaría a fin de 1990. Pero éste no era asunto que me concerniera en lo personal. Fueron tiempos en los que sentí a Octavio inmensamente lejos.

No sé cuándo ni cómo volvió a nosotros, ostensible, la amis-tad que nunca había desaparecido. Platicábamos en el Passy, restaurante francés que le agradaba, nos veíamos en su casa y estuve con él en la crisis que le provocó el incendio de una parte de su biblioteca en su departamento de la calle de Lerma, el 22 de diciembre de 1996.

Octavio me enviaba sus libros. Hubo uno que me conmovió sobremanera. Aludía el poeta a la amistad y la calificaba con la palabra “azul”.

–¿Por qué “azul”?–, le pregunté un día.–Es la llama más pura–, me dijo.

En los ochenta años de Paz le pedí una entrevista. Aceptó y me pidió que llegara a la cita con un cuestionario escrito. Reuni-dos en su departamento de Lerma, le pregunté si había consumi-do cocaína y también de qué manera contemplaban la muerte sus ojos de poeta. Me dijo que descartara ambos asuntos. A Marie Jo la alteraba que hablara de la muerte y le disgustaría que abor-dáramos la cuestión de la droga. En privado me confió que la ha-bía probado, rendido simplemente a la curiosidad.

La entrevista no tuvo lugar como yo la esperaba. Me dijo Octavio que se apoyaría en algunas ideas del cuestionario y respondería por escrito. Se incorporó de su asiento y desapareció algunas horas.

Señor director:

He leído con mucho interés su en-trevista con Enrique Krauze “Via-je a las entrañas de Octavio Paz” en el último número de Proceso,

intensa y apasionada tanto por parte de usted, el entrevistador, como del entre-vistado. Por falta de tiempo y de espacio trataré de ser breve con unos pequeños comentarios que le estoy muy agradeci-

da de permitirme publicar a última hora.En primer lugar, le diré que a mí y a

varios de sus lectores nos parece un error publicar en su portada la fotografía del escritor ilustrando uno de los temas tra-tados en su texto: el intelectual y el prín-cipe. Así se trata de influir en la opinión pública de manera tendenciosa, poco ob-jetiva, presentando un hecho real de ma-nera sesgada, fuera de contexto.

Durante su largo itinerario Octavio Paz

Carta de Marie-José Paz:

“Él no le hacía

caravanasal príncipe”

conoció a muchos “príncipes” y no por eso lo tacharon de colaboracionista. Pero él no le hacía caravanas al príncipe ni al poder. Le hacían caravanas a él, porque en realidad él tenía el poder: su talento y su sencillez. Despreció la publicidad y los premios. Su poder era intelectual y moral. El propio Oc-tavio lo comentaba en una entrevista con Silvia Cherem:

“No he sido lambiscón de presidentes como dicen algunos trapalones […] Siem-pre he guardado la distancia con el poder pero guardar la distancia no significa que el escritor, sin perder su independencia, no pueda coincidir con estos o aquellos as-pectos de la política de éste o aquél gobier-no. La libertad de opinión implica la libertad de aprobar o de reprobar.

“Opinar es un derecho: todos pode-mos equivocarnos. Equivocarse no es una deshonra: una cosa es opinar y otra, venderse.”

Octavio escribió alguna vez acerca de cómo se puede manejar una imagen:

“Montenegro pintó a Vasconcelos enar-bolando un estandarte con el escudo de la Universidad y la frase ritual: ‘Por mi raza ha-blará el espíritu.’ Años más tarde, cuando Vasconcelos había dejado de ser secretario de Educación, otro secretario mandó bo-

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LITERATURA

nopolio, monocorde, monotonía y otras palabras que comienzan con el prefijo ‘mono’, que denota único o solo. El nombre mismo de la revista era un manifiesto: nos oponíamos al monólogo del poder y al coro de las ideologías. Sin embargo, Plural no era sinóni-mo de eclecticismo ni de condescendencia y manga ancha moral o literaria. Aunque todas las opiniones nos parecían respetables, no todas debían ni podían tener cabida en nuestras páginas: éra-mos una revista crítica, con ideas claras, propósitos definidos y, en materia estética y literaria, con gustos y preferencias. La historia de Plural es conocida y no la repetiré.

“En cambio, no me cansaré de repetir que, a pesar de las críti-cas que provocaba Plural entre tus amigos de izquierda –algunos de ellos eran tus colaboradores cercanos–, tú me defendiste sin jamás intervenir en la orientación de la revista. Eres un ser apa-sionado y esto, a veces, te hace perder la objetividad y aun los es-tribos. Te salva tu pasión por la libertad y, por esto, fue natural que la redacción entera de Plural dejase Excélsior en 1976. Fue un acto de solidaridad contigo y tus amigos. Nuestra salida no fue una de-rrota sino una victoria: logramos fundar Vuelta, una revista inde-pendiente. No fue casual que Proceso, unomásuno y Vuelta nacieran casi al mismo tiempo; la aparición de estas tres publicaciones fue un signo de los tiempos y una confirmación de las previsiones de Posdata: vivíamos el fin de un largo periodo histórico abierto por la fundación del Partido Nacional Revolucionario en 1929.”

Yo pugnaba por ver a Octavio, enfrentar de una vez el es-tremecedor “nunca más”. Marie Jo me decía que no le era fácil

encontrar un lugar para mí, pero habríamos de conversar, sin duda. No recuerdo el día en que nos reunimos, pero sí que caía una noche que ahora imagino sin una luz.

Marie Jo me recibió en una sala que rezumaba dolor. Innece-sariamente amplia para una pareja cerrada al mundo, vi flores dispuestas en cualquier sitio y libros seriados, de lomo gris. To-do me pareció liso, de una desolada humanidad.

“Ahora viene Octavio”, me decía Marie Jo.No lo habría concebido en silla de ruedas y hubieron de

transcurrir unos minutos hasta que el camillero, íntegro de blan-co, lo condujera hasta el sitio donde su esposa y yo lo aguardá-bamos. Al estrechar su mano, inclinado sobre el cuerpo doliente, sentí su respiración agitada.

Al camillero, Octavio Paz le llamaba Hércules, sobrado de razón. Hércules avanzaba con precaución extrema, pero no podía evitar algún movimiento en la silla que arrancaba del hombre que moría protestas continuas. “Hércules, cuidado; fíjate, Hércules”.

El muchacho no despegaba los ojos del piso y caminaba co-mo si fuera de puntas. El cáncer ya había acabado con el Nobel.

Apenas me cabía en la cabeza el encuentro con el poeta, ya en la muerte. ¿De qué manera podría conversar con él? Llegado el caso quizá pudiera recurrir a la carta que me había escrito. Por sí mismo, el texto podría abrirnos a un diálogo suavizado por la amistad.

Desde su silla de ruedas, Octavio guardó un silencio tenso. Le pregunté si le interesaría que leyera algunos párrafos de la carta. Asintió y de pronto me interrumpió para decirme que dos o tres palabras no le habían gustado.

–¿Cuáles, Octavio?–No vale la pena–, respondió.En la primera oportunidad, ya en el diálogo, le dije que con-

servaba intacta la inteligencia y que sólo a partir del trabajo po-dría aliviar el dolor que lo agobiaba.

“Escribe, Octavio, escribe cuanto puedas”, le decía.Subrayaba, desconocedor del tema, pero quizá certero, que

la literatura podría ser más fuerte que la desdicha en los últi-mos días de Octavio.

Me hizo sentir que se encontraba a gusto y se dirigió a Marie Jo con la brevedad de una orden:

–Comunícame con Sheridan.–Estás con Julio, Octavio.Octavio se enfureció. Algo en él se había venido abajo y los

reproches a su esposa, que en otras circunstancias me habrían lastimado, los dejé pasar. Tampoco reaccioné a su voz aguda, irritante.

–Te comunico, Octavio.–No, ya no.A partir de ese momento se apoderó del breve tiempo que

tendríamos por delante. Yo comprendía su desesperación. Mi madre, Susana y mi hermana Paz habían muerto por el cáncer que se fue haciendo de ellas con la paciencia de un sujeto adies-trado para hacer sufrir.

Fuertemente contrariado, un fuego súbito apareció en los ojos azules del poeta. Dijo que los médicos le habían robado seis meses de vida. Un diagnóstico a destiempo había sellado la des-dicha que lo cercaba. Me dijo que a su muerte quería que conta-ra lo que en esos momentos expresaba. Vi a Marie Jo recogida en ella misma. La aflicción de sus ojos empañados la expresaba. Su entrega a Octavio resultaba conmovedora. Quise besarla, pasar la mano por su cabeza.

Poco a poco se tranquilizó Octavio y una calma sin consue-lo descendió sobre la estancia. Comprendí el valor que daba el tiempo. Me dijo, débil la voz, que cualquiera puede echar a per-der su vida en la palpitación del último segundo.

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El poeta. Los últimos días

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“Veo a un presidente rebasado”, confiesa el poeta Javier Sicilia luego de comer en privado con Felipe Calderón des-pués del encuentro de seis horas que el Movimiento por la Paz tuvo con el mandatario y sus colaboradores en Cha-pultepec. Los integrantes de la movilización ciudadana se ven cansados y se dicen hartos de esa verborrea dema-gógica que sólo conduce a callejones sin salida. No hay acuerdos de fondo para cambiar la estrategia de la guerra calderonista, dice el poeta, y el Ejecutivo parece instalado en una actitud que bordea el autismo.

Sin embargo, Sicilia considera que, los 14 meses que le restan, Calderón podría aprovecharlos para trabajar en la recom-posición del tejido social, fortaleciendo su política hacia la sociedad en lugar de su estrategia de guerra contra el crimen organizado, cambiando aspectos de fon-do de la procuraduría para las víctimas y dejar a un lado los intereses políticos de este año electoral.

“Creo que si estos 14 meses que le que-dan –que pueden ser pocos si se ven co-mo su salida en un año electoral, pero que para las víctimas es mucho tiempo– los orienta a rescatar a las víctimas, fortale-ciendo la Procuraduría Social de Atención a Víctimas y una Ley de Víctimas, cam-biando de estrategia, podrá terminar me-jor su gobierno y acabar más fortalecido.

“Si no lo hace se lo van a cobrar todo y acabará como el presidente de la guerra, de la violencia, de los 60 mil muertos y mi-les de desaparecidos.

“Esperamos que no le gane el interés electoral, esperamos que se venga de es-te lado, del lado de las víctimas; si lo ha-ce va a tener aliados importantes, porque lo único que desean es justicia y paz, co-mo todo el país. Si toma ese camino po-dría terminar el sexenio con cierta altura.”

Pero insiste: “Si no lo hace, va a em-peorar la situación del país. De hecho ya la están empeorando los partidos políticos, porque conforme avanzan las elecciones, crece la violencia. El problema para Calde-rón es que saldrá muy deteriorado, seña-lado por la historia como el presidente de los 60 mil muertos, miles de desapareci-dos, dejando a un país muy dañado.

Los desacuerdos

El segundo encuentro en Chapultepec en-tre Calderón y el movimiento de las vícti-mas empezó mal y terminó peor. Mientras los invitados de la Presidencia entraron al

castillo sin problemas, las miembros del Movimiento por la Paz tuvieron que pa-sar los filtros de detector de metales que les impuso el Estado Mayor Presidencial y además pelear para que no les quitaran las fotos de sus muertos y desaparecidos.

Además, las principales propuestas del movimiento ciudadano –la Ley de Víc-timas, la Comisión de la Verdad, el Padrón Nacional de Víctimas, el fondo de ayuda para las familias afectadas por la violen-cia o la preservación de la memoria de los muertos y desaparecidos– fueron recha-zadas por el gobierno. Sólo avanzó la crea-ción de la Procuraduría Social de Atención de Víctimas del Delito, pero es un ente que carece de presupuesto, estructura, recur-sos humanos y reglamentación.

Esta vez el encuentro duró seis horas –tres más que el primero, el pasado 23 de junio–, en las que Calderón fue quien más habló. En una de las dos ocasiones en que tomó el micrófono habló más de una hora para defender su estrategia militar aducien-do que de no hacerle frente al crimen orga-nizado éste ya se habría apoderado del país.

Con actitud displicente –“como si sólo estuviera registrando los hechos”, comen-ta Sicilia–, Calderón rechazó las acusacio-nes de los integrantes del movimiento de que su gobierno es autoritario.

“Honestamente –dijo Calderón– es-te no es un Estado autoritario. Si fuese un Estado autoritario créanme que no esta-ríamos dialogando aquí; si este fuera un Estado que oculta la verdad, créanme que no estaríamos poniendo y abriendo ofici-nas y las puertas del gobierno para que se conozcan esos casos, ni hubiéramos reve-lado, como hemos revelado, el número de víctimas y el esfuerzo por encontrar sus circunstancias y sus nombres.”

El panista se defendió en cada una de sus intervenciones sin reconocer que ha actuado fuera de la ley al usar al Ejército en el combate al crimen organizado, co-

mo lo aseguró el sacerdote Miguel Concha Malo, presidente del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria:

“El artículo 89 de la Constitución dice que se puede usar a las Fuerzas Armadas para proteger la seguridad del país ante amenazas internas o externas”, manifes-tó Calderón en tono autoritario exigiéndo-le a Concha citar correctamente las leyes.

Pero no sólo él se defendió. También lo hicieron sus invitados, especialmente Isa-bel Miranda de Wallace, quien fue sentada estratégicamente a un lado de Javier Sicilia para responder a las acusaciones de que el Ejecutivo se equivocó en su estrategia mili-tar y generó más violencia y muertes.

Casi al terminar la primera parte del encuentro, Sicilia amenazó con dejar su lugar en la mesa principal e instalarse en la tribuna donde estaban las demás vícti-mas del movimiento. El secretario de Go-bernación, Francisco Blake, le pidió que no lo hiciera, porque no estaba en el acuerdo del formato del encuentro.

Finalmente, el poeta cedió convenci-do por el secretario del presidente, Rober-to Gil Zuarth, y se quedó a escuchar a Mi-randa, presidenta de la organización Alto al Secuestro, quien reconoció la apertura de Calderón al diálogo con la sociedad y culpó a los gobernadores del aumento del poder del crimen organizado, ante el be-neplácito de Blake.

También participaron como invitados del gobierno Alejandro Martí, de México SOS, quien demandó al Congreso actuar con rapidez ante la emergencia nacional para aprobar las reformas necesarias en materia de seguridad pública, y Gracie-la García Bringas, de la agrupación Causa Común, quien también se dedicó a reco-nocer la labor de Calderón.

“Me siento desilusionado. Las institu-ciones terminan por convertir en dema-gogia los problemas, mientras la realidad siempre está contradiciendo el discurso oficial. Me fastidia esto, la burocracia, las juntas donde hay demasiados discursos pero no se aterriza nada”, dice Sicilia al ter-minar el diálogo.

Para llegar al segundo encuentro en Chapultepec pasaron tres meses, en los cuales hubo 16 reuniones previas entre el movimiento ciudadano y la Secretaría de Gobernación, sin que hubiera avances significativos.

Apenas la noche del miércoles 12, Go-bernación respondió a las propuestas he-chas por el Movimiento por la Paz en estos meses. Su respuesta cupo en cuatro hojas. “Es una respuesta que llegó muy tarde y que es muy pobre para responder a la si-tuación de emergencia nacional que vivi-mos. Que la opinión pública lo juzgue”, di-ce Emilio Álvarez Icaza.

El documento oficial apenas esboza el seguimiento que ha hecho la PGR a los 34

LA GUERRA DE CALDERÓN

Esta vez no hubo besos, abrazos ni escapularios. Fue una reunión más bien ríspida, a veces sorda, que duró seis horas y en la que chocaron dos visiones del país: la de un México militarizado, con más de 50 mil muertos, un Estado

fragmentado y corrupto, con una violencia sin freno y grupos paramilitares procrea-dos por la estrategia de guerra, descrito por el Movimiento por la Paz; y la de un Méxi-co que para el presidente Felipe Calderón avanza en la justicia, los derechos huma-nos y el combate al crimen organizado.

Por segunda vez –quizá la última, por-que ya no se habló de otro encuentro– el Movimiento por la Paz con Justicia y Dig-nidad que encabeza el poeta Javier Sicilia se reunió el viernes 14 con Felipe Calderón y algunos miembros de su gabinete en el Castillo de Chapultepec.

“Fue sumamente frustrante, se logra-ron pocas cosas, hubo más disensos que consensos. Vi a un presidente muy bajo de energía, cansado y debilitado. Creo que ya no habrá más diálogos a menos que ocu-rra algo extraordinario; nuestro discurso fue de cierre de una etapa”, dice Javier Sici-lia a Proceso horas después del encuentro.

Luego de asistir a una comida privada en Los Pinos, a la que lo invitó Calderón, el dirigente del movimiento ciudadano ma-nifiesta que percibió al jefe del Ejecutivo plenamente rebasado por un problema estructural: la fractura del Estado.

“Se lo hemos dicho: no estamos contra la persecución de los delincuentes, pero sacó al Ejército con unas estructuras po-dridas, con un Estado fracturado, no falli-do, sino con una fractura que viene desde el priismo y que lo vemos con los gober-nadores corruptos, indolentes ante el pro-blema del narcotráfico.

El presidente,

rebasado; frustradas

JOSÉ GIL OLMOS “El presidente está impotente para re-solver este problema de fondo y que se complica por la idiotez de los partidos políticos que no han entendido la emer-gencia nacional, que siguen jugando a la democracia cuando el país está hecho pe-dazos y la delincuencia se ha empoderado ante el propio Estado.

“Es tremendamente frustrante lo que vemos, porque las víctimas siguen espe-rando justicia, desde nuestro dolor exigi-mos que nos atiendan y la clase política sigue sin escuchar y sin entender.”

–¿Cómo vio a Calderón en este segun-

do diálogo?, ¿sigue siendo el presidente empecinado que no escucha?

–Creo que algo se movió en él. Personal-mente me dijo en la comida: “Ustedes me dieron un sentido de las víctimas que no co-nocía y la propuesta de la recomposición del tejido social apenas la empiezo a entender”.

“Me parece que eso es bueno. Pero lo veo como un presidente ya cansado, re-basado, que ya empieza a perder el poder, porque sabemos que es su último año y todos comienzan a irse para acomodarse en otros lugares. Veo a un presidente debi-litado y cansado.”

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las víctimas,

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Creada sobre las rodillas, sin presupuesto ni objetivos claros o consultados con expertos, la nueva Procura-duría de Atención a Víctimas del Delito surge como una artimaña del calderonismo para arrebatarle banderas a movimientos ciudadanos, como el encabezado por Ja-vier Sicilia. Así lo aseguran especialistas consultados por Proceso, para quienes la nueva dependencia es sólo una simulación que busca desactivar el potencial de protesta y de movilización social ciudadana.

por organizaciones feministas. Hasta an-tes de su nombramiento se desempeña-ba como titular de la Fiscalía Especial pa-ra Delitos de Violencia contra Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra), que este año encontró a 213 mujeres reportadas como desaparecidas.

En la entrevista con Proceso, intenta aclarar las dudas sobre la función y los al-cances de Províctimas, pero no tiene res-puestas para todo. De entrada, desconoce el presupuesto que manejará.

Por lo sorpresiva de su creación, Pro-víctimas no fue incluida en el presupuesto de 2012 y trabajará con recursos y perso-nal de los Centros de Atención a Víctimas (CAV) de la Procuraduría General de la Re-pública (PGR), de la Fevimtra y de la poco conocida área para víctimas de la Secreta-ría de Seguridad Pública.

“No tengo números. Estamos funcio-nando con lo que nos pasaron y viendo lo que tenemos que pedir para el próximo año”, dice la abogada y criminóloga, ente-rada días antes de su nuevo cargo.

De entrada, aclara que la nueva depen-dencia dará atención psicológica, jurídi-ca, médica, ayudas sociales y asesoría a las víctimas de “delitos graves” –entre los que menciona únicamente el secuestro, el ho-micidio y la desaparición forzada– sin im-portar si el victimario es un particular o un servidor público.

Llama la atención el repentino inte-rés de Los Pinos en las víctimas de la vio-lencia, cuando en este sexenio esos fon-dos se han reducido 35% en relación con su monto durante el último año de Vicen-te Fox.

Alberto Serdán, experto en presupues-to, rendición de cuentas y políticas pú-blicas, demuestra que las tres áreas de la PGR relacionadas con la atención a vícti-mas –la Fevimtra, la Subprocuraduría de Derechos Humanos y la Dirección General de Atención a Víctimas del Delito que ad-ministra los CAV– sufrieron recortes a pe-sar de que en la actual administración se recrudeció la violencia que ha dejado más de 40 mil muertos, al menos 50 mil niños huérfanos, 10 mil desaparecidos y un sin-número de personas heridas.

Entre las tres oficinas han recibido 790 millones de pesos durante el sexenio. “Tan sólo con la mitad del dinero que se destinará a los partidos políticos en 2012 para las elecciones federales, se financia-rían 17 años de operación de estas instan-cias”, apunta el experto.

Aunque la PGR ha tenido un incre-mento presupuestal de 24% en términos reales, Serdán indica que la atención a las víctimas representó 1.1% del gasto (casi la mitad del presupuesto con que inició el sexenio) y de éste 88% de los recursos va al pago de sueldos y sólo 4% para “ayudas sociales” a víctimas.

Províctima, una

simulación

LA GUERRA DE CALDERÓN

casos que el movimiento denunció en el primer encuentro.

Señala la creación de la Procuraduría Social de Atención a Víctimas de los De-litos y menciona la aprobación del proto-colo para el levantamiento de cadáveres, la reforma constitucional de derechos hu-manos y el proyecto de Ley de Víctimas, la iniciativa de Ley de Lavado de Dinero y la propuesta de reforma política.

“Fue un resumen, quizá lo mejor sea que haya una reunión con la Secretaría de Gobernación para ver todos los acuerdos que hubo”, justificó Calderón en el encuen-tro cuando se le hizo notar el magro conte-nido del documento entregado por Blake.

Nueva etapa

Con el cansancio plasmado en el rostro y la sonrisa desdibujada, Javier Sicilia insis-te en que Calderón sigue sin entender que la prioridad de su estrategia de lucha con-tra el narcotráfico no debe ser la violencia, sino la reconstrucción del tejido social y crear una ley de seguridad que sea huma-na y ciudadana.

Durante el encuentro en Chapultepec, y burlando el protocolo, Yolanda Morán, integrante del Frente Unido de Desapa-recidos de Coahuila se le plantó a Calde-rón para reclamarle que el secretario de Gobernación y la PGR sólo habían recibido a las familias de 206 desaparecidos para darles trámite, pero sin escucharlas.

Tras las seis horas del encuentro el ánimo de los integrantes del movimiento no era entusiasta.

–¿Le hizo falta más fuerza al movi-miento en este encuentro?

–Creo que fue natural lo que pasó. En el primero era novedad la situación de las víctimas que no se habían visibilizado, en esa ocasión surge el problema de las vícti-mas y el presidente se ve impactado. Ahora vienen los procesos digestivos en las me-sas de diálogo, con lo que se pierde espec-tacularidad pero se gana en profundidad. Aunque siempre es decepcionante, porque

esa profundidad termina por diluirse en un diálogo de sordos –considera el poeta.

–Ahora no hubo besos, escapularios y otros símbolos…

–No. Ahora es tiempo de contenidos, porque los símbolos poéticos se han leído mal. Es algo terrible en la sociedad que el lenguaje poético se vuelva motivo de dis-cusión y haga perder de vista lo sustan-cial, que son las víctimas, la ley de seguri-dad nacional.

Javier Sicilia ve que después de este en-cuentro el Movimiento por la Paz con Jus-ticia y Dignidad entrará en otra fase, pero también él mismo tendrá otro papel, me-nos protagónico.

“Estoy cansado de volverme un perso-naje mediático a partir de mis actos poé-ticos. Hay que darle el paso a las víctimas, a los contenidos que hemos estado mane-jando en nuestras propuestas.

–¿Entra en otra fase el movimiento?–Creo que sí. Estamos en el cierre de

una fase para entrar a otra nueva. Hay que trabajar más en la movilización, al forta-lecimiento social, porque vienen las elec-ciones y los partidos no están atendiendo la situación de emergencia nacional.

Sicilia convocó a una movilización nacional a partir de la noche del próxi-mo lunes 31 y, aprovechando la “noche de muertos” recordar en plazas, panteones y casas a todas las víctimas de esta guerra.

“No tenemos poder ni lo buscamos”; dice el escritor.

Precisa que la movilización nacional tendrá como punto de partida los temas que expuso ante Calderón: que los candida-tos presidenciales se deslinden del crimen organizado, que respondan a la emergencia nacional, poner un alto a la militarización, que se lleve justicia a las víctimas y se re-construya el tejido social con la protección de la población más vulnerable, para evitar que sea cooptada por el crimen organizado, garantizando empleo y educación.

“Si no lo hacen habrá costos políticos, serán las elecciones de la ignominia”, sen-tencia el poeta.

El piso 10 huele a pintura. La funcionaria se excusa por las cajas apiladas que no ha podi-do desempacar. Unos albañi-les entran y salen del edificio. Los pasillos lucen sin gente y

desocupados los pocos trabajadores encontrados durante el recorrido.

Así es la novatada de Sara Irene Herrerías Guerra, recién designada ti-tular de la Procuraduría de Atención a Víctimas del Delito (Províctima), quien con la misma premura de los albañi-les intenta dar forma a esa dependen-cia que nació de un decreto presiden-cial no cabildeado con expertos, sin presupuesto, hecho a las prisas, caren-te de diseño, y con misión y alcances poco claros.

De acuerdo con varios analistas, Províctimas es una maniobra de Felipe Calderón para arrebatarle banderas al Movimiento por la Paz con Justicia y Dig-nidad, encabezado por Javier Sicilia.

Herrerías es una funcionaria que parece bien intencionada, bien vista

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Castillo de Chapultepec. Desencuentro

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nizaciones de víctimas contra el secuestro, y afines a la política de seguridad de Calderón.

Aunque al consejo fue invitado el acti-vista Julián LeBarón, como cuota del mo-vimiento de Sicilia, éste rechazó el ofreci-miento. No se convocó a nadie más.

Consultado al respecto, Sicilia seña-la: “Fue una respuesta de parte del presi-dente al primer diálogo con el movimien-to, pero fue unilateral, nos enteramos por el periódico. Nunca se consultó a los ex-pertos del movimiento, tiene graves pro-blemas estructurales, no tiene dinero, está tomando prestado de otras dependencias con cosas semejantes. Tampoco tiene el rango de Estado ni el nivel constitucional que debería tener ni está a la altura de la gravedad del problema nacional”.

Durante la inauguración de la depen-dencia, evento al que no fue invitado Sici-lia, sorprendió la postura de Morera, presi-denta de Causa en Común, quien planteó: “(Aunque) no tengo duda de que el presi-dente (Calderón) lo hace lo mejor inten-cionado, también corre el riesgo de fra-casar y quedarse como tantos otros que no nos han generado resultados (...) Sería triste y peor aún, poco ético, que esto se repita con una institución tan importante y sensible como es la procuraduría; para evitarlo, los consejeros tenemos la obliga-ción de ser incómodos, de señalar irregu-laridades y proponer soluciones”.

Sicilia asegura que tiene confianza en Wallace, Martí y Morera, porque son vícti-mas, personas honestas y saben del dolor, y de la necesidad de justicia. Dijo: “son mi gente de confianza” que deben luchar pa-ra que la nueva instancia no se convierta en un maquillaje del problema.

“Se necesita el cambio de la estrategia de seguridad por una estrategia de seguri-dad ciudadana y humana que abone a la paz. Si no, lo que van a hacer es acumu-lar más dolor y más víctimas”, advierte el poeta que encabezó el movimiento más importante de víctimas a partir del asesi-nato de su hijo en marzo pasado.

Tras analizar el decreto, Édgar Cortez, del Instituto Mexicano de Derechos Huma-nos y Democracia, asegura que, “con esa medida sacada de la manga”, se corre el riesgo de dividir la procuración de justicia y la atención a víctimas en dos instancias distintas, lo que implicará que las víctimas tengan que recorrer “una ventanilla más”.

Y agrega: “Sólo juntaron las oficinas que ya tienen en una instancia, pero eso no va a resolver o mejorar las condiciones de atención. Y el gran pendiente seguirá siendo: ¿qué vas a hacer con todos los ca-sos que sean de competencia local?”.

Los retos

El primer visitador de la Comisión Nacio-nal de los Derechos Humanos (CNDH), Luis

García, estimó que la nueva procuraduría enfrentará un reto titánico y necesitará un presupuesto millonario si, como indica el Inegi, al año se cometen 22 millones de de-litos y los acumulados en el sexenio calde-ronista son por lo menos 88 millones.

“Su reto es no revictimizar a las vícti-mas; que sea una instancia eficaz de coor-dinación de las procuradurías de Justicia del país; que cuando las personas lleguen a solicitar acceso a la justicia y reciban un trato digno basado en estándares in-ternacionales, se les tome la denuncia, se investigue el delito, se les acompañe du-rante toda la averiguación previa y la con-signación de los ofensores ante el juez, hasta que llegue la sentencia que incluya la reparación del daño”, dice.

Aunque la CNDH no fue invitada a di-señar la nueva procuraduría, el visitador anuncia que el organismo se dedicará a observar la operación de Províctimas pa-ra que no revictimice a la gente y les brin-de el acceso a la justicia y la reparación del daño.

Por su parte, Lucha Castro, directora del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (Cedhem) de Chihuahua, mani-fiesta: “La procuraduría es una estrategia de simulación para hacer creer que siguen atendiendo a las víctimas. Es una locura, sin pies ni cabeza, que se hace en tiempos electorales, desde un escritorio, por per-sonas que no han trabajado con víctimas, que ni siquiera las consultaron. Es un bo-rrón y cuenta nueva que aniquilará todo lo que ya había”.

Durante el diálogo de Chapultepec, que se desarrollaba el viernes 14, al cie-

rre de esta edición, Calderón aclaró que la nueva procuraduría atenderá a las víc-timas de la violencia, sin distingo de los victimarios (e incluso sugirió que se le cambiará el nombre a la dependencia); atenderá a la gente de los estados para verificar que no se le revictimice conge-lando sus expedientes. Explicó que la de-pendencia se creó apresuradamente y sin consultar al movimiento porque el tema requería una intervención urgente.

Por lo pronto, las personas que llegan a las instalaciones de la procuraduría, ubicada en la colonia Del Valle, en la capi-tal del país, son atendidas por trabajado-res sociales que los entrevistan y, según el caso, los canalizan al piso correspon-diente donde se ubican las áreas médi-cas, jurídicas o psicológicas, y áreas de juego para niños mientras sus padres son atendidos. El piso 7 –en el que se aten-derán las quejas por desapariciones– aún está deshabilitado.

En otro nivel se localizan los trabaja-dores sociales que atienden la línea di-recta de atención 01-800-VICTIMA (01-800-842-8462), donde comienzan a recibir muchas denuncias por violencia domés-tica. Los albañiles entran y salen con ma-teriales del edificio. Todo huele a pintura.

La duda común es cuánto tiempo so-brevivirá Províctimas. La nueva procura-dora reconoce que no hay manera de blin-darla a los cambios transexenales por lo que señala: “Una ley, aunque la hagamos, es fácil que la tumben. La única forma de convencerlos (de la importancia de la pro-curaduría) es dando los resultados que la ciudadanía espera”.

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Sala de atención a víctimas. Sólo maquillaje

LA GUERRA DE CALDERÓN

Sin cobertura

La única oficina de Províctimas que es-tá en operación es la del Distrito Federal. Desde ahí extenderá sus brazos a otras 12 entidades del país donde operan los CAV de la PGR, encargados hasta el momento de brindar ayuda médica, psicológica y ju-rídica a las víctimas de delitos federales. Este sexenio, el gobierno federal no creó más a pesar de la insistencia del Consejo Ciudadano de la PGR.

De entrada, 19 estados se encuentran sin oficina de atención a víctimas, pese a que algunos de éstos como Estado de Méxi-co, Tamaulipas, Sonora, Zacatecas, Colima y San Luis Potosí son de los más afectados por la guerra contra el narcotráfico.

Consciente de este panorama, Herre-rías dice que intentará fundar un centro en cada estado para dar cobertura na-cional y bosqueja fórmulas para lograr-lo –sin presupuesto–, como pedir al SAE casas decomisadas donde estos centros puedan operar.

Asegura que su reto no sólo será fun-dar centros o contratar y capacitar perso-nal sensible a la problemática, sino tam-bién, superar la desconfianza de la gente hacia la atención gubernamental. Prome-te que los datos se trabajarán de mane-ra confidencial, que no se criminalizará a ninguna víctima ni se le excluirá aunque sea familiar de delincuentes.

El presidente del Consejo de Participa-ción Ciudadana de la PGR, Marcos Fastlicht, dice que en los 14 CAV que existen en el país fueron atendidas 2 mil 860 personas el año pasado –una cifra menor para la ca-pacidad instalada– porque la gente no se acerca a la PGR por la mala fama de la de-pendencia. Según cálculos de Serdán, ca-da víctima representó un gasto de 4 mil 109 pesos.

“No es fácil convencer a las víctimas de que vayan a esos centros de atención (…)

nos ha costado trabajo convencerlas de que aunque pertenecen a la PGR van a reci-bir un trato humano, anónimo, de primera. A la gente le da miedo, y la fama que traía la PGR hasta hace unos años ha sido difícil de borrar”, explica Fastlicht a Proceso.

Este empresario fue uno de los sor-prendidos por la creación de la nueva ins-tancia y al momento de la entrevista des-conocía qué ocurriría con los CAV y su personal.

“El anuncio nos tomó por sorpresa (…) No lo vemos mal, si se va a hacer de ma-nera profesional, constante y no como un hecho político electoral. Pero sí quisiéra-mos saber cómo se va a desarrollar”, dice.

Los cuatro años al frente del consejo peleó infructuosamente contra los recor-tes a la atención a víctimas, pero, según le dijeron, fueron destinados a “los aumen-tos a seguridad, defensa y Secretaría de Seguridad Pública”.

Desconfianza

Durante el anuncio de la nueva procura-duría, Calderón reconoció que en las ins-tancias de gobierno las víctimas “enfren-tan condiciones difíciles para el acceso a la justicia y el ejercicio de sus derechos”, y dijo que Províctimas servirá para evitar esta doble victimización.

Sobre este punto, el poeta Javier Si-cilia expone: “Como vivimos en un lodo, obviamente la gente no tiene confian-za –para acercarse a los centros del go-bierno–, las víctimas que hemos recibi-do son maltratadas por la PGR, por las procuradurías estatales. No sólo se les ha matado o desaparecido un esposo, un hijo, un padre; sus casos son desprecia-dos, se quedan sin seguimiento, hasta se les llega a amenazar y nadie las prote-ge. ¿Cómo van a tener confianza? Por eso necesitamos dotarla de verdaderos ins-trumentos ciudadanos”.

La prioridad de Províctima, según He-rrerías deja ver, será la investigación de casos de los desaparecidos, por eso se compromete a hacer una base de datos nacional en la que se allegará información de la SSP, PGR, las procuradurías estatales, la CNDH y las organizaciones que atien-den a víctimas. Además, convocará a ex-pertos para diseñar un protocolo de bús-queda y de exhumaciones que se aplique en todos los estados.

–¿Y qué ocurrirá en los casos de com-petencia local, como son la mayoría?

–Un abogado nuestro los acompañará.Todos sus ejemplos de cómo actua-

rá la nueva instancia los extrae de cómo operaba la Fevimtra, donde tenía 20 perso-nas a su cargo y comunicación directa con los procuradores estatales. Habla de llevar gente a “refugios”, como se hace con las mujeres maltratadas.

Las organizaciones han expresado su temor de que esta procuraduría excluya a las víctimas de violaciones a los derechos humanos cometidas por servidores públi-cos; pulverice la escasa oferta que brin-da el gobierno a las víctimas; no atienda a delitos locales, y sea desmantelada por el próximo presidente.

“Esta nueva estructura que están ha-ciendo tomando recursos de todos lados, sin dialogar con la gente que conoce los te-mas, a la carrera, puede resultar un engen-dro. Fue una cosa montada sobre las rodi-llas para tratar de responder a algunas de las demandas del Movimiento por la Paz, para decir ‘esténse en paz’ pensando que con eso resolvían sus demandas”, advierte la economista Clara Jusidman, asesora del movimiento y directora de Incide Social.

A pesar de que Herrerías dice que aten-derá también a las víctimas de los servi-dores públicos, aunque en el decreto de creación no se establece una definición de víctima.

Otro punto que causa desconfianza es que en el decreto se nombra a Goberna-ción, la PGR y la Secretaría de Seguridad Pública como los organismos rectores de la Junta de Gobierno de la nueva instancia, y sus titulares como presidentes rotatorios. Incluye también asientos para las secreta-rías de la Defensa Nacional y de Marina.

Cuando se le cuestiona la razón de incluir únicamente a las dependencias que manejan los temas de seguridad y sin experiencia en trabajo con víctimas, Herrerías se encoje de hombros: “No la sé, sinceramente”

Exclusiones

De manera unilateral, el Ejecutivo invi-tó como consejeros a los ciudadanos Isa-bel Miranda de Wallace, María Elena More-ra, Alejandro Martí y Patricia Caso, los tres primeros empresarios fundadores de orga-

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uga Herrerías Guerra. Buenas intenciones

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LA GUERRA DE CALDERÓNLA GUERRA DE CALDERÓN

A su modo, Mota Solano cumplió un objetivo que varios militares presos no han alcanzado por “fallas técnicas”. Se convirtió en el más reciente de los 82 miembros del Ejército que se han suicida-do durante la presidencia de Felipe Calde-rón. En el mismo periodo lo han hecho 14 efectivos de la Marina.

El pasado 4 de agosto, Proceso solicitó mediante la Ley de Transparencia a las se-cretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Marina (Semar) información sobre los miembros de las Fuerzas Armadas que se quitaron la vida desde 2006.

Guilherme Borges –especialista en In-vestigaciones Epidemiológicas y Psicoso-ciales del Instituto Nacional de Psiquiatría (INP) Juan Ramón de la Fuente– desta-ca que hechos de violencia como los que se viven hoy en México “tienen repercu-siones en la salud mental de la gente y se puede inferir que van a tenerlas sobre la conducta suicida, como sobre la depresión y el estrés postraumático”.

El también integrante de la Fundación Americana para Prevenir el Suicidio dijo en entrevista que si bien no hay estudios recientes sobre el fenómeno del suicidio entre militares, éstos conforman un gru-po especialmente vulnerable.

“Nadie es inmune a situaciones de violencia, y las personas que están más directamente lidiando con estas situacio-nes en el país (como los militares), por su-puesto que no son inmunes y que pueden sufrir los efectos de la violencia”, explica.

Doctorado en la John Hopkins School of Public Health y en la escuela de medici-na de Harvard, Borges ha realizado inves-tigaciones sobre el suicidio como proble-ma de salud pública en México desde 1996 y ha encontrado, por ejemplo, que este ti-po de muerte se ha incrementado en casi 300% de 1970 a la fecha, con tasas prome-dio de 4.5 casos, principalmente de hom-bres, por cada 100 mil habitantes al año.

Señala que es en Estados Unidos don-de se han realizado investigaciones sobre los suicidios entre militares. “Por supues-to –comenta Borges– que se trata de un ejército en guerra permanente y por eso invierten grandes sumas de dinero en en-trenar a su grupo clínico y médico, enfer-meras, psicólogos, para tener interven-ciones con las personas que están más cercanas a las líneas de combate. Eso no es ninguna novedad”.

Respecto de México, en marzo de 2010 el periódico Reforma informó que “el 90% de los militares que se suicidan, según fuentes de la Sedena, pertenecen a unidades que combaten de manera directa a los cárteles del narcotráfico”. Sin embargo, en su res-puesta a la solicitud de información de este semanario, la dependencia aseguró que el grupo de militares suicidas “presentaba una situación inestable en su vida familiar, sien-

do ésta la principal causa por la que toma-ron la decisión de privarse de la vida”.

El paulatino incremento de padeci-mientos mentales, señaló el diario, provo-có que la plantilla de psicólogos y psiquia-tras militares pasara de 90, en el gobierno de Vicente Fox, a 136 en 2010 (Reforma, 23 de marzo de 2010).

En su respuesta a Proceso, fechada el 18 de agosto, la Sedena reportó 82 casos: 20 ocurrieron en 2006, 13 en 2007, nueve el año siguiente, 14 en 2009, 15 el año pasado y 11 hasta el reciente 24 de julio.

Esas muertes ocurrieron en 24 entida-des: el Distrito Federal (27); Guerrero (seis); Chihuahua y Chiapas (cinco en cada uno); el Estado de México y Sonora (cuatro); Oaxaca, Jalisco, Quintana Roo y Tlaxca-la (tres); San Luis Potosí, Guanajuato, Yu-catán, Durango y Tabasco (dos), así como en Nuevo León, Puebla, Coahuila, Aguas-calientes, Campeche, Querétaro, Baja Ca-lifornia, Tamaulipas y Colima (uno).

Entre los militares que se quitaron la vi-da predominan 31 rasos de diferentes ar-mas, seguidos de 16 cabos, siete sargentos y siete tenientes, seis capitanes, cinco subte-nientes, cuatro mayores, dos tenientes co-roneles, dos soldados rurales y un general.

Sólo existe información pública sobre el caso del general de brigada Diplomado de Estado Mayor Jorge Alberto Cárdenas Cantón, quien se dio un balazo en la ca-beza el 14 de noviembre de 2008. Había to-mado el mando de la Décima Región Mili-tar con sede en Mérida, Yucatán, el 15 de agosto anterior.

Al principio los hechos fueron maneja-dos oficialmente como “accidente”, pero los medios se enteraron porque el general no llegó a un acto público al que acudió la go-bernadora Ivonne Ortega (Notisureste.com).

Cárdenas Cantón fue director de Co-municación Social de la Sedena duran-te el sexenio de Ernesto Zedillo, rector de la Universidad del Ejército y la Fuerza Aé-rea. Como comandante de la Décima Re-gión Militar coordinó a los cuerpos poli-ciacos locales y federales tras localizarse 12 cadáveres en una carretera de Yucatán el 28 de agosto de 2008 y estuvo al frente de la lucha antinarcóticos en esa penínsu-la (El Universal, 16 de noviembre de 2008).

El 16 de noviembre, la Sedena tuvo que admitir el suicidio de Cárdenas Cantón en un comunicado, donde explicó que “pasó un momento de crisis depresiva, atentan-do contra su vida”.

En cuanto a los efectivos de la Semar, ésta respondió el 2 de septiembre que ha registrado 14 suicidios durante la guerra contra el narcotráfico, la mayoría en 2009, cuando seis marinos murieron de esta for-ma. En 2007, 2008, 2010 y hasta el 24 de mar-zo de 2011 se han cometido dos por año.

Del total de fallecimientos, cinco se re-portaron en Quintana Roo, dos en el Dis-

trito Federal y el resto en Veracruz, Sono-ra, Guerrero, Yucatán, Campeche, Lázaro Cárdenas y Estado de México.

Según la Semar, entre las víctimas se contaron cuatro marineros, un capitán de corbeta, dos tenientes de corbeta, un te-niente de navío, un primer maestre, dos segundos maestres, dos terceros maestres y un cabo.

La destrucción de un marino

La muerte del cabo de Infantería Mota So-lano causó tal impacto en la prisión que un par de días después otro interno, el marino Norberto Villavicencio Espinoza, se cortó las venas.

Preso por insubordinación desde agos-to de 2010, primero en Mazatlán y a partir de diciembre del mismo año en el Campo Militar Número Uno, Villavicencio Espino-za ya había intentado suicidarse ocho ve-ces en prisión, pero él y su madre, la se-ñora Martina Espinoza, lo atribuyen a la fuerte medicación que se le aplicó desde septiembre de 2010 en el servicio de sani-dad de Mazatlán y después en el Hospital Central Militar del Distrito Federal.

Tras meses de ese tratamiento, que para el marino implicaba permanecer ata-do en una cama durante días enteros y re-cibir inyecciones de sustancias que has-ta ahora desconoce, la Semar declaró el 19 de julio a Villavicencio en “incapaci-dad” por una “enfermedad contraída co-mo consecuencia de actos ajenos al ser-vicio”, como se establece en el oficio 1810, firmado por el director de Recursos Hu-manos de la dependencia, el vicealmiran-te Arturo Bernal Carrasco.

Con base en un certificado médico del 11 de abril de este año, que elaboraron los psiquiatras militares Juan Rogelio Ríos Mo-rales y Eduardo de la Cruz Honorato, ads-critos al Hospital Central Militar, la Marina afirmó que Villavicencio padece “Trastor-no mixto de personalidad tipo disocial y de inestabilidad emocional de la personal tipo límite”. El diagnóstico encaja precisamen-te con los lineamientos de la Ley del Insti-tuto de Seguridad Social de las Fuerzas Ar-madas que impiden al marino continuar en el servicio activo, por lo que ya se le no-tificó que su baja está en trámite.

La señora Martina Espinoza y su hijo aseguran que ese documento médico con-tiene datos falsos e insisten en que la me-dicación “mal administrada” fue lo que pro-vocó los trastornos de personalidad que llevaron a Norberto al intento de suicidio.

En las ocasiones que la señora Espinoza visitaba a su hijo en el Hospital Central Mili-tar advirtió que varios militares presos que sufrían depresión eran enviados al “cuarto azul”, donde les inyectaban medicamentos.

Después de vanas peticiones de que el marino recibiera atención adecuada, en ju-

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GLORIA LETICIA DÍAZ

La tarde del 24 de julio de este año, internos del dormitorio 18-A de la prisión del Campo Militar Núme-ro Uno fueron testigos de una es-cena macabra: sobre uno de los escusados colgaba el cuerpo iner-

te del soldado de infantería José Enrique Mota Solano.

El militar, de 31 años, ató a su cuello una cuerda de plástico que sujetó a los ba-rrotes de una ventana, se introdujo una playera en la boca, se subió al depósito de agua del inodoro y saltó.

Mota Solano formaba parte de las tro-pas que combaten al narcotráfico. Llegó a la prisión militar en marzo de este año, procesado por el delito de abandono de servicio y robo de su arma de cargo.

Los prisioneros que lo conocieron re-cuerdan que entró en el penal con la idea de que estaría unos cuantos meses, pero empe-zó a deprimirse cuando se enteró de que po-dría permanecer encerrado hasta siete años.

Aquel 24 de julio, el soldado de infan-tería recibió la visita de su mujer, con la que al parecer discutió. Sus allegados su-ponen que el motivo fue el dinero, ya que aun antes de recibir sentencia los solda-dos son castigados con la reducción de hasta 90% de sus ingresos mensuales.

Cuando terminó la visita familiar, al-rededor de las 17:30 horas, José Enrique se despidió de sus compañeros y se dirigió a su cuadra, como le dicen los soldados a los dormitorios. Ya no salió vivo de ahí.

Aproximadamente hora y media des-pués, su cadáver fue descubierto, pero se quedó colgando sobre el escusado de la cuadra hasta pasadas las nueve de la noche.

Desde el inicio de la guerra de Felipe Calderón contra el narcotráfico, 82 efectivos del Ejército y 14 de la Marina consiguieron acabar con su pro-pia vida, y muchos más lo han intentado. Estudios especializados señalan que los factores que ex-ponen a los militares al suicidio son las presiones, la violencia y la incertidumbre que experimentan en la línea de fuego. Lejos de proteger a sus efec-tivos, esas dependencias atribuyen los hechos a desórdenes mentales ajenos al servicio.

Cuando los soldados

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LA GUERRA DE CALDERÓN

En el contexto de violencia extrema que afecta al país entero, la Uni-versidad de Guanajuato, la Secretaría de Salud estatal y la Asocia-ción Mexicana de Suicidología convocaron en septiembre pasado a un grupo de especialistas para analizar el fenómeno del suicidio, que afecta por igual a menores de edad y adultos. Los participantes concluyeron que, ante los graves problemas socioeconómicos y de violencia que afectan a los mexicanos, el Estado ni siquiera cuenta con un plan preventivo para detener los suicidios.

...Tiempos de morir

por propia mano

de soledad, tristeza, irritabilidad, falta de soporte familiar, problemas para relacio-narse con sus pares y violencia escolar.

Casi todos aseguraron que pensaban que alguno de sus padres “está triste”.

Los asistentes, sobre todo alumnos de psicología de diversas universidades, per-sonal del DIF en todo el país, académicos y psicoanalistas, conocieron también en ese foro el reporte titulado El suicidio entre los jóvenes potosinos: simbolismo y relaciones so-ciales, elaborado con recursos del Fondo de Apoyo a la Investigación de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

Al revisar los casos registrados en los últimos cinco años, los investigadores en-contraron que San Luis se colocó en el se-gundo lugar nacional en la prevalencia de la “ideación suicida” (ideas y deseos) en-tre los jóvenes, después de Michoacán, y el segundo en intentos, luego de Tabasco.

“Lejos ha quedado la idea de que las mujeres recurren más a los barbitúricos que los hombres, esto con la finalidad de sentir menos dolor, y por lo mismo se-ría más seguro que fracasen las mujeres que los hombres en su intento. Lo cierto es que las mujeres recurren ahora a la as-fixia por suspensión con la intención de no fallar… y también es importante que (un porcentaje de ellas) están recurriendo

a las armas de fuego o blancas”, apunta el informe potosino presentado por el inves-tigador Gustavo Aviña Cerecer.

Eso no sucede sólo en San Luis Poto-sí. En Puebla, el suicidio se incrementó en 38.9% entre 2010 y 2011. Se elevó en más de 60% entre los menores de 15 años y se duplicó entre personas de 20 a 24 años. Pe-ro entre mujeres, la tasa se disparó 253.5%.

Del 1 de enero al 8 de julio de este año, la capital poblana registró un suicidio ca-si cada 36 horas.

“Frente a la incertidumbre surge el desánimo. Más que señalar que la actual juventud es apática y poco comprome-tida, se requiere analizar e implementar los espacios sociales de desarrollo y cre-cimiento que en la sociedad actual tienen los jóvenes”, concluye el estudio de cam-po titulado Una aproximación a la conducta suicida en Puebla 2010-2011.

En una de las sesiones de trabajo, la maestra Isabel Stange Espínola, de la Be-nemérita Universidad Autónoma de Pue-bla, reclamó a sus colegas porque, dijo, es lamentable que un grupo tan amplio de psicólogos “no hable con suficiente fuer-za de los problemas de violencia que es-tán por todo el país”.

Se preguntó: “Qué está ocurriendo? ¿Nos estamos insensibilizando? No son

estadísticas, cada caso es una persona... Mientras exista hambre, un grado de vio-lencia de esta naturaleza y la población no se prepare en el ámbito educativo pa-ra enfrentar estas situaciones adversas, el suicidio va a seguir incrementándose…”.

Indiferencia

La palabra “desesperanza” fue citada en varios de los estudios que se presentaron en el foro, todos actualizados a la última década; todos incluyen también un dato abrumador: México registró un incremen-to de suicidios cuatro veces mayor al resto de los países de América Latina.

Quetzalcóatl Hernández sostiene que, ante este fenómeno, no hay política públi-ca que valga… porque no existe.

Aun cuando en el sexenio de Vicen-te Fox el suicidio figuró como un proble-ma de salud pública prioritario en su plan sexenal, desapareció del programa de de-sarrollo sanitario del gobierno de Felipe Calderón.

“Vaya, ni siquiera la salud mental. En el plan de salud aparecieron otros, como la violencia escolar o el uso de sustancias, pero no el suicidio. Los esfuerzos que se hacen generalmente provienen de fondos de investigación. Finalmente son cues-

lio pasado la señora Espinoza solicitó la in-tervención de la Comisión de Derechos Hu-manos del Distrito Federal (CDHDF) para que la Semar se responsabilizara de los da-ños que presuntamente causó a la salud de Norberto, ya que el juez sexto militar Anto-nio Hernández ordenó su traslado al Hospi-tal Naval Militar, pero éste le negó el ingreso.

El 10 de agosto, el juez militar giró una orden de libertad por causas de salud, con la indicación expresa de que la Semar atendiera médicamente a Norberto. Sie-te días después, en el Hospital Naval Mi-litar se ordenó trasladar al marinero a la Segunda Zona Naval, con sede en La Paz, Baja California Sur.

Como parte de la prescripción médica que le dieron en dicho hospital, Norber-to tenía que ingerir 14 tabletas distintas y aplicarse una inyección. Él cuenta en en-trevista telefónica: “Llegué el 20 de agosto. Me prometieron que me iban a dar aten-ción especializada, pero cuando llegué al hospital me dijeron que no había médicos especialistas que me atendieran y que iba a estar de rebaje (incapacidad temporal) en mi casa por siete días.

“A la semana siguiente regresé. Me preguntaron cómo me sentía, yo les dije que bien, que quería que me revaloraran para reincorporarme al servicio, pero me volvieron a dar otro rebaje”, agrega.

Por información de personal de la Ar-mada en La Paz, el marino se enteró, dice, de que “hay instrucciones desde México para que me den rebajes hasta cumplir los tres meses, para que automáticamente me echen como lo marca el reglamento, aun-que yo me sienta bien y pueda trabajar”.

Para no estar inactivo, Norberto se em-pleó como colocador de pisos y azulejos, pe-ro lo que desea es reintegrarse a la Marina.

“No me parece justo que se quieran deshacer de mí así nomás. Yo estaba sa-no cuando entré a la Marina, me hicieron pruebas físicas y psicológicas. Cuando en-tré a la prisión me dijeron que sólo iba a estar seis meses y luego me enteré que me iban a dar siete años, por eso me deprimí y fue cuando me empezaron a dar medica-mento. A veces me amarraban todo el día, cuando no quería que me inyectaran. Me sentía muy mal por tanta medicina, dicen que hablaba solo y yo ni me acuerdo”, rei-tera Norberto, quien le atribuye a ese esta-do alterado sus intentos de suicidio.

La señora Espinoza insiste en que el diagnóstico que declara a su hijo incapaz de servir a la Marina fue amañado: “Mu-chas cosas que se dicen ahí no son cier-tas, fueron manipuladas para que parezca que mi hijo estaba mal de la cabeza antes de llegar a la Marina, pero eso no es cierto. Si ahora está enfermo, y tanto que se qui-so quitar la vida varias veces, es por tan-ta porquería que le metieron. Lo que pido es que la Marina se haga responsable”.

VERÓNICA ESPINOSA

LEÓN, GTO.- El suicidólogo Quet-zalcóatl Hernández Cervantes atendió a la madre de un jo-ven asesinado en alguno de los hechos violentos vinculados a la delincuencia organizada. La

mujer, de 60 años, llegó al consultorio del especialista luego de varios inten-tos de quitarse la vida.

En su trabajo con migrantes, Her-nández Cervantes revisó también el caso de una joven madre de 21 años cu-ya pareja había emigrado. Abandonada y endeudada, la mujer asfixió a sus hi-jos pequeños y después se intoxicó.

“Hay algo que los suicidólogos tene-mos muy en claro: la asociación entre homicidio y suicidio. Las dos son formas de muerte violentas; van muy pegadas en causas de mortalidad y las encontra-mos en entornos inseguros, de violencia social”, describe Hernández Cervantes, uno de los fundadores de la Academia Mexicana de Suicidología (AMS).

En entrevista con Proceso, admite no tener datos que vinculen a una ciu-dad violenta con los índices de suicidio. “Pero sí te puedo decir que es muy co-mún una situación como la del caso real

del que te hablé, donde tienes a la madre joven cuya pareja se tuvo que ir a Estados Unidos o a otro estado, que ya tienen años de no verse; la familia está abandonada, endeudada, y vemos desenlaces fatales”.

Para el especialista, la relación entre el homicidio y el suicidio surge hasta de manera colateral. “Tu pareja es asesina-da cuando iba pasando por un tiroteo. An-te esto, ¿cómo respondes? Son los esce-narios donde te puedo ilustrar la relación entre homicidio y suicidio”.

Hernández Cervantes conversa con Proceso en un receso del IV Congreso In-ternacional sobre prevención del suicidio, que organizaron la AMS, la Universidad de Guanajuato y la Secretaría de Salud esta-tal el 22 y 23 de septiembre.

En el encuentro se presentaron los re-sultados del estudio efectuado entre 97 niños de seis años que cursan primer gra-do en una primaria del Estado de Méxi-co, elaborado por personal de la Coordina-ción de Servicios Integrales de Salud de la Universidad del Valle de México.

Más de la mitad de los menores mos-traron tener ya un concepto sobre la muerte como un suceso universal e irre-versible. Varios de ellos, incluso, recibie-ron atención cuando se les detectaron factores de riesgo suicida: sentimientos

Óscar Alvarado

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tiones federales y en última instancia del erario, pero no hay una política pública como tal”, dice el especialista.

Aun así, se han instrumentado medi-das de emergencia, como en Guanajua-to en 2007, cuando la Secretaría de Sa-lud estatal estableció una línea telefónica de prevención del suicidio (01800290024), pues en mayo de ese año 93 personas se habían quitado la vida, 39 de ellas en la ciudad de León.

En la última reunión internacional de las asociaciones de suicidología se men-

cionó la omisión del gobierno calderonis-ta. “México tuvo que decir que no hay aquí una estrategia nacional, una política; no sólo de esto, sino en materia de salud men-tal en general”, expuso el entrevistado.

Dice que, en febrero pasado, fue decre-tada la primera Ley de salud mental en el país, cuya vigencia inicial es sólo para el Distrito Federal. “Imagínate cuánto tiempo tendrá que pasar para que en México haya una ley que diga: ‘en las secundarias y las preparatorias, así como hay una evaluación de admisión, habrá también una evalua-ción que nos permita identificar a aquellos jóvenes en riesgo’”, señala el suicidólogo.

Conocedores de que los deseos de qui-tarse la vida pueden aparecer en los ni-ños de quinto o sexto grado de primaria, los especialistas aconsejan estar cerca de ellos en las escuelas. “Hay muchos direc-tores y maestros que colaboran y nos di-cen que les hace mucha falta. Pero no hay la política pública que nos dé el espacio formal para hacer esta evaluación”, insis-te el entrevistado.

Ni siquiera porque, en términos de costo-beneficio (concepto también apli-cable a la salud), la atención a la incapa-cidad, la inasistencia y las cuestiones la-borales por la depresión y el suicidio es mucho más cara que atender enfermeda-des crónico-degenerativas como la diabe-tes, expone Hernández Cervantes.

En el caso de una persona adulta, los parámetros son distintos. Por lo general hay una pareja, hijos, una contribución económica, el trabajo. Y comenta: “Una vez me hicieron la observación de los re-cursos que pedía para un proyecto con muchachos. Respondí que si podemos ha-cer que un solo niño no se quite la vida, vale la pena todo ese esfuerzo y dinero”.

El impacto social de otra dolorosa es-tadística así lo revela. Las dos primeras causas de muerte entre los jóvenes del país están ligadas a la violencia: los acci-dentes automovilísticos y los suicidios.

“Nuestros jóvenes menores de 20 años están muriendo de forma violenta, ya sea de propia mano o en casos que nosotros decimos que son situaciones autodes-tructivas. Tan sólo en la primera causa, los accidentes automovilísticos, muchos de éstos ocurren bajo un ambiente impulsivo desencadenado por uso de alcohol. Final-mente son muertes violentas.”

–¿Cómo están revisando los suicidólo-gos la participación de los jóvenes en la violencia?

–No soy un experto en violencia social, pero por lo que he vivido y he platicado con otros colegas, de fondo hay un asun-to de desigualdad. Una desigualdad eco-nómica, social, cultural tan enorme en la población mexicana hace que seas vulne-rable, que vivas fuera de la oportunidad. Cuando en esa desigualdad no puedes ir

a la escuela, no tienes la oportunidad de elegir, obviamente hay que subsistir.

Enfocado a la psicología pediátrica –e impulsor de la suicidología en menores de 18 años–, Quetzalcóatl Hernández aclara que no pretende justificar la incursión de los jóvenes en los grupos o actividades delictivas o con el crimen organizado. Pe-ro, insiste, un país con tantos contrastes, buenos y malos, mucho explica el origen de este fenómeno.

Para la población adolescente, los pa-rámetros actuales bien se podrían resumir en algo así como; “estudia muchos años y al final no tienes empleo, y por otro lado te ofrecen lana por hacer cualquier cosa”.

Y entonces, explica el entrevistado, el fondo de los problemas no estriba en si el adolescente incurre en las conductas delic-tivas, sino en qué tanto se siente identifica-do con su familia, o tiene un sentido de vi-da, o siente que en su país puede hacer algo.

Hoy prevalece una desesperanza que, por ejemplo, “tiene que ver con el hecho de que no se sabe si se podrá vivir mucho tiem-po”, o con la fragmentación de las familias por la migración a Estados Unidos o a otros sitios.

“El suicidio no sólo tiene que ver con el estado de ánimo, con los factores psicológi-cos. Tiene que ver con nuestro entorno eco-nómico, que hace que las familias se desin-tegren. Y la suicidología no es solamente la sicoterapia, tiene que ver con estos otros de-terminantes de salud, de salud mental, que tampoco están muy en control de la fami-lia”, señala Hernández Cervantes.

Dice que actualmente elabora un estu-dio sobre violencia escolar y suicidio des-de la visión de los niños. En principio se ha encontrado con chicos ansiosos de que alguien se les acerque y les pregunte có-mo están.

“Los maestros y los directores nos di-cen: ‘¡Qué bueno!, porque no sabemos có-mo responder’; con frecuencia los papás son los más perdidos en este asunto”, dice en referencia a esta investigación.

En esta otra óptica para abordar el fe-nómeno, están los niños que se quedaron con culpa “porque sus amigos les hicieron jurar que no le dirían a nadie de su inten-ción de muerte”.

En el trabajo de campo para este estu-dio, Hernández se ha encontrado también con la transformación del juego en la in-fancia; de policías y ladrones al secuestro, al levantón, al sicario.

“Cuando elementos como el tiroteo, el desfile de patrullas, el secuestro se con-vierten en lo cotidiano, no es tan difícil entender la emergencia ni la desesperan-za”, dice Hernández Cervantes.

Y concluye: “Eso supone que nos es-tamos habituando a la violencia y no me parece que ningún ser humano tenga que habituarse a ella”.

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Muerte violenta. Incomprensión

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cho en utilizar territorio mexicano para seguir al presunto terrorista, toda vez que el supuesto complot se habría acordado en México.

Manssor Arbabsiar nació en Irán hace 56 años. Los últimos 30 los ha vivido en Es-tados Unidos, en el estado de Texas. Estu-dió por un tiempo ingeniería mecánica en la Universidad A&I. Se casó con una mu-jer de origen latino de nombre Esperanza, con quien procreó dos hijos. Se dedicó a la compra-venta de autos y puso un res-taurante en la ciudad de Corpus Christi, aunque hasta su detención, el 29 de sep-tiembre, vivía en Round Rock, cerca de la ciudad de Austin.

Obtuvo la ciudadanía estadunidense gracias a su matrimonio con Esperanza, de quien se divorció en 1987. La mujer ob-tuvo una orden de una Corte estatal que le prohibió acercarse a sus hijos. Años des-pués se volvió a casar.

Algunos conocidos señalan que Ar-babsiar “fumaba mariguana y tomaba al-cohol con frecuencia”. Además, “tenía fa-ma de mujeriego”. Una noche de 1981, en Houston, un hombre lo atacó con un cu-chillo. Pensaba que el iraní quería quitarle la novia. Desde entonces trae la marca de una cuchillada en el rostro. Sus amigos le dicen Scarface (cara cortada).

En 2001 Arbabsiar fue acusado de frau-de por emitir cheques sin fondos y tres años después la policía lo arrestó por con-ducir con una licencia de manejo irregular.

“Incursionó en varios negocios: venta de caballos, helados, autos usados, empa-redados… pero en todos fracasó, dicen sus amigos”, según la nota publicada por The New York Times.

Ellos lo describen como inestable, des-organizado: “Se ponía calcetines de dife-rente color. Siempre perdía las llaves y el celular. No tiene la capacidad para llevar a cabo el plan” que Washington le achaca, dijo al diario neoyorkino Tom Hosseini, su amigo y excompañero de la universidad.

“Sam Rgsdale, quien tiene un negocio de venta de autos en Corpus Christi, usa una sola palabra para describir a Arbab-siar: un inútil”, señala The New York Times.

El diario añade que este hombre “pare-ce ser más un oportunista con mala suer-te que un asesino calculador”.

La historia oficial

No sólo el perfil de Arbabsiar despierta suspicacias; también la historia del su-puesto complot. El Departamento de Jus-ticia filtró a los medios estadunidenses la declaración jurada del agente especial del FBI Robert Woloszyn, la cual sustenta el encausamiento judicial asentado en la Corte Federal del Distrito de Manhattan.

De acuerdo con este documento, a principios de la primavera pasada Arbab-

siar viajó a Teherán para visitar a su fa-milia. Se encontró ahí con uno de sus primos, quien supuestamente es un im-portante oficial de Quds, la unidad de ope-raciones especiales de la Guardia Revolu-cionaria Islámica.

En la charla, Arbabsiar presumió que, “como resultado de sus negocios tanto en México como en Estados Unidos, conocía a personas que viajaban entre los dos paí-ses, algunos de los cuales creía que eran narcotraficantes”.

Su primo le pidió trabajar para él y le propuso contratar a alguien que “pudiera secuestrar” al embajador de Arabia Saudita en Estados Unidos. “Tú deberías encontrar a alguien en el negocio del narcotráfico, por-que la gente en ese negocio está dispuesta a realizar una actividad criminal a cambio de dinero”, le habría dicho su primo.

Según esta versión, Arbabsiar regre-só a Estados Unidos y a partir de ese mo-mento sus gastos corrieron a cargo de su primo (identificado sólo como Oficial Ira-ní No. 1) y del asistente de éste, Ali Gho-lam Shkuri, a quien el documento señala como coacusado.

De acuerdo con la citada declaración jurada, el 24 de mayo último Arbabsiar via-jó de Texas a México para reunirse con un supuesto “socio” de un cártel mexicano del narcotráfico “grande, sofisticado y violen-to”. El documento no menciona el nombre de la organización –aunque los medios es-tadunidenses señalaron a Los Zetas– ni el nombre del presunto “socio”, a quien se identifica como CS1, y que en realidad re-sultó ser un informante de la agencia anti-narcóticos de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) que todo el tiempo actuó siguiendo las directrices del FBI.

El documento señala que anterior-mente un “estado” de la Unión Ameri-cana había acusado a CS1 por delitos de tráfico de drogas, pero que éstos fueron “desechados” debido a la cooperación del informante en varias investigaciones de narcotráfico. No obstante, omite explicar la forma en que Arbabsiar conoció a CS1 y lo que lo motivó a confiar en él.

Entre el 24 de mayo y el 20 de septiem-bre pasado, Arbabsiar y CS1 se reunieron por lo menos 11 veces. Al parecer, todas fueron en Reynosa, Tamaulipas.

–¿Tienes algún conocimiento sobre explosivos? –preguntó el iraní en el pri-mer encuentro.

–Sé usar C-4 –contestó el informante de la DEA, quien grabó las conversaciones.

Entonces el iraní explicó que “esta-ba interesado en atacar una embajada de Arabia Saudita”.

El 23 de junio, Arbabsiar dijo a su inter-locutor que él y sus contactos en Irán ha-bían discutido “varias misiones violentas” que CS1 y su gente podían ejecutar, entre ellas atacar instalaciones de Arabia Sau-

dita dentro y fuera de Estados Unidos, así como asesinar al embajador saudita en Washington, Abdel al-Jubeir.

En una reunión celebrada el 14 de ju-lio, el objetivo de la misión se circunscri-bió al presunto asesinato del diplomático saudita.

–Necesitaré al menos cuatro mucha-chos. He hablado con uno de ellos. Quie-re 1.5 (millones de dólares) por lo de Ara-bia Saudita –soltó CS1.

Arbabsiar “estuvo de acuerdo en que ese asesinato debería hacerse antes de discutir otros ataques”.

–¿Sólo quiere al hombre principal? –pre-guntó CS1.

–Sí: al embajador.En esa conversación, Arbabsiar ha-

bló de más. Le dijo a CS1 que su primo era un “general importante” que trabajaba en otros países para el gobierno iraní, que no portaba uniforme ni cargaba pistola y que participó en una acción relacionada con bombas en Irak.

El 17 de julio, CS1 informó a Arbabsiar sobre los supuestos avances del “trabajo”.

–Mi muchacho está allá (…) Ya es-tá listo en Washington. Tengo esto en la computadora. ¿Este es el tipo correcto? –preguntó CS1, mostrándole la foto del embajador saudita a Arbabsiar.

NARCOTERRORISMO

La versión de Washington acerca del presunto plan iraní para asesinar al embajador saudita Abdel al-Jubeir en territorio estadunidense en colaboración con “un cártel mexicano” no ha resultado del todo creíble ni en Estados Unidos. Lo cierto es que el caso exhibe de nuevo los afanes belicistas de la adminis-tración Obama, que no oculta sus ansias por atacar a la República Islámica de Irán. El supuesto contac-to en Estados Unidos para llevar a cabo el plan iraní, Manssor Arbabsiar, es un “perdedor” incapaz siquie-ra de organizar su propia vida, según sus conocidos. El propio New York Times lo admitió en su edición del jueves 13: Arbabsiar “parece ser más un oportunista con mala suerte que un asesino calculador”.

HOMERO CAMPA Y J. JESÚS ESQUIVEL

La fuerza Quds, considerada la unidad de élite más sofistica-da de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, habría dejado en manos de “un fracasado” e “inútil” el supuesto plan de ma-tar en Washington al embaja-

dor de Arabia Saudita en Estados Unidos, Abdel al-Jubeir.

Según sus amigos, Manssor Arbabsiar, a quien el Departamento de Justicia acusa de ser el operador del plan, es un tipo ama-ble, pero inestable, desorganizado, sin fu-turo… un perdedor.

En Estados Unidos, The Washington Post y The New York Times publicaron en sus ediciones del jueves 13 fragmentos bio-gráficos y datos sobre la personalidad de Arbabsian, pieza clave de un supuesto complot que expertos ponen en duda pe-ro que volvió a tensar las relaciones entre Washington y Teherán, gélidas desde ha-ce tiempo.

Este episodio evidenció que las agen-cias estadunidenses no tuvieron empa-

Benjamín Flores

El cuento del complot

Sigue...

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–Sí, es él.CS1 explicó que al diplomático lo pro-

tegían siete u ocho guardias de seguridad; también le dijo que acostumbraba comer dos veces por semana en un restaurante.

–Mi muchacho ya está allá, vigilándo-lo; pero no sé qué es lo que tu primo quie-re que yo haga –insistió CS1.

–Quiere que mates a este tipo.–Va a haber estadunidenses allí… en el

restaurante. ¿Quieres que lo haga afuera o adentro?

–No importa cómo lo hagas. Si lo ha-ces por ti mismo, matarlo es mejor, pero… algunas veces, tú sabes, no tienes opción. ¿Me explico?

CS1 le advirtió al iraní que podría mo-rir más gente.

–Dale en el restaurante. Si puedes ha-cerlo afuera, hazlo; si no, pégale al restau-rante, ¿de acuerdo? –le ordenó Arbabsiar.

–Pero habrá unos 100 o 150 personas y senadores que van a comer ahí.

–No hay problema… no es gran cosa…

Llamadas a Teherán

CS1 dio a Arbabsiar un número de cuenta bancaria que estaba controlada por el FBI, cuyos agentes detectaron dos transferen-cias bancarias de 50 mil dólares cada una: la primera el 1 de agosto y la segunda el día 9 del mismo mes. Eran los supuestos pagos que el iraní ofreció a CS1 como adelanto.

El 20 de julio, Arbabsiar viajó de Méxi-co a Irán para informar sobre los avances del complot. Ahí se reunió con Shakuri, el asistente de su primo, y con otros dos im-portantes oficiales iraníes. Cree que uno de ellos era el máximo jefe de Quds.

Desde su país natal, Arbabsiar se co-municó en varias ocasiones por teléfono con CS1. En una de las llamadas –la del 20 de septiembre–, CS1 cambió la jugada: le dijo que todo estaba listo para hacer el tra-bajo, pero pedía como adelanto la mitad de la suma pactada (1.5 millones de dó-lares) o que el propio Arbabsiar viniera a México para que sirviera como garantía de que se pagaría la totalidad del dinero una vez que “el trabajo estuviese hecho”.

En Irán, Shakuri comentó a Arbabsiar que no habría más dinero para CSI; inclu-so, le recomendó no viajar a México. Le ad-virtió que si lo hacía sería bajo su propio riesgo. Pero Arbabsiar aceptó el trato que le propuso CS1.

El 28 de septiembre, funcionarios del Instituto Nacional de Migración detuvie-ron a Arbabsiar a su arribo al Aeropuer-to Internacional de la Ciudad de México y lo deportaron a Nueva York. Llegó un día después al aeropuerto John F. Kennedy, donde quedó en manos de agentes del FBI. Entre su equipaje encontraron 3 mil 900 dólares, dinero iraní y un boleto de avión para salir de México en octubre con

un itinerario cuyo destino final era Teherán.Según el encausamiento judicial del

caso, el iraní confesó todo durante los in-terrogatorios a los que fue sometido; in-cluso, aceptó que altos oficiales iraníes con los que se reunió en Teherán habían aprobado el asesinato del embajador sau-dita y la eventual voladura del restauran-te donde éste iría a comer.

El documento señala en un pie de pá-gina que los agentes del FBI mostraron a Arbabsiar siete fotografías de los dirigen-tes de Quds, entre ellas dos que “no están disponibles” para el público. En una, Arbab-siar identificó a uno de los oficiales con los que presuntamente se reunió en Teherán. El documento no menciona su nombre; só-lo lo clasifica como “Oficial Iraní No. 2”.

Según el encausamiento judicial, los agentes del FBI aprovecharon que los ofi-ciales iraníes creían que Arbabsiar se en-contraba en México para proponerle al acusado que se comunicara con ellos. En las llamadas Arbabsiar utilizó la palabra en clave “Chevrolet” que supuestamente había acordado para referirse al atentado contra el embajador saudita.

–Quiero decirte que Chevrolet está lis-to para ser hecho. Quieres que continúe, ¿verdad? –comentó Arbabsiar a Shakuri.

–Sí, sí, sí… ¿Quieres decir que estás comprando todo para esto? –preguntó Shakuri.

–No lo sé, por ahora…Todo esta listo, ¿de acuerdo?

–Entonces cómpralo, cómpralo.–Este muchacho quiere algo de dine-

ro, quiere algún desembolso. ¿Qué dices? ¿Podrías darme algo más? Él quiere el otro 50%…

–Contigo ahí, no, no… El monto es-tá bien. Le daremos el resto, pero prime-ro debe comprar el auto para nosotros….

Las dudas

Después de que las autoridades estadu-nidenses hicieron pública su versión del complot, diarios estadunidenses y exper-tos en Irán y en terrorismo internacional la pusieron en duda.

El miércoles 12, The Washington Post publicó: “Algunos especialistas en temas de Irán expresan escepticismo sobre las razones que tendría una República islá-mica para asesinar a un importante fun-cionario saudita. Sería como lanzar un ac-to de guerra virtual contra ese país desde territorio de Estados Unidos”.

El diario cita a Alireza Nader, especia-lista en temas iraníes de la Corporación Rand: “No estoy desechando las eviden-cias necesarias; además, Irán tiene un lar-go historial de apoyo al terrorismo, pero un complot contra el embajador saudita en Washington estaría fuera de la norma”.

Robert Baer, antiguo agente de la CIA en la región de Medio Oriente, también declaró al Washington Post: “Los miembros de Quds son muy profesionales y astutos. Si quisieran eliminar a alguien, esa perso-na ya estaría muerta”.

El jueves 13, The New York Times seña-ló que incluso “altos funcionarios del go-bierno estadunidense debatían las razo-nes por las cuales Quds podría orquestar un ataque tan arriesgado de una manera tan amateur”.

La consultora Stratfor, por su parte, emitió el miércoles 12 un reporte en el que calificó de improbable que los cárte-les mexicanos de la droga apoyaran actos terroristas en Estados Unidos.

Argumentó que las organizaciones del narcotráfico “no buscan hacer dinero fá-cil o involucrarse en proclamas políticas violentas de otros. Los cárteles mexica-nos ya enfrentan sus propios problemas, como las batallas entre ellos y en contra del gobierno de México. Cualquier incur-sión en territorio internacional sería malo para sus negocios”.

El jueves 13, durante una audiencia del Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes, Michael Brown-field, subsecretario de Estado Adjunto pa-ra Asuntos Internacionales sobre Narcóti-cos y la Aplicación de la Ley, admitió que no cuenta con evidencias sobre contactos en-tre grupos terroristas y organizaciones del tráfico de drogas de México.

“Desconozco cualquier dato o evi-dencia dura. He visto reportes; también he escuchado rumores en el mismo sen-tido que usted, pero no podría hablar de un caso específico en el que pueda decir que tengo certeza”, respondió Brownfield a la pregunta específica formulada por el representante republicano de Texas, Mi-chael McCaul, sobre los presuntos lazos entre narcos mexicanos y terroristas.

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Arbabsiar. El “operador”

NARCOTERRORISMO

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Durante meses, dos empresarios vinculados a la indus-tria del entretenimiento: Juan José Rojas Cardona y Ra-món Agustín Madero Dávila, intentaron adquirir acciones de la endeudada Aviacsa para echar a volar sus naves y de paso controlar la codiciada ruta Monterrey-Las Vegas. Hasta ahora sólo los ha frenado la Secretaría de Comuni-caciones y Transportes, que en julio pasado canceló una operación, con lo que evitó que Madero Dávila, vinculado a Atracciones y Emociones Vallarta, se quedara con la ae-rolínea… Después vino el ataque al casino Royale y todo se le complicó.

California Sur. El Juzgado Tercero de Dis-trito en Materia Civil y de Trabajo de Nue-vo León dictó sentencia de aprobación al convenio propuesto por Madero Ávila el pasado 21 de enero.

Luego se anunció en los medios que en breve Aviacsa volaría otra vez por lo que empezaría a vender boletos. Pero eso no ocurrió. El subsecretario de Transpor-te, Felipe Duarte, anunció el pasado mayo la suspensión de la venta y aclaró que fue por “decisión de la propia empresa”.

El 28 de junio de 2011, en documen-tos de la Judicatura en poder de Proceso, se estableció que diversos actores apela-ron la autorización a Madero Dávila para operar Aviacsa pero que se falló a favor del coahuilense.

El texto señala que:“En el convenio concursal se pactaron

quitas y plazos para el pago, con el sopor-te financiero de un inversionista de nom-bre Lic. Ramón Agustín Madero Dávila, quien operará el título de concesión y ga-rantiza con bienes propios el cumplimien-to del convenio. El señor Madero Dávila de-berá solventar los gastos de operación una vez que la concursada, redimensionada en cuanto a rutas, flotas, etcétera, reanude operaciones e incluso, se renovó la vigen-cia de los permisos y acreditamientos ne-cesarios para operar”.

Sin embargo Aviacsa seguía sin poder despegar.

En los documentos que Proceso tiene en

su poder se aclara que pese a no haber in-convenientes para hacer los pagos o iniciar operaciones “ello no ha sido factible por-que el señor Madero no ha expensado los importes necesarios o cubierto con bienes propios lo insoluto. Se conoce que está in-tegrando un grupo de inversionistas y nego-ciando nuevas líneas de crédito para ello”.

La Judicatura indica que los juzgados verificaron que Madero Dávila es solvente y estaba en condiciones de prestar el ser-vicio, pero no hace más señalamientos de las razones que lo obligaron a suspender el boletaje y a no emprender el vuelo.

Grupo Madero

El 25 de agosto de este año a Madero se le presentó otro inconveniente: el incendio en el casino Royale de Monterrey, del que el empresario era socio y el que en algún momento tuvo a su cargo.

El conciliador del concurso mercantil, Miguel Arroyo Ramírez notificó a la Judica-tura Federal que “Madero Dávila fue accio-nista de la empresa Atracciones y Emocio-nes Vallarta S.A. de C.V., a partir de 2006 y hasta marzo de 2010. Conocemos que inclu-so fungió como vicepresidente del Consejo de Administración de la citada sociedad”.

La Judicatura le hizo una recomenda-ción a Madero. “A fin de mantener el con-sentimiento por parte de la autoridad concedente, respecto de la autorización para operar el título de concesión, se in-dicó al señor Madero que debe informar a la SCT en relación con su liga accionaria con Atracciones y Emociones Vallarta S.A. de C.V., e indicó, por conducto del conci-liador, que ya cubrió el requisito a través de una carta”.

En ese documento –fechado dos días después de la tragedia del Royale– el em-presario le asegura al secretario de Co-

municaciones y Transportes, Dionisio Pé-rez-Jácome, que nada tiene que ver con Atracciones y Emociones Vallarta, que nunca fue accionista y sólo formó parte del Consejo de Administración.

“Hace unos momentos sostuve una plá-tica con el Mtro. Felipe Duarte (subsecreta-rio de Transporte), por la vía telefónica, en donde comentamos la serie de rumores provocados por los infaustos acontecimien-tos que se suscitaron en la ciudad de Mon-terrey; entre los cuales se ha manejado en algunos medios de comunicación, mencio-nando mi nombre y el de mi hermano Jo-sé Francisco como accionistas de la empre-sa Atracciones y Emociones Vallarta, S.A. de C.V. (AEVSA), me permito hacerle las si-guientes acotaciones”, se indica en la carta en poder de Proceso.

“Nunca hemos sido dueños de capital accionario de esta empresa permisionaria del Gobierno Federal, para la operación de salas de juego”, sostiene, y luego aclara que en 2006 entró como integrante del Consejo de Administración, que renunció en marzo de 2010 “por así convenir a nuestros intere-ses”. Su afirmación se corrobora con el ac-ta notarial 16.603 del 9 de marzo de 2010.

En esa acta hay una relatoría pormeno-rizada de AEVSA desde su surgimiento, el 17 de marzo de 1992, hasta el 9 de marzo de 2010. Ahí se establece que los primeros ac-cionistas fueron Luis Miguel Martínez An-zures, Beatriz Eugenia Martínez Anzures, Inocencio Bautista González, Noé Álvarez Mora y Ricardo Henaine Mezher, pero lue-go sus nombres desaparecen y no se aclara a quién le vendieron sus acciones.

En la asamblea del 7 de marzo de 2008 se habla de la aprobación “de emisión de nuevos títulos accionarios previo canje y cancelación de los actuales”.

Luego “se ratifica” en el Consejo de Administración a Ramón Agustín Made-

Benjamín Flores

CASINOS

Aviacsa, en una época una de las aerolíneas de bajo costo mejor posicionadas en el mercado, tu-vo graves problemas económi-cos hace dos años: debía cuan-do menos mil 600 millones de

pesos al Sistema de Administración Tribu-taria (SAT) y al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México... adeudaba has-ta la turbosina que usaban sus unidades.

El 6 julio de 2009 el gobierno la decla-ró en concurso mercantil y desde enton-ces la aerolínea ha sido la joya más bus-cada por algunos propietarios de casinos –quieren tenerla bajo su tutela y explotar, de paso, la ruta Monterrey-Las Vegas–, en-tre ellos Juan José Rojas Cardona, El Zar del Juego, y Ramón Agustín Madero Dávila, del coahuilense Grupo Madero.

El primero en la puja fue Rojas Cardo-na, quien solicitó la compra en el juzga-do Tercero de Distrito en Materia Admi-nistrativa de Nuevo León, donde se había radicado el concurso mercantil de Aviacsa con el número 24/2009.

A finales de 2008 El Zar del Juego logró que sus hermanos Gerardo y Arturo Rojas Cardona firmaran un contrato de compra-venta con Provotel S.A. de C.V., e Impulso-ra Montesalt S.A. de C.V. –empresas de los hermanos Manuel y Mauricio Morales Ku-hne, dueñas del consorcio Aviaxsa al que pertenece la aerolínea–, por 24.5 millones de dólares a cambio de 49% de las acciones.

Juan José Rojas, dueño de los casinos Pal-mas, se comprometió a llegar a un acuerdo con los acreedores y liquidarlos y le entre-gó en prenda al gobierno federal el terreno donde está el primer centro de apuestas que fundó: el Bellavista, en el antiguo hotel Ra-mada Inn de San Nicolás de los Garza, Nue-vo León. Los hermanos Rojas sumaron al de-pósito su galgódromo en Nuevo Laredo.

Pese a lo avanzado de las negociacio-

Los

casineros quieren volarJESUSA CERVANTES

nes con la familia Morales Mega y de que el gobierno federal tenía bajo custodia dos empresas de los Rojas Cardona como ga-rantía de la transacción, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), en-tonces encabezada por Juan Molinar Hor-casitas, no autorizó la operación y la aerolí-nea entró de nuevo en concurso mercantil.

La apuesta por Aviacsa

En 1990, el entonces gobernador de Chia-pas, Patrocinio González Blanco Garrido, y un grupo de inversionistas crearon el Consorcio Aviaxsa para manejar una línea aérea de bajo costo: Aviacsa. Ésta fue ven-dida después a los hermanos Alejandro y Eduardo Morales Mega, quienes la trasla-daron a Monterrey.

A partir de los noventa y hasta me-diados de la primera década del siglo XXI Aviacsa consolidó una flota de 30 naves con 23 rutas. Una de ellas es la codiciada Monterrey-Las Vegas.

El 2 de junio de 2009 la SCT ordenó la suspensión de operaciones de 25 aerona-ves de Aviacsa, lo que le ocasionó a la ae-rolínea pérdidas por unos 30 millones de pesos. Pero dos días después el juez fede-ral con sede en Ciudad Valles, San Luis Po-tosí, Felipe Sifuentes Servín, le concedió una suspensión provisional, lo que le per-mitió reanudar vuelos.

En 2009 El Zar del Juego pretendía que-darse con 49% de las acciones de la aero-

línea. Según uno de sus colaboradores de aquella época, Rojas entregó grandes can-tidades de dinero a autoridades judiciales para que Aviacsa volviera a volar. De he-cho el juez que le permitió reanudar opera-ciones, Felipe Sifuentes, había encabezado hasta 2008 el Juzgado Segundo de Distrito de Monterrey y desde ahí en 2007 otorgó 10 amparos para mantener en operación va-rios casinos en la capital nuevoleonesa.

Pero el 2 de julio de 2009 la SCT vol-vió a detener a la aerolínea, ahora por un adeudo de turbosina y de pagos por ser-vicios de navegación aérea. Ahí acabaron los intentos de Rojas Cardona de obtener la ruta Monterrey-Las Vegas de Aviacsa.

En octubre de 2010 varios periodistas de finanzas afirmaron que la aerolínea ya tenía nuevo dueño. Se trataba del coahui-lense Ramón Agustín Madero Dávila, quien meses antes había dejado el Consejo de Ad-ministración de una empresa de casas de apuestas, Atracciones y Emociones Vallarta, operadora del casino Royale de Monterrey.

Según el plan de negocios de Madero, que dio a conocer el periódico El Norte, los nuevos dueños pagarían inicialmente 893 millones de pesos con los que se liquida-rían dos deudas: la de 300 millones al SAT y la de 500 millones con Servicios de Na-vegación al Espacio Aéreo Mexicano.

Para liquidar un adeudo de 293 millo-nes de pesos con Aeropuertos y Servicios Auxiliares, Madero entregó en garantía un terreno de 600 hectáreas en La Paz, Baja

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ganador del Premio Nacional de Comuni-cación José Pagés Llergo.

“Casi todos los medios sufrimos el boi-cot. El gobierno tiene convenios publicita-rios con Televisa, Televisión Azteca, El Sol de Puebla, Síntesis y algunas estaciones de radio... algunos de ellos se han converti-do en los paleros del gobernador, se dedi-can a maquillar la realidad y mencionar sólo los logros.

“A los que no tienen convenio les res-tringen las pautas publicitarias, los mar-ginan y no sólo eso, a través de sus opera-dores políticos presionan para que otros clientes retiren sus anuncios; eso han he-cho algunos ayuntamientos del mismo partido del gobernador (el PAN)”, narra Rodolfo Ruiz a Proceso.

Televisa y Televisión Azteca se han convertido en los consentidos del erario poblano. El expriista Moreno Valle, impul-sado por Elba Esther Gordillo, parece co-piar la estrategia de Enrique Peña Nieto: convertirse en un producto mediático pa-ra conquistar sus ambiciones políticas.

Hay algunos ejemplos.Una mañana el “chef Oropeza”, famoso

rostro de Televisa, saludó en su programa de cocina a Rafael Moreno Valle antes de reve-lar al auditorio la receta para preparar mo-le supuestamente creada por “la bisabuela” del mandatario poblano. Oropeza intentaba convencer al auditorio de que seguía al pie de la letra la receta original –enfocada por la cámara– presentándola como un manuscri-

to conservado por la familia Moreno Valle. Mientras Oropeza preparaba el mole,

Moreno Valle –invitado al programa– na-rró cómo es un día “en sus zapatos” y pre-sumió la seguridad de Puebla y su infraes-tructura turística.

“¡Toooodoooos vamos a Puebla!” (sic), anunció a principios de mayo la conduc-tora Andrea Legarreta. Junto con ella en un camión viajaban varios presentadores del Canal 2, entre ellos Roxana Castella-nos y Raúl Araiza. El equipo del programa Hoy anunciaba así que había sido invita-do por el gobernador Rafael Moreno Valle a pasar una semana en Puebla. El político salió en la pantalla del canal más visto en México para promover obras de su gestión y su programas sociales.

Televisa tiene razones para incorporar a Moreno Valle a sus programas de ma-yor audiencia. El gobernador comprome-tió 500 millones de pesos para la opera-ción del Centro de Rehabilitación Integral Teletón en Puebla además de que puso 36 millones de pesos del erario para Espacio 2011, otro proyecto auspiciado por la em-presa de Emilio Azcárraga.

El gobierno poblano se ha negado a di-fundir públicamente a cuánto ascienden sus convenios con Televisa y Televisión Azteca, así como sus gastos pormenoriza-dos para promover la imagen de Moreno Valle, cuyo círculo cercano deja correr la versión de que buscará la Presidencia de la República en 2018.

El periodista Arturo Manzano pi-dió –en la solicitud de información 156211/23-04-2011– el “desglose anual del presupuesto destinado para la con-tratación de programas de televisión de las empresas Televisa y TV Azteca pa-ra la promoción de la entidad de 2005 a marzo de 2011”. La administración esta-tal respondió: “A la fecha esta dependen-cia no cuenta con la información solici-tada, por lo que no es posible realizar la entrega material de la misma”.

Otros reporteros han solicitado co-pias de facturas, convenios y desgloses de gastos de publicidad. La respuesta del gobierno es siempre negativa, con dife-rentes argumentos.

Promesas de campaña

En su campaña por la gubernatura en 2010, Moreno Valle tuvo como contrincan-te a Javier López Zavala, delfín del enton-ces gobernador priista Mario Marín Torres, El Góber Precioso.

En aras de conquistar el voto, More-no Valle se presentó ante el electorado co-mo un político contrario al autoritarismo priista. En su plataforma, incluso, ofre-ció absoluta transparencia y equidad para el ejercicio periodístico: “Promoveremos una mayor democratización de los me-dios de comunicación”.

Sin embargo, no ha sido así.Uno de los primeros golpes contra la

transparencia lo sufrió la académica Li-lia Vélez Iglesias, directora de la carrera de periodismo de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, reporte-ra con amplia trayectoria en la entidad y quien fue seleccionada para formar par-te de la Comisión para el Acceso a la Infor-mación Pública (CAIP).

Vélez tenía derecho a ser reelegida al concluir su periodo como comisionada, pero, en el Congreso local, los diputados afines a Moreno Valle designaron a Javier Fregoso, excolaborador de Martha Érika Alonso –esposa del gobernador– quien pú-blicamente admitió su total inexperiencia en materia de transparencia.

En conversación con este reportero, Vé-lez no duda en señalar al gobierno de Mo-reno Valle como responsable de su salida de la CAIP para imponer a un comisionado afín a los intereses del gobernador.

“Yo llegué a la CAIP con el apoyo de la iniciativa privada, de las principales uni-versidades, de las organizaciones vincu-ladas con el tema; la persona que quedó llegó apoyada por una organización des-conocida vinculada con la campaña del gobernador. Él reconoció que desconocía el tema. Evidentemente hay un vínculo con el gobierno; se supo que había traba-jado como secretario particular de la es-posa de Moreno Valle.”

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El gobernador de Puebla. Comida con periodistas

ESTADOS / PUEBLA

Moreno Valle,

Durante su campaña, el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, ofreció transparencia institucional y en es-pecial un trato respetuoso y digno con la prensa. Pero en sus ochos meses de gestión, el expriista, quien ya dejó correr la versión de que buscará la Presidencia de la Re-pública en 2018, ha evidenciado que ese trato digno lo da solamente a medios incondicionales, como Televisa y TV Azteca, mientras que a los críticos les aplicó la ley del garrote. Frivolidad, dispendio y amenazas contra el perio-dismo crítico son ya la nota distintiva de Moreno Valle.

JUAN PABLO PROAL

PUEBLA, PUE.- Una madrugada del pasado marzo Rodolfo Ruiz Ro-dríguez, director del periódi-co digital E-consulta, recibió una llamada de la oficina de Comu-nicación Social del gobierno po-

blano. Un funcionario le pidió que cam-biara una fotografía del gobernador Rafael Moreno Valle que aparecía en la porta-da de ese medio. Ruiz preguntó cuál era el problema con la imagen y la respues-ta fue: “Aquí entre nos, al gobernador no le gusta cómo se ve en la foto”.

Ruiz cedió y cambió la fotografía. Su-puso que se trataba de un caso aislado. No contó con que exigencias de ese tipo se volverían cosa de todos los días. Harto de los caprichos del gobernador, un día el periodista se negó a cumplir la orden. “Es una fotografía informativa, no tiene na-da de ofensiva”... y eso marcó el principio del boicot publicitario contra E-consulta, el portal de noticias más consultado de Pue-bla, con nueve años de vida y dos veces

verdugo de la prensael frívolo

Promoción mediática

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Frente a la sede de la Cámara de Diputados esta-tal hay una enorme piedra colocada en el arroyo, jun-to a la acera como si fuera un auto estacionado. Es el símbolo de una protesta de la organización Actívate por Puebla –en la que participan universidades y organismos empresariales– por el retraso del Congreso local para apro-bar una nueva ley en la ma-teria que sí garantice la ren-dición de cuentas. La piedra está ahí, representando el si-lencio y la opacidad.

Vocero y verdugo

El pasado 3 de julio, el repor-tero Ernesto Aroche publicó en Milenio Puebla una nota titula-da: “Aumentan los secuestros; evalúan a 26% de la UECS”. La información advertía que de acuerdo con datos de la Unidad Es-pecializada en el Combate al Delito de Se-cuestro, la privación de la libertad iba al alza en el estado.

Pronto en su cuenta de Twitter, Aroche recibió un mensaje: “que ganas de exage-rar y maximizar los numeros. Quieres cons-truir una percepción que no responde a la realidad. Allà t” (sic). Lo firmaba Sergio Ra-mírez Robles, vocero del gobierno estatal.

“Me acusó de querer manipular la per-cepción negativamente hasta que dejó de discutir conmigo en redes sociales y al día siguiente supe que se reunió con el direc-tor de Milenio para cuestionarlo sobre mis mensajes”, confía Aroche a Proceso.

Ramírez Robles se ha caracterizado por confrontarse abiertamente con dueños de

periódicos y con reporteros que en las re-des sociales critican o difunden noticias adversas a Moreno Valle.

En Puebla, el vocero gubernamental está dotado de una atribución extraordi-naria: puede demandar por daño moral a cualquier periodista que afecte los inte-reses del gobierno local. Esta prerrogati-va se legalizó durante el gobierno de Mo-reno Valle.

El jurista Ernesto Villanueva advierte: “Esta medida es inconstitucional por

dos razones: a) Los derechos de la per-sonalidad son considerados ‘personalísi-mos’; es decir, el gobernador no puede de-legar en quien no tiene interés jurídico la potestad de iniciar un proceso judicial en una causa que no es la suya, lo que sería notoriamente improcedentes; b) La críti-ca de los servidores públicos y del gobier-no no sólo está permitida, sino que es una obligación del periodismo responsable co-mo lo han sostenido la Corte Interameri-cana y nuestra Suprema Corte de Justicia en jurisprudencia firme”.

A principios de febrero pasado, el go-bernador envió al Congreso local una ini-ciativa para despenalizar los delitos de difamación y calumnia. La iniciativa fue aprobada el 22 de ese mes y se convirtió en ley un día después, al ser publicada en el Periódico Oficial del Estado.

En principio, la propuesta parecía be-néfica para el ejercicio periodístico, pero en un análisis más profundo se descubrió que tiene apartados que amenazan el tra-bajo de los periodistas, pues deja abierta la puerta para que cualquier ciudadano demande por “daño moral”.

El Capítulo Puebla de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi) advirtió que “tal y como está plan-teada podría constituir un mecanismo ve-lado para nuevos tipos de censura a tra-

vés de decisiones arbitrarias en lo que toca a la reparación eco-nómica como sanción al daño moral”.

Roberto Alonso, secretario de la Amedi en Puebla, advier-te que junto con la despenali-zación de la difamación y la ca-lumnia se necesita una ley que regule expresamente la acti-vidad periodística así como la figura de la “malicia efecti-va”, que obligue a los servido-res públicos a demostrar que el periodista faltó a la verdad expresamente para afectar su reputación.

“Ahora puedes ser deman-dado por hasta 170 mil pesos. Obviamente esto inhibe el ejercicio de la libertad de ex-presión. Dijo que es una po-

sibilidad que particulares también podrían demandar. El Poder Judicial está sometido al Ejecutivo y podría considerar culpable a un periodista y obligarlo a pagar una multa que no podrá saldar, porque el sueldo de un re-portero es de 5 mil o 6 mil pesos”, señala a este semanario Martín Hernández, reporte-ro de La Jornada de Oriente.

Ante la política de comunicación so-cial del gobierno de Moreno Valle, Rodol-fo Ruiz confía que entre los periodistas co-rre una broma: “¡Ya extrañamos a Mario Marín!”

Ruiz denunció, además, que la Contra-loría poblana prepara un proceso admi-nistrativo contra su esposa, Mónica Arro-yo a quien se acusa –falsamente, afirma el periodista– de incurrir en duplicidad de funciones al prestar servicios en el ayun-tamiento de Puebla como presidenta del Tribunal de Arbitraje Municipal, y en la Junta Local 04 de Conciliación y Arbitraje, como representante patronal.

“Dicho procedimiento contra mi espo-sa –del que no ha sido notificada oficial-mente; nos enteramos de él por una nota periodística– es una represalia del gober-nador Moreno Valle en su insistente afán de acallar al medio digital que dirijo y del que soy fundador y socio”, dice Ruiz.

La Amedi Puebla respaldó la trayectoria y honestidad del periodista en un comuni-cado firmado por reconocidos académicos e intelectuales locales, entre ellos Eduardo Almeida, Ana Lydia Flores y María Eugenia Sánchez Díaz de Rivera.

“Es necesario que en el estado exista una política de comunicación social com-prometida con la libertad de expresión, transparente en el uso de los recursos pú-blicos destinados a la promoción de las actividades de gobierno, y que responda a criterios objetivos y medibles para la asig-nación del gasto por concepto de la publi-cidad oficial”, se lee en el comunicado.

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ESTADOS / PUEBLA

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Gatti también sube al escenario del cine Majestic Passy. Se ve un poco can-sado y se pierde en recuerdos persona-les. Diplomáticamente Hessel retoma el hilo del debate.

Al igual que en su librito, se dirige a los jóvenes. Les dice: “No deben ser indiferen-tes. No deben decir: ‘no puedo hacer nada, sólo voy a tratar de arreglármelas como pueda’. Al comportarse así ustedes pier-den unas de las componentes esenciales de lo humano: la facultad de indignación y la del compromiso”.

También enfatiza que pudo salvar su dignidad en los campos de concentración gracias a la solidaridad y a la poesía.

Hessel se expresa en un francés refi-nado que salpica de vez en cuando con

A punto de cumplir 94 años, Stéphane Hessel encarna el espíritu de resistencia ante el totalitarismo del mercado. Su libro Indignez vous! ha inspirado a los miles de jóvenes que se movilizan en Europa y Estados Unidos contra un sis-tema económico y político global que les arrebata el futuro. Sobreviviente de los campos de concentración nazis, diplo-mático que participó en la elaboración de la Carta de los De-rechos Humanos de la ONU, Hessel mantiene su activismo y defiende los principios humanistas que han guiado su vida. Uno de ellos: el derecho a la dignidad y a la indignación de los ciudadanos del mundo.

expresiones populares. Contesta con gran respeto y mucho humor a cada pregunta del público. Se burla de sí mismo cuando siente que su interlocutor tiende a ideali-zarlo. Al final del debate, se levanta y re-cita con fervor un largo poema de Arthur Rimbaud, Les Chercheuses de Poux.

Luego se disculpa: “Ya son las diez y media de la noche. Mañana me toca via-jar temprano a Nancy (Francia) y luego a Karlsruhe (Alemania)”.

Antes de irse confirma a la reportera que también estará en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, a principios de noviembre para participar en las labores del Tribunal Rus-sell sobre Palestina.

“Así es desde finales del año pasado”, confía con una sonrisa maliciosa. “Mi li-brito me exige viajar por todas partes y me importa obedecerle.” 

Y con cierta coquetería recuerda que acaba de regresar de Nueva York, donde presentó su “librito” traducido al inglés con el título Time for Outrage.

Aventura literaria

La aventura de Indignez-vous! empezó a mediados del año pasado durante una larga conversación que Hessel sostuvo con Sylvie Crossman y Jean Pierre Barou, quienes crearon en 1996 la editorial Indí-gena en la ciudad de Montepellier (sur de Francia).

Su meta: “Dar visibilidad a una mo-dernidad distinta de la que un Occiden-te a la vez asustado y arrogante concibió basándose en una noción de progreso mecanicista, cada vez más totalitario y dominado por la economía y las finan-zas”, explica Crossman.

La editorial Indígena cuenta con varias colecciones. Entre ellas destacan una lla-mada Los que caminan contra el viento, en la

que Hessel publicó Indignez-vous!, otra –In-digène Art– que cuenta con una veintena de títulos, entre ellos Chiapas, México, Cali-fornia. Un mundo hecho de todos los mundos, coordinado por Yvon Le Bot y una tercera –Indigène Esprit– que incluye libros sobre los indios Navajo, los Inuit y el Tíbet.

Grossman, Barou y Hessel coincidie-ron en la necesidad de lanzar un nuevo grito de alarma ante las crisis profundas y peligrosas que amenazan a Francia y al mundo en el alba de la segunda déca-da del siglo XXI. Decidieron que convenía “interpelar” a los jóvenes.

“Nos pareció importante recordar a las nuevas generaciones que sólo gracias a la fuerza de la indignacion y de la moviliza-

INTERNACIONAL / PROTESTA SOCIAL

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Hessel. Símbolo

PARÍS.- Stéphane Hessel se sube al escenario. Es alto, elegante, distinguido. El público aplaude con entusiasmo. Hessel sonríe con cortesía y agradece.

La admiración que suscita no marea en absoluto a este jo-ven caballero a punto de cum-

plir 94 años, que vivió “lo peor y lo mejor del siglo XX”. Asume con serenidad y sin pretensión su papel de “símbolo”: desde hace siete décadas encarna en Francia el espíritu de resistencia ante lo inaceptable.

Más que un sabio, Hessel es una con-ciencia ética.

ANNE MARIE MERGIER

El derecho a la

indignaciónSu mensaje no siempre encontró eco

durante las últimas décadas, pero desde la publicación, a finales de 2010, de Indignez- vous!, un librito de escasas 30 páginas, su llamado a la indignación y a la resistencia recorrió el mundo. Inspiró a la juventud de España, que retomó el título de su libro para nombrar a su movimiento de protesta: Los Indignados. También inspiró la creación del día Internacional de los Indignados que se celebró este sábado 15 y la organización de la Marcha de los Indignados hacia Bruselas.

En la noche del 10 de octubre, Hessel es el invitado del realizador francés Jorge Amat que estrena su documental Espíritu de Resistencia en la sala cinematográfica parisina Majestic Passy. No cabe un alfiler en la sala.

La película es apasionante: recoge los testimonios de cuatro personajes que resistieron al nazismo y que logra-ron sobrevivir en campos de concentra-ción: el dramaturgo Armand Gatti (autor la famosa obra La pasión del general Fran-co), Pierre Daix (periodista, escritor y especialista de arte moderno), Serge Sil-berman (productor de tres películas de Luis Buñuel: El diario de una camarera, La vía láctea y El discreto encanto de la burgue-sía,)  y Stéphane Hessel.

En el documental, estos cuatro hom-bres explican cómo lograron preservar su “esencia humana” en medio del horror y cómo salieron de esa experiencia extrema armados con inquebrantables conviccio-nes humanistas.

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Desde el principio de esta aventura, Hessel precisó que no cobraría derechos de autor. Estos se entregan a fundaciones y ONG que el autor apoya. Entre ellas des-tacan el Tribunal Russell para Palestina creado en 2009 y el Colegio Internacional Ético, Científico y Político fundado en 2002 por Milan Kucan, expresidente de Eslove-nia, y Michel Rocard, exprimer ministro socialista francés.

Resistir

¿Qué aporta Hessel en esas 30 páginas que se convirtieron en un fenómeno edi-torial internacional?

Nada nuevo, dicen sus detractores, in-quietos ante su éxito planetario o enfure-

cidos por su apoyo indefectible a la causa palestina.

Un mensaje de esperanza y un formi-dable ánimo de lucha, replican sus lectores.

“Estos principios y valores fueron la base de la democracia moderna de nues-tro país, una verdadera democracia econó-mica y social que implicaba la pérdida de poder de los grandes feudos económicos y financieros (…) La resistencia proponía un uso racional de la economía que ase-guraba la subordinación de los intereses particulares al interés general (…) También defendía la libertad de prensa, el honor y la independencia de los periodistas con rela-ción al Estado, a los poderes económicos y a las influencias extranjeras”. 

Indignez-vous! cuenta con siete capí-

tulos. En el primero Hessel recuerda a la juventud francesa y explica a sus lectores extranjeros la importancia de los princi-pios y los valores que defendió el Consejo Nacional de la Resistencia creado clan-destinamente en Francia en 1943 para lu-char contra la ocupación nazi.

Enfatiza  Hessel: “Es toda esa base de conquistas sociales de la resistencia que se cuestiona y se ataca hoy día. Ur-ge defenderla”. 

El motivo de la resistencia es la indigna-ción, tal es el título del segundo capítulo en el que el autor insta a los jóvenes a indignarse y luego a comprometerse a luchar contra las desigualdades cada vez más abismales que existen entre los más ricos y los más pobres, contra el poder

esas poblaciones, conocer sus problemas. Creamos el Libro de los pueblos, al que le daremos seguimiento”.

Y agrega: “Todo ello con el fin de ir am-pliando a otros países el movimiento, que ya no sólo sea de un solo país, sino trabajar co-ordinadamente, tomar decisiones libremen-te, pero de manera conjunta”.

Kevin, un activista francés de 19 años, comenta que el movimiento está en plena evolución: “No sabemos qué va a pasar en un mes. No funcionamos bajo los viejos es-quemas de mando comunista o anarquista”.

Él es uno de los siete indignados que, por sorteo, integró la delegación que el martes 11 se reunió en el Parlamento Europeo con los eurodiputados comunistas Willy Meyer, de España, y Chontis Nikolaos, de Grecia.

En el encuentro, los jóvenes les dijeron que los eurodiputados no representaban a nadie, y que si querían escuchar las reivin-dicaciones del movimiento deberían asistir como cualquier otro ciudadano a una de sus asambleas.

–¿Cómo piensan coordinar y progresar en sus propuestas sin una organización más formal? ¿Hay una estructura? –se le pregun-ta a Kevin.

–Claro que hay una estructura. En lo concerniente a los contactos y la coordina-ción con otros países; ahí está el comité in-ternacional de Barcelona.

El primero de esos comités fue constitui-do por la asamblea de Barcelona el pasado 18 de mayo, y desde entonces se han crea-do otros en muchas ciudades europeas.

Sin fronteras

Mediante el uso exhaustivo de los nuevos canales de comunicación vía internet, vi-deoconferencias, streamings para la co-nexión de audio y video, blogs, chats, Twit-ter o Facebook, estas comisiones han tejido una red de comunicación en tiempo real.

En su paso por Francia, los organizadores de la marcha a Bruselas instalaron un centro de

medios que recibió el apoyo de Le Loop, un co-lectivo de hackers franceses que previamente había colaborado con las movilizaciones espa-ñolas, relata a Proceso Héctor Huerga.

Además, entre el viernes 7 y el sábado 9, la comisión internacional organizó en sus páginas en internet asambleas informativas por videochat con los distintos países parti-cipantes en la manifestación global del sá-bado 15.

Huerga detalla: “Nos organizamos a par-tir de un listado de correos electrónicos; or-ganizamos chats internacionales en inglés, abiertos al público del directorio, y enviamos a todos las convocatorias a eventos”.

A través de distintos canales se propor-cionó información acerca de la caminata a Bruselas. La idea de realizarla nació a me-diados de año durante la marcha de indig-nados españoles de Barcelona a Madrid.

“Fue una idea concebida por una so-la persona. Cuando esa marcha llegó a Ma-drid el 23 o 24 de julio, ya todo mundo la co-

nocía y la había ‘procesado’. ‘En caliente’ se discutió en asamblea y se decidió ir a Bruse-las”, dice Huerga.

Frank, un francés de 43 años que vive cerca de París, se enteró de la marcha por medio de internet. Comenta a este sema-nario que desde hace año y medio no tiene trabajo. Se dedicaba a realizar vitrales y su principal cliente, el Ministerio de Cultura, re-cortó drásticamente su presupuesto. Cuan-do supo que Los Indignados pasarían cerca de su casa, no dudó en unirse.

El martes 11, el corresponsal de Proce-so en Bruselas envió una dirección de correo electrónico y un teléfono a una encargada de prensa del movimiento. Al día siguiente reci-bió un mensaje de texto en español, francés e inglés que informaba de una reunión en los locales del banco francobelga en bancarrota.

Decía: “Acción directa. Los Indigna-dos ocupan el edificio del banco Dexia. Me-tro Rogier. En unos minutos. Asamblea en el edificio por otro sistema bancario”.

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Coordinación “on line”

INTERNACIONAL / PROTESTA SOCIAL

ción de los ciudadanos lograremos que se es-cuche nuestro mensa-je, un mensaje simple y claro: el mundo nos pertenece y no a los Estados, y menos aún a las fuerzas del mer-cado de las cuales los Estados se volvieron los títeres”,  explica Hessel en su nuevo li-bro Tous comptes faits ou presque…, (A final de cuentas o casi…), publicado el pasado 6 de octubre.

Así nació Indignez-

vous!. Fue escrito de un solo jalón y publica-do el 20 de octubre de 2010, día en que Hessel festejó sus 93 años. El autor y los editores optaron por ponerle un precio de venta mó-dico: 3 euros. En dos meses, y sin campaña publicitaria alguna, se vendieron 450 mil ejemplares. Esa cifra subió a 900 mil ejem-plares a finales de diciembre. Fue el libro que más se regalaron los franceses en Navidad. Hoy son más de 2 millones de libros vendi-dos sólo en Francia y 2 millones más en el mundo.

Durante 2011, Indignez-vous! fue tra-ducido a 34 idiomas. Barou y Crossman se mostraron exigentes para la selección de los editores extranjeros. Por lo general pri-vilegiaron pequeñas editoriales militantes, como la suya. En el caso de España, en cam-

bio, firmaron un contrato con Planeta para asegurar una traducción homogénea y una distribución más fluida en toda América La-tina, pero exigieron del grupo editorial que comprara los derechos de todos los demás libros de Hessel para distribuirlos amplia-mente en los países hispanohablantes.

Crosmman y Barou cuentan que en Albania y Macedonia militantes crearon editoriales para poder publicar Indignez-Vous!. Aluden a los problemas que tienen con la traducción china. Está hecha. No sufrió censura alguna, pero la distribución del libro se suspendió porque Hessel se entrevistó largamente con el Dalai Lama en Francia en agosto pasado. En cambio, Indignez-Vous! se vende muy bien en Japón y en Corea del Sur, aseguran.

BRUSELAS.- Luego de la protesta in-ternacional de Los Indignados, pre-vista para su realización el sába-do 15 en esta ciudad, “cada uno de los participantes regresará a su país, pero eso no significa que el

movimiento se apaga. Las comisiones inter-nacionales que se han creado en cada ciu-dad continuarán activas”, explica Tatiana, una belga de 56 años que atiende a los perio-distas interesados en la inédita marcha que miles de “indignados” emprendieron a la ca-pital de la Unión Europea (UE) provenientes de España, Francia, Holanda, Alemania, In-glaterra y otros países de la región.

“Es verdad que el movimiento se va construyendo con base en la experiencia, en el día a día de las asambleas populares. Pero detrás de esa espontaneidad hay una organización horizontal en la que cada quién actúa a título personal”, comenta Tatiana en entrevista con Proceso realizada en el edi-ficio en desuso de la Alta Escuela-Universi-dad de Bruselas, donde la policía los obligó a replegarse.

La marcha de Los Indignados a esta ciu-dad se propone internacionalizar la protesta. “Ese es nuestro objetivo. Así lo planteamos desde el principio. En las asambleas, por ejemplo, hay traducción simultánea a espa-

ñol, inglés y francés”, indica Tatiana.Los Indignados están resueltos no sólo a

mantener vivo el movimiento, sino a expandir-lo hasta lograr una coordinación con los co-lectivos de otros países que se han sumado.

En su programa incluyeron la discusión de temas como el origen de la crisis econó-mica global, la voracidad de los sistemas fi-nancieros y la falta de oportunidades para la juventud en todo el mundo. También habla-rán acerca de la agricultura, el lobby de la ali-mentación, la representación política, la re-presión policial, y sobre Grecia y Palestina.

Sebastián, estudiante de ciencias políticas en España, apunta: “El propósito es ampliar el movimiento para que nuestras posturas sobre los temas nacionales se coordinen. Todos su-frimos lo mismo. En cada uno de nuestros paí-ses los sistemas políticos y el entramado fi-nanciero le han dado la espalda a la sociedad, y nosotros queremos revertir eso”.

Los indignados que llegaron a Bruse-las se sumaron a una iniciativa surgida el verano pasado en la Puerta del Sol en Ma-drid, epicentro del movimiento, para progra-mar la marcha de este sábado 15: 15O uni-ted for #global Exchange. En ésta se previó la participación de colectivos de 308 ciuda-des de 40 países, incluido un grupo de Ti-juana, México.

MARCO APPEL Y ALEJANDRO GUTIÉRREZ

Globalizaciónde la protesta

Con el lema “Unidos por un cambio glo-bal”, el documento de convocatoria para es-ta “protesta no violenta a escala global” es-tablece que “personas de todo el mundo tomarán las calles y las plazas. Desde Amé-rica a Asia, desde África a Europa, la gente se está levantando para reclamar sus dere-chos y pedir una auténtica democracia.

“Unidos en una sola voz haremos saber a los políticos, así como a las élites financieras a las que sirven, que ahora somos nosotros, la gente, quienes decidiremos nuestro futuro. No somos mercancía en manos de políticos y banqueros que no nos representan.”

Visión compartida

En julio pasado, poco antes del anuncio de la movilización global, Los Indignados reci-bieron en España la visita del actor y activis-ta Hördur Torfason, quien en 2008 impulsó la llamada “revolución silenciosa” en Islandia e instó a su pueblo a reaccionar ante los abu-sos de banqueros y políticos que llevaron a la bancarrota a este país del norte de Europa.

Torfason les compartió a Los Indignados la experiencia del movimiento islandés, que el 24 de enero de 2009 exigió la dimisión del gobierno encabezado por el primer minis-tro Geir H. Haarde, quien renunció dos días después. El 7 de junio último el expremier compareció ante la justicia acusado de ne-gligencia grave ante la crisis económica pro-vocada por la voracidad de la banca.

“Seguramente –dijo Torfason– ninguno de nosotros tenga las soluciones, pero sí te-nemos una visión compartida y queremos resistirnos al sistema vigente. Por ello les re-comiendo resistir y mantenerse con el obje-tivo común de lograr un mundo mejor y con menos corrupción.”

En Gante, Bélgica, en las jornadas fina-les de la caminata que llegó a Bruselas, Al-fonso, uno de los jóvenes indignados, ex-plica que “la caminata tuvo el objetivo de ir tejiendo esa red. Al pasar por pueblos y ciu-dades la pretensión fue establecer ligas con

Libro de referencia

Page 19: CALDERÓN Y SU GUERRA LAS VÍCTIMAS, SIN RESPUESTA

ser feliz para ser digno de ella; aprendí a ser feliz, es decir, a creer en mí como pro-pagador de felicidad, para poder vencer cualquier obstáculo que se encuentre en-tre la meta perseguida y el esfuerzo que implica alcanzar esa meta.” 

Helen es la protagonista de la pelícu-la Jules et Jim que Francois Truffaut reali-zó en 1962. El film cuenta su historia de amor con dos escritores: Franz Hessel, su esposo, y Henri-Pierre Roché, su amante. La película es una adaptación de la novela homónima escrita por Roché.

Stéphane, sus padres y su hermano se mudaron a París en 1924 y vivieron la efer-vescencia artística de esa época. Alumno brillante, Stéphane Hessel obtuvo su ba-chillerato a los 15 años y emprendió sus estudios superiores con entusiasmo. Se casó con una joven rusa Vitia Mirkine Gue-tévitch en 1939. Un año más tarde fue dete-nido por los alemanes, pero logró escapar. Se fugó a Londres en 1941 y se incorporó a las Fuerzas Francesas Libres (FFL) que se organizaban alrededor del general De Gau-lle. Muy pronto fue reclutado por los Servi-cios de Espionaje e Inteligencia de las FFL.

Empezó a realizar misiones en Fran-cia. En 1942 fue detenido en París por la Gestapo, la policía secreta alemana. Fue torturado y deportado al campo de con-centración de Buchenwald, junto con otros 35 compañeros suyos.

Según cuenta en Tous comptes faits, ou presque… fueron encarcelados en el Block 17, la antesala de la muerte. Se aterraron cuan-do vieron que 16 de sus compañeros habían sido colgados en ganchos de carnicero.

Gracias a la complicidad de un preso, Eu-gen Kogon, quien trabajaba en la enfermería donde se mantenían aislados a los prisio-neros que padecían tifus, el médico alemán que dirigía ese servicio aceptó cambiar las

identidades de tres enfermos que acababan de morir con las de dos oficiales británicos y un francés. El francés era Stéphane Hessel, que tomó el nombre de Michel Boitel. Ese cambio de identidad que le salvó la vida se realizó el 20 de octubre de 1944, el día de su cumpleaños. Tenía 27 años. Los demás dete-nidos fueron ejecutados.

El doctor Ding-Schuler había aceptado ese “intercambio” porque sabía que Ale-mania estaba perdiendo la guerra. Busca-ba “colaborar” para protegerse de futuras represalias.

Hessel fue trasladado al campo de concentración de Dora y en 1945 logró es-capar del tren que lo llevaba a otro campo de concentración: el de Bergen-Belsen.

Después de la guerra, Hessel tuvo la “tentación” de ser escritor, pero enten-dió que no “tenía vocación”. Se integró al servicio diplomático. Inacabable es la lis-ta de las responsabilidades oficiales que asumió entre 1946 y 1983, muchas de ellas en altas esferas de las Naciones Unidas. Infinitos son sus compromisos en defen-sa de los derechos humanos y sus luchas políticas que sigue llevando hoy con más energía que nunca.

Sin lugar a dudas, la misión oficial que más lo enorgullece es la primera que le fue confiada. Durante tres años, de 1945 a 1948, trabajó en la elaboración y la re-dacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que fue adoptada por la ONU el 10 de diciembre de 1948.

Junto con lo que sufrió en los campos de concentración nazis, esa experiencia lo marco de por vida y determinó el eje de su vida personal, profesional y política: de-fender contra viento y marea el derecho a la dignidad de cada uno de los seres hu-manos que pueblan el planeta. Y hacerlo hasta el último soplo de vida.

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“Insurrección pacífica”

INTERNACIONAL / PROTESTA SOCIAL

sin igual, insolente, egoísta del dinero, a favor de los destechados, los indocu-mentados, los migrantes perseguidos, discriminados, encerrados en centros de retención…

“Lo que nos motivó en la resisten-cia fue la indignación. Nosotros, los ve-teranos de la resistencia, llamamos a las nuevas generaciones a hacer vivir y a transmitir nuestra herencia y nues-tros ideales. A los jóvenes les decimos: ‘¡Tomen el relevo e indígnense! Los res-ponsables políticos, económicos, inte-lectuales y el conjunto de la sociedad no deben renunciar ni dejarse impresionar por la dictadura internacional de los mercados financieros que amenaza la paz y la democracia.” 

El quinto capítulo está totalmente de-dicado a la causa palestina que el autor, judío que no cree en el monoteísmo y se interesa en la filosofía budista, defiende desde hace décadas.

En ese capítulo escribe: “El hecho de que judíos perpetren crímenes de guerra, es insoportable. Desafortunadamente en

la historia hay pocos ejemplos de pueblos capaces de sacar lecciones de su propia historia”.

Estas dos frases provocaron un escán-dalo en círculos intelectuales y políticos franceses que calificaron a Hessel de an-tisemita. También bloquearon la distribu-ción del libro en Israel.

Los dos últimos capítulos son un ale-gato a favor de la no violencia y de la insu-rrección pacífica.

Explica Hessel: “Estoy cada vez más convencido de que el porvenir pertenece a la no violencia, a la conciliación de cul-turas diferentes. Será la vía que permitirá que la humanidad pase a otra etapa”.

Precisa:  “La violencia no es eficiente. El terrorismo no es eficiente. Hay que en-tender que la violencia da la espalda a la esperanza. Siempre hay que privilegiar la esperanza, la esperanza de la no violen-cia. Tanto por parte de los opresores como por parte de los oprimidos hay que acep-tar la perspectiva de llegar a una negocia-ción para hacer desaparecer la opresión. Es lo que permitirá acabar con la violencia

terrorista. No hay que dejar que se acu-mule el odio.

“El mensaje de Mandela o de Martin Luther King es sumamente pertinente en un mundo que ya rebasó el enfrentamien-to de las ideologías y el totalitarismo con-quistador. Es un mensaje de esperanza en la capacidad de las sociedades modernas para resolver los conflictos gracias a una comprensión mutua y una paciencia vi-gilante. Para lograr esa meta es preciso apoyarse en el derecho cuya violación, cualquiera que sea el autor de esa viola-cion, debe indignarnos.”

Al final de su librito, Hessel recuerda que si bien la resistencia venció el nazismo, siguen subsistiendo amenazas fascistas.

Y lanza una última exhortación: “Lla-mamos a una verdadera insurrección pacífica contra los medios masivos de comunicación que proponen como único horizonte para nuestra juventud el con-sumo desaforado, el desprecio a los más débiles y a la cultura, la amnesia generali-zada y la competencia a ultranza de todos contra todos. 

“A los que construirán este siglo XXI les decimos con todo nuestro afecto: Crear es resistir, resistir es crear.”

Humanismo

A lo largo de esas 30 páginas, Hessel defien-de su optimismo inquebrantable. No cree ciegamente en el ser humano. Su paso por los campos de concentración lo enfrentó con el rostro más oscuro del hombre. Es-tá consciente de la complejidad humana, pero sigue creyendo en “el progreso de la humanidad por contradictorias que sean las etapas de su evolución con sus pasos adelante y sus pasos atrás, con sus impul-sos colectivos y sus logros individuales”. 

Cada vez que se le reprocha ser “uto-pista” o “ingenuo” contesta: “El verdadero realismo es tomar la medida del potencial humano y no dejarse impresionar por las limitaciones que impone la resignación”.

Lo dice y lo repite: ese optimismo se forjó en su familia, en la lucha para sobre-vivir a la barbarie, y en su larga vida dedi-cada a grandes causas humanistas.

Stephane Hessel nació en 1917 en Ber-lín, donde pasó los siete primeros años de su vida. Su padre, Franz Hessel, era un es-critor judío que, junto con el filósofo Wal-ter Benjamin, se lanzó en una formidable aventura literaria: traducir toda la obra de Marcel Proust al alemán. Helen Grund, su madre, tambien judía, era una hermosa in-telectual berlinesa anticonformista cuya in-fluencia fue capital en la vida de Stéphane.

“Siempre que hablo de Helen, confieso lo mismo: ella fue lo más importante que me dio la vida. Un día me dijo: ‘Es preci-so ser feliz y la felicidad que uno vive hay que difundirla alrededor’ (…) Aprendí a

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“La fuerza de la indignación”