Cuando se cumplen treintaaños de la decisión delgobierno de FelipeGonzález de luchar contraETA con sus propiasarmas, Cal viva es el relatomás visceral, descarnadoy directo que nunca sehabía escrito de loscrímenes de los GAL, através del testimonio en

primera persona de uno desus protagonistasindiscutibles.

José Amedo revela por finlos detalles másminuciosos, hasta ahoradesconocidos: cómo seurdió el asesinato deSantiago Brouard en elhotel Ercilla de Bilbaodurante el duelo por elsenador del PSOE Enrique

Casas, la colaboración dela policía francesa paraacabar con el santuario dela banda en el sur deFrancia o la conspiraciónque trenzó BaltasarGarzón para vengarse delninguneo que padeciódurante su etapa en lapolítica.

Pero no solo eso. En estelibro, el exsubcomisario

identifica con nombre yapellidos quién ordenó,quién planeó y quiénejecutó cada atentado, ydesnuda el alma de laguerra sucia respondiendo,entre otros, los siguientesinterrogantes:

• ¿Cómo pensaban losmercenarios y sussuperiores?

• ¿Cómo se relacionaban?

• ¿Cuáles eran susinquietudes?

• ¿Cuáles sus pasiones?

José Amedo Fouce

Cal vivaUn relato estremecedor:

la verdad definitivadesde las entrañas de

los GAL.

ePub r1.0jandepora08.10.13

Títulooriginal:CalvivaJoséAmedoFouce,2013

Editordigital:jandeporaePubbaser1.0

PRÓLOGO.LAS

CUCARACHASCORRENAOCULTARSE

Han pasado treinta añosdesde que los GruposAntiterroristas de Liberación

(GAL) comenzaron a actuarde forma oficial (en octubrede 1983): secuestro, tortura,asesinato y enterramiento encal viva de los presuntosmilitantes etarras JoséAntonio Lasa y José IgnacioZabala.Ydieciséisdesdequeel maestro de periodistas yescritor Manuel VázquezMontalbán escribiera «Viajea la cheka democrática»,

prólogo del libroEl origendel GAL, que publiqué en1997conmiexsocioManuelCerdán.

Después de tanto tiempoytantosaños,elcasoGALnoestá cerrado. Aún quedanvarias e importantesincógnitas: el asesinato en1984 de Santiago Brouard,pediatra y dirigente deHerriBatasuna; el atentadomortal

en 1987 contra Juan CarlosGarcíaGoena, ciudadano sinrelación con ETA y queúnicamente se negó a hacerla mili y se refugió enFrancia; dirigentes políticosque tuvieron una actuacióndirectaconelgrupoterroristay que todavía siguen en elanonimato; quiénes eran lasmujeres mercenarias queintegraron un comando

operativo y cuántos policíasfrancesescolaboraronconlosGAL y cuánto cobraron delgobierno que presidía elsocialistaFelipeGonzález.

El prólogo que escribióen 1997 el maestro VázquezMontalbán, especialista ennovelanegraconsudetectiveCarvalho (curiosamente elmismonombredeunodelosmercenarios portugueses que

actuó para los GAL), siguevigente en 2013: «El casoGALplantealaexistenciadeuna amplia correlación decomplicidadesquevandesdelos restos de fuerzasparapoliciales heredados delrégimen franquista hastasupuestos demócrataspsicópatas de la razón deEstado que justifican laviolación de los derechos

humanos en nombre derazones superiores nodemostrables».

Vázquez Montalbánprofundizabaensuprólogoeindicabaque«despuésdelosprogenitoresyagentesdelosGAL,RubioyCerdánsonlosque mejor saben en quéconsistió y enqué consiste».También recordaba: «Habloenpresenteporqueelcasode

los GAL gravita sobre lademocracia española y nodejarádehacerlohastaqueseultimenlosencausamientosyprocesamientos».

Ysentenciabaelreferentede la izquierda española yprogenitor de revistas comoTriunfo yPor Favor y autorde una obra de referenciaperiodística y académicacomo «Informe sobre la

información»: «No se tratade un libro basado enmateriales ajenos, sino frutode la experiencia directa, ypor eso los autores tratan deaportar la veracidad de lainformación situada en ellugar, tratandoderecogernosolo la situación y laspalabras, sino también lagestualidad y los silencioscomo elementos lingüísticos

ratificadores».Esos tres apuntes de uno

de mis referentesperiodísticos, VázquezMontalbán,sepuedenaplicary utilizar, plenamente, en ellibro que tenemos en lasmanos,Cal viva, y en suautor el exsubcomisario dePolicíaJoséAmedo.

El exsubcomisario fue el«capataz» del GALAzul, el

de la Policía, y ahora,después de que fueracondenadoacientoochoañosdecárcelporsuparticipaciónen ese grupo parapolicial,«tira de la manta» y cuentaen primera persona «suexperiencia personal ydirecta» e intenta, con susnuevas revelaciones, el«encausamiento yprocesamiento» de los

autores materiales eintelectuales de los casos,atentados y asesinatos queaúnestánpordescubrir.

Hay que recordar que nohubo un solo GAL. Enrealidad los GruposAntiterroristas de Liberaciónfueron tres.ElGALAzul dela Policía; el Verde queestaba formadoprincipalmente por guardias

civiles del cuartel deIntxaurrondo de SanSebastián y que estuvodirigido por el entoncescomandante RodríguezGalindo (que en el año 2000fue ascendido a general yrecibiósufajíndelasmanosdel entonces ministro deJusticia e Interior, JuanAlberto Belloch); y elMarrón, que correspondía y

estaba ubicado en el CESID(Centro Superior deInformación de la Defensa),el actualCentroNacional deInteligencia (CNI). Elbalance mortal de aquellostres GAL fue de veintiochovíctimas; para algunas deellas siguen sin desvelarsesus autores materiales. Eldaño económico es demilesdemillonesdepesetas.

ConAmedooporAmedohehechomilesdekilómetrosenEspañayenelextranjero.Primero lo investigué comoprecursor de los GAL,después lo seguí comocontratador de mercenarios,más tarde me entrevisté conélenlacárceldeGuadalajara(cuando el juez BaltasarGarzón lo detuvoymandó aprisión), iniciamos un

conocimiento y en algunaocasión he estado junto a élen momentos en los queintentó pasar página demaneraabrupta.

Allí, en prisión yacompañado de su segundo,el inspector MichelDomínguez, llegó a calificara Baltasar Garzón de «unbuenjuez,lorespetoyconeltiempo serámejor juez».De

los exministros del InteriorJoséBarrionuevoyJoséLuisCorcueradijoqueelprimeroera «uno de los mejoresministros del Interior» y delsegundo resaltó su «eficaciaen la lucha contraETA».Deotros protagonistas o actoresprincipales de los GAL,como el general RodríguezGalindo, el coronel RafaelMasa y el agente Francisco

Paesa hizo diferentesvaloraciones:«Galindoesungran profesional». «A Masano lo conozco y no quierosaber nada y de Paesa solopuedo decir que no lo heconocidopersonalmente».

Antes de abandonar laprisión y hacerle las últimasfotos, recuerdo y comprueboen mi hemeroteca personalque estaba con un collarín

por un accidente que habíasufrido. Le pregunté:«Cuándo salga de la cárcel,¿no piensa decir nada anadie?». Su respuesta, aquel20 de febrero de 1992, fue:«Pasa el tiempo y todo seolvida y lo que no puedeshacer es estar todo el díadándole vueltas a la cabeza.Cuandosalgade lacárcelnopiensotomarningunamedida

contranadie».Hoy, veintiún años

después de aquellasmanifestaciones, Amedo harecordado las palabras queLuisRoldán,exdirectordelaGuardia Civil,me dijo en elhotel Marignan de París ypublicamosenElMundoel3de mayo de 1992: «No mevan a engañar como aAmedo;sivoyalacárcel,no

iré yo solo». Roldán seencontraba huido de lajusticia, con la bolsa bienllena, y era buscado pormediomundo por la Policía,la Guardia Civil y losserviciossecretos.

Pepe,elquefueracapatazde los GAL, está solo,engañado, y su excompañeroMichel Domínguez seencuentra en la cárcel

acusado de tráfico deestupefacientes. La situaciónvivida en los últimos años ylasensacióndeabandonoqueha experimentado hanservido para que Amedofuera recuperando lamemoria. Su memoria. Yahoracolocaacadaunoensusitio. Los trapos sucios dejueces, fiscales, periodistas,policías, políticos, abogados,

mercenarios y otra gente dealta y baja ralea aparecenperfectamente retratados.Cuenta cosas nuevas, muyinteresantesyesclarecedoras.

Durante el tiempo quePepe Amedo estuvo en lacárcel recibió muchaspromesas, incluso la defacilitarle la fuga y buscarleuna nueva vida enSudamérica. Dijo y narra en

Cal viva que se negó a esemontajeporqueestabasegurodequenunca llegaríaalotrolado del Atlántico y quepodría acabar como Lasa yZabala: en un agujero yenterrado, junto a sucompañero MichelDomínguez,concalviva.Unabogado, que todavía vive yejerce, fue el guionista yactor principal de aquella

tragicomedia. Losproductores de la obraestaban en el Ministerio delInterior.

Solo y abandonado porsus superiores, que sellevaron gran parte del botínde losFondosReservadosdeInterior (según diferentessentencias judiciales), Pepeha decidido recuperar elpasadoybuscarenelbaúlde

los recuerdosdeaquelgrupoparapolicial y político yaportar las pruebas quesirvan, como diría VázquezMontalbán y recordando lacopladelaPiquer,parasaber«del porqué de este porqué,lagentequiereenterarse».

Yparaquetodoelmundose entere de los agujerosnegrosque todavía estánpordescubrir (periodística y

judicialmente)enlatramadelos GAL, Pepe, como lollamamos sus conocidos,empezóatirardelamantaenoctubre de 2011. Me dijo ypubliqué en el diarioElMundoque«Verasabequiénasesinó a Goena y quierodeclarar en eseprocedimiento para contartodoloquesésobreelcaso».Caso,hastaahora,sinautores

materiales, ni intelectuales,pero que fue reabierto en2011 en la AudienciaNacionalgraciasalempeñoybuen hacer del fiscal PedroRubirayeljuezPabloRuzyunasfotosqueponíanfocoyluzsobreaquelsuceso.

No hay que olvidar queAmedo y Domínguez yafueron juzgados por eseasesinato y salieron

absueltos.Tampocopodemosobviar que Amedo cumplelas palabras quedayque enel año 2000, en unahabitación del hotel ErcilladeBilbao, juróa laviudadeJuan Carlos García Goena,LauraMartín,queleayudaríaadescubrirquiénasesinóasumarido.

Fui testigo de eseencuentroyLaura,conlaque

también he compartidomuchos kilómetros, muchasvigilancias y másinvestigaciones, recuerda aPepe cada vez que puede ytiene la ocasión que «loshombres de verdad cumplensus palabras».Y la reaccióndel exsubcomisario, altivo ycabreado porque una mujerpueda dudar de su palabra,siempreeslamisma:«Nunca

he faltado a mi palabra y lacumpliré».

Pepe, hasta ahora, estácumpliendo supromesayyasabe cómo y de qué formallegó hasta el comandoasesino la foto que sirviópara identificar y señalarcomo víctima a Juan CarlosGarcía. Aquí, enCal viva,facilita las claves de aquelatentadoymarcaaunaserie

de personas que estabandirecta o indirectamenterelacionadas con losterroristas que ejecutaron laacción. Amedo habla de unpolicíafrancés,Jean-Louis,yde un fotógrafo español,Patxi.

La narración que utilizaAmedo para describir elambiente y la situación quevivió durante el tiempo que

era la imagen de los GAL yhacía y deshacía en Francia,PortugalyEspaña,apartirdelasórdenesysugerenciasquerecibía de sus superiores, seasemeja mucho a aquellasfotonovelas de los añossesenta del siglo pasado:fotograma a fotogramadescribe y muestra lasituación real y directa decada acción y de cada

momento.El maestro, periodista y

escritor Vázquez MontalbándiríaqueAmedo,comoactorprincipal y directo, aporta laveracidad de la informaciónyrecogenosolo lasituacióny las palabras, sino tambiénlagestualidady lossilencioscomo elementos lingüísticosratificadores.

Cualquiera que no

conozcalatramadelosGAL,que pueden ser muchosporquealgunosdelosfuturoslectores de esta obra aún nohabían nacido por entonces(incluidos muchos de misactuales alumnosuniversitarios), diría que elbestiario humano que aportaPepesolopodríasalirdeunaserie comoLos sopranos.Pues no es ninguna serie

televisiva,es lavida real,deunos hechos que ocurrieronentre 1983 y 1987, cuandoEspaña ya era un paísdemocrático, existía lalibertad de prensa, habíagobernantes que arreglabanlos problemas del Estado atiros y algunos medios decomunicación miraban paraotro lado cuando la sangresalpicaba y se echaba cal

viva para borrar y limpiarhuellas.

En el número deprimavera de la revistaPeriodistas,delaFederaciónde las Asociaciones de laPrensa (FAPE), hablábamosde periodismo deinvestigación con SoledadGallego-Díaz (directoraadjunta deEl País), JesúsMaraña (director de

InfoLibre) y Mar Cabra(Consorcio de Periodistas deInvestigación). En unmomentodeterminadodeeseencuentro dije: «Los GALnos dividieron a todos.Cadaprofesional se enfundó lacamiseta de su medio. Esodificultó mantener eseespíritu de periodistas quetuvimos durante años». Herecibido multitud de

llamadas de compañeros dela profesión que me handicho: «Esa es la auténticarealidad».

Realidadtambiénfuequeen 1997 un sector de laprensa española se esforzópara silenciar y boicotear laaparición del libroEl origendelGAL.Ycasiloconsiguen.Ahoraesposiblequeintentenrepetir la acción y

de s p r e s t i g i a rCal vivadiciendo que es algo delpasado,queesunavenganza,que Amedo no tienecredibilidad y algunas cosasmás. Pero hay algo que esirrefutable. El que fuera unode los jefes de los GALdocumenta y acredita partedesuobraylaotralacuentaen primera persona porqueasí la vivió. La narración y

revelaciones deCalviva sondenivel.

El difunto juez Falconedecía,másomenos,quesolose pueden conocer losintestinos, las cloacas de lamafia,cuandoalguien,desdedentro, te lo cuenta y te lodocumenta. Y otra cuestiónque hoy se podría plantearsería: ¿quién tiene máscredibilidad narrando hechos

o tirando de la manta: JoséAmedo,testigodirectoyjefedelosGAL,oLuisBárcenas,actorprincipaldelaGürtelytesorerodelPP?

Cuando uno lee cómo,dónde y de qué manera secomete un atentado y laforma en que un policíafrancés, Jean-Louis, quecolabora con los GAL ycobrasustanciosascantidades

del Ministerio del Interiorespañolseligaysellevaalacama a la terrorista de ETAquemásmuertos tiene a susespaldas, consigue captar,perfectamente, la atencióndel lector.Calvivanoesunanovela, es una realidad, y elacto sexual entre terroristasdeunoyotrobandoserepiteenmás de una ocasión. Ellaes Idoia López Riaño, más

conocida en los ambientesetarras y policiales como laTigresa por sus verdes ojos,figura estilizada y por sersanguinaria en sus acciones.Y el otro, Jean-Louis, fueoficial de la policía francesay jefe deun comandode losGAL.

Durante muchos añosLópez Riaño fue la leyendasexual de la banda terrorista

y ante el jefe de los GALfranceses, Jean-Louis, sepresentócomoIzaskunydijoquetrabajabaenunaempresade diseño y decoración. Escurioso, ese mismoargumento de decorador fueelqueutilizó en1974MikelL e j a r z a ,Lobo, parainfiltrarse en ETA ydesmantelar una parteimportante de la

infraestructura que losterroristas tenían enBarcelonayMadrid.

Duranteel tiempoenqueAmedo supervisaba lasacciones de los GAL enterritorio francés dispuso decolaboradores o «chotas»,comopopularmentecalificanlospolicíasalosconfidentes,dentro del organigrama deETA y llegó a saber que no

era la primera vez que laTigresa, que llegó a formarparte del Comando Madrid,se echaba a la calle parabuscar información entre laspiernas de las fuerzas deseguridad, ya fueran policíasoguardiasciviles.

El sexo también estápresente cuando en esterelato en primera personauno de los jefes de losGAL

mantiene relaciones íntimascon una de las mercenariasdelgrupoparapolicial.Enesecomando intervinieron dosmujeres, una de ellas deorigen asiático, residente enAndorra,yquefuebautizadaperiodísticamente con elalias de laDama Negra delosGAL.

Jean-Louis, el policíafrancés, es una de las más

importantes revelacionesquerealiza Amedo en estarecopilación y narración dehechos sobre los atentadosque llevaronacabo losGALen territorio galo. Elexsubcomisario españoldescubre algo que todos losinvestigadores de los gruposparapolicialessospechábamos, pero quenunca pudimos demostrar:

algunos miembros de lapolicía francesa colaboraronactivamenteypordineroconelMinisteriodelInteriorqueprimero dirigió JoséBarrionuevoymástardeJoséLuisCorcuera.

En un momentodeterminado de la narraciónAmedo explicapormenorizadamente cómoactuaba el policía francés:

«El artificiero de confianzadeJean-Louis,Jacques,habíaadosadolanocheanteriorunabombalapaenelvehículodeLópez Abetxuko [dirigentede ETA], un Renault 18 decolor marrón, que habíalocalizado e identificadogracias a la foto que le pasóun colaborador del grupo, elfotógrafo Patxi». Esa acciónyesaformadeactuardeljefe

de los GAL francesescoinciden con otro atentadoque al parecer tambiénllevaron a cabo sus hombrescontra Juan Carlos GarcíaGoenaenjuliode1987.

Otra de las incógnitas delos crímenes de Estadollevados a cabo por elgobierno que presidía FelipeGonzález es la del pediatrabilbaíno Santiago Brouard.

Dirigente deHerri Batasuna,la izquierda abertzale de losaños ochenta, recibió cincotiros en noviembre de 1984ensuconsulta.Elasesinofueun personaje bajito,rechoncho y con pielagitanada llamado LuisMorcillo. El mercenario delosGALqueapretóelgatillocontra Brouard era elcompadre del comandante

RafaelMasa.YMasa era lamano derecha de JuliánSancristóbal, exalcalde deErmua por el PSOE, mástarde gobernador civil deVizcayayporúltimodirectorgeneral de la Seguridad delEstadocon JoséBarrionuevoen Interior y González en lapresidenciadelGobierno.

Parataparestecasoyquelas cloacas del Estado no

afloraran hasta la superficieelpoderpolíticosesirviódeuna serie de personajes,como un juez, un abogadocorrupto y huido de lajusticia española y un falsocolaborador del CentroNacional de Inteligencia.Dinero,chantajesypromesasincumplidas figuran en latrama principal de este casoqueveintinueveañosdespués

dehabersecometidocontinuasin autores intelectualesreconocidos.

Otro de mis referentesprofesionales, el maestroRyszard Kapuscinski, decíaque «el trabajo de losperiodistas no consiste enpisar las cucarachas, sino enprender la luz, para que lagente vea cómo lascucarachas corren a

ocultarse».Pepe Amedo,

exsubcomisario de Policía,capataz de los GAL, autorconfesoyhombredepalabra,ha prendido la luz en estaobra,Calviva,yahoraseránmuchaslas«cucarachas»quecomenzarán una loca carrerapara ocultarse, desprestigiary tapar lo que ocurrió hacetreintaaños:elnacimientode

losGruposAntiterroristasdeLiberación, propiciados yfinanciados por unoshombres que se llamabandemócratas y amantes de lalibertad.

ANTONIORUBIO

I.«NOSLASVANAPAGAR»

Eranpocomásdelascuatrode la tardedel23de febrerode 1984, un juevesespecialmente frío inclusopara esa época del año, y elvicepresidente del Gobierno,

Alfonso Guerra, acababa dellegar desde Madrid alapartamento privado de laplanta13delhotelErcilladeBilbao, donde estabanreunidos los dirigentes delPartidoSocialistadeEuskadipara afrontar con suscompañeros la recta final delacampañade laseleccionesvascas,queibanatenerlugaresemismodomingo.

En el hotel esperaba laplana mayor del socialismovasco: el candidato alehendakari, José María—Txiki— Benegas; eldelegado del Gobierno,Ramón Jáuregui; elsecretariogeneraldelpartidoen Vizcaya, Ricardo GarcíaDamborenea, y el presidentedel PSOE, Ramón Rubial.Las expectativas electorales

eran muy positivas despuésdeunassemanascargadasdetensión por los primerosasesinatos de los GAL y lasrespuestas de ETA y suentorno.

Tras los saludoscomentaronlanoticiadeldía,que seguía siendo elcomunicado que habíapublicado el diario abertzaleEgin en lavíspera,enelque

la banda anunciaba quecontinuaría «atacando ygolpeando todos los aparatosdel Estado opresor español»y,almismotiempo,pedíaelvotoparaHerriBatasuna.Enmedio de esa tertulia seescuchó el teléfono. Unallamada paraDambo.Alotrolado hablaba MiguelPlanchuelo, jefe superior dePolicíadelPaísVasco.

—Ricardo,estoscabroneshanmatadoaEnriqueCasas.Losientomucho.

Y, de repente, se hizo denocheenelhotelErcilla.

Los socialistas habíanrecibido durísimas amenazasa lo largo de la campaña,pero nunca imaginaron queETA se fuese a atrever conun político del nivel y elcarisma de Enrique Casas, y

eso que este era una de lasdianas dialécticas preferidaspor los radicales, porquenunca se arrugaba pararesponderles. Senador,secretario de Organización,númerodosdelPSEycabezadelistaporGuipúzcoaenlaselecciones del domingo,Casas era el encargado demovilizar y cohesionar a lasbases y, sobre todo, se le

consideraba el futuro delsocialismovasco.

Los jóvenes socialistas,entonces en la cima de supoder en España, estabanestupefactos e incrédulos.Guerra, todavía pálido, fuequien comunicó la noticia alpresidente del Gobierno,Felipe González. Los másafectados eran Benegas yJáuregui, grandes amigos de

Casas,quesefundieronenunlargo abrazo mientrasrepetían su nombre. Buenaparte de la historia políticadelPaísVascoyde la luchacontra ETA en los añossiguientes no se explica sinlo que se vivió durante esashoras en el hotel Ercilla, sinla rabia que se descargó enlosdíassiguientes.

Muypocodespuésdeque

conociésemos la noticia delasesinato me trasladé allícomoenlacedeljefesuperiorde Policía para permanecerencontacto telefónicoconéldesde el despacho deldirectordelhotelymantenerasí informados a losdirigentes socialistas,principalmente aDamborenea y a RamónRubial, de las últimas

novedades. El ambiente erade mucha tensión y estabamuycargadoporelhumodeltabaco. Al hotel no parabande llegarmilitantes delPSE,porloquePlanchuelodecidióreforzar el dispositivo deseguridad. Los teléfonos delsalón sonaban sin cesar.LlamadasdeLaMoncloa;delministro del Interior, JoséBarrionuevo; del fiscal

general del Estado, LuisAntonio Burón; dellehendakari, CarlosGaraikoetxea; del líder de laoposición, Manuel Fraga…Todos los grandesrepresentantesdelospartidospolíticos y de las altasinstituciones se comunicaronesatardeconelhotelErcilla.

Los dirigentes socialistasse expresaban indignados e

impotentes,tantomáscuantomás contundentes fueran susideassobrecómodebíaserlalucha contra las actividadesdelabanda.Esosí:elcriteriode todos era unánime. Loconsideraban como unaprovocaciónycomounsaltodeterminante en la ofensivaterroristadeETA.

Precisamente aquellamañana, cuando todavía no

imaginábamos lo que horasmás tarde le sucedería aEnrique Casas, me habíaninformado desde Bayona deque en alguna zona del surdel país vecino estaba yatodo preparado para unataque sorpresa contra ETAen cuanto fuese necesario.Miscolaboradoresenaquellalocalidad francesa no solíanequivocarse. Así se lo

comuniqué a Damboreneanada más llegar al hotelErcilla,almismotiempoquele trasmitía novedades sobreel asesinato. En cuanto mevio,seapartódelgrupoenelqueestabanGuerra, Jáureguiy Benegas y yo le conté loque me había indicadoPlanchuelo.Dambo estabasudoroso, alterado, dolido,furioso, con ese

temperamento tan iracundoque era habitual en él, peroese día más que nunca. Sindejarme terminar, mepreguntó:

—¿Tenéislistoalgoenelotrolado?

—Eso me hancomunicado esta mañanadesdeBayona,ysabesquenosuelen confundirse, casisiempre me dan buenas

novedades.—¿Dequiénsetrata?¿Es

importante?—Aún no lo sabían,

parece que son varios, peroestáncentradosylocalizados,segúnmehancomentado.

—Diles que, a serposible, todosa tomarporelculo, que hagan un buentrabajo.

—Esta noche han

quedado en llamarme y lesdiréqueseesmeren.Detodasformas, en cuanto sepa algose lo cuento alPlancha y éltelocomunicará.

—Lo de Enrique nopuede quedar así. Hay quedarlesunajustarespuesta.Hehablado con JuliánSancristóbal varias veces ytenemos una idea que hayque matizar mañana con los

demás. Juliányaha tanteadoaBarrionuevo.

No me descifró ningunaclavesobreladecisiónquesehabíaempezadoa fraguarenaquel salón del Ercilla. Medejó pensativo e intrigado.Antes de finalizar, de nuevomeinsistióconvehemencia:

—Lo de mañana esimportante que salga bien.Diles que se esmeren. Que

estoshijosdeputaseenterenyqueveanqueno sevanderositas. Hay que joderlosbien, no te olvides dedecírselocuandotellamen.Ytenedmealcorriente.

—No te preocupes, locomunico.

Enelmomentoenelquese producía estaconversación, su amigo yprotegidoJuliánSancristóbal

ya era director general deSeguridad del Estado, cargopara el que había sidodesignado pocos días antes.Los dos,Dambo ySancristóbal, eran el alma yelcorazóndelaguerrasucia,hasta el punto de que endiciembre de 1983 habíanredactado y escrito de supuño y letra el primercomunicado de los Grupos

AntiterroristasdeLiberación,reivindicandoelsecuestrodeSegundo Marey, y me lohabían entregado a mí enpersona para que se hiciesepúblico.

La capilla ardiente seinstaló a última hora de latarde en la Casa del Pueblodel PSE, en el barrio delGros. UGT convocó unahuelga en protesta por el

crimen, a la que se sumaronCC.OO. y los nacionalistasdeELA.Antelaprevisióndequeunamultitudacudiesealfuneral, el partido solicitó amonseñorEnriqueSetiénquelepermitieracelebrarloenlacatedral del Buen Pastor. Elobispo, tan sensible cuandolos muertos eran del otrolado, se negó, con la excusade que debía acogerlo la

parroquia correspondiente asu domicilio. Finalmente sellevóacaboenlabasílicadeSantaMaríadelCoro.

A las seis de la tardeTxikiBenegassaliódelhotelcon aspecto muyapesadumbradoparadirigirsea San Sebastián y reunirseconlafamiliaylosrestosdesu gran amigo y compañeroEnrique Casas. Le siguió

AlfonsoGuerra,quehizounadeclaración oficial en la quedelimitó las claves delacontecimiento: «Este no esunasesinatomás,esunretoalos miembros de nuestropartido que desempeñan unadifícil y arriesgada tarea enestapartedeEspaña.Enestecaso se trata de un amigo, yresultadifícilconlaemocióne indignación que sentimos

expresarsedeotramanera».Antes de marcharse,

RamónRubialmepreguntó:—¿Tenéis alguna noticia

sobreestoshijosdeputa?—Es muy pronto para

que haya algún tipo dereivindicación. No obstante,ya te he dicho que estoy encontacto permanente conPlanchuelo y me acaba dedecir que en San Sebastián

estánatopeconesteasunto.—Hay que hacer algo

rápidamente para que veanreacciones inmediatas estoscabrones.

—Me ha dicho elPlancha que está a punto dellegar a San Sebastián desdeMadrid un grupo operativode la Brigada Central deInformación. Esta mismanoche van a arrestar a unos

cuantos legales de los quetienen en cartera paraocasionescomoesta.

—Estamos esperando lallegada de Felipe, que estámuy afectado, para tomardecisiones junto a laEjecutiva de aquí, deEuskadi. El partido estáhundido. Enrique era uno denuestrospilaresenestatierray un gran luchador. Os

agradecemos mucho vuestraconstancia y las atencionesque estáis teniendo connosotros en estos dolorososmomentos.Yahablaremos…

—Siempre hacemos losmayores esfuerzos en estasocasiones, que por desgraciason frecuentes. Espero quepronto podamosidentificarlos, detenerlos ydarlesunarespuesta.

A Rubial, por supuesto,no le conté nada de lo queestaba preparado en Bayona.Él no sabía en qué estabametido con respecto a lalucha clandestina contraETA.

A Enrique Casas lomataron en su casa delAltodeMiracruzdeSanSebastiánhacialascuatromenoscuartode la tarde de aquel día

lluvioso. Dos miembros delos Comandos AutónomosAnticapitalistas, José LuisMerino, elCoronel, y PabloPego,alquellamabanAntxonelGrande, llevaban semanascontrolando sus entradas ysalidasparaasesinarlebajolasupervisióndeETAmilitar.

Los ComandosAutónomoseranunaescisiónde ETA que había surgido

alrededor de 1977, máscercanosalanarquismoyqueponían el acento en lasreivindicacionesanticapitalistas.Susobjetivoseran con frecuenciaempresarios,ysusmiembros,por lo general, eran muchomás jóvenes que los etarras,menos profesionales ydisciplinados y másdesordenados e

inconscientes.A esas alturas de

mediados de la década de1980 ETA había conseguidotenerlesbastantecontrolados,dentrode loque eraposible,y era habitual que lesencargaseacambiodedineroalgún trabajo sucio:atentados con los quebuscaba un determinadoefecto pero que prefería no

tener que asumir. Eso fue loque sucedió con Casas. Eljefe de los autónomos, JoséLuis Salegui Elorza,Txipi,recibió el cometido en unareuniónenBiarritz.

Pese a su relevanciapolítica, el número dos delPSEsolollevabaescoltaparalosdesplazamientos,peronotenía protección policialsobresupropiavivienda.Ese

era su punto débil y losterroristas ingeniaron unardid para aprovecharlo.Antxon subió al quinto pisodelnúmero3delpaseodelaAlondravestidoconunmonoazulyunchubasqueroverde,exactamente igual que losobrerosque,desdehacíaunosdías, estaban abriendoregatas en la calle paracambiar la canalización del

agua. Llamó a la puertaderecha y respondió Casas,desconfiado,desdeelinteriordelacasa,observandoporlamirilla. El terroristaescenificó su papel ycontestóqueveníaaavisarledequelosvecinosteníanquesacar sus coches del garaje,pues durante la tarde teníanprevisto cavar una zanjafrentea supuertay, sino lo

hacían ahora, después nopodrían. El senador terminóabriendolapuerta.

—¿EresEnriqueCasastú,verdad?¿Bai?¿Erestú?

Casasdiodospasoshaciaatrás yAntxon los dio haciaadelante, dentro ya de lacasa. Llevaba una pistolaautomática de calibre 9 mmParabellum en la manoizquierday,enladerecha,un

revólver del calibre 38especialdelamarcaRuger.

—¡Asesinos!¡Cobardes!El candidato tuvo tiempo

de increpar a su asesinomientras retrocedía por elpasillo. El terrorista le pegóentonceselprimertiroconlaParabellum, en el pecho, ydespués otros cuatro,suficientes para que Casascayese moribundo en el

suelo.Antxon lo remató conelrevólver:otrodisparoeneltórax,unoenelcuello, juntoalayugular,yelúltimoenlacara, en toda la cavidadnasal.Y echó a correr.A lasalida le esperabaelCoronelalvolantedeunSimca1200de color naranja, conmatrícula de San Sebastián,9254, letra E. Loabandonaron muy cerca y

cogieron para huir otrocoche, un taxi, que habíanrobado y colocadopreviamente.

La secuencia sedesarrolló en apenas unosinstantes. El senador quedótendidobocaabajo,enmediodeuncharcodesangre,enlamisma puerta de lahabitación de su hijoRichard, de diecisiete años,

que estaba estudiando paralos exámenes. En otraestancia de la casa estaba elbebé Andreas, de ochomeses, con la chica quehabían contratado paracuidarlo. Tenía, además,otrosdoshijos.

Casas, de cuarenta años,estaba muy vinculado almovimientosindicala travésde laUGTyeraqueridísimo

entre la militancia del PSE,ya que trabajaba a diario elcontacto directo y tenía unapersonalidad fuerte y uncarácter franco.Había tenidouna vida intensa. Nació enGuadix(Granada),estudióenZaragoza y Pamplona y conquince años emigró aAlemania, donde tuvo todotipo de trabajos, se licencióen Física Nuclear y se casó

con Barbara Dührkop.Volvieron a España en 1974y se instalaron inicialmenteen Hernani, donde seafiliaronalPSOE.

Su asesinato provocó unimpacto inmediato, de unahondura desconocida hastaese momento en el PaísVasco, que desconcertóinclusoalaizquierdaradicalindependentista. Todos los

partidos suspendieron lacampaña, aunque el propioFelipe González erapartidario de que lademocraciaseimpusieseydeque los actos políticossiguieranconnormalidad.Elcandidato de AlianzaPopular, JaimeMayorOreja,llegóaproponerleenelhotelErcillaaAlfonsoGuerraquelos dos partidos se retirasen

delaselecciones,aloquelossocialistas se negaron. Lasorpresallegóconlareacciónde Herri Batasuna,probablemente descolocadaporlarepulsasocialunánimey contundente del asesinatode un candidato a laseleccionesasolotresdíasdelos comicios y quizátemerosa de los efectosnegativos que pudiera tener

ensus resultadoselectorales.Trasguardarsilencioduranteunas horas, emitió elsiguiente comunicado: «HBse siente profundamenteconmocionada por la muertede Enrique Casas y condenael hecho de la forma másrotunda».Lonuncavisto.

Poco más tarde ETAmilitar se desmarcaba delasesinato, pero tenía el

descaro de culpar a la«guerra sucia iniciada por elPSOE» para desprestigiar alos radicales. Por fin, ungrupo denominado Mendeku(Venganza) reivindicó elcrimen. Formaban parte delos autónomos, pero era laprimeravezqueseescuchabaese nombre, lo que provocóconfusión.Poresollamaronavarios medios de San

Sebastián y detallaron elcalibre de las armasutilizadas, para que nohubiese dudas. Al díasiguiente, viéndosedesamparados por laizquierdaabertzale,quisierondesmentirlo.

La huelga tuvo unseguimiento masivo en SanSebastián, que parócompletamente, y en las

localidades del cinturónindustrial. El féretro fuellevado a hombros desde laCasa del Pueblo hasta labasílica, entre gritos de lossimpatizantes socialistas:«ETA, traidores, matáistrabajadores» y algunoaislado de «Muerte a losasesinos».

La imagendelpresidentedel Gobierno, Felipe

González, con semblantefirme junto aTxiki Benegasfrente a los restos de sucompañero era la expresióndelaasuncióndeunretoydela confirmación de unaestrategia política que ya sehabía iniciado. En lamiradatensa del jefe del Ejecutivoenesa foto se refleja toda lacadena de mando de losGAL.

El domingo lossocialistas vascos crecieronde nueve a diecinueveescaños y arrebataron lamayoríaabsolutaalPNV.

Alguna semana despuésme encontré casualmente enlabarradecaobadelbardelhotel Ercilla con RamónRubial y nuestro comúnmédico de cabecera, elsocialista histórico Pedro

LópezMerino. Me invitarona sentarme con ellos. Pedroera amigo de años atrás y aRubial lo estaba conociendoy ya teníamos una relativaconfianza. La conversacióngiróenalgúnmomentosobrelas consecuencias delasesinato de Enrique Casas.Recuerdo con claridad laindignación que aún lesembargaba y cómo me

aseguraron que el presidentedel Gobierno, durante elfuneral,sehabíapronunciadocon contundencia: «Estabarbaridadnosevaaquedarsin respuesta; estos hijos deputanoslasvanapagar».

El asesinato de Casasculminó una escalada deviolencia que se habíainiciado meses antes y quedesencadenó una auténtica

guerra durante las semanasanteriores a la cita electoral.Al recrudecimiento de laactividad de ETA militar sele sumó la irrupción de losGAL, que provocó que lapsicosis se extendiese entrelossimpatizantesdelentornoradical y que la dinámicaacción-represión-acción sevisualizase como nuncaantes. La izquierda abertzale

y sus satélites terroristassituaron al PSOE y susdirigentes como objetivosconmayorclaridaddeloquelo habían hecho nunca. Loqueocurrióseveíavenir.

España y el País Vascoestaban acostumbradosentonces a unos niveles deviolencia y crispación que,afortunadamente, seríanintolerables para la sociedad

dehoy.Nohabíadíasinunainvectivaounaamenaza,casisiempre descarnadas, y losataques físicos y losasesinatos se repetían conuna frecuencia incesante.Entre las fuerzas deseguridad, por motivosevidentes, existía hartazgo,una sensibilidad sostenidasobre unos valores muydiferentesa losactuales,que

a su vez proyectaban unainfluencia inevitable sobrelos gobernantes de la época.Y estos, con razón,consideraban el terrorismocomo la principal fuente deinestabilidad social ypolítica, una rémora para elprogresodelpaísyunalacraparalaconvivencia.

Lasprimeras accionesdeguerra sucia amparadas por

el aparato del Estado —ladesaparición de los etarrasJosé Antonio Lasa y JoséIgnacioZabalayelintentodesecuestrar al dirigente deETA político-militar JoséMaría Larretxea Goñi enoctubre de 1983— habíanalimentado un clima dedesconfianza y nerviosismoentre los radicales, que seterminó de desatar cuando,

dos meses después, porprimera vez los GruposAntiterroristas de Liberaciónreivindicaban una acción, elsecuestrodeSegundoMarey.Tras su liberación, el 14 dediciembre, en su bolsillo seencontró una nota en la quese advertía de que «cadaasesinato de los terroristastendrálarespuestanecesaria;ni una sola de las víctimas

permanecerá sin respuesta».Yasífue.

Al día siguiente dosetarras disfrazados deagentes municipalesasesinaban de un disparo enla nuca en pleno Bulevar deSanSebastián, y a la luzdeldía, al policía nacionalEduardo Navarro y dejabanmalherido a su compañeroClementeMedina.Horasmás

tarde los ComandosAutónomos mataban alempresario Francisco Arín,que se había resistido apagarles el impuestorevolucionario. Ya en lamadrugada del 16 dediciembre, de nuevo ETAmilitar hería a tresmilitaresdel cuartel de Las BárdenasReales (Navarra) al hacerexplotar un artefacto con

cuarenta kilos de goma-2.Ydos días después el policíaAnselmo Gómez perdía unpie tras estallar una bomba-lapabajosucoche.

Los GAL entraron a esejuego y cumplieron supalabra: hubo respuestainmediata. El 19 dediciembre cuatro guardiasciviles del cuartel deIntxaurrondo abatieron a

tiros en el bar Calette deBayona al etarra RamónOñaederra, aliasKattu, quetrabajabaallídecamarero.Elprimer disparo lo recibió abocajarro en el pecho y,cuando trató de defenderseechando mano de su propiapistola, lo remataron en lacabeza y en el cuello. Losguardias utilizaron municiónde la marca Geco de 9 mm

Parabellum. El asesinato fueel primero que reivindicaronlosGAL,ensendasllamadasal diarioSud Ouest, que seeditaenSanJuandeLuz,yalas oficinas de la agenciaFrancePresseenMadrid.

Herri Batasuna acusó alinstantealgobiernodeFelipeGonzález,aunqueentoncesesprobable que ni siquieraimaginara hasta qué punto

estaba implicado y hastadónde estaba dispuesto allegar. Aquello no era másqueelprincipio.

En los días siguientes seprodujeronvirulentosataquesde los radicales contra sedessocialistas (en Hernani yLasarte) y el alcalde deRentería, José MaríaGurrutxaga, del PSE, fueapaleado, pisoteado y

perseguido por un grupo deencapuchados. El partidorespondió con uncomunicado insólito quedesvelabaelestadodeánimoque latía en la organización:«Llegará el día del ojo porojo y el diente por diente».Los líderes de HB JonIdígoras e Iñaki Ruiz dePinedo fueron detenidosdespués de una conferencia

en Madrid en la queafirmaron que «Euskadi estáen guerra» y que «es elgobierno español quienlegitima la lucha armada».Así era la atmósfera que serespiraba.

Alasochoymediade latardedel28dediciembrelosGAL se cobraron la víctimaqueteníanpendiente.Enestecaso, uno de los etarrasmás

peligrosos y efectivos, conveintisiete asesinatos a susespaldas, una de las piezasmás codiciadas por lasfuerzas de seguridad: MikelGoikoetxea Elorriaga,Txapela, de veintisiete años,cuandoacababadebajarsedesuSimca1200rojojuntoasumujerysuhijapequeña,alaentrada de su nuevodomicilio en la urbanización

Cité du Lac de San Juan deLuz.

El mercenariofrancoargelino Jean-PierreCherid, recuperado para losGAL después de habercolaborado con los serviciosde Información durante añosen el Batallón VascoEspañol, lo fulminó desdeunamotodeundisparoenlanuca con una carabina del

calibre 22 de la marcaGevarn. Dio igual queestuviese a más de diezmetros, enmovimientoy sinluz: los GAL no fallaron.Txapela quedó en coma ymuriópocosdías después.AETA le desconcertó quepudieran tenerle controladode esa manera, ya queacababa de instalarse en sunuevopiso.

Curiosamente, tresmesesantes yo mismo me habíacruzado con él en la plazaClemenceau de Biarritzcuando me encontrabaorganizando una red decolaboradores en compañíadel exlegionario francésPedro Sánchez. Uno de sushombres le siguió ydescubrió su domicilio, peroJulián Sancristóbal me

advirtió de que no debíanatentar contra él:Txapelaestaba reservado. Su nombreestaba marcado desde laComisaría General deInformación, que dirigíaJesúsMartínez Torres. Se letenían ganas desde siempre,peroespecialmentedesdequeen junio de 1981 le pegó untiro en la cabeza en Zarautzpara conseguir huir de un

operativoa laprimeramujerpolicía muerta en acto deservicio, María José García,hija de un guardia civil ymuyqueridaenelcuerpo.

Los asesinatos deOñaederra yTxapelacoincidieron con unaofensiva diplomática delgobierno español. FelipeGonzález se reunió en Paríscon el presidente francés,

François Mitterrand, yobtuvo un tibio compromisode colaboración en la luchaantiterrorista que se tradujodurante los primeros días deenero en el arresto y ladeportaciónaSudaméricadevarios etarras de alto rango.Entonces pareció un granavance —luego costómuchísimo que hubieraalgunomás—yparalabanda

significóunapresiónañadidaalasdisensionesinternasquevivíaporeléxitodelprocesode reinserción de losmiembros de ETA político-militar que habían decididodejarlasarmas.

Laatmósferadetensiónyenfrentamiento se prolongódurante semanas, confrecuentes algaradascallejeras y ataques a sedes

socialistas. Los ComandosAutónomos hicieron públicauna amenaza explícita a losdirigentes del PSE, quefinalmente consumarían. EnPlasencia de las Armas(Soraluce en vasco) se pusonombre a la diana. Despuésde que tres individuostiroteasen con escopetas lasededelaCasadelPueblo,elayuntamiento aprobó una

mociónen laquese llamabaa Enrique Casas «perroasilvestrado del franquismo»y se le advertía de que «acada cerdo le llega su SanMartín».

ElPNVysulehendakari,Carlos Garaikoetxea,contribuían al fuegomanteniendo unaambigüedad en la querechazaban enfrentarse

directamentealosviolentos.ETA intervino en la

situación a sumanera.El 29de enero asesinó en Madridal general GuillermoQuintanaLacaci,dentrodesudinámica de provocar alejército para alimentar elruido de sables, y el 4 defebrero al empresario MikelSolaun, un crimen mafiosoen represalia por haber

abandonadolaorganizaciónyavisadoalaGuardiaCivildeque se planeaba un atentadocontra la casa cuartel deAlgorta.

LosGAL tardaron cuatrodías en responder con elmismo lenguaje.Coincidiendo con el final dela primera etapa de RafaelVera como máximoresponsable de la Seguridad

delEstado, fue laúltimavezquemiembros de laGuardiaCivilllevaronacaboconsuspropias manos un atentadocontra ETA. El 8 de febrerode 1984 fueron tiroteados yasesinados en plena calle deAizpurdi,enHendaya,ÁngelGurmindo, nada menos queelguardaespaldasdelnúmerouno de la banda,Txomin, yVicentePerurena, jefede los

mugas, los encargados defacilitar el paso por lafronteraaloscomandos.Losdosmurieronacribilladosporcatorce proyectiles de lamarca Geco de 9 mmParabellum, la mismamunición con la que seasesinó a Oñaederra, cuandoiban a montarse en su Lada1300paraacudiracasadeunamigo a ver un partido de

fútbolentrelaRealSociedadyelAthleticdeBilbao.

En ese contexto deviolencia descontrolada fueenelqueseprodujo,el9defebrero, el nombramiento deJulián Sancristóbal, hastaentonces gobernador civil deVizcaya, como director deSeguridad del Estado ynúmero dos del Ministeriodel Interiorensustituciónde

Rafael Vera, que quedórelegado al rango desubsecretario.

JuntoaSancristóbalviajóa Madrid como hombre demáxima confianza FranciscoÁlvarez, que de responsabledel Mando Único para laLuchaContraterroristay jefesuperior de Policía del PaísVasco pasaba a ser jefe delGabinete de Información y

Operaciones Especiales ensustitución del tenientecoronel de la Guardia CivilGuillermoOstos.Aambosseunió el capitán del InstitutoArmado Rafael Masa, enapariencia adscrito alseguimiento de presos deETA que estuviesendispuestos a reinsertarse,pero en realidad parte delnúcleo que controlaba las

decisionesmásdelicadas.EnBilbao, Planchuelo creció ajefe superior de Policía pararelevaraÁlvarez.

ElGobiernoysuministrodel Interior, JoséBarrionuevo, tomaban asíuna dirección inequívoca alencargar el combate contraETA, precisamente en esemomento,alalíneamásduradel socialismo vasco,

personificada enSancristóbal, bajo la batutaideológica desde Bilbao deRicardoGarcíaDamborenea.Es decir, se imponían lastesis de quienes pretendíanhacerle hincar la rodilla aETAantesdenegociarfrentea las ideas de Vera, muchomás proclive a un pacto conla banda terrorista que lecubrieradegloria.Almando

del nuevo equipo, los GALllevaron a cabo casi latotalidadde susatentadosenapenasdosaños.

La organizaciónclandestina consolidó en esetiempo una estructura deinformación y una forma deactuar, a través demercenarios profesionales yno de policías ni guardiasciviles, financiada

necesariamente a través delos fondos reservados deInterior. Para su libramientosolo tenían firmaSancristóbal y Vera, quecomo subsecretario quedóadscrito a funcionesmeramente burocráticas, sincapacidad estratégica,después de haber hechoinnumerablesenemigosenelministerio por su fortísimo

carácter y su falta de manoizquierda. Ambos iniciaronaquí un antológicoenfrentamiento personal queacabó teniendo nefastasconsecuenciasparalosdos.

ElequipodeSancristóbalfue el encargado desupervisar y de dar el vistobuenoalaprimeraacciónderespuesta al asesinato deCasas, la que yo le había

adelantado aDamborenea enel hotel Ercilla. Tuvo lugardosdías despuésdel crimen,el sábado 25, víspera de laselecciones en el País Vasco.Poco antes de las doce delmediodía uno de losdirigentes de ETA militar,Eugenio Gutiérrez Salazar,a l i a sTigre, fue asesinadocuando había salido a comerun bocadillo en un caserío

perdido cercano a lalocalidad de Idaux Mendy,cerca de la frontera conNavarra. Se trata de uno delos atentados másespectaculares de los GAL,aunque pudo serlo muchomás.

E lTigre había nacido enLejona y tenía veintinueveaños. Vivía en San Juan deLuzdesdeunosmeses antes,

cuandohabíaescapadode sudomicilio, huyendo de laPolicía española por supertenencia al comandoBasáñezdeETA,queactuabaen la margen derecha de laría de Bilbao. Murió en elacto, alcanzado en plenocorazón por un solo disparoefectuado desde más dedoscientos metros con unrifledemiratelescópicadela

marca Remington. El autorfue elmercenario Patrick deCarvalho, un tirador expertoque había sidoguardaespaldasdelaministrafrancesa Simone Veil.Acertar desde esa distanciaen una diana tan reducidacomo el órgano cardiaco esverdaderamente difícilporque, en función de laseparación del objetivo, el

proyectil tiene unadeterminada cadencia decaída y no es nada sencillocalcularla.

El asesinato produjo unagran conmoción en lacomunidad etarra, pues esemismo caserío, que enapariencia era una academiade euskera, era utilizado porla cúpula de ETA pararealizar cursillos de

adiestramiento y manejo dearmas, además de reunionesoperativas. La localizacióndellugarseconsiguiógraciasa la intervención de losteléfonos de los familiaresdeletarraJoséÁngelUrtiagaMartínez, que citó a suspadres un fin de semana enun punto próximo. Esaindiscreción fue fatal, sobretodoparaelTigre.Elcaserío

habíasidoescogidoporETAcomo centro estratégico demanera muy cuidadosa,porque por su ubicacióndifícilmente cualquierdesconocido podía teneraccesosinserdescubierto.

El hallazgo provocó laeuforia de JuliánSancristóbal, que no podíacreerquetuviesebajocontrolun caserío repleto de

miembros de ETA. Siempretemperamental y dado a losexcesos,suprimeraintenciónfue ladeenviarauncamióncargadoconmiembrosdelosGrupos EspecialesOperativos (GEO) de laPolicía para que acribillasentodoloqueselespusiesepordelante, una locura quereconsideróenseguida.

A esta situación es a la

quese referíaprobablementeFelipe González en sufamosa entrevista deseptiembrede2010conJuanJoséMillás enElPaís,en laque reconoció, de maneraimplícita, que la cadena demando de la guerra suciallegaba hasta él: «Tuve quedecidir si se volaba a lacúpuladeETA.Dijeno[…].Todavíanosésiquierasihice

bien omal […]. Todavía nosé si hice lo correcto […].Una de las cosas que metorturó durante lasveinticuatro horas siguientesfue cuántos asesinatos depersonas inocentes podríahaber ahorrado». Eso sí, loquetambiénhaceesalterarlafechadelasupuestadecisióny situarla en 1989 o 1990,cuando ya no operaban los

GAL.Sino sevolóa la cúpula

deETAenIdauxMendy,ylopuedo confirmar porque yoestaba metido en laoperación, fue sencillamentepor los problemas queacarreaban la ubicación, elentorno y la huida posterior.También se pensó en lasconsecuencias diplomáticasque podía provocar un

número indiscriminado demuertos tras un atentado deestas características. Pero esun hecho que se intentó,después incluso dedesecharse la posibilidad demandaralosGEO.Ungrupode mercenarios de los GAL,que se autodenominaba LosEduardos y estaba dirigidopor Jean-Pierre Cherid, unhistórico de la guerra sucia

desde los tiempos delBatallón Vasco Español conlos gobiernos de AdolfoSuárez,vigilódurantedíaselcaserío con prismáticos derayos infrarrojos, altatecnología para aquellaépoca, que habían sidoadquiridosenAndorra.

Cherid y su equipoestaban decididos a llevar acabo un atentado masivo

contra los etarras, pero seecharon atrás al comprobarlasdificultadesqueentrañabael terreno. Después, otrogrupo dirigido por unmercenario ya veteranollamado Claude desistiótambién tras inspeccionar lazona con una avioneta yvalorar la posibilidad dearrojar varios artefactosexplosivos desde el aire, lo

que habría provocado unamasacre. Por todo ello setuvo que planear unaoperación diferente, quecausara un impactopsicológico en losmiembrosdel Comité Ejecutivo deETA, de profundo calado, alverse localizados dondemenos lo esperaban y dondemás seguros se creían. Eldisparosolopodíaefectuarse

desde la cimade una colina,que por el lado opuesto alobjetivo se encontraba juntounacarreteraquefacilitabalahuida. Carvalho, expertofrancotirador,no falló.A losetarras les causó pánico elatentado.Unabala lloviódelcielo sinquepudiesenver laprocedencia.

El atentado fuereivindicadoporlosGALcon

un comunicado en el que,como ya era costumbre,advertían de que «cadaasesinato de ETA serávengado». Aunque entonceslo pareciese, esta actuaciónno consumaba la venganzaporelasesinatodeCasasquepreparaban losdirigentesdelPSOEimplicadosenlaluchaclandestinacontraETA.

Unmesdespuésungrupo

de geos y de policías de laBrigadadeInformacióndioalosComandosAutónomosunescarmiento al tenderles unaemboscada en la bahía dePasajesque,aunquenuncahasido resuelta judicialmente,lleva la misma marcaintelectual que decenas decrímenesdelosGAL.

LaPolicíahabíadetenidoa Rosa Jimeno, a la que

acusaba de ayudar a losasesinosdeCasas,ylaretuvoilegalmente en un monte.Poniéndole una pistola en lanuca, consiguió queconcertase por teléfono unacita en unas rocas junto alpuerto de Pasajes con uncomando de autónomos delque formaba parte su novio,Dionisio Aizpuru, en unpunto al que solo se podía

acceder a través de un brazodemar.

El día indicado, el 22 demarzo,alasdiezdelanoche,la llevaron al puerto dePasajes para que hiciese decebo. Le ataron los pies conuna cuerda y, a punta demetralleta,leobligaronaquehiciese señales con unalinterna a la lanchaneumática en la que se

acercaban los terroristas, enelsentidodequetodoestabadespejado. En el boteviajaban cinco autónomos yuna perra. Decenas dehombres armados lesesperaban en el muelle. Dosde los terroristas tomarontierray,enesemomento,lesdieron el alto. Sin darlestiempoareaccionar,abrieronfuego a discreción contra

ambos y contra dos de losque quedaban en la lancha.Los acribillaron. Pedro Isart,José María Isidro Itura yDionisio Aizpurupresentaban,respectivamente,28,28y36impactos de bala en suscuerpos.RafaelDelás,21,delos que 12 procedían decartuchos ilegales de postas,losqueutilizanloscazadores

furtivos. Salvaron a uno: elCoronel, uno de los autoresdel asesinato de Casas, parapoder juzgarlo.Alparecer lapolicía había encontrado enel Simca 1200 en el quehuyeron de la escena delcrimenunescánerdeondasylehabíaidentificadocomoelcomprador.Laversiónoficialdice que era el único quellevabachalecoantibalas.Lo

condenaron a 53 años decárcel, de los que cumplió17. El ejecutor material delosdisparoscontraelsenadordel PSOE,AntxonelGrande,murió en agosto de 1984 enuntiroteo.

Peroesaoperacióncontralos Comandos Autónomostampocoeralavenganzaqueesperaban los duros delsocialismo vasco. No. El

objetivoerahacerdañoenelcorazón de la izquierdaabertzale, igual que ETA lohabía hecho en el suyo. Setrataba de buscar a alguienquetuvieseparalosradicalesel mismo simbolismo queCasas para ellos, que lesprovocara elmismo impactoemocional. Que dejase claroque podían ser igual dedespiadados.

II.ELPRIMERMOVIMIENTO

Principiosdemayode1983,enlaprisióndeCarabanchel.Luis Morcillo, un estafadorde poca monta, cuarentón,excéntrico y lenguaraz, seencontraba en el tramo finalde su condena a seis meses

de cárcel por haber libradoun cheque sin fondos. Unatarde se presentaron unantiguoamigodelajuventudy otra persona para hacerleuna visita poco común. Losdos dijeron ser capitanes dela Guardia Civil, mostrandosus acreditaciones alresponsable del acceso alcentro penitenciario, al quesolicitaronunaentrevistacon

Morcillo para llevar a cabogestiones profesionales. Elfuncionario no puso ningúnreparo, ya que era frecuentequemiembrosdelosCuerposy Fuerzas de Seguridadhicieran averiguaciones ycontactasen con presos quecolaborabandesdeel interiorde las prisiones. Era unasituación que se daba amenudo, tanto con reclusos

comunes como condeterminados militantes deETA.

El jefe delDepartamentode Huellas y Cacheo, ÁngelValverde, a cuyas órdenestrabajaba Morcillocumpliendo funciones deordenanza —cargando ydescargando el equipaje delos presos, básicamente—,comunicó a su superior

jerárquico que dos oficialesde la Guardia Civil queríanverauninternodesuoficinay que pensaba llevarlos allocutorio de jueces. Luis eraun recluso de confianza y,cuando le informaron de lavisita, se imaginó quiénpodíaseryaceptólareunión,que tuvo lugar sin ningúntestigopresencial.

Efectivamente se trataba

de su compadre el capitánRafaelMasa,aquienconocíadesdehacíacasiveinteaños,de cuando su padre era elalcalde franquista de Baza yelguardiacivilseencontrabadestinadoenelcuarteldeesalocalidad granadina. Entreambossurgióunaamistadtanestrecha que Masa erapadrino del hijo menor deMorcillo, algo que en

Andalucía implica pasar aformar parte del núcleofamiliar más íntimo. Por sifuera poco también habíancompartido a lo largo de losaños su inclinación por lasfechorías y por el dinerofácil.Y aunqueLuis era dosaños mayor que Rafael, estehabía conseguido tener unanotable ascendencia sobreaquelycrearlelapermanente

impresión de que le debíafavores.

El capitán de la GuardiaCivil era entonces jefe delServicio de Información delacuartelamiento de La Salvede Bilbao —donde yo lehabía conocido en 1981—,puesto desde el que ya sehabía trabajado la confianzadel gobernador civil deVizcaya, Julián Sancristóbal.

Al acompañante deMasa enaquella ocasión, en cambio,Morcillonolehabíavistoensuvida.

—¿Cómo estás,compadre?

—Meimaginabaqueerastú, no podía ser otro. Siguescomo siempre, Rafa. ¿A quésedebetuvisita?

—Te presento a esteamigo, que es una persona

muyimportante,yqueríamostratar contigo unos asuntos.¿Te acuerdas de los viejostiempos,Luisito?

—Hacemuchosañosquenos conocemos y algunasjuergas nos hemos corrido.Acuérdate de la quemontamoshaceunosmeses.

El visitante desconocidopermanecía callado. A Luisno le encajaba que fuese

picoleto. Tenía otro aire,bastante distinguido. Noentendía de momento quéhacíaallí,consuamigoRafa.Aunque, conociendo a este,intuíaquealgosetraíanentremanos, que no se trataba deunencuentrocualquiera.

—¿Cómo me has dichoque se llama tu compañero,Rafa?

—No es un compañero.

Yatehedichoquesetratadeuna persona importante.Como tú y yo nosentendemos, le he explicadotucurrículoyhemospensadoen ti para algo que quieroproponerte.

Eldesconocidohablóporprimeravez:

—¿Te quedamucho parasalir?

—En quince días más o

menosmedanbola.Rafael Masa retomó la

conversación:—Bien: lo que tú tienes

escapacidadparaorganizaraotras personas para hacertrabajosdelicados.

—Tanto aquí como fueratengo a varios que sirvenpara muchas historias, quesupongoquenotendránnadaque ver con hacer obras de

caridad. ¿Cómo habéisentrado? Tú no tienesproblemas,peroesteseñor,sinoestucompañero…

—Luis, esto no va decachondeo, se trata de unamisión especial. Para nodejar rastro de la visita losservicios especiales me hanfacilitado dos carnés decapitanes falsos, conidentidades que no son las

nuestras.—Osea,buenos,perono

reales…—Algo parecido. Vamos

al grano. Se trata deorganizar un grupo de genteen condiciones, que trabajebajo tu dirección con el finde defender a Españamediante operacionesencubiertascontraETA.

—¡Coño!Yopensabaque

esas cosas se hacían desdearriba.

—Evidentemente.¿Podrías organizar un grupocuando salgas? Se trataríasolodevigilarlos,dehacerlesseguimientos, tenerloscontrolados.

—No sé… Supongo quesí.Sipaganbien,claro.

—Cuandosalgasteponesencontactoconmigo, tedejo

mi teléfono y algo más y atrabajar.

En ese momento eldesconocido le entregó aRafael cienmil pesetas paraque se las diese aLuis y lesdejóunmomentoasolasparaque el capitán rematara lafaena. Masa le explicó a sucompadrequeconesetrabajoiban a ganar mucho dinerolosdos,queeraunacosamuy

seria y que estaríanprotegidos almás alto nivel.Ledijoquecuandosaliesesetendría que quedar unatemporada en Bilbao, y queyaestabatodopreparado.

—¿Te acuerdas denuestro amigo ChemaGómez?

—Puesclaro.—Está en Bilbao, se ha

enganchado con los dueños

de las máquinas tragaperrasilegales, que estánconsentidasenelPaísVasco,y se está forrando. Yotambién controlo ese tema yme lo llevocrudo.Tedamoscobertura allí con esetinglado y te instalas en unnegocio que te sirva detapaderaparalodemás.¿Quéteparece?

—¡Joder, me parece

cojonudo! Porque demomento, fuera lo llevabaclaro. El tío ese que havenido contigo debe demandarmucho,¿no?

—Y más que va amandar.Yasabrásquiénesasu debido tiempo. A mí metiene como hombre deconfianza.

—Pues de acuerdoentonces. Como aquí tengo

vía libre para llamar por elteléfono del departamento yFermín no me pone pegas,llamó desde el suyo, que noestá pinchado y empiezo acontactar para cuando salga.Luegoyamedirásloquehayquehacer.

—Ya verás cómo lesacamosfrutoaesto.Alestarprotegidos en un asunto tanserio se le puede sacar

rendimiento a otrasmierdas.Tú fíate demí, que para esosomoscompadres.Encuantosalgas,mellamas.

—De acuerdo. Le dasrecuerdos a Maribel y a tushijosdemiparte.

El21demayode1983elestafador Luis Morcillorecogió sus pertenencias ensu celda de Carabanchel, sedespidió y, después de seis

mesesencerrado, recuperó lalibertad. De tez cetrina,cargadodehombros,conunaligera cojera, simpatizabacon la ultraderecha másacérrima, comosucompadreMasa.Teníacincohijosyenel pueblo se le temía. Sedecíaqueandabaconpistola,delaquetirabaconfacilidad,yque estaba asociadocon ladelincuencia de peor ralea.

Aprovechándose de laimpunidad y de la cercaníaconlasfuerzasdelordenquelefacilitabaserelhijodeunalcaldedeladictadura,habíaestadometidoentodotipodenegocios turbios, siemprecon mal resultado: drogas,contrabando de licores, unbar y una discoteca deambiente sospechoso quehizo fama porque contrató

una orquesta de músicosnegros, algo fuera de locomúnen laEspaña rural delos años setenta del siglopasado. En general se metíaencualquiercosaquesirvieraparahacerdinerorápidoyalmargen de la legalidad. Luisqueríasermáslistoquenadiey solía terminar con deudas,impagosyproblemas.

Teníaunamenterápiday

acabóhaciéndoseprofesionalde la estafaydel engaño.ElJuzgado de Instrucciónnúmero 3 de Granada locondenó en 1978 por elchequesinfondos,peroélsedio a la fuga y siguió a losuyo,hastaquelopillaronennoviembre de 1982 y lometieronenlacárcel.

Porsuparte,RafaelMasaera un conseguidor desde

dentrodelaGuardiaCivil,untrepa obsesionado con lanotoriedad y el dinero.Apuesto, vividor, gracioso yligón, apasionado de loscoches de alta cilindrada ydelesquí,habíanacidoenLaLíneade laConcepcióny en1983 tenía cuarenta y unaños. Uno de sus primerosdestinos fue Baza, perotambién había servido en

GuineaEcuatorialenlosañosanterioresalaindependencia.En Bilbao consiguió hacerseconlainfluyentejefaturadelServicio de Información yera conocido por sutolerancia con las torturas ysu querencia por la manodura con los etarras. No lecostó mucho sintonizar conSancristóbal, aunque paraentoncesyaestabametidoen

un lío que acabó muchosaños más tarde con sucondenaporhaberconsentidoqueguardiascivilesbajo susórdenesdieranunapaliza,enmayo de 1981, a TomásLinaza,padredeunmiembrodeETA.

Tras salir de prisión,Morcillo pasó unas semanasen Baza, reponiendo fuerzasypreparándoseparaloquele

esperaba. En la últimasemanade junioestuvounosdíasenMadridpara reunirsecon uno de los mejoresamigos que había hecho enprisión,MiguelÁngelLópezOcaña, y su banda degualdrapas: su hermanoRafa; el cuñado de ambos,Alberto Granados, y ungitano francés, Jean-LouisPerales. Cuatro tirados,

heroinómanos y conocidoshabituales del pobladomadrileñodeCañoRoto,conun perfil muy alejado delcrimen organizadoprofesional, aunque conacceso fácil a armas ycapaces de serextremadamente violentos side lo que se trataba era deconseguirunpicodeheroína.

Morcillo les planteó la

oferta que le habíanpropuesto:«Loúnicoquehayque hacer es dedicarse acontrolar a los fulanos deETA que nos vayandiciendo». Les aseguró queibanaestarprotegidosdesdearriba y, a lo que importa,que era buen negocio paraganarmuchapasta.

—¿Puedo contar convosotros?

—Es muy arriesgado,tronco, ya sabes que lonuestronotienenadaqueverconesashistoriasdeetarras.

—Ya, pero quien me loha ofrecido es de miconfianza, es jefe de lospicoletosy tieneun respaldomuy poderoso detrás.Además me ha confirmadoque hay mucho dinero aganar y que entrando ahí

podemos hacer trapicheosgordos, pero respaldados,¡cojones!

—Algo más nos vas atenerquecontar.

—Enpocosdías.Mañaname voy para Bilbao aestablecerlabase.Metienentodo preparado para montaruna historia que me décobertura.Osllamaréyvenísaverme,¿deacuerdo?

El 1 de julio Luis estabacitado a las once de lamañanaenlacafeteríaLardela Alameda de San Maméscon su compadre RafaelMasa, que acudió encompañía de su amigoChemaGómez,elempresarioque estaba conectado enBilbaocon losdueñosde lasmáquinas tragaperrasilegales. Durante dos o tres

añosestuvieroninstaladasentodos los locales dehostelería y quienes lascontrolabansehicieronricos.Dabanpremiosmillonariosy,enmuchossitios,losclientesesperaban durante horas suturnopara jugar, inclusocontalones avalados por susbancos. Lamayoría de baresy restaurantes cubría todoslos gastos con las ganancias,

salariosincluidos.En aquel momento el

juegono era competencia dela Ertzaintza, sino de laGuardia Civil, queocasionalmente llevaba acabo inspecciones sorpresa.ElcompadredeLuis,queeraresponsable del Servicio deInformación, tenía puesmucha tela que cortar enaquel sector, que además se

abastecía mediante el pasoclandestinodelasmáquinasatravés de la frontera, cuyasupervisión también erafuncióndelInstitutoArmado.

Masa no tenía asignadasdirectamente esasatribuciones, pero se lasingeniaba para que suscompañeros le pusieran alcorrientedeenquémomentoy en qué establecimientos

iban a actuar.Y entonces éladvertíaalospropietariosdelas tragaperras, que lassustituían por otras que síestuviesen reglamentadas. Elcapitán cuadruplicaba así susueldoprofesionalysemetíaenelbotea losempresarios,de tal forma que teníamúltiples facilidades paradarlecoberturaaMorcilloenBilbao sin problemas y con

todo tipo de garantías paraque permanecieseaparentemente ocupado y, almismo tiempo, pudierapreparar las misionesdelicadas que se le iban aencomendar.

Chema era totalmenteajenoaesosotrostrabajos.Élsolo estaba allí porquegozaba del respaldo deloficial de laGuardiaCivil y

también porque conocíadesdehacía tiempoaLuis, aquien sin saberlo le iba aservirdetapadera.Durantelacomida fue Masa quien,consciente de su influencia,le propuso a Chema queabriese un nuevo negocio yque pusiera a Morcillo alfrente como empleado deconfianza.Dichoyhecho.

Durante el verano, Luis

sereunióvariasvecesconsucompadre Rafael y siguiótrabajando en convencer algrupitodeMadrid,conelqueestaba a gusto porque sentíaque podía controlarlo a suantojo.

Morcillo se instalódefinitivamente en Bilbao laúltima semana de agosto de1983, lamisma en la que laciudad fue arrasada por las

inundaciones, y se puso alfrente de una cafetería,propiedad de una empresaque constituyó ChemaGómez y en la que MasametióalhijopequeñodeLuiscomo accionista. Se llamabaAlbia y estaba en el edificiodel mismo nombre. DesdeBazasetrajoaunafamiliadecocineros, que era la quepreparaba los menús.

Semanas después los chicosde Madrid subieron al PaísVasco, al calor de suprosperidad.

Pese a su absoluta faltadeprofesionalidad,Luisylossuyosejecutaronpocomásdeun añomás tarde uno de loscrímenes de mayor caladopolítico de la Españademocrática. Ese perfil taninusual, en las antípodas de

losasesinosdeéliteasueldo,favoreció que nunca fuesesencilloidentificaraquiénseencontraba detrás de losdelitos y cuáles eran susauténticasmotivaciones.

Elmovimiento deRafaelMasa, ansioso por hacerméritoscuantoantes,ydesumisteriosoacompañanteenlaprisión de Carabanchel paratantear a Morcillo, fue

probablementeelprimeroenlalíneadelanuevaestrategiapolítica en la lucha contraETA que defendían losespañolistas del socialismovasco, con Ricardo GarcíaDamborenea y JuliánSancristóbal a la cabeza.Aunque todavía existíanideas contrapuestas sobrecómodebíaejecutarse,enesaprimavera de 1983 acababa

deobtenereldefinitivovistobueno de la cúpula delMinisterio del Interior. Y,como no podía ser de otramanera, también el delpresidentedelGobierno.

El PSOE arrasó en laselecciones de octubre de1982conmásde10millonesde votos y una mayoríaabsoluta de 202 diputados.Con todo ese viento a favor,

su principal preocupaciónera,conelrecuerdodel23-F,que el terrorismo siguieragolpeandoparaprovocarunaasonada golpista y, engeneral,queelordenpúblicose le fuese de las manos yvolviera a ser la causa delfracaso de la izquierda en elGobierno, como en la IIRepública.

El viejo aparato policial

heredadodelfranquismo,queseguía controlando losServicios de Información, seplantóanteFelipeGonzálezyamenazó con favorecer elcaos si ponía al frente delMinisterio del Interior a sufavorito, el andaluz CarlosSanjuán, de quien se creíaque traía preparada unaauténtica limpia pararejuvenecer los puestos más

influyentes del cuerpo ycolocar en ellos aprofesionales con mejorsintonía con el proyectosocialista y con los valoresdemocráticos. A este miedose unió la presión de lossocialistas vascos, quesufrían en el día a día lasamenazasylasagresionesdelos radicales, y que eranvisceralmente contrarios a

lastesisquedefendíanbuscaruna salida negociada alterrorismo, algo que ellosconsideraban que solo servíapara dar alas a HerriBatasuna y su entorno. Estalínea, partidaria de ajustarcuentas conETA, fue la quese acabó imponiendo encuanto el Gobierno se vioimpotente contra elterrorismoyconstatóqueala

banda no había mayoríaabsolutaqueleimpresionase.Seis días después de laselecciones, la organizaciónterroristarespondióaltriunfodelPSOEconelasesinatodelgeneral Víctor Lago Román,jefedelaDivisiónAcorazadaBrunete, la unidad másimportante del ejércitoespañol.

En esas circunstancias

González siguió el consejodel ministro del Interiorsaliente, Juan José Rosón, ydesignó para sucederle a unduro, José Barrionuevo, queprocedía de una familiacarlista y que comoconcejalde Seguridad delAyuntamiento de Madridhabíadadomuestrassobradasdecontundenciayfirmezayadesde la etapa de Rosón

comogobernadorcivil, en laque se conocieron. Porsupuesto, Barrionuevo sellevó con él a su hombre deconfianza, Rafael Vera,responsable de la PolicíaMunicipal de la capital, quepasó a desempeñar elimportante cargo de directorde Seguridad del Estado y acontrolar los fondosreservados.

Barrionuevo y Veramantuvieron en la GuardiaCivil a buena parte delequipoantiterroristaanterior,como los generales JoséAntonioSáenzdeSantamaríay Andrés Cassinello. En laPolicía situaron comodirector general aRafael delRío y, como síntoma másexpresivo, a undestacadodela Brigada Político-Social

franquista acusado detorturas al frente de laComisaría General deInformación: Jesús MartínezTorres, que conocía bien laluchacontraETApueshabíapasado cuatro años en SanSebastián. En el MandoÚnico de la LuchaContraterrorista,queteníasusede enBilbao, nombraron aFranciscoÁlvarez,quehabía

tenido éxito por expeditivoen el Grupo Antiatracos deBarcelona, dondeprotagonizó operacionessonadascomoladelasaltoalBancoCentralolaliberacióndelfutbolistaQuini.

Para los cargos políticos,en el País Vasco se dejaronaconsejar por Damborenea,con quien compartían ideassobre cómo combatir el

terrorismo: Ramón Jáuregui,delegadodelGobierno;JulenElgorriaga, gobernador civildeGuipúzcoa;yun jovendetreinta años llamado JuliánSancristóbal, hasta entoncesalcalde de Ermua y afiladapunta de lanza contra elnacionalismo, gobernadorcivil de Vizcaya. El rápidoentendimiento de este conFrancisco Álvarez, con el

jefe de la Brigada deInformación del País Vasco,Miguel Planchuelo, y con suequivalente en la GuardiaCivildeBilbao,RafaelMasa,explicamuchodeloquepasódespués.

La sensación defrustraciónenelGobiernosefueacentuandoconelfracasodeunamesadepazquehabíaplanteado el lehendakari,

Carlos Garaikoetxea, en laque Herri Batasuna planteócondiciones inasumibles yque ETA se encargó deboicotear con una campañade atentados en enero yfebrero. El Ministerio delInterior lanzó entonces elllamado plan ZEN (ZonaEspecial Norte), muyaplaudido por los socialistasvascos, que significaba una

apuesta decidida por la víarepresiva contra elterrorismo, y contra suentorno social y político,como único camino paralucharcontraETA.

El punto de inflexióndefinitivo fue el despreciodel presidente socialistafrancés,FrançoisMitterrand,al nuevo gobierno españoldel PSOE. Francia trataba a

los terroristas de ETA comoauténticos refugiadospolíticos y facilitaba que elsur del país fuese una baselogística y operativa de labanda desde la que prepararsangrientos atentados. A losetarras les resultaba pancomido cruzar la frontera ydisfrutar de impunidadabsoluta. No había forma deluchar de manera efectiva

contra ETA si se lesfacilitaba una salida tansencilla.Durante los últimostres años de gobierno deUCD el ejecutivo francés sehabía negado a ejecutartreinta peticiones deextradición. El PSOE pensóque su identidad ideológicacon Mitterrand le permitiríacambiar las cosas, pero nofueasí.Enabril,Barrionuevo

lo constató tras una reunióncon el ministro del Interiorgalo,GastonDefferre.

Entre las Navidades de1982y laprimaverade1983se habían ido produciendovariasreunionesenunafincaque gestionaba la GuardiaCivil—Las Campanillas, enGuadarrama— y en las queparticiparon JoséBarrionuevo, Rafael Vera y

los líderes del socialismovasco:TxikiBenegas,RamónJáuregui, Ricardo GarcíaDamborenea y el propioSancristóbal. Especialmenteestos dos últimos insistíancon la idea de trasladar aFrancia el problema delterrorismo ejecutandoatentadoscontraetarrasensuterritorio.De estamanera secumplirían dos objetivos:

primero, dificultar la accióndelosterroristasalobligarlesa tomar precauciones en supropio santuario, hacerlessentir el temor de que cadauno de sus atentados tendríasu correspondiente respuestay forzar amuchosdeellos aabandonar el País Vascofrancés para debilitar sucohesión y organización. Ysegundoyprincipal,provocar

que el gobierno francés sedecidiera a colaborar contraETA en cuanto empezase asentirlapresióndelhartazgode su propia población alvivir de primera mano lasconsecuencias del terrorismoy el presumible rechazosocial que incubarían losvascosfranceseshacialoqueentonces considerabanrefugiados.

En mayo de 1983Sancristóbal convocó unacumbre con sus máximoscolaboradoresenelGobiernoCivil, un viejo palacete delcentrodeBilbao.Acababadellegar de Madrid, veníaradiante:elGobiernolehabíadado el visto bueno paracontraatacaraETA.Estaveznoseríacomoenlostiemposdel Batallón Vasco Español,

estructurasaisladasformadaspor mercenarios, sino quetodo el aparato antiterroristadel Estado estaría implicadoenlanuevaestrategia.

A la reunión asistieronlos más estrechoscolaboradores deSancristóbal, entre ellosFrancisco Álvarez y MiguelPlanchuelo. Álvarez carecíade experiencia en la lucha

contraterrorista, pero era unpolicía eficiente queconseguía suplir suscarencias rodeándose de unsólido equipo deprofesionales en la materia,entre los que destacaba elPlancha,queeramisuperiordirecto.Yoentoncesera jefedel Grupo de InformaciónPura.

Sancristóbal comenzó su

alocución con fuerza: «Si noles sacudimos en su propioterreno no conseguiremosunasituacióndeventajaparacuando tengamos quenegociar».Esdecir, se habíaimpuestoelpuntodevistadelos socialistas vascos, queconsistíaenque,decaraaunfuturo proceso de paz conETA, el Estado tenía queobtener una posición de

fuerza y que eso solo seríaposible debilitando alenemigo en el cuerpo acuerpo.

Del encuentro debíansalir unas siglas, el nombrede un grupo. El gobernadorde Vizcaya tenía potestadpara elegir ya que, según loacordadoconBarrionuevoenlas reuniones de Madrid,seríasugentequienemitiese

enexclusivaloscomunicadosdereivindicacióndecadaunode los atentados.Inicialmente estaba previstoque se tratase solo desecuestros, pero muy prontose decidió ir más allá. FueÁlvarez quien dio en elclavo: «GruposAntiterroristas deLiberación», aunqueDamboreneatambiéntuvosu

peso para escoger ladenominación.

Poco después de aquellareuniónSancristóballedijoaÁlvarez que me esperaba ensu despacho para hablarconmigo.Élsabíaqueyoerael funcionario deInformación que máscontactos tenía en el sur deFrancia.Llevabaañosmetidoallí por distintas cuestiones,

todas ellas relacionadas conlosmovimientosde labandaterrorista.

Sancristóbalesunadelaspersonas más obcecadas ypersistentesqueheconocido.Nadamás llegaralGobiernoCivilloprimeroquehizofuecolocarunmástilenlapuertacon una gran bandera deEspaña. Nos sentamos en eltresillo de su despacho y,

durantemásdeunahora,medio una charla sobre ladecisión del Gobierno y ladirección socialista vasca.Durante esta conversaciónllegóaafirmarqueestabaenjuego la democracia. En unaocasión le interrumpió unallamada del ministroBarrionuevo, en la queescuché a mi interlocutordecirle «Estoy tratando el

tema».Cuandocolgó,mediounaordenprecisa:

—Tienes que utilizar atodos tus contactos en el surde Francia para que seimpliquen. Pontemanos a laobradesdeestemomento.

—Estamos hablando deactuar contra ETA de formaexpeditiva.Estáclaro,¿no?

—Así es. ¿Con quiéncuentasyenquézonas?

—Policías franceses,empresarios con los quetrabajan miembros de laorganización, empleados delocalesdondealternan,genteque conoce a muchos deellos, algún exmilitantecaptado que incluso regentaalgún local que frecuenta lacúpula de ETA y otraspersonas con las que hehecho amistad pormedio de

amigoscomunesdeBilbao,yque sin querer te cuentancosas de los etarras. Llevoaños trabajándome aquellazona, la mejor informaciónpartedeallí.

—De puta madre. Conesos contactos podemoshacer muchas cosas. Tienesque empezar a moverte ya.¿En qué parte tienes máscontactos?

—En todos los núcleosurbanos donde se mueven, eincluso donde cobran elimpuesto revolucionario. EnHendaya, San Juan de Luz,Bayona, Biarritz y tambiénenotrospueblos.

—Cojonudo. Puedesdecirles, tú sabrás quiénessonlosmásindicados,quetepongan en contacto conmercenarios para llevar a

cabolasoperaciones.—No hay problema. Los

propios policías, si se lesunta bien, lo pueden hacer.También tengo controlado aljefe de la Legión Extranjerade Bayona, de donde sepuedesacartajada.

—Al primer muerto teasciendoacomisarioytedoyla Cruz Roja. Ofréceles eldinero necesario. Ponte a

trabajar de inmediato sobreel terrenoydamenovedadespor medio de Paco o deMiguel.

Tardé en salir de miasombro, aquello iba enserio. A mi regreso a lajefatura me esperabanÁlvarez y Planchuelo,perfectamenteconscientesdelos planteamientos que mehabíahechoSancristóbal.Mi

misión estaba clara. Lamaquinaria acababa deempezarafuncionar.

III.UNAREDDE

COLABORADORES

A partir de ese momentopasabamás tiempo en el surde Francia que en cualquierotro lugar. Sin dudacompartía esa decisiónpolítica, posiblemente por la

impotenciaquesentíamoslosmiembros de las fuerzas deseguridad y del ejército anteel acoso bárbaro, cruel eincesante de la bandaterrorista ETA duranteaquellosañosdeplomo.Casia diario regaba nuestrascalles y ciudades de sangre:86asesinatosen1979,93en1980, 32 en 1981, 41 en1982…

Me sentía dominado porel odio. Para entonces yahabía sido víctima de variosintentos de asesinato. Laprimera vez fue en 1973. AJesúsMaríaZabarteArregui,el carnicero de Mondragón,le encontraron después dedetenerlo tras un tiroteo unpapel con mi nombre, midirección y la matrícula demi coche. En el

interrogatorio confesó queiba a matarme. Zabarte noera cualquier cosa. Loamnistiaron en 1977 y, trassalir de prisión, se convirtióen uno de los etarras mássanguinarios de la ETAmásdura.Cayódenuevoen1984ydesdeentoncesnohavueltoa pisar la calle, condenado a615 años de cárcel por 17asesinatosy20atentados.

Después de esa primeravez, en otras siete ocasioneshe aparecido como objetivode los terroristas.Por ello, yporlasimborrablesimágenesde numerosos compañeros yamigos en cajas de madera,almacenaba todo el rencorcontra ETA. No mearrepiento. Mi laborcompensóelsufrimientoquenos habían causado, a

nosotros y a nuestrasfamilias.

Tras aquella intensareunión en el despacho deJuliánSancristóbal, comencéa activar a todos misinformadoresenFranciaparamodular su forma de trabajoy adaptarla a los nuevostiempos. Las relacionesprofesionales que manteníaen el País Vasco francés se

apoyaban sobre todo en elinterés crematístico de loscolaboradores, mucho másque en la amistad que enalgunoscasossefraguó,peroesta también tuvo suimportancia.

Ademásde a los policíasfranceses que llevabantiempo trabajandoclandestinamente paranuestros servicios de

información, y de variaspersonasdelentornodeETA,visité a determinadospersonajes españolesinstalados en aquella zonaque podían rendirespléndidos servicios.Recuerdo, por ejemplo, aPituca, una lesbiana navarraque compartía su vida conFrançoise, una hermosamujer francesa con la que

residía en Biarritz desdehacía varios años y a la queterminé infiltrando en loscírculospróximosaETA.Semovía como pez en el aguaenelmundilloradical.

Uno de los topos máseficientes con los quecontaron las primerasactuaciones de los GAL fueel empresario vasco francésPierre Gueracague. Tenía

negocios de conservas delpatoenel surdeFrancia, enlosqueempleabaamiembrosdeETA.Vivíaenunaenormecasa en la costa deUrrugne,enlaquenosveíamosdevezen cuando para que meinformase de sus frecuentescontactos con los máximosdirigentes de ETA militar,Txomin Iturbe y AntxonEtxebeste, y también con

Iñaki Mugika Arregi y JoséMaría Larretxea Goñi, queeranlosjefesdelosoctavos,el residuo de ETA político-militar que quedaba activodespués de su disoluciónpactada con el gobierno deUCD en 1982. La cercaníaconGueracague se había idocultivando, precisamente,durante las citas quemantuvimos años antes para

que me fuese abriendopuertasduranteelprocesodenegociación con lospolimilis.

Pero losobjetivoshabíancambiado ahoraradicalmente. Muchos añosdespués supe por la prensaque en aquel julio de 1983los servicios secretos (elCESID) habían entregado undocumento oficial al

Gobiernoenelqueproponíanla ejecución de asesinatos ysecuestros en el sur deFrancia con el objetivo dedescabezar los órganos dedirección de ETA, lo que«supondría un serioquebranto en la continuidaddesuestrategia».Losmediosdecomunicaciónlollamaron«acta fundacional de losGAL»,aunqueenrealidadya

llevábamos un par de mesestrabajandosobreelterreno.

Después de un verano demuchomovimiento, pero sinque estuviese claro cuándoteníaqueestartodolisto,loshechos se precipitaron demanera casi definitivacuando, el 5 de octubre de1983, los octavossecuestraron al capitán deFarmacia Alberto Martín

Barrios, quizáconfundiéndolo con elcomandantedelCESIDJesúsDiego de Somonte, con elqueguardabaparecidofísico.FueeldetonanteparaquelosGAL entrasen en acción,aunque las siglas todavíatardaron un par demeses enhacersepúblicas.Elhartazgoentrelasfuerzasdeseguridadera ya insoportable: solo en

septiembre las diferentesramas de ETA que seguíanactivas(militar,losoctavosylos Comandos Autónomos)habían cometido una docenadeatentadosy laofensivaserecrudecióenoctubre.

Los secuestradoresemitieron un comunicadoexigiendo la liberación denueve de susmilitantes paralos que se pedían casi mil

añosdecárcelporelasaltoalcuartel deBerga (Barcelona)y que se les permitiera lalectura de una nota en eltelediario de mayoraudiencia. El Gobierno, porsupuesto, se negó. En elejército, sobre todo, ytambién entre la GuardiaCivil y la Policía, la tensiónestabaapuntodeestallar.

Anteelcarizqueestaban

tomado los acontecimientosJulián Sancristóbal, enpresencia de FranciscoÁlvarez y de MiguelPlanchuelo,meordenóen sudespacho del Gobierno Civilaldíasiguientedelsecuestroque utilizase todos miscontactosparaencontraralosjefes de los octavos, peroahora con el objetivo deraptaraunodeellosy luego

intercambiarloporelcapitánMartínBarrios.

Mientras yo viajaba aFrancia, Álvarez reclamó lapresencia en Bilbao de unosinspectores de su confianzaque habían trabajado a susórdenes en el grupoantiatracosdeBarcelona.Pormis movimientos durante elverano yo ya contaba congente preparada en la zona

vascofrancesapararealizarlamisión con mayoresgarantías, pero él se empeñóen improvisar contando consushombres,quenoteníanniidea de cómo actuar en eseterreno ni contra eseobjetivo, posiblemente paracolgarse después la medalla.Fueunfracaso.

En Hendaya tuve unencuentro con el inspector

Guy Metge, destinado en laPAF (Policía del Aire yFronteras), que llevabatrabajando para mí desdehacía tiempo. Era un buenamigo, pero su colaboraciónse estimulaba ademásmediante el pagocorrespondiente, quesuperaba incluso su salarioprofesional. Los agentesfranceses podían obtener

fácilmentedocumentacióndela banda con informaciónsobre terroristas legales (nofichados) que actuaban enEspaña y nosotros noteníamos controlados. Elsoborno a los gendarmesestabaalaordendeldía.

Con Metge me reuní ensu propio domicilio, uncuidado chalé en la apaciblecalledeWaltDisney.Estaba

perfectamente al corrientedel secuestro del militarespañol y no me resultócomplicadoentrardellenoenel asunto. Él hablabacorrectamente castellano, loque facilitaba mucho losacuerdos:

—Mira,Guy, estamos enun aprieto con lo delsecuestrodeMartínBarriosyse ha decidido al más alto

nivelpolíticoactuarcomonose ha hecho hasta ahora.Necesitamos resultadosinmediatos. Tienes quefacilitarme las cosas y luegohablaremos decompensaciones económicasmás importantes que las quevienes recibiendo hastaahora.

—¿Qué es lo que estáispensandohacer?

—Llevarnos a Larretxeao a Mugika a España yproponer un intercambio porelcapitánMartínBarrios.

—¡Joder! Vuestra formade actuar en Francia parecequevaacambiar,¿no?

—Hay un proyectonuevo,máscontundente,másoperativo sobre este terreno,dondelesdejáishacerloqueles sale de los cojones, pero

de esto ya hablaremos mástranquilamente en cuanto seresuelva el problema queahoratenemos.

—No sé cómo le sentaráa nuestro gobierno, ya sabesque la relación quemantienen con ETA ennuestro país es una cuestiónpolítica.

—Que se jodan. Por suculpaenEspañahaymuertos

adiario.Apartirdeahora tevas a forrar si eres efectivo.Vetepensandoenquiénesdetodosloscolegasquemehaspresentado estaríandispuestosacolaborarenestanueva empresa. Yo hablaréconlosqueconozcoenotrasdemarcacionesycon losquetú me has presentado en laLegiónExtranjera.

—Con Gerard Manzanal

dejefedereclutamientoenlaLegión tienes un buen filónde mano de obra. Conmigopuedescontarsipagasbienyya me encargaré de hablarconlosmásidóneosparaestetrabajotandelicado.Apartirde que se caliente elambiente serámejorquenosveamosenIrún.

—Ya lo había pensado,peroyatediréyoapartirde

qué momento y dónde.¿Porquesigues ingresandoeldineroquetedoyenIrún?

—Yapartirdeahora,conmayor razón. Tenemos quetomar muchas precaucionestodos si se van a complicarlas cosas.No podemos dejarcabos sueltos. Si nos pillan,nosjoden.

—Bueno, a ver, tenemosque empezar por lo que nos

apremia. ¿Dónde podemoscazar a Larretxea o aMugika?

—Sé dónde viveLarretxea. Es en la carreteraquevadirectaalafrontera,aescasos cinco minutos, unlugar poco frecuentado einmejorable para pillarlo. Esun chalé que tiene un pastoralemánenlapuerta,alquesele puede envenenar y listo.

Podemosirahoramismoytelo enseño. Además frente asu casa hay una pequeñacolinadesdelaquesepuedencontrolar la entrada y lasalida. También se le puedelocalizar en la libreríaMugalde, que pertenece aETA.

Despuésdemostrarme lacasa del terrorista y desituarnos en el pequeño

monte que existe frente a lamisma, pude comprobar queera el lugar ideal pararealizar la operación conescasasdificultades.Antesdedespedirnos le planteé laposibilidad de que fuese élmismo o alguno de suscolegas quienes llevaran acabo la operación, aunquehabíaqueevitarenloposiblequeuntopodeesacalidadse

quemase antes de tiempo.Aquella frenética aventurasolohabíaechadoaandar.

A continuaciónme fui alencuentro de Gueracague enelbarMadrid,enelcentrodeHendaya.Precisamenteaquelestablecimiento era uno delos que utilizaba ETA paracontactarconlosempresariosvascos que acudíanatemorizados a pagar el

impuesto revolucionario.Cenamos en un restaurantepróximo, después de tomarun aperitivo en el Madrid.Aquel día pudever a unodelos cobradores de la banda,SabinoEuba,Pelopintxo.FueGueracague quien meadvirtió de su presencia.Cuando nos íbamos, ambosse saludaron y, alpresentármelo,mevinierona

la cabeza ideas nada buenaspara él. Durante la cena,abordamos distintos asuntos,hasta que fui llevando laconversaciónamiterreno:

—Oye, ¿has coincididoestos días con Mugika oLarretxea?

—Sí, antes de ayer vinoLarretxea a pagarme elalquiler de una casa que letengoalquilada.

Me sorprendió alhacerme ese comentario,puesto que hora y mediaanteshabíaestadoconMetgeen las inmediaciones de laque se suponía era lavivienda del etarra. Así quesondeéaPierreconel findeaveriguar si se trataba de lamisma o estaba refiriéndoseaotraqueutilizabalabanda.

—No sabía que le

tuviesesalquiladaunacasaaLarretxea.

—Sí,desdehaceunosdosaños. Esto es muy pequeño,nos conocemos todos y hayquellevarsebiencontodoelmundo,ymásconestos,queya sabes cómo son.Además,yo tengo intereses enempresas conserveras enEspaña. ¿No te acuerdascuando nos encontramos el

añopasado en elGranHotelde La Toja? Ya te dije queestabaallípornegocios.

—Vaya noche, nosacostamos a las tantas, tútienes un aguanteimpresionante. Por cierto,¿dónde le tienes alquilada lacasaaLarretxea?

—Aquí mismo, enHendaya, es un chalé que seencuentra en la carretera

vieja que va a dar a lafrontera. Algunas vecestambién paran ahí MugikaArregioalgúnotromiembrode lo que queda de lospolimilis. Te lo digo por sipensáis controlarlos o algoparecido.

—No, es curiosidad. Loquesímeinteresaríaesteneruna copia de las llaves paraentrar cuando estemos

seguros de que no hay nadieen la casa e intentarencontrar algún documentoque pudiésemos fotografiar.¿Tú me podrías facilitar unjuego?

—Mira, lo primero quehacen cuando entran a unaviviendanuevaescambiarlacerradura y poner algunamás. Las que tengo yo nosirven.

—No te preocupes, erauna idea para encontraralguna pista sobre elparadero delmilitar español.Lo que sí te rogaría, por laamistad que nos une, es quefueses muy discreto conrespectoalcomentarioquetehehecho.

—Conmigo no tienesningún problema. Además,¿cómo crees que podría

decirles que tengo un amigode los Servicios deInformación de la Policíaespañolaquevieneaverme?¿Estásloco?Nisemeocurre.Lo que sí vamos a hacer encuanto terminemos esacercarnos a uno de misalmacenes en San Juan deLuzparahacerteunregalodemisproductosypasamospordelante de la casa que le

tengo alquilada a Larretxea,¿teparecebien?

—Venga,estupendo.No había duda, al pasar

delante de la vivienda queocupaba Larretxea yocasionalmente Mugika medicuentadequeeralamismaque horas antes me habíamostrado Metge. Unaafortunadacasualidad.

La empresa de

GueracagueseencontrabaenlacalledeFrançoisBibalenSan Juan de Luz. Cuandollegamos,yaeratarde,seríanlas once de la noche. Aaquellashorasnohabíanadieporlacalle.AlbajarnosdesuMercedesmeseñalóhaciauncoche y me dijo que era eldel etarra Francisco AyaZul a i ca ,Trepa, un viejoamigo con el que yo había

compartido guateques en unhotel de Górliz, cerca deBilbao.

MientrasPierrelevantabalas persianas de su negocio,disimuladamente tomé notade la matrícula. Era unPeugeot verde, con placas1813-RL-64. Aún conservoaquel viejo y amarillentopapel, como otros recuerdosdeaquellaépoca tan intensa.

Con ese dato, los GALestuvieronapuntodeatentarcontraélunañoymediomástarde.

Tras despedirme deGueracague, esa mismanoche regresé a Bilbao.Contaba con informaciónsuficiente para actuar contralossecuestradoresdelcapitánde Farmacia Alberto MartínBarrios.Aprimerahoradela

mañana,meesperabaansiosoJulián Sancristóbal en eldespacho de FranciscoÁlvarez, junto a MiguelPlanchuelo, para conocer lasnoticias del otro lado de lafrontera. Cuando le contédetalladamente lasconversaciones que habíamantenidolatardeylanochedeldíaanterior,asícomolosdatosquehabíaconseguidoy

contrastado con respecto aLarretxea y Múgica, se leiluminólacara.

Desde aquel mismodespacho Sancristóbal llamóal director de la SeguridaddelEstado,RafaelVera,paraponerle al corriente de lasituación e informarle deque, desde aquel momento,estaba en disposición deactuar. Los inspectores de

confianza de Álvarez yahabían llegado desdeBarcelona.Veraleautorizóaque pusiera en marcha eloperativo para capturar aLarretxeaGoñi.PocodespuésllamóaldespachoelministroBarrionuevopreguntandoporSancristóbal,parainteresarsepor el dispositivo que seestaba activando, darnosánimos y advertir de que el

tiempo apremiaba, que seactuase con garantías perocon la premura que requeríalasituación.

Allímismomeordenaronque esa tarde regresase aHendaya junto al hombre deconfianza de Álvarez, elinspector Jesús AlfredoGutiérrezArgüelles,paraquehiciera un reconocimientodel recorrido habitual del

etarra desde la libreríaMugalde, donde seconfeccionaban los boletinesinternos de la organización,hasta su casa y de todos losdetalles necesarios parallevaracabolaoperación.

Antes de marcharnosSancristóbalmedijo quemepasarapor sudespachoenelGobiernoCivilunahoramástarde. Una vez allí me

entregó un maletín con unmillón de francos franceses(unos veinte millones depesetasentonces)paraqueselos enseñase a GuyMetge yle transmitieraqueestabanasudisposición,asícomoalade los otros funcionariospoliciales franceses de suconfianza, como GerardManzanal, que veníanrindiendoungranfruto.Más

que nada, para estimular sucodicia.

Aquel día, 7 de octubrede 1983, Argüelles y yopartimos hacia Hendayasobre las cinco de aquellatarde gris, con el fin dealcanzarlalocalidadfrancesaantesdequeanocheciese.Lazonaqueleteníaquemostrarya estaba prácticamentedesértica cuando llegamos.

LeseñalélalibreríaMugaldey recorrimos varias veces eltrayecto que Larretxea hacíahabitualmente desde allíhasta su domicilio. El planconsistía en que otrofuncionariodeInformaciónyyo mismo nos quedaríamoscontrolando las entradas ysalidasdeldomiciliodesdelacolinaqueestáenfrenteparacomunicárselas con

radiotransmisoresaotrosdospolicías del grupoantiatracos, que trabajaríanconArgüelles.

Más tarde pudimos vercómo Larretxea montaba enel coche que teníaestacionadofrentealapuertade la casa y desaparecía conrumbo desconocido.Argüelles no sabía quién erayleaviséparaqueconociese

endirectoalobjetivo.Eraunhombrealtoycorpulento, sufísiconopasabainadvertido.

Seguidamente, cuandoyala noche era cerrada, nostrasladamos al domicilio deMetge, que me estabaesperando.AArgüellesnoleexpliqué a qué iba a aquellugar, ni con quiénme iba aentrevistar, simplemente ledije que me esperase en el

coche. Era una calleresidencial, apacible y muydiscreta, sobre todo aaquellashoras.

—Acabamos de ver salirde casa a Larretxea en elcoche, parece que se dirigíahacia el centro. No hemosquerido seguirle para nolevantar sospechas, por esacarreteraapenashaytránsito.

—A estas horas quizá

vayaaBayonaaveraTxutxoAbrisketa y a Mugika, sonlos otros dirigentes quequedandelosoctavos.Comoestán con lo del secuestro,tendrán que intercambiarcriterios para trasmitir alcomando. ¿Cuándopretendéiscogerlo?

—Mañana desplegamosel operativo para llevárnosloalotrolado,aversillegamos

a tiempo de salvarle la vidaalcapitán.

—Es fácil que loenganchéis durante elrecorrido que hacehabitualmente, pero tenéisque hacerlo rápido, estoshijos de puta a la mínimasospecha avisan a losgendarmes. Si os pillan, osjoden. Teníais que haberencargado este trabajo a

gente a la que no pudiesenrelacionar con vosotros,porque si caen es suproblema.

—Estamosdeacuerdo,yoya se lo he advertido a misjefes. Pero en este primertema, porque esto es elcomienzodealgomuyfuerte,se han obstinado a nivelpolíticoenquesehagaasíyellosmandan.

—Igual es que vuestrosgobernantesquierenmedirlaactuación de los nuestrosante un posible fallo yprovocar su reacción,porquelo que pasa aquí con losrefugiadosesdescarado.

—Realmente no sé cuálessuintención.Yomásbienpienso, por lo quenoto amialrededor,quesetratadeunacuestión de emergencia para

salvarlavidadeestemilitar,reconfortaralejércitoyalasfuerzas de seguridad denuestro país, que están muytocados.

—Ya, teentiendo, loqueestá pasando en España contanto atentado puedeencabronaralosmilitares.

—Pero bueno, yo hevenido sobre todo a perfilarcontigo una serie de

cuestionesdecaraaloqueseestá poniendo en marcha.Primero se ha decidido quevosotros, los que decidáiscolaborar en el proyecto,hagáis un trabajo en lasombra, que consistiría enaportar informaciones sobrelos domicilios de miembrosde ETA (cuanto más rangotengan en la organización,mejor)y lugaresestratégicos

donde se les pueda pillar.También, muy importante,facilitar conexiones condelincuentes profesionales omafiosos con los que porvuestro trabajo tengáis algúntipo de colaboración oconfidencias. Tendríais queconcretar las citas entrenosotros y ellos al otro ladode la frontera. Estaría bienque pasaseis armas desde

España hacia Francia, queeso por vuestra condiciónprofesional no os causaríaningún problema. O eso oque las consigáis aquí y noslasmetáisenlas taquillasdeuna estación de tren o enzulos.Vamos,quesetratadecrearunainfraestructuraparapreparar la operatividad delos que llevarán a cabo eltrabajo final. Por supuesto,

que si alguno de vosotros sequiere implicar más allá deloqueteheexplicado,ganarábastante más dinero. ¿Estáclaro?¿Mehasentendido?

—¡Joder que si te heentendido!Pretendéismontarun lío de tres pares decojones. Vais totalmente enserio a por ellos y la verdades que me alegro, pero hayque hacerlo muy bien y en

secreto. Se puede irmontando una buena red decolaboradores, cuento congentedeconfianza.Lodelasdirecciones y lugares másadecuadosparacazarloseslomássencillo, igualque lodelas armas. Poneros encontacto con pistolerostampoco resulta muycomplicado,sepuedehaceratravés de terceras personas.

También sé de algún colegaqueporpastahaceloqueseay además es muy hábil ysuele alternar con muchosetarras, conoce como nadielos sitios que frecuentan ytiene pocos escrúpulos. Legusta la buena vida, cuandohable con él ya te lopresentaré.

—Veo que me hasentendido y que podemos

llegaraacuerdos.Paraquetehagas una idea de la pastaquepodéisganar,tehetraídoestemaletínconunmillóndefrancos. ¿Qué te parece? Yestosoloesparaempezar.Encuanto empecéis, te loentrego para que los vayascalentando, esto es unaperitivo para los que secomprometancontigo.

—¡Hostias! ¿Y esto para

empezar?¿Cuánto tiempovaadurartodoesto?

—Sí, esto es solo paraempezar, luego se iránpagando las operaciones quese monten, lasinformaciones, elseñalamiento de objetivos,lasarmasyloscontactosconlos matones. No sé cuántotiempovaadurar,peroporloque se ve, para largo, hasta

queseconsiganlosobjetivos.Así que os podéis hacer conuna muy buena cantidad dedinero.Empiezacuantoantesa moverte y en el momentoque tengas algo consolidadome llamas y te entrego elmaletín en el otro lado odonde quieras. Pero empiezaya, desde estamisma noche,cuanto antes esté todomontado, antes comienzan

lasoperaciones,¿entendido?—Está claro. Espero

llamarteenpocosdías.Másomenos ya sé con quiénespuedo coordinar todo. No tepreocupespornada.

Todoslosmecanismossepusieronenmarcha,deformaque la mayor parte de loscontactos que hasta entoncesse venían utilizando solocomo informadores se

adaptasen a un proyecto delquehastaesemomentonoseconocía el alcance que iba atener.

AquellanochemeacercóArgüelles hasta Biarritz. Lapasé en el hotel Plaza paraestablecerotros encuentros ala mañana siguiente,quedando con él en vernospor la tarde en lasinmediaciones de la casa de

Larretxea, en un discretocallejóndesdedondesepodíavigilar sin levantarsospechas.

Elhotelseencontrabaenel centro de la ciudad, aescasos metros del caféRoyal,dondealasdiezdelamañana de ese nuevo díaestaba citado con Philippe yRené, dos inspectores de laPolicía Judicial de Biarritz

con los quevenía trabajandodesdemediadosde ladécadade 1970 y con los que teníabastante confianza, paratratar de tantearlos en elmismo sentido que aMetge.Losdos cobraban lo suyodelas arcas delEstado español,asíquenofuedifícilllegaraunprincipiodeacuerdo.

Después me vi en lacafetería Océanic con el

exlegionario de origenespañolPedroSánchezyconsu amigo Raymond Sanchis,con quienes ya veníamanteniendocontactosdesdeque me los presentó un talFlorentino, un personajeextrañodelquenuncaconocísuauténticonombreyalquellegué a través de GerardManzanal.Todosellosteníanrelación con antiguos

miembros de la OAS (encastellano, Organización delEjército Secreto). Se tratabadeungrupoterroristafrancésde extrema derecha quecometiónumerososatentadosen la década de 1960 paraoponerse a la independenciadeArgelia.

Ese entorno podía ser unbuencampodereclutamientode mercenarios curtidos que

pudiesen integrarse encomandos operativos contrala colonia etarra. Notardamos mucho enentendernos: comprendierondeinmediatocuálibaasersumisión a partir de aquelmomento,sobretodoestandoel dinero de por medio. Dehecho, en pocos días yahabían sido capaces demontarunequipo.

Desdeallí,PedroSánchezme acercó hasta las afuerasde Bayona, donde yo habíaconcertado una cita con elinspector jefe de la PolicíaJudicial de aquella localidadfrancesa, JacquesCastets, unfiel colaborador, muyefectivo, que desempeñabauna función de primerarelevanciaparamisintereses,aunque más burocrática:

tenía acceso directo a lasfichas de residencia de losetarras, a los controles quelas autoridades policialesefectuaban sobre losmiembrosdelaorganización,al contenido de lasdeclaraciones cuando seefectuabaalgunadetenciónyal conocimiento de suslugares frecuentes de alterneasícomodeloslocalesdonde

contactabanparaelcobrodelimpuesto revolucionario. Enfin,quetrabajabaenelcentroneurálgicopolicialdecontroldelapoblaciónderefugiadosvascos de toda la zonavascofrancesa.

Castets era un hombreafable, campechano, algoborrachín,aquienseletirabade la lengua sin grandesesfuerzos y al que, con unos

cuantosbilletesdequinientosfrancos, se le compraba confacilidad. Además, por suforma de ser no infundíasospechasyenloquemenospodíanpensarlospolicíasdesu entorno es en queestuviese metido en lasentrañas de la guerra suciacontra ETA. Siempre fue unlealservidorqueseprestósincomplicaciones ni reparos a

loquelefuipidiendo.Cuando me despedí de

Castets llamé desde unacabina telefónica a Bilbao,donde Sancristóbal, Álvarezy Planchuelo esperabanacontecimientos.Les puse alcorrientedelosavances.Loscontactos comenzaban a serfrenéticosyelcírculo se fueampliando a medida queaquellos encuentros fueron

soltando carrete entre losconocidos de unos y otros alosquelesresultabaatractivoel nuevo dispositivo contraETA y también suremuneración, de tal formaque la red de posiblescolaboradores se estabacohesionando.

Después del tiempoinvertido entre Biarritz yBayona, Pedro Sánchez me

llevóencochehastaunpuntode Hendaya que estaba aescasosdoscientosmetrosdedonde se encontraban loscolegasque ibanaparticiparen la operación deemergencia contra LarretxeaGoñi. No quería que elexlegionario sepercatasedeldispositivo que teníamosdiseñado. Se sorprendió, esosí, de que me quedara en la

esquina de una calle apenastransitada con unmaletín enuna de mis manos. En elcallejón que habíamosconvenido, me encontré conGutiérrez Argüelles y sushombres.

En la colina noscolocamosmi compañero deInformación Francisco SáizOceja y yo. Desde allí sedivisaba con nitidez la casa,

asícomolasinmediacionesyparte del tramo de lacarretera por la quenecesariamente debíadesplazarse Larretxea, fueseen un sentido o en otro.Argüelles y los suyospermanecían en aquelestratégicocallejón,desdeelque también se podíancontrolar los movimientos.Ocasionalmente, sobre todo

cuando empezó a oscurecer,alguno de ellos se acercóhasta la libreríaMugalde.Eldispositivo se mantuvo asídurantevariasjornadas.

Unode losprimerosdíasllegó hasta la casa un SeatRitmo con matrícula de SanSebastián del que se bajóprecipitadamente Larretxea.Cruzó la calle a toda prisa,como si tuviera concertada

unareuniónaesahora.Pocodespuésaparecióenlapuertaun individuo que se apeó deun Peugeot 504 con unasplacas del CuerpoDiplomático de algún país,circunstancia que mesorprendióespecialmente.

Decidimos regresar aBilbao, donde comprobamosambas numeraciones. Elprimercoche,delquesebajó

elterrorista,estabaanombrede la mujer de TxutxoAbrisketa. El segundo, conmatrícula M-4225-CD,correspondía a un tal KapLee-Hyo, de la embajada deCoreadelNorte.

AldíasiguientevolvimosaubicarnosdeformasimilarenaquellapartedeHendaya,presionados por la urgenciade la situación y por los

dirigentes políticos. Aquellatarde, después de hacer losrecorridos habituales paralocalizaranuestroobjetivoycuando ya habían pasadovarias horas sin observarmovimientosnienlacasanien la librería,di a travésdelradiotransmisor la señal deretirada, con el fin de noquemarnos en exceso en unlugar tan poco concurrido.

Nadie contestó. Algoanormal estaba pasando ydecidimos ir en busca deArgüelles y sus dosacompañantes.

Cuando bajamos,nuestros compañeros estabanrodeados por gendarmesfranceses a los que alguienhabía avisado. PosiblementeLarretxea o alguno de lossuyos. Inmediatamente puse

rumbo hacia la frontera, apesar de que Sáiz Ocejainsistió en acercarnos allugardondeestabanretenidosnuestros colegas. No le hicecaso,porqueeraevidentequehabríamos corrido la mismasuerte. Todos íbamosarmados.Además,Argüellesportaba un fuerte anestésicoque yo le había facilitadoparadormiraletarra.

Pensé que lo mejor quepodía hacer eracomunicárselo desde Irún aSancristóbal, para que estehablase con el ministroBarrionuevoyloarreglarananivel político, como asíocurrió.Doshorasmás tardela policía francesa ponía enla línea fronteriza aArgüelles y a sus dosacompañantes, después de

haberlosretenidoduranteesetiempo en la comisaría deBiarritz, donde registraronsus nombres y tomaron notadetodassusarmas.

UnavezenBilbao,aaltashorasdelanoche,subimosaldespacho que FranciscoÁlvarez tenía en la antesalade su vivienda en la propiaJefatura Superior de Policía,donde se encontraban

Sancristóbal,Plancha y, estavez, Damborenea, hombrefundamental en lasdecisionesdelatramaqueseestaba montando.Sancristóbal llamó a Veraparadecirlequeyahabíamosregresado y que se iba acambiar la estrategia paracapturaraLarretxeaGoñi.

Vera le contestó que losfranceses estaban muy

cabreadosyqueBarrionuevohabía tenido una fuertediscusión con su homólogofrancés, en la que habíaestado a punto de intervenirel propio Felipe Gonzálezpara mediar con FrançoisMitterrand. Al finalizar laconversación, Sancristóbalnosdijoalgoqueentoncesnoentendí: «Este cabrón deVera tiene enmarcha alguna

otra operación con lospicos». Al parecer, elgobernador civil deGuipúzcoa, Julen Elgorriaga,yelcoroneldelcuartelde laGuardia Civil enIntxaurrondo, EnriqueRodríguez Galindo, estabanmuy enfadados por el follónque se había montado enFrancia. Muy poco despuéscomprendíporqué.

Como ya no se podíaregresar a Hendaya conarmas,setomóladecisióndereclamar la presencia enBilbao de tres miembros delos GEO expertos enoperaciones especiales paraque acompañasen aArgüelles.

Despuésdelincidentedeldía anterior, me acerqué acasa deMetge para solicitar

su colaboración y este mecomentó el impacto quehabía tenido entre suscompañeros la detención delos policías españoles y sumalestar por la intervencióndel Ministerio del Interiorfrancés. Me insistió en que,en esa zona tan pocotransitada,habíaque llevaracabo la operaciónrápidamenteparanolevantar

las sospechas del terrorista,que había sido quien habíaalertadoalosgendarmes.

PorordendeSancristóballe entregué 50 000 francos,que por supuesto tomó demuybuengrado,conelfindeque me facilitase lo antesposible un plan alternativopara capturar a Larretxea.Metgemeexplicóque,dadaslas circunstancias, había que

hacerlo fuera de Hendaya, yquelomejorseríaesperarlealasalidadelacasadeBayonade Mugika Arregui, con elque se veía prácticamentetodos los días paraintercambiar criterios. Actoseguido el policía francés setrasladó a las dependenciasdelaPAFparacerciorarsedela ubicación exacta deldomicilio del otro dirigente

de los octavos. Despuésfuimos hasta Bayona en suAudiazulyallímemostróellugar exacto donde residíaMugika, así como el posiblerecorrido que Larretxeatendría quehacer para llegara la casa. Me indicódetalladamente todas lasformas y puntos másadecuados para interceptarloe invertimos parte de la

mañanadandovueltasporlosalrededores estudiando todaslasposibilidadesparallevaracabolaoperación.Deregresoa Hendaya para recoger mivehículo y volver lo antesposible a Bilbao, por elcamino me fue comentandoque teníabastante avanzadoslos contactos para formaruncomandooperativo.

Esa tarde, siguiendo

instrucciones deSancristóbal, después deexponerleelnuevodiseñodela operación, regresé junto aArgüelles a Bayona parareproducir las indicacionesque esa mañana me habíahechoMetge.Elmartes18deoctubre el inspector cruzó lafrontera en un TalbotHorizonconmatrículadeSanSebastián junto a los tres

geos: el capitán FranciscoJavier López Mallén y lossargentos Sebastián SotoGarcía y José María RubioGarcía.

Ese mismo díalocalizaron a LarretxeaGoñienBayona,cuandosalíadelacasa señalada por GuyMetge.Tras seguirle duranteunos minutos, golpearon lamoto en la que viajaba y el

etarra cayó al suelo,rompiéndose un brazo ydándoseunfuertegolpeenlacabeza. Ya lo teníanacorralado y medionoqueado, a punto deintroducirloenelinteriordelmaleterodondeleinyectaríanel anestésico, y en esemomentoaparecióunpolicíafrancés de uniforme queintervinoyevitóelsecuestro.

Cuando comprobé que losgeos no se comunicabanconmigoa lahoraconvenidaentendí que algo iba mal.Fueron apresados ypermanecieron dosmeses enlaprisióndePau.

La detención de loscuatro policías españolesprovocó un gran escándalopolítico y el ministroBarrionuevo cometió una

torpeza e hizouna confesiónen todaregla:declaróquesetrataba de una misiónhumanitaria destinada asalvar la vida del militar denuestro ejército, cuyasfunciones consistíanexclusivamente en dirigir lafarmacia del GobiernoMilitar de Bilbao. Es decir:reconoció, aunque sinafirmarlo expresamente, que

había enviado policías aFrancia a cometer unsecuestro.

El día 19 de octubre,justo al día siguiente de lafracasada intervención deArgüelles, el cadáver deMartín Barrios fuedescubierto a las ocho de lamañana con un tiro en lanucaylasmanosatadasenlaespaldaenunmontepróximo

a Galdácano. Después detodas las fatigas quehabíamospasado,esecrimennos impresionóespecialmente por no haberpodidoevitarlo.

A Sancristóbal le dolióese fracaso por otromotivo:su propia ambición. Lassospechasque le despertó suconversación con RafaelVera sobre el percance de

Hendaya se habíanmaterializado en lamadrugada del 15 al 16 deoctubre, cuando un comandode guardias civiles secuestróen la rue Tonneliers deBayona a dos etarras demedio pelo: José AntonioLasa y José Ignacio Zabala,que regresaban a casa en elR-4 de un amigo después depasar la tarde del sábado de

barenbar.Fueron trasladados al

sótano del Palacio de LaCumbre, una propiedad delMinisteriodelInteriorenSanSebastián que Elgorriagahabíapuestoadisposicióndelos hombres de Galindo. Ytuvieron ladesgraciadeque,esa misma noche, ETAmilitar asesinara al guardiacivil Reyes Corchado al

hacer estallar una bomba alpaso de una patrulla enOñate.Así que se ensañaronconellos.

El capitán ÁngelVaquero, el cabo EnriqueDorado y el guardia FelipeBayo, siguiendoinstruccionesdelaDirecciónde Seguridad del Estado,sometieronaLasayZabalaatorturas durante varios días:

les arrancaron las uñas yvarias piezas dentales y lesaplastaronlospulgares,entreotras crueldades. Se tratabade obtener información,primero, del paradero delcapitán Martín Barrios y,después, de próximosobjetivosdelosGAL.

Cuando ya estabanmoribundos, Galindo ordenóque loshiciesendesaparecer.

Dorado y Bayo se losllevaron atados de pies ymanos, amordazados y conlos ojos cubiertos con cintaaislante, hasta un parajeconocido como la Foya deCoves, en Busot (Alicante).Allí prepararon dos fosas y,trasdarleseltirodegraciaenla cabeza con una pistolaBrowning, los enterraron,cubriendo sus cuerpos con

cincuenta kilos de cal vivapara hacer desaparecer lashuellasdesusfechorías.

En enero de 1984 losGAL reivindicaron el dobleasesinatoenunallamadaalaCadena Ser en la que decíanque Lasa y Zabala habíanmuerto clamando por unsacerdote, pero que no se lomerecían, e incluso dieronpistas sobre el paradero de

los cadáveres. Nadie losbuscó. Un año después uncazador observó que lasmusarañas jugaban con loque parecían ser restoshumanos. Eran ellos.Permanecieron en lamorguede Alicante sin identificarhasta que un comisariollamado Jesús Garcíaescuchó en 1995 que aSegundo Marey habían

pensado enterrarlo en calviva.Relacionó los hechosypuso en marcha el procesopara identificarlos. JulenElgorriaga, RodríguezGalindo, Ángel Vaquero,Enrique Dorado y FelipeBayo fueron condenados amás de setenta años decárcel.El tribunalabsolvióaRafael Vera deencubrimiento y

malversación, aunquefinalmente, el fiscalconsideró probado quecompróelsilenciodealgunodelosacusadosylamentólasdificultades que tuvo parainvestigar si la ordenprocedió de una autoridadsuperior.

El de Lasa y Zabalapasará a la historia como elprimercrimendelosGAL.A

Sancristóbal se le habíaadelantadosurivalVeraenlabatallaporhacerméritosanteelGobiernoenlanuevaluchacontraterrorista. Y le dolía.SuerrorhabíasidoconfiarenGutiérrezArgüelles,unbuenpolicía que no tenía idea decómo actuar contra ETA enel sur de Francia y que noresistía comparación con lacapacidad operativa de los

hombres de RodríguezGalindo,muchomásexpertoseneseterreno.Peropeor,sinduda, fue la decisión,apadrinada por Vera, de quemiembros de los Cuerpos yFuerzas de Seguridad delEstado participasendirectamente en lossecuestros e incluso en losasesinatos.

IV.LOSGALENACCIÓN

La desaparición de Lasa yZabala, junto al frustradointento de capturar aLarretxea, alertaron a lacolonia etarra. Losrefugiados empezaron atomar precauciones y

establecieron un comité deseguridad dirigido porFrancisco MugikaGarmendia,Pakito, el queaños después llegaría a sertodopoderosonúmerounodeETAmilitar.Suinquietudleshacía sospechar de cuantosextraños se encontraban enloslugaresquefrecuentaban.El enemigo se habíarevelado.

Loquelesproducíapavorera la posibilidad de sersecuestrados, porque sabíanloquesepadecehasta llegaral umbral de la muerte. Nosoportaban pensar que lespodía suceder lo mismo. Elterror a verse en esassituaciones les llevó acometererroresquelosGALaprovecharon. Llegó unmomento en el que dejaron

incluso de acudir a las citaspara cobrar el impuestorevolucionario. La nuevaestrategia extendió unasensacióndeparanoia.

Durante los últimosmesesde1983miscontactosfueron constantes. Ibangenerando frutos ysustanciales avances para eldesarrollo de una ampliainfraestructura, que llegaba

ya hasta Marsella. Fueronapareciendopersonajesdelosmás variados puntos de lageografíafrancesadispuestosaaportar.Conlaayudadelospolicías a sueldo y otroscolaboradores conseguíelaborar una amplísima listaactualizada con lasdirecciones de residencia deposiblesobjetivosyotraconlasmatrículasdesuscoches.

También fueronfrecuentes durante aquelperiodomisreunionesconeljefe de reclutamiento de laLegiónExtranjeradeBayona,Gerard Manzanal, con losexlegionarios Florentino yPedro Sánchez y con dospersonas vinculadas aantiguos miembros de laOAS, Itoiz y RaymondSanchis, que ya habían

reclutado al mercenariofrancoargelino MohandTalbi,aJean-PierreEchalier,al marsellés Roger Bernard,al suministrador de armasPatrickBordouyalexpolicíaJean-Philippe Labade, querealizó importantes laboresde información.Poco a pocounos y otros fueroncontactando con los másatrevidos miembros del

hampafrancesa.Lasiguienteoperaciónde

los GAL, y la que acabóteniendo mayoresconsecuencias políticas yjudiciales, se produjo endiciembre. Tras el asesinatodelcapitánMartínBarrios,elministro del Interior, JoséBarrionuevo,ysudirectordeSeguridad, Rafael Vera,habían autorizado a Julián

Sancristóbalaqueorganizaserepresalias contra ETA, quese concretaron en la personade Mikel Lujua Gorostiola,responsabledefinanzasdelabanda, después de que elpolicía GuyMetge facilitaradurante un almuerzo enBilbao su dirección enHendaya y un plan parasecuestrarlo a través de ungrupo de mercenarios.

Álvarez y Planchuelo loescucharon y quedaronconformes.

De estamanera se formóel primer comando de losGAL ajeno a los Cuerpos yFuerzas de Seguridad delEstado,queestaría integradoporRaymondSanchis,PedroSánchez, Mohand Talbi yJean-Pierre Echalier.Después de llegar a un

acuerdoeconómicoconellos,se puso en marcha laoperación. El precio inicialprevisto era de unmillón defrancos en total, la mayorparte para Metge. El dinerose lo entregó Vera en unmaletínaJuliánSancristóbalenMadrid,despuésdequeelpropioministrodieseelvistobuenoalplan.

Mucho se ha especulado

durante años sobre laactuación de aquellosprimeros mercenarios de losGAL a quienes,efectivamente,selesencargóuna misión concreta: traer aEspaña al dirigente de ETAMikel Lujua para encerrarloen una cabaña cercana aMatienzo (Cantabria) queFrancisco Álvarez habíaordenado alquilar al

inspector Francisco SáizOcejapordocemilpesetas.

Sin embargo, el 4 dediciembre de 1983 Talbi yEchalier aparecieron en lafrontera del puente deDancharinea, en el Pirineonavarro, conotra persona: elviajante de comercioSegundo Marey,circunstancia queinicialmentenossorprendióa

todos. Aquella aparenteconfusiónnofuetal,olofuesolo a medias. Elexlegionario Pedro Sánchez,antes de contactar conmigo,ya mantenía vínculos con elServiciodeInformacióndelaGuardia Civil deIntxaurrondo por medio delcontrabandista francésJoseph Couchot,posteriormenteasesinadopor

ETA después de que alguienfiltrasesusactividadesenlosGAL a los medios decomunicación cercanos a labandaterrorista.

Couchot, unultraderechista captado parala causa de RodríguezGalindo por el empresarioespañol Víctor ManuelNavascués, había dadoinstrucciones a Sánchez para

que él y su gentesecuestrasenaMarey,yaquetenían referencias de queestaba relacionado con lacooperativaSokoa,de laqueseintuíaqueeraunatapaderade ETA (como se confirmóen el año 1986, cuando seencontró en su interior elmayorarsenaldearmasdelaorganización terrorista). Loshombres de Intxaurrondo

querían hacerse con Mareypara introducirlo como topoen Sokoa después deamedrentarlo.

Couchot propuso aSánchez una determinadacantidad de dinero y este,después de contactarconmigoycomprobarqueyoleofrecíaporelsecuestrodeLujua diecisiete millones depesetas, una suma muy

superior, decidió sin contarcon nadie entregarnos aSegundo Marey, a quien yatenían controlado. Lo quepensó, en su lógica decriminal, es que si esteobjetivo les servía a unos,tambiénseríadeutilidadparaquienes pagaban más. Y asíocurrió que Talbi y Echalieraparecieron en DancharineaconSegundoMarey,después

dehabersebajadoalacarreradel coche que conducíaSánchez, que fue capturadoporlaGendarmería.

Lo que pasó a partir deese momento revela la faltadeexperienciadelosjóvenesdirigentes socialistas, que seimplicaron personalmente ydejaron todas las pistasposibles sobre suparticipaciónenunsecuestro,

ylaconcienciadeimpunidadcon la que actuaban a lomosde la mayoría absoluta de1982.

Talbi se acercó al puestopolicial de la fronteraexhibiendo un papel con elnúmero de la JefaturaSuperiordeBilbao.Elagentequeestabaalmandollamóalcomisario jefe de Pamplona,este al gobernador civil de

Navarra,LuisRoldán,yeste,por último, a Rafael Vera,que fue quien dio el vistobueno al paso delmercenario.

Vera conoció así que enel secuestro se habíaproducido un error: lapersona capturada no eraMikel Lujua, sino un talSegundo Marey. El directorde Seguridad del Estado se

comunicó entonces con eldespachoenBilbaodeJuliánSancristóbal, que estabareunido con FranciscoÁlvarezyMiguelPlanchueloparahacerel seguimientodelaoperación,yleinformódelo que ocurría enDancharinea.Loprimeroquehicieronfueordenarmeamí,que llevaba varias horasesperando en la frontera de

Irún, que me desplazase aNavarra para hacerme cargodelavíctima.Despuésteníanque decidir qué hacer conMarey.ParaesocontaronconDamborenea, que se acercóinmediatamente hasta elGobiernoCivilydiscurriólaidea de quedarse con él parapresionar a las autoridadesfrancesas con el fin de queliberasen a Gutiérrez

Argüelles y a los tres geosque fracasaron en su intentode raptar a Larretxea yestabandetenidosenPau.Almismo tiempo podía servirpara amedrentar a losciudadanos que, sin sersimpatizantes de ETA, serelacionaban con miembrosde la banda. A todos lespareció bien y Sancristóbalrecibió la autorización con

otra llamada directamente aBarrionuevo, que junto aVerasemantuvoencontactocon Bilbao durante toda esanoche y durante todo eltiempo que Mareypermaneció retenido en lacabaña de Matienzo queestabareservadainicialmenteparaMikelLujua.

Llegué a Dancharineamás tarde de la una de la

madrugada.AllíestabaTalbi,a quien yo veía por primeravez en mi vida, que mecondujo a una pista forestal,como amedio kilómetro delpuesto fronterizo, dondeEchalier estaba custodiandoal secuestrado, tirado en elsuelo, maniatado y vestidosoloconunpijamaderayasyaterido de frío, como nopodía ser de otra manera a

cincooseisgradosbajocero.A primera vista estaba claroqueaquelnoeraMikelLujuani ningún otro pistolero deETA.Lepreguntésunombre:«SegundoMareySamper».

Loacerquéen coche a lafrontera, donde me esperabauna llamada de JuliánSancristóbal. Le informé delerror, del que él terminó decerciorarse en ese momento

y, para mi sorpresa, meordenó que me lo llevase,junto a los dos mercenarios,hasta el túnel de Basauri,donde me esperarían losinspectores Julio Hierro yFrancisco Sáiz Oceja, quefueron quienes nos guiaronhasta la montaña perdida deMatienzo.

Al día siguienteSancristóbal se acercó hasta

ellugardelsecuestro,juntoaÁlvarez y Planchuelo. Allípudieron ver las condicionesinhumanas en las que estabaMarey, con un trapotapándole losojosy lesionesen los pies por haber tenidoque caminar descalzomientras Talbi y Echalier loarrastraban por las pistasforestales para huir de lapolicía francesa. En la

cabaña, abandonada desdehacíadécadasyconpartedela techumbre descubierta, nohabíacalefacción,niagua,niluz. Marey estuvo allí diezdías, custodiado buena partedeesetiempoporlosagentesLuis Hens y José RamónCorujo, que cumplieronórdenes creyendo que setrataba de un peligrosomiembro de ETA.

Permaneció siempre con elmismo pijama y con apenasunamanta raídapara taparseen un viejo serón de lana enlomáscrudodel inviernodela alta montaña. Casi nocomióynoledejaronlavarseni afeitarse. El trapo que lecubría los ojos se losustituyeron por unosalgodones sujetos conesparadrapospara asegurarse

de que no podía ver conquiénestaba.

El día 6 Sancristóbalmeentregó un comunicadomanuscritoparaqueTalbi lotradujese al francés y loleyeraaldiarioSudOuestyauna emisora de radio.Muchos años después, esepapel,queyoconservé,daríaun vuelco al gobierno deEspaña.

Yaporlatarde,FranciscoÁlvarez, con el visto buenode Sancristóbal yDamborenea y, a su vez, deBarrionuevo,llamóalaCruzRoja de San Sebastián yanunció que «si en el plazode cuarenta y ocho horas noliberan a los cuatro policíasespañoles, ejecutarán aSegundoMarey,decincuentay un años, de Irún». La

amenaza surtió efecto:exactamentedosdíasdespuésel grupo de GutiérrezArgüelles regresaba aEspaña.

El gobierno español seencontró entonces con unproblema: qué hacer conMarey. Damborenea ySancristóbal llegaron aplantear la posibilidad deacabarconélyenterrarloen

cal viva. Desistieron, por lacantidaddepistasquehabíandejado tras de sí y porquealgunos policías nosplantamos.

Por fin, el 13 dediciembre, Barrionuevo yVera decidieron ponerlo enlibertad. Francisco Álvarezcontactó con un chico nuevollamado Michel Domínguez,uninspectorreciéningresado

en la Policía Nacional yajeno a todo el entramado,parautilizarsubuendominiodelfrancés.Leordenóquesedesplazase a la cabaña deMatienzo para irtranquilizando alsecuestrado. El objetivo,absurdo, era hacer creer aMarey que se encontraba enunlugardeFrancia.

En la madrugada del día

14 lo llevamos de vuelta aDancharinea y cruzamos lafrontera por un punto en elque se había dado orden deque no hubiese presenciapolicial. Lo dejamos unkilómetro más allá, junto aun árbol, con el mismopijamaconelquehabíasidocapturado por losmercenarios. En el bolsillollevaba un comunicado que

me había entregadoSancristóbal y queDomínguez tradujo alfrancés:

«Acausadelcrecimientode los asesinatos, secuestrosy extorsiones cometidos porla organización terroristaETA sobre el suelo español,programados y dirigidosdesde el territorio francés,nosotros hemos decidido

eliminar esta situación. LosGrupos Antiterroristas deLiberación (GAL), fundadosa tal objeto, exponen lospuntossiguientes:

»Cadaasesinatoporpartede los terroristas tendrá larespuesta necesaria y ni unasola víctima quedará sinrespuesta.

»Nosotros manifestamosnuestra idea de atacar los

intereses franceses enEuropa, ya que su gobiernoes responsable de permitiractuar a los terroristas en suterritorioimpunemente.

»En señal de buenavoluntad,yconvencidosdelavaloración en propiedad delgesto por parte del gobiernofrancés,nosotrosliberaremosa Segundo Marey, arrestadopor nuestra organización a

consecuencia de sucolaboración con losterroristasdeETA.

»Tendrán más noticiasdelGAL».

Los GAL se presentabanasí en sociedad con un textoquereuníalospuntosdevistade Julián Sancristóbal,Ricardo García DamboreneayelrestodelacúpuladelossocialistasenEuskadi.

La psicosis se instalódefinitivamente entre lacomunidad etarra del PaísVascofrancésyenEspañasedesató una dinámica decrispación que concluyódurante la campaña de lasautonómicas vascas con elasesinato de Enrique Casas.En ese intervalo actuóprincipalmente el llamadoGAL verde, comandos del

cuartel de Intxaurrondo quecometieron los primerosasesinatosbajoelvistobuenodelaDireccióndeSeguridaddelEstado.

Justo después de esteúltimo atentado Barrionuevoascendió a Sancristóbal, queocupó el puesto de Vera enMadrid y se llevó con él aFrancisco Álvarez y RafaelMasa.

Empezaba una nuevaetapa en los GAL. Desde elprincipio Sancristóbal seesforzó en obtener losmismosomayoresresultadosque habían cosechado losverdeseintentaralgúngolpede efecto. Para ello tuve lasuerte de contar con uno delos mejores colaboradoresque he tenido nunca. En unade mis reuniones con Guy

Metge, durante una comida,me dijo que al finalizar elalmuerzo nos trasladaríamosa su domicilio para que mepresentaseaunapersonamuyválida para lasmisiones quese estaban llevando a cabo.Por dinero era capaz decualquier cosa, tenía muchahabilidad para disfrazar suaspecto físico y era un granconocedor del mundo de la

organizaciónterroristaETA.Sobre las cinco de la

tarde llegó al domicilio delpolicíafrancésunhombredeunos treintaycincoaños,decomplexión atlética, cercanoalmetro ochenta de estaturay muy elegante. Me lopresentó como Jean-Louis.Hablaba correctamenteespañol, aunque con unmarcado acento francés.

Quién me iba a decir enaquellosmomentosqueaquelhombre sería una de laspersonas más eficaces a lolargode la trayectoriade losGAL.

En aquella cita lesplanteé una idea deSancristóbal: la posibilidadde que alguien controlase alportavoz de Herri Batasuna,Jon Idígoras, durante sus

visitas a San Juan de Luz,donde residía su esposa.Metge me comentó que lehabíanvistopaseandoconunperro y su mujer, yalternando en el barMadrid,de la misma localidad, condestacados dirigentes deETA. Sancristóbal tenía uninterés especial en que se levigilase y no estabadescartado que algún

comando de los GAL lehiciera una visita. Sinembargo, a partir de que suscompañeros comenzaron asufrir el acoso del enemigoen la zona vascofrancesatomóprecaucionesydejódeacudir asiduamente alencuentrodesuesposa.

Mientras se ponían enmarcha los primeros planes,Patrick Bordou e Itoiz ya

habían camuflado varioszulosyalquiladotaquillasenlas estaciones de ferrocarrildeHendaya,SanJuandeLuz,BiarritzyBayona,enlasquedepositaron distintoarmamento:pistolasde9mmParabellum con abundantemunición, escopetasautomáticasconcartuchosdepostas, algún rifle de miratelescópica,metralletasStein

incautadas a ETA, granadasde mano y distintosartefactosexplosivos.Deesaforma los mercenariospodíanaccederaesematerialsincomplicaciones.

Uno de los pasosdefinitivosseprodujocuandoRaymond Sanchis reclutó enPaual jovenyeficazPatrickNoel de Carvalho, unsargento paracaidista de

veinticinco años, francésperodeorigenportugués,quellegó junto a un veterano alque llamaban Claude. Elprimero era un granespecialista en el manejo detodo tipo de armas, incluidala ballesta, y también enartefactos explosivos. Él fueel encargado de estrenar laetapadeSancristóbal conunéxito sonado: el fulminante

asesinato delTigre dos díasdespuésdequeETAatentasecontraEnriqueCasas.

LosGALdeIntxaurrondotratarondenoquedarseatrás.Una semana más tarde, el 1de marzo, intentaronadaptarse a la estrategia deutilizar mercenarios ymandaron a un grupo deultras de Irún a cometer unatentado en la estación de

tren de Hendaya, al parecerbajoelmandodelempresariode su confianza VíctorManuel Navascués, aunqueeste no llegó a sercondenado.

Sí lo fueron DanielFernández Aceña y MarianoMoraleda, detenidos en Irúnpor laPolicíaespañolahorasdespuésdeasesinarporerrora Jean-Pierre Leyba, un

trabajador de la compañíaferroviaria sin ningunarelación con ETA. Esemismo día el vicepresidentedel Gobierno, AlfonsoGuerra, hacía unasorprendente afirmación:«Tengo la impresión de quese trata de personas quehacíanméritosparaentrarenlos GAL, pero que nopertenecían a esa

organización».Elerrorsirvióparaqueel

GAL verde quedaseaparcado, aunque tuvo lavirtud de que despistó sobreel origen de una estrategiacontraterrorista que entoncestodavía se veía comofantasmagórica. Sobre todoporque la Policía se implicóendescubriralosautoresdelcrimen y la justicia en

condenarlos. Fue el primerjuicioporunatentadode losGAL que tuvo lugar enEspaña. Y reveló a unpersonaje siniestro:Fernández Aceña fueutilizado desde la cárcel enlosañossiguientesparacrearconfusióna laprensaya losjueces, a los que contóinnumerables mentiras parasituarelorigendelosGALy

la responsabilidad de susasesinatosdondenoestaba,yasí evitar que el foco sepusieradondenodebía.

Marzo fue un mesespecialmenteintenso.Eldía19 uno de los clásicos de laguerra sucia, Jean-PierreCherid, falleció al explotarlela bomba que estabacolocandoenlosbajosdeuncochefrenteaunbar repleto

de etarras en Biarritz. Ladeflagración fue de talmagnitud que los restos delmercenario se desperdigaronpor toda lacalley sucabezaapareció a unos cincuentametros del lugar de laexplosión. Cherid, tambiénreclutado entre antiguosmiembros de la OAS, habíasido un habitual de losatentadosdelBatallónVasco

Españolyseleatribuíahaberacabado con la vida deArgala,elasesinodeCarreroBlanco.

Los comandosoperativosen Francia no dejaron detrabajar. Por medio de losinspectores Philippe y René,que estaban adscritos a lacomisaría de Biarritz,supimosqueen la residenciaEtxea Txurria de esa

localidad vivían losdestacadospistolerosdeETAmilitar José ÁngelOchoantesana, aliasKirru, yXabierPérezdeArenaza.Losdosteníanmuchovalorcomoobjetivos por tratarse depersonas muy próximas almáximo jefe etarra, elcarismático Txomin. Pérezde Arenaza era su cuñado,además de un destacado

dirigentedelabanda.Los policías franceses le

entregaronfotosactualizadasa Itoiz y este se las pasó aRaymond Sanchis, que a suvez se las proporcionó aCarvalho y a Claude,encargados de ejecutar elatentado.DesdeelinteriordeunafurgonetaCitroënconloscristales opacos realizarondiversas vigilancias en el

domiciliodelosetarrashastaquelosreconocieron.

El23demarzode1984,ala hora convenida, Claudeemitiódesdelafurgonetaunacontraseña a través de unradiotransmisor y, al recibiresa señal, Carvalho inició elseguimiento en ciclomotordel coche de Pérez deArenazahastaunagasolineraa las afueras de Biarritz,

donde paró para repostar.Allímismo se situó frente aél y le disparó a bocajarroconunarmadecalibre9mmParabellum. Los proyectilesatravesaronelparabrisasyseincrustaron en el pecho y enla cabeza del terrorista, quecayó ensangrentada sobre elvolante.

Visto el impactopsicológicoquelosatentados

produjeron entre losrefugiados vascos, a alguiense le ocurrió que se leplantease al implacableCarvalho la posibilidad departicipar en una operaciónque impresionase todavíamása los terroristas.Elplanconsistía nada más y nadamenosqueenincrustarleaunetarra en el centro de lacabeza una flecha con el

anagrama de los GALdisparada con una potenteballesta desde una distanciaaproximada de unoscincuentametros.Jean-Louisnodabacrédito cuando se leexplicó cómo se iba aejecutarlaoperación:

—¡Hostias! ¿Me estashablandoenserio?

—Totalmente. Se hadecidido dar una lección de

unsimbolismoespecialalosetarras.

—¿De dónde ha salidoesteCarvalho?

—Ha llegado a través dedistintosintermediarios,peroelorigenesMetge.

—¡No jodas! ¿Guy tienequeverenesto?

—No,élinicióuncírculoque se ha ido ampliandohasta llegaraCarvalho,pero

élnoloconoce.Encualquiercaso, pasado mañana teespera juntoaotrapersonaalas cinco de la tarde en lacafeteríadelhotelChâteaudeBrindos,enAnglet,cercadelaeropuerto de Biarritz. Nosuelehabermuchagenteyesfácilencontrarse.Lediréquelleve a la vista el diarioSudOuest.

—Allí estaré sin falta,

tengo ganas de conocer a unprofesional de esa categoría.Meterle un proyectil en elcorazón alTigre desdetrescientos metros… Eso nolo hace cualquiera.Y lo queha hecho con el cuñado deTxomin…Esmuybueno.

—Pues lo que se esperaquehagaahoraconelquetúle pongas a tiro va a crearescuela. Se van a cagar. Es

muy importante que busquesa alguien con cierto peso enla organización para quetengamás repercusión y queel escenario operativo tengacondiciones adecuadas paraque Carvalho se puedadesenvolver con relativacomodidad.

—No te preocupes, sédónde vive un buen pájaro ydesde hoy mismo voy a

estudiar la operatividad enesazona.Apriorimeparecequepuedeserunbuen lugar.Haymuchoslocalesvacíosyenalquiler.

—Tenemos uncolaborador que se dedica aalquilar locales y pisos entoda la zona vascofrancesa,quizátengaencarteraalgunoporahí.Lediréqueentreconcontacto contigo mañana

mismo para que oscoordinéis.

—Cojonudo. ¿Cómo sellama?

—Jean-Philippe Labade.Irá a verte a la cafeteríaOcéanicdeBiarritzalasdiezde la mañana y llevará a lavista el periódicoSud Ouestparaquelereconozcas.

El objetivo que marcóJean-Louis era Alberto

Aldana Barrena, elMelenas,unodelosresponsablesdelalogística de ETA, muy bienconsiderado dentro de laorganización y acusado enEspaña de varios asesinatos.Entonces tenía su domicilioenCiboure, en el número21delaruePocalette.

Dio la casualidad de queLabade disponía de un bajopara alquilar frente al

domiciliodeletarra.PorelloMetge le dio instruccionesparaquedepositaselasllavesdel local en un lugarconcertadoconCarvalho,sinquetuvieseconocimientodeldestino que se le iba a dar,aunquepodíaimaginárselo.

El asesino Carvalho noteníaningúnreparoen llevaracaboaquellaoperación.Eraun experto tirador con

ballesta, que utilizaba en lacacería de corzos y gamoscon suma habilidad. Esmás,cuando se le propuso, en surostro afloró una sonrisa. El18 de abril, cuando ya teníacontrolado al etarra,comprobó cómo llenaba demuebles una furgoneta juntoa dos personas. AldanaBarrerasemudaba.Elplansefrustró.

Unode losatentadosquemás placer me produjo,aunquesueneduro,fueelqueacabó con la vida delsanguinario Tomás PérezRevilla,Tomasón. Tuvo lamuertequesemerecía:tardócuarenta y tres días enfallecer,tiempodesobrapararecordartodassussalvajadas.El Batallón Vasco Españolfalló en 1976 al intentar

asesinarle: su esposa FelisaZiluaga —hermana deldirigente de Herri BatasunaTxominZiluaga—fueheridaen Bayona por dosmercenarios que utilizarondosmetralletasIngramM-10facilitadas por los Serviciosde Información españoles.Los GAL, en cambio, nofallaron.

Pérez Revilla y su

compañero en ETA JoséManuelPagoagaGallastegui,Peixoto, fueron losprincipales responsables deuno de los crímenes másvergonzantesytruculentosenla siniestra historia de labanda: el asesinato, despuésde interminables torturas, delos jóvenes gallegosHumberto Fouz, deveintinueve años; Fernando

Quiroga, de veinticinco, yJorge García, de veintitrés.VivíanenIrún,encasadelahermana del primero, y unsábado, el 24 de marzo de1973, cruzaron la fronterapara verEl último tango enParís, que estaba censuradaenEspaña,enelcinedeSanJuan de Luz. Nunca más sesupo de ellos. Sus cadáveresno han aparecido y, más de

cuatro décadas después,nadie cuenta ya con que lohagan. Al salir del cinepararon en varios bares paracomenzar a celebrar ladespedida de soltero deJorge,que tenía intencióndecasarse en unas semanas. Elfinal de trayecto fue LaTupiña, un tugurio entreSanJuan de Luz y Bidart, y queentonces era un nido de

etarras. Ahí comenzó sutormento.

Tomasón y su grupo(Manuel Murua, elCasero;Ceferino Arévalo, elRuso;Jesús de la Fuente,Basakarte; PrudencioSudupe,Pruden, y SabinoA t x a l a n d a b a s o ,Sabin)recibieronunsoplodeunodelos trabajadores de LaTupiña, que vio llegar a los

tres gallegos en un Austin1300 con matrícula de LaCoruña y, por su aspectotrajeado, pensó que podíatratarse de tres policíassecretas, ya que muchos delosqueestabandestinadosenel País Vasco procedían deGalicia.

Los seis etarras, quellegaron completamenteborrachos, comenzaron con

provocaciones hasta quePérez Revilla le partió lacrisma de un botellazo aHumberto, dejándolomalherido. Les pegaron unapalizasinqueningunodelostestigos presenciales hiciesenadaporsalirensuayuday,a golpes, consiguieronintroducirles en dos coches,unodeelloselpropioAustin1300.Después los llevarona

una granja que controlabaETA en Saint Palais y algrupo se unióPeixoto. Lostorturaron cruelmente paratratardesacarleslaconfesiónde que eran policías einformación sobre susobjetivos.A uno de ellos learrancaron los ojos con undestornillador, tal era suestado de efervescencia.Cuandocayeronen lacuenta

dequesetratabadeunerror,elpropioTomasónseencargódeaplicarleseltirodegracia.Luego hicieron desaparecerloscuerpos.ETA,queen losúltimos años del franquismodisfrutaba incluso de lassimpatías de una parte de laizquierdaobreraespañola,nopodía permitir que seconocieseuncrimentanruincontratrestrabajadoresenel

que se revelaba suverdaderanaturaleza.

El periodista deElMundo Manuel Aguileraentrevistó en 2005 a MikelLejarza,Lobo, el infiltradomás importante que nuestrosServicios de Informaciónlograron colocarle a ETA.Ingresóenlabandaen1970yllegó hasta la mismísimacúpula de la organización

terrorista, provocando sucaída en 1975.Lobo relatóunaconversaciónconPeixotoen la que este le confesó losasesinatos y le aseguró quelos tres gallegos fueronenterrados de urgencia en laplayadeHendayay,después,exhumados y trasladados aun punto más seguro;probablementealcaseríoqueel fundador de Herri

Batasuna Telesforo Monzónprestaba para dar apoyologístico a ETA en lacarreteradeSanJuandeLuzhacia Ascain. Ningunaautoridadhamostradoelmásmínimo interés encomprobarlo, pese a lainsistencia de las familias,que incluso tuvieronproblemas para serreconocidas como víctimas

delterrorismo.Pérez Revilla también

tuvo tiempo de recordarcómo despedazó a dosjóvenes inspectores de laPolicíaNacional con los queyo mismo había compartidodomicilioduranteunmesquepermanecí en San Sebastiánen el año 1976. Cayeron enunatrampatendidaporETA,posiblemente por su

inexperiencia profesional.JesúsMaríaGonzálezItuero,de veinticinco años, y JoséLuis Martínez Martínez, detreinta y uno, fueronabordadosysecuestradosporTomasón y su grupo demamporrerosalaentradadelcineVarietès,enHendaya,el4 de abril de 1976. Novolvieronaaparecerhastael18 de abril de 1977, cuando

cinco adolescentes quebuscaban restos de la IIGuerraMundialenunbúnkerabandonado en la playa LaChambred’AmourdeAngletencontraron sus cadáveres.Tenían las manos y los piesatados. Les habían mutiladovarios dedos y presentabansignos de haber sidosalvajementetorturados.Unode ellos tenía un tiro en la

nuca y el otro dos en lacabeza. Así se las gastabaTomásPérezRevilla.

Yo había conocido a losdos agentes a principios delaño 1976, cuando meencontrabarealizandoenSanSebastián un curso sobretécnicas de información,especialidadalaquedediquemi vida profesional. Alllegar, un inspector de la

comisaríamerecomendóqueme alojase en un piso deplena confianza, donderesidían los dos jóvenes.Cuando desaparecieron,llevaban solo seis meses enelcuerpo,endestinosquenotenían nada que ver con lalucha antiterrorista. Erannovatos e inexpertos en estamateria. Recuerdo cómomostraban interés por

conocer el sur de Francia yyo les recomendaba que nopaseasensolos,quehabíaqueconocer aquello, sabermoverse y distinguir a losmiembrosdeETAsinllamarsuatención.

Dos días después de ladesaparición, me lacomunicaron. Se sabía queItuero y Martínez habíanpasado el sábado en Francia

porque habían dejado susarmasenelpuestofronterizode Santiago. No hicieron lomismo con sus placas y asílos etarras supieronfácilmente que habíanacertado con el objetivo.Entre nosotros estaba claroqueETAloshabíacapturado.Hicimos todo tipo deespeculaciones e inclusopensamos enpasar aFrancia

unos cuantos al atardecer,provistos de armas, paracapturaraalgúnmiembrodela organización terrorista eintercambiarlo por nuestroscompañeros.

Cuando ya habíatrascendido la noticia,Manuel Fraga, entoncesministro de Gobernación,transmitió a la comisaría deSan Sebastián la orden

terminante de que ningúnfuncionario policial cruzasela frontera hacia Francia. LaGendarmería realizó uninusual despliegue, almenosmuy aparente, para localizara los agentes españoles.Llegó a practicar hastacuarentadetenciones.Perolomás que consiguió fuerecuperar algunos de susdocumentos.

Añosdespués,enjuliode1982, estuve cara a cara conTomásPérezRevilla.FueenMéxico. No sé cómo pudecontrolarme,peromereció lapena: la información y loscontactos que obtuve fuerondeterminantes paraenterarme, casi dos añosdespués, de que elsanguinario terrorista habíaregresado a Francia y así

poder informar de ello aquienes tomaban lasdecisionesenlosGAL.

Pasé casi un mes en elDistritoFederalconelfindeseñalar a los miembros deETAqueseencontrabanallí.Su lugar habitual de reuniónera el Centro Vasco, quedirigía un tal Batarrita, hijode un exiliado de la GuerraCivil española, al que tuve

acceso por medio de unamigocomúndeBilbao,LuisMari,unempresariovascoalque me unía una buenarelación personal. Mepresenté como si estuvieseallí de vacaciones bajo elnombre falso de José CarlosOdriozola Arrieta,empresario,yacompañadodeotra persona cuyos apellidosreales eran absolutamente

vascos de puro linaje.Desdeel primer momento tuvimosuna acogida hospitalaria yafectuosa, lo que me brindóla posibilidad derelacionarmeconquienesallísereunían.Batarritanohacíadistinciones: para él, losetarraseranbuenospatriotas.

Ya el primer día,mientras tomaba unos potesen el bar del centro, me

pareció distinguir a TomásPérez Revilla. Y,efectivamente, cuando nossentamos a comer la paellaque había preparadoBatarr i ta ,Tomasón y sugrupo se sentaron casienfrente de mí. Fueron losúltimos en llegar, con laexcusa de que su partida dedominósehabíadilatado.

Eldirectordel centrome

lospresentócomoamigosdesufamilia recién llegadosdeEuskadi: «Gaizka, Aitor,Joseba, Tomás…». Ahí mequedé clavado: era él. Aldarle la mano tuve unasensación de cierta euforia.Meencontrabajuntoaunodelos hombresmás buscados ymás odiados de ETA, algoinsólito. Profesionalmenteera un éxito disponer de

aquella cercanía. Aquellosmomentos podían ser muyútilessiseempleabanbien.

Dos días más tarde, alregresodeunavisitaaTaxcodeAlarcón, invité a pasar altaxista, que tenía pinta deborrachín, con la intenciónoculta de que me ayudase apreparar el ambiente.Entramos directamente altxoko para ver de nuevo a

Tomasón,alqueencontramosenlabarrajuntoaotrodelossuyos, barbudo ymalencarado, tomándoseunos vinos. Al cabo de unrato le dije al camarero queinvitase aPérezRevillay suacompañante, gesto queagradecieron,yyoaprovechéparahablarlesdel interésdeltaxistapor ladecoraciónconmotivos vascos del bar, para

romper el hielo. Cayeronvarios potes, lo que fuepermitiendo la aproximaciónque yo pretendía. Lasituaciónse fuecalentandoamedida que fluía el vino.Tomasón se volvió muchomás asequible.Observándolo, se apreciabaque era un hombre tosco,ordinario. Un morrosko, unbruto. Pertenecía a aquellas

primeras generaciones deetarras con pocos recursosintelectuales que secomprometían con eldiscurso ideológico másradicalyfundamentalista.Ensus ojos se veía que algo noiba bien, su oscura placidezdabalasensacióndenotenerfondo.AmiregresoaEspañasupe que le habíandiagnosticadounaleucemia.

EnlosdíasqueregreséalCentro Vasco se produjeronsituacionessimilares,peroyade forma más espontánea yabierta. Llegué incluso ajugar una partida de dominócon tres etarras. Todo ellosirvió para obtener valiosainformación sobre losterroristashuidosenMéxico,cuántoseran,cómoycuándollegaban,dóndesealojabany

quiénes les facilitaban lascosas.Enunaocasióninclusopude hacerme con lacorrespondenciadealgunodeellos, en un descuido deBatarrita, que estabaencargado de recibirla ycustodiarla.

El día anterior amarcharme me despedí deldirector del centroagradeciéndole el trato. En

esa confianza, le pedí elteléfono para poder llamarleocasionalmente y no perderel contacto. Mis intencioneseran otras bien distintas. Enaquellos momentos noexistían los GAL, ni yoimaginaba que algo asípudiera ponerse en práctica.Pero gracias a ese contactosupe sin ningún género dedudas que Tomás Pérez

Revilla se había instalado aprincipios de 1984 enBiarritz para tratarse de suenfermedad. Pocos mesesdespués se encontró con lamuerte.

Fue la desinhibida yeficaz Pituca, muyintroducida en el entornoradicaldelalocalidad,quienlo localizó como clientehabitual, junto a otros

refugiados, del barLeHaou.Aquella mujer pasabaabsolutamente desapercibidajunto a su novia, queignoraba la función deinformadora quedesempeñaba su pareja.Sometió a vigilancias desdeel mismo local a PérezRevilla, dándose cuenta deque los terroristas tomabanmedidas de precaución.

Estaban siempre pendientesde quién entraba en elestablecimiento y dos deellos salían al exterior cadaciertotiempoparacomprobarlasinmediaciones.

Laoperaciónselevolvióa encargar a Patrick deCarvalho, junto a un nuevocompañero de comando,RolandSampietro.De nuevosituaron la furgonetaCitroën

de cristales opacos en lascercanías de Le Haou, en larue de La Gambetta, paraidentificar el objetivo,comprobarquiénsolía irconél y conocer su forma dedesplazarse.

El 15 de junio de 1984,por la mañana, dejaronestacionada entre otrosvehículos una motoKawasaki que ocultaba una

bomba, en un punto por elq u eTomasón y suacompañante habitual,Román Orbe, uno de loscuras de ETA, pasabancaminando todos los días.Sobre las seis menos cuartode la tarde Sampietro avisódesde la furgoneta aCarvalho, que se encontrabaen el exterior para activar elmando codificado que

provocó la explosión al pasode los dos etarras.Quedaronenvueltos en llamas y, pormiedo a que los rematasen,corrieron convertidos enantorchas a refugiarse en unbar cercano, el Janot. Elsacerdote consiguiósobrevivir,peropocomásdeun mes más tarde PérezRevilla, muy debilitado acausa de la leucemia por las

infecciones que leprovocaron las quemaduras,fallecía en el hospital deBurdeos.

Julián Sancristóbalinauguró su etapa comodirector de la Seguridad delEstado con estos atentados.Para pagar los servicios dePatrick de Carvalho y sugentedesembolsólasumadeun millón de francos

franceses, que procedían delos fondos reservados deInterior.

El asesinato de PérezRevilla tuvo un costeadicionalimportanteparalosGAL. El aviso que le dioSampietro a Carvalho através del radiotransmisorfue interceptado por unvehículo policial que pasabapor la zona. La policía de

Biarritz empezó a hacergestiones sobre aquellafurgoneta que localizóabandonada y con artilugiossospechososen su interiory,cuando estaban cenando enun restaurante de la mismalocalidad, los dosmercenarios fueronarrestados por gendarmes.Fueron condenados a cadenaperpetua y, unos años más

tarde, Carvalho aparecióahorcadoensucelda.Fuesinduda uno de los mejoreshombres con los quecontamosenaquellosaños.

El arresto de Carvalhollevó también al de Labade,una de las piezas másimportantes en la estrategiade información. Durante lospreparativos para atentarcontra Aldana Barrena,

movido por la curiosidad, sepresentóenelbajocuandoyaestabasiendoutilizadoporelmercenario. Al versesorprendido por la presenciade Jean-Philippe, estuvo apunto de disparar. Labade loevitó alertándole de que eraunodelossuyos.

Al parecer ambosconfraternizaron yLabade lefacilitó al Carvalho su

nombre y su teléfono.Graveerror. Cuando el pistolerocayó en manos de la policíafrancesa después de atentarc o n t r aTomasón, leencontraron esos datos yarrestaron también a Jean-Philippe y a uno de suscolaboradores, Jean-PierreBounin.

Ennoviembredeeseañoel juezMichelSvahn puso a

Labade en libertad. Paracuando un tribunal ordenódetenerledenuevo,FranciscoÁlvarezyalehabíafacilitadounaposiciónenAndorra trasuna reunión en el hotelVillamagna de Madrid. Deahí pasó a Portugal, dondevolvió a colaborar con losGAL.

La primera fase prontodio sus frutos.La resistencia

del gobierno de Franciacomenzó a quebrarse. El 14de junio los dos ejecutivosemitieron un comunicadoconjunto en el que seafirmaba que «un terroristanuncapodráserunrefugiadopolítico»yduranteelveranocomenzaron a darse losprimeros pasos en la nuevarelación. En septiembre untribunal francés concedió las

primeras extradiciones. Peronoerasuficiente.ParaacabarconETAeranecesarioquelapolicía francesa se implicasemucho más e intercambiaratoda su información con laespañola.Trasunosmesesdetregua,losGALregresaron.

V.UNHOMBRECLAVEENLOSGAL

Jean-Louisfueganandopesopoco a poco dentro de laorganización. Eraendiabladamente perspicaz,

de gran capacidad operativa,y respondía con frialdad yentereza ante situacioneslímite. Asumía las misionesmás comprometidas sinalterarse ni dejar un cabosuelto. Era enemigo de laimprovisación, salvo ensituaciones extremas en lasquelasúnicasalternativasdesalirairosodependiesendelaimaginación de uno mismo.

Tremendamente calculador yordenado, evitaba en todomomento especulaciones ofantasías. Tardé en conocersus auténticasresponsabilidadesprofesionales, circunstanciaque me intrigaba. En variasde las reuniones quemantuvimos a solas en losprimeros meses deconocernosniyo lepregunté

por su cometido, ni él hizoningunaalusiónaello.

Un día, a solas conMetge, le advertí de que lacara de Jean-Louis meresultaba familiar, que medaba la impresión de queCastets, o bien algún otrocolega de Biarritz, me lohabía presentado algún añoantes. Guy me dijo quedifícilmente podía ser así,

porque hacía tiempo que nodesempeñaba sus funcionesen las zonas que yofrecuentaba. Después derogarme que fuese discreto,me puso en antecedentessobre sus circunstanciaspersonales.

Jean-Louis estabadestinado en la comisaríacentral de Pau, pero seencontraba suspendido

temporalmente por unincidente que había tenidodurante la detención y elposterior interrogatorio aunos miembros deIparretarrak, la versión deETA en el País Vascofrancés. La organizaciónhabía asesinado a uncompañerobuenamigosuyo,porloqueestabasumamenteresentido con los terroristas.

Tambiénmecontóquesentíaauténtica inquina hacia elresponsable policial de lalucha antiterrorista en elDepartamentodelosPirineosAtlánticos, el comisarioRogerBosslé,alqueculpabadesususpensiónprofesional.

Bosslé era un eficaz yriguroso comisario que,además de controlar lasoperaciones contra ETA,

también fue quien másempeño puso en perseguir alosmiembrosdelosGAL.Amímeacusóenvariosdelosjuicios que se celebraron enFranciacontramercenarios.

Alguno de sus hombresllegó a controlar mis citascon mercenarios en el PaísVasco francés, pero elcomisario avisabadiscretamente para que

cancelásemos el encuentro olocambiáramosdelugarodefecha. Su interlocutorhabitualparaestossoploserael comisario general deInformación, Jesús MartínezTorres, que lo ponía en miconocimiento a través deMiguelPlanchuelo.

Metge consideraba aJean-Louis como un hombrejovial, divertido ymujeriego

cuandonoestaba trabajando.Desdeque se había separadode su mujer no perdíaocasión para entablarrelaciones esporádicas conchicas que mereciesen lapena. Incluso se desplazabaalgún fin de semana a lasdiscotecas de San Sebastián.En una de sus visitas a lacapitaldonostiarra conocióauna joven que le impactó y

con la que entabló unarelación muy superficial.Tiempodespués,quizáunaodos semanas más tarde,mientras se encontrabatomando un aperitivo en elbar La Licorne de Bidartjunto a un inspector depolicía de Bayona, sesorprendiódeverlaaccederaaquel local, un habitual delos vascos más radicales,

acompañada de dosindividuos.Ellanisepercatódesupresenciay,juntoalosotrosdosjóvenes,sesituaronalfondodelbar.

Jean-Louis, además deencantado de volver aencontrarse a esa hermosamujer de trasparentes ojosverdes, se extrañó de verlacon dos personas que a él leparecíanpróximasalentorno

de ETA y compartió con sucompañero la desconfianzaque le inspiraba el grupo.Elinspector no le sacó delenigma. En un determinadomomento la chica y sus dosacompañantes se levantarondelamesaqueocupabanysedirigieron a la barra parasaludar al propietario dellocal. Como los dos policíasle conocían bien, pensaron

que él les podría aclararluegosisetratabadeetarras.Después de un tiempo losllamativos ojos de laatractiva joven reconocierona Jean-Louis.Se acercaronysesaludaron.Ellaledijoquepasaba de vez en cuando alsurdeFranciaahaceralgunacompra y a visitar a unosamigos. El intrépido francésno se contuvo y la invitó a

verse esa misma tarde. Lamisteriosa mujer aceptó.Aquella historia iba a tenerconsecuenciasinesperadas.

Al curiosear sobre otrosaspectosqueme llamaban laatención en Jean-Louis,Metge me dijo que laseparación de su esposa lehabía ocasionadoconsiderables gastos y queesto,añadidoalasuspensión

temporal en su actividadprofesional, le habíageneradounamermanotableen sus ingresos, por lo queestaba deseoso de llevar acabo atentados contra ETAcuanto antes. Además, esasituación personal leobligaba a vivir en eldomiciliodeunfamiliaralasafueras deBayona, lo que lecostabamuchosoportar.

A mediados de julio de1984, durante una comidajunto a Guy Metge y Jean-Louis, me revelaron quetenían localizado a Txomin,la joya de la corona.Habíancomprobado que acudía concierta regularidad, una o dosvecesalmes,alaconsultadeun médico en la plaza deGeorge Clémenceau, enBiarritz,paraseratendidode

sus dolencias estomacales.Lo fotografiaron junto a sunuevo guardaespaldas, JoséLuis Ochoantesana,Kirru, ylosiguieronendosvehículoshasta el casco antiguo deBayona, viéndole entrar enun portal de la rueBourgneuf.

Measeguraronqueteníanperfectamente diseñado unplan para atentar contra los

dos, bien ametrallándolesdurante el recorrido o,alternativamente,interceptándoles en un lugaridóneo del trayecto parasecuestrarles.Eso lo dejabana la elección de quienpagaba. Consultadas ambasposibilidades conSancristóbalyeste,asuvez,con Barrionuevo, decidieronquenoeraconvenienteactuar

contraellídercarismáticodeETA, ya que era la personamás adecuada dentro de laorganización terrorista paranegociar la disolución de labandaunavezquelapresiónde los atentados de losGALsurtiese el efecto que sepretendía.

Pocomás tardeme volvía reunir con Guy y Jean-Louis en el discreto hotel

Alcázar de Irún. Trasalmorzar intercambiamosinformaciones que afectabana destacados miembros deETA y ambos expusierondiversosyambiciososplanesdeactuación,disponiendodelos suficientes datos comopara garantizar buenosresultados. En aquella citamemanifestaronsuprofundodesencanto por el veto que

los responsables políticos delosGALhabíanimpuestoalaoperación que habíandiseñado contra Txomin.Habían invertido muchotiempoensulocalización,enlos seguimientos y en laplanificación. No loentendían. Tuve queexplicarles que los altoscargos del Ministerio delInterioractuabandecaraaun

futuro negociador con ETAcuando sus dirigentes seencontrasen acorralados. Loque temían los dos policíasfranceses es que pudiesesuceder algo parecido concualquier otro dirigenteetarra que marcasen comoobjetivo. Les insistí en que,porlasrazonesqueleshabíaexpuesto,Txominerauncasoaparte.Apesardetodoseles

compensó económicamenteel esfuerzo que realizaron yel tiempo que invirtieron.Localizar y controlar almáximodirigentedeETAeraindiscutiblemente complejo,sobre todo porque siempreibaprotegido.

Jean-Louisveía las cosasdeunamaneramuydiferentea los dirigentes españoles.Pensaba que quitando de en

medioaljefedelabandaestase debilitaría y sería másasequible en unanegociación. Le hice saberque los socialistas veían aTxomin como el líderindiscutible que polarizabalas distintas sensibilidades ytendencias dentro de ETA.Por eso lo considerabancomo la personamás idóneadentro de la izquierda

abertzale para llegar aacuerdos de Estado cuandolas circunstancias fueranpropicias, sin que seprodujesen escisiones quedejasen a medias el final dela violencia. Esterazonamiento, que realmenteera el que guiaba los pasosdelMinisteriodelInterior,lehizo comprender el fondopolíticodelacuestión.

Metge respetaba loscriterios de su compañeroJean-Louis. Hasta esemomento había permanecidocallado, pero tomó lapalabra:

—Tiene sentido todo loque te está diciendo nuestroamigo, recuerda lo que pasóhace dos años con ETApolítico-militar. El anteriorgobiernoespañolnegociócon

ellos y se disolvió una parteimportante, pero el resto seintegróenlosmilis.

—Ya —respondió Jean-Louis—, si entiendo elplanteamientoperfectamente,pero en este momento,después de razonarlo. A loque yo me he referido conrespecto a Txomin es que anosotros nadie nos dijo quealguno estabavetado.Eso es

loquecritico,quehicimosuntrabajoimportanteparanada.Alasumirestecometidofuialo más alto, que es lo quemás dinero me va a hacerganar. Acepto los riesgosparasolventarmisproblemaspersonales. No me disgustahacerlo,perolosquemandantienen que ser claros desdeque se inician los acuerdos.Eso es en definitiva lo que

critico,nadamás.—Comprendo

perfectamentetumalestar—lecontesté—,pero laverdades que los responsables detodo esto no contaban conello y fue cuando debatieronel asunto cuandoestablecieronesecriterio.Noobstante, han tenido encuenta vuestro trabajo y hanpagado, circunstanciaqueno

suelen asumir sin que sematerialicelaoperación.

—Entoncesestáclaroqueesa es la única limitación,porque si hay alguna otra,quemepasenunarelacióndelos terroristas que quierenliquidar y los busco sinproblema.Guy, yo y los queme acompañan en estoestamos para ganar dinero yqueremos hacerlo cuanto

antes. Una pregunta: ¿sepuedeatacaralasmujeresdeETA?

—Pues la verdad es queen este momento me pillasfueradejuego.Loconsultoyos lo digo. Pienso que nohabráproblemas,perobueno,ya sabéis cómo son lospolíticos. ¿Tienes localizadaaalgunaterrorista?

—Se puede llegar a

SoledadIparraguirre,aBelénGonzálezPeñalbayaalgunaotra. Sé dónde encontrarlas.Otra pregunta: ¿se podríaoperar de la misma formacontra miembros de nuestraETA,deIparretarrak?

—Supongo.Seconsultaráy se os comunicará. ¿Tenéisinterés en que se puedahacer?

—Yo sí tengo razones

poderosas para joder a esoshijosdeputa.Hacedos añosPhilippe Bidart y otrosasesinaron a dos de losnuestros, uno de ellos eramuyamigomío.Yhaceunosmeses participé en unosinterrogatorios, me acusaronde malos tratos y he tenidoproblemas. Además piensoque con algún atentadocontra ellos se daría pie a

especulaciones tanto aquícomoenEspaña.

Philippe Bidart, aliasPatxi, era un terrorista deorigen francés, fundador ylíder de Iparretarrak («LosdelNorte»).

—Te entiendo, veo quetienes razones más quesobradasparasentirporellosun cariño muy especial.Estoy seguro de que vas a

tener ocasión de resarcirte.Además pienso que tienesrazón al decir que operandoen alguna ocasión contraellos se pueden mezclarsituaciones que provoquendesorientación acerca delorigen del mando operativo.Trabajad todos esosobjetivos.

—Posiblemente —intervino Metge— contemos

pronto con mano de obra.Supongo que la cantidadglobal del operativo lacontrolaráJean-Louis,¿no?

—En ese sentido no vaisa tener problemas, más bienvan a ser todo facilidades.Los responsables de estasdecisiones solo cuentan conlos resultados, para ellos eldineroeslodemenos,podéisestar seguros. Contad con

ganar muchos francos. Lospagosseoshacenenladivisaque os venga mejor. Cuantoantes empecéis, antescobráis. Yo creo que estátodomuy claro. De vuestrosrecursos y de vuestracapacidad dependen muchascosas.

Después de aquelintercambio de impresiones,sentadosyaenunsolitarioy

discreto salón del hotel conuna copa en la mano, laconversación giró en torno aasuntos aparentemente másintrascendentes y personales.Metge, sin darle mayorimportancia,lepreguntóasuamigoJean-Louis:

—¿Cómo te va con esachica tan rara que hasconocido? ¿La has vuelto aver?

—Pues sí. La conocí amediados de mayo de esteaño en una discoteca de SanSebastián, me llamó laatención desde que la vi. Esuna mujer muy atractiva y,en lo poco que pude hablarconella,medicuentadequetiene una personalidad muypeculiar,engancha.Aqueldíatuve pocas opciones, me diola impresión de que estaba

pendiente de algo o dealguien.Bueno,nosésisabes—dijo, dirigiéndose a mí—que hace poco me heseparado y me encantasaborear la libertad. El casoesqueestatíadelaqueestoyhablando me atrajo deverdad.Aprincipiosdejuniopasado, cuando estaba conRoland en La Licorne,apareciócondostiposqueno

me gustaron nada. Me dijoqueibadecomprasyaveraunos amigos. Aquella tardequedamossinproblemas.

—¿Crees que pueden serdeETA?—lepregunté.

—Ella,no losé.Pero losque la acompañaban, aunqueno me suenan sus caras, nome extrañaría. Son bastantejóvenes. Tengo mis dudasporque no les había visto

nunca.Puedequellevenaquípoco tiempo, que esténhuidos deEspaña porque loshayan descubierto. No lo sé,el caso es que cuando semarcharon del local, comolos había visto hablando conAlain, el dueño, le preguntési los conocía yme contestóque solo a uno de ellos, almás alto y fuerte, pero quellevabapocoporallí.Esosí,

me dijo que le habíapreguntado si éramospolicías, pero que no lerespondió. Dijo que teníanacento vasco español y que,sinoerandeETA,estabanenla zonaparaverse conalgúnmiembrodelaorganización.

—Y con ella, ¿cómoterminaste?

—¡Joder! ¿Qué creéis?Lo cierto es que al principio

no las tenía todas conmigo,me costó acoplarme a lasituación.Pero en el peordelos casos, los etarras connosotrosnotienencojonesdemeterse. La tía estábuenísima y, con toda esahistoria, me hacía sentir unmorbo especial. Quedamosen Biarritz, tomamos unascopas,cenamosenelcafédeParís y luego la llevé a un

local con un ambiente muyadecuado, Le Caveau, en laruedeLaGambetta.Medijoque se llama Izaskun, quevive en San Sebastián y queestá trabajando en unaempresa de diseño ydecoración. No quiseprofundizar. Ese día teníaotrasprioridades.

—¿Asíqueno tienenadaque te disguste? —le

interrumpióGuy.—Todolocontrario.Pero

símediolaimpresióndequesabe a qué me dedico. MeparecequeAlain,aunquemedijolocontrario,nofuemuydiscreto. Bueno, en aquellasituación eso era lo demenos. Es alta, de anchoshombros, y vestía un suéterfinomuy provocativo que lellegaba hasta las caderas y

una falda oscura por encimade las rodillas. Llegó unmomento en que sus ojosverdes permanecían fijos enmí. No pudimos evitarlo,creo que ambos lodeseábamos intensamente.Fueincreíble.

—¿Le sacaste algún datopara identificarla? —preguntóGuy.

—Pues no. Pasamos la

nocheenelhotelPlace.Alamañana siguiente no quisoque la acompañase a ningúnsitio porque sus amigos laestaban esperando. Le dijeque me diese un teléfonopara ir a verla a SanSebastián,peromerespondióquedemomentonopodíaporasuntos familiares, que enocho días nos veíamos sinfalta en Le Caveau y se

despidiómuycariñosamente.La verdad es que en estamujertodoresultaintrigante,pero merece la penaarriesgarse.

—¿Y el día señaladovolvió?

—Sí, y todo resultófantástico.

Jean-Louis volvió aencontrarse en variasocasiones con Izaskun, tanto

enelsurdeFranciacomoenSanSebastián.Lascitaseranespaciadas, cada bastantetiempo, porque ella le dijoque por motivos de trabajotenía que viajar con muchafrecuencia, tanto por Españacomo al extranjero. Élsiempreviviócon suspicaciaaquella esporádica relación,perolearrastrabalapasióny,al fin y al cabo, los riesgos

formabanpartedesuvida.En octubre de 1985,más

de un año después de queJean-Louis nos confesase suhistoria, fue desarticulado elcomando Oker de ETA ydetenidos dos de susintegrantes, José ÁngelAguirre y Ramón Zapirain.Durante los interrogatorios alos que fueron sometidosadmitieron todos los

atentadosquehabían llevadoa cabo y delataron a suscompañeros: Idoia LópezRiaño, laTigresa, y ArturoCubillas, que lidera en laactualidad la comunidadetarra en Venezuela bajo laprotección del gobiernobolivariano.

La fotografía de Idoia sedifundió por todos losmedios de comunicación.

Jean-Louis no podía creerlo:IdoiaeraIzaskun.Unodelosresponsables operativos delos GAL, en la cama con laTigresa de ETA. La leyendasexual de la banda teníarostro y no se correspondíacon lo que estábamosacostumbrados a ver en laprensadeotrasterroristas,derasgos opacos, feos,desagradables.Idoiaeratodo

locontrario.CuandoJean-Louislavio

enLaLicorneen1984,Idoiaysusdosacompañanteserantres jóvenes aprendices deterroristas —aún legales, esdecir, desconocidos para laspolicías deEspañayFrancia— que se iban a integrar enETAyacudíanaBayonapararecibir un cursillo deadiestramientoquedurósiete

días. Casi un añomás tarde,enmayo de 1985, volvieron,enestaocasiónconunnuevocompañero, para aprender amanejar fusiles de asalto ybombas accionadas pormandosadistancia.

El comando Okercomenzó a operar en elmismomesdejuniode1984.Duranteelañoymedioenelque actuó perpetró una

treintena de atentados, lamayor parte contra interesesfranceses, incluyendoalgunos atracos y tresasesinatos: el del ciudadanofrancés Joseph Couchot,colaborador del GAL verde;el del empresario ÁngelFacal, y el del policíaMáximo Antonio GarcíaKleiner. A Couchot lomataron a las dos menos

cuarto de la tarde del 16 denoviembre de 1984. Elempresario se encontraba enel restaurante Eguzkia delbarriodeBehobia,enIrún,enel límite de la frontera conFrancia,cuandodoshombresy unamujer encapuchados yarmados irrumpieron en elcomedor y le dispararon acorta distancia. Cayódesplomado al suelo y fue

rematado con un tiro en lacabeza.

El asesinato de Couchottuvosuorigenenlaperipeciadel secuestro de SegundoMarey.AlaGuardiaCivilnole gustóque losmercenariosnosentregasenalviajantedecomercio, pues a quienesperábamos era al etarraMikel Lujua. Couchot,presionado por Víctor

Manuel Nacascués, y este, asu vez, por el entorno delcabo de la Guardia CivilEnrique Dorado, sostuvo unduro enfrentamiento con lossicarios. La bronca, congraves amenazas de pormedio entre Couchot,Raymond Sanchis yMohandTalbi, tuvo consecuenciasnefastas para el primero.Sanchis, que conocía a

Navascués,sereunióconélycon agentes mandados porDorado y les dijo que iba afiltraralapolicíafrancesaelparadero de Couchot y a loque se dedicaba. Por miedode que acabase detenido yterminara confesando susactividades con los GAL,alguien del entorno deIntxaurrondo facilitó susdatos a la prensa al mismo

tiempo que a ETA, paraprovocar la confusión, y labandaacabóconél.

El nombre de Couchotapareció en los medios decomunicación asociado a losGALporprimeravezel3deseptiembre de 1984,concretamenteenTiempo.Enla revista se indicaba quehabíarefugiadoensucasaalindustrialNavascués,aquien

la Policía buscaba enaquellas fechas por suparticipación en el asesinatode Jean-Pierre Leyba. Elsemanario vascofrancésEnbata y la revistaPunto yHora de Euskalherria,próximosaETA, sehicieroneco también de estas y otrassituaciones relacionadas conJoseph Couchot. El mismodía de su asesinato,Punto y

Hora difundió una cartaabierta suya en la queresponsabilizabaasudirectordeloquepudieraocurrirle.

Dos días después delasesinatodeCouchotelGALverde reapareció paracobrarse venganza por lamuerte de su colaborador.Dos guardias civiles deIntxaurrondo asesinarondesde una moto BMW al

simpatizante radicalChristian Olaskoaga cuandose despedía de un grupo deetarras que se encontrabacelebrando las fiestas de lalocalidad francesa deBiriatou.SuhermanoClauderesultógravementeherido.

Jean-Louis me contó loque sintió cuando supo queIzaskun era realmente IdoiaLópez Riaño, con tres

asesinatos a sus espaldasdesdequelahabíaconocido.

—Supongo que no tienesni puta idea de dónde heestadometido.

—No te entiendo, no séde qué me hablas. Supongoque estaréis gestionando loque lleváis entre manos, loúltimo que hemos tratadorespectoaJosuTernera.

—¿Te acuerdas de la tía

esa con la que tenía unosencuentros extraños, la quedijo llamarse Izaskun, queestá buenísima, con la queme he estado acostandocuandomeapetecía?

—Sí, que pensabas quepodíaseramigaofamiliardealgún miembro de ETA, meacuerdo que nos lo contasteenalgunaocasión.

—Puesresultaquemehe

estadofollandoaunahijadeputa de ETA que se hacargado a tres, al primero aCouchot, que trabajaba paralos verdes y era amigo deMetge. Me he enteradodespués de que hayáisdetenido a parte de sucomando en España. Hasalidoenlaprensa.

—Tiene cojones elasunto. Es de película: un

poli francés que trabaja paralos GAL follando con unaetarra que mata a unmiembro del GAL. Menosmal que es imposible quetrascienda. ¿Algún colega tehavistoconella?

—Roland, que me viohablar con ella en LaLicorne,yJean-Pierre,queesun inspector de Biarritz quecoincidióconnosotrosenLe

Caveau. Ahora sabrán quiénes, porque es unamujer quellama mucho la atención,todo elmundo se queda conella. Pero bueno, espero queno lo cuenten. En cualquiercaso, como aquí los etarrasestán como en su casa y esfrecuente que coincidan concolegas en muchos bares,tampoco creoque les resulteextraño.

—¿Cuándo has estado laúltimavezconella?

—Mira, por lasreferencias que tengo de laprensa, calculo que pocodespués de que se cargase aCouchot.Hacetiempoquenolaveo.Séqueestáaquí,notepuedo decir en qué parte,pero está en la zonavascofrancesa.

—Eso también lo

suponemos nosotros: cuandose detiene a parte delcomando, el resto, en cuantopuede,sevieneaquí.

—Ya, pero no te lopierdas: esa tía estádescerebrada o tiene unoscojones que se los pisa. Aldía siguiente de verla porúltima vez fui a tomar unacopaaLeCaveauyteníaunanota de ella. ¿Sabes lo que

me decía? «Supe a qué tededicabas, poli, pero me lopasé de puta madre en lacama contigo, pedazo decabrón. Hasta siempre».¿Quéteparece?

—Increíble.Esta tía va adarmuchoquehablarsinoselaparaantes.

—He ido a muchoslocales donde alternan losetarras, pero nada, ni rastro.

Puede estar en cualquiersitio, no va a ser fácilencontrarla de momento. Laverdad es que me lo hepasado de puta madre conella en la cama, es unatigresa, se merece el apodo.Ahora,comolaencuentre,yamediréis loquesehaceconella.

Jean-Louis no tiene laexclusiva de haber sido el

único policía seducido porIdoia López Riaño. Añosdespués laTigresa fueexpulsada del comandoMadrid porque ponía enpeligro a sus compinches:desaparecíadedíaydenochey sacaba a pasear sustransparentes ojos verdesparabuscarguardiascivilesopolicías nacionales conquienes flirtear y obtener

algunainformación.La detención de la

Tigresa, ya con veintitrésasesinatos a sus espaldas, seprodujo a la una y veinte dela tarde del jueves 25 deagosto de 1994 en Aix-en-Provence, cerca deMarsella,cuandoviajabaabordodeunRenault 19 en compañía delciudadano francés OlivierLamotte, en cuyo domicilio,

al parecer, se alojaba. Eraunaesclavadesucuerpoysucabello.Aunque su comandosiempre intentaba que nollamara demasiado laatención, ella realzaba susojos, espectaculares, conunos atractivos yvoluminosos peinados y unavestimentaprovocadora.

Fue interrogada en lacomisaría deMarsella, hasta

donde,segúnmecontaron,sedesplazó Jean-Louis. Nopudo evitar aquel encuentro,alnohabertenidoocasióndecontestaralanotaquenueveañosanteslehabíadejadoenel pub Le Caveau. Queríasaber por qué se fijó en él,qué le movió a ello. Y asíestuvieron por última vez eluno frente al otro. Hablarondurante unos minutos, los

imprescindibles. Después,Jean-Louissemarchó.Nuncasupeloquesedijeron.

Tras el arresto deCarvalho y Labade losatentados habían sufrido unparón. El resto decolaboradores de los GALpusoenmarchasuscontactosparaquenuevosmercenariosse integrasen en distintoscomandos.RaymondSanchis

e Itoiz atrajerona la causaaPatrick Pironneau, muyrelacionadoconelmundodelhampa marsellesa, quecomenzó a trabajar en PaujuntoaPatrickBordou.

Unadelaspersonasa lasque captaron fue al antiguomiembrodelaOASChristianHitier, que habitualmenteresidía en Andorra. Habíatenidounaparticipaciónmuy

activa en variasorganizaciones terroristasfrancesasdesdequecomenzósumilitanciadeultraderechaen la década de 1960. Suprimer carné político loobtuvo en un grupúsculoclandestino y paramilitar defiliación nazi llamado JeuneNation,grupoqueapoyóalaOAS durante el conflictoargelino, y que, cuando se

sintieron traicionados por lapolítica pactista del generalCharles de Gaulle,propugnaron la constituciónde un Estado independienteenArgelia.

El día 21 de septiembrede 1984 fracasó unaoperación. Fueron detenidosen Biarritz dos nuevospistoleros de losGAL, Jean-PierreDauryyÁngelVicent,

cuandopretendíanametrallarel bar Baske, donde seencontrabanvariosmiembrosdeETAque al percatarse desus intenciones avisaron a lapolicía francesa desde elinterior del establecimiento,evitandoelatentadoalusarapersonas ajenas a la bandacomoescudoshumanos.

Elaño1984terminóparalos GAL con otro golpe de

efecto de los hombres deJean-Louis. Por medio deinformaciones procedentesdeEspañasehabíalocalizadoel domicilio en Hendaya deJosé Ramón López deAbetxuko, considerado comouno de los responsables delaparatodeseguridaddeETA,que debía proteger a losmilitantes residentes enFrancia de los atentados de

losGAL.El 11 de diciembre, un

vasco cercano a la izquierdaabertzale, Juan IradiLizarazu, acudióa lascuatrode la tarde a reparar unaaveríaenelRenault18desuamigo Abetxuko. Unosminutos después de darcomienzo a su trabajo sepercató de que bajo la ruedadelantera derecha había una

pinza de madera, de las desujetar la ropa tendida.Inmediatamente se apartó yasí salvó su vida. Era unabomba.Laexplosiónlanzólapartedelanteradelvehículoavarios metros de distancia,pero sin causar víctimas. Setrataba de cazar alresponsable de seguridad deETA cuando arrancase elcoche, una operación

psicológica diseñada paraque la llevasen a cabo loschicosdeJean-Louis.

El artificiero deconfianza de Jean-Louis,Jacques, había adosado lanoche anterior una bomba-lapa en el vehículo deAbetxuko, un Renault 18 decolor marrón que habíalocalizado e identificadogracias a la foto que le pasó

un colaborador del grupo, elfotógrafo Patxi, de Irún.Aunque la suerte favorecióaAbetxuko, el hecho de quelos GAL fuesen a por élcontribuyó a extender eltemor entre la comunidadetarra.

Con la llegada de laNavidaddeaquelañoparecióllegar la calma para lasactividades de los GAL.

Durante dos meses y mediopermanecieron silenciosos,pero se estaba trabajandointensamente en lacomposición de nuevoscomandos que afrontasen lanueva campaña de atentadosque se iba a iniciar acomienzos de febrero y quecontinuó todo el añosiguiente.

VI.LAVENGANZA

Mientras los comandosprofesionales de los GALechaban a andar, el grupitode Morcillo, predestinadopara una misión específica,se fue asentando durante losúltimos meses de 1983 en

Bilbao, donde aprovecharonlaproteccióndeMasaparairmontando los trapicheos conlosquehabíanprosperadodemala manera en Madrid. ALuis no le hacían falta,porqueélcon las tragaperrasilegales y lo que sacaba deltrabajo en la cafetería teníade sobra y no necesitabavolver ni a sus estafas ni almenudeodedrogas.Perosus

amigos siguieron a lo suyo.Enoctubre tuvieronun sustoque los Servicios deInformación utilizaron paradejarlos atadosdefinitivamentealacausadelaguerrasuciacontraETA.

El día 21 Rafa LópezOcaña y Jean-Louis Peralesfueron arrestados en uncontrol de carretera enCalatayud (Zaragoza) con

medio kilo de heroína en elcochequellevabanaFrancia.En la misma operación laPolicía detuvo a MiguelÁngel López Ocaña y a sumujer, que conducían unvehículo que hacía delanzadera. De manerasorprendente, Miguel Ángely su esposa quedaron libreshoras después, sin ningúncargoysinnisiquierapasara

disposición judicial. Rafaentró en prisión, pero solohasta diciembre, a pesar dequeteníaantecedentesporelmismo delito. Perales salióunos meses más tarde. Loscuatro tenían mucho queagradecer ahora a losinformespolicialesquetantoles habían facilitado lascosas. Estaban pillados: yanopodíandarmarchaatrás.

Morcillo y su compadreMasa celebraron juntosaquella Nochevieja de 1983.Champánycotillónpor todoloalto.Elcapitánsevaliódeese ambiente festivo paraempujar a su viejo amigo adarelpaso:

—Mira Luis, hay queempezaramoverseya.Estásintegrado aquí, sinproblemas.Tieneslibertadde

movimientos, nadie va asospechardenada,asíquetúy tus colegas tenéis queempezar a hacer cosas. Tevoy a facilitar todo lonecesario y vas a ganarmuchapasta.

—En cuantome digas loque hay que hacer,empezamos. Si quieres, tepresentoalmáslanzado.

—En principio no hace

faltaqueloconozca.Cuandolleguen las cosas serias, yaveremos. Mira, te hepreparado un callejero deBilbao. Te he marcado unacalle, tenéis que patearlabien,esaylasdealrededor,ycontrolaralagentequeentraenelnúmero12,observandotodos los movimientos entornoaeseportal.

—¿Qué hay que hacer

ahí?¿Algofuerte?—Demomentovigilar lo

quetehedicho.Másadelanteyaveremosquéinstruccionesme dan, pero por ahora sololo que te he indicado.¿ConoceselsurdeFrancia?

—Muy poco, he pasadoalgunavez,peropocacosa.

—PuesdespuésdeReyes,junto al compinche que túveasmáspreparado,osvaisa

pasarunpardedías.Tevoyadar la dirección de variossitios donde paran etarraspara que los veáis sobre elterreno.Entráisenloslocalescomo si fueseis turistas yobserváis discretamente.Enseguida os daréis cuentade quiénes son. Toma estasfotografías para que osquedéis con sus caras. En elsobre tienes dinero para los

gastos.—Solomirar,conocerlos

lugares y patear las callespróximas,supongo.

—Así es. También fijaosen los controles de aduanas,aunque si hubiera algúnproblema, en la nuestra searreglarápidamente.

—¿Vamos en nuestrocoche?

—Por ahora sí. Cuando

esté todo listo, iréis conalgunoalquilado.

—Entonces me voyacompañado de Rafa LópezOcaña, que es el másdispuesto.

—Deacuerdo.Perotenéisque hacer otra cosaimportante: alquiláis en lasestacionesdeHendayaySanJuan de Luz una taquilla.Dentrodeunosdíasosvoya

pasarunasarmasparaquelasmetáisahí.

—¿No sería mejor paravosotrosponerlesunabombayya está?Esmás rápido, secorrenmenosriesgosyconelCristo que monta laexplosiónsefacilitalafuga.

—Cuando regreséis, y enfunción de lo que hayáisobservado, se decide, peropara eso tengo que pedir

permiso,novayamosa joderalosquenosonetarras.

—Hala, pues nos vamosde excursión a conoceretarras.

—Fijaosbienenlasfotosque llevas, en el reversovanlos nombres, son bastanteactuales y seguro quereconoceréis a más de uno.Podéis alojaros en un hostalque está cercade la estación

deSan JuandeLuz.Esmuydiscreto y está bien. Encuantoregreséis,mellamasynos vemos en el Albia. Sitienes algún problema allí,mepegasun toque.Ypor lanoche me das novedadesdesdeunacabina.

El 15 de enero de 1984llegaban a Hendaya sinningún problema para cruzarla frontera. Aparcaron su

Seat 127 de color azul en lapequeña localidad francesaylo primero que hicieron fuelocalizar la estación, muypróxima a territorio español,yalquilarenlaconsignaunataquilla. De allí setrasladaron a Bayona yrecorrieron a pie la partevieja de la ciudad, zona quehabitualmente frecuentabanlos miembros de ETA,

fundamentalmente loslocales de la rue Pannecau.Entraron a tomar algunaconsumición en alguno desus establecimientos ypudierondarsecuenta,porelaspecto y el acento vasco dequienes les rodeaban, dequese encontraban cerca delenemigo.

Por una curiosidadmorbosapasaronjuntoalbar

Kayetania, en la rueBourgneuf, donde el 19 dediciembre de 1983 los GALhabían cometido el queentonces se creyóque era suprimer asesinato: el deRamón Oñaederra, aliasKattu. Aquel día estabatranquilo,apenashabíagente,aunqueLuis creyó reconocerel rostro de uno de losterroristas que figuraban en

las fotos que se habíaestudiado. Se quedó conaquella cara paracomprobarlaasuregreso.Sefueron de Bayona con unaidea clara de dónde se podíalocalizar a miembros de labandaconfacilidad.

Los objetivos principalesque les había señalado elcapitándelaGuardiaCivilseencontraban en San Juan de

Luz,adondesetrasladaronamedia tarde para echar unvistazo.Primeroseacercaronal número 16 de la rueMarión Garay, donde estabala sede de refugiados vascosAnaiArteay,justodebajo,elbar Mingo, donde erafrecuenteveraSabinoEuba,Pelopintxo, el cobrador delimpuesto revolucionario deETA. Aquella tarde solo se

encontraban allí cuatro ocinco clientes, que al verlesentrar lesmiraron con ciertorecelo. Pero Luis y Rafaadoptaronunaposturaquenoinfundió sospechas ypidieron dos cervezas, almismotiempoquecharlabandistendidamente. Morcillopensó que ese podía ser unbuen sitio para arrojar unartefacto explosivo, ya que

ningunodelosqueallíestabale pareció ajeno al mundillodeETA.

Lo normal es que losetarras, después de dosmuertes de los suyos, seencontrasen alerta. Y loestaban, muy especialmentepor la deTxapela, al queconsideraban dentro de laorganización una especie demitopor su experienciay su

larga trayectoria de sangre.Luis y su acompañante eranconscientes de que losmiembros de ETA estabanmuy sensibilizados y de queno debían hacerse notarmucho.Losotrosdoslocalesque les faltaban por conocertenían una clientela másheterogénea y era fácildistinguir a los terroristas,quesecolocabanenungrupo

aparte.PrimerofueronalbarMadrid, frente alayuntamientodeSanJuandeLuz. Como la noche seechaba encima, únicamentesituaronsuubicación.Teníanquereservarhabitaciónenelhostal junto a la estación,relajarseycenar.

Eldíasiguienteamanecióplomizo y lluvioso, másoscuro que el anterior. Ya

mássegurosdesímismos,secentraronencallejeartodalapartevieja,a laqueviajabanmuchosespañolesparahacercomprasdeproductosquenose encontraban enEspaña.Aúltima hora de la mañanapasaron por el Madrid. Estavez sí pudieron distinguir alfondo del local aPelopintxo,que siempre acudía a losestablecimientos después de

recibir la llamada de algunode los camareros, conectadocon la organización. Surostro eramuy característicoy fácil de reconocer. Yatenían una noticia quecomunicar a quien les habíaenviado.

Por la tarde, trasalmorzar, se acercaron a laestaciónpara alquilar la otrataquilla. Inmediatamente

después,yaunquelatardenoera apacible, se dirigieronhacia la zona portuaria.Estuvieron curioseando,haciendotiempo,esperandoaque cayese la tarde parapresentarseenelúltimolocalqueleshabíaindicadoMasa.Era el bar La Consolation,donde también se reuníanmiembrosdelaorganización,y en el que ocasionalmente

almorzaba algún dirigentecomo Eugenio Etxebeste, elmíticoAntxon. Se trataba deuna especie de pizzería a laqueentrabagentedepaso,noera terreno exclusivo de losetarras, que solían sentarseenlaparte traseraparapasarmás desapercibidos yobservar con mayorfacilidad. Morcillo y RafaLópez Ocaña se tomaron

unascervezasenlabarra,sinllegar a ver a nadie con lascaracterísticas que ellosbuscaban. Después de unoscuarenta minutos entrarontres individuos hablandomedio en vasco, medio encastellano. Los dosmercenarios de nuevo cuñotuvieron tiempo para fijarsedisimuladamente en ellos,después de solicitar una

nueva consumición paracontinuar aparentando. Unodeelloslesllamólaatención.De complexión fuerte ybarbudo, guardaba similitudcon alguna de las fotos,estaban casi seguros. A suregreso comprobaron quepodía ser Juan RamónBasáñez, que después fuevíctima de dos atentados delosGAL.

Por la noche, cuandollegaron al hostal, anotarondetalladamentelosrecorridosquehabíanefectuadoduranteel día, la ubicación de loslugaresvisitados,lasposiblesformas de huida por lascalles adyacentes, elcomportamiento de losterroristas, los vehículos queles veían utilizar, así comocualquier otro detalle que

creyeron que podía ser deutilidad.

En la tardede su regresoaBilbaoyeneldespachodelacafeteríaAlbia,Luislediotodo tipo de referencias aMasasobre suestanciaen lazona vascofrancesa, almismotiempoquerepasabanlas fotos de los terroristaspara relacionarlos con losque habían visto. Morcillo

estaba seguro sobre elabsoluto parecido de una deellas conPelopintxo y teníaciertas dudas respecto aBasáñez.También le entrególas llaves de las taquillasalquiladas en las estacionesquehabíanacordadoylehizoalgunasugerencia:

—Porloquehemosvisto,esmejoractuarpormediodeexplosivos, lo vemos más

operativo,conmenosriesgosy con muchas másposibilidades de fuga. Se lesnota mosqueados y ante unabomba no tienen capacidaddereacción.

—No se ha utilizado aúnese sistema, hay que tenermuchas garantías de queafectesoloalosterroristas.

—Mira, Rafa, el Mingoes una cueva de etarras, está

justodebajodelcentrodelosrefugiados.

—Lovoyaplanteary, siaceptan,sehace.

Masa recordaba que noera la primera vez quealguien proponía atentar asícontraelMingoy,dehecho,elestrenoensociedadde losGAL estuvo a punto deproducirseeneselugaryportodo lo alto. El 8 de

diciembre de 1983, cuandoSegundo Marey estabasecuestrado en la cabaña deMatienzo, el mercenarioMohand Talbi se paseó porallí con una bolsa con treskilosdeGoma-2que llevabaadosada dos kilos de puntasparaquehicierandemetralla,conundispositivoderetardode doce segundos, tiemposuficiente para arrojarla y

huir. No lo vio claro y seechóparaatrás.

Los jefes de Masatampoco apostaron esta vezporlaacciónenelMingo,asíqueMorcillo y sus secuacessiguieronconsusincursionesprospectivas durante variosmeses, hasta que Rafaconsideró que ya estabanlistosparaactuar.Enrealidadse trataba solodeponerlos a

prueba.Paraconvenceralgrupito

de que pasara de las merasvigilanciasalaacciónpuraydura solo hizo falta subir laoferta económica. Yrecordarles lo que pasó enCalatayud. Hasta entonceslos hermanos López Ocaña,su cuñadoAlberto Granadosy Jean-Louis Perales estabanacostumbrados a pequeños

atracos, más cerca delchoriceo asociado a la drogaque de cualquier otra cosa.Pero era precisamente esafalta absoluta deprofesionalidad la que leshacíaatractivosalosojosdelos responsables de losGALen Madrid. Las ejecucioneschapuceras en ocasionespuntuales servían paradespistar sobre el origen de

laestrategia.El10dejuliode1984,al

atardecer, un comando hastaentonces inédito de losGALatentabaenSanJuandeLuz.Los hombres de Masa,comandadosporMorcillo,noalcanzaronlosresultadosqueesperaban.Nomurióningunode los tres etarras a los queatacaron.

Mientras Luis tomaba

una consumición en una delasmesasqueseencontrabana la entrada de LaConsolation, próxima a losserviciosdellocal,distinguióal fondo, en el sitio queocupaban habitualmente losmiembros de ETA, a ungrupo de tres. Alguno leresultó familiar, pero norecordaba si lo había vistoallí, en el Mingo, en el

Madrid o en cualquier otrositio. Desde los serviciosadvirtió a través de unpequeño trasmisor a suscolegas de que estuviesenpreparados, que las pizzasestaban a punto. En elexterior dos de suscompañeros esperaban paraactuar,consendoscascosyabordo de una Ducati Desmo900 con matrícula de

Tenerife 1381-L, propiedaddeRafaLópezOcaña,queenmejores tiempos había sidounconocidomoteroyllegóaalternar en sus viajes a losgrandes premios con elcampeonísimoÁngelNieto.

Cuandotresdelosetarrasse levantaron para irse, Luisdio el aviso. Tuvo el tiempojusto para tirarse al sueloantes de que cuatro fuertes

explosiones provocasen quelas cristaleras de LaConsolation saltasen hechasañicos. Al salir,precipitadamente, pudoobservar que a unos metrosde distancia de la puertayacíanenelsueloloscuerposdelostresmiembrosdeETAa los que había controladomomentos antes. Ignoraba siestaban muertos. Escuchó

levemente los gemidos dedolor de uno de ellos y, alfondo, las sirenas de losvehículos policiales que seacercaban.

En el atentado resultaronheridos los etarrasBonifacioGarcía, José Luis OlivaGallastegui y Juan VicenteJaureguzuria. La operaciónfue reivindicada pocas horasdespuésporlosGALantelos

medios de comunicaciónfranceses y españoles por uncomunicante que se despidiócon una frase que se hizocélebre: «Vous aurez desnouvelles de GAL»(«Tendréis noticias de losGAL»).

Los integrantes delcomando que dirigía Luis sereencontraronenMadridpararecibir nuevas instrucciones

de su compadre y dedicarseya en exclusiva a llevar acabo la operaciónque teníanplaneada y diseñada en elnúmero12delaAlamedadeRecalde de Bilbao, deespecial relevancia para eljefedeMasa.ElcapitándelaGuardiaCivil estaba a puntode ascender a comandante.En febrero, cuando JuliánSancristóbal fue designado

director de Seguridad delEstado, se lohabía llevadoaMadrid como hombre deconfianza.Masaconcertóunacita con su compadre cercadelestadioVicenteCalderón,junto al río Manzanares. Loque acababan de hacer en elPaís Vasco francés era unabuena noticia, porquedemostraba su capacidadoperativa:

—Misión cumplida,aunque no rematada. Esoscabrones se han llevado unbuen susto. Al jefe le hagustado por el impacto y larepercusión que ha tenidoentre los habitantes de lazonayesoesmuyimportantepara que las autoridadesfrancesas se decidan acolaborar con el gobiernoespañol en la lucha

antiterrorista. Toma, esto esvuestro.

El sobre en el que Luissuponíaque seencontrabaeldinero que les habíaprometidoporlaoperaciónlepareciómenosconsistentedelo que esperaba: al simpletacto entendió que allí nohabíalacantidadacordada.

—¿Aquíestátodo?—Al no haber ningún

muerto, la cantidad no es laacordada.Nosési te lodije,peroesasí.Noospreocupéis,porque en la siguiente haymucho más y es menoscomplicada. Se compensaráuna con la otra. Por lo quedicelaprensa,lametrallanoles alcanzó ningún órganovital.

—Lo que me dijeronestos es que decidieron

arrojarles los pepinos contrala pared para que rebotasenlastuercas.

—Antes de que se meolvide,damelasllavesdelastaquillas de las consignas ylos números, por si algúnotro equipo necesita lo quequeda allí mientras vosotrososdedicáisalodeBilbao.

—En San Juan de Luzqueda el artefacto más

grande,eldelamochila,yenHendaya otros dos como losque tiraron el otro día,ademásdelaspistolas.

—Tenéis que conseguirdos armas en el mercadonegro que sean diferentes alas que usan en Francia losGAL,distintasalasquetedi.El jefe y los demás todavíanohandecididosiloquevaisa hacer en Bilbao se va a

reivindicarono.—No hay problema, con

dineropodemoshacernosconloquequeramos.Tenemos auntipoqueconoceaunoquese dedica al negocio de lasarmas y le podemos pedirunasunpocomásantiguasydedistintocalibre.

—Eso es lo primero quetenéisqueconseguir; cuandolas tengáis, osvaisdenuevo

acontrolaralobjetivo.Masa le adelantó a

Morcillo el dinero paraadquirir lasarmasypara losdesplazamientos que fuesennecesarios.

El comando de Luiscomprobó que el verano noera la época más propiciaparallevaracabosumisión.Viajaronvariasvecesalnorteysuobjetivohabíacambiado

las costumbres. Habíaabandonado Bilbao parapasar las vacaciones enLequeitio, al mismo tiempoque intensificaba suasistencia a actos públicos ymanifestaciones de laizquierda radical por todo elPaísVascoconocasióndelasfiestaspatronales.

A comienzos deseptiembre Sancristóbal

reclamó a Masa en sudespachoparaque lepusieraal corriente de losmovimientos. Después, susuperior inmediato,Francisco Álvarez, leapremióparaquebajoningúnpretexto se frustrase elproyecto que desde hacíamesesestabaplaneadoalmásaltonivel.

El nuevo comandante,

recién ascendido,absolutamente involucradoen las obsesiones de sussuperiores, decidió inyectarla correspondiente dosis depresión sobre su compadre.La cita, esta vez, fue en unbarde lamadrileñacalledelAmparo, cerca del Rastro, yasistieron los hermanosLópez Ocaña. Masa lesprometió veinticinco

millones de pesetas y, paraevitar que estos loreconociesen, tuvo laocurrencia de ponerse unabolsa de Galerías Preciadosen lacabeza,que leocultabaelrostro:

—Vamos a dejarnos demariconadas: hay queresolver este asunto cuantoantes,me lo imponen,me loexigen. Si no respondemos

nos apartan del caso yvuestros privilegios y elpastón que vais a ganar seacabaron.Yyanoseos tapaen nada que guarde relacióncon vuestros asuntos dedrogas, entre otrascuestiones. O lo hacéis deuna puta vez o se encarganotros.

—Mira, hace muchosaños que nos conocemos,

considero que además deasumirestosencargos,somosamigos y no te voy a contarmilongas.Veoqueestásmuypresionado. Nos pegas elchorreo antes de escucharque estamos en ello.MiguelÁngel y su cuñado AlbertohansubidoaBilbao,peronohan podido hacer nada demomento. Lo vamos aintentar otra vez lo antes

posible.—¿Pero ya tenéis las

armas?—Las hemos conseguido

por medio de un amigo deAlberto que se dedica alnegocio,unoquelollamanelFrancés.Sondoshierrosqueno tienen nada que ver conlos que llevamos a Francia,pero los hemos probado ysirven.Sondelasquevenden

alosatracadores.—¿Cuándo calculáis que

podemos ver a ese cabrónmuerto?

—Aprincipiosdelotoño,que nos vienemuchomejor,porqueoscureceantes.

—Espero por vuestrobienyelmíoque todosalgabien,quenose retraseyquenometoquéislaspelotascondisculpas. Si a mí me joden

porvuestraculpa,nocontéisconmigo para nada. Cuandotengáis algún problema, quelo tendréis, al talego, nomuevoundedoporvosotros.No basta con que le peguéisdostiros,eljefequierequelollenéisdeplomo, sinpiedad,como hicieron con sucompañerodepartido.

Miguel Ángel LópezOcaña y su cuñado Alberto

Granados habían viajadoefectivamente aBilbao en elSeat 127 azul de LuisMorcillo, pero se echaronatrás después de asustarseporque tuvieron un pequeñoaccidentey temieronque losdescubriese la Ertzaintza,disfrazadoscomoiban—conpelucas y vestidos de mujer—y,sobretodo,armados.

Las armas las había

conseguido Alberto portrescientas mil pesetas atravésdeuntraficanteamigosuyo,JuanJoséRodríguez,elFrancés, con el que inclusohabíahechounviajefamiliarpor Europa recorriendoarmerías. Se trataba de unapistola Lathi 40, calibre 9mm Parabellum, defabricación finlandesa, quehabía sido retirada por el

ejército sueco y seconsideraba pieza decoleccionista;tambiénteníanun subfusil italiano ArmiJagerAP-75, del calibre 22,al que lehabían recortadoelcañóncuarentacentímetrosysustituido la culata demaderaporotrametálica.Seles borraron los números deserie y se les añadieron lamunición y los

correspondientessilenciadores, queevidenciaban que aquello noiba a utilizarse para nadabueno.

Pero no hubo forma.Loshombres de Morcillo lointentaron de nuevo,estuvieron en lasproximidadesdellugardondedebían actuar, pero noencontraron el momento

adecuado, o más bien noquisieron arriesgar o no seatrevieron. Luis ya noencontraba argumentossólidos para justificarse anteMasa.No le encontraba otrosentidoaaquelnuevofracasoque la falta de coraje deMiguelÁngelLópezOcañayAlberto Granados. Ellos selimitaron a decirle que novolvíanaBilbao.

El comandante convocóde nuevo a su compadre aunareuniónurgentefrentealVicente Calderón. Cuál fuesu sorpresa cuandoMorcilloobservó que llegabaacompañadodesumujer,alaque conocía desde que entresus familias, en Baza, cuajóuna gran amistad, hasta elpuntodeseraquelpadrinodeuno de sus hijos. No

comprendía,noleentrabaenla cabeza que ella pudieseestar al corriente de aqueltipo de operacionesclandestinas. Todavía nohabía salido de su asombrocuandoMaribelledijo:

—Luis, te ruego por loquemás quieras que acabéiscuanto antes con eseasqueroso etarra que no dejavivir, descansar ni dormir a

mi marido. Si no lo hacéisya, terminan con él, lodestituyen,sevaalamierda,lo echan. Después de lashoras, días, meses que llevametido en esto, y tucompromiso,nohayderecho.Tienes que hacerlo, te loexijocomoamigaycomo lamujer de quien te haprotegido en muchasocasiones. Esto no puede

quedar así. Tienes quehacerlotúenpersonaconunodelosquellevasteaFrancia.Júrame que te encargas deacabarconesecabrón.

—¿Pero cómo es queestás tú al corriente de esteasunto?

—Rafayyocompartimostodo.Estoesmuyimportantepara nosotros y dos cabezaspiensanmejorqueuna.

El 19 de noviembre, tresdías después de aquellainsólitaconversaciónqueaúnlelatíaenlacabeza,Morcilloen persona partía endirección a Bilbao. RafaLópezOcaña,alquelehabíaprometido doce millones depesetas,hacíalomismo,peropor su cuenta, quedando enreunirse en el centrocomercialElCorte Inglésde

la capital bilbaína pocodespués de la hora delalmuerzodeldíasiguiente.

Cuando se vieron, seorganizaron: peluca, barbas,gafas, ropa un poco extraña,más grande de lo normal,calzado de mayor númeroque el suyo para inducir alequívoco y guantes para nodejar sus huellas en lasarmas.Alasseisyveintede

la tardeeldirigentedeHerriBatasuna Santi Brouard seencontrabaen suconsultadepediatríadelnúmero12delaAlameda de Recaldeatendiendo a la hija de unmatrimonio amigo, un bebéde pocos meses. Todotranscurría como erahabitual. En ese instantellamaron a la puerta y, alabrir, laenfermeraobservóa

dosdesconocidosextrañosdeaspectoagitanado.Lesseñalóla sala de espera y a RafaLópez Ocaña, que ibanerviosísimo, se le cayó lapistola que llevaba sujeta alhombro con un cinto bajo elchaquetón, provocando ungran estrépito al impactar elsilenciador sobre el suelo detarima.Laempleada,BegoñaMartínez de Murguía,

observóentoncesquelosdosindividuos llevaban peluca yreparó en que lo que habíacaído era un arma.ComenzóagritaraterrorizadayRafalemetió los dedos en la bocaparatratardecallarla.Enesemomento irrumpió en laescenaeldoctorBrouardconsubataazul.

Luis, sin pensarlo dosveces, efectuó ocho disparos

con el subfusil Armi Jager.Cuatro le dieron al pediatraen la cabeza y los demás sefueroncontralasparedesylapuerta del despacho, a pesarde que el blanco estaba amenos de tres metros. Ellíderdelaizquierdaabertzaleyacía yamuerto en el suelo,pero Rafa, como si quisierajustificar para qué había idoallí, lo remató de otros dos

tiros con la pistola. Con elprimero también falló y ledioenlamano;elsegundoleatravesóelcráneo.Yecharonacorrer.

Mientras la enfermeragritaba desesperada, losintrusos desaparecieron,corriendo en sentidosopuestos y dejandoabandonadasenel rellanodela escalera sus armas. A

Morcillo le esperaba uncómplice a la vuelta de lacalledeBarrainkua,quetuvoque recuperar la gabardinaazul de la que se habíadesprendido, pues en subolsilloestabanlasllavesdelcoche en el que tenían queescapardeBilbao.

Poco después Luis hizouna parada en la primeragasolinera que encontró para

comunicarse con Masa yconfirmarleque laoperaciónse había llevado a cabo sincontratiempos. Elcomandante, que seencontraba junto a sussuperiores en el Ministeriodel Interior esperandoaquellallamada,insistióasuinterlocutorunayotravezensi estaba seguro de que todohabíasalidobien.

Masa se reunió pocodespués de su regreso conMorcilloparahacerleentregadel dinero prometido en unlocalalasafuerasdeMadrid.Sin andarse con rodeos, leentregó en una bolsa sietemillones de pesetas,asegurándole que másadelante le daría losdieciocho restantes, que eljefe había tenido un

problema, que era cuestiónde días. Lo que hizo,realmente, fue quedarse conlapasta.Despuésledijoque,de momento, prescindía deellos porque se tenía queocupar de otros cometidosqueleobligabanaviajarconfrecuencia, pero que seguíanen contacto por si surgíaalguna nueva operación.Ademásleadvirtiódequeno

se hiciesen notar mucho ensus otras actividades porquedespués del revuelo que sehabía producido con lo deBrouard debían pasardesapercibidos. Luis no sefue muy satisfecho delencuentro. De sus sietemillones le entregó tres aRafa LópezOcaña y nada alresto.

El asesinato de Santi

Brouard, que tenía sesenta ycuatro años y era diputadodel Parlamento vasco, seinterpretó como el asaltodefinitivo de los partidariosde la línea dura en la luchaantiterrorista.Eraunhombrequerido incluso porelementos del nacionalismovasco conservador, querecordaban su activismodurante la dictadura, y

también desde los sectoresmenos intransigentes de losgobiernos español y francés,que veían su figura como ladeuninterlocutorpotencialatenerencuentaenunprocesode salida negociada alterrorismo. Eraextraordinariamente popular,sobre todo en Bilbao, dondese le conocía como elTíoSanti. Desde la desaparición

de Telesforo Monzón era ellíderdemayorcarismade laizquierda abertzale, el únicocon capacidad para aglutinarsusdiferentesyheterogéneascorrientes internas. Era elpresidente del partido Hasi,la auténtica columnavertebral de la coaliciónHerri Batasuna. Muy radicalen sus planteamientos,vinculado según unos

pinchazos telefónicos aetarrasalcobrodelimpuestorevolucionario, habíamantenido no obstantecontactos con todos losagentes políticos y socialesde Francia y de España,incluyendo al poder judicial,a la policía, a la cúpulamilitar y a la Iglesia. Laintencionalidad Política dequienes decidieron acabar

consuvidaeracristalina.Su asesinato provocó la

que es todavía la mayormanifestación que nunca haconvocado el entornoproetarra:másde seiscientasmil personas asistieron a suentierro en Lequeitio. Seprodujeron altercados portodo el País Vasco y, al díasiguiente, ETA intentóasesinar al general Luis

Rosón,hermanodeJuanJoséRosón, el ministro delInteriordeUCDquenegocióladisolucióndelospolimilis.

Varios autodenominadosportavoces de los GALllamaron a los medios decomunicación asumiendo elcrimen. Sus comunicados,obviamente, era falsos. Elúnico autorizado parareivindicar sus atentados era

el inspector MichelDomínguez,queestavez,sinembargo, recibió laordendehacer exactamente locontrario:MiguelPlanchuelole entregó una nota en sudespacho de Bilbao, dictadadesde Madrid por FranciscoÁlvarez, para que llamara aRadio San Sebastián ydesmintiese la participaciónde los GAL en el crimen.

Otra cosa habría desatadodesórdenes públicos y laconfusióntambiéncontribuíaa conseguir los objetivospolíticosdeaquelatentado.

El asesinato de SantiBrouard consumó lavenganza de los socialistasvascos por el asesinato unosmeses antes de EnriqueCasas, que encarnaba unsimbolismo muy sentido

entre losmilitantes del PSE.Igual que Brouard entre suscamaradasabertzales.

VII.DOSMUJERESDE

ARMASTOMAR

El año demayor intensidadpara los GAL fue 1985. Elgobierno español intuía queestabaapuntodedoblegarla

voluntad de Mitterrand yordenó más atentados y, porprimera vez, objetivosindiscriminados. Tras variosmeses de parón, loscomandossereorganizaronyse prepararon ambiciososproyectos. Muy prontoirrumpirían nuevospersonajes con los que seescribiría la historia de laluchacontraterrorista.

Jean-Louisysushombrestrabajaban sobre distintosobjetivos de Iparretarrak,paradar la impresióndequelos GAL no hacíandistinciones entre ambasorganizaciones y, al mismotiempo,parasatisfacerlasedde venganza de los policíasfranceses.Eldía1defebrerode 1985 volvieron los GAL.Los hombres de Jean-Louis

hicieron explosionar enBayona un artefacto de granpotencia que habían adosadola noche anterior a los bajosdel coche del miembro deIparretarrak XabierManterola. La deflagraciónlo lanzó a través del cristaldel parabrisas, quedandogravemente herido a variosmetros de distancia delvehículo.Cuatrodíasdespués

el mismo comando realizóuna operación similar enBayona contra elsimpatizante de la mismaorganización terroristaChristian Casteigts, cuyocuerpo terminócompletamentedestrozadodecinturaparaabajo.

Estas operaciones contraIparretarrak tenían la virtuddequedespistabanacercadel

origendelosGAL,porloqueresultabanatractivasparasusresponsables políticos.Despuésdeestosatentadossele entregaron quinientos milfrancos a Jean-Louis y meentrevisté con él en el hotelLondresdeSanSebastián.

—¿Les ha gustado a tusjefes?

—Sí, pero no más que ati.Ya tedijeensumomento

queteibasaquedaragusto.—A Manterola le tenía

ganas.Esuntíomuyradical,muyamigodeBidart.

—Parece que ha tenidomucha suerte, según cuentala prensa. Se ha salvado depuromilagro.

—Pero esta muy jodido.Losbajosdelcocheeranmuyresistentes y Jacques, elartificiero,nopudoadosarla

bomba en el lugar másadecuado.Laondaexpansivabasculóensentidohorizontalysaliódespedido.Tieneparatiempo en el hospital y va aquedarmuytocado.

—¿Este tenía algo quever con el asesinato de tuamigo?

—No sabemos si en elatentadoparticipóManterola,pero estaba muy unido a

Bidart, así que puede ser. Sino sale bien jodido delhospital, volvemos a por élen cuanto les parezca a tusjefes.

—Tienen vínculos conETA, así que les vale. Y elotro, ¿qué cojones tenía quever?

—Christian Casteigts esotro hijo de puta muyvinculado a Iparretarrak a

travésdeXabierLaberguerie,hijo de un viejo senadornacionalista, que fue uno delos que me denunció. Lohemosdejadosinpiernas.

—Te has quedado muytranquilo y encima te hanpagado bien. Mis jefespolíticos quieren tenertecontentoparaqueteesmeres.Ya escuchaste lo que te dijoSancristóbal cuando te lo

puse al teléfono: quieremuertos todos los días,guerra permanente. Esvuestragranoportunidad.

—Ya se lo dije aSancristóbal: van a tenertodos los muertos quepodamos.Esunlanzado.

—No te quepa la menorduda.Nosetratadeacabaratiros con ETA, eso esimposible. Lo que quiere el

gobierno español es que elvuestrotengaproblemasaquícon la poblaciónvascofrancesa,queempiezaaestarhartadelosatentados,yque esa presión le fuerce acolaborar.

—Bueno, yo ya le dijeque tengo controlados avariosmiembrosimportantesde ETA. Estamos esperandomano de obra. En cualquier

momento puede llegar gentede Marsella pero, si nos lafacilitáis vosotros antes,actuamosdeinmediato.

—Muy pronto vas acontar con una mujer y suequipo. Dicen que son muyefectivos; en pocos días sepondránencontactocontigo.También están preparadosotros colegas tuyos con sugente, no te extrañe que en

cualquier momento actúen.No perdáis el tiempo, quetenéiscompetidores.

—Acojonante, una tíapegando tirosa losetarras…Yalaprobaréencondiciones.Mándalacuantoantes.

EnlahistoriadelosGALhubo tres mujeres condistintos aspectos. Laparticipación de la tercerafue breve: se limitó a una

fallida operación en la quefue descubierta por losetarras contra los que iba aatentar y tuvo que desistir ydesaparecer.No tuvo tiempodeestrenarse.Alasotrasdoslos propios etarras lasbautizaron como laDamaNegraylaDamaRubia.

La primera en actuar fuel aDama Negra, a la quenosotros llamábamos

Dominá,yfueunaleyendadelos GAL. Había llegado sumomento, después deentrenar durante el inviernola práctica de tiro condiversas armas largas ycortas,asícomoenelmanejode granadas defensivas, parasu puesta en escena de lamano de su reclutador,Christian Hitier. Castetshabía seleccionado y

controlado para ella anumerososmiembrosdeETAenlaparteviejadeBayona.

Marzo de 1985 fue unmes de gran actividad. Ytambién el de la puesta enescenade laDamaNegra.Ellunes día 4 se estrenó en elbar Lagunekin, en la ruePannecau de Bayona.Haciendogaladeunaenormefrialdad, accedió

silenciosamente a la partetrasera del local a través deuna pequeña puerta situadadentro de un portal queestaba a la espalda delestablecimiento.Unavezallídisparó con un fusilWinchesternueveproyectilesdel calibre 12, marca LegiaChevrotines. Los miembrosde ETA militar JesúsAmantes y Ángel Zabaleta

resultaronheridosgraves.La estrategia que había

diseñadoCastetsseejecutóala perfección. La ruePannecau es una callecitamuy estrecha en la queentonceshabíavarioslocalesfrecuentados a diario casi enexclusivapormiembrosdelabanda.Ahísesentíansegurosporque era una zona tomadaporellos,muycontroladapor

suentornoydedifícilsalida.El policía francés habíaestudiado la manera depenetrar en aquel bar deforma que todos quedasensorprendidos y no les diesetiempoareaccionar.

Dominá huyódesprendiéndose de sugabardina y su peluca en elmismo portal por el quehabíaaccedidoalinteriordel

bar y allí también abandonóelfusilyunacestaconvariashogazas de pan en las quehabíacamufladoelarmaquele entregó su acompañante,un pistolero discreto yeficiente llamado René. LaDama Negra escapó con unaspecto físico que no teníanada que ver con el que,momentos antes, los etarrashabían tenido el disgusto de

conocerla. Con serenidad yaplomo, desapareció de laciudad.

Castets quedóimpresionado por la fría ycontundente actuación deDominá. Permaneció en lasinmediaciones del barLagunekin y pudo observartodos los hechos. Él mismomecomentócómoleimpactóla ejecución del atentado y,

sobre todo, elcomportamiento de aquellamujerqueporprimeravezseenfrentabasolaalostemiblesterroristasdeETA:

—Debo aceptar que esamujer me ha hecho sentiradmiraciónhaciaella.Haidoa por esos bandidos sinpestañear. Los etarrasestaban perplejos. Gritaban:«¡Es una tía! ¡Es una tía!».

Totalmenteacojonados…—Yo también estoy

sorprendido de su valentía.La verdad es que no meesperaba una actuación tansensacional.

—No te lo puedes niimaginar, estabandescompuestos después dever que quien les disparabaera una pequeña mujervestida de negro. No daban

crédito,estánaterrorizados.—Espero que pronto

vuelvan a tener noticias deella.

Hitier también habíahecho llegar al mercenariofrancés Lisian desdeAndorra, donde regentaba elhotel Giltor para cubrir lasapariencias. El matón llegóacompañadodeuntalGerardy, siguiendo las indicaciones

de Itoiz y de RaymondSanchis, el día 13 de aquelmesdemarzosedirigieronalbarBriketeniadelalocalidadvascofrancesa de Guetaria,local donde los dueños, deacuerdo con los etarras,preparaban citas conempresarios españoles parael cobro del impuestorevolucionario.

A media tarde, Lisian y

Gerard llegaron a la puertadel establecimiento y, antesde que ninguno de losclientes se percatase de supresencia,unodeellos lanzóuna granada española M-5EA, mientras el otrodisparaba con una pistolacalibre 9 mm Parabellumcontra los propietarios, queactuaban en connivencia conETA. Fueron heridos los

hermanos Michel, Martin yJean-PhilippeIbarboure.

Después de la primeraintervención deDominá,había que cambiarla deescenario para que losterroristasfuesenconscientesde que podía llegar acualquiera de sus refugios.Jean-Louis había recibidoorden de preparar otroatentado en un

establecimiento cuandoestuviese muy concurrido,decisión política quepretendía movilizar a laopiniónpúblicafrancesaparaque presionase a su propiogobierno. Pronto le hizollegar el siguiente encargo alaDamaNegra.

El día 26 de ese intensom e s ,Dominá, vestida denegro, volvió a actuar al

oscurecer en el barBittordeCiboure, de nuevoacompañadadeRené,aquienunode loshombresde Jean-Louislehabíaseñaladoalosetarras que debía ejecutar.Abrieron la puerta y ellalanzóunagranadaM-5EAy,acto seguido, disparó unapistola Sig Sauer 15 P 226.Almismotiempoélapretabael gatillo de un fusil

Mossbergdelcalibre12,queescupiónueveproyectiles.Enel suelo del bar, gravementeheridos, quedaron losmiembros de ETA JuanRamón Basáñez, que perdióunojo,yJoséLuisCalderón.

Los GAL no pararon.Pironneau y Bordou habíanreclutado enPau al pistolerodeTarbes PierreBaldés. Pormedio de los códigos

establecidos, entraron encontacto con RaymondSanchis, quien a su vez lohizoconJacquesCastets,quetenía diseñada una nuevaoperación en Bayona.Dominá permanecía aún ensubaseysedecidióqueellay Baldés fuesen juntos a lacomplicadaruePannecau.Alfondo de la misma seencontraba el bar Les

Pyrénées.Haciaelatardecerdeldía

28 Castets ya le habíaindicado a Sanchis losmiembros de ETA a los quedebíanatacar.ADominá,queobservó mucho movimientoen la calle y que actuabasiempre con las garantíasnecesarias para salir airosa,no le gustó el dispositivo ydesistió de llevar a cabo la

acción. Sanchis se hizonuevamente cargo de lasarmas y desaparecierontodos, quedando enencontrarse transcurridasunas horas.Al día siguiente,sobre las ocho de la tarde,Pierre Baldés se citó en lasinmediaciones del mismolugar con Sanchis, que lehizo entrega de dos armas,unapistolaColtdel45yotra

9mmParabellum,yleindicódónde estaba situado algunodelosetarrasdeldíaanterior.Una vez que Baldés habíaalcanzado la barra delestablecimiento, disparócontra el grupo de presuntosterroristas.BenoitPecastaingperdió la vida y resultaronheridos de gravedad losfranceses Jean-Marie Mutioy Jean-Jacques Hum y el

miembro de ETA PedroPicabeaUgalde.

Mientras Baldés actuabaen Les Pyrénées,Dominá yRené, coordinados porCastets, permanecíancamuflados a escasos cienmetros. Nuevamente sedisponía a penetrar por lapuerta trasera del barLagunekin.Sehabíadecididoromper con los cánones

habituales y sembrar elpánico en aquella peligrosacalle de la viejaBayona condos atentados al mismotiempo.

Castets había detectadoen el Lagunekin al pistolerode ETA José Ángel UrtiagaMartínez junto a otros dosmiembrosde laorganizaciónterrorista. Pero surgió unimprevisto. René, por un

despiste, no se percató de laindicación que le hizo elpolicía francés en elmomento en el que veía aBaldés penetrar en LesPyrénées. Esa era la señalacordada para que laDamaNegra interviniese con sumetralleta Stein. Al ver queRené no había trasmitido laorden de entrada en el local,Castets se acercó al

compañerodelaDamaNegray le indicó que los dosdesapareciesen rápidamentedellugaranteelalborotoquelosdisparosdeBaldéshabíanprovocado ya en la ruePannecau. Minutos después,la Gendarmería detuvo aBaldés mientras huía de lapersecución de algunosmiembrosdeETA.Aunodeellos llegó a agarrarle por el

cuello,lepusolapistolaenlacabezaypercutiólabalaqueguardabaenlarecámara,queen ese fatal momento se leencasquilló, lo queaprovecharon los terroristaspara reducirle y entregárseloa los funcionarios policiales.Baldés fue el primermercenario de los GALcondenado en Francia. Leimpusieron una pena de

cadenaperpetua.Pero marzo no había

acabado.Eldía30,antesdelalmuerzo, Xabier GaldeanoArana, delegado del diarioproetarraEgin en el PaísVasco francés, fue abatido abalazos del calibre 9 mmParabellumydel38especialcuandoregresabaasucasadeSanJuandeLuz.Llegabadecubrir la informacióngráfica

de una manifestación deprotesta de los refugiadosvascosporelatentadodelosGAL del día anterior y sedisponía a enviar elmateriala la sede del periódicoabertzale.

El responsable de aquelcomando era GuyCantavenera, que había sidocontratadoporEduardoMariChica,aliasDoudou,mafioso

francés afincado en la Costadel Sol, colaborador de laPolicía española y amigo demi conocido Carlos Gastón,muyvinculadoalosserviciossecretosdenuestropaísenlaguerra clandestina contraETA desde los tiempos delBatallón Vasco Español.Nada que ver, por tanto, conlos grupos habituales demercenarios que yo

controlabaenFrancia.Como laDamaNegra no

quería quemarse demasiado,ella misma se buscó a otraque la relevase en sucometido durante un tiempo.Dijo que era de su plenaconfianza y tan buena omejor que ella. La nuevapistolera fuebautizadacomol aDama Rubia después desus primeras actuaciones. Se

hacía llamar Margaret y eradeunascaracterísticasfísicasmuy diferentes a las deDominá, que era más bajita,morena y de ojos rasgados.LaDamaRubia era fuerte y,además de madre y amante,una mujer serena, peligrosa,eltipodepersonaconlaqueesmejornotenerproblemas,con la que no interesameterse.

Las dos aparecían ydesaparecían como unfantasma, y cambiaban tantosu aspecto exterior despuésde abrir fuego contra losmiembros de ETA que, enocasiones,sequedabanenlasproximidadesdellugardondehabían atentado como sifuesen uno más de loscuriosos atraídos por elbarullo. Incluso se recreaban

viendo en directo lasreaccionesde losetarras, sindespertar la más mínimasospecha.

René, el acompañante deDominá,fuequienpresentóaMargaret a Jean-Louis y suequipo. Para su estreno elpolicíafrancésteníadiseñadaunaoperaciónenCiboure.Alatardecerdel14dejuniounode sus fieles servidores ya

había localizado a dosconocidos miembros de laorganización terrorista ETAen el interior del barTrinkete. Poco después leentregaron a René unametralleta Stein de 9 mmParabellum y le indicaron lamesadondeestabansentadoslos objetivos. Minutos mástardeMargaret penetró en ellocal y se dirigió

directamentehaciaesepunto,descargando todas las balassobreloscuerposdeaquellosdos individuos, que cayeronmuertosenel acto.LaDamaRubia desapareció alinstante, cambiandoradicalmente de aspecto enunlugarpróximo.

Los fallecidos eran dosciudadanos francesesde razagitanaquese llamabanJean-

ClaudeDoerryÉmileWeiss,que no tenían nada que verconETA.Segúnlosinformespoliciales posteriores y ladeclaración del propietariodel local, se había dado lacircunstancia de que,momentos antes, seencontraban sentados enaquella misma mesa losetarras Juan Lorenzo LasaMitxelena,Txikierdi, y José

Ángel Ochoantesana,Kirru.Eldueñodelestablecimientoles había pedido que selevantasen para que losgitanospudiesendisputarunapartida de mus que estabaconcertada previamente. Esecambio se produjo segundosantes de que Margaretentraseenacción.

Los GAL tambiénreivindicaban ese tipo de

atentadosparaqueinfluyesenen la ciudadanía francesa detalformaquenofrecuentaranlos lugares donde alternabanlos etarras y elevasen susquejas y protestas a lasautoridades, haciéndoles verlos peligros que entrañabanparasusvidaslapresenciadelosterroristasdeETA.

Poco después Jean-Louisy yo nos reunimos en un

tranquilo lugar deDancharinea, la VentaPancho,próximaalafronterafrancesa:

—Me ha jodido que sehayaretiradolaDamaNegra,eramuyefectivaydisfrutabacomo nadie haciendo sutrabajo. Se notaba que no lohacía solo por dinero. No tepuedo decir por qué, peroteníaotrasmotivaciones.

—Es cierto que no esexigenteconeldinero.Quizáleproduzcamorboapretarelgatillo, no me extrañaríanada.

—Enningúnmomentosela veía alterada o nerviosa,era fría de cojones. Supongoque no será así en la cama.Tú de eso debes de saberalgo,¿no?

—¿Aquévieneeso?

—No te lo tomes a mal,que a mí me traen sincuidado las cuestionespersonales.Más que nada telo digo porque cuando habladetilohacedeunaformauntanto apasionada, cuando enel resto de suscomportamientosescomountémpano.Nocreoquelohagaporque vistes bien, ¿no teparece?

—Dejémoslo ahí.Además creo que se va porrazones personales. Pero note preocupes, que volverádentrodeuntiempo.¿Quéteparecelasustituta?

—Es menos fría queDominá, más impulsiva. Meda la sensación de quetampoco actúanecesariamentepordinero.

—Está claro, ya sabes

quiénhacaptadoaDomináyesta ha traído a Margaret.Parece que son buenasamigas.

—Están llevando a cabolos atentados de formaidéntica.ElotrodíaMargaretsecambióelaspectoantesdeoperar de una manera muyparecidaaladeDominá.

—Bueno, quien seencarga de facilitarles las

prendas, las zapatillas y laspelucas de acuerdo con susmedidas y tallas lo haceintencionadamenteparacreardesconcierto a losinvestigadores policiales ytemor a los etarras. Todo secompra en los mismosestablecimientos,quitándoleslasetiquetasylasreferenciasquepuedandelatarelorigen.A Dominá le gusta usar

prendas oscuras o negras ypelucas del mismo color.Margaretprefiereotrostonospara trasformarse, discretosperodiferentes,ylaspelucasrubias. Las bailarinasidénticas, ligeras parafacilitarles la huida, aunquecomo es lógico con tallasdistintas. Es importante quese sepa que quienes atacanson mujeres. Eso les crea

temor. Para otro tipo deimpacto mediático ypsicológicoyaestánlosotrosmatones.

—¿Tehandichosivanapagarestaoperación?

—Os van a pagar loacordadosinproblema, tantoavosotros comoaMargaret.Mañana lo tenéis. ¿Loqueréis en francos o en otramoneda?

—Me alegro, porque nofue culpa nuestra el cambiode mesa de los etarras, fuepuracasualidad.Todoestababien planificado. LoqueremosenfrancosenIrún.Quedamos en elBaserri a lahora de comer. Margaret noséenquédivisaloquiere.

—De ella no tepreocupes,yaestá arreglado.Por cierto, ¿cómo reaccionó

Margaretalsaberquenoeranetarras?

—Después del atentadovino a mi encuentrototalmente cambiada, noteníanadaqueverconlaquedisparó treinta balas en elTrinkete. Parecía que veníade preparar la comida,relajada, sonriente ysimpática, incluso haciendoalgunaqueotrabroma.Como

si no viniese de matar. Solose encabronó cuando le dijeque los muertos no eranetarras. Se le cambiaron losojos totalmente. Bueno, nosvemosmañanaenelBaserri.

Aquelveranode1985fuemovidoparaloscomandosdelos GAL. LaDama Rubiaquería volver a ser lapesadilladelosetarras.Seleordenó a Jean-Louis que

localizase a un miembro deETA que se desplazara solo,circunstancia que no erafrecuente, de tal forma queMargaret lo pudiese abatirsinserobservadapornadieyquetuvieralaoportunidaddedejar cerca del cadáver supeluca rubia como seña deidentidad. El policía francésdistribuyó a sus hombresdurantevariosdíasentornoa

la catedral de Bayona hastaque tuvieron controlado aSantos Blanco González, delque observaron quehabitualmente se retirabasolo a su domicilio, muycercanoaaquellazona.

El 28 de junio unsubordinado de Jean-Louisvigilaba a Santos Blanco enun local de la parte vieja.Cuando salió, se lo marcó a

RenéyleentregóunapistolaColt de 45 mm. Este, a suvez, le dio el arma aMargaret, que se encontrabaestratégicamente situada.Siguió al etarra a una ciertadistancia, hasta que en ellugar que le pareció másadecuadoseleechóencimayle disparó por la espalda,atravesando el proyectil sucuerpoeincrustándoseenun

escaparatecercano.Elcuerpodel terrorista se desvaneciósobre el asfalto, donde leremató.

Había oscurecido.Margaret se quitó la peluca,la dejó caer junto al cuerpoinerte y, tras cambiarse deropa, se marchótranquilamenteatomarseunacoca-colaenunbarpróximo,en el que engatusó a un

camioneroparaquelallevasehasta la frontera, para asísalvar los controlespoliciales. Parece ser quellegómuyalterada,noporelasesinato que acababa decometer, sino porque eltransportista le tiró los tejosy ella estuvo a punto demandarlo al mismo lugardonde ahora estaba elmiembrodeETA.

Dos días después Jean-Louis, que necesitabaconcretar nuevos aspectosoperativos, acudió a una citaconmigo en el hotel MaríaCristinadeSanSebastián.

—Se ha hecho comovosotros queríais. Me costóencontraraeseSantos.Ahoraes muy difícil que se veacaminar solo a un etarra,toman muchas precauciones.

Margaret estuvoextraordinaria. La estuveobservando a no muchadistanciayélnoseenteródequeleestabasiguiendohastaqueapretóelgatillo.

—Está claro que sabehacer su trabajo. Lo dedejarlelapelucafueunaideacojonuda.La operación salióbordada en el aspectopropagandístico.

—Cuando cayó al suelo,se colocó encima de él conunapiernaa cada ladode sucuerpo y sujetando el armaconlasdosmanosledisparóenlacabeza,letirólapelucaydesapareció.

—¿Cómo la has vistodespuésdeterminar?

—Nos vimos en lafrontera, al otro lado.Estuvimoscenandoenunode

los restaurantes españolesque están allí cerca. Seencontraba un poco alteradaporque el camionero que lahabíallevadoqueríaligarconella. Por lo demás, tantranquila, relajada y conmuchasganasdecenar.

—Bueno, toma tudinero,bien ganado por cierto, yespero que pronto te tengaque traermás.Mehandicho

los de Madrid que vayasagilizando lo del puentefronterizo, que esperan unagran repercusión mediáticacon esa operación. Y activaen cuanto se pueda y seencuentre en condiciones aMargaret.

—Estamos en ello. Encuanto lleguen los deBurdeossepuedehacerlodelpuente, ya tenemos hasta

seleccionado al mendigoadecuado. No te olvides dedecirleaSancristóbalquemeeche una mano en lo mío,sobre lo que comentamos laúltimavezquenosvimos.

—Nomeolvido,estamosencontacto.

Jean-Louis tuvo prontopreparado un nuevo objetivopara Margaret. René le hizollegar las instrucciones al

mismo tiempo que unapistola automática de 9 mmParabellumyunagranadademano, esta solo para el casode que la persiguiesen. El 8de julio comenzaba aoscurecer cuando, sintitubear, se dirigió al barBittor de Ciboure, dondeestaba el etarra Juan CarlosLezertua Urrutibeascoa, queresultó gravemente herido,

aunque logró salvar su vidadespués de una largaintervenciónquirúrgica.

L aDama Rubiadespertaba pavor entre lacomunidad de los refugiadosvascos, quienes la veíancomo un ser fantasmagóricoque podía aparecer en loslugares más insospechadossin dejar huellas, ni el másmínimo rastro, únicamente

una serie de prendas, unaszapatillas que nocorrespondían a su númerode calzado y una peluca sinmarcas ni números dereferencia.

Poco después surgió laidea de hacerle una visita aun viejo conocido mío quehabía ocupado destacadospuestosenelorganigramadeETAmilitaryqueañosatrás

había facilitado mis datospersonales a la organizaciónterrorista para que acabaseconmigo. Mi antiguocompañero de guateques enla juventud, Francisco AyaZulaica,aliasTrepa,dequienyo guardaba sus señas desdemis contactos conmi amigoPierre Gueracague en elotoñode1983.

Jean-Louis acompañó

durante varios días aMargaret, aparentando serunaparejadenovios,hastaeldomiciliodeletarra,paraqueella identificase el objetivo.Por finaparecióelTrepa.LaDama Rubia rápidamente sequedó con la peculiarfisonomíadeletarra,barbudoy con gafas. No era unaatenuanteelhechodequeporaquella época permaneciera

un tanto distanciado de labanda. Ya solo manteníacontactos esporádicos consus dirigentes yocasionalmente recibía ahuidos de comandos legalesque llegaban de Españacuando habían sidodescubiertosporlaPolicía.

El 31 de agosto, pocoantes de la hora delalmuerzo, Margaret se

instaló en las inmediacionesdeldomiciliodeAyaZulaicaen la rue Bibal de San Juande Luz, muy próxima a laempresadeGueracague,paraquien trabajaba elTrepasuministrándole productosdel mar. LaDama Rubia,ataviada para la ocasión,tenía previsto hacerse pasarpor comercial de otrasempresas. Mientras tanto,

esperaba la aparición delPeugeot matrícula 1813-RL-64deletarra,quesolíallegara esas horas a entregar sumercancía. Peroprecisamente ese día Pierrehabía enviado al terroristafueradeSanJuandeLuzyseretrasó tanto que Margarettuvo que suspender laoperación.

Aldíasiguientelointentó

de nuevo, esperándole desdeprimerahoradelamañanaenlas proximidades de sucoche.Muyprontoviocómose acercaba elTrepa junto aotro tipo, también barbudo.Cuando mi viejo amigo sedisponíaaabrirelPeugeot,laDama Rubia se les echóencima por la puerta delcopiloto, junto a la que seencontraba el acompañante

desconocido. Este, al verlaconelarmaenlamano,tratóde defenderse abalanzándosesobre ella, momento en elque Margaret efectuó variosdisparos sobre él, que cayódesplomado al suelo. AyaZulaica, que tenía gravesproblemas de visión, searrojóbajoelcochesalvandosu vida. El otro, que fueidentificado como el

militante independentistavascofrancés DominiqueLabeyrie, resultógravementeherido y falleció díasdespués.

L aDama Rubiadesapareciósinproblemas,alencontrarse a aquellas horaslas calles despejadas degente. No obstante, se tomóla precaución de suspendersus intervencionescontra los

terroristasduranteuntiempo.Se pensó que elTrepa y suacompañante,quenofallecióinmediatamente, podríanfacilitar a lapolicía francesaalgúndatosignificativosobrela mujer que les habíaatacado. Meses más tarderegresaría.

N iDominá ni Margaretfueroncapturadasdurantesusactuaciones. No les dieron

oportunidad a los terroristasni a defenderse ni a que lessiguieran el rastro. LaGendarmería distribuyóvarios retratos robot, peronunca dieron con ellas. AMargaret ni se le acercaron.DeDominánoestuvierontanlejos. Los testigos ladescribían como una mujerde silueta joven, de unostreintaaños,másomenosun

metro sesenta de estatura.Primero se creyó que era laviuda del capitán MartínBarrios. Después hubo otrassospechosas más. Laprincipal fue DominiqueThomas, una jovenenigmática que supodefenderse.

En 1988 laGendarmería,guiada por los periodistasRicardo Arques y Melchor

Miralles, descubrió cerca deBiriatouun falso zulode losGAL preparadointencionadamente para quelo encontrasen. Ese mismozulo había sido ofrecido conanterioridadenParíspordiezmillones de pesetas a losperiodistasManuelCerdán yAntonio Rubio, que lorechazaron. En élMiralles yArques hallaron armas,

pelucas y otros supuestosefectos y documentos delgrupo contraterrorista.AlgunosdeellossereferíanaChristian Hitier. Fuedetenido en Bélgica yextraditado a Francia en1988. Presionado, lescondujo a Dominique, unaamigaquehabíaconocidoenAndorra, a la que acusó deser laDama Negra. Su

acusación solo sirvió parahacer crecer el mito.Dominique Thomas teníarasgos asiáticos. Habíanacido en Saigón, de padrefrancés y madre vietnamita.Teníael cabelloazabacheenlugarderubio,comolaDamaNegra, pero bien podíahaberse puesto una peluca.Era ágil, atlética, fuerte ycinturón negro de kárate.

Eso, según la prensa y laGendarmería, le confería lascualidadesquedefinenaunaasesina a sueldo. Otracoincidencia: eracomerciantedetrajesdepiel.YDomináhabíaaparecidoenvariasocasionesataviadaconpantalones o minifaldas decuero negro. Cuando fueinterrogada por primera vezenAndorra, Dominique, que

entonces tenía treinta y unaños, negó su participaciónen los atentados. Soloreconoció que habíacolaborado en un transportede armas por encargo de suamante.Yo,JoséAmedo.

Las autoridadesandorranas le insistieron enque se presentaravoluntariamente ante eljuzgado de Bayona que

investigabaloshechosquesele atribuían. El juezArmandRiberolles le imputabaasociación de malhechores,tres asesinatos y otros cincoengradodetentativa.Lehizoprestar declaración durantevarias horas. Dominiqueafirmó que yo le habíaparecido un hombre«elegante, cariñoso yeducado, de los que ya no

hay». Afirmó que no noshabíamos visto demasiado yquenuncahablamosdeaquémededicabayo.«Cuandomeenamoro de un hombre, loúnico que me interesa es larelación con él, no meimportasutrabajo»,aseguró.Sin embargo, el juez creyóver una pequeña fisura: unacena celebrada el 26 demarzo de 1985 en un

restaurante de San Sebastiána la que asistieron variosmiembros de los GAL.Dominique admitió queestuvo allí acompañándome,pero reiteró que no conocíadenadaa losdemás.Añadióque había acudido con laúnica intención de rompersus relaciones sentimentalesconmigo porque se habíaquedado embarazada de su

marido.Riberolles decidió llevar

a cabo una prueba que élconsideraba determinante.Obligó a Dominique aprobarse unas bailarinas queaparecieron en el zuloprefabricado de losGAL. Sedaba por hecho que aquellaszapatillashabían sidousadasporlaDamaNegraenunodesus atentados. Pero no.Ante

el asombro de los asistentesalactojudicial,laszapatillasno le calzaban bien aDominique: el número 37 lequedaba grande. Quizá aMargaret le habrían sentadomejor.

Pironneau, que tambiénestaba detenido ya porentonces, declaró ante lapolicía francesa que conocíaa laDama Negra. Cuando

estuvodelantedeDominiqueen el juzgado de Bayona, alver cómo le observaban susexpresivos ojos, cargados deuna serena armonía, noencontró la capacidadsuficienteparaseñalarla.

Nada se pudo probar.Demodo que Dominique pasócatorce meses en prisiónprovisional a la espera denuevos datos que pudieran

incriminarla.Nuncallegaron,jamás pudieron probar suparticipación en ningúnatentado. Ha pasado eltiempoynolahevueltoaverniahablarconella.

Mientras se preparaba elatentado contraAyaZulaica,Jacques Castets me llamóparamantenerunaentrevistalo antes posible. De maneraque nos vimos en el hotel

Alcázar de Irún a mediadosde aquel mes de julio de1985. El inspector parecíaimpaciente y aquella actitudnome pareció normal en él,que siempre se mostrabacomounapersonarelajada:

—Hemos localizadoaundestacado miembro de ETA,tenemossulugardetrabajoysudomicilio,sepuedeactuarcontraélencuantoseordene.

—¿Dóndeesyquiéneselpájaro?

—Es elTxato y estácentrado en un pueblocercanoaSaint JeanPieddePort.

—¡Joder! Ese hijo deputa se ha cargado a unoscuantosdelosnuestros.

—Ya lo sé, por esomismo me urgíacomunicártelo. Me parece

que es una pieza importantepara poner fuera decirculación.¿Noteparece?

—Amísí,perotengoqueconsultar a mis superioresparaqueden elOK.Espurarutina, porque ya sé lo quevanadeciryeneste caso lapresaesmuygolosa.

—Como es una zonaaislada y él hace todos losdíaseltrayectoporcarreteras

de poco tránsito entre eltrabajo y su domicilio, esmuy sencillo cazarloduranteel recorrido sin dejar máspistaqueloscasquillosdelasbalasqueseutilicen.

—Esta misma tarde tedirán algo. El teléfono es eldesiempre,el25-77-00,¿no?

—Elmismo,peroquemellamena las seisde la tarde,hablando en francés, y que

pidan que les pongan con laextensión 428. Lo único quetienenquedecir esquea lasochodelatardequedamosenelbarBaske.

A la hora convenida,Jacques Castets recibía elplácet. El 1 de agosto, enAscarat, los GAL atacaron.El etarra JuanMaríaOtegui,al iasTxato, trabajaba en lacooperativa Denek y, de

camino hacia su domicilio,unos pistoleros enviadosdesdePauporuntalMaurice,amigo de Patrick deCarvalho, le tendieron unaemboscadayloametrallaron.El coche conducido por elterrorista salió despedido delacarretera taladradopor losincontables impactos de losproyectiles.

Durante todo ese año

estuvo en marcha unproyecto siniestro que,finalmente, nunca se llevó acabo. Después de cadaatentado de los GAL, losmiembros de ETA, de HerriBatasuna y los ciudadanosfranceses que colaborabancon ellos se manifestaban yacompañaban a sus muertoshasta la frontera española,donde les esperaban los

líderes abertzales paratrasladarlos a sus pueblos deorigenydarlessepultura.

Pues bien, en esecontexto a alguien se leocurrióelplandeseleccionara un vagabundo que,mediante una cantidadadecuadadedinero, aceptaseintroducirse entre losmanifestantes portando unmaletín. Se le diría que

contenía un aparato degrabación para un medio decomunicación, cuando enrealidad iría cargado deexplosivos y demetralla. Laidea era hacerlo estallar conunmandoadistanciacuandose encontrase rodeado deetarras.Setratabadesituaralmendigoenlacabeceradelaconcentración,queeradondehabitualmente se

posicionaban los elementosmás destacados de la banda.Las consecuencias de esaocurrencia, que partió de unalto cargo del ministerio,eran imprevisibles y quizádesastrosas.

A pesar de que a todosnos pareció una locura, sellegóaplantearunoperativo.Jean-Louis y sus hombreshabíanconvencidosinapenas

complicaciones a dosvagabundos que vivían a lasafueras de Hendaya, en loque quedaba de una casaderruida.Lasbombas,queseiban a introducir en unasmochilas protegidas por uncierre hermético, las habíaconfeccionado el artificieroJacques con Goma-2 traídadeEspañaydepositadaenunzulo cercano a la plaza de

torosdeBayona.Los policías franceses se

ocuparon durante un tiempoen estudiar las posibilidadesdeestearriesgadoproyectoyespiaroncómolos terroristastrasladaban a uno de lossuyosenuncajóndemaderahasta la frontera.Concluyeron que se podíacausar graves daños apersonasajenasalosetarras,

lo que se daba pordescontado, pero también alos gendarmes queparticipaban en eldispositivo.Elmerohechodearriesgar la vida de uno desuscompañeroslessacabadesuscasillasyseopusieronalplan. Su posición tenía unpeso tan incuestionable enMadrid que no tuvieronmásremedio que aceptarla. La

muerte de un policía sí queno estaba permitida: podíadar un vuelco imprevisto atodalaestrategiadelaguerrasucia.

Ese verano de 1985tuvimos una dolorosaperdida, expresiva de lascircunstanciasterriblesenlasque trabajábamos los quedecidimos meternos enaquella aventura.GuyMetge

falleció en extrañascircunstancias en unaccidente de carretera. Alparecer, según la primeraexplicaciónquemedioJean-Louis, había despertadosospechas en los serviciossecretos franceses por ladesahogada forma de vidaque llevaba, aunqueyo sabíaque el dinero que se leentregabaporsusservicioslo

ingresaba en una cuentabancariaenIrún,dondenolepodían seguir la pista losgendarmes. Se le habíafacilitado un DNI español,con una identidad distinta ala suya, pero absolutamentelegal y registrado en elarchivo central, a cuyonombre hacía los depósitosen la entidad financieracorrespondiente.

Cuando le mostré miincredulidad a Jean-Louis,me respondió, con muchosigilo, que alguien desdeMadrid le había comunicadoque, durante una reuniónentre los servicios secretosespañolyfrancésenlaquesehablódelosGAL,unodelosfuncionarios que habíanllegado de París transmitióque estaban investigando a

Guy Metge sobre loscontactos que mantenía conun antiguo agente galo quesabíanqueserelacionabaconun español sospechoso.Parece ser que esainformación tenía un doblesentido: evitar el escándaloque seprovocaríaenFranciasi se descubría que uno desus policías colaboraba conlosGALy,almismotiempo,

impulsar las medidasoportunas para evitar ladetención deMetge.Aunqueel gobierno francés deaquella época no cooperabaen la lucha contra ETA, anivel policialmuchos de susmandos tenían determinadasatenciones con sus colegasespañoles,sobretodolosqueeran compensados por losfondosreservados.

Lo que más extraño meresultó de esa explicación esque un policía de Madridtuviese el teléfono de Jean-Louis.Élintentóaclarármelocon el argumento de que,tiempo atrás, me habíaentregado un sobre con susdatos personales para que selo hiciese llegar a JuliánSancristóbal, con el fin dequeesteintentaseresolversu

suspensión profesional conalgún cargo político opolicial de su país.Y en esadocumentación figuraba sunúmero, según me dijo.Añadió que, con respecto aMetge, los serviciosfranceses sospechaban desdeladetencióndeCarvalhoqueGuy se había visto con elcolaborador de los GALJean-Philippe Labade. Y era

cierto, porque fue él quienordenó a Labade que dejaseen un lugar determinado lasllaves de un local que teníaen alquiler desde el queCarvalho iba a disparar suballesta contra el etarraAlbertoAldanaBarrena.

Cuando arrestaron aLabade, los gendarmesdescubrieronensuagendaelteléfono que Guy Metge le

había facilitado para que leconfirmase que todo habíaidosegúnloprevisto.Labadetrató de convencer a lospolicíasdequeelmotivoporel que tenía el nombre y elteléfono de Metge erapuramente comercial, perosusrazonesnoresultarondeltodo convincentes para losinvestigadores. Sobre todocuando las contrastaron con

el propio Guy, queinicialmente dudó,argumentando que norecordaba la relación quehabíapodido tenercon Jean-Philippe.Unodesuscolegas,en actitud de compadreo, lesugirió la posibilidad de quehubiese contactado con élpara alquilar alguno de susinmuebles,aloqueseagarróingenuamente Metge, con la

pamplinadequeunosmesesantes había tratado delocalizar un piso en Biarritzparaunfamiliar.

Jean-Louis me insistióuna y otra vez en que esasituaciónerayaconocidaporla superioridad, por lo queposiblemente Metgeestuviese siendo investigadode forma discreta, lo cualconstituía un gravísimo

riesgoparatodoelentramadode los GAL y, de maneraparticular, para los agentesfrancesesquecolaborabanenla lucha contraterrorista. Sintitubear, me confesó quedesde Madrid le habíanrecomendadoqueeliminaseasu compañero y que contabacon el visto bueno de losservicios galos deInformación.

Cuando quise indagarsobre los medios que sehabían utilizado para acabarcon mi amigo Guy Metge,Jean-Louis me contestó aregañadientes que laoperación se había llevado acabolimpiamenteafindenolevantar sospechas entre losinvestigadores de otrosservicios.Segúnsurelato,sele había instalado un

diminuto dispositivoelectrónico en la caja decambios de su coche, que secontrolaba a distancia.CuandosuAudidecolorazuladelantaba a otro vehículo,en plena recta, en el carrilopuesto apareció un trailer,todavía a bastante distancia.En ese momento, loshombres de Jean-Louisaccionaron el mando y el

coche de Guy quedótotalmente bloqueado, amerced del impacto delcamión. A este asunto serefirió de forma breve,tampoco era cuestión deentrar enmuchosdetalles.Aningunodelosdosnosgustóque se hubiese tenido quetomar aquella solución conuna persona a la que ambosapreciábamos.

VIII.ELFINALDELA

AVENTURA

La segunda mitad de 1985estuvo marcada por unatentado con el que elgobierno español intentódoblar el pulso finalmente aParís. Nadie habría

imaginado cuando se inicióestaestrategiaquesellegaríaa actuar con tanta crueldad.Sancristóbal había recibidoórdenes de sus superiorespolíticos para que los GALllevasen a cabo una granoperación que conmocionasea la comunidad etarra, peroque sobre todo impactara algobierno francés que, segúncreía José Barrionuevo,

estaba a punto de claudicarparaempezaracolaborarconel español en la persecucióndeETA.

Jean-Louis comprendiódeinmediatoelalcancedelamisión que se leencomendaba y se pusomanosalaobra.Sancristóballe prometió cienmil francosfranceses por cada baja quecausaseelcomando,aloque

habría que añadir lo quepidiesen los intermediariosylosmatones.

El policía francésdesplegó todos sus contactosendistintaspartesdeFrancia,iniciando el recorrido pormedio de Patrick Pironneau.Estelepusoenconexiónconun tal Gerard en el bar LaFraternité,enlaruePontevèsdeMarsella.Paratenerdónde

elegir, movilizó al mismotiempo,peroporotro lado,aPatrick Bourdou y a RogerBernard, relacionados con elmundo del hampa y de lamafia.

Durante los veinteprimeros días de septiembrede aquel 1985 Jean-Louistocó a todos suscolaboradores para quehiciesenunaseleccióndelos

pistoleros. Debían serhombres acostumbrados amatar, sin escrúpulos, fríos,calculadores. Finalmente sedecidióporlosqueleofrecíaGerard.

Jean-Louis y Gerard secitaron el 20 de septiembreenunagasolinera deBayonay,aldíasiguiente,enelhotelChâteau de Brindos, en lasafueras de Biarritz, y fueron

planeando la operación. Elpolicía le entregó las llavesdeunataquilladelaestacióndeBayonaparaquerecogiesetres pistolas Sig Sauer de 9mm Parabellum. Jean-Louisle advirtió de que, aunquecada una de ellas efectuabaquincedisparos,sushombresse iban a encontrar conmásde dos etarras queposiblemente fueran

armados.Gerardlerespondióque cuantos más seencontrasen mejor, y que sillevaban pistola, le traía sincuidado, puesto que no lesiban a dejar ni respirar encuanto empezasen a apretarelgatillo.

El día 24, al atardecer,Jean-Louis teníaseleccionados a tresmiembros de ETA que

paraban habitualmente en elbar Baske de Biarritz. Loshampones deGerard estabanpreparadospara atacar.Pero,de forma inesperada, desdeEspaña ordenaron que selevantase el operativo parabuscar cuanto antes otrolugar:treslesparecíanpocos.

Jean-Louis cumplió arajatabla las instruccionesque había recibido y se las

comunicó a Gerard,indicándole un lugar paraverse al día siguiente enBayona. El mercenario,estupefacto, no comprendíala situación: tenían en elpunto de mira a los tresetarras. El policía francés letuvo que calmar diciéndoleque al día siguiente habríamás objetivos para sushombres y que la operación

les haría ganar bastantemásdinero, consideración queapaciguó los ánimos deGerard.

Jean-Louis pensó deinmediato que, para dar conun lugar donde coincidiesentantas potenciales víctimas,no le quedaba más remedioque recurrir a la complicadaperoconcurridaruePannecaude Bayona, donde se

encontraba con facilidad alosetarrasenampliosgrupospero en la que, precisamentepor eso, la huida era másarriesgada. Poco después dedejar a Gerard, se desplazóhasta allí con dos de lossuyos y se distribuyeron porlos distintos locales paradiseñareldispositivo.

Comprobaron que envarios bares había bastante

afluencia de miembros deETA y se dedicaron aestudiarsobreelterrenocuálpodía ser el más adecuadopara alcanzar el máximonúmero de objetivos. Almismo tiempo elestablecimiento tenía quetenerunascaracterísticasquefacilitaran la huida, con lasalida al exterior libre deobstáculos y próxima a una

vía principal donde sepudiese estacionar elvehículoquesacasedeallí alos pistoleros. De todasformas, se asumía que lasituaciónseríademuchísimoriesgo y que el factor suerteiba a ser clave. El escenarioescogido fue el bardel hotelMonbar.

Al día siguiente todoestaba listo. Una

circunstancia favorecía laactuación: los clientes dellocal, entre ellos variosetarrasqueformabangrupos,estaban absortos mirando latelevisión. La selección defútboldeEspañasejugabaenesos momentos laclasificaciónparaelMundialde México en un partidodecisivo contra Islandia. Nohace falta aclarar a quién

animabanlosquesejuntabanallí.LosmuchachosdeJean-Louis marcaron desde elexterioraungrupodecuatrocomoelobjetivoidóneo.Unode ellos, Alexis, entróentonces en el Monbar ypidió una consumiciónaparentando no prestaratención a los etarras.Acababa de marcarTjorboerssonparaIslandiael

primer gol del partido yestaban a lo suyo. Elcolaborador de los GALinició una conversaciónintrascendenteconunodelosclientes que se encontrabanen la barra y le pidió fuegopara encender un cigarrillo.Los terroristas ni repararonenél.

Todo ocurrió en cuestiónde muy pocos minutos.

Alexis comprobó que nohabía posibilidad de error yque al fondodelMonbar, enla parte que no podía versedesde el exterior, no habíaelementos que pudiesenrepresentar algún peligro.Salió y avisó a Jean-Louis,que controlaba todo eldispositivo. El policíafrancés, que estaba en otroestablecimiento cercano,

utilizó un teléfono públicopara llamar a España, desdedonderecibióelvistobueno:cuantosmás,mejor.

Jean-Louis dio la señal alos mercenarios, que yaestaban listos y armados,advirtiéndoles de quetuviesencuidadoconnodarleal camarero ni a los clientesajenos a ETA. Los hombresde Gerard, los hampones de

Marsella Lucien Mattei yPierreFrugoli,seacercaronala puerta del Monbar a lasnuevey cuarto, justo cuandoRincón marcaba el gol delempate para la selecciónespañola. Sin dar ningunaopción de revolverse a losetarras marcados,irrumpieron en el bar y lescosieron literalmente abalazos. La banda terrorista

había sufrido la baja decuatrodesusmiembrosenelpeor atentado de los GAL:José María Etxaniz,Potro;Agustín Irazustabarrena,Legra; Sabin Etxaide,Eskumotza, e IñakiAstiazunzarra,Beltza.Veinteminutos después Gordillomarcó el gol de la victoriapara España, pero eso ya nolesdiotiempoaverlo.

Los pistoleros hicierongala de una profesionalidadmatemática. A cada uno delos objetivos le dispararoninicialmenteenelpechoy,alcaer, lo remataban en lacabeza. El establecimientoquedó regado de cadáveres,excepto el del Potro, queresultó ser el jefemilitar deETA en Álava y que saliódespedido a través de la

cristalera.Aterrorizados ante

semejante espectáculo,cargados de ira eindignación, los miembros ysimpatizantes de la bandaque se acercaron al lugarcomenzaron a proferir gritoscontra el PSOE. Algunos seaventuraronasalircorriendo,escondiendo sus armas bajola ropa, para intentar atrapar

a los mercenarios. Desdeentonces, algunosmedios decomunicación franceses yespañoles denominaron a laruePannecau como la «callede la muerte». Se habíanproducido en aquellosescasosmetrosdeasfaltotresdurísimos atentados. Esteúltimofueelmáscruentodela historia de la guerraclandestina contra ETA, el

que mayor impacto yrepercusióntuvoenelmundoabertzale y el que movilizódeformaconvulsayviolentaa toda la izquierda radicalvasca, con severosenfrentamientos con lasfuerzas de seguridad yconsiderablesdestrozosenelmobiliario urbano, entidadesbancarias y negocios defirmasfrancesas.

Julián Sancristóbaldesembolsó de los fondosreservadosdelMinisteriodelInterior la suma total de 1200 000 francos. Lasatisfacción con larepercusión mediática delatentado en todo el mundofue absoluta e incluso lasautoridades francesaspidieron explicaciones a lasespañolas, lo que se

interpretóen laDireccióndeSeguridad del Estado comoun paso en la buenadirección: la de la rendicióndeFrancia.

Diezminutosdespuésdelatentado una patrulla de laGendarmería capturó aMattei y a Frugoli en elpuente del Espíritu Santo deBayona.A Gerard no le diotiempo a recogerlos en el

lugaracordadoparalahuida.Los mercenarios se habíanlibrado de sus armasarrojándolas al río Nive,siguiendo instrucciones deJean-Louis,perollevabanlaszapatillas empapadas de lasangredesusvíctimas.

La primera semana dediciembre de 1987 Mattei yFrugoli fueron juzgados enPau y condenados a cadena

perpetua.Eneljuicio,Matteise reveló como un ejecutorsin piedad. Negó suparticipaciónenloshechosytrató de probar loindemostrable. Alegó quepasaba por allí y que seencontró con la masacre sinque él tuviese nada que ver.Echó a correr, según esaversión, porque sedescompuso al ver aquella

escena.Cuandoelpresidentedel tribunal, el magistradoPierreKhaznadar, lemostró,visiblemente enojado, suszapatillas y calcetines rojosde sangre reseca, se limitó adecirquenoloentendía.

Durante meses elmercenariohabía amenazadodesde la prisión de Burdeosal único testigo que lereconocía como autor del

cuádruple crimen: sucompañero de comando,Frugoli.Estepermanecióconla cabeza agachada durantetodo el proceso, sin mirar aMattei. Pero admitió suparticipaciónenloshechosyreiterósuacusacióncontraelotro. Dijo además que habíamatadoacuatropersonaspordinero; también porideología, puesno le parecía

mal acabar con terroristas; yporque le resultaba excitantetrabajar para los serviciossecretos españoles. MesesmástardeMatteicumpliósusamenazas y Frugoli apareciócolgado en la prisión dondecumplíacondena.

Los planes de los GALsiguieron adelante paraamortizar la conmoción. Enoctubre de 1985 uno de los

cerebros de Madrid diseñóuna operación paraconsolidar el efecto quehabía tenido la matanza delhotel Monbar. En elMinisterio del Interior seaventuraba ya el final de laguerra suciay se encargóunatentado que pudiesedespistaracercadelaautoríaintelectualde laguerrasuciacontraterrorista. Se

estableció que lo llevasen acabo conjuntamente laDamaNegra y laDama Rubia. AJean-Louis también leapetecíavolveratrabajarconlasenigmáticasmujeres.

—¡Nomejodas!¿Vienenlasdos?

—Eso parece. Se hapensado en ellas para unaoperación muy especial quesequiereponerenmarcha.

—¿Qué quieren? ¿AlgoparecidoalodelMonbar?

—No exactamente.Aunque si se consuma laoperación,vanamorirdosoquizátres.

—¿Dequédepende?—Quieren cargarse al

cura de Sokoa, a PierreLarzabal,encompañíadeloscobradores del impuestorevolucionario.

El proyecto consistía envigilar a los tesoreros deETA Sabino Euba,Pelopintxo, y José CauAldanur,muyconocidoahorapor su implicación en latrama de extorsión del barFaisán. Cuando, como erahabitual, estableciesen unacita con alguno de losempresarios sometidos a suchantajeenlacasaparroquial

del cura de Sokoa, PierreLarzabal, se atentaría contralostres.

Desde la irrupciónde losGALeramenoshabitualquelosencuentrosparacobrarelproducto de la extorsiónetarra tuviesen lugar enpúblico. Así que cuando losempresarios llegaban aFranciaconlacartaenlaquese les conminaba al pago,

primero iban al centro derefugiadosvascosAnaiArteadeSanJuandeLuz,ydeahílosmandabanaldomiciliodeLarzabalenSokoa.

Se pretendía impulsar laespecie de que detrás delataque se encontrabanempresariosvascospróximosalimpetuosoLuisOlarra,quepúblicamente habíaalardeado de la posibilidad

decontraatacarenelcasodequelepasasealgoaéloasufamilia. De esta manera secreíaquepodíansurgirdudassobre quién financiaba yorganizabalosGAL.Lostresobjetivos eran odiados porlos pequeños, medianos ygrandes representantes de laindustria vasca. Conocí aunas cuantas personas quetuvieron que tratar con ellos

la cantidad y la forma depagoencasadeLarzabal.

El cura los animabasuavemente a contribuir a laliberación de Euskadiechando una mano a loschicos de ETA. Acontinuación los introducíaenundespacho,presididoporun enorme cuadro deTelesforo Monzón, a laespera de que llegasen

Pelopintxo y Cau, muchomás expeditivos. Tanto, queen sus amenazas llegaban aponer una pistola en lacabeza a las atemorizadasvíctimas.

Larzabal era un hombreque gozaba de un enormepredicamento en distintossectores sociales de lacomunidad francesa. Esterespeto se debía a que

durantelaIIGuerraMundialfundó diversas células deresistencia en contra de lainvasión nazi siendo vicariodelalocalidaddeHasparren,en los Pirineos Atlánticosfranceses. Desarrolló, dehecho, una gran actividadclandestina en toda aquellazona. Sus profundasconviccionesnacionalistas lellevaron a fundar junto a

Monzón la asociación AnaiArtea, a la que acudían arefugiarse los etarras quehuíande laPolicía española.También colaboró en lacreacióndelarevistaEnbata,desdelaquesedifundíanlasconsignas ideológicas de labanda. Llegó a afirmarpúblicamente que el PaísVasco estaba ocupado poruna fuerza extranjera, igual

quelohabíaestadoFrancia,yque por consiguiente estabajustificado el asesinato paraconseguirsuliberación.

SuserviciomásdirectoaETAtuvolugarconelprimersecuestro perpetrado por laorganización terrorista. El 2de diciembre de 1970 labanda capturó al cónsulhonorario de Alemania enEspaña, Eugenio Beihl. Con

laayudadelcuradeSokoa,eldiplomático alemánpermaneció oculto en lalocalidad francesa deExpeléte, en la casaparroquial de su amigo ycamarada el sacerdoteRogerIriart. PosteriormenteLarzabal actuó comointermediario durante elsecuestroparasuliberación.

Jean-Louisysushombres

no tuvieron dificultades pararealizar un estudio detalladosobre la casa parroquial dePierreLarzabal,losaccesosysusalrededores.Eraunlugardiscreto, al que se podíanaproximar con escasosimpedimentos. Incluso eraposible acercarse a la partetraseradelaviviendaatravésdeunaveredaparaejecutarelatentado una vez que el

empresario hubieraabandonado el lugar y losterroristas se dispusiesen acogerelcocheparairse.Unavez abatidosPelopintxo yCau, había que eliminar alcura.

Durante los preparativosdel atentado la osadía deMargaret llegóa tal extremoque un domingo se acercóhasta la iglesia, enfrente

mismo de la casa deLarzabal, y antes de queempezase la misa le pidióque la confesase, para verlela cara de cerca. LaDamaRubia decía después,bromeando, que le habíapedido la absolución porquedías después iba a matarle.Lo que sí hizo en serio fuerogarleaDomináqueelcuraselodejaseaella.

Se diseñó un plansencillo: las dos lanzaríanuna granada contraPelopintxo y Cau cuandosaliesen de la casa,inmediatamenteametrallarían al cura y, porúltimo, rematarían en elsueloalosdosterroristas.Laidea no era mala, era unaopción que ofrecía muchasgarantías de éxito y

eliminaba casi por completolas posibilidades de riesgopara el empresario queacudiesealacita.

Algunos de losresponsables políticos de losGAL no las tenían todasconsigo, aunqueSancristóbalestaba entusiasmado. Segúnél, era Barrionuevo el quemás objeciones ponía.Argumentaba que el

empresarioseríarepresaliadodetodasformas,yaqueETAcontemplaría la posibilidadde que hubiese acudido a lacita con los extorsionadoresacompañado por sus propiospistoleros. Y eso podíaprovocar que la patronalvasca, aunque aprobaba laactuación de los GAL,reaccionase de formaimprevista contra el

Gobierno. Por si fuera poco,Jean-Louis y los suyoscontrolaron durante semanasla sede de Anai Artea y nodetectaron la presencia dealguien que diese laimpresión de acudir allícomoempresario.Ytampocovieron por la zona aPelopintxo ni a Cau. Entreunas cosas y otras, Interioracabóabortandoelplan.

El cabreo de Jean-Louiseradetalmagnitudqueseletuvo que aplacaradecuadamente.Inclusollegóa amenazar con dejarlo.Comonoeraconvenientequeninguno de los queparticipaban en la luchaclandestina contra ETAterminase su cometidoresentido o descontento,Sancristóbalsupogratificarlo

de igual forma que si sehubiera llevado a cabo aquelproyecto. La anécdota laprotagonizó Margaret. Se letuvo que convencer y pagarmás de lo que hubiesecobrado para evitar que porsu cuenta y riesgo matase aPierre Larzabal. Y tampocoresultó nada fácil hacerladesistirdesuideadeacudiraconfesarse nuevamente con

elcuradeETA.Mientras el grupo de

Jean-Louis se encontrabaocupado con tanta actividad,dos hombres reclutados porJean-Philippe Labade, Jean-Pierre Bounin y MauriceNicolá, recibieronelencargode localizar a miembros deETAqueviviesenalejadosdelos grandes núcleos urbanosdelazonavascofrancesapara

hacerles ver que no seencontraban a salvo de losGAL ni en el lugar másoculto. Labade ya habíahuidoaAndorraydespués aPortugal, pero su equiposiguiótrabajando.

A mediados denoviembre de 1985 habíanlocalizado en el pequeñopueblo de Heleta al etarraFernandoBiurrun, encargado

de proporcionar refugio aalgunos de los miembroslegales de la organizaciónque huían de España.Realizaronunplano sobre laubicaciónydistribucióndelavivienda que ocupaba y lodepositaron en uno de loszulos de los GAL. Después,desde Madrid se le indicó aJean-Louis que lo recogiese,advirtiéndole de que en ese

lugar era difícil pasardesapercibido, por lo quequizá fuera convenienteactuardurantelanoche.

Inspeccionada la zona, elpolicía francés decidióatentar con explosivos, quese instalaríanbienentrada lamadrugada junto a la puertade la vivienda. Se descartóinclusoutilizarlinternas,quepodían llamar mucho la

atención, así que elartificiero Jacques tuvo queactuar casi a tientas. En lanochedel3al4dediciembrecolocóunabombacompuestaporkiloymediodeGoma-2adosado a una considerablecantidad de tornillería y ladejó sujeta a la puerta deentradadelacasaporunfinohilo de los que se utilizanpara la pesca. Por

circunstancias desconocidas,el explosivo no se activó yFernando Biurrun salvó suvida. Pero no pudo evitar niel susto, ni verse obligado acambiar de residencia alsentirse descubierto por losGALdondehastaentoncesseconsideraba a salvo de susacciones. El miedo seextendía hasta por las zonasrurales del País Vasco

francés,queendefinitivaeraloqueinteresaba.

El 6 de diciembre de1985 los hombres de Jean-Louis intentaron llevar acabo un ataque contra ungrupo de etarras quefrecuentaba la asociacióngastronómica y culturalArgilo, de Hendaya, situadaen el número 31 de la rueDoleac. De nuevo fue el

fotógrafoPatxideIrúnelquefacilitó las imágenes para lalocalizacióndelosobjetivos.Cuando los GAL estaban yalistos para actuar de nuevo,uno de sus mercenarios fuedescubierto y tuvieron quedarse a la fuga, dejandoabandonadaensucarreraporlasestrechascallesdelcentrounadesusmetralletas.

Los GAL comenzaron a

languidecer amedida que seaproximaban las eleccionesfrancesas previstas para laprimavera de 1986, con laexpectativa de que un nuevogobierno de la derecha dieseun giro a la política haciaETA. En ese contexto seprodujeron situaciones muyextrañas.

Un ultraderechista,antiguo confidente del jefe

delGabinete de Informacióny Operaciones Especiales,Francisco Álvarez, fuecontratado para que formaseun comando junto a otrosindividuos de su mismaideología para actuar en elsurdeFrancia.Setratabadelcatalán Ismael Miquel, quehabíaprestadosusserviciosaÁlvarez cuando era jefe delGrupo Antiatracos en

Barcelona. Junto a cuatroacompañantes, asesinaron el24 de diciembre de 1985 alciudadano francés RobertCaplanne, que no tenía nadaqueverconETA,a la salidadelcaféRoyaldeBiarritz.

Todos los integrantes delcomandofuerondetenidosenEspaña, lo que tuvo lautilidad de poder vincular alos GAL con la ultraderecha

ynoconsuverdaderoorigen,y también la de guardar laapariencia de que la Policíaespañolaestabainteresadaeninvestigar sus crímenes.Todos fueron arrestadosexcepto, casualmente, elconfidentepolicial,queeraelúnico que sabía quién leshabía contratado. Se leproporcionó un pasaportefalso y una cantidad de

dineroysefacilitósufugaaTailandia.Alpocotiempodellegar allí alguien le entregóuna bolsa con unaconsiderable cantidad deheroína. La policía de aquelpaís lo detuvo y locondenaron a cadenaperpetua. Durante once añoscumplióalpiedelaletraesapena: los pasó encadenadopermanentemente en una

indeseableceldadeBangkok.En 1997 fue extraditado aEspaña, donde dos añosdespués se le impusieroncuarenta años de cárcel.ReiteradamentedefendióquesuarrestoenTailandiahabíasido una trampa para evitarque regresara e implicase aFrancisco Álvarez, a quienacusabadehaberleencargadoel asesinato. Solo Ismael

Miquel sigue en prisión ennuestropaísporloscrímenesde losGAL y no podrá salirhasta2016,aunquellevaañosintentando acogerse a losprogramasdereinserción.

El arresto de loscompañerosdeMiquelvariosmeses después del asesinatode Caplanne se presentó enEspaña como un acto decolaboración con las

autoridades francesas en lapersecución de los GAL.Yosabía que los iban a detener.Jean-Louis me advirtió deque la policía francesaconocía la identidad dealguno de ellos, que habíaalquilado con su nombre unvehículo en Andorra paratrasladarse hasta Biarritz.HicellegarestaconfidenciaaFrancisco Álvarez y me

respondió que no mepreocupase. Fue entoncescuandome di cuenta de queaquello tuvo una intenciónenvenenada. Al final delrecorrido había que dar unaimagen que nada tenía quever con la realidad.Posiblemente el aparato delEstadoyaestuvierapensandoen cómo crear lascondicionesparaque,llegado

el momento de rendirresponsabilidades, lohiciesenloscabezasdeturcoadecuados.

En febrero de 1986 metrasladé junto a MichelDomínguez a Portugal pararetomar el contacto con elantiguo colaborador de losGAL Jean-Philippe Labade.Sancristóbal me habíaencargadoque,consuayuda,

estableciese allí una red deinformadores para tenerdatos sobre la crecienteimplantación de ETA en esazona. Cuando ya estabahaciendo el viaje de vueltahacia Bilbao, el director deSeguridad del Estado yFrancisco Álvarez meordenaronquerecogiesealostres colaboradores que habíareclutadoparallevarlosalsur

de Francia a reconocer a losetarras en su propio terreno.En aquel momento no contéconlaposibilidaddequemeestuvieran traicionando. Poreso no adopté ningunaprecaución: los mercenariosestuvieron cara a caraconmigo e incluso llegué ahacer algún pago con mitarjetadecréditopersonal.

Al día siguiente, ya con

los portugueses en Bilbao,Sancristóbal llamó aldespacho de Planchuelo. ElPlancha habló durante unosinstantesconélymelopasó.Me dijo que loscolaboradores que habíareclutado tenían queintervenir en el sur deFrancia cuanto antes, que yame explicaría las razones,pero que se lo exigían así

desdemásarriba.Lerespondíque los tenía

alojados en el hotel Nerviónyquenosabíasiibanaestardispuestos a empuñar lasarmas, porque en ningúnmomento se lo habíaplanteado.MeinsistióenquelotrataseconellosyquemepusieraencontactoconJean-Louis, que esperaba millamada. Esto último me

resultó muy extraño: jamásme habían puenteado de esamanera, aunque recordabaaquellahistoriadelsobreconlos datos personales delpolicía francés.Planchaintentó explicarme que elinterés de Sancristóbal enque se llevase a cabo unaoperacióncontraETAcuantoantesteníaqueverconqueseacercaba el 16 de marzo, la

fecha de las eleccionesfrancesas. Con ese nuevoplanteamiento me presentéenelhotelNervión.Antesdehacerlo había tomado laprecaución de llamar aPortugalaMarioCorreiradaCunha.

Correira, que trabajabapara los servicios secretosportugueses(laDinfo),habíasido el contacto que me

presentóenVianadoCasteloa los tres colaboradores queestaban en Bilbao. Cuandohablé con él me informó deque con uno de ellos habíacoincidido enAngola, dondele había instruido enprácticasdeguerrillaurbana.Mepreguntóqueacuántosepagaba el trabajo.Cuando ledijequemásdedosmillonesde escudos por cabeza,

respondió que no habíaningún problema, que antesdequeselopropusieseyo,élmismohablaríaconellos.

Cuando llegué al hotelNervión, no tuve queesforzarme mucho.Únicamente me preguntaronpor detalles técnicos sobrelos operativos y el tipo dearmasqueibanautilizar.Lesexpliquéqueantesdepasara

Francia les iba a presentar auna persona que sería sucontacto allí y que lesfacilitaría todo lo necesario.Le comuniqué el acuerdo aPlanchuelo para que se lotrasmitiese a Sancristóbal ynos dirigimosinmediatamente hacia Irún.Antes de salir ya habíaconcretado la cita con Jean-Louisparaesamismatarde.

En la ciudad fronterizadejé almorzando a losportuguesesenel restauranteBaserri, mientras el policíafrancés y yo lo hacíamos enel Baske. Me daba laimpresión de que micompañero de mesa yacontabaconalgúnproyecto.

—Bueno, amigo…Supongo que tienesmontadaalgunabuenaoperación.

—Sí. Hacemás omenosdossemanastuvequeiravera una persona a Bayona yestuvimos en varios barestomando unas copas, hastaqueenunoqueestácercadelaruePannecau,quesellamaBatzoki, me encontré convarios etarras. Uno de ellosmellamómucholaatención.¿Te acuerdas de cuandoMetge y yo estuvimos

controlandoaTxomin?—Cómo no me voy a

acordar, con el cabreo quepillasteis.

—Puesfíjateque,durantelos días que estuvimoscontrolando el portal dondeentraba, pude ver a este tíounpardeveces.Este,quenoes de los conocidos, ¿quépintaconeljefedeETA?Mehuelemal.

—¿Lotienescontrolado?—He vuelto dos o tres

díasmásaese localconunode losmíosparamarcárselo.Al atardecer suele terminarallí con otro, queme parecequeesZabaleta.

—¿Después del atentadodel Monbar toman algunamedida de precaución osiguenigual?

—Alaentradadelacalle

hay dos o tres tíospreparados, controlando atodos losqueentranporallí.Y si son desconocidos y lesdespiertan sospechas, lessiguen. ¿Qué impresión tehan causado los tipos quetraes?

—Mi intención no eradedicarlosapegartiros,teníaotros encargos para ellos enPortugal. Pero me he

informado a través de lapersona que me presentóLabade en Lisboa, quetrabaja para los serviciossecretos portugueses. Ycuenta que estuvieron enAngola, asíque supongoquese les dará bien apretar elgatillo.Desdeluego,amínome han puesto la másmínimaobjeción.

—Sabía que estabas

fuera.A finalesde eneromellamaron de Madrid, de laSecretaría de Estado deInterior, un tal Paco, y medijo que Sancristóbal estabatratando de arreglar miproblema y que era mejoresperar a que se forme elnuevo gobierno después delas elecciones en Francia.Entonces aproveché paradecirle lo que te estoy

contando del Batzoki y lepareció cojonudo. Me dijoque esperase a que llegarastú.

—Quizá fuese PacoÁlvarez.

—Venga, preséntame alosportugueses.Silosveoencondiciones de actuar, hoymismo les atizamos. Así ledamos un susto al jefe deETA.

Después de conocerse,quedaron en la estación deferrocarril de Bayona a lasseisymediadela tardeparaentregarles las llaves de unataquilla de donde deberíanrecoger tres pistolas SigSauer de 9 mm Parabellumcon quince proyectiles encadacargador.Peroesatardeno tuvieron suerte: losobjetivosnoaparecieron.

Al día siguiente, cuandoya había oscurecido, PauloFigueiredo Fontes, RogerioCarvalhoyAntonioFerreira,siguiendo instrucciones dedos de los muchachos deJean-Louis, atacaron en elbar Batzoki deBayona a losetarrasFrederikHaramboure,Juan Zabaleta, CarmenOtaegui y nuestro viejoconocido José Cau Aldanur.

Todos resultarongravementeheridos. El acompañante deTxomin al que se referíaJean-Louis era Haramboure,enrolado en el peligrosísimocomando Itinerante, quedirigía Henri Parot ydependía directamente delnúmerounodeETA.

El 13 de febrero, cincodías más tarde, FigueiredoFontes y Carvalho volvieron

a atentar, esta vez en LaConsolation de San Juan deLuz,elmismolocaldondesehabíaestrenadoelgrupitodeMorcillo un año y medioantes.Ledieroncincotirosaletarra Juan Ramón Basáñez,que ya había sido herido enunatentadoanterior,yquedenuevo salvó la vida.Durantela huida Figueiredo fuedetenido en la avenida de

Verdún, muy cerca de laestación. Desde el principiose prestó a colaborar con lapolicíafrancesa.

Ahí comenzaron misproblemas.

El arresto de FigueiredoFontes comprometía ademásla situación de Labade, antela posibilidad de que elmercenario portuguésterminaracantando,comoasí

fue. Si daban con elcolaborador francés, podíanllegar hasta nosotros.Sancristóbal me planteó queme trasladase a PortugaljuntoaMichelDomínguezyque, previamente a nuestroencuentro, caváramos unafosa enunmonte.Se tratabade que, durante la cena, leechásemos un anestésico enelvino.Cuandosedurmiera,

lo trasladaríamos al nicho yle pegaríamos un tiro antesdecubrirlodetierra.

Me pareció una locurapropia de los terroristas quecombatíamos. Aparentéacatar su plan, pero lo quehice fue avisar a Labade deque corría peligro y debíadesaparecer. A Sancristóballe dije que no había podidoencontrarlo, que al parecer

había huido. Fue arrestado afinales de ese año junto conlos demás portugueses, porculpa de los datos que habíaaportado el delatorFigueiredo, y condenado adoce años de cárcel. Cuandosalió de prisión, permaneciórefugiadoenPortugal,quesenegó a entregarlo porque suConstitución impideextraditar a personas a

cualquier país en el quetuviesen que cumplir unapenadecadenaperpetua,queeslaqueselehabíaimpuestoenFranciapor losasesinatosdeXabierPérezdeArenazayTomás Pérez Revilla. En1999, cometió el error deintentarcruzar la fronteradePortugal con España paraatender en Vigo un negociodecompraventadecochesde

segundamanoyfuedetenidoenelpuestodeSalvatierradeMiño (Pontevedra). Fueentregado a Francia y hoysigue cumpliendo condena.Nosaldráhasta2015.

Supuestamente, elatentado del bar LaConsolation debía ser eldefinitivo en la luchaclandestina contra la bandaterrorista. Pero el 17 de

febrero un comando dedesconocidos asesinó aChristophe Matxikote yCatherineBrionenBidarray,sinquenadieloreivindicase.Según pude saber después,aquel ataque aparentementedescontroladofueobradeungrupo que dependía de unalto mando policial dePamplona, al que se leconocía por el sobrenombre

deBlancanievesyqueestabamuy vinculado a LuisRoldán, entonces todavíadelegado del Gobierno enNavarra y, meses después,director general de laGuardiaCivil.

ConlallegadaalpoderdeJacques Chirac en marzo de1986,enpocotiempoFranciay España alcanzaron unacuerdodecolaboraciónenla

lucha contra ETA quesignificóelfinaldelosGAL.El nuevo ministro delInterior francés, CharlesPasqua, junto a suresponsable antiterrorista,Robert Pandreau, rubricaronde manera verbal aquelladecisión política con JoséBarrionuevo,enpresenciadeJulián Sancristóbal, sinreproches mutuos.

Comenzabaunanuevaetapa.Poco tiempo después lasautoridades francesasempezaron a detener y aentregar etarras de formamasiva.

Los servicios deInformacióndelosdospaísescomenzaron a intercambiarde manera eficaz ladocumentaciónqueincautabalaPolicíafrancesaalabanda,

que incuestionablementeaportaba valiosos datos paraactuarcontraETAenEspaña,algo que hasta entonces eraimpensable.

En esa nueva situaciónBarrionuevo terminócediendo a las presiones delsubsecretario Rafael Verapara comenzar un nuevocamino en la lucha contraETAyseiniciaroncontactos

enArgel con la banda, a losque se oponía radicalmenteJuliánSancristóbal,quecesóen su cargo el 24deoctubrede 1986. Vera asumió susfunciones, con rango desecretario de Estado deSeguridad, y se convirtió dehecho en el nuevo hombrefuertedelministerio.

En la salida deSancristóbal había influido

tambiénlacaídaendesgraciade Ricardo GarcíaDamborenea dentro delpartido, después de haberseenfrentado con poco éxito,aunqueporescasomargen,aTxiki Benegas por elliderazgo de los socialistasvascos.Pocosdíasmás tardeFrancisco Álvarezabandonaba el Gabinete deInformación y Operaciones

Especiales con la excusa deun error en la difusión defotografíasdelosetarrasmásbuscados: en lugar delterrorista Soares Gamboa seincluyó una imagen de suhermano.

Sancristóbal se habíatrabajado los suficientescontactos para medrarcuando abandonase elMinisterio del Interior, y

además acumulabainformación sobre asuntosmuy delicados para elGobierno. Por si fuera poco,Barrionuevolepidióelfavorde que le representase enArgel para dar apariencia dela máxima firmeza en lasprimeras entrevistas con elnúmero uno de ETA,Txomin, quien con buencriterio consideraba al

exdirector de Seguridad delEstado como el responsablede los GAL y, por tanto, delos asesinatos de personasmuyallegadasaél.

El ministro encargó aSancristóbal que le ofreciesea Txomin un plan dereinserción de etarras si labanda dejaba las armas. Aregañadientes,el11deenerode 1987, cara a cara, hizo

llegar el mensaje, que cayóensacoroto.Aquelencuentrodejó un legendariointercambio de golpes. EllíderdeETAselodijoclaro:

—Ahora estamoshablando, pero a ti vamos aarreglarte la vida, a ti tevamosaquitardeenmedio.

La respuesta deSancristóbal fue igual decontundente:

—Pues tú tampoco vas airtederositas.

Así era él. El 27 defebrero de 1987 Txominfallecía en un extrañísimoaccidente de tráfico enArgelia.

El Gobierno tenía, pues,mucho interés en buscarleunasalidaaSancristóbal.Enjunio de ese año el ministrode Industria, Luis Carlos

Croissier, intermediaba paraque el grupo francés deelectrónica Alcatel lecediera, gratis, el 90 porciento de las acciones de laempresaMarconiEspañolayel dinero necesario parareflotarla: cerca de 2500millones de pesetas.Sancristóbal nunca hizomuchos esfuerzos para sacarla empresa adelante y, de

hecho,huboqueliquidarlaunaño y medio después. Laprevisión que tenía era la devendermaterialdealtagamaal Ministerio del Interior,perosuíntimoenemigoVerale cerró el paso.Entre tanto,él se entretuvo pegandopelotazos inmobiliarios conlas propiedades de Marconi,que engordaron su cuentacorriente.Después, se asoció

con Pedro Echevarria, elhombre en España delmagnateisraelíMarcRich,ycomenzó a hacer grandesnegociosaescalamundial.Amediados de la década de1990 su patrimonio personalse estimaba en 10 000millones de pesetas, 60millones de euros, unafenomenalfortunaenaquellaépoca.

A Francisco Álvareztampocolefuemal.Fundósupropia empresa, Check In, yrecibió enseguida encargosde trabajos de inteligenciaque le hicieron millonario.Su principal cliente era elfinancieroJavierdelaRosa.

Tras los acuerdos conFrancia, los GAL quedaronparalizados hasta que,sorpresivamente, se produjo

algo inesperado. El 27 dejulio de 1987 un coche saltópor los aires en Hendaya.JuanCarlosGarcíaGoena,uninsumisodel serviciomilitarquenoteníaningunarelacióncon ETA, había muertodestrozado por la explosióndeunabomba-lapa.Unañoyocho meses después de quelosGALfuesendesactivados.Noteníasentido.

El encargado dereivindicar los atentados ennombre de los GAL habíasidosiempremisubordinadoMichel Domínguez,siguiendo instrucciones deSancristóbal o bien deFrancisco Álvarez. CuandoGarcía Goena fue asesinado,Michel llevaba un año largodestinado en Madrid apetición propia, por lo que

estaba totalmentedesvinculadodelosGAL.Alprincipio no sospeché deJean-Louis, que habíaconseguido que lorehabilitasen en su puesto yya no tenía ningunanecesidad de jugársela. Noobstante, aunque me cuestapensar que tuviese algo quever en aquel atentado, quizáelpolicíafrancésdebíaalgún

favor a alguien, y hay querecordarqueahorateníalíneadirectaconMadrid.

El artificiero Jacques,uno de los hombres de lamáxima confianza de Jean-Louis, había colocado en losbajos del coche del etarraJoséRamónLópezAbetxukouna bombamuy similar a laque acabó con la vida deGarcíaGoena.Quizátodosea

una casualidad, pero en losdos atentados se dan otrasdos coincidencias: en amboses el fotógrafo Patxi quienproporciona la instantáneapara identificar los objetivos—el insumiso aparecía en lasuyajuntoasufamilia—ylainformación necesaria paraejecutar los ataquesprocedíadeEspaña.

Tiempo después del

asesinato de García Goename entrevisté nuevamentecon Jean-Louis. Desde supuestoseguíatrabajandoparanuestros Servicios deInformación, a pesar de queFrancia ya colaborabaoficialmente con España.Gracias a él y a otros seagilizaba enormemente elacceso, al margen de losengorrosos cauces

reglamentarios, de losprimeros datos que seobtenían tras una operacióncontra ETA. Esa inmediatezfacilitaba a la Policíaespañola la posibilidad deactuar contra otros etarrasantesdequehuyeran.

En septiembre de 1987,en una de esas reunionesrelacionadas con elintercambio de información,

después de la detención enFrancia del jefe del aparatomilitar de ETA SantiagoArrospide Sarasola,SantiPotros, Jean-Louis measeguróque él no teníanadaque ver con la muerte deGarcía Goena. Especuló conque podía haber sido algunode los colaboradores de losGAL para presionar a susantiguos jefes. También

apuntaba la posibilidad deque algún dirigente españolde la lucha antiterroristadiscrepasedelcriterioquesehabía impuesto enMadrid yprotestaradeesamanera.

—Enhorabuena, Jean-Louis, por la detención deSanti Potros, ha sido unaoperacióncojonuda.

—Sobre todo para ti, tehaslibradoporlospelos.

—¿Meteníanlocalizado?—¿Quéquieres?Teestán

relacionandoenlaprensaconlasoperacionesdelosGALydeben de estar locos porjoderte.

—Cuéntame, ¿qué es loque aparece en lainformación?

—Lo puedes leer túmismo, te he traído parte dela documentación que se le

ha incautado, que ha sidomucha. Ya tenía preparadoun rifleconmira telescópicaparaenviarteuncomando.

—Lo tenía previsto,interceptamos unaconversación telefónicadonde hablaban de darmecaza.Meavisaronloscolegasque realizan las escuchaspara que oyese laconversación,peronodecían

nada de la forma en que loibanahacer.

—Pues léelo. No habríaspodidoescapar,imposible.

—¡Hostias! —dijedespués de echar un vistazo—. Me han estadocontrolando durante untiempo en los lugares quefrecuentoydicenquetomabamuchas precauciones.Siempre llevo el arma

montada en una bolsa alalcance de la mano y unagranada de mano en uno delosbolsillos.

—Por eso el comandoque te controló pide el riflecon mira, para ejecutarte adistancia, sin darte opciónalguna.

—Bueno, tendremos quecelebrarlo. Si no llegáis apillaraesehijodeputaenel

momento oportuno, estoymuertoantesdefindeaño.

—Posiblemente bastanteantes, has tenido una suerteincreíble.Ahí tienes el restode la documentación, un díade estos te aviso paraentregarte lo que falta. Hoyme invitarás a una buenacomida, ¿no? Vas a seguirvivograciasanosotros.

—Eso está claro, cuenta

conello.Estoysegurodequedespués de tres veces ya noconsiguen quitarme de enmedio.

—Si yo estuviera en tulugar, desaparecería unatemporada de Bilbao, por silos legales que te hancontroladonoaparecenenlasinformaciones dePotros ycontinúanenlazona.

—Desde que salgo en la

prensa relacionado con losGAL, cada noche duermo enunsitiodistinto.Encasasdecompañeros, de amigos o denovias. Además, de vez encuando me largo a Madrid.¿Sabes algo más de lo deGarcíaGoena?

—Ya te he dicho que yono tengo nada que ver conese asunto, puedes estarseguro.Esmuyraro,yocreo

que eso viene de vuestrolado.

—Peroesotampocotienemuchosentido.Sialguienhaactuado por su cuenta yriesgoselajuega.

—Ya, pero puede que aalgún responsable políticodefenestrado o que pretendacrear problemas por lacuestión que sea se le hayaocurridodaresaorden.

—¿Tehavuelto a llamaralguiendeMadriddespuésdequeacabaseaquello?

—No, no lo recuerdo.Bueno,ahoraquelopienso…Sí,sí,mevienealamemoriaque poco después de laúltimaoperación,despuésdetomar posesión Chirac, mellamóPacoparadecirmequesu jefe había hablado en mifavorduranteunareuniónde

Estado con Pasqua. Pero nosehablódeotracosa.

—Algo de eso ya me lohabían comentado. No sé,sobre todo me refiero aaquella llamada que tehicieroncuandoyoestabaenLisboa.Loquetepreguntoessi después de queSancristóbal dejase el cargoenoctubredel añopasado tehanvueltoallamar.

—No,¿paraqué?—Solotepregunto.—¿Sospechas que tenga

algúnacuerdoconellos?—No, no, ni mucho

menos, pero puede que, sindarte cuenta, te hayanutilizado. No es normal loque me pasó con losportugueses, yo nunca fui abuscarlos para que pegasentirosparalosGALyatiyate

habían encargado unaoperaciónparaellos.

—Sí,peroyonosabía loque tú estabas haciendo.Medijeronque ibas a llegar congenteparaactuaryquehabíaquehacerlodeinmediato.

—Ya, ya. Cuando tepasaron la información y lafoto sobre el domicilio y elcoche de López Abetxuko,¿cómolastrataste?

—¡Joder! ¿Me estásinterrogandooqué?

—No hombre, no. Tratode hilar cabos, a ti se tepuedeescaparalgo.

—Como se nos facilitóuna dirección y un coche, ledije a mi gente quecomprobasen los datos paracerciorarnosdequesetratabadel objetivo. Poco despuésJacques estudió la forma de

colocarle el explosivo enbase a la estructura delvehículoyelpeso.

—¿Eradeconfianza?—Entonces sí, de lo

contrarionohabría trabajadoconmigo.Ahorahace tiempoquenoloveo.

—¿Es posible que hayapodidotrabajarparaotros?

—Eso no lo puedogarantizar.Túestáspensando

queéltienealgoqueverconlodeGarcíaGoena.

—En alguien hay quepensar. ¿No puedes hablarconél?

—Voy a tratar delocalizarlo, puede que ya notrabaje aquí, ya te digo quedesde entonces no le hevuelto a ver. Si fue como túpiensas, no creo que me locuente.Encualquiercaso, lo

voyaintentar.—Bueno, bueno, yo no

digo que haya sido él, notengo razones objetivas paraafirmarlo. Pero, como tedigo, en alguien hay quepensar.

Aquella fue la últimaconversación que tuve conJean-Louis. No le gustómucho el tono de mispreguntas. Sinceramente,

tampoco tenía razonessólidas para creer que éltuviese algo que ver. Pero aJacques no lo conocía. Solotratéenpersonaconélenunaocasión, cuando me facilitóunas fotografías tamañocarné que le había hecho unamigo fotógrafo que teníauna tienda en Hendaya, conelfindequeleproporcionaseun DNI con una identidad

reservada para abrir unacuentabancariaenEspaña.

Los compañerosfranceses que siguieroncolaborando conmigo meinformaron semanas mástarde de que, conmotivo deunascenso,Jean-Louishabíasido trasladado a unacomisaría del centro deFrancia.Cuando comenzaronmisproblemasconlajusticia

sospeché que alguien lomanejabapara facilitarlesunGarganta Profunda a losperiodistasRicardoArquesyMelchor Miralles, y queincluso pudo haber sido élquien fabricó aquel famosozulo.

Díasdespuésdelatentadocontra García Goena,Planchuelo me avisó de queteníamos que acudir a una

cita conVera para tratar eseasunto. La reunión estabaprevistaalasseisdelatardeen la Escuela General de laPolicía, con la presencia desu director general, JoséMaría Rodríguez Colorado.AntesdeesacitaPlanchamellevó a ver a Sancristóbal asu nuevo despacho en elnúmero 3 de la calle deAlmagro.Unavezinstalados,

Julián comenzó criticando aRodríguezColoradoyRafaelVera, con quienes tenía unapésima relación. Luego mehizounaadvertencia:

—Tienes que tener unacosa clara, digan lo quedigan:túsobreJean-Louisniunapalabra.

—¿A qué viene esoahora?¿QuécojonespintaenestoJean-Louis?

—No nos interesa quenadieloseñaley,además,yole he arreglado el problemaque tenía y no me convieneque nos relacionen, ni a titampoco.¿Meentiendes?

—Nodemasiadobien.—Aquí todos sabemos lo

quesehahecho,desdeFelipehasta el último.A todos nosinteresaladiscreción,poresoos digo que a Rodríguez

Colorado, ni agua. OlvídatedelodeJean-Louis,noséniporquételohemencionado.Y no te preocupes, laAudiencia Nacional estátotalmente controlada por elGobierno. Cuando terminéislareunión,mellamáis.

Cuando llegamos a laantigua Escuela General dePolicía,enlacalledeMiguelÁngel, donde ambos

habíamos estudiado, nosencontramos en el vestíbuloconRodríguezColorado,quenos comunicó que él noasistiría pero que nos estabaesperando el subdirectoroperativo, Agustín Linares.Primero entró Planchuelo.Quinceminutosmás tarde,ysin saber de qué habíanhablado, me hicieron pasar.Al fondo del despacho se

encontraba Linares; a suderecha,elcomisario jefedela Brigada Central deInformación, Juan BautistaFelices, que permanecía enpie, y a una cierta distanciadeelloshabíadossillasparaque las ocupásemosPlanchuelo y yo. Como sifueseunjuicio.

Con cara decircunstancias, Linares

comenzó diciendo que lo deFrancia se había acabado.Preguntó si teníamos algunareferencia sobre quién podíaestar detrás de lo que habíasucedido en Hendaya unosdías antes y que alguienpodíaacabarenlacárcel.Enfin, que dio vueltas y másvueltasalatentadodeGarcíaGoenasinentraralfondodelasunto. Planchuelo

permanecía callado, pero yono estaba dispuesto a quesiguiesehablando:

—Si sabes que lo deFrancia ha acabado, sabesquién lo ha empezado y quelos únicos que están detrásson los que te han mandadomontar este número. Eresencubridor comomínimo. Sihablas de cárcel, lo primeroque tienes que hacer es

pensar en ti y en tus jefes.¿Mehasentendido?

Agustín Linares cambióal instante de actitud y sepusoamidisposiciónentodoloquehiciesefalta,mepidiódisculpas,nosabíapordóndesalir… Felices le echó uncapote diciendo que todohabía sido un malentendido,que no pretendíanresponsabilizarnos de nada y

queademáseraunhechoquehabía ocurrido en Francia yquenonoscompetía.Yhastameofreciólaoportunidaddeunposible trasladoaMadriden calidad de agregado aldestinoquemeapeteciese.

Cuando nos despedimos,todo fueron gestos de buenacortesía.Despuésdesalirdeldespacho nos entretuvimoscharlando con antiguos

conocidos.NohabíanpasadodiezminutoscuandoaparecióLinares y llamó aparte aMiguel Planchuelo paracomunicarle que Vera loconvocabaaldíasiguienteenla Secretaría de Estado. Enesa cita, lo que le dijo fueque no debíamosinquietarnospornada,queélya sabía por dónde iban lostiros en el asunto de García

Goena.En el año 2001, en una

habitación del hotel ErcilladeBilbao, tuveunencuentrocon la viuda de GarcíaGoena, Laura Martín, y lejuréqueyonoteníanadaquever con aquel atentado, peroqueleayudaríaadescubriralosasesinos.Hoy,veinticincoaños después de aquelcrimen, puedo decir que

Rafael Vera sabía y sabequién y cómomató aGarcíaGoena y el nombre delfotógrafo de Hendaya quefacilitóunainstantáneadesufamilia para acabar con suvida.

IX.DELOSGALAL

CARTELDECALI

El asesinato de SantiBrouard, el único que losGALllevaronacaboensueloespañolyeldemayorcalado

político de todos los quecometieron,llevaveintinueveañossinresolverse.Quiénseesconde trasélesunode losgrandes secretos de la etapademocrática. El caso pudohaber quedado, sin embargo,finiquitado en muy pocosdías. Pero las consecuenciaspara el Gobierno, entoncesinstalado en una abrumadoramayoría absoluta, para todo

elaparatopolicialdelEstadoy para la propia estabilidaddelpaíshabríansidotantasytan graves que no podía sertanfácil.

El fiscal a quiencorrespondiólainvestigaciónfue el joven e impetuosoEmilio Valerio, unfuncionario brillante, con uncarácter muy peculiar,desordenado y ambicioso,

que pronto vio que se lepresentaba la oportunidad desu vida. Se asignó a uncomisarioespecíficamentealcaso, que era el jefe de laBrigada Regional deInformación y, por tanto,misuperior directo: AntonioRosino, que inicialmente selo tomó muy en serio. Porpura casualidad AlbertoGranados, el cuñado de los

hermanos López Ocaña, quehabíaadquiridolasarmasdelcrimen y que inclusoparticipó en un par detentativas frustradas, habíasido confidente suyo duranteel tiempo que estuvodestinado en la PolicíaJudicial de Madrid enoperaciones antidroga. Elquinqui también vio unaocasiónparahacerdinerocon

lainformaciónquetenía,queera mucha, y se puso encontactoconRosinodosdíasdespués del asesinato deBrouard, en cuanto supo queel comisario llevaba laspesquisas.

Rosino nunca habíaescuchadolosnombresdelosque hablaba Granados, perolos datos que le ofreció nodejaban lugar a dudas:

conocía con precisión lasarmas, la manera en la quehabían sidomodificadasyelborrado de los números deserie. La descripción físicaque hizo de los autores delcrimen coincidíaexactamente con la quehabían proporcionado laenfermera y otros testigospresenciales. Y ninguno deesos detalles había salido

publicado en la prensa hastaentonces,asíque lapistaerabuena.

Granados pidió diezmillonesdepesetasacambiodeprestardeclaraciónformalante la Policía y añadió undato siniestro: que en laoperación contra Brouardhabía participado un guardiacivildealtorangoconmuchamano en el Ministerio del

Interior. Se refería a RafaelMasa, a quien no conocía nihabía visto nunca, pero dequien había escuchadoreferencias a través de LuisMorcillo.

El comisario diseñó unoperativo para acometer losarrestos en pocas semanas.Sinembargo,lefaltóinstintoymano izquierda. Puso todala situación en conocimiento

desussuperiores,empezandopor Planchuelo, yformalmenteleautorizaronadesembolsar cinco millonesde pesetas para pagar aGranados,peroenrealidadsepusieron manos a la obrapara cortocircuitar deinmediatoesta investigación.Yconmásmotivocuandoelfiscal Emilio Valerio, alsaberatravésdeRosinodela

implicación en el crimen deunmiembrode losServiciosde Información (aunque a élnollegóadecirleelnombre),solicitóvariasdiligenciassintacto ni sentido de laprudencia.No pudo contenersuseddegloriay,saltándosetoda la cadena jerárquica,pidió sin contar con nadie ala Comisaría General deInformación que respondiera

avariashipótesis,entreellassielatentadohabíasidoobra«de algún grupo paraestatal»con «vinculación o plácetestatal»y,muchomásgrave,«si pudo ser el Servicio deInformación de la GuardiaCivil, el CESID u otrosservicios de informaciónestatales».Loquesediceunasutileza.

Barrionuevo reaccionó

como un resorte y pidióexplicaciones al fiscalgeneral del Estado enfunciones, Cándido Conde-Pumpido,quenodabacréditoa que un subordinado suyopudiese haber impulsadodiligencias de esaimportancia sin haberleinformado. El fiscal jefe deBilbao, Fermín Hernández,tampoco sabía nada. Entre

los dos decidieron relevar aValerio. Para entonces, esteya se había encontrado conqueelaudazRosinosehabíavuelto, de repente y sinninguna explicación, muchomás reticente a poner enmarcha el prometidooperativo. Sancristóbal lehabía advertido severamentede que se enfrentaba a algomucho mayor de lo que

siquiera se había imaginado.Meses después el comisariopagó su osadía y fuedegradado a un puesto demuchamenoscategoríaenelbarrio madrileño deEntrevíasydespuésaVigo.

El incontinente Valerio,que luego fue duramentesancionado por la FiscalíaGeneral del Estado, terminóde ponerles las cosas fáciles

a quienes tenían el máximointerés en encubrir a losautoresdelasesinatodeSantiBrouard. Provocó unescándalo al desvelarle a unperiodista de la SER deBilbaoque el atentadopodíahaberseevitadoporqueensupreparaciónhabíaparticipadounmiembrode losServiciosde Información. Antes, losretratos robot que había

elaborado Rosino con unequipo especial de laPolicíaa partir de las confidenciasde Granados se habíanfiltrado a la prensa. La faltade discreción es siempre lareceta infalible para echar aperderuncaso.

La investigación encallóy los Servicios deInformación dejaron deocuparse del asesinato de

Brouard excepto paraconfundir al juez y a losmedios de comunicación,guiándolos hacia pistasfalsas: que si había sido laultraderecha italiana, que sidos sicarios colombianos asueldo…

La actuación delcomisario general deInformación, Jesús MartínezTorres, fue decisiva para

retrasar las pesquisas a lolargodetodalainstrucciónydespistar sobre la verdaderaautoría intelectual de aquelcrimen de Estado. Primeroproporcionó un informe aljuzgado con datos falsosacerca de las armasutilizadas; después entregóotro sostenido únicamentesobrerecortesdeprensaenelque descartaba la

participación de los GAL yde la ultraderecha yaseguraba no admitir «nicomo simple hipótesis detrabajo» la de los ServiciosdeInformación.Apostaba,encambio, por un ajuste decuentas del sector duro deETA.

Los implicadosdirectamente en el crimencentraron sus esfuerzos en

quitarse de en medio aGranados, que para ellosrepresentaba una amenaza.Lo intentaron primerofacilitándole heroínaadulterada,peronomurióporsobredosis. Por fin, el 15 deagosto de 1985, su propiocuñadoMiguel Ángel LópezOcaña, que se sentía muypresionado por Morcillo yeste, a su vez, por Masa, le

pegó un tiro. Fue ungravísimo error, porque deese pequeño hilo comenzó atirarlajusticia.

La investigación delasesinato de Granados cayóenmanosdeljuezmássagazdelaplazadeCastilla,CarlosBueren, que muy pocodespués fue destinado a laAudiencia Nacional donde,casualmente, fue el primero

en tratar los GAL y elprimero también eninterrogarme, a finales de1987. Cuando Miguel Ángelprestaba declaración ante élpor la muerte de su cuñado,le vino a la cabeza ladesafortunada idea deatribuirle a este el atentadode Brouard para proteger alos verdaderos autores, queeran su hermano Rafa y su

amigoLuisMorcillo.Así, lecontóaBuerenqueGranadosle había propuesto un añoantes «subir al norte» paramatar «a un médico etarra»ennombredelosGAL,yquepor esa operación le ofrecíaun millón de pesetas enheroína.Segúndecía,aunqueél finalmente se negó, supoquesucuñadosíparticipó,yaque tiempo después le había

comentado que había tenido«resultadopositivo».Depasole imputó el atentado contraelbarLaConsolationdeSanJuandeLuzdejuliode1984:toda una torpeza, porque laPolicía francesa habíatomado nota de la matrículade laDucati desde la que selanzó la bomba, y averiguómuy pronto que pertenecía aRafa López Ocaña. Por si

fuera poco, en esadeclaración Miguel Ángelidentificó también a JuanJosé Rodríguez Díaz, elFrancés, como la personaque había suministrado lapistola y el subfusil con losque mataron a Brouard. Eltraficantedearmasestabaenprisión por haberproporcionado las que seutilizaronenunatracoauna

sucursal de Banesto en elcentro deMadrid del que seobtuvo un botín fabuloso de1200millonesenjoyas.

Dos días después deMiguel Ángel, Buereninterrogó a su esposa,MaríaLuisa Sánchez Sen, que sintenerni ideade loquehabíarelatado antes su marido,respondió a preguntas deljuezque lo que ella sabía es

queRafaLópezOcañayLuisMorcillo habían acudido acasa de Alberto Granados arecoger unas armas que,según le dijeron, pertenecíanalFrancés.

Cuando ya nadie loesperaba, de manerainopinada, el caso sereactivó, aunque siguióavanzando muy lentamente.Los jueces de Bilbao

trabajaban bajo muchísimapresión: entre 1984 y 1989nada menos que ochoestuvieron al frente delJuzgado de Instrucciónnúmero1,encargadodelcasoBrouard.

E lFrancés admitió sintapujos haber proporcionadolas armas, aunque porsupuestorechazósaberaquélas iban a destinar. Tiempo

despuéssudefensalaasumióelabogadoEmilioRodríguezMenéndez, experto enmaniobras arteras, queenredó todo lo que pudo y,cuandominombreempezóaaparecerenlaprensa,intentóimplicarme para evitar quelos verdaderos responsablestuviesenproblemas.Estaveznoconsiguiónada.

La segunda pista en

contra de Luis apareció el 6de junio de 1986, cuando seaveriguóqueelSeat127azulconmatrículaM-0269-S quehabía utilizado AlbertoGranados en un viaje aBilbao era suyo. Sinembargo, entonces no se ledioimportanciaaesedetalle,que pasó completamentedesapercibido. Morcilloaparecía mencionado en dos

diligencias clave, pero nisiquierafueimputado.

Los jueces nuncacreyeronqueGranados fueseel autor del asesinato deBrouard. Fueron lasindiscreciones de MiguelÁngel López Ocaña en lacárcel las que ayudaron a irresolviendoelpuzle.Primerofue elFrancés quien hablóconélenprisiónyobtuvola

valiosa sospecha de quepodía estar encubriendo a suhermano Rafa, lo quetransmitióinmediatamentealjuzgado. La juez citó a laenfermera Begoña MartínezdeMurguía y le mostró unafotografía de este, al quereconoció con un 90 porciento de seguridad comouno de los ejecutores de losdisparos. Rafa huyó de su

casaysepusoasalvo.El desastre todavía tardó

enproducirse.Llegóel27dejuniode1988.ElmercenariodelosGALDanielFernándezAceña, en prisión por elasesinato de Jean-PierreLeyba, seplantóanteel juezBaltasar Garzón, que ya sehabía hecho famoso porinstruir el caso que acabóconmigo en la cárcel, para

ofrecerle colaboración acambio de beneficiospenitenciarios. HabíacoincididoconMiguelÁngelLópezOcañaenCarabanchelyasegurabaqueestelehabíarevelado que Luis MorcilloeraquienhabíaorganizadoelasesinatodeBrouard.

Todo comenzó a ir mal.En enero de 1989 MiguelÁngelenpersonacomparecía

en el juzgado de Bilbao,implicaba formalmente aLuis Morcillo y señalaba alcomandante de la GuardiaCivil Rafael Masa como lapersonaqueindujoaasesinaraAlbertoGranados«antesdeacabar todos en la cárcel».Yaqueestabacondenadoporesta muerte, insistió enencubrirasuhermano,huidode la justicia, y se

autoinculpó del atentadocontra Brouard. El intentofueridículo,porquelajuezlellevó a practicar unareconstrucción y no dio una,así que el cerco sobre RafaLópez Ocaña se estrechó.Masafuecitadocomotestigoy lo negó todo, aunque notuvo más remedio queadmitir su íntima amistadcon Luis Morcillo desde

hacía décadas. De repente,todospringados.

El15demarzolaPolicíadetenía a Rafa López Ocañaen Alpedrete (Madrid) trasser denunciado por malostratos por su mujer. Ingresóinmediatamente en prisiónpor un delito mucho másgrave. Días más tarde, laenfermera lo señaló comouno de los que disparó a

Brouard,aunqueestavezconalgunaduda,enunaruedadereconocimiento. Paraentonces el Ministerio delInterior, al que Masa seguíaadscrito —ahora bajo laprotección del secretario deEstado de Seguridad, RafaelVera—, había proporcionadoaMorcillo la identidad falsade José Luis Pacheco paraponerloasalvodelajusticia.

Muy poco después losperiodistas Antonio Rubio yManuelCerdánentrevistabanenAndorraalcomerciantedearmas Jean Pau Rossell, queidentificaba a Rafael Masacomolapersonaqueen1984le había comprado diezpistolas Walther P 5 y SigSauer P 230 que se habíanutilizado en atentados de losGAL. En concreto, una de

ellas había sido abandonadadurante su huida por losmercenarios que atacaron elMonbar.

A finales de 1989, eltenientecoronel fueabuscarurgentemente a Morcillo ensu casa de la calle delAmparo:

—Corremos peligro deque se descubra todo.Mañana mismo nos vamos

para Lisboa. Tengopreparados documentación ydinero.Handispuestotodolonecesario para garantizar tuseguridad y futuro.Oficialmente, en estemomento estamosrespaldados por Rafael Veray por todo el Ministerio delInterior.

—¿Pero sepuede saberadónde cojones me lleváis?

No he podido ni despedirmedemifamilia.

—Notepreocupes,ahoraloprimeroesdesaparecer.Encualquier momento eljuzgadodeBilbaomandaalaPolicía para detenerte.Mañana a primera hora nosmarchamos de aquíinmediatamente.

—¿Pero a dónde voy?¿Dóndemelleváis?

—Mañana lo sabrás,cuando lleguemos a Lisboa.Ahora, para que no te veanmishijos,vasadormirenelgaraje.

Rafael Masa, su esposa,Maribel, y Luis Morcillosalieron en el coche delprimero al amanecer endirección a Lisboa, dondepermanecieron varios días.AllíLuissupoquesudestino

era Santa Fe de Bogotá(Colombia), aunque iban ahacer escala en Venezuela.La mujer del comandanteregresóconelvehículodesumaridoaMadrid.

Desdeelaeropuertodelacapitalportuguesa,volaronaCaracas condocumentaciones elaboradasporlaSecretaríadeEstadodeSeguridad. Masa, antes de

salir,leentregóaLuis18000dólares estadounidenses quele había facilitado elGabinete de Información yOperaciones Especiales deInterior,dirigidoahoraporelcomisario ManuelBallesteros.

La cobertura que teníanprevista en Colombia se laiba a proporcionar nadamenos que uno de los

cárteles de la droga másimportantesdelmundo,eldeCali, con el que el guardiacivilmanteníacontactosmuyamistososdesdequeen1984fuesearrestadoenEspañaporindicación de la agenciaantidroga norteamericanaDEA uno de sus grandescapos, Gilberto RodríguezOrejuela, elAjedrecista,junto a Jorge Luis Ochoa

Vázquez, subjefe del cárteldeMedellín. Habían llegadoa nuestro país en junio deaquel año, un mes despuésdel asesinato del ministrocolombiano Rodrigo Lara,crimen con el que se lesrelacionaba, y su intenciónera instalarse en Madrid yblanquear las ganancias deltráfico internacional dedrogas.

Estados Unidos yColombia reclamaron suextradición. Los dos narcospreferíanquelosmandasenasu país, donde les seríamuysencillo quedar en libertad,como luego ocurrió. Enrealidad las autoridades deBogotá montaron unaacusación artificial y vacíade contenido para poderreclamarsuentregaaEspaña.

Los cárteles de la drogallamaron a todas las puertasen elMinisterio del Interior,en la Policía y en losjuzgados, siempre con elsoborno por delante. Para elcaso de que esa estrategiafallase, se organizó conayuda de algunoscolaboradoresdelaPolicíaylaGuardiaCivilconaccesoainformaciónsensibleunplan

de fuga espectacular parasacar alAjedrecista de laprisióndeElPuertodeSantaMaría en un helicóptero. Enaquella época Masa estabadestinado precisamente enInstituciones Penitenciarias,elaborando informes sobrepresosetarras.

En junio de 1986 la Salade Conflictos del TribunalSupremo decidió entregarlos

a Colombia, tras uncontrovertidoperiplojudicialque provocó un durísimoenfrentamiento entre laAudiencia Nacional, laFiscalíayelGobiernoyenelque varios jueces cambiaronel sentido de su voto sinrazonesaparentes.

«Algunos amigos deRodríguez Orejuelaintentabanobtenersulibertad

provisional pagando lo quehicierafaltaeinclusotocarondeterminadas teclas, en unaapuestaque llegómuyaltayenunjuegosuciomuytípicodeesaguerracompletamentedesigual contra elnarcotráfico», reconoce elmismísimo expresidente delGobiernoFelipeGonzálezenel libro¿Aún podemosentendernos?, que firma

junto aMiquelRoca yLluísBassets.

En diciembre de 2011ElMundopublicóunaentrevistacon un sicario de lasmafiascolombianas que asegurabaquelosjuecesespañolesdelaAudiencia Nacional y variosmiembros del gobierno deFelipe González fueronsobornados con un total detreinta millones de dólares

para evitar la extradición aEstados Unidos de los doslíderes del narcotráfico, queacabaronenColombia.Segúnsu relato, transportaron eldinero «en el avión privadodel patrón», un Lear-Jet 25.QuiensehabríaencargadoderepartirlofueDiegoLondoñoWhite, responsable de lasrelaciones sociales del cártely ya fallecido. También uno

de los hijos delAjedrecistaadmite en un libro que laextradiciónaColombiadesupadre se compró mediantesobornos.

Álvaro Quintero, elabogado del cártel de Calique más se implicó en laoperación, quedó muyagradecido con loscolaboradores que seplegaron en España a sus

planes.Llegadoelmomento,Rafael Masa recurrió a él.Una vez en Caracas, hizovarias llamadas para acordarunafechadeencuentro.Todofueronfacilidadesparadarlescobijoyprotección.

EnSantaFedeBogotáseinstalaron en el hotelTequendama. Masa le dio aMorcillo un número deteléfono que pertenecía a

Edgar García, uno de losabogados del bufete deÁlvaro Quintero. Cuando sereunió con ellos tenían yalistos todos los papelesnecesarios para que Luistuviese una nueva identidad,falsa pero absolutamentelegal, anombrede JoséLuisGonzálezCórdoba.Inclusolefacilitaron un permiso dearmas.

Una vez que se coordinócon losmiembros del cártel,Morcillo comenzó a vivir delos trabajos que leencomendaban en susmúltiplesnegocios,incluidoslos del narcotráfico. Luis seencargó, sobre todo, delcobrodemorosos.

Masa se instaló enBolivia, donde el gobiernoespañol lo protegió

procurándole un destinocomoagregadoalaembajadade España con trato dediplomático. Durante variosmeses asesoró al Ministeriodel Interior boliviano paradesarticularunafaccióndelaguerrilla terrorista Ejércitode Liberación NacionalllamadaComisiónNéstorPazZamora. Sus principalesfunciones se centraron, no

obstante,enlaluchacontraelnarcotráfico.

Alpocotiempodellegar,en mayo de 1990, Masarecibió además enBolivia lanoticia de su ascenso atenientecoronel.Era insólitoeltratamientoquedispensabaelGobiernoaunmandocuyonombre estabaya asociado alos GAL y al asesinato deSanti Brouard, por el que

tuvoqueregresaraEspañaadeclarar en los juzgados. Depaso aprovechópara viajar aAndorra para convencer aJean Pau Rossell de que seretractase de la acusacióncontra él de haberlecomprado las armas que seutilizaron para asesinar acuatro terroristas en elMonbar, lo que habríarepresentado para él un

verdadero problema. Elcomerciante aceptó. No sécómo ni a cambio de qué,aunquepuedoimaginarlo.

Además el flamanteteniente coronel iba aenfrentarse en muy pocosmeses a un asunto delpasado, menor encomparación con otros, peroque le puso al filo de serexpulsado de la Guardia

Civil.Enoctubrefuejuzgadojunto a otros once agentespor las torturas en el cuartelde La Salve de Bilbao en1981 a Tomás Linaza, padredeletarradelmismonombre,cuandoél era responsabledesu Servicio de Información.Linaza recibió durante losinterrogatorios en loscalabozos una paliza conpuñetazos, patadas y una

porra de goma al díasiguientedelasesinatodedosguardias civiles. El casohabía adquirido muchanotoriedad porque, en 1986,el propio Felipe Gonzálezhabía autorizado la decisiónde losministros del Interior,JoséBarrionuevo, y Justicia,Fernando Ledesma, deordenar a noventa agentesquesenegasenacomparecer

ante la juez, lo que motivóque esta promoviese unexpediente de obstrucción ala justicia contra losmiembros del Gobierno, loqueleshizorecular.Nohabíapruebas de que Masaparticipase directamente enlastorturas,perosídequelasconoció y las consintiósiendosuperior inmediatodesus autores. Fue condenado

por laAudiencia deVizcayaa seis años y un día deinhabilitación, lo que habríaconllevado la expulsión delcuerpo. El ejecutivo rechazóhacerloyvolvióanegarseen1993, cuando el Supremoconfirmólasentenciayyanohabía ninguna excusa. Elteniente coronel guardabatantos secretos que estabamuybienprotegido.

Durante los primerosaños de la década de 1990disfrutó de su cargo enBolivia.Loprimeroquehizofue cumplir el encargopersonalqueleencomendóelsecretario de Estado, RafaelVera, para que le facilitaseuna delicada cuestiónfamiliar. Era una cuestiónmuy sensible para Vera,conscientedequeesagestión

los vincularía personalmentedeunaformamuysingular.

Esta actuación consolidóel apoyo del ministerio, loque reforzó su libertad demovimientosparaacercarsealosRodríguezOrejuela.Masaconcertó varias citas con loscaposdelcárteldeCali,alasqueasistiósucompadreLuisMorcillo. En ellas sealcanzaron acuerdos sólidos

y concretos que comenzaronadar sus frutospoco tiempodespués. El teniente coronelse comprometió a filtrar alcártel todo tipo deinformación que les afectaray a la que tuviese acceso através de su cometido en laembajada, que incluía lacoordinación con la DEAnorteamericana y otrosserviciosinternacionales.Los

dirigentes del cártel de Caliestaban lógicamenteinteresados en conocercualquier novedad sobre suscompetidores en elnarcotráfico mundial y, enconcreto, sobre la atenciónque laDEAestabaprestandoa las vías que llevaban ladrogaaEstadosUnidosdesdePanamá.

Como contrapartida le

ofrecieron pagarle susservicios con cocaína, quepodía pasar por las aduanasdadas las facilidades que leproporcionaba suacreditación diplomática, ytambién con oro y piedraspreciosas, que asimismointroducía en España sinriesgoalguno.

En sus viajes a España,Masa contactó con viejos

conocidos, la mayoríarelacionados con negociosturbios, con el fin de abrirnuevos mercados. En Bilbaollegó a acuerdos con lasmismaspersonasconlasqueen su día montó el tingladodelastragaperrasilegales,detal forma que organizaronuna base logística en elpuertodeSanturce.

Otra vía era la de los

aeropuertos, mucho máslimitada, aunque ahí podíaostentar su rangodiplomático.Sepersonabaenel despacho del responsablede los controles de lospasajeros, un oficial decategoría bastante inferior ala suya y, mostrándole suacreditación, solicitabautilizar su teléfono parallamar a la Secretaría de

Estado, de la que dependía,con lo cual el subordinadoquedaba a su plenadisposición, acompañándoloincluso a facilitarle susupuestamisión.

En una de las ocasionesenlasqueMasasereunióenCali con su compadre,establecieron que Luisenviase todos los meses pormediodeuncorreodosotres

maletas con unos treintakilos de cocaína, en vuelosconcretosydíasseñalados,auna serie de aeropuertosespañoles. El tenientecoronel se encargaría de quellegasen al punto dedistribución.

LaAudiencia deVizcayacondenó en mayo de 1993 aRafaLópezOcañaatreintaytres años de cárcel por el

asesinato «claramentepolítico» de Santi Brouard.A lFrancés le cayeron ochopor proporcionar las armas.Ni durante el juicio nidurante toda su estancia enprisiónRafaacusóaMorcilloniaMasaniasussuperiores,aunque sabía cosas que lehabrían complicado la vidainclusoaJuliánSancristóbal.Susilencioseexplicaporque

fue advertido de lo que leesperaba si se le ocurríacantar y porque se legarantizó que nunca lefaltaría de nada ni a sufamilia ni a él en la cárcel.En 2005, ya cumplida sucondena,seconfesóautordelcrimen en un reportaje deTelecincoycontótodoloquesabía.

EltenientecoronelyLuis

Morcillo continuaron en suplácidorefugiosudamericanoincluso después de que suprotector, Rafael Vera,abandonase su cargo desecretariodeEstadoel29deenero de 1994, cuandoAntonio Asunción fuenombrado ministro delInterior. Durante el traspasode poderes, Vera le informóde la situación especial de

Masa en el departamento.Aunque Asunción no habíaparticipado en las decisionesde los GAL, estabaplenamente al corriente.Además, ya conocía a Masade cuando era secretario deEstado para AsuntosPenitenciarios y el guardiacivil supervisaba laevolución de los terroristasdeETAencarcelados.

El29deabrilde1994elexdirector general de laGuardia Civil Luis RoldánhuyódeEspañaenmediodeun considerable revuelo.Asunción presentó sudimisión inmediata, con loque el respaldo de Masadesapareció. El nuevoministro, Juan AlbertoBelloch, y su secretaria deEstado Margarita Robles

procedieron a la depuraciónde todos los cargos deldepartamentoyprescindieronde sus compromisosanteriores. Un año despuésfue expulsado del InstitutoArmado por las torturas aTomás Linaza, aunque en1999 tuvieron quereadmitirle con rango decoronel por una cuestióntécnica.

Sus vínculos con loscapos del narcotráficocolombianofueron talesque,años después de que Masatuviesequedejarsucargoenla embajada de Bolivia,continuótrabajandoconellosy utilizando a Morcillo, quesiguióalgunosañosmásbajosuamparo.

Las operaciones denarcotráfico que Masa pudo

llevar a cabo se desconocen,perosisetieneencuentaquese iniciaron en 1990 yconcluyeron en enero de2001, cuando fue detenidopor sus propios compañerosdelaGuardiaCivilensucasadeLasRozas,sepuedellegara la conclusión de que eratodo un experto. Masa, suamigodeBilbaoJuanCarlosBalbastre y los narcos

colombianos Edgar Cortés yMarcel Acevedo habíanllegadoaunacuerdoenSantaFedeBogotápara introduciren España 188 kilos decocaína con un grado depureza del 95 por ciento. Ladroga llegó al puerto deSanturce el 8 de enero de2001 camuflada en dosgrandes motores eléctricosembarcados dentro de un

contenedor en el buqueEwlColombia. La Guardia Civilllevóacabounainspecciónylos perros adiestradosdetectaron el verdaderocargamento.

Losagentesnoejecutaronlos arrestos de inmediato,sino que se dedicaron aseguir el destino de los dosmotores para controlar suentrega. El coronel burló un

primer control que se habíaestablecido cerca de lalocalidad valenciana deGranja de la Costera, dondese encontraba el taller en elque se iba a descargar ladroga. «Tranquilo, que esasunto mío», dijo Masa alcompañero que se le acercópara identificarle y al quemostró su carné de laGuardia Civil, lo que le

permitió escapar. Pocodespués fue detenido enMadrid y encarcelado. Fuecondenado a once años deprisión y, esta vez sí,expulsadoparasiempredelaGuardiaCivil.

Durante los más de diezaños en los que se dedicó altráfico de drogas, Masanunca perdió la relación consu viejo amigo Julián

Sancristóbal. Ambos sebeneficiaron de losinnumerables contactospolíticos a nivel nacional einternacional que este habíacultivado en su etapa comodirector de la Seguridad delEstado.

X.ENLACÁRCEL

Pasados los años deactividad clandestina contraETA, llegó un momento enque hubo que asumir lasconsecuencias. El 6 de abrilde 1987 empezó a cambiarmi vida. El diario proetarra

Egin abrió su edición de esedía con el titular «JoséAmedo reclutó en Lisboamercenarios para los GAL»,haciéndose eco de unainvestigaciónperiodísticadelsemanario portuguésExpresso.Fuelaprimeravezque mi nombre aparecióvinculado a los GAL en laprensa, que a partir de esemomento ya no dejó de

mencionarme. Otros,implicados tanto como yo omás, aprovecharon paradesarrollar una estrategia depropaganda negra con el finde que yo asumiese íntegratoda la responsabilidad ycumpliese el papel de chivoexpiatorio, dejando almargenalacúpulapolicialydelMinisteriodel Interior,ytambiéna laGuardiaCivily

alosserviciossecretos.Expresso había recogido

elresultadodelainstrucciónen los juzgados portugueses.El mercenario FigueiredoFontes había dado tras serarrestado en Francia todotipodedatosquepermitieronllegar en Portugal hasta elcomando que cometió losatentados del Batzoki y LaConsolation. Era cuestión de

tiempo que acabasen dandoconmigo, porque durante miestancia allí junto a MichelDomínguezno toméningunacautela, ya que nuestroobjetivo era formar una redlegal de informadores y nocaptar a un equipo deasesinos.

Días después MartínezTorres se reunió conmigo enBilbao junto a Planchuelo y

medijo,agarrándomeporunbrazo:

—Tengosobrelamesademi despacho en Madridalgunosde los resguardosdelos pagos que realizaste elaño pasado con tu Visa enLisboamientras tratabas conlos mercenarios. Los halocalizado la Policíaportuguesa y eso nos puedecausar muchos problemas.

Meloshanremitidoa travésde nuestro agregado en laembajada.

—¿No podéis negociarcon las autoridadesportuguesas para quedesaparezcan?

—Es tarde, te hanreconocidooficialmente antelaPolicíayahorayaesmuydifícil taparlo. Fue un fallopagar con tu tarjeta en

situacionescomoesa.—Pero ¿cómome hablas

de fallos? Yo no fui acontratarlos para cometeratentados en Francia. Fui acrearunareddeinformaciónpara controlar a losmiembros de ETA que semovíanporallí.Cuandohicelospagosnocontabaconesaposibilidad. Sancristóbal meordenó traerlos a Bilbao

después.—Aun siendo como me

locuentas,estonosvaatraerdisgustos.

Y así fue.Aquello fue elprincipio del fin para mí yahora puede decirse tambiénque asimismo lo fue para lamayoríadelosimplicadosenlosGAL.El16denoviembrede1987tuvequecomparecerpor primera vez en la

Audiencia Nacional pararesponder ante el juez deBayonaChristopheSeys.Porla parte española, participóCarlos Bueren, que ahoraestaba al frente del JuzgadoCentral de Instrucciónnúmero 1 de esa sedejudicial.Elfrancéssefuesinnadademiparte,peroel1dediciembre cursó una ordeninternacional de busca y

captura contra mí. Elministro del Interior, JoséBarrionuevo, se opusofrontalmente.AconsejadoporlosServiciosde Informaciónque dirigía Martínez Torres,pensabaen llevaracabounavoladura controlada del casoen los órganos judiciales decasa, mucho más fáciles demanejarquesiseinvestigabaen Francia: mandarnos a

prisión como cortafuegos dela opinión pública y crear laimpresión de que los GALeranunacosaexclusivamentedeAmedo.Tambiénesciertoqueyomismocontribuíaquepudiesenejecutarese tipodemañas por unaresponsabilidad profesionalquizá mal entendida, peroque en esos momentosentendía como necesaria y

honesta conmigo mismo ycon mis superiores. En elfondo de mi concienciasubyacían los conceptos quehabíaadquiridoalolargodemi complicada y arriesgadavidaprofesional.

En esa situación Buerenexaminó la documentacióndelossumariosfrancesesquehabía dejado el juez Seys yconsideró que habíamotivos

para iniciar diligenciastambiénenEspañayenvióelasunto a reparto. Le cayó alJuzgado Central deInstrucción número 5, queentonces dirigía FranciscoCastro Meije. Empezó muyreticente, alegando que sindenuncia del MinisterioPúblico él no iba a hacernada. El fiscal jefe de laAudiencia, Melitino García

Carrero,seanimóahacerlo.En esos días el abogado

que nos había asignado elMinisteriodelInterior,JorgeArgote,nosplanteóaMichely a mí, de acuerdo con elGobierno, la posibilidad dehuirdeEspañahaciaunpaísde América del Sur,posiblemente Brasil oArgentina, para instalarnosallí con identidades falsas y

unaconsiderable cantidaddedinero para cubrir nuestrasnecesidades. Le dimosvueltasaaquellasituaciónenla que nunca habíamospensado, hasta que llegamosa la conclusióndequepodíaserunatrampaparahacernosdesaparecer.

En el poco tiempo quetuvo para llevar lainvestigación, Castro Meije

llevó a cabo un trabajodiscreto, aunque deconsecuencias nefastas paraMichel. Había conseguidopasar casi desapercibidohasta que el juez viajó aFranciayvariosmercenarioscon los quehabía coincididolo reconocieron. Tuvo quesometerse,porprimeravez,aun interrogatorio judicial yempezóaconocerelacosode

laprensa.Así llegamos al 16 de

febrerode1988,undíaclave.Un tal Baltasar Garzón, unjuez desconocido queprocedía del Servicio deInspección del ConsejoGeneral del Poder Judicial,sustituyó a Castro Meije,destinado ahora a la SecciónTercera de la Sala Penal.Nadie sabía quién era

entonces aquel personaje deambicióndesbocadaquesupoaprovecharelcasoGALparasaltaralafamayconvertirseen uno de los iconos de laEspaña contemporánea: elsuperjuez,eljuezestrella.

Garzón, siendoconsciente del alcance y latrascendencia de aquelprocedimiento,sellódesdeelprimer día una alianza con

losmediosdecomunicación,especialmenteconDiario16,para proyectar su imagen yabonar el terreno de laopinión pública para cuandotuviese que pronunciar lafrase que le hizodefinitivamente inmortal:«Señor Amedo, queda ustedpreso». Escuché estaspalabras de labios delsuperjuez en la mañana del

día 13 de julio de 1988. Nome impresionaron. Yacontaba con esa posibilidad.El día anterior por la tardemeencontrabaenlaplayadela hermosa localidadcántabra de Noja. Unfuncionario policial adscritoal grupo del Servicio deInformación que yo dirigíaen Bilbao vino acomunicarmequePlanchuelo

quería verme urgentementeen su despacho. Me habíancitadoenlaAudienciayteníamuymalapinta.

Aquella mañana de julioera calurosa, propia delverano madrileño. Desdebastante antes de las nueveestuve paseando por losjardinesde laplazadeParís,enfrente de la sede de laAudienciaNacional, junto al

abogado que me habíadesignado el Ministerio delInterior, Jorge Argote, y elayudante de este, JorgeFernández Seguí. Debatimosla postura que debía adoptarminutos después anteGarzón. Estaba tranquilo,sereno, pero convencido dequemisuerteestabaechada.

Argote, un abogadovenido a más desde que

recaló en el Ministerio delInterior, osado, intrépido eincluso avasallador, pero almismo tiempo ingenuoservidor del poder, eramuchomásoptimistaqueyo,oporlomenosesoeraloquemequeríadaraentender.Suúnica obsesión consistía enquenoabrieselabocaanteeljuez. Criterio absolutamenteopuesto al mío, que estaba

convencido de que podíadefenderme.Peromesometí,dejándome llevar por susconsejos, seguramenteconsensuados con quien lepagaba.

Yaenelinterior,juntoalJuzgado Central deInstrucción número 5, seencontraba MichelDomínguez, al que elabogado del Ministerio del

Interior también lepidióqueno contestase a ningunapregunta.

—No va a pasar nada,este no tiene ni puta idea denada, solo se basa en loscomentariosde laprensa.Loimportante es que no deislugar a que os enrede en elinterrogatorio con preguntasy repreguntas. No le decísnada y punto. Dejad que se

enrolle él solo y vosotroscallados, sin darle ningúntipodeopción.

—Mira,Jorge:Garzónhallevado a cabo variascomisiones rogatorias enFrancia y pienso que tienealguna carta guardada. Lomejor sería atajar suspreguntas con respuestascontundentes. En cualquiercaso, estoy seguro de que él

tiene clara su decisión. Semascaenelambiente.

—No hay que entrar altrapo de Garzón, hay queeludir cualquier tipo decontratiempo, sobre todopensando en la informaciónque haya adquirido pormedio de las comisionesrogatorias, que estoy segurodequenoesmásque loqueviene saliendo en la prensa.

Si estáis callados, no puedeextraer conclusiones. En elministerio son de la mismaopinión. No tienencontrolado a este tío y nosabenpordóndepuedesalir.

—Ya me dirás tú dentrode un rato si es mejordeclarar o no; pienso que laúnica salida es hacerlo. Meha comentado a la entradaRamón Lillo, el jefe de

seguridad de la AudienciaNacional, que avisó ayer porla tarde al Ministerio delInterior de que Garzón lehabía solicitado que tuviesepreparado para hoy undispositivo especial parahacer un traslado a prisión.Blanco y en botella. ¿No teha comentado nada RafaelVera?

—Pues no, porque

posiblementesetratedeotroasuntoquenotienenadaquever con vosotros. Tenedpresente que seguísdependiendo del ministerio,paseloquepase.Hastaenelpeor de los casos, sin suamparo las dificultades osresultaríanpocollevaderas.

No dio tiempo para másconsejos. La secretaria deBaltasarGarzónhizopasara

Argote y su ayudanteFernándezSeguí aldespachodel juez. Unos minutosdespués seabriódenuevo lapuerta y me hicieron pasar.DefrenteteníaaGarzón,queme miró sobresaltado. Medio la impresión duranteaquellos primeros segundosdequeestabasobreactuando.Su actitud me parecíaridícula. Vestía un traje

amarillento, desempolvadopara la ocasión, que seasemejaba a los quedignamente llevaban losaceituneros de su tierra. Suvoz aflautada, que nocorrespondía con la imagenque pretendía trasmitir,echaba a perder aquellaescenificación.

A su izquierda seencontraba el fiscal Ignacio

Gordillo y el abogado de laacusación popular, FernandoSalas; a la derecha losletrados del Ministerio delInterior, que debían actuarcomo defensores. El juezprocedió a leerme misderechos constitucionalescomoimputadoenelsumario1/88.Leinterrumpínadamásempezar:

—Mire, conozco mis

derechos tan bien comousted, puede evitarse eltrámiteyenestemomentolemanifiesto que no voy aresponder a ninguna de suspreguntas.

Su semblante cambió,tensó los músculos de surostroysuvozsesituóentreelcontraltoyelbarítono.

—Bien, pero yo tengoque ponerlos en su

conocimiento, es miobligación.

—Proceda, pero antesquierodejarconstancia…

—Despuésdequeleasusderechos manifieste lo queestime oportuno, si loentiendonecesario.

—Usted no puede evitarque yo manifieste lo queconsidero necesario para midefensa, por mucho que se

empeñe. Y pretendo dejarbien claro, para que conste,que usted ha tenidosometidas las diligencias asecreto de sumario hasta eldía de hoy y, o bien en estejuzgadosecarecederigoro,lo que entiendo que esbastantepeor,aquíexisteunaalianza interesada con undeterminado medio decomunicación que ha venido

publicandoadiariocadaunadesusiniciativas.

—Señor Amedo, lerecuerdo que se encuentrausted ante la autoridadjudicial y que no puedefaltarlealrespeto.Esmás,simeestáacusandodefiltrarelsumario a la prensa sinprueba alguna, quiero quequede bien claro que puedoprocesarle por desacato,

¿entendido?—Puede usted

procesarme por lo que leplazca, pero sí: en estemomento le digo que haincurrido en ese delito. Meconsta que mantienereuniones en este despachocon los periodistas quefirman a diario lo que ustedescribe en estas diligencias.¿Qué va a hacer? ¿Decretar

miprisión?¿Yqué?Siyaséque tiene usted firmado elauto de encarcelamientodesde que he llegado a laAudiencia Nacional. ¿Puedofumar?

—Aquí no se fuma.¿Quién se ha creído que esusted?Laspreguntaslashagoyo, y no le consiento quesiga…

—Pues hágalas de una

vez y no pierdamás tiempo,que le hará falta para poderdarle las novedadesoportunas a quiencorresponda.

—No tengo que darcuentas a nadie. Me estáusted faltando al respeto yesonoseloconsientoni…

—Hágalas, que tengoprisa.

Elambienteera tenso.El

resto de los presentespermanecía en absolutosilencio. Pero yo me sentíacargado de razones y sabíaque,detodasformas,meibaa encarcelar para utilizar laprisión preventiva como unmétododecoacción.

Sabía que habitualmentesereuníaensudespachooenla cafeteria Riofrío, próximaa laAudienciaNacional,con

los periodistas deDiario 16Melchor Miralles y RicardoArques. Incluso conocía quelos usaba para queinterpusiesen denunciascontra mí ante juecesfranceses con el fin dejustificardespuéscomisionesrogatoriasaFrancia.

Estaba claro que el juezya no quería entrar en máspolémicas. Sin ni siquiera

mirarme, giró su silla y,dirigiéndose a la secretaríajudicial, procedió a indicarleque fuese reseñando lasmásde doscientas preguntas queél quería hacerme y yo menegaba a responder.Permanecí callado mientasescuchaba el cuestionario,sostenido sobre suposicionesyconjeturas.

ElMinisterio Fiscal y la

defensa no hicieron ningunapregunta, algo insólito porparte del que se suponía queera mi abogado. Quizá, másbien, lo fuese en mayormedidadeInterior.

En nombre de la acciónpopular, una banda deimpresentables oportunistasprocedentes de los extractosmásradicalesdelasociedad,actuaba Fernando Salas, que

murió de sida poco despuésde finalizar el primer granjuicio de los GAL, en 1991.Me causaba enormerepulsión, posiblementeporque en su juventud habíamilitadoenunaorganizaciónterrorista de extremaizquierda, el FRAP. Él sítraía un cuestionario. Alllegar a su última pregunta,la número diecisiete, me

inquirió en los siguientestérminos:

—Que manifieste eldeclarantequiéneshansidooson sus superiores en laorganización GAL y quefacilite los nombres deaquellos que, conanterioridad a la reunión delhotel Ercilla de Bilbao,diseñaron y propusieron losmediosnecesariospara crear

laorganizaciónGAL…En ese momento me

levanté de mi asiento,hastiado de tanto compadreoconeljuez,ydirigiéndomeaSalaslecontesté:

—Es usted un absurdo ydelata un tono de cretinismoa la hora de formular laspreguntasquelehanindicadosusamigosperiodistasque…

—Siéntesey compórtese,

señorAmedo—medijomuyalteradoeljuezGarzón.

—No me da la gana,estoymejordepie, no tengoque estar sentado porque austed se le ocurra o porquetratedeimponérmelo,nohayningunaleyquemeobligueaestar en la posición que austedleapetezca.

—Lerepitolomismoylerecuerdo que está usted ante

la autoridad judicial, y no leconsiento ningún otrodesafueroenestejuzgado,nome obligue a tomar otrasmedidasmásdrásticas.

—Ya las tenía tomadasantesdequeyo llegaseaquí,sé cuáles son. Quieroterminar esta mamarrachadacuanto antes, quieromarcharmedeaquí.

Garzón agravó su voz y,

con parsimonia y tonosolemne,medijoloquetantodeseaba:

—Señor Amedo, quedausted a disposición de estejuzgadoydecreto su ingresoen prisión incomunicadacomo presunto organizadorde los GAL. Queda ustedpreso.

—Ya contaba con ello.No tiene usted nada que

justifique esta medida. Estárecibiendo órdenes dealguien.

—Solo yo decido lasmedidasquetengoquetomarcon usted, soy el titular deeste juzgado, y no se reitereen su falta de respeto a laautoridad judicial querepresento porque estoy apunto de encausarle pordesacato…

—Metraesincuidado,yame ha encarcelado y nopuede meterme más quedentrodeunacelda.

—Señora secretaria,llame a un agente policialpara que custodie al señorAmedoenlasaladeenfrentehasta que firme el actajudicial.

—No semoleste, no voyafirmarnadadeloqueusted

ha escrito hasta que medemuestre que es cierto.Desde este momento nocuenteconmigoparanada,nome dirija ni la palabra. Memolestaestarensupresencia.

—Llévenselo de aquíinmediatamente.

En ese momentointervino, por primera vez,JorgeArgote:

—Señoría, esto no tiene

sentido.Quierohablarconmicliente.

—Lerecuerdoqueestáensituación de prisiónincomunicada.

—Pero,señoría…—Estábien,puedehablar

consucliente.Ya en la sala de

detenidos,conelpolicíaenlapuerta,Argoteentróuntantoalterado y aparentemente

descompuesto, mientras suayudante Fernández Seguíasistía a Domínguez en suinterrogatorio.

—Este tío está loco, notiene sentido que adopte unamedidatancontundente.Estequiere pillar un filón y tienemiedo de que desaparezcasdelmapa. En el recurso a lasalaestosearregla.

—Sihubiesedeclaradole

habría echado abajo lamayoría de las preguntas.Están pasando cosas muyextrañasdesdehacetiempoytúlosabes.

—¿Qué quieres decir?Sabes de sobra que RafaelVera, el ministro y todo elGobiernoestánpendientesdelo que está sucediendo aquí.Ahora mismo salgo para elministerioadarlescuentade

loquehaocurrido.Manténlacalmaqueestosearregla.

—Notengoclaronada,loúnico cierto es que de aquívoy a la cárcel.Arregla estoo tomaré mis propiasdecisiones, yo no me voy acomer losmuertos de todos,quelotenganbienclaro.Haygentequehaestadofiltrandodeterminados datos para quese llegase a esta situación y

tú sabes muy bien con quéfinalidad.

—Antes de que termineMichelvuelvoaverosconloquemedigaRafaelVera.Meesperolopeor.

Mientras permanecía enaquel habitáculo sombrío,consciente de mi nuevasituación de detenido,pensaba en el sufrimientoque aquella decisión judicial

ibaacausaramispadresyami familia en general.Y enparticular a la mujer queestabaempezandoaconocer.

Sentía una enorme rabiaal recordar la entrega, lainfinidad de sacrificios yriesgosextremosqueduranteveinteañoshabíavividoenlalucha diaria contra ETA. Ensiete ocasiones habíaintentado asesinarme, la

primera en 1973 y la últimaen 1988. Incluso en algunaocasión me había puestocomo cebo de los terroristascuando nos llegabaninformaciones de un posibleatentadocontramí.Tampocodejaba de acordarme de losnumerosos amigos yprofesionales que habíancaído asesinados duranteaquellargorecorrido.

Domínguez aúnpermanecía en el juzgado deGarzón. Su trabajo en losGALhabíaconsistidosoloenacompañarmeadeterminadascitas en las que hacía deintérprete, utilizando suidioma materno, el francés,que yo no dominaba enconversaciones complejas ytécnicas.Aquellaerasuúnicamisión, que obviamente le

daba acceso a conocerplanteamientos delicados,peronuncaadecidirlos.Saliódel juzgado poco después,indignado con la decisióntomada por Garzón deenviarle a prisión. Nunca semereció pasar por aqueltrance. El juez creía queaquel joven funcionario noestaría dispuesto a comerseaquel marrón y terminaría

delatándome. No lo hizojamás.

Se abrió la puerta de lasala y el policía al queGarzón había mandadocustodiarnosnosdijoquenosacompañaba al despacho delsubcomisario Ramón Lillo,viejo conocido. Durante elrecorrido el agente nos fuerelatando que la noticia denuestra detención había

corrido como la pólvora yque todos los compañerosestabanindignados.

Poco después demandarnos a prisión,Garzónhacía público un auto deprisión en el que incluyó unorganigrama que incluía abuena parte de losmercenariosbajominombre,como si yo fuese el jefe detodo el tinglado. Por encima

de mí solo había una granletra:laXdelosGAL.

Másomenoseranlasdosy media de la tarde cuandomarqué el número delteléfono de mis padres. Nopodía evitar que mi alma seencogiesepormomentos.Mesudaban las manos, solopensaba en cómo recibiríanque suhijo tuviesequeviviresa dramática situación,

sobre todo mi madre, quenunca quiso que fuesepolicía. Ella siempre deseóque siguiera con la carreraque había iniciado en laEscuela de PeritosIndustrialesdeBilbao.

Mipadreyahabía tenidoque declarar ante Garzón acuenta de algo relacionadocon su patrimonio familiar.Sinamilanarse,llamóaljuez

laatenciónporcuestionarsusbienes personales, que noeranmásquelosadecuadosauna familia de clase media.Le respondió como semerecía. Fue él quien mecogióelteléfono.

—Yanoshemosenteradode lo que ha hecho esecanalla con vosotros, ¿cómoestás?

—Estoy bien, no os

preocupéispornada,queestose arregla. Estamostranquilos,sabéisqueestoesun asunto de Estado y quealguien tiene que dar la carapor nosotros. ¿Cómo estámamá?

—¿Cómo quieres queesté?Muypreocupadaporti.Sabesqueesunamujermuyentera, pero está afectadadesdequesehaenteradopor

laradiodelanoticia.¿Aquéprisiónosllevan?

—Mira,ahoraestamosenel despachodeRamónLillo,vamos a comer aquí y luegonos lleva él junto a otrosfuncionarios en cochescamuflados a la prisión deLogroño, donde hay unmódulo especial parafuncionarios de la Seguridaddel Estado. Nos están

tratandomuybien.Noestéispreocupados.Unabrazomuyfuerte y vedlo como si nosfuésemos de vacaciones.Pásameconmamá.

—Sé fuerte y resiste, yasabes que cuentas connosotrospara todo.Pronto teiremos a ver. Un fuerteabrazo y haz lo que tengasque hacer. Dale un abrazo aMichel de nuestra parte.

Adiós,hijo,cuídatemucho.Lepasóelauricularami

madre,quelloraba.—Mamá, no llores, ¿eh?

Ni una sola lágrima queestamos muy bien, muytranquilos y muy bientratados, así que ánimo y nodecaigas.

—Hijo, ¿cómo estás?¿Cómo te han hecho eso?¿Porquénodanlacara?Qué

disgusto tengo, tantosacrificioparaqueospaguendeestamaneratanruin…

—Mira, mamá, no tepreocupes,estamosbien,nostratan estupendamente, nosufras, que vamos a saliradelante.

—Sí, hijo, sí… pero eldaño ya está hecho. Todo elmundoseimaginaquiénestádetrás de todo esto. No

decaigáis, no os vengáisabajo. ¿Cómo está Michel?Que lástima, con un hijo tanpequeño lo tiene que estarpasando muy mal, quécanallada…

—Noosdejéis llevarpormuchas tonterías queescuchéis en la tele, en laradio o leáis en losperiódicos,nohagáiscasodeloquedigan,denada.Mamá,

unbesomuyfuerteycuidaosmucho.Siempremeacordarédevosotros.

Sobre las nueve de lanoche llegamos a la prisiónde Logroño, donde habíainstaladas varias cámaras detelevisión que solo pudieroncaptar fugazmente la entradade los vehículos. Era unacárcel relativamente nueva,cuyas dependencias se

encontraban en buenascondiciones. Nuestra celdatenía las dimensionesadecuadasparadospersonas,con dos literas, una mesa yunasillaancladasalsuelo,unlavabo y un servicio. Lasduchas eran comunes.Nuestra ventana enrejadadaba al patio del módulo.Soloseveíaelcieloyloquequisieras imaginar más allá

de aquellos altos y anchosmuros coronados por unagruesa espiral de alambredeespinos.Estábamos rodeadosde hormigón y acero.Instaladoen la litera inferiory antes de conciliar miprimer sueño, me asaltaronlos remordimientos. Estabaencubriendo a un gobiernoquehabíatomadoladecisiónilegal de atacar a ETA. Me

atenazabaeltemoraquenosdejasentirados.

A los dos días, en unavisita especial, de acuerdocon el director del centropenitenciario y fuera delalcance de la vista de otrosfuncionarios, vino a vernosJulián Sancristóbal,acompañado de MiguelPlanchuelo, para pedirnosque estuviésemos callados,

que le acababa de llamarTxiki Benegas de parte deFelipe González paratransmitirlequetodoseibaaarreglar, que en el recursocontraelautodeprisióna lasaladelaAudienciaNacionalse nos pondría en libertadbajo fianza y queposteriormente se bloquearíaelproceso.Que,enelpeordelos casos, el presidente nos

garantizaba el indulto y unfuturoencondiciones.

Argotenoshabía avisadoel día de nuestroencarcelamiento de queGonzález iba a salir en losmedios a dar la cara ennuestra defensa.Así lo hizo,el 29 de julio, y pudimosverlo en televisión y en losperiódicos que nosfacilitaban en la prisión. El

presidente ofreció una ruedade prensa en la que,inevitablemente, lepreguntaron sobre todo porlos GAL. Comenzóasegurando que Amedo yDomínguez«tienenderechoasentirse respaldados por elGobierno de la nación». Enrealidad, lo único quepretendía era que sellásemosnuestroslabios.Nosdejamos

engañarypagamosportodos.Amedidaque avanzaban losaños hubo más promesas,muchas presiones y muchasamenazas.

El tiempo transcurríainexorable, sin soluciones,hasta que nos mentalizamosdequenosíbamosasentarenel banquillo. Teníamos querenunciar a defendernos ycumplir fielmente con

nuestrafuncióndecabezasdeturco,paraqueapartirde lasentencia quedasenbloqueadas lasresponsabilidades políticas yyo pasara a la historia comoel máximo dirigente de losGAL. Aunque no se locreyese nadie, oficialmenteeraasí.

Para instarnos a cumplirel pacto de silencio, el

presidentenostransmitióunanuevapromesa.Pormediodelos abogados de Interior,Jorge Argote y GonzaloCasado,queahoraeraelqueformalmente ejercía nuestradefensa,nosllegóelmensajede siempre: una vezcelebrado el juicio seríamosinmediatamenteindultados.

La vista oral diocomienzo el día 10 de junio

de 1991, entre una granexpectación mediática eimportantes medidas deseguridad. Estabanacreditadosvarioscentenaresde periodistas de todo elmundo. Nos recogían todoslos días en helicóptero en elcuartel de los GEO deGuadalajara,desdedondenostrasportaban hasta el parquemóvilde laGuardiaCivilen

Madrid y, de ahí, en cochesblindados hasta laAudienciaNacional.

Una vez finalizado eljuicio, el presidente deltribunal, el magistrado JoséAntonio Jiménez Alfaro,llamóel24dejulioaRafaelVera, asegurándole que lasalaibaafirmarnuestroautode libertad para quesaliésemos de prisión al día

siguiente. Así nos lotrasmitió Gonzalo Casado.En horas, sin embargo, todocambió. Tiempo despuésVera le dijo a uno de misfamiliares que algún día sesabrá quién impuso lacondena y que FelipeGonzález le garantizaba elindulto.Otravez.

Fuimos condenados aciento ocho años y ocho

meses de prisión por lainducción al asesinato decincomiembrosdeETA.Losmontajes de Garzón parahacernos cargar con lamuerte de García Goena,afortunadamente, noprosperaron.Lasentenciafuerecurrida al TribunalSupremo, que en pocosmeses, exactamente enfebrero de 1992, hizo firme

la condena.Nos rogaron queno recurriésemos alConstitucional para noretrasar el indulto. Picamosel anzuelo. Porque, porsupuesto,nuncallegó.

El 24 de septiembre de1992 el secretario de Estadopara Asuntos Penitenciarios,AntonioAsunción, siguiendoinstrucciones del Gobierno,nos visitó en la prisión de

Guadalajara y estuvimosconversando durante hora ymedia.Vinoaexplicarnoselcalendario que nos ofrecíanpara salir de prisión. Llegóacompañado por el directorde la cárcel, ValerianoGutiérrez, y por un coroneldelaGuardiaCivil.Alentraren el despacho delfuncionario encargado delmódulo, Asunción me

preguntó si teníainconveniente en llevar acabo la entrevista enpresencia del oficial delInstituto Armado. Lerespondí que era preferiblequenosviésemosasolas.Asíqueelcoronelyeldirectorsequedaron fuera y,transcurridos unos minutos,cuandoaúnno lehabíadadotiempomás que a romper el

hielo,leseñaléfijamenteconeldedoyledije:

—Noteolvidesnuncadeque nosotros no somos losGAL;losGALsoisvosotros.

—No he venido a hablardeeso.

Me contestómuy pálido,nervioso. Y comenzó adivagar, tratando de serenarla reunión, diciendo que noestaba allí por iniciativa

propia,queacudíaennombredel Gobierno paragarantizarnos que enNavidades de ese añosaldríamos con un permisopenitenciario; en enero de1993, con otro; en abril nosconcederíaneltercergradoy,después de las eleccionesgeneralesdejunio,elindulto.

—Con el tiempo quelleváis aquí no creo que sea

mucho pedir que aguantéisunos meses más, estamos afinalesdeseptiembreyyanoquedamucho.

—Precisamente por eltiempo que llevamos aquídentro estamos hasta loscojonesdeaguantarmentiras,falsas promesas, presiones yde tenerqueacarrearcon lasresponsabilidadesde todoungobierno.

—Habéis tenido quedesempeñar una complejasituacióndeEstado.Entiendoque habéis dejadomucho enesto y el Gobierno os loagradece,poresoesperoqueencontréis otro tipo decompensaciones.

—¿Qué garantías hay deque nos den el tercer gradoenabril?

—Os lo juro.Elministro

deJusticiamehapedidoqueos garantice lo que os acabode decir. Será tal y como oslo he expuesto. Si no secumple punto por punto, yomismo vendré a pasar lasNavidades con vosotros enprisión.

Fueunnuevofiasco,nadade lo que nos dijo secumplió. La cuestión eraentretenernoshastaencontrar

el momento político idóneo.Y, mientras tanto, nuevaspromesas, más presiones,másconjeturasy,sobretodo,másprisión.Anteelbloqueodelasituación,enfebrerode1993decidípasaralataqueyleremitíaAntonioAsunciónuna carta en la que lemostraba el esquema dedireccióndelosGAL,conlosnombresyapellidosdetodos

los responsables políticos yoperativos. Cundió el pánicoenelGobierno.

Decidimos una nuevaestrategia.Paraesodimosunpaso arriesgado. Domínguezy yo llegamos a un acuerdo.Teníamos que utilizar aBaltasar Garzón. Debíamosestimular su adrenalina. Enaquellos momentosdesconocíamos que el juez

estrella ya había decididoalimentar sus ambiciones ydar el paso a la política.Nuestroproyectofacilitóquenos enterásemos de esosplanes de Garzón inclusoantes que destacados líderesdel PSOE. Puesto que elsuperjuez sabía bien que lasresponsabilidades deDomínguez en la trama delos GAL eran mínimas,

decidimos que solicitase unaentrevista con él por mediodelabogadoJorgeManrique.Pensamos que, si aceptabaesareunión, lacitación ibaatrascender y el Gobierno severía comprometido a tomaralgunainiciativa.

El 20 de abril de 1993ManriqueacudióaldespachodeGarzón.Eljueznolodudóni un segundo. Le dijo al

abogado que iba a disponerque Michel fuese conducidocon la máxima discreción asu juzgado a las cinco de latarde del día siguiente. Paraese fin, ordenaría que dosfuncionarios policiales de suconfianza lo hiciesen con elmáximo sigilo y cuando nohubiera nadie en el juzgado.La entrevista tenía quellevarse a cabo lo antes

posible,ledijo.CuandoDomínguez llegó

a la Audiencia Nacional lospolicías dependientes deljuez lo introdujeron en eledificio por el sótano, dondese encuentran los calabozos,sin que se registrase suentrada en ningún librooficial.Todo se llevóa cabode forma clandestina. Hastala salida de la prisión de

Guadalajara fue irregular.Los condenados en firmedependenexclusivamentedeljuez de VigilanciaPenitenciaria,aquienGarzónjamás informó de sumaniobra. En la cárcel nopusieron ningún obstáculo,aun sabiendo que aquelprocedimiento era ilegal.Pero como lo solicitaba eljuezdemoda,accedieronsin

dificultad.La conversación tuvo

lugar sin que se levantaseactadesucontenidoysin lapresencia del MinisterioFiscal. Garzón le dijo aMichel que estaría dispuestoa solucionar su problema sile contaba todo lo que sabíasobre el secuestro deSegundo Marey, el únicocasodel quemi subordinado

podía dar detalles sobre laimplicación de dirigentespolíticos. Sin ningún tipo degarantía procesal le indicóquenoseríanecesarioquelemanifestase de viva vozquiénes estaban implicados,que él le iría mencionandonombresyque, si guardabanrelación con el secuestro,asintiera con la cabeza.Y leadvirtió de que no se iba a

reflejarporescritonadadeloque allí se hablase. Garzóncomenzó a mencionar losnombres de quienes suponíaque estábamos vinculados alsecuestro y Domínguezcallaba,enelsobreentendidode que, al no negar laparticipación de JoséBarrionuevo, Rafael Vera,Julián Sancristóbal y losdemás,estabaasintiendo.

Cuando el superjuezestimóqueya sabía bastantese sintió reconfortado: podíaamenazar con tirar de aquelhilo.Ahora sabía de manerafehacientequeelgobiernodeFelipeGonzálezestabadetrásde los GAL, pero no iba aactuarinmediatamente,ahorateníaotrasmetas.

SobrelassietedelatardeGarzónlesrogóaMichelya

JorgeManrique que saliesendel despacho mientras élhacíaunallamadatelefónica.Alosveinteminutosleshizoentrar nuevamente. El juezles dijo entonces que ya nohabía que contar nada, quehabíaquemantenerelsecretosobre lo hablado, que no sepodía descubrir nada sobrelos GAL, que acababa dehablarconFelipeGonzálezy

había acordado presentarse alas elecciones generales deaquelañoporelPSOE,comonúmerodosporMadrid,justopor detrás del presidente delGobierno, y que este lenombraría ministro delInterior, puesto desde el quearreglaríanuestrasituación.

Nosalíandesuasombro.Garzónyahabíasolicitadolaexcedencia de la carrera

judicial para pasarse a lapolítica y estaba utilizandosu cargo de juez, aunque enrealidad ya no lo era, parasonsacar la verdad de losGALyutilizarlaenundoblesentido: venderle el favor aFelipeGonzálezy, almismotiempo, someterlo a toda lapresión. Michel permanecíadesbordado, asimilando loque estaba escuchando. Al

final, ante la insistencia deGarzón, contestó queesperaba que ayudase aarreglar su situación, aunquetodos, políticos y jueces, leparecían unos oportunistas.El juez le respondió queintentase comprender que setrataba de un asunto queafectaba a la estabilidad delEstado y que había quebuscar una salida que fuese

satisfactoriaparatodos.Unos quince días más

tarde de aquella entrevista,alguien se la filtró al diarioEl Mundo y MelchorMiralles publicó durantecuatrodíasconsecutivos,conlos titulares más destacados,la historia del encuentro,dando lugar a un escándalo.GarzónllamóalletradoJorgeManrique para que se

prestase a formalizar unadiligencia judicial en la queafirmara que el día 21 deabril Domínguez habíaacudido a su juzgado paratratar del caso Marey, peroque finalmente no se habíaefectuado ningunadeclaración.Al pie figuró lafirma de su amigo CarlosBueren, puesto que él ya seencontraba excedente de la

carrera judicial. Y a Michelle cambiaron el nombre porMiguel, para que pasaradesapercibido. El presidentede la Audiencia Nacional,ClementeAuger,llegóaabrirun expediente paradeterminar si había existidoalguna anomalía en la formade proceder de Garzón, peroluego lo archivó sin haceraveriguaciones.

Casualmente el mismodía que tenía lugar laentrevista entre el superjuezy Michel yo me encontrabapor primera vez fuera deprisión con un permisoextraordinario para asistir auna grave intervenciónquirúrgica de un familiarmuy próximo. Al díasiguiente, por la mañana,mientrasmeencontrabaenla

clínica,sonóelteléfonodelahabitación y al otro ladohablaba Juan de Justo,secretario particular deRafael Vera. Con una vozmuy preocupada mecomunicó que AntonioAsunción ya les había dichoque Domínguez se habíareunido en secreto conGarzónyqueesopodíatraergraves problemas para el

Gobierno.Yo,queyaconocíadesde

primerahoralasrevelacionesque el juez le había hecho aMichel, me hice elsorprendido ante loscomentariosdeJuandeJusto.Le dije que no sabía nada,pero que ellos eran losresponsablesdequesediesensituaciones anormales. Elsecretario de Vera me rogó

que, cuando volviera aprisión, hablase conDomínguez y tratara decontrolarle.

Estaba claro que enInterior desconocían elacuerdoalquehabíanllegadoFelipe González y BaltasarGarzón. Por otra parte pudecomprobar la gran tensiónque había causado aquellareunión. Nuestro plan había

surtido los efectos queesperábamos, aunque tendríaconsecuencias nefastas parael Gobierno a medio plazo,yaqueelpresidentetratóconabsoluto desprecio alengreído juez durante superiplopolítico, defraudandosusexpectativasdepoder.

Regresé a la cárcel el 23de abril y, dos días después,como mi familiar seguía

hospitalizado, meconcedieron otro permisoextraordinario. Durante elmismomellamónuevamenteJuandeJustoparainteresarsepor si había hablado conmisubordinado y si teníacontroladalasituación.Tratéde crearle mayorincertidumbre, diciéndoleque Michel me habíaasegurado que el paso que

había dado era una decisiónpersonal de la que no queríacomentar nada. En esemismo instanteDe Justo, untanto alarmado, me indicóque el fiscal general delEstado,EligioHernández,meiba a llamar a lo largo de lamañana. Poco tiempodespués volvió a sonar elteléfonoy,efectivamente,eraél. Me hablaba como si nos

conociésemosdetodalaviday me tuteaba, aunque yo nisiquiera le había visto nuncani, por supuesto, habíahabladojamásconél.Estabaclaro que quería unacercamiento distendido. Alo largo de la conversaciónme convocó para unencuentroenpersona.

A media tarde me llamóJulián Sancristóbal para

informarmedequepasaría arecogermeaprimerahoradela mañana del día siguienteparaacudirareunirnosconelfiscal general. Pensaba queaquellacitasellevaríaacaboen un lugar discreto. Misorpresa fue mayúsculacuando observé que elvehículo de Sancristóbalhabía aparcado frente a lapuertade laFiscalíaGeneral

del Estado. Le pregunté quesi estaban locos. Conabsoluta tranquilidad meafirmó que no debíapreocuparme y pasamos aledificio.

Nos sentamos en unaantesalapróximaaldespachode Eligio Hernández, que enese momento presidía unajunta de fiscales y, mientrasesperábamos, le dije

absolutamente convencido aSancristóbal que dentro deunos días aquello seríaportada deEl Mundo. Pocodespuésseabriólapuertadeldespacho y salieronnumerosos funcionarios delMinisterio Público, que nosmiraronatónitos,muchomáscuando escucharon al fiscalgeneral llamarnos para queentráramos.

Durante la conversaciónEligio Hernández, quepermanecía sentado en elmismosofáqueyo,dándomemanotazosenlaspiernasconuna confianza que medescolocaba, me advirtió deque no se le ocurriese hacernada a Domínguez, puestoque una actuación que sedesmarcara de la líneatrazada por los responsables

políticos podía tener unasconsecuencias imprevisiblesque implicaría muchosriesgos para el Gobierno.Insistió en que debíamos serconsecuentesconlarazóndeEstado que encubríamos ynos garantizó, en nombrepropioyeneldelpresidente,quedespuésdelaseleccionesgenerales todo quedabaarreglado. Incluso llegó a

afirmarque,momentosantesde nuestra llegada, le habíallamado el presidente de laSala Segunda del Supremo,José Augusto de Vega, paraavisarle de que el tribunalfirmaría el 7 de junio elinforme correspondiente anuestroindultoparcial.

A partir de esemomentose refirió en exclusiva aBaltasar Garzón: que se

tratabadeunodelosmayoresfarsantes que ejercen lajudicatura,queeraunpésimoinstructor y que tenía unaambición sin límites.También dijo que si movíaun solo dedo a partir de laentrevista con Michel se locomía«conpatatasfritas»,almismo tiempo que señalabaun cajón de su mesa dondeaseguró que guardaba unas

cintas con distintasgrabacionesaljuezdurantelainstrucción del sumario delosGALen lasquequedaríademostrada la ilegalidad delprocedimiento. Resultabaobvio que él tambiéndesconocía el destino queFelipeGonzálezleibaadaraGarzón en las listaselectorales del PSOE.Minutos después de la

entrevista en la FiscalíaGeneral,sehacíapúblico.

Díasmás tardeElMundoabríaacincocolumnasconlanoticia de mi reunión conEligio Hernández enpresencia de JuliánSancristóbal, con elconsiguienterevuelo.

El 6 de junio el PSOEvolvióaganarlaselecciones,aunque mucho más

ajustadamente que en otrasocasiones. Baltasar Garzónya era diputado, aunque nofue nombrado ministro delInterior. En ese cargocontinuóJoséLuisCorcuera,y Rafael Vera comosecretario de Estado.Nosotros no fuimosindultados. Ya no sabíancómoapaciguarnos.

El 30 de junio José Luis

Corcueracitóensudespachoaunodemis familiaresparainformarle de que no era elmomento más oportuno, porlos pactos que su partidotenía con los nacionalistasvascos, pero que en laprimera semana del mes dejulio se nos concedería eltercer grado y, cuatromesesmástarde,elindulto.JuandeJusto me llamó al centro

penitenciario paraconfirmarme la decisión.Mientras, Garzón, resentido,retomólasreunionessecretascon Jorge Manrique paraconocer las intenciones deMichel y ejercer un ciertocontrolsobreél.

Hasta el 30 de abril de1994,cuandodimiteelnuevoministrodelInterior,AntonioAsunción, para asumir

responsabilidadesporlafugadel exdirector general de laGuardia Civil, Luis Roldán,eljuezquesehabíapasadoala política aún guardaba laesperanza de ocupar algúndía esa cartera ministerial.Pero no: González prefirióque Juan Alberto Belloch,con similares ambicionespolíticas, fuese al mismotiempoministrodeJusticiay

de Interior. Antes de tomarposesión de la cartera,Belloch mandó a su futurasecretaria de Estado,Margarita Robles, que lepidiera aGarzón la dimisiónde su cargo en el PlanNacional sobre Drogas. Eljuez estrella respondió a sucompañera que hasta hacíaun rato tenía noticias de queibaasernombradosecretario

deEstadodeInterior.Robles,sin la más mínimacontemplación, le dijo queera cierto, pero que laestructura del ministeriohabía cambiado. Que lasecretariadeEstadoeraella.AGarzónnolequedabaotrocaminoqueeldeladimisióny el regreso a su juzgado.Felipe González se habíareídodeély lohabíadejado

enridículo.El 9 de mayo, rodeado

por una nube de cámaras detelevisión y fotógrafos,compareció ante la prensapara aclarar las razones quele habían llevado a dimitircomo delegado del PlanNacional sobre Drogas ycomo diputado. Se quejó dequeFelipeGonzálezlehabíaengañado y de que su única

intención fue utilizarlo paraganar laselecciones.Que laspromesasde lucharcontra lacorrupción y la regeneracióndemocrática no se habíancumplido por la desidia delpresidentedelGobierno.

Ya que Belloch era elprimer ministro del Interiorque no había formado partede los gobiernos queorganizaron los GAL ni de

los que luego intentarontaparlos, decidí enviarle elorganigrama del grupocontraterrorista, para ponerleal día de quiénes habíantomado las decisionespolíticas y quiénes noshabíamos limitado aejecutarlas. El superministrotenía entonces la siguientealternativa: presentar en eljuzgado de guardia la

documentación que yo lehabíaremitido,obienpasaraformar parte del distinguidoclub del encubrimiento.Como me temía, optó porestaúltimaposibilidad.

Pero aquello surtió susefectos. Al poco tiempollamó al abogado queoficialmentemerepresentabapara rogarle que no leremitieramásdocumentación

de aquellas características,queelmerohechodequeselas enviase le ponía muynervioso. Le dijo que setrataba de una cuestión deEstadoquesehallabaenvíasde solución. Y le mostró lacopia impresa de laconcesión del tercer gradopenitenciario,queremitiríaala prisión de Guadalajara encuanto el Gobierno lo

anunciase en los medios decomunicación.

Por fin Felipe Gonzálezapareció en televisiónafirmando que se nosconcedíaeltercergrado.Así,en la madrugada del 26 dejulio de 1994 salimos de lacárcel, ahoras intempestivasparaevitaralaprensa.Sirviódepoco:losprimerosdíasensemilibertad fueron

agobiantes. En todos losmedios de comunicacióndistintos personajescriticaban que nos pusieranen la calle. EspecialmentedurosfuerondesdeelPartidoNacionalistaVasco.

Discretamente, en undespacho de la AudienciaNacional,alguienrumiabayala venganza que haría pagaral Gobierno su

responsabilidad política porlosGAL.

XI.ENMANOSDELJUEZESTRELLA

Cuando Garzón dejódefinitivamente la política,muy poca gente sabía quetenía guardado un as en lamanga. Su amigo el fiscalIgnacio Gordillo había

presentado en julio de 1993,de forma inopinada, unadenunciaenlaquereclamabaa Francia la documentacióndel sumario por el secuestrode Segundo Marey, del quenadie se acordaba y del quenosehabíapracticadoniunasoladiligenciaenEspaña.Lainiciativa,muypocodespuésde que Felipe Gonzálezratificase a Corcuera como

ministro del Interior ymarginara por primera vez aGarzón a un puesto desegunda fila, evitó laprescripción de los hechos yle daba al superjuez laoportunidad de utilizarprovechosamente lainformación que le habíaproporcionado MichelDomínguez en aquella citaclandestina.

Ya en la segunda mitadde 1994, después de quesaliésemos de prisión,comenzaron a circularrumores sobre la posiblevenganza de Garzón y mellamóJuliánSancristóbal.Noacudía laprimeracita,enelhotel Sanvy de la plaza deColóndeMadrid.Lasegundase llevó a cabo en el pubCóndordePozueloylagrabé

íntegramente. El exnúmerodosdeInteriorcriticóelerrorpolítico de Felipe Gonzálezal nombrar ministro delInterior a Juan AlbertoBelloch, con el que él habíatenido enfrentamientos en1983,cuandoesteerajuezenBilbao y aquel gobernadorcivil de Vizcaya. Pero lomejor fue esta perla deSancristóbal:

—¿Es que FelipeGonzález va a permitirreventar el tema, estando élen la línea directa? Joder,porque aquí estás tú, peroestábamostodos…

—Hombre,claro…—Estábamos todos. No

sepuedequitarniVeradeenmedio,ninadie…

Su objetivo era conocermi disposición. Insistió en

que había que mantenersecallados con el manidoargumentodeque,comobiensabía, se trataba de undelicado asunto de Estadoque implicaba al presidentedelGobierno.Noledipistas.Solo le recordé tantos añosdepromesasincumplidas.

El21deoctubrede1994,de forma sorpresiva, Garzóndictó un auto en el que

solicitaba a un juez concretode Suiza, Paul Perrodain,información sobre cuentasabiertas en aquel país porMichelDomínguez,opormí,o por alguno de nuestrosallegados, relacionadas conlos GAL. Era evidente quehabía obtenido de maneraextrajudicial datos que lepermitíanahorasometernosachantaje. Amenazaba así

veladamenteconencarcelaranuestras esposas, titularesdeaquellas cuentas. Dossemanasdespués, sinmotivoaparente, reabrió el sumariopor los asesinatos delMonbar,enelquehacíamásdetresañosquenosemovíani una hoja, para echarmeencima toda la presión. Unode los mercenarios, PierreFrugoli, había creído

identificarme en unreconocimiento fotográficoque se había llevado a caboen1987.

El 29 de noviembre de1994,porlatarde,nosvimosconManrique para ponernosal corriente de unaconversaciónquehorasanteshabía sostenido con BaltasarGarzón.Nosdijoqueel jueznos esperaba dos días

después,alasseisdelatarde,en la Audiencia Nacional,queteníamosqueentrarenelvehículo del abogado por elgarajedelasedejudicial,sinregistrarnos, y desde ahísubir en el ascensordirectamenteasujuzgado.Setrataba de echar abajo alGobierno implicándolodirectamente en el secuestrodeSegundoMarey.Manrique

no tenía ningún dilema. Suconclusión eramuy clara, eljuez había trazado unaslíneasyunaspautasa seguiren el sumario por el casoMarey en las que no nosdejaba espacio para caminarpor otro recorrido que nofuese el suyo. No veía otrasalida a la emboscada quenos había tendido que nofuese aceptar las reglas que

Garzónimponía.El1dediciembreíbamos

a retroceder en el tiempo.Antes de acudir de nuevo aldespachodeBaltasarGarzón,paramos en el Parque delOeste y dimos un sinfín devueltas. Era casi de nochecuando nos introdujimos porlos sótanos de la AudienciaNacional. Todo estabapreparadoparaquenadienos

interceptase a la entrada, nidurante el recorrido hacianuestrodestino,comohabíanacordadoeljuezyManrique.Aproveché, discretamente,paraintroducirunagrabadoraocultaentremisropasconlaque registré todo elencuentro.

Entramos y le miré defrente. Con cinismo, Garzónmedijoquemeveíaconmuy

buenacaradespuésde tantosaños sin vernos y mepreguntópormimujerypormispadres.Sinruboradmitióque, por la conversaciónclandestina que habíamantenido con Domínguezenabrilde1993,conocía lasclavesdelsecuestro,peroquelefaltabanlaspruebas.Ynosadvirtiódequenosmeteríaanosotros en la cárcel por el

sumario del Monbar y anuestras esposas por lacuentas en Suiza si noimplicábamos al Gobierno.No se cortaba un pelo alreferirse a Felipe González.Me decía que yo tenía queestar al corriente desde elcomienzo de las actividadesde los GAL de hechos quenecesariamente lecomprometiesen. «Tenemos

queiraporél»,insistía.—No sé si es usted

consciente de que desde queheentradoensudespacholoúnico que ha hecho esamenazarme para queparticipe en una venganzapolítica…

—No siga por esecamino, no siga, no estoyamenazando. Les estoydiciendo lo quepiensohacer

yloquelespuedepasarsinocuentan la verdad, les estoyhaciendo un favor aladvertirles de las gravesconsecuencias que paraustedes puede implicar lafalta de colaboración con lajusticia.

—Si no me deja hablarme voy directamente aljuzgado de guardia y quedecidan allí si lo que hace

usted es legal o es lo quepienso yo. Lo que pretendehacer con nosotros no esjusticia, es una caceríapolítica…

—Nopuededemostrar loqueestádiciendoyyosívoya poder probar lo que tengocontra usted. Atrévase ahacer lo que dice y verádónde se mete. Esto es muysencillo: o conmigoo contra

mí. Usted verá lo que leinteresa más. No le quedamás remedio que protegerse,de lo contrario se va aacordartodalavida.

—¿Quétieneustedcontramí? Cuando iba a entrar enpolítica no quería quehablásemos, se convirtió encómplicedeFelipeGonzález.Es usted un corrupto. ¿Porquénoestáaquíelfiscal?

—Mire, señor Amedo,sabe de sobra que no sepuede levantar diligenciaalguna sobre lo que estamostratando. Es una simpleconversación informal queme han solicitadoDomínguezysuabogado;yono sabíaqueustedno estabade acuerdo en participar enella…

—Un momento, un

momento.Yoenningúncasohe solicitado hablar conusted, porque entre otrascosasme da asco. ¿Vosotrosle habéis dicho a estesinvergüenza que queríahablarconél?

Garzón no dejó contestaraManriqueniaMichel:

—No sé si me heexplicado mal o usted noquiere percatarse de la

situación. Domínguez y suabogado creo que laentienden y usted pretendealejarsede la realidad,yporese camino solo se va a unlugar en el que ya ha estadodurante varios años, porculpadeotros,ynocreoquele resulte agradable volver.Ahora bien, si sigueinsultándome, si continúanegándose a colaborar en el

esclarecimientodelaverdad,tomaré contra usted y suesposa las medidas queestimeoportunas,avercómose lo explica. ¿Me haentendido?Piénselobien.Notienemásqueunasalida.

—Con gentuza comousted hay que acabar cuantoantes. Cuando dimitió comodiputado sabía que iba a irpor este camino, estaba

seguro. ¿Qué es lo quequiere?

—Mire,conrespectoaloque les decía el año pasadocuandomepaséalapolítica,aquello forma parte de otrostiempos,con locualnodebeser usted indiscreto en esesentido. Ahora se pone deeste lado —dijo,indicándome el sitio queocupaba en su mesa— o ya

sabe: de nuevo a prisión yesta vez en compañía de sumujer. ¿Lehan indultado losque le dieron las órdenes?No. Pues a por ellos junto amí. Vamos a ser claros: siustedseenfrentaaloquehoyendíaestá sobre lamesa,esdecir, si cuenta lo que tieneque contar, yo mecomprometo a respetar a susmujeres para que no tengan

un solo problema a lo largodelacausa.Amíeldinerodeesas cuentas me trae sincuidado, lo pueden sacarantes de que llegue lacomisión rogatoria aGinebra. Además les aplicolafiguradetestigoprotegidopara que no tengan quedormir en prisión y llevenescolta permanente. En fin,todo lo que sea necesario

para facilitarles su nuevasituación, ¿le parece bien?¿Hay alguna otra cosa quepueda hacer? ¿Se le ocurrealgo en lo que no hayapensadoyo?

—Usted ha pensado entodo,porloqueveo.Novaaser muy creíble que derepente haya decididocolaborar con la justicia porlas buenas, así, porque de

repenteme ha dado un flashymehearrepentido.

—Mire, yo no infrinjoninguna norma legal, lo quehago es interpretar y aplicarla ley desde una perspectivamuy personal, y hay queverloasíynodeotramanera.Pensará que soy un hijo deputa,peronotieneotrasalidaque caminar de mi mano,romper de inmediato y

colaborar. Tengo retenida lacomisión rogatoriaaSuizayno puedo hacerlo por mástiempo. Si no lo hace, ya lehe dicho lo que le puedepasar a su esposa, peroademás a usted le iríaabriendosucesivossumarios.¿Sabe usted que en elsumariodelcasoMonbarhaycuatro miembros de ETAasesinados y una comisión

rogatoria a Francia? PierreFrugoli le reconoció comoquien le contrató para llevaracaboaquelatentado.Nomeresultaría nada complicadoprocesarle por la acciónmásgraveejecutadaporlosGAL,con lo que eso podríaconllevar para usted y sufuturo carcelario. Nadabueno,porsupuesto.

—Es un hipócrita. Mire,

si yo no colaboro me va atocar loscojonestodoloquepueda, pero sin mí noconsigue nada. ¿Qué le va adecirMichel?Siyoloniego,notienenadaquehacer,élnotiene pruebas de nada.¿Quién va a apoyar susacusaciones? ¿O piensa quealguien lo va a hacer? Noamenacetanto,novayaaserque le salga el tiro por la

culata y los problemas lostengausted.

—Te voy a decir unacosa,Amedo: sé que no metienes ninguna simpatía, loentiendo, eso no mepreocupa.Posiblementesiyoestuvieseentulugarpensaríalo mismo, sé que te estásexplayando.Peromira,yonoquiero jodertenia ti,nia tumujer, vosotros ya habéis

pagadobastanteduranteestosaños por lo que os hanordenado hacer los políticos,que en definitiva os handejado tirados. ¿Qué lesdebéis? Nada; os hanengañado, como a mí. Lológico es que unamosnuestrasfuerzasyvayamosapor ellos sin remordimiento.Si no, se van a reír denosotrostodasuvida.¿Teha

merecido la pena estar en lacárcel durante todo estetiempo tapando susresponsabilidades? ¿No tedas cuenta de que te hanutilizado para librarse detodo? Mientras vosotroshabéis estado presos, elloshan saqueado los fondosreservados y se han hechoricos, se han posicionadoparaelrestodesusvidasyya

no quieren saber nada devosotros, os han dejadotirados, no os han indultado.¿No te jode tener que ir adormir a la cárcel duranteaños?Oshanamenazadoconlevantaros el tercer gradopara que no habléis con laprensa ni deis un paso enfalso. A eso, ¿cómo lollamas? Te van a estarpresionando hasta que

termines la condenademalamanera y después, nada denada, no tendrás ningunaoportunidad de resarcirte.¿Vas a dejar que sedescojonen de ti? Si no tedecidesairaporellostevasa arrepentir toda tu vida. Sime ayudas, te ayudo; si no,yasabes.¿Quémedices?

—Amenazas he recibidodetodos,estáclaro,y loque

másmejodeesquenuncaseacaban, ahora usted. Tienerazón con respecto a que noles debo nada, todo locontrario, pero a ustedtampocoledebonadayahorame pone en una situaciónlímitequetambiéntendrásusconsecuencias,ynocreoquesean muy agradables. Tengoquepensarlo.

—Bueno, te doy unos

días para que pienses sideseas volver a la cárcel.Para que estudies si teapeteceque teencausecomoúnico responsable delatentado delMonbar. Te vasaencontrarconunasituaciónmuy complicada. ¿Crees quete merece la pena seguirencubriendo a los auténticosresponsables? Y no te digonadacuandomeveaobligado

a tomar medidas contra tumujer. ¿Cómo soportaría laprisión? ¿Qué pensaría sufamilia sobre tucomportamiento? Nadie meva a poder reprochar nada,aunque después se averigüeque no tienenresponsabilidades,perohastaque llegue esemomento vana pasar un muy mal trago.¿Crees que merece la pena

llegaraesasituación?Entusmanosestáquetodovayaporotro camino bien distinto.Sinceramente, ¿no teproduciríasatisfacciónverenla cárcel a los que te handejadotirado?

—Supongo que no mequeda otra alternativa. Peroencualquier caso, si lohagoserá en contra de mivoluntad, tengo que darle

vueltas. Es usted unespecialistaen llevarelaguaa su terreno. Quien tiene lasarténcogidaporelmangoesusted.

Aquella reunión no teníamás objetivo que el deconvencerme de que meadhiriese a un planproyectadopormáspersonasde las que siquiera meimaginaba. Garzón lo

encabezaba, pero respaldadopor otros poderes conintereses de mayor alcanceque la simple venganza.Desde un principio entendíque no iba a ser nada fácilresistirse.El proyecto era detalcaladopolíticoqueseríancapaces de cualquiermaniobra para llevarlo hastaelfinal.Sidenunciabaloqueme estaba sucediendo,

aunque tuviese lasgrabaciones, nadie me iba arespaldar.

Ni Manrique niDomínguez pusieronobjeciones a Garzón, apenasparticiparon en laconversación. De susreuniones anteriores con eljuez ya habían sacado lasconclusiones necesarias parano complicarse más la vida.

Michelloteníadecididoynoquería que yo le dejasetirado:élsolonopodíasacaradelante los planes deGarzón.

El9dediciembreel juezestrella convocó a las ochodelanocheanuestroletradoen el restaurante La Gitana,de Pozuelo de Alarcón.Mientras, Domínguez y yoesperábamos en Casa Luis.

Amboslocalesdistabanentresí unos cien metros, queManrique tuvo que recorreren distintas ocasiones paraintercambiar mensajes.Garzón quería que diésemosel paso cuanto antes paramantener el control en sedejudicial y también en lapropagandística,porqueyasehabíacoordinadoconalgunosmediosdecomunicación.De

lo contrario, actuaría contramí.

Mi decisión estabatomada,aunquefingíaseguirresistiéndome a los deseosdel juez. Quería llevarlehasta el límite. Ante miactitud,Domínguez se sentíadesorientado.AManrique leexigí que se asegurase biende las garantías que nosofrecía y que se

comprometieraahacerelusomínimo indispensable de lasdeclaraciones de nuestrasesposas con respecto a lascuentas suizas. El abogadoregresó a La Gitana y, a suvuelta,medijoqueeljuezlehabía jurado que estabadispuesto a darme toda laprotección que necesitase alolargodelprocedimiento.

—Exígelequeteliberede

tusecretoprofesionalbajosupalabra de honor, para quepuedas ejercer como testigode sus compromisospúblicamente.

Manrique regresó dandola sensación de estarsatisfecho.Me confirmó queGarzón había accedido acuantose lesolicitabay,porsupuesto, a que él ejerciesecomogarante de aquel pacto

maldito. Me reiteró que lehabía insistidoenquenomeiba a arrepentir de midecisión, precisándome elcalendario procesal que elsuperjuez había diseñadopara los próximos días.GarzónleinsistióaManriqueen que tenía que asumir mipapel de arrepentido en todasu amplitud, eradeterminanteparaelproceso.

Tenía que traicionarme amímismo,clavarmeunpuñalenel corazón, así lo sentía yo.De otra manera el juez nopodía justificar la reaperturadel procedimiento, noexistían elementos objetivospara ponerse a investigarsobre el secuestro deSegundoMarey ni sobre losGAL en general si notravestíamos mi

comparecencia forzada deunadeclaraciónespontáneayvoluntaria.

Garzón tenía tantascosasprevistasquehastaseatrevióa confesarle aManrique queyaseencargaríaéldequelossubordinados políticos delpresidente le delatasendespués de encarcelarlos yembargarles sus bienes.Incluso le reconoció que

sentía una especialanimadversión hacía elexministro del Interior JoséLuis Corcuera y suexsecretariodeEstadoRafaelVera, los enemigos que másse habían esforzado encerrarle el paso en elGobierno.

El viernes 16 dediciembre, por la tarde,accedimos a la Audiencia

Nacional de nuevo por elgaraje en el coche de JorgeManrique, en secreto, con lasedejudicialvacía.Yofuielprimero en comparecer. Elletrado me recordó antes deentrar las últimasinstrucciones que le habíadadoGarzón, refiriéndoseenconcreto a que manifestaseclaramente que comparecíade forma voluntaria y en

calidad de arrepentido.También me indicó que enesta primera declaraciónfuese detallado y muyconcisoalrelatarcómofueelsecuestrodeSegundoMarey,especialmente cuando dieralos nombres de losresponsables políticos ypoliciales y precisara cuálfue su participación, deforma que el juez pudiese

preparar las órdenes dedetencióndetodosellosparaellunes19dediciembre.Porúltimo me pidió que noolvidara mencionar a LuisRoldán, que cuando Mareyfue capturado era delegadodel Gobierno en Navarra,para que así Garzón tuvierauna excusa para citarle aljuzgado y se despachase agusto.

Despuésdequemeleyesemisderechosyde losdemásformulismos legales,comencé afirmando queasistía por propia voluntad.Garzón me hizo repetir envarias ocasiones que estabaallí porque yo quería y soloporeso.

El momento másimportantedemideclaraciónse produjo con la entrega de

un documento que guardédurante años y quemetía dellenoalGobiernoyalPartidoSocialista en los GAL: lanota manuscrita dereivindicación del secuestro,escrita de puño y letra deRicardo García DamboreneayJuliánSancristóbal:

«Escuche. Le hablo delsecuestrodeSegundoMarey.[Cuatro renglones tachados]

Está secuestrado por susrelaciones con ETA militar,ocultando terroristas y porparticipar en el cobro delimpuesto revolucionario.Como este irándesapareciendo todos losimplicados. REPETIR YCLIC».

Yo mismo había visto aJulián Sancristóbal en eldespacho de Miguel

Planchuelo escribir elañadido«los implicados».ElrestoeracosadeDambo.Melo entregaron para que elmercenarioTalbilotradujeraal francés y lo leyese a losmediosdecomunicación.Losgrafólogos confirmaron aljuzgado que la letra era delos dos socialistas vizcaínos.En el momento de tomar ensus manos aquel papel,

después de reflejarnítidamente su contenido ysu autoría,Garzón se detuvoen la contemplación de laprueba, de un caladoirreversible, y que tantofacilitaba su afán devenganza.

A lo largo delinterrogatorio fueroncayendo los nombres que élesperaba, principalmente los

deJoséBarrionuevoyRafaelVera. Tuve que señalartambién a los mandospoliciales Francisco ÁlvarezyMiguel Planchuelo y a loscompañeros Julio Hierro,Francisco Sáiz Oceja, LuisHensyJoséRamónCorujo.

Cuandoconcluí,eljuezyel fiscal Pedro Rubirarespirabantranquilosdespuésde haberse cruzado miradas

de complicidad. Elrepresentante del MinisterioPúblico no salía de suasombro ante lo que habíaescuchado. Parecíanpreocuparle las posiblesreaccionesdelGobierno,queporprimeravezenlahistoriade la joven democraciaespañola se iba a enfrentar agravísimas acusaciones deterrorismodeEstado.

Tres días después, ellunes 19 de diciembre de1994, regresé a caradescubierta a la AudienciaNacional, donde habíadecenas de periodistasrecabandodatosdelanoticiadeldíahastaesemomento:elencarcelamiento delbanqueroMarioConde. Paraentonces el juez ya habíaordenado el arresto de la

mayoría. En los calabozosesperaban Sancristóbal,Álvarez, Planchuelo, Hierro,SáizOceja,HensyCorujo…Suponía lo mal que loestaríanpasando.

El plan de Garzónconsistía en irdebilitándolosmediante prisionespreventivas que soloeludiríancuandoconfirmasenmisdeclaraciones.Enelcaso

delosresponsablespolíticos,cuando apuntaran haciaFelipe González. Solotardarían unos meses enrendirse.

Manrique ya me habíadadocuentade lasconsignasde Garzón para el nuevoenvite judicial de aquellatarde.Queríaqueampliaseenprofundidad lasmanifestaciones del viernes,

que matizara mucho más laparticipación en el secuestrode Segundo Marey de losarrestados y que, por elcontrario,noentraseenaquelmomento sobre lasresponsabilidades de JoséBarrionuevo, ya que estabaaforado y su implicaciónpodía provocar que el juezperdiese el caso, ni tampocosobrelasdeRafaelVeraylas

de García Damborenea, queprefería reservar para másadelante.

Había que ir dosificandolasactuacionesparaconstruirla causa a los ritmos queimponía el juez, para iradaptándose al desgastepsicológico de los primerosdetenidos, de forma quefuesen cayendo en laencerrona judicial uno tras

otro y confirmaran todo loque yo había declarado, queerarigurosamentecierto.

Los abogados defensoresno entendían nada de lo queallí estaba pasando, estabanperplejos.Declarélopactadodurantehoras,profundizandoy detallando todos losaspectosmásdelicadosde laoperación Marey. Cuando lecorrespondió el turno de

preguntas a los letrados delos acusados, elinterrogatorio fue virulento.No podía arrugarme, teníaque hacerles frente. Sentíahasta un cierto alivio alrecordar cómo JuliánSancristóbal estuvo viniendoa prisión a engañarnosdurante años.DespuésdemípasóMichel y tras él fue elturno de Sancristóbal y los

demás.Aúnnoamanecía,perono

faltaba mucho. Aquellaintensa e interminable nochese agotaba cuando BaltasarGarzón se acercó a unaesquina donde esperábamosDomínguez y yo. Nadie nosobservaba,porlotantopodíahablar libremente, y así mecontó loquecadaunode losdetenidos había declarado,

paraquelotuvieseencuentapoco después, durante loscareos a los que nos iba asometer. La indicación másclara que me dio fue quetenía que ir sin piedad a pormi buen amigo MiguelPlanchuelo, no se le habíaescapado que era el másdébil.Además,enlosúltimosaños padecía una artrosisdegenerativa que le afectaba

sobretodoalasmanos.Primero me careó con

Julián Sancristóbal. Llevabapuesta una gabardina clara,posiblementeparaprotegersedel frío ambiente de lostenebrosos calabozos de laAudiencia Nacional. Era untipo profundamenteinteresadoycínicoquehabíatrepado al poder subiéndosesobre nuestros hombros.

Sibilino, astuto ytremendamente falaz. ConGarzón teníaalgoencomún,la desmedida ambición. Eljuez acertó al escogerlo a élprimero, quizá intuyese queconSancristóbalnomeibaaandar con contemplaciones.Él negaba constantemente,como era lógico en aquelprimer asalto. No reculaba,se mantenía en pie. Poco a

poco fui atacándole pordistintos flancos, su cara seibacontrayendoyseaferrabaalasillaamedidaqueleibaresultando más difícilcontrarrestar misacusaciones. Se replegó yempezóarespondersoloconmonosílabos. Momento queaprovechó Garzón para darpor finalizada la diligenciajudicial, en la que apuntó:

«Mayor contundencia porpartedelseñorAmedo».

Sancristóbal, antes deretirarse, pretendiófulminarmeconlamirada,detal forma que me obligó adecirleallímismo:«Sitienesloquehayquetener,acusaaFelipe González, como hashechotantasvecesdelantedemí, la última en el pubCóndor hace dos meses.

¿Quieres escuchar lagrabación?» Se fue servido.Garzóntomónota.

Elmomentomásdurofueelquemeenfrentó aMiguelPlanchuelo. Me jodía tantoaquella situación que penséque lo mejor era tratar deprovocarle por el ladopolítico y disfrazar todo loquepudiesesuparticipación.Pero no pudo ser. No se

percatódelajugada.Lohicepolvo y me sentí como untraidor. Era inevitable, sabíaque el juez era capaz decualquier cosa y de cumplirsu amenaza de meter a mimujerenlacárcel,loquemehabríarotopordentro.

Especialmentebroncofueel careo con el comisarioFrancisco Álvarez. Paco eraun hombre curtido en las

calles de Barcelona en lalucha contra la delincuenciacomún.Seenfrentóamíconcorajeyagallas,fuevibrantey muy intenso. No obstante,sucumbió ante la batería dehechos irrefutables que leplanteé.

Cuando finalizó aquellamaratoniana sesión, meabordó Natalia, la secretariadeGarzón,ymedijoqueno

memarchara,queesperasealfondo de la secretaríajudicial. Me imaginé que elsuperjuez quería tratar algoconmigo y lo que podía ser.Al dirigirme al lugarindicado me crucé conFrancisco Álvarez, quepermanecía a la espera defirmar las actas del careoantesdeserllevadodenuevoal calabozo. Murmuró

cargadoderabiaymelanzó:—Eresuntraidor.Ese era un factor con el

que contaba. No me alteró,porloquesinrodeoalgunolerespondí:

—Yaveráscómonotevaa quedar más remedio queseguir mis pasos. Estoyseguro de que tú no te vas adejar engañar. Suerte ypiensaenti.

Entré en el despacho deGarzón,queestabapletórico:

—Has estado de putamadre, sobre todo conSancristóbal y el zorro deÁlvarez. A Planchuelo te lohas comido, está claro queestemeduraunasalto.Vaaser el primero que cante yluego van todos seguidos.Estovaporbuencamino.Ojocon lo que haces, pueden

pasar muchas cosas a partirde ahora, tampoco hay quedescartar que desde Interiorquierantocarteyofrecerteloque no está escrito. Si meenterodequedasunpasoenfalso,nomevoyaandarconcontemplaciones ni contigonicon tumujer.Pepe, tienesque tenerme al corriente detodo lo que pase a partir deahora. ¿Ha quedado claro?

TenpresentequeestáabiertoelsumariodelMonbaryesoesmuyserio.

—Tengo clara lasituación, no me deja otraalternativa.

—Es mucho mejor quecaminemos juntos. Ahídentro, durante el careo conSancristóbal, al final le hasdicho que acusase a FelipeGonzález, que lo tienes

grabado. ¿Es cierto que lotienes?

—Sí,tanciertocomoqueestoy aquí en contra de mivoluntad,peroestoy.

—Eso es fantástico,tienes que aportar lagrabación, abriré una piezasecreta.

Garzón acertó de llenocuando pronosticó quetendríamos alguna oferta.La

verdadesquenotardaronenacercarse. A principios deenero de 1995 responsablesdel ejecutivo de FelipeGonzález intentaroncontraatacar. De cara a laopinión públicame pusieronunaquerellaporcalumniaseinjurias contra el Gobiernode la Nación; por la espaldacitaron a Manrique en elrestaurante La Rosaleda de

Torrelodones para ofrecerlemilmillonesdepesetas paracada uno de nosotros y elindulto si cambiábamosnuestras declaraciones yexculpábamos a los cargosdelMinisteriodelInterior.Elintermediario de estamaniobraeranuestroantiguoabogado Jorge Argote, queincluso llegó a prometer quenos proporcionarían

identidades nuevas para quenosmarchásemosdeEspaña.Ninosloplanteamos.

Apesardelanegativa,noibaaserestalaúnicaocasiónen que lo intentasen. En elúltimotrimestrede1995,conel caso ya en el Supremo,Alfredo Pérez Rubalcabadiseñó una tramaconspirativa para tratar dedarunvuelcoalaselecciones

generalesde1996comprandomitestimonio.

Un afiliado del PSOE,Joaquín Abascal, se instalóen un domicilio muypróximo al mío y poco apoco fue provocando unacercamiento discretofrecuentando los mismoslocales de ocio que yo. Eracorpulentoymuyalto,medíaunosdosmetros.Yoeramuy

conocido por mis frecuentesaparicionesen losmediosdecomunicación,porloquemeresultabanormalquelagenteme reconociese y tratase deentablar conversaciónconmigo.

Abascal, que además erauna persona agradable,simpáticaydicharachera,meinvitó varias veces a untrago.Conelpasodeltiempo

comenzamos a relacionarnosdeformahabitual,sinquemedespertase sospecha alguna.Se dedicaba a lastransacciones inmobiliarias,campo en el que yo tambiénme movía, de forma quecompartimos proyectos eincluso llegamos a realizaralguna operación conjunta.Cuando la confianza entrenosotros era más sólida,

hacia noviembre de 1995,empezó a hablar con mayorfrecuenciadelosGAL.Hastaque un día entró directo atratarelasuntoquerealmentele había hecho acercarse amí. Admitió que lomandaban de la calle deFerraz,delasededelPartidoSocialista,yqueteníamuchaamistad conTxikiBenegas,aquien le había contado que

me conocía. Me dijo quehabían intercambiadoopiniones sobremi situaciónjudicial y la posibilidad deencontrar soluciones,siempre que estuviesedispuesto a posicionarme demanera que favoreciese alpartido de cara a laselecciones.Sinceramente,mepodía la curiosidad de saberhasta dónde estaba dispuesto

a llegar el PSOE.Me tanteódurante el resto de la tarde,cada vez con mayorseguridad al comprobar queyo no había reaccionado demanerahostil.

Rubalcaba y Benegas yateníanconocimiento,atravésdel CESID, de la entrevistacelebrada a principios dediciembre de 1994 en eldespacho de Pedro J.

Ramírez entre el periodista,nuestro abogado, JorgeManrique, y el secretariogeneral del PP, FranciscoÁlvarez-Cascos.

Yo dejaba hacer, peroteníaclaramipostura.Sentíainterésenconocerelalcancede aquella operación y saberquécargosdelPSOEestabandetrás. Fueron muchas lasreuniones, casi a diario, las

que mantuvimos Abascal yyoenloslocalesdelpaseodeLa Florida. Benegas eraquien daba las instrucciones,peroAbascalmeaseguróqueaquelconsultabasiempreconRubalcaba, y a veces conFelipe González y AlfonsoGuerra.

A finales de noviembrede 1995 Abascal mecomunicó queTxiki Benegas

quería entrevistarse enpersonaconmigo.Acepté sinningún tipo de problema. Lacita se llevó a cabo pocosdías después, el 1 dediciembre, a las afueras deMadrid,eneldomiciliodeuníntimo amigo del dirigentesocialista. Abascal me dijoque Benegas tenía muchomiedo de que se detectaseaquella reunión por algún

serviciodeinformaciónoporgente próxima a BaltasarGarzón. El lugar elegido eraun chalé de la urbanizaciónVillanueva del Castillo. Elanfitrión, conocido por elapodo deel Oso, era elcuñado de una buena amigad eTxiki. Tenía preparadasparalaentrevistatodotipodebebidas y tapas.Nosdejaronasolasenunampliosalónde

la vivienda. A Benegas lohabía conocido en Bilbaodurante la Transición, conocasión de un atentado de laextrema derecha contra unbatzoki delPNV.La reuniónduró hasta las cinco de latarde. Fueron cinco horasdurante las que debatimos afondo todo tipo decuestiones. En uno de losmomentos de la charla, le

pregunté si Felipe Gonzálezestaba al corriente. Me dijoquenopodíacontestarme.

Poco tiempo después,como consta en unaconversación grabada entreTxiki Benegas y JoaquínAbascal, el primero leplanteóalsegundoqueyomepresentase en una notaríapara depositar una fotocopiade una documentación que a

continuación debía entregaren un juzgado de guardia,cuyo titular era afín alPartido Socialista, y antequien tenía que prestardeclaración denunciando lastropelías judiciales deBaltasar Garzón durante lainstrucción del caso Marey.Las elecciones de 1996 seaproximaban. Me opusefrontalmente. Estaba

escarmentado de suspromesas incumplidas enañosanteriores.Perdieronlaselecciones y los treinta ycincomillonesdepesetasqueinvirtieron en seducirme.Aúnmedebenmuchomás.

El día 16 de febrero de1995 estaba citado de nuevoenlaAudienciaNacional.Seiba a elevar el nivel políticode la causa con el

encarcelamiento de un altocargo y Garzón se iba acobrar lo que considerabadebida venganza. Por lamañana me convocó a sudespacho para leerme lacartilla. Horas más tardeseríaelmomentodedeclarar.

—Hoy te necesito paradarles a estos un puntillazomortal.Apartirdeestatardevamosaponerlascosasensu

sitio.¿SabesquetengocitadoaRafaelVera,verdad?

—Por eso estoy aquíahora,¿noesasí?

—Cuando te preguntequién le entregó a JuliánSancristóbal el millón defrancos franceses parafinanciar el secuestro deSegundoMarey,¿quémevasacontestar?

—Que tuvo que ser

RafaelVera.—¡No me jodas! Eso ni

se te ocurra decírmelo, nopuedes declarar eso. Lassuposiciones no sirven,tienen que ser afirmacionesque no dejen lugar a dudas.Tienes que manifestar deforma clara que fue él, sinmáshistorias.

—Es que hay una cosaqueesmuyevidente:niyolo

vi,niSancristóbalmedijodedónde lohabía sacado,ni yoselopregunté.

—Tienes que respondercomosihubierasestadoenlaentregadeldinero.Quese tevea convencido de lo queestás declarando. Porque sino, no puedo llegar a losdemás y sería un desastre.Estaríamos como alprincipio. Hoy más que

nunca. ¿Quién le iba aentregarelmillóndefrancosfranceses?Solopodíaserunapersonaynadiemás.

—Siyonotengoningunaduda de cómo fue aquellaentrega del dinero y de queson dos hijos de puta comootros muchos. Lo único quele quiero decir es que yo noestaba allí cuando esosucedió, aunque es verdad

queelúnicoquelepodíadaresedineroesVera.

—Así me gusta, que tepongas en tu sitio. LuegovamosaporBarrionuevoyapor Corcuera y cae FelipeGonzález. Fíjate si estánacojonados que han hechoquemellameelreyparaquedeje de investigar los GALporque es un asunto deEstado. Yo no te voy a

preguntar si viste o no vistecómo se realizaba la entregadel dinero, solo quién se lodio a quién. Para precisar,puedes declarar que teconfesó Julián Sancristóbalque el dinero se lo entregóRafaelVera en elMinisteriodel Interior.Ya sabes lo quepuedo hacer con tu mujer sinoteportas.

—Como no queda otro

remedio,pues tendráque serasí.

—No,no,dímelo seguro,que vas a declarar que fueRafaelVeraelqueleentregóelmillónde francosa JuliánSancristóbal.

—Asíloharé.Por la tarde, durante la

declaración oficial, el juez yyo teníamos que hacer unejercicio de interpretación

hasta que llegase la únicapregunta con carga deprofundidad:

—Señor Amedo, ¿quiénle entregó a JuliánSancristóbal el millón defrancos franceses parafinanciar el secuestro deSegundoMarey?

—Rafael Vera, que eradirector de la seguridad delEstado. Eso fue lo que me

comentó el gobernador civilde Vizcaya, JuliánSancristóbal.

Después de mideclaración el despliegueinformativo era tal quenumerosos miembros de lasfuerzasdeseguridadtuvieronque hacer acto de presenciaparaordenarlaaglomeraciónde periodistas. Rafael Veraapareció junto a su abogado,

el catedrático Manuel CobodelRosal.Cuandoterminódedeclarar,losdosesperaronladecisión del juez en lacomisaría de la propiaAudiencia,enlacuartaplantade la sede judicial. Vera seenteródesuencarcelamientopor la televisión, en eldespachopolicial.

Garzón durmió poco.Regresó a la Audiencia

Nacional temprano al díasiguiente, tenía una nueva eimportante cita. RicardoGarcía Damborenea, quehabía salido bien parado desu primera comparecencia,regresaba al juzgado. LaPolicía Científica habíaconfirmado la autoría de lanota manuscrita que yo lehabía entregado en la que sereivindicaba el secuestro de

SegundoMarey.Dambo,estavezsí,aprisión.

En estos meses tuvesiempre muy presente lasituación por la que estabapasando Miguel Planchueloen prisión. Pensaba enponerme en contacto con sufamilia, pero no hizo falta.Flor, sumujer,vinoavermesin previo aviso. Merecriminómi actitud.Poco a

pocoselofuiexplicando.Nodaba crédito a lo queescuchaba.Tuvequellamarami esposa para que lerelatase el calvario que leestaba haciendo pasarGarzón, siendo como eraajena por completo a losGAL.

Le aconsejé que Miguelnodebíasufrirniperdermástiempoenlacárcel,porqueal

final iba a tener que dar elpaso. Lo entendióperfectamente.Sediocuentadespués de varias horas decharla de que seguir mispasos era el único caminoque le quedaba a su maridoparaconseguirlalibertad.

A comienzos de abril de1995 Garzón me hizodeclarar como imputado porel sumario delMonbar, pero

su verdadero objetivo me loreveló al finalizar elinterrogatorio.Queríaquemiesposamintieraeneljuzgadoy contara que el exministroCorcuera había ingresadodinero en sus cuentas deSuiza procedente de losfondosreservados.

—Si tienes algo que vercon ese atentado, piénsatelomás de una vez. Tu mujer

podíahaberprestadoungranservicio a esta causaimplicandoaCorcuera.

—Bajo ningún conceptovoy a obligar a mi esposa aactuar contra su conciencia.No está acostumbrada amentir para satisfacer a losdemás.

—Pues pégale doshostias.

Inmediatamente,reculó:

—He metido la pata, hasidounerror,mehepasado.

Ycambiódeasunto:—Bueno,¿hasmantenido

algún contacto con la mujerdePlanchuelo?

—Pensaba llamarla, perohasidoella laquehavenidoa mi casa. Está muypreocupada.

—¿Lehasdicholoquetecomenté?

—Naturalmentequeselodije. Pero no porque me loaconsejaseusted,sinoporqueentiendo y estoy convencidode que ahora tiene que serasí.Además,esamigomíoyestoy segurodeque levanaengañar como hicieronconmigo.

—Me parece muy bien.¿Yquétecontestó?

—Estuvimosvariashoras

hablando y entendió elmensaje perfectamente. Medijo que iba a ir a ver a sumarido a la cárcel parapedirlequedieseelpaso.

—Estupendo, ahoraentiendoporquémehadichoJoséAníbalquesuclienteseloestabapensando.

Planchueloyaeravíctimade una profunda depresión yhabíacomenzadoacoordinar

un acuerdo con las demásdefensas. Sancristóbal yÁlvarez eran conscientes deque si el jefe de Policía sedecidía a confesar, ellosmismos no iban a tener otroremedioquehacerlomismo.

Se acercaba para Garzónel momento de enfilar alexministro José Barrionuevoy, conél, aFelipeGonzález.Los encargados serían

Ricardo García Damboreneay Julián Sancristóbal, queahora actuaban coordinadoscon el exjefe del CESID,Juan Alberto Perote, quehabía entregadodeterminados documentos aDambo. Entre ellos el actafundacionalde losGAL,queel presidente del Gobiernohabíaencargadoconfeccionaren julio de 1983 al teniente

general Emilio AlonsoManglano.

Después de recibir lavisitade sumujerenprisióny de que esta le revelase suentrevista conmigo,Planchuelo reflexionó.Cuando se enteró de que laSala Penal había permitidoque Vera saliera en libertadprovisionalconunafianzadedoscientos millones de

pesetasydequefueelPSOEel que puso el dinero, sehundió. Por medio de suabogado, le hizo llegar unmensajealjuez:

—Mi cliente quiere quesu señoría le cite de nuevo.Tienecosasquedecir.

Fue el 15 de julio de1995.Plancha lo cantó todode plano e implicó porprimera vez a Barrionuevo.

En los días siguientesdesfilaron Damborenea,Álvarez, Sancristóbal,Hierro, Sáiz Oceja, Hens,Corujo…Todos confirmaronmis declaraciones e inclusoRicardo García Damboreneay Julián Sancristóbalacusaron a Felipe GonzálezdeserelcreadordelosGAL.Garzónlospusoenlibertad.

Dambo fue el más

directo. Tras salir de laAudienciaconvocóunaruedade prensa en la que hablóclaro de la responsabilidaddel presidente del Gobiernoen la creación de los GAL:«Necesariamente podemosdeducir que el señorGonzález estaba enterado.Pero no hace falta que lodeduzcamos. El señorGonzález estaba enterado

porque yo, de esto, hehablado con el señorGonzález. No en unaocasión… en unas cuantasocasiones. […] La opiniónsolvente, la opinión quevalía, era la del presidentedel Gobierno». La X de losGAL,aldescubierto.

El 28 de julio de 1995BaltasarGarzón remitió a laSala Segunda del Supremo

una exposición motivadasobrelapresuntaimplicaciónde altos cargos y miembrosdel gobierno de FelipeGonzález, ademásdelpropiopresidente,enlasactividadesde los GAL. Al tratarse deaforados, la instrucción yenjuiciamiento correspondíaalAltoTribunal.

ElinstructordelTribunalSupremo, Eduardo Móner,

tras observar las diligenciasjudiciales, se vio obligado arehacer todas lasactuacionespara evitar la nulidad yprocedióatomardeclaraciónnuevamente a todos losimputados. Pidió elsuplicatorio contra elexministro del Interior JoséBarrionuevo, pero consideróque las declaracionesdescarnadasdeDambo—que

seratificóanteMóner—olagrabación que yo aportésobre mi conversación conJulián Sancristóbal no eranpruebas suficientes paraencausar al mismísimopresidentedelGobierno.

Enrealidadlaimputaciónde González volvió a estarrealmente sobre la mesa afinales de 1996, cuando yaeraundiputadorasodespués

de que la corrupción y elescándalo de los GAL leempujaran a perder laselecciones. Móner cerró lainstrucción dejándole a élfuera y las acusacionesrecurrieron para tratar deimplicar al expresidente, alexministrodeDefensaNarcísSerra y aTxiki Benegas. ElSupremo, tras unacontrovertida deliberación

que terminó de madrugada,lo denegó por siete votos acuatro.

Cuando me correspondióamídeclararanteeljuezdelSupremo, no conté lo querealmente había sucedido enrelación a las amenazas,coacciones y presiones deGarzón. Esa papeleta dejéque la explotase misubordinado Michel

Domínguez.Laquerellaquemehabía

puesto el Gobierno meobligaba a mantener misacusaciones,obviandoquelohicealafuerza,encontrademi voluntad. Eso sí,modifiqué lasmanifestaciones realizadasen la Audiencia Nacionalrespecto al dinero de lascuentas que Garzón había

descubiertoextrajudicialmente en Suiza.Ante Móner afirmé queaquellasumaqueaparecíaenGinebra procedía del dinerode empresarios vascos y node los fondos reservados delMinisterio del Interior, paracompensar la perdida denuestra profesión. El juezestrella tuvo una reaccióninmediata.

Garzónmeconvocóensudespacho para hablar sobreun supuesto sumariodeclarado secreto. Una vezallí comenzó a formularmepreguntas relacionadas conhechos que desconocíatotalmente. Estabadesconcertado, pensaba quese había confundido. Hastaque, con cara de pocosamigos, me mostró ante el

fiscal Javier Zaragoza y miabogado un álbum de fotosde una banda de mafiososque operaban en el sur deEspaña y me preguntó siconocía a alguno de ellos.Poco después comprendí susintenciones:

—¿Alguna de estaspersonas se ha reunido conusted en el centro comercialSextaAvenida de El Plantío

para hacerle entrega de unamaleta con seiscientosmillonesdepesetas?

—Laverdadesquenomehabría importado, pero noconozcoaningunadeellas.

—Noselotomeabroma.Responda con coherencia amispreguntas.

—¿Cómo quiere ustedquenometomeabromaestapantomima? Si ellos no me

conocen y yo tampoco aellos, ¿cómo se entiendeesto?

—¿Se ha visto usted conalgunadeesaspersonasenelgimnasioAbascal,enlacalledel mismo nombre deMadrid, dondesupuestamente le hicieronentrega de una maleta contrescientos millones depesetas?

—Le garantizo que sihubiese recibido ese dineronoestaríadelantedeusted.Siestoycomoimputadoenalgoque desconozco le exijoinmediatamentequemedigadequésemeacusayquiénlohace. En cuanto salga deaquí, me voy al juzgado deguardia.

—Ya se lo diré en sumomento,ahoranopuedo.

—Si no puede hacerlo,usted sabrá los motivos porlos que me ha citado. Notengonadamásquedeclarar.¿Mepuedomarchar?

—Encuantofirmealactade declaración. Procurarétenerle al corriente deldesarrollodeestesumario.

—Espero que sea así,porque yo no me voy aolvidardeestachapuza.

Era su forma deadvertirme de que era capazde cualquier cosa paratomarsevenganza.

La vista oral del casoMarey dio comienzo el día25 de mayo de 1998. Fui elprimeroendeclararenlargassesiones de mañana y tarde.Al cruzarse enmi camino laadversa circunstancia de laquerelladelGobierno,hicelo

mismo que ante el juezMóner. No me quedó másremedio que ratificarme sinpodermanifestaralSupremolas coacciones, presiones yamenazas a las que habíasidosometido.Domínguezseencargaríadehacerlo.

Por allí pasaronministros, exministros ydemásaltos cargospolíticos,policiales y de los servicios

deinteligencia.EltestimoniomásesperadofueeldeFelipeGonzález, que negó suresponsabilidad,ytambiénladeJoséBarrionuevoyRafaelVera en la creación yfinanciacióndelosGAL.Nosdejaban nuevamenteabandonadosanuestrasuerte.

El29de juliode1998elTribunal Supremo condenópor el secuestro de Segundo

Marey a José Barrionuevo,Rafael Vera y JuliánSancristóbal a diez años decárcel; a Francisco Álvarez,Miguel Planchuelo y JoséAmedo, a nueve años y seismeses; a Ricardo GarcíaDamborenea, a siete años; alos expolicías JulioHierro yFranciscoSáizOceja,acincoaños y seis meses; a losexagentes José Ramón

Corujo y Luis Hens, a cincoaños,yaMichelDomínguez,adosañosycuatromeses.

Barrionuevo y Veraingresaronenprisiónel10deseptiembre de 1998, enmedio de un impresionantedespliegue que incluyó laretransmisión en directo delacontecimiento portelevisión. El PSOE fletóautobuses para que miles de

simpatizantes del partidoacudieran a vitorearles a lapuerta de la cárcel deGuadalajara, ante AlfonsoGuerra, Joaquín Almunia y,por supuesto, FelipeGonzález, que se fundió conlos convictos en un largoabrazo.

XII.LAINIQUIDAD

José Barrionuevo y RafaelVera pusieron en marcha encuanto tuvieron la ocasiónuna operación de venganzacontra Julián Sancristóbal ycontra mí. Su objetivo eradevolvernos a la cárcel y

también limpiar su nombre.QueríanforzarnosadecirquelacreacióndelosGALhabíasidounaideaexclusivadelossocialistas de Bilbao en laque el gobierno socialista deMadrid no había tenidoninguna participación. Paraesos fines utilizaron alabogado Emilio RodríguezMenéndez y a un conocidomagistrado,elhoydecanode

los jueces de Madrid, JoséLuis González Armengol,entonces titular del Juzgadode Instrucción número 1 deBilbao,quehabíareabiertoelsumario del caso BrouarddespuésdequeLuisMorcillofuese detenido el 1 de juliode 1997 en Valencia con unalijodepastillasqueélcreíaque eran de éxtasis pero queresultaronserdecafeína.

Luis había regresado aEspaña pensando que ya notenía nada que temer. RafaLópez Ocaña estaba en lacárcel y su hermanoMiguelÁngel había muerto de sidaen 1995 en un centro derehabilitación detoxicómanos,despuésdequelo dejasen salir de prisióncuandoyaestabamoribundo.Nadiepodíayaacusarle.

Las cosas habíanempezado a ir mal enColombia con la presidenciade Ernesto Samper, quepersiguió al cártel de Calihasta acabar con él. LosRodríguez Orejuelaterminaron en prisión yMorcillo se encontró sinninguna protección. EnEspaña intentó montar supropio negocio de tráfico de

drogas y apostó por las dediseño, que empezaban aponerse de moda. Letendieron una trampa. Veraseguía teniendo muchoshombres de confianza en lasfuerzasdeseguridadyloquehabía pasado durante lainstrucción del caso Mareyhabíaterminadodedesatarsuodio hacia Sancristóbal,cultivado durante

muchísimos años y abonadoademáscon laenvidiapor lainmensa fortuna que estehabía conseguido amasarcuandodejóelMinisteriodelInterior.

RodríguezMenéndez,queinicialmente siguió actuandocomo defensor delFrancés,había sido captadopor JorgeArgote y por el catedráticoManuel Cobo del Rosal. El

siniestro abogado convenciósibilinamente a Armengolpara que llevase el sumariopor el camino que másconvenía a Barrionuevo yVera, bajo promesasinconfesables,entreellasqueel PSOE lo promocionaría aunodelosjuzgadoscentralesdelaAudienciaNacional.

Duranteelprocedimientofueron frecuentes los falsos

testigos presentados porRodríguez Menéndez ypagadosporVera.Constanteslas mentiras y lamanipulación dedocumentos. El nuevosumario del caso Brouardsupusounapáginanegraparalos tribunales españoles,comoquedóacreditadoen lasentencia de laAudiencia deVizcaya.Unainiquidad.

Por ejemplo, elmercenario Mohand Talbi,condenadoenFranciaaochoaños por el secuestro deSegundo Marey, desempeñóunpapel destacado al relatarque el asesinato de Brouardse había planeado duranteuna reunión en el hotelErcilla de Bilbao y que elorganizador había sido yo.Después de cambiar de

versión y de incurrir encontradicciones, admitiófinalmente que RodríguezMenéndez le había ofrecidodinero por mentir y que élnunca había enviado un faxque figuraba en la causacomo remitido por él y queimplicaba a Sancristóbal enelasesinato.

Otros testigosmentirososfueron Daniel Fernández

Aceña y elFrancés, los doscontrolados también porRodríguez Menéndez. Delprimero se demostró quecobró novecientas milpesetas del bufete de eseabogado entre enero yfebrerode1999acambiode«servicios prestados». Susdeclaraciones, entre otrascosas,sirvieronparaexculparpor completo a Barrionuevo

yVera.Elcasomásestrambótico

fueeldeunfalsocolaboradordel CESID, Miguel NavarroSalas, que consiguió que eljuez,apeticióndeRodríguezMenéndez, lo declaraseprotegido y le pusiera unsueldo de tres mil euros almes durante tres años.Presentó documentosmanipulados que él

aseguraba que procedían delosserviciossecretosyluegoni siquiera compareciócuandofuellamadoaljuicio,desapareciendo con todo eldinero percibido: 124 000euros.

Armengol me citó adeclarar por primera vezcomotestigoel28deabrilde1998. Mientras esperaba enla antesala del juzgado, un

policía se me acercó y menotificó una citación de lacomisaríadeChamartínparaque acudiese a mi regreso aMadridarespondersobreunadenuncia que me habíainterpuesto JuliánSancristóbal por un posibledelito de coacciones. Meacusaba, en falso, dehaberlechantajeado con la amenazadeimplicarleanteeljuez.

Noentendíanada.¿CómoeraposiblequeresidiendoenMadridy acabandode llegara Bilbao me entregaran allíuna notificación? Nada mássuperar esa sorpresacomprendí que se trataba deunaadvertencia.Yonohabíatenido ninguna participaciónen el asesinato de Brouard,pero por la posición queocupaba en 1984 sí tenía

alguna informacióncomprometedora.

CuandotodavíaestabaenBilbao me llamó MiguelPlanchueloparapreguntarmepor mi declaración anteArmengol. En esaconversación me reveló quela denuncia había sido unaidea para amedrentarme deFrancisco Álvarez, que eraamigo del comisario de

Chamartín.Me presenté al día

siguienteenelcentropolicialencompañíadeManrique.Elinspector que me iba ainterrogar nos hizo esperarunos cuantos minutos. Pocodespués, y ante miinsistencia, se sentó ante elordenador y comenzó micomparecencia, en la querelaté todas las veces en las

que Sancristóbal habíaintentado comprar misilencio. Llegó a ofrecermecuarentamillones de pesetaspara que lo desvinculase delosGAL.

La instrucción fueavanzando a trompicones,como no podía ser de otramanera. No existía ningúntestigo directo, la enfermerade Brouard no había

identificadoaMorcillocomoel autor de los disparos y eljuez quedó a merced de lasocurrenciasdelospersonajespresentados por RodríguezMenéndez.

Las declaraciones delFrancés y de FernándezAceña provocaron que el 10de marzo de l999ArmengolmandaseaMorcilloaprisiónsin fianza. Tres días más

tarde nos citó comoimputados a JuliánSancristóbal,RafaelMasayamí. Me tomó declaraciónhacia las diez de lamañana.Después de un largointerrogatorio,eljuezordenóun breve receso que yoaproveché para ir al baño, adonde me siguió RodríguezMenéndez:

—Vas a prisiónmientras

no colabores en lo que se tediga.

Tal cual, en la vistillaposterior al descanso, lafiscal Paloma Abad yArmengol decidieron miingreso en la cárcel, confundamentoúnicamenteenelrelato falsario que habíahecho Talbi. Hasta elabogado de la acusaciónparticular, Txema Montero,

había solicitado que fueraeludible bajo una fianza dedos millones de pesetas. Leinsistí al juez que seconfundía. Me contestó queyasevería.

Estuve detenido en lasdependencias policiales delos juzgados deBilbao hastaaltas horas de lamadrugada,en compañía de antiguoscompañerosdeprofesión.En

un receso de las posterioresdeclaraciones vino a vermemiabogado,JorgeManrique,quemecomentóquedespuésde mi detención habíaescuchado a RodríguezMenéndez hablar porteléfono con Rafael Vera enestos términos: «El primero,paraadentro».SancristóbalyMasa siguieron mi camino.Duranteunosmesescompartí

techo y barrotes en Ocañaconlosdos.

El16dejuniode1999sepresentó en nuestro móduloeldirectordelaprisiónynosdijo que había llegado unauto del juzgado de Bilbaoordenando el traslado deMasa a la prisión militar deAlcalá y el mío a la deNavalcarnero.Sancristóbalsequedó solo en Ocaña. Así

pensaban que evitabanposibles confabulaciones yque podrían acceder a cadauno de nosotros con mayordiscreción.Al anochecer dosguardias civiles de paisanome trasladaron en unvehículo camuflado. EnNavalcarneromealojaronenun módulo en el que estabaabsolutamente solo, porrazones de seguridad. Sin

contacto alguno con otrosinternos, únicamente con losfuncionarios.Larutinaeralamisma: leer, escuchar laradio, dar vueltas por uninmenso patio o bien corrercon el fin de mantener laformafísica.

Al día siguiente de millegada a Navalcarnero,mientraspaseabaporelpatioaprimerahoraescuchandola

radio, me enteré de quedurante lamadrugadahabíantiroteado al abogadoRodríguez Menéndez en lapuerta de su domicilio. Misorpresa fue mayúsculacuando en la mismainformaciónañadieronqueeljuzgado de Bilbaosospechaba que JoséAmedohabía dado instruccionesdesde la cárcel para que le

asesinasen. La noticia mealarmó. Horas antes deltiroteo Rodríguez Menéndezhabíacitadoamiabogadoenun céntrico restaurante deBilbao con un objetivo queyo,demomento,desconocía.Al día siguiente vinoManrique a contarme a quése debía el encuentro: lapropuestaconsistíaenque sideclarabaanteArmengolque

losGALhabíansido ideadosy organizados por dosfanáticos como RicardoGarcía Damborenea y JuliánSancristóbal, y exculpabaclaramente al gobierno deFelipe González, me dejaríaenlibertad.

Mi abogado y yodecidimos esperar a vercómo evolucionabaRodríguez Menéndez. Si no

salía de aquella, sus falsostestigos desaparecerían, conlo cual punto y final de lapantomima que habíanmontado. Manrique me dijoque, si en cambio serecuperaba, la decisión solopodíatomarlayo.Lecontestéque, a fin de cuentas, yo notenía nada que ver en eseasunto ni les debía nada aSancristóbal ni aMasa. Que

me lo pensaría mientrasRodríguez Menéndezsiguieseenelhospitalyque,si finalmente accedía a supropuesta,siempre tendría laopción de desmentirlo en lavistaoral.

Dos días más tarde fuitrasladado a petición mía alcentro penitenciario deAlcalá-Meco,puestoqueallíexistía un módulo para

funcionarios de la seguridaddel Estado, aunque porrazones técnicas no mepudieron alojar en él. Eldirector, muy amablemente,medijoqueestaríaenotroenelquesolocumplíapenaunapersona de confianza, queestaba protegido por lasposibles represalias de unafamilia mafiosa italiana.Megarantizó que no iba a tener

ningún problema con él,comoasífue.

Se trataba de FrancescoPiacenti,hombrede lamafiasiciliana Cosa Nostra, detrato afable y cordial, y quecon el tiempo me fuecontando sus problemas enItalia. Llevaba dos años enaquel módulo y por razonesde seguridad permanecía lamayor parte del día

encerrado en su celda.Hablabaunmalespañol,peronos entendíamos. Él meconocía de verme entelevisión y en losperiódicos.

Al poco tiempo deencontrarme allí vi entelevisión que habíandetenido a uno de loscómplices del intento deasesinato de Rodríguez

Menéndez. Se trataba delconocido butronero ÁngelSuárez Flores, aliasCasper.Con el paso de los días elabogado fue evolucionandofavorablemente. El atentadose debía a una maquinaciónde su propia esposa, LauraFernández Navas, parahacerse con su dinero. Conese objetivo propuso aldelincuenteNachoRochaque

mataraasumaridoacambiode cincuenta millones depesetas, un reloj Cartier y«unpolvo».Lamujersolicitódespués protección a laFiscalía Anticorrupción porlas amenazas recibidas trashaber denunciado queArmengolhabíapreparadoelsumariodel casoBrouard enreuniones con Barrionuevo,Vera y RodríguezMenéndez

enelchalédeesteenMadrid.En los primeros días de

julio de 1999, después dedarle unas cuantas vueltas ala propuesta, decidíaceptarla. Desde que memetieron en la cárcel intuíque algo así iba a tener quepasar,sobretododespuésdelaviso de RodríguezMenéndez en los baños deljuzgado.Evidentementenolo

hice por ellos y su suciojuego, sinopor defendermispropios intereses. Llamédesde la prisión a JorgeManrique para que viniese ahablar conmigo y lecomuniqué lo que habíapensado. Era tan conscientedequenoregresabaaaquellaprisión,queel8de juliomedespedí de Piacenti. Le dije:«No vuelvo». Lo hice

veinticuatrohorasmás tarde,pero solo para recoger mispertenencias.

Mientras esperaba a queme recogiesen losfuncionarios policiales quemeibanatrasladaraBilbao,uno de los responsables delmódulo me bajó al recintoque daba acceso a la salida.Solicité al funcionarioencargadodelpeculioqueme

devolviese la cantidad quetenía depositada para losgastos cotidianos. Hanpasado los años, perorecuerdo que exactamenteerandieciséismilpesetas.Élse extrañó. No era habitualque un interno supiese deantemanoqueibaaquedarenlibertad. En cualquier caso,me advirtió dubitativo deque, aunque fuera así, debía

regresarafirmarlasalidadeprisión una vez que lanotificara el juzgado. Lerespondí que la orden deljuez llegaría antes que yo.Eso le sorprendió muchomás.

Almorcé ya en lasdependenciasdelosjuzgadosdeBilbao.DoshorasdespuésJorge Manrique llegó paraultimardetalles.Lepedíque

se asegurase el compromisodeArmengolsobremipuestaen libertad. Me respondióqueyalohabíahabladoyqueno había problema, que aMadrid me llevaba él en sucoche.Tambiénme comentóqueeljuezhabíaidoabuscaral aeropuerto a RodríguezMenéndez, que se habíatrasladado en una avionetaparticular, ya que no estaba

recuperadodeltodo.Alascincoenpuntodela

tarde un funcionario meacercó al Juzgado deInstrucción número 1. Alentrar en la sala vi muchassonrisas. «Don Emilione»,brazo en cabestrillo, parecíaignorar las consecuencias desu grave percance. TxemaMontero me observabaescéptico y las demás partes

intuían que algo estaba apunto de producirse.Manrique mantenía el tiposujetando su rostro sobre elbrazo derecho y su miradafijaenmí.

Armengol rompió elhielo:

—Señor Amedo, hasolicitado declarar ante estejuzgado voluntariamente ypuede usted proceder a

hacerlo.En aquel momento solté

lo que esperaban quienesestabandetrásdeaquelsucioacuerdo, que era ni más nimenosquelosGALsehabíancreado en Bilbao bajo elauspicio de JuliánSancristóbal y RicardoGarcíaDamborenea. Pero nollegué a decir la barbaridaddeque el gobiernodeFelipe

González no tenía nada quever. También me habíacomprometido a afirmar queSancristóbal se habíaentrevistado con elmercenario Talbi para tratarsobre el posible asesinatodeSanti Brouard. Que se habíavistoconéleracierto,porqueyo se lo presenté durante elsecuestro de SegundoMareyen Matienzo. Que había

conversado con él, también.Pero que hubiesen habladosobre ese crimen eraimposible.

Una vez concluida ladeclaración, no mesorprendieron las reacciones.A Rodríguez Menéndez y aArmengol se les veíasatisfechos. Por el contrario,tuve que soportar tensosinterrogatorios de las demás

partes. Especialmente la delabogadoManuelMurillo,quedefendía a Sancristóbal,Álvarez y Planchuelo. Noconsiguió ninguno de susobjetivos ymontó en cólera,comoerahabitualenél.

Armengol dio porfinalizada la diligencia, sepuso en pie y concluyó: «Elseñor Amedo queda enlibertad sin fianza por

colaboraciónconlajusticia».Los pactos se habíancumplido, aunque algunasemana más tarde se vioforzado a señalarme unacaucióndecincomillonesdepesetas y la obligación depersonarme en el juzgadomáspróximoamidomiciliolosdías1y15decadames.

Siaalgunode losdemásabogados le quedaba alguna

duda sobre aquella chapuza,se les despejaría cuandoobservaronconquédescaroyvisible entusiasmo seaproximó a mi DonEmilione. Me apartó y, sinque losdemás leoyesen,medijo:

—Menos mal que te hasdecidido, porque de locontrario yahabía un testigopreparado para decir ante el

juez que eras tú el que lepególostirosaBrouard.

Lerespondíquealmismotiempo podía afirmar quetambién había sido yo quienmandóatentarcontraél.Estaconsideración no le resultótangraciosa.Cínicamentemedijo que se alegraba de minuevasituaciónde libertadyqueesperaban,enplural,quesiguiera colaborando con la

justicia.Poco después el propio

Armengol se me acercó y,cogiéndome por el hombro,me preguntó si deseaba serescoltado,yaqueaélyamínosqueríanmatar,ymedijoque se alegraba de midecisión. Le contesté que noquería estar protegido, quebastante lo había estadodurante cuatro meses entre

rejas.Unavezcumplidos todos

los trámites y con mi ordende libertad en la mano,Manrique y yo acordamosque me recogería en suvehículoalasalidadelpeajede la autopista Bilbao-Madrid. De caminoescuchamos en RadioNacional que los GAL sehabían diseñado en Bilbao

por Julián Sancristóbal yRicardoGarcíaDamborenea.«El titular que algunosesperaban», me comentó miletrado.

Unas dos semanas mástarde me citó de nuevoArmengol para ampliardiligencias. Después dedeclarar por la mañana, meconvocó nuevamente por latarde al objeto de carearme

conAntonioRosino, a quieneljuezacusabadeencubrirelcrimen, y Ricardo GarcíaDamborenea. Mientrasllegaba esa desagradablehora, traté de distraerme encompañía de viejosconocidosdeBilbao.

Desde siempre me habíaunidounabuenaamistadconRosino y fue uno de loscompañeros que más veces

vinoavisitarmeaprisión.Dehecho, después de nuestracomparecencia en el primerjuicio por el asesinato deBrouard, el 10 de mayo de1993, cené y me tomé unascopas con él en Madrid,aprovechando un permisoque me habían dado enprisión. Naturalmente,durantelalargaconversaciónque sostuvimos entonces no

podíamos imaginar que añosmástardenosenfrentaríamosen un careo.Aquel día, seisaños antes, me repitió uncomentario que yame habíahechoenotrasocasiones:«Sihubiera querido, cincopersonas habrían ido a lacárcel».Amboscoincidíamosen que quienes más sabíansobre la muerte de Brouarderan Julián Sancristóbal,

Francisco Álvarez y RafaelMasa. Si a estos tres lesañadimos a los dos autoresmateriales, Luis Morcillo yRafa López Ocaña, la sumanosdaloscincoa losquesereferíaRosino.

Durante toda la tardeArmengoltomódeclaraciónaGarcía Damborenea, queacudió al juzgado con unamaleta en la convicción de

queel juez ibaamandarlo alacárcel.DespuésinterrogóaRosino. Mientras tanto,esperé largas horas en laantesala el momento de loscareos. En contra de loesperado, solo tuve quehacerlo con Rosino. Fuesobre las diez de aquellalarga y espesa noche yresultó agrio y tenso, ytambién demoledor para mi

compañero, para quien eljuez ya tenía decidido sudestino como encubridor delcrimen. Damborenea regresóconlamaletaasucasa,peroaldesafortunadoRosinotuvoquellevárselosufamiliaalaprisión de Logroño, dondepermanecióunmes.

El ertzaina responsablede la seguridad de laAudiencia me contó que

Damborenea sehabíapasadotodalatarde,antesydespuésde declarar, hablando porteléfono de muy malasformas y con ademanesviolentos con algunaspersonas. Luego supe pormedio deMiguel PlanchueloqueDambohabíaamenazadoporteléfonoaRafaelVera:siArmengol decretaba suprisión, él solicitaba

inmediatamente compareceren la Audiencia Nacionalpara contar lo que habíasucedidoconlosetarrasLasayZabala.

El juez puso también enlibertad a Luis Morcillodespués de que prestase unadeclaración pactadaigualmente con RodríguezMenéndezenlaqueafirmabaque Sancristóbal y Masa le

habíancaptadoparalosGALconelobjetivodequemataseaBrouard.A finalesde juliola Audiencia excarceló alexdirector de Seguridad delEstadoyalguardiacivil trasestimar sus recursos. Mesesdespués el obstinadoArmengollosenvióaprisiónotra vez y de nuevo eltribunalrevocólamedida.

La instrucción concluyó

el21deoctubrede1999conel procesamiento de JuliánSancristóbal, MiguelPlanchuelo y yo comoresponsablesintelectualesdelasesinato,ejecutadoporLuisMorcillo y Miguel ÁngelLópezOcaña,aquieneljuezconfundía con su hermanoRafa. También procesó porparticipar en la preparacióndel asesinato y en su

posterior encubrimiento aRafael Masa, a FranciscoÁlvarez, aAntonioRosino yal excomisario general deInformación Jesús MartínezTorres,aquien,sinembargo,nunca se atrevió amandar aprisión.

Desde que quedó enlibertad, Sancristóbal noperdió el tiempo. Puso enmarcha a sus antiguos

contactos para quedesplegasen todas susinfluencias en la Audienciade Vizcaya. Su principalaliado fueTxiki Benegas. Eltribunal decidió al resolverlos recursos excluir delprocedimiento no solo aSancristóbal,sinoatodoslosdemás,exceptoaMorcillo,aMasa y amí, los únicos quenos íbamos a sentar en el

banquillo. Aun así, yo teníalaconcienciatranquila.

El segundo juicio por elasesinato de Santi Brouardcomenzó el 2 de junio de2003. La verdad es que nosudé mucho preparando micomparecencia. En lasinmediaciones de laAudiencia de Vizcaya habíamultituddegentedelentornoabertzale sosteniendo

pancartas y coreandoconsignas y eslóganes, asíque entramos por el garajepara llegar a la puerta de lasaladevistas.AllíconocíporprimeravezaLuisMorcillo,quemefuepresentadoporsuabogado de oficio, ya queíbamos a sentarnos durantevarias sesiones en el mismobanco.RafaelMasa, tambiénprocesado, ocupaba otro

delante de nosotros,flanqueadopordosertzainas,porque ya cumplía condenapor el tráfico de cocaína.Antes de comenzar laprimera sesión nossaludamosymecomentóquele habían preparado unaencerrona.Masaesunadelaspersonasmásmentirosasqueheconocido.

La primera jornada

apenas deparó sorpresas.Masanorespondióaningunapregunta. Luis Morcillo sedesdijo de las acusacionesque había vertido en lainstrucción y rechazó habermatado a Brouard y quealguna vez hubiera estado alasórdenesdeSancristóbalnide su compadre. «Masa nome ha mandado a mí en lavida», enfatizó ante el

tribunal, y reveló que sehabía prestado a un montajepara incriminarlos: «A miabogado se le dijo que siponía unos determinadosnombresenvezdelosfalsosque yo estaba dando en mideclaración, me daban lalibertad». También negóhaber recogido las armasempleadas en el atentado encasa de Alberto Granados y

haber viajado a Bilbao paraasesinar a Brouard junto aRafa López Ocaña. Explicóque,sihuyóaSuraméricaen1989nofueporquelaprensacomenzasearelacionarloconelcrimenoporqueeljuzgadomandara localizarle.«Mefuiporque tenía una orden debúsqueda por unos chequessinfondosylaGuardiaCivilibaavenirapormí», fuesu

versión.Acto seguido era mi

turno. Comencé rechazandoque hubiese participado dealguna manera en elasesinato, advirtiéndoleademás al tribunal que unadecisión de esamagnitud nolapudo tomarningúnmandode las fuerzas de seguridad,sino que correspondiónecesariamente a la cúpula

política del gobierno deFelipe González. Misrespuestas eran tan firmes yseguras que el tribunalentendió que estabautilizandoun tonodesafiantecon la fiscal Paloma Abad.Sentía inquinahacia ella.Locierto es que conseguí echarpor tierra las declaracionesde Talbi. Respecto a losdemás testigos falsos que

había presentado RodríguezMenéndez, afirméque jamáslos había conocido ni tuvetrato alguno con ellos, peroquenoobstantesolicitabauncareo durante la vista. Solocompareció uno de ellos,Fernández Aceña, y ante lasarta de barbaridades eincongruencias que soltó, lapresidenta de la sala afirmóqueerainnecesario.

Las sesiones fueronpasando. Rafa López Ocaña,condenado como uno de losautores materiales delasesinato, era uno de lostestigos más esperadospuestoquenoteníanadaqueperder: llevaba más de diezaños cumpliendo su pena.Masa, antes de quecomenzaseadeclarar,girósucabeza instintivamente hacia

el que podía resultar unincómodo testigo y, duranteunossegundos,fijóunaagriamirada sobre sus ojos. Luistambién la captó y lacomprendió. Yo intuí susignificado.

Morcillo me habíahablado ya varias vecesmostrándose inquieto, serevolvía inseguro en elasiento, agarrotado y

sudoroso, e intercambiómiradas cómplices con sucompadre.Enunmomentoledijeque,porloqueyosabía,LópezOcañano ibaaacusaranadie.Merespondióqueélyanosefiabadenadie.Tantolosmiembrosdelaizquierdaradical vasca que seguían eljuicio como los periodistasque lo cubrían se sintierondefraudados. El quinqui no

aclarónadayselollevaronaseguir cumpliendo sucondena.

Otro de los testigosrelevantes fue el generalJavier Calderón, exdirectorde CESID, a quien se lemostraron las supuestasfichas de los serviciossecretosquehabíapresentadodurante la instrucción untestigo que se había

presentadocomocolaboradorsuyo, Miguel Navarro Salas.Respondió que «jamás habíavisto un documento de estetipo, ni nada que se leparezca».Alfinalizarlavistade aquel día, en el garaje delapropiaAudiencia,coincidíconCalderón,quemehizoelsiguiente comentario:«¿Cómosepuededarvalideza la bazofia que me han

mostrado como documentosdel CESID en una causajudicial por un asesinato deestascaracterísticas?».

Sin duda la testigo másimportante era la enfermeradeBrouard,BegoñaMartínezde Murguía. Morcillo y yohabíamosestablecidoya,trasvarias sesiones, una relativaconfianza.Pocoantesdequetuviesequedeclararlamujer

me advirtió de que en elbolsillosuperiorizquierdodesu chaqueta llevaba unaspastillas para el corazón yque,sisesentíamalenalgúnmomento, le introdujese unaen su boca. Fueron para élmomentos de zozobra ypenumbras, le acechaba elpeligro.

Laenfermera,despuésderelatar su vivencia, debía

responder a la preguntaclave. Ante la petición deltribunalparaquemanifestasesi en aquella sala seencontraba el autor delasesinatodeSantiBrouard,elsuspense invadió el recinto.Ella volvió la cabezalentamente y observó aquienesnosencontrábamosasus espaldas. Permanecióquieta varios segundos,

mirando con insistencia alprincipal sospechoso. AMorcillo esos instantes leresultaron eternos.Pausadamentelamujersediolavueltay,convozun tantoindecisa, respondióque teníaserias dudas y que no podíaseñalaranadie.

Por fin, uno de losúltimos días estaba citada adeclararlaantiguacúpuladel

Ministerio del Interior: JoséBarrionuevo, Rafael Vera yJulián Sancristóbal. Nofueron capaces ni demirarme. Los dos primerostuvieron la desfachatez denegar ante la sala quehubiesen conspirado durantela instrucción contra JuliánSancristóbal y contramí pormedio de testigos falsos,manipulados y pagados a

través de RodríguezMenéndez. Tambiénmintieron al asegurar que enningún momentoentorpecieron lasinvestigaciones paraesclarecerelasesinato.

Seacomo fuere, el juiciofue llegando a su final y nohabía nada que pudieseinculparme. En la sesión de12 de junio el abogado

Txema Montero solicitó altribunalunbreverecesoparahablar con la familiaBrouard. A su regreso,minutos después, pidió quemefueranretiradostodosloscargos por falta de pruebas.A pesar del largo y penosorecorrido que había tenidoque sufrir, me alegré.Máxime cuando la iniciativaveníadeunantiguoenemigo.

En ese momento, Masa,al escuchar a Montero, sevolvió hacia mí y, con elmayorcinismoyenvozalta,de tal forma que pudieranescucharle los periodistas,me espetó: «Bueno, te hanquitado un muerto deencima». La presidenta lellamó la atencióny amímeentraronganasderomperlelacara. Durante el último

receso de aquel día meacerqueaélyledijealoído:«Todavía estoy a tiempo dedecir a quién le pertenecerealmente el muerto».Reculó, empalideció y mepidió disculpas, que porsupuestonoacepté.

Eljuicioquedóvistoparasentencia.Llegóelmomentode despedirnos, no sin antesacercarme aTxemaMontero

paraagradecerlesugestoyelde la familia a la querepresentaba. Fue la primeravez que un detalle así seproducía entre nosotros,despuésdeconocernosdesdehacía unos cuantos años.También lo hice con losdemás abogados y con LuisMorcillo, que en definitivahabía sido compañerodurante aquellos días de

incertidumbre.Un par de semanas

después, circulando por laautovía de La Coruña endirección a Galicia, sonómiteléfono.EraJorgeManriquepara informarme de que aldía siguiente tenía que estaren la Audiencia de Vizcayapara que me notificasen lasentencia. Tuve quedesviarme en dirección a

Burgos para quedarme en eldomicilio de un familiar yllegar a primera hora aBilbao. A la entrada de lasedejudicialmeencontréconMorcillo. Lo vi algo tenso einquieto, pero nosobresaltado. JuntossaludamosaIñaki,elertzainaresponsable de la seguridadde la Audiencia, que muyamablemente nos acompañó

a la secretaría de la secciónquenosteníaquenotificarlasentencia.Duranteeltrayectonos reveló que eraabsolutoria para los tres. Amínomesorprendió,perosíme di cuenta de que elaspecto y la compostura deLuis cambiaron y que éldesprendió durante unossegundos un resplandorespecial, como si de repente

se le hubiese quitado deencimaunapesadacarga.

Hubo tal cantidad decontradicciones y detestimonios falsos a lo largode los dieciocho años deinstrucción del caso quehasta Txema Montero semostró tras la sentenciapartidariodenorecurrirla.Laresolución habla de una«vigorosa fuente de

sospecha» respecto deMorcilloyaque,unavezqueapareció su identidad en elsumario y se ordenó subúsquedapor el asesinatodeBrouard, huyó y no se suponada de él hasta que fuedetenidoen1997.Eltribunalentendía que después de queLuis supiera por los mediosde comunicación que se lereclamabaporelatentado,lo

lógico habría sido queintentaseaclararsusituación.Sin embargo, la falta deseguridad expresada por laenfermera hizo dudar a losmagistrados. La ausencia depruebas sobre laparticipación de Morcillobenefició directamente a sucompadreMasa.Encuantoamí, sencillamente no habíaninguna prueba ni podía

haberla.La sentencia estimó que

la motivación del asesinatode Santiago Brouard fuepolítica por la condición dela víctima «como destacadodirigentedeHerriBatasuna».La resolución no solocensurabamuy duramente laactitud del juez Armengol,sinoqueanimabaainvestigaralgunos aspectos

«llamativos» de lainstrucción, en referencia alos testigos falsospresentados por RodríguezMenéndez con suconsentimiento.

En cuanto conocimos laabsolución,miabogadoyyonospusimosmanosalaobrapara reclamar los perjuiciosque me había causado laacción de la justicia.

Presentamos un recurso alministerio y al cabo de unaño me contestaron que nome correspondía ningunaindemnización porque en lasentenciasedecía«quenosehan encontrado pruebas deque hubiese participado enloshechos»,loquesegúnlosfuncionarios significaba queno se había determinado mifalta de culpabilidad. No

desistí: presentamos unnuevoescritoante laSaladelo Contencioso-Administrativo de laAudiencia Nacional, que síque vio motivos suficientespara satisfacer mi petición,perodeterminóquelosmesescumplidos en prisión mefuesen computados en elresto de condenas por losGAL en lugar de

indemnizármelos. En todocaso fue una victoria moral,una manera de que lostribunales reconocieran quesoy completamente inocente.Para mí, a pesar de laabsolución,lasconsecuenciasde ese proceso de venganzafueron nefastas. Habíamontadounpequeñonegociojunto a un socio paraganarmelavidaytodosefue

altraste.Varios años después, en

2007, tuve la oportunidaddedescargar buena parte de miresentimiento. EstabaprevistootrojuicioenelqueRafaelVerayyonosíbamosa sentar juntos en elbanquillo,aunqueenmicasosolo como responsable civilsubsidiario. Se trataba, enconcreto, de la acusación de

malversación por losmaletines de dinero que elexsecretario de Estado habíamandado a Suiza paracompensarnos por la pérdidade nuestra profesión. Aprincipios de aquel año, mellamóJorgeArgote:

—Quiere verte en midespachoRafaelVera. Tienequehablarcontigodealgo.

—Ya supongo de que se

trata,estamoscitadosparaeljuiciodelosmaletines.

—No lo sé, pero quizáseaparaeso.

—Sabes de sobra que setrata del juicio y quieretantearme. No me jodashaciéndoteel imbécil,quetúsiempre has estado muyunido a quien te ha dado decomer para el resto de tuvida.

—Amínomemetas,queha sido él quien me lo hapedido.¿Vasavenir?

—Lo tengo que pensar,llámamemañana.

—Por hablar no pierdesnada.Tepuedeinteresar.

—Después de todas lasputadas que me habéisgastado, mucho antesteníamos que haber hablado.Bueno,mañanatedigoalgo.

Estaba claro que queríanamañar el juicio poniéndosede acuerdo conmigo, era suestilo. Pensé en no acudir,pero sentía curiosidad.Además, así tenía laoportunidad de decirle unascuantas cosas a Vera a lacara.

Eldíaconvenido,sobreelmediodía,llaméaltimbredeldespacho de Argote, muy

próximoaElCorteInglésdela calle de la Princesa. Alentrar me llevó a la sala dereuniones, donde meesperaba Rafael Vera. Sobreel respaldo de una de lassillas había dejando suinseparable Barbour. Él, conun suéter color naranja decuello cerrado y aspectoavejentado,sujetandosucaracircunspecta sobre el puño

izquierdo, inmóvil, parecíaque estaba posando para unretratista. Daba la sensaciónde estar incómodo y de nosaber cómo romper el hielo.Le extendí la mano no sincierto reparo. En losprimeros momentos de laconversaciónquisohacerselavíctima. Me dijo que seestaba quedando sordo. Nopodíaaguantarlo:

—Cuando se sepa laverdad,veremosenquélugarhemos estado. Sabe usted desobra lo que ha hecho cadauno y lo que hemos sufridounos pocos a cuenta de losembustes,manejosytrampasquenoshantendidoustedes.

—He venido con laintención de arreglarpróximas situaciones por elbien de ambos. No para

hablardetiempospasados.—Pues los tiempos

pasados, sobre todo algunosen concreto, son los quepesan.Austedno le interesadar explicaciones sobredeterminadoscomportamientos. Lepreocupaquelecacenenotramalversación. Eso es lo queusted realmente quiereapañar.

—Veoquenonosvamosa entender: yo quiero que austedlevayabienenlavida.

—¿Cómo quiere que mevayabiensimelahanjodidoustedesconsucobardía?

—No soy el responsableabsoluto de lo que ustedmeplantea: me he roto la caraporsuindulto.

—Ustedes pretenden quela responsabilidad de un

gobierno la asumamos unospocos y han hecho todo loposibleparaqueasífuera.

—Hay asuntos de Estadoen los que predominanvaloresmás sensibles,yesteesmuydelicado, por lo que,lamentablemente, algunostienenquesacrificarse.

—Mire, señorVera, todoeldañosufridoduranteaños,la pérdida de mi profesión,

unacondenadecientoveinteaños de prisión, sietecárceles, convertirme en suparapeto, es soloresponsabilidad de ustedesque han sido unos cobardespor no haber dado la cara.Antesdeconocerlesmepaséveinte años luchando contraETA dentro de la legalidad,intentaron acabar conmigosietevecesy todoparanada.

Y se compara ustedconmigo… ¿No sientevergüenza?

—Me está poniendo enunaprieto.Yoséloqueustedquieredecir,peroestascosassuelen terminar así, y eslamentable,loentiendo,perohayqueolvidarsedelpasadoyafrontarloquevieneahora.

—Lo que viene ahora esmásproblemasuyoquemío,

pídale ayuda a otro, yo doypoca sombra. Me dejaréaconsejar por mi abogado yquesealoqueDiosquiera.

—Creoquedebepensarloy no guardar rencor porcuestiones que se handescontrolado.

—Dedescontrolnada:lasmanipularon a su antojo.HastaconGarzón,conelquejugósujefe,yluegosetomó

larevanchayvinoajodernosalosdesiempre.

—Eso siempre se lohemos criticado a FelipeGonzález, pero el daño estáhecho.

—Soloseacuerdadelquele hacen a usted. Pero noquiere recordar el que mehizo a mí amañando elsumariodelcasoBrouard.

No pudo controlarse.

Presodelrencorquesiempreha llevado dentro contraSancristóbal,sedescubrió:

—A él tenía que haberledenunciado. Sancristóbal eselquemejorparadohasalidodetodoesto…

Al instante se percató desu lapsusyquiso reconvertirsuspalabras.

—Me refiero a otrostemasenlosqueélfuequien

ledioaustedlasórdenes.Loque dijo la prensa de eseasunto sobre Barrionuevo,RodríguezMenéndez,eljuezyyoesfalso.

—Por favor, no mientamás, no me haga perder elcontrol, que es usted mayorqueyo.Porsuculpaperdíunnegocio y me pasé cuatromesesenlacárcel.LosGALeran su gobierno, no yo, que

cumplía órdenes. Y no solome las dio Sancristóbal:ustedtambién,tantascomoélomás.

Argote,queseencontrabaen un despacho próximo, alescuchar el elevado tono devoz acudió en su auxilio,momento que Veraaprovechó para levantarse y,sin darme lamano,me dijo:«Nos veremos en el juicio».

Antesdemarcharme,terminédiciéndole:

—Hizoustedmuymalalordenar a miembros de lasfuerzas de seguridad que seimplicasen directamente enatentados de los GAL. Esosolo lo puede decidir ungobierno prepotente. Lo deIntxaurrondofuenefasto.

Memiró conojosde ira,como si me hubiese

insubordinadosobrequiensecreía con autoridad moralsobremí e investido todavíadelpoderqueundíaostentó,pero que ya no tenía.Ahoraéramos solamente doshombres enfrentados por elpasado.

—No tenemos nada másdequehablar.

XIII.SECRETOSDE

ESTADO

Aquel día de junio de 2003en que nos comunicaron laabsolución en la Audienciade Vizcaya se afianzó unaincipienteamistadentreLuisMorcillo y yo que había

comenzado a fraguarsedurante las sesiones deljuicio por el asesinato deSanti Brouard, que para élfueronagónicas.

Cuando salimos de lasede judicial nos fuimos atomaruncafé,concretamenteal hotel Abando. Allíagradeció a su abogado deoficio su gran trabajo:Morcillo ya se veía entre

rejasparaelrestodesuvida.Los dejé con su animadacharla,medespedídeambosy quedé con Luis paraalmorzar juntos en elpequeño restaurante queregenta su familia en unbarrio obrero de unalocalidadcercanaaMadrid.

Undíacualquieradeunosmeses más tarde decidíacudir a la cita que había

dejado pendiente.Durante lacomiday la larga sobremesacomencé poco a poco, casipor deformaciónprofesional,a tirar delicadamente de unfino hilo, sin podersustraerme a la necesidaddeaveriguar cada vez más ymáscosas.

Aquellafuelaprimeradeotras reuniones en las que,mesames, trabajéacercade

los secretos que guardabaLuis Morcillo sobre elasesinato, para así podercompletar el puzle conalgunas piezas aisladas,muydeslavazadas, que yo habíaconocido en los díasposteriores al crimen pormedio de mis antiguosamigosRosinoyPlanchuelo.Desde que comenzamos arelacionarnosconfrecuencia,

fui receptor de susconfidencias,alasqueyoibadandopie.

Todo lo que se narra eneste libro respecto a susexperiencias en la luchaclandestina contra ETA ysobre su participación en elasesinato de Santi Brouardparten de sus propiaspalabras recogidas engrabaciones y cuyas

trascripciones completasaporté al Juzgado deInstrucción número 1 deBilbao el 7 de noviembre de2012.

Casi veinte años despuésyapuededecirsequesesabela verdad, aunque lostribunales, por unas cosas uotras, no hayan dictadosentenciascondenatoriasparatodos los implicados: el

crimen político de mayortrascendencia de losGAL loejecutaron Luis Morcillo yRafa López Ocaña a lasórdenes del guardia civilRafael Masa, a su vezsometido a la decisión delnúmero dos del Ministeriodel Interior: JuliánSancristóbal. Él fue quien«organizó todo el tomate»,según puede leerse en los

anexosqueacompañanaestevolumen.

El 6 de octubre de 2011,durantelaprecampañadelasúltimaseleccionesgenerales,remitíunburofaxallíderdelPSOE, Alfredo PérezRubalcaba, con datossuficientescomoparaquelospusiera en manos de lajusticia y se esclareciera elcrimen. El ahora secretario

general de los socialistashabíasido,amediadosdelosaños 1990, el portavoz delGobiernoyelqueseesmeróendeformarymanipularantela opinión pública lasgravísimas actuaciones deterrorismo de Estado que seestaban ventilando entoncesenlostribunales.

Entre la documentaciónqueenviéalasededelacalle

deFerraz se encontraban losextractos de lasconversaciones con LuisMorcillo que yo habíagrabado, en las que él seconfiesa autor material delasesinatodeSantiBrouardyde las que se deduceclaramente la presuntaresponsabilidadpenaldeunode los hombres de confianzadel presidente del Gobierno,

Felipe González: elexdirector de la Seguridaddel Estado JuliánSancristóbal. También leadvertía de que para esteexcompañerosuyodepartidono habían prescrito lasposiblesactuaciones.

Pocos meses después dehaber remitido aquellacomprometidadocumentación a Rubalcaba

empezaron a producirsesituaciones extrañas en elentorno de Luis Morcillo.Alguiendepositóenelbuzónde su casa un sobre marróntamaño cuartilla sin ningúntipo de distintivo ni dereferencia. En su interior sehallabanunas fotocopias conpartedelatrascripcióndelasgrabaciones que yo habíahecho.Hastaesemomentoél

lo ignoraba, aunque admitióque, de alguna forma, yacontaba con esa posibilidad.Lo único que le preocupabaeralafinalidaddequese lasenviarandeaquellamanerayquién lo hacía. Estaba claroque solo podía estar detrásquien salía perjudicado enesas cintas. ¿De dóndeprovenían? Hay dosalternativas:obiendetrásdel

remitente anónimo seencontraba el propio PSOE,alqueyohabíaremitidoesastranscripciones, o bienRubalcabasehabíapuestoencontacto con JuliánSancristóbal.

Tiempo más tarde unapersona llamó al telefonillode la casa de Luis y le dejóun número de móvil para«arreglar la situación». Se

identificó como JavierSánchez.Aldíasiguientemereuní con Morcillo y anotéese teléfonocon la intenciónderastrearlo.Tambiénledijea Luis que concertara unacita con ese intermediario.Esemismodía,alascincodela tarde, tuvo lugar elencuentro, en el que eldesconocido intentó comprarel silencio del asesino de

Santi Brouard.Posteriormentese reuniódosveces conmigo paraofrecerme trescientos mileuros a cambio de lasgrabaciones.

No me costó mucho darconeltitulardesunúmerodeteléfonomóvil.Setratabadela prestigiosa firmanorteamericanadedetectivesKroll, la misma a la que

Julián Sancristóbal pagó enlos años 1980 para queelaborase el conocido«Informe Crillón» sobre lasactividades del banqueroMario Conde.Alguien habíacontratado ahora a lamismaagencia para evitar que sedescubriese la verdad sobreelcasoBrouard.

La resolución de eseasesinato es solo uno de los

múltiples secretos quecontinúanpendientesdesalira la luz de aquella terribleetapa en la que el Gobiernode España ordenó laestrategia política de darmuerte al enemigo terroristarecurriendo a sus propiosmétodos.Todavíahayhechosy circunstancias que, si seconocieran ahora,estremeceríanalaciudadanía

alsaberhastaquéextremodecrueldad fue capaz de llegarel Estado democrático y dederecho para garantizar susupervivencia.

No todos pagamos porigual nuestra participación.Los jefesde losGALapenascumplieron en prisión tresmeses de su condena. Lesindultaronconelbeneplácitodelajusticia.Todosellosson

ricos y gozan de una vidaestableyacomodada.

Felipe González nuncaasumió ningunaresponsabilidad penal y, enrealidad, tampoco política,aunquealgunosquieranhacerpasar por ello su derrota enlas elecciones de 1996. Élconservaunenormeprestigiopersonal y sigue siendo unreferente para toda una

generación de españoles, apesardeque,paracualquieraque quiera entenderle, entodassusdeclaracionessobrelos GAL deja claro quiénestaba realmente detrás deesa decisión, igual de claroque se ve en la expresióndesus ojos en aquella foto defebrero de 1984 junto alféretro de su amigo EnriqueCasas.

Otros lo pasamos muchopeor. Michel Domínguezlogró la licenciatura de sucondena en diciembre de2006 sin que nadie le hayapedido perdón por lastropelías que se cometieroncontraélysufamilia.Comoél, yo pasé seis años enprisión y durante variosmástuve que seguir durmiendoentresemanaenuncentrode

reinserción social. Mevolvieron a encarcelar en1999 durante la segundainstrucción, en Bilbao, delsumario Brouard, en el quefui absuelto porque eracompletamente inocente. Enel año 2000 me concedieronlalibertadcondicionalporlaprimeracondenade losGALyobtuvelalibertaddefinitivaen2008,veinteañosdespués

deaquel13de juliode1988en que Baltasar Garzón meencarceló. De todos losrelacionadosconlaestrategiapolítica de la luchaclandestinacontraETAyohesido el que ha asumido máscondena,elquemáscárcelesha conocido y el que mástardóenrecuperarlalibertad.Laspáginasdeestelibrosonel testimoniodemivivencia

directa de aquellosacontecimientos.

Nos utilizaron paraalcanzar sus fines. DespuésapelaronanuestrosentidodeEstado. Luego nosprometieron de todo y, porúltimo, nos chantajearon ynos amenazaron. Inclusointentaron acabar connosotros, hacernosdesaparecer. Pero también

hubo momentos en querecibimos el respaldo másinsospechado.

El 18 de abril de 1994,después de que el Gobiernohubiera incumplidoreiteradamente sucompromiso de dejarnos enlibertad, escribí desde lacárcel una carta al rey donJuan Carlos. En ella leadvertía de que no estaba

dispuestoaseguirsoportandoaquella «farsa judicial ypolítica» en la queMichel yyo éramos los únicosperjudicados. Apenas tresmeses después, por fin,salíamosconeltercergrado.

Dos años antes, a finalesde julio de 1992, cuando yoya llevaba cuatro años presoenlacárceldeGuadalajarayelTribunalSupremoacababa

deconfirmarmicondena,mipadre, José Ramón Amedo,ibaacumplirasussetentaydos años uno de sus sueños:participar en los JuegosOlímpicos de Barcelonacomo técnico del equipo detiro que representaba aEspaña. En 1968 ya habíatomado parte en los que secelebraron en México comoelmejortiradornacionalcon

pistola. Así lo recordó laReal Federación Española eldía que nos dejó, el 30 demayode2010,luciendoensuféretro la corbata olímpicaque representaba suinolvidablevidadeportiva.

Durante una de lasjornadas previas a lainauguración, poco antes dealmorzar en la VillaOlímpica de la Ciudad

Condal junto a suscompañeros,alguiendeportedistinguido se aproximó a ély le indicó que una altapersonalidad del Estadodeseaba saludarlo junto alrestodelequipo:sumajestadel rey.Al llegar a su altura,cuando extendió su brazopara estrechar la mano dedon Juan Carlos, este, concortesía, lo separó

discretamente de ladelegaciónolímpicaparaquenadieescuchaselabreveperointensa conversación quemantuvieron durante apenasunossegundos.

¿Quiénlehabíadichoqueaquel hombre era mi padre?Hastaelmismomomentodesu muerte, él nunca olvidólas palabras que aquel día letransmitióelrey.

Yyotampocoloharé.

APÉNDICES

I.TRANSCRIPCIÓN

DEGRABACIONES

La aportación de estascintas en el Juzgado deInstrucción número 1 deBilbao ha provocado lareaperturadelainvestigación

judicialsobreelasesinatodellíderdeHerriBatasunaSantiBrouard.

Cinta1

Luis Morcillo relata unavisita a la cárcel deCarabanchel en la que sucompadre, Rafael Masa, yunapersonaqueélidentifica

como Julián Sancristóbal lereclutan para los GAL. Seconfiesa por primera vezcomo el autor del asesinatode Brouard y señala alsupuesto Sancristóbal comoquien «organizó todo eltomate».

[…].Amedo: He estado con él[Julián Sancristóbal] varias

vecesenelhotelMeliáelañopasado. Le dije lo tuyo, queno te había pagado losveinticinco kilos del tema[por asesinar a Brouard], taly cual… Me dijo que fueMasaelquesequedóconlosveinticinco millones depelas.Morcillo: No, él se quedóconlosveinticinco,yoséconlo que se quedóMasa.Masa

se quedó con ocho o nuevemillones. Eso se lo apalancóél.Amedo: Ya, menudo polloeraMasa.Morcillo:Yonohevuelto allamarloninada.Amedo: Yo me lo encontréundíaenlacárcel,cuandoyofirmaba todavía lacondicional, seríaenel2007enYeserías. Me dijo que le

habían dado el tercer grado,que tenía una noviacolombiana y que se habíaseparado.Morcillo:Yoteexplicaré,yolepresentéauncolombiano,peroloneguétodoeso.Yolepresentéaunosamigos,unosseñores del narcotráfico,jefes…Amedo: ¿Era un tío alto,calvo?

Morcillo:Esoes.Amedo:A ese le conocí yo,porqueundíameloencontréenPozuelo,comimos.Untíoquevestíadecojones…[…].Amedo: Pues he estadovariasvecesconSancristóbaly le conté esto. Luego heestado varias veces con unperiodista,ManuelCerdán…Morcillo:¡Ah!Sí,hombre…

Amedo: Pues este sabe lahistoria. Hablando de ti,hablando de todo, me diceque él [Sancristóbal] sequedó con la pasta del temaBrouard. Fue Sancristóbal,que lemandóaunacuentaaPaesaunmillóndedólaresaSuiza,ydeahíteníaquesalirla tela para el Brouard, y ledije que tenía amistad conLuis Morcillo y me dijo:

«Puesmegustaríahablarconél».Morcillo: Yo conozcomuchas cosas de él, de esagentuza,queesunagentuza.Amedo: Me acuerdo un díaque tú me dijiste… Unanoche que estuvimostomandounascopas…Morcillo:Sí.Amedo: Tú me dijiste que,cuandotemetióArmengolen

lacárcel,porelBrouard,¿teacuerdas?Morcillo:Sí.Amedo:Que te fueron a verMasa y Sancristóbal a lacárcel con un carné decapitándelaGuardiaCivil.Morcillo:Sí,losdos.RafalediouncarnédecapitándelaGuardiaCivil.Amedo:Paraquenocantase,para poder verte. Eso fue

antesdeentrarnosotros,ellosyyo.Morcillo: Eso fue hace unsiglo.Amedo:Fueenel99,aRafa,a Sancristóbal y a mí nosmetieronel13demarzo…Morcillo: Antes fueron avermeaCarabanchel.FuiallíporunchequequehabíadadosinfondosaunodeCanarias.FueSancristóbal y él.Élme

lopresentócomogobernadordeBilbao.Amedo: ¿Pero fue antes delBrouard [del asesinato] odespués?Morcillo:Antes.Amedo:¿Antesdehacerlo?Morcillo: Antes, un año ymedioantes.Amedo: ¡Joder! ¿Quépintaba Sancristóbal en lacárcel?

Morcillo:Areclutarmeamí.Amedo:¿Sancristóbal?Morcillo:Sí.Amedo: Amigo, ¿estabazumbado?Morcillo:Acababa de llegaraMadridyade…Amedo: ¡Ah! Ya habíallegadoaquídedirectordelaSeguridaddelEstado.Morcillo:Claro,ysellevóaRafaelconél.

Amedo:Ya,ya.Morcillo: Vinieron a vermea la prisión. Un funcionario,el señor Valverde, que yotenía mucha amistad con él,era mi jefe de Huellas yCacheo.Yo estaba destinadoallí en Huellas y me dijo:«Ahíhaydoscapitanesde laGuardia Civil, ahí fuera quequieren verte, ¿quieres o noquieres?». Yo sabía que

podía serRafay tal…«Puesvamosaverles».Amedo:Claro.Morcillo: Me llevó allocutoriodejueces.Amedo: ¿Pero Sancristóbal,cuandovaavertealacárcel,te propone hacer lo deBrouard?Morcillo:No,meloproponeRafa.Amedo:¿Enlacárcel?

Morcillo: Sí, no, lo deBrouard, no. Me dice:«Tengounacosapara ti,unacolocación, ¿sabes de lafábrica que te estoyhablando?»Amedo:Ya,ya.Morcillo: Me acuerdo quemedejó…Verás, lediocienmilpesetas.Amedo:¿Sancristóbal?Morcillo: A Rafa, para que

me las dejara y metiócincuentamilenunlibro,enun callejero deBilbao, ymedijo: «Ve estudiando eso», yno me dejó más quecincuentamil.Amedo: ¿Y él se quedó concincuentamil?Morcillo:Sí.Amedo: ¡Quéperro era! ¿Alfrancés quién lo manejaba?¿LomanejabaRafa?

Morcillo:No,yomehiceunequipillo, gente que yoconocía: Rafael LópezOcaña,alhermano…Amedo: Rafa trajo pistolasdeAndorraparael temaestey os dio una putamierda depistolas para ir allí, alBrouard.Morcillo: No, nosotros lascompramos. A Rafa LópezOcaña le di dinero para que

comprara dos herramientas.Lasquellevamossuhermanoyyo.Amedo:¿PeroesolopusoelFrancés?Morcillo:ElFrancés.Amedo: Pero si Rafa Masatraía pistolas de Andorra,peropistolascojonudas.Morcillo: Te estoy diciendola verdad, porque Rafa paranosotros no trajo nada de

Andorra, se quedó con eldinerotambién,¡coño![…].Amedo: ¿Perode losOcaña,esteeraelqueibacontigo?Morcillo:Claro,porcojonesquelollevéyoparaarriba.Amedo: ¿Peroquién lepególos tiros? ¿Le pegaste tú lostirosaBrouard?Morcillo:Sí,sí…Amedo: ¡Ah!, bueno. ¿Y él

ninguno?Morcillo:Lediyo, lepeguéotroscuatrotirosenelpecho.Amedo: Qué, estabaacojonadoeltío,¿no?Morcillo: Se le cayó lapistolaalentrar.Amedo: Eso lo mandóSancristóbal a espaldas delministro.Morcillo:Puedeser.Amedo: ¿Lo lió Masa a

SancristóbaloSancristóbalaMasa?Morcillo:No,SancristóbalaMasa.Amedo: O sea que, ¿ladecisión dematar a BrouardfuedeSancristóbal?Morcillo: Claro, eso seguro.Sancristóbal fue el queorganizó todo el tomate, deprimera hora estabaorganizadoporél.

[…].Amedo: Yo pensaba que lehabía liado Rafa Masa aSancristóbal para atentarcontraBrouard.Morcillo: No, cuandoterminamos aquella noche,yomevinecarreteraabajo,ydesde un teléfono públicollamé a Rafa y le dije:«Bueno, ya está el ganadoembarcado». «¿Seguro?».

«Teestoydiciendoyoquesí,seguro, ya está». «Bueno, aabrirlasbotellasdechampánque tienen preparadas aquíparacelebrarlo».Amedo:¿Enelministerio?Morcillo: Sí, tenía elteléfono suyo delministerio.Yoahoramismopuedodecir:«Yo maté a Brouard y meordenó hacerlo el señorSancristóbal». Si yo tuviera

una fórmula que notuviéramosquetocarle…Amedo:¿Aquién?Morcillo:Quenotuviéramosque tocarle, que no tuvieraquedeclararqueyoera…Amedo:¿Elautor?Morcillo:Claro.Amedo: Pero Ocaña no dijoningún nombre. ¿Y no sabíaque estaba Sancristóbal, queSancristóbal te había

reclutadoati?Morcillo:AlqueconocíaeraaRafa.Amedo: ¿A Rafa lo conocíaOcaña?Morcillo:Sí.Amedo:¿PeroaJuliánno?Morcillo: Pero que lo sabía,sí.Amedo:¿Quelosabequién?Morcillo:Rafa,RafaOcaña.Amedo: ¿Sabe que estaba

Sancristóbaldetrás?Morcillo: Él oía lasconversacionesqueoía.[…].

Cinta2

Morcillo cuenta suimplicación en el atentadocontra la pizzería LaConsolation de San Juan de

Luz en julio de1984 y cómoRafael Masa yprobablemente JuliánSancristóbal organizaron sufuga a Colombia cuandoestaba en busca y capturaporelasesinatodeBrouard.

[…].Amedo:¿Sabesqueel juiciodeldía4[deabrilde2011]essobre el Batzoki y

Consolation, por los que mecondenaronamí?Morcillo:Sí.Amedo: Entonces, en juliodel84fuecuando,antesdeira por Brouard, vosotrosfuisteisalBatzoki,¿no?Morcillo:No,alBatzokino,fuimosalConsolation.Amedo:AlConsolation.Ah,sí,aSanJuandeLuz.Ah,sí,que ahí fue cuando me

acusarondespués.Morcillo:Sí.Amedo: ¿Ahí quién fue,Ocaña[Rafael]?Morcillo:FueOcaña,sí.Amedo:¿FueOcañasolo?Morcillo: Estuve yo con él,con una moto de las queteníamos que le quitamos lanumeración y pegamos elpetardoahí.Amedo:¿Yellocallohabías

localizado o te lo dio Rafa[Masa]?Morcillo:MelodioRafa.Amedo:¿Masatelodio?Morcillo:Todo.Amedo:¿Lalocalizacióndellocal?Morcillo: Todo, yo subí,volví. De todas maneras, aLópez Ocaña le hice uncroquis.Amedo:Y él tiró el pepino,

¿no?Morcillo:Sí.Amedo:Aver, ese juiciodeestetemaestáyaprescrito.Morcillo: Sí, está prescritoy, aparte de que estáprescrito, a mí no me hasalidonadadeeso.Amedo: ¿Yo podría porejemplo decir queSancristóbal le mandó ir yaallí a Ocaña, podría decirlo

en el juicio estandoprescrito?Morcillo: Sí, lo que pasa esqueconRafaOcañahayquetenercuidado.Amedo: ¿Entonces puedodecir que Sancristóbal lehabíamandadoantesaél?Morcillo:Esosí,esosí.Amedo: Sin mencionarnombres.Morcillo: Eso sí, que por

mediodetusindagacionestehas enterado que el señorSancristóbal, por medio deRafaelMasa…Amedo:Sí,sí.Morcillo: Sí, sí era él,Sancristóbal.Amedo: ¿Él te habló a ti dehacer este temao fueRafael[Masa]?Morcillo:TodopormediodeRafa.

Amedo:Ya,ya…Morcillo: Menos la visita alacárcel,quefueronlosdos.Amedo:Ya.Morcillo:Lodemásfuetodopor medio de Rafael, fotos,todo…Amedo:¿Ysolohicisteislosdos temas, la muerte deBrouardyeste?Morcillo: Sí, y como nohubo más que algún herido

me parece en LaConsolation…Amedo: Sí, que eran tres¿no?Morcillo: Sí, entonces eltemadedarleRafa…Esquecon Rafa por medio, nocontamos con el dinero, eseselohacomidotodo…Amedo:Todoparaél.Morcillo: Se lo ha comido.Bueno,entreélyelotro.

Amedo: ¿Rafa ySancristóbal?Morcillo:Sí,sí…Amedo: ¿Rafanopagónadaporeso?Morcillo: Un millón depesetas, y yo pagué gastos,pagué unamoto Sanglas quecompré…Amedo: ¿Y por qué no leexigías?¿CuántoteprometióporeltemadelConsolation?

Morcillo: Cinco millones,perocomonohabía…Amedo:¿Quénohabía?Morcillo:Quenohabíamásque el que cayó [el herido],eratanpoco…Amedo:Ya.Morcillo: No había ningúnmuerto.Amedo: ¿Pero por Brouardprometióveinticinco?Morcillo:Sí,sí.

Amedo:Peroselosquedóél.Morcillo:Anosotrosnosdiosietemillones.Amedo:¿PorelBrouard?Morcillo: Claro, yo le dialgo a la viuda del hermanodeLópezOcaña.Amedo: ¡Ah! ¿Cómo sellamaelotro?Morcillo:MiguelÁngel.Amedo: Al cuñado quecantó, a ese se lo mandó

cargarelotro,¿no?Morcillo: Sí, a ese se lomandaroncargar.Amedo:¿Rafa?¿RafaMasa?Morcillo:Sí.Amedo: ¿Rafa Masa fue elque mandó que se locepillaran porque iba acantar?Morcillo:Sí,sí…Amedo: ¿Era confidente deRosino?

Morcillo: Ya había cantadoél…Amedo: ¿Era confidente deRosinoese?Morcillo: Sí, había hechocosasconél.[…].Amedo:Ese,elcuñadoleibaadecir aRosinoquiénhabíahecholodeBrouard.Morcillo:Sí,sí,perotodavíanosabíaeso.Sehabíasubido

y bajado a Bilbao. Esto esquefueunproblema,quemevolvíalocoamíRafa:«Puesdile lo que te salga de loscojones, no ha podido ser yno ha podido ser todavía».Hasta cómo me pondría yo,quedecidísubiryterminar.Amedo: Ya, ya… ¿PerofuisteconRafaOcaña?Morcillo:Claro.Amedo:Ya, pero Rosino ya

se había enterado pormediodeeste…¿Cómosellama?Morcillo: ¿DeAlberto o deMiguelÁngel?Amedo:¿Sehabíaenterado?Morcillo:Sí,yocreoquesí,porque él tenía siempremuchas…Amedo:¿Rosino?Morcillo:Sí.Amedo: Porque a este yasabes que le prohibió

Sancristóbalqueinvestigara.Morcillo:Sí,sí,sí,sí.[…].Morcillo: Ahí, los cuñadostuvieron una discusión en eljardín [Miguel Ángel LópezOcaña y Alberto Granados]delacasa.Amedo: ¿Y antes de que lomatara?Morcillo: No, subióAlbertoy fracasó, bajo sin hacer

nada. Subió Miguel Ángelcon el hermano y en elcaminoMiguelÁngel…Amedo: ¿Cuántasintentonas? [para asesinar aBrouard].Morcillo: Cuatro con lahecha.Amedo: ¿Hasta que fuistetú?Morcillo:Me cabreó amí ya Rafa [Masa] y le dije que

subiera conmigo a Bilbaopara hacerlo y me dijo queno, que le conocía todo elmundo en Bilbao. Conmigoseportómuymal.Amedo: Rafa era malapersona.Morcillo: Rafa sí, para mí,sí.Amedo:YSancristóbal,otro.Morcillo: No, ese era unbandido.

Amedo: Me dijiste quesabías muchas cosas deJulián.Morcillo: Todas estas cosasqueyotecuentoahoradeél,deJulián…Amedo: Pero de temas decuando estaba Rafa [Masa]con los narcos, ¿no sabesnadadeeso?Morcillo: Rafa tenía supunto de apoyo con él. Rafa

iba a sacar un furgón de laGuardia Civil, para sacar dela cárcel a Rodríguez[Orejuela,delcárteldeCali].El que venía con los Ochoa[del cártel de Medellín],RodríguezOrejueladelcártelde Cali, los metieron en latrenayRafa…Amedo: ¿Y Rafa los queríasacar?Morcillo: Sí, sí, hizo todos

los trámites falsos parasacarlos.[…].Morcillo: Rafa, conmigo,con la coca ganó fortuna ymedia, todos los meses unamaletaconveintekilos.Amedo:¿Yesopordóndelopasaba?Morcillo:Porlaaduana.Amedo: ¿Pero ibapersonalmenteacogerlos?

Morcillo:Personalmente.Amedo: ¿Tú fuiste aColombiaconél?Morcillo:Yosí.Amedo: ¿No has estado enEcuador como decía laprensa?Morcillo: ¡Qué coño!Yonohe estado en Ecuador en miputavida.[…].Amedo: ¿De eso estaba al

corrienteSancristóbal?Morcillo: No lo creo, no losé.[…].Amedo: ¿Pero Sancristóbalno sabía nada de sushistorias?Morcillo: No lo sé, no losé…Amedo: A mí me dijoSancristóbal que, cuandovenía de Bolivia, iba a su

despacho en Almagro ameterle joyas en la cajafuerte.Morcillo: No sé, él se trajomuchas piedras, relojes deoro,oro…Amedo: Ya sabes que tenía[Sancristóbal] la empresa deMarconienAlmagro,3.Morcillo:Sí,sí,sí.Amedo:Ahímetía las joyasy lo que traía de Bolivia.

Estaban más conchabadosque…Morcillo: No, eran unasociedadbienhecha.Amedo:¿Unasociedadentrelosdos?Morcillo:MasatieneunpasedeJulián,sabemuchascosasdeél.Amedo: Julián con quienestámuysituadoesconPacoÁlvarez. ¿Tú a Paco lo

conociste?Morcillo:Sí,claro.Amedo: ¿Él también estabaal corriente del tema quehicistedeBrouard?Morcillo: Claro, si estabantodos.Amedo:¿PacoÁlvarez?Morcillo: Claro, si cuandoterminamos aquella nochesalimosparaallíyyoparéenel parador de carretera y

llamé por teléfono alministerio para decirles queestabatodocorrecto.Amedo: ¿Estaban PacoÁlvarez,Sancristóbal…?Morcillo:Ymásqueestabanenelministerio.Conmigoseportaronmuymal.LuegomehicieronunaputadamásRafaySancristóbal,cuandoyometuvequeiraColombiaconeldinero que Sancristóbal le

dioaRafaparamí.Amedo: ¿Le dio dinero aRafa, Sancristóbal, para quetefuerasaColombia?Morcillo: Sí, pero él vinocon pasaporte, que no séquiénseloharía.Amedo: ¿Rafa un pasaportefalsoparati?Morcillo: Sí, pero tenía quevenir porque tenía que traerlos pasaportes, no podía

dejarlos allí, tenía que venirconmigo.Amedo: ¿Y te acompañó aColombia?Morcillo: De dieciocho mildólaresquedice,queledioelotro, él se pagó su viaje, loshotelesenelcamino,unmesque estuvimos enVenezuela…Amedo: ¿EnVenezuela parairluegoaColombia?

Morcillo: Desde VenezuelasaltamosaColombia.Amedo:Ya, ya…¿Ycuántotedioalfinal?Morcillo: A mí me dejó loque quedó, unos dos mildólares.Amedo: ¡Joder! Y tú aarreglarte la vida por tucuenta.Morcillo:Claro.Amedo: ¿Y por qué te

mandaron marchar? ¿Fuecuando te empezaron abuscarporeltemaBrouard?Morcillo: Me estabanbuscando.Amedo: ¿Y te quedaste enColombia y no estuvistenuncaenEcuador?Morcillo: En Ecuador nada,enColombia.Amedo: ¿Pero ahí teníasproteccióndealguien?

Morcillo: Tenía un Lexus2500,unMitsubishicamperocon cinco tíos que llevabadentro.Amedo: ¡Joder! Estabas conlosOchoa,¿no?Morcillo:No, yo estaba conelotro,coneldeCali.Amedo:¿Cómosellamaba?Morcillo:DonMiguel.Amedo: Rafa le conocíatambién,¿no?

Morcillo: No, Rafa conocíaal abogado de don Miguel,que fue al que llamarondesde el ministerio para queme dieran protección y medieranlospapeles.Amedo: ¡Ah! ¿Desde elministerio les llamaron paraqueteprotegieran?Morcillo: Sí, alguienllamaría.Amedo:SeríaSancristóbal.

Morcillo:Sería.Amedo: ¿Llamó al jefe delcárteldeCali?Morcillo:Sí,sí.Amedo:¿LlamóSancristóbalparaqueteprotegieran?Morcillo: Entonces llamó aldespacho de abogados yllamaron a don Miguel, quelo han… que hace unos díaslehandadonuevetiros.Amedo:¿Allí,enColombia?

Morcillo:Sí.Amedo:¿Alqueteprotegíaati,oalabogado?Morcillo:Alabogado,alqueme protegía a mí, está enAméricatrincao.Amedo:Loraroesquenolesmandasen que te jodieran ati,quetemataranati.Morcillo:No, porqueyomecamelé allí rápidamente eltomate.

Amedo: No, porque de estagente no te puedes fiar, deMasaydeJulián…Morcillo: No, yo me metíallí, dentro, dentro como sillevara allí veinte años conellos.Amedo: ¿Cuánto tiempoestuvisteallí?Morcillo: Ocho o nueveaños.[…].

Amedo:Y cuando te buscanaquí por el tema Brouard,¿quién te manda pirarte,marcharteaColombia?Morcillo:Rafa.Amedo: Pero se lo habíadichoSancristóbal.Morcillo: Hombre,Sancristóbal estaba máscagadoqueél.Amedo: Estaba cagadoporque sabía que si te

echaban mano ibas acantar…Morcillo:Bueno…Amedo:¿EstabamáscagadoSancristóbalqueMasa?Morcillo:Muchomás.Amedo: ¿Sabes por qué temandó Sancristóbal que tecepillases a Brouard, sabesporqué?PorcargarseETAaCasas.Morcillo:¡Ah!Sí,sí.

Amedo: Por el tema deEnriqueCasas.Morcillo: Sí, sí, sí, queríanunaaccióndeesetipo,sí,sí.Amedo: ¿Cuándo fue laprimera vez que fuisteis aldespacho de Brouard?¿Después del asesinato deCasas? ¿Cuándo fuisteis acargarosaBrouard?Morcillo: Sí, como pasaronunos meses y no se hacía,

puesestememetíaamí,memetíaymerascaba.Amedo:Claro,teempujabaahacerlo.Morcillo:Claro.Amedo: Esto fue comoconsecuenciadelasesinatodeETA a Casas. ¿Cuándo tedijeronatidematara…?Morcillo:Claro,sí,sí,sí.Amedo: Y luegoSancristóbal era el más

acojonado de todos. ¿Teníamiedo de que te echaranmano?Morcillo: Eso sí, si no quécoñomevaa…¿Quenosabelo que me dio para que mefuera? Porque echarme a mípara que se tapase todo ypara no tirarlo todo por laborda…Amedo: ¿Le tuvo que darmásdineroaMasa?

Morcillo:Claro.Amedo: Y estuviste tú unmesenVenezuelaydespués,¿paraallá?YMasa,¿sevinoparaacá?Morcillo:No,élibayvenía.IbaaBoliviaypasabaallíunmes o veinte días y otra vezparaacá…Amedo: Con oro, con laspiedras…Morcillo: Y con todo para

acá.Amedo: ¿Al despacho deSancristóbal?Morcillo: Claro, los únicosque han ganado dinero hansido estos dos. Luego mellamóRafadesdeeldespachodelguardiacivil.Amedo:¿Dequién?Morcillo: Del jefe de laGuardia Civil, ¿cómo sellamaba,coño?

Amedo: Roldán. ¿Te llamódesdeeldespachodeRoldán?Morcillo: Sí, porque yo lesoíhablaralosdos.Amedo: ¿Te llamó aColombia?Morcillo: Sí, me llamó aColombia, porque le oía aRoldán hablar, para unospapeles…Amedo:¿Paraquelehiciesespapeles?

Morcillo:Sí,sí,queledieracobijo.Amedo: ¿Unadocumentación?Morcillo:Sí,porqueyasabíaque yo estaba puesto enColombia, ya sabía que yomandabaallá,enColombia.Amedo: ¿Y los papeles paraquiéneran?Morcillo:ParaRoldán.Amedo:¿Paralafuga?

Morcillo: Sí, para ver si yolepodíadarcobijo.Amedo: ¿Para darle cobijoconlagentedelnarco?Morcillo: Claro, allí estabaprotegido.Amedo:¿Y,alfinal,porquénofueallí?Morcillo:Yonoséloquelespasó aquí… Algo tuvo queverPaesa.Amedo: Paesa fue el que lo

escondióenParís.Morcillo: Yo sé que sí,porque yo le dije [a Masa]algunavez…Amedo: Porque Paesa eramuyamigodeSancristóbal.Morcillo: Este [Masa] medice: «Llámame al teléfonoque te voy a dar», y era elteléfonodeRoldán,yllamoyoí una cosa muy… «pi, pa,pooo». Y dije: «Allí hay

tomate»; y le dije a Rafa:«Este teléfono estápinchado»; y Roldán: «¿Elteléfono mío particularpinchado?», con malosmodos.Amedo: O sea, ¿que Roldánsequeríamarcharparaallá?Morcillo: Sí, te digo unacosa: todos los que teníanque hacer los papeles loshacíanbienhechos.

Amedo: ¿Hacerlos enColombia?¿Allíteloshacíanlosjefesdelnarco?Morcillo: Claro, y los jefesdelministerio, de la Policía,detodos,estabancontroladosporlosRodríguezOrejuela.Amedo:¿EsadecisióneradeMasa? ¿Con Roldán de irseparaallá,paraColombia?Morcillo:Sí.Amedo: ¿Roldán estaba

también conchabado conMasa?Morcillo: Sí, sí, sí…También era muy amigo deAsunción.Eldíaantesdeirselediosietemillonesjustos.Amedo: ¿Y por qué le dioAsunciónsietemillones?¿Lehabíahechoalgo?Morcillo: Le había hechoalgo y para pagarle le dijo:«Cogeesossietemillones,se

van a quedar aquí y van adesaparecer», esome dijo élamí.[…].

Cinta3

Morcillo precisa laspresiones que recibió paraejecutar el asesinato, asícomo los detalles del crimen

ylarelacióndeRafaelMasay del entorno de JuliánSancristóbalconelcárteldeCali para facilitar su fuga aColombia.

[…].Morcillo: A Masa ya lotengoyolocalizado.Amedo:AMasa no hay quetocarlo para nada demomento.Mira,Masa es un

polla verde de cojones…Hablando del tema ese delmaterial, yo leí que LópezOcañahabíapalmadodesidaeneltalego.Morcillo: Miguel ÁngelLópezOcañapalmódeloquequisieronallí.Amedo: ¿Sabes con quiénmeencontréelotrodía?ConRosino.Morcillo:Sí…

Amedo: Ya sabes que,cuando nos metieron paraadelante en el tema Brouardqueaél también lemetieronenel99,tuvimosunabroncaél y yo, además tuvimoscareo, bueno, tuvimos detodo. Porque él me habíadicho amí que a él le habíaprohibido investigarSancristóbaleltemaBrouard.Morcillo:Sí…

Amedo: Porque parece sersegún tenía confirmado quetenía un confidente. ¿Quiénera? ¿Granados Céspedes oMiguelÁngel LópezOcaña?Eraunodelosdos,¿no?Morcillo: No, López OcañateníauncomisariodePolicíaenMadrid.Amedo: No, GranadosCéspedes era el cuñado delquematarontambién…

Morcillo:No,eraesteelquematóaGranados.Amedo:ElquematóMiguelÁngel, que le mandó Masamatarlo.Morcillo:No…Amedo: Porque iba acantar…Morcillo: No, era por unasunto de drogas. Por unerrorquehabíaentrelosdos.Amedo:PerolomatóMiguel

Ángel.¿PeroquiéneraelqueibaacantaraRosino?Porqueme dijo en Bilbao que teníaun cantante, que tenía unconfidenteenMadrid.Morcillo:LópezOcaña.Amedo:MiguelÁngelLópezOcaña,yMiguelÁngeleneltrullotambiénpalma,¿no?Morcillo: Claro, hubo quequitarlelavidaporlomismo,porqueyaestabahablandode

más,élconlaPolicía.Amedo:¿ConRosino?Morcillo: Ya estabacantando a la Policía queéramos de los GAL, que noséqué,quenosécuál…Amedo: Él, Miguel Ángel,¿eraelquecantabaaRosino?Morcillo: Sí, ese era suprotector…Amedo: Sí, porque luego aRosino le prohibieron

investigar.¿Yalosabes?Morcillo:Sí…Amedo: Además, me lodecía a mí: «Esto hay quepararlo», porque estuvehablando con el fiscal. Alfiscalledestituyeron,queerauntalValerio.Morcillo:Sí…Amedo: Me decía [Rosino]:«Yo en ese momento podíameter a cinco en la cárcel, a

Sancristóbal, a Masa,Morcillo, Rafael LópezOcaña y a Planchuelotambién», que estabaentonces de jefe superior dePolicíaenBilbao.Morcillo:PeroLópezOcañanosabíanadadeél.Amedo:¿Dequién?Morcillo:DePlanchuelo.Amedo: Pero Rosino sí losabía.

Morcillo:Esosí.Amedo: Porque a Rosino lehabían prohibido… y aPlanchuelo le habíaprohibidoSancristóbalqueseinvestigara el tema, porqueSancristóbal era el que tehabía ido a buscar a ti a lacárcel.Morcillo:Sí.Amedo: A ti en qué año tefueabuscar,¿enel83oenel

84?Morcillo: No, a mí mefueronabuscarenel83.Amedo:¿Enel83?Morcillo:Claro.Amedo: Entonces no eradirector de la Seguridad delEstado.Morcillo: Yo tenía unacondena por cheque endescubierto.…Morcillo:DeVizcaya…

Amedo:EragobernadorcivildeVizcaya.Morcillo: Había pasadoaquellodelaguadeBilbao.Amedo: Que ahí fue cuandoelamigoRafaelMasa…Morcillo: Ahí fue cuandoconquistó al otro [aSancristóbal].Amedo:Claro,yseencontróunlibroantiguo,uncódice,yluego se fue a Andorra a

comprar armas y lo dejóexpuestoenlaarmería.Morcillo:Sí,lasgilipolladasdeél.Amedo: Con el teléfono delMinisterio del Interior y porahí le localizaron, y compróallí unas pistolas cojonudaspara…Morcillo: Una de ellas eraparamí.Amedo: Pero luego, cuando

hicisteis el temadeBrouard,cuando matasteis a Brouard,no lo matasteis con una deaquellas pistolas, las quellevabais eran una putamierda.Morcillo: Fueron las que lecompró Miguel Ángel alFrancés.Amedo: Hacían contrabandodearmasentreellos,¿no?Morcillo:Esohacían.

Amedo: ¿Tú lo conocías alFrancés?Morcillo:Sí.Amedo: Ese también hablóde ti luego, y se inventabaalgunahistoriadecojones…Morcillo:Sí,sí…Amedo: Yo estuvediscutiendo con Rosino,porque yo estuve cuatromeses jodido allí, sincomérmelo ni bebérmelo.

Unosdíasdespuésdesalirdelacárcel,quemeloencontré,leechéunabroncadelantedetodos, de cojones. Me dijo:«Ya sé cómo fue la historia,porque fueron dos vecesarriba, primero fueron dosveces,quehabíaido…»Morcillo:No,yofuiuna.Amedo:Túfuistelaúltima.Morcillo:Yofuilaúltima,ydos veces a Bilbao cuando

vinedeColombia.Amedo: ¿Pero quiénesfueron primero? ¿MiguelÁngelquiénfue?Morcillo:Elcuñadomuerto.Amedo:¿Céspedes?Morcillo:Yelmatarile.Amedo:¿Rafa?Morcillo:No,MiguelÁngely su cuñado subieron laprimeravezysecomieronlaviruta que les di para los

viajesydijeronqueallínosepuedetocar.Amedo: ¿Y no hicieronnada?Morcillo: Gastarse loscuartos,yasehabíahecholodelacafetería…Amedo: Sí, lo de LaConsolation…Morcillo: Lo de LaConsolation,Rafa…Amedo: Pero lo de La

ConsolationfueOcaña[Rafa]¿no? ¿Y tú fuiste el que leacompañaste?Morcillo:No,no,no…Amedo: ¿No estuviste enFranciaconél?Morcillo: Estuve en Franciaconél.Amedo: Pero él tiró elpaquetedeunamoto,¿no?Morcillo:Sí,untermo.Amedo:¿Peroélsolo?

Morcillo:Élsolo.Amedo:¡Joder!Morcillo:Condoscojones.Amedo: ¿Y luego a Bilbaosubióél?Morcillo: Volvieron a subirlos dos, Miguel Ángel yCéspedes, les apreté lasclavijas.Amedo:¿Losdosotravez?Morcillo: En esta subidabajaron igual, pero ya

señalaron la casa, el portaldondevivía,yaviquehabíanestadoallí.Amedo: ¿Y luego Masa fuecuando os obligó a ir a losdos?Morcillo:Claro.Amedo: ¿A ti y a Rafa[Ocaña]?Morcillo: Masa mepresionabadiciendoqueseleechaban encima, que le

echaban del Ministerio delInterior. Que Sancristóbalechabachispas,quehabíaundinero que nos podíamosllevar.Amedo: ¿Sancristóbal leapretaba a Masa y Masa teapretabaati?Morcillo: Masa, con laconfianza que tenía comocompadre, me decía un díadelante de su mujer que

hiciera el trabajo, que leechaban,y sumujer tambiénme lo decía, delante de lapuertadelSantiagoCalderónese…¿Cómosellama?Amedo:VicenteCalderón.Morcillo: Sí, allíme citaba,enlapuertaprincipal.Amedo: ¿Y delante de sumujertelodecía?Morcillo:Sí,sí,sumujereraigualqueél,opeor.

Amedo: ¡Manda cojones!¿Entonces fue cuando yafuiste con Rafa [LópezOcaña]?Morcillo: Entonces fuecuando dije: «Voy a hacerloyo». No había más cojones.Me comía el coco tanto quedije:«Voyahacerloyo».Amedo:Teforzó,porqueaélleforzabaelotro.Morcillo: Yo creía en Rafa

MasacomotúenDios.Amedo:RafaMasanoeraunbuen tío. Rafa Masa nada,nada…Morcillo: Rafa Masa sellevaba como un hijo míodesdequeyoleconocí.Amedo: Así, como uncompadre, ¿él también eracompadredelcolombiano?Morcillo:Mira,yolepusesunombreamihijo,elnombre

suyo, que es guardia civilhoy,quenoentróporél.Amedo:¿Ah,sí?Morcillo: Se presentó dosveces en la academia deBaza,aprobóyentró.Amedo: Y ya llegó unmomentoenquetedecíaquelo echaban del ministerio sino se hacía el tema deBrouard,¿no?Morcillo:Sí,comosuena.

Amedo:Queloechaban,quele estaba presionandoSancristóbal,yqueloechabay que había que hacerlo porcojones,¿no?Morcillo: Antes de hacerlo,yo tenía que habermatado aRafa,deverdad,telojuro.Amedo:¿Peroquétehizo?Morcillo: Muchas putadas,porque te obligaba. Yo enColombia, como ganaba

mucho dinero con la gentemía…Amedo: Sí, con Miguel,¿cómo se llamaba?RodríguezOrejuela,¿no?Morcillo: RodríguezOrejuela, el otro, era elmatarife. Don Miguelresolvíatodo.Amedo: Porque ellosestuvieron detenidos enEspaña y salieron por un

chanchullo que hicieron conlosjueces.Morcillo: Sí, con los juecesy con un comisario queentonceshabía…Amedo: ¿En el MinisteriodelInterior?Morcillo: No, en laAudiencia.Amedo: ¿En la Audiencia?Sería este… ¿Cómo sellama?Lillo,RamónLillo…

Morcillo:Meparecequesí.Amedo: ¿Tú le diste a él lapastaparalosjueces?Morcillo:No, a él no, yo sela di a un abogado deMarbella.Amedo:¿Quiéntedioatilapasta?Morcillo:Mijefe,elquefuedespuésmijefe.Amedo: ¡Ah! ¿Pero estabaahímetidoMasa?

Morcillo: No, ahí no estuvoMasa. Masa estuvo despuésmetido, robándomeamí.Yogané mucho dinero enColombiayloinvertíenoro,relojes caros, casi todosrobadosenEspaña,claro.Amedo: Pero ahí intervinoen la suelta, teniendo encuenta…Morcillo:AhíunmagistradodelaAudienciadijoqueno.

Amedo: ¿Dijo que no losextraditaba a EstadosUnidos?Morcillo: No, todos dijeronque se les extraditaba aColombia, menos ese, quedijo que se les extraditaba aEstados Unidos. Entonces selesextraditóaColombia.Amedo: A Colombia… ¿Yallílossoltaron?Morcillo: Porque en

Colombia,porqueallí…Amedo: El Consejo deMinistros también intervinoennoextraditarlosaEstadosUnidos.Morcillo:Sí,porquetevoyadecir que cuando túextraditas a una persona queno tiene ninguna petición deextradición a su país que noseaporcausagrave,entoncesellos mandaron producir dos

muertes enColombiapara irallí.Amedo:ParairaCali,¿no?Morcillo: Sí, luego allíhacíanloquelessalíadeloshuevos.Amedo: Luego ellos teníanque corresponder de algunaforma con el Ministerio delInterior.Morcillo: Ahí entro yo, lesdicencuandomevoyqueme

alojen allí que soy buenapersona.Amedo: ¿Eso se lo dice elMinisteriodelInterior?Morcillo:Claro.Amedo: ¿Sancristóbal es elquelosllamó?Morcillo:Sancristóbaleraelqueintermediabaeneso.Amedo: ¿Sancristóbal lesllamaalosOrejuelaparaqueteacojanati?

Morcillo:Sí,sí,todosehizopor medio de un abogadomalagueño muy golfo, todosehizopormediodeél.Amedo: ¿Pero quién ledirigíaalabogadoese?Morcillo: Entonces Rafa[Masa] teníaunmontajeconuna furgoneta de la GuardiaCivil, con todos los guardiaspara entrar en la cárcel yllevárselo de allí [a

Rodríguez Orejuela], yahabía sido extraditado aColombiaJorgeLuisOchoa.Amedo: ¿Y sacarlo?¿Sacarloporlaputacara?Morcillo:No,aélnadamás.Amedo:¿AOrejuela?Morcillo:Claro,alotroyalohabíanechado.Amedo: ¿Para sacar aOrejuela?Morcillo:Eso.

Amedo: ¿Y por qué pararonese tema? ¿Por qué loarreglarondeotramanera?Morcillo: Porque loarreglaroncondinero.Amedo: ¿Se lo pasaron alcomisario de laAudiencia yelcomisarioaljuez?Morcillo:ElcomisariodelaAudienciapagóaquienteníaquepagar.Amedo: ¿De cuánta pasta

hablas?Morcillo: Así como desesentaosetentamillones.Amedo: Sesenta o setentamillones de entonces, claro.¿Esocuándofue,aprincipiosdelos80,no?Morcillo:Sí,sí.Amedo: Y Rafa estabaenteradodeeso,¿no?Morcillo: ¿Cómo enterado?Me tenía a mí dentro del

turrón…[…].Amedo:AmíelotrodíamedecíaRosinoquehablando…¡Ah,sí!EstuvehacepocoenLugo con el que fue a hacerla inspección ocular aldespachodeBrouarddespuésdelatentadoymedijoquenopudo,quelepegabalamujerdeBrouard,despuésdequelematasteis. Llevabais una

Parabellumyuna22,¿no?Morcillo:Sí.Amedo: ¿Tú llevabas laParabellum?Morcillo:Sí.Amedo: Que al otro [RafaelLópez Ocaña] se le cayó lapistolaalsuelo…Morcillo:Sí.Amedo:Elotro salióy tú lepegaste los tiros con laParabellum,ysequedótieso.

Morcillo:Elotroserajóylepegó al salir cuatro o cincotiros.Amedo: Para cumplir, paracumplir. ¿Cuántos lemetisteisentotal?Morcillo: Los míos fueroncincotirosenlacabeza.Amedo: Cinco tiros en lacabeza y el otro le pegó doscuandosemarchaba,y luegoa celebrarlo Sancristóbal,

Masa y Álvarez en elministerio. ¡Joder! Conchampán…Morcillo:Esomedijoamí:«Vamos a abrir las botellasde champán que están aquí,alfrío».Amedo: Esa operación lahicieron para vengarse decuandomató ETA a EnriqueCasas.Morcillo:Sí,lacosafueasí.

Amedo: Sí, mandado dearriba del todo aSancristóbal, bueno, en todoesto estaba metido todo elmundo.Morcillo: Claro que estabametidotodoelmundo.Amedo: Todo el mundo.Rosino decía que el que lepególostiroseraMorcillo,yledije:«Morcillolepególosprimeros tirosporquealotro

se le cayó la pistola». ¿Elotroibaacojonado,no?Morcillo:Claro.Amedo:RafaLópezOcaña.Morcillo:ARafamelollevéyo cuando trabajaba en unacajadeahorros,eracajerodeunacajadeahorros.Amedo: ¿Lo conocías desdehacemuchosaños,no?Morcillo: Claro que loconocía, hace tiempo, de

Marbella.Amedo: O sea, que teníasuna banda cojonuda.Aquí elmás cabrón era Masa conSancristóbal. Sancristóbal,eraelqueleazuzabaaél.Morcillo: Luego me pasóunacojonuda.Amedo: ¿Cuando osmarchasteisdelaconsulta?Morcillo: Cuando nosmarchamos de la consulta

dejamos las armas en unrellano de las escaleras, enuna ventana, y ahí se dejanlasarmas.Amedo: ¿Llevabais guantesoquécojonesllevabais?Morcillo:Guantesdelana.Amedo:Guantesdelanaparanodejarunaputahuella.Morcillo:Claro.Amedo: ¿Y luego sinproblemasosmarchasteis?

Morcillo: Yo llevaba unagabardina.Amedo:¿Yelotrosemarchóporsuladoytúporeltuyo?Morcillo:Claro.Amedo: ¿No habíavigilancia,ninada?Morcillo: No. Dormimos enBurgos.EnelhotelLanda.Amedo: ¿En Burgosdormisteis y de allí llamasteaRafa[Masa],no?

Morcillo: No, de allí no.Despuésdel trabajo, no.Nosfuimos para Madrid, desdeunacabina.Amedo: ¿Y cuándodormisteisenelLanda?Morcillo:Eldíaanterior.Amedo: Antes de hacerlo,para ir relajado. ¿Osmarchasteis cada uno por sulado y os juntasteis enMadrid?

Morcillo:Sí.Amedo: ¿Y luego Rafa[Masa]sequedóconpartedelapasta?Morcillo: Sí, dio sietemillones.Amedo: ¿Pero os habíaprometido veinticincomillones?Morcillo: Sí, de veintemillonesparaarriba.Amedo: Con lo cual él se

quedó con todo. ¿A vosotroscuántoosdio?¿Siete?Morcillo:Siete.Amedo:Elrestoseloquedóél.Morcillo: No sé si él oSancristóbal.Amedo: Y cuando te fue aver Sancristóbal a la cárcelcomo capitán de la GuardiaCivil,¿quétedijo?Morcillo: Rafa me dijo:

«¿Túconocesaesteseñor?»,porlaventanilla,«Esteseñores el gobernador civil deVizcaya. Ahora te vamos allamar para que salgas fueray ahí te comentamos unacosita, porque tú eres lapersona idónea para esto», ytal. Entonces me endiñó unplanodeBilbaoylediocienmil pesetas para mí y sequedó con cincuenta mil, el

cabrón.Amedo: ¿Ahí ya tepropusieron matar aBrouard?Morcillo:No, allí quedamosenhablarcuandosaliera.Allíhablamos también de miamigo Chema Gómez, queera también amigo de Rafa,que hizo amistad con los delas máquinas tragaperras deBilbao.

Amedo:Rafatambiénestabametidoenesechanchullo.¿Yfue cuando montasteis lacafeteríaAlbia?Morcillo:Estabamontada.Amedo: La cafetería, ¿paraqué la cogisteis? ¿Comotapadera para hacer lasdemáscosas?Morcillo: Se monta parajustificarmipresenciaallí.Amedo: ¿Y luego es cuando

se plantea lo de LaConsolationylootro?¿Masayatehabladeesostemas?Morcillo: Claro,SancristóballedecíaaMasa:«Vete a ver a Morcillo».Sancristóbal me estuvodiciendo que «habíamospensadoenustedparaesto»ymeestuvocomiendoelcoco,diciéndome que era porEspaña,España,España…

Amedo: ¿Sancristóbalcomiéndoteeltarro?Morcillo: Sí, sí, y luegomeestuvo diciendo que siempreestuviera en contacto conMasa.[…].

Cinta4

Morcillo narra la visita

que le hicieron en laprimavera de 1983 a lacárcel de Carabanchel sucompadre Rafael Masa y unacompañante, que élidentifica comoprobablemente JuliánSancristóbal, para reclutarlepara los GAL, aportando elnombre de un funcionariocomotestigodelamisma.

[…].Amedo: Oye, dime unacosa…Morcillo:Dime.Amedo:¿Quémecontabaselotrodía?Morcillo:¿Dequé?Amedo: No sé. Que medecías… Hay una cosa quetenemos que aclarar, hemiradohoyeltemaylafecha

no coincide o tú estásconfundido…Morcillo:Seguro.Amedo: O tú estásconfundido, porque no te lovas a inventar claro, sobrecuándo te fueronaverMasaySancristóbalaCarabanchel.Morcillo: De eso no mepuedoacordar,yatelodije.Amedo:Mira, túingresasenCarabanchel el 25 de

noviembrede1982…Morcillo:Sí.Amedo:Condenadoporun…Morcillo: Un cheque sinfondos.Amedo: Sí, exacto,condenado por el juzgadonúmero3deCórdoba…Morcillo:No,deGranada.Amedo: DeGranada, sí, porunchequesin…Bueno,sí.Yquedasteen libertadel21de

mayode1983.Morcillo:Esoes,seismeses.Amedo: Seis meses,exactamente el 21 de mayode1983,conlocual…Morcillo: Ellos vienen averme amí a los tresmesesdeestaryoallí.Amedo:¿Alostresmesesdeestarallí?Morcillo: Tres o cuatro,próximoasalirya.

Amedo:¿Próximoasalir?Morcillo: Sí, porque ya mehabían dado el tercer grado,igualunmesantes.Amedo:Osea,queteiríanaverenabrilomayo.Morcillo:Sí,puedeser.Amedo: Saliste el 21 demayo, seguramente… ¿Masasabía cuándo salías? ¿Masasabíaenquéfechasalías?Morcillo:Élsabíaqueestaba

condenadoaseismesesyundía.Amedo: ¿Pero Masa sabíacuandoibasasalir?Morcillo:Yonolosé.Amedo:Locomprobaría.Morcillo: Pues yo qué sé,pueslocomprobaría.Amedo: Entonces, cuandosaliste no te fuiste a Bilbaotodavía,¿no?Morcillo:No,no,quéva…

Amedo: Se preparó el temaparairteaBilbaoyestuvistehablandoconLópezOcañaytodaesagente,¿no?Morcillo:Esoes.Amedo:Antesdeirte,¿no?Morcillo:Antesdeirme.Amedo: Entonces lo lógicoes que te fueran a ver antesdesalir,aprincipiosdemayode1983.Morcillo:Sí.

Amedo:QueescuandoyasehabíapensadoenqueseibaahacerlodelGAL.Morcillo: Sí, ellos lo teníanya sabido, si no ¿para quéibanaverme?Amedo:Poreso.Morcillo: Iban a verme enplandehombredeconfianza,para ponerme a cargo de lacafetería.Amedo: De la cafetería

Albia.Morcillo:Claro.Amedo: Entonces tiene queserasí,puestoquetúentrasteen la cafetería y te diste dealtaenlaSeguridadSocialdeBilbaoel día5dediciembrede1983.Morcillo:Sí.Amedo: Con lo cual tetuvieronqueiraverantesdesalir,pocoantesdesalir.

Morcillo:Sí, loque teestoydiciendo,tresmesesantesdesalir.Amedo: ¿Tres meses antes?Tanto tiempo no, sería enabrilomayo.Morcillo:Sí,sí.Amedo: Abril, mayo de1983,¿no?Morcillo:Sí,puedeser.Siesque no me acuerdoexactamente, Pepe, no te

puedodecirnisí,nino.Amedo: ¿Pero fueron losdos?Morcillo:¡Sí,hombre!Amedo:Masay…Morcillo: ¿Eso lo tendrásgrabado?Amedo: ¡Eh!Yo tengo aquíapuntadoesto,oseaquetuvoque ser en abril o mayo de1983.Morcillo:Sí.

Amedo: ¿Y fueron con loscarnés de capitanes de laGuardiaCivil?Morcillo:Allíenlacárcelsepresentaron como capitanesdelaGuardiaCivil.Amedo:¿Perolesregistraronalentrarono?Morcillo: Los tienen queregistrar,túlosabes.Amedo: Por eso. Pero al ircon aquella documentación

igual no les registraron, ocreestú…Morcillo: Fueron con suscarnés de capitanes de laGuardiaCivil.Amedo:¿Chungoslosdos?Morcillo:EldeRafano.LoshacíaRafa.Amedo: Y el otro, ¿se lopreparó?Morcillo:AmíRafamediocuatro.

Amedo: Ya. Fíjate ademáscomo era Rafa. Oye, y esteValverde, el funcionario, eraeljefedeCacheosyHuellas,¿no?Morcillo:EraeljefeyestabaconélÁngelIbáñez.Amedo:¿Otrofuncionario?Morcillo:Otrofuncionarioyotro más viejo que se habrámuerto ya. Que era deBurgos, del mismo pueblo

queSantiago,miamigodelamarisqueríadeMarbella.Amedo:¿PeroesValverdeelque te dice que hay doscapitanes que te quierenver,delaGuardiaCivil?Morcillo: Me llamaron porla puerta, «Aver si puede irMorcilloallocutorio».Amedo:¿Ajueces?Morcillo: Sí, al locutoriodejueces, y me lo dijo uno de

losfuncionarios.Amedo: ¿Y Valverde lospudoveralosdos?Morcillo:Yocreoquesí.Amedo: Y el otro, ¿cómodicesquesellamaba?Elotrofuncionario.Morcillo:ÁngelIbáñez.Amedo: Ángel Ibáñez. ¿Esetambién estaba en Huellas?Uno de los dos los tuvo quever,¿no?

Morcillo:OdonPedro.Amedo: ¿Don Pedro quiénera?¿Elviejo?Morcillo: El viejo, ese noexisteya.Amedo: Pero tú no estássegurodesilosvioalgunodeellos, ¿no? De allí tellamabany,¿quiéntellevabaallocutorio?Morcillo: Yo voy a jueces,habloconellosporelcristal.

Amedo: ¿Pero quién telleva?Morcillo: Perdona, a juecesme llevó uno de los dosfuncionarios.Amedo: Valverde o Ibáñez,¿no?Morcillo: Uno de los dos.Además, nosotros los deHuellas no teníamos quepasar controles. Pasábamospor la puerta que había y no

teníamos que pasar porningúnlado.Amedo: Pero bueno, ¿teacompañaba Valverde oIbáñez?Morcillo: Me acompañabana la salida del pasillo. Teestoy hablando de cómosucedíanlascosas.Habléporelcristaldejuecesconellos,conlosdos.YmedijoMasa:«¿Túconocesaesteseñor?».

Yledije:«Notengoelgustode conocerle». «Pues síhombre, este señor es elgobernador de Vizcaya». Yyopensé:«¿Quépasaaquí,elgobernador aquí a verme amíenlacárcel?».Ycomencéa darle vueltas a la cabeza.«Bueno, venimos a verteporque tenemos que hablarcontigo para llevar unnegocio allí. Ahora, cuando

salgas no tienes nada. No tevasairaBaza,allíatocartelos huevos. Además,compadre, ya sabes que yoconusted loquehagafalta».Bueno,elrollo…Amedo:Elcamelo.Morcillo: Sí. Bueno, yo ledigo: «Encantado deconocerlo, mucho gusto». YSancristóbal le dijo a él:«Dele algo». Y el otro me

dijo: «Compadre, compadre,¿tú podrías salir al pasilloparavernosallí?».«Sí, claroque sí, ahora mismo». Mevolví y fui a donde el señorValverde, y le dije: «Mireusted,pasaesto,estánahílosdos capitanes de la GuardiaCivil que quieren hablarconmigo ahí fuera, en elpasillo».Ymedijo:«Vamosahoramismo».

Amedo: ¿Entonces Valverdelosvio?Morcillo: Me dijo a mí:«Vamos ahora mismo».Fuimosarriba,pasamosaungaritoquehabíatambiénparasalir al pasillo deexteriores…Amedo:¿ConValverde?Morcillo:Valverdedetrásdemí.Cuandollegamosamitaddelpasilloyaestabanallí.

Amedo: Entonces ¿Valverdelosvio?Morcillo:Yo creo que sí.Ono miró, o tuvo que verlosporcojones.Amedo:Tuvoqueverlosporcojones.Si iba contigohastadondeestabanSancristóbalyMasa, tuvo que verlos porcojones.Morcillo: Sí, fue conmigoparaeso.

Amedo:¿Fueelquetesacó?Morcillo:Claro.Amedo: Por eso, Valverdelostuvoqueverporpelotas.Morcillo: Yo no teníanecesidaddequeme llevara,porqueyollevabaelcafédelprimer rastrillo todas lasmañanas a los funcionariosdelúltimo rastrillo, o sea, elprimerodeentrada.Amedo:Peroenestaocasión

concretafuisteconValverde.Morcillo: Porque yo se lodije y él dijo: «Sí, ahoramismo,venga».Amedo: Entonces, Valverdelostuvoquever.Morcillo: Claro.Y entoncesmi compadre me dice:«Tome usted para los gastosque tenga usted por ahí», yme mete en la manocincuentamilpesetas.

Amedo: Cincuenta milpesetas.Morcillo:Cincuentamil,sí.Amedo: Y él se queda concincuentamildelascienmilqueledioSancristóbal.Morcillo: De las cien milqueledioSancristóbal,élsequedó con cincuenta mil. Yentonces me dijo: «Toma ellibro este para que te vayasidentificando con las calles

deBilbao».Amedo:Bueno, en este casoValverde los tuvo que ver alosdos.Morcillo: Pues yo creo quesí,quelostuvoquever.Amedo: Si iba contigo yestabanallí, los tuvoqueverValverde.Morcillo: Valverde veníadetrás de mí, a pocadistancia.

Amedo: Valverde los tuvoque ver. Ahora voy alocalizar a Valverde, si estávivo,paraversilosreconocea los dos, a Sancristóbal y aMasa. Ahora seguramenteestará jubilado. ¿Qué edadtenía? ¿Era más joven quetú?Morcillo:Eramásjovenqueyo.Amedo: El nombre, ¿no lo

sabes?Morcillo: Don ÁngelValverdeydonÁngelIbáñez.Amedo:NofueIbáñezelqueteacompañó,fueValverde.Morcillo:Valverde.Amedo: O sea, que teníasamistadconlosdos.Morcillo: Valverde era untío serio, recto, muy recto,pero muy respetuoso y muycariñoso.

Amedo: Oye, en esa visitaque te hacen Sancristóbal yMasa, ¿cómo quedáis paraencontrarosenBilbao?Morcillo: Rafa iba abuscarme ami casa. ¡Coño!,lequitaronlaradiodelcocheenlapuertademicasa.Amedo: Pero después desalir, ¿es cuando yaconcretáisparairaBilbao?Morcillo: Ya concretamos

parairaBilbao,cuandoelloscolocaronaChemaGómez.Amedo: ¿Y cuánto tardasteeniraBilbao?Morcillo: Yo llegué elúltimo día de lasinundaciones y cogí lasllavesdelacafeteríallenadeagua.Amedo:TúllegasteaBilbaoel último día de lasinundaciones, en agosto de

1983.Porcierto,casualmentehe visto hoy que tuviste unabronca con De Pablos, queeratusocio,¿no?Morcillo: ¿Con Pepe? Sítuveunabronca,sí.Amedo: Que te acusaba deque le habías chorizadocuarentamillones.Morcillo: La bronca no fueporeso.Amedo: Él te quiso dar con

una botella y tú le sacasteunapistola.Morcillo:AquellapistolaeradeMasa,delnuevelargo,quese la dejó en el cajón demidespacho.Y ledije:«Tevoya meter siete tiros en lacabeza»,ysaliócorriendo.[…].

Cinta5

Morcillo aporta másdatosycircunstanciasacercade su fuga a Colombia paraevitar su arresto y de lasactividadesrelacionadasconel narcotráfico quedesarrollóallí.

[…].Amedo: Oye, enséñame eso[permisos de conducción ytenencia de armas con

identidad falsa que utilizabaen Colombia] a ver si tienefechadeexpedición.Morcillo: Claro que tiene,fechayfoto.Amedo:Eso,esoesbueno,lalicencia [de conducir]…Estabasjovenahí.Morcillo:Deconduciryconelpelorizado.Amedo: Pero no pone lafechadeexpedición.

Morcillo:Ahíabajo,ponenosécuántosaños.Amedo:Pone87,o86-97.Morcillo:08del97,hastael97mequedaba.Amedo: Sí, pero no ponecuándo se expide, que es loque más me interesaba, lafechadeexpedición.Morcillo:Cincoañosantes.Amedo: Con la fecha deexpedición se puede saber

cuándollegastetúallí.Morcillo: No, cuándo yollegue allí te lo voy a decirahoramismo.Amedo: Ah, bueno, déjamevereste[licenciadearmas].Morcillo: Eso no lo lees tú:nololeoyoconlupa.Amedo:10defebrerodel93,poneaquí,a10defebrerodel96.Morcillo:Eso.

Amedo: «Salvoconductoportaarmasnacional».Morcillo:Esoes la fechadeemisión.Amedo: ¿Eso es fecha deemisión?Morcillo:Claro,¿noves?Amedo: Pone en el 97, y enel97noestabasallí.Morcillo:Yo te voy a decirsi estabaono.Yome fuideaquíenenerodel89.

Amedo:Enerodel89.Morcillo: Y llegue aquí enseptiembredel97.Amedo: Fecha de regreso.¿Y cómo has recordado lasfechasdemarchayregreso?Morcillo:Mi[inaudible]melo ha recordado y yohaciendomemoria.Amedo: Eso tiene sentidoporque es cuando trincan aLópez Ocaña y cuando

detienen a López Ocaña escuando Masa te dice que temarches.Morcillo:Sí.Amedo: Te marchas aColombia en enero del 89 yregresas en septiembre del97. Ahora ya empiezan aencajarlasfechas.Morcillo:Fíjate,quelafechademillegadatienequeestartodavía en los ficheros del

aeropuerto con el nombreeste. [José LuisGonzález deCórdoba, identidad falsa quele facilitan en Colombia losabogados de losnarcotraficantes RodríguezOrejuela].Amedo: Tú llegaste con elnombreeste,¿no?Morcillo:Conelpasaporteanombre de José LuisGonzález.

Amedo: ¿Tenías unpasaporte con esta identidadtambién?Morcillo:Claro.Amedo: Claro, esto loborraste tú, ¿no? [me refieroavarioscertificadosmédicosquetienesobreunaoperacióndeunderramecerebralquelepracticaron en el hospitalShaio de Santa Fe deBogotá].

Morcillo: Claro, esto loborré yo y puse mi nombrerealentodaslashojas.Amedo: Esto [certificadosmédicos] me dijiste que eraparalaSeguridadSocial.Morcillo: Claro, cuando lotuve que presentar para quesupieran lo que me habíanhecho. Tuve que pedirlos aColombia. Me los mandó eldifuntoÉdgar.[ÉdgarGarcía,

abogado de los narcosRodríguezOrejuela].Amedo:¿ÉdgarGarcía?Morcillo: Sí, Édgar, ya estámuertoelpobrecito.Amedo: ¿A ese le pegarondostiros?Morcillo:No,aeseno.Eldelos tiros fue Quintero.[Álvaro Quintero, jefe delbufete de abogados de losRodríguezOrejuela].

Amedo:¿Dóndelomataron?Morcillo: En Santa Fe lomataron.Amedo:¿Esevivíaallí?Morcillo: Ese tenía casa enCali, en Santa Fe y teníaresidencias por todos loslados.Amedo: Ya. Oye, una cosa,enel89creorecordarqueescuandoledetienenaOcaña,aRafael,yentoncesescuando

te tiene que decir Masa quetemarches.Morcillo: Rafa no me dijoquememarchara.Amedo:¿Cómofue?Morcillo: Masa llegó a pormí.Amedo: Te fue a buscardirectamente.Morcillo: Claro. «Nostenemosqueirya,ya»,dijo.Amedo: ¿Dónde te fue a

buscar?Morcillo: ¡Coño!, a la calleAmparo,quevivíayo.Amedo:¿AlacalleAmparo,aquíenMadrid?Morcillo: Claro. Si estuvoallí la Policía y la GuardiaCivil en todos los pisos quetuveyo.Amedo: ¿Pero estuvierondespuésdemarcharte?Morcillo:Claro.

Amedo: ¿Y Masa te fue abuscarallíytecogió?Morcillo:Mellevóadormirasucasa.Dormíensuchaléydeallísalimos.Amedo: ¿Para Portugal, enenerodel89?Morcillo:Sí,¡coño!Amedo:Ya,ya.Esqueahoraempiezan a encajar lasfechas.Morcillo:Todoencaja.

Amedo:Osea,quenotedioopciones, pero te explicaríaalgo,¿no?Morcillo: Que había unpeligro inminente. «Que vanaporti,quevanaporti»,medecía.Amedo:DeBilbao.Morcillo: Sí, que habíaproblemas y que tenía quedesaparecer. «Compadretieneustedquequitarsedeen

medio, vámonos». Le dije:«¿No puedo ir a Baza adespedirmedemishijos,porlomenos?».«No,no,quehayunproblemamuygrave,estanoche duerme usted en micasa»,medecía.Amedo: Ya, pero él teexplicaría alguna historiapara decirte que te ibas aColombia, porque tú notenías ni puta idea de ir a

Colombia,¿no?Morcillo: Sí, él ya vino conel pasaporte que yo iba allevarytodo.Amedo:¿Cómo,cómo?Morcillo: Que vino con elpasaporteparaquemefuera,te lo he dicho ya veinteveces.Amedo: Sí, pero bueno,tendría que explicarte algopara irte, porque tú todavía

no tenías pensado irte aColombiaoaotrositio,¿no?Morcillo: Yo no teníapensadoirmeaningúnlado.Amedo: Eso lo pensaronellos.Morcillo:Lopensaronellos,lopensaríanellos.Amedo:Claro,aLisboa,ydeLisboa,aVenezuela…Morcillo: Me dijo:«Tenemos que salir pitando

compadre, que hay unproblema muy gordo y quenos quitamos de en medioque están buscándote portodosloslados».Amedo: Lo que te quierodecir es que, cuando él dice«nos están buscando portodos los lados», se refiereaqueesporeltemaBrouard.Morcillo:Claro,porqué ibaaser,siamínomebuscaba

nadieporotracosa.Amedo: Pero vamos a ver:¿te dice: «Nos estánbuscando?».Morcillo: No, «te estánbuscando por todos loslados»,¡coño!Y:«Vasacaercomo un zaparrete,vámonos».Amedo: Pero bueno,¿entoncesdequiéneslaideade que te marches a

Colombia?Morcillo:¡Coño!,teloestoydiciendo,Pepe.Amedo: No, señor, es quecomo ha habido tantaconfusión en el tema. ¿Él tedice que hay que ir aColombia?Morcillo: ¿Estás grabandoestotambién?Amedo: No, no, no. ¿Él tedecía que hay que ir a

Colombia?Morcillo: Que no. No medice a Colombia, ni pollas.Me dice: «Nos vamos deviaje, voy a sacarte de enmedio.Tevoyasacardeaquímañana. Coge ropa, coge loquetehagafaltayvámonos».Nosabíadóndeibayo.Amedo: Pero él sí lo sabía,es lo que te quería decir,¡cojones!

Morcillo: Pero no me dijonada, solo: «Coge la ropa,hazlamaleta».Amedo:Vamosaver, al díasiguientecogéiselcocheyosvaisparaLisboa…Morcillo: Sí, con su mujer,quesevinoconnosotrosella.Amedo: Entonces por elcamino le preguntarías: «¿Adóndecojonesvoyyo,dóndevoyavivir?».

Morcillo: No, delante de sumujernomedijonada.Élmelo dijo a solas cuando yaestábamosenLisboa.Amedo:¿Quétedijo?Morcillo: «Compadre, hayun problema porque estáRafael López Ocaña pormedio,porquevaahablar».Amedo: ¿Rafael LópezOcaña?Morcillo: Ocaña, porque el

otro,MiguelÁngel,yahabló,medijo.Amedo: ¿Miguel ÁngelLópezOcaña?Morcillo:Sí.Amedo: Y entonces Rafa tediría: «He pensado…», o«Hemos pensado que te vasparaColombia».Morcillo: No han pensadonada,solomedijo:«Quenostenemosque ir», quemedio

una orden, ¡coño! «Que nosvamos, que te tienes que ir,quehaymuchosproblemas».Amedo: Es que no meentiendes. Cuando estás enLisboa,porqueyoestoyenlamisma situación, en tu caso,ymevienenabuscar,Rafael,suputamadreoquiensea,y,¡joder!, le pregunto dóndevoyavivir,porquetengoquedejar a mi familia y tendré

que saber dónde voy a vivir.¿NotedijoqueteibasaviviraColombia?Morcillo:Queme lodijoenPortugal.VamosaVenezuelaydeallí…Amedo: A Santa Fe deBogotá.Morcillo:ABogotá.Amedo:Ytúledirías:«¿Mequedo allí solo y de quécojonesvivo?».

Morcillo:Yoselodijeymecontestó: «No te preocupesque yo tengo dinero paradarte, para que empieces tuvida allí, lo inminente esquitartedeenmedio».Amedo: Entonces, ¿cuándote habla de ponerte encontactoconlosOrejuela?Morcillo:Sí,élllevayaunosdatosdeGarcía,eseabogadoalquehabíaquellamarle.

Amedo: ¿A García? Delbufete de Álvaro Quintero,abogados de los RodríguezOrejuela.Morcillo: Sí.Yo le llamé yvino a buscarme al hotelTequendama.Amedo: Eso es lo que tequierodecir.Morcillo:Esotelodijeayer.Amedo:Sí,peroesoloteníaplanificado ya él. Él ya

llevaba esos datos parallamaraesetío.Morcillo:Sillevabahastamipasaporte,¡coño!Amedo: Ya, pero iba paraalláparaponerteencontactoconlosOrejuela,¿no?Morcillo: A mí no me dijo«Orejuela».Medijo:«Tengoaquí un teléfono para llamaraunabogado»,peroamínomedijo«Orejuela».

Amedo: ¿Cuándo sabes túque son los abogados de losOrejuela?Morcillo:Cuandoempiezoahacer los papeles con eseabogadoquemellevóatodoslos lados a firmar lospapeles.Amedo:Édgar,¿no?Morcillo: Sí. Mi partida denacimiento estabapreparada,todoestabapreparado.

Amedo: ¿Tenían preparadostodoslospapeles?Morcillo:Todo.Amedo: O sea, que ya leshabíanavisadodesdeEspaña,¿no?Morcillo: Tenían quehaberlohablado.Amedo: Tenían que haberlohablado desde España paraque lo tuvieran preparadotodo.

Morcillo: Ellos teníanpreparado pasaporte paraponerle el nombre que lepusieron. A mí me bautizómicompadreÉdgar.Amedo: Te bautizó con elnombrenuevo.Morcillo:Claro.Amedo: ¿Y cuándo conocestúalotro,aÁlvaroQuintero?Morcillo: Ese era el jefe detodoslosabogadillosestos.

Amedo:¿Eraeljefe?Morcillo:ÁlvaroQuintero.Amedo:YeseeraelabogadodelosOrejuela.Morcillo: De la casa de losRodríguezOrejuela.Amedo: Abogado de lafamiliaRodríguezOrejuela.Morcillo: Claro, el abogadodeellos.Amedo:Yeste[Édgar],¿eraunsubordinadodeél?

Morcillo: García trabajabaconQuintero.Amedo: Un subordinado deél.EsoquieredecirqueMasayalosconocíaentonces.Morcillo: Supongo que sí,porque en los primeros díasnosedioaconocer.Amedo:¿Aquién?Morcillo: A García. Garcíafue al hotel a verme cuandoyo le dije que estaba allí y

Masa se quedó en lahabitaciónyyomefui.Amedo:Osea,queMasanoapareció.Morcillo: En los tres ocuatro días primeros, hastaqueyaestaba todoenfocado.EntoncesélllamaaMadrid.Amedo: ¿Él daba novedadesaMadrid?Morcillo: Él llamaba aMadrid.

Amedo:¿Alministerio?Morcillo:Sí,sí,sí.Amedo: PeroMasa ya sabíaadóndeibayqueteníantodopreparadoesosabogados,esoestáclaro.Morcillo: Él me dio unteléfonoparaqueyo llamaraallí, a García. Y le llamé yGarcíavino.Amedo: ¿Y el tal García yatenía todo preparado para

arreglartelospapeles?Morcillo: García me dijo:«Estos papeles son parahacerte una documentaciónnueva.Ya sé que has tenidoproblemas en España, yo noquiero saber cuáles son», yahí empezamos una amistadGarcíayyo.Amedo: Ya, y entonces tefacilitaron las cosas.¿Empezaste a montar algo

cuando te quedaste solo ocómoteganabaslavida?Morcillo: No, yo no monténada hasta llevar un año porlomenos. Estuve un año sinhacernada.Amedo: ¿Y te ayudaronellos?Morcillo: No, no me ayudónadie.Amedo:¿Entonces?Morcillo:Puesconlacoca.

Amedo:¿Yquiénteladaba?Morcillo: Ellos [losRodríguezOrejuela],encadaviajemedabanmediokilooun kilo. Me llevaba a mí laempresa,¡coño!Amedo: ¿La empresa de losOrejuela?Morcillo: Yo no trabajabadirectamentecondonMiguelni con don Gilberto. Bueno,yo sí iba, me sentaba allí,

hablaba con ellos y memandaban a algún sitio consus guardaespaldas a hacerunas cosas y a cobrarle a noséquién.Amedo: O sea, quetrabajabas para ellos y tedaban un buen dinero paravivir.Morcillo: Me decían:«Españita, en la partida quesale mañana para Estados

Unidos, te llevas mediokilo».Amedo:¿Deahítedabanunacomisióndemediokilo?Morcillo: Sí, ¿pero eso quétiene que ver con lo queestamos hablando? Que túquieressabermucho,Pepe.Amedo:No, si no es queyoquierasabermucho.Morcillo:Sí,mucho,quenote digo nada de eso porque

eso no tiene que figurar ennadaparanadie.Amedo:Sinovaafigurarennadaparanadie.Morcillo:Porsi lometesenellibroodondesea.Amedo: Qué cojones lo voyameterenotro sitio.Bueno,¿de esto hay fotocopia? [merefiero a sus permisos deconducirydearmas].Morcillo:Vamosahacerla.

Amedo:Meacercoyoenunmomento para que sea másrápido.Morcillo: Llévatela,llévatela.Amedo:Yoteladevuelvo.Morcillo:Sí,esosí.Amedo: Ves, esto ahora yaencaja,encajaporlasfechas.Morcillo:Mehanayudadoarecordarlas.Amedo: Así ya encajan las

fechas.Puestoqueestáclaroque,cuandoMasatedicequedesaparezcas, es cuandotrincanaRafaelLópezOcañaen el 89. ¿Sabes por qué letrincan? Porque le denunciasumujerpormalostratos.Morcillo:Sí.Amedo: Y lo trincan en lasierra de Madrid. Cuando lellevan aBilbao a declarar alsumario Brouard, la

enfermera de Brouard lereconoce.Morcillo: Pero si laenfermera estaba ciega,¿cómo pollas va areconocerle?Amedo:Siprecisamenteaéllo metieron en la cárcelporque lo reconoció laenfermeradeBrouard.No lemetieronporotracosa,¿peroahora te enteras o qué? Pero

siatieneljuicioenel2003también te estuvoreconociendo allí, queestabastodoacojonado.Morcillo:¿Quién?Amedo:Laenfermera,ydijoquenotereconocía.Morcillo:Quenoerayo.Amedo: Claro, como va aestarciega.Morcillo:Sequedóciega.Amedo:Quécojonessevaa

quedarciega.Morcillo: No ciega para nover,peroquenoveíaapenas.Amedo: A López Ocaña loreconoció, a ti no tereconoció porque en el 2003noveíaapenas.PeroaLópezOcaña, cuando le trincan enel 89, lo meten en la cárcelporque ella lo reconoce alcien por cien. Porque LópezOcaña en las declaraciones

que hizo a Telecinco, dijoqueibaisconpelucas,con…Morcillo:Nada,nada.Amedo:Conropaholgada…Morcillo:Nada.Amedo: Tú no llevabas nipelucaninada,¿no?Morcillo:Nipelucaninada.Amedo:¿Túibasconlacaradescubierta?Morcillo:Apelo.Amedo:Puesmepareceuna

chorrada.Tambiéndijoqueaél se le cayó la pistola alsuelo, que metió un ruidoenorme.Morcillo:¡Jo!Amedo: Y que, cuando laestaba cogiendo, laenfermera comenzó a pegargritos.Morcillo:Y en la salita quehabía a la entrada estaba unmatrimonioyotroqueestaba

viendo en la consultaBrouard.Amedo: O sea, ¿en laconsulta Brouard tenía unmatrimonio?Morcillo:Sí,perocuandosele cayó la pistola, laenfermera empezó:«¡Socorro,socorro!».Amedo: ¿En ese momentosalióBrouard?Morcillo:SalióBrouard.

Amedo:Y él [LópezOcaña,en Telecinco] dijo que túentonceslepegastelostiros.Morcillo:Sí.Amedo:Quelepegastesieteuochotiros.Esodecíaenlasdeclaraciones y dice:«Entonces, cuando me di lavuelta, ya vi que estabamuerto».Morcillo:Sí,esodiceahora.Amedo:Y que cuando salía

de la consulta dijo: «Yo lepegué tres o cuatro paracumplir».Morcillo: Sí, eso dice, esodice.Amedo: Para cumplir, ¿peroéllepegóalguno?Morcillo:¿Aquién?Amedo: A Brouard, cuandoestabaenelsuelo.Morcillo: Cuatro o cinco enelpecho.

Amedo:¿Lepegóél?Morcillo:Claro.Amedo: Pues eso es lo quediceél.Morcillo:Sí,eslaverdad.Amedo: Dice que cuando sele cayó la pistola y cuandosaledelaconsultaBrouardtúlepegascuatroocincotiros.Morcillo: Para qué iba aesperarmás.Amedo: Y que ya te

marchabascuando lepegastelostiros.Morcillo: Yo le dije:«Vámonos».Amedo: Y entonces va él ydice que: «Para cumplir lepeguécuatrotiros».Morcillo: Cuatro o cincotiros,cincomeparece.Amedo: Eso es lo que diceél,osea,queesoesverdad.Morcillo:Eslaverdad.

[…].

Cinta6

Morcillo revela que sucompadre Rafael Masa hatenido conocimiento de latranscripcióndepartedelasgrabaciones que le fueenviada a Alfredo PérezRubalcaba y que le ha

llamadoparaamedrentarle.

[…].Amedo:Osea,quetuamigoRafaMasa…Morcillo: A ese que le denporelculo…Amedo: …te llama paradecirtequetengascuidado.Morcillo:Mellamaparaversi yo entraba al trapo, comomeviomuy…

Amedo: Te vio muyescéptico.Morcillo:No,mevioquenoqueríasabernada.Amedo: Sí, pero te dice quetengas cuidado que es muypeligroso. Masa, unarecomendacióndesuparte.Morcillo:Sí,cuandovioqueyo no entraba al trapo,empezó a preguntar por lafamilia.

Amedo: ¿Pero te hablaba demalahostia?Morcillo: No, bueno alprincipiosíentróunpocoasí,durillo.Amedo: Duro, ¿pero entródirectamente al grano? Tencuidadoo…Morcillo: No, cuando vioque yo no entraba al trapo,no. Me dijo: «Hay quellevarsecuidadoque…».

Amedo: ¿Hay que llevarsecuidado que es muypeligroso?Morcillo: Yo no sé si lecontesté:«Mevasatocarloscojones»oalgoparecido.Amedo: ¿Le dijiste que teibaatocarloscojones?Morcillo:Nosésise lodijeahora.Amedo: ¿Pero él te dijo:«Ten cuidado que es muy

peligroso»?Morcillo: Sí, él me lo dijocomo consejo: «Compadre,tencuidado».Amedo: Ten cuidado, ¿conhablaroalgo?Morcillo:No,no,nomedijonadadeeso.Amedo:Ya, tedijobastante,quetengascuidado.Morcillo: Dijo que tuvieracuidadoyopersonalmente.

Amedo: ¿Que te jugabas elbigote?Morcillo: No me dijo eso,pero… Él me lo dijo comodándomeunconsejo…Amedo: Ya, ya. Está claroque es porque le ha llamadoSancristóbal.Lehallamadoylehadicho:«Pasaesto»,yleha puesto al corriente. Peroclaro,comotedecíaantes,alestar juzgado, él no tendrá

miedo.Morcillo:No,élno.Amedo:Y con Sancristóbal,igual ya no se lleva bien,¿no?Morcillo:Puesnolosé.Amedo: Aunque han hechounos cuantos chanchullosjuntos.Morcillo:Sí.Amedo: Cuando venía deBolivia iba a su despacho y

metía allí las cosas, en sucajafuerte.Metíadetodo.Morcillo:Muchascosas.Amedo: Te llamó amediadosdeagosto.¿Estaríaenelbarco?Morcillo:Sí,seguro.Amedo:Esoquieredecirquea mediados de agostoSancristóbal estaría por allíabajo.PorquetienesusuegracasaenMarbella,meparece.

Morcillo:Yél.Amedo: Entonces se veríanlos dos y Sancristóbal lecontaríalapelículaaMasa.Morcillo:Seguro.Amedo: Y entonces fuecuando te llamó Masa,siguiendo instrucciones deSancristóbal,yterecomiendaque tengas cuidado, que esoesmuypeligroso.Morcillo:Nolosé.

Amedo: Eso es así,Sancristóbalhamandadoquetellame.Morcillo:Nocreo,nocreo.Amedo: ¿Quién le va amandarentonces?Morcillo:Élmismo,él.Amedo: Si no, ¿quién le hainformadode lo que hay?SinoesSancristóbal…Morcillo: Élme llama amípor él, no me dice nada de

Sancristóbal.Amedo: ¡Hombre! No te lovaadecir.Pero¿quién se lova a decir a él que hay unastrascripciones de unasgrabaciones que se habla dela muerte de Brouard?¿Quién se lo va a decir?Sancristóbal.¿Ono?Noselova a decir Javier de laempresaKroll.Morcillo:No.

Amedo: A él le mandaSancristóbal porque hanhablado en Marbella, y ledice: «Llama a Morcillo»y…Morcillo:Yonosésisehanvisto en Marbella, es unasuposición…Amedo: ¿Pero quién le va ainformarsinoaMasa?Morcillo: Pero es unasuposición.

Amedo: Claro, tú no lo hasvisto.Morcillo: Claro. Lo que nopodemos decir es que hanhablado,peroporlógica,sí.Amedo: Claro, si es que nopuede ser de otra manera.Porquesi él estáal corrientede que hay una serie degrabaciones en las que sehabla de quién mató aBrouard y de quién mandó

hacerlo, ¿quién se lo va adecir?Sancristóbal,queeselquelosabe.Morcillo: Fue él el que lomandó.Amedo: Claro que fue élquien lo mandó. Porqueademás yo se las mandé aRubalcaba, que eraministro,y seguro que le llamó aSancristóbalparadecírselo.Morcillo: Ahí han hablado

todos. A mí me dice Masa:«Compadre, tenga ustedcuidado con estas cosas,tengaustedmuchocuidado».[…].

Cinta7

Una persona que seidentifica como «JavierSánchez» entabla contacto

conLuisMorcilloyconmigopara tratar de comprarnuestro silencio después dehaberle enviado a AlfredoPérez Rubalcaba latranscripcióndepartedelasgrabaciones. Más tardeconseguimos identificarlocomo un detective de laagencia norteamericanaKroll.

[…].Javier:Bueno,primeramentegracias por atender millamada. A mí me hancontratado unos abogados ennombre de unos señores quese ven afectados por unascartas donde usted y ustedhablan de cosas del pasadoquelesafectanyqueustedesconocen.

Amedo: Y tú también¿Podemostratarnosdetú?Javier:Sí,sí,porsupuesto.Amedo: Tú también losconoces y sabes de parte dequiénvienes.Javier: Me lo puedoimaginar,viendoloquedicenlos papeles es bastante fácil.Alprincipiomedijeron:«Notepodemosdecirquiénessonestos señores», pero viendo

lospapeles…Amedo:JuliánSancristóbal.Javier:Hombre,claro,luegoahí hay más gente que senombra…Amedo:Porsupuesto.Javier:Tenemosquesabersiesos documentos han ido apararaalguienmás.Amedo:Esosdocumentosnohan ido a parar a nadiemás.Esos documentos los

controloyo.Yocontrolotodala situación.Esmás, ademásde esos documentos, hayotros con respecto al mismocaso de personas que notienenni idea,quehablanenla misma línea. Vamos, quela situación la controlo dearriba abajo. Una pregunta:¿cómo has conseguido elteléfonodeLuis?Javier:Noloheconseguido.

Amedo:¿Telohandado?Javier: No, me dieron sudirecciónyhe conseguido elteléfono.Amedo: ¿Tú le has echadolascartas?Javier: No, de hecho mecomentó ayer Luis y lo hepreguntado y me han dichoque no. Bueno, de hecho yono sé si me han contado latotalidaddelarealidad.

Amedo: ¿Tú eres abogadorealmente?Javier: Soy abogado, soydecivil.Loquerealmentenosées por qué esta genteme hacontratado.Amedo: Yo esta noche séquién eres tú con todas lasgarantías.Javier: No hay ningúnproblemayporesomismohevenidoyoynohemandadoa

nadie.Yofuiquienllamóporel telefonillo y me puse encontacto con Luis. Bueno,aquí para lo que se me hacontratado es para arreglarlassituaciones.Amedo: Bueno, quien te hacontratado sabrá hoy queestásconLuis,¿no?Javier:Sí.Amedo: ¿Saben que estoyyo?

Javier:No.Amedo:¿Nosabenqueestoyyo?Javier: No porque no sabíaque ibasavenir tú.Yo lehedichoaLuisquevinieseconquienquiera,tantocontigo…Morcillo: Esto lo llevamoslos dos, lo estamos llevandoentrelosdos.Paramí,hablarcon usted sin contar con él,noesportarsebienconél.

Javier:Sí,loúnicoque…Amedo: No, si aquí no hayque portarse bien conmigo.Mira, el tema lo tengocontrolado yo por distintossitios.Tú[Morcillo]eresunapartedeltema,perohaymáspartesdeltemaynadiepuedellegar a decirles que leshacen una oferta, solo locontroloyo.Javier:Ya.

Amedo: Con lo cual estáshablando con una de laspersonas con las que tengoamasadoeltema,digamos.Javier: Vamos, Luis es unade las personas que formanpartedeeste…Amedo: Digamos quegrabaciones similares a lasquelehehechoaLuissinsuconsentimiento y sin saberloél son espontáneas, hay más

del mismo matiz. Es decir,quelasituaciónlatienenquetratar al final conmigo de laformaquesea.Javier: Vale, lo has dejadomuyclaroeso.Amedo: ¿Tú no has estadoconmíabogadonunca?Javier:No.Amedo: ¿No has estadoseguro?Javier: ¿Con tu abogado

Argote?Amedo: No, con Manrique.¿Tú no has estado conManrique?Javier: Vamos a ver, yo hevisto dos grupos de papelesdonde se habla de unatentado.Amedo:TúdijisteaLuisqueestaba metida su mujer. Esono existe, en el peor de loscasosesoestáprescrito.Aquí

solo hay dos personas paralasquenoestáprescrito,queesa lasque les interesa,quesellamanJuliánSancristóbalyFranciscoÁlvarez,nosésisabesquiénes.Javier:Sí.Amedo: A esos no lesprescribe porque la últimaacciónpenalesdelaño99,yyoestuvepresoporesacausaque a mí ni me iba ni me

venía, por eso ahora soy elquedirigelaorquesta.Javier: Entonces aquí eltema está en que estás tú,estáLuis.Seaquiensea,soisuno,peroelqueestádandolacaraaquíerestú.Amedo: ¿Dando la cara enquésentido?Javier: Hombre, como queaquíelquehacetodoesél…Amedo: Mira, esos papeles

los tienen porque se los hemandado yo, no por otracausa,perohayotrosquenoles he mandado, que no losvan a recibir para que nolleguen como han llegado aLuis.Javier:Ya.Amedo: Es decir, los otrosdocumentos no los van arecibir, pero son de lasmismas características con

las cintas correspondientes.Con esto lo que quiero deciresqueLuisesunapiezamásdelpuzzle.Javier:Vale, amí lo que seme ha dicho es que haspedido una cantidadeconómica, pero yo a lo quevengo es principalmente aenterarme un poco más deesto, de primera mano, yentiendo por mi cliente…

[Miente al decir que habíapedido una cantidad dedinero].Amedo: Pues posiblementecuando se enteren de que heestado en la conversación sevanacabrear.Javier: Bueno, vosotros nodaisgarantíasdenada,esquedentrodeunañopodéisdecirquequeréismáspasta.Amedo: Bueno, ¿tú estás

hablando de algún tipo decoacciones?Javier: No, ¿qué garantíastendríaelcliente?Amedo: Por las vías queestánutilizandoconmigo,yoya les he garantizado queante un notario, ante quiensea,quesisellegaalacuerdoque yo establezca, porqueparece que lo quierenestablecerellosa sumanera,

y como pienso que en estasemana la gente a la queestán utilizando, como a ti,dará por su parte unarespuesta, si acepto va aaceptar Luis. Y como tengola batuta de todo, se firmaráun documento, el que ellosquieran ante notario yentoncessecerrarátodo.Javier:Esqueesmuydifíciljurídicamente garantizarlo,

porque se puede decir en unmomento dado: «No, es queme presionaron» o: «Mepusieron una pistola en lacabeza».Amedo:Esosongilipolleces,nomejodas,hayunapalabraysecierra.Javier:Ya, eso inicialmentehay que verlo, la ley es unacosaylajusticiaesotra.Amedo:¿Lesvasadecirque

heestadoyo?Javier: Se lo tendré quedecir.Amedo: Te echarán labronca.Javier: Mira a mí se mehabló de ir a ver a estosseñores y hablar por lasclaras. No me pueden echarlabroncaporquetambiénmehan pedido que hablecontigo, me han dado tu

direcciónenPozuelo.Amedo: Y a ver si quierendejarsecomprar.Javier: Yo he venido unpocoaver loquehayaquíytratarlo.Amedo: Pues estás rodeadode una pandilla de hijos deputadecojones,selopuedesdecirdemiparte.Javier: Yo no estoy paraevaluarlasconversacionesde

los papeles, a mí me handichoquehablaraconlasdospersonas que salen, con él ycontigo.Amedo: Claro, querían quehablasesconmigo.Morcillo: Entonces, ¿conrespecto a mí qué te handicho?Javier:Mehandichoque sihayunavoluntadde arreglaresto, que puede haber un

ofrecimiento, pero quierentener las cosas claras. Esdecir, que si este acuerdonose cierra, que tú, el que sea,lo va a contar todo. Por elcontrario, si se cierra, queesteasuntonova irnuncaaljuzgado.Amedo: Hombre,naturalmente.Javier: Me imagino quequien me contrata son los

personajes que estánmencionadosahí.Amedo: O puede ser unpartidopolítico.Javier: Entonces entiendoque vosotros habéis visto yaloquequeréis,etcétera.Amedo: No, si él no hahablado todavía con nadie.Teacabadedecirquesimatóa Brouard fue porque leobligaron, fue por la fuerza,

que le obligaron a hacerlo.Hasta la mujer de Masa lemandóhacerlo.Morcillo:Sí.Javier:Amíloquemedicenmis clientes es que lo quedicen los papeles no esverdad.Amedo: ¡Joder! Pues quéinterés tienen en esto, puesdilesquelosrompan.Javier: Pero que a nadie le

interesa revolver lo de hacetantosaños.Amedo: Claro, el problemaesese,noquenoseaverdad,porquesino,dilesquenosemolesten tanto haciendoofertas para que se oculte,quenosemolestenmás.Javier: Yo creo que estoyaquí para hacer una oferta yque no sea reversible, claro,quehayaunagarantíadeque

despuésnosehablará.Amedo: ¿Y cómo quierenqueseaesagarantía?Javier:Estojurídicamenteesproblemático, hay que tenergarantías…Amedo: Nosotros no hemosido a buscar a nadie, esto esuna coacción. Ellos quierenencubrir un delito y lo queestán haciendo se llamaencubrimiento de un delito.

Ellos son los que nos estánbuscando. Porque igual yoquiero colaborar con lajusticia.Javier: Bueno, vamos a versi dejamos una cosa clara,para dejar claro esto: ¿conquiénhayquehablar?Amedo:Connadiemás.Javier: Yo no tengo unaoferta concreta, pero mehablarán de una cantidad

determinada.Amedo: Ellos globalmenteestán hablando sobrecantidadessinconcretar.Javier: Me imagino que lacantidad será razonable,claro. Si se está hablandoaquí de millones de euros,no. No se puede hablar decantidades desorbitadas.Vamos a ver, amíme estánpagandoochomileuros.

Amedo: Yo creo que lomejor es hablar para lasemana que viene, concretasmásynosvemos.Javier: A partir de ahorahabloconlosdos.Amedo: Pero tú concretamás para la semana queviene.Javier:Hablamosapartirdelmiércoles,vale.

Cinta8

Elintermediario«Javier»ofrece dinero a cambio denuestro silencio paraencubrir los detalles delasesinatodeSantiBrouard.

[…].Javier:Tevoyadecirloqueme han dicho para ver siseguimos adelante o los

mandasalamierdaynohayquedecirmás.Amedo: Nadie tiene queperdereltiempo,ymenosyo.Antes de nada, ¿te importaenseñarme tu carnéprofesional de abogado?Porquetúsabesquiénsoyyo,peroyonoséquiénerestú.Javier: No lo tengo aquí,perovamos…Amedo:¿Yeldeidentidad?

Javier: No llevo nadaencima, pero te lo puedomandar por un correoelectrónico una copia delcarné…Amedo: Déjalo, no tepreocupes. ¿Tú trabajas enCastellana60?Javier: No. ¿En Castellana60?Amedo: ¿Dónde tienes laoficina?

Javier: Yo tengo la oficinaen mi casa en Chamberí.¿QuéhayenCastellana60?Amedo: Tu teléfonocorresponde a Castellana 60,a una empresa deinvestigaciones.Javier: Mi teléfono está anombre de una empresa deabogados que no está enCastellana 60, está enBarcelona.

Amedo: ¿Esunaempresadeabogados?Javier: Yo trabajo comoexterno para estos abogadosque tienen un despachogrande, en los casos dedisputaslegales,vamos…Amedo:Ya.Javier:Perolosabogadosnoestán aquí, están enBarcelona.Amedo: También hay una

empresadeCastellana60queestáenBarcelona.Javier:Telopuedoasegurar,miteléfonoestáanombredeldespacho de Barcelona.Digamos que yo soy supersonaaquí,enMadrid.Amedo:Ya.Javier: Lo que me comentaestagente,ellosdicen…Amedo:Bueno,enprincipio,¿sabesaquiénrepresentan?

Javier: Yo creo que a laspersonasquesemencionaenlos escritos. Esta es unaoficina de abogados quetienen firma también enMadrid, pero que tiene susede central en París, quetiene oficinas en todo elmundo.Yo hablo con los deParís, aunque no hablofrancés,lohagoeninglésconellos.

Amedo: ¿Viene el tema deParís?Javier: Es una firmainternacional,inglesa…Amedo: ¿TienealgoqueverconKroll?Javier: No. ¿Con Kroll, lafamosa del tema de MarioConde?Amedo:Sí.Javier: No, es un despachoinglés.

Amedo: Luego, ¿tú trabajasparaunafirmainglesa?Javier: No, para unosabogados franceses enEspaña. Estos abogados deParísestánasociadosconunafirma multinacional deabogados inglesa conoficinas en todo el mundo.Esta gente nunca va a venirdirectamente:«Quesoyyooquiero hacer esto», y lo que

me dicen es que ofrecen deaquíaunasemanatreintamileuros.Yoleshedichoquenome parece una cantidadadecuada,meimaginoquetúestás esperando bastantemás…Amedo: ¿Esos son unoschistososoqué?Contratan auna agencia internacionalpara hacer chistes haciendoofertas de estas

características por un temadeEstadoquebiensaben lasrepercusiones que puedetener y yo lo tengocontrolado, vienenofreciendo…Javier: Ellos ofrecen ahoratreintamileurosdeaquíaunaño.De aquí a un año dicenque tienen tiempo de darmás, pero que ahoramismo…

Amedo: O sea, que duranteunañotreintamileuros.Javier:Nosoloeso,sinoquede aquí a un año sehablaría…Amedo: Pues diles de miparte que se vayan a tomarpor el puto culo, que seatenganalasconsecuencias.Javier: Yo más no puedohacer.Mira,esto,cuandomelo dijeron, dije: «Mira, esto

no creo que vaya afuncionar».Amedo:Queseatenganalasconsecuencias, esto para lasemanaqueviene,semueve.Javier: Yo les he intentadoconvencer del tema, porqueal contratarme ellos, aquí loque se intenta es llegar a unacuerdo,peroclaroconeso…Amedo:Nohayacuerdo.Javier: Soy consciente de

ello, yo pensaba que iban aofrecer bastante más, yrealmente están interesadosenqueestosecerrase.Amedo: Que se cerrasetotalmente. Esto es muysencillo, lo echo a rodar ycuando empiece,posiblemente vengan derodillas. Diles de mi parteque se vayan a tomar por elputo culo. No hay nada más

quehablar.Javier: Entonces, el restosobra. Tampoco te quierohacerperdertutiempo.Amedo: Diles que se van aarrepentirdecojones.Javier: Al final, esto es untema del que yo no conozconi el diez por ciento. Es untemabastantepeorde loquesemecuenta.Amedo: No te quepa la

menor duda. Ademássupongo que tú lees laprensa, además de otrascuestiones; es decir, acualquier gobierno le vienemalqueestoestalle.AlfinalestoesuncrimendeEstado,quenotienenadaqueverconlas actividades de los GAL,que era otra… ¿Cuántospapeles has leído de los quetehandado?

Javier: Una primera entregadeunosdiezyunosdieciséisdelasegunda.Amedo:Faltanmás.Javier: ¿Faltan más porquelotienestúoporquenomelohandadoami?Amedo:Yo desde luego lostengo, estén donde estén,están.Javier: Pero sea lo que seaestoteafectaati.

Amedo: A mí me importatrescojones,notengoningúnproblema.Javier: Desde luego lo queyo no entiendo, y esto ya esuna apreciación personalmía, no se está haciendo loquepensaba…Amedo: Diles textualmenteque se vayan a tomar por elputo culo y que se va aarrepentirquienestédetrás.

Javier: Para mí, esto es untema que se puede arreglar,puesto que supongo quedetrás habrá un partido quetienemuchodinero.Además,estofueuntemaconelquelamayoría de la poblaciónespañolaestabadeacuerdo.Amedo: Por supuesto. Encualquier caso, te digo queaunqueme pasase algo, estosaldría.

Javier:Notehapasadonadahasta hoy y no creo que tepasenada.Amedo:Metraesincuidado,peronadiesevaadescojonardemí.Javier: Yo voy a trasmitirtodo esto y tú tienes miteléfono por si cambias deopinión.Amedo: No, no, no voy acambiar. Tú tienes el mío y

me puedes llamar solo en elcurso de una semana. Seacabó.Javier: No entiendo muybien todo esto, entiendo entodomomentoqueestonosepuede aceptar.Yo hablo conellosy,simedicenalgomás,tellamoyenelmomentoquedejederepresentarlosaellos,también.Amedo: En el plazo de una

semana.

Cinta9

Morcillo relata cómo elintermediario «Javier» haintentado comprar susilencio durante una citaentreambos.

[…].Amedo:Bueno,qué…

Morcillo: Bueno, este tío esunfenómeno.Amedo: ¿Un fenómeno? Esunhijodeputa.¿Estoquées?¿La foto? ¿Pero se le ve lacara?Morcillo:Sí,selevelacara.Amedo:Sí,se levebastantebien.¿Melapuedoquedar?Morcillo:Claro.Amedo: Cojonudo, le voy amejorarlacalidad.

Morcillo: Bueno, comosiempre,muyeducado…Amedo:Tú ledijistequenohabías hablado conmigo, ninada,¿no?Morcillo: No, no, te pusecomo un trapo. Le dije:«¿Usted cree que ese señorno me ha llamado y somosamigos?».Amedo: Ahí, ahí… ¿Y quédecíaél?¿Selocreíaono?

Morcillo:Sí,selocreyó.Amedo: ¿Se lo creía todo ono?Morcillo: Claro que se locreyó.Amedo:¿Tú,nolepedisteelcarné,ninada,no?Morcillo:Nada,nada,lehicelafotoyfuera.Amedo:¿Quiénselahizo?Morcillo: Uno por un lado,otro por otro… en la puerta

delacalle.Amedo:Ya.Morcillo:Novinoencoche.Amedo:Entaxi,paraquenolecojanlamatrícula.Morcillo:Luegomedijoquesi me acompañaba a casa, yle dije que no. «No sepreocupe,voyandando».Amedo:Ya, Javier Sánchez,que no es Javier Sánchez, ninadaparecido.

Morcillo:Ledije:«Yoestoyhablando con usted y no séquiénestampoco».Amedo:¿Yquétedijoél?Morcillo: «Bueno, ustedconfíe en mí». «Pero ustedtiene indicios de quién soyyo, pero es que yo no séquiénesusted»,lerespondí.Amedo:¿Yquétedecía?Morcillo: Que no mepreocupara, que él era

consciente de esas cosas,pero que de momento teníaque guardar su identidadhasta que no se solucionaseesto… si hay algo quesolucionar.Amedo: Entonces, estamoshablandoyadeunaidentidadsupuesta.Morcillo: Traía un papelillode lo que había habladocontigo.

Amedo:¿Delomismo?Morcillo: Ponía lo de lostreintamileurosytodasesascosas y luego, que yo teníaque tener cuidado porque seibanaquerellartambién.Amedo:¿Ellos?¿Queseibanaquerellar?Morcillo:Elloscontramí,sí.«Pues no se preocupe usted—le dije—, porque haymáspersonas dentro de esto».

Digo: «Mire usted, a mí loque me interesa es saber eldineroquehayparamí».Amedo: De momento seestánmarcando un farol conesodequesevanaquerellar.Eso es un farol de cojones.Querellarse, ¿en quémomento? ¿Cuándo? Porqueparaquerellarsehayque ir aun juzgado. Porque ademássoyyo el queva, no eres tú,

¿me entiendes? Se tiranfaroles.Morcillo: «Ni usted mellama a mí —le digo—, niAmedo tampoco, a ver quéhagoyoaquí».Medice:«Demomento solo están suspapeles, no hay papeles denadie más, solamente lossuyos». «Amíme consta—lecontesto—quehayalguienmás,porqueseestáhablando

de repartir un dinero entretresocuatropersonas».Amedo:Esquehaymás…Morcillo: Bueno, que él notienemás papeles, que no lehandadomás.Amedo:Claro,notienemás,ya se lo dije yo tambiéncuandomedijo:«Nomehandadotodoslospapelesporloque yo he visto». Entoncesme pregunta: «¿Porque los

tienes tú o porque no se loshas dado?» Y le dije: «Lospapeles están, no los hemandado todos porque noquiero descubrir todas lascartas»,másomenosasí.Morcillo: «Mire usted —lecontesto—, yo no voy ahablardesihaymásonohaymás.Yosoyyo,me limitoamí y moralmente con elseñor Amedo, que es mi

amigo y le debo unaamistad». «Yo tengo quehablarconelseñorAmedoyme dice usted que tenga encuenta que soy el único conel que están trabajando paratodo», me dice el tío a mípara picarme, para ver…«Mire—le contesto—, amínomeimporta,desdequemedecidí a queme devolvieranpor lo menos un poco de

dignidad económica deldinero que se quedaron mío—digo—.Usted sabeque enelcasoestesesacarondelosfondosreservadosveintiochomillonesdepesetas».Amedo:Amímehandicho,ya te lo comenté en sumomento, que SancristóbalparaeltemaBrouardsacóunmillón de dólares, que losmandó a Suiza a una cuenta

de Paesa. Te lo dije, claro,mandaría un millón dedólares para quedarse conpartedelapasta.Morcillo: Le comento: «Yluego para echarme deEspaña me da un señor quevieneconmigo».Amedo:QueesMasa…Morcillo: Le sigo diciendo:«Que es el señor Masa queviene con dieciocho mil

dólares».Amedo:Queseríanbastantesmás…Morcillo: «Queme lleva ensucoche».Amedo: ¿Sabes quién se losdio?Morcillo:No.Amedo: Se los dio Vera,entonces estaba Vera en elministerio.Morcillo: «Que me monta

con su mujer y me lleva aPortugal,estamosdosdíasenPortugalyalosdosdías…».Amedo: ¿Lamujer deMasafuetambién?Morcillo:Sí,iba.Amedo: ¿Iba la mujer deMasatambién?Morcillo: Sí, claro,me hizoregalarlaunbolso…Amedo: ¿Pero ella fue convosotrosaVenezuela?

Morcillo:No,ellasevolvió.Amedo: ¿Ella, se volvió dePortugal?Morcillo: Se volvió en elcoche.Amedo: Se volvió y¿vosotrosdedondesalisteis?¿DeLisboa?Morcillo: Sí, y le digo alintermediario:«Pagoelhotelde Portugal con parte de losdieciocho mil dólares.

Llegamos a Venezuela, nostiramos casi un mes en elhotelTampa».Amedo:EnelhotelTampa…¡Joder!,cómoteacuerdas…Morcillo: Claro que meacuerdo,quétíamefolléallí,quétía,madremía…Amedo:¿YMasanofolló?Morcillo: También, pero lamíaeraincreíble.Amedo: Pero el cabrón de

Masa llevaría bastante másdinero,porqueesapastaseladioVera.¿Tútecreesquelevan a dar para sacarte fuerade España solamentedieciochomildólares?Morcillo: Bueno, con Masano hago cuentas yo, porquesé lo ladrón que ha sidoconmigo. Eso le dije yo alintermediario, tan pocodineroparairmeaquincemil

kilómetros de aquí yquitarmedeencima…Amedo: Para quitarte de enmedio…Morcillo: «Sí, dejar familia,dejar todo y tengo que irpagándole todos los gastos aaquel señor, que me costóuna fortuna, que cuando medejó el señor Masa enBogotá,despuésdeotrosdiezo quince días de hotel

pagado,mequedaronochoonueve mil dólares. Luegohacemos otra operación enLaConsolation,queesonolosabe usted, ni lo sabe nadie,nadamásqueellosyyo.Hayque tirar una moto nueva alrío y comono hubomuertosenlaoperación…»Amedo: Un millón depesetas…Morcillo: No, me dio

primero quinientas mil yluego me vino con otrasquinientas mil para pagar lamoto.Amedo: Al final te dio unmillóndepesetas.Morcillo:Sí.Amedo: Pero había tresheridos.Morcillo:Ylesigodiciendo:«Sí,asíunacosayotrayyotrabajando a la fuerza, a la

fuerzaporqueyonuncahabíahecho cosas de estas, nuncame había metido en esascosas, lohicepor lapolladela amistad de mi compadre,el señor Masa, que me hanmetidoenunhoyoquenomesacayanadie…».Amedo: Te forzaron ellos ahacerloquehiciste.Morcillo: Claro, y ahora yoexijo que me paguen. Yo

saqué al señor Sancristóbalde la cárcel cuando medesdije allí de misdeclaraciones.Ahoramevoya desdecir de lo que medesdije.Amedo: ¿Y qué te decía eltío?Morcillo:«Bueno,esono séyo».Ylecontesto:«Ustednosabrá, pero yo sí lo hagoporque estoy cansadodeque

seríandemisbarbasyahoradígame usted el dinero quehay». Y me contesta: «Sabeustedyalacantidad,yaselohedichoalseñorAmedo».Ylereplico:«Peroesqueyonohe hablado con el señorAmedo, lerepitoaustedquenomehallamado,niyoaél,usted tampoco me hallamado». Y me dice: «Yocon usted no recuerdo…».

«Sí, sí —le interrumpo—,recuerde usted que en lapuertadelbarmedijo. “Noshablamos”, que le dije:“Usted me llama cuandoquiera”, y tampoco me hallamado,nimehadichonadausted,coño».Amedo:Entotal,¿qué?Morcillo: Que le digo:«¿Quédinerohay?»Mediceel intermediario: «Mire

usted, hasta ahora se hanconseguido treinta mileuros». Y le contesto:«¿Quiere usted conformarmecon tres o cuatromil euros?Porque hay más gente, no,estáustedequivocado.Ustedno entendió el otro día alseñorAmedo hablando, ni amítampoco.Yonomepuedoconformarconeso,porqueyocreoquemipersonalidad,mi

hombría, nos merecemosmuchomás».Amedo: Yo ya le dije:«¿Qué? ¿Contratan ungabinete a través de París-Londres para hacer chistes oqué?»Morcillo:Y le dije: «Si meviene usted con ese dinero,no podemos ni seguirhablando».Amedo:Ya…

Morcillo: «Mire, porque amí eso me ofende, me va adarunataqueahoramismo».Entonces empezó a hablardiciéndomequeyonoibaairalacárcel,peroquemeibana dar por el culo durantecinco años bajando ysubiendo con declaraciones.Entonces le dije: «Mireusted, yo me decidí a hacerestoyyalohehecho,porque

estoestáhechoya,yanomeecho para atrás». Me dice:«Usted tenga en cuenta queserán muchos, pero el queestá dando la cara es ustednadamás».Amedo: Ya le dije la otravez: «La cara aquí la damostodos». ¿Y qué conclusiónsacaste?Morcillo: Bueno, yo le dijeque no, que si había más

dinero seguíamos hablando,que si no, que yo colgaba lacompra. Cojo mis papeles yme voy aElMundo, hasta aSálvame,mevoydondesea.Amedo:¿Yquédijo?Morcillo: «Bueno, no sécómo empezará usted eso,porque a usted eso no lebeneficia en nada». Y ledigo: «¿Y a ellos?». Y medijo:«Puesaellosles joderá

algo, porque yo no sé quiéntiene esos papeles, porque amí me han llegado a travésde la empresa con la quetrabajo,quemehallamadoymeha dicho que haga esto».Bueno, le digo yo: «Puesahora usted le dice a suempresa que les diga quecualquier día se levantan yestán viendo la televisión ylomismoseencuentranenla

televisión». Yo le hablé asímuycateto,muy…Amedo: ¿Tú no le marcasteningunacantidad?Morcillo:No, yo no, él, esofue lo último. Me dice:«Bueno, mire usted, comoestamos en Semana Santa yahora mismo no hay nadieconquiénhablar,demeustedesta semana que no haytrabajoninada,yellunesyo

le llamoaustedy le digo eldinero que hay. Y eso denotario para firmar, de esonada, de notarios, nada. Sehace un documento bienhecho, lo firman usted yAmedo y ya está. Es queusteddebeirsolo,ustedpidaparausted».Amedo:¿Tedecíaeso?Morcillo: Sí, «pida parausted».Ylecontesté:«Yono

puedo hacer eso, yo soy unseñor, aunque usted vea queestoy ahí de asesino, no losoy, soy un señor. El señorAmedo tiene mi confianzaaunque me haya grabado,aunqueme haya…Si eso esasí, sigo hablando y si no, ysoyuncaballeroconelseñorAmedo, yo tengo quellamarlo y decirle esto quehemos hablado». Me dice:

«Pues yo creo que debíausted independizarse y yointentaría sacarle algúndineromásparausted».Y ledigo: «Usted saque el dineroque pueda sin pensar en mísolo, piense usted por lomenos, por lo menos en elseñorAmedoyenmí,enlosdos y se acabó. Que ustedcree que puede sacar másdinero, pues bien», pero me

dijo que no piense entrescientos o cuatrocientosmileuros.Amedo:¿Telodijoél?Morcillo: Sí, pero le dije:«No piense usted en lacantidadquemehadicho,deesonada».Nosvanadarcienmileuros.Amedo:¿Túcrees?Morcillo: Sí, sí, eso se losacodelamangaaquiensea.

He pensado en hacer undocumento y le digo que hediscutidoconelseñorAmedoymetraeloscienmileuros,le firmosu reciboyelpapelquemetraiga.Nopodemosira un notario, porque yo ledije: «Vamos a un notario ylefirmoloquesea»,yélmedijoqueno,porqueelnotariotiene la obligación de,cuando lea el documento, de

llamaralaPolicía.Amedo:Exacto,porqueeneldocumento se está hablandodeencubrirunasesinato,yelnotario tiene que notificarloinmediatamentealjuez.Morcillo:Sí,me lodijoasí:«Al notario, no, porqueenseguida tieneque llamar ala Policía». Bueno, pues asíquedó la cosa y quedó enllamarme el lunes, porque

además le dije: «Porque yoya estoy decidido a ir paraadelante,conelseñorAmedoo sin él, me voy paraadelante. Ahora tengo quedecirle al señor Amedo larealidad de las cosas. Tengoque contarle que he estadocon usted, que hemos tenidoesta reunión». Los cien mileuros los saco. El lunes mediceloquehay,peroademás

ledije:«Peronovengaustedcon diez mil más, que pasede los cien mil lo que mediga usted y entonces haceustedoelloselpapelqueseay yo lo firmo y asuntoterminado».Amedo: Yo voy a estarcallado hasta que lo cierrestú, pero esto no termina así,luego entro yo con lo quequierahacer.

[…].

Cinta10

Grabación efectuada enla sede de la Agencia Krollpara poner de manifiesto suparticipación en elencubrimiento. Participan«Javier» y el supuestodirector de su oficina de

Madrid, que se hace llamar«Arturo».

[…].Javier: Hola, José, ¿cómoestás?Amedo: ¿Qué tal? ¿Notrabajabasaquí,no?Javier: A ver, Arturo, José[me presenta al director enMadriddeKroll].Amedo:¿Notrabajabasaquí,

eh?Javier:Aquíestoy.Amedo:Yasabíaqueestabasaquí, y más cosas, porsupuesto.Javier:¿Máscosas?Amedo:Dejasteunashuellasmuybuenaselotrodíaenelvaso.Javier:Sí…Amedo:Muybuenas,lasquedejaste…

Arturo: Disculpe que no lepuedadaruna tarjeta, yomeincorporé ayer comoresponsable de la oficina.Entonces me acaba decomentar Nieves que queríahablar con nosotros y, comole he comentado, meincorporé en Londres lasemana pasada y ayer comoresponsable de la oficina enMadrid, con lo que

entonces…Amedo: [Dirigiéndome aJavier]¿Aquéjuegas?Javier: Yo me puse encontacto contigo por unencargo, un cliente que noshacontratado.Amedo:Yaséquiénes.Javier:Yesoesloquehice.Amedo: Ya sé quién es elcliente, quién eres tú, ya sétodo,oseaquevamosadejar

de andarnos con tonterías yvamos a clarificar las cosas,porque si no, se puedencomplicar, puedes estarseguro de que se puedencomplicar, perosegurísimo…Javier: Entonces ¿qué es loque…?Amedo:Javier…Javier:¿Quénosdices?Amedo:Túereselque tiene

quedecir…¿Túnoquedasteel otro día con una persona?Quedaste en hablar con él ellunesoelmartes…[conLuisMorcillo].Javier:Sí,porquellamóél…Amedo: Y ya le hasconquistadolamente.Javier: No, yo no estoyconquistando la mente anadie.Amedo: A ver, tú dime lo

quequeréis.Javier: Nosotros noqueremos nada, lo quequeríamos era hablar convosotros para ver cuál era lasituación.Amedo: Tú dijiste que erasun abogado, que notrabajabas aquí, o sea, queestabas mintiendo, como eslógico. Yo me he dedicadotodamividaaestascosas.

Javier:Losé.Amedo: Por lo menos hasdadolacara,¡joder!Javier:Sí,claro.Amedo: Te hubieraencontradoenotrositio.Javier:Eh…Nolosé…Amedo: Yo sí. A ver,clarifícamelascosas.Javier: Qué quieres que teclarifiqueexactamente.Amedo: Tú has hablado una

seriedecosas,yyoyasépordóndevienenlostiros.Javier: Vamos a ver, yohablé contigo y con la otrapersonaquesellamaLuis.Amedo:Sí.Javier: Tú me comentastequeestetemalollevabastúyquehablasecontigo,que…Amedo:Yoyalguienmás.Javier:No,túyalguienmás,no.¿Quiénmás?

Amedo: Eso a ti no teimporta.Javier: Ah, bueno, vale, túme dijiste que hablaracontigo, «que soy el que hamontadoesto».Amedo:Sí,sí,perotequierodecir que hay más gentedetrás,comotedijeenlaotraocasión.Javier: Ni lo sé, ni meimporta.

Amedo:Ya.Javier: Entonces yo hablécontigo,medijistequeteníasunos documentos, meestabais pidiendo unacantidadeconómicaacambiode no revelar esosdocumentosenunjuzgado.Amedo: Yo nunca te hedicho que estaba pidiendouna cantidad económica. Túfuisteelquenosbuscaste, tú

fuiste el que nos vino aofrecer una cantidadeconómica. Yo no fui abuscarte a ti, es la primeravezquevengoabuscarte.Túfuisteaofrecerunacantidad,nolapedíyo.Javier:Loquetetrasmitíeralo que nos trasmitía nuestrocliente, vale. Entonces,dejando eso aparte, pues túme dijiste que no querías

saber nadamás y ni llamé aLuis,ninadaporelestilo.Amí me llamó Luis unasemanamás tarde,yo ledijequeyahabíahabladocontigoy Luis insistió en verme,insistió en verme, yo no mehe aproximado a él paranada.Amedo: ¿Tú no has estadoconél?Javier: Sí, he estado con él,

pero yono le llamé a él.Hasidoélelqueinsistentementemehaestadollamandoamí.Me he reunido con élefectivamentey…Amedo: Aquí se te vebastante bien con él reunido[mostrándoleunafotografía].Javier:Sí,bueno,perosiyonotengonadaqueocultar,siporesofuiyo,sino,hubieramandado…

Amedo: Hombre, tendrásalgo que ocultar, porque demomento ocultas tuidentidad. De momentodecíasquenotrabajabasaquíy otras cosas, con lo cualdebes de tener algo queocultar.Javier:No,hombre,no.Amedo:Estáclaro.Javier: Pues obviamente, sime voy a reunir con una

gente que estuvo implicadadondeestuvoimplicada,puesyo no voy a dar toda miinformación, obviamente,tampocosoytonto.Amedo: Ya, sé cómo tellamas.¿Noteimportadarmeunatarjeta?Javier: Eh, una tarjeta, sí,hombre…Amedo: Tú te acuerdas quete pregunté la última vez…

[En ese momento se va abuscarla y le pregunto aldirectordelaAgenciaKroll]O sea, que tú eres elresponsabledeaquí,¿no?Arturo:Sí.Amedo: ¿Tú no estabas alcorrientedeestasituación?Arturo: No, únicamentecuando me han dicho queustedestabaaquí,hehabladocon Javier y me ha dicho

algo. Todavía no he hechounarevisióndeloscasosqueestánvivosy,sí,esciertomientrada en la firma, es másuna entrada hacia laconsultoríaquealtrabajoqueexistaenalgúnmomento.Amedo: Esta empresatambién radica en Londres,¿no?Arturo: Esta empresa esnorteamericana.

Amedo: ¿Se hizo aquí elfamosoinformeCrillonsobreMarioConde?Arturo:Sí.Amedo: [Dirigiéndome aJavier]¿Teacuerdas?Javier: Sí, pero de eso hacemuchosaños,yonoestaba.Amedo: Pero bueno, loencargó quien está ahoraencargandoeste trabajo.Unode los que encargó en su

momento aquel trabajo, estáencargando ahora este otrotrabajo.Javier: Pues eso ya…Nosotros tenemos uncontrato con una firma deabogados, como te dije quepodemoshacercábalassobrequiéneselclientefinal,puessí, varias personasseguramente, no te digo queseauna sola,variaspersonas

seguramente.Amedo:Ya, alguna de ellasnotendráunaoficinasimilara esta en Barcelona, ¿no?[Me refiero a FranciscoÁlvarez].Javier:PorBarcelona,nosé.Sonpersonasqueconocestú,pero que yo la mayor partelas conozco por lo que heleído en prensa, yo no sétampocomás.

Amedo:Ya.Javier: Entonces este señorme ha estadopermanentemente llamando.Yo he ido a verle la otrasemanay,bueno,puesenesepuntoestamos.Comotedije,teníaelencargodedirigirmea ambos. De repente esteseñor me dice que él quierehablar conmigo y me llama,ymellama,puesyofuiaver

qué quería y en ese puntoestamos.Amedo: Quedaste en algoconél,¿no?Javier: Quedé con él envolverahablarhoy.Amedo: Hoy, ¿vas a hablarconél?Javier: Pues no sé, dímelotú.Medijisteisqueeraisdosy que tú llevabas estaoperación.

Amedo: Eso ya es problematuyo.Javier:Vale.Amedo: No hay problema.¿Tú trasmitiste lo que yo tedije?Javier:Si,claro.Amedo: A quién se lotrasmitiste,¿alosabogados?Javier: Sí, claro, a losabogadosdeBarcelona.Amedo: Ya, ¿y qué te

dijeron?Javier: Me dijeron que yahablaríanconmigo.Amedo:Túmedijistequesidejabas este asunto mellamabas.Javier: Te llamaba, y no tellaméporquenolohedejado.Amedo: ¿En quéperspectivasandáis?Javier:Puesyoahoramismoestoy esperando

instrucciones del cliente, enese punto estamos. No haynadamás.Arturo: Disculpa que aquímemeta.Como te he dicho,mi entrada en la firmavienepor un cambio que se haintroducidoenelgrupoKrollpor temas de consultoría,seguridad, etcétera. Elcarácterdeestafirmadecaraalfuturovaaserdistintoalo

quesehizoenelpasado.SoyresponsabledeJavierysíquetengo que estar al tanto deesteasunto.Amedo:Altantotetienequeponerél,nosoyyoelquelovaahacer.Arturo: No, no, de acuerdocon el responsable deLondres, tomaré la decisiónqueseacorrecta.Amedo: ¿Cuándo me vas a

llamar?Javier: Pues cuando tengaalgomás.Amedo: ¿Cuándo puede sereso?Javier: Pues esta semana yano.Amedo: Porque estoy apunto de tomar una decisióndrástica.Javier:¿Drásticasobrequé?Amedo:Mira,presentartoda

la documentación en eljuzgado, sacar un libro deseiscientas y pico páginas,sacar lascintaspor todas lasemisorasderadiodeEspaña.Una vez que esté en eljuzgado y un libro que estáya en la editorial, que lopuedo parar cuando quiera,deseiscientastreintaytantashojas, en el que se cuentatoda la historia de arriba

abajo, esa y unas cuantasmás.Javier: Vale, ¿quieres quetrasmitaestoalcliente?Amedo:Lopuedestransmitirperfectamente.Yo tengo unacita elmiércoles,me acabandellamarahora,yahanvistoel libro. El libro sería unescándalo feroz, no creo quele convenga a nadie.Está enuna editorial, si quieres te

puedo enseñar el precontratoen su momento. Tengo unacita el miércoles, enconcreto,paracerrareltema.Se coordinaría lapresentación dedocumentación, cintas,grabaciones en el juzgadopararatificarelcontenidodellibro y entonces aparecertodoalmismotiempo.Javier:Puesyolotransmito.

Amedo: Pues transmítelocuanto antes porque ladecisiónvaaserrápida.Javier:Sí,pueshoymismo.Amedo: En cuestión de unasemana yo tengo que tomaruna decisión, coordinandotodo.Javier: Vale, pues yo habloconelclientehoymismoy…Amedo:Esmás,lepodíadarhasta una copia del libro

fíjate,paraquevealoqueva.Javier: No, nosotros noqueremos tener ningún tipode documentacióncomprometida.Arturo:No,nuestraempresano se queda con esadocumentación.Amedo:Vale, pues entoncesquedamosasí,¿no?Javier:Sí,perfecto.Arturo: Lo que sí me

gustaría saber es si nosotrosen algún momento hemosmanipuladocualquiertipodedocumentación en este caso.Si en algúnmomento hemostenidoalgúncomportamientoque fuera incorrecto, y si hasidoasí,disculpas.Javier: No, lo único que yonoledijequeeradeKroll.Amedo: Pero me loimaginaba, he tardado poco

tiempoenaveriguarlo.Javier: También es que, siyopusemiteléfono,pues…Amedo: Es que yo no soynuevoenesto,¿sabes?Javier: Si yo puse miteléfono, sabía que en algúnmomento lo ibas a saber,obviamente.Peroesloúnicoen lo que yo no te he sidoclaro,peroelenresto,claroytransparente…

Amedo: Bueno, puesentonces transmite lo que tehedichoyme llamascuantoantes, porque ya te he dichoque esto es apremiante, esdefinitivo,¿entendido?Javier:Sí,yoselotransmitoalcliente.Amedo: Pues me llamascuanto antes para queratifiquemidecisión.Javier:Estábien.

Amedo:Bueno,hastaluego.Arturo:Encantadísimo.

II.CRONOLOGÍA

28 de octubre de 1982.El PSOE liderado por FelipeGonzález arrasa en laselecciones. En diciembretoma posesión el nuevogobierno, en el que figuraJosé Barrionuevo comoministrodelInterior,queasu

vez designa a Rafael Veracomo su director deSeguridad del Estado.Durante la primavera de1983,debidoalosincesantesatentadosdeETAyalafaltade colaboración de Francia,va calando la idea delsecretario general de lossocialistasvizcaínos,RicardoGarcía Damborenea, y delgobernador civil deVizcaya,

JuliánSancristóbal,deponeren marcha un grupocontraterrorista que actúe enelPaísVascofrancés.

6 de julio de 1983. Losservicios secretos concluyenun documento a petición delGobierno en el que secontemplan los debatessurgidosenelMinisteriodelInterior y se proyecta laposibilidad de atentar contra

etarras en el sur de Francia,principalmente a través desecuestros.EslallamadaactafundacionaldelosGAL.

5 de octubre de 1983.Trasunaespiraldeatentados,ETA político-militarsecuestra al capitán deFarmacia Alberto MartínBarrios, lo que precipita laentrada en acción de laestrategiacontraterrorista.

15 de octubre de 1983.Un comando de guardiasciviles de Intxaurrondosecuestra en Bayona a JoséMaría Lasa y José IgnacioZabala, miembros de ETApolítico-militar VIIIAsamblea. FueronsalvajementetorturadosenelPalaciodeLaCumbredeSanSebastiányenterradosencalviva en un paraje de Busot

(San Sebastián), aunque suscadáveres no fueronidentificadoshasta1995.

19 de octubre de 1983.Un grupo de geos a lasórdenes del policía JesúsAlfredo Martínez Argüellesfracasa al intentar secuestraraldirigentedeETApolítico-militar JoséMaría LarretxeaGoñi para canjearlo por elcapitán Martín Barrios.

Pasaron dos meses en unaprisiónfrancesa.

4dediciembrede1983.Los mercenarios PedroSánchez,Jean-PierreEchaliery Mohand Talbi secuestranen Hendaya a SegundoMarey, aunque se les habíaencargado el rapto deltesorero de ETA MikelLujúa.Marey pasó diez díasen una cabaña de Matienzo

(Cantabria), custodiado porpolicías,yfueliberadoeldía14 con una nota en losbolsillos en la que figurabanpor primera vez las siglas«GAL».

19dediciembrede1983.Un comando de guardiasciviles de Intxaurrondoasesina a tiros en Bayona aletarra Ramón Oñaederra,Kattu.

28dediciembrede1983.El mercenario Jean-PierreCheriddispara en lanuca enSan Juan de Luz al etarraMikel Goikoetxea, Txapela,que fallece el 2 de enero de1984 en el hospital deBurdeos.

8defebrerode1984.Uncomando de guardias civilesde Intxaurrondo asesina enHendaya a Ángel Gurmindo,

guardaespaldas del númerouno de ETA, Txomin, y aldirigente de ETA VicentePerurena.

9defebrerode1984.Elministro José BarrionuevodesignaaJuliánSancristóbalcomo nuevo director de laSeguridad del Estado ynúmero dos de Interior. Elhasta entonces jefe superiorde Policía del País Vasco y

delMandoÚnicodelaLuchaContraterrorista, FranciscoÁlvarez, pasa a serresponsable del Gabinete deInformación y OperacionesEspeciales. Rafael Veraquedarelegadoalacondicióndesubsecretario.

23 de febrero de 1984.Los Comandos AutónomosasesinanporencargodeETAalsecretariodeOrganización

del Partido Socialista deEuskadi, Enrique Casas, loque provoca una granconmoción.

25defebrerode1984.Elmercenario Patrick deCarvalhoasesinaconunriflede mira telescópica aEugenioSalazar,Tigre,enuncaserío de Idaux-Mendy queETA utilizaba como cuartelmilitar.

1demarzode1984. Uncomando de ultraderechistasencabezado por DanielFernández Aceña ycontrolado por la GuardiaCivil asesina en Hendaya altrabajador de la compañíaferroviaria Jean-PierreLeyba, que no tenía ningunarelaciónconETA.

19 de marzo de 1984.Fallece el mercenario Jean-

Pierre Cherid cuandopreparabaunabombafrenteaun bar lleno de etarras enBiarritz.

22demarzode1984.Ungrupo de policías tiende unaemboscada en la bahía dePasajes y acribilla a losterroristas de los ComandosAutónomos Pedro Isart, JoséMaría Isidro Itura, DionisioAizpuruyRafaelDelás.

23demarzode1984.Elmercenario Patrick Noel deCarvalho asesina a tiros enuna gasolinera deBiarritz aletarra Xabier Pérez deArenaza,cuñadodeTxomin.

3 de mayo de 1984.Asesinato en Saint-ÉtiennedeBaïgorrydeletarraRafaelGoikoetxea, probablementetambién por guardias deIntxaurrondo.

15dejuniode1984.Losmercenarios Patrick Noel deCarvalhoyRolandSampietrohacen estallar una moto-bomba al paso del etarraTomás Pérez Revilla y delsacerdote Román Orbe. Elprimerofalleceel28dejulioa consecuencia de lasquemaduras.

10 de julio de 1984. Elcomando encabezado por los

delincuentes comunes LuisMorcillo y Rafael LópezOcaña comete un atentadolanzando desde unamoto untermo cargado de explosivoscontra la pizzería LaConsolation de San Juan deLuz. Resultan heridos losetarras Bonifacio García,José Ignacio Oliva y JuanVicenteJaureguzuria.

18 de noviembre de

1984.DosguardiascivilesdeIntxaurrondo asesinan enBiriatou al simpatizante deETA Christian Olaskoaga ydejan herido a su hermanoClaude.

20 de noviembre de1984.LuisMorcilloyRafaelLópezOcañamatanatirosensu consulta de pediatría deBilbao al dirigente de HerriBatasunaSantiBrouard.

11dediciembrede1984.Una bomba colocada en losbajos del coche de JoséRamón López de Abetxuko,responsable del aparato deseguridad de ETA, dejaheridoa suamigoJuan IradiLizarazu.

1defebrerode1985.Uncomando controlado por elpolicía francés colaboradorde los GAL Jean-Louis deja

malherido al miembro de laorganización terroristaIparretarrak XabierManterola con una bombalapa.

5defebrerode1985.Elsimpatizante radicalChristianCasteigtspierdelaspiernas en Bayona tras unatentado cometido por elmismo comando y tambiénconunabombalapa.

4 demarzo de 1985. LaDama Negra de los GALcometesuprimeratentadoenelbarLagunekindeBayonaydejamalheridosa losetarrasJesús Amantes y ÁngelZabaleta.

13 de marzo de 1985.DosmercenariosdelosGALdejan heridos en elrestaurante Briketenia deGuetaria a los colaboradores

de ETA Michel, Martin yJean-PhilippeIbarboure.

26demarzode1985.LaDamaNegraysucolaboradorRené ametrallan en el barBittor de Ciboure a losetarras Juan Ramón BasáñezyJoséLuisCalderón.

29demarzode1985.Elmercenario de los GALPierre Baldés abre fuego adiscreción en el bar Les

PyrénéesdeBayonayasesinaal ciudadano francés BenoitPecastaing. Deja heridos aletarra Pedro Pikabea Ugaldeyaotrosdosfranceses.

30demarzode1985.Uncomando encabezado por elmercenarioGuyCantavenera,contratado por el mafiosocolaborador de los serviciossecretosEduardoMariChica,asesinaenSanJuandeLuzal

delegadodeldiarioproetarraEgin,XabierGaldeano.

14 de junio de 1985. LaDama Rubia de los GALentra en acción y asesina enel bar Trinkete deCiboure alos ciudadanos francesesJean-Claude Doerr y ÉmileWeiss, sin ninguna relaciónconETA. Sus objetivos eranlosetarrasJuanLorenzoLasaMitxelena, Txikierdi, y José

ÁngelOchoantesana,Kirru.26 de junio de 1985. La

DamaRubiaasesinaasangrefríaenunacalledeBayonaaletarraSantosBlanco.

8 de julio de 1985. LaDamaRubiatiroteaenelbarBittor de Ciboure al etarraJuan Carlos Lezertua, quequedamalherido.

2deagostode1985. Ungrupo de pistoleros de los

GAL tirotea en su coche enAscarat al etarra JuanMaríaOtaegui,Txato,quepierdelavida.

31deagostode1985.LaDamaRubiadisparacontraelciudadano francésDominique Labeyrie cuandose encontraba en compañíadel etarra Francisco AyaZulaica, Trepa. Fallece pocodespués.

25 de septiembre de1985.LosmercenariosdelosGALPierreFrugoliyLucienMattei abren fuegoen el bardelHotelMonbardeBayonay asesinan a los etarras JoséMaría Etxaniz, Potros;Agustín Irazustabarrena,Legra; Sabin Etxaide,Eskumotza, e IñakiAstiazunzarra, Beltza. Es elatentadomásgravedelgrupo

contraterrorista.4dediciembrede1985.

Falla en Heleta una bombacolocada por un comandocontrolado por Jean-Louiscontra el etarra FernandoBiurrun.

6dediciembrede1985.Fracasa otro atentado de loshombres de Jean-Louiscontra un grupo de etarrasreunido en la sociedad

gastronómica Argilo deHendaya.

24dediciembrede1985.Un comando dirigido por elultraderechista IsmaelMiquel dispara en el caféRoyal de Biarritz contra elciudadano francés RobertCaplanne, sin ningunarelaciónconETA,quefalleceel3deenerode1986.

8defebrerode1986.Un

comando de excombatientesportugueses abre fuego adiscreción en el bar BatzokideHendaya y deja heridos alos etarras FredericHaramboure, José CauAldanur, Juan Zabaleta yCarmenOtaegui.

13 de febrero de 1986.Losmercenarios portuguesesPaulo Figueiredo Fontes yRogerioCarvalhodisparanen

lapizzeríaLaConsolationdeSan Juan de Luz contra eletarra Juan Ramón Basáñez,que ya había sido herido enunatentadoanterioryquedenuevosalvalavida.

17 de febrero de 1986.Un comando descontroladoasesina en Bidarray aChristophe Matxikote yCatherineBrion, sin ningunarelación con ETA. El

atentado no fue reivindicadoporlosGAL.

24 de octubre de 1986.Julián Sancristóbal cesacomo director de laSeguridaddelEstadodespuésde que, tras la victoria de laderecha en las eleccionesfrancesas, el gobierno deParís comience a colaborarcon Madrid en la luchacontra ETA y desaparezcan

losGAL.ConélabandonaelministerioFranciscoÁlvarez.ASancristóballesustituyeenel cargo de nuevo RafaelVera, esta vez con rango desecretariodeEstado,desdeelque intentará liderar unaestrategiadenegociaciónconlabandaterrorista.

24 de julio de 1987. Demanera sorpresiva,desconocidos asesinan con

una bomba lapa en HendayaalobjetordeconcienciaJuanCarlos García Goena, sinninguna relaciónconETA,ydespuésasumenelcrimenennombredelosGAL.

16 de noviembre de1987.Elpolicía JoséAmedocomparece por primera vezen la Audiencia Nacionalpara responder ante el juezfrancés Cristophe Seys por

crímenesdelosGALtrasseridentificado por elmercenario Paulo FigueiredoFontes.

13 de julio de 1988. Eljuez Baltasar Garzón, quehabía llegado a laAudienciaNacional en febrero, envía aprisión a JoséAmedoy a susubordinado MichelDomínguez, encargado deleer los comunicados de los

GALenfrancés.20 de septiembre de

1991.LaAudienciaNacionalcondena a Amedo yDomínguez a 108 años decárcel por los atentados de1986contraelbarBatzokideHendaya y la pizzería LaConsolation de San Juan deLuz. El Tribunal Supremoconfirma la sentencia enfebrero de 1992. Los dos

policías renuncian adefenderseduranteeljuicioynoimplicanasussuperiores.

20 de abril de 1993.Michel Domínguez sale ensecreto de prisión paramantener una entrevistaextrajudicial con el juezBaltasarGarzón en la que lerevela detalles de laimplicación de JoséBarrionuevo, Rafael Vera y

Julián Sancristóbal en elsecuestrodeSegundoMarey.Garzón anuncia días despuéssu pase a la política comonúmero dos en las listas delPSOE en las eleccionesgenerales.

26 de julio de 1994.Amedo y Domínguezobtienen el tercer grado ypasan a cumplir condena enrégimen abierto después de

muchos ofrecimientosincumplidos.

16dediciembrede1994.Garzón, devuelta al juzgadoresentido de su paso por lapolítica, reabre el casoMarey.AmedoyDomínguezdeclaranesedíaeimplicanaJulián Sancristóbal, entreotros, que ingresa en prisióntres días después junto a losmandos policiales Francisco

Álvarez y MiguelPlanchuelo, principalmente.En los meses siguientes eljuez encarcela también aRicardo García DamboreneayRafaelVera,encausaaJoséBarrionuevo—loquellevaelprocedimiento al TribunalSupremo— y lo intenta, sinéxito,conFelipeGonzález.

Marzo de 1995. Trasescuchar que José Amedo

había declarado ante Garzónque Sancristóbal yDamboreneahabíandebatidola posibilidad de enterrar aMarey en cal viva parahacerlo desaparecer, uninspectordeAlicanteponeenmarcha un proceso paraidentificar a dos cadáveresque habían sido hallados enenerode1985entrerestosdeeseproducto.Resultanserlos

etarrasLasayZabala.2demarzode1996.Los

escándalos de corrupción yguerra sucia facilitan lavictoria del Partido Popularde José María Aznar en laselecciones.

2deseptiembrede1997.LaPolicíadetieneenMadrida Luis Morcillo con unapartida de pastillas desupuesto éxtasis que luego

resultan ser de cafeína. Elarresto provoca la reaperturade la investigación judicialdel asesinato de SantiBrouard,quesehabíacerradoen falso en 1993 con lacondena de Rafael LópezOcañaa33añosdecárcel.

29 de julio de 1998. ElTribunal Supremo condenapor el secuestro de SegundoMarey a José Barrionuevo,

Rafael Vera y JuliánSancristóbal a 10 años decárcel; a Francisco Álvarez,Miguel Planchuelo y JoséAmedo,a9añosy6meses,ya Ricardo GarcíaDamborenea a 7 años, entreotrascondenas.

13demarzode1999.Eljuez de Bilbao José LuisRodríguezArmengol envía aprisión provisional a José

Amedo,JuliánSancristóbalyel exteniente coronel de laGuardia Civil Rafael Masapor el asesinato de SantiBrouard.

21 de octubre de 1999.El juez Armengol procesa aAmedo, Morcillo, Masa,Sancristóbal, Álvarez,Planchuelo, el comisarioAntonio Rosino y elexcomisario general de

Información Jesús MartínezTorres. La Audiencia deVizcaya revoca despuéstodos los procesamientos,excepto los de Amedo,MorcilloyMasa.

26 de abril de 2000. LaAudiencia Nacional condenaal exgobernador civil deGuipúzcoa, Julen Elgorriaga,algeneralEnriqueRodríguezGalindoyasussubordinados

Ángel Vaquero, EnriqueDoradoyFelipeBayoporlosasesinatos de Lasa y Zabala.Tras la confirmación delSupremo, las penasestablecidasestabanentrelos67ylos71añosdecárcel.

25 de junio de 2003.Amedo, Morcillo y Masa,absueltos del asesinato deSantiBrouard.

19 de marzo de 2013.

Una juezdeBilbao reabre lainvestigación judicialdespués de que JoséAmedole presentase lastranscripciones que secontienenenestelibro.

III.QUIÉNESQUIÉN

Responsablespolíticos

González Márquez,Felipe. Presidente delGobierno entre 1982y1996,año este último en el que

perdió el poder a manos delPP de JoséMaríaAznar porlos escándalos de corrupcióny,principalmente,porelquesupuso la revelación de laimplicación del ejecutivo deEspaña en la comisión deasesinatos y secuestros deetarrasenelsurdeFrancia.

Ganó las elecciones en1982 en medio de unainmensa popularidad y con

undiscursoambiguosobreelterrorismo que escondía unaintensa preocupación por elriesgo de involucióndemocrática que a su juiciopodía incubar. De puertasafuera sugería una vocaciónnegociadora; hacia adentroconsintió y apoyó la manodura,comolodemuestraconel nombramiento de JoséBarrionuevo como ministro

del Interior y con laimplementación del planZENenelPaísVasco.Ensusdeclaraciones públicas sobrelos GAL pasó de negar suexistencia al nerviosismocuando aparecieron losprimeros indicios contra elaparato policial del Estado:«Ni hay pruebas ni lashabrá», dijo. La protecciónde sus subordinados José

BarrionuevoyRafaelVera,alaqueélcorrespondióconunentusiasta respaldo explícito,evitóquefueraimputadoporautorizar la guerra suciacontra ETA (la X de losGAL).

En noviembre de 1996,cuando ya no era presidente,el Supremo rechazó solicitarsu suplicatorio por unaajustada votación de seis

votosacuatro.En1999,estavez por unanimidad, elAltoTribunalvolvióanegarse.Enlos dos casos los indicioscontra él procedían de lasinstrucciones del juezBaltasar Garzón. De formaprobablemente calculada, en2010 respondió durante unaentrevista con Juan JoséMillás enElPaísque«habíatenido la oportunidad de dar

una orden para liquidar atoda la cúpula de ETA», loquesignificabaaceptarquelacadena de mando llegabahasta él, algo que siemprehabíanegado.

Barrionuevo Peña, JoséMaría. El ministro delInterior de los GAL. Lo fuedesde 1982 hasta 1988,cuando pasó a ocupar lacartera de Transportes,

Turismo y Comunicaciones,en la que se mantuvo hasta1991. Procedente de unafamiliacarlista,ysinningúnpedigrí enelPSOE,adquiriófama de duro como concejalde Seguridad delAyuntamientodeMadridquepresidía el profesor EnriqueTierno Galván. El ministrodel Interior del últimogobierno de UCD, Juan José

Rosón, que lo conocía de suetapa como gobernador civildeMadrid,selorecomendóaFelipe González paratranquilizar al viejo aparatopolicial del franquismo,soliviantado ante laposibilidad de que fuesedesignadoCarlosSanjuán,yaque se creía que este iba aacometer una renovaciónprofunda.

Desde el primermomento, y especialmente ala vista de la implacablecampaña de atentados deETA y de la negativa deFrancia a colaborar con elejecutivo español paraeliminar el santuario francésdelabanda,sintonizóconlosdirigentes del socialismovasco partidarios dedesarrollar una estrategia de

lucha clandestinacontraterrorista, hasta elpunto de que aupó a ladirección general de laSeguridad del Estado almásradical de todos ellos, JuliánSancristóbal.

Fue condenado en juliode1998adiezañosdecárcelpor autorizar y supervisardirectamentedesdeMadridelsecuestro del ciudadano

francés Segundo Marey, apesar de conocer que losmercenarios pagados por suMinisterio del Interior lohabían confundido con eltesorerodeETAMikelLujuaGorostiola. En el juicioprotagonizó una pifiamemorable cuando, en unmomento acalorado de uncareofrenteaRicardoGarcíaDamborenea, lo llamó

delator. Nunca reconoció suparticipaciónenloshechosy,antes al contrario, defendiósiempre a Felipe González,que learropóaélyaRafaelVera, junto a centenares demilitantes socialistas, el díadesuingresoenlaprisióndeGuadalajara, el 10 deseptiembrede1998.Pasótresmeses en la cárcel. En 2002fue absuelto de consentir la

malversación de los fondosreservadosdelMinisteriodelInterior gracias a un detalletécnico.

Vera Fernández-Huidobro, Rafael. De lamano de José Barrionuevo,creció de responsable de laPolicía Municipal delAyuntamiento de Madrid adirector de la Seguridad delEstado, desde donde se puso

enmarchalanuevaestrategiade la lucha contraterrorista.Libró los fondos para elsecuestro de SegundoMarey—y los que correspondiesenatodalaprimeraetapadelosGAL— y autorizó laintervención directa enatentadosdemiembrosdelosCuerpos y Fuerzas deSeguridad del Estado,singularmente de guardias

civiles del cuartel deIntxaurrondo. En febrero de1984 fue degradado asubsecretario y relevado desu cargo por JuliánSancristóbal, con quienmantuvo una enconadarivalidadpolíticaypersonal.

Tras la desaparición delos GAL, lo recuperó enoctubre de 1986, con rangode secretariodeEstado,y se

convirtió en el verdaderohombrefuertedelMinisteriodel Interior al rodearse dehombres de su confianza entodos los puestos relevantes.Se implicó al máximo ensacar adelante lasnegociaciones con ETA enArgel en 1987, quefracasaron, y después dirigiócon eficacia la luchaantiterrorista. Bajo su

mandato cayó la cúpula deArtapalo en Bidart en 1992,elmayor éxito policial de lademocracia contra la banda.Como Barrionuevo, cerrófilas y rechazó siempreimplicar a Felipe Gonzálezen la guerra sucia, hasta queen una entrevista publicadae nVanity Fair en 2009sugiriósuparticipación.

Fue condenado a

dieciocho años de cárcel entotal:porel casoMarey,pordistraer al menos 645millones de pesetas de losfondos reservados —de losque 141 fueron a parar a subolsillo—yporcompensaralos policías Amedo yDomínguezcon260millonesde pesetas en cuentas enSuiza para compensarles porlapérdidadesuprofesión.En

total apenas pasó en prisiónunañoydosmeses.Fue,sinembargo, absuelto deencubrir el secuestro yasesinato de los etarrasLasay Zabala y también deorganizar y financiar elmontaje delictivo contra eldirector deElMundo, PedroJ. Ramírez, aunque elexgobernador civil deGuipúzcoa José Antonio

GoñiTirapuadmitiódespuésdel juicio que Vera estabapresente cuando a él leentregaron cincuentamillones de pesetas para laoperación.

Sancristóbal Iguarán,Julián. Era un joven detreinta años cuando sudeterminaciónysufortísimocarácter lo auparon en 1982desdelaalcaldíadeErmuaal

Gobierno Civil de Vizcaya.Allí llevó al paroxismo laetiquetadeespañolistadentrodel socialismo vasco: nadamás llegar impuso que en eledificiooficialseerigieraungranmástilconlabanderadeEspaña. Junto a su mentorpolítico, Ricardo GarcíaDamborenea, fue quienimpulsóconmásentusiasmola creación de un grupo

clandestino para lucharcontra ETA con sus propiasarmas. Los dos, Sancristóbaly Damborenea, idearon lassiglas GAL en presencia delos comisarios FranciscoÁlvarez, jefe superior dePolicía del País Vasco y delMando Único de la LuchaContraterrorista, y MiguelPlanchuelo, jefe de laBrigada Regional de

InformacióndeBilbao.En febrero de 1984 fue

designado director de laSeguridad del Estado,llevándose con él comohombres de máximaconfianza a Álvarez, quepasó a ser responsable delGabinete de Información yOperaciones Especiales, y alentonces capitán de laGuardia Civil Rafael Masa.

La etapa de los tres en elMinisterio del Interiorcoincidió con el auge de loscomandosdemercenariosdelosGAL.Enoctubrede1986cesóensucargo,despuésdeque Francia comenzase acolaborar en la lucha contraETA y el grupocontraterrorista dejase deactuar.

Demostró a partir de ese

momento un indiscutibletalento para los negocios,primero en Marconi, cuyapropiedad le facilitó elGobierno, y luego junto aPedro Echevarría, el hombreenEspañadelmagnateMarcRich. A mediados de ladécadade1990sufortunasecalculaba ya en diez milmillones de pesetas.DurantelainstruccióndelcasoMarey

protagonizóenenerode1995una insólita entrevista paraTelevisión Española desdeprisión para desmentir laparticipación de FelipeGonzález, pero en julio deese mismo año, después decoincidir en la cárcel con elbanquero Mario Conde,terminó confesando eimplicando al propiopresidentedelGobierno.Fue

condenado a diez años deprisión por el secuestro y acuatro por apropiarse dedinero de los fondosreservados, aunque devolvióbuena parte de lo sustraído.Pasó varios meses en lacárcel por ordenar elasesinato de Santi Brouard,perofinalmentenisiquierasesentó en el banquillo porquela Audiencia de Vizcaya

consideró que no habíapruebasparaprocesarlo.

García Damborenea,Ricardo. Posiblemente elpadreideológicodelosGAL,había puesto por escrito sutesisparaacabarconETAenestudios como el polémicoManual del buen terrorista.Médico de profesión eintelectual de vocación, eraelcarismáticoalmamáterde

la corriente españolista delsocialismovascoysecretariogeneral del partido enVizcaya. Contribuyó a larapidísima promoción de sufavorito, Julián Sancristóbal,y se implicó de lleno en laguerrasuciahastaelpuntodequefueélquienredactódesupuño y letra el comunicadode reivindicación delsecuestrodeSegundoMarey.

Su liderazgo comenzó adeclinar en abril de 1985,cuando se enfrentó a ladirección del PSOE y fuederrotado en el congreso delPSE por el candidatooficialista, Txiki Benegas,mucho más proclive apropiciar acuerdos con elPNV.Aunque bien es ciertoque se quedó tan cerca quehasta el último momento se

creyóenlaposibilidadciertade que sería el ganador.Desde ese momentoencabezó la corriente críticaDemocracia Socialista, pocoa poco marginada hasta quedejó el partido en 1990 ycomenzó un acercamiento alPPdeJoséMaríaAznar,queya había decidido designarlecandidato a la alcaldía deBilbaocuandoestallóelcaso

Marey.Primero lo negó todo;

después, cuando todos lospolicías implicadosadmitieron su participación,no solo reconoció la suyapropia, sino que fue quienmás directamente apuntóhaciaFelipeGonzález,conelque, aseguró, había habladodelosGAL«enunascuantasocasiones».Señalóasimismo

al exministro de DefensaNarcís Serra y a susexcompañerosTxikiBenegasy Enrique Casas. Tambiénfue él quien entregó al juezBaltasar Garzón el actafundacionalde losGAL,queal parecer había recibido delcoronel de los serviciossecretosJuanAlbertoPerote.Fue condenado a siete añosdeprisiónporelsecuestro.

Asunción Hernández,Antoni.MinistrodelInteriorentre noviembre de 1993 ymayo de 1994, cuando tuvoque dimitir por la fuga deLuis Roldán. Antes, comodirector general deInstituciones Penitenciarias,visitó a los policías JoséAmedoyMichelDomínguezen prisión para prometerlesen nombre del Gobierno un

calendario para el tercergrado y el indulto que nocumplió.

Belloch Julbe, JuanAlberto.MinistrodeJusticiadesde1993a1996,ytambiéndeInteriordesde ladimisióndeAntoniAsunciónen1994.Intentó romper con todas lasobligaciones que elMinisterio del Interior habíacontraído con los distintos

mandos de la época de losGAL, lo que provocó uncataclismo.Tambiénforzóelregreso al juzgado deBaltasar Garzón, queinmediatamente reactivó lainvestigación judicial yapuntóhaciaelGobierno.

Benegas Haddad, JoséMaría.Llamado«Txiki»,erael secretario general y líderdel PSE en la etapa de los

GAL.FueacusadoenelcasoMarey por Ricardo GarcíaDamborenea de estarinformado, lo quecorroboraron los policíasJosé Amedo y MichelDomínguez. El Supremorechazó imputarle en elmismo auto en el queexoneró a Felipe González.En 1995 intentó comprar aAmedoparaqueseretractase

desusacusaciones.Brouard Pérez,

Santiago. Fundador delpartido HASI, el principalembrión político de HerriBatasuna, y uno de losreferentes indiscutibles de laizquierda abertzale.Asesinado porLuisMorcilloy Rafael López Ocaña el 20de noviembre de 1984siguiendo instrucciones del

MinisteriodelInterior.Casas Vila, Enrique.

Secretariodeorganizacióndelos socialistas vascos, fueasesinado por encargo deETA el 23 de febrero de1984, a dos días de laselecciones autonómicas. Sumuerte provocó una granconmoción y que sereafirmase la estrategiacontraterrorista.

Corcuera Cuesta, JoséLuis. Sustituyó en 1988 aJosé Barrionuevo en elMinisterio del Interior, en elque permaneció hasta 1993,siendo superior directo deRafaelVera.Noparticipóenningún atentado de los GALpero sí en su encubrimiento,consintiendo el libramientode fondos reservados, lo quereconoció abiertamente, a

pesardelocualfueabsuelto.Elgorriaga Goyeneche,

Julen. Gobernador civil deGuipúzcoa cuando se ponenenmarchalosGAL.CedióelPalacio de La Cumbre paraque fuesen torturados losetarras Lasa y Zabala. Fuecondenado a setenta y cincoañosdecárcel.

Jáuregui Atondo,Ramón. Delegado del

Gobierno en el País Vascodesde1982, lospolicíasJoséAmedoyMichelDomínguezle acusaron de conocer lasactividades de los GAL yRicardo García Damboreneasugirióquehabíaparticipadoen sudiseño,peronunca fueimputado.

Roldán Ibáñez, Luis.Gobernador civil de Navarradesde1982yapartirde1986

director general de laGuardiaCivil,cargodesdeelqueprotagonizóelescándalodecorrupciónmássonadodela democracia. Conoció deprimeramanolasactividadesde losGALy, de hecho, fueel primero en informar aRafael Vera de que losmercenariosquesecuestrarona Segundo Marey habíancometidounerror.

Serra Serra, Narcís.Ministro de Defensa entre1982 y 1991 y, por lo tanto,responsable político de losservicios secretos y de laGuardia Civil durante suactividad en los GAL.Acusado por Ricardo GarcíaDamborenea, tampoco fueimputado. En 1991 fuenombrado vicepresidente,cargo del que dimitió en

1995por el escándalo de lasescuchasdelCESID.

Policías, guardiasciviles y otrosmiembros delaparatodeSeguridaddelEstado

Álvarez Sánchez,

Francisco. Tras la victoriadel PSOE en las eleccionesde 1982, fue nombrado jefesuperior de Policía del PaísVascoydelMandoÚnicodelaLuchaContraterroristaporlos méritos contraídos comocomisario del grupoantiatracosdeBarcelona,conelquehabíaganado famadeexpeditivo tras cosecharéxitoscomolaliberacióndel

delantero centro del Barça,Enrique Castro González,Quini, o la resolución delasalto al Banco Central.Desde que llegó a Bilbaoformó con su superior, elgobernador civil deVizcaya,Julián Sancristóbal, y con eljefe de la Brigada Regionalde Información, MiguelPlanchuelo, un equipodecidido y con una gran

sintonía hacia las tesis durasdel socialismo vasco. Fue elresponsable de organizar elintento de secuestro deLarretxea Goñi, que fracasópor la faltadepericiadesusagentes, y también el raptodeSegundoMarey.

Cuando Sancristóbal fuedesignado director de laSeguridad del Estado, contóconélcomosumanoderecha

y jefe del Gabinete deInformación y OperacionesEspeciales, desde el que sedirigía, en la práctica, lalucha contraterrorista. En laPolicía recibió elsobrenombre de «Gálvarez».Abandonó el Ministerio delInterior pocos días despuésdequelohiciesesumentoryse dedicó con éxito a losnegocios, fundando la

empresadeseguridadprivadaCheck In y la de electrónicaMitsa. Fue condenado anueveañosymediodecárcelpor el secuestro de SegundoMarey y absuelto deapropiarse de dinero de losfondos reservados. Tambiénfue procesado por elasesinato de Santi Brouard,aunquenollegóasentarseenel banquillo porque la

Audiencia de Vizcayaconsideró que no habíaindicioscontraél.

AmedoFouce,José.Hijode un imbatible campeónnacional de tiro con pistola,ingresó en la Policía porvocación y se dedicó desdesiempre a tareas deinformación en la luchaantiterrorista. En 1983,cuando el Ministerio del

Interiordaelvistobuenoalaactividad clandestina contraETA, el gobernador civil deVizcaya, Julián Sancristóbal,le encarga que ponga enmarcha una red decolaboradores en el sur deFranciacomo jefedelGrupode Información Pura de laBrigada Regional y como elmayor conocedor de lacolonia etarra en esa zona.

Durante toda la actividad delos GAL fue responsablesobre el terreno de laoperatividad de suscomandos de mercenarios.Enenerode1987sunombreapareció por primera vez enla prensa después de que elpistolero Paulo FigueiredoFonteslodelatase.

El juez Baltasar Garzónordenó, en julio de 1988, su

ingreso enprisióny en1991fue condenado junto a sucompañero MichelDomínguez a ciento ochoaños de cárcel por losatentados de 1986 contra elbarBatzoki deHendaya y lapizzería La Consolation deSan Juan de Luz. Ambosrenunciaronadefenderseporlas presiones y las promesasdel Gobierno, pero no

obtuvieron el tercer gradohasta el verano de 1994. Afinales de ese año, en unaoperacióndevenganzaurdidapor Garzón, revelaron laparticipación de sussuperioresenel secuestrodeSegundoMareyyprovocaronque la investigación judicialalcanzara al ministro delInterior, JoséBarrionuevo, yla caída del ejecutivo de

Felipe González. En 1999regresó a la cárcel, acusadode participar en el asesinatode Santi Brouard. Tras unosmesesenprisión,en2003esdefinitivamente absuelto porausenciaabsolutadepruebas.

Domínguez Martínez,Michel. Era un joven deveinticinco años cuandoingresaenlaPolicíaafinalesde 1982. Poco después fue

destinado a Bilbao y, endiciembrede1983,elúltimodíadelsecuestrodeSegundoMarey, recibió la orden deFrancisco Álvarez dedirigirse a la cabaña deMatienzo (Cantabria) dondese encontraba retenido elciudadanofrancésparaquelotranquilizara, hablándole ensu propia lengua, y paratraducir el comunicado de

reivindicación,elprimeroenel que aparecieron las siglasGAL. Domínguez no teníaninguna relación con loshechosyfueutilizadoporserperfectamente bilingüe, yaqueerahijodeunemigranteespañol y una francesa.Desde ese momento seconvirtió en el acompañantede Amedo para hacerle detraductorensuscitasconlos

colaboradores del grupocontraterrorista, y encargadoasimismo de leer loscomunicados a los mediosdelpaísvecino.

Pese a que no teníaninguna capacidad dedecisión, tuvo que asumirtoda la responsabilidad:como su compañero, fuecondenadoacientoochoañosde cárcel. En abril de 1993,

harto de promesasincumplidas, mantuvo unaentrevistaextrajudicialconeljuez Baltasar Garzón, pocoantes de que este decidierapasarse a la política, en laque le reveló la implicaciónde Barrionuevo, Vera ySancristóbal en el secuestrode Segundo Marey. Ese díaempezó a caer el Gobierno.Fue condenado a dos años y

cuatro meses por ese caso yha intentado siempremantenerse al margen de laactualidad, aunque en elTribunal Supremo denuncióel chantaje al que le habríasometidoeljuezGarzónparaque implicase a sussuperiores políticos.Recientemente fue detenidoen una operación contra unapequeña banda de

narcotraficantes enBarcelona.

Masa González, Rafael.Capitán de la Guardia Civilal mando del Servicio deInformacióndelcuarteldeLaSalvedeBilbaocuandollegaalGobiernoCivildeVizcayaJulián Sancristóbal, conquien entabla una relaciónpersonal y profesional muycercana, especialmente

después de que este quedaseimpresionado con el trabajode Masa durante lasinundacionesqueanegaronlacapitalvizcaínaenagostode1983. El trato entre ambosera tan estrecho que elcapitán trataba de tú a tú aSancristóbal y a Álvarez enreuniones operativas en lasquesesaltabatodalacadenade mando del Instituto

Armado, lo que provocó unfuertemalestar.

Fue él quien reclutóparalosGALasucompadreLuisMorcillo,aquienleuníaunagran amistad desde queestuvo destinado en Baza(Granada). En febrero de1984Sancristóbalse lo llevacon él al Ministerio delInterior como hombre deconfianza. Para ello primero

utilizanlaexcusadeuncursoen la Jefatura de Tráfico yposteriormente le buscan unpuesto aparente enInstituciones Penitenciarias,aunque en realidad dabacuentas a FranciscoÁlvarez.Asciende rápidamente acomandante y, desde ahí,ordena y supervisa elasesinato de Santi Brouard.Entre1989y1990comienzan

para él los problemas:coincidenenpocosmeses suimplicación judicial en elcaso Brouard, que uncomerciante de armas deAndorra lo señale como elproveedor de pistolas paralosGALysucondenaporlastorturas al padre del etarraTomásLinaza, lo que habríaconllevadosuexpulsióndelaGuardia Civil. El Gobierno

no solo no lo expulsa, sinoque lo asciende a tenientecoronel y lo protege con unpuesto de agregado en laembajadaenBolivia, aunquefinalmente, cuando elSupremo confirma la pena yMasayahaperdidotodossusapoyos,laejecutaytienequeabandonar el InstitutoArmado.En2001,cuandoseencontraba pendiente de

juicio por el asesinato deBrouard, fue detenido trasintroducirdoscientoskilosdepuracocaínacolombianaporelpuertodeSanturce, por loque fue condenado a onceaños de cárcel. Del crimendel dirigente de HerriBatasunafueabsuelto.

PlanchueloHerresánchez, Miguel. EraeljefedelaBrigadaRegional

de Información de Bilbaocuando Julián Sancristóballlega al Gobierno Civil deVizcaya yFranciscoÁlvarezalMandoÚnicode laLuchaContraterrorista. Comoninguno de los dos teníaexperiencia contra ETA,tuvieron que recurrir aPlanchuelo, con el que elentendimiento fue perfecto.Después, con Sancristóbal y

Álvarez enMadrid, ascendióajefesuperiordePolicíadelPaís Vasco y desempeñó unpapelclavetransmitiendolasórdenes de aquellos ycoordinando las operaciones.Cuando estalla el casoMarey, el juez BaltasarGarzón aprovechó quepadecía graves dolores poruna artrosis degenerativapara explotar su debilidad

enviándole a prisiónprovisionaly sometiéndole apresiones. Finalmente, el 15de julio de 1995 fue elprimeroencedereimplicóasus superiores, lo queprovocó una reacción encadena que alcanzó de llenoalministro del Interior, JoséBarrionuevo. Fue condenadoa nueve años y medio decárcel por el secuestro.

Despuésfueprocesadoporelasesinato de Santi Brouard,aunque la Audiencia deVizcaya lo exoneró antes dellegarajuicio,yen2011fueabsuelto de los atentadoscontra el Batzoki y LaConsolation.

Rodríguez Galindo,Enrique.Era comandantedela Guardia Civil y segundojefe del cuartel de

Intxaurrondo, en SanSebastián, cuando a finalesde 1983 comienza la luchacontraterrorista. Fueprecisamente un comando asusórdeneselqueejecutóelprimeratentado:elsecuestrode losetarrasLasayZabala,que después fuerontorturadosenelPalaciodelaCumbreporsussubordinadosÁngel Vaquero, Enrique

Dorado y Felipe Bayo yasesinados y enterrados encalvivaporestosdosúltimosen un paraje de Busot(Alicante). En los mesesposteriores, agentes deIntaxurrondo cometieron almenos otros cuatroasesinatos que fueronreivindicados por los GAL.Trasunaexitosacarreraenlalucha antiterrorista, fue

ascendido a general por elGobierno en 1995,precisamentedíasdespuésdeque se le implicase porprimera vez en ese crimen,por el que fue condenado en2000 a setenta y un años decárcel, que después elSupremoaumentóasetentaycinco. Apenas cumpliócuatro.

Hierro Moset, Julio, y

Sáiz Oceja, Francisco.Durante el secuestro deSegundo Marey fueron losinspectores de la Brigada deInformación que trasladaronalavíctimahastaunacabañade Matienzo (Cantabria), ycondenados por ello a cincoaños ymedio de cárcel. Losagentes Luis Hens y JoséRamón Corujo lo fueron acinco años por custodiar a

Mareydurantesucautiverio.Martínez Torres, Jesús.

Comisario general deInformación desde 1982durantemásdeunadécaday,porsupuesto,durante toda laactividad de los GAL. Sunombramiento por el PSOEfue muy criticado, porqueMartínez Torres había sidoacusado de torturas durantesu etapa en la Brigada

Político-Socialfranquista.Sele atribuyó la tarea deintoxicarydistraeracercadelverdadero origen de lasactividades contraterroristas.Fueprocesadoporencubrirelasesinato de Santi Brouard,perolaAudienciadeVizcayaimpidió que siquiera llegaseajuicio.

RosinoBlanco,Antonio.Jefe de la Brigada Regional

de Información de Bilbaocuando se cometió elasesinato de Santi Brouard,recibió muy pronto de unconfidente un soplo losuficientemente precisocomo para detenerinmediatamente a todos losimplicados. Fue advertidodesde la Dirección deSeguridad del Estado de queabandonase la investigación

ydegradado a una comisaríade un barrio madrileño. En1999 fue encarcelado porencubrir el crimen, aunqueluegonisiquierafuejuzgado.

Mercenarios

Morcillo Pinillos, Luis.Estafador y delincuente depoca monta, hijo del último

alcalde franquista de Baza(Granada), en 1983 seencontraba en la prisión deCarabanchel cumpliendocondena por un cheque sinfondos cuando fue reclutadoporsucompadreRafaelMasay por otra persona, que élidentifica como JuliánSancristóbal, para llevar acabo acciones de vigilanciade etarras en el sur de

Francia y, después, para losGAL. En julio de 1984comete, en compañía deRafael López Ocaña, unatentado con explosivos quedeja tres heridos en lapizzería La Consolation deSan Juan de Luz. El 20 denoviembre de nuevo los dosejecutan el crimen demayorcalado político de los GAL:el asesinato del dirigente de

Herri Batasuna, SantiBrouard.En1989,cuandosedicta contra él una orden debusca y captura, Masa lefacilita la huida aSudamérica,dondedesarrollaactividades de narcotráficoen compañía del cártel deCali. Fue arrestado a suregreso a España, en 1997,con una partida de pastillasde éxtasis que luego

resultaron ser de cafeína, loqueprovocólareaperturadelcaso Brouard, del que fueabsuelto en 2003 porque laenfermera del médicoabertzale no fue capaz deidentificarlo.Susconfesionesa JoséAmedo contenidas eneste librohanprovocadoquede nuevo se reactive lainvestigaciónjudicial.

Jean-Louis.Policíade la

comisaríacentraldePaufue,probablemente, el másimportante colaborador delos GAL, especialmente apartir de 1985. Diseñó ysupervisó casi todos losatentados y acabó teniendolínea directa con JuliánSancristóbalylacúpuladelaluchacontraterrorista.

Baldés, Pierre. Pistolerofrancésqueenmarzode1985

asesinó en el café LesPyrénées al estudiantefrancés Benoit Pecastaing.Fue inmediatamentearrestado y condenado acadenaperpetuaenelprimerjuicio celebrado en Franciacontra un mercenario de losGAL.

Carvalho, Patrick Noelde. Paracaidista francés deorigen portugués,

exguardaespaldas de laministra Simone Veil, queasesinó para los GAL aEugenio Gutiérrez Salazar,Tigre, a Xabier Pérez deArenaza y a Tomás PérezRevilla. Por estos dosúltimos crímenes fuecondenado junto a sucompañero mercenario,Roland Sampietro, a cadenaperpetua. En 1999, tras casi

quince años en prisión,Carvalhosesuicidó.

Castets,Jacques.JefedelaPolicíaJudicialdeBayonaque proporcionabainformación sobre etarras alosGALyqueinclusodiseñóalguno de sus atentados.Fallecióvíctimadeuncánceren1993.

Cherid, Jean-Pierre.Mercenario procedente de la

organización francoargelinaOAS,fuerecuperadoparalosGAL después de haber sidoun habitual de los atentadosdel Batallón Vasco Español,al que se atribuyó elasesinato del histórico etarraArgala. En diciembre de1983 fulminó de un disparoen la nuca aTxapela.Mesesdespués, en marzo de 1984,fallecióalestallarlelabomba

quepreparabaenBiarritz.Fernández Aceña,

Daniel. Ultraderechista quedirigió un comando dirigidoporguardiasdeIntxaurrondoque el 1 de marzo de 1984asesinó en Hendaya a Jean-Pierre Leyba, que no teníaninguna relación con ETA.Fue condenado a veintisieteaños de cárcel en el primerjuicio celebrado en España

contra el grupocontraterrorista y utilizadodespués en variosprocedimientos para mentircon el objetivo de confundiralosjuecesyalaprensa.

Figueiredo Fontes,Paulo. Pistolero portuguésqueparticipóenlosatentadosde1986contraelbarBatzokideHendaya y la pizzería LaConsolation de San Juan de

Luz y por ello capturado.Delató a todos suscompañeros e identificó alpolicía José Amedo, lo queterminó provocando sucondena.

Hitier, Christian.Colaborador de los GAL,procedente de laorganización francoargelinaOAS, residía en Andorra yaportó mercenarios al grupo

contraterrorista, algunos detanto valor como la famosaDamaNegra. Fue condenadoa cinco años en Francia porasociacióndemalhechores.

Labade, Jean-Philippe.Expolicía francés,colaboradorde losGAL,quedesempeñó importantestareas de información. Fuedetenido después delasesinato de Tomás Pérez

Revilla, pero aprovechó unaextraña puesta en libertadpara escapar a Andorra yPortugal. Allí ayudó a crearunareddecolaboradoresquedespués, de manerainesperada, participó en dosatentados. Por estos fuecondenadoenPortugaladoceaños y en Francia a cadenaperpetuapor loscrímenesdePérezRevillayXabierPérez

de Arenaza. Se espera susalidadeprisiónen2015.

López Ocaña, Rafael.Delincuentecomúnqueel20de noviembre de 1984asesinó al dirigente deHerriBatasuna Santi Brouard encompañía de Luis Morcillo.En 1993 fue condenado atreinta y tres años de cárcelporelcrimenyen2005,porprimera vez, lo confesó

durante una entrevista enTelecinco.

Manzanal, Gerard. Jefede reclutamiento de laLegión Extranjera francesaquecolaboróproporcionandomercenariosalosGAL.

Metge,Guy.Miembrodela Policía del Aire yFronteras francesa que en laprimera etapa de los GALdesempeñó un importante

papelenlacreacióndelaredde mercenarios. Fueasesinado en el verano de1985,deformaqueparecieraun accidente, al saberse queestaba siendo investigado yque existía el riesgo de quefuesearrestado.

Miquel, Ismael.Ultraderechista español quedirigió un comando que endiciembre de 1985 asesinó

por error aRobertCaplanne,ciudadano francés sinrelaciónalgunaconETA.Suscompañeros fueronarrestados, pero él escapó aTailandia, donde pasó onceaños encadenado en unacelda tras ser detenido pornarcotráfico. Fue extraditadoa España y condenado en1997 a cuarenta años decárcel enun juicioenelque

acusóaFranciscoÁlvarezdehaberle encargadoel crimen.Es la única persona quepermanece en prisión enEspaña por delitosrelacionadosconlosGAL.Seesperaquesalgaen2016.

Pironneau, Patrick.Colaboradorde losGALqueen 1992 fue condenado acinco años de cárcel porasociacióndemalhechores.

Sánchez, Pedro.Exlegionario francés deorigen español que ayudó acrearlareddecolaboradoresde los GAL y que participóen el secuestro de SegundoMarey, después de reunirsecara a cara con FranciscoÁlvarez. Fue arrestadocuando trasladaba a lavíctima hasta España y en1986 fue encontrado muerto

enprisión.Sanchis, Raymond.

Importante colaborador delos GAL en tareas dereclutamiento e información,participó en el secuestro deSegundo Marey y fuecondenado en 1992 a cincoañosdecárcel.

Talbi, Mohand.Mercenario de los GAL queparticipó en el secuestro de

SegundoMareyjuntoaJean-Pierre Echalier y PedroSánchez, por lo que fuecondenado a doce años decárcel. Fue utilizado entareas de intoxicación, porejemplo durante lainstruccióndelcasoBrouard.

Juecesyfiscales

Garzón Real, Baltasar.Unaestrellaindiscutibleensímismo,unadelasreferenciasde laEspañacontemporánea,creó escuela por su dominiode la escena propagandísticapor encima de su muydiscutiblepericia como juez.Llegó a la AudienciaNacional en febrero de 1988y en julio ya tenía casiconcluida la instrucción,

ordenando el ingreso enprisión por el caso de losGAL de los policías JoséAmedoyMichelDomínguez,lo que provocó su inmediatosaltoalafama,quecompletódefinitivamente en 1990durante laOperaciónNécoracuando su imagen,descendiendo de unhelicóptero en el pazoBaióndel narcotraficante Laureano

Oubiña, dio la vuelta almundo.

En 1993, convertido enun referente nacional, fueconvencido por FelipeGonzález para que leacompañase en las listaselectorales del PSOE, muytocado entonces por lasacusaciones de corrupción.Aguantó menos de un año,hasta mayo de 1994,

defraudado en susexpectativas porque elpresidente no le habíanombrado ministro delInterior, como al pareceresperaba. De vuelta aljuzgado, aprovechó unainformaciónextrajudicialquele había facilitado el policíaMichel Domínguez parareabrir el caso Marey eimplicar a toda la cúpula de

la lucha antiterrorista de losaños 1980. Por todos losmedios intentó incluir aFelipeGonzález, quedándosemuy cerca de conseguirlo.Los métodos que utilizó enesa instrucción fuerondurísimamentecriticadosporel Tribunal Europeo deDerechosHumanos.Despuésha dirigido procedimientospenales contra Augusto

Pinochet,SilvioBerlusconiuOsamabenLaden,ytambiénlos más importantes contraETA, protagonizandoasimismo sonados fiascos.Fue expulsado de la carrerajudicial por vulnerar losderechos fundamentales delos principales imputados enlatramadecorrupciónGürtelal ordenar la intervenciónindiscriminada de sus

conversaciones en prisióncon sus abogados, unaactuación insólita para unjuez en España desde larestauracióndelaslibertades.

BuerenRoncero,Carlos.Juez de la AudienciaNacional responsable de losprimeros pasos de lainstrucción por el asesinatode losetarrasLasayZabala.Porpuracoincidenciaejecutó

las primeras diligencias quearrojaronluzsobreelcrimende Santi Brouard cuandoestaba destinado en losjuzgados de la Plaza deCastilla.

González Armengol,José Luis. Actual juezdecano de Madrid. Cuandoestaba destinado en elJuzgado de Instrucciónnúmero 1 de Bilbao reabrió

el sumario Brouard tras elarresto de Luis Morcillo yllevó a cabo una instruccióncalamitosa,muycriticadaporlaAudiencia de Vizcaya, enlaquediopábuloatestigosydocumentos falsos. Ningunode los procesados por él fuecondenado.

Hernández Gutiérrez,Eligio. Fiscal general delEstado que en abril de 1993

recibió en su despacho aJulián Sancristóbal y a JoséAmedo, cuando este seencontraba cumpliendocondena,paraconvencerledequenoimplicasealGobiernoenlosGAL.

JOSÉ AMEDO FOUCE.(1946) nació en Lugo, peropasó toda su infancia yjuventudenBilbao.Aprendióelmanejodelasarmasdesupadre, campeón nacional de

tiroconpistola, e ingresóen1968 en la Policía, dondededicó toda su vidaprofesionalalosServiciosdeInformaciónenelPaísVascoya la luchacontraETA,queintentó atentar contra él almenos en media docena deocasiones.

Cuando el gobierno deFelipe González decide, en1983, poner en marcha la

guerrasucia,losresponsablesde esa estrategia política leencargan la coordinación deuna red de colaboradores ymercenarios en el sur deFrancia para cometeratentados, por ser el agenteconmejorescontactos.Nadieconoce como él elfuncionamientodelosGAL.

Sentenciado a 108 añosdecárcelporsuparticipación

en esos hechos, ha pasadomásde4000díasenprisión,pero entró en la historia deEspaña cuando, forzado porlas circunstancias, acusó ensede judicial y en unarecordada entrevista en ElMundo a los mandos delMinisterio del Interior,provocando su condena y lacaídadel ejecutivo socialistatrastreceañosenelpoder.