Cabo de Gata - Parque natural

8/10/2019 Cabo de Gata - Parque natural

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Guía Oficial del Parque Natural

NATURALEZAHISTORIA / TRADICIÓN

ARTESANÍA / GASTRONOMÍA

Cabo deGata-Níjar



En seis itinerarios diseñados y narrados por especialistas se brindanal lector visitante las claves para conocer, disfrutar y valorar, en y

con todos los sentidos, la riqueza de un Parque Natural reconocidointernacionalmente por la belleza de sus paisajes, la benignidad desu clima y la grandeza de sus fondos marinos.

El carácter amable y práctico de la Guía nos acompaña concamaradería y complicidad por los vericuetos de la naturaleza, lacultura y el ocio recreativo. Contiene más de 250 imágenes, 30gráficos didácticos e interpretativos de gran belleza plástica y varios

planos y croquis de uso alternativo al de una cartografía final quenos ubica en el espacio de una forma precisa.



Guía Oficial del Parque Natural

Cabo de Gata-Níjar



© Empresa de Gestión Medioambiental, S.A., 2009.

Reservados todos los derechos. «No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni sutratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea mecánico,electrónico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de lostitulares del copyright ».

Colección Cornicabra

Proyecto editorial:Dirección General de Sostenibilidad en Espacios Naturales.Consejería de Medio Ambiente. Junta de Andalucía.

Dirección del proyecto:Ramón Pardo de Donlebún Quijano. Consejería de Medio Ambiente.

Diseño de la colección:

Juan Luis González Pérez y Marcelo Martín. Egmasa.Raquel Díaz Bernal y Joaquín Hernández de la Obra. Servicio de Equipamiento y Uso Público.

Coordinación de la guía:Raquel Díaz Bernal. Servicio de Equipamiento y Uso Público.

Autores:José Manuel F. Marín y Macarena Molina Hernández. Ecoalmería.

Información práctica para el viajero:Montserrat Ganado Abad y Miguel León Garrido. Egmasa.

Revisión de contenidos:Oficina Técnica del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.Rosa Mendoza Castellón. Directora Conservadora.José Manuel López Martos. Técnico.Javier Navarro Pastor. Técnico.Víctor Vargas Escudero. Técnico.

Diseño gráfico y maquetación:Carmen Sánchez Leal. Egmasa.

Cartografía:Andrés Santor Moreno. Egmasa.

Ilustraciones:Antonio Fernández Núñez: R1 (5), R2 (8, 30), R3 (11, 22), R5 (2, 13), R6 (13, 19); Ezequiel Gramage:Intro. (20), R1 (7, 11, 14, 34, 35, 40), R2 (20, 33), R4 (8, 17,18), R5 (11, 17, 22), R6 (2, 17, 24); JoséManuel F. Marín: R2 (14); Juan Varela: R1(29); Mar Marín Interiorismo: R5 (26).

Fotografías:Imagen portada: Paco Nieto.Antonio Frias: R6 (21); Antonio San Román Vidal: Intro. (19) ; Blas González Martínez: Info. viajero(18, 19); Carmen Sánchez Leal: Intro. (16, 28), R2 (10, 11), R3 (3), R4 (5, 6), R5 (15), Info. viajero(1); Consejería de Medio Ambiente: R1 (30-33, 36, 39) R2 (10) ; Ecoalmería: R3 (1); Egmasa-FAM

(Federación Andaluza de Montañismo): Intro. (10) , Fotografías cedida por el Patronato de Turismode Almería: Intro. (22), R1 (41), Info. viajero (26) ; Fotografías cedidas por el Excmo. Ayuntamiento deNíjar: Presentación (1), Intro. (8, 23, 24, 27), R1 (21), R2 (28), R4 (1), R5 (1, 4, 5, 14, 16), Info. viajero(2, 22, 28) ; José Manuel F. Marín: Intro. (4, 21, 26), R1 (3, 4, 6, 12, 16, 7-20, 22-28, 37, 38), R2 (6, 7,12, 13, 16-19, 21-27, 29, 31, 32), R3 (2, 4-7, 9, 10, 12, 15, 16, 18, 20, 26), R4 (2-4, 7, 9-16), R5 (3,6, 18-21, 23, 24), R6 (3-11, 14, 20, 21, 23, 26-28) ; Juan Arcadio Martínez Camuñez: Intro. (1, 2, 3,7, 9, 15, 25), R1 (13, 15), R2 (1, 2, 5, 15), R3 (8, 14, 17, 19), R5 (7, 8, 9, 10, 12), R6 (12, 15, 16, 22),Info. viajero (3, 4, 5, 6, 8, 11, 14, 17, 20, 21, 25, 29, 31) ; Juan Luis González Pérez: Intro. (14) ; JuanManuel Salas Rojas: Intro. (18) ; Macarena Molina: R2 (3, 4), Info. viajero (7, 12, 13); Marcelo Martín:Intro. (5, 11, 12, 13), R1 (1, 2, 8, 9, 10), R3 (13, 21, 23, 24, 25, 27), R5 (25), R6 (1, 18, 25), Info.viajero (9, 10, 15, 16, 23, 30) ; Maximiliano Pérez: Intro. (6, 17) ; Rafael Sánchez Vela: Info. viajero (24).



PresentaciónLa Guía Oficial del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar forma parte deun ambicioso proyecto editorial compartido entre la administraciónmedioambiental de Andalucía y un grupo editorial privado. Reúneen sus páginas material diverso que incluye desde la cartografíaadecuada para facilitar la realización de los recorridos hasta lainformación necesaria para hacer de la visita una experiencia singular yenriquecedora.

En seis itinerarios diseñados y narrados por especialistas sebrindan al lector visitante las claves para conocer, disfrutar y valorar,con todos los sentidos, la riqueza de un Parque Natural reconocido

internacionalmente por la belleza de sus paisajes, la benignidad de suclima y la grandeza de sus fondos marinos.

El carácter amable y práctico de la guía nos acompaña concamaradería y complicidad por los vericuetos de la naturaleza, lacultura y el ocio recreativo. Contiene más de 250 imágenes, 30 gráficosdidácticos e interpretativos de gran belleza plástica y varios planos ycroquis de uso alternativo al de una cartografía final que nos ubica en elespacio de una forma precisa.

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Índice

En el viaje que te proponemos en la presente Guía de esteespacio protegido, te ofrecemos las claves para disfrutary comprender los misterios que se ocultan tras la singularbelleza de sus paisajes; tras la serenidad y la calma quese respira en todos sus rincones; tras cada diferente colorcon el que la Naturaleza tiñe este maravilloso escenario,este auténtico museo al aire libre que es el Parque NaturalCabo de Gata-Níjar.

IntroducciónUn espacio de naturaleza, historia y emoción 13

Ruta 1Donde el desierto se funde con el mar 31

Ruta 3Entre volcanes y piedras preciosas

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Ruta 2Playas, calas y acantilados 45

Las llanuras litorales de la cuenca de Almería han sidosiempre un territorio con vocación productiva, pero conla gran limitación de la escasez de agua. La protección deeste espacio natural permite que una gran superficie deesta llanura, con sus valores naturales y culturales, perma-nezca casi intacta para nuestro disfrute.

Extensas playas de arena blanca donde las barcas de pes-cadores duermen tendidas al sol esperando su oportuni-dad para fundirse de nuevo con el mar, minúsculas calasrodeadas de escarpados acantilados, aguas cristalinas,fondos intactos, oteros generosos, torres, faros, cuevas,flora y fauna; el canto de sirenas del litoral debe vencersepara reconocer el patrimonio subyacente.

Del fondo del mar emergieron rocas incandescentes queconformaron un archipiélago de pequeñas islas. Tiempo des-pués, el mar se retiró y las islas quedaron unidas a la costa,se conforma así la sierra de Cabo de Gata. En el fluir de lasrocas incandescentes hacia la superficie, numerosos procesosgeológicos dejan un mosaico de minerales y un sinfín de te-soros se ocultan en las entrañas de esta misteriosa sierra.



Ruta 4Los cortijos del campo de Níjar 77

Ruta 5El agua, fuente de vida 87

El Parque Natural Cabo de Gata-Níjar a tu mediday necesidades.Información práctica para el viajero 115

Ruta 6Atalayas y fortalezas, en tierra de piratas 103

El campo de Allá, espacio entre la Serrata de Níjar y lasierra de Cabo de Gata, alberga un singular conjunto decortijadas, testimonio de la singular ocupación agrosil-vopastoril de este territorio que, igual que los animales yplantas de este espacio, para no competir por el agua y elalimento, siguen la estrategia de la dispersión.

A lo largo de la historia los visitantes y pobladores de es-tas tierras intentaron explotar sus recursos e inventaroningeniosos mecanismos para exprimir al máximo el pocoagua disponible; acequias, aljibes, norias de sangre (movi-das por animales)…, han dejado un valioso y amplio lega-do cultural, que ha sido funcionalmente sustituido por las

nuevas tecnologías del agua.

Las costas de Cabo de Gata-Níjar siempre fueron una di-fusa frontera con el vecino continente. A través de su his-toria se cubrieron de fortalezas, que ya no sólo hacíanfunciones de vigilancia, sino que poseían también funcio-nes defensivas, garantizando la seguridad en el territorio ypermitiendo el asentamiento estable de población en cor-tijos y barriadas.

Toda la información necesaria para hacer de la visita unaexperiencia memorable.

Transporte, gastronomía, calendario de fiestas y aconteci-mientos culturales se complementan con direcciones y te-léfonos de interés, bibliografía y lecturas recomendadasy una imprescindible cartografía.



Una visita segura

y responsableLas seis rutas que componen la propuesta de visita al Parque Natural Cabo deGata-Níjar plantean usos combinados en automóvil, en bicicleta y a pie, conpreponderancia del primero.

El lector encontrará en cada capítulo un plano detallado de la ruta y, al final dela guía, una amplia cartografía de la totalidad del territorio. Incluimos aquí un

índice de dichos planos.



Complicidad en la conservación• De una correcta relación con el medio surge una satisfacción íntima de conservación.Además del coche, caminar y andar en bicicleta son dos buenas alternativas para algunasde las rutas propuestas.

• El fuego es uno de los enemigos del entorno natural. Existen zonas y formas de encen -der un fuego para cocinar, para calentarnos o reflexionar.

• Utilicemos nuestra visita para alejarnos del cigarrillo, nos ayudará en lo personal y con -tribuir a eliminar riesgos innecesarios.

• Nuestra experiencia personal va asociada, aun sin quererlo, con la generación de resi -

duos, hay un lugar adecuado para ellos a lo largo de nuestro viaje.

• Hay normas escritas y no escritas para una mejor y mutua convivencia entre nosotros,la naturaleza, la cultura y los habitantes del Parque, pobladores humanos, animales y ve-getales.No podemos caer en la tentación de llevarnos flores, frutos o minerales, mientras que loshabitantes locales son un generoso e interesante punto de información y comprensión delo que sucede a nuestro alrededor.

• Y por último mantengamos a nuestro perro muy cerca de nosotros y controlado. Es me - jor también no alejarse y respetar el trazado de los senderos, un atajo sin conocimiento esuna posible pérdida de felicidad y erosión de zonas protegidas.

Respetar y disfrutar del silencio para oír la música de la naturaleza.



IntroducciónUn espacio denaturaleza, historia

y emoción

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Este espacio se encuentra en el ex-tremo suroriental de la PenínsulaIbérica, en la provincia de Almería.Se extiende por los municipios de

Almería, Níjar y Carboneras, ocupando unárea de 49.012 ha de las que 12.012 sonmarinas. Es el primer Parque Natural marí-timo-terrestre de Andalucía y fue declaradocomo tal en diciembre de 1987.

Su límite se encuentra al norte en la sierra deCabrera; al oeste por la bahía de Almería, lasierra de Cabo de Gata y la serrata de Níjar, y

al sur y este por el mar Mediterráneo.El Parque Natural Cabo de Gata-Níjar es unespacio natural de incalculable belleza y degran serenidad. Los contrastes paisajísti-cos, los colores de la tierra y el mar, la luzy las sombras, el silencio; todo forma partede este paraje en el que es fácil encontraraquello que creíamos perdido en el medite-rráneo. Pasear o sentarse a ver un atardecerdesde cualquier cala u otero puede ser elmejor regalo para el visitante.

La estampa más conocida del parque la cons-tituyen, sin lugar a dudas, sus playas y acan-

tilados. Se trata de una abrupta fachada lito-ral en la que se intercalan extensas playas ypequeñas calas de distinta naturaleza; desdelas ensenadas de arena fina hasta las de bolosvolcánicos. En unos casos las aguas tranqui-las muestran un paisaje sereno y en otros lafuerza del oleaje deja ver su energía. En am-bos casos el sonido del mar se convierte en unfiel aliado, en la banda sonora del transcurrirdel tiempo.

La coloración de la sierra volcánica, en con-traste con el cielo y el mar, aparentemente

desnuda de vegetación, constituye un mosai-co de luz y color digno del mejor museo. Laluz inagotable, creadora de sombras, será om-nipresente. Sin demasiado esfuerzo es posibleencontrar diferentes ambientes que no dejanhueco a la monotonía. La sierras, los acantila-dos, las calas, las salinas, la estepa, las ramblas,cada uno con su encanto irá seduciendo el áni-mo hasta serenarlo.

Las paredes inaccesibles de los acantilados vol-cánicos o de calizas arrecifales surgen desde elfondo del mar en una mezcla de desafío y os-tentación. El mar, paciente, se muestra tranqui-lo, esculpiendo y bañando suavemente la base.

Introducción: Un espacio de naturaleza, historia, tradición y emoción

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Los usos tradicionales del espacio se extinguieron en ladécada de los 70, pero su huella, la de una econo-mía de subsistencia, quedó impresa en su paisaje.Hoy sólo algunos retazos agrícolas de secanovinculadas a los usos cinegéticos y minúsculashuertas de regadío perduran, especialmenteen Carboneras. De igual forma la crisis de laeconomía ganadera y pesquera artesanal estádeterminando la evolución de muchos de suspaisajes y de los usos culturales de la poblaciónresidente.

Agricultura, cultivo mixto de higos, granadas,dátiles, uvas, alfalfa, ajos, patatas, habas, tomate,pimiento, almendra, aceituna, maíz y cebada que se reali-zaba gracias a una arquitectura rural basada en el sistema de balates,canales y acequias heredadas de una cultura agrosilvopastoril propiade zonas mediterráneas.

Ganadería, las más de 18.000 cabezas de ovino y caprino, censada enlos inviernos de finales de los 80, han quedado reducida a pequeñosrebaños que ya no transhuman y pastan todo el año en el territorio delparque, manteniendo variedades de gran interés por estar adaptadas a las duras condiciones de este espacio.

Pesca artesanal, se mantiene principalmente en Agua Amarga, las Negras, La Isleta y Cabo de Gata (ver Rut2). Además de la gran variedad de especies que se capturan, son muy abundantes los artes con los que sellevan a cabo las faenas así como los “ingenios” necesarios para efectuarlas.

Minería, las actividades mineras se han dado tanto a cielo abierto como en túneles excavados y la variedad dminerales extraídos es muy alta: cobre, plomo, oro, hierro, alumbres, bentonita, etc. Actualmente sólo existecanteras de bentonita en explotación dentro del Parque, pero quedan numerosas ruinas de instalaciones ypaisajes alterados vinculados a la minería que constituyen un excelente recurso patrimonial (ver Ruta 3).

Usos agrarios, pesqueros y mineros

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El Playazo

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Sin embargo, en ocasiones, azotado por elviento, el oleaje intenta arrancarle algunaspiedras a la sierra para devolverlas al fondode donde salieron. Esas rocas, una vez allí, se-rán el hogar de especies impensables, algas oplantas, que las protegerán con sus vidas. Elmar, eterno y constante, las reducirá a arenay las devolverá a la tierra, creando playas y ca-las de hermosura desmedida con una excep-cional variedad de tipos (colores y tamañosde arena y grava). Las calas recordarán a losacantilados el final de su esplendor. La luchaentre el mar y la tierra, con el sol, el viento y

el fuego como testigos, expre-sará la belleza de su campo debatalla.

Hacia el interior de la bahía, elviento mueve la fina arena crea-da por el mar, arrastrándola has-ta crear paisajes que recuerdanal desierto.

En las salinas, la sal amontona-da despierta la atención con elcontraste de su luz blanquísi-ma sobre la roca oscura. La an-tigua albufera, hoy explotación

salinera, mantiene el agua tierra adentro. Lasramblas, barrancos y cárcavas hablan tambiénde la presencia del agua y de su carácter to-rrencial, de las cicatrices que deja en la tierraen su desbocado, imprevisible y momentáneopaso hacia el mar.

Los pueblos de encaladas casas, disemina-dos por todo el Parque, actúan como posadaspara el caminante. El bullicio del verano, porla afluencia turística, no empaña la bellezaque se muestra exultante fuera de la época es-tival, cuando sólo quedan los pobladores, los

artífices de su fisonomía. Cabo de Gata, Pozode los Frailes, San José, Isleta, Rodalquilar, ElArgamasón, La Cueva del Pájaro, El Saltador,Albaricoques, Hortichuelas, Fernán Pérez, LasPresillas, etc. Cada uno mostrará su peculiarcarácter. Hoy casi todos viven dedicados a laagroindustria y al turismo, quedando sólo res-tos de la histórica actividad primaria.

Al margen de los núcleos habitados, las rui-nas y las rehabilitaciones de cortijos salpicanel paisaje con sus formas de construcción tí-picas: muros anchos, ventanas pequeñas,cubiertas planas, abovedados, etc, ademásde otras construcciones como aljibes, norias,

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molinos, que evidencian el aprovechamien-

to sostenible del agua y el viento, practicadoshasta época reciente. La riqueza de la culturadel agua, motivo principal de una de nues-tras rutas, es palpable en cada rincón y cons-tituye un factor determinante en el carácterdel Parque, que hoy es objeto de un ambi-cioso programa de rehabilitación y puestaen valor.

En general no son núcleos muy poblados ylas cortijadas están en su mayoría abando-nadas o en proceso de rehabilitación por ini-ciativa de emprendedores privados, que danrespuesta a la demanda del turismo sosteni-ble que poco a poco avanza en el espacio.

La población, vinculada tradicionalmente al

uso de los recursos que tenían a su alcan-ce como la minería, agricultura, ganadería ypesca, ha vivido en condiciones muy precarias(“tierra de pan traer”). La dureza de la super-vivencia en estos territorios ha generado unariqueza cultural y etnográfica cuya huella pai-sajística no dejará indiferente al visitante. Es-tas actividades fueron la base económica dela comarca hasta 1950, se extinguieron en ladécada de los 70 y hoy suponen una alternati-va de ocio y autoconsumo en manos de unaspocas familias que mantienen el legado cultu-ral del Parque. El valor añadido de estas acti-vidades hoy día, lo constituye sin lugar a dudasu aprovechamiento como recurso cultural de

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Erizo común Aljibe cilíndrico Pesca con caña

Cortijo de paredes encaladas

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cara al agroturismo y a la educación ambien-tal. El turismo submarino, el ornitológico, elgeológico y el etnocultural son hoy los nuevosaprovechamientos sostenibles de los numero-sos valores ambientales y culturales del par-que. Todos ellos son, sin duda, un ejemplo dedesarrollo sostenible y, por tanto, compatiblecon el medio.

Esta incipiente actividad de potenciación delpatrimonio natural y cultural como recursoeconómico va vinculada innegablemente a lascaracterísticas del entorno en el que se desa-

rrolla, siendo este mismo un valor de primerorden.

Los paisajes de Cabo de Gata

Uno de los mayores atractivos del Parque essu diversidad de paisajes. Empezando por lasllanuras costeras semiáridas de Torregarcía aCabo de Gata, por la margen derecha de lacarretera que conduce a esta última localidad,continuando por su escarpada costa volcáni-ca y concluyendo con su interior salpicado decortijadas de tradición agroganadera. Den-tro de estas grandes divisiones se encuen-tran multitud de matices de sorprendentescontrastes que mutan continuamente con eltranscurso de las estaciones y el ciclo solar. Laluz de Almería, hiriente en el medio día esti-val, cálida y sobrecogedora en los amaneceres

y atardeceres de otoño y primavera, se anhelaen los menguados y siempre templados díasinvernales, condicionando en gran medidanuestra percepción, siempre personal, de esteespacio.

No podemos olvidar los paisajes submarinos,condicionados por la variedad de fondos y latransparencia de sus aguas, se observan infini-dad de maravillosas sensaciones visuales queatraen a submarinistas de toda Europa.

La estepa litoral

Al acceder al Parquepor el oeste, dejandoatrás la urbanizaciónde Retamar, un cartelindica el comienzo del

espacio protegido, trasél nos dará la bienvenidaun paisaje llano que nosmuestra una belleza no

siempre valorada. La vista puede perderse ha-cia lo lejos, sin interrupciones. Tan sólo algu-nas plantas recortan su silueta contra el cielo.Es parte de la estepa litoral del Parque.

Las características climatológicas, edáficas ygeomorfológicas generan unos ecosistemasde máximo interés. La alta diversidad de esteambiente requiere de una voluntad de apre-ciación por parte del visitante.

A pesar de la impresión equivocada de desola-ción que puede percibir el visitante, la estepa

litoral tiene un gran número de especies vege-tales, más de 200, algunas de ellas propias ytan especializadas en sus adaptaciones, que laconvierten en un ecosistema único en el con-tinente europeo. Además de una comunidadespecífica de aves estepáricas acomodadas avivir en el suelo, junto con pequeños mamífe-ros, reptiles y un excepcional catálogo de in-vertebrados.

Las plantas modifican sus raíces para obte-ner el máximo de agua posible en una zonadonde las lluvias son inciertas, en otros casostransforman las hojas para evitar la pérdida deagua y adaptan las estrategias de reproduc-ción para optimizar los recursos hídricos. Elagua es, sin lugar a dudas, el factor limitantey el viento el elemento modelador. En funciónde la adaptación a la aridez por parte de las

plantas, se encontrarán en la estepa aquellasque eluden el verano dejando su descenden-cia en forma de semilla durante la estaciónmás dura, por tanto tienen un ciclo de vidacorto. Son plantas de poca altura que formanlos pastizales que tapizan el suelo duran-te otoño, invierno y primavera. A este grupopertenece, por ejemplo, el pajón o triguillodel diablo ( Stipa capensis ), una gramínea depequeño tamaño formadora de paisajes, yque según su tonalidad anuncia el inicio de laprimavera o la llegada del temprano periodoestival.

Este tipo de plantas ha desarrollado la capa-cidad de prevenir las posibles sequías, de ma-nera que los niveles de humedad influyen enla creación de semillas, siendo más abundan-tes en los años de más lluvias y germinando

en distintas épocas para evitar que todasse vean afectadas por una posible faltade agua.

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Mochuelo común

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Cultivo de enequén y sisal exótico sobre los espartales del cabo

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Estos pastos están considerados como hábi-tat prioritario para la conservación de la bio-diversidad europea, lo que pone de relieve laimportancia de su protección.

Otro conjunto de plantas lo forman aquellasde ciclo más largo que mantienen sus hojas todo el año, para lo que han desarrolla-do unas hojas que evitan la pérdida de aguay han generado un sistema de raíces muyabundante pero superficial. A este grupopertenecen los espartales o atochares, verda-deros «bosques» de gramíneas que suponen

por su gran biomasa un ecosistema clave,tanto en la creación de suelo por el aportede materia orgánica como por el control dela erosión, sin olvidar que constituyen un há-bitat fundamental para una fauna ligada a laestepa forestal.

La fauna esteparia ha llevado a cabo para so-brevivir una serie de adaptaciones que ha te-nido como consecuencia una gran diversidady riqueza.

El grupo más conocido de la estepa es el delas aves, que tienen en común un pequeñotamaño y color de plumaje ocre que les per-

miten camuflarse en el suelo en elque viven. Localizarlos en la llanuraen un esparcimiento que requierepaciencia.

Las zonas de anidamiento son dis-tintas según los grupos. Mientras lasaves más pequeñas (cogujada mon-tesina, terrera marismeña o la alondrade ricotí) excavan en el terreno bajo elmatorral y cubren los nidos con brozas paramantener a los pollos, el resto de aves orien-ta sus nidos hacia el sur para aprovechar más

el calor del sol y usan las plantas para pro-tegerse del exceso de sol en verano a modode sombrilla. Por otro lado las aves de ma-yor porte ponen los huevos directamente enel suelo, protegidos por la coloración de suscáscaras que los camuflan; en este grupo seencuentran la ortega, localmente conocidacomo «churra», y el alcaraván.

El hecho de que los nidos se encuentren en elsuelo supone un alto riesgo para los pollos,que se ven sometidos a la predación por par-te de otras especies (culebras, lagartos, zorros,etc) que cohabitan con ellas la estepa y que tie-nen en los huevos una fuente de alimentación.

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La mayoría de las aves esteparias tienen hábi-tos vespertinos o nocturnos para reducir lasnecesidades de agua, y además han adaptadosu metabolismo para subsistir sin este recurso.

Cuando llega la época de cría, desde finalesde marzo, la alimentación pasa de las semi-llas a los insectos, ya que estos son abundan-tes y aportan gran cantidad de proteínas alos pollos.

También podemosencontrar en esteecosistema algunasrapaces de peque-ño porte como sonel cernícalo vulgar y el mochuelo, que tam-bién se alimenta de insectos, así como lasmusarañas, el lirón careto y los erizos de tie-rra, entre los que se encuentra el erizo mo-runo, especie en peligro de extinción muyafectado por atropellos asociados al tráficorodado, por lo que debemos conducir conprecaución.

Como singularidad, queda mencionar la exis-tencia del sapo corredor (Bufo calamita ), quevive enterrado en unos túneles que excavaél mismo y que sale cuando las lluvias sonabundantes, y el raro eslizón tridáctilo.

Conviviendo con todas estas especies se en-cuentran también alacranes, escarabajos,mariposas, caracoles y saltamontes entreotros; así como conejos, liebres, zorros, tejo-nes y comadrejas.

Mención aparte en esta estepa forestal me-rece una formación arbustiva denominada

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Azufaifo

Detalle de hojasy rama

Cernícalo

El barrón frena las arenas litorales

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azufaifar, constituida por un arbusto espinosollamado azufaifo o arto ( Ziziphus lotus ), muyabundante en Torregarcía, donde conformala mayor formación en el continente europeo,que se pueden localizar además en la partesbajas de las grandes ramblas del Parque. Elazufaifo se encuentra distribuido en grandesmasas vegetales aisladas entre sí como meca-nismo de competencia por el suelo y el agua;alberga bajo su protección otras especies ve-getales y animales que dependen del abrigo,defensa y sustento que este proporciona. El ar-busto pierde sus hojas en invierno y muestra el

máximo esplendor en verano. Para conseguirel agua que necesita está dotado de un siste-ma de raíces muy profundo y de extraordinariodesarrollo (hasta 4 veces su porte aéreo).

El diseño de las ramas del azufaifo en formade zigzag con espinas en dos sentidos sirve deexcepcional refugio a otros vegetales y a mu-chos animales, constituyendo un hábitat ensí mismo.

La sierra volcánica

Dentro de esta unidad se puede disfrutar depaisajes escarpados con paredes rocosas, ba-rrancos y valles. La sensación inicial, al ver-la desde la llanura de las playas, es la de ungran macizo de color oscuro dibujado sobreel tapiz del cielo. Acercándonos, las maravillasserán las distintas texturas que muestra, loshábitats que genera y los paisajes que brinda(ver Ruta 2).

Dependiendo de las características del medio

físico, podemos disfrutar dentro de la sierrade distintos biotopos, lugares físicos con ca-racterísticas concretas para que se instalen enellos determinados seres vivos.

A lo largo de la sierra, las acumulaciones ve-getales de palmito en los barrancos principal-mente evocan un ambiente cálido. El palmitoo la palma, que es como se conoce común-mente esta especie en el cabo, es la única

palmácea autóctona del con-tinente europeo y seasocia a otras plantas

arbustivas como sonla coscoja el espinonegro, el lentisco yel acebuche.

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PalmitoMatagallo

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Junto a estas se desarrolla un matorral quesalpica la sierra de infinidad de colores en con-traste con el tono marrón o rojizo de la roca.Así, el rosa del matagallo, el violeta del tomillo,los amarillos de los palaines, bolinas y albaidasyaulagas adornan y perfuman el recorrido.

La sierra es también el escenario en el que semuestran con todo sus esplendor algunos delos exclusivos endemismos botánicos del Par-que como son el dragoncillo del cabo o la au-laga mora y otros endemismos almeriensescomo la clavelina del cabo o el tomillo macho

del cabo.Las laderas expuestas al mar reciben unamayor influencia marina y en ese caso, lavegetación dominante es el cornical o sar-guilla, especie fácilmente identificable porla forma de su fruto que recuerda los cuer-nos de una cabra. Esta especie necesita lainfluencia marina, por lo que tierra adentroes más rara.

Las paredes verticales son sin duda el lugarmás inhóspito para la vegetación, permitiendosu asentamiento sólo en las grietas. Sin em-bargo la naturaleza ha creado en el Parqueespecies de extraordinaria belleza ca-paces de tapizar los acantilados con

infinidad de colores que embriagarán los sen-tidos; tal es el caso de las siemprevivas (Limo-nium insigne, Limonium sinuatum ) de coloresrosa y azul, el hinojo o perejil marino, el ro-mero rastrero, y el padrijo o la margarita marí-tima de intenso color amarillo.

La vegetación también cumple un papel fun-damental como abrigo y refugio de la faunavinculada a la sierra. Tal y como nos muestrala naturaleza una y otra vez, la flora y fauna serelacionan buscando el bien común y en equi-librio con el medio físico que los sustentan.

El zorro encuentra en la sierra una despensainigualable de alimento, abasteciéndose de losfrutos de las distintas plantas que en ella ha-bitan; a cambio, las heces del zorro sirven devehículo de dispersión a las semillas.

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Zorro

Panorámica de Cala San Pedro

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El resto de vertebrados ocupan los distintoslugares que el macizo ofrece, así la gineta eli-ge los pies de los arbustos de gran porte paraubicar su madriguera, el conejo y la liebre pre-fieren los valles interiores, utilizando las plan-tas para almohadillar su lugar de descanso ycría; y las ratas, ratones de campo, musarañasy erizos comunes campean por la noche, prin-cipalmente alrededor de las tierras de cultivoabandonadas.

A pesar de que la sierra no ofrece las condi-ciones necesarias para el desarrollo de gran-

des vertebrados, hay algunas especies que síse adaptan. Tal es el caso del jabalí, que haencontrado en la sierra el lugar de refugio quenecesita, pudiendo en algunas ocasiones verlobajar hasta el mar en busca de alimento.

Mención aparte merecen las aves, que tam-bién se distribuyen por la serranía, escogiendolos distintos espacios que se les ofrecen paraestablecer su casa. Las rapaces son habitantes de las partes altas,donde anidan en las oquedades que las rocasofrecen, entre ellas el águila azor perdicera esla de mayor tamaño y la más fácil de ver envuelo, mientras que el halcón peregrino re-quiere de más paciencia y un poco de suerte;el búho real, sin embargo, es difícil de obser-var, tanto por sus hábitos nocturnos, como

por el lugar elegido para su anidamiento: loshuecos de las paredes verticales de los acan-tilados.

De la ornitofauna vinculada a la sierra, la es-pecie más característica es la collalba negra,aunque también son frecuentes otras especiescomo perdices, currucas, etc. Desde tiemposrecientes, la especie de avifauna más emble-mática de la sierra es el camachuelo trom-petero, que ha pasado de ser un visitanteocasional del parque a establecerse de formapermanente, con una población repartida porcasi toda la sierra.

Las aves marinas encuentran en este espacioun lugar idóneo para su residencia, ocupandolas paredes verticales de los acantilados y lospequeños islotes que les sirven de reposade-

ro y área de nidificación cuando llega la pri-mavera. Forman parte de este grupo de aveslos cormoranes, pardelas y gaviotas, princi-palmente. En primavera comparten el espaciocon otras especies como son los vencejos y elavión roquero que llegan de África.

Hay que mencionar también las especies mi-gratorias de las que es posible disfrutar depaso en el Parque, en su viaje de ida, en oto-ño, y de vuelta, en primavera, hacia el con-tinente africano. El cielo se llena de vida conespecies como águias culebreras y ocasional-mente buitres, aguiluchos cenizos, etc., quepermanecen aquí hasta recobrar fuerzas paraproseguir el viaje. Ocupando todos los espacios de la sierra seencuentran los reptiles, entre los que destacapor su belleza el lagarto ocelado que se distin-

gue por los círculos de color azul que posee aambos lados del cuerpo; aunque también esmuy frecuente la lagartija colirroja y la sala-manquesa mediterránea. En cuanto a las cu-lebras la más afamada es la víbora hocicuda,que tiene aquí una de sus escasas localidadesa nivel del mar. De mordedura venenosa, aun-que es bastante difícil de encontrar.

Los fondos marinosLa sierra de Cabo de Gata no termina en elmar sino que se prolonga bajo sus aguas lle-vando toda su riqueza y diversidad a la máxi-ma expresión. Las aguas cristalinas protegenun gran tesoro, en espera de los ojos que sa-brán apreciarlos. Desde la orilla hasta las aguasprofundas, la vida, con sus increíbles estrate-gias, va haciéndose hueco en cada rincón.

En las charcas de la orilla o en la zona dondesalpica el agua, los caracolillos y lapas, juntocon la multitud de algas verdes hacen de anti-cipo a la gran cantidad de formas de vida quese encontraran mar adentro. En los primerosmetros bajo el agua, la luz llega al fondo sindificultad, mostrando todo el colorido de losvegetales marinos, así como de los cangrejosy caracoles que viven entre ellos. El oleaje aquímueve las algas dando la sensación de quereradormecernos acunándonos.

Algo más abajo, el colorido de las algas pasaa una gama de marrones primero y rojizosdespués que cubre las rocas, se trata de lasalgas pardas y rojas y finalmente algas cal-

20Estrella de mar anaranjada

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Anémona marina

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cáreas, entre las que se encuentran negroserizos, rojas anémonas, pequeños peces, co-rales y gran variedad de formas de vida desingular belleza.

Nadando en el agua podemos encontrar pe-ces solitarios o en bancos, en los fondos dearena también nos hipnotizarán los salmone-tes y los tapaculos.

Los fondos arenosos albergan gran cantidadde vida, difícil de ver ya que viven enterradas,pero muestran algunas evidencias que pueden

llevarnos a ellas; son bivalvos, equinodermos oestrellas, cangrejos, erizos y un sinfín de pecescomo besugos, galanes o lenguados.

También sobre el fondo se asientan unasplantas marinas llamadas fanerógamas, entrelas que se encuentran posidonia, cymodoceay zoostera. Se trata de vegetales de origen te-rrestre que se han adaptado al medio marino.Poseen raíces verdaderas, tallo, flor y fruto.Estas fanerógamas se desarrollan bajo el marformando extensas praderas a modo de bos-ques sumergidos y en ocasiones estructurasarrecifales, como en el Playazo, estabilizandoel fondo y creando un hábitat de incalcula-ble valor.

En las praderas de fanerógamas, especialmen-te en las de lijo o alga de vidriero (Posidonia

oceánica ), se albergan gran cantidad de es-pecies marinas de diversa importancia. Cabedestacar la existencia de la nacra, una espe-cie de mejillón gigante. Al igual que en losbosques terrestres, las praderas submarinastambién pierden parte de las hojas que sonarrastradas por el oleaje hasta la orilla, crean-do un cinturón «arribazones» a lo largo de la

costa que son el mejor indicador biológico delbuen estado de conservación de sus fondos.

A mayor profundidad, donde la luz delsol apenas llega, la vida vegetal des-aparece dejando paso a esponjas y gorgonias.

Como visitantes ocasionales del mar que bañael Parque, también se encuentran alcatraces,atunes, lechas, peces luna, delfines y caldero-nes, junto con tortugas bobas, que disfrutande este paraíso, de forma estable o de paso.

La arquitectura popularLas construcciones populares dentro del Par-que son uno de los muchos elementos llama-tivos para el viajero: principalmente las pe-drizas de retención de suelos o balates, tanabundantes que llegan a dar nombre a algu-no de los núcleos habitados, como es el casode Las Presillas. A ellos se suman los cortijos osus ruinas, viviendas asociadas a una explota-ción agrícola y/o ganadera.

Los históricos cortijos son edificaciones cúbi-cas, con cubiertas planas y adosamiento deporches y corrales; las cubiertas presentantragaluces o claraboyas para la ventilación eiluminación y chimeneas cuadradas. Son deplanta sencilla, encalados interior y exterior-mente, con escasas y pequeñas ventanas. Las

habitaciones se distribuyen interiormente alre-dedor de la cocina.

Junto a los cortijos, y vinculadas a ellos, se en-cuentran otras construcciones como la era,edificación plana de planta circular delimita-da por una hilada de piedras, que es dondese realizaban las labores de trilla del cereal; elhorno, de planta circular abovedada, adosada

a la casa principal; y corrales para la estan-cia de animales. (Ver Ruta 4).

Otro tipo de construcción son lasantiguas casas de los pescadoreshoy en plena evolución, dada lamejora en la calidad de vida desus usuarios. Un volumen único,compartimentado en distintashabitaciones independientes, con

terraza y escasas ventanas. Es-tas construcciones se realizabancerca de las playas de varada de

las embarcaciones,

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Fortaleza costerade San Felipe

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Aljibe del Cortijo del Fraile

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quedando las redes esparcidas frente a ellas.Ejemplo de esta construcción se pueden ob-servar en los llamados «cuartillos» de la Alma-draba de Monteleva.

Junto a las viviendas, aparecen otras construc-ciones típicas esparcidas por el Parque y queestán relacionadas principalmente con la cul-tura del agua como son norias y pozos parala extracción, aljibes, tanques y balsas para laacumulación; y boqueras y acequias para lacaptación y distribución. (Ver Ruta 5).

Otras edificaciones comunes en el Parque sonlos molinos de viento e hidráulicos para la ob-tención de harinas, así como los sesteros parael ganado.

Al margen de esta arquitectura popular, el viajero encontrará un variado patrimonio mine-ro industrial, relacionado con la extracción ytransporte de los minerales, como es el casode las ruinas de las instalaciones Denver enRodalquilar o el embarcadero de mineral dehierro en Agua Amarga entre otros.

Por último, debemos mencionar las edificacio-nes defensivas como torres vigía y fuertes per-tenecientes en su mayoría a los siglos XVII yXVIII y los faros de ayuda a la navegación delsiglo XIX. (Ver Ruta 6).

ArtesaníaEl parque ha sido y es lugar donde los artis-tas encuentran el escenario ideal para el de-sarrollo de su actividad creativa, sirviéndolesde modelo o de fuente de inspiración. En lamayoría de los casos han introducido nuevasdisciplinas: fotografía, escultura, etc., pero enotras ocasiones han recogido la artesanía po-

pular, modernizándola en cuanto a técnicas oherramientas.

En Níjar, villa cabecera de la comarca, a laque pertenece el Parque, se mantiene el te-lar con el que se tejen las jarapas, alfombrastípicas confeccionadas con tiras de tela quese usan en decoración actualmente, pero queen su momento tenían un uso práctico y co-tidiano. Otra disciplina ancestral de Níjar es laalfarería, en la que los tintes extraídos de losóxidos de metales se usan para el adorno delas piezas.

El esparto ha sido un recurso de especial im-portancia en la comarca y se ha utilizado tra-dicionalmente para la confección de serones,alpargatas, etc. Actualmente, sin embargo,ha quedado relegado a una curiosidad artís-tica. Los esparteros, antes abundantes en lacomarca, han ido desapareciendo, y con ellosla artesanía del esparto. Sólo quedan algunosagricultores jubilados que siguen mantenien-

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Alfarería de Níjar

Telares de Níjar

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do viva esta maestría, cuya transmisión se im-pulsa a través de talleres de fibras vegetales enel jardín botánico “El Albardinal”.

Por último y no menos emblemática, aunquesí menos reconocida y valorada, está la arte-sanía relacionada con la pesca. Sorprenderáal visitante los modos de trabajo de algunoshombres y mujeres de la mar, que todavía fa-brican ellos mismos cada uno de los útiles querequieren las faenas: parales, jarcias, trasma-llos, etc. La optimización de los recursos, elreciclado y reutilización son la base de su ac-tividad. Todos los objetos siguen vivos en las

tareas diarias, por lo que estamos a tiempo dedisfrutarlos en su máxima expresión, al mar-gen del valor estético añadido de remos, ti-mones, redes y barcos.

Las emociones

Todo el soporte físico hasta ahora descrito, noresta valor a la finalidad que persigue cual-quier visitante del Parque: embriagarse desensaciones. El silencio, sólo roto por el vien-to o el rumor del mar, será el fiel aliado queayudará a saciarse de la altivez de las defensas

litorales, de la desolación de las construccio-nes derruidas, de la soledad de las torres vigía,del orgullo de los acantilados y la serenidadde las dunas. Podremos entender y compar-tir la seducción que ejerce Cabo de Gata so-bre pintores, fotógrafos, cineastas y poetas;como la luz, las sombras, el espacio, los ecos,remueven el interior de la creatividad que lle-vamos dentro.

La arquitectura rural tradicional, el patrimonioy especialmente los habitantes que han crea-do una forma de vida en armonía con el me-dio serán los anfitriones del baile de sensacio-nes, haciéndonos entender, sólo de su mano,

se podrá entender un estilo de vida marcadopor las limitaciones y los rigores. La noblezade sus gentes, la sencillez y la sabiduría no pa-sarán inadvertidas al viajero…

Bienvenidos a Cabo de Gata

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Atardecer en el Cabo

Buceo en Las Negras

Ruta en Kayak en El Playazo

Cabo de Gata - Parque natural

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