Bullying. Análisis del Acoso Escolar en la Ciudad de México. Rol de los Responsables de Crianza

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El acoso escolar o bullying, es un comportamiento social que se ha ido construyendo a lo largo de generaciones, en el siglo XXI la presencia de las redes sociales y las tecnologías de la información han emancipado los mecanismos de legitimación de la violencia que aceptamos como forma de resolver los conflictos entre escolares, lo que ha dado la pauta para una mayor incidencia de casos. Es decir, lo que antes se quedaba en la hora del recreo, la oficina del director, el hogar o en la misma víctima, hoy tiene más visibilidad. Para la atención del bullying (término que ha servido para explicar el comportamiento) se han realizado diferentes acciones desde las instancias gubernamentales, observándose que los esfuerzos empiezan a generar cambios paulatinos. Hoy el tema está en la agenda pública y ello permite que tanto las autoridades como la sociedad civil se unan para frenar el crecimiento del acoso escolar y lograr la meta de erradicarlo. Por este motivo, el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México lleva cabo este primer análisis de los reportes recibidos por la Línea de Atención Infantil 5533-5533, de los factores que intervienen para la legitimación del bullying por parte de los responsables de cuidado y crianza, y se proponen acciones desde diferentes niveles.

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  • Consejo Ciudadano de la Ciudad de MxicoAmberes #54 Col. JuarezC.P. 06600 Mxico D.Fconsejociudadanodf.org.mx

    Abril de 2014

    Diseo de portada:Csar Antonio Morales Gonzlez

    Autores de grati:Diego Santamaria Benavides HidrocTonalli Daniel Ruiz Azpilcueta Tonalli Jaguar

    Diseo grco: Pixel Comunicacin

    Se permite la reproduccin total o parcial sin nes comerciales siempre citando la fuente.

    Coordinacin y realizacin:Unidad de Anlisis del Consejo Ciudadano de la Ciudad de Mxico

    Impreso en Mxico

    Agradecimiento

    A los Agentes Ciudadanos y Operadores de la Lnea Ciudadana que da con da ofrecen su experiencia y capacidad en benecio de los habitantes de la Ciudad de Mxico.

  • introduccinResumenI PlanteamientoII ObjetivosIII AntecedentesIV Marco Terico A) modelo De bronfenbrenner b)bullyingV MetodologaVI ProcedimientoVII ResultadosVIII AnlisisIX conclusionesx el consejo ciudadano y el bullyingxi propuestasReferencias

    591010101616172021223340444750

    ndice

  • SMS foto y/o video al 5533

  • 5introduccin

    SilencioLa escuela primaria puede ser un lugar difcil. Por eso, cuando aquel nio se acerc a Luca y tom su lonchera para estrellarla contra el piso a la hora del recreo, ella no supo qu hacer y se call. Tambin guard silencio cuando su mam la rega por destruir el regalo que tanto haba pedido de cumpleaos y adems perder el reci-piente en el que llevaba el agua. Tam-poco dijo nada cuando el mismo nio regres unos das despus y pate su mochila con tal fuerza que volaron hojas de cuaderno por todo el patio. Lo curioso, pens, fue que tam-poco nadie dijo nada.

    MiedoSergio no era el ms popular. Aunque tampoco lo elegan al ltimo en el futbol. A los ojos de la bolita que se impona en el saln era uno ms de los que se poda abusar. Pero ese medio-da la broma fue ms lejos: lo levanta-ron y sin escuchar sus splicas, le ama-rraron la mano derecha al cordn de la cortina de una ventana. Justo en el momento en que el profesor pidi que tomaran asiento, las risas contenidas lo hicieron voltear al rincn donde el nio no poda aguantar el llanto. Y eso hizo que se rieran ms. El castigo fue nada ms para Sergio, porque se neg a delatar a quienes lo haban atado.

    ViolenciaEl primer sorprendido con lo que suce-di fue Javier. Pens que haber gol-peado a quien abus de l durante dos aos le iba a traer el respeto, la popularidad y los amigos que le haba quitado ser la vctima durante tanto tiempo. Al menos eso le dijo su primo cuando le ense a pelear. Es la nica manera, te tienes que defen-der, afirm. Cada vez que su pap lo amenazaba con pegarle a l si se dejaba golpear de nuevo, le dej claro que no haba otra opcin. Los dos se equivocaron. El poder que sinti al ver a su victimario en el piso con la nariz rota y chorreando sangre no lo hizo sentir mejor, menos an le trajo amigos y en lugar de respetarlo como haba soado, sus compaeros refleja-ron una emocin que conoca muy bien: temor. Fue tal su confusin, que su segunda sorpresa fue verse a s mismo furioso golpeando a otro nio indefen-so con la misma crueldad con la que le haban pegado a l.

    IndiferenciaLa profesora no saba que Armando tena un problema renal desde hace muchos aos que le provocaba episo-dios de incontinencia. As que ante la insistencia del nio, decidi darle una leccin a sus alumnos ignorando sus

  • 6peticiones para ir al bao. Para dejarlo ms claro dej que se orinara de pie, frente a todos sus compaeros. El inci-dente y la reaccin posterior de su mam contra la maestra no ayudaron a resolver el problema. Se puso una denuncia penal. La situacin econmi-ca y las carencias de la familia, entre ellas la de tiempo para hablar sobre esto, orillaron a Armando a tomar una decisin drstica. Una tarde se con-venci de que no haba salida posible, encontr una botella con sosa casti-ca y le dio un trago profundo. Al despertar los doctores le dije-ron que si su abuelo hubiera abierto la puerta del bao cinco minutos ms tarde, estara muerto. Aunque lograron salvarle la vida, las lesiones en la gar-ganta y el estmago sern permanen-tes.

    Esperanza A diario, la Lnea Ciudadana 5533-5533 recibe historias como las anteriores. Son cientos de casos similares que ocu-rren en la Ciudad de Mxico. No impor-ta si el plantel es pblico o privado, ni la condicin econmica de las familias o la delegacin en la que vive la vcti-ma o el victimario. Puede parecer que la violencia escolar est entre nosotros desde hace muchos aos. Incluso, habr quien todava crea que nos ayuda para

    hacernos fuertes, ya que la vida adulta ser ms dura. Si no lo vemos as, entonces culpamos a los videojuegos, a la televi-sin, a las noticias y a cualquier otra va de comunicacin que hace de la violencia un tema constante en la agenda pblica actual. No obstante, en la experiencia del Consejo Ciudadano de la Ciudad de Mxico a partir de que iniciamos el programa Juntos contra el Bullying y habilitamos el 5533-5533 para recibir denuncias y combatir la violencia infantil el diagnstico es simple: la violencia es la misma, crece o disminu-ye dependiendo de lo que, como sociedad, aceptemos. Es decir, desde el principio, redu-cir la violencia entre escolares ha estado en nuestras manos y cada oca-sin en que existe un incremento, ste se debe a factores que podemos mo-dificar. Primero, reconociendo el pro-blema. No hay sociedades violentas, hay sociedades que permiten la violencia. Entre los diversos factores que explican esta afirmacin, uno de los ms importantes es lo que conside-ramos aceptable como comporta-miento. Influyen las pelculas, las series de televisin, las noticias, en la conce-sin que hacemos de mayor o menor

  • 7violencia? No de manera determinan-te. Eso sera tanto como asegurar que una sociedad que acaba de salir de algn tipo de conflicto blico seguir permitiendo la violencia durante un periodo posterior. Sin embargo, estos mensajes que recibimos de manera cotidiana nos inmunizan frente a la violencia y s nos hacen ver ciertos comportamientos negativos con nor-malidad. Pero no es normal. La violencia debe ser el ltimo recurso para obte-ner justicia, mientras el dilogo debe ser el primero. Existen muchas formas de defenderse, aunque la ms popular a nuestros ojos sea infligir el mismo dolor a quienes nos lastimaron primero. Si hacemos un anlisis profundo, observaremos que al romper el dilogo entre personas y obtener cierto tipo de justicia por medio de la violencia, pro-vocamos emociones an ms destruc-tivas. En resumen: iniciamos una cadena de revanchas que nunca termina, porque no estaremos satisfe-chos nunca. Segundo, siendo corresponsa-bles. Este anlisis tiene el propsito de brindar informacin y generar accio-nes civiles que frenen la violencia en las escuelas. Una es la denuncia cons-tante. Tambin debemos involucrar-nos, estar informados, comunicarnos y comprender que lo que le sucede al

    otro puede ocurrirme a m. Alrededor del ao 1760 a.c. Hammurabi, rey de Babilonia, orden colocar estelas de piedra talladas en cada esquina de sus dominios con diferentes ordenamientos a observar por sus sbditos. Eran guas de compor-tamiento que se consideran las prime-ras leyes formuladas por una sociedad. Entre ellas destac una: la Ley del Talin. Dicha ley permita retribu-cin al afectado cobrando el mismo precio al culpable; para explicarlo mejor, se resumi con la expresin que todava hoy conocemos: ojo por ojo y diente por diente. A partir de ah, en diferentes mo-mentos de la historia del mundo, lo nico que hemos logrado son socieda-des de ciegos. Esperamos que este documento ayude a que mantenga-mos los ojos abiertos y actuemos para erradicar el bullying.

  • Anlisis del acoso escolar en la ciudad

    de mxico

  • 9l acoso escolar o bullying, es un comportamiento social que se ha ido construyendo a lo largo de

    generaciones, en el siglo XXI la presencia de las redes sociales y las tecnologas de la informacin han emancipado los mecanismos de legitimacin de la violencia que aceptamos como forma de resolver los conflictos entre escolares, lo que ha dado la pauta para una mayor incidencia de casos. Es decir, lo que antes se quedaba en la hora del recreo, la oficina del director, el hogar o en la misma vctima, hoy tiene ms visibilidad. Para la atencin del bullying (trmino que ha servido para explicar el comportamiento) se han realizado diferentes acciones desde las instancias gubernamentales, observndose que los esfuerzos empiezan a generar cambios paulatinos. Hoy el tema est en la agenda pblica y ello permite que tanto las autoridades como la sociedad civil se unan para frenar el crecimiento del acoso escolar y lograr la meta de erradicarlo. Por este motivo, el Consejo Ciudadano lleva cabo este primer anlisis de los reportes recibidos por la Lnea de Atencin Infantil 5533-5533, de los factores que intervienen para la legitimacin del bullying por parte de los responsables de cuidado y crianza, y se proponen acciones desde diferentes niveles.

    E

  • 10

    E

    Planteamiento

    Cules son los factores que coadyuvan en la legitimacin del bullying en los responsables de cuidado y crianza?

    objetivos

    Describir el fenmeno de acoso escolar o bullying desde los reportes de los responsables de cuidado y crianza recibidos en la Lnea de Atencin Infantil 5533-5533. Identificar los factores que impactan en la visibilidad y legitimacin de este fenmeno.

    antecedentes

    y banaliza los hechos para los que observan la violencia. Para los estudiantes que reciben la violencia las consecuencias tienen amplias consecuencias, ya que se hace dao a su autoestima, sin posibili-dad de identificar recursos que les faci-liten acercarse a redes de apoyo social (familia, amigos), ya que el miedo, impotencia, enojo, paraliza a la vctima, hasta generarle malestares fsicos tales como dolor de estmago, cabeza y/o trastornos graves del sueo. Las burlas y el sealamiento constante contribuyen al aislamiento y a experimentar sensaciones relaciona-das con la carencia o falta total de soluciones para atender el conflicto que se genera a partir de las diferen-

    l fenmeno de bullying empez a estudiarse en los aos 70 en Europa y a lo largo del tiempo ha

    tenido trascendencia conforme se desarrollan diversas tecnologas de la informacin como las redes sociales, que de acuerdo con el INEGI 2013, en abril de 2012 el 40% de la poblacin de Mxico de 6 o ms aos se declar usuaria de internet, identificndose que las y los nios de entre 6 a 11 aos corresponda al 11.5% de los usuarios mientras que el 24% de ellos estaban entre los 12 a 17 aos. Las redes sociales dan la pauta a que, ante la facilidad de la difusin de las acciones violentas, stas tengan un mayor alcance al perder el control sobre su exhibicin, lo que amplifica el impacto contra quienes son agredidos

  • 11

    cias entre los mismos estudiantes. En Mxico el primer estudio nacional en relacin al acoso escolar fue realizado por el Instituto Nacional de Evaluacin Educativa ( I N E E ) en 2007, concluyendo que el ndice de violencia sufrida por los alumnos era de 19.9% en primaria, mientras que para estudiantes de secundaria era de un 18.2%. Ya en 2009 la Secretara de Edu-cacin del Distrito Federal (SEDF), de acuerdo con el resultado de su estudio exploratorio realizado en escuelas de nivel bsico sealaba que el 77% de los encuestados han sufrido bullying.

    Para inicios del 2010 el tema de la violencia dentro de las aulas vuelve a cobrar notoriedad en los diferentes escenarios de la comunidad educati-va, poco a poco los medios de comu-nicacin comenzaron a introducir el trmino bullying (del vocablo bully, como se identifica en ingls a los abu-sadores escolares) como sinnimo de acoso escolar y particularmente frente

  • 12

    a casos relevantes que daban muestra de las graves consecuencias y el impacto social que stas representa-ban al conocerse pblicamente videos, fotos y testimonios de las agre-siones. Notas informativas donde se afir-maba que el bullying era causa del suicidio entre estudiantes sobresalan diariamente llamando la atencin tanto de la ciudadana como de los diferentes actores involucrados de instituciones pblicas, privadas, y orga-nismos no gubernamentales. El 15 de noviembre de 2011 el diario nacional El Universal sealaba

    que el 52% de los adolescentes en edad de bachillerato discriminan a alumnos por varias razones, entre ellas la homosexualidad como la causa ms comn. Otra noticia de una tele-visora sudamericana mencion el 13 diciembre de 2013, que la autoridad mexicana puntualizaba que 36.8% de los jvenes de bachillerato haban reci-bido insultos; 19.8% se haban sentido rechazados; 8.9% haban recibido golpes; 10.6% haban sido vctimas del robo de sus pertenencias, a 8.4 % le haban destruido sus pertenencias y a 27.2% le haban escondido sus cosas, la nota conclua que el acoso escolar

  • El bullying no es nuevo pero si podemos prevenirlo

    13

    iba en aumento tanto en instituciones pblicas y privadas, donde 4 de cada 10 nios sufra acoso. El Consejo Ciudadano de la Ciudad de Mxico, al atender los dife-rentes temas que estaban alrededor de la seguridad en las escuelas esta-bleci diferentes acciones, por lo que el 25 de Agosto del 2010 firma junto a la Secretaria de Educacin del Distrito Federal un convenio de colaboracin que da inicio al programa Juntos contra el Bullying. Para ello se habilita la Lnea de Atencin Ciudadana, conocida tambin como Lnea de Atencin Infantil 5533-5533 con el objetivo de dar asesora e intervencin al fenmeno del acoso escolar y recibir los reportes procedentes de padres, docentes y/o estudiantes que conoz-can o padezcan esta problemtica, as como de actos delictivos que se suscitasen dentro y/o en las inmedia-ciones de los planteles escolares que vulneraran la seguridad de las y los estudiantes. Dichas llamadas, atendidas por abogados y psiclogos, generan infor-macin que a su vez es categorizada e integrada en reportes como este y es compartido con autoridades, escue-las, empresas, acadmicos y ciudada-nos involucrados en el tema. Adicionalmente se establece el vnculo para la canalizacin de casos a dependencias del Gobierno de la Ciudad de Mxico y otras instituciones tales como Fundacin en Movimiento,

    con quien se firma convenio de cola-boracin el 22 de Febrero de 2011. Finalmente, para atender los problemas sociales del Siglo XXI deriva-dos de este fenmeno y a travs del uso de las tecnologas de la informa-cin como el ciberbullying, el 1 de Junio de 2011 el Consejo Ciudadano firma un convenio de colaboracin con la Asociacin Mexicana de Inter-net (AMIPCI), con la finalidad de ge-nerar esquemas de deteccin y aten-cin de este fenmeno en la red. El primer logro de la Lnea de Atencin Infantil es la visibilidad que se le ha dado al acoso escolar a partir de los reportes de violencia entre las y los estudiantes que recibimos, hecho que en los medios de comunicacin se defina como bullying, denotando una preocupacin masiva en la pobla-cin y la necesidad de aplicar accio-

  • 14

    nes para atender el problema. La estrategia implementada por el Consejo Ciudadano en el Programa Juntos Contra el Bullying est enfo-cada en fomentar la denuncia de estos hechos, al invitar a romper el silencio entre los integrantes de la comunidad educativa; facilitar un medio que les permitiera ser escucha-dos y orientados; y apoyar a la comuni-dad escolar para reducir el acoso. Hasta abril del 2014, la Lnea de Aten-cin Infantil recibi 3 mil 623 denuncias. La atencin por la Lnea Ciuda-dana dio la pauta al segundo paso: acudir a los planteles educativos a fin de informar, sensibilizar y brindar estra-tegias de atencin frente al fenmeno; es as como desde octubre del 2011 a febrero del 2014 se han atendido a 64 escuelas con una poblacin total de 20 mil 404 personas, entre alumnos, docentes y responsables de cuidado y crianza. Adems se entrega informa-

    cin semanalmente a miles de capita-linos y el tema es tratado en las plti-cas que brinda el Consejo a empresas e instituciones pblicas y privadas sobre prevencin y combate al delito.Mirando estas cifras, nos preguntamos qu ha cambiado durante estos 4 aos de trabajo? La estadstica seala no slo que la frecuencia de denun-cias se ha mantenido, sino que para este ao observamos una mayor inci-dencia. Por ello, decidimos trasladar la informacin que nos llega de las mismas vctimas o personas cercanas a stas para analizar el fenmeno con mayor rigor y aportar datos que ayuden a la poblacin a enfrentar este problema. Para 2012 el Consejo Ciudadano analiz los ordenamientos jurdicos que protegen los derechos de los nios, adems que previenen, investigan y sancionan el acoso escolar (bullying). A nivel internacional podemos

  • 15

    citar La Convencin sobre los Dere-chos del nio, a nivel federal Ley para la Proteccin de los Derechos de Nias, Nios y Adolescentes; en el Distrito Federal se promulg la Ley Para La Promocin de la Convivencia Libre De Violencia en el Entorno Escolar Del Distrito Federal, un paso indispensa-ble para que todos podamos involu-crarnos contra el acoso escolar. Si bien el anlisis jurdico realiza-do en 2012 y revisado en 2014 por nuestro organismo nos seala que hemos avanzado en materia jurdica, las cifras nos indican la prevalencia del fenmeno. Esto nos marca como necesidad el volver a hablar de bullying e iniciar la discusin pblica con miras a evaluar las acciones ya realizadas y plantear nuevas con base en el marco de normas vigente. Al igual que en otros temas sociales, el Consejo Ciudadano funge como enlace entre autoridades y

    ciudadana, esta investigacin es de utilidad para realizar propuestas a otras instituciones y autoridades sobre el tratamiento del bullying al colocar-nos como eje de referencia del pulso ciudadano en relacin a este proble-ma. Al mismo tiempo que estas pro-puestas y recomendaciones sern apli-cables a nuestro organismo, tambin implicara un reto para reunir actores participantes que fortalezcan la red ciudadana necesaria para generar cambios de comportamiento y una condena permanente del acoso esco-lar en cualquiera de sus modalidades.

  • 16

    marco terico

    hModelo de Bronfenbrenner

    ablar de violencia en el siglo XXI parece trivial al ser un tema que se escucha en diferentes espa-

    cios haciendo alusin a muchas con-ductas, es por ello que se considera que la violencia es un constructo social; es decir, un fenmeno que nosotros generamos y podemos mode-rar o incrementar ya que forma parte de una sociedad, a partir de las formas de interaccin que las personas apren-demos y adoptamos para atender nuestras necesidades. El modelo ecolgico, propuesto por Urie Brofenbrenner en 1979, nos permi-te conocer, comprender y explicar mejor la naturaleza polifactica y el proceso que ha coadyuvado a que la violencia se mantenga en las socieda-des como comportamiento. Bronfen-brenner seala que el sujeto se desen-vuelve en diferentes estructuras am-bientales, identificadas como cinco sistemas contextuales interrelaciona-dos desde el ms cercano al ms general, en donde el sujeto y el entor-no se influyen bidireccionalmente, sin embargo, para el sujeto es un proceso continuo de adaptacin ante los cam-bios de su entorno inmediato en el que se desarrolla y que tiene impacto a los sistemas ms amplios.

    Los sistemas en los que interviene son: 1. Microsistema.- Son las relacio-nes con pautas que definen el rol que la persona desarrolla con otros micro-sistemas como son la familia (pap, mam, hermanos), la escuela (los pares, el profesor), la comunidad (vecinos cercanos). 2. Mesosistema.- Atiende las interrelaciones entre los microsistemas en los que la persona se desarrolla, el contexto comunitario; un ejemplo de ello son el vnculo que se establece entre los padres de familia de la escue-la. 3. Exosistema.- Son los entornos en los que la persona no se relaciona de manera directa, pero que si se ve afectada por lo que suceda en ellos, ejemplo: Junta de Consejo de Docen-tes, el lugar de trabajo de los responsa-bles de cuidado y crianza, Comit vecinal y los medios de comunica-cin. 4. Macrosistema.- Se refiere a los marcos culturales o ideolgicos que pueden o no afectar transversalmente a los sistemas menores, algunos ejem-plos son los valores, las creencias y las tradiciones. Este nivel denota mayor estabilidad, pero tambin puede generar cambios, como es una postu-ra conservadora a liberal. 5. Cronosistema.- Hace referen-cia al momento histrico en el que se

  • Individuo

    Microsistema

    Familia

    Mesosistema

    Familia-escuela

    Exosistema

    Escuela

    Marcos culturales

    Macrosistema

    17

    encuentra la persona, el estado de la tecnologa, economa o evolucin cultural. Partiendo de que violentar es aplicar los medios para vencer la resis-tencia del otro en una situacin, obser-vndose como la va para el ejercicio de poder, se identifica que el fenme-no de acoso escolar es una forma de violencia particular que merece ser reconocida como tal y por ende ser tratada en todas sus dimensiones. La responsabilidad de sta como cualquier otra pauta de com-portamiento y relacin dentro de un contexto sea vlida, permanezca y se reproduzca tiene que ver con el proce-so social de legitimacin por parte de la sociedad; si la toleramos y en qu medida consideramos normal ese ejercicio de la violencia. La legitimacin es entendi-da como el proceso por el cual se le da un reconocimiento social al discurso, este reconocimiento le da relacin a si contiene o no algo considerado verdadero desde quien lo pronuncia en relacin a quien lo escucha. Por ello, la idea de que si en el discurso (puede ser el de las carica-turas, las pelculas o las mismas noticias) privilegia el discurso de violencia, la sociedad tiende a aceptarla como realidad y a construir una percepcin no slo de normalidad hacia sta, sino de comportamiento vlido para resol-

    ver problemas.Uno de los mecanismos de la legitima-cin es la naturalizacin, que es un pro-ceso por el cual ciertos fenmenos y pautas de comportamiento son consi-derados como el modo de ser de las cosas en el mundo, como parte esen-cial de la naturaleza de la sociedad, de nosotros mismos. Es el responsable del mantenimiento y facilitacin de circunstancias propias de la vida coti-diana y tambin de la aceptacin de aspectos, entre ellos los considerados negativos. 1

    Bullying

    El acoso escolar o bullying, por su denominacin en ingls, es un fen-meno que se ha empezado a estudiar

    1http://undiaporlapazdelmundo.wordpress.com/sobre-la-naturalizacion-de-la-violencia/(recuperado Octubre 2012)

  • 18

    como respuesta a la creciente violen-cia escolar, especficamente el maltra-to e intimidacin que se manifiesta cotidianamente entre nios, nias y adolescentes. El bullying es un tipo de violencia que se da en el ambiente escolar en donde un alumno est expuesto, de forma repetida durante un lapso de tiempo a acciones agresivas fsicas, verbales o simblicas (hostigamiento, exclusin social, menosprecio) que llevan a cabo uno o varios de sus com-paeros. Los indicadores que se observan en este comportamiento violento son la intencin de daar al otro, que es per-sistente y repetitivo; puede durar sema-nas, meses o incluso aos y provoca una victimizacin psicolgica y recha-zo grupal constante. (Avils, J. 2006) El bullying se caracteriza porque quien lo ejerce abusa del poder (desequilibrio de fuerzas) y desea intimidar y dominar a otros. El bullying se da entre pares y sucede entre uno o varios estudiantes, aunque por lo general es entre varios, dejando a quien recibe el maltrato en total inde-fensin. No distingue sexo, ni condicin social, ya que los casos se reproducen de igual manera en planteles pblicos y privados.2

    En esta dinmica se identifica que existen al menos 3 involucrados: el que ejerce la violencia (lder de aque-

    llos que se unen al abuso), el que la recibe (vctima) y el que la observa sin denunciar. Estos actores asumen roles y pautas de comportamiento como formas de socializacin que se van construyendo desde el sistema en el que se encuentra cada uno y la parti-cular interaccin de estos en la escue-la. La falta de atencin y de capacita-cin de profesores y responsables de crianza ocasionan que estos roles sean percibidos como normales en la rela-cin social escolar, lo cual es falso y puede remediarse.

    2 http://www.educacion.df.gob.mx/index.php/escuelas-sin-violencia/731-ique-es-el-bullying (recuperado Octubre 2012)

  • Tabla 1. Muestra de Investigacin

    Ao Reportesmuestra

    Muestra del 10%

    20102011201220132014Total

    53*524661610

    148**1996

    5*526761

    14**199

    *Periodo de Agosto a Diciembre del 2010**Periodo de Enero a Febrero del 2014

    20

    metodologa

    aunque el presente estudio es de tipo descriptivo, ya que se identifican y se des-criben los elementos que forman parte en el proceso del acoso escolar, se inclu-yen observaciones puntuales hechas por los psiclogos y abogados del Consejo

    Ciudadano especializados en el tema. La recoleccin de los datos se llev a cabo a travs de la Lnea de Atencin Ciudadana, en el nmero telefnico 5533 5533, clasificados dentro del programa Juntos contra el Bullying. Es importante aclarar que las llamadas no tienen lmite de tiempo y a travs de stas se obtiene informacin valiosa sobre los antecedentes, contexto, consecuencias y elementos para la denuncia, previa a presentarlas ante las autoridades locales como casos concretos. Los reportes se incluyeron a travs de una seleccin aleatoria del 10% de los reportes recibidos por ao desde agosto del 2010 hasta febrero del 2014, con los siguientes criterios: 1) Reportes realizados por responsables de cuidado y crianza (padres, tutores); 2) Hechos ocurridos en escuelas de la Ciudad de Mxico; 3) Clasifi-cados como casos de bullying. Dentro de la recoleccin de datos se respeta la confi-dencialidad de la informacin proporcionada como poltica permanente del Consejo Ciudadano. La muestra seleccionada fue de un total de 199 reportes, distribuidos de la siguiente forma:

  • 21

    procedimiento

    cada reporte contiene informa-cin clasificada por categoras, de las cuales se tomaron para

    esta investigacin: 1) Folio (generado automticamente por el programa y el cual identifica al reporte) ; 2) Ao (de ingreso del reporte); 3) Sexo (de la persona que realiza el reporte); 4) Rango de edad (el que corresponde a la edad de quien realiza el reporte); 5) Nivel escolar (al que pertenecen los alumnos en donde se desarrolla la situacin); 6) Tipo de escuela (pblica o privada); 7) Hechos (narracin sobre lo que reporta el responsable de crian-za); 8) Observaciones, del operador (datos que anota el psiclogo o abo-gado que recibe el reporte en relacin al mismo). Se realiz la lectura de la muestra para el anlisis cualitativo de las categoras Hechos y Observaciones con el objeti-vo de identificar los indicadores que se presentan con mayor frecuencia. Los hallazgos se categorizaron con base en los aspectos ms comunes y relevantes eligindose tres de ellos y definindose de la siguiente forma: a) Desinformacin: el reportante no tiene informacin sobre qu accio-nes puede llevar a cabo o a que insti-tuciones puede acudir ante eventos de acoso escolar. b) Minimizacin: el reportante o alguien ms quita importancia al

    hecho o percibe que la problemtica de acoso escolar es reducida y no amerita atencin, aunque nos informa de lo ocurrido. c) Intervencin asertiva: llevar a cabo una accin que dio un resultado o cambio positivo an cuando la pro-blemtica no se haya resuelto en su totalidad, pero que la brinda al ciuda-dano elementos para denunciar. Estos tres indicadores se sometie-ron a un anlisis estadstico descriptivo a travs del software Statistical Packa-ge for the Social Sciences (SPSS) Ver-sin 22. La lectura de los reportes llev el anli-sis de contenido identificando tres ele-mentos: d) Sin accin inmediata: no se realiz una accin efectiva posterior al acto de violencia. e) Actividades violentas: presen-cia de actos de violencia en el am-biente escolar, adicional a los que se presentan entre pares. f) Tiempo en enterarse: Latencia del momento en que se dan los actos de acoso escolar y el responsable de cuidado y crianza conoce de la situa-cin.

  • Tabla 2. Reportes recibidos por ao.

    20102011201220132014Total

    552676114199

    2.526.133.730.77.0

    100.0

    2.526.133.730.77.0

    100.0

    2.528.662.393.0100.0

    Ao Frecuencia PorcentajePorcentaje

    VlidoPorcentajeAcumulado

    Grfica 1. Reportes recibidos por ao.

    Rec

    uent

    o

    Ao

    60

    40

    20

    02010 2011 2012 2013 2014

    22

    resultados

    en la tabla 2 se muestra la frecuencia de reportes por ao, en donde se puede observar que durante el ao 2012 se recibi el mayor nmero de reportes con un 33.7%. Esta disminucin no significa menos casos.

  • Tabla 3. Frecuencia de reportes recibidos por sexo.

    Sexo Frecuencia PorcentajePorcentaje

    VlidoPorcentajeAcumulado

    No proporciona Informacin

    Mujer

    Hombre

    Total

    7

    163

    29

    199

    3.51%

    81.90%

    14.57%

    100%

    3.51%

    81.90%

    14.57%

    100%

    3%

    97%

    100%

    Grfica 2. Reportes recibidos por sexo.

    Rec

    uent

    o

    Sexo

    No proporcionaInformacin

    Mujeres Hombres

    180

    160

    140

    120

    100

    80

    60

    40

    20

    0

    23

    En la tabla 3 se muestra la frecuencia acerca del sexo del responsable de cuidado y crianza, en donde se puede observar que son las mujeres, con un 82%, quienes realizan mayormente los reportes.

  • Tabla 4. Reportes recibidos por edad.

    Grafica 3. Reportes recibidos por edad.

    Frecuencia Porcentaje PorcentajeVlido

    PorcentajeAcumuladoRangos de edad

    No proporciona informacin

    21 a 25

    26 a 30

    31 a 35

    36 a 40

    41 a 45

    46 a 50

    51 a 55

    Ms de 60

    Total

    24

    6

    23

    52

    47

    25

    13

    8

    1

    199

    12.1

    3.0

    11.6

    26.1

    23.6

    12.6

    6.5

    4.0

    .5

    100.0

    12.1

    3.0

    11.6

    26.1

    23.6

    12.6

    6.5

    4.0

    .5

    100.0

    12.1

    15.1

    26.6

    52.8

    76.4

    88.9

    95.5

    99.5

    100.0

    Rec

    uent

    o

    Edad

    60

    50

    40

    30

    20

    10

    0 Ms d

    e 60

    51 a 55

    46 a 50

    41 a 45

    36 a 40

    31 a 35

    26 a 30

    21 a 25

    No proporciona

    Informacin

    24

    En la tabla 4 se muestra la frecuencia de la edad de los responsables de cuidado y crianza, en donde se puede observar que quienes reportan mayormente tienen una edad de entre 31 a 35 aos, con un 26.1%, seguidos de quienes estn ntre los 36 y 40 aos de edad, con un 23.6%, acumulando entre ellos un 49.7%.

  • Tabla 5. Reportes recibidos por nivel escolar.

    Grfica 4. Reportes recibidos por nivel escolar.

    Rec

    uent

    o

    Escolaridad

    Frecuencia Porcentaje PorcentajeVlido

    PorcentajeAcumulado

    Nivel Escolar

    39

    7

    98

    50

    5

    199

    19.6

    3.5

    49.2

    25.1

    2.5

    100.0

    19.6

    3.5

    49.2

    25.1

    2.5

    100.0

    19.6

    23.1

    72.4

    97.5

    100.0

    No proporciona InformacinPre Primaria

    PrimariaSecundaria

    Medio SuperiorTotal

    100

    80

    60

    40

    20

    0No proporciona

    InforamacinPre Primaria Primaria Secundaria Medio Superior

    25

    En la tabla 5 se muestra el nivel escolar al que pertenecen los alumnos en donde se desarrolla la situacin. Lo que se observa es que el 49.2% de los reportes corresponden al nivel Primaria.

  • Tabla 6. Reportes recibidos tipo de escuela.

    Grfica 5. Reportes recibidos tipo de escuela.

    Rec

    uent

    o

    Escuela

    Frecuencia Porcentaje PorcentajeVlido

    PorcentajeAcumulado

    Tipo de Escuela

    2

    52

    145

    199

    1.0

    26.1

    72.9

    100.0

    1.0

    26.1

    72.9

    100.0

    1.0

    27.1

    100

    No proporciona InformacinPrivadaPblica

    Total

    No proporcionaInforamacin

    Privada Publica 3.00

    150

    100

    50

    0

    26

    En la tabla 6 se muestra la frecuencia sobre el tipo de escuela en donde se desarrolla la situacin. Se identifica que en las escuelas pblicas en donde se desarrolla mayormente la situacin con un 72.9%.

  • Grfica 6. Frecuencia del indicador Desinformacin

    Tabla 7. Frecuencia del indicador Desinformacin

    Frecuencia Porcentaje PorcentajeVlido

    PorcentajeAcumulado

    Indicador

    59

    140

    199

    29.6

    70.4

    100.0

    29.6

    70.4

    100.0

    29.6

    100.0

    Hay InformacinHay desinformacin

    Total

    Rec

    uent

    o

    DesinformacinHay Inforamacin Hay desinforamacin

    125

    100

    75

    50

    25

    0

    27

    En la tabla 7 se muestra la frecuencia con la que se identific el indicador desinformacin. Donde se observa que se presenta en un 70.4% de los reportes.

  • Grfica 7. Frecuencia del indicador Minimizacin

    Tabla 8. Frecuencia del indicador Desinformacin

    Frecuencia Porcentaje PorcentajeVlido

    PorcentajeAcumulado

    Indicador

    63

    136

    199

    31.7

    68.3

    100.0

    31.7

    68.3

    100.0

    31.7

    100.0

    No hay minimizacinHay minimizacin

    Total

    Rec

    uent

    o

    MinimizacinNo hay minimizacin Hay minimizacin

    125

    100

    75

    50

    25

    0

    28

    En la tabla 8 se muestra la frecuencia del indicador Minimizacin, el cual se presenta en un 68.3% de la muestra analizada.

  • Grfica 8. Frecuencia del indicador Intervencin Asertiva

    Tabla 9. Frecuencia del indicador Intervencin asertiva

    Frecuencia Porcentaje PorcentajeVlido

    PorcentajeAcumulado

    Indicador

    175

    24

    199

    87.9

    12.1

    100.0

    87.9

    12.1

    100.0

    87.9

    100.0

    No hay Intervencin AsertivaHay Intervencin Asertiva

    Total

    Rec

    uent

    o

    Intervencin Asertiva

    No hay intervencin asertiva Hay intervencin asertiva

    200

    150

    100

    50

    0

    29

    En la tabla 9 se muestra la frecuencia del indicador Intervencin Asertiva, el cual se presenta en un 12.1% de los reportes analizados.

  • Tabla 10. Frecuencia de Indicadores

    Frecuencia PorcentajeIndicador

    140

    136

    24

    46.6

    45.3

    8.1

    DesinformacinMinimizacin

    Intervencin Asertiva

    Grfica 9. Frecuencia de indicadores

    Me

    dia

    MinimizacinDesinformacin Intervencin asertiva

    80

    60

    40

    20

    0

    30

    En la tabla 10 se muestra el comportamiento de los indicadores que se obtuvieron, donde el que presenta mayor frecuencia es desinformacin.

  • Grfica 10. Frecuencia del indicador desinformacin por ao

    Rec

    uent

    o

    Ao

    Desinformacin60

    50

    40

    30

    20

    10

    0

    Tabla 11. Frecuencia del Indicador desinformacin por ao

    Ao Desinformacin InformacinPorcentaje

    por ao

    2010

    2011

    2012

    2013

    2014

    4

    24

    47

    52

    13

    1

    28

    20

    9

    1

    2.51

    26.13

    33.66

    30.65

    7.03

    2010 2011 2012 2013 20134

    Hay informacin

    Hay desinformacin

    31

    En la tabla 11 se muestra la frecuencia del indicador desinformacin por ao, observando mayor frecuencia en 2013.

  • 32

    La atencin por la Lnea Ciudadana dio la pauta a un segundo paso, acudir a los planteles educativos a fin de informar, sensibilizar y brindar estrategias de accin ante el fenmeno, es as como desde octubre del 2011 a febrero del 2014 se ha atendido a 64 escuelas con una poblacin total de 20,404 personas, entre alumnos, docentes y responsables de cuidado y crianza.

    Mirando estas cifras, nos preguntamos Qu ha pasado durante estos 4 aos de trabajo? La estadstica nos seala no solo que la frecuencia se ha mantenido, sino que para este ao se observa una mayor incidencia.

    Fsica y Psicolgica

    Ciberbullying

    Fsica

    Otro

    Psicolgica

    Sin Dato

    45.16%

    0.54%

    24.73 %

    8.60%

    8.06%

    12.90%

    2014 2013 2012

    74.27%3.38%2.55%

    6.84%

    12.77%

    0.18%0.56%

    65.70%

    3.95%

    8.78%

    4.59%

    16.43%

    2011 2010 Total0.62%

    52.93%45.35%

    17.44%3.49%

    31.40%

    2.33% 0.91%

    16.06%

    1.74%

    16.06%

    1.74%

    63.81%8.94%

    5.65%

    17.73%

    2.96%

  • Los responsables del cuidado y

    crianza debemos de estar al

    pendiente de qu herramientas

    tecnolgicas usan nuestros chicos

    33

    anlisis

    Para qu hablar hoy de bullying? Es comn escuchar principal-mente de los adultos, que el

    acoso escolar no es algo nuevo, que en sus tiempos tambin lo vivieron, si alguien se quera pasar de listo slo paraban el problema, muchas ocasio-nes no era de conocimiento ni de compaeros ni de las autoridades escolares, mucho menos de los padres, afirmaron diversos denun-ciantes a la Lnea del Consejo. Se con-sideraba incluso legtimo el poder defenderse del gandalla, siendo las formas ms comunes la verbal y la fsica, a la par de que el abusador era un rol aceptado antes en las escuelas que poda ser controlado. Los casos recientes que se han hecho pblicos muestran que no es as actualmente. En este sentido, a lo largo de la historia se observa que el bullying como fenmeno tiene un mayor impacto en las y los estudiantes ahora, ya que las redes sociales son usadas principalmente como medio de con-tacto entre los jvenes y nios, lo que deja a muchos responsables de cuida-do y crianza en desventaja en el cono-cimiento y manejo de los casos, tenien-do una posicin perifrica que facilita la falta de intervencin acertada en tiempo y forma en la atencin de los riesgos que se presentan. Si bien la violencia se construye

    a travs del discurso, en las redes sociales el mensaje se comprende desde dos lugares, el primero el de quienes interactan a travs de estos medios y aceptan como natural la forma en que se puede ser violento, a travs de un like, un comentario en el muro y/o hacer comentarios de las imgenes del otro. Antes, el caso poda quedar en el silencio o en la complicidad de quienes observaban el abuso sin denunciar o intervenir. Hoy, muchos de los que observan y son potenciales vctimas, validan la violen-

  • 34

    cia que se exhibe en redes sociales y participan en la victimizacin como una manera de protegerse, siendo parte de esa mayora que celebra las agresiones. El otro lugar desde donde se construye este discurso es desde los responsables de cuidado y crianza para quienes las redes sociales, al ser un medio percibido como ajeno, no se considera una seal de que sucede algo real. Es decir, pasamos de estimar que los nios y jvenes as son cuando juegan, son fotos o videos que pasan en el telfono, no son de aqu que ciegan a los responsables de crianza sobre casos concretos que pueden ocurrir en sus comunidades, estados o en el pas. Por ende, cuando se expre-sa la violencia por estos medios no se da la aceptacin y reconocimiento del hecho, lo que deriva en impuni-dad. Desde esta perspectiva se logra visualizar a travs del discurso de los reportes realizados por los cuidadores y responsables de crianza una construc-cin social de lo que es ser hombre y mujer, atribuyendo las caractersticas esperadas en su actuar en los diferen-tes grupos en los que participan los nios y los jvenes; formas que se van transmitiendo de generacin en gene-racin, manteniendo los roles y con-ductas que tienden a la naturalizacin de los estereotipos conforme a la etapa de desarrollo, sin embargo cuando las implicaciones trascienden

    y prevalece un mayor riesgo para quienes reciben la violencia, es la figura materna, generalmente (81.90% de acuerdo a la Tabla 3) quien busca el apoyo, desde la necesidad de conocer lo que ocurre con su hij@ hasta la implementacin del tipo de acciones a seguir, reflejando en prcti-camente 3 de cada 4 casos desinfor-macin sobre cmo enfrentar el pro-blema y a qu autoridad acudir. (Ver Tabla 10). Lo anterior no quiere decir que la violencia sea esperada slo entre varones, en aos recientes los casos de agresiones fsicas entre muje-res revelan una deformacin en la idea de igualdad en nuestras socieda-des al promover desde el seno familiar que las nias y las jvenes resuelvan sus diferencias a golpes o que los ataques en grupo sean tan usuales como en el caso de los nios y jvenes.

    Todos somos Bullying

    Es comprensible observar que los medios de comunicacin utilizan el trmino bullying para definir no slo el comportamiento, sino cualquier otro aspecto de abuso en contextos en los cuales no corresponde, lo que puede afectar la importancia y trivializar el tema de fondo. De la misma manera, justifica la violencia entre estudiantes como una forma ms de resolver con-flictos, sin detenerse en identificar a los actores y sus experiencias, fomentan-do la irrelevancia del fenmeno y sus

  • 35

    consecuencias. Como vemos en los siguientes ejemplos el trmino bullying ya es utili-zado para definir casi cualquier caso de agresin, en particular en la red, que aleja del fenmeno real y pone en riesgo las posibilidades de intervenir de manera oportuna. Informacin en un portal del 13 de Abril 2014, seala: Nos reportan bullying en la Secretara General contra el jovenazo Antonio, quien recin acaba de dejar el liderazgo de las juventudes su partido. Se comenta que este bullying a Huerta es incorrec-to porque puede propiciar desaliento en otros jvenes adeptos.3

    En un blog: mucha gente, entre la que tiene la necesidad de reflejar su vida en la de las estrellasse ha dado a la tarea de crear una espe-cie de bullying masivo contra Ninel.4

    Dentro de la investigacin obser-vamos que en el 2011, cuando se comenz a hablar del tema de manera ms frecuente, el nivel de informacin y desinformacin se man-tenan a la par, repuntando ligeramen-te la informacin sobre lo que era bullying. Sin embargo a partir del 2012, se aprecia que el nivel de desinforma-cin fue en aumento cada ao, lo cual se relaciona tanto con la cantidad como con la calidad y contenido de la informacin referente al tema (Ver Tabla 11).

    Es as como en los marcos cultu-rales de la sociedad, traducidos en creencias y valores, permean los mitos y realidades del acoso entre escolares, generando confusin y desinforma-cin entre los alumnos, los responsables de cuidado y los docentes, sobre los recursos con los que ya se cuentan para atender el problema, como es la Ley para la Convivencia Libre de Vio-lencia en el Entorno Escolar del Distrito Federal, publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal en el 2012, que tiene por objetivo establecer prin-cipios y criterios que ayudan a recono-cer, atender, erradicar y prevenir la violencia escolar y el Marco para la Convivencia Escolar en las Escuelas de Educacin Bsica, de la Secretara de Educacin Pblica que surge con el objetivo de servir como gua y marco de referencia para que las escuelas de tipo bsico del Distrito Federal generen ambientes que propicien la conviven-cia pacfica y el aprendizaje en un marco de respeto. El anlisis muestra que si en generaciones anteriores se considera-ba normal la presencia de agresiones entre escolares y los estereotipos vigentes eran condicionados por caractersticas puntuales (sobrepeso, uso de lentes, vestimenta, estatura), los prejuicios de hoy hacen que la violen-cia tumultuaria, que adems se graba y se sube a una red social, tenga la

    3 http://www.gaceta.mx/noticia.aspx?idnota=62275

    4 ttp://elcerebrohabla.com/2011/08/23/el-bullying-masivo-contra-ninel-conde/

  • 36

    misma complicidad por parte del resto de la sociedad. La diferencia puede estribar en que la figura del maestro contena una autoridad mayor y que la violencia era administrada precisamente desde los responsables escolares. Ahora, bajo nuevos modelos educativos y una cada en la imagen de autoridad de los profesores, las disputas se resuelven entre los mismos estudiantes, provo-cando que el nivel de violencia aumente y que el resto de la comuni-dad escolar, incluyendo a los tutores y padres, se mantengan al margen si consideran que la tarea de mediar slo es de las autoridades del plantel. No obstante, en las instituciones educativas se ha observado inters por participar en campaas preventi-vas; sin embargo el bajo porcentaje de acciones asertivas por parte de los cuidadores y responsables de crianza (12.1%, ver Tabla 10) invita a analizar los factores que no han facilitado los resul-tados esperados, es decir, conocer el motivo por el cual no hay un vnculo estable y bien cimentado entre los microsistemas familia y escuela. Por un lado se observa que en la escuela, el ambiente se construye a partir de acciones violentas tanto alre-dedor del plantel educativo como dentro del mismo, fortaleciendo la ley del ms fuerte, en donde la participa-cin de la comunidad educativa se da a travs de sus diferentes niveles de relacin y se ven reflejadas en el

    discurso, como son: docente-estudiante, estudiante-estudiante, cuidador-docente, cuidador-cuidador, docente-docente. Asimismo, existe una mala inter-pretacin de los derechos de los estu-diantes al inmovilizarla los educadores para actuar de inmediato ante brotes de violencia escolar. De la misma manera, muchos profesores recurren a medidas drsticas o que generan violencia, siguiendo el patrn de sus antecesores. Es decir, los maestros tratan de resolver un problema con caractersticas nuevas usando reglas y acciones obsoletas. Algunos testimonios entre cuidador-docente lo denotan:

    A) El director N quien justifica a los agresores, y se porta muy grose-ro con la c. Y no soluciona nada y solo dice que son accidentes.B) Habl con la maestra de su hijo y sta le dijo que el nio solito se haba hecho el golpe.

    Al ser la violencia una forma cotidiana de socializacin, no se logra identifi-carla rpidamente entre l@s estudian-tes, o en su defecto fortalece la misma, construyendo una barrera hacia la visibilizacin y uso de los recursos necesarios para la solucin acertada desde los cuidadores y responsables de crianza. Sin capacitacin e infor-macin cmo podemos definir la lnea que divide la agresin directa y alevosa, del incidente que se sale de control? Hasta dnde los nios y jve-

  • 37

    nes pueden convivir con esa violen-cia? Por otro lado, como se observa en los siguientes testimonios, para el personal docente no existe la valora-cin del hecho, llevando a la minimiza-cin e incluso a la negacin de la violencia, irnicamente por temor a represalias laborales, reflejando un desconocimiento de las alternativas y herramientas de las que pueden hacer uso para coadyuvar a la sana convi-vencia al realizar acciones que den como resultado una solucin asertiva.

    A) "La maestra reacciona dicin-dole al alumno agredido que: l "nada ms se queja".B) La responsable ha acudido de manera directa con la mam de la nia para hablar de la problemti-ca pero solo le ha respondido que sabe que su hija es agresiva y violenta pero no sabe que debe de hacer.C) La ciudadana menciona que ya intent hablar personalmente con el padre de familia y la maes-tra del saln a solas, pero estos le dicen - haga lo que quiera-.

    Desde las relaciones que se estable-cen en la comunidad educativa se observa como el discurso lleva a que se reste importancia a las acciones encaminadas a resolver o a evitar los actos de violencia generando paulati-namente la normalizacin del fenme-no, hacindolo parecer algo comn, esperado y sin soluciones.

    Tambin denota la posicin de los responsables de la crianza que, al perder respeto por los profesores, des-cargan en ellos la responsabilidad de corregir a sus hijos pero de una manera en la que tampoco los comprometan a resolver el problema o fortalecer el dilogo en casa. La imagen del maes-tro severo, estricto y de una disciplina marcial, apoyado por los padres en la correccin de los hijos; se transforma en la de un profesional a sueldo de los mismos responsables de crianza, en donde ellos ordenan hasta dnde se puede reprender u orientar y en caso de que se apliquen medidas disciplina-rias, entonces habr un enfrentamien-to entre tutores y padres con los mismas responsables escolares, cuyo desenlace es un vaco de autoridad que nadie llena.

    A) Hablaron con el director para que les diera respuesta sobre ste hecho, pero este les dijo que era un hecho aislado y que l les dara una platica, que no tena que darles explicacin sobre cmo actuaria ante la situacin.B) As mismo cuando la ciudada-na hablo con la mam del menor sta se torno agresiva y al hablar con la maestra le indic que l demuestra su cario ahorcando a sus compaeros pero que de ninguna manera es con la inten-cin de lastimar.

    La familia al ser el sistema ms cercano al estudiante es el grupo social que

  • 38

    moldea y educa en relacin a la gama de pautas de conducta que son vlidas desde la estructura social a la que forma parte, siendo un reflejo de elementos culturales e ideolgicos que tambin influye en la construccin del sujeto a lo largo de su proceso de desarrollo. Desde el punto de vista psicol-gico y sociolgico, no hay ninguna relacin directa entre la capacidad intelectual y el origen social de la per-sona; sin embargo, el seno familiar impacta de manera importante a la hora de definir cules son los lmites permitidos de agresin y qu se consi-dera violencia o la forma en que se resuelven los conflictos con otros. Asimismo acerca al sujeto a los grupos sociales que considera son significativos para el proceso de edu-cacin, microsistemas que fortalecen las pautas de conducta esperadas desde el deber ser y que pueden legiti-mar la violencia como una forma de socializacin.

    A) Ya habl con la abuelita del menor, pero slo lo justific por que tiene problemas.B) Comenta que no hizo nada en contra del nio que lastim a su hijo, porque siendo una escuela de monjas, la convencieron hablando sobre la fe y la misericordia.

    La forma en que el individuo interviene en los diferentes sistemas y se retroali-menta de los discurso de los mismos va a influir en su comportamiento y en la

    forma en que valora las conductas al reforzarlas o llevar a cabo acciones que busquen erradicarlas. Una actitud permisiva ante los comportamientos violentos reforzar la conducta y adi-cionalmente le darn valor que la har persistir. El siguiente es el testimonio sobre la actitud de un estudiante:

    A) Refiere el menor agresor que es as porque sus papas no estn con l"

    El individuo, en este caso estudiante, se encuentra en desarrollo por lo que los diferentes mensajes que recibe a travs de los discursos de los sistemas con los que se relaciona van a influir en la construccin de su identidad, el autoconcepto, la formacin del siste-ma de valores, as como los roles que debe de jugar dentro de su comuni-dad. Con base en los cientos de testi-monios recabados por el Consejo Ciu-dadano, la solucin de problema entre los mismos estudiantes no es el mejor camino, se requiere involucrar a todos los actores alrededor de la escuela.Percibir que las conductas violentas son forma de obtener xito no es algo nuevo. Lo que ocurre en estos momen-tos es que esa idea es fcil de esparcir por medio de muchos canales de comunicacin. Ese estereotipo acerca de la violencia como solucin siempre carece de un elemento que no se explica en ninguna pelcula, serie,

  • 39

    comic o mensaje por red social: las consecuencias. En realidad, el bullying afecta tanto o ms al victimario como a la vctima, y el deterioro social de una familia o de un grupo de personas se acelera a partir de la violencia en lugar de detenerse. La idea que reflejan en muchas historias de ficcin donde la venganza es la va para que la vctima viva tranquila es falsa. Afectar a otro individuo por medio de la violencia tambin cobra un alto precio en el victimario y la retribucin que se espera de esa revancha lo nico que garantiza es ms agresin. Adems quien ejerce violencia experimenta un sentimiento de impuni-dad que representa finalmente una conducta de riesgo, porque es cons-ciente de que una mala accin queda sin castigo, lo que destruye un sistema pacfico de vida y deja a cualquiera a merced de alguien ms violento o temerario. Un ecosistema de vctimas y victimarios termina en convertirse en un conjunto de personas que pierde el equilibrio sobre lo bueno y lo malo, lo que elimina la posibilidad de acuerdos y termina por romper el tejido social de forma irreparable. En este sentido, el modelo ecol-gico explica como a travs de las rela-ciones bidireccionales y el discurso utilizado en las mismas, se construyen realidades alrededor del sujeto y este a su vez las fortalece desde el cumpli-miento de lo que se espera sean hom-

    bres y mujeres en determinado espa-cio y tiempo.

  • 40

    conclusiones

    nuestros abuelos y padres tuvieron en el gordito, cuatro ojos, flacucho, los conceptos que

    podan transmitir sus carencias y miedos hacia otros percibidos como ms dbiles. Pensaron tambin que la violencia escolar era una herramienta para hacernos fuertes de carcter y prepararnos para un mundo real hostil. Incluso, la promocin de la defensa poda estimarse como un requisito para hacernos respetar ante los dems.

    No ocurri as.

    Hoy que somos padres o que forma-mos parte de la docencia observamos que el sistema fundamentado en la disciplina marcial, la violencia contro-lada o la autoridad por medio de la intimidacin no logr que furamos adultos ms proclives al dilogo o a la negociacin. De la misma manera, la presin social y el estilo de vida que adopta-mos nos obliga a reprender, al mismo tiempo que a encubrir conductas nocivas de nuestros propios hijos por temor al qu dirn. No respetamos a los profesores pero les exigimos que sustituyan el papel que nos correspon-de a cambio del pago privado o pbli-co que hacemos de cuotas y colegia-turas.

    Tampoco dejamos de festejar la violencia ejercida sobre otros, aunque callamos de manera inexplicable la que sufrimos cerca porque no desea-mos meternos en problemas, lo que slo acarrea impunidad. Observamos cmo se trivializa el trmino y no explicamos o pedimos que se explique claramente el fen-meno. No denunciamos. Y esa cadena de malos hbitos se reproduce en las siguientes generaciones. A pesar de cuatro aos de aten-cin especial al problema del bullying, de programas especficos y del lanza-miento de la Lnea de Atencin Infantil 5533-5533, adems del programa Juntos Contra el Bullying que ha recibi-do reconocimientos nacionales e inter-nacionales en la materia, en el Conse-jo Ciudadano observamos que el gran reto cultural es revertir la aceptacin de la violencia entre escolares como algo normal y del uso generalizado del trmino bullying para cerrar los ojos ante este fenmeno, lo que ha valido que se le reste importancia y con ello atencin. Lo que no se ha medido es que el problema del bullying crece expo-nencialmente por medio de las redes sociales, las cuales son un medio y no una causa. Incluso, en otros pases se estudian medidas coercitivas o de censura para impedir el acceso de

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    este tipo de material. Acciones que desde el Consejo Ciudadano estima-mos que no funcionarn. Como hemos sealado, la violencia est presente en la sociedad, pero puede moderarse o aumentar dependiendo de la tolerancia que tengamos hacia ella. Ni las redes socia-les o los medios de comunicacin son enteramente responsables de esta creacin de discurso, si nosotros como ciudadanos no hacemos lo que nos corresponde para rechazarlos social-mente, vigilamos lo que subimos a stas y tomamos medidas de preven-cin para educar a los ni@s sobre las consecuencias negativas de resolver los desacuerdos por medio de la violencia. Si perdemos de vista que somos los responsables de un sistema de convivencia positiva, entonces siempre esperaremos que alguien ms resuelva problemas en los que estamos todos involucrados. En la participacin que han tenido los medios de comunicacin a travs de diversas campaas en rela-cin al tema (spots, cpsulas informati-vas y blogs dedicados a combatir el bullying), se requiere del anlisis del contenido y la forma en que se trans-mite, poniendo atencin a los meca-nismos que se utilizan para invitar a docentes, educadores, directores, responsables de cuidado y crianza (mesosistema) a identificarse como parte activa no slo de la dinmica, sino de las acciones tendientes a miti-

    gar el fenmeno e introyectar las pre-misas para generar ambientes sociales saludables, que promuevan la preven-cin a travs de factores de protec-cin. Necesitamos programas ms que campaas para poder medir el antes y el despus del combate al bullying. De esta manera la responsabili-dad ante el fenmeno del acoso esco-lar no slo es de los estudiantes involu-crados, ni de los responsables de cuidado y crianza, sino de todos los actores que forman parte de cada uno de los sistemas que estn alrede-dor, algunos de ellos ms cercanos a otros, que an en la lejana sus accio-nes y/u omisiones determinan la per-manencia, cambio o erradicacin de la violencia. Lo anterior invita a que las inter-venciones contemplen la atencin en los diferentes niveles, debiendo traba-jar de manera interinstitucional e inter-disciplinaria bajo una misma lnea de accin que legitime un discurso que incluya a todos los miembros de las comunidades educativas, as como a quienes tienen interaccin con ellas, a fin de hacer visible su participacin en la construccin de mecanismos que le permitan ejercer y desarrollar las habili-dades psicosociales y responder a los estmulos de manera asertiva. El presente anlisis se centra en hechos ocurridos en la Ciudad de Mxico, sin embargo los reportes reci-bidos en la Lnea de Atencin Infantil 5533-5533 nos muestran una prevalen-

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    cia del 24% al interior de la Repblica, siendo el Estado de Mxico el ms representativo, aunque podemos anti-cipar que este porcentaje puede ser mayor ante la falta de denuncia. El bullying no es un fenmeno que se limite a nuestro pas, sino que lo pode-mos ver a nivel mundial mantenindo-se como un problema de dimensiones globales. Hablar de acoso escolar, no como parte de la violencia en general, sino como un fenmeno particular, debe reconocerse a efecto de que la informacin que hay en relacin al tema se difunda de manera responsa-ble en los diferentes sistemas, teniendo cuidado de no caer en la construccin de estereotipos como es el bulleador o el bulleado, es decir, desde el respeto a los sujetos involucrados debemos construir discursos que visibili-cen la posibilidad de cambio en el comportamiento. La realidad es que el victimario sufre un dao igual o ms grande que el de la vctima y las consecuencias de la agresin afectan a la comunidad escolar en su conjunto, creando un modelo que se reproduce en la juven-tud y en la edad adulta, en un crculo vicioso de violencia que padecemos como pas desde hace varios aos. El bullying como fenmeno, se observa tanto en escuelas pblicas como privadas (Tabla 6), por lo que hace a las condiciones econmicas, polticas, ambientales, fsicas no son

    definitivas en la generacin de acoso entre escolares, se podra pensar que si el contexto se percibe como violento se deba ser violento, ante esto el modelo ecolgico nos plantea que no hay conductas determinadas ni linea-les, sino que a travs del discurso se puede replantear y resignificar la per-cepcin de la realidad y del rol que se quiere jugar en ella, teniendo la liber-tad de decisin para crear espacios sin violencia y por ende dando valor a la forma como nos relacionamos con los sistemas. Lo cierto es que en el Consejo Ciudadano recibimos ms denuncias de planteles pblicos, porque en muchos casos las escuelas privadas prefieren resolver los casos de bullying al interior con el fin de evitar daos a su reputacin. El pronstico legal tambin es reservado, ya que si bien en materia legislativa se han tenido avances signi-ficativos y existen fuentes certeras de informacin, tambin es cierto que los mecanismos a travs de los cuales se da a conocer y se difunde la misma se ven afectada por la minimizacin o la desinformacin. Uno de los riesgos es que a pesar de que la informacin est al alcance, la falta de valoracin del fenmeno en s lleve a que los nive-les de violencia escolar prevalezcan, aumenten en frecuencia y los riesgos de consecuencias fatales sean cada vez ms recurrentes. Las leyes impulsa-das por algunos estados prevn san-ciones y despidos en caso de que los

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    responsables escolares no eviten o acten en contra del bullying; sin em-bargo la experiencia del Consejo Ciu-dadano demuestra que la ruta de la prevencin, el dilogo y las acciones de largo plazo pueden reducir la violencia sin la necesidad de un siste-ma de penas y castigos. Consideramos en este entendi-do, que una de las cuestiones funda-mentales para incidir de manera pro-positiva y funcional sobre este fenme-no es el trabajo interinstitucional e inter-disciplinario, en donde sociedad civil organizada, instituciones, comunidad educativa organismos gubernamenta-les y medios de comunicacin partici-pen de manera coordinada y bajo los mismos ejes desde los mbitos de com-petencia particular, asumiendo una postura de corresponsabilidad enca-minada a la solucin; claramente en el mbito legislativo podemos resaltar que de poco sirve que existan leyes o reglamentos, si carece de la estructu-ra y la valenta para hacerlas valer, respetar y ponerlas en prctica.

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    El Consejo Ciudadano y el bullying

    el Consejo Ciudadano proporcio-na plticas sobre prevencin y erradicacin de la violencia

    escolar desde 2011. Dentro del marco de las acciones para Generar Espacios de Convivencia Positiva se brindan herramientas para detectar, actuar y prevenir el bullying de acuerdo al nivel escolar en el que se encuentre el estu-diante. Para tal efecto las plticas incluyen actividades ldicas para los menores tales como: Obra de teatrino. A travs de una historia dirigida a nias y nios de preescolar se busca sensibilizar, dar a conocer el tema y brindar sencillas soluciones para fortalecer los hbitos en formas de socializacin para pre-venir el acoso escolar. Presentaciones interactivas al interior del aula dirigidas a nios de 1 y 2 grado, utilizando material ldico se realiza una dinmica en la que se busca que los menores conozcan los tipos de bullying y las habilidades para erradicarlo. Conferencias para los grados de 3 a 6 de Primaria as como para Secundaria y Nivel Medio Superior, en ellas se adecuan los contenidos tomando en cuenta la etapa de desa-rrollo, sus actividades, los riesgos a los que se enfrentan y la informacin til para llevar a cabo acciones de pre-vencin y de atencin, parte de ello es

    integrar el aspecto jurdico de la pro-blemtica. Talleres focalizados. Contando con un diagnstico previo sobre la situacin del grupo o de la escuela se disea una intervencin con el objeti-vo de atender las necesidades que se presentan, fomentando un ambiente sano. Diagnstico y evaluacin de la comunidad escolar, en el que se identi-fican los problemas del plantel y las distorsiones en la relacin de los distin-tos actores de la comunidad. Este modelo permiti que el Consejo Ciu-dadano interviniera con xito en el caso de la nia de origen indgena que fue vctima de violencia por parte de compaeros y profesores en una escuela pblica del barrio de Tepito. Dichos encuentros buscan a su vez generar conductas de proteccin en los menores al ayudarles a recono-cer la importancia de su participacin y opinin, fortaleciendo su seguridad y bienestar e incluso generando una denuncia ciudadana. El Consejo Ciudadano tambin interviene con las familias a travs de los responsables de cuidado y crianza, como con los docentes, a travs de: Conferencias. Donde se busca sensibilizar e identificar su participacin en el mantenimiento o cambio de esta dinmica y capacitarlos sobre qu

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    acciones pueden realizar y a qu insti-tuciones deben acudir de acuerdo al caso y ante la necesidad de apoyo especializado. Dichos encuentros se enfocan en promover habilidades de comunicacin entre la familia y los docentes, y a su vez entre ellos y el alumnado. Asesora especializada. Se ofrece al personal administrativo y docentes de las escuelas en temas de prevencin e intervencin y en mate-ria jurdica, con la intencin de que construyan el protocolo de atencin funcional, apegado a la normatividad vigente. Acciones. Todos los programas del Consejo Ciudadano se basan en acciones bajo un mtodo especfico, medible, cuantificable, reproducible y escalable. Nuestra filosofa es lo que no se puede medir no se puede mejo-rar. Hemos creado redes de apoyo y hemos mantenido buena relacin con diferentes instituciones (casi 100 plan-teles) a travs de colaboraciones de acuerdo con las diferentes competen-cias y mbitos de las mismas, logran-do: Acuerdos para la canalizacin y atencin de algunas problemticas Retroalimentacin profesional de diferentes instituciones buscando siempre la actualizacin del personal del Consejo Ciudadano y la adecua-cin de los contenidos. Capacitacin externa. Personal

    del Consejo Ciudadano comparte con el personal de otras instancias los con-tenidos y la visin con la que trabaja a travs de capacitaciones en materia jurdica y psicolgica. Con la intencin de llegar a una mayor poblacin participamos en dife-rentes actividades como: Organizacin y participacin en ferias de servicios con diferentes institu-ciones y en las 16 demarcaciones de la Ciudad de Mxico, en donde se llevan actividades en calle para dar a cono-cer el fenmeno y las herramientas para erradicarlo a travs de acciones que buscan promover las habilidades de convivencia, juegos de mesa que nos ayudan a identificar los tipos de bullying y sus consecuencias, y juegos grupales en donde a travs de la acti-vacin fsica y la interaccin los meno-res comparten experiencias. Concursos. En el marco de las actividades por el festejo del Da del Nio desde 2012 se han realizado con-cursos que buscan la participacin de los menores, as como informar y pro-mover las estrategias en atencin del tema. Haciendo uso de la tecnologa se habilit la pgina en Facebook de Juntos contra el Bullying, en la cual se promueve contenido informativo sobre el tema, tips para las diferentes poblaciones y se tiene interaccin con los usuarios en donde se le orienta y canaliza. Generacin de contenidos. Bus-

  • 46

    cando ofrecer informacin til, seria y con credibilidad hemos generado art-culos especializados con una visin integral considerando los aspectos jurdicos y psicolgicos involucrados, todo ello con miras a contribuir al cambio y la percepcin del fenme-no. Participacin en congresos y diferentes medios de comunicacin, gracias a la confianza generada en la ciudadana y los vnculos con diferen-tes instituciones hemos tenido la opor-tunidad de participar en canales tele-visivos, revistas, peridicos y radio. Arte urbano. Como una forma de expresin que coadyuva en la recuperacin de espacios pblicos en donde los artistas plasman sus ideas en temas que son significativos para ellos, resaltando elementos que inviten a la construccin de un sentido de perte-nencia, y fomentando percepciones diferentes para la generacin del cambio en las formas de relacionarse unos con otros. Al mismo tiempo se generan espacios de convivencia como estrategia de canalizacin de intereses e inquietudes transformndo-las en expresiones artsticas. En este sentido el Consejo Ciu-dadano mantiene el compromiso de fungir como un puente entre las autori-dades y la ciudadana, representando un espacio neutral con miras a retomar mecanismos existentes y a generar soluciones efectivas para la preven-cin y erradicacin de este fenmeno.

    A travs de su Lnea de Atencin Infantil se mantiene como un medio confiable y tico de asesora, atencin y canalizacin que busca promover cambios a travs del contacto con la ciudadana. En este momento, como organizacin civil, exploramos la aper-tura de una Lnea Nacional contra el Bullying que permita a cualquier ciudadano del pas hacer una denun-cia segura, confidencial y annima a la que pueda dar seguimiento por medio de la Red Nacional de Consejos Ciudadanos y adems permita contar con un diagnstico en Mxico del bullying, desde el punto de vista de las vctimas. Dicho diagnstico a la fecha no existe ni del lado de las autoridades federales ni tampoco de las organiza-ciones civiles. Esta base de datos actualizada y en tiempo real permitir contar con un mapa sobre el bullying en Mxico y advertir de riesgos por zonas y estados de la Repblica. Para ello se propone construir acciones adicionales como:

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    propuestas

    A) Polticas pblicas: Para el abordaje del tema de violencia infantil, no slo se trata

    de la creacin de leyes. En el caso de Mxico ya contamos con un aparato legislativo robusto, sin embargo carece de garantas o herramientas mediante las cuales se haga valer, para este caso los derechos de los menores. Las garantas tendran que ir ms all de la legislacin, utilizando y/o creando la infraestructura y estructura (escuelas, programas institucionales, grupos de trabajo, participacin de acadmicos especializados) que pro-muevan y ejerzan mecanismos pacfi-cos para contrarrestar la violencia. Dichas acciones deben estar sustentadas en los derechos humanos, la cultura para la paz y la promocin de las habilidades psicosociales, que se vean reflejadas en las formas de convivencia y busquen modificar las condiciones y diferencias sociales, que muchas veces son causa y reflejo de una sociedad fragmentada. Sancionar puede inhibir la con-ducta y alertar a los responsables, pero no sirve si no se aplica de manera justa y expedita. b) Medios de comunicacin Los resultados del presente estudio nos muestran que la desinformacin sobre el tema ha ido en aumento entre la

    poblacin, al ser los medios vehculos efectivos de transmisin de informa-cin que permean de manera positiva en las creencias y valores de aquellos a los que se dirige, les invitamos a la realizacin de campaas informativas que mantengan como eje inicial un correcto manejo del trmino bullying en sus contenidos, advirtiendo que el bullying slo se configura cuando los actos son repetitivos de violencia entre estudiantes. c) Instituciones educativas y familiaSe considera necesaria la participa-cin coordinada de organismos e insti-tuciones a travs de: Mesas de trabajo interinstitucio-nales e interdisciplinarias en donde intervengan representantes de los organismos, las instituciones escolares, autoridades facultadas en el tema (local, federal e incluso internacional) representantes de la sociedad civil y medios de comunicacin. Todo ello bajo los mismos ejes de actuacin y buscando cumplir objetivos previa-mente consensuados y que respondan a las necesidades de cada nivel, respetando el inters superior del bien-estar del menor. Homologacin de criterios. Es fundamental que con miras al trabajo en conjunto se realicen acciones para acordar los trminos y las lneas a

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    seguir. El bullying ocurre en instituciones pblicas y privadas por igual. Si en los nmeros del Consejo se aprecia que las denuncias son mayoritariamente sobre casos de planteles pblicos, esto se debe a que las instituciones priva-das tienden a resolver los hechos al interior para no perder prestigio y por ende, matrcula.

    d) AutoridadesSe propone ejercitar el aparato estatal mediante la incorporacin de un pro-grama permanente de integracin e interaccin en la comunidad educati-va, con el apoyo de un grupo escolar interdisciplinario que lleve a cabo acti-vidades tales como: Formacin constante e integral del personal que trabaja en la aten-cin de los menores, incluyendo a per-sonal administrativo, de mantenimien-to y seguridad. Muchas denuncias vienen de ellos, aunque de forma an-nima por miedo a represalias de parte de las directivas de las escuelas. Generacin de un protocolo de intervencin que contemple acciones inmediatas, preventivas y de trata-miento. La violencia no es normal, ni es la manera en los nios juegan, toda agresin tiene un origen que debe atenderse. Jornadas para la paz, por darle una denominacin, implementa-das semanalmente, para cada grado escolar, brindado seguimiento por

    medio de actividades ldicas de inte-gracin grupal, promoviendo la acep-tacin de las diferencias y establecien-do parmetros de convivencia positi-va. Activacin fsica y de conviven-cia dirigida a travs de tcnicas como sociodrama, narrativa, rboles genealgicos se tengan grupos de encuentro y/o crecimiento. Utilizando recursos literarios y cinematogrficos, crear el espacio que promueva la proyeccin y abor-daje posterior de material, por medio de dinmicas grupales. En espacios pblicos: Programas permanentes de No violencia en parques y otros espacios. Activaciones itinerantes que permitan replicar el modelo de trabajo interdisci-plinario en escuelas, permitiendo canalizar la energa transformndola en positiva y acercando a padres de familia y responsables de crianza en la corresponsabilidad de la atencin del fenmeno. Campaas y concursos. A travs de convocatorias en diferentes ambientes en donde intervienen los menores, promover campaas y con-cursos con la temtica a fin de generar propuestas frescas e innovadoras que partan de los estudiantes como acto-res principales que son, pero que tam-bin se puedan ampliar a responsables de crianza y educadores.

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    e) La familiaPara la familia y las relaciones signifi-cativas se debe actuar reconociendo la corresponsabilidad en la atencin de este fenmeno, siendo fundamen-tal: Escuelas para padres. Como campaa permanente y modular apegada a la educacin de gnero, igualdad, equidad y respeto entre indi-viduos. Actividades que promueva la convivencia entre los integrantes del grupo familiar de tal modo que se con-vierta en soporte fsico, social y emo-cional del menor que se enfrenta a esta u otra situacin. Semanas de promocin de buenas acciones. Diversas acciones en la escuela y a cargo de distintos actores que promuevan la capacidad de negociacin en la solucin pacfi-ca, buscando modificar y terminar con patrones de relacin violentos como forma de convivencia y socializacin que posteriormente se reflejan en otras esferas.

    f) El individuoDe forma individual es indudable que todos podemos realizar acciones que coadyuven para disminuir este fen-meno:Los estudiantes deben de: Reconocer el papel que juegan frente a este fenmeno admitiendo y aceptando la situacin, dndole vali-dez al fenmeno.

    No aceptar la situacin, no per-mitiendo que esto contine, haciendo valer el derecho a expresarlo rompien-do la cadena del silencio, fomentan-do una sana autoestima y respeto de la imagen propia. Hablar y pedir apoyo, acercarse a personas y medios que generen con-fianza para hacer saber la situacin y recibir adecuada orientacin y apoyo que permitan identificar los diferentes factores y conductas de riesgo que intervienen en la permanencia de este fenmeno. Actuar, a travs del apoyo trazar un plan de accin y ponerlo en marcha. Las nuevas generaciones de padres de familia y/o tutores cuentan con ma-yores canales de informacin de los que pueden echar mano para cono-cer el fenmeno y que pueden infor-mar como prevenir, evitar y tratar esta problemtica. Adicionalmente debemos recor-dar que el ser corresponsables nos lleva a lograr grandes cambios en el actuar de cada uno de los participan-tes de la sociedad. En el Consejo Ciu-dadano de la Ciudad de Mxico con-tamos con diversos programas y accio-nes con la finalidad de propiciar un cambio en nuestro entorno y fomentar la calidad de vida que podamos extender al resto del pas.

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