Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

download Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

of 31

Transcript of Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    1/31

    1. Los fenmenos de elipsis en el generativismo: entre el borradoy la reconstruccin

    Los fenmenos de elipsis constituyen una de las propiedades distintivas de las len-guas naturales, al mismo nivel que el movimiento, la recursividad discreta o lacomposicionalidad. Su inters para la teora de la adquisicin es evidente: la exis-tencia de unidades sin manifestacin fnica en las lenguas naturales plantea deinmediato el problema de cmo puede deducir el aprendiz de una lengua tales enti-dades a partir de los correspondientes enunciados1. Desde que Francisco Snchez

    * Este trabajo es una versin ampliada de los comentarios presentados el 21-9-03 en laXarxa tem-tica de gramtica terica a la ponencia de Enric VallduvContext, dileg i significat oracional.La ausencia en el presente volumen del texto objeto del comentario ha hecho recomendable ampliarla extensin y el abarque de aquella intervencin en aras de una mejor contextualizacin del tema.No obstante, es posible que el carcter ancilar del texto originario se trasluzca todava en la actualredaccin, por lo que el autor pide disculpas de antemano. Este trabajo ha sido parcialmente finan-ciado por los proyectos BFF2003-08364-C02-02, del Ministerio de Ciencia y Tecnologa de Espaa,y 2001SGR00150, de la Generalitat de Catalunya.

    1. Sigursson (2003a, 2003b) defiende la idea de que la manifestacin implcita de los rasgos lin-gsticos universales constituye la opcin no marcada (o no prominente). Para este autor, las cate-

    goras semnticas de las lenguas son universales y no deben ser aprendidas por los hablantes,

    Lingstica terica: anlisi i perspectives, I 159-189

    Entre el borrado y la reconstruccin:nuevos enfoques en el tratamiento gramatical

    de la elipsis*

    Jos M. BrucartUniversitat Autnoma de Barcelona. Departament de Filologia Espanyola08193 Bellaterra (Barcelona). [email protected]

    Sumario

    1. Los fenmenos de elipsisen el generativismo: entre el borrado

    y la reconstruccin

    2. Enfoques unitarios y mixtosen la elipsis: los problemas

    de la reconstruccin3. La elipsis de los rasgos gramaticales:rasgos interpretables y no interpretables

    4. Una propuesta minimista para losfragmentos: Merchant 2003

    5. Fragmentos y dilogo: una propuestasemntica de elipsis sin elisin(Ginzburg)

    6. Eplogo: el componente temticode los fragmentos

    Referencias

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    2/31

    de las Brozas introdujo en el siglo XVI el estudio de las construcciones elpticas enla agenda gramatical2, su encaje en los sucesivos modelos tericos ha resultadoproblemtico y extremadamente polmico. Las construcciones elpticas presentan

    considerable diversidad, lo que dificulta un anlisis satisfactorio de todas ellas.As, los ejemplos de (1) representan distintas clases de elipsis:

    (1) a. Telefone a las diez.

    b. El de Mara me gusta ms.

    c. A Luis le gustan las novelas y a Pedro la poesa.

    d. Tu madre no lo soporta y tu padre tampoco.

    e. Luis querra contratarlo, pero no puede.

    f. Luis querra contratarlo, pero no sabe cmo.

    g. Mara.

    En los dos primeros ejemplos de (1) la elipsis afecta a entidades nominales.En (1a) el elemento elptico es todo el argumento externo del verbo telefonear, quefunciona como sujeto de la oracin. Las lenguas como el espaol admiten la omi-sin del sujeto de las oraciones con verbo en forma finita, a diferencia de otras,

    como el ingls o el francs, que imponen la realizacin en estos contextos de unpronombre personal. As pues, lo que se omite en este caso es un elemento pro-nominal cuya persona est expresa en la forma verbal conjugada. En (1b) lo quese elide no es todo el argumento externo del predicado, sino tan slo el ncleonominal de la proyeccin que lo representa, que se identifica contextualmente apartir de la existencia de un antecedente discursivo y de los rasgos de gnero ynmero que aparecen en el determinante (de modo que en el caso que nos ocupacoche o vestido podran ser antecedentes, pero no coches ni blusa). Las oraciones

    160 Jos M. Brucart

    quienes se limitan a detectar la correspondencia entre tales primitivos semnticos y su realizacinmorfofonolgica, sometida a variacin paramtrica: Children of course acquire knowledge ofmany lexical and physical aspects of their native languages by experiencing positive data. In con-trast, they do not learn the underlying Logical Form of language, even though it arguably is notfull-fledged at birth, but keeps developing until puberty. Childhood growth of Logical Form is [...]of course affected by environmental factors, but it is, crucially, genetically preprogrammed(Sigursson 2003b: 12) . Por ello, the absence of grammatical means to express a category in a lan-guage cannot be taken as evidence that the category itself is absent (Sigursson 2003b: 8). La

    teora de Sigur

    sson se refiere primariamente a la falta de manifestacin fnica de ciertas catego-ras lexicosemnticas en muchas lenguas (el subjuntivo o el artculo, por mencionar dos casos bienconocidos), pero es aplicable igualmente a los ejemplos de elipsis que estudiaremos en este tra-bajo, ya que la eliminacin de la informacin redundante es uno de los principios bsicos de eco-noma del lenguaje.

    2. En la tradicin gramatical grecolatina, la elipsis se haba tendido a considerar unafigura de diccin,como el hiprbaton o el pleonasmo, por lo que quedaba habitualmente relegada a unas pocas lneasen el captulo dedicado a la sintaxis figurada, tradicionalmente el ltimo de las gramticas. El prin-cipal mrito del Brocense fue establecer las bases para una teora gramatical restrictiva de la elip-sis. Las ideas de Snchez de las Brozas estuvieron claramente influidas por el humanista ingls

    Thomas Linacre. Sobre la teora gramatical del Brocense, cf. Breva Claramonte 1983.

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    3/31

    de (1c-f) ejemplifican distintos casos de elipsis verbal. Todas ellas presentan laomisin de una forma verbal y tambin, en las tres ltimas, de algunos de sus com-plementos. No obstante, lo que distingue estos ejemplos de (1g) es la presencia de

    alguno de los elementos del predicado cuyo ncleo aparece elptico. En cambio,en el ltimo ejemplo de la lista no aparece realizada ninguna entidad del predica-do, por lo que estas construcciones han sido denominadasfragmentos, ya que nomuestran la estructura bimembre tpica de la oracin. En este trabajo centraremosnuestro estudio en las dos ltimas clases de elipsis, que son las que cuentan en laGGT con un anlisis menos establecido: la elipsis verbal y los fragmentos, res-pectivamente.

    No es extrao que los fenmenos de elipsis constituyan un reto para cualquierteora gramatical, ya que comportan la contravencin, cuando menos aparente, delo que Lasnik y Uriagereka (2004: 2.6) proponen como primera ley de conser-vacin del lenguaje:

    (2) Conservation of Lexical InformationAll information in a syntactic derivation comes from the lexicon and interpre-table lexical information cannot be destroyed.

    Precisamente, lo caracterstico de la elipsis es la falta de realizacin fonticade cierta informacin lxica necesaria para el adecuado procesamiento del enunciado.Ello implica, por lo tanto, el incumplimiento de por lo menos una de las clusulasde (2): o los enunciados elpticos contienen informacin que no procede directamentedel lxico por ejemplo, porque se obtiene directamente del contexto discursivoo de la situacin enunciativa o bien las derivaciones sintcticas permiten la eli-minacin de informacin lxica. Ambas posibilidades plantean serios problemaspara cualquier teora gramatical, ya que afectan directamente a algunos principiosgenerales que rigen la relacin entre lxico y sintaxis. As, en la tradicin de la

    gramtica generativo-transformacional en adelante, GGT, el mecanismo te-rico encargado del cumplimiento de la primera parte de (2) es el Principio de pro-

    yeccin, mientras que de la segunda parte se encarga el Principio de recuperabili-dad de las elisiones.

    Un modo menos traumtico de acomodar los fenmenos elpticos a la gram-tica consiste en mantener (2) en su formulacin estricta y suponer que la elipsisno implica la ausencia de material lxico en las representaciones sintcticas, sinotan slo la falta de realizacin fontica de los elementos aparentemente ausentes.

    Esta opcin, que ha sido la que mayoritariamente han adoptado quienes han pro-puesto teoras de la elipsis de ndole gramatical y que por razones expositivasdenominaremos aquanlisis de elisin3, admite al menos dos variantes. En la

    Entre el borrado y la reconstruccin 161

    3. En consecuencia, no utilizamos aqu los trminos elipsis y elisin como sinnimos. El segundoalude explcitamente a la presencia de la informacin elptica en las correspondientes representa-ciones sintcticas. En cambio, el concepto de elipsis es menos tcnico y ms abarcador, ya que noimplica necesariamente la existencia de unidades sintcticas que repongan la informacin no expre-

    sada en el enunciado.

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    4/31

    primera (anlisis de borrado), la falta de realizacin fontica de parte del materiallxico del enunciado resulta de la aplicacin de mecanismos de elisin que actanbajo ciertas condiciones de identidad lo que garantiza la recuperabilidad de los

    elementos afectados por el proceso de borrado. La opcin alternativa (anlisis dereconstruccin) consiste en suponer que las representaciones elpticas contienencategoras vacas que se interpretan contextualmente a la hora de obtener la inter-pretacin semntica de la construccin.

    Para ejemplificar los dos enfoques a que acabamos de aludir recurriremos a lascompletivas en infinitivo, cuyo sujeto no puede aparecer realizado fonticamente,pese a que el correspondiente argumento est seleccionado por el verbo y, por con-siguiente, debe ser incorporado a la hora de interpretar la oracin. En el anlisisde borrado, se aplica en la derivacin una regla de elisin que suprime tal elementopor identidad con el elemento controlador (3a), mientras que en el de reconstruc-cin (3b) se inserta una categora vaca argumental (PRO) que se interpreta comocorreferente con el sujeto de la oracin regente:

    (3) a. Luisi quiere [ Luisi escribir una novela ] Luis quiere [ Luis escribir unanovela ]

    b. Luis quiere [ PRO escribir una novela ] Luisi quiere [ PROi escribir una

    novela ]Podra parecer que los anlisis anteriores no son sino meras variantes notacio-

    nales, pero existen entre ambos diferencias notables4. As, por ejemplo, en el an-lisis de reconstruccin se supone la existencia en el lexicn de una pieza lxicaPRO desprovista de contenido fnico y cuya distribucin sintctica queda limitadaa la posicin de sujeto de las formas no personales del verbo, mientras que en elanlisis de borrado tal entidad no existe. Aunque a primera vista la segunda opcinparece ms gravosa, hay razones empricas y tericas para preferirla. Entre las pri-meras cabe sealar la dificultad del anlisis de borrado para dar cuenta de los casosen que el sujeto del infinitivo no cuenta con un controlador explcito en la oracin

    162 Jos M. Brucart

    4. Es obvio que en (3a) la interpretacin semntica debe obtenerse a partir del primer estadio de la deri-vacin, mientras que el segundo est ms cercano a la representacin fontica de la oracin. En(3b), en cambio, la situacin es la opuesta, ya que slo la representacin de la derecha incorporala informacin necesaria para interpretar adecuadamente la categora vaca PRO. Este contraste seexplica por el diferente nivel del que se obtena la interpretacin semntica en los dos modelos de

    la GGT en que se usaron por vez primera tales mecanismos. En la teora estndar de la GGT, queus profusamente las transformaciones de elisin, el estadio sintctico que serva de entrada a lasreglas de interpretacin semntica era la estructura profunda, un nivel previo a toda transforma-cin. En cambio, en el modelo de reccin y ligamiento (tambin llamado de principios y parme-tros), la interpretacin semntica se obtiene en la forma lgica, un nivel de representacin poste-rior a todas las transformaciones sintcticas. De esta diferencia se deriva la imposibilidad deproponer en el modelo de principios y parmetros reglas sintcticas de borrado de entidades con con-tenido semntico. No es incompatible, en cambio, la existencia de tales mecanismos en el com-ponente fonolgico, ya que su aplicacin no tiene efecto en la forma lgica. Como se expondrms adelante, esta estrategia se ha aplicado al anlisis de algunas construcciones elpticas. Para

    un repaso de las diferencias entre los diversos modelos de la GGT, cf. Brucart 2002.

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    5/31

    matriz (Escribir una novela no es fcil). En el caso del anlisis de reconstruccinbasta suponer que PRO recibe interpretacin inespecfica (lo que en trminos tc-nicos se denomina PRO arbitrario) cuando no est controlado por un elemento lxi-

    co de la oracin regente. Pero el principal motivo para preferir el segundo anli-sis tiene que ver con factores tericos: el uso de PRO, unido al desarrollo de unateora del caso, permite explicar la peculiar distribucin de esta entidad elptica,que slo puede aparecer como sujeto de verbos no temporalizados. Por el contra-rio, si los argumentos lxicos pueden concurrir en esa posicin en algn estadioderivacional, como ocurre en el anlisis de borrado, resulta mucho ms difcil desa-rrollar una teora suficientemente restrictiva de las construcciones con verbo nopersonal.

    Por motivos como el que acabamos de presentar, uno de los cambios signifi-cativos que se introdujeron en el paso de la teora estndar de la gramtica generativaal modelo de reccin y ligamiento fue la incorporacin de categoras vacas decarcter argumental en sustitucin de las transformaciones de borrado. De hecho,Chomsky (1981), que es el manifiesto fundacional del segundo modelo choms-kiano, ha sido considerado por algunos comentaristas como un tratado sobre lascategoras vacas gramaticales.

    No obstante, el uso de categoras vacas desde entonces se ha limitado bsica-mente a la elipsis de argumentos, que es, como ya se ha visto en (1), solamenteuna pequea muestra de los tipos de construccin elptica que presentan las len-guas naturales. En el siguiente apartado estudiaremos algunas de las dificultadesque se plantean a la hora de extender este anlisis a los restantes casos de elipsis.

    2. Enfoques unitarios y mixtos en la elipsis: los problemas de la reconstruccin

    El desarrollo en el modelo de reccin y ligamiento de un conjunto de categorasvacas para dar cuenta de los fenmenos de elipsis de argumentos llev a pensar

    que el anlisis de reconstruccin deba aplicarse tambin a los dems casos deconstrucciones elpticas, de modo que todos los fenmenos de este tipo recibieranun anlisis unitario5. De hecho, pueden aducirse algunas pruebas empricas enfavor de tal opcin. Mencionaremos a continuacin algunas de las ms slidas.

    Un argumento en favor del anlisis de reconstruccin en las construcciones deelipsis verbal lo proporciona la existencia de proformas verbales que reproducen elcontenido predicativo de la oracin antecedente:

    Entre el borrado y la reconstruccin 163

    5. Hankamer y Sag (1976), no obstante, abogan por la conveniencia de distinguir dos clases distin-tas de construcciones elpticas, en funcin de si el elemento omitido exige un antecedente lin-gstico o bien admite tambin control pragmtico. As, por ejemplo, (1b) podra ser emitida porun hablante como rplica a la admiracin mostrada por su interlocutor al ver pasar ante ambos uncoche espectacular (por ejemplo, mediante el enunciado Qu maravilla!, que no menciona expl-citamente el vehculo). En tal caso, obviamente, no puede aplicarse una regla de borrado quecumpla los requisitos de recuperabilidad, ya que no existe un antecedente lingstico. Depiante(2004) aplica al espaol la teora mixta de la elipsis defendida por Hankamer. Para dos excelen-tes repasos de las principales tendencias en el anlisis generativo de la elipsis verbal, cf. Johnson

    (1996, 2001).

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    6/31

    (4) a. Adela protest airadamente la decisin del juez y Marcelo tambin lo hizo.

    b. Adela protest airadamente la decisin del juez y Marcelo hizo {lo mismo/ lo propio}.

    La correcta interpretacin del contenido proposicional de las oraciones ante-riores exige que el segundo predicado se vincule al primero, algo que puede lle-varse a cabo mediante mecanismos de reconstruccin, pero que resulta mucho msdifcil conseguir por medio de reglas de borrado6. En la medida en que las oracio-nes de (4) no constituyen propiamente enunciados elpticos, podra decirse que elargumento anterior no incide directamente en el problema que estamos discutien-do, pero tales ejemplos muestran que, aun en el supuesto de que se optara por un

    anlisis de borrado para todas las construcciones elpticas, los procesos de recons-truccin seguiran siendo necesarios para casos como el que acabamos de presen-tar.

    Otro fenmeno problemtico para un enfoque de borrado es lo que Fiengo yMay (1994) denominan efecto de cambio de vehculo. Tal situacin se da cuan-do el elemento elptico incluye un constituyente cuya forma, en caso de ser recons-truida, no coincide con la que aparece fonticamente realizada en el antecedente:

    (5) a. Luis no habl con nadie, pero probablemente Mara s.b. Nosotros respetamos a nuestros enemigos y ellos tambin.

    c. Luis se present a s mismo al ver que el presidente de la sesin se olvida-ba.

    En (5a), el antecedente cuenta con un trmino de polaridad negativa que nopuede reproducirse como tal en la oracin elptica, donde debera recurrirse a uncuantificador existencial de polaridad positiva:pero probablemente Mara s habl

    con alguien. Las oraciones de (5b, c) son ambiguas. Ambas admiten una interpre-tacin en la que la parte elptica reproduce los argumentos del antecedente:y ellostambin respetan a nuestros enemigos / el presidente de la sesin se olvidaba de pre-

    sentarse a s mismo. Pero, del mismo modo, aceptan una lectura en la que la recons-truccin de la parte elptica obliga a modificar algn elemento del antecedente:yellos

    itambin respetan a sus

    ienemigos / el presidente de la sesin se olvidaba de

    presentarlo. Para dar cuenta de estos fenmenos, Fiengo y May (1994) proponenun mecanismo de indizacin que opera en la forma lgica y que permite introdu-

    cir en las entidades reconstruidas algunos cambios respecto de las que forman elantecedente, siempre que se respeten ciertos criterios de paralelismo en la atribu-

    164 Jos M. Brucart

    6. A no ser que las formas proverbales se interpreten como el resultado fontico de una operacinque borra el segundo predicado por identidad con el primero (Adela protest airadamente la deci-sin del juez y Marcelo tambin Adela protest airadamente la decisin del juez y Marcelo

    tambin lo hizo). Este fue precisamente el anlisis que se otorg en la teora estndar de la GGT atodos los fenmenos de pronominalizacin, pero pronto se desech en favor de la generacin direc-

    ta de tales entidades en las correspondientes representaciones de la base.

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    7/31

    cin de los ndices. Es evidente que estos datos plantean un serio problema al an-lisis de borrado, ya que en las lecturas en las que no se da identidad formal entre elelemento elptico y el antecedente no sera posible habilitar una regla de elisin

    que satisficiera los requisitos de recuperabilidad, mxime si se tiene en cuenta quea partir del modelo de reccin y ligamiento, tales operaciones han quedado confi-nadas en el componente fonolgico esto es, en en un estadio derivacional queno influye en la representacin semntica de la oracin.

    Los efectos de cambio de vehculo se extienden a casos en los que la entidadreconstruida debe diferir del antecedente por motivos de la teora del ligamiento:

    (6) Pedro est enamorado de Sara y ella cree que Antonio tambin.

    La oracin anterior tambin es ambigua, ya que el pronombre personal puedeser correferente con Sara o con un antecedente discursivo no mencionado en laoracin. La que nos interesa ahora es la primera opcin. En tal caso, la versinreconstruida de (6) debera ser la que se refleja en (7):

    (7) *Pedro est enamorado de Sarai y ellai cree que Antonio tambin est enamo-rada de Sarai

    Pero (7) es agramatical porque la expresin referencial Sara aparece ligada porel pronombre, contraviniendo el principio C de la teora del ligamiento. Nteseque si la distribucin de ambas unidades se invirtiera, la oracin sera perfecta-mente gramatical: Sara

    icree que Antonio tambin est enamorada de ella

    i. Fiengo

    y May (1994) proponen aplicar en estos casos el mismo mecanismo de cambiode vehculo, de modo que la expresin referencial de la oracin elptica pueda serreemplazada por un pronombre personal correferente, lo que tambin da lugar auna oracin bien formada: Pedro est enamorado de Sara

    iy ella

    icree que Antonio

    tambin est enamorada de ellai.Los ejemplos anteriores constituyen una prueba en favor del anlisis de recons-

    truccin, pero existen algunas estructuras que plantean dificultades a tal teora. Uncaso interesante es el que suscitan las oraciones en las que el antecedente de laelipsis aparece escindido:

    (8) Vicente querra irse de vacaciones al Nepal y a Leticia le gustara darse unavuelta por Australia, pero no pueden porque no tienen ni un duro.

    En (8), se elide el complemento del verbo modalpueden, dando lugar a lo queen la terminologa de las construcciones elpticas se conoce como anfora de com-

    plemento nulo. El constituyente no realizado fonticamente se interpreta como launin de las dos oraciones de infinitivo precedentes (irse de vacaciones al Nepal ydarse una vuelta por Australia). La teora de la reconstruccin se enfrenta en estecaso a dos problemas: por una parte, el hecho de que el antecedente del hueco elp-tico est formado por dos constituyentes discontinuos; por otra, la necesidad de

    que, una vez reconstruido, el elemento elptico reciba una lectura distributiva orde-

    Entre el borrado y la reconstruccin 165

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    8/31

    nada (equivalente a la que impone el adverbio respectivamente)7. Precisamente,para acomodar casos como stos se han propuesto modelos de anlisis multidi-mensionales o de estructura paralelstica, en los que a las relaciones estructurales

    tradicionales de dominio y precedencia se aade una tercera dimensin: el parale-lismo. Tales formatos, propuestos en Williams (1978) y desarrollados sobre todo enGoodall (1987), se han aplicado fundamentalmente al estudio de la coordinacin,pero tambin se han utilizado con frecuencia en el anlisis de la elipsis, dada larelacin existente entre ambos fenmenos.

    La existencia de antecedentes escindidos no se da solamente en casos de coor-dinacin oracional. Tambin puede producirse con elementos de un predicado queno aparecen colindantes en el antecedente:

    (9) Luis compr el lunes la entrada y Antonio el jueves.

    En (9) el elemento que debe reconstruirse forma sin duda un constituyente,pero la secuencia verbo + objeto directo aparece como discontinua en la oracinque contiene el antecedente. Si la disposicin de las unidades en la oracin elpti-ca ha de reproducir ese mismo orden, en virtud de los requisitos que impone elparalelismo caracterstico de estas construcciones, entonces la entidad elptica estdividida en dos segmentos. En algunos estudios se han propuesto mecanismos deextraposicin de constituyentes para resolver estos problemas (por ejemplo, enBrucart 1987), pero tales operaciones no estn independientemente justificadas,por lo que no dejan de tener un cierto carcter estipulativo.

    Otra dificultad para los anlisis de reconstruccin la constituyen aquellos casosen los que el hueco elptico no forma, aparentemente, un constituyente sintctico:

    (10) Pedro est convencido de que mentan y Luisa de que decan la verdad.

    En (10), el elemento que debe reconstruirse en la segunda oracin es est con-vencida, pero tal secuencia no forma constituyente, ya que el complemento deladjetivo aparece fonticamente realizado.

    Para concluir este apartado mencionaremos de nuevo el problema que plante-an los casos de control pragmtico del hueco elptico o, en general, los fragmentos,en los que frecuentemente no aparece ninguna entidad con realizacin fontica querepresente al predicado. Una teora restrictiva de la elipsis debe explicar por qu talesconstrucciones no pueden coordinarse con oraciones plenas, a diferencia de lo que

    sucede con los casos de elipsis del predicado en los que aparece algn elementode ste con realizacin fontica:

    166 Jos M. Brucart

    7. De todos modos, esta ltima condicin puede alterarse. Supongamos que Vicente y Leticia soncnyuges y que estn planificando un viaje conjunto. En tal caso, la oracin de (8) podra informarmeramente de la existencia de dos proyectos distintos de viaje y de la imposibilidad de llevar acabo cualquiera de ellos por motivos econmicos. Ntese que en tal caso el sujeto elptico del

    verbo modal recibira una interpretacin de grupo, lo que descartara la lectura distributiva ordenada.

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    9/31

    (11) a. Luis viaj a Amsterdam y Antonio *(tambin).

    b. Quin viaj a Amsterdam, adems de Luis?

    Antonio.

    En la ingente bibliografa sobre los fenmenos de elipsis generada en los lti-mos treinta aos, los fragmentos han sido sin duda el tipo de construccin al quemenos atencin se ha prestado8. Y ello no se debe a que sean un tipo menos fre-cuente o importante que las dems clases de construcciones elpticas, sino a queresultan ms difciles de acomodar a cualquier teora que aspire a ser suficiente-mente restrictiva. De hecho, la primera decisin que debe tomarse a la hora deabordar los fragmentos es optar entre un anlisis que haga uso de mecanismos

    de elisin y otro que no utilice tales recursos tericos. En el primer supuesto, lainterpretacin de los fragmentos se obtiene, como en el resto de las construccio-nes elpticas, por reconstruccin de categoras sintcticas desprovistas de conteni-do fnico. En el segundo se supone que se trata de construcciones infraoracionalesque reciben interpretacin contextual y, por lo tanto, su anlisis no incluye cate-goras vacas ni procesos de reconstruccin. En los 4 y 5 de este trabajo exa-minaremos con algn detalle dos propuestas interesantes que divergen respecto deeste punto: Merchant (2003) y Ginzburg y Cooper (2004). Antes de estudiar ambos

    anlisis, sin embargo, trataremos cmo incide en el anlisis de algunos fenme-nos de elipsis la distincin entre rasgos interpretables y no interpretables, estable-cida en la teora minimista.

    3. La elipsis de los rasgos gramaticales: rasgos interpretablesy no interpretables

    Las teoras lingsticas han ido otorgando una importancia creciente a la nocin

    de rasgo como primitivo bsico del lenguaje. La distincin entre dos clasesde stos (los lxicos y los gramaticales) presenta cierto paralelismo con la esta-blecida en el estructuralismo entre morfemas lxicos (o lexemas) y morfemasgramaticales. Una de las novedades significativas del modelo minimista expues-to en Chomsky (1995, 1998, 1999, 2001) es la propuesta de establecer un con-traste adicional entre dos clases de rasgos gramaticales: los interpretables y losno interpretables en la FL. Slo los primeros aportan informacin en la interfi-cie conceptual-intencional9. Los no interpretables son redundantes y, en virtuddel principio de interpretacin plena, deben ser eliminados en la derivacin antes

    Entre el borrado y la reconstruccin 167

    8. De cualquier modo, no han faltado intentos de establecer bases para su anlisis: Morgan 1973;Hernanz 1978, 1979; Shopen 1972; Brucart 1987; Lobeck, 1995 son una pequea muestra de ellos.

    9. En la teora minimista, el lenguaje se concibe como un sistema de procesamiento que conecta endos niveles de interficie con otros sistemas cognitivos: el conceptual-intencional (o sistema de pen-samiento) y el articulatorio-perceptivo (o sistema sensomotor). El nivel que conecta con el primersistema es la forma lgica (FL), mientras que el que se relaciona con la segunda es la forma fon-tica (FF). Evidentemente, esta ltima etiqueta debera cambiarse en el caso de las lenguas de sig-

    nos, que son sistemas lingsticos que derivan de la misma facultad del lenguaje.

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    10/31

    de que sta alcance el nivel de la FL. Eso no impide, naturalmente, que los ras-gos no interpretables puedan tener realizacin en el otro extremo de la repre-sentacin (la FF). De hecho, la diversa realizacin de los rasgos no interpreta-

    bles entre las lenguas naturales es una de las principales fuentes de variacinmorfolgica, como pone de manifiesto la comparacin entre el sintagma delespaol los mejores libros y su correspondiente ingls the best books: en el pri-mer caso la informacin de pluralidad aparece expresada en cada una de las pie-zas lxicas que componen el sintagma, mientras que en ingls tal rasgo sloaparece realizado morfolgicamente en el nombre. Tambin se produce unadivergencia similar respecto del rasgo de gnero, al menos en lo que respecta ala presencia de tal informacin en el artculo determinado10. Igualmente, la fle-xin verbal presenta diferencias importantes entre las dos lenguas: en espaol,las formas finitas llevan informacin morfolgica de persona, mientras que eningls, si dejamos de lado el verbo to be, tan slo la tercera persona del singu-lar del tiempo de presente manifiesta tales rasgos y ello solamente en los ver-bos no modales.

    Dado que una de las funciones bsicas de la elipsis es la reduccin de la redun-dancia lxica de los enunciados, podra aventurarse la hiptesis de que la posibili-dad de elisin de los rasgos no interpretables es mayor que la de los rasgos inter-pretables, ya que aquellos son ms fcilmente recuperables. En este apartadoestudiaremos algunos datos que parecen ir en esa direccin. Es necesario advertir,no obstante, que nuestra indagacin tiene un carcter meramente tentativo y queuna hiptesis bien cimentada sobre este aspecto requerira un anlisis mucho msprofundo, diverso y complejo de los datos11.

    Para someter a contraste emprico la idea que estamos presentando es necesa-rio, en primer lugar, determinar en qu categora es interpretable cada rasgo gra-matical y en qu otras es redundante. As, por ejemplo, puede aventurarse que elrasgo gramatical de gnero es interpretable en el nombre (pues sta es la entidad que

    expresa el tipo de individuo denotado) y no lo es en el adjetivo, que manifiestantales rasgos por concordancia con aquel. El contraste de gramaticalidad que se daen (12) muestra la diferente tolerancia de este rasgo a la elipsis en funcin de lacategora en la que aparece:

    (12) a. Pedro est harto de su jefe y Mara est harta de todos sus empleados.

    b. *La hija de Mara tiene mejor carcter que el hijo de Julia.

    En (12), entre las formas elididas figura el adjetivo femenino harta. El ante-cedente que legitima la elipsis presenta, en cambio, rasgos de gnero masculino,

    168 Jos M. Brucart

    10. Aunque en este caso no se da diferencia fontica entre la realizacin correspondiente a masculinoy femenino, podra defenderse que tambin el superlativo mejores presenta flexin de gnero, yaque la mayora de los adjetivos del espaol presentan tal variacin morfolgica (cf. los libros anti-guos).

    11. Para un interesante estudio del diferente comportamiento de los rasgos interpretables y no inter-

    pretables en los fenmenos de coordinacin del espaol, vase Bosque (2002).

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    11/31

    pese a lo cual el resultado es gramatical. Por el contrario, un contraste similar entredos nombres en (12) bloquea la elipsis, pese a que la informacin sobre el gnerodel elemento omitido aparece reproducida en el determinante. As, pues, el com-

    portamiento ante la elipsis del rasgo de gnero parece variar en funcin de su carc-ter interpretable o no interpretable: el primero exige identidad estricta con el ante-cedente, mientras que el segundo acepta un antecedente que posea el rasgocomplementario12.

    Algo similar sucede con los rasgos de persona, que son interpretables enlos pronombres y no interpretables en las formas verbales. Los casos de (13)presentan un contraste equivalente al anterior, referido en este caso al rasgo depersona:

    (13) a. Ella vive en Gijn y yo vivo en Avils.

    b. *Tengo ms libros que tienes / *Tengo ms libros de los que tienes.

    c. Tengo ms libros que t. / Tengo ms libros de los que tienes t.

    As pues, el rasgo de persona tiene en el verbo estatuto no interpretable, por loque las formas verbales elididas pueden divergir de sus antecedentes respecto aesta informacin, como es el caso de (13a). Por otra parte, el contraste entre (13a)

    y (13b) es significativo, dado que la informacin de persona aparece igualmenteexpresada en ambas secuencias, a pesar de lo cual la segunda es agramatical, enoposicin a (13c), en donde la entidad comparada aparece representada por el pro-nombre en el segundo trmino de la comparacin. La obligatoria aparicin de esteelemento no puede derivarse directamente del carcter contrastivo que necesaria-mente asumen las entidades comparadas, ya que su contrapartida en la primeraoracin (el pronombre personal de primera persona) puede elidirse.

    La incapacidad del verbo para expresar a travs de sus rasgos flexivos la enti-

    dad comparada no se extiende, en cambio, a la categora de tiempo ni a la de aspec-to, segn ponen de manifiesto los ejemplos de (14):

    (14) a. Vive mejor que viva.

    b. Vive mejor de como viva.

    c. Ms vale vivir que haber vivido.

    En (14a, b) la comparacin se establece entre dos intervalos temporales dis-

    tintos y es el verbo el elemento que incorpora tal informacin. De modo similar,el contraste aspectual se expresa en (14c) a travs de las dos formas verbales eninfinitivo.

    De los ejemplos anteriores se deduce que el rasgo interpretable de tiempo delverbo puede servir como elemento legitimador del segundo trmino de una com-

    Entre el borrado y la reconstruccin 169

    12. Al final de este epgrafe volveremos sobre el rasgo de gnero y su naturaleza en el sustantivo y en

    los determinantes.

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    12/31

    paracin, aunque lo ms habitual en este caso es que el contraste temporal se esta-blezca a partir de adverbios o complementos temporales13:

    (15) a. Vive mejor que antes.b. Vive mejor de como viva en aquella poca.

    Este comportamiento podra parecer problemtico para la teora que estamosesbozando de modo tentativo, pero en realidad los datos anteriores no constituyenun contraejemplo a lo dicho hasta ahora, ya que el rasgo de temporalidad de queestn dotados los adverbios y complementos locativos en general es lxico y nogramatical, como prueba el hecho de que no sea posible aislar en tales expresio-

    nes morfemas flexivos que contengan tal informacin.Las posibilidades de elidir una forma verbal que contenga rasgos de tiempodistintos de los del antecedente dependen del tipo de construccin implicada. En lasestructuras de vaciado (gapping), entre las entidades elididas no puede haber for-mas verbales que aporten informacin temporal contradictoria con la que corres-ponde al antecedente, ni siquiera en los casos en que la presencia de un comple-mento adverbial suple la informacin temporal elidida:

    (16) a. Luis lleg ayer y Pedro lleg anteayer.b. Luis llega hoy y Pedro llega maana.

    c. *Luis lleg ayer y Pedro {llegar / llega} maana.

    Tanto (16a) como (16b) estn bien formadas, porque el adverbio que aparece enel segundo miembro de la coordinacin es compatible con los morfemas de tiem-po que manifiesta el antecedente. En el segundo ejemplo la combinacin es posi-ble porque, en uno de sus usos (el llamado presente de anticipacin), este tiempo

    puede combinarse con los adverbios que expresan posterioridad al momento delhabla. Por el contrario, (16) es agramatical porque ese mismo adverbio no es com-binable con los rasgos temporales de pasado que manifiesta el verbo del primermiembro coordinado.

    En cambio, las oraciones comparativas de base cuantitativa admiten sin nin-gn problema tal contraste:

    (17) a. Vivimos mejor que nuestros antepasados.

    b. Ganars ms dinero que el ao pasado.

    El diferente comportamiento de las formas verbales en estos casos puede tenerdos vas de explicacin: la primera consistira en pensar que las codas de las com-

    170 Jos M. Brucart

    13. Las oraciones comparativas de base cuantitativa incluyen obligatoriamente una oracin de relati-vo, por lo que en (15b) no es posible omitir el verbo del segundo trmino: *Vive mejor de comoen aquella poca. Sobre las diferencias entre las comparativas de base cuantitativa y las de base

    no cuantitativa, cf. Brucart 2003.

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    13/31

    parativas no tienen naturaleza elptica (un punto pendiente de dilucidacin y sobreel que ha habido intenso debate en la bibliografa); la segunda obligara a distin-guir diversos grados de afectacin sobre los rasgos interpretables en funcin de las

    distintas clases de construcciones elpticas (como se estudiar en el 4, se es pre-cisamente el camino explorado por Merchant 2003). Determinar el camino correc-to exige un estudio que no podemos emprender en este trabajo, por lo que aqu noslimitaremos a constatar el problema.

    En este repaso apresurado de las caractersticas de los rasgos que se afijan alverbo acabaremos mencionando los casos en que los rasgos de persona y nmerodel verbo se interpretan de modo genrico o inespecfico. Ello sucede en las cons-trucciones impersonales reflejas, en las de tercera persona del plural con valor ines-pecfico y en lo que Fernndez Ramrez (1986: I) denomina transposicin prono-minal y personas generales, como en los siguientes ejemplos:

    (18) a. En Canad se vive estupendamente.

    b. Llaman a la puerta.

    c. Con esta dieta adelgazas dos kilos en una semana.

    En estos ejemplos, la persona que adopta el verbo deja de tener el correlatodectico o anafrico que le es caracterstica: as, por ejemplo, lo que se asevera en(18a) no se predica de un solo individuo, ni en (18b) se interpreta necesariamenteque la accin la lleva a cabo una pluralidad de individuos. Un modo de explicareste comportamiento consiste en apelar al carcter no interpretable de los rasgosde persona y nmero en el verbo. Son, pues, otras entidades las responsables de laespecial semntica de estas construcciones. As, por ejemplo, la presencia de unpronombre personal sujeto con realizacin fontica impedira la lectura inespec-fica en (18b) y dara lugar a un enunciado agramatical en (18a). Del mismo modo,si el verbo adoptara un tiempo incompatible con la genericidad en (18c), quedara

    igualmente neutralizada la interpretacin inespecfica: Con esta dieta adelgazastedos kilos en una semana.

    Hasta aqu hemos caracterizado a los pronombres personales como categorasque poseen el rasgo interpretable de persona. Dado que los de tercera persona pre-sentan tambin flexin de gnero, es oportuno plantearse si tal rasgo es tambininterpretable en esta clase de palabras. No es fcil aportar argumentos que permi-tan contestar contundentemente esta pregunta, pero el hecho de que la informa-cin de gnero que aporta el pronombre en (19a) pueda quedar omitida en la corres-

    pondiente versin con sujeto nulo (19b) llevara a pensar que tal rasgo es nointerpretable en el pronombre:

    (19) a. Ella no lo saba.

    b. No lo saba.

    Dicho de otro modo: si el rasgo de gnero fuera interpretable en el pronombrepersonal, sera esperable que slo pudieran omitirse los pronombres de primera y

    de segunda persona del singular, que carecen de tal informacin. Que eso no suceda

    Entre el borrado y la reconstruccin 171

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    14/31

    podra ser un indicio de que tal rasgo no aporta informacin interpretable en elpronombre personal. Tal conclusin es, por otra parte, coherente con la ntima rela-cin diacrnica y sincrnica existente entre el pronombre personal y el artculo,

    que tampoco incluye la flexin de gnero como rasgo interpretable.Hemos omitido voluntariamente hasta el momento cualquier comentario sobreel rasgo de nmero, porque su funcionamiento es un tanto ms complejo. Si revi-samos el contraste ya aducido anteriormente entre los mejores libros y su corres-pondencia en ingls (the best books) podramos concluir que el rasgo de nmero esinterpretable en el sustantivo y, por consiguiente, no interpretable en los determi-nantes y en los adjetivos. Pero hay datos que nos llevan a dudar de tal supuesto:

    (20) a. Era la mejor novela de las presentadas al concurso.

    b. El gol de Ronaldinho fue ms espectacular que los de Denilson y Ronaldo.

    c. Los individuos que bajaron del autobs se cruzaron con el que esperabaen la parada.

    En (12b) hemos visto que no es posible elidir un sustantivo que tenga un ante-cedente de distinto gnero, lo que parece indicar que ese rasgo es interpretable ental categora. Por el contrario, el rasgo de nmero no rompe la relacin entre unantecedente y su contrapartida elptica, como muestran los casos de (20). Ello indu-ce a pensar que no es el sustantivo, sino el determinante o el cuantificador, la uni-dad que toma tal rasgo como interpretable. Eso resulta lgico, dado que son talescategoras funcionales las que establecen la referencia de los correspondientesargumentos. Por otra parte, es evidente que existe una relacin ntima entre elnmero y la cuantificacin, por lo que no debe extraar que tal rasgo se vinculeprimariamente con determinantes y cuantificadores. El hecho de que en ingls nohaya flexin de nmero en el artculo definido (a diferencia de lo que sucede enotros determinantes, como los demostrativos) podra llevar a pensar que se da una

    diferencia paramtrica en este punto, de modo que sera el sustantivo la categoraque hospedara el rasgo interpretable de nmero. No obstante, tal opcin no nosparece deseable ni por razones tericas la ntima relacin entre la cuantificaciny los rasgos de nmero es presumiblemente universal ni por motivos empricosdada la existencia de construcciones como This copy is clearer than those, endonde el contraste de nmero reproduce el mismo patrn estudiado anteriormente.As pues, cabra suponer que, pese a que no se manifiesta morfolgicamente enalgunos casos, todos los determinantes y cuantificadores del ingls poseen un rasgo

    interpretable de nmero.Longobardi (1994) alude a ejemplos como Su secretaria y colaboradora (lotraicion) para argumentar en favor de esta idea: pese a que tal sintagma contienedos sustantivos coordinados, la referencia es singular porque el determinante pose-sivo lleva tal rasgo, frente a lo que ocurrira en Su secretaria y su colaboradora (lotraicionaron), descripcin cuya pluralidad deriva de la aparicin de dos determi-nantes distintos en los miembros coordinados. Tambin pueden aducirse en elmismo sentido ejemplos de sintagmas nominales en los que se da discordancia

    entre el determinante y el sustantivo, como enLo llamaban el pupas. De nuevo

    172 Jos M. Brucart

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    15/31

    es el determinante la entidad que establece la referencia14. En conclusin: la dis-tincin establecida en la teora minimista entre dos clases de rasgos gramaticaleslos interpretables y los no interpretables parece presentar interesantes conco-

    mitancias con ciertas restricciones que actan en las construcciones elpticas. Elloes lgico, en la medida en que los rasgos no interpretables vehiculan informacinredundante, frente a los interpretables, que contienen informacin relevante parala interpretacin semntica de la oracin.

    4. Una propuesta minimista para los fragmentos: Merchant 2003

    En este apartado presentaremos las lneas fundamentales de Merchant (2003), queestudia los fragmentos y las construcciones de truncamiento (sluicing) en el marcodel modelo minimista de la GGT. En nuestra opinin, el anlisis de Merchant tieneparticular inters por dos motivos: por una parte, porque constituye la propuestams explcita que conocemos sobre dos de las clases ms problemticas de cons-trucciones elpticas y, por otra, porque supone la revitalizacin del anlisis de borra-do, aunque cimentado en unas bases tericas distintas de las que caracterizabanlas de los modelos generativos anteriores.

    Dentro del amplio espectro de construcciones fragmentarias existente, Merchant(2003) se centra en uno de los tipos ms productivos: el que denomina respuestacorta. Se trata de enunciados que se emiten como respuesta a una pregunta for-mulada por el interlocutor, por lo que estn ntimamente ligados al dilogo. Elcarcter verstil de esta clase de enunciado, que incluye prcticamente todos losconstituyentes sintcticos, fue lo que llev a Bloomfield (1933) a tomarlos como unode los tipos representativos de lo que el mximo exponente del estructuralismoamericano denomin oraciones menores (minor sentences), en atencin a su carc-ter oracionalmente incompleto. En (21) se recogen algunos casos de fragmentoscomo respuesta a preguntas precedentes:

    (21) a. Quin ha telefoneado? Ernesto.

    b. Dnde has dejado el peridico? En el estudio.

    c. Cmo se qued tu hermano al saber la noticia? Muy preocupado.

    d. Cundo es la ltima clase? Maana.

    Entre el borrado y la reconstruccin 173

    14. Estos sintagmas plantean un problema respecto del rasgo de gnero, cuyo carcter interpretable alo largo de este epgrafe hemos atribuido al sustantivo. En el caso que nos ocupa es el determi-nante el elemento que impone la marca de gnero al sintagma. No tenemos una explicacin con-vincente para esta clase de ejemplos, que en cualquier caso es excepcional (se trata de eptetosaplicados a personas, por lo que su uso es fundamentalmente predicativo y, cuando se usan refe-rencialmente, se asemejan a los nombres propios). Una posibilidad sera suponer que en los casosen que se da discordancia en el valor del rasgo de nmero de determinante y sustantivo se produ-ce la neutralizacin del rasgo de gnero del nombre como representante de todo el SD. De hecho,el sustantivo que aparece en estos sintagmas tiende a construirse en plural. Otra opcin, ms radi-cal, sera suponer que el rasgo de gnero es lxico en el nombre de ah la imposibilidad de la

    elipsis de (11b) y gramatical interpretable en el determinante.

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    16/31

    Lo caracterstico de las respuestas cortas es, pues, que van precedidas de uncontexto discursivo que aporta las claves de su interpretacin. En (21a) Ernesto seidentifica como la persona que ha telefoneado, en (21b) se indica el lugar en el que

    el interlocutor ha dejado el peridico, en (21c) se describe la actitud del hermanodel interlocutor al enterarse de la noticia y en (21d) se informa del da en que seacaban las clases. Por lo tanto, aunque slo aparecen realizados fonticamente comoenunciados infraoracionales, los fragmentos anteriores poseen contenido proposi-cional, dado que su fuerza asertiva es idntica a la que correspondera a oracionescompletas (Ha telefoneado Ernesto, He dejado el peridico en el estudio, Mi her-mano se qued muy preocupado al enterarse de la noticia, Maana es la ltima

    clase). Habitualmente, los objetos lingsticos que tienen fuerza asertiva y contenidoproposicional son las proyecciones SC (sintagma complementador) y ST (sintag-ma de tiempo), no SD (sintagma determinante) ni SP (sintagma preposicional). Paracompensar este aparente desajuste entre la forma y el contenido de los fragmentoscaben dos opciones: (a) otorgarles naturaleza sintctica de SC o ST, reponiendo lasunidades sin realizacin fontica o (b) habilitar un procedimiento nuevo para obte-ner una interpretacin directa de los fragmentos sin recurrir a mecanismos de elip-sis. Merchant (2003) opta por la primera posibilidad, ya que considera que la segun-da resultara problemtica porque requiere incorporar cambios drsticos en lossupuestos sobre los que se basa la relacin entre forma y significado, ya que se debe-ra permitir que objetos infraoracionales denotaran proposiciones o que objetos noproposicionales tuvieran valor asertivo. Para argumentar en favor de la idoneidadde su anlisis renovado de elipsis, Merchant muestra que los fragmentos estn some-tidos a restricciones similares a las que se aplican a las proyecciones oracionales,lo que aproxima el comportamiento de estas construcciones al de las oraciones. Sinduda, uno de los aspectos ms satisfactorios de la propuesta de Merchant es la grancantidad de datos interlingsticos que aporta en favor de su anlisis. Est fuera delobjetivo de este trabajo repasarlos ni siquiera superficialmente, pero es de justicia sea-

    lar el alto grado de contraste emprico que contiene el trabajo.La otra construccin elptica estudiada en el trabajo que comentamos es la de

    truncamiento (sluicing), que concurre siempre en contextos de seleccin de inte-rrogativa indirecta y cuyo nico elemento realizado fonticamente es el pronombreo adverbio interrogativo que introduce tales subordinadas. El material elptico serecupera del contexto discursivo anterior15:

    (22) a. Pedro habl con alguien, pero no s con quien.

    b. Vendr a visitarnos, pero no dijo cundo.Una diferencia importante entre los fragmentos de respuesta corta y las cons-

    trucciones de truncamiento es que stas no son sensibles a los efectos de extrac-cin de islas, a diferencia de aqullos:

    174 Jos M. Brucart

    15. El autor haba estudiado en detalle esta clase de construccin elptica en una monografa anterior(Merchant 2001). En el trabajo que estamos glosando se ampla el anlisis a los fragmentos y se pro-

    ponen algunas modificaciones al enfoque previo del truncamiento.

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    17/31

    (23) a. Se ha enfadado porque uno de los chicos no le ha hecho caso, pero ahorano recuerdo cul.

    b. Se ha enfadado porque Antonio no le ha hecho caso?

    *No, Carlos.

    En los dos ejemplos de (23) se da vinculacin entre el constituyente de unaconstruccin elptica y un elemento del discurso precedente situado en el interiorde una subordinada causal (por lo tanto, un adjunto oracional). La construccin detruncamiento es gramatical, mientras que la respuesta corta correctiva de (23b)est mal formada. Si el hablante quiere transmitir con propiedad gramatical talcontenido, debe reproducir la subordinada y dotar de nfasis contrastivo al ele-

    mento que se corrige (No, porque CARLOS no le ha hecho caso). Eso pone demanifiesto que entre los fragmentos y el truncamiento existe una diferencia encuanto al nivel de afectacin de las restricciones de isla. Tal diferencia podra expli-carse mediante dos estrategias diferentes. La primera consistira en suponer quelos fragmentos son construcciones oracionales, puesto que respetan las restriccio-nes tpicas de las oraciones plenas, y que el truncamiento es, en cambio, una cons-truccin no oracional, por lo que no debe obedecer a tales principios. Merchant(2003) rechaza esta idea mostrando que el truncamiento tambin respeta ciertas

    constricciones comnmente asociadas a las oraciones16

    , por lo que las diferenciassintcticas entre ambos tipos de fragmentos deben tener otro origen.La idea bsica que Merchant utiliza en su anlisis es que las construcciones

    elpticas estudiadas responden a la existencia de un rasgo especial que se aloja enel ncleo del SC, una de las proyecciones funcionales de la oracin: el rasgo E,que tiene efectos sobre la sintaxis, la fonologa y la semntica de las oraciones enlas que aparece. Los efectos sintcticos derivan de la presencia en el interior de Ede ciertos rasgos no interpretables que son los que desencadenan operaciones de

    traslado y de concordancia en ciertos constituyentes de la oracin (con el objetode que los rasgos no interpretables sean eliminados antes de la FL). La conse-cuencia fonolgica de la aparicin del rasgo E en una oracin es la falta de reali-zacin fontica de todos los constituyentes que forman el complemento del ncleofuncional en el que se aloja. Pero eso no implica en absoluto que tales unidades

    Entre el borrado y la reconstruccin 175

    16. Las pruebas que aduce el autor son dos: (a) el caso del correlato o antecedente debe reproducirseen el pronombre interrogativo del truncamiento y (b) solamente las lenguas que admiten el col-

    gado de preposicin (preposition stranding) en el antecedente lo admiten tambin en el elemen-to truncado. Eso explica la mala formacin en espaol de secuencias como *Pedro habl dealguien, pero no s quin, ya que ni el elemento truncado aparece con el caso oblicuo que impo-ne el verbo ni puede suponerse que se ha producido un colgado de preposicin, porque el espa-ol carece de tal estrategia. Otro argumento en favor del carcter oracional del truncamiento loproporcionan los casos de aparente silepsis, como Tiene problemas, pero no se sabe cules. Eneste caso se esperara que el verbo regente del elemento truncado, que funciona como sujeto, apa-reciera en plural, pero tal posibilidad no se da (*Tiene problemas, pero no se saben cules). Encambio, si se supone que el pronombre interrogativo es en esta oracin el nico representante conrealizacin fontica de una subordinada completiva de sujeto, la concordancia en singular resul-

    ta perfectamente regular.

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    18/31

    no entren en la computacin de la FL: slo son inertes fonolgicamente. Finalmente,el efecto semntico que E induce en la oracin es el de establecer una funcin deidentidad parcial entre proposiciones, lo que explica las restricciones de paralelis-

    mo que se dan en la aparicin de este tipo de construcciones. Una diferencia impor-tante entre este anlisis y los enfoques clsicos (ya sean de borrado o de recons-truccin) es que ni la interpretacin proposicional de la elipsis se obtiene por suvinculacin a un antecedente ni la falta de realizacin fontica de los constituyen-tes elididos se debe a la aplicacin de una transformacin que acta por identidadcon un antecedente. Las construcciones elpticas en la propuesta de Merchant sonplenamente oracionales sintctica y semnticamente y su nica particularidad esfonolgica (es decir, deriva de criterios de economa que se aplican en la interfi-cie con los sistemas sensomotores). Una particularidad importante de este enfo-que es que asocia el conjunto de fenmenos que caracterizan los fragmentos con unanica entidad: el rasgo E, que forma parte del lxico y que, en consecuencia, estsometido a cierto grado de variacin interlingstica. De hecho, en la parte finaldel trabajo que comentamos se estudian datos del japons que muestran que eltruncamiento tiene en esa lengua un funcionamiento distinto del que evidencia enespaol o en ingls.

    Una vez presentadas las caractersticas del rasgo E, es conveniente examinarcmo acta tal rasgo en las representaciones oracionales. Merchant (2003) asumela estructura oracional caracterstica del minimismo, en la que las proyeccioneslxicas quedan bajo el alcance de proyecciones funcionales. En concreto, la secuen-cia de proyecciones de la que parte el autor es la que se refleja en (24):

    (24) SFo

    El SV, que es la ltima proyeccin lxica de la oracin, est seleccionado porun Sv (sintagma de verbo ligero), que es la proyeccin que legitima al argumentoexterno oracional y cumple el requisito del principio de proyeccin ampliado, queobliga a la clausura predicativa del SV17. Por encima se sitan, en orden ascen-dente de proyeccin, las categoras funcionales ST sintagma de tiempo, que es

    176 Jos M. Brucart

    17. Proyeccin propuesta por Hale y Kayser (1993) y adoptada por Chomsky (1998).

    SC

    ST

    Sv

    SV

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    19/31

    la denominacin actual de lo que antes se denominaba sintagma de flexin, SCel tambin tradicional sintagma complementador y un SFo sintagma defoco, que Merchant toma de la propuesta de Rizzi (1997) de desarrollar un sis-

    tema ms complejo de proyecciones funcionales en la periferia izquierda de la ora-cin. La divergencia estructural fundamental entre los fragmentos de respuestacorta y las construcciones de truncamiento es que slo los primeros proyectan elSFo, mientras que las segundas se limitan a proyectar un SC. Esta diferencia, queest sometida a variacin paramtrica, es fundamental a la hora de explicar porqu ambas clases de elipsis muestran un comportamiento opuesto respecto de lasrestricciones de isla, como veremos ms adelante. La asignacin de un nivel msde estructura funcional a los fragmentos se correlaciona de forma intuitiva con elhecho de que stos exhiben mayor independencia sintctica, ya que el truncamientoslo se da en contextos de seleccin de un predicado que rija subordinadas inte-rrogativas indirectas.

    Otro aspecto crucial del anlisis de Merchant es la propuesta de considerar que,tanto sobre los fragmentos como sobre el truncamiento, acta un proceso trans-formacional que eleva a una proyeccin funcional de la periferia oracional elmaterial fonticamente realizado en estas construcciones. En el caso del trunca-miento, el ascenso del elemento qu- se produce al especificador de SC, como suce-de con todas las oraciones interrogativas parciales. Para los fragmentos, Merchantpropone un ascenso basado en el carcter focal en las respuestas correctivas,contrastivo del elemento fonticamente realizado, que aporta siempre informa-cin nueva al discurso frente al material elptico, que representa informacinaccesible en el discurso anterior. La posicin en la que se sita el material de las res-puestas cortas es el especificador del SFo, previo paso por el especificador del SC.Por lo tanto, el proceso de elevacin se da para satisfacer los requisitos que impo-nen los rasgos de E18, que es el elemento que acta como desencadenante de laformacin de los fragmentos. Una ventaja derivada del anlisis de traslado de los

    elementos fonticos plenos de las construcciones elpticas es que el conjunto deunidades que no tienen plasmacin fontica en estas construcciones forman un

    Entre el borrado y la reconstruccin 177

    18. Como ya hemos indicado, el ncleo de la diferencia entre los fragmentos y el truncamiento estcodificado en los distintos rasgos que E manifiesta en uno y otro caso. Segn Merchant, los rasgosde la categora funcional asociada al truncamiento seran [uqu*, uQ*]. Siguiendo la convencinutilizada en el modelo minimista, u indica que el rasgo correspondiente es no interpretable y elasterisco seala que se trata de un rasgo fuerte es decir, que debe ser satisfecho en el compo-

    nente sintctico anterior a la materializacin (spell-out). Los rasgos selectivos Q y qu- indican,respectivamente, que en las construcciones de truncamiento debe haber un predicado que selec-cione una interrogativa indirecta y que un elemento interrogativo debe ser atrado al especificadorde SC para que el borrado del rasgo no interpretable se efecte en una configuracin local. Por loque respecta a los fragmentos, la caracterizacin que se propone es [uC*, uFo], donde C indicaque un elemento debe desplazarse desde el interior de la oracin al especificador de SC para borrarel rasgo no interpretable, mientras que F indica que E debe estar en una relacin con el SFo, pero,al ser un rasgo dbil, no es necesario que E se traslade a Fo para borrarlo, ya que puede satisfa-cerse por concordancia. Finalmente, en el ncleo de Fo es necesario suponer la presencia de unrasgo no interpretable fuerte que desencadena el ascenso del elemento alojado en el especificador

    de SC al especificador de la proyeccin superior.

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    20/31

    constituyente. En ambos casos tal proyeccin es el complemento del ncleo fun-cional en el que se aloja E, que es la proyeccin TP19.

    Para explicar el diferente comportamiento de una y otra construccin elptica

    con respecto a las restricciones de isla, Merchant (2003) recurre a una idea pro-puesta en Lasnik y Saito (1984): cuando se produce la extraccin desde el interiorde una isla, las huellas que se vinculan al elemento extrado quedan marcadas conun rasgo especial (un asterisco, en el sistema utilizado por estos autores). Si unarepresentacin cuenta con alguna huella marcada con asterisco, est mal formada.Veamos ahora cmo se aplica esta idea al anlisis de Merchant (2003). Obviamente,si la construccin implicada no es elptica, la representacin correspondiente seragramatical, puesto que contendr huellas con asterisco. Supongamos ahora quela instruccin de borrado fonolgico que desencadena el rasgo E implica el borra-do de las huellas contenidas en el elemento elidido. En el caso de truncamiento,el pronombre interrogativo est alojado en el especificador de SC y el constitu-yente borrado fonolgicamente es la proyeccin TP. Por lo tanto, jams se dar elcaso de que en una representacin de este tipo puedan violarse las restricciones deisla, ya que no queda espacio estructural entre la posicin del elemento interroga-tivo y el constituyente silenciado para que pueda alojarse una huella. Por el con-trario, en las construcciones de respuesta corta, el elemento realizado fontica-mente est en el especificador de SFo y el constituyente silenciado es, igualmente,ST. Ntese que, crucialmente, en este caso queda una posicin estructural fuera deST en la que necesariamente habr una huella del elemento trasladado: el especi-ficador de SC. Cuando sea resultado de una extraccin desde el interior de una isla,tal huella quedar marcada con un asterisco, lo que convierte en agramatical lacorrespondiente representacin. El contraste entre ambas estructuras se refleja en(25):

    (25) a. TRUNCAMIENTO

    178 Jos M. Brucart

    19. Aunque Merchant (2003) no desarrolla en detalle el anlisis de otros casos de elipsis, seala queen la elisin de SV el rasgo E se situara en el ncleo funcional T y el constituyente silenciado

    sera su complemento Sv.

    SC

    C

    C

    +Et*

    Esp

    ST

    t*

    Esp

    elemento qu-con realizacin

    fontica

    Espacio estructuralsobre el que actael rasgo E

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    21/31

    b. RESPUESTA CORTA

    Como ya se ha indicado, la propuesta de Merchant presenta la particularidadde que la interpretacin del constituyente sin realizacin fontica se realiza aut-nomamente, sin depender de la presencia de un antecedente lingstico que pro-vea la interpretacin de la secuencia elidida. Las unidades silenciadas son piezas lxi-cas que entran en la numeracin oracional y que conservan todos sus rasgos lxicosy gramaticales. Una ventaja importante de este enfoque es que puede aplicarse alos casos en los que los fragmentos no cuentan con un antecedente lingstico en

    el discurso previo. En tales casos, la interpretacin se asocia a factores decticos oa la informacin previa compartida por los interlocutores. Los siguientes son ejem-plos de esta clase de fragmentos:

    (26) a. [Mara asiste a una fiesta con Luis, su marido, y ve a una amiga comn,Gloria, acompaada de un desconocido. Mara le dirige a Luis un gestofacial que inquiere por la personalidad del acompaante de su amiga.Luis contesta:]

    Un chico que conoci en un congreso.

    b. [Mara y Luis estn hablando sobre una nueva tienda que han abierto ensu barrio. Segn Luis, all slo se venden artculos alemanes. Mara noacaba de crerselo y para resolver la cuestin se dirigen a la tienda. Luiscoge al azar un producto en exposicin y mira la etiqueta de origen.Observa que pone Lampelwelt GmbH, Stuttgart, se la ensea a Mara ydice:]

    De Alemania, lo ves? Ya te lo deca!

    Entre el borrado y la reconstruccin 179

    SFo

    Fo

    Fo

    +E

    t*

    t*

    huella no borrada

    Esp C

    CST

    Esp

    SC

    t*

    Esp

    elementocon realizacinfontica

    Espacio estructuralsobre el que acta

    el rasgo E

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    22/31

    Merchant argumenta que estos fragmentos tienen contenido proposicional yfuerza asertiva, por lo que su estructura debe asimilarse a la de las respuestas cor-tas con antecedente discursivo. Las piezas lxicas silenciadas por el rasgo E en

    estos casos seran elementos decticos (pronombres personales, demostrativos),proformas verbales como hacerlo, predicados existenciales como habero el verbocopulativo ser. As, los dos ejemplos anteriores seran equivalentes a oracionesplenas comoEs un chico que conoci en un congreso oEs de Alemania20. En apoyode su anlisis, Merchant arguye que este tipo de fragmentos decticamente con-trolados slo pueden darse si los interlocutores comparten informacin previa, porlo que seran inapropiados, por ejemplo, como enunciados emitidos al inicio deuna conversacin telefnica. En cambio, pueden aparecer en contextos en los quela informacin compartida necesaria para su interpretacin no ha sido emitidalingsticamente, sino que se deduce del contexto pragmtico que precede a laemisin del fragmento (lo que Merchant denominafragmentos de inicio de discurso).No obstante, la necesidad de que exista un trasfondo comn asimila los fragmen-tos de inicio de discurso con los de respuesta corta, que tambin requieren infor-macin previa para su interpretacin.

    5. Fragmentos y dilogo: una propuesta semntica de elipsis sin elisin

    (Ginzburg)En el marco de un modelo de anlisis del dilogo, Jonathan Ginzburg ha estudia-do una clase de construcciones fragmentarias en las que el oyente intenta clarificaralgn elemento del enunciado previamente recibido, reproduciendo en forma depregunta el constituyente sobre el que requiere informacin adicional21. Se tratade ejemplos como el de (27), que reflejan lo que este autor denomina elipsis declarificacin:

    (27) Est Jack en la ciudad? Jack?

    En el anterior ejemplo, el segundo interlocutor reproduce con una entonacinde pregunta uno de los constituyentes del enunciado pronunciado anteriormente(que en este caso es a su vez una pregunta, pero que puede tener cualquier fuerzailocutiva). Ginzburg (2002) y Ginzburg y Cooper (2004) indican que la elipsis declarificacin admite dos lecturas distintas: la que denominan de clusula, que inquie-re por la confirmacin de la informacin previamente comunicada (ya sea porque

    ha sorprendido al oyente o porque ste no est seguro de haber recibido adecua-damente lo comunicado), y la de constituyente, que expresa el desconocimientopor parte del oyente de la referencia o del significado lxico del elemento que apa-

    180 Jos M. Brucart

    20. Naturalmente, en las versiones elpticas con idntico contenido proposicional se habra producidoel ascenso del elemento no silente a la periferia izquierda de la oracin, como en los casos de res-puesta corta.

    21. Son varios los artculos escritos sobre este tema por Ginzburg, algunos en colaboracin y otros en soli-

    tario. En este trabajo nos referiremos a dos de ellos: Ginzburg (2002) y Ginzburg y Cooper (2004).

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    23/31

    rece en el fragmento22. Las caractersticas que los estudios referidos atribuyen aeste tipo de construccin son las siguientes: (a) no hay restricciones en cuanto al tipode constituyente que la puede representar; (b) no se le aplican las restricciones de

    isla ni la subyacencia23

    , y (c) el elemento que se reproduce debe ser formalmenteparalelo a algn constituyente de un enunciado anterior24.En opinin de Ginzburg (2002) y Ginzburg y Cooper (2004), las caractersticas

    de la elipsis de clarificacin desaconsejan atribuirle a esta clase de fragmentos unanlisis de elisin con reconstruccin. Los argumentos en que basan tal idea sonprimordialmente dos. El primero tiene que ver con la falta de obediencia a las res-tricciones de isla, lo que diferencia a estos fragmentos de otros estudiados ante-riormente. No obstante, ya hemos visto en el apartado anterior que tales diferen-cias de comportamiento respecto a las restricciones sintcticas pueden quedaradecuadamente recogidas en un anlisis de ese estilo recurdese que el trunca-miento tampoco respeta tal tipo de constricciones.

    El segundo argumento se refiere al carcter sistemticamente ambiguo de estasconstrucciones entre una lectura de clusula y otra de constituyente. Tal caracte-rstica supondra un problema para un anlisis de elisin, ya que ste otorgara unasola estructura a los fragmentos de clarificacin, por lo que slo podra accedersea una de las interpretaciones referidas. Creemos, sin embargo, que este argumen-to es incorrecto, por dos motivos.

    Entre el borrado y la reconstruccin 181

    22. En (27) la interpretacin de constituyente del fragmento est claramente relacionada con la falta deidentificacin por parte del segundo interlocutor del individuo denotado, por lo que podramos lla-marla lectura de clarificacin referencial. Ese mismo contenido podra transmitirse colocando el inte-rrogativo quante el constituyente que forma el fragmento, de manera que el enunciado no admi-tira ya la lectura de clusula: Qu Jack? En cambio, si a un enunciado comoJuan se apundurante el ascenso se le opusiera el fragmento de clarificacin Se apun?, la interpretacin corres-pondiente a la lectura de constituyente sera que el segundo interlocutor desconoce el significado

    de dicho verbo. Una variante de esta misma lectura, que podemos denominar de clarificacin lxi-ca, consistira en sustituir la ltima slaba del enunciado fragmentario por un quinterrogativo(Se apuqu?). Como acabamos de ver, las dos interpretaciones que Ginzburg atribuye a los frag-mentos de clarificacin pueden diferenciarse formalmente. Ms adelante intentaremos demostrarque ms que a un caso de ambigedad, las dos interpretaciones de la elipsis de clarificacin corres-ponden en realidad a dos construcciones con propiedades estructurales distintas cuya realizacinpuede coincidir en algunas circunstancias.

    23. En efecto, el constituyente sobre el que se requiere clarificacin puede aparecer en cualquier con-texto. As, el oyente de la oracinLuego te contar con quin se pele ayer Jackpuede emitir unfragmento elptico de clarificacin que se refiera a algn elemento de la interrogativa indirecta:

    Jack? Segn Ginzburg y Cooper, esta caracterstica constituye un argumento en contra de asignarun anlisis de elisin a tales construcciones.24. No es estrictamente obligatorio que el enunciado sobre el que se requiere clarificacin sea el lti-

    mo emitido por el interlocutor. Ginzburg (2002) aporta el siguiente ejemplo, que traducimos:

    (i) A: Confo en que John pueda escribir un prlogo reflexivo.B: John?A: John Crabbe.B: mmm. Reflexivo?A: No demasiado impetuoso.

    Como puede verse, la segunda peticin de clarificacin de B no remite al ltimo enunciado de A.

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    24/31

    En primer lugar, porque una teora como la de Merchant (2003) podra asig-nar una estructura diferente para cada interpretacin. En efecto, la lectura de cons-tituyente correspondera al tipo de fragmento cuyo contenido silenciado no corres-

    ponde a informacin emitida anteriormente. En el caso de (27), el contenidoproposicional de la interpretacin de constituyente sera el equivalente a la oracinQuin es Jack? Ntese que las nicas entidades que se precisan para proponer unanlisis de este tipo son el pronombre interrogativo25 y la cpula. En la variantede la lectura de constituyente que hemos denominado de clarificacin lxica, elcontenido proposicional se asociara a una pregunta del tipo Qu quiere decir X?(en el ejemplo de la nota 23, Qu quiere decir se apun?), en donde el mate-rial silenciado tiene naturaleza metalingstica (o, ms concretamente, metalxi-ca) y es, por lo tanto, fcilmente recuperable. Por su parte, la interpretacin declusula se obtendra en el modelo de elisin de Merchant (2003) a partir del enun-ciado que da origen a la peticin de clarificacin en el ejemplo de (27), el con-tenido del fragmento equivaldra al de la oracin Jack est en la ciudad?

    El segundo problema que detectamos en la argumentacin de Ginzburg y Coopertiene que ver con la propia identidad de la construccin estudiada. La denominacinque estos autores le atribuyen es de carcter claramente funcional, ya que se basaen la fuerza perlocutiva de las correspondientes secuencias. Es cierto que tanto enla interpretacin de clusula como en la de constituyente el hablante formula unapeticin de clarificacin sobre la informacin que le ha sido transmitida previa-mente. Sin embargo, hay motivos para pensar que, desde el punto de vista formalo estructural, no se trata de una nica construccin ambigua, sino de dos cons-trucciones distintas que en algunos casos coinciden accidentalmente. Una pruebade ello la proporcionan los ejemplos en los que el elemento sobre el que se requie-re clarificacin aparece en forma de sintagma preposicional, que no son mencionadospor Ginzburg y Cooper. Nos referimos a casos como los de (28):

    (28) Mara se quiere casar con Adelino.a. Con Adelino?

    b. Adelino?

    Lo interesante del caso anterior es que (28a) no es ambigua, ya que nicamentepuede interpretarse en la lectura de clusula, a diferencia de lo que sucede en Conqu Adelino?, que recibira lectura de constituyente pese a reproducir la preposicin.Ntese que en el anlisis de elisin este ltimo fragmento estara relacionado conla oracin Con qu Adelino quiere casarse Mara?26 La imposibilidad de asig-nar a (28a) la lectura de clusula deriva directamente del hecho de que una ora-cin como Con Adelino quiere casarse Mara? se interpreta necesariamente como

    182 Jos M. Brucart

    25. Un aspecto relevante en la distincin entre las dos lecturas relacionadas con la elipsis de clarifi-cacin es, sin duda, la entonacin. El valor interrogativo de esta clase de construcciones vienedado por el patrn entonacional que corresponde al fragmento, que es siempre de anticadencia.

    26. Estos enunciados tambin admiten una interpretacin de seleccin de lista, que se activa en el

    supuesto de que haya ms de individuo con tal nombre en el universo discursivo.

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    25/31

    interrogativa total (esto es, como una pregunta sobre la vericidad del contenidoproposicional de la oracin). En este sentido, una teora como la de Merchant deri-va directamente la asimetra sealada. El hecho de que los sintagmas preposicionales

    puedan vehicular solamente la lectura de clusula rompe el principio de que losfragmentos de clarificacin constituyen una clase unitaria que se caracteriza porla ambigedad de su interpretacin.

    Por su parte, (28b) recibe la interpretacin de constituyente, aunque tambinadmite marginalmente la otra lectura. Ello se debe a que el contenido proposicio-nal de este ltimo fragmento puede asociarse indistintamente con los que corres-ponden a las oraciones Quin es Adelino? y Adelino es la persona con quien sequiere casar Mara? De nuevo, un modelo como el de Merchant podra dar cuen-ta de la formacin de ambas lecturas, ya que el material que se silencia en amboscasos o es recuperable contextualmente o est formado por elementos que funcio-nan como proformas gramaticales (pronombres, cpulas...).

    Para dar cuenta de los fragmentos de clarificacin, Ginzburg y Cooper articu-lan una teora que combina el formalismo de la Gramtica de Estructura SintagmticaNuclear (Head-driven Phrase Structure Grammar[HPSG], desarrollada en Pollardy Sag 1994) con una semntica dinmica basada en la semntica de situaciones(Barwise y Perry 1983) y en la teora de los juegos aplicada al dilogo. No pode-mos presentar aqu en todo detalle el modelo de anlisis que proponen estos autores,por lo que nos limitaremos a glosar algunas de sus caractersticas fundamentales.

    La principal novedad de la propuesta que estamos comentando es incorporar aun modelo de semntica dinmica contenidos sintcticos, bsicamente de carctercategorial, para poder procesar adecuadamente en su contexto los fragmentos de cla-rificacin dando cuenta a la vez de las restricciones de paralelismo que deben darseentre los fragmentos y los enunciados precedentes. Eso permite eliminar cualquierreferencia a reglas sintcticas de elisin. La idea bsica del modelo desarrollado porGinzburg y Cooper es que cuando el oyente B escucha un enunciado e se plantea

    una pregunta de contenido sobre qu ha querido decir el hablante A al formularlo,teniendo en cuenta su significado proposicional. Si B puede contestar satisfactoria-mente esa pregunta, procede a actualizar su marcador de dilogo incorporando a lla informacin que se deduce de e. Si no, formula una pregunta de clarificacin. Estasconstrucciones se forman tomando un constituyente de e aquel que ms caracte-rsticamente ha provocado la falta de resolucin de la pregunta de contenido y for-mando con l un fragmento interrogativo. Ginzburg y Cooper sealan acertadamen-te que una diferencia entre la lectura de constituyente y la de clusula es que slo la

    primera requiere identidad fonolgica con el elemento correspondiente del enuncia-do que ha generado la pregunta. Las lecturas de clusula, en efecto, admiten el uso deformas lxicas distintas que deben estar en una relacin de correferencia con algnelemento del enunciado anterior. As, por ejemplo, en (28) podran generarse otros frag-mentos, como Con l?, Con ese sinvergenza? o Con tu amigo?27

    Entre el borrado y la reconstruccin 183

    27. Estas variantes podran ser generadas sin problemas en el modelo de Merchant, ya que ste no se

    basa en mecanismos de reconstruccin.

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    26/31

    Por lo tanto, el modelo de Ginzburg y Cooper prescinde de todo recurso a meca-nismos de elisin emplazando en el componente semntico informacin sobre losprincipios que rigen la formacin y la legitimacin de los fragmentos de clarifica-

    cin. En nuestra opinin, no obstante, este enfoque plantea dos problemas, uno te-rico y otro emprico. El primero se refiere a la necesidad de incorporar informacinsintctica en el componente semntico. Dado el carcter bsicamente composicio-nal del significado, es obvio que el componente semntico debe tener en cuenta laestructura sintctica de los objetos que deben ser interpretados. Pero tal informa-cin se supone que procede del componente sintctico, que en todos los modeloslingisticos funciona como mediador entre la semntica y el componente fnico.En cambio, en el modelo que comentamos cierta informacin sintctica la queimpone restricciones de paralelismo formal entre los fragmentos de clarificacin ylas oraciones que los legitiman debe ser introducida directamente en el componentesemntico que rige el funcionamiento del dilogo. El problema emprico tiene quever con la restrictividad del modelo: el enfoque por el que abogan Ginzburg y Cooperse basa en la idea de que los fragmentos de clarificacin no respetan las restriccio-nes de isla, pero ya hemos visto que otras clases de enunciados fragmentarios secaracterizan por acogerse a tal tipo de principios. Por lo tanto, la generalizacin delanlisis al resto de las construcciones fragmentarias resultara problemtica. En el lti-mo apartado de este trabajo exploraremos tentativamente algunos posibles caminosde solucin para el primero de los problemas mencionados.

    6. Eplogo: el componente temtico de los fragmentos

    De lo visto hasta ahora se deduce que el modelo propuesto por Merchant (2003)para la elipsis es claramente superior a todos los dems analizados en este trabajo.No obstante, hay un aspecto que puede suscitar recelos: la excesiva redundanciaque introduce, ya que la informacin proposicional que vehiculan los fragmentos

    se obtiene mediante la introduccin de unidades silentes recuperadas del contextodiscursivo o pragmtico.

    Afrontar este aspecto lleva necesariamente a proponer un modelo de elipsis sinelisin, en la estela del de Ginzburg y Cooper. En un modelo de ese tipo, el valorproposicional de los fragmentos se articula en el componente semntico, vincu-lndolos con informacin discursiva o pragmtica. Una cuestin interesante quedebe plantearse es si en el marco de la gramtica de la oracin no se dan casossimilares de relacin entre un constituyente y una proposicin entera. En nuestra opi-

    nin, tal relacin es la que caracteriza a las construcciones escindidas del espaol.Ntese la estrecha relacin que se establece entre estos esquemas (29a) y los frag-mentos de respuesta corta (29b)28:

    184 Jos M. Brucart

    28. Tal paralelismo se estudia en Brucart (1994), donde tambin se propone un anlisis para las oracioneshendidas con duplicacin preposicional. Es interesante sealar que, si el paralelismo que sugerimoses acertado, la existencia de las construcciones hendidas con duplicacin pronominal plantearaun problema a los anlisis de elipsis con elisin, ya que no parece viable aplicar tal mecanismo a

    oraciones como (29a).

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    27/31

    (29) a. Con Mara es con quien Luis fue al cine.

    b. Con quin fue Luis al cine?

    Con Mara.

    Dejando de lado por ahora las diferencias ilocutivas y perlocutivas entre losdos ejemplos anteriores, resulta claro que la relacin que se establece entre el sin-tagma preposicional que encabeza la construccin en (29a) y la oracin de relati-vo que aparece al final es idntica a la que vincula la respuesta fragmentaria de(29b) a la correspondiente pregunta29. De hecho, lo nico que tienen de particularlas construcciones de (29a) es que aparecen en una misma oracin la variable creadapor el hablante (representada por el pronombre relativo) y el elemento que identi-

    fica valor que l mismo le otorga (el SP que funciona como foco)30. Por el contra-rio, en los fragmentos de respuesta corta, la identificacin de la variable creada porel primer interlocutor es satisfecha por el segundo. Una caracterstica importante delas dos construcciones que estamos estudiando es que requieren la duplicacin dela preposicin que expresa la dependencia temtica del correspondiente argumen-to en la oracin abierta. En efecto, prescindir de tal marca en el fragmento de (29b)dara lugar a una incoherencia discursiva31.

    La importancia de la presencia de una variable en el contexto discursivo previo

    para legitimar la aparicin de una respuesta corta se pone de manifiesto en (30),donde no existe una pregunta, pero en cambio s que aparece una variable, lo quepermite que el interlocutor aporte informacin fragmentaria:

    (30) He odo que Mara hablaba con alguien por telfono.

    Con Luis, que quera invitarla al cine.

    A la vista de estos ejemplos, podra habilitarse un mecanismo basado en la teo-

    ra temtica que vinculara los fragmentos de respuesta corta con la correspondientevariable del enunciado precedente. Una caracterstica discursiva fundamental de

    Entre el borrado y la reconstruccin 185

    29. Desde el punto de vista de la estructura informativa, tambin hay coincidencia entre ambas cons-trucciones, ya que en ellas el SP tiene valor remtico y focal. Recurdese que en el anlisis deMerchant sta era una de las caractersticas de los fragmentos de respuesta corta. La aparicinde una variable en una oracin tiene el efecto de convertir la correspondiente proposicin en unafrmula abierta. En (29a) la oracin atributiva tiene como funcin cerrar la proposicin abierta for-

    mada por la relativa.30. Otro contexto sintctico en el que se efecta una operacin similar es el que corresponde a inte-rrogativas retricas como Con quin si no con Mara quera ir Luis al cine?

    31. La situacin es ligeramente distinta en el caso de (29a), ya que una oracin comoMara es conquien Luis fue al cine es gramatical. No obstante, esta ltima oracin est desprovista del nfasisque resulta caracterstico de las construcciones hendidas, por lo que corresponde a un patrn sin-tctica y semnticamente distinto (el correspondiente a las oraciones atributivas propiamentedichas). Las construcciones hendidas con duplicacin preposicional parecen ser una construccinmarcada. Otras lenguas utilizan procedimientos diferentes para formar esta clase de oraciones. Dehecho, en algunas variantes del espaol (sobre todo, en Amrica) se prefiere el patrn sintctico

    llamado de que galicado, que evita duplicar la preposicin: Con Mara es que Luis fue al cine.

  • 8/22/2019 Brucart Nuevos Enfoques en El Tratamiento Gramatical de La Elipsis

    28/31

    las variables es que su valor puede ser identificado. Una manera de hacerlo es pormedio de la existencia de un antecedente que dependa temticamente de otro pre-dicado, como sucede comnmente en las oraciones de relativo. Otro modo de pro-

    ceder a la identificacin consiste simplemente en establecer el valor de la variablesin crear una proposicin distinta de la que ha servido para vehicularla. ste es elcaso que nos interesa. En las construcciones hendidas con duplicacin preposi-cional es el propio hablante que crea la variable quien procede a identificarla uti-lizando para ello un esquema oracional atributivo. Finalmente, en los fragmentosde respuesta corta es el interlocutor quien procede a identificar tal valor 32.Supongamos que las variables legitiman un procedimiento de exportacin temti-ca en aquellos casos en los que el elemento que las identifica no forma parte deuna predicacin independiente de la que ha creado la variable. Tal mecanismo, queactuara por defecto, permitira asignar el mismo papel temtico que el recibidopor la variable, de modo que se creara una dependencia entre el argumento queaparece en la respuesta corta y el predicado que selecciona la variable. Este pro-cedimiento no presenta el problema de tener que incorporar informacin sintcti-ca en el componente semntico, ya que las dependencias temticas son primitivossemnticos que se legitiman en el nivel conceptual-intencional. Por lo que respec-ta a la sintaxis de los fragmentos, basta suponer que toda construccin sintcticacomposicional se obtiene por mecanismos de fusin que proceden de abajo arri-ba, por lo que cualquier proyeccin sintctica puede constituirse en enunciadoindependiente33.

    Como hemos visto al tratar de la elipsis de clarificacin, la preposicin slo serequiere en la interpretacin que Ginzburg y Cooper llaman de clusula. En la lec-tura de constituyente, tal marca desaparece obligatoriamente. La teora de la expor-tacin temtica vincula esta diferencia con la contrapuesta naturaleza semnticadel elemento fragmentario en uno y otro caso. En la lectura de clusula, el cons-tituyente que funciona como trmino de la preposicin es un argumento y debe

    legitimar un papel temtico (y una marca de caso) por medio de su vinculacincon el enunciado anterior. En cambio, en la lectura de constituyente, el elemento queforma el fragmento tiene valor de predicado34 es decir, corresponde al atributode una oracin copulativa: Quin es Adelino?, en el caso de (28b). De ah que noacepte marca de caso ni de asignacin de papel temtico.

    La piedra de toque de un modelo como el que se acaba de esbozar reside en sucapacidad para reflejar de forma adecuada los fenmenos de afectacin de islasestudiados por Merchant (2003). Recurdese que no todas las construcciones frag-

    186 Jos M. Brucart

    32. Naturalmente, no se puede descartar la posibilidad de que pregunta y respuesta sean formuladas porel mismo interlocutor (como sucede, por ejemplo, en el caso del monlogo dialogado o en las pre-guntas retricas).

    33. A los efectos de lo que aqu nos interesa, sta es una diferencia trascendente respecto de modelosgenerativos anteriores que tomaban la proyeccin oracional como axioma de las reglas sintcti-cas. En un modelo como se, toda construccin sintctica deba ser de naturaleza oracional.

    34. Fukaja y Hoji (1999), a