Breve Historia del MSSA

10
UNA HISTORIA EXTRAORDINARIA: EL MUSEO DE LA SOLIDARIDAD El Museo de la Solidaridad por su historia de gestación y su filosofía es en sí un gesto sin precedentes, tanto desde el punto de vista cultural como político, y es precisamente lo que lo hace atípico con respecto a otra clase de museos, ya que se movilizó en base a determinadas opciones e ideas políticas, pero no de un modo partidista. En este mismo sentido su historia ha estado cruzada por la historia de la gobernabilidad de Chile y de las posturas historicas ideologías a nivel mundial. Es portador de la historia de un país inserto en un contexto político internacional. Es ante todo un museo político en su más amplio sentido: ético y estético. Formación del Museo de la Solidaridad La idea de formar el Museo de la Solidaridad se gesta en el transcurso de lo que se llamó la Operación Verdad –Santiago, marzo 1971-, a pocos meses de asumido el Gobierno de la Unidad Popular. El Presidente Allende invitó a diferentes personalidades internacionales -intelectuales, periodistas y artistas- para que observaran el desarrollo de transformación que vivía el país, ‘la vía chilena al socialismo‘. Entre otros asistió el crítico de arte español, José María Moreno Galván y el senador italiano Carlo Levi, quienes lanzaron la iniciativa de promover en los medios artísticos europeos donaciones de obras de arte, que permitieran al Gobierno del Presidente Allende crear un museo para el pueblo de Chile y de este modo hacer una movilización solidaria de los artistas del mundo para manifestar su apoyo a este gobierno. Se nombra a Mario Pedrosa, destacado crítico de arte brasilero y organizador de dos de las bienales de Sao Paulo (1953 y 1961), como presidente del Comité Ejecutivo de esta iniciativa, quien fue el gran gestor y fundador del Museo de la Solidaridad. Pedrosa estaba exiliado en Chile por la dictadura brasilera. Era el mejor hombre para dirigir este proyecto, un renombrado experto en arte contemporáneo, con múltiples contactos con destacadas personalidades del medio artístico internacional. Como Secretario Ejecutivo se nombra a Danilo Trelles, cineasta cubano, consultante del Departamento de Bellas Artes de UNESCO y amigo personal del Presidente Allende, quien también residía en Chile. En enero de 1972 se constituye el Comité Internacional de Solidaridad Artística con Chile (CISAC), que quedó integrado por destacados artistas, criticos de arte y directores de museos de diferentes capitales de Europa y América: Louis Aragon, poeta francés y director de Lettres Francaises; senador Carlo Levi, pintor y escritor italiano; Jean Leymarie, director del Museo de Arte Moderno de París; Giulio Carlo Argan, ex-presidente de la Asociación Internacional de Críticos de Arte; Edward de Wilde, director del Museo de Arte Moderno de Amsterdam; Dore Ashton, crítica de arte norteamericana; sir Ronald Penrose, crítico de arte inglés; Harald Szeemann, director de la Bienal de Berna, Suiza; Rafael Alberti, poeta español; José María Moreno Galvan, crítico de arte español; Aldo Pellegrini, escritor y crítico de arte argentino; Juliusz Starzynski, profesor y crítico de arte polaco; Mariano Rodríguez, pintor y sub-director de la Casa de las Américas; Mario Pedrosa, vice-presidente de la Asociación Internacional de Críticos de Arte y Danilo Trelles. Doce países quedan representados en este Comité: Argentina, Brasil, Cuba, España, Estados Unidos, Francia, Holanda, Inglaterra, Italia, Polonia, Suiza y Uruguay. Mario Pedrosa se refiere a la formación del CISAC: “La primera resolución nuestra fue que el Comité estuviera compuesto solamente por personalidades extranjeras. Las donaciones servirían para organizar un

description

Texto del catálogo "Arte y Compromiso Centro" Cultural España 2011

Transcript of Breve Historia del MSSA

Page 1: Breve Historia del MSSA

UNA HISTORIA EXTRAORDINARIA: EL MUSEO DE LA SOLIDARIDAD

El Museo de la Solidaridad por su historia de gestación y su filosofía es en sí un gesto sin precedentes, tanto

desde el punto de vista cultural como político, y es precisamente lo que lo hace atípico con respecto a otra

clase de museos, ya que se movilizó en base a determinadas opciones e ideas políticas, pero no de un modo

partidista.

En este mismo sentido su historia ha estado cruzada por la historia de la gobernabilidad de Chile y de las

posturas historicas ideologías a nivel mundial. Es portador de la historia de un país inserto en un contexto

político internacional. Es ante todo un museo político en su más amplio sentido: ético y estético.

Formación del Museo de la Solidaridad

La idea de formar el Museo de la Solidaridad se gesta en el transcurso de lo que se llamó la Operación

Verdad –Santiago, marzo 1971-, a pocos meses de asumido el Gobierno de la Unidad Popular. El Presidente

Allende invitó a diferentes personalidades internacionales -intelectuales, periodistas y artistas- para que

observaran el desarrollo de transformación que vivía el país, ‘la vía chilena al socialismo‘. Entre otros asistió

el crítico de arte español, José María Moreno Galván y el senador italiano Carlo Levi, quienes lanzaron la

iniciativa de promover en los medios artísticos europeos donaciones de obras de arte, que permitieran al

Gobierno del Presidente Allende crear un museo para el pueblo de Chile y de este modo hacer una

movilización solidaria de los artistas del mundo para manifestar su apoyo a este gobierno.

Se nombra a Mario Pedrosa, destacado crítico de arte brasilero y organizador de dos de las bienales de Sao

Paulo (1953 y 1961), como presidente del Comité Ejecutivo de esta iniciativa, quien fue el gran gestor y

fundador del Museo de la Solidaridad. Pedrosa estaba exiliado en Chile por la dictadura brasilera. Era el

mejor hombre para dirigir este proyecto, un renombrado experto en arte contemporáneo, con múltiples

contactos con destacadas personalidades del medio artístico internacional. Como Secretario Ejecutivo se

nombra a Danilo Trelles, cineasta cubano, consultante del Departamento de Bellas Artes de UNESCO y

amigo personal del Presidente Allende, quien también residía en Chile.

En enero de 1972 se constituye el Comité Internacional de Solidaridad Artística con Chile (CISAC), que quedó

integrado por destacados artistas, criticos de arte y directores de museos de diferentes capitales de Europa

y América: Louis Aragon, poeta francés y director de Lettres Francaises; senador Carlo Levi, pintor y escritor

italiano; Jean Leymarie, director del Museo de Arte Moderno de París; Giulio Carlo Argan, ex-presidente de la

Asociación Internacional de Críticos de Arte; Edward de Wilde, director del Museo de Arte Moderno de

Amsterdam; Dore Ashton, crítica de arte norteamericana; sir Ronald Penrose, crítico de arte inglés; Harald

Szeemann, director de la Bienal de Berna, Suiza; Rafael Alberti, poeta español; José María Moreno Galvan,

crítico de arte español; Aldo Pellegrini, escritor y crítico de arte argentino; Juliusz Starzynski, profesor y

crítico de arte polaco; Mariano Rodríguez, pintor y sub-director de la Casa de las Américas; Mario Pedrosa,

vice-presidente de la Asociación Internacional de Críticos de Arte y Danilo Trelles. Doce países quedan

representados en este Comité: Argentina, Brasil, Cuba, España, Estados Unidos, Francia, Holanda,

Inglaterra, Italia, Polonia, Suiza y Uruguay.

Mario Pedrosa se refiere a la formación del CISAC: “La primera resolución nuestra fue que el Comité

estuviera compuesto solamente por personalidades extranjeras. Las donaciones servirían para organizar un

Page 2: Breve Historia del MSSA

museo nuevo en un Chile nuevo. Así se destacaba la espontaneidad de la idea solidaria. Danilo Trelles y yo,

por no ser ciudadanos chilenos y estar radicados en Chile, pasamos a formar inmediatamente el núcleo del

Comité. De inmediato hicimos varias llamadas internacionales a personalidades relevantes del mundo

artístico para que se integraran al Comité. Conseguimos la adhesión entusiasta de quienes hoy lo

constituyen“.1

Los objetivos del CISAC eran promover la idea en sus respectivos países y tomar contacto con los artistas

del mundo para que apoyaran la experiencia política que se estaba viviendo en Chile y colaboraran mediante

la donación de sus obras a la formación de un museo en Chile.

Paralelamente, el Presidente Allende nombra a Miguel Rojas Mix, director del Instituto de Arte

Latinoamericano y a José Balmes, director de la Escuela de Bellas Artes -ambas instituciones de la

Universidad de Chile-, como coordinadores chilenos del Movimiento de Solidaridad Artística con Chile. Estas

instituciones respaldaron institucionalmente al CISAC. El Instituto de Arte Latinoamericano era el centro

donde funcionaba el Comite Ejecutivo y el que trabajó como ente legal del museo hasta que éste se

constituyera legalmente.

El Departamento Cultural de la Presidencia de la Secretaría General de Gobierno, mediante Miria Contreras,

coordinó el traslado de las obras a Chile, quien también se preocupaba de informar al Presidente Allende y al

Ministerio de Relaciones Exteriores de las necesidades requeridas por el CISAC.

Luego que se lanzó la idea del Museo de la Solidaridad, Mario Pedrosa, Miguel Rojas Mix y Carmen Waugh,

relacionadora pública del Instituto de Arte Latinoamericano, comenzaron a viajar -marzo 1972- a distintas

partes del mundo, para contactarse con personalidades vinculadas al ámbito artístico y difundir la idea de la

formación de este museo.

Asímismo, los integrantes del CISAC trabajaron arduamente en sus respectivos países. Hicieron un llamado

a los artistas más representativos para comprometerlos con esta tarea solidaria hacia Chile, que se veía

como un caso único en la historia del mundo contemporáneo.

De este modo, la idea fue tomando cuerpo, se fue difundiendo con gran rapidez en el medio artístico y gran

cantidad de personas se fueron suscribiendo a la idea. Mario Pedrosa utilizó toda su influencia internacional,

se contactó con la mayoría de las personalidades insertas en el movimiento plástico mundial, logrando la

adhesión de importantes artistas que comprometieron la donación de obras para el Museo. Principalmente

gracias a él se obtuvo la gran solidaridad cultural y artística hacia Chile.

Así, en un lapso muy corto de tiempo se produjo la organización y concreción del proyecto. Después de los

viajes y de mucha correspondencia comenzó a llegar la respuesta de los artistas e intermediarios de arte que

se comprometían a donar obras y a trabajar en la difusión de esta idea.

Los artistas fueron a entregar sus obras a las embajadas chilenas para ser enviadas a Chile. De este modo

informal se conformó el capital artístico del Museo, los artistas rompieron con el espíritu legal-burocrático,

las donaciones fueron un regalo espontáneo, que demostró la ferviente adhesión al proceso socio-político

que se vivía en Chile. “La respuesta al llamado ha sido fabulosa, según expresó Mario Pedrosa (…).

Diariamente llegan cartas y telegramas ofreciendo más pinturas y esculturas. En algunos países han tenido

1 Virginia Vidal, “Museo de la Solidaridad no tiene precedentes”, en El Siglo, 31 marzo 1972, pág.10.

Page 3: Breve Historia del MSSA

que hacer una selección previa de las obras, para enviar las mejores a Chile“.2 “En París, Pablo Neruda se

reunió con cuarenta y cinco artistas que le anunciaron su envío, entre otros Pignon y Max Ernst“.3

Así, en menos de cuatro meses de haberse constituido el CISAC, se recibieron los primeros envios -abril

1972-, procedentes de Francia, España y México.4 Entre éstas, la obra de Joan Miró, quien pintó

especialmente para el Gobierno de Chile una magnífico óleo donde está representado el gallo de la victoria,

avaluada en esa época en medio millón de dólares.

Las obras generalmente eran enviadas a Chile a través de las embajadas chilenas por valija diplomática y

recibidas por el Ministerio de Relaciones Exteriores, pero en otras ocasiones ingresaban por aduana o los

artistas las enviaban personalmente mediante conocidos que viajaban a Chile o directamente al Instituto de

Arte Latinoamericano.

La mayoría de las veces éstas venían acompañadas con un documento que detallaba el nombre del autor y

de la obra, realizado por la embajada antes de ser despachadas. Las que eran retiradas de la aduana solo

contaban con sus papeles de salida del país de origen y de entrada al nuestro. No existían certificados de

donación de obra del artista al Museo de la Solidaridad, lo que fue un problema para la legalización del

museo en los años ‘70 y en los ‘90 con el retorno a la democracia. Los inventarios que se levantaban en

Chile eran listados básicos, no contemplaban una descripción de la obra, fotografía, biografía del autor ni

avalúo, lo que ha sido hasta la fecha un problema para la documentación de las obras de esta colección.

La inauguración del Museo de la Solidaridad -17 de mayo de 1972- se realiza en el Museo de Arte

Contemporáneo de la Quinta Normal, paralelamente al encuentro de artistas plásticos del Cono Sur,

organizado por el Instituto de Arte Latinoamericano. Esta fue inaugurada por el Presidente Allende, quien en

su discurso señala: “Los artistas del mundo han sabido interpretar este sentido profundo del estilo chileno de

lucha por la liberación nacional y, en un gesto único en la trayectoria cultural, han decidido,

espontáneamente, obsequiar esta magnífica colección de obras maestras para el disfrute de ciudadanos de

un lejano país que, de otro modo, difícílmente tendrían acceso a ella. ¿Cómo no sentir, al par que una

encendida emoción y una profunda gratitud, que hemos contraído un solemne compromiso, la obligación de

corresponder a esa solidaridad?“5

Continuán llegando nuevos envíos de Francia, Polonia, Cuba, Argentina, Uruguay, Estados Unidos6, Ecuador,

España, México, Italia y Brasil.

El nombre del Museo de la Solidaridad y su proyección a futuro surge con la llegada del primer envío de

obras, que denota la gran adhesión y apoyo que existía de los artistas del mundo. En su proyección se

entremezclaron diversos factores. Era un museo único y atípico por sus características de formación, fue por

2 “Mañana se inaugura el Museo de la Solidaridad”, en Puro Chile, 16 mayo 1972, pág. 9. 3 Virginia Vidal, “Nace en chile un museo único en la historia de los pueblos: el Museo de la Solidaridad”, en El Siglo, 14 abril 1972, pág.10. 4 La donación francesa contaba con obras de Carlos Cruz Diez, Roberto Matta, Vasarely, etc. En el envío español obras de Manolo Millares, Grupo Crónica, José Guinovart, Eduardo Chillida, Jorge Oteiza, etc. En el mexicano obras de José Luis Cuevas, David Alfaro Siqueiros, etc. 5 Catálogo de la Primera Inauguración del Museo de la Solidaridad, Ed. Quimantú, abril 1972, págs.1, 2. 6 El 8 de octubre de 1972 se inventarió el envío de EEUU en el edificio de la UNCTAD. Fueron 15 donaciones, dentro de las que se contaba un Sol Lewitt, de la que se desconoce su paradero hasta hoy.

Page 4: Breve Historia del MSSA

la adhesión ideológica de los artistas donantes al proceso político que vivía Chile,7 por lo que se debía

romper con toda idea tradicional de museo, acorde al compromiso que se había adquirido con los artistas.

Debía ser un museo del Estado y autónomo, no podía pasar a acrecentar el acervo artístico de otra

institución, su objetivo y filosofía eran únicos. El museo se debía mantener como un todo inseparable, en un

lugar estable de exposición. Debía ser no solo artístico, ya que estaba sustentado en un ideal politico-

ideológico, por lo que se debían buscar nuevos modelos culturales que respondieran a los cambios

históricos que se querían impulsar. Debía ser un museo vivo, dinámico, al servicio del pueblo de Chile, con

fines culturales y educativos, de total participación y acceso a la comunidad. Como las donaciones eran para

el pueblo de Chile, se debía constituir una Fundación dirigida por sus representantes, por las organizaciones

sociales.

El Museo de la Solidaridad se tenía proyectado como el museo de arte moderno más importante de América

Latina, representativo de una época histórica. Una vez que estuviera en un lugar específico, se pensó que

curatorialmente debía estar dividido en dos partes, una de arte moderno y otra de arte latinoamericano. A

futuro se seguiría incrementando con nuevas donaciones, esta iba a ser su forma permanente de

adquisición.

Ya habían pasado cuatro meses de la llegada de las primeras obras y todavía no se había logrado constituír

el Museo de la Solidaridad como tal. Era imperioso darle personalidad jurídica y un lugar estable de

instalación, pero para eso era necesario legalizar las obras como donaciones e incorporarlas al patrimonio

nacional, pero como no se contaba con los certificados de donación, administrativamente era muy

engorroso hacer este traspaso, el gobierno debía enviar una iniciativa legal al Congreso para legalizarlo.

La verdad es que la formación del museo se hizo con suma rapidez, existía una voluntad férrea de cambio

histórico, de aquí que se dejan los temas burocráticos de lado, que eran impresindibles: “Para nosotros era

la iniciativa de un pueblo en movimiento, fue la primera vez en toda mi vida en que presentí que todo un

pueblo se movía en una sola dirección, con ideas creadoras, a veces muy anárquicas (…). Existía una

afirmación de otros valores, por lo que no tomabamos en cuenta el mundo de la burocracia, nos reíamos de

ella, ¿qué importaba una firma si estábamos en movimiento?“8

En julio del 72 el Presidente Allende propuso que el Museo se instalara definitivamente en el edificio Defensa

de la Raza, ubicado en el Parque O`Higgins. Lamentablemente el Museo nunca se pudo establecer en dicho

lugar, ya que cuando se estaban haciendo las remodelaciones vino el Golpe Militar.

En una carta enviada por Mario Pedrosa al Presidente Salvador Allende –septiembre 1972- insiste en la

constitución del museo: “Ya pasaron 5 meses de la bella fiesta de la primera exposición en Quinta Normal,

frecuentada por más de 100 mil personas, y no se adelantó un paso en la realización del Museo, pero los

compromisos contraidos con los artistas en el mundo continuan incumplidos y crecen (más de 100 obras ya

nos fueron donadas desde mayo último). Yo me siento aplastado por los compromisos que seguimos

7 “Los trabajadores de la cultura de casi todos los países vuélvense (…) hacía el Chile de hoy lleno de esperanza‚ ‘la vía chilena del socialismo‘, tal como fue definida por el Presidente Allende, es lo que mueve a la mayoría de ellos a ofrecer al pueblo de Chile los mejores frutos de su poder creativo. Y lo hacen sin ninguna opción de partidismo político o sectario, Si hay política en su acción es política en el más alto sentido del vocablo, es decir, en un sentido eminentemente ético, humanista y libertario.“ (Declaración Comité Ejecutivo, catálogo de la Primera Inauguración del Museo de la Solidaridad, Ed. Quimantú, abril de 1972, pág. 3) 8 Entrevista a Alberto Pérez, artista, Santiago, 6 octubre 1990, cinta nº 10. Archivo personal.

Page 5: Breve Historia del MSSA

asumiendo, y no se cómo continuar asumiéndolos indefinidamente. Si hasta aquí lo hice con impávido

coraje, es confiado exclusivamente en su palabra.“9

A principios de 1973 el gobierno se compromete a dar una solución legal, pero no se alcanzó a constutuir la

Fundación ni a incorporar la obra como patrimonio nacional. “La contingencia era tan grande que nadie se

preocupó de legalizarlo (…). Mario Pedrosa (…) pensaba constituir esta Fundación con carácter jurídico y

como vino el Golpe, se acabó todo.“10 Lo cierto es que hubo falta de previsión, se pensó que el tiempo de

formación del museo sería más largo.

En agosto de 1973 se realizó la segunda inauguración del Museo de la Solidaridad, en el Museo de Arte

Contemporáneo de la Quinta Normal y paralelamente en el edificio Gabriela Mistral. Lautaro Labbé, entonces

director del Museo de Arte Contemporáneo, comenta: “Cuando viene el ataque fuerte del fascismo contra la

Unidad Popular, nosotros decidimos que había que revitalizar esta ayuda internacional y optamos por

reinaugurar el Museo de la Solidaridad (...). Se inauguró con una selección de obras ya mostradas en la

primera inauguración y otras que habían llegado después. La inauguración se hizo paralelamente en el

Museo Contemporáneo y en la UNCTAD, esto fue a principìo de septiembre del 73, estaba colgado cuando

sobrevino el Golpe“.11

Cuando viene el Golpe Militar la mayoría de las obras se encontraban en las bodegas del Edificio Gabriela

Mistral, con excepción de las que estaban siendo exhibidas, de las que se hallaban en las aduanas de

Pudahuel y de Valparaíso o en las embajadas chilenas en el exterior. Con el 11 de septiembre de 1973 se

clausura el edificio Gabriela Mistral y el Museo de Arte Contemporáneo, pasan a ser recintos militares.

“Estuve en el Museo de Arte Contemporáneo hasta un día antes del Golpe (…). Como diez y seis días

después del Golpe fui al Museo, estaba convertido en un campamento militar, me pidieron el carnet, pasé y

hablé con el administrador que vivía allí y me dijo: ‘¿Cómo anda aquí, cómo pudo pasar?, los militares lo

primero que hicieron fue venir a buscarlo‘. Le pregunté que había pasado con las exposiciones y me dijo:

‘entraron, vieron todo, se metieron los milicos para adentro, destrozaron toda la exposición de No al

fascismo, No a la guerra civil, la hicieron añicos‘ (...). El Museo de la Solidaridad estaba colgado, en perfectas

condiciones, no vi nada razgado, eso no lo tocaron, pero lo otro lo destruyeron totalmente, (...). Esta fue la

última vez que vi el Museo y después no supe nada más“.12

Desde aquí se pierde toda pista pública del Museo de la Solidaridad. Los documentos del Instituto de Arte

Latinoamericano se hicieron desaparecer, éstos contenían la información de las obras que habían sido

ofrecidas y de las que se debía retirar de aduana.

El Museo en la clandestinidad

El Museo de la Solidaridad al estar marcado por la explícita relación que tenía con el contexto socio-político

en que se gestó, el gobierno militar ve en él una amenaza, una fuerte carga política de oposición, que guarda

la memoria del pasado derrotado, pero al mismo tiempo siente la necesidad de resguardar este patrimonio,

9 Carta de Mario Pedrosa al Presidente Salvador Allende, septiembre 1972, pág. 1. Archivo Fundación Allende. 10 Entrevista a Lautaro Labbé, director del Museo de Arte Contemporáneo (1972/73), Santiago, 13 octubre 1990, cinta nº 11. Archivo personal. 11 Entrevista a Lautaro Labbé, cita. 12 Entrevista a Lautaro Labbé, cita.

Page 6: Breve Historia del MSSA

ya que es de gran valor material y simbólico, se trata de las obras de algunos de los artistas más connotados

a nivel internacional, sin duda el museo más importante de Chile. Así, lo explica Enrique Campos Menéndez,

asesor cultural de la Junta de Gobierno, 1973/86 y director de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y

Museos, 1977/86: “(El Museo) motivaba una situación bastante delicada, por lo que yo traté de (…)

mantenerlo quieto sin que se deteriorara y al mismo sin que aparecieran unos aprovechándose del regalo

hacia otros (...) y, evitando así todo tipo de escándalo internacional.“13

El Golpe Militar acaba con el Museo de la Solidaridad, aniquila este proyecto cultural y se esconde de la

opinión pública por 17 años. Es un regalo maravilloso pero incómodo, es imprescindible borrarle su

contenido político.

La colección del Museo a pocos días del golpe queda bajo la tuición de la Facultad de Bellas Artes de la

Universidad de Chile, quien retiro las obras que se encontraban en las bodegas del edificio Diego Portales –

ex Gabriela Mistral- y algunas que estaban en la aduana, y fueron enviadas al Museo de Arte

Contemporáneo. Matías Vial, decano de esta Facultad –1973/75-, se refiere al tema: “Según recuerdo todo lo

del Diego Portales y de la aduana fue llevado a la Facultad, yo vi las obras en el subterráneo de la Escuela,

las que posteriormente fueron llevadas al Museo Contemporáneo. Se hicieron inventario de todas las obras

que se retiraron (...). Todo esto se hizo inmediatamente después del Golpe“.14

Bajo la dirección de Lily Garafulic del Museo Nacional de Bellas Artes -a fines de 1973-, alrededor de 4

envíos del Museo de la Solidaridad fueron retirados de la aduana de Pudahuel por personal de éste y

pasados a sus inventarios. Ernesto Muñoz, entonces relacionador público de este museo, relata la situación:

“yo fui al Instituto de Arte Latinoamericano y chequee todo el museo. En este catálogo venía una parte que

decía: ‘por llegar‘ (…). Fui a la aduana y comencé a preguntar, me atendió un señor de apellido Moraga,

comenzaron a buscar y a encontrar las cosas. Yo saqué 4 envíos de la aduana, (...) me conseguí unos

timbres y una firmas bien oficiales, y los sacamos porque de otro modo se habrían perdido“.15

De las colecciones que quedaron en las embajadas chilenas tampoco se sabe de su destino, a excepción de

la donación inglesa, en la que se encontraban obras de Kenneth Armitage, Eduardo Paolozzi y Henry Moore,

y que fueron devueltas a sus autores.

Lo cierto es que se produjo una disgregación de la colección del Museo de la Solidaridad que hasta el día de

hoy se desconoce. Los distintos inventarios que existen son contradictorios en ciertos datos, por lo que

permanece la incertidumbre respecto a ¿qué obras se perdieron y dónde están? ¿Cuáles se destruyeron?

Por otro lado, algunos integrantes del CISAC adoptaron la postura de tratar de recuperar las donaciones en

su totalidad, y Mario Pedrosa, asilado en México, también hizo gestiones para que éstas fueran traspasadas

al Museo de Arte Moderno de México, hasta que el Museo de la Solidaridad hallara una solución definitiva:

“Es fundamental (…) lograr la recuperación de todas las obras donadas por artistas del mundo entero. Estas

obras (…) han quedado en Chile en tres sitios: en el Edificio Gabriela Mistral (UNCTAD), donde estaban

expuestas unas 40 obras, y otras 300 se encontraban en bodega. Los representante de la Junta Militar

decidieron embodegarlas en el Museo de Bellas Artes, del Parque Forestal. Otras 300 obras estaban también

expuestas en el Museo de Arte Contemporáneo en la ‘Quinta Normal‘ (...) un tercer grupo está en la Aduana

13 Entrevista a Enrique Campos Menéndez, Santiago, 7 diciembre 1990, cinta nº 22. Archivo personal. 14 Entrevista a Matías Vial, Santiago, 24 octubre 1990, cinta nº 15. Archivo personal. 15 Entrevista a Ernesto Muñoz, Santiago, 22 octubre 1990, cinta nº 14. Archivo personal.

Page 7: Breve Historia del MSSA

Marítima del Puerto de Valparaíso. / Algunos individuos allegados a la Junta Militar e impuestos en cargos de

dirección artística están maniobrando con toda malevolencia para quedarse con esas obras, no tanto por

razones de interés cultural, sino para neutralizar el propósito de solidaridad de los artistas de todo el mundo

con el pueblo chileno. Esto es preciso evitarlo a toda costa, porque estoy seguro que todos los artistas que

apoyaban la democracia en Chile, repudiaran la ingerencia de los militares fascistas en este asunto. / Por lo

anterior me dirijo a ti, para decirte que me ayudes a gestionar la recuperación de las obras con el objeto de

llevar a cabo la realización del proyecto del Museo de la Solidaridad con el pueblo chileno, esta vez fuera de

Chile. En virtud de que las obras entraron a territorio chileno en calidad de importación temporal, la donación

no quedó debidamente formalizada y los fines para los cuales fueron reunidas ya no existen.“16

A su vez, el gobierno militar temía que estas obras fueran reclamadas por sus autores, ya que su situación

legal no había sido establecida. Este fue otro factor que lo llevó a mantener las donaciones ocultas. De no

haber sido así, se hubiése desatado un problema internacional, que habría exigido la devolución inmediata

de este patrimonio tan importante para Chile.

La colección del Museo al no tener su situación legal establecida estaba en tierra de nadie, por lo que quedó

expuesta a infinitas irregularidades, como traspasos, pérdidas, etc. Pero, por otro lado, esto permitió un

resguardo y una paralización de toda posibilidad de cambios de tuición y de intervención. Se produjo una

especie de paradójica inmunidad.

Ya en 1974 los asesores culturales de la Junta de Gobierno empezaron a tener un interés explícito por las

obras. En una carta de Nena Ossa, secretaria de Relaciones Culturales de la Secretaría General de Gobierno

-1974/78- y directora del Museo Nacional de Bellas Artes -1978/90- dirigida a Eduardo Ossandón, director

del Museo Contemporáneo, -1974/75- se denota este interés por el Museo: “se nos prometió recibiríamos

pronto la nómina de los cuadros que varios países donaron al Estado chileno durante la pasada

administración de Allende. Por ser este un patrimonio del Estado de alto valor, insistimos ahora en que nos

hagas llegar la lista a la brevedad (…). / Nuestro Departamento no puede seguir ignorando los antecedentes

que le solicitamos, ya que de ellos debemos informar a la Excelentísima Junta, que está preocupada por la

actividad actual y futura de los museos chilenos (…)“.17

En el año 1976, el Ministerio de Educación comenzó a hacer gestiones para que la colección de la

Solidaridad pasara a resguardo de algún museo de su dependencia, por lo que la Universidad de Chile trató

de traspasarla legalmente a su patrimonio, lo que no consiguió por las pugnas institucionales. Cuando Nena

Ossa asume la dirección del Museo Nacional de Bellas Artes nuevamente intentó hacer este traspaso: “yo

traté en diferentes ocasiones que el Ministerio de Relaciones Exteriores me diera un informe escrito sobre el

verdadero estado legal de estos cuadros, para traspasarlos al Museo Nacional de Bellas Artes, por una razón

muy grande, el Museo de Bellas Artes es el museo más claramente del Estado, yo quería que esto se

legalizara, nunca tuve respuesta.“18

A pesar que durante el regimen militar se decidió ocultar la colección del Museo de la Solidaridad, existieron

una serie de filtraciones públicas de sus obras en diferentes exposiciones, donde no se reconoce su origen,

16 Carta de Mario Pedrosa a diferentes integrantes del CISAC: Dore Ashton, Ronald Penrose, Giulio Carlo Argan, Haral Szeemann, E. De Wilde, 25 octubre 1973. Archivo Fundación Allende. 17 Carta de Nena Ossa enviada a Eduardo Ossandón, Santiago, 13 septiembre 1974. Archivo Museo de Arte Contemporáneo. 18 Entrevista a Nena Ossa, Santiago, 29 octubre 1990, cinta nº 16. Archivo personal.

Page 8: Breve Historia del MSSA

sino que aparecen como patrimonio de otras instituciones. Este es el caso de la exposición Donaciones año

1974-1975 en el Museo Nacional de Bellas Artes realizada en 1976, con las obras que habían sido retiradas

por esta entidad de la Aduana en 1974. En 1982 se reinaugura el Museo de Arte Contemporáneo de la

Universidad de Chile, con una exposición de su colección, donde se incluyen obras del Museo de la

Solidaridad como parte de su patrimonio. En 1985, en el Instituto Cultural de Las Condes, se realiza la

Exposición Internacional de Plástica Contemporánea, en donde las obras aparecían como patrimonio de la

Universidad de Chile.

Es apartir de esta última exposición que los medios de prensa comienzan a denunciar la situación en que

estaba sumida dicha colección. Entrevistan a Fernando Cuadra, entonces décano de la Facultad de Artes,

por el origen de las obras, a lo que él respondé: “‘Yo descubrí la existencia de esas obras. En un noventa por

ciento forman parte del patrimonio del Museo de Arte Contemporáneo y no habían sido exhibidas nunca`.

Insistimo: ¿adquisiciones o donaciones?, respuesta del decano ‘adquisiciones‘. Nueva insistencia: ¿el

cuadro de Joan Miró también es adquisición?, respuesta: ‘creo que también‘.“19

A partir de este escándalo se desataron conflictos a nivel de gobierno. Al parecer, Augusto Pinochet se

disgustó porque en dicha exposición se estaba exhibiendo una obra de Osvaldo Guayasamín, quien era un

abierto adversario a su gobierno. Aparentemente esto le costó el puesto al alcalde de las Condes, Carlos

Correa. Por su parte, la Asociación Chilena de Escultores y Pintores –APECH- se comenzó a movilizar para

que la Universidad de Chile aclarara la situación de la colección, no se sabía en qué estado se hallaba,

dónde estaba, a quién pertenecía, ni por qué aparecía como patrimonio de la Universidad de Chile. Después

de muchos intentos una comisión de la APECH logra visitar las bodegas del Museo de Arte Contemporáneo

para realizar un inventario total de las obras, pero al asumir José Luis Federecci como rector de la

Universidad se cierra nuevamente toda posibilidad de aclarar la situación.

Respecto a la pérdida o préstamos clandestinos de las obras, hasta la fecha ha sido muy complejo de

aclarar, ya que los únicos documentos que existen son el catálogo de la primera inauguración del museo y

los inventario que se hicieron en el Instituto de Arte Latinoamericano, por lo que no hay conocimiento de los

préstamos que se realizaron durante 1972 y 1973, de las obras que llegaron después del Golpe Militar, de las

que no se alcanzaron a inventariar, de las que estaban en las aduanas, ni de las que se hallaban en la

embajadas chilenas. Se dice que durante la dictadura muchas obras del museo fueron prestadas a

particulares por la Universidad de Chile, como es el caso del cuadro de Vasarely y el de Miró que recorrieron

diferentes casas privadas.

Lo que parece increible es que la mayoría de estas obras hayan sobrevivido a la dictadura, tanto por su

situación precaria de conservación en las bodegas del Museo de Arte Contemporáneo, como también

porque no fueron saquedas.

El Museo de la Resistencia

El Golpe Militar no rompió totalmente con el proyecto de formación del Museo de la Solidaridad. Todas las

personalidades que componían el Comité Organizador del Museo de la Solidaridad en Chile tuvieron que

salir del país. Este mismo grupo se constituyó en el exterior y se organizó para continuar con la idea de

19 Saúl Ernesto, “El Museo extraviado”, en Rev. Pluma y Pincel, nº 16, julio 1985, pág. 20.

Page 9: Breve Historia del MSSA

formación del museo, pero esta vez en el exilio. En una primera instancia, este pasó a llamarse Museo de la

Resistencia y luego Museo Internacional Salvador Allende.

La idea de la continuidad del Museo nació en Francia, en 1975, en donde se conformó el Secretariado

Internacional del Museo, compuesto por José Balmes, Miria Contreras, Pedro Miras, Mario Pedrosa, Carmen

Waugh y Miguel Rojas Mix, quien así lo informa: “Nosotros continuamos ocupándonos del Museo en

circunstancias de gran ambigüedad, de responsabilidades, esto lo haciamos porque lo creamos.

Alternativamente Pedro Miras, José Balmes y yo formamos parte del Secretariado Internacional del Museo,

antes eramos los coordinadores nacionales del museo, después repetimos el mismo esquema afuera, nadie

nos designó porque eramos reconocidos por los artistas del exterior y por eso ellos nos daban su

confianza“·20

Se crearon comisiones en diferentes países: Francia, México, Cuba, Venezuela, Colombia, Suecia, Estados

Unidos y España, las que se constituyeron por chilenos residentes en los países respectivos y personas del

círculo artístico local. Así, comenzaron a movilizarse para tomar contacto con el medio artístico y conseguir

donaciones de los artistas en apoyo a los derechos humanos y en repudio al régimen dictatorial. La idea era

mantener activa la idea de solidaridad y despertar la atención sobre el problema que estaba ocurriendo en

Chile. Explica Pedro Miras: “Su finalidad era hacer exposiciones para confirmar y promover dicha solidaridad

y con la finalidad que este Museo llegara a Chile una vez recobrada su democracia. Estas donaciones fueron

hechas en los años 1975-1976 a los partidos de izquierda en el exilio, a través de un secretariado

internacional del Museo Salvador Allende, responsable de recoger, mantener las obras, hacer las

exposiciones y luego traerlo a Chile (…). Este proyecto se desarrolló en diversos países, donde apoyados por

un Comité Nacional de personalidades y gracias a la solidaridad de los artistas, se consiguió obtener un

conjunto considerable de obras de arte que fueron expuestas en varios lugares en los diferentes países de

origen, lo que daba lugar a diversos actos políticos en solidaridad con Chile.“21

Este Museo, en un primer momento, se formó sobre la base de las obras que habían sido prometidas al

Museo de la Solidaridad y que aún no habían sido entregadas a las embajadas o enviadas a Chile, luego se

fue incrementando con nuevas donaciones.

Muchas de estas obras fueron vendidas para enviar el dinero a Chile. Miguel Rojas Mix se refiere al tema:

“(…) hubieron obras que fueron donadas para venderlas y no para que formaran parte de la colección, este

dinero iba en ayuda de la gente que estaba en Chile, en circunstancias difíciles, con juicios pendientes, etc.

(…).“22

El retorno a la democracia en Chile

Las comisiones del Museo Internacional Salvador Allende en los diferentes países, adquirieron el

compromiso con los artistas donantes de traer las colecciones a Chile una vez que se recobrara la

democracia.

20 Entrevista a Miguel Rojas Mix, Santiago, 13 septiembre 1990, cinta nº 6. Archivo personal. 21 Informe realizado por Pedro Miras sobre el Museo Internacional Salvador Allende, 1990. 22 Entrevista a Miguel Rojas Mix, cita.

Page 10: Breve Historia del MSSA

Bajo el gobierno del Presidente Patricio Aylwin, la recién constituída Fundación Allende traslada las 1800

obras a Chile. Así, lo relata Carmen Waugh, primera directora del Museo de la Solidaridad, 1991-2005:

“Cuando en 1991 comenzaron a llegar las obras donadas solidariamente por tantos artistas de tantos países

del mundo a Santiago, la emoción de todas las personas involucradas con el Museo de la Solidaridad

Salvador Allende fue tan grande como recibir a un ser querido que volvía a Chile, pues veíamos cuadros y

esculturas que nos habían acompañado y alentado en creer con fuerzas que la democracia llegaría, y que se

podría volver y vivir en nuestro país.“23

Ese mismo año, en septimbre, se realiza la exposición Museo de la Solidaridad Salvador Allende en el Museo

Nacional de Bellas Artes, que es inaugurada por el Presidente Aylwin y en donde por primera vez se

muestran las obras de ambas etapas como una misma colección, lo que sin duda fue muy impactante para

el medio nacional, icono del retorno a la democracia.

A su vez este mismo año el gobierno trapasa las 473 obras de la primera etapa del museo como patrimonio

del Estado y en 1992 las entrega en comodato indefinido a la Fundación Allende, la que finalmente da al

Museo un espacio estable de exhibición.

El año 2005, se crea la Fundación Arte y Solidaridad, quien es la encargada de conservar, rescatar, investigar

y difundir el patrimonio del Museo de la Solidaridad. En mayo del mismo año la Fundación Allende dona al

Estado las obras de la etapa del Museo de la Resistencia que eran de su propiedad. Así, desde este periodo

la colección en su totalidad es patrimonio del Estado.

Tuvieron que pasar 32 años para que el Museo de la Solidaridad cumpliera con su idea original y con el

compromiso que había adquirido. Actualmente, es uno de los museos de arte moderno más importante de

latinoamérica, con una de las colecciones más representativa de una época histórica, que cuenta con 2650

obras, y que se va incrementanto en el tiempo apartir de la donación de nuevos artistas contemporáneos de

significación histórica.

Claudia Zaldivar

Directora Museo de la Solidaridad

Santiago, Julio 2011

23 Catálogo de exposición “Museo de la Solidaridad”, Ilustre Municipalidad de Viña del Mar, 1994.