Brecha digital

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La brecha digital: acceso y uso de las TIC Autor: Livia Margarita García Sánchez RESUMEN: El presente trabajo aborda el concepto de brecha digital, apuntando a la existencia de dos visiones de la misma: la brecha digital que tiene que ver con el acceso a las TIC y la que tiene que ver con el uso de las TIC. De igual manera enfatiza en la perspectiva del uso de las TIC como elemento clave que debe tomar en cuenta el personal docente en aras de reducir la brecha digital. Introducción Estamos inmersos dentro de una revolución tecnológica, donde las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), basadas en una tecnología digital, se han convertido en el eje vertebrador de nuestras economías y también de nuestras vidas cotidianas. En un mundo ya polarizado, las nuevas tecnologías aportan un elemento más a las desigualdades, pues no todos acceden o las utilizan por igual, y muchos quedan marginados de sus beneficios, creándose así la denominada brecha digital. Este término de brecha digital ha estado nuevamente de moda a propósito del “Informe Global sobre Tecnología de la Información 2011-2012: Viviendo en un mundo hiperconectado” 1 , publicado recientemente por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), dónde queda evidenciado la existencia de una brecha digital global, entre las economías avanzadas y el resto del mundo. (ver Fig.1) En términos generales, la brecha digital se refiere a las desigualdades entre las economías avanzadas y el resto del mundo en términos de acceso y uso de las tecnologías de la información y la comunicación. Pero de manera intuitiva pensamos que estas desigualdades vienen marcadas por los que tienen y por los que no tienen acceso a las TIC. Obviamente la posibilidad de acceso, referida a la infraestructura, es un requisito indispensable (necesario, pero no suficiente) para disfrutar de los beneficios de la sociedad de la información. Limitarse a esta perspectiva es asumir el determinismo tecnológico. 1 Los Informes globales sobre tecnología de la información han sido publicados por el Foro Económico Mundial, en colaboración con la escuela de negocios INSEAD desde 2002, para acompañar y supervisar los avances de las TIC en la última década, así como para sensibilizar sobre la importancia de la difusión de las TIC y su uso a largo plazo para la competitividad y el bienestar social. El análisis de este año, se centra en el uso intensivo de aparatos conectados a la red mundial de información. Con una cobertura récord de 142 economías de todo el mundo, el informe se considera la evaluación internacional más completa sobre el impacto de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) en el proceso de desarrollo y la competitividad de las naciones.

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La brecha digital: acceso y uso de las TIC

Autor: Livia Margarita García Sánchez

RESUMEN: El presente trabajo aborda el concepto de brecha digital, apuntando a la

existencia de dos visiones de la misma: la brecha digital que tiene que ver con el

acceso a las TIC y la que tiene que ver con el uso de las TIC. De igual manera enfatiza

en la perspectiva del uso de las TIC como elemento clave que debe tomar en cuenta el

personal docente en aras de reducir la brecha digital.

Introducción

Estamos inmersos dentro de una revolución tecnológica, donde las Tecnologías de la

Información y la Comunicación (TIC), basadas en una tecnología digital, se han

convertido en el eje vertebrador de nuestras economías y también de nuestras vidas

cotidianas. En un mundo ya polarizado, las nuevas tecnologías aportan un elemento

más a las desigualdades, pues no todos acceden o las utilizan por igual, y muchos

quedan marginados de sus beneficios, creándose así la denominada brecha digital.

Este término de brecha digital ha estado nuevamente de moda a propósito del

“Informe Global sobre Tecnología de la Información 2011-2012: Viviendo en un mundo

hiperconectado”1, publicado recientemente por el Foro Económico Mundial (WEF, por

sus siglas en inglés), dónde queda evidenciado la existencia de una brecha digital

global, entre las economías avanzadas y el resto del mundo. (ver Fig.1)

En términos generales, la brecha digital se refiere a las desigualdades entre las

economías avanzadas y el resto del mundo en términos de acceso y uso de las

tecnologías de la información y la comunicación. Pero de manera intuitiva pensamos

que estas desigualdades vienen marcadas por los que tienen y por los que no tienen

acceso a las TIC.

Obviamente la posibilidad de acceso, referida a la infraestructura, es un requisito

indispensable (necesario, pero no suficiente) para disfrutar de los beneficios de la

sociedad de la información. Limitarse a esta perspectiva es asumir el determinismo

tecnológico.

1 Los Informes globales sobre tecnología de la información han sido publicados por el Foro Económico

Mundial, en colaboración con la escuela de negocios INSEAD desde 2002, para acompañar y supervisar los avances de las TIC en la última década, así como para sensibilizar sobre la importancia de la difusión de las TIC y su uso a largo plazo para la competitividad y el bienestar social. El análisis de este año, se centra en el uso intensivo de aparatos conectados a la red mundial de información. Con una cobertura récord de 142 economías de todo el mundo, el informe se considera la evaluación internacional más completa sobre el impacto de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) en el proceso de desarrollo y la competitividad de las naciones.

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O, ¿acaso como docentes podemos creer que por el mero hecho de contar con las TIC

en nuestras aulas, mejorará el proceso de aprendizaje? Bien sabemos que las

habilidades que poseamos y el uso que le demos a esta tecnología es lo que realmente

aportará una diferencia.

Fig. 1 Mapa de índices de conectividad (escala del 1 al 7, de múltiples variables que miden el impacto de las TIC)

Veremos que la cuestión clave no es el acceso desigual a las TIC, sino más bien las

formas desiguales en que las TIC se utilizan.

La brecha digital, para muchos, no es un fenómeno cualitativamente nuevo, sino que

es la extensión de las antiguas desigualdades y diferencias sociales en la era de la

información. Pero sin dudas la brecha digital suma más elementos a las desigualdades

pues una vida social que se mueve a la velocidad de internet, agrava las divisiones

económicas existentes a nivel global.

Oportunidades de acceso a las TIC

En comparación con los años 90, años en el que se popularizó el término de brecha

digital, actualmente se observa que los niveles de acceso a las TIC, en especial a

ordenadores e Internet, han aumentado de manera considerable a nivel global. La

migración de Internet a plataformas como la televisión digital y los teléfonos móviles, y

la disminución de los costos han multiplicado las posibilidades de acceso. Comenta Neil

Selving (2006) que por ello muchos se plantean que ahora el problema es, por el

contrario, el excesivo acceso a las TIC.

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Esto es una realidad para algunos, pero ni por asomo es una realidad generalizada:

“Hoy en día, más del 70 por ciento de los ciudadanos del mundo viven en sociedades

que acaban de comenzar su agenda de digitalización”, señala en el informe de la WEF

Cesare Mainardi, Director Ejecutivo de Booz & Company.

Las desigualdades en las oportunidades de acceso a las TIC referido, al acceso a

infraestructuras de telecomunicaciones, computadoras, conectividad a internet (que

viene a ser un modelo dicotómico de brecha digital de los que tienen y los que no

tienen), apuntan según el informe de la WEF, a una brecha profunda, la más marcada,

entre los países desarrollados y los países en desarrollo, tanto en términos de cantidad

como de calidad.

El África Subsahariana, señala el estudio, sigue siendo la región menos conectada del

mundo, donde sólo el 13 por ciento de las personas utilizan Internet, sólo un 8 por

ciento de los hogares de la región disponen de una computadora personal PC, y

menos del 4 por ciento tienen acceso a Internet desde casa.

Pero las diferencias en cuanto a infraestructura no la encontramos sólo entre países

desarrollados y países en desarrollo, sino que también dentro de una misma sociedad

pueden existir desigualdades, por ejemplo según sea una zona urbana (más

conectividad) o rural (menos conectividad), o en general a zonas más densamente

pobladas le corresponderá una mejor infraestructura que a las zonas menos pobladas.

Toda vez que tenemos garantizada la infraestructura, aparece otra limitante al acceso:

primero nuestra solvencia económica para costear equipos y servicios y en segundo

lugar, nuestras habilidades en el manejo de la tecnología digital.

En ambos aspectos también la brecha es profunda entre países desarrollados y países

en desarrollo según el citado informe.

La tendencia global en la última década ha sido el abaratamiento de equipos y

servicios, pero igualmente en los países en desarrollo siguen siendo costosos, y

también dentro de los países desarrollados existen marcadas diferencias, por ejemplo

en España las conexiones a internet de alta velocidad están entre las más caras del

mundo desarrollado y por debajo de la media en cuanto a velocidad; los españoles

pagan de media 4,15 euros por megabit por segundo, en comparación con los 1,56 de

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Francia y los 1,25 de Portugal, en estas condiciones sólo el 57,4% de los hogares

españoles tienen conexión a internet de banda ancha.2

En el caso de que podamos pagar equipos y servicios y no tengamos las habilidades

básicas para usarlos, nuevamente quedamos excluidos de los beneficios de las nuevas

tecnologías. Es este punto, por ejemplo, las personas con menor formación, las

personas mayores, o con un perfil económico bajo tienen mayor riesgo de quedar

excluidos.

Brecha digital: uso de las TIC

A nivel global existen innumerables iniciativas en políticas de inclusión de las TIC, no

sólo desde el nivel público, sino también desde instituciones privadas y organizaciones

no gubernamentales. La Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI)3,

en su agenda de Túnez, instaba a la solidaridad y la cooperación internacional:

“Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que se fomente

la transferencia de tecnología en condiciones de mutuo acuerdo, incluidas las

TIC, para que se adopten políticas y programas que ayuden a los países en

desarrollo a poner la tecnología al servicio del desarrollo, entre otras cosas

mediante la cooperación técnica y la creación de capacidades científicas y

tecnológicas para colmar la brecha digital y del desarrollo.”

Pero muchas iniciativas son consideradas un fracaso, pues sólo han tomado en

cuenta la atención a la infraestructura, que ciertamente es muy necesaria, pero

debe acompañarse de políticas de integración que conviertan la infraestructura en

un instrumento social capaz de mejorar la vida de las personas, como concluye

Mark Warschauer (2003).

Este autor nos comenta de un experimento llevado a cabo en la India donde se

instalaron unas cabinas para proporcionar acceso a las computadoras a los niños en

una de las zonas más pobres del país, la idea consistía en permitir que los niños

tuvieran acceso diario ilimitado para que pudieran aprender a su propio ritmo,

estrategia trazada en virtud de un concepto conocido como la educación

mínimamente invasiva que resultó ser en la práctica, según palabras del autor, “la

educación mínimamente eficaz”, pues los padres se quejaron del bajo rendimiento

escolar de los niños que descuidaron sus estudios para jugar en las computadoras,

que era todo el uso que le daban. El experimento carecía de una política educativa

y de contenido relevante para dicha comunidad.

2 Datos provenientes de la prensa El País

3 La CMSI fue una destacada conferencia internacional sobre tecnologías de información y comunicación

(TIC) organizada por la Unión Internacional de Comunicaciones (ITU, por su sigla en inglés) en dos etapas: Ginebra en 2003 y Túnez en 2005. El proceso de la cumbre abarcó cuatro años en total (2001 a 2005) e incluyó una serie de reuniones preparatorias regionales – donde estaban representados todos los sectores – y comisiones preparatorias globales organizadas por los gobiernos. La cumbre produjo cuatro documentos que establecieron las aspiraciones para la sociedad de la información (la Declaración de Principios y el Plan de Acción de Ginebra y el Compromiso y la Agenda de Túnez).

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Otra iniciativa es el proyecto de un ordenador por niño, como el que incluye el

proyecto Escuela 2.0 de España, que se ha venido realizando en distintas regiones

del planeta, con más o menos éxito, y según Ismael Peña-López (2009), el mayor

éxito viene dado por la inclusión en los programas, de planes para el desarrollo de

apropiadas competencias digitales en el uso de las TIC. Peña López concluyó que la

brecha digital en las aulas españolas no se debe, en general, a una falta de

infraestructuras sino a una falta de competencias digitales y a una deficiente

adaptación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación a la enseñanza y

el aprendizaje.

En general vemos que el éxito de la integración de las tecnologías TIC depende en

gran medida del uso efectivo que se haga de ellas, un uso efectivo que sólo

logramos en la medida que desarrollamos nuestras habilidades digitales.

El enfoque de los usos de las TIC, apunta a una brecha digital en cuanto a

resultados, al uso efectivo de estas tecnologías para crear desarrollo y bienestar.

Según los usos que demos a las TIC, realmente podremos disfrutar en mayor o

menor grado, o quedar excluidos, de los beneficios que nos aportan las TIC en todos

los aspectos de la sociedad de la información, como pueden ser la mejora de

nuestra calidad de vida, o las mayores oportunidades de empleo.

En España, según el análisis realizado en el informe WEF, a pesar de los niveles

aceptables de desarrollo en cuanto a infraestructura de las TIC, no aprovechamos su

potencialidad para sacar una ventaja competitiva, ni mejorar el bienestar social a

causa del tradicional bajo rendimiento en el sistema educativo.

Por otro lado el uso efectivo de las TIC apunta a un aspecto que no podemos perder

de vista, y es el hecho de que los usos de las nuevas tecnologías van más allá del

saber cómo, se necesitan competencias específicas, competencias digitales: es

necesaria la alfabetización digital.

Al hablar de alfabetización a secas, podemos pensar en las habilidades básicas de

lectura y escritura, pero ¿qué utilidad tienen dichas habilidades si por ejemplo no nos

permiten la comprensión de un texto dado? Así mismo la alfabetización digital no se

puede limitar a adquirir las habilidades básicas que nos permitan el manejo de las TIC y

navegar por internet, sino que deben permitir desarrollar capacidades para

comprender las posibilidades y limitaciones de las TIC, obtener i discernir la

información de utilidad, la habilidad para desarrollar nuevas destrezas usando estas

tecnologías y aplicarlas en cualquier ámbito: educativo, personal o laboral.

Como en otras esferas del conocimiento, habrá diferencias entre individuos, pero al

ocupar las TIC un rol esencial en nuestras vidas cotidianas dentro de la sociedad de la

Para acortar la brecha digital: alfabetización digital

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información, la alfabetización digital pasa a ser una cuestión de supervivencia, que

debe llegar a todos.

Los docentes tienen la oportunidad de convertir la brecha digital en una oportunidad

digital para todos, aportando a la alfabetización digital un enfoque que vaya más allá

de la perspectiva meramente instrumental. Pero primero deben comenzar por borrar

la brecha digital que existe entre el uso de las TIC en casa y el uso desfasado de la

escuela. La labor es ardua pero no permite dilación.

Bibliografía y referencias

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sociedad de la información, Obtenido de http://www.itu.int/wsis/docs2/tunis/off/6rev1-

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http://www.nature.com/scientificamerican/journal/v289/n2/pdf/scientificamerican0

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World Economic Forum, & Insead. (2012). The global information technology report.

Living in a Hyperconnected World Obtenido en http://reports.weforum.org/global-

information-technology-2012/