Brasilssss

8
UNIVERSIDAD CATÓLICA ANDRES BELLO FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES CARRERA: RELACIONES INDUSTRIALES CATEDRA: ORG. OBRERO PATRONAL AVANCE SINDICAL E IDEOLOICO EN BRASIL Trabajo presentado por: BLANCO, Jelumar CONTRERAS, María Gabriela LEÓN, Solangel MEDINA, Grecia ROJAS, Kariany Puerto Ordaz, Abril de 2013

description

ss

Transcript of Brasilssss

UNIVERSIDAD CATÓLICA ANDRES BELLOFACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALESESCUELA DE CIENCIAS SOCIALESCARRERA: RELACIONES INDUSTRIALES

CATEDRA: ORG. OBRERO PATRONAL

AVANCE SINDICAL E IDEOLOICO EN BRASIL

Trabajo presentado por:

BLANCO, Jelumar

CONTRERAS, María Gabriela

LEÓN, Solangel

MEDINA, Grecia

ROJAS, Kariany

Puerto Ordaz, Abril de 2013

Un país-continente: aislamiento y desigualdad

Brasil es un país continente. Los países hispanoamericanos también lo

hubieran sido, si no se hubiera frustrado el sueño de Bolivar y Monteagudo.

Tiene 190 millones de habitantes, el quinto más poblado del mundo. Pero

América Latina tiene casi 600 millones de habitantes. Así que Brasil es solo un

tercio de América Latina, y por grande que sea, su tamaño es insuficiente para

aislarse.

El Mercosur inició la vinculación del “lado” hispano de Sudamérica con

su “lado” portugués, en un proceso que confluyó con la acción del movimiento

obrero brasileño para terminar con el modelo de extrema desigualdad. Es que

Brasil no solo es uno de los países más grandes del mundo, sino también

es uno de los más desiguales, en la región más desigual socialmente.

ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DEL PROLETARIADO BRASILEÑO

El proletariado brasileño se constituyó en este siglo mediante la

incorporación sucesiva de dos grandes corrientes de trabajadores, atraídos por

las posibilidades de trabajo abiertas por las consecutivas fases de la

industrialización brasileña:

a) el obrero extranjero emigró de países europeos donde ya se habían

sentido los efectos de las primeras fases de la industrialización moderna; con él

se importó también la ideología socialista que, desde la tercera década del

siglo pasado, se había difundido junto a los medios obreros europeos.

b) el trabajador nacional que emigró desde las áreas rurales más

atrasadas de Brasil, siendo portador de una ideología difusa de los medios

tradicionales; pese a que su incorporación se inició en la década del 20, se

intensificó sobre todo a partir de 1930, justamente cuando se emprenden las

primeras iniciativas en el sentido de crear una "ideología nacional" moderna,

entre cuyas finalidades se colocaba la contraposición a la influencia de las

mencionadas ideologías.

Orígenes del movimiento obrero brasileño: el peleguismo

País esencialmente rural. Brasil poseía una clase obrera casi

inexistente; sin embargo, surgieron vestigios de organizaciones sindicales,

primeramente encabezados por los anarquistas y luego por los ideales

comunistas. Estos ideales arribaron a Brasil proveniente de los europeos que

durante el despertar de la era industrial se trasladaron hacia éste país.

Pero esos antecedentes sindicales fueron muy débiles y resultaron

barridos a partir de la década de 1930, por “la organización desde el Estado de

un sistema sindical paraestatal, apolítico y de base municipal, en el que las

centrales estaban prohibidas”. Este sistema conocido como sindicalismo

varguista o peleguismo, fue impuesto por Getulio Vargas, que gobernó cuatro

veces entre 1930 y 1954, abriendo el camino a la industrialización del país y a

la organización del Estado Nuevo (Estado Novo). En el modelo sindical

brasileño, el Estado establece sindicatos únicos de base municipal, tanto de

trabajadores como de empleadores, que deben negociar colectivamente entre

ellos.

En la actualidad, el sistema varguista continúa en la base del modelo

sindical brasilero; permitió la extensión la presencia del sindicalismo y la

negociación colectiva se extendiera en gran parte del país. Pero a la vez cuidó

que el sindicato no estuviera presente en los lugares de trabajo y que los

dirigentes sindicales no pudieran organizarse política e ideológicamente, para

actuar como una fuerza social colectiva. Por eso hay muy pocos delegados

sindicales en las empresas del sector privado. En Brasil no hay protección legal

del delegado contra el despido.

Este tipo de sindicalismo se llama peleguismo. Le llamaron

sindicatos pelegos, al afirmar que el papel de esos sindicatos era amortiguar la

lucha. A partir de la Segunda Guerra Mundial comienza tener cada vez mayor

presencia un movimiento obrero coordinado por el Partido Comunista (PCB),

que culmina con la fundación del Comando General de los Trabajadores (CGT)

en 1962, en el marco de los gobiernos populares de Kubistchek, Quadros y

Goulart (1960-1964). Pero el auge del movimiento popular fue interrumpido por

el golpe de militar de 1964, el primero que estableció un tipo de Estado militar

represivo en América Latina, bajo la doctrina de la seguridad nacional

elaborada por la Escuela de las Américas de los Estados Unidos, que luego se

extendería por todo el continente.

La hora de los centrales

Del industrialismo paulista surgió también la respuesta popular. En 1978

surgieron en San Pablo una serie de huelgas organizadas por los sindicatos

metalúrgicos del ABC. El ABC son los tres municipios industriales que rodean

San Pablo (Santo Amaro, Sao Bernardo y Sao Caetano do Campo) donde

están instaladas las grandes plantas automotrices, corazón del industrialismo

brasileño. Allí surgió Lula (1975), PT (1980) y la CUT (1983).

En 1983 se creó la primera central sindical brasileña, la Central Única de

los Trabajadores (CUT), cuando todavía las centrales estaban perdidas, es

importante destacar que también estaba articulada con el Partido de los

Trabajadores (PT).

La CUT surgió para ser la central única de los sindicatos, sin embargo,

por la experiencia de los sindicatos unitarios pelegos, esto se llevó a rechazar

la idea única de sindicato central, dando así como una de las características del

movimiento obrero la dispersión en múltiples centrales sindicales.

Actualmente existen cinco centrales sindicales legalmente reconocidas

en Brasil: la CUT, Forca Sindical (FS), Unión General de los Trabajadores

(UGT), Nova Central Sindical de los Trabajadores (NCST) y Central General de

los Trabajadores (OGTB).

Políticamente la CUT integra al PT. También la UGT apoya al lulismo

aunque sin alinearse abiertamente. La FS apoya al PSDB de tendencia social

demócrata. La CGTB se identifica con el partido comunista mientras que la

Nova Central mantiene posiciones conservadoras. Todo esto y sin importar sus

diferencias los sindicatos actúan conjuntamente, tanto en el ámbito nacional

como internacional.

Un sindicalista llega a la Presidencia de Brasil.

Luis Inacio Lula da Silva, fue formado en los movimientos sindicales del

Brasil de los años 70. Lula comenzó su camino como líder sindical en 1972, en

ese período, los sindicatos estaban vinculados a la dictadura militar que

gobernaba el país desde 1964, y sus dirigentes eran llamados caciques. Se

convirtió en un prestigioso líder cuando encabezó la huelga metalúrgica de

1978 en el cordón industrial de Sao Paulo. De esta lucha surgió un nuevo

movimiento sindical, más democrático y más orientado a la lucha de clases que

el de los caciques. De este proceso se construyó la Central Única de

Trabajadores (CUT) y el PT Partido de los Trabajadores, Lula participó del

liderazgo PT desde el principio, jugando un papel bonapartista y siempre la

defensa de las políticas más moderadas.

En el año 2002, Luiz Inácio Lula da Silva del Partido de los Trabajadores

(PT) fue electo presidente de Brasil con las esperanzas de quebrar con las

políticas neoliberales pro-empresariales en una de las sociedades más

desiguales del mundo. El sindicalismo brasileño respondió unificando posturas,

impulsando movimientos globales como el Foro Social Mundial de Porto Alegre

y abriéndose a la acción sindical internacional, haciendo pie en el Mercosur, a

través de la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur (CCSCS).

En el Mercosur, confluyeron y se influyeron mutuamente los dos

sindicalismos mas poderosos de América Latina, el brasileño y el argentino. Allí

se fue desarrollando una cultura sindical común, que terminó dando origen a un

nuevo enfoque económico, en el que el trabajo decente fue colocado en el

centro. Ese fue el nucleo de las políticas económicas y

sociales neodesarrollistas de los nuevos gobiernos sudamericanos surgidos a

partir de 1999. Lula insertó a los sindicatos en el Estado. El 43% de los cargos

estatales decisivos fueron ocupados por sindicalistas de las diversas centrales

(D'Araujo), los que a su vez dirigen las inversiones de los fondos de pensión

con criterio desarrollista. Desde allí produjeron un cambio social histórico, sobre

la base de planes sociales como el Plan Hambre Cero (Fome Zero), el

fortalecimiento del sindicalismo y la valorización del trabajo en las

negociaciones colectivas, y la integración sudamericana a partir del eje

Argentina-Brasil en el Mercosur. Lula chocó contra la resistencia de los

sectores favorecidos para redistribuir riqueza. Antes de ser elegido Lula, Brasil

tenía una desigualdad que llegaba al 0,57 en el coeficiente de Gini, lo que lo

hacía el país más desigual del mundo (PNUD). Desde entonces la desigualdad

bajó de 0,57 a 0,515, una tendencia positiva aunque insuficiente, que debiera

como mínimo tender a estar debajo de 0,40.

Ideal presente

En la actualidad, a pesar de las grandes luchas libradas por el legado

del movimiento sindical en Brasil, las asociaciones sindicales izquierdistas que

son las mas luchadoras en el país no han logrado marcar una pauta

liderizadora sobre sus derechos. Resaltando el hecho de que desde 1962 ya se

venían defendiendo con mano fuerte los derechos obreros con movilizaciones y

manifestaciones a favor de el derecho a libre asociación sindical.

Se puede ver entonces que la figura sindical en Brasil ha sido etérea con

el apodo de peleguistas para recalcar el hecho de que solo se presentan para

marcar representación y no como un ente luchador y defensor acérrimo de los

derechos laborales.

Solo con el gobierno de Lula entonces se ve un cambio, no tan

significativo, pero importante en la determinación de los sindicalista Brasileños

y su querencia de lograr un margen de igualdad en el país-continente que

tantos problemas y bondades al mismo tiempo les ha brindado; sin embargo

esto es solo el comienzo y con el tiempo se determinara si Brasil y sus

gestiones laborales lograran resaltar y defender los derechos que aún se pasan

por debajo de la mesa.

Conclusión

Pese a haberse limitado al movimiento sindical, tal limitación fue

deliberada, como una forma de división del trabajo intelectual. Se pudieron

observar los siguientes puntos recalcantes en la movilización sindical brasileña:

a) las dificultades que los movimientos políticos, sobre todo de izquierda,

vienen encontrando para alcanzar una motivación más consecuente y una

persistencia más regular; falta indagar si esas dificultades deben ser atribuidas

a las concepciones de esos movimientos políticos o a las condiciones de

existencia reales del proletariado

b) pese a toda la fragilidad del movimiento sindical y del movimiento

obrero brasileño, ambos representan una especie de fantasma que

frecuentemente asusta a las llamadas clases conservadoras con cualquier

actuación que tengan, aunque limitada en el espacio e intermitente en el

tiempo.

Pareciera que el movimiento sindical brasileño, pese a estar encuadrado

e institucionalizado por el sistema social, no ofrece suficiente tranquilidad al

sistema. Lo que refleja un proceso de consolidación no terminado, tanto de uno

como de otro. Lo que es propio, además, de las organizaciones y de los

movimientos sociales

Bibliografía

Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Americas (CSA) (revisado el sábado 6/4/2013 por la world wide web) http://www.csa-csi.org/index.php?option=com_content&view=section&id=18&Itemid=291&lang=es

El sindicalismo brasileño en disputa en los años 90: origen, raíces sociales y adhesión activa de la fuerza sindical al neoliberalismo (revisado el sábado 6/4/2013 por la world wide web) https://www.google.co.ve/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=3&cad=rja&ved=0CEYQFjAC&url=http://www.scielo.org.ve/pdf/rvecs/v15n3/art04.pdf&ei=cCxiUdS6MYia9gTx6oHQCg&usg=AFQjCNEeurfHt6Evvs-EiIu8rnUQY0-EGQ&sig2=AtPTXl8q-lRww_52fnmmsQ&bvm=bv.44770516,d.eWU

"El movimiento obrero brasileño: del peleguismo al lulismo" por Alberto "Pepe" Robles NUESTRA AMÉRICA NÚMERO 7, Mayo 2011 (revisado el sábado 6/4/2013 por la world wide web) http://elpancholacoca.blogspot.com/2011/05/el-movimiento-obrero-brasileno-del.html

MOVIMIENTO OBRERO EN BRASIL: La lección de los Queixadas (revisado el sábado 6/4/2013 por la world wide web) http://historiadelmovimientoobrero.blogspot.com/2013/02/movimiento-obrero-en-brasi-la-leccion.html