Es difícil hacerse una idea de lo aconteci-do el pasado sábado, emitir unos juicios

valorativos y depurar responsabilidades sin estar seguros de lo ocurrido entre Barcelo-na y la RFEF. Puede que lleguemos tarde a este debate, igual de tarde que el Barcelo-na llegó a Pamplona, pero del mismo modo dudamos de que nos pongan sanción.

¿La culpa es del Barça o de la Federación? Mitad a mitad digamos. Los primeros por varias razones. Teniendo de precedente el partido ante el Getafe, donde los culés lle-garon tan solo 50 minutos antes, y siendo conscientes de lo que pasaba en el cielo español desde el viernes, nadie entiende que un club de esta entidad no tuviera un plan alternativo. Y más teniendo en cuenta la distancia entre Barcelona y Pamplona, no es que se tenga que cruzar el Atlántico.

Lo de Federación sorprende menos. Si-guen empeñados en tirar piedras sobre su propio tejado. Si ya comenzaron el ri-dículo poniendo el Clásico el lunes, ahora lo continúan en su afán de desprestigiar la competición. Maltratando a Osasuna, de forma unilateral decidieron asegu-rar a los catalanes que el partido se re-trasaría, siempre que fuese dentro de la misma jornada. Pero cuando Izco se negó, se vieron entre la espada y la pa-red. Por suerte, Osasuna prefirió perder los tres puntos en el campo a ganarlos en los despachos y salvar a la Federación.

El esperpento en que se está convirtiendo la Liga sigue y parece que no tendrá fin has-ta que se den cuenta de que hay más inte-reses que los propios. Solo nos queda espe-rar a ver cuál será el siguiente espectáculo.

La victoria el pasado domingo del Flu-minense ante el Guaraní por uno a cero, rubricaba un excepcional campeonato que, para el equipo carioca, había comen-zado la pasada temporada. Y es que en el curso 2008/2009, pusieron los cimientos del que, ahora, es su segundo Brasileirâo.

A falta de un mes para el final de dicha temporada, el actual campeón estaba prácticamente descendido. Tras el empa-te con el Corinthians en la jornada 28, úni-camente sumaban 22 puntos, muy lejos de los puestos que le permitirían salvarse. Seis victorias consecutivas consiguieron lo que parecía imposible. El Fluminense, por un sólo punto, seguiría compitiendo en la máxima categoría del fútbol brasileño.

Y ahora, es campeón. La llegada de refuer-zos como Deco y Belleti -aunque su im-portancia ha sido muy moderada- y la de-finitiva explosión del mejor jugador del campeonato, Dario Conca, han permiti-do suceder en el palmarés del campeo-nato brasileño a su máximo rival, el Fla-mengo ahora entrenado por Luxemburgo.

Pero, sobre todo, hay que destacar al técni-co que rechazó el cargo de entrenador de la canarinha porque «quería llevar al ‘Flu’ a lo más alto» tras haber hecho lo propio, hasta en tres ocasiones, con el club de su vida, el Sao Paulo. Él es Muricy Ramalho, el mejor entrenador brasileño de 2010.

Sin embargo lo meramente deportivo, ha quedado empañado en las últimas sema-nas por los rumores de maletines, equipos poco competitivos y favores varios. Tal ha sido la polvareda y el protagonismo adqui-rido, que en la última jornada con el Gua-raní ya descendido, circulaban sospechas que acusaban en varias direcciones el in-tento de compra del partido. La dirección de la competición está valorando volver al tradicional sistema de playoff. Mientras, el Fluminense disfruta de su título. El títu-lo que comenzó en noviembre de 2009.

El Fluminense de Muricy Ramalho, se proclamó campeón del Brasi-leirâo 2010 tras vencer al Guaraní de Campinas con gol de Emerton. Su estrella Dario Conca, fue nombrado mejor jugador del campeonato.

FLUMINENSE, CAMPEÓN DE BRASIL

Miguel Quintana (@migquintana)

Todos los equipos españoles llegaron cla-sificados al último partido y quizás el más interesante fue el que se jugó en Old Tra-fford entre Manchester United y Valencia. El empate a uno fue un resultado justo. Si bien es cierto que el Manchester tuvo más ocasiones, no convenció en su juego.

Lo mejor del encuentro: Guaita, el portero valencianista, que hizo un partidazo; y el de-but del canterano Isco, que no se quedó atrás. Demostró desparpajo, ganas y saber hacer.

El Barça por fin consiguió imponerse al Ru-bin Kazan. Para ello tiró de cantera y juga-dores no habituales como Bojan, Pinto o Mascherano. Ya clasificados llegó la hora de Bartra, Thiago, Jonatan, Víctor Vázquez y Fontás, con goles de estos dos últimos.

La anécdota del partido fue la parti-cipación de César Navas con el equi-po ruso, defensa de 30 años cuyo ante-rior equipo fue el Racing de Santander.

En el Real Madrid también hubo aparición de canteranos: debutó Sarabia y Morata vio el partido desde el banquillo. Una no-che mágica para Benzema en la que con-siguió un hattrick hizo al Madrid hacer-se con la victoria (4-0) frente al Auxerre.

Para el resto de españoles que participa-ron en esta jornada hubo suerte dispar. El

Schalke de Jurado y Raúl pese a sus pro-blemas en liga se clasificó como líder de grupo tras ganar al Benfica 1-2 con gol del primero. En la portería recibiendo los dardos teutones se encontraba Roberto, ex del Zaragoza, y en el centro del cam-po Javi García, canterano del Real Madrid. En Dinamarca, el Panathinaikos con Luís García en el campo y Josu Sarriegi en el ban-quillo, asistió a la clasificación histórica de un equipo danés a los octavos de final de la Champions. Los de Solbakken vencieron a los griegos por 3-1. Son segundos de gru-po por detrás del Fútbol Club Barcelona.

ESPAÑOLES EN LA CHAMPIONSReal Madrid y FC Barcelona clasificados como primeros de grupo. Messi y Cristiano han brillado a años luz del resto en esta primera fase. En la ca-pital del Turia la historia ha sido parecida: segundos aunque sin apuros.

Manuel Martín (@manu_cdl)

Corren tiempos inolvidables para el fútbol y la selección, un combinado que presume de tener a una gran cantidad de porteros – Diego López, Reina, Valdés… – que serían titulares en cual-quier selección del mundo y que en España deben resignarse a la suplencia de Iker Casillas.

Un nuevo nombre acecha y promete establecerse entre los privilegiados. Contra todo pro-nóstico y como consecuencia de las lesiones de César Sánchez y Moyà, el tercer portero del Valencia, cuyo papel estaba destinado a cubrir convocatorias, se ha visto con la obli-gación de salvaguardar la portería de su club. Guaita debutó el pasado 28 de noviembre frente al Almería con una actuación notable. Desconocido por muchos, el jugador valen-ciano se ha convertido en el nuevo ídolo de una afición que dudaba de la valía de Moyà como sucesor de César. Con muy buenas maneras, el portero realizó una excelente ac-tuación en Old Trafford que permitió a su equipo volverse de Inglaterra con un punto.

La irrupción del nuevo portero valencianista coincide con uno de los peores momentos vivi-dos para su homólogo en la meta del Atlético de Madrid. David De Gea que no para de reci-bir elogios, fue culpable de varios de los goles recibidos por su equipo en las últimas fechas.

El título de la copa de la UEFA y la final de la Copa del Rey del año pasado hacían presa-giar buenos tiempos para la afición colchonera y el Atlético de Madrid. El trepidante fi-nal de temporada dejó muy buenas sensaciones para ésta: nada más lejos de la realidad.

Después de un inicio prometedor en el que el equipo ganó los dos primeros partidos de liga, los hombres de Quique Sánchez Flores cuentan con el mismo número de victorias y derrotas, seis. Perdidos en la mitad de la tabla del campeonato nacional de liga y con un pie y medio fuera de la copa de la UEFA, el aficionado rojiblanco acude al Calderón a ver a un equipo sin idea, sin el estilo que les permitió alcanzar la gloria en el curso pasa-do. Parecía que la estabilidad llegaba al club del Manzanares, pero apenas duró un mes y medio. Ahora, como buena cortina de humo, suenan jugadores y se cierran los primeros fichajes con la intención de cubrir unas carencias que ya tenía el equipo el año pasado.

Inmersos todavía en el mes de diciembre, la afición rojiblanca se pregunta dónde quedó el equipo que el año pasado les hizo soñar y les devolvió a los puestos de honor que siempre deben acompañar a este club. Inmersos en diciembre, el aficionado se quedó sin ilusión.

una vez terminada la época expansiva y de máxima explotación de los derechos televisivos, la repercusión de la Ley Bosman es menor y los clubes vuelven a sus orígenes, apostando por aquello que siempre es-

tuvo ahí, aunque en el pasado reciente había quedado olvidado

El debate cantera vs cartera centró las discusiones futbolísticas en el cur-so pasado. De su contenido e inten-

ción inicial, desprestigiar la inversión del Real Madrid y la ausencia de títulos, de-rivó en una realidad innegociable para la mayoría de clubes de primera. El fútbol de élite apuesta por la cantera y las cifras ac-tuales así lo confirman: los clubes cuentan con 138 fichas de jugadores que militaron en su filial. Dato que, tan solo, debe ser orientativo para entender la importancia que adquiere la cantera en época de crisis.

Atendiendo a diferentes matices -edad de llegada al filial, marcha a otro equipo y pos-terior vuelta…- algunos casos no serán con-siderados canteranos al uso, pero ese es un debate paralelo a la intención informativa de este escrito; y es que la cantera recupera su lugar en el marco futbolístico. Los gran-des éxitos del equipo de la ciudad Condal sirvieron para abrir los ojos a los dirigentes.

El primer equipo siempre se nutrió de sus jóvenes perlas, y en época de austeridad, marcada por la crisis económica y la des-igual repartición de los derechos televisivos, muchos han vuelto a sus orígenes. El resul-tado no podía ser mejor: la Liga BBVA vive uno de los momentos más dulces a nivel de juego. Han aparecido equipos con un traba-jo táctico envidiable, otros presumen de es-tética y plasticidad futbolística que cautiva al amante del fútbol, otros, simplemente, se identifican con sus valores de siempre. Así es la nueva corriente en el fútbol español.

En un verano sin grandes fichajes mediáticos, los clubes de la LFP gastaron en torno a 260 millones de euros, por los más de 470 millo-nes invertidos en la temporada 2009/2010. Si atendemos a estas cifras como un valor estadístico implacable, fácilmente caería-mos en el error. Esos datos totales son el re-flejo evidente de una menor inversión reali-zada por los dos clubes con economía más fuerte, Real Madrid y FC. Barcelona, y no ga-rantizan un prisma real de cómo se movió el mercado en todos sus frentes. En los datos de este año, no se tiene en cuenta la inver-sión inicial de Florentino Pérez, que en su reelección disparó el mercado con los ficha-jes de Cristiano Ronaldo, Kaká o Benzema.

Por ello, es preciso buscar otro frente que asegure una mejor óptica sobre la si-tuación actual: los equipos incorporaron esta temporada a 122 jugadores, 43 me-nos en el balance total del año anterior –en el cierre del mercado de verano-. La media, leve pero superior a los 2 jugado-res por plantel, saca conclusiones eviden-tes: este año el mercado se movió menos a favor de la apuesta local, por lo de casa.

Mención especial merecen dos de los re-cién ascendidos a primera. Hércules y Le-vante, con 10 y 11 fichajes respectivamen-te, utilizaron el mercado para confeccionar un equipo acorde a las necesidades de pri-mera. La excelente temporada en Segun-da sorprendió a dos clubes con una plan-tilla poco preparada para la categoría de oro. Muchos refuerzos, algunos de la talla de Caicedo, Trezeguet o Valdez han cerra-do el paso a la cantera. El club alicantino solo cuenta con un canterano en su plantel: Kiko Femenia. La temporada pasada dis-putó 35 partidos a las órdenes de Esteban Vigo, y en ésta se hizo famoso por el ata-que de ansiedad y la espléndida reacción de Rufete con la frase «que le den por culo al partido». El chaval promete, y mucho.

La situación económica crea dudas sobre la apuesta real por la cantera. Es difícil sa-ber que vínculo existe entre uno y otro, y cual de los dos tuvo más peso. Lo que no es dudoso es el efecto y los resultados con-seguidos en el primer tramo de Liga BBVA.

En los puestos de honor, luchando por una posición que de paso a participar en competición europea, se encuentran Espanyol y Real Socie-dad. El engranaje perico vive de los chavales su-bidos del filial. La línea de cuatro atrás y los dos pivotes cuenta con cinco jugadores del filial. Javi López en el lateral dere-cho, Víctor Ruiz – que ya sue-na para los grandes de la premier- forma pareja con Forlín, único extranjero y el lateral izquierdo lo ocupa Didac. Raúl Bae-na y Javi Márquez dirigen toda la medular. Situación similar vive la Real Sociedad. El club vasco abrió en 2002 las puertas a ficha-jes nacionales, independientemente de su origen. La llegada de Boris permite ver en el conjunto donostiarra a jugadores como De la Bella o Diego Rivas, indiscutibles, pero sin cambiar la esencia del club guipuzcoa-no. En su regreso a Primera tras tres tem-poradas de ausencia, los txuri urdin están comandados por su capitán, Xabi Prieto, y

una camada de jóvenes como Carlos Mar-tínez, Zurutuza, Griezmann o Elustuondo, para un total de ocho fijos en el 11 titular.

A nivel individual, muchos otros nombres están en pleno proceso de maduración, dando el paso definitivo para consolidarse

en Primera División. En Málaga hay muchas esperanzas deposi-

tadas en Portilla, Juanmi y Recio, que marcó un au-

téntico golazo la semana pasada. No obstante, el club cuenta en sus filas con 12 canteranos, ci-fra que evidencia que,

a pesar de la llegada del Jeque árabe, el club

se sustenta de la cantera.Otros jugadores que han de-

butado en el primer equipo y a los se debe seguir de cerca son Jordi Pa-blo, Guaita e Isco, que maravilló a la afi-ción ché en Copa. Parece que en estos días, los canteranos se han convertido en algo más que un recurso de urgencia.

La cantera, hasta fechas recientes, siempre se comprendió como producto nacional, cuidado, mimado y formado hasta llegar al primer equipo, ‘al club de sus amores’.Sin embargo, esta tendencia va desapa-reciendo. Cada vez más, la red de ojeado-res y la suma de informes disponibles co-lapsa el despacho de la secretaría técnica. Se traza una red sobre el mapamundi y no existe fútbol sin conocer, no hay sorpresas. El verdadero dilema está en apostar o no por esos jugadores de 16-19 años, alejarles de sus familias para formarse en la cante-ra del club. Ejemplos claros de esta nueva práctica son el Sevilla y el Villareal. Riquel-me, Saviola, Gago o Robinho encuentran en Fazzio, Acosta, Perotti, Musacchio o J. Montero los nombres propios que mejor representan esta nueva filosofía de cantera. Pereira, en el Mallorca, es otro ejemplo. El riesgo se mantiene, pero el coste es reducido.

El club siempre apostó por el producto jo-ven y español. Con la llegada de Michel al banquillo azulón esa tendencia se afian-zó y al Getafe han llegado jugadores como Víctor Sánchez, Mosquera o Marcano. Sin embargo, hubo que esperar hasta la jorna-da ocho para presenciar el debut en esta liga de un canterano, Adrian Sardinero. La plantilla cuenta con mucha savia nueva, pero llegada de fuera. En el sur de Madrid trabajan para erradicar esta tendencia.

El Athletic con menos leones

Un caso curioso es el del Athletic Club de Bilbao. Si La Masia, Mareo, Tajonar o Paterna son templos de cantera, Le-zama es el Olimpo. Por la idiosincrasia del club, Lezama siempre nutrió a La Ca-tedral de gente de la casa y patentó un prototipo de jugador con unos rasgos muy marcados. Los valores se inculcan desde el primer día y el jugador cono-ce todo cuánto es preciso saber sobre el club. Por ello, es fácil pensar que se trata del club con más canteranos en sus filas, pero los datos demuestran que eso no es así. Con 13 jugadores de la cante-ra, el Athletic está por detrás de la Real Sociedad y casi a la par de Málaga o Vi-llareal. Si bien es cierto, en su once tipo solo Toquero, Javi Martínez y Gorka Irai-zoz no se contemplan como canteranos.R. Fernández, Iraola, Aurtenetxe, San José, Ustaritz, Amorebieta, Gurpegui, Iñi-go Pérez,Susaeta, Iturraspe, Muniaín, Llo-rente e Ion Vélez... son los privilegiados.

La importancia de la cantera es algo que no pasa desapercibido para nadie. Sin embargo, uno de los casos más reseñables y relevantes del fútbol español ha que-

dado algo olvidado. El Atlético de Madrid naufragaba constantemen-te con dos problemas destacados: la falta de identidad y la seguridad defensiva. Ambos lastres no eran subsanados por fichajes e, inclu-so, se acrecentaban. Llego Quique y aparecieron David de Gea y Álvaro

Domínguez. Con ellos vinieron los títulos y, quizás, lo más complica-do: el sentimiento rojiblanco volvía a latir en el terreno de juego.

Miguel Quintana: Cantera, solución a la falta de identidad

Gonzalo Navarro: Proceso cíclico, siempre hay un fin...Las canteras se forjan durante muchos años. Los ojeadores de los grandes equi-pos buscan y analizan jugadores de todo el globo. Pero no sólo para el primer equipo, sino también para su propia cantera. Como en todos los aspectos del fútbol, la cantera es un proceso cíclico. Que el Barcerlo-na acumule a tantos canteranos es el fruto de un proyecto antiguo en el tiempo; y que el Real Madrid tenga a los suyos repartidos, ídem. El objetivo es prolongar el ciclo lo máximo posible desde el trabajo de ojeadores y técnicos del fútbol base. No siempre serán válidos.

«Voy a darte un buen consejo Brian Clough: No importa lo bueno que creas que eres o lo listo, ni tampoco cuantos amigos famosos hagas en la tele. La realidad de la vida futbolística es esta: el presidente es el jefe, luego viene la directiva, luego el secretario, luego los hinchas, los jugadores y finalmente, el último de todos, en el fondo del montón, abajo del todo, ese de que al fin y al cabo se puede prescindir, el puto entrenador».

Así de claro se mostró el presidente del Timisoara para destituir a su entrenador: Cosmin Contra. Al término del encuentro frente al Gloria Bistrita (3-3). Pese a estar

segundos en la clasificación de la liga rumana y ser el único equipo invicto de la competición, Marian Iancu cargó contra el ya

extécnico de su equipo: «Que se vaya a la escue-la de entrenadores».

Contra ya cansado de las continuas críti-

cas del empresario y contento con su labor, contestó: «A partir del lu-nes entrenas tú».Dicho esto, fue como si hubie-ra firmado él mismo y en ese

preciso instante su carta de dimisión. «Contra no será nunca más entrenador aquí, mientras yo esté en el Timisoara» sentenció el presidente. Iancu ya había señalado al técnico-jugador como un en-trenador sin oficio y corrupto. Esto no hizo sino confirmar que las relaciones en-tre ambos eran penosas y que el propie-tario del club no podía ni ver a Contra.A cinco puntos del líder despiden al entre-nador por el capricho de un presidente. Desde Rumanía aficionados y prensa ala-ban la valentía de Cosmin al enfrentarse al presidente. Ellos también creen que este se equivoca, pero en el fútbol, como en la vida, hay una jerarquía y esta manda.

Como ejemplo de la última frase os dejo en la parte de otras rajadas algo distin-to. Sacado de la película The Damned United: escena protagonizada por Sam Longson, presidente del Derby County.

Manuel Martín (@manucdl)

Marian Iancu: «¡Qué vaya a la escuela de entrenadores!»

La factoría chilena nos suele ofrecer de cada cuanto en cuanto una clase de futbolistas, que si bien no desta-

can por sus características técnicas, sí por su olfato goleador y condición de crack.

En 1998 dos de los grandes represen-tantes de esta factoría, Zamorano y Sa-las, disputaban el Mundial de Francia. Por esa época, la Univ. de Chile tenía proble-mas con un jugador que se escapaba de los entrenamientos. Algo más de 90 kilómetros le separaban de su ciudad natal, distancia sufi-ciente para pensar en dejar una profesión que además de gustarle, lo hacía bien. Por suer-te, el fútbol ganó la partida a los recuerdos.

Poco a poco este delantero de constitución fuerte, no muy alto y rapado se fue hacien-do un hueco. Recorrió Chile crecíendo como futbolista. En San Luis se convirtió en la pie-za clave del ascenso, en el Audax logró ser el máximo goleador, y en Colo Colo logra los ti-tulos. Chile se le empieza a quedar pequeño.

Cinco millones sirvieron para que Suazo pu-siera rumbo hacia Monterrey. Una ganga viendo su aval de goles, 70 en 75 partidos. En Monterrey, continuó tapandose los oí-dos y los 30 goles que sumó devolvieron el prestigio a un club que ganaba su tercer título en 64 años. Todo hacía presagiar que más pronto que tarde ocurriese lo inevitable: que Suazo desembarcará en Europa.

Sorprendentemente el chileno aterriza-ba en un club que luchaba por no des-cender. Y gracias a él, no descendió. Pero como es habitual tuvo que pasar por una famosa reválida de la grada. Su mal co-mienzo unido a su aspecto provocó que la Romareda le bautizase como ‘Paquirrín’. Lazio, Sunderland y Birmingham se inte-resaron por él durante su estancia en Ara-gón pero los 14 millones de dólares (algo más de 10 millones de euros) les parecie-ron excesivos y Suazo regresó a Monterrey.

Ahora, tras conseguir 15 goles en 21 parti-dos y dar el cuarto título a los Rayados, se rumorea que su precio ha subido hasta los 19 millones de euros. ¿Realmente lo vale? Tratándose del nuevo producto de la facto-ría chilena, y viendo a sus predecesores, sí.

Julián Mayoral (@jmayoraldz)

Javier Már-quez Mo-reno (11 de mayo de 1986) pasó sus prime-ros años en la UDA Gramanet y en edad infantil comenzó a jugar con el Real Club De-portivo Espanyol. Márquez se hizo indispen-sable en el fútbol base espanyolista y fue el primer canterano en debutar con Mauricio Pochettino. Lo haría en la tercera jornada de la pasada campaña ante el Deportivo de La Coruña -anteriormente jugó la semifinal de la Copa Cataluña y dejó su sello con un gola-

zo de volea- El paso del zurdo del E s p a n y o l por las ca-tegorías in-feriores fue provechoso para juga-dor y club.

Como juvenil, en 2004, fue clave en la conse-cución del título de la Copa del Rey Juvenil y ya como profesional, en el ascenso a 2ªB del segundo equipo del Espanyol. A sus 24 años, el centrocampista barcelonés es titular indis-cutible en el medio campo de Pochettino. No debutó a una edad temprana, pero ha evo-lucionado positivamente en el último año.

El mediocentro del Espanyol mantiene un doble pivote en defensa junto a Baena. Pero se encuentra muy arropado gracias al engranaje diseñado por Mauricio Po-chettino, con Luis García, Callejón y Ver-dú sacrificados en defensa. El trabajo del ‘4’ catalán en labores defensivas pasa mu-chas veces desapercibido pero es clave para mantener el equilibrio entre líneas.

Con más libertad que Baena, Javi Márquez alterna la posición de hombre que recibe por delante de la defensa para distribuir y hacer jugar a sus compañeros, con la po-sición de interior tanto por la izquierda como por la derecha. En este aspecto re-cuerda mucho a Xavi Hernández porque, además, el jugador periquito tiene llegada.

La cual no desa-rrolla en forma de goles. Acu-mula un total de 15 asisten-cias, 23 cen-tros al área y 7 tiros a puerta.

El pobre bagaje goleador de Márquez no se debe a su falta de acierto sino a su posición en el campo. En el año de la victoria en la tercera división española con el Espanyol B, el jugador periquito se erigió como máximo goleador. En esos momentos, la perla can-

terana desempeñaba labores más creativas que de destrucción y ocupaba la posición de interior tanto en ataque como en defensa, sin tener que llevar a cabo las labores de pivote.

El centrocampista posee una zurda envidia-ble. Es el encargado de lanzar los corners por el lado izquierdo y alterna los tiros libres con Luis García, aunque únicamente los centros, ya que no es un especialista en los disparos a balón parado. Sus desplazamientos en largo recuerdan a los de Xabi Alonso por su ejecución y precisión. Además posee un po-tente disparo, como ya demostrara en el gol anotado al Málaga en el presente concurso. El primero de este año y el segundo en total.

El barcelonés es un buen recuperador -5,6 por partido- pero una de las cosas que debe cuidar es la pérdida de balones; pierde una media de casi 10 balones por partido. Por hacer una comparación con los grandes de nuestro fútbol, Xavi ostenta una media de 5,8 pérdidas por partido, mientras que X. Alon-so regala al rival 8,5 balones por encuentro.

A priori, sabiendo que Xabi Alonso y Bus-quets son indiscutibles en el combinado nacional, Márquez no tendría sitio en la se-lección. Pero al repasar el fútbol español en busca de futbolistas de ese corte, nos en-contramos con que únicamente sobresalen Javi Martínez, Bruno y Javi Márquez. Estos tres jugadores, junto con Busquets, son el

relevo generacional de Xabi Alonso, Senna y Albelda. Los dos últimos completaron su ciclo dejando paso a Busquets, primero, y a Javi Martínez después. A Xabi aún le queda mucho fútbol en sus botas, lo cual no quita que se le pueda dar oportunidades a juga-dores con condiciones para recoger el testi-go de la estrella. Bruno ya tuvo su oportuni-dad -y la volverá a tener-. Queda la incógnita de Javi Márquez, que debe seguir con el nivel mostrado hasta la fecha y aguantar el ritmo de sus principales competidores.

El despegue futbolístico de este jugador está por llegar. Actualmente es una pieza clave en el Espanyol de Pochettino pero tan sólo lleva

dos temporadas en el primer equipo y no se ha visto en la tesitura de jugar en un grande. Necesita salir del Espanyol para potenciar sus posibilidades. Cuando lo haga, estaremos en disposición de saber si Javier Márquez More-no es válido para la selección española o no. No obstante, hoy por hoy, merecería la pena probar su fiabilidad en partidos amistosos.

El Mundial de Estados Unidos de 1994 fue uno de los más espectacula-res en cuanto a organización y sedes que se recuerda, pero también por una serie de equipos que irrumpieron en el concierto internacional fut-bolístico y uno de ellos fue el inolvidable combinado rumano, el mejor que ha dado aquel país desde que debutase como selección en 1922.

Hasta el Mundial de 1990, el bagaje de Rumanía en campeonatos del mundo y Eurocopa había sido realmente pobre. Sin embargo, en el Mundial de Italia en 1990 apareció una generación de jugadores rumanos de gran calidad comandada por Georghe Hagi, Florin Ra-ducioiu, Ilie Dumitrescu, Gheorghe Popescu o Marius Lacatus.

Algunos de los jugadores que fueron convocados para ese Mundial no eran desconocidos para el público, pues el fútbol rumano a nivel de clubes estaba vivien-do su mejor época con el Steaua de Bucarest, que en 1986 le arrebató, contra todo pronóstico, la Copa de Europa al Barcelona en Sevilla, con un gran Lacatus.

Tres años después el Steaua regresó a España para jugar una nueva final de Copa de Europa, pero esta vez nada pudo hacer ante el intratable Milan de Sacchi y Van Bas-ten, que les arrolló por 4-0 en el Camp Nou. En 1990, Rumanía sentó las bases de lo que sería el especta-cular equipo del Mundial de Estados Unidos de 1994.

Mientras tanto, en el Mundial de Italia, la se-lección quedó emparejada en un complicado grupo junto a Argentina, la Unión Soviética y Camerún, la revelación del torneo. Sorpren-dentemente la URSS fue la primera en caer y los rumanos se clasificaron segundos por delante de Argentina, finalizando Camerún campeón de grupo. Sorpresa mayúscula.

Los rumanos comenzaron ganando con au-toridad a los soviéticos por 2-0, cayeron con Camerún por 2-1 y empataron con la Argen-tina de Maradona a un gol. Aquí comenzó la pesadilla albiceleste con Rumanía. En octa-vos de final esperaba la República de Irlan-da, partido que se fue a los penaltis tras no lograr anotar ningún equipo en los 120 mi-nutos reglamentarios. En una tanda de lan-zamientos no apta para cardíacos, rumanos e irlandeses llegaban al quinto penalti des-pués de haber materializado todas sus opor-tunidades, pero Daniel Timofte erró el último lanzamiento y mandaba a Rumanía a casa.

El equipo era joven y prometedor, y así lo entendió el General Anghel Iordanescu -po-seía el rango de General del ejército ruma-no- para preparar el Mundial de 1994 que se iba a celebrar en Estados Unidos. Sus gran-des estrellas, a diferencia de 1990, ya habían dado el salto a los grandes clubes de Euro-pa. Hagi, apodado el ‘Maradona de los Cár-patos’, fichó por el Brescia, previo paso de dos años en el Real Madrid; Raducioiu juga-

ba en el todopoderoso Milan de Fabio Cape-llo, con quien ganó Liga, Supercopa italiana y una Liga de Campeones antes del Mundial; Popescu era ya el eje de la zaga del PSV y el defensa Miodrag Belodedici, campeón de Europa con Steaua y Estrella Roja, era titular en el Valencia. A ellos había que sumar jóve-nes jugadores que serían importantes para el futuro del combinado rumano como Dan Petrescu, Constantin Galca o Daniel Prodan.

La Rumanía de Iordanescu era un equipo que jugaba sin complejos, desatada de cual-quier tipo de rigor táctico y entregada a la creatividad de sus jugadores más desequili-brantes como Hagi, Dumitrescu o Raducioiu.

Esto era, sin duda, un espectáculo para el espectador, pero el equipo era capaz de ganar fácilmente a la Colombia de Aspri-lla y Valderrama como de ser aplastado por Suiza. Así pues, los tricolorii comen-zaron venciendo a Colombia por 3-1, con tantos de Hagi (que marcó un impresio-nante gol de vaselina desde un lateral del campo) y Raducioiu, en un precioso par-tido disputado en el Rose Bowl de Los Án-geles ante más de 90.000 espectadores.

El equipo rumano llegaba líder al partido que les enfrentaba al otro combinado eu-ropeo del grupo A, Suiza. Al descanso lle-garon empatados a uno con goles de Alain Sutter y Hagi, con un soberbio gol desde fuera del área, pero tras el descanso los suizos golearían, en un partido loco que dejó bien claro que a los rumanos no les iban los férreos corsés tácticos del General.

En el último partido del grupo, Rumanía se enfrentaba a la anfitriona, Estados Unidos, en un partido disputado en el Rose Bowl ante 93.869 espectadores –asistencia sólo superada por la final– y que se saldó con victoria rumana con un solitario gol del la-teral derecho del Génova Dan Petrescu.

En octavos de final esperaba Argentina, equipo al que dejó sin la primera plaza en 1990 tras empatar en el último partido. Al partido llegaron dos equipos mental y tác-ticamente opuestos. El alegre, rápido y despreocupado combinado rumano era el polo opuesto de una Argentina que llega-ba de pasarlo mal ante las sorprendentes Nigeria y Bulgaria, que moralmente cayó hundida al descubrirse, tras lograr la cla-sificación ante Grecia, que Maradona ha-bía vuelto a doparse –mezcló hasta cinco sustancias dopantes– y fue expulsado por la Federación argentina. Todo esto hizo que este fuera uno de los enfrentamien-tos más atractivos de los octavos de final.

Las predicciones previas al partido no hicie-ron más que consumarse y en Los Ángeles se presentó una mediocre selección albice-leste, muy mermada por el caso Maradona. Enfrente se encontró a una veloz y agresiva Rumanía que siempre estuvo por delante en el marcador, liderada por Dumitrescu (dos goles) y Hagi, que firmaron el definitivo 3-2 y la pesadillas para el equipo dirigido por Al-fio Basile, que poco pudo hacer ante la que ya era una de las revelaciones del torneo.

En los cuartos de final se pudo ver a dos de las sensaciones del Mundial: Rumanía y Suecia. Ambas venían de ofrecer grandes espectáculos junto a Bulgaria y, sin lugar a dudas, el partido no decepcionó a nadie. En un Stanford repleto en la ciudad de San Francisco, rumanos y suecos desplegaron un fútbol atractivo y totalmente abierto, que reservó para el final las mejores emociones, como buen drama del vecino Hollywood.

El atacante del Parma, Thomas Brolin ade-lantó a los escandinavos a falta de doce minutos, pero Florin Raducioiu, que se ha-bía perdido el duelo ante Argentina en oc-tavos, empató a dos minutos del final. La vibrante prórroga condujo a las dos escua-dras a la tanda de penaltis, donde el porte-ro sueco del Göteborg, Thomas Ravelli, se convirtió en el héroe del partido tras atajar los lanzamientos de Petrescu y Belodedici.

Nuevamente la tanda de penaltis se inter-ponía en el sueño rumano en un Mundial, quizá un castigo demasiado severo para un equipo que elevó al máximo la teoría de «no importa cuántos goles recibas siempre que marques uno más que el contrario». En semi-finales le hubiera esperado la gran selección brasileña de Romario y Bebeto, campeo-na, en el estadio Rose Bowl, donde los ru-manos contaban sus partidos por victorias.

El quinto puesto logrado por la tricolo-rii es el mejor resultado logrado por cual-quier combinado rumano y así se puso fin a un mítico equipo que no volvió a re-petir tal éxito. En el Mundial de Francia 1998 continuaron su tendencia victoriosa y quedaron campeones de grupo ante In-glaterra, en una plantilla compuesta por varios “españoles” –doce de los veintidós convocados jugaban o jugaron en la Liga–.

Muchos de los héroes de 1994 llegaron a su última cita mundialista como futbolistas, entre los que se incluían Hagi, Dumitrescu, Popescu o Lacatus. No pudieron contar con el ex españolista Raducioiu, pero fue bien reemplazado por la nueva sensación ruma-na, el joven delantero del Valencia Adrian Ilie. Pese a ello, cayeron en octavos de final ante la revelación, Croacia, con un solitario gol de Davor Suker de penalti. Nuevamente.

Muchos de los futbolistas que firmaron aquel histórico quinto puesto en 1994 de-jaron su huella en la Liga. Amén de los ya mencionados Hagi, Raducioiu y Dumitrescu, Gica Popescu logró cierto éxito en el FC Bar-celona (1995-1997), con el que logró Copa, Supercopa y Recopa. El doble campeón de Europa, Belodedici, tuvo una extensa ca-rrera en España, pues militó en el Valencia, Valladolid y Villarreal. Lacatus jugó dos años en el Real Oviedo y Daniel Prodan no triun-fó en su único año en el Atlético de Madrid.

Por su parte, Bogdan Stelea se convirtió en una institución en la UD Salamanca, donde jugó casi doscientos partidos en Liga. Antes, en 1991, jugó dos buenas temporadas en el Real Mallorca. Por último, Galca, fue otro de los grandes triunfadores rumanos de nuestro fútbol, pues pasó con éxito por Mallorca, Es-pañol, Almería, Villarreal, Zaragoza y Nastic.

El Atleti mueve ficha, se mueve presto. La crisis producida por las tres derro-tas consecutivas que dejan a la enti-

dad del Manzanares lejos de la lucha por la cuarta posición y, salvo milagro, fuera de la Europa League donde no defenderá por más días su hegemonía es disimula-da por la adquisición de un nuevo fichaje.

Elias Mendes. Centrocampista brasileño. Llega el momento de valorar sus cualida-des. No es mediocentro, no es enganche, ni mucho menos organizador. Recomien-

dan que no juegue en banda. Sin embar-go, tiene pundonor en el centro del cam-po y es sacrificado en las ayudas. A pesar de ello, escasos meses atrás era delantero.

Se ensalza el disparo de media distancia pero se escribe sobre que no es un gran go-leador. Entretanto, los aficionados rojiblan-cos ‘alucinan’ por las características que describen al jugador pues conocen, que esas cualidades, están presentes en la poblada medular colchonera. La creatividad, la or-ganización, no. Elias, deja frío a los hinchas.

El Atlético de Madrid incorporará en el mercado invernal a Elias Mendes, brasileño de 25 años procedente del Corinthians.

Quizás... se piensa en que no debería te-ner problemas en adaptarse al equipo, aquí estará arropado por Assunçao, Fi-lipe Luis, Diego Costa, todos ellos com-patriotas. Se busca en los archivos y se descubre que ya ha debutado con la ca-narinha. Está entre los mejores jugadores que conforman el ‘once’ del Brasileirao.

Pero… Elias, sigue dejando frío a los hin-chas. En parte por su escaso nombre, en parte porque no vendrán otros. Ya que por todos es conocido que ese dinero inverti-do, siete millones de euros, es el tope que gastará la ‘directiva’ en incorporaciones.

Por todos es sabido que la planificación deportiva ha sido nefasta y ha derivado en un Atleti provisional, cogido por alfi-leres. Un equipo colchonero babilónico en la delantera pero muy irregular en las alas, inestable en defensa y más que la-mentable en la zona de creación de juego.

Un centro del campo yermo de recursos que hagan jugar al equipo al fútbol. Bas-ta con anular las bandas, seguir de cer-ca a Forlán y Agüero y dejar la posesión en los pies de Assunçao, Mario Suárez, Raúl García o Tiago para saber que la ilu-minación no llegará. Los rivales lo saben.

Con una plantilla así, poco o nada nue-vo aportará Elias que no vaya más allá de aumentar la competitividad en la lu-cha por un puesto o profundidad de ar-mario. Problemas minúsculos si tene-mos en cuenta el enorme que acucia al equipo colchonero desde hace un lustro.

Tal vez el sacrificio de Elias le sirva a Quique para darle entrada en el centro del campo por una de las dos alas e intentar conseguir que el equipo no se parta en dos y frene la sangría de goles con la que está siendo castigado.

O, tal vez su sacrificio, su pundonor y llegada al área rival aumenten la pegada del equipo y creen una nueva atmósfera anímica que, momentáneamente, cubra las carencias.

Pero… como todos los años volverá el día en que vuelva a reproducirse el proble-ma. Otra vez, el aficionado dejará de atu-sarse la bufanda y se hastiará de haber dicho tropecientas veces que el equipo necesita un organizador. En el Atleti des-de hace mucho tiempo soñar cuesta di-nero, el precio de un buen mediocentro. Los responsables ni están ni se los espera.

El palmarés de las competiciones eu-ropeas evidencia que son los equi-pos más fuertes de las principales li-

gas los que alcanzan el éxito final. El título o el subcampeonato están estrechamen-te ligados con el país de origen del club. Sin embargo, en los últimos 25 años hubo varios éxitos de equipos militan-tes en ligas menores, que por su carác-ter excepcional, siempre serán recorda-dos por el buen amante del deporte rey.

Steaua de Bucarest, Estrella Roja, Galatasa-ray, Zenit de San Petesburgo o CSKA Moscú hicieron tambalear la hegemonía de la Pre-mier, la Liga, el Calcio o la Bundesliga. Hoy es el turno del Shakhtar Doneskt. El equipo ucranio lleva un lustro codeándose con los grandes de Europa, participando en la máxi-ma competición Continental y convirtiéndo-se en el relevo del Dinamo de Kiev que mara-villó a finales del siglo pasado. Gran parte del éxito se debe a la llegada de Rinat Akhmetov.

Una década de rivalidad

La liga ucraniana, la Vyscha Liha, se fun-dó en 1992, con la independencia del país. Desde sus inicios, el Dinamo de Kiev se convirtió en el dominador ab-soluto del campeonato con 13 títulos en 18 campañas. Los otros cinco títulos restantes son para el Shakhtar Dones-kt. Las fechas, 2002, 2005, 2006, 2008 y 2009, muestran la importancia ad-quirida por el equipo de la región mi-nera de Donbass en los últimos años.Desde que se presentara como clara al-ternativa a la hegemonía del Dinamo, éste solo pudo ganarle en dos de los úl-timos 11 enfrentamientos. Y en la com-petición actual, el Shakhtar aventaja en 12 puntos a su máximo rival. La liga que-da sentenciada antes del parón invernal. Para más inri, el título conseguido la temporada pasada por los de Luces-cu se certificó con el triunfo por un gol a cero en la penúltima jornada de liga frente al Dinamo de Kiev. ¿Cuál es el club más grande de Ucrania?

Las cuentas del ucranio ascienden a 31 bi-llones de dólares, cifras que le convierten en el hombre más rico de Europa. Llegó a la presidencia en 1996 momento en el que los mineros empezaron su etapa dorada que alcanzó el cénit con el título de la Copa de la UEFA en 2009 - se convirtió en el se-gundo equipo ucranio en lograr un título continental, después del Dinamo de Kiev-.

Rinat Akhmetov llega a un club poco lau-reado, sin ningún titulo liguero, aunque a principios de los sesenta conquistó la Copa de la Unión Soviética. Con la inde-pendencia de Ucrania -1991-, el Shakhtar lograría éxitos nacionales, pero no se ha-ría con el título liguero hasta el año 2002. El presidente ha invertido una gran suma de dinero, y por el equipo ucraniano han pasado jugadores como Lucarelli, Nery Cas-tillo o Elano, todos fichados a un alto coste.

En la actualidad, el equipo que dirige el ru-mano Mircea Lucescu no tiene rival. Afron-tan el parón invernal con 10 triunfos con-secutivos. Solo un empate y una derrota, el pasado 10 de diciembre frente al Obolon, en una liga que no se reiniciará hasta el próxi-mo 5 de marzo. Sus buenos resultados en el campeonato doméstico se traducen en éxi-tos en la Champions League, donde el equi-po logró, sin apuros, la clasificación a octa-vos. Líderes de grupo gracias a los 15 puntos de 18 posibles para un equipo atípico, sin un rasgo de identidad nacional, formado por siete brasileños, un checo, un ruma-no, dos croatas, un boliviano y un armenio.

Lesionado gravemente desde septiem-bre, Fernandinho es el jugador sobre el que se han edificado los recientes éxitos del equipo de Rinat Akhmetov. Se espera su vuelta para los Octavos.

Uno de los capitanes del Shakhtar, Fernandinho es el jugador con más ascendencia y relevancia dentro de la escuadra entrenada por Lucescu. Su reconversión desde el extremo izquier-do al centro del campo, con su consi-guiente alejamiento del área, le ha he-cho perder protagonismo para ganar en solidez. Determinante físicamente con una zancada y arrancada prodigio-sa, no ‘siente’ la posición asignada y sus labores defensivas son aún pobres.

Cuenta con un gran disparo de media distancia y una excepcional habilidad para batir líneas de presión contra-rias en la medular. Su recuperación es vital de cara a las aspiraciones eu-ropeas de su equipo. Junto a Douglas Costa, el espectáculo está asegurado.

Jádson fue, junto a Elano, uno de los primeros brasileños que llegaron al frio país europeo. Decisivo en la final de la UEFA, anotó el 2-1 final y terminó sien-do nombrado ‘The Man of the Match’.

Portentoso técnicamente, se le cono-ce como el ‘Xavi’ del Shakhtar Donet-sk y, ciertamente, es una comparación con un notable acierto. Sin embargo, el jugador brasileño juega más adelan-tado que el catalán. Éste está escolta-do por un doble pivote de mucho tra-bajo conformado por Gai -sustituto de Fernandinho- y el checo Hübschman. Esta posición le hace estar en contac-to con el gol, promediando más de 11 goles en las últimas temporadas.

Su pausa y criterio resultan decisivos en la gestación de un juego ofensivo ucranio que tiende a la excesiva ver-ticalidad lo que, en ocasiones, les es contraproducente. Una de las razo-nes de la exitosa fase de grupos del Shakthar es su ‘8’, Jádson Rodríguez.

Con 23 años y un gran palmarés a sus espaldas (Libertadores, Mundialito, UEFA y la Premier de Ucrania), Luiz Adriano es el goleador y el bastión en el juego aéreo del equipo de Donetsk.

Pese a las dudas iniciales por su ficha-je y sus aparentes limitaciones técni-cas, el delantero portoalegrense se ha hecho con el puesto de titular y sus cifras goleadoras -12 goles en 20 partidos- atestiguan su progresión. Ariete de área con mucho olfato de gol, domina el remate con ambos perfiles. Potente físicamente, pero sin esa chis-pa de velocidad suficiente para ser de-terminante desde la ruptura, su faceta en el juego áereo se convierte en vital.

Recepciona y habilita los balo-nes en largo desde la zaga o Pya-tov sirviéndose de su corpulencia. Se convierte en la alternativa lógica -aunque menos efectiva- cuando, la más que correcta salida de balón ucra-nia, se ve presionada o entorpecida.

A punto de cumplir un año de su ficha-je por el Shakhtar, Douglas Costa se ha convertido en la principal referen-cia y en el líder de su equipo ante la baja de su compatriota Fernandinho.

Zurdo, con un físico similar al de Ro-binho y el descaro propio de su juven-tud -20 años- le hacen ser el prototipo de jugador brasileño desequilibrante. Lo es. Sin embargo, Costa es mucho más que ese eléctrico y habilidoso ju-gador. Cuenta con una gran capacidad asociativa que ve potenciada al jugar a pie cambiado (en la banda derecha, por delante de Srna) lo que, obviamen-te, provoca que sea un jugador con clara vocación para salir por el centro.

Su gran variedad de recursos se pue-den resumir en su habilidad para el golpeo del balón con ambas piernas. En sus botas cuenta con un rango al-tísimo de pases con un elevado por-centaje de acierto. Douglas Costa es la parte y el todo del equipo ucranio.

Cuando el domingo de San Juan de 1964 se iba a jugar el encuen-tro del torneo Pre-Olím-

pico entre los selecciona-dos de Perú y Argentina, raudales de aficiona-dos y personas afi-nes a la patria pe-ruana se dirigieron al Estadio Nacional de Lima para insu-flar los gritos de apo-yo que fuesen nece-sarios para alentar a los suyos y vencer el encuen-tro contra los albicelestes, necesa-rio para posicionarse en privilegio para la clasificación del torneo internacional.

Banderas y cánticos mostraron los aficiona-dos hasta que los raudales venidos

sobrepasaron el caudal del estadio. Por lo que hubo

que cerrar sus puertas y evitar la entrada de aquéllos que dispu-sieran de boletos falsificados pues las 48.000 entradas se habían agotado. Las

tribunas de Oriente, de Levante, del Norte y

del Sur, abarrotadas, chilla-ron decibelios durante todo el

encuentro hasta que en el minuto 15 de la reanudación marcó para los argenti-nos Néstor Manfredi, delantero de Rosario.

El estadio Nacional enmudeció. Calló du-rante unos instantes, los minutos que transcurrieron desde que vieron entrar la pelota en la malla local hasta que un par de acciones atacantes de su com-binado encendieron de nuevo el ruido.

Faltaban pocos minutos para la finalización del partido, los nervios embarullaban el ata-que de los peruanos. La Albiceleste ordena-da por Roberto Perfumo, aquel mariscal de Racing de Avellaneda, aguantaba hasta que a cinco minutos del final, Víctor ‘Kilo’ Lo-batón remató con todo un balón dividido.

El estruendo hizo temblar al estadio. Gri-tos de júbilo por la igualada. Vítores a la fe de su delantero. Pero, de repente, el colegiado uruguayo Ángel Eduardo Pa-zos anula el gol. Señala falta, infracción por juego peligroso del delantero. Se ha-bía valido de la plancha para ganar el gol.

La alegría por el tanto se volvió peligrosa, las gradas dejaron de sonreír. La tensión, el eno-jo, la indignación… recorría el cuerpo encen-dido de los fanáticos. Nadie vio ‘plancha’ en aquella acción. Los hinchas irritados comien-zan una lluvia de objetos con la dirección general del terreno de juego y la concreta del responsable de la invalidación del tanto.

Gran parte de los radicales se encaraman a las vallas metálicas y comienzan a zaran-dearlas de forma violenta y desespera-da, en el interior de la tribuna los bancos

de madera que hacen las veces de asien-tos comienzan a ser incendiados forman-do enormes fogatas. La tragedia se masca.

El árbitro uruguayo decide dar por finalizado el encuentro por la seguridad de los depor-tistas. Los jugadores argentinos y los cole-giados abandonan el verde escoltados por la policía que cubre la integridad de todos para que puedan alcanzar el túnel de vestuarios.

En ese mismo ins-tante un aficiona-do, posteriormente identificado como ‘el Bomba’ –proxe-neta de profesión- , se lanza a la carre-ra al césped con el único objetivo de agredir al ár-bitro. La policía lo repele, lo aplaca y le destina una paliza monumental. Salta otro aficionado. La policía repite método.

Los hinchas enlo-quecen de manera definitiva. La locu-ra puebla y agarro-ta las tribunas. Las fuerzas de seguri-dad toman todo el estadio y comien-zan a lanzar gases lacrimógenos a las

gradas. Algunas reducen su actividad. La grada norte, más indignada, reci-be un lanzamiento mayor de bombas.

El pánico, el terror, la no visión por la hu-mareda…desgobiernan aquel sector. Los hinchas intentan huir hacia el exterior del estadio. No es posible, las puertas están cerradas, gruesos candados impi-den la salida. Habían sido instalados para evitar el acceso de gente sin entrada.

La presión aumenta, la estampida se con-vierte en mortal. Los primeros en salir fa-llecen a causa de las avalanchas, pisoto-nes, asfixias, traumatismos…las puertas se abren, la batalla continúa en el exte-rior. Los coches son incendiados, se sa-quean comercios, mueren policías. Tras ho-ras de revuelta la policía toma el control.

El Gobierno días más tarde cifró el núme-ro total de muertos en 328. Se decretaron siete días de luto oficial por el brutal acon-tecimiento pero no se tomaron responsa-bilidades. Hubo informes que acusaban al gobierno por la gestión desproporcio-nada, pero nunca nadie fue imputado. Se acusó a los responsables de haber cerra-do las puertas, pero nunca nadie fue im-putado. Se acusó al árbitro del partido…

El estadio Nacional de Lima fue clausu-rado durante seis meses, tiempo que fue empleado para reducir su capacidad y au-mentar su seguridad. La selección de Perú perdió cuatro a cero contra Brasil, quedán-dose fuera de las Olimpiadas de Tokio 1964. Argentina hizo el ridículo y cayó eliminada sin pasar de la primera fase. Y, en líneas ge-nerales la vida siguió igual para todos. Solo una salvedad, el estadio Nacional de Lima no volvió a tener cerradas las puertas…una única y pequeña novedad para 328 fa-llecidos y más de 4000 personas heridas.

El pasado sábado sir Alex Ferguson cumplió 24 años al frente del ban-quillo, y otras responsabilidades, del

Manchester United. Está tan solo a un año de igualar el cuarto de siglo de sir Matt Busby por lo que son días de halagos y parabienes para el técnico escocés, el único capaz de ganar Liga de Campeones, Copa y Copa de la Liga en tierras británicas en un mismo año sin obviar otros innumerables logros.

Sin embargo, el responsable de los Red Devils tiene dos espinas clavadas en sus adentros. Dos aguijones en forma de cen-tral y atacante mayúsculos que reciben el nombre de Diego Forlán y Gerard Piqué a los que dejó escapar años atrás y que en estos momentos observa cómo han desa-rrollado y agrandado su talento allende de su jurisdicción. Su carácter acrecentó a unos jugadores pero también perdió a otros.

Gerard Piqué: El chicle que no supo mascar fergusonDos años, la mitad de tiempo que pasó en tierras británicas, y tan solo cinco millones han servido para que el barcelonista sea considerado como el mejor central del mundo a la altura de baresi o beckenbauer. Un negocio que será siempre recordado por un escocés.

Quizás siguiendo los pasos de Ar-sene Wenger, que un año antes había logrado traerse con él una

perla con el nombre de Cesc Fabregas, Ferguson probó repetir el experimento.

Inspirado en esto, el escocés consiguió, tras pelearse con un Barça que amenazaba con lle-var el caso a la FIFA, arrebatar a un central de apenas 17 años que destacaba por su altura -rozaba el metro noventa- y que ya era inter-nacional con la selección sub-17. Un central de futuro por explotar, era la apuesta per-sonal Ferguson para el futuro de la defensa.

Pero la apuesta apenas tendría oportuni-dades. Ferguson prefería mantener la pare-ja Ferdinand - Silvestre con Brow y O´Shea por delante del canterano blaugrana. Dema-siada competencia para un recién llegado.Por eso volvió a España, en calidad de ce-dido al Zaragoza, donde si tuvo la opor-tunidad de jugar y dejar entrever en lo que se convertiría años después.

El regreso a Manchester, un año después, se antojaba mejor, sin embargo poco cambió la situación. La llegada del serbio Vidic unido a un error ante el Bolton provocó que Ferguson condenase a Piqué al banquillo de nuevo. Y aunque el país e idioma nunca fue el problema para el catalán lo cierto es que nunca logró adaptarse del todo a la Isla. No llegó a habituarse a la comida inglesa, cuenta que se nutría de Doritos y Kinder Bueno, y el clima y estilo de vida inglesa reservado nunca le terminó de complacer.

Pasado el tiempo cuentan que Ferguson no quería que se marchara, que incluso le lle-gó a escribir una carta. Pero lo cierto es que poco hizo porque se quedará. Un simple error bastó para desprenderse de él por cin-co millones. Ahora Piqué es intransferible y considerado el mejor central del mundo.

Forlán con Ferguson. Como vivir un tiempo sin gol.En el invierno de 2002 Diego Forlán fichó por el Manchester United tras abonar el conjunto inglés al Independiente de Avellaneda argentino la cantidad de 10 millones de euros. El uruguayo que vivía una plácida relación con el gol, marchó a ver fotografiado su talento.

Aunque ganó una Premier y una FA Cup, su periplo acabó triste. Al inicio de lo que iba a ser su tercera temporada, Ferguson obligó a todos los jugadores a salir al césped con los tacos altos. Forlán desobedeció, se resbaló a causa de la lluvia y falló un gol cantado. Las botas acabaron en la papelera y él fuera del equipo. La lluvia y el carácter de Ferguson el cual había infravalorado le traicionaron.

Sin confianza, el Villarreal apostó por él. El res-to ya lo saben. En Manchester 14 goles en dos años y medio, en Villarreal 57 goles en tres y en el Atleti 92 al comienzo de su cuarto año.

La plata puesta sobre la mesa y Forlán rumbo a Europa. A uno de los clubes más importantes del Viejo Continente

y pionero del marketing con el Sudeste asiá-tico. Un desafío de envergadura, inevitable e irrechazable para el progreso de un futbolis-ta; distinto a aquél tomado años atrás cuan-do abandonó Uruguay para recorrer la lige-ra distancia que le separaba de Avellaneda.

Azotado por el envejecimiento de Dwight Yorke, Alex Ferguson adquirió un capricho navideño en forma de goleador. Forlán no sentía miedo a la inmersión en un grupo a mitad de estación. No temía el idioma, de familia de futbolista el uruguayo siem-pre estudió en escuelas donde se preco-nizaba la importancia de lo anglosajón; no temía el clima, si bien Manchester no tendría el impacto de luz de Buenos Aires la oportunidad era única; y, por supues-to, no temía a Ferguson, pues era el técni-co el que había recomendado su fichaje.

Sin embargo, el cambio de hogar mostró más las flaquezas que las capacidades del delan-tero. Tardó más de ocho meses en conseguir marcar su primer gol. Nunca jugó de forma continuada pues delante de él se encontra-ba Van Nistelrroy, en su versión más killer. Poco después también Saha y Cristiano.

Ya hemos hablado del Bolton Wanderers en Box-tobox como una de las revelaciones de la tempo-rada. Este crecimiento se basa a la vocación ofen-siva de Owen Coyle y el estado de forma de Johan Elmander. Como local promedia 2,5 goles por par-tido habiendo cosechado resultados muy dispares lo que parece prever un partido muy disputado.

El Blackburn es un equipo menos atrevido pero con una gran facilidad para encajar goles. Como vi-sitante, sus partidos promedian más de 3,5 goles.

El Borussia Dortmund recibe a un equipo en cons-tante involución, cuyo entrenador está en la cuer-da floja. El equipo de Klopp lleva 6 victorias con-secutivas y en 5 de los 7 partidos como local ha ganado por más de un gol de diferencia. El único ‘pero’ es el partido del miércoles ante el Sevilla, sin embargo, al igual que el Madrid, no suele rotar.

Por otro lado, los de Schaff no levanta cabeza. Al-meida sigue sancionado y como visitante única-mente han conseguido 6 puntos de los 32 posibles.

El otro partido de la Bundesliga en el que aposta-mos, seguimos la explicación de la semana pasa-da en el partido del M’Gladbach que, como pro-nosticamos, se saldó con over 2.5. El Friburgo es un equipo bastante ordenado con un Cisse este-lar acompañado de un racheado Hanke. En 11 de sus 15 partidos ha habido, como mínimo, 3 goles.

Al M’Gladbach ya le conocemos. El equipo más go-leado de Alemania, sin talento defensivo y demasia-do atrevimiento. Sus partidos promedian 4,2 goles.

Tendencias completamente opuestas en un parti-do más desigual por números de lo que parece. El Mallorca, como el año pasado, está haciendo una gran temporada basando su éxito en Sant Moix donde ha logrado la victoria en 4 partidos de los 7 que ha jugado como local. Además, recibe a un Ra-cing en horas bajas con Portugal muy cuestionado.

Los santanderinos ¡como visitante sólo han logrado 1 punto de los 27 disputados! Los estados de forma y los números nos hacen confiar en los baleares.

El Borussia Dortmund acu-mula una amplia ventaja en el liderato gracias a sus 6 victorias consecutivas. El Werder en tierra de nadie, 19 puntos de 45 posibles.

¿Por qué ver este partido?

-Potencial goleador: son dos de los equipos más go-leadores de la Bundesliga.-Lewandoski será titular al seguir de baja Lucas Barrios.-Generación de oro alema-na: Gotze y Grosskreutz con-tra Marko Marin y Wagner.

Las enfermerías se encuen-tran a rebosar, 11 bajas en-tre los dos conjuntos. Los Spurs en forma, el Chel-sea una victoria en los úl-timos 5 partidos oficiales.

¿Por qué ver este partido?

-Vuelve el ‘9’, Didier Drogba.-Bale, Lennon: puñales en las bandas. En el Chelsea verticalidad en la media.-Oportunidad para los me-nos habituales en ambos equipos si quieren demos-trar su valía como Palacios.

Segundo contra primero. En juego el liderato de la Premier. Old Trafford es un fortín, el United es el mejor equipo local, aunque el Ar-senal es el mejor visitante.

¿Por qué ver este partido?

-Fabregas es de nuevo baja en los gunners. Wils-here volverá a ejercer sus funciones en el medio.-Ambis equipos están en octavos de Champions.-Berbatov en racha. Way-ne Rooney sin suerte.

Duelo de las dos alterna-tivas más firmes al Milan. La Juventus once jorna-das sin perder, la Lazio con autoconfianza tras el bai-le al Inter en el Olímpico. ¿Por qué ver este partido?

-Quagliarella y su romance con la portería enemiga.-¿Zárate demostrará su talento en feudo ajeno?-Krasic contra Hernanes. Enfrentamiento para dilu-cidar cuál de los dos inspi-rados está en mejor forma.

Tras el baño de juego exhibido en el clási-co por el F.C.Barcelona, se jugó el postpar-tido. El enfrentamiento del bien y del mal; de la ética y de la educación; de la humil-dad y de la prepotencia. Tonterías varias que rellenan programas de televisión y dan motivos para la disputa a los seguidores del fútbol. Pero tonterías al fin y al cabo.

«Ha sido un baño de humildad» sentenciaba Dani Alves tras el partido que, por unas razo-nes u otras, llevan dentro del corazón tanto merengues como culés. Mientras, el madri-dismo clamaba y apuntaba a Gerard Piqué por su supuesta ‘conducta antideportiva’ al, con la mano abierta, celebrar la victo-ria con una supuesta exagerada efusividad.

Todos estos gestos y palabras se tachan de falta de educación y respeto hacia el rival. Incluso, en ocasiones, se habla de incitación a la violencia... como si los violentos nece-sitasen una cerilla para encender un fuego.

No, no y no. Vivimos en una época en el que la excesiva y falsa educación está matando par-te de la salsa del fútbol, parte de su romanti-cismo por el que se puede llorar por una vic-toria y reír por una derrota. No somos pocos los que echamos de menos que los equipos salgan separados al terreno de juego mien-tras la afición local ejerce su poder. O que los jugadores ni se crucen la mirada en el túnel de vestuarios en vez de los ‘cariñitos’ a los que nos estamos acostumbrando. Se echa de menos los duelos entre Rivaldo y Hierro, las celebraciones encolerizadas de Luis Enri-que o a Raúl mandando callar al respetable.

Porque ellos somos nosotros, porque no-sotros somos ellos. Rivalidad, amores y odios. Esa es la mejor forma de respetar al adversario, la forma de honrarle. La edu-cación es vital, sí. Pero un clásico necesita a Cristiano, Piqué, Mourinho y Guardio-la. Un clásico es políticamente incorrecto.

Miguel Quintana