Todos los ecosistemas de la tierra existen dentro de una cuenca. Una cuenca se puede definir como ¨la unidad territorial que drena agua a un río mediante el proceso de escurrimiento de la precipitación a través del paisaje hasta los afluentes y el cauce principal´´ (Smith, de Groot, Bergkamp, 2006).

A medida que el agua se escurre a través del paisaje, los diversos ecosistemas de la cuenca proporcionanbeneficios en forma de bienes y servicios a los usuarios y ecosistemas aguas abajo. Estos beneficios incluyen el suministro de pescado y agua potable, regulación de las corrientes hidrológicas y el clima, apoyo a la formación del suelo y al ciclo de nutrientes, mejoramiento de las actividades culturales, educativas, estéticas y espirituales. Así pues, los servicios ambientales hídricos pueden definirse como los beneficios para la naturaleza y el bienestar humano proporcionados por los ecosistemas de una cuenca hidrográfica. No obstante, en varias zonas de Bolivia la creciente deforestación de los bosques en la cuenca alta está ocasionando un impacto riguroso en la disponibilidad de agua en la parte baja, sobre todo en la época seca, ocasionando millonarias pérdidas para el país cada año a causa de la sequía y los incendios forestales que cada vez son más frecuentes. En consecuencia, es crítico proteger o restaurar estos ecosistemas para garantizar el agua y la producción para la población.

Las faldas de los andes tropicales bolivianos albergan uno de los bosques más biodiversos del mundo, el majestuoso

Bosque, agua: fórmula de vida

Iniciativas de compensación por servicios ambientales (CSA) logran conservar más de 4000 hectáreas de bosque húmedo en Bolivia y nos demuestran que es posible hacer de la conservación de la biodiversidad una alternativa económicamente viable para los más pobres.

Parque Nacional Amboró, que en sus 637.000 hectáreas alberga al 10% de las especies de aves existentes en el planeta, un parque que brinda una múltiple variedad de servicios ambientales hídricos a varias poblaciones y ciudades que se encuentran cercanos a él, como ser las comunidades de Santa Rosa de la Lima y Los Negros, ubicadas en el municipio de Pampagrande del Departamento de Santa Cruz, al sur del borde de este maravilloso y frágil ecosistema. En los fértiles valles de ambas comunidades los agricultores producen una vasta variedad de verduras, frutas y hortalizas que luego son vendidas en los mercados de una de las urbes más grandes de Bolivia, la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, pero

Bolivia pierde anualmente alrededor de 350.000 has. de bosque por la deforestación, perdiendo para siempre no solo el bosque,

sino también toda la biodiversidad que habita en ellos.Fotografía: Fundación Natura Bolivia

Eduardo Franco

lamentablemente en los últimos 20 años el caudal que brinda agua para el riego a estos cultivos ha disminuido notablemente, los productores de la cuenca baja culpan a la deforestación y los incendios ocasionados por los agricultores de la cuenca alta, quienes deforestan el bosque para destinar sus tierras a la agricultura y ganadería, afectando seriamente a la provisión de agua de los pobladores de la cuenca baja.

Esta situación generó tensión durante muchos años entre ambas comunidades, quienes inclusive dejaron de comunicarse entre sí, en su defensa los propietarios de la cuenca alta manifestaban que no podían dejar de talar y quemar el bosque, puesto que necesitaban de los ingresos económicos para poder alimentar a su familia. Conscientes de esta problemática, la Fundación Natura Bolivia inició en el año 2003 un esquema piloto

de compensación por servicios ambientales en la cuenca del Río Los Negros, con la finalidad de ayudar a las comunidades a proteger su agua a través de la conservación de sus bosques, esquema inovador que permitió que las comunidades de Santa Rosa y Los Negros lograran resolver sus diferencias sobre una fuente de agua compartida, llegando a un acuerdo mediante el cual los agricultores de la cuenca alta decidieron conservar su bosque nublado a cambio de una caja apícola más capacitación técnica para la producción de miel por cada 10 hectáreas de bosque conservadas por año. Esta compensación se convirtió en un incentivo a los agricultores de la cuenca alta por el costo de oportunidad de mantener sus bosques en pie y evitar la deforestación.

Los conocimientos y aprendizaje de esta iniciativa, impulsaron la firma de convenios tripartitos para lograr la creación de un fondo público - privado entre la empresa prestadora del servicio de agua (EPSA) de la zona, la FundaciónNatura Bolivia y el Gobierno Municipal de Pampagrande. Cada una de las partes aporta al fondo local con una suma de dinero, que en el caso de la EPSA es recolectada por un aporte que esta cobra a sus usuarios en su factura mensual de agua por el concepto de servicios ambientales, monto que fluctúa entre 0.20 y 0.50 centavos

La apicultura es considerada un negocio amigable con la naturaleza puesto que las abejas necesitan de abundante flora para producir su miel, además que este proceso ayuda a la polinización de miles de plantas beneficiando al bosque, al mismo tiempo, los agricultores perciben un ingreso promedio de 5 dólares por cada kilo de miel que venden en los mercados. Anualmente una

colmena puede producir hasta 60 kilogramos de miel. Fotografía: Fundación Natura Bolivia

de dólar por cada usuario, alrededor del 8 % del monto total de su tarifa, aporte que varía de acuerdo al consumo mensual del servicio. El dinero total recolectado por el fondo se utiliza para compensar y apoyar a los propietarios individuales y colectivos con cajas apícolas para la producción de miel, plantines para impulsar la fruticultura y rollos de alambre de púas para encerrar sus predios y evitar el ingreso del ganado a las cabeceras de las cuencas, algo perjudicial para el agua.

También el dinero de estos fondos ambientales es utilizado para comprar áreas de bosque nublado importantes por los servicios ambientales hídricos que proveen, con la finalidad de conservarlos para siempre. Otra de las actividades que se realiza es la educación ambiental de la población y sobre todo de los agricultores de la cuenca alta, enseñándoles sobre la importancia de preservar la cadena bosque, agua y vida.

Para asegurar que las áreas comprometidas bajo conservación se están protegiendo efectivamente y que los convenios se cumplan, el personal técnico de Natura realiza monitoreos constantes, juntamente con el personal técnico de la EPSA, lo que permite además un mejor control de los materiales entregados por la compensación.

Las experiencias exitosas se expanden a otros municipios

El éxito obtenido en el esquema piloto de conservación en la comunidad de Los Negros contagió a otros 8 municipios más del Departamento de Santa Cruz a implementar el mismo esquema, logrando que la iniciativa crezca del ámbito municipal al departamental. Hoy todos estos municipios cuentan ya con sus propios fondos ambientales y al igual que el esquema de Los Negros, mediante

convenios tripartitos, suman cerca de 4.025 hectáreas conservadas en las zonas adyacentes al Parque Nacional Amboró y otras 350 hectáreas en los alrededores de la Reserva Río Grande Valles Cruceños.

Es así, que los esquemas de compensación por servicios ambientales (CSA), conocidos también como acuerdos recíprocos por agua (ARA), además de proteger y garantizar el abastecimiento de agua, han logrado mejorar la calidad de vida y la economía de mas de 4.600 familias bolivianas de escasos recursos, convirtiendo a la conservación en algo económicamente viable y permitiendo que la cadena bosque, agua y vida se preserven de manera sustentable en el tiempo.

¿Pero podría funcionar el esquema a una escala mayor?

No tan lejos de estos municipios se encuentra la segunda ciudad más grande de Bolivia, la ciudad de Santa Cruz de la Sierra que con sus 1.5 millones de habitantes está considerada según estudios (Fund. City Mayors) entre las 20 ciudades con tasas más altas de crecimiento en el mundo, la cual se prevé alcance los 1.8 millones de habitantes para el año 2017, situación que ha ocasionado que los acuíferos que se encuentren debajo de la ciudad, se encuentren bajo presión por el incremento del bombeo y la tasa de contaminación acelerada de los mismos.

Análisis de la deforestación en los municipios de la cuenca medioa del río Piraí (Buena Vista, Porongo y El Torno) donde se observa una pérdida de más de 100 mil has. (25%) de la cobertura boscosa entre los

años 1986 y 2010

Los esquemas de CSA además de conservar bosques, también propiciaron el entendimiento de las comunidades

de Santa Rosa de Lima y Los Negros, generando confianza y creando un espacio de di’alogo y reciprocidad que solucionó el conflicto generado por una fuente de agua compartida.

Fotografía: Fundación Natura Bolivia

Por lo tanto, los resultados obtenidos en estos municipios pequeños permiten pensar en grande y creer que sería posible replicar dichas iniciativas en una escala mayor, buscando beneficiar a una cantidad más grande de personas y conservando efectivamente más hectáreas de bosque, es así que Fundación Natura Bolivia viene trabajando en la actualidad en la creación de un fondo departamental para la protección de las fuentes de agua de Santa Cruz, llamado FONACRUZ, mediante el cual se desea involucrar a las distintas empresas e industrias del sector privado, a los Gobiernos Municipales aledaños a la ciudad, el Gobierno Departamental y Municipal de Santa Cruz, entre otras instituciones, y constituir un fondo en fideicomiso con el capital suficiente para poder financiar la protección eficiente de los bosques nublados para el futuro, por los múltiples servicios ambientales que estos proveen a la población, como la provisión y abastecimiento de agua, que en el caso de la ciudad de Santa Cruz se abastece de acuíferos subterráneos los cuales se alimentan con agua que proviene de los bosques ubicados a menos de 60 kilómetros de la ciudad, los cuales se encuentran seriamente amenazados por la deforestación y los incendios forestales.

Para ello, Natura ya cuenta con un fondo semilla de 280.000 $us, el cual se aspira llegue a unos 5 millones de dólares en cinco años más, y logre generar anualmente los suficientes interéses que puedan financiar diferentes proyectos y actividades de conservación de las diferentes áreas naturales próximas a la ciudad, como ser el parque nacional Amboró, el Parabanó y la Reserva Río Grande Valles Cruceños. Actividades como la contratación de más guarda parques que vigilen las áreas, la compensación de los propietarios de bosques en la cuenca alta, educación ambiental de la población, mitigación de desastres naturales y otras actividades más, podrían ser posibles con la implementación de Fonacruz.

Finalmente, si la humanidad continúa haciendo un mal uso de sus recursos hídricos y de los ecosistemas de los que depende, serán los individuos y las sociedades quienes, en última instancia, sufrirán la inseguridad social y económica provocada por los ríos, lagos y reservas de aguas subterráneas severamente degradados, y se enfrentarán a conflictos cada vez más graves en tiempos de escazes (UICN 2000).

Cuadro explicativo de los esquemas de CSA: cuenca arriba, los propietarios del bosque, conservan para que cuenca abajo haya agua disponible para la producción, en compensación los de abajo aportan a un fondo para cubrir las compensaciones.