Tìtulo : Gotii

Hola! Me llamo Gotii y soy una de los millones de gotas que recorremos y hacemos el ciclo del agua. Soy vìctima de un constante movimiento, primero me evaporo y subo a las nubes , allì una vez acumuladas muchìsimas gotas me precipito y caigo , cada vez en sitios diferentes. A veces llega a ser divertido pero otras muy aburrido. Hace aproximadamente un mes acabè en un rìo de Amèrica.

Te voy a contar una historia, la semana pasada estaba en el mar, de repente subì para arriba y me desmallè. Cuando me despertè estaba pasando rapidìsimo por un tubo bastante largo. Abrì los ojos y vì a un niño con la boca abierta.¡ Todas la gotas dijimos NO! Acababamos de pasar por el grifo de una casa y un niño que fue a beber. Lo cierto es que estabamos dentro de una persona. Eso a las gotas no nos gusta nada porque las pesonas se mueven, corren, juegan … al realizar esas acciones las gotas nos damos golpes, unas contra las otras y aunque parezca que no, nos duele. Resulta que el niño no era de España, era de Australia. A sus padres les diò por venir un fin de semana en aviòn y marcharse el domingo a la noche en un barco que tenian en Càdiz, su residencia durante los veranos. Esto ocurriò el domingo a la mañana, mientras que sus padres hacian las maletas. Era la primera vez que iban a ir a Australia en barco y por eso tenian miedo a les pasase algo. Ese niño parecìa muy inquieto porque vaya golpes que nos dimos las gotas. El domingo a la tarde, fueron los tres a mirar si el barco estaba en condiciones para arrancar en ese momento ya que tenìan las maletas y todo hecho. El padre diò la orden de que estaba en perfecto estado para marcharse ya. Yo, Gotii , mientras tanto le estaba contando chistes a las demàs gotas. Yo tenìa un poder que ninguna gota màs tenìa que era el de entender el lenguaje de los humanos, por eso te puedo contar esto. Poco después de que el padre diera la orden la madre y el niño estaban en el barco ya con las maletas. Cuando los tres estaban dentro y con todo listo el padre empezò la marcha, ya que tendrìan un largo y difícil viaje. Empezaron a navegar a las ocho de la noche y mientras, ahí seguiamos las gotas, en la barriga del niño. Sobre las once el niño tenìa hambre y aprovecharon todos para cenar, la madre porque tambièn le estaba entrando el apetito y el padre porque necesitaba un descanso después de tres horas en el timòn. A eso de las once y media acabaron los tres y siguieron la marcha. A la una de la madrugada aproximadamente el niño y la madre se fueron a la cama, la madre sabiendo que a las cuatro se tendrìa que levantar para darle un descanso al marido que necesitarìa dormir tambièn. El niño ese dìa se fue para cama sin hacer pis, entonces las gotas tuvimos que quedar dentro de su barriga toda la noche, a mi ya se me estaba acabando el repertorio de chistes. A la mañana siguiente, bastante temprano, sobre las 9 de la mañana, cambiaron de turno otra vez y el hombre se puso al mando del barco, mientras el niño siguió durmiendo. Sobre las 2 de la tarde el niño despertò, fue a la baño y hizo pis. Todas las gotas salimos y nos libramos de estar ahì dentro.

Un mes después, un dìa de muchìsimo calor todos los amigos del niño querìan ir a darse un baño a la playa por la tarde. El niño al llegar a casa le preguntò a sus padres si podìa ir a darse un baño y le dijeron que si pero que tuviera cuidado y que no volviera tarde. Fueron todos los de la pandilla, a una playa muy conocida, allì ,que se llamaba Grundgh. El mas valiente en meterse primero fue Pedro que asì era como se llamaba el niño en realidad. Al poco tiempo de que èl se metiera, se metieron todos sus amigos. Èl tragò agua y entre esa agua que tragò, sabes quien estaba?

Ahì estaba yo, Gotii, por lo visto cuando el nos expulsò por el pis la corriente nos llevò hasta Australia con tan mala o buena suerte, fuimos a parar a la misma playa que Pedro. Èl tragò el agua como si fuera cualquier cosa pero yo sabìa perfectamente quien era ese niño. Sobre las ocho y media nueve, todos recogieron sus cosas y se fueron. A las diez,la hora que le pusieron sus padres, Pedro llego a casa. Yo Gotii no llegue asì por asì a Australia. La corriente nos arrastrò hacia esa direcciòn , pero me evapore y una vez allì condensada con muchìsimas gotas precipitè y caì en un bosque, que al infiltrarme pasè a formar parte de las aguas subterràneas de un rìo. Al acabar ese recorrido lleguè al agua superficial que una vez ahì, fui arrastrada por la corriente hasta la playa de Grundgh. Pedro y sus padres cenaron sobre las once y el niño al acabar de cenar se fuè directamente para cama sin ir siquiera al baño, así que otra noche màs dentro de Pedro. A la mañana siguiente Pedro se levantò para ir al instituto, eso si, antes de marchar hizo pis, por lo tanto ahì vamos otro vez todas las gotas por las tuberías de su casa. Esta vez fuimos a mar abierto. A lo lejos se veìa una isla. Cada poco que nos ibamos acercando un animal màs veiamos. Yo Gotii, pensè que serìa una isla solo y exclusivamente de animales. Tras dos horas arrastradas por la marea, llegamos a esa misma isla. Efectivamente en esa isla solo habìa animales, no habìa ninguna persona.

Depuès de unas largas horas allì, en la orilla de esa ernorme isla, un canguro se acercò. El canguro abriò su enorme boca y bebiò del agua en la parte que precisamente estaba yo y allà fuimos,¡ Al cuerpo del canguro!

Esta es la vida de una simple gota, de los miles de millones que recorren el ciclo del agua. Asì es la mìa, particularmente.

FIN

BORJA GARCIA 1º ESO