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15 de mayo de 2014 Núm. 4.023 (719) ESCUELA 39

Viajes La iglesia templaria más esotérica

Bordón, la Rosslyn hispanaJesús Ávila Granados

No es preciso desplazarse a Escocia, para investigar en las entra-ñas de la capilla de Rosslyn algunos de los enigmas del esote-rismo del Temple, porque en Bordón, pequeña población del Maestrazgo, podemos encontrar, con los conocimientos ade-cuados, las claves de la razón de ser de los magos del Temple, siguiendo la interpretación desde la arquitectura de la iglesia hasta las pinturas y grabados que decoran paredes y techos, para terminar, en la torre, que alojó la cámara secreta de iniciación de los nuevos caballeros.

Fue en 1196 cuando el monarca Pedro II el Católico cedió la villa de Castellote, con su amplio territorio, a los templarios, poniéndose las bases de una de las más poderosas encomiendas del Temple en la geografía hispana. Su primer comendador fue Gascón de Castellot y de ella formaban parte nueve pueblos, entre los cuales estaba Bordón. Pocos años después, en 1212, con motivo del hallazgo por un pastor de la imagen de una Virgen negra en el interior del tronco de una carrasca, cuenta la leyenda que Nuestra Señora fue llevada a Castellote, pero al día siguiente regresó milagrosamente a Bordón. Debido a este milagro, el Temple decidió levantar una modesta ermita, que se convirtió en un centro de peregrinaje de multitud de fi eles. Milagros que animaron a la construcción de un convento, a extramuros de la iglesia, dedicado a Ntra. Sra. de Bordón, y un hospital, en donde acoger y curar a los peregrinos que lle-gaban al pueblo. Por ello, a este lugar se le bautizó “bordón”, en referencia al cayado que portaban. Lamentablemente, aquella hermosa imagen de la Virgen, de estilo románico, sedente, de unos 58 cm de altura, tallada en madera de encina y con el niño sentado en el regazo, que tenía la potestad de conjurar las tormentas, desapareció durante la Guerra Civil.

La Carta de Población de Bordón, a iniciativa del Temple, se concedió en 1282, según confi rman los documentos del Archi-vo Municipal. Más tarde, en 1306, debido a la gran devoción a la Virgen, los templarios decidieron edifi car la Iglesia Mayor, que se corresponde con la actual iglesia parroquial, en torno a la cual se construyó el pueblo que hoy vemos.

El esoterismo templario

Esta iglesia está levantada sobre cuatro vórtices de energía telúrica, de 19.500 unidades bubis cada uno. Los templarios conscientes de ello, a comienzos del siglo XIV llevaron a cabo una inusitada labor artística, decorando el interior de la iglesia con unas pinturas que conmueven y sobrecogen, a medida que se van interpretando sus símbolos, algunos de los cuales guardan unas estrechas analogías con los exis-tentes en la capilla escocesa.

Las paredes y el cielo de la bóveda de la iglesia de Bor-dón están decorados con extraños frescos que constituyen una guía esotérica para alcanzar un tipo de trance. Tampo-co debería extrañarse si, al revelar las imágenes que domi-nan el universo espacial de la nave, advierta la existencia de pequeños granos blancos fl otando en la atmósfera; son las almas de los caballeros templarios que siguen vivas en esta iglesia, que es el templo con mayor energía de todo el mundo occidental.

El catolicismo es la única religión monoteísta en la que no tiene cabida ninguna variante esotérica. Los místicos que optaban por alguna de las ramas ocultas, solían ser margi-

nados del resto de la comunidad, como portadores de enfer-medades contagiosas, cuando no encerrados en oscuras y tenebrosas galerías, o perseguidos sin piedad. A pesar de todo ello, el Temple, aunque consciente del riesgo a ser des-cubiertos por las altas esferas de la Iglesia ofi cial, estableció en Bordón este espacio secreto donde poder llevar a cabo sesiones de espiritismo, mientras desarrollaba unas técnicas capaces de alcanzar el trance místico.

Un viaje hacia lo desconocido

En determinados lugares, es más fácil lograr esta dimensión en estados mentales. Alcanzar la primera etapa de este fascinante y mágico viaje es relativamente sencillo, suele comenzar por medio de una relajación profunda. La etapa siguiente, la par-tida del viaje, es más compleja. Sabemos que algunas religiones y culturas utilizan sustancias alucinógenas; sin embargo, otro de los disparadores de este trance es la utilización de sonidos. ¿Pero qué clase de sonidos son los más favorables para conse-guir este estado? Existen determinadas frecuencias audibles, que desatan estos estados. Estas frecuencias tienen otra par-ticularidad y es que, aplicadas a una lámina metálica cubierta por fi no polvo, forman unas fi guras geométricas, denominadas fi guras de Chandilli.

Precisamente, en la zona izquierda de la bóveda de la iglesia de Bordón aparece representada una imagen que podría estar relacionada con los efectos de unas ondas sonoras, consecuen-cia de las vibraciones de una lámina metálica cubierta de polvo blanco. Al igual que en Rosslyn, una imagen nos da la pista de cómo deben interpretarse estos símbolos pictóricos; si en la capilla escocesa vemos un ángel, en Bordón aparece la imagen de una santa –concretamente Santa Cecilia, patrona y protecto-ra de los músicos– sentada ante un órgano y marcando las notas que sobrecogían a quien las escuchara. Los templarios susti-tuyeron las musas helénicas por esta santa mártir del siglo III.

Y una vez llegado hasta aquí, es más fácil meternos en la piel de aquellos freires reclinados en los bancos del interior de la iglesia, inmersos en un fuerte aroma de incienso, ensimismados en la sagrada atmósfera del templo, mientras sus oídos comien-zan a percibir las notas del órgano, formado por 213 cajas de música, cuyo sonoro y metalizado instrumento transmitía una nota larga y potente que envolvía a quienes allí se encontraban bajo una profunda meditación.

El poder psíquico de los órganos es, sin duda, uno de los misterios que estamos empezando a descubrir. Hasta ahora no se les había prestado atención. Recientes investigaciones han descubierto que servían para producir ultrasonidos. Estos sonidos, que van más allá de las percepciones normales, activan el hipotálamo, y muchas personas reaccionan a ellos con sen-saciones que rozan lo fantástico. En la iglesia de Bordón exis-tía un órgano que necesitaba de cuatro personas para hacerlo funcionar. Y las notas que transmitía fueron condenadas por el Santo Ofi cio, porque la Iglesia las califi có de “ecos del diablo”, tan pronto como los templarios fueron condenados.

Superar los miedos internos

Pero, ¿por qué se realizan las pinturas? ¿Por qué arriesgarse y caer en el peligro de que los esbirros de la Inquisición adviertan de que se está profanando un templo cristiano? La respuesta la podemos encontrar en lo que las personas que acceden a este tipo de trance llaman “miedo al salto”. Los frescos de la iglesia de Bordón son la mejor guía para que los no iniciados pierdan el miedo a traspasar este umbral de lo físico y alcan-zar la otra dimensión. La siguiente fase de la meditación es el enfrentamiento a los miedos internos, lo que los psicoanalistas denominan “traumas” y para refl ejarlo, qué mejor que repre-sentar el Cancerbero, el terrible perro con sus fauces abiertas que domina el acceso a los infi ernos.

La siguiente fase, tras el enfrentamiento a los miedos inter-nos, es la más gratifi cante, que se logra como consecuencia de la vibración de energía positiva que envuelve a la persona, con las cálidas notas percibidas del órgano, logrando que la mente se libere de sus fuertes ataduras anteriores.

Finalmente, la persona renacida resurge de este trance, de esta singular experiencia, que la convierte en un ser nuevo, y qué mejor y más hermosa forma de alegorizar esta etapa que con la fi gura del ave fénix, que logró resucitar de sus propias cenizas. El ave fénix sería, por lo tanto, un nuevo nacimiento

de la persona iniciada, mientras que las cabezas místicas de las que salen serpientes, serían el símbolo de una mente nueva.

Las personas que siguen este tipo de experiencias con éxito dicen que consiguen una sabiduría nueva, una fuente de cono-cimiento superior. Una vez más, las imágenes de la fuente de la sabiduría, que decoran el cielo de la bóveda de la iglesia de Bordón, completan el fi nal último de este viaje por el Más Allá. Como un pequeño Grial, estas imágenes nos envuelven en el interior del templo. Pero no abandone la iglesia sin haber entra-do dentro de la capilla de la Epístola, en su techo verá esculpido un Pantocrátor templario que sostiene con su mano izquierda la bola del mundo, con el relieve del continente americano…

DE INTERÉSLa localidad de Bordón (www.bordon-teruel.tk) en la

comarca del Maestrazgo turolense, se encuentra a 130

km de Teruel. Se halla a 828 m de altitud y tiene 141

personas empadronadas. Las coordenadas de GPS son:

40º41’12,47”N/0º19’19,81”O.

Cómo llegar: desde Alcañiz (Teruel), por Calanda, Mas de

las Matas, Castellote y Bordón. Y desde Morella (Castellón),

por Forcall, La Mata, Olocau del Rey y Bordón.

¿Qué leer?: La mitología templaria (La obra más completa

sobre la Orden del Temple); Diversa Ed. Jesús Ávila Grana-

dos; 04/2014.

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