FátimaValladolid

Año XX – Época IIIN.º 207 –

2-3 Carta del Presidente

Noviembre, mes de los difuntos

4-5 Historia de FátimaVI Memoria - 32. De una feria al desierto

5 Noticias de Fátima

6-8 Llamadas del Mensaje de F.32. No desear la mujer del prójimo

9 Nuestra Iglesia. Catecismo de la I. Católica

Las virtudes (II)

10 Opiniones

11 Actualidad. Actividades diversas

12 Sonreír y reír...

13-15 Intercesores y modelosSanta Catalina Labouré

y la medalla milagrosa

15 Intenciones del Papa y la CEE

16 Nuestras actividades. Tesorería

Noviembre 2011N.º 223

Edita: Apostolado Mundial de Fátima —Ejército Azul de Nuestra Señora— de ValladolidMonasterio de la Visitación - Juan Mambrilla, 33. Tlfs. 983 209 376, 699 834 276

Maqueta: José Emilio Mori Recio, Administrador informático del ArzobispadoEn Internet: www.archivalladolid.org (boletines disponibles en formato PDF)

2 N.º 223FÁTIMA

Muy querida/o hermana/o en los Sagra -dos Cora zones de Jesús y de María:

Así como los tiempos más impor-tantes del Año litúrgico discu-rren en meses más o menos con-

cretos, también algunas devociones delpueblo cristiano están localizadas enmeses bien señalizados.

El tiempo de Adviento principalmen-te ocupa casi todo el mes de diciembre.El de Navidad, enero. La Cuaresma,febrero y marzo, ordinariamente. Eltiempo Pascual, abril y mayo sobre todo.

Las devociones populares más impor-tantes son: el mes de mayo, dedicado a laVirgen María. El de junio, al SagradoCorazón de Jesús. Julio a la Virgen delCarmen. Octubre al rezo y meditacióndel Santo Rosario junto con la peticióna San José por la Iglesia Universal, con laoración imperada del papa León XIII.Noviembre, dedicado a pedir por los fie-les difuntos o almas del Purgatorio.

Pero, además, en este mes de noviem-bre se nos invita a considerar, sin miedo yllenos de la virtud teologal de la esperanza,las verdades denominadas tradicional-mente “novísimos”: Muerte, Juicio parti-cular, Purgatorio, Cielo e Infierno,expuestas en parábolas y enseñanzasconcretas del mismo Jesucristo en la pro-clamación del evangelio de las Misas.

De la muerte, que todos los díasvemos que se pasea a nuestro alrededor,dijo el Espíritu Santo a través de SanPablo que es el “momento del cual depende

la Eternidad”. No en vano Jesús nos dijoque estemos preparados porque a la horaque menos pensemos vendrá Él. Nuestrosantepasados decían que “ordinariamentese muere como se vive”; por ello debemosvivir santamente. Pero tengamos encuenta que la santidad está forjada dearrepentimientos sinceros y diarios.

Del Juicio particular baste citar losnúmeros 1021 y 1022 del Catecismo dela Iglesia Católica, que resume, del modosiguiente, el número 208 del mismoCatecismo: “Es el Juicio de retribucióninmediata que, en el momento de la muerte,cada uno recibe de Dios en su alma inmor-tal, en relación con su fe y sus obras. Estaretribución consiste en el acceso a la felici-dad del Cielo, inmediatamente o después deuna adecuada purificación, o bien de lacondenación eterna al Infierno”.

La doctrina sobre el Purgatorio laexpone el Catecismo de la Iglesia católi-ca en los números 1030 al 1032 y elCompendio la resume así en el número210: “El Purgatorio es el estado de los quemueren en amistad con Dios pero, aunqueestán seguros de su salvación eterna, necesi-tan aún de purificación para entrar en laeterna bienaventuranza”. En el númerosiguiente responde a cómo podemos ayu-dar en la purificación de las almas delPurgatorio: “En virtud de la Comunión delos Santos, los fieles que peregrinan aún enla tierra pueden ayudar a las almas del Pur-gatorio ofreciendo por ellas oraciones desufragio, en particular el Sacrificio de la

Carta del Presidente diocesanoNoviembre, mes dedicado a los fieles difuntos o almas del purgatorio

Eucaristía, pero también limosnas, indul-gencias y obras de penitencia”.

El Catecismo de la Iglesia Católica seocupa de exponer lo que es el Cielo enlos números 1023 al 1029, y su Compen-dio dice en el número 209: “Por Cielo seentiende el estado de felicidad suprema ydefinitiva. Todos aquellos que mueren engracia de Dios y no tienen necesidad de pos-terior purificación, son reunidos en torno aJesús, a María, a los Ángeles y a los Santos,formando así la Iglesia del Cielo, donde vena Dios cara a cara (1Co 13, 12), viven encomunión de amor con la Santísima Trini-dad e interceden por nosotros”.

La doctrina sobre el Infiernola explicita el Catecismo de laIglesia Católica en los números1033 al 1037, y el Compendioexpone: “Consiste en la condena-ción eterna de todos aquellos quemueren, por libre elección, en peca-do mortal. La pena principal delinfierno consiste en la separacióneterna de Dios, en quien únicamen-te encuentra el hombre la vida y lafelicidad para las que ha sido creadoy a las que aspira. Cristo mismoexpresa esta realidad con las pala-bras «Alejaos de mí, malditos, alfuego eterno»(Mt 25, 41)”.

Acerca de cómo se concilia laexistencia del infierno con la infi-nita bondad de Dios, responde:“Dios quiere que «todos lleguen a laconversión» (2P 3,9), pero, habien-do creado al hombre libre y responsa-ble, respeta sus decisiones. Por tanto,es el hombre mismo quien, con plena

autonomía, se excluye voluntariamente dela comunión con Dios si, en el momento de lapropia muerte, persiste en el pecado mortal,rechazando el amor misericordioso de Dios”.

Reflexionar con cierta frecuenciasobre estas verdades, ayudados de la luz yfortaleza del Espíritu Santo y nuestraMadre, Santa María, es de una importan-cia máxima, no solo durante este mes.

Valladolid, 24 de octubre de 2011, Memoria obligatoria

de S. Antonio María Claret,arzobispo y fundador de los Misioneros

Hijos del Inmaculado Corazón de MaríaJesús Hernández Sahagún

3NOVIEMBRE 2011

EL CIELO, LA TIERRA Y EL INFIERNO EN

“EL SUEÑO DE FELIPE II”, DE EL GRECO

4 N.º 223FÁTIMA

Ya vimos los dos primeros peldañosque mi madre tuvo que subir en lacuesta de su calvario. El inicio de

la crisis que mi padre atravesó en losúltimos años de su vida, en los que ellahizo todo cuanto fue posible para ayu-darle a sobrepasarla sin dejar la prácticade sus deberes religiosos; y el inicio de mivida de pastora, con lo quenuestra casa comenzó a per-der vida, la vida de los niñosque allí venían a pasar el díajugando conmigo y que ellaapreciaba mucho, aunqueello también le diera trabajo ycansancio. Pero, como diceSan Pablo: “la caridad es ale-gre, corre y no se detiene”.

El tercer escalón de la cuesta de sucalvario fue el casamiento de mis her-manas mayores, María y Teresa. El vacíoque ellas dejaron en nuestra casa no erasolo su falta; era también la falta de lasjóvenes que venían a aprender con ellasa tejer y a coser: ahora ellas no estabanallí para enseñarlas. Mis hermanas Glo-ria y Carolina habían aprendido parasustituirlas cuando ellas se casaran, peroles faltaba la práctica para ser compe-tentes, y ellas gustaban más de la vidacampestre, y andar ayudando a mi padrey con los grupos en las vendimias y en lacogida de la aceituna.

Así durante el día, mi madre se encon-traba sola en casa, como en un desierto,y sentía mucha soledad. A veces decía:

—No sé cómo es esto, ¡parece quepasamos de una feria a un desierto!

Y nadie, ni ella, podía prever que talvez sería Dios quien vaciaba aquellacasa, para en breve venir a ser ocupadapor otro género de personas como enuna fila, que no vería acabarse, y paraella iba a ser la más escarpada cuesta que

había de subir hastallegar a la cima de sucalvario.

María se había que-dado a vivir allí cerca,casi enfrente de nues-tra casa, mas Teresa sehabía ido más lejos.Solo los domingos y

días festivos venía con su marido a asistira la Santa Misa en la iglesia parroquial deFátima, y después venían a comer a casacon toda la familia, para luego, al caer dela tarde, después de la merienda, regresarcon su marido hasta Lomba, donde tení-an su domicilio, atravesando el monte deNuestra Señora de las Ortigas, a quienpedirían una bendición al pasar por suermita, recorriendo a pie un caminopedregoso.

Al día siguiente por la mañana, mipadre, con mi hermano, Gloria y Caroli-na, se iban a sus trabajos del campo. Yosalía con las ovejas a los pastos y mimadre allá se quedaba sola en casa,como si fuera un desierto.

A casa iba de vez en cuando algunavecina a pedir algo que le hacía falta: un

Historia de FátimaSexta Memoria: 32. De una feria al desierto

5NOVIEMBRE 2011

pan prestado, porque el de ella se lehabía acabado o aún no era día de cocerla nueva hornada; un cántaro de agua,porque su aljibe estaba seco y la “fuentenueva” estaba allá muy lejos; unas cebo-llas, porque las suyas se habían acabadoy las de la nueva cosecha estaban allálejos, todavía a medio crecer, y dabapena arrancarlas, etc.; y mi madre atodos recibía con agrado y satisfacción,sonriente.

De un lado y de otro venían a llamarlapara que fuese a atender a algún enfer-mo, y ella ya no tenía a quién dejarencargada de los trabajos de casa. Sevalía entonces de mi hermana María, ala que llamaba y le pedía que viniese anuestra casa a preparar la comida o lacena, de modo que llegase para todos yella después se viniese con su marido acomer o cenar a nuestra casa, que cuida-se de los animales y que, cuando viniesepadre, le dijese dónde había ido ella.

Así iban pasando los días de su labo-riosa vida, rezando y cantando, donde yasolo se oía el sonido de su armoniosa vozsintiendo siempre la falta de las vocesinfantiles de los niños, que antes la rode-aban, la de sus hijas y las jóvenes que lasacompañaban. Mas ella iba hablando amedias palabras: “Es así la vida, donde

todo pasa. ¡Solo Dios no cambia!”. La feera su fortaleza y Dios, su apoyo.

Era como si conociese el Salmo 39para cantarlo y rezarlo:

«En el Señor puse toda mi esperanza,él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor.Asentó mis pies sobre la roca,consolidó mis pasos.Puso en mi boca un cántico nuevo,una alabanza a nuestro Dios».

Sí, su cantar ahora era otro y todavíaDios le iba a pedir otro que ella no sabíani esperaba: era el escalón más difícil desubir en la cuesta de su calvario. Seme-jante a Nuestra Señora, a quien con laEncarnación del Hijo de Dios le vinie-ron las dificultades, las ansiedades, lastribulaciones, las angustias y el martirio:las dudas de San José, la persecución quele hizo dejar su casa y patria para buscarrefugio en país extranjero; después de suregreso, las contradicciones y persecu-ciones de los que maquinaban la muertede su Hijo. Es así: donde está Dios, apa-rece el demonio, suscitando contiendas,luchas y contradicciones. Es la señal dela presencia de Dios. Si no se tratase deDios, el demonio nada tenía que recelar,que nadie iría a robarle el campo.

(“Memorias de la Hermana Lucía”,vol. II, págs. 123-125 – Continuará)

Noticias de Fátima

1. Las Peregrinaciones Internaciona-les de agosto y septiembre fueron presi-didas por el obispo de Santiago (CaboVerde), Arlindo Gómes Furtado, y por elcardenal arzobispo emérito de Milán,Dionigi Tettamanzi, respectivamente.

2. Siguiendo una tradición que seremonta al año 1940, durante 2010 seofrecieron 8000 kg de trigo para la con-fección del pan consagrado en las 6769misas celebradas en el Santuario.

6 N.º 223FÁTIMA

No codiciarás la mujer de tu prójimoy no desearás su casa (...), ni nadaque le pertenezca» (Dt. 5, 18).

Tal es el desorden que hay por elmundo contra este mandamiento queme pregunto a mí misma: ¿todavía valela pena hablar de él? La respuesta es afir-mativa, porque aunque todo el mundo seahogue en el abismo, la palabra de Diospermanece repitiendo: «¡No desearás ala mujer de tu prójimo!».

El pecado cometido contra este man-damiento es tan grave que en el AntiguoTestamento era castigado con la muerte:«Si un hombre comete adulterio con unamujer de otro hombre, con la mujer de suprójimo, el hombre y la mujer adúlteraserán castigados con la muerte» (Lev. 20,10). Y, en otro lugar: «Si un hombre fuerasorprendido durmiendo con una mujercasada, ambos deberán morir; el hombreque tuvo relaciones con la mujer y tambiénla mujer» (Dt. 22, 22).

En el Sermón de la Montaña, Jesucris-to, hablando a la multitud que a su vuel-ta se había reunido, dice: «Oísteis que fuedicho: “No cometerás adulterio”. Pero yo osdigo que todo el que mira a una mujer dese-ándola, ya ha cometido adulterio en sucorazón» (Mt. 5, 27-28). Como vemos,Dios nos prohíbe no solo el acto en sí,sino también la codicia y el deseo, por-que son estos los que llevan después aconsumar el acto. El divino Maestro con-cluye su afirmación con esta recomenda-ción extrema: «Si tu ojo derecho te escan-

daliza, arráncatelo y tíralo; porque más tevale que se pierda uno de tus miembros queno que todo tu cuerpo sea arrojado al infier-no» (Mt. 5, 29). En la medida extremaapuntada, Jesús quiso significar la grave-dad de este pecado y cómo por él se incu-rre en la pena de condenación eterna.

El pecado contra este mandamientolleva consigo la violación de otros dos, osea, aquel que manda guardar castidad yel que prohíbe el robo: de hecho, apro-piarse de alguien que pertenece o estáconfiado a otro es robar. Un acto así vacontra la justicia y la caridad. Por eso,Dios complementa este mandamientocon una serie de elementos a no codi-ciar: «No codiciarás la mujer de tu prójimoy no desearás su casa, ni su campo (...), ninada que le pertenezca» (Dt. 5, 18).

La ley del divorcio civil, que variasnaciones admiten, está en contradiccióncon la Ley de Dios, que establece comoindisoluble el vínculo matrimonial: «Portanto, lo que Dios unió no lo separe el hom-bre» (Mt. 19, 6).

San Pablo, deseando hablar de loslímites propios de la Ley, fue a buscar elcaso concreto de la unión del marido yde la mujer que solo la muerte de uno deellos puede romper: «En efecto, la mujercasada está ligada por la Ley al maridomientras este vive; pero si el marido muere,queda libre de la Ley del marido. Por lotanto, mientras vive el marido, será conside-rada adúltera si se une a otro hombre; perosi hubiese muerto el marido, es libre de la

Llamadas del Mensaje de FátimaLos mandamientos: 32. No desear la mujer del prójimo

7NOVIEMBRE 2011

Ley, y no es adúltera si se une a otro hom-bre» (Rom. 7, 2-3). El mismo apóstol nonos esconde la terrible suerte que esperaa los transgresores: «Esto, pues, habéis desaber: que ningún fornicador o impúdico, oavaro, que es como un adorador de ídolos,tiene parte en el Reino de Cristo y de Dios.Que nadie os engañe con palabras vanas,pues a causa de esto vino la ira de Diossobre los hijos de la rebeldía. Por tanto, noos hagáis complices de ellos» (Ef. 5, 5-7).Así escribía él a los cristianos de Corin-to: «Os escribí en mi carta que no os mez-claseis con los fornicadores. Pero no merefería, ciertamente, a los fornicadores deeste mundo, o a los avaros o a los ladrones,o a los idólatras, pues entonces tendríais quesalir de este mundo. Lo que os escribí es queno os mezclaseis con quien, llamándosehermano, fuese fornicador, avaro, idólatra,maldiciente, borracho o ladrón. Con estos,ni comer siquiera» (1 Cor. 5, 9-11).

San Pablo nos recuerda el llamamien-to que Dios nos hizo a ser santos: «Porqueesta es la voluntad de Dios: vuestra santifi-cación; que os alejéis de la impureza: quecada uno sepa guardar su propio cuerposantamente y con honor, sin dejarse domi-nar por la concupiscencia como los gentiles,que no conocen a Dios.En este tema, que nadieabuse ni engañe a su her-mano, pues el Señor tomavenganza de todas estascosas, como ya os adverti-mos y aseguramos, porqueDios no nos llamó a laimpureza, sino a la santi-dad. Por tanto, el que

menosprecia esto no menosprecia a un hom-bre, sino a Dios, que además os concede eldon del Espíritu Santo» (1 Tes. 4, 3-8).

A propósito de la afirmación paulinaque dice «El Señor toma venganza de todasestas cosas», he aquí una página del librodel profeta Jeremías donde Dios determi-na la extinción de su pueblo infiel:«¿Cómo podré perdonarte? Tus hijos se hanapartado de Mí y juran por aquello que noes Dios. Yo los harté, y ellos se dieron a adul-terar y se van en tropel a la casa de la pros-tituta. Sementales bien gordos y lascivosrelinchan todos ante la mujer de su prójimo.¿No habré de pedirles cuenta de todo esto?—dice Yavé—. De un pueblo como este, ¿nohabré Yo de tomar venganza? Escalad susbancales y arrasadlos; arrancad sus sar-mientos, pues no son de Yavé» (Jer. 5, 7-10).

La historia del rey David narra que élpecó contra este mandamiento, y como,ordinariamente, un pecado arrastrahacia muchos otros, él violó también elprecepto que prohíbe apropiarse de losderechos del prójimo, el mandamientoque obliga a guardar castidad según elpropio estado, el mandamiento que pro-híbe atentar contra la vida del prójimo,etc. Dios usó de misericordia con él,

enviándole al profetaNatán (imagen), que lehizo ver sus pecados y leanunció los castigos conque Dios se determinabacastigarlo. Al oír al profe-ta, David se arrepintió ehizo penitencia. Por eso,Dios mandó decirle: «ElSeñor perdonó tu pecado.

8 N.º 223FÁTIMA

No morirás. Aunque, como despreciaste alSeñor con la acción que hiciste, morirá elhijo que te nació» (2 Sam. 12, 13-14).

En el Nuevo Testamento, san JuanBautista también tuvo que reprender alrey Herodes por tener consigo a la mujerde su hermano Filipo, diciéndole: «No tees lícito tener contigo a la mujer de tu her-mano» (Mc. 6, 18). Pero a él, el celo porla Ley de Dios le valió la palma del mar-tirio: fue encarcelado y, a petición de lamujer adúltera, decapitado.

¡Qué feliz me sentiría yo si Dios tam-bién me concediese igual gracia de dar lavida en defensa de su Ley y si, dándola,los hombres, a imitación de David, reco-nociesen los propios pecados, pidiesenperdón a Dios, se enmendasen e hiciesenpenitencia, para poder así ser salvos parala vida eterna!

No nos engañemos pensando odiciendo que estas leyes de Dios fuerondadas sólo para los israelitas, como pue-blo que Dios escogió para ser salvado. Esque Jesucristo, en el Evangelio, nos diceque no vino a abolir la Ley, sino a com-pletarla y a perfeccionarla. Y mandó asus apóstoles llevarla y enseñarla a todoel mundo para que todos pudiesen sersalvados: «Id al mundo entero y predicad elEvangelio a toda criatura. El que crea y seabautizado, se salvará; pero el que no crea, secondenará» (Mc. 16, 15-16).

Esta orden que Jesucristo dio a susapóstoles prueba que todos pertenece-mos al pueblo de Dios: Fuimos escogi-dos, o antes creados para ser salvos, siqueremos creer, recibir el bautismo ycumplir la Ley de Dios. Sí, es necesario

cumplir la Ley de Dios como nos diceJesús: «No penséis que vine a derogar laLey o los Profetas; no vine a abolirlos sino acompletarlos. En verdad os digo que mien-tras no pasen el Cielo y la tierra no pasaráde la Ley ni la más pequeña letra o trazohasta que todo se cumpla» (Mt. 5, 17-18).Y permanecerá hasta el último día,cuando sea esta misma palabra de Diosla que dicte la sentencia de condenacióncontra el transgresor: «Y si alguien escu-cha mis palabras y no las guarda, yo no lejuzgo, ya que no he venido a juzgar almundo, sino a salvar al mundo. La palabraque he hablado, esa le juzgará en el últimodía» (Jn. 12, 47-48).

Vemos así que por la observancia de laLey de Dios nos salvamos y por su trans-gresión nos condenamos. Es cierto queDios es un Padre bondadoso y siempredispuesto a acoger al pecador arrepenti-do, pero solo cuando ve, en su corazón,el pesar de haberle ofendido y el propósi-to de cambiar de vida. Es a estas almas aquienes el Señor dice: «No tienen necesi-dad de médico los sanos, sino los enfermos.Id y aprended qué sentido tiene: “Misericor-dia quiero, y no sacrificio”; pues no he veni-do a llamar a los justos sino a los pecadores»(Mt. 9, 12-13). Sí, porque los justos yasiguen las vías del Señor; los pecadoresson los que andan extraviados y es preci-so llamarles y atraerlos hacia los cami-nos de la verdad, de la pureza, de la jus-ticia y del amor en Dios.

¡Ave María!

(Hna. Lucía: “Llamadas del Mensajede Fátima” Ed. Planeta-Testimonio,

p. 295-299 – Continuará)

9NOVIEMBRE 2011

Catecismo de la Iglesia CatólicaLas virtudes (II)

Nuestra IglesiaRecordando a los mártires del siglo XX en España

El Catecismo de la Iglesia Católica nosenseña en los siguientes números:

«1840. Las virtudes teologales dispo-nen a los cristianos a vivir en relacióncon la Santísima Trinidad. Tienen comoorigen, motivo y objeto, a Dios conocidopor la fe, esperado y amado por Él mismo.

1841. Las virtudes teologales son tres:la fe, la esperanza y la caridad (cf 1 Co13, 13). Informan y vivifican todas lasvirtudes morales.

1842. Por la fe creemos en Dios y cre-emos todo lo que Él nos ha revelado y quela Iglesia nos propone como objeto de fe.

1843. Por la esperanza deseamos yesperamos de Dios con una firme con-fianza la vida eterna y las gracias paramerecerla.

1844. Por la caridad amamos a Diossobre todas las cosas y a nuestro prójimocomo a nosotros mismos por amor deDios. Es el “vínculo de la perfección” (Col3, 14) y la forma de todas las virtudes.

1845. Los siete dones del EspírituSanto concedidos a los cristianos son:sabiduría, entendimiento, consejo, forta-leza, ciencia, piedad y temor de Dios.

P. Anciones

El pasado 6 de noviembre celebramoslitúrgicamente a los 498 mártiresque fueron beatificados el 28 deoctubre de 2007. Recordamos alos nacidos en nuestra Diócesis:

1. Julio Melgar Salgado, sacer-dote diocesano de Ciudad Real(1900-36).

2. Hermilo de San Eliseo(Pedro Ramón Rdez.), carmeli-ta, profesión solemne (1913-36).

3. Cipriano Polo García,sacerdote agustino (1880-1936).

4. Pedro (Santiago) Vega Ponce, her-mano colaborador agustino (1902-36).

5. Luis Gutiérrez Calvo, hermanocolaborador agustino (1888-1936).

6. Esteban Cobo Sanz, diácono sale-siano (1905-36).

7. Federico Cobo Sanz, aspirantesalesiano (1919-36).

8. Valentín Gil Arribas, salesianoprofeso, coadjutor (1897-1936).

9. Félix de la Virgen del Carmen(Luis Gómez de Pablo), car-

melita con profesiónsolemne (1912-36).

10. José Agustín(Alfredo Fernan-

do) Fariña Castro, sacer-dote agustino (1879-1936).11. Pedro de la Varga Delga-

do, sacerdote agustino (1904-36).12. Eugenio Cernuda Febrero, sacer-

dote agustino (1900-36).En nuestros boletines de septiembre y

octubre de 2007 ya publicamos una rese-ña biografica de todos ellos.

LUGARES DE

NACIMIENTO

10 N.º 223FÁTIMA

Opiniones

El santo nombre de Diosy la serenidad

Hubo un tiempo, no muy lejano, enque el santo nombre de Dios era el cen-tro de nuestro ambiente. De formaespontánea, se decía: Buenos días, nos déDios; Lo conseguiremos, Dios mediante;Vaya por Dios; A Dios gracias; Que Diosnos ampare; Vaya usted con Dios; Confie-mos en Dios; Dios proveerá; Gracias aDios; Hasta mañana, si Dios quiere, etc.Ese poner a Dios en el centro de la vidafamiliar y social nos proporcionaba unclima de serenidad y confianza en acon-tecimientos gratos y en las contrarieda-des. Porque, como decía san Pablo, todosucede para bien de los que aman a Dios.Ahora, con esas campañas que se empe-ñan en borrar el santo nombre de Diosde nuestra sociedad, el resultado está ala vista: amargura, violencia, desacato,depresiones... La falta de fe nubla larazón y deja al ser humano sin asidero,esperanza, libertad, ni coraje para lalucha diaria. Una lucha que no quita lapaz, porque sabemos que Dios, o quiere,o permite lo que nos pasa. ¡Que Él vuel-va a ser el centro!

Amalia González de Castro, VigoAlfa y Omega n. 757, 27-10-2011, Cartas

Dispuesta a evangelizar,aunque sea en prisión

Mary Wagneres una católicacanadiense de 36años, soltera, deescasos recursoseconómicos, quese dedica al apos-tolado providaaun al precio de su

libertad. ¡Ya no recuerda cuántas vecesha estado en prisión por defender lavida! Ahora comienza una nueva conde-na de 40 días de cárcel, pero a ella no leimporta; está dispuesta a evangelizar,aunque sea en prisión. En la cárcel demujeres ya la conocen: cuando la encie-rran, aprovecha para escucharlas y rezarcon ellas. ¿Su delito? Entrar pacífica-mente a un centro abortista y regalarrosas blancas con mensajes provida a lasmujeres que buscan abortar. En la cárcel,la gente provida la visita, como hacíanlos primeros cristianos con sus presosencarcelados por el César. Mary rezamucho. ¿Dónde la querrá enviar Dios lapróxima vez?

Pilar Mariscal, MálagaAlfa y Omega n. 756, 20-10-2011, Cartas

Donativos para el Santuario de PontevedraNúmero de cuenta propia (BBVA): 0182-2233-56-0203393790

11NOVIEMBRE 2011

El pasado domingo 13 se realizó unacolecta en todas las misas para colaboraren el Día de la Iglesia Diocesana. Parahacerse una idea aproximada de la pre-sencia trascendental que tiene la Iglesiaen nuestro país, bastan estas cifras:

La Iglesia ofrece atención religiosa a:• 315.000 niños que reciben el Bau-

tismo cada año.• Más de 120.000 parejas que se han

casado por la Iglesia en este año.• 10 millones de católicos que asisten

a misa cada domingo.• Cientos de miles de voluntarios que

colaboran en acciones pastorales y/o sonmiembros de asociaciones y cofradías.

La Iglesia atiende también a:• Cerca de 1.400.000 niños que asis-

ten a centros educativos de la Iglesia.

• Más de 200.000 inmigrantes en dis-tintos Servicios y Centros.

• Los privados de libertad de 77 cár-celes españolas.

• Más de 50.000 niños y jóvenes deeducación especial.

• Más de 25.000 huérfanos.• Más de 57.000 ancianos.

La Iglesia trabaja a diario en:• Más de 200 centros hospitalarios,

ambulatorios y dispensarios.• 876 casas para ancianos, enfermos

crónicos, inválidos y minusválidos.• Cerca de 900 orfanatos y centros

para la tutela de la infancia.• Más de 300 guarderías.• 365 centros especiales de educación

o reeducación social.

ActualidadUn dinero que da fruto: algunas cifras de la Iglesia en España

Actividades diversasDevoción de los primeros sábados:

5 de noviembre y 3 de diciembre18:00 Exposición del Santísimo18:15 Santo Rosario18:35 Meditación de los misterios del

Rosario y Bendición con el Santísimo19:00 Santa Misa, Salve y veneración

de la Medalla de la Virgen de Fátima

Tiempo eucarístico-mariano-repara -dor: 13 de noviembre y 13 de diciembre

16:00 Exposición del Santísimo18:00 Hora Santa con Rosario y

Bendición con el Santísimo Sacramento

19:00 Santa Misa, Consagración alCora zón I. de María, Salve y veneraciónde la Medalla de la Virgen de Fátima

Coro “Virgen Blanca” - 8 de diciem-bre. Misa Parroquial de San Antonio dePadua en El Pinar de Antequera

EJERCICIOS ESPIRITUALES

Centro de Espiritualidad ( 98320202218-20 Nov.: beato Bernardo de

Hoyos, “Testigo vivo del Amor”7-11 Dic.: “María conservaba estas

cosas meditándolas en su corazón” (Lc 2,51)26-30 Dic.: “Lo que palpamos del

Verbo de la Vida” (San Juan)

—Hija, debes rezar tres avemarías alacostarte.

—¿Tres, mamá?—Sí, tres.—Es que yo solo me sé una...

El niño ante la imagen de la Virgen:—¡Guapa! ¡Ponte a la sombra, que al sollos bombones se derriten!

—Mamá, en la calle hay un niño conel pantalón roto... seguro que no tienemamá.

—Pero a lo mejor tiene mamá y sonpobres, y por eso tiene el pantalón roto.

—No. Si tuviera mamá no tendría elpantalón roto, porque las mamás lo arre-glan todo.

Diálogo entre Dios y San Pedro:—He visto que muchas almas se han

“colado” en el cielo con demasiada faci-lidad. ¿Cómo has dejado entrar a tantos?

—Señor, no me culpes a mí. Cada vezque yo cierro la puerta, viene tu Madre yabre la ventana.

En una mala y sucia pensión de estu-diantes, la señora colocó en la puerta unfelpudo y un cartelito: “Por favor, límpien-se los zapatos en el felpudo”.

Y un inquilino escribió debajo: “Antesde salir”.

M. Z. C.

12 N.º 223FÁTIMA

DE COLORES

De colores, de coloresse visten los campos en la primavera.De colores, de coloresson los pajarillos que vienen de afuera.De colores, de coloreses el arco iris que vemos lucir.Y por eso los grandes amoresde muchos colores me gustan a mí. (bis)

Sale el gallo, sale el gallocon el kiri, kiri, kiri, kiri, kiri.La gallina, la gallinacon el cara, cara, cara, cara, cara.Los polluelos, los pollueloscon el pío, pío, pío, pío, pi.Se arma un lío con el kiri, kiri,con el cara, cara, con el pío, pa. (bis)

EL VINO QUE TIENE ASUNCIÓN

El vino que tiene Asunción,ni es blanco, ni es tinto,ni tiene color. (bis)¡Asunción!, ¡Asunción!,echa media de vino al porrón. (bis)

Apaga luz, Mariluz, apaga luz,que yo no puedo vivir con tanta luz.Los borrachos en el cementeriojuegan al mus.

Pobrecitos los borrachosque están en el camposanto; (bis)que Dios los tenga en la gloriapor haber bebido tanto. (bis)

Sonreír y reír es una cosa muy sana y muy santaCanciones Anécdotas

13NOVIEMBRE 2011

Catalina nació en Francia, de unafamilia campesina, en 1806. Alquedar huérfana de madre, a los

8 años le pidió a la Virgen que le sirvierade madre, y la Madre de Dios le aceptósu petición.

Como su hermanamayor se fue de monjavicentina, Catalinatuvo que quedarse alfrente de los trabajosde la cocina y dellavadero en la casa desu padre, y por esto nopudo aprender a leer ni a escribir.

A los 14 años pidió a su padre que lepermitiera irse de religiosa a un conven-to, pero él, que la necesitaba para aten-der los muchos oficios de la casa, no se lopermitió. Ella le pedía a Nuestro Señorque le concediera lo que tanto deseaba:ser religiosa. Y una noche vio en sueñosa un anciano sacerdote que le decía: “Undía me ayudarás a cuidar a los enfermos”.La imagen de ese sacerdote se le quedógrabada para siempre en la memoria.

Al fin, a los 24 años, logró que supadre la dejara ir a visitar a la hermanareligiosa, y al llegar a la sala del conventovio allí el retrato de san Vicente de Paúly se dio cuenta de que ese era el sacerdo-te que había visto en sueños y que lahabía invitado a ayudarle a cuidar enfer-mos. Desde ese día se propuso ser herma-na vicentina, y tanto insistió que al finfue aceptada en la comunidad.

Siendo Catalina una joven monjita,tuvo unas apariciones que la han hechocélebre en toda la Iglesia. En la primera,una noche, estando en el dormitorio,sintió que un hermoso niño la invitaba a

ir a la capilla. Losiguió hasta allá yél la llevó ante laimagen de la Vir-gen Santísima.Nuestra Señora lecomunicó esanoche varias cosasfuturas que iban a

suceder en la Iglesia católica y le reco-mendó que el mes de mayo fuera cele-brado con mayor fervor en honor de laMadre de Dios. Catalina creyó siempreque el niño que la había guiado era suángel de la guarda.

Pero la aparición más famosa fue la del27 de noviembre de 1830. Estando por lanoche en la capilla, de pronto vio que laSantísima Virgen se le aparecía total-mente resplandeciente, derramando desus manos hermosos rayos de luz hacia latierra. Y le encomendó que hiciera unaimagen de Nuestra Señora así como se lehabía aparecido, y que mandara haceruna medalla que tuviera por un lado lasiniciales de la Virgen, “MA”, y una cruz,con esta frase: “Oh María, sin pecado con-cebida, ruega por nosotros que recurrimos aTi”. Y le prometió ayudas muy especialespara quienes llevasen esa medalla y reza-sen esa oración.

Intercesores y modelos de vidaSanta Catalina Labouré y la medalla milagrosa

14 N.º 223FÁTIMA

Catalina le contó a su confesor estaaparición, pero él no la creyó. Sin embar-go, el sacerdote empezó a darse cuentade que esta monjita era sumamentesanta, y se fue donde su Arzobispo a con-sultarle el caso. El Arzobispo le dio per-miso para que hicieran las medallas, yentonces empezaron los milagros.

Las gentes empezaron a darse cuentade que los que llevaban la medalla condevoción y rezaban la oración “Oh Maríasin pecado concebida, ruega por nosotrosque recurrimos a Ti”, conseguían favoresformidables, y todo el mundo comenzó apedir la medalla y a llevarla. Hasta elemperador de Francia la llevaba y susaltos empleados también.

En París había un masón muy alejadode la religión. La hija de este hombreobtuvo que él aceptara colocarse al cue-llo la Medalla de la Virgen Milagrosa, yal poco tiempo el masón pidió que lovisitara un sacerdote, renunció a suserrores masónicos y terminó sus díascomo creyente católico.

Catalina le preguntó a la Virgen porqué, de los rayos luminosos que salen desus manos, algunos quedan como corta-dos y no caen en la tierra. Ella le respon-dió: “Esos rayos que no caen a la tierrarepresentan los muchos favores y graciasque yo quisiera conceder a las personas,pero se quedan sin ser concedidos porque lasgentes no los piden”. Y añadió: “Muchasgracias y ayudas celestiales no se obtienenporque no se piden”.

Después de las apariciones, la jovenCatalina vivió el resto de sus años comouna cenicienta escondida y desconocida

de todos. Muchísimas personas fueroninformadas de las apariciones y mensajesque la Virgen Milagrosa hizo en 1830.Ya en 1836 se habían repartido más de130 000 medallas. El Padre Aladel, con-fesor de la santa, publicó un libritonarrando lo que la Virgen Santísimahabía venido a decir y prometer, pero sinrevelar el nombre de la monjita quehabía recibido estos mensajes, porqueella le había hecho prometer que no diríaa quién se le había aparecido. Y así,mientras esta devoción se propagaba portodas partes, Catalina seguía en el con-vento barriendo, lavando, cuidando lasgallinas y haciendo de enfermera, comola más humilde e ignorada de todas lashermanitas, y recibiendo frecuentemen-te maltratos y humillaciones.

En 1842 sucedió un caso que hizomucho más popular la Medalla Milagro-sa: el rico judío Alfonso de Ratisbonafue hospedado muy amablemente enRoma por una familia católica, la cual,como único pago de sus muchas aten-ciones, le pidió que llevara por un tiem-po al cuello la medalla de la Virgen Mila-grosa. Él aceptó esto como un detalle decariño hacia sus amigos, pero al entrarhoras después en la iglesia de Sant’An-drea della Fratte, de pronto, frente a unaltar de Nuestra Señora, vio que se leaparecía la Virgen Santísima y le sonreía.Con esto le bastó para convertirse alcatolicismo y dedicar todo el resto de suvida a propagar la religión católica y ladevoción a la Madre de Dios.

Esta admirable conversión fue conoci-da y admirada en todo el mundo y con-

tribuyó a que miles y milesde personas empezaran allevar también la Medallade Nuestra Señora (lo queconsigue favores de Diosno es la medalla, que es unmetal muerto, sino nuestrafe y la demostración decariño que le hacemos a laVirgen Santa, llevando susagrada imagen).

Desde 1830, fecha de lasapariciones, hasta 1876,fecha de su muerte, Catali-na estuvo en el conventosin que a nadie se le ocu-rriera que era a ella a quiense le había aparecido la Virgen Maríapara recomendarle la Medalla Milagrosa.En los últimos años obtuvo que se pusie-ra una imagen de la Virgen Milagrosa enel sitio donde se le había aparecido (y alverla, aunque es una imagen hermosa,ella exclamó: “Oh, la Virgencita es muchí-simo más hermosa que esta imagen”).

Al fin, ocho meses antesde su muerte, fallecido ya suantiguo confesor, Catalinale contó a su nueva superio-ra todas las apariciones contodo detalle y se supo quiénera la afortunada que habíavisto y oído a la Virgen. Poreso, cuando ella murió, todoel pueblo se volcó en susfunerales (“quien se humillaserá enaltecido”).

Poco tiempo después dela muerte de Catalina, unniño de 11 años, inválido denacimiento, fue acercado alsepulcro de la santa, y

quedó instantáneamente curado.En 1947 el papa Pío XII declaró santa

a Catalina Labouré, y con esa declara-ción quedó también confirmado que loque ella contó acerca de las aparicionesde la Virgen sí era verdad.

(Tomado de: http://www.ewtn.com/spanish/saints/Catalina_Labouré.htm)

15NOVIEMBRE 2011

Intenciones del Papa y de la Conf. EpiscopalNoviembre 2011 Diciembre 2011

General: Por las Iglesias orientales, para quesu venerable tradición sea conocida y estimadacomo riqueza espiritual para toda la Iglesia.

Misionera: Para que el continente africanoencuentre en Cristo la fuerza para realizar elcamino de reconciliación y justicia, indicado en elsegundo Sínodo de los Obispos para África.

CEE: Para que el Espíritu Santo inspire aobispos, presbíteros y diáconos a anunciar el donde Dios con lenguaje apropiado a nuestro tiempo.

General: Para que todos los pueblos de la tie-rra, a través del conocimiento y el respeto recípro-co, crezcan en la concordia y la paz.

Misionera: Para que los niños y jóvenes seanmensajeros del Evangelio y para que su dignidadsea siempre respetada y preservada de toda vio-lencia y explotación.

CEE: Para que el bien incuestionable delmatrimonio y de la familia sea reconocido ennuestra sociedad, y se promuevan las medidassociales, políticas y legales que lo favorezcan.

N.º 22316 FÁTIMA

Nuestras actividades

Visita-Convivenciadel Coro “Virgen Blanca”

El pasado 5 de octubre los integrantesdel Coro “Virgen Blanca” visitaron “LasEdades del Hombre” en Medina delCampo. También celebraron el SantoSacrificio de la Misa en la artística IglesiaConventual de las MM. Agustinas(foto), en donde recordamos la VisitaMisionera con nuestra imagen peregrinade la Virgen de Fátima realizada haceuna docena de años. Acordamos con laM. Priora repetir, si Dios quiere, esa Visi-ta el próximo año 2012. Después de lacomida fraternal, visitamos el Castillo.

Participación enla novena y fiestade la Virgendel Pilar

Del 7 al 12 de octubreel coro Virgen Blanca par-ticipó en los actos de laNovena y Fiesta de Nues-tra Señora del Pilar, en laparroquia del barrio de LaPilarica.

Imposición de insigniade nuestro Apostolado

Después de la Santa Misa del 13 deoctubre, recibió las imposición del Esca-pulario de la Virgen del Carmen y lainsignia de nuestro Apostolado María delos Olivos Onecha.

Mes del Rosario

Como en años anteriores y según esta-ba anunciado, hemos celebrado el mesdel Santo Rosario.

P. Anciones

Donativos: Anónimos: día 13, 20 €; día20, 20 €; M.ª Olivos, 10 €. Total: 50 €.

Colectas. Primer sá bado, 15,67 €; Día13, 66,78 €. Total: 82,45 €.

Cuenta para donativos: 3058-5001-84-2720007480 de CajaMar.

José Antonio Campesino, tesorero

TesoreríaSeptiembre 2011