BOLETÍNTrimestral

mayo-agosto 2018

Periodismo y Edición: María A. Colunga y Amalia Ramos IvisateDiseño: Nosotrostr3s. Andy Andux DariasConsejo Editorial: María M. Rodríguez, Ofelia Bravo y Cormac BustilloCordinadora Nacional del Programa: Shirley Núñez

Equipo de trabajo

Páginas 2 y 3 La red nacional de capacitación del PPM. Algo de historia

Páginas 4 a la 7Actualidad Noticiosa

Páginas 8 y 9Cuidado de personas mayores en la diócesis de Matanzas

Páginas 9 a la 12 Proteger la tercera edad, una prioridad con ancla legal(Tomado de Granma)

Este número:EDITORIAL

Yo les ordeno esto. Que se amen unos a otros (Jn. 15, 17)

Todas y todos necesitamos apoyo mutuo. Somos personas y la “vida de relación” siempre ocupa un lugar importante. Algunas etapas del curso vital, debido a diversas particularidades, requieren atención especial y se consideran de mayor vulnerabilidad. El Programa de Personas Mayores, de Cáritas Cuba, inicialmente denominado Programa de Apoyo Comunitario a las Personas de la Tercera Edad, reconoce las necesidades asistenciales de las personas que viven esta realidad y realiza acciones para incidir en la preparación necesaria del voluntariado en temas de geriatría, gerontología y espiritualidad. La historia de la vertiente formativa del Programa permite apreciar la importancia que el mismo le concede a la construcción de una Red que transita desde la Coordinación nacional hasta las comunidades. Entre los sinónimos de la palabra cuidar, están las expresiones de amor, custodia, vigilancia, precaución, atención y asistencia. El amor necesario de unos a otros está presente en la bondad al cuidar. Sírvanse por amor los unos a los otros (Gal 5.13) es divisa del contenido de este Boletín, pues las personas mayores necesitadas de cuidados son acompañadas o atendidas por otras que, en muchas ocasiones, son también mayores y dedican su acción a protegerles de diversas maneras. Las experiencias compartidas permiten apreciar la imperiosa necesidad de esforzarse aún más por elevar la conciencia del autocuidado y aprender a cuidar mejor. Noticias que llegan de las diócesis y desde la ofi cina nacional -en su brevedad- dan a conocer la activa participación del voluntariado en la animación, formación y múltiples acciones en los grupos y servicios de las Comunidades. Cierra este Boletín el comentario sobre un interesante artículo periodístico de Judy Castro Morales, que toma como base un trabajo de la doctora Ana María Álvarez-Tabío, en el cual se abordan temas importantes para la protección legal de las personas mayores. El Boletín destaca la necesidad de tener presente que la “persona mayor” debe ser considerada sujeto activo y, si las circunstancias individuales lo limitan en sus decisiones, la sociedad tiene el compromiso de protegerle.

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Lic.Roberto Loya García, de México, por la Propuesta de Programas Educativos para Ancianos; la Sra. Christel Wasiek, de Cáritas Alemana, por el proyecto Criterios para la promoción de proyectos pro bienestar del Adulto Mayor; la Hna Regina Hauffele, O.P., de Colombia, por FISDECO: Un camino para la construcción de la comunidad; la Sra. Lucía Fernández Bracéese, de Chile, por los Programas de Gerontología Social; la Sra. Guadalupe Márquez, de Colombia, por el Taller de Formación de Promotores; la Sra. María del Pilar de Aviega y el Lic. Roberto Loya, de México, por el programa de Promoción del Bienestar del Anciano; y por nuestro país, la Lic. Maritza Sánchez, representando al Programa de Apoyo Comunitario a Personas de la Tercera Edad de Cáritas Cubana. Cuba se encontraba en un franco proceso de envejecimiento poblacional y, aunque la rica experiencia y el prestigio del trabajo de nuestra iglesia a través de sus hogares de ancianos era remarcable, así como la labor asistencial de Cáritas en las parroquias, no existían en ese momento estrategias de promoción y capacitación que favorecieran a nivel comunitario la mayor dignifi cación de las personas mayores incluidas en el programa. El denominado Programa de Apoyo Comunitario a Personas de la Tercera Edad de Cáritas Cubana, con su vertiente formativa, apenas comenzaba a estructurarse.

LA RED NACIONAL DE CAPACITACIÓN DEL PPM. ALGO DE HISTORIA | Texto: Cormac Bustillo

Transcurría el año 1996 y en el Hogar de las Hermanas de la Caridad, en Madruga, Matanzas, se reunía un grupo de personas de diversas instituciones religiosas de América Latina. Convocadas por Cáritas Cuba (entonces Cáritas Cubana) y Cáritas Alemana, aprovechaban la estancia en nuestro país —debido a su participación en un congreso de geriatría y gerontología— para iniciar un proceso de promoción del trabajo de la Iglesia Católica en favor de las personas mayores. Se partía de una premisa: “La acción social de la Iglesia se ha venido ejerciendo en favor de las personas mayores durante muchos años, de acuerdo con la realidad de cada momento histórico. En estos tiempos en los que la población senescente crece, se hace necesario buscar OTROS CAMINOS para humanizar y dignifi car a nuestros ancianos. La Iglesia ejerce su acción con la DIVERSIDAD de formas que requieren la DIVERSIDAD de problemas que se presentan en el mundo de nuestro días”. Después de más de 20 años, es bueno recordar las instituciones y los nombres de las personas que participaron en ese evento: Paz Rodríguez Correa, de Chile, por la Cruzada del Servicio Voluntario; Lila Bezrukov de Villalba, de Uruguay, por el Programa Abuelos por Elección;

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paquetes a todas las oficinas diocesanas para el desarrollo de los trabajos formativos, gracias al apoyo de Cáritas Alemana. En el año 1999 se amplía el Equipo Nacional de Formación de nuestro programa con pedagogos, quienes vinieron a enriquecer los aspectos metodológicos de las actividades y a reforzar la óptica gerontológica del programa. Ya comenzando el nuevo siglo, se empiezan a realizar los denominados Encuentros Nacionales de Formación, divididos por zonas (oriental desde Camagüey a Guantánamo y occidental desde Pinar del Río hasta Cienfuegos). En ellos participaban miembros de los Equipos de Formación diocesanos y voluntarios del programa .La idea era que se realizaran, a partir de esos encuentros bases, las réplicas diocesanas y parroquiales de los temas impartidos; se utilizaba toda la estructura en red de acuerdo a objetivos formativos y al finalizar se evaluaban los procesos, siempre respetando el principio de subsidiaridad que hacía que las Cáritas parroquiales y diocesanas realizaran las actividades con una dirección pero contextualizadas dentro de sus características. Dicha estrategia se mantiene hasta nuestros días gracias a la presencia de numerosas personas que apoyan nuestro programa en los ámbitos asistencial y de capacitación.

Inicios de la red

Como un resultado de las discusiones realizadas por el grupo de Madruga, y a sugerencia de Cáritas Alemana, se decidió constituir una red nacional para el apoyo del programa, con la participación del personal de las Cáritas Diocesanas existentes en el país y los voluntarios. La Red se conformó oficialmente con una estructura que incluía las figuras del coordinador nacional, los coordinadores diocesanos y los equipos diocesanos para la capacitación, así como al denominado Equipo Nacional de Formación (un grupo multidisciplinario de profesionales voluntarios, en el que participaban médicos, trabajadora social, psicólogo y un sacerdote como asesor espiritual, quienes estaban encargados de diseñar, en estrecha comunicación con las diócesis, las actividades de formación en geriatría, gerontología y espiritualidad para los voluntarios y adultos mayores del programa). La nueva estrategia focalizó su acción en las comunidades parroquiales que tenían ya servicios asistenciales. Los primeros medios para el trabajo formativo, en aquellos momentos retroproyectores y bibliografía especializada en diversos temas relacionados con las personas mayores, doctrina social de la iglesia y espiritualidad, se enviaron como

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Rene Báster Rippe, quien se desempeña como animadora del grupo de la catedral, propuso realizar una tómbola para con la recaudación, realizar un almuerzo en un restaurante céntrico que permitiera asistir con facilidad. Con ese fi n, algunas hermanas donaron azúcar para que otras hicieran turrones de coco, se confeccionaron objetos utilitarios, sobre todo los usados en la cocina (delantal, pañitos y agarraderas), y se donaron ropas o artículos personales. El domingo 20 de mayo rindió sus frutos esa iniciativa. Después de la misa, se reunieron en el Restaurante 1545 para almorzar. Asistieron unas 14 hermanas, entre ellas una pequeña, de solo 4 años. Cary, el “alma espiritual” del grupo y “embajadora cultural”, regaló unos pensamientos muy sensibles sobre el concepto de Madre, leyó un poema religioso, e hizo una rifa. Además, se les llevó el alimento a algunas hermanas postradas, y así con gran entusiasmo se disfrutó de la actividad.

ACTUALIDAD NOTICIOSA

Talleres intergeneracionales de Baracoa realizan intercambio

| Por Equipo de Comunicación de Caritas Guantánamo-Baracoa

Como una jornada de enriquecimiento espiritual y creativo transcurrió el intercambio entre dos talleres intergeneracionales de la Diócesis Guantánamo-Baracoa, que posibilitó compartir experiencias acerca del quehacer de estos grupos. El encuentro se efectuó en la Parroquia Santa Eulalia del Jamal, con la participación de benefi ciarios del taller de costura y artesanía de esa comunidad y los de la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción, en Baracoa. A la cita también asistió el equipo de coordinación de los programas de Personas Mayores y Grupos de Desarrollo Humano.

Celebran Día de las Madres en Holguín

| Por Angela Peña Obregón

El Programa de Personas Mayores de la Diócesis de Holguín celebró en mayo el día de las madres.

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Efectúan cursos para cuidadores de personas dependientes

Camagüey

| Por Gioberti Jiménez González

Con un espacio para la evaluación, donde cada participante expuso sus experiencias, fi nalizó en Camagüey el segundo curso para cuidadores de enfermos y ancianos, que organizó el Programa de Personas Mayores (PPM) de la Cáritas diocesana. El proceso docente, desarrollado entre el 13 de abril y el 29 de junio de este año, contó con clases teóricas y demostraciones prácticas. Asimismo, se realizaron encuentros de comprobación e intercambios, además de la clausura ofi cial en la primera semana del mes de julio. Una docena de especialistas impartieron conferencias sobre temas diversos a los 28 alumnos que llegaron al fi nal de la formación. Cada sesión de trabajo versó sobre dos aristas simultáneas: la realidad del paciente y la del que lo cuida.

El contenido del taller abarcó las enfermedades demenciales en las personas mayores, los procesos que se desencadenan en ellas con accidentes físicos, las decadencias neurológicas que a veces padecen los pacientes de la tercera edad, y en general la calidad de vida de las personas mayores.

Cienfuegos

| Por Melissa Cordero Novo

Cuidar a un anciano es nobilísimo. Servirlos en los momentos de enfermedad, de carencia espiritual, de soledad o desamparo, es traerlos de vuelta al diálogo con Jesús y con la vida. Esta misión, que desde la Iglesia se ha confi gurado como un ministerio eclesial importante, inunda de felicidad y paz a cada persona mayor que lo recibe. Así como imprescindible es esa formación del corazón que descansa en la fe de cada misionero, es necesaria una preparación técnica o profesional que permita un mejor conocimiento y, por tanto, un mejor desempeño y calidad del servicio. Con ese objetivo cardinal, el Programa de Personas Mayores (PPM) de Cáritas Cienfuegos realizó en mayo dos módulos de adiestramiento para cuidadores de personas dependientes. En el Santuario de San José, en Paraíso, se reunieron representantes de todas las comunidades de la Diócesis, desde donde se asisten a los mayores mediante diferentes servicios. En la primera cita, el Dr.C Alfredo D. Espinosa Brito abordó la “Situación del

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Celebró Programa de Personas Mayores su III Taller de Comunicación

| Por Amalia Ramos Ivisate

Con la participación de más de una treintena de periodistas, realizadores y formadores, tuvo lugar el sábado 2 de junio el III Taller de Comunicación Social, Envejecimiento y Vejez, que organiza el Programa de Personas Mayores (PPM), de Cáritas Cuba. El evento —habitual desde hace tres años— se efectuó en la capitalina Casa Sacerdotal San Juan María Vianney y tuvo como eje central “La imagen de la vejez en los medios audiovisuales”.

En las primeras horas del encuentro, sesionó un panel conformado por Gustavo Andújar, director del Centro Cultural Padre Félix Varela; Martha Araújo, especialista del Centro de Información del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográfi cos (ICAIC); Teresa Orosa, presidenta de la Cátedra del Adulto Mayor de la Universidad de La Habana; y Lizette Vila, documentalista y directora del proyecto cultural Palomas.

envejecimiento a nivel mundial y en nuestro país. Aspectos generales en Geronto-Geriatría”. Por su parte, la MSc. Marianela Fonseca Fernández, impartió la conferencia “Aspectos socio-psicológicos del adulto mayor”.

En la segunda ocasión, el Dr.C Ángel Julio Romero Cabrera, quien labora en el Hospital Provincial de la ciudad, facilitó varias ponencias sobre temas médicos que son de primordial conocimiento para todos y, en especial, para quien se enfrenta al cuidado de un anciano. “Los grandes síndromes geriátricos”, “Problemas agudos del anciano” y “Padecimientos crónicos del anciano” pusieron al corriente y actualizaron muchísimo al auditorio. La estrategia de ofrecer un ciclo completo, dividido en tres sesiones, sobre un tema como este, hace que se le pueda abordar de forma más global y efi ciente. Las personas que lo reciben aumentan su espectro de conocimiento y pueden evacuar un mayor número de dudas. Eso lo está logrando con pasos muy visibles el PPM de Cáritas Cienfuegos.

| MSc. Marianela Fonseca Fernández / Foto: Melissa

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Tras el intercambio con esos prestigiosos invitados, el profesor Manuel Calviño, Doctor en Ciencias Psicológicas y conductor del espacio televisivo Vale la Pena, impartió una conferencia, donde resaltó la importancia de la formación técnica y profesional de los comunicadores, y recordó la responsabilidad social que ellos poseen. Durante la cita, Holger Vieth, director de marketing en Cáritas Alemana, y Bente Marei Stachowske, fotógrafa que colabora con esa institución, compartieron los estándares comunicativos que utilizan y mostraron varias de las publicaciones que producen en su país. Su estancia en el taller formó parte de una visita a Cáritas Cuba, que también incluyó un recorrido por las diócesis de Cienfuegos, Santa Clara y Ciego de Ávila. Colecta anual Cáritas se dedica al PPM

| Por Amalia Ramos Ivisate

Bajo el lema “El otro es mi hermano, que no se apague la caridad”, se efectuó en las

once diócesis del país la colecta anual de Cáritas Cuba, que este año, por vez primera, se extendió durante cuatro meses (de junio a septiembre). La campaña para reunir fondos, sensibilizar y educar se dedicó al Programa de Personas Mayores (PPM), que es el más extendido, con la pretensión de lograr un mejor estado de bienestar para las 20 mil personas que este acompaña en cerca de 700 grupos y servicios, con una intervención lo más integral posible, explicó Maritza Sánchez Abillud, directora de la institución católica.

Seminario “Para un buen envejecer” en Pinar

| Texto y fotos: Manuel Alejandro García Morales

Con la participación de los grupos de la Parroquia de Nuestra Sra. de la Caridad y San Francisco de Asís, el 29 de junio se celebró en la Vicaría de San Rosendo el seminario “Para un buen envejecer”, del Programa de Personas Mayores (PPM) de Cáritas Pinar del Río. El encuentro comenzó con una oración y el tema de espiritualidad, a cargo de Javier Anzo, miembro de la comunidad marianista. Más tarde, las intervenciones del Dr. Guido López y el Dr. Luis Dechard abordaron temas de salud. En la cita se presentaron, además, seis trabajos de los participantes. Por su parte, Carmen María Cardoso impartió técnicas para la ejercitación de la memoria y los voluntarios brindaron sus testimonios, además de preparar un acto cultural.

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CUIDADO DE PERSONAS MAYORES EN LA DIÓCESIS DE MATANZAS

| Por Sheylah Rosa Gallardo Milián

“Tú me importas por ser tú, importas hasta el último momento de tu vida y haremos todo lo que esté a

nuestro alcance, no sólo para ayudarte a morir en paz, sino también a vivir hasta el día en que mueras”.

Cicely Saunders

Matanzas, con el 19,4 % de su población con 60 y más años, muestra gran preocupación ante el desafío que representan los cuidados requeridos por este grupo social. El desempeño del Programa de Personas Mayores de Cáritas en la Diócesis mira hacia dos vertientes: el cambio en la visión sobre el envejecimiento (haciendo énfasis en el autocuidado, los estilos de vida saludables y los pequeños emprendimientos para envejecer saludablemente); y las capacitaciones para cuidadores cruciales informales, acción destinada a aquellos que necesitan aprender y afrontar el cuidado tanto de sus familiares como de otros miembros de su comunidad. Para ellos se realizó, en 2016, una capacitación gerontológica diferenciada a través del Curso para Cuidadores de Ancianos, al cual asistieron durante doce semanas una veintena de personas. Las clases fueron en modalidad teórica y práctica, lo cual permitió mejor comprensión sobre todo en los temas de movilización, transferencia e higiene de encamados. Replantearse cómo adoptar estos nuevos roles de cuidadores para brindar apoyo, valorar

a los ancianos y mejorar su calidad de vida, sigue siendo una preocupación dentro del programa de la Diócesis. Por ello, se realizan periódicamente visitas de acompañamiento a quienes permanecen noche y día al lado de ancianos, velando por ellos. El diseño e impresión de plegables con temáticas referentes al cuidado se realizan igualmente con sistematicidad y se diseñan nuevos encuentros para la enseñanza en este tema.

En el presente año (2018), con una frecuencia mensual, la Casa Cáritas brinda un espacio llamado “Aprender a vivir con…”, conducido por especialistas de Salud Pública que abordan temáticas referentes a enfermedades comunes para personas de cualquier edad y la manera en que la familia debe cuidar de ellos, preservando la ética y el trato digno hacia quienes se acompaña. El enfoque de los temas se realiza con una mirada gerontológica y en términos de prevención, enseñando cómo debe ser la comunicación con el paciente y enfatizando en cómo el equipo de cuidados paliativos puede ayudar a los pacientes y a sus familias

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a explorar sus creencias y valores para que puedan acercarse a la aceptación y la paz, así como lograr establecer relaciones de ayuda.Temáticas como el cáncer, la depresión, las cardiopatías, cuidado y prevención de úlceras por presión, ya han sido abordados en estos encuentros.

El diseño de las acciones referentes al cuidado de las personas mayores en la Diócesis de Matanzas tiene en cuenta la importancia de los ancianos, esos que lo dieron todo por nosotros y ahora llega el momento de retribuirles. La gratitud que manifi estan ante las atenciones que reciben, las alegrías, su energía y vitalidad, sus enseñanzas y experiencias de vida, sus risas, amor y cariño, todo eso constituye un privilegio cuando podemos compartirlo juntos.

PROTEGER LA TERCERA EDAD, UNA PRIORIDAD CON ANCLA LEGAL*

*Tomado del periódico Granma

| Por Yudy Castro Morales | Fotos: Amalia Ramos Ivisate

La convergencia de muchos especialistas en una misma idea, apunta, en la mayoría de los casos, a lo acertado de su enfoque. No son pocos los que coinciden en la necesidad de un abordaje integral de la atención al adulto mayor.En Cuba, por lo general, se analiza el tema en estrecha relación con los estándares de salud, los mecanismos institucionales y la implementación de políticas gubernamentales en benefi cio de las personas de la tercera edad, que hoy representan el 20,1 % de la población cubana. Resaltan, en medio de cualquier examen, los cuantiosos recursos que el Estado destina a inversiones y reparaciones de hogares de ancianos y casas de abuelos, así como a sufragar los gastos, siempre crecientes, de la seguridad social. Solo en el 2018, el presupuesto de la Seguridad Social contempla 6 221 millones de pesos y respalda 1 702 000 pensionados. Muchas de las estrategias diseñadas para acompañar el acelerado envejecimiento poblacional transitan detrás de estos números. Sin embargo, la adopción, en el ámbito jurídico, de mecanismos efi caces de protección suele relegarse.

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Nuestro país, explica a Granma, la doctora Ana María Álvarez-Tabío Albo, profesora titular de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, “no dispone de un instrumento jurídico único destinado a la protección del adulto mayor. Son varias las leyes de mayor o menor rango que abordan distintas aristas del tema, pero no de forma sistémica e integrada. En este caso solo nos referiremos a la Constitución, y los Códigos Civil y de Familia cubanos”.

La Constitución, promulgada el 24 de febrero de 1976, dedica varios de sus artículos al reconocimiento de todos los derechos y garantías previstos en la ley, sin que la edad implique motivo de discriminación. El Código de Familia, por su parte, cuenta con dos importantes instituciones jurídicas de impacto para la protección de los adultos mayores: la tutela y la obligación legal de alimentos. Esta última, sostiene la doctora, es la vía para solicitar apoyo de la familia, que incluye no solo los alimentos en su sentido literal, sino todo aquello que resulte indispensable para la subsistencia.

Entretanto, el Código Civil regula lo relativo a la capacidad jurídica y sus diferentes estadios: desde su goce pleno hasta su ausencia, pasando por situaciones que la restringen.

El código y el ritmo de la vida La legislación familiar cubana, de 1975, mantuvo la limitada unidad de guardaduría heredada del Código Civil español y previó como única institución de protección la tutela, reservada, en el caso de los adultos mayores, a aquellos declarados judicialmente incapaces.Faltó, al decir de Ana María Álvarez-Tabío, “la visión para aquilatar la enorme potencialidad que, en sentido general, y especialmente en lo que a la capacidad restringida y discapacidad se refi ere, podían reportar otras formas de protección”. Por ello, las personas con limitaciones que no les privan totalmente de su capacidad carecen hoy de los mecanismos necesarios para complementar tales restricciones, o para exigir responsabilidades de quienes asumen las funciones propias de protección, mediante formas distintas a la tutela que, si bien no están reconocidas por la ley, resultan comunes en la realidad social. Dígase, entre otras, la curatela, autotutela, guarda de hecho, defensor judicial y acogimiento familiar. Respecto a la tutela, abunda la Profesora titular de la Universidad de La Habana, es un régimen de protección establecido por

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la ley en benefi cio de quienes carecen de capacidad de obrar, ya sea por razón de edad o de enfermedad.En Cuba, añade, es clasifi cada como de autoridad judicial, es decir, la designación del tutor la realiza el tribunal municipal correspondiente, y a ese órgano corresponde el control de toda su gestión, dirigida a tres ámbitos fundamentales: proteger la persona del incapaz, asumir su representación y administrar su patrimonio. El camino de la protección

Toda legislación que se precie de defender el amparo de aquellas personas en situación de inferioridad jurídica, debe hacer descansar su normativa en la pluralidad de instituciones de guarda y la posibilidad de graduar el estado real de la incapacidad. Ese es el criterio de la doctora Ana María Álvarez-Tabío, quien llama la atención sobre la necesidad de un tratamiento adaptado a las condiciones de cada caso, alejado cada vez más del ya caduco binomio capacidad-incapacidad, y más próximo a los criterios de discapacidad actualmente asumidos por muchas legislaciones, especialmente a partir de la vigencia, desde el 13 de diciembre del 2006, de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Este instrumento jurídico internacional, reitera, del cual Cuba es signataria desde septiembre del 2007, se erige en una esencial herramienta jurídica vinculante a la hora de hacer valer los derechos de estas

personas, entre las que pueden encontrarse los adultos mayores. El nuevo paradigma de protección de este documento introduce, a su juicio, la creación y promoción de diversas fi guras de apoyo, y exige dotarlas de un reconocimiento legal expreso que favorezca la prevención y previsión de todas las situaciones, en pos de una mayor función protectora. Todavía hoy, señala, resulta insufi ciente su uso por parte de los operadores del Derecho, aunque en opinión de Ranulfo Antonio Andux Alfonso, presidente de la Sala de lo Civil y Administrativo del Tribunal Supremo Popular, “cada vez es más frecuente el empleo de los fundamentos de la Convención en las decisiones judiciales. Hay un trecho por andar, pero se avanza en función de una mayor tutela judicial”.

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Para sugerencias, comentarios o inquietudes, escríbanos a: comunicacion@caritascuba.org

De todas formas, en concordancia con la idea inicial que pondera la integración de enfoques y maneras de hacer, también las responsabilidades, en este camino complejo de la protección, están compartidas. A los adultos mayores les toca, en palabras de Ana María Álvarez-Tabío, reivindicar progresivamente sus derechos al interior de la sociedad; a sus seres más cercanos, poner en práctica la solidaridad familiar; al Estado, impulsar políticas adecuadas y un buen marco legal, y a la sociedad toda, tomar conciencia del valor de los adultos mayores como sujetos activos, portadores de valiosa sabiduría.

Algunas formas o mecanismos de apoyo no previstos en el ordenamiento jurídico cubano y que pudieran tomarse en cuenta para la protección de los adultos mayores - Curatela: ampara situaciones pasajeras, accidentales, más o menos temporales y circunstanciales; se destina a actos singulares para los cuales se requiere

un complemento de capacidad, pero con carácter limitado o insufi ciente. Su régimen jurídico siempre será de asistencia o vigilancia, predominantemente en el ámbito patrimonial, pero no restringido a él.- Autotutela: posibilidad de que la propia persona, en previsión de su futura incapacidad, designe quien desea o no se encargue de la función de guardador o tutor. Esa designación o exclusión puede hacerse, de preferencia, ante un notario, en un documento público. La persona puede dar instrucciones de cómo quiere que sea ejercida su tutela, tanto en lo referido al cuidado de su persona como a la administración de sus bienes.- Guarda de hecho: situación en la cual una persona, sin tener designación legal alguna sobre la persona incapacitada, se encarga de su custodia y protección o de la administración de su patrimonio y gestión de intereses. - Defensor judicial: designación de una persona que asiste al incapacitado o a una persona de avanzada edad en situaciones en que no pueden hacerlo sus representantes, el tutor o el curador.- Acogimiento familiar: permite que una familia idónea asuma el cuidado y atención del adulto mayor, mediando o no el pago correspondiente. Con ello se pretende, esencialmente, mantener al anciano acogido dentro de su espacio habitual de desenvolvimiento. Puede tratarse de la propia familia o de otra ajena.