Boletin Salesiano 370

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Boletín SALESIANO La Llamada de Dios Rector Mayor Preparación al Bicentenario del Nacimiento de Don Bosco Memoria histórica Las Memorias del Oratorio de San Francisco de Sales Tema central Caminando con la juventud ISSN 1390 - 4094 e n e r o - f e b r e r o 2 0 1 2 370 Padre Jaime Calero Testimonio

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Rector MayorBoletín

SALESIANO

La Llamada de DiosRector Mayor

Preparación al Bicentenario del Nacimiento de Don BoscoMemoria histórica

Las Memorias del Oratorio de San Francisco de SalesTema central

Caminando con la juventud

ISSN 1390 - 4094

enero - febrero 2012

370

Padre Jaime CaleroTestimonio

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Rector Mayor

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ditorial

P. Javier Herrán, sdb

Una Familia Salesiana, crítica con el contexto generalizante, relativista y light, impulsora de valores innovadores, y creadora de referentes testimoniales es la propuesta del «conocer a Don Bosco». Para ello la Inspectoría Salesiana pone

a disposición de todos los miembros de la Familia Salesiana, la publicación, en su edi-ción crítica, de las Memorias del Oratorio que hace el P. Fernando Peraza, quien en este número, regala un abreboca para iniciar de nuevo su lectura con la vista en el futuro.

En la misma línea, pero desde la misión salesiana, el Rector Mayor nos exhorta a se-guir al «Padre y Maestro de la Juventud» a partir de conocerlo. Una importante visión sobre Eloy Alfaro y los Salesianos en el ambiente histórico-político de esa época nos presenta el P. Juan Bottasso.

Esos referentes testimoniales que necesitamos para una nueva realidad tienen ante-cedentes en los que, en su tiempo no muy lejano, nos hicieron presente a Don Bosco desde la rebeldía y picardía del revolucionario a tiempo completo por la «educación liberadora» del conocido «Viejo Calero». La semblanza que se muestra de este salesia-no «bueno para todo» y «especialista en arreglos».

El P. Pedro Creamer, nos anima a conocer a nuestro padre Don Bosco y conociéndolo a imitarlo en su capacidad creadora para ser testimonio del amor de Jesús a la juventud del siglo XXI.

Elka Vargas nos habla de los jóvenes de esta época como seres fascinantes que pueden entender, asimilar y aprehender todo tipo de actitudes que antaño hubiesen tomado tiempo, asimismo se pregunta sobre la validez de prácticas que nacen en otra época y con otro perfil de destinatarios.

La Familia Salesiana, hoy, está presente en el camino de «ponerse al día» para ser una fuerza de Iglesia al servicio de la juventud. La Hna. María Emilia Camelo escribe sobre esta fuerza presente en el Movimiento Secular «Padre Luis Variara» y el reportaje de Víctor F. Bravo Encalada da a conocer el servicio que la Fundación Paces ofrece a los chicos y chicas en riesgo en los mercados y plazas de Cuenca.

Este Boletín es un gracias a Don Bosco por haber escrito unas Memorias con las puertas abiertas a nuevas realidades juveniles a las que el carisma creativo salesiano lleva hoy.

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Rector Mayor

En el corazón del Antiguo Testamento hay una llamada. La llamada de Dios a Moisés, el día de la zarza ardiendo. El Señor dijo:

«He visto la aflicción de mi pueblo en Egipto, he escuchado el clamor ante sus opresores y conoz-co sus sufrimientos. He bajado para librarlo de la mano de los egipcios y para subirlo de esta tierra a una tierra buena…» (Éxodo 3,7-8).

«He visto… he escuchado… conozco… he baja-do para librarlo». Son los cuatro verbos de la pa-ternidad perfecta. Dios no abandona a sus hijos. Juan Bosco ha sido llamado para encarnar la pa-ternidad de Dios en nuestro tiempo.

Un tiempo de laceraciones

Don Bosco vive y actúa en el período de rápidas transformaciones epocales. Esta transición fue traumática, sobre todo en el ambiente social y eclesiástico. Se aceleró particularmente el pro-ceso iniciado con las Luces, que acabó con la sociedad cristiana gracias al triunfo de las ideo-logías agnósticas y anticristianas, la proclama-da incompatibilidad entre razón-ciencia y fe, el progresivo desapego entre las clases media-popular y las instituciones eclesiales (desape-go más rápido en las ciudades, más gradual en

los campos). En Italia, la cuestión romana abrió una grave laceración en el corazón de los cre-yentes. Bajo la presión de la inteligencia laica anticlerical y de la burguesía de empresa, que con el arma editorial orientaban la opinión pú-blica y los estilos de vida, las nuevas genera-ciones, formadas en una escuela siempre más agnóstica, quedaban desorientadas, víctimas fáciles de ideas y prácticas alejadas de la cos-tumbre cristiana. Al mismo tiempo se manifes-taban pobrezas nuevas, masivas migraciones internas y externas, desarraigos culturales, ex-plotaciones de trabajadores y embrutecimien-to moral de las clases más pobres.

Salvar a los jóvenes

Cabalmente este contexto histórico, estos trau-mas sociales y estas tensiones fueron para Don Bosco estímulo y ocasión preciosa de discerni-miento de la voz del Señor. Mientras otros po-lemizaban, condenaban, se quejaban de la tris-teza de los tiempos, él, llevado a percibir a Dios presente y operante en la historia humana, formado a entenderse a sí mismo como pastor, llamado a trabajar para la salvación de la hu-manidad, especialmente de la juventud, se su-merge crítica pero amorosa y creativamente en

CONOCER A DON BOSCOPASCUAL CHÁVEZ VILLANUEVA

La llamada de DiosLas elecciones de Don Bosco son DICTADAS por LAS LLAMADAS DE DIOS, SEÑOR DE LA HISTORIA

“ ”

Rector Mayor

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su tiempo, viviendo todos los acontecimientos del mismo con participación, muchas veces su-frida; listo a entregar su propia vida para la mi-sión de la cual se siente portador, convencido que la gracia de Dios es más fuerte que todo obstáculo humano y sostiene, eficazmente, a quien trabaja para difundir en los corazones el Reino de Cristo.

La situación de los jóvenes pobres que encuen-tra en la Turín de los años cuarenta y cincuenta, pero también los acontecimientos eclesiales, político-sociales y las nuevas leyes, estimulan y orientan operativamente su sensibilidad edu-cativa, su celo pastoral, sus dones naturales, lo llevan a realizar un discernimiento en función proactiva y preventiva.

Cambiarán las situaciones en las décadas suce-sivas, nuevos problemas se presentarán, pero esta actitud mental y esta disposición espiri-tual lo llevarán a ampliar horizontes, a articu-lar obras y propuestas, a multiplicar iniciativas, interesando grupos siempre más amplios de discípulos, colaboradores, bienhechores y sim-patizantes. Así la expresión «jóvenes pobres y abandonados» adquirirá un significado siem-pre más amplio, no solo socioeconómico, sino espiritual, cultural y ético.

«¡Todo lo puedo en quien me da fuerza!»

Su modernidad está aquí: no solo iniciativas al paso con las exigencias y los gustos de los tiempos y de los jóvenes, sino respuestas tem-pestivas y eficaces (porque previsoras y fruto de discernimiento y de genuina caridad) a nue-vos problemas, desafíos, necesidades, ataques «satánicos», partiendo de una fe granítica, de una esperanza que no podía derrumbarse, de una donación absoluta a Dios y a los herma-nos, de una libertad interior fruto de purifica-ción y desapego de sí. Escribía a un sacerdote desalentado: «¿Hay que trabajar? Moriré en el terreno del trabajo sicut bonus miles Christi. ¿Soy capaz de poca cosa? Omnia possum in eo qui me confortat. ¿Hay espinas? Con las espinas cambiadas en flores, los ángeles tejerán para usted una corona en el cielo. ¿Los tiempos son difíciles? Siempre fueron así, pero Dios nunca dejó faltar su ayuda: Christus heri et hodie» (25 de octubre de 1878, Ceria, Epistolario di S. Gio-vanni Bosco, III, 399).

Para nosotros es una lección de esperanza y de valentía, una invitación

a sacudirnos y renovarnos en la fidelidad, en el compromiso y en la confianza en Dios.

Rector Mayor

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El Instituto de las Hijas de los Sagrados Co-razones ha reconocido, en su VII Capítu-lo General realizado en Medellín (1975),

con renovada conciencia de su vocación, ser signo y llamamiento de santidad cristiana, para el mundo del sufrimiento y de la pobreza, con prioritaria solicitud hacia los jóvenes, que en él sufren las más duras condiciones de vida. Prin-cipal gestor de este acontecimiento es el padre Fernando Peraza Leal, sdb, asistente religioso del Instituto.

Asimismo y consecuente con ello, ve que no puede restringir su acción a los límites de la vida y el apostolado religioso, sino que debe hacer partícipes de su espíritu a aquellas personas que viviendo una condición secular, reciban del Espíritu Santo un llamamiento propio a unirse con las religiosas en un solo holocausto de ala-banza a Dios y de entrega apostólica, enrique-ciendo así a la Iglesia con el testimonio de fe y de su activa esperanza cristiana.

El Movimiento Secular es una nueva fuerza or-ganizada, es un movimiento que por su profun-da naturaleza y sus manifestaciones externas, expresa la comunión en la caridad, siendo sig-no creíble en la Iglesia; y por la cual se une en fraternidad de oración y apostolado a personas que, estando enfermas o no, hallen en la espi-

de las Hijas de los Sagrados Corazones de Jesús y de María

Movimiento Secular «Padre Luis Variara»

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ritualidad propia del Instituto de las HH. SS. CC., la forma de realizar con mayor plenitud su compromiso bautismal, participando de la misión, dentro de la pastoral eclesial, en don-de se hallen ellas ordinariamente ubicadas.

Surge inspirándose en el ejemplo de Luis Va-riara en su primera acción pastoral en el La-zareto de Agua de Dios, y en su intuición so-bre la validez de una propuesta de santidad al simple cristiano, dentro del contexto de la devoción reparadora al Sagrado Corazón de Jesús que tuvo un auge particular al principio del siglo XIX en la Iglesia, en la Congregación y en la Familia Salesiana.

El Movimiento Secular Padre Luis Variara es una asociación de fieles laicos y miembros del clero secular, promovida y asesorada por el Instituto de las Hijas de los Sagrados Co-razones para que bajo la «alta dirección» del mismo, y participando de su espíritu, realice en forma secular la misión que está llamado a cumplir en la Iglesia y en el mundo.

Los socios pueden ser inscritos y consagrados. Los inscritos inician la vivencia del Carisma Sa-lesiano Victimal y el ejercicio de la misión, en preparación para asumir la Consagración total de sus vidas y el compromiso permanente en la misión. Los consagrados unidos al Movi-miento por la entrega total de su vida a Dios, mediante la consagración salesiana victimal al

Sagrado Corazón de Jesús, en respuesta a su vocación secular.

Todos ellos fieles al Carisma Salesiano Victimal e impulsados por la vocación misionera de Don Variara, se hacen presentes en el mundo con su testimonio de fe, esperanza y caridad, para servir a Cristo en la persona de los pobres, los enfermos, prioritariamente los de lepra, a los niños y jóvenes. El Movimiento Secular com-plementa el testimonio y la presencia del Ins-tituto de las Hijas de los Sagrados Corazones.

Es de notar que las primeras consagraciones como socios del Movimiento Secular fueron en el Ecuador el 6 de diciembre de 1976, con-cretamente con el padre Augusto Emiliano Naranjo Carrera y el 12 de febrero de 1997 con la señora Zoila de Castillo, de manos del padre Fernando Peraza. Hoy son numerosos los so-cios del Movimiento Secular en el mundo.

En el país existen cuatro grupos, los mismos que se reúnen en asamblea nacional dos ve-ces al año, para fortalecerse espiritualmente y compartir las experiencias apostólicas. Este año el encuentro se realizó el 1 de octubre, en la ciudad de Quito y fue dirigido por el padre Peraza, a quien agradecemos de todo corazón por este acompañamiento espiritual.

Hna. María Emilia CameloHH.SS.CC.

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El Archivo Histórico Inspectorial, a través de las próximas publicaciones en el Boletín Salesiano del 2012, quiere hacer presente a Don Bosco en su relación histórica con nuestra Inspectoría en cuatro momentos históricos fundacionales.

Primero: el Presidente del Ecuador y el Congreso Nacional acuden a Don Bosco solicitando el envío de sus salesianos para hacerse cargo de los Talleres de Artes y Oficios de Quito, el Protectorado Católico.

Segundo: el Arzobispo de Quito, a nombre del Episcopado ecuatoriano, apoya este pedido de las autoridades civiles, y acude al Representante máximo de la Iglesia, el Papa León XIII para lograr la aceptación de Don Bosco a esta solicitud.

Tercero: Don Bosco acoge el pedido y se pone, con todo ahínco, a preparar el grupo de salesianos que deben ir al Ecuador con la finalidad de cuidar de la educación de los jóvenes artesanos y, más tarde de los pueblos indígenas del Oriente.

Cuarto: los salesianos empiezan la obra educativa logrando un éxito sorprendente. La última bendición del Padre ha dado su fruto. Con inmensa tristeza reciben la infausta noticia de la muerte de Don Bosco.

Que esta presentación histórica nos anime a los salesianos y a la Familia Salesiana a conocer a nuestro Padre Don Bosco y conociéndolo lo amemos y lo imitemos haciendo de los jóvenes la misión de nuestra vida.

Don Bosco envía a los salesianos al Ecuador

I. Primeros contactos con Don Bosco (1885)

La Revolución industrial, que se inició en Inglaterra, transformó completamente las condiciones de la sociedad de esa época. Resultado de ella fue la formación del proletariado industrial, la clase asalariada al servicio de la burguesía empresarial, propietaria del capital, la industria y el comercio. El empleo de las máquinas destruyó el viejo sistema de manufactura. Al mismo tiempo hizo posible la utilización, en gran escala, de mujeres y niños, con horarios excesivos, salarios bajos y viviendas inadecuadas. La indigencia, el pauperismo y la migración progresaron al ritmo de la industrialización. Italia y el Piamonte sufrieron, también, este fenómeno con una población móvil de jóvenes que periódica o temporalmente abandonaban el campo en busca de trabajo en las grandes fábricas metalúrgicas de la ciudad. Juan Bosco vivió en esta época y ambiente y supo dar una respuesta adecuada al problema migrantorio.1

Paralelamente en el tiempo, en un pequeño país de América: Ecuador, Gabriel García Moreno, un presidente católico progresista de gran temple, había dado firmes golpes de timón para enrumbar la nave del Estado hacia la modernidad, abriendo las puertas al progreso de las ciencias y de la técnica. Para ello fomentó la educación de la juventud; abrió, en la ciudad de Quito, un establecimiento de Artes y Oficios que lo encomendó a los Hermanos de La Salle.

1 Cfr. Peraza, F. «La Respuesta de Don Bosco a la realidad social de su tiempo», 1990, p. 2.

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Se lo llamó Protectorado Católico. El arquitecto alemán Francisco Schmidt levantó los planos de un imponente edificio. Desgraciadamente, la trágica muerte del Magistrado, truncó este proyecto. Los hermanos lasallanos se retiraron y el edificio quedó en el abandono.2

Años más tarde, durante la presidencia de José Plácido Caamaño (1884-1988), el gobierno tuvo conocimiento de la gran labor que los salesianos hacían en Argentina y pensó traerlos también al Ecuador. Las negociaciones se llevaron a nivel oficial, tanto de parte del Estado como de la Iglesia, con el fin de obtener el consentimien to de Don Bosco. El principal auspiciador y promotor de la venida de los Salesianos al Ecuador, fue el ilustre intelectual y destacado hombre público, doctor Carlos Tobar Guarderas, quien ejercía en ese entonces de Encargado de Negocios Exteriores en la República de Chile. Fue allí donde, por medio de la prensa argentina, conoció el trabajo que desarrollaban los salesianos: escuelas primarias, profesionales y agrícolas, y las misiones. Igual obra realizaban en Uruguay y Brasil.3

El doctor Carlos Tobar4, de regreso al país, a principios de 1885, y siendo Subsecretario del Ministerio de Instrucción Pública, preparó un informe acerca de Don Bosco, de los salesianos y de sus obras y lo presentó al Congreso, exhortándolo a llamar a los salesianos. El Congreso Nacional aprobó unánimemente el informe encargándole al Cónsul General en París, Dr. Clemente Ballén, para que llevara adelante los trámites respectivos. El diplomático dirigió a Don Bosco el siguiente oficio:

2 Cfr. Cronica del Collegio Salesiano del Sacro Cuore di Gesú, escrito por Guido Rocca. Quito, 29 enero de 1888.

3 Annali II 121-122.4 Carlos R. Tobar Guarderas, ilustre intelectual ecua-

toriano, quien gestionó ante el Congreso ecuatoriano la venida de los primeros salesianos. Ejercía en ese entonces la función de Encargado de Negocios de la República de Chile.

19, Rue Lafayette París l7 de agosto de 1885 TurínMuy Rvdo. Padre Don Juan Bosco

Muy Reverendo Padre:El Gobierno de la República del Ecuador, deseoso de emplear en la instrucción pública a algunos religiosos salesianos, me ha dado la orden de dirigirme a V. R. para rogarle se sirva decirme si V. R. estaría dispuesto a procuramos el número de religiosos que fuese necesario y cuáles serían las condiciones de su traslado y residencia en el Ecuador.

Ruego, pues, a V. R. se sirva honrarme con una contestación y aceptar las seguridades de profundo respeto con que soy de V. R. muy obediente servidor.

Clemente Ballén1

Don Bosco contestó el 22 de agosto, a través de su Vicario, Don Miguel Rúa:

«Imposible por el momento. Gracias por la benévola confianza. Si es posible esperar por unos años, con mucho gusto aceptaremos la propuesta».2

El Gobierno no se dio por vencido y acudió al apoyo del Episcopado, en la persona del Arzobispo de Quito, Mons. Alberto M. Ordóñez, el cual se encontraba en Roma y conocedor de la veneración y obediencia filial que Don Bosco profesaba al Papa dirigió a León XIII una comunicación solicitando del Santo Padre su valiosa y decisiva intercesión para lograr la pronta aceptación de Don Bosco de enviar a sus salesianos al Ecuador.3

1 Cfr. Carta N.° 1. Carta del doctor Clemente Ballén dirigida a Don Bosco. Correspondencia oficial Archivo Histórico Inspectorial. Quito-Ecuador. Esta carta es el primer documento oficial entre el Gobierno del Ecuador y Don Bosco.

2 Cfr. Carta de don Rúa a Clemente Ballén fechada el 22 de agosto de 1885. Archivo Histórico Inspectorial. Quito-Ecuador.

3 Cfr. Creamer Pedro, La obra salesiana en el Ecuador durante el rectorado de Don Miguel Rúa: 1888-1910. Pg. 9. Ediciones Abya-Yala, septiembre de 2010. Quito-Ecuador.

P. Pedro Creamer, sdbDirector del Archivo Histórico Inspectorial

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Celebremos

De las personas que han muerto se suelen resaltar solos los aspectos positivos, hasta el punto que, cuan-do leemos o escuchamos las ne-

crologías, nos quedamos con la impresión de que mueren solo los buenos y sobrevivimos los pecadores. No es el caso de condenar esta costumbre, tanto más que, antes o después, nos favorecerá también a nosotros.

Pero, cuando los fallecidos han sido persona-jes notorios en la historia del país, además de exaltar sus méritos, conviene también criticar sus errores, porque estos han repercutido ne-gativamente en la vida de los ciudadanos.

Este año recordamos que ha transcurrido ya un siglo desde la muerte violenta de Eloy Al-faro. Nadie, que se precie de un mínimo de objetividad, puede desconocer que este hom-bre se hizo acreedor a la gratitud del Ecuador, porque lo introdujo en la modernidad. No tuvo el nivel y el refinamiento cultural de un Gabriel García Moreno, pero fue capaz de ad-vertir la dirección de los vientos que soplaban poderosamente sobre América y sobre todo el Occidente, causando un verdadero cambio de época. No solo esto, sino que tuvo la determi-nación necesaria para acometer las reformas que colocaron al país en el cauce del siglo XX.

Los detalles sobre las luces y sombras de su proyecto político y su manera de realizarlo han hecho correr ríos de tinta, como suele de-cirse. Este no es el espacio para desarrollar el tema. El propósito es simplemente el de ana-lizar la relación que los salesianos tuvieron con él. Hay que decir de inmediato que esta pronto se volvió borrascosa. Para entender los motivos es indispensable colocar el problema en su contexto.

En 1895, cuando triunfó la Revolución liberal, los hijos de Don Bosco llevaban tan solo siete años en el Ecuador. Habían sido llamados por el Gobierno Nacional, con el fin de implemen-tar la educación técnica, aún inexistente en el país y, en un segundo momento, hacerse car-go de una misión en el Oriente. Antes de venir se habían suscrito convenios muy claros y de-tallados con la autoridad competente.

Pero la nación vivía un momento de eferves-cencia. El predominio de los conservadores, sólidamente apoyados en el clero y los terra-tenientes serranos, estaba por ceder el paso a los agroexportadores de la Costa, favoreci-dos por el auge cacaotero. Alfaro encarnaba las nuevas tendencias. Su proyecto de Estado liberal, nacionalista y laico no podía admitir que la Iglesia manejase un poder omnímodo en el campo de la educación y la asistencia

Eloy AlfAro y los sAlEsiAnos

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pública, rol que se le hacía posible gracias a la posesión de enormes extensiones de tierra. Sin contar que su peso era determinante en el momento de formular las leyes. El proyecto del «Viejo Luchador» preveía un cercenamien-to drástico del poder del clero.

Los Salesianos, todos extranjeros, llevaban poco tiempo en este territorio, como para entender claramente lo que estaba en juego. Además ellos, que eran italianos, venían con-dicionados por la experiencia de su país. La unificación de Italia había podido realizarse solo a expensas del poder temporal del Papa.

El largo proceso había envenenado los áni-mos y sembrado un anticlericalismo feroz. Al poco tiempo de llegar a Ecuador, comenzaron a advertir en cierta prensa y en el lenguaje de determinados políticos el mismo tono renco-roso que dejaron atrás. A ellos les pareció que se trataba, esencialmente, de un movimiento anticristiano, fomentado por la masonería, cuando en cambio era una lucha por el poder, en nombre de dos visiones diferentes de la or-ganización de la sociedad. La laica, de Alfaro, es la que hoy está vigente en Occidente. Pero, en ese momento, era impensable que los sale-sianos sintonizaran con las tesis del «Luchador de Montecristi».

El hecho de que rápidamente hubiesen con-quistado la simpatía del pueblo y de las auto-ridades, no les sirvió de mucho. Sus esfuerzos para mantenerse absolutamente ajenos a la contienda están bien documentados, pero fueron acusados de imprimir panfletos con-trarios al Gobierno y de guardar armas. La de Alfaro era una revolución y no podía contem-plar concertaciones serenas y argumentacio-nes jurídicas. La noche entre el 23 y el 24 de agosto de 1896, los salesianos extranjeros –es decir, todos– fueron llevados a la fuerza a la

Comandancia de la Policía, sin orden escrita de apresamiento; de allí, con lo que tenían puesto, despachados a Esmeraldas, vía Otava-lo e Ibarra, por los tupidos bosques del Pailón. Milagrosamente salvaron sus vidas. Algunos pudieron avanzar hasta Perú y, fundar la obra salesiana en Arequipa.

Evidentemente, de parte del Gobierno se tra-tó de una arbitrariedad y uso abusivo de la fuerza, al cual el alfarismo de las montoneras estaba acostumbrado.

La violencia es un animal peligroso, fácil sol-tarlo y azuzarlo pero, después, controlarlo resulta casi imposible. Los diecisiete años, en que Alfaro dominó el escenario político, se caracterizaron por un ambiente de enfrenta-miento permanente.

El epílogo, por demás conocido, es condena-ble y vergonzoso desde cualquier ángulo que se lo mire; pero el clima en que se dio se es-taba respirando desde un comienzo. Quien siembra vientos recoge tempestades.

Padre Juan Bottasso

La violencia es un animal peligroso, fácil soltarlo

y azuzarlo pero, después, controlarlo

resulta casi imposible.11

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Celebremos

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El P. Jaime Calero es un sacerdote cuya vida consti-tuye un signo visible de precoz madurez cristiana y salesiana; conocido cariñosamente como el «Vie-jo Calero», desde los primeros años de aspiranta-do, por ser el mayor de su grupo.

Ha cumplido 87 años de edad y de ellos han trans-currido 65 de fecunda consagración, 55 de sacer-docio, como fruto de una familia de robusta fe que generaron en él convicciones inspiradas en el evangelio, en la educación liberadora y la opción por los más necesitados.

Quizá, el joven Jaime, a sus quince años, no com-prendía la gravedad de la invitación hecha por el P. Ángel María Correa, sdb, cuando con temor y tem-blor decidió dejar a su familia para salir de Licán (Riobamba) y comenzar este camino salesiano, con una respuesta titubeante que se transforma-

ría, en estos años, en una apasionante realidad de trabajo realizado, que lo ha hecho merecedor del cariño y aprecio de todos quienes lo conocen.

Las virtudes que irradia su personalidad son la hu-mildad, jovialidad, criticidad comprometida. Los jóvenes encuentran en él al buen amigo, al mis-mo tiempo que el consejero sabio y prudente; sus hermanos salesianos hallan al hermano sincero y bueno con quién se comparte las alegrías y los sin-sabores de la vida religiosa; los fieles de la parro-quia al buen pastor que da la vida por sus ovejas.

El diálogo implica un encuentro de las personas para la transformación del mundo, por lo que se convierte en una exigencia existencial y esta es la característica que recuerda el P. Germán Delgado al ser interrogado sobre su amigo: «El P. Calero es un hombre de diálogo, su mayor cualidad y secreto».

Ahí donde me necesites, envíame

PADRE JAIME CALERO

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El P. Agustín Cuji, manifiesta que en Esmeraldas, nuestro querido padre se convirtió en un líder, con dos proyectos específicos: la creación de los ban-cos comunitarios apoyado por la empresa Repsol para la generación de microempresas familiares y el alcantarillado del valle de San Rafael, como in-termediario entre los barrios y la alcadía. Sus pre-dilectos fueron aquellos adolescentes y jóvenes en situación de riesgo, por eso en la Casa Salesiana de Esmeraldas (1996-2004) animó la gestión del Colegio Técnico San Rafael durante su período de institucionalización y promovió a los grupos juve-niles para prevenir la proliferación de pandillas en este valle.

El criterio general de todos nuestros entrevistados sobre lo que les impresiona de la vida del P. Calero es su modo de ser, la chispa de alegría en todo mo-mento, su espíritu de apertura, su energía, en fin, como Don Bosco lo decía: «aquí hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres».

El P. Alfredo Espinoza nos cuenta como anécdota del «Viejo» que había pedido como gracia morir a los 72 años, como Don Bosco, cuando llegó a esa edad y no ocurrir nada malo, sus compañeros le embromaban, a lo que él contestaba que no le to-caba todavía.

Las funciones a él encomendadas han sido de lo más variadas: director, rector, animador, cate-quista, consejero, formador, Vicario inspectorial(1981-1987). Y cómo olvidar su pasión por la edu-cación, fue también maestro.

Desde los diferentes cargos ha contribuido a la formación integral de los adolescentes en riesgo fortaleciendo la vida comunitaria en grupos que se asemejaban a las familias donde fueron desa-rrollando la honestidad en la revisión de vida y el respeto mutuo.

Cuenca, Macas, Quito, Riobamba, Guayaquil, Es-meraldas son algunas de las ciudades que a lo largo de estos años, han sido beneficiadas por la presencia del Viejo Calero, pues su lema ha sido: «Ahí, donde me necesites, envíame», que repetía alP. Paco Sánchez, cuando le pedía colaborar en una u otra obra, ya que ha hecho de todo y siempre bien; también le gustó trabajar con los más peque-ños, pues si lo puedes hacer con ellos, también lo harás con los más grandes.

Cada obediencia recibida significó para él una nueva página en su vida de educador y pastor entregado a la formación integral de los jóvenes. Actualmente, trabaja como formador en el Pre-noviciado en Quito (2009-2012) y los cuatro años anteriores fue director de la comunidad salesiana en la Casa Don Bosco de Guayaquil (2004-2008), tiempo en el que con corazón de padre ayudó a los chicos de la calle a tomar conciencia de sus obligaciones y derechos, animando una experien-cia de cogobierno que se fue consolidando como escuela de ciudadanía.

Su vida es la clara expresión de un proyecto movi-do por ideales valiosos nutridos por la confianza en sí mismo, en los demás y sobre todo en Dios.

¡Gracias, «Viejito Calero»!, o como te dicen otros amigos: ¡Gracias, «Negro»!

«Los jóvenes encuentran en él al buen amigo, al mismo tiempo que el consejero sabio y prudente »...

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El carisma educativo de nuestros fundadores es regalo del amor de Dios para los jóvenes de to-dos los tiempos. Ello hace perceptible la presen-cia viva de Jesús, el Buen Pastor.

Una acción propia del carisma salesiano es la educación a la ciudadanía que impulsa a tejer redes de solidaridad entre las comunidades edu-cativas, la familia salesiana y otras fuerzas edu-cativas del territorio para devolver la dignidad y esperanza a la juventud.1

El voluntariado es una de las manifestaciones más actuales de nuestro carisma2, y es conside-rado un espacio privilegiado ya que este es un valor y estrategia educativa3 que va dirigida al crecimiento humano, cristiano, religioso y a la in-serción a la vida social y eclesial4 del joven.

1 Cfr. Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, Cooperación al desarrollo, editrice misionaria Italiana, Bologna – Italia 2007.

2 LOME Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, LOME Para que tengan vida y vida en abundancia, Editorial CCS Madrid, 2006.

3 Cfr.Ibíd., pág. 13.4 Cfr. Direzione Generale Opere Don Bosco, El voluntariado en la

misión salesiana, Roma 2008.

El voluntariado reconocido como espacio formativo favorece la dimensión comunita-ria y el joven lo vive en diversos contextos: con la comunidad que envía, la que acoge, la educativo-pastoral, con la de voluntarios.5

«El voluntariado juvenil misionero de la Familia Salesiana del Ecuador colabo-ra con el pueblo indígena (…) siendo de gran ayuda en los procesos de evangeliza-ción y educación que llevan adelante las comunidades salesianas».6 Esta una de las opciones prioritarias de enriquecimiento intercultural.

Durante todo este proceso, el acompa-ñamiento debe ser una experiencia de comunión y estilo para expresar el amor7; cuya meta es realizar el designio de Dios sobre cada persona: formar en cada una la imagen de Cristo impresa en todos desde la creación. Para esto se requiere de algu-nas orientaciones sobre todo al regreso8.

5 Cfr. Direzione Generale Opere Don Bosco, El voluntaria-do en la misión salesiana, Roma 2008.

6 «V Encuentro Latinoamericano de misioneras y misio-neros salesianos en contextos pluriculturales», Quito, 5 de mayo de 2006.

7 Cfr.CG XXII N.° 35, FMA.8 Cfr.CG 24 (122, 124, 126).

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Para dar vida a este espacio formativo es ne-cesario trabajar en coordinación con las ini-ciativas de la pastoral juvenil9 dentro de los oratorios, grupos juveniles porque ellos son el mejor lugar educativo en donde los jóve-nes pueden alcanzar una formación integral y comprometerse apostólicamente en la trans-formación de su propio ambiente.10

El Movimiento Juvenil Salesiano y el volunta-riado pueden ser una estrategia oportuna para la progresiva clarificación del proyecto perso-nal de vida11, una ocasión para experimentar el espíritu de familia con estilo salesiano, para conocer el carisma y en no pocos casos espa-cios para el discernimiento vocacional.12

Algunas consideraciones

El voluntariado es una opción de servicio des-interesado, que se realiza durante un tiempo determinado, como un compromiso personal.

9 Cfr. CG22, SDB. 10 Cfr.CG VII, HH. SS. CC. 11 LOME: Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, LOME Para

que tengan vida y vida en abundancia, 123, Editorial CCS, Madrid, 2006.

12 Cfr. Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, Cooperación al desarrollo, editrice misionaria Italiana, Bologna – Italia, 2007.

La Familia Salesiana en el Ecuador ofrece un proyecto pastoral, que implica a las comuni-dades y a los laicos, para que los jóvenes, vivan desde lo cotidiano la espiritualidad juvenil sa-lesiana, compartan la vida comunitaria, parti-cipen en la construcción del Reino de Dios y desarrollen su dimensión personal, cristiana, social y vocacional en la misión salesiana y eclesial.

Para que el voluntariado juvenil misionero de la Familia Salesiana pueda ser reconocida como verdadera experiencia de voluntariado debe tener las siguientes características:

* Inspiración evangélica

El voluntariado juvenil misionero de la Fami-lia Salesiana propone los valores del Evangelio de Cristo, especialmente la gratuidad, solida-ridad, justicia, paz, etc., según el espíritu sale-siano. Favorece y colabora en el compromiso «misionero» en contextos en los que no es su-ficientemente conocido.

* Proceso educativo

El voluntariado misionero de la Familia Sa-lesiana se preocupa ante todo de la madu-ración personal y comunitaria de los jóve-

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nes voluntarios que aceptan el desafío de «educar educándose». Se compromete en programas de desarrollo humano de las per-sonas, con atención prioritaria hacia los me-nos favorecidos. Está abierto y promueve el diálogo intercultural e interreligioso con el estilo salesiano.

* Formación sociopolítica

Sensible ante la realidad socio-cultural, eco-nómica y política, se inserta activa y res-ponsablemente, comprometiéndose en su transformación en colaboración con otras instituciones civiles y eclesiales.

* Vocación en realidades seculares

En el centro está la persona del voluntario que vive la propia vocación humana y reli-giosa en las realidades seculares de la fami-lia, trabajo, cultura, política, economía, etc. Se compromete a incidir en estas estructuras según los valores del Evangelio con su testi-monio laical.

* Espiritualidad juvenil salesiana

Es una propuesta de servicio, con espíritu ju-venil, que sintoniza profundamente con los destinatarios a quienes sirve.

* Envío e inserción comunitaria

Después de una preparación adecuada, en sus familias, grupos y comunidades de origen, son enviados y acogidos por una nueva comuni-dad, en la que se insertan y se comprometen en su labor apostólica, aun en ambientes no sa-lesianos.

* Proyecto orgánico

Se realiza organizadamente al interior de la PJ Salesiana con un proyecto concreto de acción, coordinación, formación y animación inspecto-rial y/o interinspectorial13.

«Proyecto Voluntariado Juvenil Misionero Familia Salesiana – Ecuador 2010-2015».

13 Cfr. Direzione Generale Opere Don Bosco, El voluntariado en la misión salesiana, Roma 2008. p. 33.

El carisma educativo de nuestros fundadores es regalo del amor de Dios para los jóvenes de todos los tiempos.

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Tema Central

Las Memorias del Oratorio de San Francisco de Sales

El Rector Mayor ha pedido que el mundo salesiano lea, conozca y me-dite las Memorias del Oratorio de San

Francisco de Sales escritas por el mismo Don Bosco a petición expresa del Papa Pío IX. La intención es que podamos comuni-car su contenido, difundirlo, y, sobre todo, que llegue a las manos de los salesianos, seglares, colaboradores y especialmente los jóvenes, de manera que se convierta en un libro de inspiración para sus opciones vocacionales.

Como Inspectoría Salesiana del Ecuador hemos decido publicar las Memorias del Oratorio en la edición crítica del P. Fernan-do Peraza Leal. El P. Fernando nos presenta para el Boletín Salesiano un artículo sobre su obra que nos permite adentrarnos en el estudio de Don Bosco.

Las «memorias», como género literario, se caracterizan por ser narraciones de hechos y aconte-cimientos de los que el autor ha sido protagonista o testigo. Esta es precisamente la índole de las Memorias de Don Bosco sobre el Oratorio de San Francisco de Sa-les. El autor relata episodios y des-cribe circunstancias que tuvieron particular significado en los pri-meros cuarenta años de su vida (1815-1855) y, siempre, con refe-

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rencia directa a la misión que Dios le confió entre los «jóvenes pobres y abandonados», y a un específico estilo de acción educati-va y pastoral; elementos, que constituyen la originalidad de lo que él denomina «su Oratorio». Estas Memorias están destinadas exclusivamente a sus salesianos.

En ellas se describe y precisa:

• el origen y desarrollo de los hechos ycircunstancias que le van facilitando cla-rificar y decidir la misión que Dios le ha confiado y, por tanto, las opciones funda-mentales de su vida;

•elsentidoymodalidadespecíficosdesuentrega a los muchachos;

• lafinalidadyelmensajedelasMemoriaspara sus hijos espirituales a partir de su propia experiencia, que no es otro sino mostrarles su original proyecto de vida cristiana, en el cual «Dios mismo» ha in-tervenido «en todas las cosas y en cada momento». En este sentido, el padre Pe-dro Braido ha llamado «memorias de fu-turo» a las Memorias del Oratorio de S. F. de Sales escritas por Don Bosco1.

Ciertamente las Memorias del Oratorio no carecen de valor autobiográfico, pero la intención de Don Bosco va más allá. Ante todo, relatar los hechos en los que podía verse alguna intervención providencial del Señor en su vida y en su obra, como se lo había pedido y ordenado el Papa Pío IX; y luego, consignar por escrito las experien-cias personales y las líneas maestras de su pensamiento y espiritualidad educativos.

La composición de las Memorias se ubica entre 1873 y 1879. Joaquín Berto, secretario 1

de Don Bosco, las fue transcribiendo con-temporáneamente de los tres cuadernos originales escritos por el santo, a seis, más inteligibles.

En 1879, la transcripción del quinto estaba concluida, y comprendía también las opor-tunas correcciones introducidas por el au-tor, quien alcanzó a revisar casi por entero el último cuaderno. Son los dos originales que se conservan en Archivo y permiten la reconstrucción del texto que vamos a pre-sentar, traducido al castellano, en esta edi-ción.

En todo caso estos documentos estaban ya completos en 1882 cuando, permitiéndolo don Bosco, el padre Juan Bonetti incluye el contenido de los años 1841 al 1854, en ar-tículos que en sucesivas entregas, de 1879 a 1882, publica en el Boletín Salesiano, bajo el título de «Historia del Oratorio de S. Fran-cisco de Sales».

Me parece importante advertir que, el texto base, en italiano, que usamos en la presen-te edición, es el publicado por el Instituto Histórico Salesiano de Roma en 1992, a car-go, y «con introducción y notas», del padre Antonio Da Silva Ferreira.2

Otras precisiones sobre la importancia de estas Memorias

El estilo familiar, sencillo y sin pretensio-nes publicitarias, propio del autor, nos ha-cen pensar en el carácter de intimidad que

2 La edición pertenece a las «Fuentes históricas, serie pri-mera, 4: Giovanni Bosco, “Memorie dell’Oratorio di S. Francesco di Sales”, dal 1815 al 1855». «Introduzione, note e testo critico a cura di Antonio Da Silva Ferreira», LAS, Roma 1991, 2.

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tienen estas Memorias, escritas original y exclusivamente para sus hijos y que provi-denciales circunstancias históricas, han he-cho patrimonio humilde de la Iglesia y de la humanidad. Esa fue siempre, en el fondo, la característica de sus escritos, que debían ser inteligibles para todos y al alcance de esa cultura rural del pueblo al cual él per-tenecía.

Más todavía, en esta obra por excelencia significativa dentro de la actividad literaria de Don Bosco, con imágenes realistas y su-gestivas, y rompiendo los esquemas didác-ticos que en 1877 tendrán sus páginas so-bre el Sistema Preventivo, él nos ha dejado una verdadera «pedagogía y espiritualidad narrativas», más capaces que todo intento sistemático, de darnos las pistas para entrar en contacto con la mentalidad y el estilo oratorianos que caracterizaron su pastoral de sacerdote educador.

Él sabía muy bien que una vez aprobadas las Constituciones (1874), fundado el Ins-tituto de las Hijas de María Auxiliadora (1872), replanteada ante la Curia Romana la identidad carismática, institucional y ju-rídica de la Asociación de los Cooperadores Salesianos (1874-1876) e iniciada la expan-sión de su obra en otros países de Europa y de América (1875), era indispensable dejar a los primeros responsables de esta, toda-vía no suficientemente consolidada, pero en una etapa de vigoroso desarrollo ini-cial, algunas pautas concretas, fruto de su misma experiencia y de la de sus primeros discípulos, que les sirvieran de orientación y de estímulo.

Esto podía ser más apremiante, cuando el incremento de sus fundaciones era nota-

ble, tanto en Europa como en América, y el fuerte desarrollo numérico del personal po-día dificultar más adelante la genuina com-prensión de su mentalidad y de su estilo3.

La Congregación Salesiana fundada el 18 de diciembre de 1859, contaba en 1875 con 64 profesos perpetuos y 107 tempora-les. De estos, 49 sacerdotes. Trece años más tarde, a la muerte del Fundador, habrá 773 salesianos; de ellos, 306 sacerdotes. Bajo el rectorado de su sucesor, el P. Miguel Rúa (1888-1910), y a los 53 años de la funda-ción, los salesianos llegarán a un total de 4000 entre “coadjutores” (1171) clérigos y sacerdotes (1684)4.

Pero además, Don Bosco acababa de sufrir una grave enfermedad que lo retuvo pos-trado en el colegio de Varazze desde el 6 de diciembre de 1871 al 22 de enero siguiente; y su salud seguiría deteriorándose en forma preocupante durante los años posteriores.

Que la expansión numérica y geográfica de la Congregación y los cambios culturales tenidos a partir del 1859 por la «escuela ita-liana», pudieran traer deformaciones y ar-bitrariedades en la interpretación del pen-samiento de Don Bosco, lo demostrarán

3 La Congregación Salesiana había fundado asilos y es-cuelas artesanales y agrícolas en Francia (Niza-1879; Navarre, Crau, Marsella-1878; Cannes y Chalonge, 1878, 1879). Las Hijas de María Auxiliadora, en Niza Marítima –1877–. La primera expedición misionera de los Salesia-nos salió en 1875 hacia la Argentina y la de las Hijas de María Auxiliadora en 1877, al Uruguay) (Wirth Morand, «Da Don Bosco ainostrigiorni», 174-177; 215; 233-24; 519).

4 «Dati Statistici sull’evoluzion en el tempo e sulla situa-zione attuale dei Salesiani e delle loro opere. Direzione Generale Opere Don Bosco 1971, 17; Stella Pietro, (7), «I Coadiutori Salesiani (1854-1974). Apunti per un profilos-torico socio-professionale” (“Atti Convegno Mondiale SA-LESIANO COADIUTORE, Roma, 1975. Esse-Gi-Esse, Aprile 1976, 65-66).

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documentos suyos de pocos años después como la Carta del 10 de mayo de 1884, acer-ca del «espíritu de familia»; la que trata de los castigos (1883), escrita por Juan Bautis-ta Francesia, acorde al pensamiento de Don Bosco y hasta atribuida equivocadamente a él; o la correspondencia de 1885 a los Salesia-nos de Argentina, sobre el Sistema Preventivo y el Espíritu Salesiano, que estaban sufriendo variaciones significativas en sus «colegios» y sus comunidades5.

Hay que tener en cuenta, asimismo, que la importancia y urgencia que va adquiriendo su Obra hacen que él mismo, ya desde el 2 de febrero de 1876, en reunión con los superio-res de sus casas, no solo insinúe, sino que de-termine en forma ejecutiva, el cuidado y res-ponsabilidad con las cuales debían llevarse las crónicas locales y hacerse el nombramien-to de algún salesiano que comenzara a escri-bir la historia de la Congregación. «Yo mismo,

5 Motto Francesco, «Trelettereai Salesiani in Ameri-ca»,357-369; José Manuel Pre llezo, «Dei Castighi» (1833): Puntualizzazioni sull´autore e sulle fonti redazionali dello scritto”, Riceche Storiche Salesiane, 52. Luglio-Dicembre 2008, N. 2, 287- 307.

–testimoniaba en dichas reuniones Don Bosco–, he ido escribiendo algo». Eran, precisamente, sus Memorias del Oratorio de San Francisco de Sales. Y expresa explí-citamente que lo hacía, y que estaba re-suelto a continuar escribiéndolas, porque era muy consciente de que su vida no era ya algo privado, sino que pertenecía a la vida misma de su congregación religiosa.

Para él, pues, las Memorias del Oratorio formaban ya parte de la «historia» de la Sociedad Salesiana y de la «Familia». En la tierra de Valdocco, nació el Oratorio y fue semilla y árbol; y el árbol se hizo bosque, escribe el Rector Mayor, Pascual Chávez, 150 años después.

El motivo «religioso» aducido por el santo es el de la evidente intervención de Dios en su Obra. Las crónicas y la historia debe-rían testimoniarla. Era la misma razón que había movido a Pío IX a pedirle en 1858 que pusiese por escrito el «sueño» tenido de los 9 a los 10 años, en el que el Papa intuía esa misma presencia providencial del Señor en la fundación de su instituto religioso. A este último hecho se refiere explícitamente Don Bosco al concluir el relato de ese sueño en sus Memorias del Oratorio.6

P. Fernando Peraza Leal, sdb

6 MBe., XII, 67-68. Canals Pujol, Juan y Martínez Azco-na, Antonio, «San Juan Bosco, Obras Fundamentales», 351.

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Mensaje del Papa sobre las comunicaciones sociales reflexiona sobre la relación entre silencio y palabra

Roma (NE - eclesiales.org) Con el título «Si-lencio y Palabra: camino de evangeliza-ción», fue presentado el día 24 de enero por la festividad de San Francisco de Sales, el mensa-je de Benedicto XVI con ocasión de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.

El Papa destacó que silencio y palabra son dos momentos de la comunicación «que deben equilibrarse, alternarse e integrarse para obte-ner un auténtico diálogo». «El silencio es parte integrante de la comunicación y sin él no exis-ten palabras con densidad de contenido. En

el silencio escuchamos y nos conocemos me-jor a nosotros mismos; nace y se profundiza el pensamiento (…). Callando se permite hablar a la persona que tenemos delante, expresarse a sí misma; y nosotros no permanecemos afe-rrados solo a nuestras palabras o ideas, sin una oportuna ponderación. Se abre así un espacio de escucha recíproca y se hace posible una re-lación humana más plena. (…) Allí donde los mensajes y la información son abundantes, el silencio se hace esencial para discernir lo que es importante de lo que es inútil y superficial.

Una profunda reflexión nos ayuda (…) a va-lorar y analizar los mensajes; esto hace que se puedan compartir opiniones sopesadas y pertinentes, originando un auténtico cono-cimiento compartido. Por esto, es necesario crear un ambiente propicio, casi una especie de “ecosistema” que sepa equilibrar silencio, palabra, imágenes y sonidos».

Asimismo, el Pontífice invitó a «considerar con interés los diversos sitios, aplicaciones y redes sociales que pueden ayudar al ser humano a vivir momentos de reflexión y de auténtica interrogación, pero también a encontrar es-pacios de silencio, ocasiones de oración, me-ditación y de compartir la Palabra de Dios. En la esencialidad de breves mensajes, a menudo no más extensos que un versículo bíblico, se pueden formular pensamientos profundos, si cada uno no descuida el cultivo de su propia interioridad». «Palabra y silencio: aprender a comunicar quiere decir aprender a escuchar, a contemplar, además de hablar, y esto es es-pecialmente importante para los agentes de la evangelización: silencio y palabra son ele-mentos esenciales e integrantes de la acción comunicativa de la Iglesia, para un renovado anuncio de Cristo en el mundo contemporá-neo», concluyó.

Disponible en www.salesianos.org.ec

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(ANS – Río de Janeiro) – La XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que tendrá lu-gar en el  2013 en Río de Janeiro, tiene ya su logotipo: de diseño muy sencillo y fácilmente legible, está compuesto por los colores de la bandera de Brasil y presenta el símbolo del cristianismo con el Cristo Redentor que está en la parte alta de la ciudad de Río.

La presentación del logotipo, elegido a través de un concurso público, sucedió el 7 de febre-ro. Mons. Orani João Tempesta, arzobispo de Río de Janeiro, describió las razones de la elec-ción del logotipo y recordando la importancia del acontecimiento para Brasil y en especial para la ciudad de Río.

Fábio Castro, director general de «Promocat Marketing Integrado» expresó que la imagen

El logotipo de la JMJ 2013elegida posee todos los elementos nece-sarios: «es rápida, suave y con caracterís-ticas modernas (…) que encierra diversos mensajes cristianos, basta solo alargar la vista».

El autor del logo es un joven brasileño de 25 años, Gustavo Huguenin. A los perio-distas les dijo de no haber participado a una JMJ, pero sí de haber seguido la edi-ción de Madrid a través de Internet. «Tenía un gran deseo de participar como joven católico. Cuando sentí que la próxima edi-ción de la JMJ sería a Río pensé en partici-par en el concurso».

Para diseñar el logotipo leí por entero el Evangelio de Mateo, del cual se toma el eslogan de la XXVIII edición: «Vayan y en-señen a todas las naciones» (Mt 28, 19). Lo envié el último día y cuando fui llamado a Río, no sabía que había sido el vencedor: «pensé que era solo finalista».

El arte, que utiliza los colores de la ban-dera de Brasil, fue explicado por el mismo autor: Jesús Resucitado está representado en la estatua de Cristo Redentor; el cora-zón del discípulo al cual Jesús da el man-dato de evangelizar, da forma al logotipo; la parte superior (en verde) está inspirada en los trazos del Pan de Azúcar, símbolo universal de la ciudad de Río de Janeiro y la cruz que está sobre el mismo refuerza el sentido del territorio brasileño. Las formas que dan término a la imagen del corazón, pintadas en azul, representa el litoral, el verde y amarillo representan los colores de la bandera brasileña.

Posteriores informaciones sobre la prepa-ración de la JMJ de Río están disponibles en el sitio oficial: www.rio2013.com

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Tengo la alegría de introducir una temática que llevo particularmente en el corazón. Memoria y profecía es el tema del año 2012 que Da mihi animas quiere pro-poner.

Hacer memoria sabe de raíces, de orígenes. Para noso-tras son los orígenes carismáticos. La vida crece en el pasado y está empastada de novedad, de retos y opor-tunidades inéditas. Ser fieles a los orígenes es reactua-lizar el carisma, poner los colores al diseño esbozado por Don Bosco y concluido al femenino por Madre Ma-zzarello.

Hacer memoria es actitud propiamente eucarística. Je-sús confía a la memoria la celebración de su misterio de muerte-resurrección en la espera de su venida.

Ningún futuro sin raíces. Los jóvenes, hoy, parecen que han perdido la memoria y han extraviado la necesidad de situarse en el camino de las generaciones prece-dentes. Viven un poco como desarraigados e indeci-sos y esto les vuelve inquietos, inciertos en el asumir compromisos para el futuro. Una situación que podría concernir también a nuestras comunidades. Si nos ale-jamos de la fuente ya no logramos colocarnos en la ge-nealogía de personas que han construido el presente.

Edificar bien el hoy es preparar el futuro de los jóvenes.

Vivir la profecía es ser fieles a Dios que no acompaña a lo largo del tiempo, es memoria que se proyecta en el

futuro, obediencia en el amor que se hace escucha de personas, acontecimientos, situaciones que continua-mente nos interpelan.

La profecía está presente desde nuestros orígenes. Adaptarse, desarrollar, mirar hacia delante no es solo un imperativo de nuestro tiempo. Es la historia de cada vida humana que no se contenta con ser repetitiva, sino que busca captar la novedad en las vicisitudes que Dios a través de las circunstancias diseña para ella.

Este año tienen lugar los 140 años del Instituto y en el recuerdo surge su camino de santidad, que es fidelidad creativa. María Dominga ¡cuántos cambios tuvo que afrontar en su vida! Pudo hacerlo porque rodaba en torno a un centro en grado de unificar las distintas ex-periencias; la llamada misteriosa –A ti, te las confío– era principio organizador que ha iluminado de sentido los cambios y ha facilitado su integración armónica.

Hoy también somos llamadas a ser fieles a la historia, a un pasado de santidad que es premisa para un futuro rico de esperanza.

Dialogar, escuchar, proyectar, narrar, volver a apasionar-nos; son verbos que con humildad y audacia queremos conjugar en el hoy histórico que se nos da para vivir. Las páginas del DMA nos ayudarán a hacerlo.

Madre Yvonne ReungoatSuperiora General de las FMA

Hacer memoria… ¡¡Vivir la profecía!!

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La vocación: don de Dios

«Ánimo, mis queridas postulantes, si alguna de ustedes encuentra dificultades y combates no se desaliente» B. Luis Variara

El llamado de Dios es un precioso regalo al cual estamos llamados a responder «Son mu-chos los llamados y pocos los escogidos».

En la actualidad en que la moda, internet, vicios, diferentes grupos sociales, predominan, se en-cuentra una luz, esa luz es la vida consagrada.

Una respuesta generosa y decidida a vivir en fidelidad, en medio de las dificultades diarias, la hallamos en una vida entregada que solo busca agradar a Jesús, como lo diría nuestro Padre Fundador el beato Luis Variara: «todo por amor a Jesús y nada por la propia satis-facción»; teniendo en cuenta que esto no se aprende de la noche a la mañana, sino poco a poco en las pequeñeces de la vida.

Nuestro Instituto abre sus puertas para recibir a las jóvenes que generosamente quieren dar respuesta al llamado del Señor permitiéndo-les conocer, asumir y vivenciar nuestro caris-ma como medio para llegar a la santidad.

Por eso nuestra casa de formación ubicada en la 10 de Agosto y Gral. Aguirre, colabora en esta tarea con las siguientes actividades:

• Momentos fuertes de oración personal y comunitaria, ya que es el alimento que nutre el alma.

• Participación diaria de la Sagrada Eu-caristía.

• Pastoral: visita a los enfermos de lepra en La Vicentina, catequesis, experien-cia en una comunidad, misiones en di-ferentes partes de nuestra Patria.

• Vida comunitaria: celebración de cum-pleaños, hechos importantes del Ins-tituto y encuentros continuos con los formandos de la familia salesiana.

También, como parte fundamental de la for-mación antes que la joven termine el año de postulantado se integra al de Colombia, para crear relaciones interpersonales con las que serán sus compañeras de Noviciado, a fin de que todo esto fortalezca la vocación de la jo-ven y anime en su proceso vocacional, para que su respuesta sea libre y radical.

Hna. Olga Piedad Cabascango, hscMaestra de Postulantes

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«Piensen que donde está el amor está el Paraíso»

(Santa María Mazzarello)

Estimada Familia Salesiana: Este hermoso mes nos acompaña a la familia de la Unidad Educa-tiva Santa María Mazzarello una gran emoción y a su vez una inmensa bendición junto al coro de alegría de aquellos ángeles que un día como este mes hace 75 años las Hijas de María Auxiliadora orientadas por el pensamiento de Don Bosco y Madre Mazzarello, pensaron en la educación de la niñez y juventud quiteña, sabemos que son va-rios esos discípulos de Jesús que trabajaron por esta linda obra en estos años: padres de familia, docentes y bienhechores como la señorita Dorila Salas, a todas y a todos que desde el cielo, Dios derrame gracias en sus familias.

En una de sus célebres reuniones, Santa María Mazzarello con las primeras hermanas de la Con-gregación de las Hijas de María Auxiliadora que venían a América les decía «Quién pone su con-fianza en el Señor no puede fracasar» y si la

escucharon tan bien que aquí tenemos el resultado.

Bajo el manto de María Auxiliadora y de la mano de Madre Mazzarello, las hermanas salesianas han hecho de su trabajo un lindo paraíso, como exalumna y en representa-ción de todas mis compañeras quiero mani-festar que el corazón de mujeres valientes y decididas han dado frutos buenos, porque gracias a esa decisión han colaborado en la formación de aquellas niñas que ahora son buenas madres de familia, buenas hi-jas, buenas vecinas, buenas profesionales siempre con el sello de la salesianidad, ale-gres, honestas y amables.

75 años no lo cumple cualquier institución; su perseverancia y constancia ahora en re-presentación de sor Rodolfina quien dirige a ese grupo de valientes y nobles mujeres, han permitido que seamos un grupo in-menso de exalumnas agradecidas y unidas, en este día, para decirles gracias y congra-tulaciones por su trabajo de corazón y en-trega por los demás. Sabemos que son los primeros 75 años que sean multiplicadas por diez veces más los festejos de forma-ción, el mundo y la sociedad se los pide, Don Bosco y Madre Mazzarello las orienta; nuestra Madre Auxiliadora las protege y nuestro Padre Dios las bendice.

Unión de Exalumnas Santa María Mazzarello – Quito

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El lunes 23 de enero del 2012, en la Casa Inspec-torial, se llevó a cabo el III Encuentro de Cronistas de las Casas y Obras Salesianas de la Inspectoría. El evento fue organizado por el Archivo Histórico Inspectoríal y tuvo como objetivo fortalecer la la-bor de los cronistas salesianos, brindándoles apoyo para la continuidad de la tarea encomendada y re-afirmar los compromisos para este nuevo año 2012.

En el encuentro participaron el P. Marcelo Farfán, Inspector, el P. Pedro Creamer, Director del Archivo Inspectorial y veinte cronistas de Cayambe, Yanun-cay, Cristóbal Colón, Casa Don Bosco, Ibarra, Macas,

III Encuentro de Cronistas de las Casas Salesianas

El domingo 29 de enero se realizó en Lumbisí la euca-ristía celebrada por el P. Jorge Molina, para celebrar la promesa de un nuevo salesiano cooperador, el señor Leonardo Lima y la renovación de promesa de varios centros de Quito, celebrando el aniversario de nuestro fundador.

Eucaristía y renovación de promesas

Machala, Manta, Casa Inspectorial, La Tola, Casa Don Rúa, Posnoviciado, Prenoviciado, la Kennedy, Riobamba, Wasakentsa y Zumbahua. Los relatores presentaron una síntesis de la crónica de su res-pectiva casa y obra salesiana. Los PP. Juan Bottasso y Pedro Creamer expusieron el tema del próximo Congreso Americano de Historiografía Salesiana que tendrá lugar en Belo Horizonte-Brasil (17-20 abril de 2012), con el tema: «Conservemos y va-loremos nuestra riqueza cultural del Vicariato y la Inspectoría».

Los compromisos adquiridos fueron los siguientes: 1) elaborar puntualmente la crónica de la Casa; 2) socializarla entre los hermanos de la comunidad y el personal de la obra salesiana; 3) enviar la copia de la síntesis anual del 2011 al Archivo Inspecto-rial; 4) organizar y mantener la biblioteca y heme-roteca de la comunidad con el fin de conservar y valorizar el patrimonio cultural de la Inspectoría. Terminó el Encuentro con una plegaria a Don Bos-co y a María Auxiliadora. Nuestro agradecimiento al P. Alfredo Espinoza, Director de la Casa Inspec-torial, por las atenciones prestadas en cuanto al hospedaje y fraterna acogida a los participantes.

Archivo Histórico Inspectorial

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Reunión del Equipo de Publicaciones Pastorales

«Nosotros», el club de periodismo del Colegio Cristóbal Colón ganador del concurso «Conociendo a Don Bosco»

La Oficina Salesiana de Comunicación al cele-brar la fiesta de Don Bosco, dio a conocer los resultados del concurso de productos radio-fónicos, en el que participaron seis clubes de periodismo de las instituciones salesianas.  

La gran final se realizó el miércoles 25 de enero de 2012 a las 15:00 en la Casa Ins-pectorial. El jurado integrado por el Lic. Armando Grijalva, Profesor de Radio-UPS, P. Enrique Lima, Delegado de la Animación

Vocacional, Misionera y Voluntariado y Lic. Ma-ría Elena Carrera, representante del Proyecto de Formación Conjunta SDB – Seglares; después de escuchar, analizar y evaluar los productos radio-fónicos dieron como resultado al ganador: Club de Periodismo del Colegio Cristóbal Colón: «Nosotros». Los parámetros de evaluación fue-ron tres: tema, claridad y creatividad y en ellos se contempló el lenguaje, contenido, secuencia, efectos, sonido, interlocución. 

Agradecemos a los clubes de periodismo: «Anunciadores Savios» de la Unidad Educativa Salesiana Domingo Savio de Cayambe, que ob-tuvo el segundo lugar, «Don Bosco» de la Uni-dad Educativa Salesiana Santo Tomás Apóstol de Riobamba (tercer lugar). Y a los clubes «Co-municadores CTDB» del Don Bosco de la Ken-nedy y al Club de Periodismo TESPA por su par-ticipación. De igual forma agradecemos al Club de Periodismo y Comunicación P. Fausto Jara de la Unidad Educativa San José de Manta.

El día martes 24 de enero se realizó la reunión del Equipo de Publicaciones Pastorales: acom-pañados con el P. Marcelo Farfán y el Delegado de Comunicación, Lcdo. Marcelo Mejía, los re-presentantes de la Editorial Abya-Yala, Audiovi-suales Don Bosco, Imprenta Don Bosco, Oficina de Comunicación, UPS- Utopía.

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En la Casa de Espiritualidad «San Patricio», de Cumbayá (Ecuador), se realizó la Semana anual de estudio de pastoral, del 2 al 5 de febrero de 2012. En continuidad con los procesos de formación permanente propiciados por los servicios de la Pastoral Juvenil de la Inspectoría, se ofreció la oca-sión para que alrededor de ochenta participantes,

El esfuerzo y dedicación de la Hna. Marta Suárez le ha permitido alcanzar una meta más, hace po-cos días recibió el título de Licenciada en Teología Pastoral otorgado por la Universidad Politécnica Salesiana, éxito que se conjuga con su actitud de disponibilidad y aceptación a la voluntad de Dios. Hasta hace poco ejercía el servicio de animación y gobierno de la Delegación General P. Luis Variara

Felicidades por esta meta alcanzada…

Volver a pensar la pastoral juvenil

de las Hijas de los Sagrados Corazones; ahora una misión más delicada le ha sido confiada, la anima-ción pastoral a nivel general en el Instituto, esto la ha llevado a radicarse en Bogotá donde se en-cuentra la sede del Gobierno General de las HH. SS. CC.

Quienes la conocemos, sabemos de la personalidad acogedora que la caracteriza, su amor y pasión por la misión y su entrega generosa en favor de los más necesitados. Junto a estas cualidades se encuentra también su carácter exigente y enérgico, lo que le permite alcanzar las metas que se propone tanto a nivel personal como pastoral.

Que Dios continúe derramando bendiciones sobre nuestra querida hermana y que el título obtenido sirva para brindar un mejor servicio de animación en las diferentes obras del Instituto.

Ma. Elena Carrera

conformados entre seglares y algunos salesianos, profundizaran en las coordenadas culturales, ecle-siales y congregacionales con las que actualmente la misión salesiana se ve desafiada en el Ecuador.

En un clima de fraternidad y discernimiento, se ofrecieron iluminaciones que facilitaron reflexio-nes compartidas, inspiraron la celebración de la fe y los compromisos personales orientados a una animación pastoral local, cada vez, más signi-ficativa. De este modo, la Inspectoría acompaña los procesos de reflexión para Volver a pensar la pastoral juvenil, compromiso de la Congregación impulsado por el Dicasterio para la Pastoral Juve-nil durante este 2012. También como parte de la reflexión se ha socializado a todas las casas y obras salesianas el documento del Repensamiento de la Pastoral Juvenil para su revisión y trabajo local.

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El día 18 de enero de 2012, en la casa María Auxiliadora de Cariamanga (Loja), el Señor ha llamado a gozar de su reino a nuestra querida sor María Lastenia Ojeda Ojeda.

Nacida en Gonzanamá (Loja-Ecuador) el 24 de febrero 1938; profesó en Quito el 5 de agosto 1962. Sus padres: Filimón y Luisa; sus hermanos: José, Juan, Eugenia, Roberto, Luis, Nelson, Segundo, Modesto y Manuel; ella, la tercera.

La recordamos como una persona muy frater-na, cercana, familiar, cordial y acogedora con las hermanas y hermanos salesianos. El padre Luis Ricchiardi expresa su sentir en estas pa-labras: «sor María Lastenia, a la cual me sentí siempre cariñosamente unido, su vida ha sido un regalo para el Instituto, para la Inspectoría y para toda la Familia Salesiana. Su bondad, apertura y entrega incondicional, con senci-llez y humildad, personalmente me han ayu-dado a experimentar el aporte carismático de Madre Mazzarello y de sus hijas a nuestra co-mún vocación y misión salesiana».

En estos últimos años había decaído en su salud, una artritis reumática la debilitaba frecuentemente, no obstante los chequeos médicos y controles periódicos; pero el Padre tiene sus planes y, en algunas circunstancias la muerte llega como un ladrón. Esta vez es-cogió a sor María Lastenia, que seguramente estaba preparada para este feliz encuentro con el Señor. Un infarto cardíaco hace que su vida sea entregada definitivamente al Dios de la vida. Sí, ha sido una partida repentina para quienes la hemos conocido y compartido su historia.

Nos unimos en oración silenciosa y profunda, aceptando aquello que solo a la luz de la fe podemos entenderlo. Gracias por siempre, en ti agradecemos al Señor por el don de tu pre-sencia, entrega, compromiso y salesianidad. Que tu testimonio de vida consagrada inspire a muchas jóvenes a seguir los pasos del Señor como lo hiciste tú. ¡¡¡Descansa en paz!!!

Sor Vicenta Jaramillo,Inspectora

Necrología

El P. Jorge Escobar falleció el 24 de diciembre de 2011 en Yanuncay-Cuenca. Nació el 12 de febrero de 1913 en Tanicuchi, Cotopaxi. Su primera profesión la realizó el 3 de octubre de 1933 y su ordenación el 8 de septiembre de 1944.

El P. Jorgito muere a los 98 años de edad, 78 de profesión y 67 de sacerdocio. La mayor parte de su vida trabajó en Quito. Obtuvo su licenciatura en la Gregoriana de Roma y su doctorado en Filosofía en la Universidad La-teranense, en el Instituto Superior Salesiano, hoy Universidad Politécnica Salesiana. 

Su apostolado se inicia en Cuenca (1944-1946) como docente del internado en María Auxiliadora; posteriormente se desempeña como profesor del Cristóbal Colón de Gua-

yaquil (1946-1961); en Quito (1961-1963) es nombrado Prefecto del Instituto de Filosofía al cual regresa en 1965 hasta 1974, luego de dos años de estudios en Roma. En Quito también se desempeña como docente en el Colegio Spellman (1974-1980); retorna al Ins-tituto de Quito como Rector (1980-1984), allí se queda hasta 1990. Luego de tantos años vuelve a Cuenca, al Santuario de María Auxi-liadora, donde permanece hasta 1991 para seguidamente pasar al Colegio Técnico Sale-siano (en El Vecino).

Un sacerdote carismático, claro al hablar, inte-ligente, ordenado, afectivo; pero sobre todo un salesiano, como le gustaba a Don Bosco, alegre con una sonrisa espléndida. Su vida realmente es un testimonio de vida.

Paz en la tumba del P. Jorge Escobar

Descansa en paz Sor María Lastenia Ojeda

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La mayoría de las personas cree-mos que la juventud es el futuro de nuestra sociedad, pero ¿qué fu-

turo es el que queremos cuando no les damos el espacio necesario a nuestros jóvenes? Pues, bien dicen que uno cose-cha lo que siembra, entonces no espe-remos frutos de un árbol al que jamás le pusimos agua; de ahí la importancia de educar, proteger y guiarlos hacia un fu-turo exitoso, posible siempre y cuando reguemos el árbol en el presente.

Con esta visión, en 1988, nace la Fun-dación Salesiana Paces, para ayudar a los niños, niñas, jóvenes de la calle y de familias vulnerables, que con mucho optimismo buscan la superación de su condición para forjarse un mejor por-venir en la sociedad, y conseguir sus metas en la vida. Lo que se realiza a tra-vés de la fundación es potencializar las cualidades de los niños, y la juventud, respetando su derecho a ser felices con su familia, con la sociedad, y mejorar su

estilo de vida mediante una educación rica en valores, conocimientos teóricos y prácticos.

La labor de la fundación con los jóvenes ha permitido suscribir un Convenio de Cooperación Interinstitucional con el Municipio de Cuenca, mediante el cual se facilitan a PACES las instalaciones de una parte de la plataforma del Arenal, más conocida como Feria Libre, espacio contiguo al Centro de Desarrollo Infantil Municipal que gestiona la obra salesia-na, para su adecuación física y mejora-miento de la calidad de atención que la misma otorga a niños y niñas adoles-centes y jóvenes en mayor situación de riesgo del mercado del Arenal. Además, el proyecto articula acciones en el mar-co de la prevención, restitución y garan-tías del ejercicio de los derechos de los niños y niñas, adolescentes y jóvenes en mayor situación de vulnerabilidad del sector.

fortaleciendo los valores y conocimientos de la juventud

FUNDACIÓN PACES:

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Gracias a su amplia trayectoria, en el 2011, ob-tuvo la acreditación como Institución de For-mación Artesanal por la Junta Nacional de De-fensa del Artesano, Dirección de Educación y Ministerio de Relaciones Laborales, en donde los jóvenes pueden acceder a capacitaciones profesionales en diferentes ramas. Este logro, se lo alcanza gracias a las gestiones realizadas por su Director, Edgar Gordillo y por el padre Javier Herrán Gómez, Rector de la Universidad Politécnica Salesiana.

Una vez que los estudiantes se inscriben en la Fundación pueden escoger entre diversas opciones de profesionalización, tales como: mecánica industrial, automotriz, electricidad, carpintería, panadería, belleza, entre otros. También en los tres Centros Organizativos Sa-lesianos (COS), los menores reciben atención en nutrición, apoyo escolar y psicopedagógi-co, recreación y talleres de arte y teatro.

Las personas que no tengan el dinero nece-sario para acceder a este servicio, pueden ins-cribir a sus hijos, pero la única condición es comprometerse a participar en las actividades conjuntamente con los niños y la fundación. Pablo Vallejo, relacionador público de PACES, expresó que esta institución forma parte de la

Red Inspectorial de Opción Preferencial – Pro-yecto Salesiano Ecuador, además la institu-ción tiene dos áreas principales el trabajo de la calle y capacitación para el trabajo e inser-ción laboral.

En la actualidad se cuenta con cerca de qui-nientos niños, niñas, y jóvenes que se benefi-cian de los programas enfocados a la juventud trabajadora; la edad de los destinatarios oscila entre los siete y diecinueve años de edad. To-dos están llenos de sueños, tienen planes para el futuro, algunos incluso se han propuesto llegar a convertirse en grandes empresarios, cosa que no es imposible por el empeño que demuestran en cada una de las actividades.

El apoyo incondicional de la obra salesiana en el Ecuador es primordial para mejorar la cali-dad de vida de los adolecentes trabajadores que viven en situaciones de vulnerabilidad, que muchas veces aunque tengan para el de-sayuno, ya no logran almorzar. PACES les da ese apoyo fundamental, para mejorar la cali-dad de vida de la juventud.

Víctor F. Bravo Encalada

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Educar en valores

Educar en valores

Este corto artículo no pretende dar respues-tas… Imposible imaginar tal escenario. Sin embargo, en el ejercicio de la actividad do-cente, cabe detenerse, de vez en cuando y de cuando en vez, para hacerse algunas pregun-tas, procurar dar con las respuestas o, al me-nos, permitir que la reflexión acompañe un poco. En esta ocasión, la intención es caminar junto a esa parte del rol del docente universi-tario que inevitablemente se tiene: educador en valores.

La juventud universitaria de estos tiempos, tiene entre otras características, una capa-cidad extraordinaria de aceptar lo nuevo, lo distinto, lo singular, lo poco común, como si fuese parte de lo cotidiano... Esa versátil forma de adaptarse al mundo, los convierte en fasci-

nantes seres que pueden entender, asimilar y aprehender todo tipo de actitudes que en an-taño hubiesen tomado tiempo o la vida mis-ma, en ser incorporados al día a día; tanto es así que es fácil ver cómo sin mucho esfuerzo, ni complicación alguna, se hallan aceptando o rechazando actitudes, valores, creencias con naturalidad sorprendente, rompiendo límites, esquemas y por supuesto paradigmas… cosa que más de una vez pone «los pelos de punta» a cuanto adulto los rodea.

En este contexto y, desde el rol de docente que gusta de compartir con sus estudiantes y de su trabajo, cabe interrogarse si el aula es un espacio para el desarrollo personal, si las actividades programadas en las horas de clase pueden contribuir al ya mentado cambio de

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Educar en valores

que son capaces los jóvenes de hoy en día, o de qué forma lograr aportar al desarro-llo en valores qué tanto se debate, y cuá-les pueden ser las herramientas y recursos de que se debe disponer para contribuir a la formación sabiendo que unos y otros provenimos de momentos históricos, so-ciales, políticos, económicos distintos.

El solo hecho de inquietarse frente a las interrogantes mencionadas u otras que pudiesen surgir, ya es evidencia de inte-rés por dejar de ser un «docente más»… quizá lo importante es admitir con humil-dad que no siempre se tienen todas las respuestas y que, como dice el poeta «se hace camino al andar» pero sin andar no hay huella atrás.

Mas, sin embargo, educar en valores no puede ser un hecho de estricta voluntad ni de buen corazón; es una misión a la que no se debe renunciar ni postergar cuando por destino o elección, la vida pone a unos cuantos frente a la tarea de la educación. Entonces, quizá, solo resta admitir que así como el cambio es consustancial a la ju-ventud de hoy, lo es también, a veces en contracorriente, la educación en valores: parte intrínseca de la actividad docente.

Elka Vargas E.Centro Psicológico

Dr. P. Emilio Gambirasio

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