BOLETÍN DIGITAL Nº9 | JUNIO 2016

CÉSAR LÓPEZ HALDÓN

Época 1 / AÑO V Boletín digital nº 9 / Junio 2016

Edita: Pontificia, Real e Ilustre Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Silencio en el Desprecio de Herodes, María Santísima de la Amargura Coronada, San Juan Evangelista y Santa Ángela de la Cruz Feria, 2. 41003 Sevilla. Tlf: 954 229 437hdad.amargura@gmail.com | www.amargura.org

Dirección: Javier MacíasRedacción: Álvaro Cabe-zas García, Alberto Costas Pozuelo, Francisco Javier Segura Márquez, Carlos Sa-las Cristóbal y José Javier Comas.

Portada: Domingo Pozo Maquetación: Javier MacíasPublicación: www.amargura.org

Depósito legal: SE-240-1990

SUMARIO

4-5 Hermano mayor

6-9 Domingo de Ramos

10-13 Análisis del Domingo de Ramos

14-17 La Cuaresma

18 Cultos y formación

19 Caridad

20-21 Mayordomía

22-23 Restauración

24-25 Anuncios

26-29 Entrevista a ‘Floro’

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Carta del hermano mayor

«La decisión más complicada»

Y llegamos a mayo, mes de María y durante este año, mes eucarístico a la vez.

En San Juan de la Palma sabemos que Ella, nuestra Madre Amarga, es siempre la que mejor nos en-seña, con su mirada, el camino hacia el Silencio sustancial, hacia la fuente de agua viva. Como her-mandad sacramental conocemos que nuestra tarea cotidiana debe ser partirnos y repartirnos a los demás como Él nos enseñó. Éste y no otro es el secreto de la vida misma: el Amor.

Cumplido casi el segundo año de mandato, afrontamos el próxi-mo curso con la ilusión renovada que nos da el estar materializando los proyectos para los cuales nos

disteis vuestra confianza. El creci-miento en todos los aspectos de la hermandad es el mejor indicador de la salud de la misma.

El pasado Domingo de Ramos pudimos sentir vuestro apoyo du-rante la compleja situación clima-tológica que vivimos. Ha sido, sin duda, la decisón más complicada que hemos tenido que tomar y gra-cias a cada uno de vosotros, el resul-tado fue digno de admiración por todos los que contemplaron nuestra estación de penitencia. Sintámo-nos, una vez más, orgullosos de ello y seamos un reflejo de la actitud de Jesús los trescientos sesenta y cua-tro días restantes.

Recibid un fraternal abrazo de vuestro hermano mayor.

José María Pedernal Álvarez, hermano mayor

Domingo de Ramos

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Domingo de RamosCon textos de:

Enrique Gutiérrez Carrasquilla y Álvaro Cabezas García

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El reto de un regreso apresurado

Después de dos domingos de ramos so-leados, nos enfrentábamos otra vez a un tiempo inestable que hacía peligrar nues-

tra estación de penitencia. Fue muy difícil tomar una decisión, pero tras consultar los partes de la Aemet y la inestimable ayuda del meteorólogo José Antonio Maldonado la decisión fue la de salir y hacer estación de penitencia a la S.I.C.

Aunque nos daban un pronóstico favorable hasta las cuatro de la mañana del Lunes Santo, se decidió que el recorrido de vuelta se haría con la mayor celeridad posible teniendo que estar la cofradía dentro del templo a las dos de la ma-ñana, ya que existía una probabilidad de que la inestabilidad se adelantase a esa hora, como fi-nalmente ocurrió.

El recorrido de ida se hizo con toda normali-dad con un cortejo comprimido sin cortes dando ejemplo de orden y recogimiento. Especial men-ción merece el recorrido de vuelta ante el reto de adelantar nuestra hora de entrada en veinticinco minutos.

Al salir de la Catedral se nos informa que la probabilidad de adelanto de la inestabilidad se confirma y ante el riesgo de lluvia se imprime un mayor ritmo que tanto nazarenos como cos-taleros y el resto del cortejo soportaron extraor-

dinariamente bien, sin descomponer en ningún momento la cofradía, consiguiendo que nuestro paso de palio entrara a la 01:44 horas con 44 mi-nutos de adelanto y recuperando, además, los 13 minutos de retraso que había acumulado el día.

Destacar la cooperación en todo momento de los capataces con sus respectivas cuadrillas, desarrollando un trabajo extraordinario con chi-cotas interminables en algunos casos de relevo a relevo.

Recordaros un año más que hacemos esta-ción de penitencia a la Santa Iglesia Catedral y es allí donde nuestro comportamiento debe ser ejemplar, procurando no salirnos si no es abso-lutamente necesario y que nuestro cortejo no se descomponga lo más mínimo.

También llamar la atención a aquellos her-manos que un año tras otro no acuden a hacer la estación de penitencia habiendo retirado su papeleta de sitio. Recordarles que para años su-cesivos pueden sacar la papeleta simbólica si su intención es la de no salir en la cofradía.

En definitiva un Domingo de Ramos inolvi-dable en el que a pesar de las inclemencias del tiempo todos pudimos disfrutar de una magnifi-ca estación de penitencia, especialmente elogia-da en todos los medios.

Enrique Gutiérrez Carrasquilla, diputado mayor de gobierno

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EL CORREO DE ANDALUCÍA

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Domingo de Ramos

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Teoría y función de San Juan de la Palma

El pasado Domingo de Ramos la Herman-dad de la Amargura realizó su estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral

Metropolitana de Sevilla bajo unas circunstan-cias diferentes a las de años anteriores. La ines-tabilidad meteorológica provocó variaciones en el discurrir de algunos cortejos procesionales de esa jornada y perjudicó en mayor medida a algunas hermandades de los días siguientes. Por la gracia de Dios nuestra corporación no se vio obligada a realizar ningún cambio con respecto al plan previsto: discurrir por nuestro itinerario hasta la Catedral y volver después de haber rea-lizado estación de penitencia. Sí es cierto que, al existir riesgo de que se produjeran precipi-taciones durante las horas de la madrugada, el hermano mayor anunció antes de la salida que se animaría el tránsito a la vuelta para entrar antes de las dos de la mañana, creyendo a priori que ese riesgo era asumible por parte de la corpo-ración.

Llegados a este punto podría plantearse la si-guiente cuestión: ¿cuánto tiempo necesitan las cofradías para dar cumplimiento a sus reglas en su salida procesional? Es cierto que ello depende de la ubicación de la sede de cada una de ellas, pero hay otra razón que suele pesar a la hora de afrontar una salida con tiempo inestable: si el tiempo disponible permite “desplegar” todas las características de una corporación se sale, si no no. Es decir, poder poner en práctica su idio-sincrasia, su discurrir tranquilo, al cien por cien,

sin atisbo de premura o incomodidad. Y es esa una de las razones que, con inestabilidad atmos-férica, perjudican la salida: el no poder hacer la estación de penitencia de forma tranquila o so-segada. Es, por tanto, una poderosa razón, pero desde luego, no guarda relación con la conserva-ción del patrimonio material y humano que tan-tas veces se saca a colación para justificar una suspensión de salida. Tiene más que ver con las expectativas que han de cumplirse, con el miedo a la exposición y crítica mediáticas en caso de error o con la mala imagen que podría asociarse a una hermandad que se recogiese, de impro-viso, por culpa de la lluvia. Ese componente es relativamente reciente, ya que, en décadas pa-sadas, las cofradías no necesitaban de esa “tran-quilidad en el discurrir sin riesgos” tanto como ahora, primero porque sus cortejos eran más cortos, segundo porque los horarios eran más holgados y tercero porque la información gene-ral –no digamos ya en tiempo real–, era mucho más escasa o nula. Hoy la retransmisión en di-recto y simultáneo, tanto por radio como por te-levisión –incluso por redes sociales–, del minuto a minuto de la Semana Santa cuelga como una espada de Damocles sobre las cabezas de los di-rigentes cofradieros para caer sin misericordia si las cosas “salen mal”, como si buscar un refugio, acortar un recorrido, marchar con celeridad a los templos o cubrir los pasos con plásticos fuera el mayor de los pecados del mundo. Parece que en la actual sociedad de la imagen tales estampas

Álvaro Cabezas García

A propósito de la estación de penitencia de 2016

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chocan con el imaginario colectivo asentado y suponen un cisma tanto para quienes las provo-can como para quienes las consumen. Pero con esto, ¿acaso estamos pervirtiendo el sentido de estación de penitencia de las cofradías en Sema-na Santa?

La Hermandad de la Amargura, tantas veces tachada de conservadora y reticente a procesio-nar, lo ha hecho siempre que las circunstancias lo han permitido, tal y como quedó de manifiesto en un reciente artículo aparecido en este mismo medio: habían sido las guerras, las prohibiciones civiles y las circunstancias políticas o económi-cas de la propia hermandad las que han imposi-bilitado las salidas en un porcentaje mucho más alto que el de la causa de la lluvia, fenómeno de cuya predicción pormenorizada estamos apren-diendo todavía. De hecho, la forma de entender antiguamente las precipitaciones traía consigo dos acciones hoy nada frecuentes: primero que se pudiera salir otro día si llovía el fijado –la Amargura ha salido los Lunes, Martes, Miércoles y Jueves Santo por esta circunstancia, el último de los cuales tuvo lugar en 1945, en la mañana del Jueves Santo–, y segundo que se refugiaran

las imágenes o se apremiase el discurrir para guarecerse en el templo –la Amargura así se ha refugiado en la Catedral en 1831 y en la iglesia de San Martín en 1982 al sorprenderla la lluvia en la calle–. De tal manera que, teniendo claro el sentido de la estación de penitencia como or-denanza de nuestras reglas y poniendo en fun-cionamiento la maquinaria discursiva tanto de nuestro cortejo como de nuestras imágenes, se hace posible de una manera clara y sencilla la teoría y la función de San Juan de la Palma.

Este Domingo de Ramos así fue. Desde que se abrieron las puertas hasta la llegada a la Catedral nuestra cofradía fue pronunciando su propio discurso, bien conocido por cofrades y devotos: que no hay más grito más alto que el Silencio en contra de las desigualdades, la pobreza y las in-justicias y que, a pesar de ello, es posible hacer de oro el máximo dolor que representa la Amar-gura. En ese sentido, el público que asiste al paso de nuestra procesión en las calles del itinerario de ida –a pesar de comportarse de forma abso-lutamente respetuosa–, a veces muestra réplicas de las emociones inaugurales de la jornada. Está compuesto por personas que vienen de todo

E.C.A.

Domingo de Ramos

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el día en la calle, con carritos y programas que se agotan con el paso de nuestra cofradía, que aplaude levemente por incontinencia ante las emociones del reencuentro con pasos poderosos que, a lo largo de la calle Feria o en la esquina de Delgado con Trajano –con la Alameda de fondo y con el camino al itinerario oficial enfilado–, se muestran en todo su sentido discursivo. Lo que van diciendo las imágenes de San Juan de la Pal-ma se percibe con absoluta claridad en esas pri-meras horas de la cofradía en la calle, mientras discurre por la zona que conformaba su antigua collación, este año, además, sin el sonido, cier-tamente parentético de las saetas en el discur-so de música, imagen y movimiento. Durante la carrera oficial, tanto Jesús del Silencio como la Virgen de la Amargura elevaron sus mensajes por encima del barullo rutinario que suele darse en algunos de sus puntos ofreciendo reflejos casi teatrales en la entrada del palio en la calle Sier-pes –muy lentamente debido a la compresión de los tramos de nazareno–, o en los palcos de la plaza con una Amarguras que parecía enardecer el ánimo con sus tempi acelerados y que daban un tono casi festivo a la marcha, impresión que rubricaba un andar liviano y decidido, como si el paso no pesase sobre la cerviz de los costaleros.

Todo cambió de forma, pero no de contenido desde la Catedral hasta la entrada. Habiéndose arriado el paso de Virgen en el interior de la sede metropolitana sobre las doce menos cuarto llega-

ron las primeras noticias sobre la inminencia de la lluvia que caería incluso antes de la hora que teníamos previsto para la entrada adelantada. ¿Qué hacer ante la especulación o el miedo que en párrafos anteriores se señalaba? La respuesta de la Amargura fue la de la lección magistral, en pa-labras pronunciadas por nuestro hermano mayor a la entrada de la cofradía. Como en tantas ocasio-nes en la vida, se actuaría con la plena naturalidad que permite ser quien se es y mostrarse como lo que se es sin renunciar a nada esencial.

Así se acometió ese dédalo de calles situadas entre la Catedral y el Salvador, con largas chico-tás a pesar de las estrecheces y el público, ahora quizá más clásico o genuinamente cofrade que el de la tarde, pero no tan exquisitamente respe-tuoso como aquel. Mientras el discurrir podero-so del misterio siembra tensiones a su paso entre el público, el de la Virgen inhibe la violencia o el desasosiego. Se puso de manifiesto en dos pun-tos “negros” (la plaza de los Carros y la Cuesta del Bacalao donde, al estallido de sendas peleas, el público solo ponía su atención en la armonía del palio y decidida ignorancia para con los al-borotadores). Unos minutos antes de la 1 de la madrugada, cuando el paso de palio permanecía parado en el ensanche de la calle Cuna, comenzó a chispear levemente, pero sin intensidad. Ya se conoce que en Semana Santa, debido a la hiper-sensibilización cofradiera, unas simples gotas crean el pánico y varían los comportamientos

R. DOBLADO R. ALCÁZAR

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de público y cortejos. ¿Cómo hacer, pues, para avanzar sin descomponer la figura ni desvirtuar lo más mínimo el discurso de nuestras imáge-nes? En ese momento se dieron varias claves: la experiencia de los nazarenos –sobre todo de los veteranos de los últimos tramos que se inclina-ban hacia dentro de la fila para observar los mo-vimientos que debían adelantarse a dar–, el en-granaje perfecto de los diputados y auxiliares y la convicción amargurista del capataz y costale-ros del paso de la Virgen. Esos factores lo condi-cionaron todo, y aunque se iba a gran velocidad con el acompañamiento de marchas más rela-cionadas con momentos de recogimiento y len-titud –Saeta Sevillana, Virgen del Valle–, fue con ese andar airoso y determinado de nuestro paso cuando se dieron las máximas cotas de elegancia y buen hacer. Sin aspavientos ni distorsiones la Amargura iba desgranando su poderoso discurso religioso en Laraña o la Encarnación, quizá de manera más alta y clara que con el ralentizado ritmo de otras ocasiones, igual que se entiende mejor a alguien que habla con cierta vehemen-cia que a aquel que declama con tanta parsimo-nia que hace perder el sentido de lo expresado. Y aunque los nervios porque la lluvia arreciara existían, en el recorrido de vuelta la Amargu-ra fue quien es sin renunciar a nada de su pro-grama: se hicieron las paradas de cortesía en la Anunciación, en el convento de las Hermanas de la Cruz –por cierto que las monjas ofrecieron un

canto nuevo y distinto al de anteriores ocasio-nes, recreando el momento mágico de justifica-da fama esperado cada año–, en las del Espíritu Santo, y después, como punto y final, como las gotas que caían al inicio de la plaza de San Juan de la Palma ya eran más considerables, se hizo de una sola vez todo el trayecto hasta la puerta. Allí, ante la tentativa de introducir el paso como los de algunas cofradías –de cara al templo para hacerlo con más celeridad y preservarlo antes de la llovizna–, Ollero dio la solución final que permitió cerrar con broche aquello para lo que se llevaba varias horas trabajando. Paró el palio con cierto adelanto con respecto a la perpendi-cular de la puerta, volvió a sus costaleros y le-vantó el paso para que, andando en dirección al dintel, la Virgen volviera sus ojos al pueblo de Sevilla y pronunciase la frase final de su discur-so religioso, estético y emotivo, y cumpliera así la Hermandad con su cometido con la Iglesia, el arte y Sevilla. La lección magistral de San Juan de la Palma se había consumado tras poco más de cinco horas en las que se pasó de la teoría que se prepara durante meses a la función de lo real que pone de manifiesto una Hermandad más que tricentenaria, consiguiendo los fines para cuyo cumplimiento fue creada en San Julián a finales del siglo XVII. “La cosa funcionó”, dijo alguien en la plaza de San Juan de la Palma cuando, nada más cerrarse las puertas, la llovizna arreció para no dejar dudas de su presencia.

C. L. HALDÓN

La Cuaresma

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En la página anterior, arriba, los altares del quinario y del septenario. Debajo, nuestro hermano Carlos Fernández aúpa a su hija para que bese el libro de reglas en la protestación de fe en la función principal de ins-tituto. Sobre estas línas, imagen tomada desde el camarín donde se situaba la cruz de guía, y donde se aprecia la trasera del paso de misterio y, al fondo, el palio de la Vir-gen de la Amargura. A su derecha, la Virgen en la capilla sacramental. A la derecha, José María Pe-dernal fundiendo la cera del palio y José Luis del Pueyo limpiando plata.

Fotos: J. M. Pichardo

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Próximos cultos

JUNIO- Jueves 2: Misa de difuntos y Jueves Eucarístico. A las 20:00 horas- Del viernes 24 al domingo 26: Jubileo Circular de las Cuarenta Horas. - Viernes 24: Festividad de San Juan Bau-tista. Misa por los hermanos difuntos que descansan en el columbario. A las 20:00 h.

JULIO- Jueves 7: Jueves Eucarístico. A las 20:00 horas. A su conclusión, convivencia fin de curso.

SEPTIEMBRE- Jueves 8: Jueves Eucarístico. A las 20:00 horas. - Martes 15: Misa solemne de la festividad de los Dolores de la Virgen. A las 12:30 horas.

OCTUBRE- Jueves 6: Jueves Eucarístico. A las 20:00 horas.

Formación

Los dos grupos de formación que ofrece la hermandad están trabajando sobre las pa-rabolas de Jesús, que se explican en el libro de Dolores Aleixandre. Por otro lado, el próximo martes 14 de junio, a las 20:30 horas, la hermandad ha organizado una charla en la que participarán los organizadores del proyecto Nazaret, que ayuda a inmigrantes. Se trata de una labor asistencial puesta en marcha desde Cáritas Diocesana para orientar a estos colectivos en la adquisición de habilidades sociales.

Año de la Misericordia

El sábado 18 de junio la hermandad pere-grinará a la basílica de la Macarena para ob-tener las Indulgencias Plenarias con motivo del Año de la Misericordia. La cita será a las nueve de la mañana en San Juan de la Palma, desde donde se irá caminando hasta la basí-lica y, una vez allí, se celebrará a las diez de la mañana una eucaristía. Las prescripciones establecidas para este tipo de actos se basan en realizar un breve recorrido a pie hasta el templo jubilar, confesarse, recibir la comu-nión y rezar por las intenciones del Papa.

J. M. PICHARDO

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Fondo Santa Ángela

La hermandad de la Amargura, a través del Fondo Santa Ángela de la Cruz, ayudará económicamente al proyecto de una casa

de acogida para mujeres en exclusión social de la Congregación de Religiosas Adoratrices.

En la quinta convocatoria del fondo puesto en marcha por la Amargura, el proyecto que ha obtenido la subvención ha sido éste, que tra-baja con mujeres en contexto de prostitución, algunas de ellas víctimas de trata para explota-ción sexual en España, así como a mujeres del ámbito penitenciario de Sevilla.

De esta ayuda se beneficiarán doce mujeres a las que se les acogerá de forma integral, se les dará acompañamiento y una vivienda de autonomía progresiva. Estas personas acuden al centro derivadas por la Policía y otras insti-tuciones o bien son ellas mismas las que acu-den pidiendo residencia.

La casa de acogida, dispone, entre otras ins-talaciones, de sala de informática, otra para talleres, comedor, zonas deportivas, ludoteca, un jardín y habitacio-nes climatizadas para estas mujeres que ne-cesitan ayuda.

La hermandad de la Amargura convoca cada año un concur-so para que entida-des que pongan en marcha proyectos de asistencia social y de voluntariado pre-senten sus proyectos y puedan ser bene-ficiarias de este fondo creado por la corpora-ción.

Ayuda a una casa de acogida para mujeres en exclusión

La hermandad ha organizado una cam-paña de recogida de productos de higiene personal para ayudar a los afectados por el terremoto de Ecua-dor. La campaña se desarrollará hasta el 4 de junio en la casa hermandad.

Mayordomía

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Segunda fase de las obras de renovación del sistema eléctrico

Cuando ya se nos ha escapado casi un ter-cio del 2016, incluido nuestro Domingo de Ramos, desde la mayordomía quere-

mos agradecer una vez más a todos los herma-nos el esfuerzo que realizan para cumplir pun-tualmente con las obligaciones económicas que impone la hermandad y que hacen posible un desarrollo normalizado de nuestro presupuesto.

Al día de hoy hemos ingresado ya más del 77% de la cantidad presupuestada por el concepto cuotas de hermanos. Una parte importante de nuestra nómina ha hecho frente ya al pago de la cuota 2016 y, lo que es más importante, como ya dije el año pasado, otros muchos siguen res-pondiendo a nuestra llamada instándoles a regu-larizar en lo posible su situación. En concreto, la hermandad ha ingresado ya la cantidad de 122.000 euros en concepto de cuota 2016.

De esta forma, hemos cumplido puntualmen-te con todos los pagos correspondientes a los gastos de nuestros principales cultos, incluida la Estación de Penitencia, en los que no ha habido

desviaciones a destacar sobre las cantidades pre-supuestadas, así como a todos los gastos genera-dos hasta la fecha correspondientes al desarrollo de nuestro presupuesto ordinario, tales como templo y casa hermandad, personal, publicacio-nes, oficinas, formación, atenciones diversas y, por supuesto, nuestra bolsa asistencial.

En el mes de mayo hemos enviado al banco la remesa correspondiente a la cuota de los her-manos menores de 12 años que la tienen domi-ciliada. Seguimos insistiendo en la importancia de mantener los datos bancarios actualizados para evitar devoluciones innecesarias y, en con-secuencia, los gastos que ello le genera a la her-mandad. Gracias a todos los que han respondido a esta llamada.

En cuanto al desarrollo del presupuesto ex-traordinario, queremos destacar que se ha man-tenido el mayor beneficio obtenido en el capí-tulo de lotería del Niño, ya que a pesar de que el premio recaído en nuestro 5 ha sido inferior al del año pasado del 7, lo que dio lugar a que

Salud del Pueyo Ortiz, mayordomo 1º

La hermandad afronta la instalación de la puerta de seguridad para el camarín del Señor

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muchos cambiarán participaciones premiadas por décimos del Niño, la venta de éstos, digo, ha estado más o menos en los mismos niveles que el año anterior. De las 1.320 participaciones pre-miadas de la Lotería de Navidad, se han pagado finalmente algo más de 900, suponiendo el resto, por tanto, un beneficio para la hermandad.

En cuanto a otros capítulos de este presu-puesto, como venta de efectos o bar, siguen desa-rrollándose y generando ingresos con normali-dad. También agradecemos a todos aquellos que con su trabajo, con sus viandas o con su asisten-cia hacen posible que el bar genere beneficios. Y os recordamos que el primer fin de semana de Junio celebraremos nuestra Cruz de Mayo.

Seguimos trabajando en proyectos de repara-ciones necesarias, tales como el de renovación y mejora de todo el sistema eléctrico de parte de las dependencias de la casa hermandad (colec-turía, capilla de los Esquivel, mayordomía y en-trada), que está prácticamente terminado como veis. Como ya ocurrió con la obra de la Iglesia,

una vez metidos en faena hay que ir añadiendo partidas de reparaciones que van surgiendo so-bre la marcha, como la pintura, la reparación de paredes con humedad, o la reparación de algún techo de escayola. Pero todo dentro de lo pre-visible.

En las próximas semanas se acometerán los trabajos de cerramiento y seguridad del camarín del Cristo. Y al mismo tiempo, se sigue trabajan-do en la reparación y mantenimiento de nues-tros enseres. Una vez finalizada la restauración del Estandarte Sacramental, que se estrenó el pasado Domingo de Ramos, así como la repara-ción de los candeleros de culto, se han restaura-do los dos sillones pequeños que se utilizan en las bodas, como ya se hizo con el que está en la Sede, y que estaban en bastante deteriorados. Quedan otros dos grandes, que se repararán en los próximos meses. Y también se ha realizado la urna que cobija ya la reliquia de Sta María de la Purísima.

Una vez más, gracias a todos.

La hermandad ha afrontado desde que terminó la Semana Santa la segunda fase de las obras de renovación de la instalación eléctrica de San Juan de la Palma, que corres-ponden a las dependencias de la casa hermandad como la mayordomía, la colecturía o la capilla de los Esquivel. Asi-mismo, se han pintado estas zonas una vez acometidas las obras. Precisamente, en la capilla de los Esquivel, donde recibieron culto nuestras imágenes titulares durante dos siglos, han aparecido pinturas murales de origen mudéjar que adornaban la parte alta del al-tar y la cúpula, como se puede apreciar en la fotografía.

Restauración

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Desde el pasado mes de abril se encuentran en el taller de nuestro hermano Enrique Gutiérrez Carrasquilla las imágenes de los tres roma-

nos que configuran el misterio de la hermandad de la Amargura, diseñadas por el orfebre Cayetano González en 1937. En general se encuentran en buen estado de conservación pues ya fueron intervenidas en profundi-dad en el año 2000 por el mismo restaurador.

Las tres figuras serán sometidas a labores de conser-vación en las cuales se le corregirán los desperfectos ocasionados por el uso y manipulación a que son some-tidas este tipo de obras.

Estos desperfectos están ocasionados principalmen-te por la colocación de los cascos y corazas de metal que producen abrasiones y pérdidas de policromía. Se colocarán nuevos sistemas de sujeción de los cascos que eviten en lo posible el roce del metal con las capas superficiales y se revisarán los sistemas de sujeción al paso que se colocaron en aquella restauración.

Las figuras volverán a San Juan de la Palma cuando el paso vuelva al templo para su salida procesional el próximo domingo de ramos, siendo colocadas directa-mente en el mismo.

Los romanos del misterio, al taller

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Cruz de MayoPor motivos de organización, la XVII edición de la Cruz de Mayo de San Juan de la Palma se celebrará en el mes de junio, en concreto los días 3 y 4 de este mes. El mon-taje se realizará en la plaza de San Juan de la Palma, donde se instalará un escenario por el que pasarán diversos grupos de artistas, además del bar. El viernes estará dedicado a los niños de la hermandad y del barrio, con una ofrenda floral a María Santísima de la Amargura. Esta celebración tendrá lugar a las 20:30 horas. Además, este año como novedad los niños podrán participar en una procesión de una pequeña cruz de mayo, que partirá del almacén de Viriato y en la que esperamos la participación de las niñas de flamenca y los niños, incluso de costale-ros. Por otro lado, después de la reunión del pasado martes 24 de mayo para organizar la tradicional Cruz de Mayo, se acordaron las horas del montaje de la misma: jueves 2 de junio desde las 18:00 horas y viernes 3 de junio desde las 17:00 horas. Es mucho el esfuerzo y variadas las formas de colaborar. Confiamos contar con vuestra ayuda.

El Gran Poder pasará por San Juan de la Palma

El Señor del Gran Poder presidirá el próxi-mo sábado 5 de noviembre el Jubileo de las Hermandades de la Archidiócesis de Sevilla en la Catedral. Para ello, la imagen será trasladada en su paso el viernes 4 de no-viembre y regresará el mismo sábado 5 hasta la basílica. Al coincidir con la festividad de Santa Ángela de la Cruz, la hermandad del Gran Poder ha acordado un itinerario para pasar por el convento de las Hermanas de la Cruz y que, además, lo hará también por San Juan de la Palma en lo que será una imagen inédita. Se cumplirá, de esta forma, el sueño de nuestro hermano José Ortiz Díaz, que era ver pasar al Gran Poder por el templo de su hermandad de la Amargura.

J. M. SE

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El Señor de la Sentencia de la hermandad de la Macarena visitó San Juan de la Palma en su via crucis de la pasada Cuaresma

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Entrevista

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«La Amargura me enamoró por su trato a los costaleros y por el espíritu de unión de la cuadrilla»

Alberto Costas Pozuelo

Florentino Pérez, «Floro»

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Florentino Pérez del Río ha salido este año de nazareno por primera vez el Domingo de Ramos. Desde su puesto en la última

sección estuvo escuchando al capataz gritando su nombre, siempre, antes de golpear el llama-dor. Así se ha hecho durante más de tres décadas Domingo de Ramos en las que fue costalero de La Amargura. Desde que se jubiló hace dos años, todos los costaleros se llaman Floro.—¿Nunca le preguntó a Alejandro Ollero por qué le llamaba a usted siempre?—Nunca ha habido esa conversación, pero creo que es porque Alejandro es un capataz de tradi-ciones antiguas. En el pasado, los capataces no se preocupaban de quien estaba “debajo” y siempre llamaban a la misma persona. No sé por qué eligió mi nombre. Esto ha hecho que la cuadrilla tenga un vínculo más cercano.

—¿Cómo comenzaron los 32 años de costalero en La Amargura?—Yo acudía mucho al barrio Juan XIII. Estaba muy implicado en su parroquia y cerca vivía Ra-fael Villanueva, que era capataz segundo de Ale-jandro Ollero. En 1982, reclutó a mucha gente de este barrio y yo fui uno de los elegidos. Mi prime-ra experiencia con San Juan de la Palma fue de costalero en la Virgen de la Cabeza en 1981 con 19 años.—Y el año siguiente fue su estreno como costale-ro en el paso de palio, ¿no?—Fue un año ilusionante, de mucho compañeris-mo. Cuando igualamos en la plaza de San Juan de la Palma, temíamos todos que Alejandro (Ollero) dijera, “tú al número 9”. Esto significaba que que-dabas excluido. Yo no fui al número 9. Me selec-cionaron para la corriente, éramos dos o tres para

Entrevista

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el mismo puesto y eso no me sentó muy bien. Se me escapó alguna lágrima.—Ese Domingo de Ramos llovió...—Sí, la Virgen se refugió en San Martín. Tuvimos que mover el paso de La Lanzada (Cristo) para poder colocarnos dentro. Y la vuelta al templo, enseguida, Alejandro me vuelve a igualar y en vez de meterme en la corriente, me mete de fijador. Tengo un recuerdo muy agradable porque , aun-que el trayecto fue corto, estuvo apoteósico. —¿Por qué le cambió de sitio Alejandro Ollero?—No lo sé. Le echo las culpas a La que va arri-ba. Las cosas pasan porque tienen que pasar, no por casualidad.Al año siguiente, 1983, parece que le gustó a Alejandro mi forma de trabajar y desde entonces no me moví de ahí hasta que me retiré hace dos años—¿Qué hizo que usted siguiera tantos años des-pués en la cofradía?—Pues que me enamoré de la hermandad, de su trato hacia los costaleros. La cuadrilla de costale-ros éramos una piña. La hermandad me fue en-ganchando poquito a poco.—¿Era hermano?—No, me hice hermano en 1984. Una de las co-sas que me gusta de la hermandad es que no exige que el costalero se haga hermano. Quiere que el costalero que lo sea porque sienta a la hermandad. Esto hace que aquel costalero se hace hermano con el tiempo, quiera a su hermandad de una ma-nera especial. En mi caso, Félix Sánchez-Laulhé, era delegado de costaleros y me propuso que me hiciera hermano. Yo le dije que no podía pagar los recibos y él me dijo que no me preocupara.—Entonces, ¿cómo pudo pagar los recibos?—Félix me consiguió trabajo en su empresa y en la primera nómina faltaba dinero. Le pregunté y me contestó “¿cómo crees que se van a pagar los recibos de la hermandad?”(se ríe).—¿Cuáles son los recuerdos que guarda de los primeros años como costalero de La Amargura?—Recuerdo con mucho cariño la limpieza de pla-ta. La cuadrilla de costaleros fue el primer gru-po que limpió plata como ahora se hace. Hacía rabona en el instituto para poder hacerlo por la mañana en San Juan de la Palma. Como se entere mi madre... (se ríe). Echábamos un par de horitas. Rafael Villanueva se ponía un mono azul. Creo que fue en el año 84. Antes, la hermandad paga-

ba a los costaleros, a quienes limpiaban plata, a quienes llevaban el simpecado...Ahora ese dinero se puede dedicar a otras cosas como la bolsa de la caridad.—Usted fue uno “de los peores”...—Sí, formé parte de los que llamaban “los trein-ta peores”. Alejandro (Ollero) tiene una forma peculiar de llevar el paso reservando a un grupo de costaleros para lugares determinados. En mi caso, recuerdo que en casa de alguna hermana procuraba que pudiéramos tomar un caldo, po-dernos aplicar antiinflamatorios...Nos cuidó tanto que nos enfriamos y no veas cómo lo notamos de-bajo del paso (se ríe). Ya nunca olvidamos el año de los 30 peores. Era ironía. Así nos llamaban con guasa el resto de de la cuadrilla.—Como costalero, ¿cuál fue el Domingo de Ra-mos más emocionante?—En 1989 no pude salir de costalero por motivos laborales. Trabajaba en Cataluña. El mismo Do-mingo de Ramos llamé al lugar donde se reunía la cuadrilla en la calle Alcázares para repartir los relevos y repasar los últimos detalles. Le pedí An-tonio Fernández, del equipo de Alejandro, que fuera a por mi costal a casa y lo echara debajo del paso. Así fue, no iba yo, pero iba mi costal. Y des-de aquel año, Alejandro Ollero decidió llamarme a mí debajo del paso, aunque yo no estuviera. Ac-tualmente siguen con esa tradición.—¿Qué siente uno ante ese detalle?—Pues sentirme querido por la gente. Cómo me trata la gente de la hermandad, cómo me abre las puertas y me llena.—Después de 32 años como costalero de La Amargura, ¿ha notado diferencias en el mundo del costal desde tus inicios?—En la cuadrilla de La Amargura no he notado diferencias. Siempre ha mantenido los mismos principios. Los más viejos hemos intentado trans-mitir el compañerismo que tiene que haber y es-tar al servicio de la hermandad. Hay cuadrillas de otras hermandades que compiten en quién “levanta” más fuerte y eso puede hacer daño al compañero. En La Amargura no pasa. Cuando me he salido me enorgullece saber que lo que he sem-brado con otros compañeros, sigue ahí.—¿Cuándo decidió dejar el costal?—He intentado irme en mi mejor momento, hace dos años. Cuando entramos con el palio en San

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Juan de la Palma, reflexioné y dos días más tarde se lo comuniqué a Alejandro Ollero. De los sitios hay que irse por la puerta de adelante. Es una pena que te tengan que decir que ya no puedes. —¿Por qué fue su última Semana Santa de cos-talero?—Cumplía 52 años y pensaba que tenía que dejar paso a los jóvenes. Me encontraba bien y no que-ría arriesgarme a tener un año malo e irme con “mal sabor de boca”. Me fui con el recuerdo de haber disfrutado de la cofradía. —¿Qué le dijo Alejandro Ollero?—Respetó mi decisión y resaltó que “los costaleros viejos siempre estamos en la reserva”. Lo acepté, pero mientras menos le haga falta mejor (se ríe). No le ha hecho falta llamarme porque hay gente buena para continuar. —¿Ha echado de menos algo de los 32 años en tu primer año fuera de la cuadrilla?—Alejandro (Ollero) me ofreció ir de aguador, pero yo quería estar fuera con la Virgen y disfruté muchísimo y me quité el gusanillo.—¿Qué sentiste al estar por fuera el primer año?—Que me faltaba algo, pero en la vida hay que to-mar decisiones que a veces son duras. Ahora me tocaba disfrutar de otra manera y este año he sali-do de nazareno por primera vez.—Y ¿cómo ha sido la experiencia?También he disfrutado porque sentía el paso de

palio porque iba en el último tramo. Escuchaba el martillo y cómo me llamaban y la pude ver un par de veces, sin mirar hacia atrás en La Campana, gi-rando un poco la cabeza. —¿Qué sintió cuando oyó su nombre en el paso mientras estas de nazareno?—Se te pone los pelos de punta y los disfrutas de otra manera. Cuando iba “debajo” no la podía ver tampoco, La sentía, pero de forma diferente.El trabajo del costalero es sacrificado, ¿cuál es la clave para soportar el peso cuando se están yendo las fuerzas? Lo primero es Lo que llevas encima, lo segundo es el amigo que está junto a ti. Nun-ca quiero que un amigo sufra y el sentimiento es mutuo. Es lo que hemos procurado siempre en La Amargura, que todos nos conozcamos y crear vín-culos de amistad. Las cosas que haces con sacrifi-cio son las que más se valoran después. —Gracias a ti y a tu mujer en las próximas Olim-piadas habrá una hermana de La Amargura com-pitiendo, ¿no?—Sí, mi hija Ana. Será la única española en la mo-dalidad de Gimnasia Artística. Estamos “que nos salimos” con ella, un orgullo. Entrena en Madrid y le encantaría hacerlo en Sevilla para poder salir de nazarena. Lleva tres años sin poder hacerlo porque tiene muchas competiciones. Tiene un gran futuro.—¿Y el futuro de Floro en la cofradía?—Yo ya me he enganchado al cirio (se ríe).

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