Boletin # 6: Promoviendo la Gestión Integrada de la Conservación

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Promoviendo la Gestión Integrada de la Conservación Boletín Impreso N° 6 Marzo 2014

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Promoviendo la Gestión Integrada de la Conservación

Boletín Impreso N° 6Marzo 2014

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Trabajar los temas de conservación de la biodiversidad bajo un enfoque de sostenibilidad financiera es una tarea fundamental que consiste en canalizar y administrar recursos económicos de diversas fuentes, sostenibles y suficientes en el largo plazo, que puedan ser distribuidos a tiempo y en forma apropiada para cubrir los costos totales de las áreas protegidas, para, de ese modo, asegurar una gestión efectiva y eficiente.

Para lograrlo, es necesario asumir una visión integral de la conservación que genere puntos de encuentro entre los diversos actores, en su calidad de aliados de la gestión.

Ese es uno de los desafíos que el equipo técnico del proyecto Pronanp viene asumiendo, en el marco del convenio tripartito entre los gobiernos regionales, el Sernanp y Profonanpe. Esta labor se focaliza en el trabajo con los Sistemas Regionales de Conservación de Tumbes, Piura, Lambayeque, Amazonas, San Martín, Arequipa, Moquegua y Tacna, y en los cinco corredores priorizados.

Las empresas como aliadas de la conservación

El Perú es uno de los diez países más biodiversos del planeta, su territorio cuenta con 84 de las 117 zonas de vida del mundo. El capital natural, a su vez, sustenta más del 50% del PBI, y más del 80% de las exportaciones. A pesar de esto, el Banco Mundial estima que el costo económico de la degradación ambiental en el Perú equivale al 4% del PBI nacional.

Bajo este escenario, hay empresas en el país que se benefician directa e indirectamente de nuestra biodiversidad y de los servicios y/o bienes ecosistémicos que esta provee. La mayoría de ellas tiene un efecto positivo, o negativo, sobre la naturaleza, el mismo que, de no evaluarse y atenderse, podría enfrentar futuros riesgos y pérdidas de oportunidades rentables.

Por ello, el Pronanp ha iniciado un trabajo de incidencia con las empresas ubicadas dentro del ámbito de intervención del proyecto, para establecer acuerdos y compromisos en torno a propuestas concretas de contribución sostenible a la conservación y al desarrollo. La mayoría desarrolla sus actividades en los sectores minería, agricultura, construcción y alimentos, principalmente.

Promoviendo la Gestión Integrada de la Conservación

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Luego de varios años trabajando alrededor del establecimiento de áreas protegidas, la revisión de su aporte efectivo a las tareas del desarrollo sostenible es aún incipiente. ¿Cómo hacer para que las áreas protegidas se conviertan en un activo para el desarrollo nacional y esto no quede tan solo en buenas intenciones?

Para abordar este desafío se requiere de una intervención con enfoque territorial que impulse la gestión integrada de la conservación. Para ello se debe impulsar un modelo de gestión participativa efectiva y un proceso progresivo de articulación de la conservación a la gestión territorial regional, en una visión compartida entre la autoridad nacional de áreas protegidas y los gobiernos regionales, que permita el alineamiento de otros sectores y actores clave del desarrollo económico y social del país.

El enfoque propuesto parte de la reflexión compartida entre el nivel nacional y regional de que la viabilidad y sostenibilidad de largo plazo de las áreas protegidas, depende de lo que ocurre en su entorno y no única y exclusivamente de lo que sucede al interior de las mismas. En este sentido el desarrollo de los sistemas regionales de conservación, influyen directamente en el fortalecimiento de las áreas protegidas de administración nacional cuando la visión de desarrollo de las mismas, se enfoca en dinamizar mosaicos de conservación. Los mosaicos de conservación se entienden como espacios donde diferentes categorías de áreas protegidas (nacionales, regionales, privadas u otras modalidades de conservación) y otros usos del territorio, son gestionadas a través de alianzas estratégicas para mejorar la conectividad ecológica, reducir las amenazas con más eficacia y contribuir a la adaptación y a la mitigación de los efectos del cambio climático.

Complementariamente y mediante este enfoque de gestión de la conservación de carácter territorial, es posible alinear un conjunto de capacidades y fuentes de financiamiento a través de alianzas estratégicas y acuerdos interinstitucionales para la conservación, en muy corto plazo. La evidencia nos muestra que existen un conjunto de posibilidades y financiamiento para la conservación provenientes de fondos públicos y privados nacionales bastante accesibles, a través de este enfoque.

Para abordar este desafío se requiere de una intervención con enfoque territorial que impulse la gestión integrada de la conservación."

CRÉDITOS:

Rudy Valdivia : Dirección de Desarrollo Estratégico - SERNANPÁlvaro Gaillour: Gerente del Proyecto - PRONANPCarlos Hernández: Especialista en Planeamiento, Monitoreo y Evaluación - PRONANPOswaldo Saavedra: Especialista en Desarrollo Sostenible - PRONANPJeff Pradel: Especialista en Conservación de Biodiversidad - PRONANPMariela Huacchillo: Responsable de Comunicaciones - SERNANPIrupé Gonzales: Responsable de Comunicaciones - PRONANPMónica Perea: Asistente de Proyecto - PRONANP

Agradecimiento especial:SRCAN - Gobierno Regional PiuraSIRECOM - Gobierno Regional Moquegua SIRANP - Gobierno Regional Tacna SIRANP - Gobierno Regional Arequipa SICRE - Gobierno Regional AmazonasSRC - Gobierno Regional San Martín

El proyecto PRONANP se implementa a través de convenios de cooperación interinstitucional entre el SERNANP, PROFONANPE y los Gobiernos Regionales de Amazonas, Arequipa, Lambayeque, Moquegua, Piura, San Martín y Tacna. PRONANP es un gobierno cofinanciado entre el Global Environment Facility (GEF), a través del Banco Mundial y la Cooperación Alemana (KfW).

Los invitamos a enviar sus comentarios y contribuciones al correo: [email protected].

Las áreas protegidas como activo para el desarrollo nacional

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Promoviendo la Gestión Integrada de la Conservación

PRONANP promueve la sostenibilidad financiera para la conservación de la biodiversidad

EDITORIALÁlvaro GaillourGerente del Pronanp

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Trabajar los temas de conservación de la biodiversidad bajo un enfoque de sostenibilidad financiera es una tarea fundamental que consiste en canalizar y administrar recursos económicos de diversas fuentes, sostenibles y suficientes en el largo plazo, que puedan ser distribuidos a tiempo y en forma apropiada para cubrir los costos totales de las áreas protegidas, para, de ese modo, asegurar una gestión efectiva y eficiente.

Para lograrlo, es necesario asumir una visión integral de la conservación que genere puntos de encuentro entre los diversos actores, en su calidad de aliados de la gestión.

Ese es uno de los desafíos que el equipo técnico del proyecto Pronanp viene asumiendo, en el marco del convenio tripartito entre los gobiernos regionales, el Sernanp y Profonanpe. Esta labor se focaliza en el trabajo con los Sistemas Regionales de Conservación de Tumbes, Piura, Lambayeque, Amazonas, San Martín, Arequipa, Moquegua y Tacna, y en los cinco corredores priorizados.

Las empresas como aliadas de la conservación

El Perú es uno de los diez países más biodiversos del planeta, su territorio cuenta con 84 de las 117 zonas de vida del mundo. El capital natural, a su vez, sustenta más del 50% del PBI, y más del 80% de las exportaciones. A pesar de esto, el Banco Mundial estima que el costo económico de la degradación ambiental en el Perú equivale al 4% del PBI nacional.

Bajo este escenario, hay empresas en el país que se benefician directa e indirectamente de nuestra biodiversidad y de los servicios y/o bienes ecosistémicos que esta provee. La mayoría de ellas tiene un efecto positivo, o negativo, sobre la naturaleza, el mismo que, de no evaluarse y atenderse, podría enfrentar futuros riesgos y pérdidas de oportunidades rentables.

Por ello, el Pronanp ha iniciado un trabajo de incidencia con las empresas ubicadas dentro del ámbito de intervención del proyecto, para establecer acuerdos y compromisos en torno a propuestas concretas de contribución sostenible a la conservación y al desarrollo. La mayoría desarrolla sus actividades en los sectores minería, agricultura, construcción y alimentos, principalmente.

Promoviendo la Gestión Integrada de la Conservación

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Luego de varios años trabajando alrededor del establecimiento de áreas protegidas, la revisión de su aporte efectivo a las tareas del desarrollo sostenible es aún incipiente. ¿Cómo hacer para que las áreas protegidas se conviertan en un activo para el desarrollo nacional y esto no quede tan solo en buenas intenciones?

Para abordar este desafío se requiere de una intervención con enfoque territorial que impulse la gestión integrada de la conservación. Para ello se debe impulsar un modelo de gestión participativa efectiva y un proceso progresivo de articulación de la conservación a la gestión territorial regional, en una visión compartida entre la autoridad nacional de áreas protegidas y los gobiernos regionales, que permita el alineamiento de otros sectores y actores clave del desarrollo económico y social del país.

El enfoque propuesto parte de la reflexión compartida entre el nivel nacional y regional de que la viabilidad y sostenibilidad de largo plazo de las áreas protegidas, depende de lo que ocurre en su entorno y no única y exclusivamente de lo que sucede al interior de las mismas. En este sentido el desarrollo de los sistemas regionales de conservación, influyen directamente en el fortalecimiento de las áreas protegidas de administración nacional cuando la visión de desarrollo de las mismas, se enfoca en dinamizar mosaicos de conservación. Los mosaicos de conservación se entienden como espacios donde diferentes categorías de áreas protegidas (nacionales, regionales, privadas u otras modalidades de conservación) y otros usos del territorio, son gestionadas a través de alianzas estratégicas para mejorar la conectividad ecológica, reducir las amenazas con más eficacia y contribuir a la adaptación y a la mitigación de los efectos del cambio climático.

Complementariamente y mediante este enfoque de gestión de la conservación de carácter territorial, es posible alinear un conjunto de capacidades y fuentes de financiamiento a través de alianzas estratégicas y acuerdos interinstitucionales para la conservación, en muy corto plazo. La evidencia nos muestra que existen un conjunto de posibilidades y financiamiento para la conservación provenientes de fondos públicos y privados nacionales bastante accesibles, a través de este enfoque.

Para abordar este desafío se requiere de una intervención con enfoque territorial que impulse la gestión integrada de la conservación."

CRÉDITOS:

Rudy Valdivia : Dirección de Desarrollo Estratégico - SERNANPÁlvaro Gaillour: Gerente del Proyecto - PRONANPCarlos Hernández: Especialista en Planeamiento, Monitoreo y Evaluación - PRONANPOswaldo Saavedra: Especialista en Desarrollo Sostenible - PRONANPJeff Pradel: Especialista en Conservación de Biodiversidad - PRONANPMariela Huacchillo: Responsable de Comunicaciones - SERNANPIrupé Gonzales: Responsable de Comunicaciones - PRONANPMónica Perea: Asistente de Proyecto - PRONANP

Agradecimiento especial:SRCAN - Gobierno Regional PiuraSIRECOM - Gobierno Regional Moquegua SIRANP - Gobierno Regional Tacna SIRANP - Gobierno Regional Arequipa SICRE - Gobierno Regional AmazonasSRC - Gobierno Regional San Martín

El proyecto PRONANP se implementa a través de convenios de cooperación interinstitucional entre el SERNANP, PROFONANPE y los Gobiernos Regionales de Amazonas, Arequipa, Lambayeque, Moquegua, Piura, San Martín y Tacna. PRONANP es un gobierno cofinanciado entre el Global Environment Facility (GEF), a través del Banco Mundial y la Cooperación Alemana (KfW).

Los invitamos a enviar sus comentarios y contribuciones al correo: [email protected].

Las áreas protegidas como activo para el desarrollo nacional

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PRONANP promueve la sostenibilidad financiera para la conservación de la biodiversidad

EDITORIALÁlvaro GaillourGerente del Pronanp

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Entrevista a Sylvia Reátegui:“La conservación no es una traba ni se opone al desarrollo”Gerente de la Autoridad Regional Ambiental del Gobierno Regional de San Martín (*)

En el año 2000, la región San Martín fue calificada como una de las más deforestadas del país y, a partir del 2007, esta se fijó la meta de ser una “región verde”, ¿cómo ha ido en ese camino?

Efectivamente, existe un antes y un después. Un período antes del año 2000 donde se generó un proceso terrible para la región, producto de un modelo de desarrollo equivocado para la Amazonía. Para el año 2000 ya San Martín se había convertido en la más deforestada del país, pues en la década de los 80 y 90, el terrorismo y el narcotráfico habían tomado posesión y resultó todo un fracaso la implementación de un modelo de desarrollo para la Amazonía.

Posteriormente, en el año 2006 y con la Zonificación Ecológica Económica (ZEE) de la región, contamos con un instrumento que te da una radiografía de para qué sirve y cuál es la vocación del territorio. Esta zonificación ecológica económica nos dijo que el 65% del territorio de San Martín tenía vocación para la protección y conservación. En otras palabras, San Martín es una región proveedora de servicios ecosistémicos, por el lugar en donde se encuentra y por las condiciones geográficas del espacio. Eso nos ha permitido replantear el modelo de desarrollo de la región y hacer un quiebre.

En el año 2007, decidimos cambiar el letrero de “región más deforestada del país” por uno que se llame “región verde”. El principio de todo este nuevo proceso fue tener una visión clara; esto permite comenzar a trabajar.

Luego enfrentamos muchos retos. No teníamos competencias ni institucionalidad. En el año 2009 recién se transfieren las competencias en materia forestal, lo que nos dio el punto de partida, no solo para querer, sino para poder implementar las acciones que queríamos.

El siguiente reto fue la institucionalidad ambiental. Con ocho personas, incluyendo la secretaria y el gerente, era imposible manejar 5'200.000 hectáreas de territorio. Se debía crear una institucionalidad que rompa el paradigma del Estado y la forma cómo se gestiona los recursos. Eso para nosotros fue muy difícil porque mientras teníamos una zona para proteger y conservar, teníamos a COFOPRI (Organismo de Formalización de la Propiedad Informal) entregando 400 títulos en este espacio, al sector Educación abriendo colegios, al sector Salud abriendo puestos de salud, entonces, ¿cómo podías ordenar el territorio?

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Promoviendo la Gestión Integrada de la Conservación

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Capitalizando oportunidades

Quizás una de las oportunidades más prometedoras para la sostenibilidad financiera se encuentra en las actividades productivas que se desarrollan en las regiones y que requieren de los servicios ambientales que provee el ecosistema para asegurar sus operaciones.

Para ello, se viene facilitando el acceso a diversos recursos y programas del sector público y privado a través de alianzas estratégicas entre las instituciones (públicas y privadas) y gobiernos regionales. Es importante contar con acuerdos y compromisos de conservación claros y específicos con esos actores, bajo el convencimiento de que sin la conservación o manejo sostenible de los recursos naturales no es posible llevarlos a cabo.

El Programa de Actividades Económicas Sostenibles (PAES) es, por ejemplo, un fondo concursable dirigido a favorecer y fomentar espacios de participación local y de concertación entre los distintos actores públicos y privados en torno a la agenda local de conservación y desarrollo sostenible. Con este concurso se busca promover y apoyar proyectos productivos sostenibles a través de la colaboración económica y técnica en la implementación de los mismos.

Además, el PAES no solo sirve como un instrumento para la gestión ambiental regional y como un incentivo de trabajo para el alineamiento de estrategias, sino que, además, puede ser un dinamizador de propuestas de terceros que permita apalancar nuevos recursos locales. El proyecto viene impulsando esta experiencia en las regiones, y ha generado gran interés y aceptación entre los gobiernos regionales, locales, las organizaciones de productores y otras del entorno.

El Programa de Compensaciones para la Competitividad (Agroideas), es una significativa oportunidad que se viene impulsando pues a través de este programa, de carácter nacional, se busca elevar la competitividad de la producción agraria de los medianos y pequeños productores por medio del fomento de la asociatividad, gestión y la adopción de tecnologías agropecuarias ambientalmente adecuadas.

Como complemento a este programa se viene promoviendo la realización de diplomados en “Econegocios”, que permitirán capacitar a los pequeños productores para elaborar planes de negocio que puedan implementarse en las regiones con recursos de este programa.

Por otro lado, las iniciativas de apoyo a la competitividad productiva (Procompite), permite que los gobiernos regionales y locales puedan destinar hasta el 10% de su presupuesto para fortalecer a las organizaciones de productores, a través de la implementación de fondos concursables.

El acceso al Fondo Nacional de Capacitación Laboral (Fondoempleo), es otro mecanismo importante con el que se convoca anualmente a un concurso a nivel nacional para potenciar actividades económicas que promuevan el empleo y la empleabilidad.

La cooperación internacional como aliada de la conservación

En todas las regiones, en mayor o menor número, está presente la cooperación internacional abordando acciones a favor de la conservación de la biodiversidad. Sin embargo, sus intervenciones no están necesariamente articuladas a las Estrategias Regionales de Diversidad Biológica ni a las prioridades que las regiones tienen identificadas en este campo. Esto provoca desorden y dispersión de las inversiones, duplicidad y, en algunos casos, se les percibe como competencia de los gobiernos regionales.

Por ello, desde los recursos de la cooperación internacional se buscará de modo prioritario su orientación y alineamiento a esquemas de financiamiento mixto tanto con el sector público como con el sector privado, alrededor de iniciativas de conservación y desarrollo. Se facilitará, entonces, oportunidades por medio de las cuales las empresas verán la posibilidad de compartir recursos con la cooperación y así escalar en una intervención de mayor envergadura en los entornos. Como contribución a ello se están logrando planes regionales para la conservación, por toda fuente.

Las regiones, entonces, deben asumir su liderazgo marcando la pauta y hoja de ruta a seguir en conservación dentro de su territorio, alineando a su planificación los intereses y esfuerzos de la cooperación. Cuanto más articulado esté ese trabajo, más fácil será atraer y gestionar recursos para viabilizar la agenda de conservación de la región.

(*) La entrevista a Sylvia Reátegui fue realizada en diciembre del 2013, antes que dejara el cargo de Gerente de la Autoridad Regional Ambiental del Gobierno Regional de San Martín.

Promoviendo la Gestión Integrada de la Conservación

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Entrevista a Sylvia Reátegui:“La conservación no es una traba ni se opone al desarrollo”Gerente de la Autoridad Regional Ambiental del Gobierno Regional de San Martín (*)

En el año 2000, la región San Martín fue calificada como una de las más deforestadas del país y, a partir del 2007, esta se fijó la meta de ser una “región verde”, ¿cómo ha ido en ese camino?

Efectivamente, existe un antes y un después. Un período antes del año 2000 donde se generó un proceso terrible para la región, producto de un modelo de desarrollo equivocado para la Amazonía. Para el año 2000 ya San Martín se había convertido en la más deforestada del país, pues en la década de los 80 y 90, el terrorismo y el narcotráfico habían tomado posesión y resultó todo un fracaso la implementación de un modelo de desarrollo para la Amazonía.

Posteriormente, en el año 2006 y con la Zonificación Ecológica Económica (ZEE) de la región, contamos con un instrumento que te da una radiografía de para qué sirve y cuál es la vocación del territorio. Esta zonificación ecológica económica nos dijo que el 65% del territorio de San Martín tenía vocación para la protección y conservación. En otras palabras, San Martín es una región proveedora de servicios ecosistémicos, por el lugar en donde se encuentra y por las condiciones geográficas del espacio. Eso nos ha permitido replantear el modelo de desarrollo de la región y hacer un quiebre.

En el año 2007, decidimos cambiar el letrero de “región más deforestada del país” por uno que se llame “región verde”. El principio de todo este nuevo proceso fue tener una visión clara; esto permite comenzar a trabajar.

Luego enfrentamos muchos retos. No teníamos competencias ni institucionalidad. En el año 2009 recién se transfieren las competencias en materia forestal, lo que nos dio el punto de partida, no solo para querer, sino para poder implementar las acciones que queríamos.

El siguiente reto fue la institucionalidad ambiental. Con ocho personas, incluyendo la secretaria y el gerente, era imposible manejar 5'200.000 hectáreas de territorio. Se debía crear una institucionalidad que rompa el paradigma del Estado y la forma cómo se gestiona los recursos. Eso para nosotros fue muy difícil porque mientras teníamos una zona para proteger y conservar, teníamos a COFOPRI (Organismo de Formalización de la Propiedad Informal) entregando 400 títulos en este espacio, al sector Educación abriendo colegios, al sector Salud abriendo puestos de salud, entonces, ¿cómo podías ordenar el territorio?

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Capitalizando oportunidades

Quizás una de las oportunidades más prometedoras para la sostenibilidad financiera se encuentra en las actividades productivas que se desarrollan en las regiones y que requieren de los servicios ambientales que provee el ecosistema para asegurar sus operaciones.

Para ello, se viene facilitando el acceso a diversos recursos y programas del sector público y privado a través de alianzas estratégicas entre las instituciones (públicas y privadas) y gobiernos regionales. Es importante contar con acuerdos y compromisos de conservación claros y específicos con esos actores, bajo el convencimiento de que sin la conservación o manejo sostenible de los recursos naturales no es posible llevarlos a cabo.

El Programa de Actividades Económicas Sostenibles (PAES) es, por ejemplo, un fondo concursable dirigido a favorecer y fomentar espacios de participación local y de concertación entre los distintos actores públicos y privados en torno a la agenda local de conservación y desarrollo sostenible. Con este concurso se busca promover y apoyar proyectos productivos sostenibles a través de la colaboración económica y técnica en la implementación de los mismos.

Además, el PAES no solo sirve como un instrumento para la gestión ambiental regional y como un incentivo de trabajo para el alineamiento de estrategias, sino que, además, puede ser un dinamizador de propuestas de terceros que permita apalancar nuevos recursos locales. El proyecto viene impulsando esta experiencia en las regiones, y ha generado gran interés y aceptación entre los gobiernos regionales, locales, las organizaciones de productores y otras del entorno.

El Programa de Compensaciones para la Competitividad (Agroideas), es una significativa oportunidad que se viene impulsando pues a través de este programa, de carácter nacional, se busca elevar la competitividad de la producción agraria de los medianos y pequeños productores por medio del fomento de la asociatividad, gestión y la adopción de tecnologías agropecuarias ambientalmente adecuadas.

Como complemento a este programa se viene promoviendo la realización de diplomados en “Econegocios”, que permitirán capacitar a los pequeños productores para elaborar planes de negocio que puedan implementarse en las regiones con recursos de este programa.

Por otro lado, las iniciativas de apoyo a la competitividad productiva (Procompite), permite que los gobiernos regionales y locales puedan destinar hasta el 10% de su presupuesto para fortalecer a las organizaciones de productores, a través de la implementación de fondos concursables.

El acceso al Fondo Nacional de Capacitación Laboral (Fondoempleo), es otro mecanismo importante con el que se convoca anualmente a un concurso a nivel nacional para potenciar actividades económicas que promuevan el empleo y la empleabilidad.

La cooperación internacional como aliada de la conservación

En todas las regiones, en mayor o menor número, está presente la cooperación internacional abordando acciones a favor de la conservación de la biodiversidad. Sin embargo, sus intervenciones no están necesariamente articuladas a las Estrategias Regionales de Diversidad Biológica ni a las prioridades que las regiones tienen identificadas en este campo. Esto provoca desorden y dispersión de las inversiones, duplicidad y, en algunos casos, se les percibe como competencia de los gobiernos regionales.

Por ello, desde los recursos de la cooperación internacional se buscará de modo prioritario su orientación y alineamiento a esquemas de financiamiento mixto tanto con el sector público como con el sector privado, alrededor de iniciativas de conservación y desarrollo. Se facilitará, entonces, oportunidades por medio de las cuales las empresas verán la posibilidad de compartir recursos con la cooperación y así escalar en una intervención de mayor envergadura en los entornos. Como contribución a ello se están logrando planes regionales para la conservación, por toda fuente.

Las regiones, entonces, deben asumir su liderazgo marcando la pauta y hoja de ruta a seguir en conservación dentro de su territorio, alineando a su planificación los intereses y esfuerzos de la cooperación. Cuanto más articulado esté ese trabajo, más fácil será atraer y gestionar recursos para viabilizar la agenda de conservación de la región.

(*) La entrevista a Sylvia Reátegui fue realizada en diciembre del 2013, antes que dejara el cargo de Gerente de la Autoridad Regional Ambiental del Gobierno Regional de San Martín.

Promoviendo la Gestión Integrada de la Conservación

Page 6: Boletin # 6: Promoviendo la Gestión Integrada de la Conservación

Consultamos a la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales y, efectivamente, nos dijeron que aquello que no le pertenece a nadie le pertenece al Estado y nos sugirieron, en el marco de las competencias transferidas, inmatricularlas como de dominio público del Estado, administrado por el gobierno regional. Entonces, entendimos que este era un proceso rápido, de poder poner solo la mano en aquellos espacios que no eran pedidos por nadie, que no eran un área natural protegida, pero que eran cabeceras de cuenca. Las ZOCRE básicamente se han priorizado por el recurso hídrico, porque seguro que abajo hay poblaciones que se abastecen del recurso hídrico de esas partes altas.

Creemos que nuestra meta a finales del 2014 es poder dejar la región con el 50% del territorio bajo alguna modalidad de conservación.

Ya tenemos más de 2'000.000 a diciembre del 2013 y creemos que la vamos a superar.

Hemos tenido mucha oposición en la parte inicial y todavía ahora en algunas partes que estamos entrando, porque a veces es difícil de entender.

Otra forma de involucrar a la población es a través de la organización, la capacitación, el “enamorarlos” para que se atrevan a pedir una concesión para conservación y ese “enamoramiento” no solamente es ir y decirle, “mira lo que puedes tener”, sino es acompañarlos.

Algo que nos enorgullece también es el tema de las comunidades nativas. Anteriormente, mientras la deforestación iba avanzando en manos de hermanos que migraron de otros lugares del país, pensamos: “¿por qué no entregamos estos espacios a los auténticos amazónicos que son nuestras comunidades nativas?”. Entonces, entramos en un proceso de entrega de 140.000 hectáreas de bosques de producción permanente que nunca los habían pedido como concesiones forestales bajo la modalidad de concesiones para conservación. De estas 19 concesiones, una parte importante es para las comunidades nativas. Ellos entendieron que necesitan romper sus propios esquemas porque ellos creían que la única manera de acceder a un espacio era a través de la titulación; entonces entendieron que las concesiones para conservación no se oponen y ello nos ha permitido acercarnos mucho más.

La única manera de seguir con este proceso es involucrar al sector privado. Venimos trabajando fuerte en desarrollar nuevas cadenas productivas en el bosque. Tenemos una asociación en la zona de amortiguamiento del Área de Conservación Regional con el tema de Piasava, venimos trabajando también con Chiringa, con plantas medicinales con el apoyo de USAID y la Cooperación Alemana; y ahora, se está implementando un proyecto con las comunidades nativas, para reforestación con plantas medicinales.

¿Y cómo va esa meta?

¿Cuál ha sido la estrategia con la población, con las comunidades? ¿Ha sido fácil este proceso?

¿Cuál ha sido la estrategia para involucrar al sector privado?

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Promoviendo la Gestión Integrada de la Conservación

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Promoviendo la Gestión Integrada de la Conservación

Y cómo lo hicieron?

¿Puede detallarnos un poco más sobre esta experiencia de la creación de la Autoridad Regional Ambiental?

Y en todo este proceso, ¿cuál consideras que ha sido el papel del proyecto Pronanp?

Después de la transferencia de competencias, el primer paso fue construir una institucionalidad que tuviera la fuerza y el liderazgo regional para poder dirigir la política y la estrategia de intervención en materia ambiental de recursos naturales y del territorio. Creamos entonces, una Autoridad Regional Ambiental, única en este tipo en el país.

La experiencia de creación de la Autoridad Regional Ambiental es una experiencia que todavía está en proceso, pues es una institución relativamente nueva, única en su tipo por cómo está conformada, y para nosotros todavía es una etapa transitoria.

Hemos pasado de ser una gerencia de recursos naturales de ocho personas a ser una autoridad regional ambiental con 89 personas en planta, pero no implementamos proyectos de inversión porque no es nuestro rol; nuestro rol es de gestión, de promoción, de cumplimiento de normas de políticas y los brazos ejecutores son los responsables de la ejecución de los proyectos. Eso nos ha permitido crear un mayor acercamiento a la población, nos ha permitido articular mucho más con los sectores y crear las primeras políticas territoriales del país.

Hay un concepto equivocado, muchos piensan que “región verde” simplemente es ir a reforestar la región para que se vea verde, y esa es una visión errada. Para nosotros ese concepto tiene como foco el individuo, la promoción del desarrollo humano. Para ello, tienes que darle condiciones a la casa, es decir, al entorno, al medioambiente; tienes que ser competitivo económicamente, pero en base a tus potencialidades.

La visión de la autoridad regional ambiental es promover esa sostenibilidad ambiental y, sobre todo, trabajar en el ordenamiento territorial porque si no ordenamos la casa, es imposible avanzar en cualquier otra meta que nos propongamos.

El proyecto Pronanp ha jugado un rol importantísimo en todo este proceso de desarrollo. El Pronanp se acercó a la región y nos preguntó: ¿en qué necesitas que te apoyemos? Para nosotros era raro, por no decir la primera vez que un proyecto se acercaba a la región a decirnos eso; lo que normalmente ocurre es que llegan los proyectos ya “enlatados”, preparados en otro nivel y muchas veces no conversan con la región.

Entonces, el proyecto se acercó y preguntó. Ahí comenzamos a armar una propuesta de trabajo. Teníamos la propuesta de creación del Sistema Regional de Conservación en documento, pero no teníamos como operarla; sabíamos cuáles eran las áreas prioritarias para conservación (en base a la ZEE), pero entendimos que no eran áreas de conservación regional, sino era el Sistema Regional de Conservación de Biodiversidad de San Martín.

Se ha tenido que hacer una revisión de toda la bibliografía que existía en la región sobre las especies, estudios que se han

hecho desde otras instituciones que nos permitían identificar dónde estaban los sitios prioritarios para la conservación, ya no en función a áreas, sino en función a especies y, luego, aterrizamos en las zonas prioritarias para la conservación.

El Pronanp lo que hace, entonces, es darle un vuelco a la forma en que estábamos visualizando el sistema de conservación en la región y, luego, le da vida, porque ni siquiera teníamos recursos en el marco de este proceso de transferencia de competencias a las regiones.

Entonces, comenzamos a darle vida a este sistema regional de conservación desde el levantamiento de información, estudios biológicos, contratar expertos que nos ayuden a elaborar planes de manejo, a través de otras iniciativas y ONG, que también se han sumado a este proceso.

Hemos pasado, entonces, de tener una concesión para conservación a tener 17 ahora y 19 en proceso. Hemos pasado de tener 1'125.000 hectáreas de bosques primarios bajo alguna modalidad de conservación a superar los 2'000.000 en un tiempo récord de dos años.

Algo que también debo reconocer sobremanera en el aporte del Pronanp a la región es el proceso de articulación, a través de la creación de corredores porque en San Martín, a diferencia de otras regiones, tenemos una gran variedad de formas de conservación.

Creo que la principal dificultad, al principio, ha sido consolidar la Autoridad Regional Ambiental internamente en el mismo gobierno regional, porque aún el reto es grande. Crear un nuevo paradigma y romper los viejos ha sido la etapa más difícil. Hay que lograr que la Gerencia de Desarrollo Económico trabaje con nosotros su plan operativo para los siguientes años y sus estrategias de intervenciones tienen que estar alineadas de acuerdo a las políticas territoriales, de igual manera en salud y en educación. No negar la educación a la población que ya vive en una zona de protección o en una de nuestras ZOCRE (Zonas de Conservación y Recuperación de Ecosistemas) o concesiones, pero sí firmar acuerdos y compromisos.

Otro reto importante ha sido la parte financiera, porque cómo operas si no tienes recursos transferidos. Además, otro desafío fue el poder articularnos más con el nivel nacional. Al principio fue difícil con el Ministerio del Ambiente y aún sigue siendo difícil articularnos con el MEF (Ministerio de Economía y Finanzas), pero es parte del reto que queremos lograr en los siguientes años.

La experiencia de la inmatriculación está dada por la creación de las ZOCRE en San Martín. Teníamos claridad con la ZEE sobre donde estaban las zonas de conservación importantes para la región, luego con el apoyo del PRONANP, las zonas prioritarias para la conservación, pero nos sentíamos como atados de pies y manos porque si alguien no pide una concesión no hay forma de crearla como concesión para conservación.

Y en todo este proceso, ¿cuáles han sido las mayores dificultades?

¿Nos puedes contar un poco más la experiencia que ha desarrollado San Martín con las zonas inmatriculadas?

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Consultamos a la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales y, efectivamente, nos dijeron que aquello que no le pertenece a nadie le pertenece al Estado y nos sugirieron, en el marco de las competencias transferidas, inmatricularlas como de dominio público del Estado, administrado por el gobierno regional. Entonces, entendimos que este era un proceso rápido, de poder poner solo la mano en aquellos espacios que no eran pedidos por nadie, que no eran un área natural protegida, pero que eran cabeceras de cuenca. Las ZOCRE básicamente se han priorizado por el recurso hídrico, porque seguro que abajo hay poblaciones que se abastecen del recurso hídrico de esas partes altas.

Creemos que nuestra meta a finales del 2014 es poder dejar la región con el 50% del territorio bajo alguna modalidad de conservación.

Ya tenemos más de 2'000.000 a diciembre del 2013 y creemos que la vamos a superar.

Hemos tenido mucha oposición en la parte inicial y todavía ahora en algunas partes que estamos entrando, porque a veces es difícil de entender.

Otra forma de involucrar a la población es a través de la organización, la capacitación, el “enamorarlos” para que se atrevan a pedir una concesión para conservación y ese “enamoramiento” no solamente es ir y decirle, “mira lo que puedes tener”, sino es acompañarlos.

Algo que nos enorgullece también es el tema de las comunidades nativas. Anteriormente, mientras la deforestación iba avanzando en manos de hermanos que migraron de otros lugares del país, pensamos: “¿por qué no entregamos estos espacios a los auténticos amazónicos que son nuestras comunidades nativas?”. Entonces, entramos en un proceso de entrega de 140.000 hectáreas de bosques de producción permanente que nunca los habían pedido como concesiones forestales bajo la modalidad de concesiones para conservación. De estas 19 concesiones, una parte importante es para las comunidades nativas. Ellos entendieron que necesitan romper sus propios esquemas porque ellos creían que la única manera de acceder a un espacio era a través de la titulación; entonces entendieron que las concesiones para conservación no se oponen y ello nos ha permitido acercarnos mucho más.

La única manera de seguir con este proceso es involucrar al sector privado. Venimos trabajando fuerte en desarrollar nuevas cadenas productivas en el bosque. Tenemos una asociación en la zona de amortiguamiento del Área de Conservación Regional con el tema de Piasava, venimos trabajando también con Chiringa, con plantas medicinales con el apoyo de USAID y la Cooperación Alemana; y ahora, se está implementando un proyecto con las comunidades nativas, para reforestación con plantas medicinales.

¿Y cómo va esa meta?

¿Cuál ha sido la estrategia con la población, con las comunidades? ¿Ha sido fácil este proceso?

¿Cuál ha sido la estrategia para involucrar al sector privado?

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Promoviendo la Gestión Integrada de la Conservación

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Promoviendo la Gestión Integrada de la Conservación

Y cómo lo hicieron?

¿Puede detallarnos un poco más sobre esta experiencia de la creación de la Autoridad Regional Ambiental?

Y en todo este proceso, ¿cuál consideras que ha sido el papel del proyecto Pronanp?

Después de la transferencia de competencias, el primer paso fue construir una institucionalidad que tuviera la fuerza y el liderazgo regional para poder dirigir la política y la estrategia de intervención en materia ambiental de recursos naturales y del territorio. Creamos entonces, una Autoridad Regional Ambiental, única en este tipo en el país.

La experiencia de creación de la Autoridad Regional Ambiental es una experiencia que todavía está en proceso, pues es una institución relativamente nueva, única en su tipo por cómo está conformada, y para nosotros todavía es una etapa transitoria.

Hemos pasado de ser una gerencia de recursos naturales de ocho personas a ser una autoridad regional ambiental con 89 personas en planta, pero no implementamos proyectos de inversión porque no es nuestro rol; nuestro rol es de gestión, de promoción, de cumplimiento de normas de políticas y los brazos ejecutores son los responsables de la ejecución de los proyectos. Eso nos ha permitido crear un mayor acercamiento a la población, nos ha permitido articular mucho más con los sectores y crear las primeras políticas territoriales del país.

Hay un concepto equivocado, muchos piensan que “región verde” simplemente es ir a reforestar la región para que se vea verde, y esa es una visión errada. Para nosotros ese concepto tiene como foco el individuo, la promoción del desarrollo humano. Para ello, tienes que darle condiciones a la casa, es decir, al entorno, al medioambiente; tienes que ser competitivo económicamente, pero en base a tus potencialidades.

La visión de la autoridad regional ambiental es promover esa sostenibilidad ambiental y, sobre todo, trabajar en el ordenamiento territorial porque si no ordenamos la casa, es imposible avanzar en cualquier otra meta que nos propongamos.

El proyecto Pronanp ha jugado un rol importantísimo en todo este proceso de desarrollo. El Pronanp se acercó a la región y nos preguntó: ¿en qué necesitas que te apoyemos? Para nosotros era raro, por no decir la primera vez que un proyecto se acercaba a la región a decirnos eso; lo que normalmente ocurre es que llegan los proyectos ya “enlatados”, preparados en otro nivel y muchas veces no conversan con la región.

Entonces, el proyecto se acercó y preguntó. Ahí comenzamos a armar una propuesta de trabajo. Teníamos la propuesta de creación del Sistema Regional de Conservación en documento, pero no teníamos como operarla; sabíamos cuáles eran las áreas prioritarias para conservación (en base a la ZEE), pero entendimos que no eran áreas de conservación regional, sino era el Sistema Regional de Conservación de Biodiversidad de San Martín.

Se ha tenido que hacer una revisión de toda la bibliografía que existía en la región sobre las especies, estudios que se han

hecho desde otras instituciones que nos permitían identificar dónde estaban los sitios prioritarios para la conservación, ya no en función a áreas, sino en función a especies y, luego, aterrizamos en las zonas prioritarias para la conservación.

El Pronanp lo que hace, entonces, es darle un vuelco a la forma en que estábamos visualizando el sistema de conservación en la región y, luego, le da vida, porque ni siquiera teníamos recursos en el marco de este proceso de transferencia de competencias a las regiones.

Entonces, comenzamos a darle vida a este sistema regional de conservación desde el levantamiento de información, estudios biológicos, contratar expertos que nos ayuden a elaborar planes de manejo, a través de otras iniciativas y ONG, que también se han sumado a este proceso.

Hemos pasado, entonces, de tener una concesión para conservación a tener 17 ahora y 19 en proceso. Hemos pasado de tener 1'125.000 hectáreas de bosques primarios bajo alguna modalidad de conservación a superar los 2'000.000 en un tiempo récord de dos años.

Algo que también debo reconocer sobremanera en el aporte del Pronanp a la región es el proceso de articulación, a través de la creación de corredores porque en San Martín, a diferencia de otras regiones, tenemos una gran variedad de formas de conservación.

Creo que la principal dificultad, al principio, ha sido consolidar la Autoridad Regional Ambiental internamente en el mismo gobierno regional, porque aún el reto es grande. Crear un nuevo paradigma y romper los viejos ha sido la etapa más difícil. Hay que lograr que la Gerencia de Desarrollo Económico trabaje con nosotros su plan operativo para los siguientes años y sus estrategias de intervenciones tienen que estar alineadas de acuerdo a las políticas territoriales, de igual manera en salud y en educación. No negar la educación a la población que ya vive en una zona de protección o en una de nuestras ZOCRE (Zonas de Conservación y Recuperación de Ecosistemas) o concesiones, pero sí firmar acuerdos y compromisos.

Otro reto importante ha sido la parte financiera, porque cómo operas si no tienes recursos transferidos. Además, otro desafío fue el poder articularnos más con el nivel nacional. Al principio fue difícil con el Ministerio del Ambiente y aún sigue siendo difícil articularnos con el MEF (Ministerio de Economía y Finanzas), pero es parte del reto que queremos lograr en los siguientes años.

La experiencia de la inmatriculación está dada por la creación de las ZOCRE en San Martín. Teníamos claridad con la ZEE sobre donde estaban las zonas de conservación importantes para la región, luego con el apoyo del PRONANP, las zonas prioritarias para la conservación, pero nos sentíamos como atados de pies y manos porque si alguien no pide una concesión no hay forma de crearla como concesión para conservación.

Y en todo este proceso, ¿cuáles han sido las mayores dificultades?

¿Nos puedes contar un poco más la experiencia que ha desarrollado San Martín con las zonas inmatriculadas?

Page 8: Boletin # 6: Promoviendo la Gestión Integrada de la Conservación

Económicas Sostenibles (PAES)Veinte proyectos ganan concurso del Programa de Actividades

Veinte asociaciones ganaron el concurso del Programa de Actividades Económicas Sostenibles (PAES) que organizó la Autoridad Regional Ambiental (ARA) de San Martín, con el apoyo del proyecto Pronanp. Este concurso se realizó en el marco del convenio tripartito entre el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), el Fondo de Promoción de las Áreas Naturales Protegidas del Perú (Profonanpe) y el Gobierno Regional de San Martín.

La lista se dio a conocer el pasado 23 de enero, por parte del Comité Técnico Regional del PAES, presidido por la ARA del Gobierno Regional de San Martín. El evento sirvió para validar los resultados del proceso llevado en la región y para definir los proyectos que serán financiados.

Los proyectos ganadores pertenecen a los rubros de ecoturismo, cacao, café, apicultura, entre otros, y están destinados a mitigar las amenazas y los impactos negativos que ponen en riesgo el bosque y los servicios ambientales. Estas actividades se desarrollarán en el ámbito de los sitios prioritarios de conservación que la Autoridad Regional Ambiental (ARA) viene impulsando con el apoyo del Pronanp, en la región.

Profonanpe a través del Pronanp, financiara estos proyectos con S/. 1'113.697,90 nuevos soles de un total de

S/. 2´659,816.64. La diferencia es la contrapartida del Gobierno Regional.

El PAES busca mejorar la conservación de la biodiversidad del Perú, mediante el aumento de la superficie de los principales ecosistemas, en un diseño eficaz, sostenible y descentralizado de protección de la biodiversidad.

Sistema Regional de Conservación -San Martín

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Promoviendo la Gestión Integrada de la Conservación

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Promoviendo la Gestión Integrada de la Conservación

También venimos generando mejores condiciones para el turismo. Estas concesiones para conservación tienen gran potencial turístico. Venimos generando condiciones para que el bosque sea productivo ya que es la única manera de detener la deforestación.

Creo que hay muchos gobiernos regionales que todavía no la ven. No está en su visión la conservación como una oportunidad, la consideran como una traba, como un problema. Ellos piensan “si yo creo aquí una zona conservación no voy a poder hacer una carretera”, y no hay nada más opuesto a la realidad: la conservación no se opone al desarrollo, todo lo contrario, lo fortalece y lo hace sostenible.

Yo creo que el SERNANP ha tenido un excelente acercamiento que se ha dado a través del proyecto PRONANP. Venimos construyendo un proceso interesante y lo que necesitamos es

¿Qué sugerencias podría darle a otras regiones que todavía no priorizan el tema de conservación?

¿Qué le recomendarías al Sernanp (Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado) y al MINAM (Ministerio del Ambiente) para acompañar estos procesos que se han venido desarrollando en San Martín?

que este proceso continúe, pues en corto tiempo se está comenzando a ver resultados importantes.

Por otro lado, debería haber un mayor acercamiento de la Dirección de Diversidad Biológica a la región, pues todo lo que estamos haciendo con el PRONANP en el Sistema Regional de Conservación y con todas las otras fuerzas cooperantes, es para la protección de la diversidad biológica. Entonces, ya no solo es la elaboración de la estrategia, estamos implementado cosas tangibles y visibles en el campo. Creo que hace falta ese match entre el Sernanp, la Dirección de Diversidad Biológica y las regiones. Sí es cierto que en el 2013 han estado acompañándonos, pero creo que todavía hay mucho camino por recorrer juntos.

Lo más importante, nuestro agradecimiento como región al Pronanp por todo el apoyo que nos ha brindado en este proceso, sobre todo, porque ha roto esquemas. Ha ido y nos ha preguntado cómo nos puede ayudar, y, además, se puso las pilas y avanzó con nosotros. Gracias por el apoyo, por estar con nosotros en todo momento. Lo único que nos queda es pedirles que nos acompañen los siguientes años.

Gracias Sylvia, ¿hay algo más que quisieras añadir?

El PAES es una herramienta de gestión de los Sistemas Regionales de Conservación y de las Áreas Naturales Protegidas que permite involucrar a los actores locales en las acciones de la conservación. Se constituye como un “fondo concursable” destinado a la poblaciones organizadas, para favorecer y fomentar espacios de participación local y de concertación de los distintos actores públicos y privados en torno a la agenda local de conservación y desarrollo sostenible.

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Económicas Sostenibles (PAES)Veinte proyectos ganan concurso del Programa de Actividades

Veinte asociaciones ganaron el concurso del Programa de Actividades Económicas Sostenibles (PAES) que organizó la Autoridad Regional Ambiental (ARA) de San Martín, con el apoyo del proyecto Pronanp. Este concurso se realizó en el marco del convenio tripartito entre el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), el Fondo de Promoción de las Áreas Naturales Protegidas del Perú (Profonanpe) y el Gobierno Regional de San Martín.

La lista se dio a conocer el pasado 23 de enero, por parte del Comité Técnico Regional del PAES, presidido por la ARA del Gobierno Regional de San Martín. El evento sirvió para validar los resultados del proceso llevado en la región y para definir los proyectos que serán financiados.

Los proyectos ganadores pertenecen a los rubros de ecoturismo, cacao, café, apicultura, entre otros, y están destinados a mitigar las amenazas y los impactos negativos que ponen en riesgo el bosque y los servicios ambientales. Estas actividades se desarrollarán en el ámbito de los sitios prioritarios de conservación que la Autoridad Regional Ambiental (ARA) viene impulsando con el apoyo del Pronanp, en la región.

Profonanpe a través del Pronanp, financiara estos proyectos con S/. 1'113.697,90 nuevos soles de un total de

S/. 2´659,816.64. La diferencia es la contrapartida del Gobierno Regional.

El PAES busca mejorar la conservación de la biodiversidad del Perú, mediante el aumento de la superficie de los principales ecosistemas, en un diseño eficaz, sostenible y descentralizado de protección de la biodiversidad.

Sistema Regional de Conservación -San Martín

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También venimos generando mejores condiciones para el turismo. Estas concesiones para conservación tienen gran potencial turístico. Venimos generando condiciones para que el bosque sea productivo ya que es la única manera de detener la deforestación.

Creo que hay muchos gobiernos regionales que todavía no la ven. No está en su visión la conservación como una oportunidad, la consideran como una traba, como un problema. Ellos piensan “si yo creo aquí una zona conservación no voy a poder hacer una carretera”, y no hay nada más opuesto a la realidad: la conservación no se opone al desarrollo, todo lo contrario, lo fortalece y lo hace sostenible.

Yo creo que el SERNANP ha tenido un excelente acercamiento que se ha dado a través del proyecto PRONANP. Venimos construyendo un proceso interesante y lo que necesitamos es

¿Qué sugerencias podría darle a otras regiones que todavía no priorizan el tema de conservación?

¿Qué le recomendarías al Sernanp (Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado) y al MINAM (Ministerio del Ambiente) para acompañar estos procesos que se han venido desarrollando en San Martín?

que este proceso continúe, pues en corto tiempo se está comenzando a ver resultados importantes.

Por otro lado, debería haber un mayor acercamiento de la Dirección de Diversidad Biológica a la región, pues todo lo que estamos haciendo con el PRONANP en el Sistema Regional de Conservación y con todas las otras fuerzas cooperantes, es para la protección de la diversidad biológica. Entonces, ya no solo es la elaboración de la estrategia, estamos implementado cosas tangibles y visibles en el campo. Creo que hace falta ese match entre el Sernanp, la Dirección de Diversidad Biológica y las regiones. Sí es cierto que en el 2013 han estado acompañándonos, pero creo que todavía hay mucho camino por recorrer juntos.

Lo más importante, nuestro agradecimiento como región al Pronanp por todo el apoyo que nos ha brindado en este proceso, sobre todo, porque ha roto esquemas. Ha ido y nos ha preguntado cómo nos puede ayudar, y, además, se puso las pilas y avanzó con nosotros. Gracias por el apoyo, por estar con nosotros en todo momento. Lo único que nos queda es pedirles que nos acompañen los siguientes años.

Gracias Sylvia, ¿hay algo más que quisieras añadir?

El PAES es una herramienta de gestión de los Sistemas Regionales de Conservación y de las Áreas Naturales Protegidas que permite involucrar a los actores locales en las acciones de la conservación. Se constituye como un “fondo concursable” destinado a la poblaciones organizadas, para favorecer y fomentar espacios de participación local y de concertación de los distintos actores públicos y privados en torno a la agenda local de conservación y desarrollo sostenible.

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Se impulsa la creación de una nueva modalidad de conservación en Moquegua: el Área de Conservación Ambiental “Cerro Blanco”

suma que el 71.6% del área se encuentra concesionada por actividades mineras.

Esta situación, que en un principio pudo ser desalentadora, viene siendo abordada como una oportunidad por la región. Sin embargo, el proceso es largo e incluye un fuerte trabajo de incidencia y socialización con los distintos actores clave que tienen derechos sobre el territorio (comunidades campesinas, empresas mineras, etc.). Producto de ello, se generan acuerdos y compromisos encaminados a viabilizar el establecimiento de alguna modalidad de conservación.

Después de un año de socialización se ha logrado reunir a todos los actores claves de la propuesta del ACA Cerro Blanco, y en febrero último, se conformó la Comisión Ejecutiva del Comité Impulsor del Área de Conservación Ambiental (ACA) de Cerro Blanco, que será presidida por Óscar Miguel Camargo Mamani, alcalde de la Municipalidad Distrital de Puquina. Las Áreas de Conservación Ambiental (ACA) son territorios del ámbito de la municipalidad provincial, con características naturales y una relación con el patrimonio histórico cultural de la provincia que confirman su importancia para el desarrollo local sostenible y el bienestar de la población. Por ello, son conservadas o usadas de manera sostenible mediante un estatus legal especial, sea temporal o permanente, de manera participativa, en concordancia con el plan de ordenamiento territorial de la provincia.

Es decir, las poblaciones locales de Cerro Blanco tendrán la potestad y la oportunidad de cogestionar el territorio en favor de la conservación.

Para ello, se ha elaborado un análisis de proyectos productivos que tienen potencialidad para desarrollarse en la zona, no solo para maximizar los beneficios de la conservación sino, también, como una forma de abordar la sostenibilidad.

Entre los proyectos productivos se encuentra el manejo en la crianza, reproducción y potencial valor de la fibra de guanaco, el manejo de plantas aromáticas y medicinales, el manejo y cultivo de “ractaña” y “mentzeria” para su potencial exportación, así como el mejoramiento, la crianza y la reproducción, desarrollando buenas prácticas de esquila y comercialización de la fibra de guanaco con valor agregado.

Esta modalidad de conservación ha sido promovida desde el Pronanp, producto de la experiencia adquirida con el establecimiento del Área de Conservación Ambiental (ACA) en el proyecto Morona Pastaza, ejecutado por Profonanpe.

Como se recuerda, en el año 2013 la Municipalidad Provincial Datem del Marañón aprueba la creación de dos áreas de conservación ambiental, el ACA Humedales Bajo Marañón – Pastaza (194,937 ha.), cuyo objeto de conservación son los aguajales, y el ACA Bajo Morona (133,618 ha.), destinada a conservar, entre otros recursos, el ecotono. Estas dos ACA incluyen a 36 comunidades de los pueblos indígenas quechua, awajun, wampis, kandosi, shawi, cocama cocamilla y shiwilo.

Los pobladores indígenas vieron la oportunidad de mejorar el aprovechamiento de los recursos naturales mediante técnicas de manejo que, además, permitan incrementar sus ingresos económicos.

Para ello, se promovió la creación de ambas áreas y se instaló una planta para la producción de pulpa de aguaje para el aprovechamiento sostenible de los aguajales. Asimismo, se instaló una planta para la producción de aceite de aguaje y ungurahui.

Antecedentes

El Sistema Regional de Conservación de Moquegua, en el marco del proyecto Pronanp, viene impulsando la creación de nuevas modalidades de conservación en la región. Una de ellas es el Área de Conservación Ambiental (ACA) Cerro Blanco, ubicada en la zona altoandina de Moquegua, en los distritos de Puquina, La Capilla, Coalaque y Omate, de la provincia General Sánchez Cerro.

El área propuesta forma parte del corredor sur que une a las regiones de Moquegua y Arequipa, generando conectividad entre los ecosistemas altoandinos, como los bosques de Qeñoa y los matorrales. Su ecosistema asegura servicios ambientales como provisión de agua, belleza paisajística y escénica, y protección de suelos. Posee también un sistema ecológico importante que no se encuentra protegido dentro de la cobertura del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SINANPE), que es el matorral altimontano de la puna xerofítica noroccidental.

Se trata de un área que es hábitat de especies representativas como el guanaco y el lloque –que se encuentran en situación de peligro– y de especies amenazadas como la vicuña y el puma, además de otras vulnerables como la taruca. A ello se

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Promoviendo la Gestión Integrada de la Conservación

Comunidades buscan conservar bosques de neblina y páramos en Piura

Sistema Regional de Conservación -Piura

Los gobiernos locales del Alto Piura y las asociaciones de agricultores de toda la cuenca trabajan conjuntamente para conservar el agua de los páramos y los bosques de neblina en Piura, pues la deforestación y la quema de pastizales están dañando seriamente el ecosistema y afectando el acceso al agua, la flora y fauna, así como la supervivencia del tapir andino del Perú.

"Desde el 2003 se inició el cambio. Se está dando un manejo adecuado a la conservación del páramo", señaló Gregorio Cruz Neira, funcionario municipal de Pacaipampa. Subrayó, en ese sentido, que es importante implementar proyectos y programas para fortalecer la gestión de la conservación de las cuencas y montañas. Remarcó que es necesario establecer áreas protegidas y aplicar proyectos sostenibles de conservación.

Según los propios testimonios de los pobladores, la gestión del área está prosperando gracias al trabajo de capacitación y sensibilización, desarrollado por los municipios locales, las organizaciones de cooperación y los líderes comuneros.

"Nosotros hemos descubierto que el agua viene del páramo y, por lo tanto, es un sistema muy importante y lo estamos conservando", comentó Flavio Ruiz Cruz, poblador del caserío de Totora.

Los ambientalistas recordaron que el problema se originó cuando los agricultores y ganaderos empezaron a ampliar sus terrenos de cosecha, talando y quemando los árboles, con el objetivo de expandir sus terrenos. Los expertos anotaron que ello trajo como consecuencia la escasez de agua e incluso un cambio de clima en muchos lugares.

Nelson Abad Gonza, poblador del lugar, apuntó que la comunidad está tomando conciencia de este mal, pues han observado que el agua ha disminuido y han desaparecido amplios páramos.

Piura es una de las regiones agrícolas más importantes del país porque en sus páramos crecen una variedad de plantas y frutos que son usados en la culinaria nacional y son exportados a diversas partes del mundo. Los cultivos prosperan en ese desierto árido debido a la irrigación de torrentes de agua, que se originan con la precipitación de las neblinas.

El Área de Conservación Privada (ACP) Bosques de Neblina y Páramos de Samanga, de la Comunidad Campesina de Samanga, provincia de Ayabaca, tiene una extensión de 2,888.03 hectáreas, que corresponde al 22.69% del total del área de la Comunidad Campesina de Samanga. Dicha ACP fue reconocida en abril de 2013, gracias al soporte del proyecto Pronanp con el objetivo conservar el ecosistema, páramos y bosques de neblina, así como la alta biodiversidad que estos albergan, tomando en cuenta que este ecosistema solo se encuentra en la parte norte del Perú, entre Cajamarca y Piura.

En la actualidad, el Gobierno Regional de Piura cuenta con un Sistema Regional de Conservación establecido, así como con 22 sitios prioritarios para la conservación de la diversidad biológica ya identificados.

Para más información del área, puede revisar el siguiente enlace:

http://www.profonanpe.org.pe/pronanp/index.php?option=com_content&view=article&id=45:se-reconocio-una-nueva-acp-para-piura-los-bosques-de-neblina-y-paramos-de-samanga&catid=8&Itemid=113

Sistema Regional de Conservación - Moquegua

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Se impulsa la creación de una nueva modalidad de conservación en Moquegua: el Área de Conservación Ambiental “Cerro Blanco”

suma que el 71.6% del área se encuentra concesionada por actividades mineras.

Esta situación, que en un principio pudo ser desalentadora, viene siendo abordada como una oportunidad por la región. Sin embargo, el proceso es largo e incluye un fuerte trabajo de incidencia y socialización con los distintos actores clave que tienen derechos sobre el territorio (comunidades campesinas, empresas mineras, etc.). Producto de ello, se generan acuerdos y compromisos encaminados a viabilizar el establecimiento de alguna modalidad de conservación.

Después de un año de socialización se ha logrado reunir a todos los actores claves de la propuesta del ACA Cerro Blanco, y en febrero último, se conformó la Comisión Ejecutiva del Comité Impulsor del Área de Conservación Ambiental (ACA) de Cerro Blanco, que será presidida por Óscar Miguel Camargo Mamani, alcalde de la Municipalidad Distrital de Puquina. Las Áreas de Conservación Ambiental (ACA) son territorios del ámbito de la municipalidad provincial, con características naturales y una relación con el patrimonio histórico cultural de la provincia que confirman su importancia para el desarrollo local sostenible y el bienestar de la población. Por ello, son conservadas o usadas de manera sostenible mediante un estatus legal especial, sea temporal o permanente, de manera participativa, en concordancia con el plan de ordenamiento territorial de la provincia.

Es decir, las poblaciones locales de Cerro Blanco tendrán la potestad y la oportunidad de cogestionar el territorio en favor de la conservación.

Para ello, se ha elaborado un análisis de proyectos productivos que tienen potencialidad para desarrollarse en la zona, no solo para maximizar los beneficios de la conservación sino, también, como una forma de abordar la sostenibilidad.

Entre los proyectos productivos se encuentra el manejo en la crianza, reproducción y potencial valor de la fibra de guanaco, el manejo de plantas aromáticas y medicinales, el manejo y cultivo de “ractaña” y “mentzeria” para su potencial exportación, así como el mejoramiento, la crianza y la reproducción, desarrollando buenas prácticas de esquila y comercialización de la fibra de guanaco con valor agregado.

Esta modalidad de conservación ha sido promovida desde el Pronanp, producto de la experiencia adquirida con el establecimiento del Área de Conservación Ambiental (ACA) en el proyecto Morona Pastaza, ejecutado por Profonanpe.

Como se recuerda, en el año 2013 la Municipalidad Provincial Datem del Marañón aprueba la creación de dos áreas de conservación ambiental, el ACA Humedales Bajo Marañón – Pastaza (194,937 ha.), cuyo objeto de conservación son los aguajales, y el ACA Bajo Morona (133,618 ha.), destinada a conservar, entre otros recursos, el ecotono. Estas dos ACA incluyen a 36 comunidades de los pueblos indígenas quechua, awajun, wampis, kandosi, shawi, cocama cocamilla y shiwilo.

Los pobladores indígenas vieron la oportunidad de mejorar el aprovechamiento de los recursos naturales mediante técnicas de manejo que, además, permitan incrementar sus ingresos económicos.

Para ello, se promovió la creación de ambas áreas y se instaló una planta para la producción de pulpa de aguaje para el aprovechamiento sostenible de los aguajales. Asimismo, se instaló una planta para la producción de aceite de aguaje y ungurahui.

Antecedentes

El Sistema Regional de Conservación de Moquegua, en el marco del proyecto Pronanp, viene impulsando la creación de nuevas modalidades de conservación en la región. Una de ellas es el Área de Conservación Ambiental (ACA) Cerro Blanco, ubicada en la zona altoandina de Moquegua, en los distritos de Puquina, La Capilla, Coalaque y Omate, de la provincia General Sánchez Cerro.

El área propuesta forma parte del corredor sur que une a las regiones de Moquegua y Arequipa, generando conectividad entre los ecosistemas altoandinos, como los bosques de Qeñoa y los matorrales. Su ecosistema asegura servicios ambientales como provisión de agua, belleza paisajística y escénica, y protección de suelos. Posee también un sistema ecológico importante que no se encuentra protegido dentro de la cobertura del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SINANPE), que es el matorral altimontano de la puna xerofítica noroccidental.

Se trata de un área que es hábitat de especies representativas como el guanaco y el lloque –que se encuentran en situación de peligro– y de especies amenazadas como la vicuña y el puma, además de otras vulnerables como la taruca. A ello se

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Promoviendo la Gestión Integrada de la Conservación

Comunidades buscan conservar bosques de neblina y páramos en Piura

Sistema Regional de Conservación -Piura

Los gobiernos locales del Alto Piura y las asociaciones de agricultores de toda la cuenca trabajan conjuntamente para conservar el agua de los páramos y los bosques de neblina en Piura, pues la deforestación y la quema de pastizales están dañando seriamente el ecosistema y afectando el acceso al agua, la flora y fauna, así como la supervivencia del tapir andino del Perú.

"Desde el 2003 se inició el cambio. Se está dando un manejo adecuado a la conservación del páramo", señaló Gregorio Cruz Neira, funcionario municipal de Pacaipampa. Subrayó, en ese sentido, que es importante implementar proyectos y programas para fortalecer la gestión de la conservación de las cuencas y montañas. Remarcó que es necesario establecer áreas protegidas y aplicar proyectos sostenibles de conservación.

Según los propios testimonios de los pobladores, la gestión del área está prosperando gracias al trabajo de capacitación y sensibilización, desarrollado por los municipios locales, las organizaciones de cooperación y los líderes comuneros.

"Nosotros hemos descubierto que el agua viene del páramo y, por lo tanto, es un sistema muy importante y lo estamos conservando", comentó Flavio Ruiz Cruz, poblador del caserío de Totora.

Los ambientalistas recordaron que el problema se originó cuando los agricultores y ganaderos empezaron a ampliar sus terrenos de cosecha, talando y quemando los árboles, con el objetivo de expandir sus terrenos. Los expertos anotaron que ello trajo como consecuencia la escasez de agua e incluso un cambio de clima en muchos lugares.

Nelson Abad Gonza, poblador del lugar, apuntó que la comunidad está tomando conciencia de este mal, pues han observado que el agua ha disminuido y han desaparecido amplios páramos.

Piura es una de las regiones agrícolas más importantes del país porque en sus páramos crecen una variedad de plantas y frutos que son usados en la culinaria nacional y son exportados a diversas partes del mundo. Los cultivos prosperan en ese desierto árido debido a la irrigación de torrentes de agua, que se originan con la precipitación de las neblinas.

El Área de Conservación Privada (ACP) Bosques de Neblina y Páramos de Samanga, de la Comunidad Campesina de Samanga, provincia de Ayabaca, tiene una extensión de 2,888.03 hectáreas, que corresponde al 22.69% del total del área de la Comunidad Campesina de Samanga. Dicha ACP fue reconocida en abril de 2013, gracias al soporte del proyecto Pronanp con el objetivo conservar el ecosistema, páramos y bosques de neblina, así como la alta biodiversidad que estos albergan, tomando en cuenta que este ecosistema solo se encuentra en la parte norte del Perú, entre Cajamarca y Piura.

En la actualidad, el Gobierno Regional de Piura cuenta con un Sistema Regional de Conservación establecido, así como con 22 sitios prioritarios para la conservación de la diversidad biológica ya identificados.

Para más información del área, puede revisar el siguiente enlace:

http://www.profonanpe.org.pe/pronanp/index.php?option=com_content&view=article&id=45:se-reconocio-una-nueva-acp-para-piura-los-bosques-de-neblina-y-paramos-de-samanga&catid=8&Itemid=113

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