Boletin 178
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Enero-Marzo 2010 178Bolet n nmero
Editorial 3
Colaboracin 4Nuevos caminos para su propio desarrollo
Entrevista 6Paul Tezanou
La voz del lector 8
Especial Snodo para frica 2009 9
Intervencin de Myriam G Abrisqueta 12Trabajando junto al pueblo africano
Ecos del Sur 14Nicolas Djomo
A fondo - Informe 15Contra el hambre, defiende la Tierra
Noticias de Manos Unidas 23
En Primera Persona 27Sonsoles Fernndez Iriondo
Nuestros proyectos 28Programa Integral de Prevencin y Atencin en IndiaContra el Sida, la educacin
Manos Jvenes 32
Colaboradores y amigos 33
Nuestros materiales 34
Presidenta de Manos Unidas:Myriam Garca Abrisqueta
Consejo de Redaccin:Rafael SerranoMercedes GordonPilar CaicoyaConcha InfanteMarco GordilloM Eugenia DazMarisa ElosuaBeln GarriguesJuan Souto
Redactores:Javier FernndezPilar Seidel
Colaboran en este nmero:Marta CarreoBernd NillesNicols DjomoJavier Garca SnchezSonsoles Fernndez IriondoSilvina CalvoMercedes Pieirofrica Marcitllac
Diseo e Impresin:Artegraf, S.A.Sebastin Gmez, 5. 28026 Madrid
Maquetacin:Javier Mrmol
ISSN: 0214-5979Depsito Legal: M. 13.446-1967
Servicios Centrales
Barquillo, 38 - 3. 28004 MadridTel.: 91 308 20 20. Fax: 91 308 42 08
28 / Los proyectos de desarrollo quemostramos en esta ocasin nos acercan ala realidad de la lucha contra el sida enIndia y a la cra de ganado como mtodopara escolarizar a la infancia en Hait.
Cartel ganador del Concurso de Carteles de Manos Unidas 2009
Autor: Javier Garca Snchez
4 / El secretario general deCIDSE, Bernd Nilles, colaboraen este nmero con un anlisispormenorizado de la CampaaDesarrollo y Justicia Climticayde los fenmenos climticos enlos que se sustenta.
9 / En este nmero dedicamos varias pginas al especial Snodo para frica,que tuvo lugar en el Vaticano el pasado mes de octubre, y al que acudi como auditora la presidenta de Manos Unidas,Myriam Garca Abrisqueta.
S U M A R I O
6 / Entrevistamos a Paul Tezanou, Presidente de laUnin Africana de Ciegos, que viaj a Espaa para dar testimonio de la ayuda que reciben de Manos Unidas y de la situacin de los ciegos en elcontinente africano.
Las opiniones de los colaboradores de nuestro boletn no expresan necesariamente el pensamiento de Manos Unidas.
Publicacin realizada en PAPEL ECOLGICOLibre de Cloro
Por el derecho a la alimentacin y la justicia climtica
El escndalo de las desigualdades y, de modo particular, el aumento del nmero de personas que mueren dehambre, golpea la conciencia de las personas de bien y de todos los que trabajan por la justicia. Despus de una d-cada de la firma de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el balance no es alentador. El primer objetivo, erradicar lapobreza extrema y el hambre, cuyo cumplimiento depende en gran medida del cumplimiento de los dems objetivos,no slo est muy lejos de la meta propuesta sino que hemos retrocedido y perdido niveles ya alcanzados.
Las cuestiones del cambio climtico son una muestra del desorden y el egosmo que dominan las relacionesentre los pueblos. Cientficos, polticos, economistas, organizaciones ambientalistas y periodistas, entre otros, estnenzarzados en la discusin sobre las verdades y las mentiras del cambio climtico y han contagiado a la poblacin deescepticismo, en unos casos, y de radicalismo ecologista en otros. En este escenario, existe el peligro de ocultar elverdadero problema humano del clima. No podemos esperar que unos y otros se pongan de acuerdo, tampoco para-lizarnos en el indiferentismo.
Es una evidencia de nuestra propia experiencia que el clima global y los climas regionales presentan signos ex-traos y no previsibles. Son fenmenos cclicos y, por tanto, naturales o hay algo ms? Ciertamente, los climas pre-sentan variaciones por motivos naturales; pero lo ms preocupante y que crea ms inseguridad es que han aumentadolos factores humanos que provocan los cambios climticos. El hambre existe, con o sin cambio climtico; pero las va-riaciones estructurales del clima afectarn ms a la poblacin de los pases pobres que a la de los pases ricos. El ali-mento y la vida de las personas ms dbiles no pueden esperar. Hay que establecer polticas y acciones prioritariasguiadas por la justicia y el bien comn si queremos articular el desarrollo de las personas y de los pueblos.
En este contexto, tenemos que referirnos a frica como el continente ms a la intemperie. El Snodo de losobispos africanos, celebrado el pasado mes de octubre, ha puesto sobre la mesa su dramtica realidad. frica -diceel Mensaje final- es rica en recursos humanos y naturales, pero muchos en nuestro pueblo se debaten en medio dela pobreza y la miseria, de guerras y conflictos, entre crisis y caos. Muy raramente todo esto es causado por desas-tres naturales. Se debe, ms bien y en gran medida, a decisiones y acciones humanas de personas que no tienen nin-guna consideracin por el bien comn, y esto, con frecuencia, debido a la trgica complicidad y conspiracin criminalentre responsables locales e intereses extranjeros. Y denuncian: Las compaas multinacionales tienen que detenerla devastacin criminal del ambiente para su codiciosa explotacin de los recursos naturales. Es posible que nadiesea capaz de interrumpir, y quiera hacerlo, estos crmenes contra la humanidad?
Para superar el drama del hambre y de la inseguridad alimentaria, Benedicto XVI, en su ltima encclica Cari-tas in veritate, propone que hay que recorrer un camino de largo plazo, eliminando las causas estructurales que loprovocan y promoviendo el desarrollo agrcola de los pases ms pobres mediante inversiones en infraestructuras ru-rales, sistemas de riego, transportes, organizacin de los mercados, formacin y difusin de tcnicas agrcolas apro-piadas, capaces de utilizar del mejor modo los recursos humanos, naturales y socio-econmicos, que se puedanobtener preferiblemente en el propio lugar, para asegurar as tambin su sostenibilidad a largo plazo. Todo eso ha dellevarse a cabo implicando a las comunidades locales en las opciones y decisiones referentes a la tierra de cultivo (n. 27).
Siendo conscientes de la gravedad de estos problemas y de las consecuencias dainas para la salud de nues-tro planeta, la vida de las personas ms vulnerables y el derecho al desarrollo sostenible de los pueblos, hay que bus-car campos comunes para el mutuo acuerdo y la cooperacin. Haga cada uno lo que est en su mano. Manos Unidasest en accin y en campaa para que muchos otros se sumen al desafo del derecho a la alimentacin y la justiciaclimtica.
E D I T O R I A L
3
Bernd Nilles
Secretario General de CIDSE (Cooperacin Internacional para el Desarrollo y la Solidaridad),
red de ONG catlicas de la que Manos Unidas es miembro. Con anterioridad desempe
los cargos de subdirector del Servicio de Polticas de desarrollo y de Desarrollo Sostenible
en Alemania, y de responsable de Polticas para el Desarrollo en MISEREOR, organizacin
para el desarrollo de la Iglesia Catlica en Alemania, su pas natal. Adems, ha sido
consultor e investigador en el Instituto para el Desarrollo y la Paz y para organizaciones
colombianas dedicadas, principalmente, al estudio de los Derechos Humanos, as como
en universidades alemanas.
Mujer recogiendo tomates en una plantacin ecolgica de Malawi.
C O L A B O R A C I N
4
CID
SE
CIDSE/CORDAID
Nuevos caminos para suPROPIO DESARROLLO
C O L A B O R A C I N
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En diciembre de 2008 CIDSE y Caritas Internacional, quejuntas forman la mayor alianza de organizaciones de desa-rrollo en el mundo que trabajan el tema del cambio clim-tico, lanzaron una campaa conjunta por la justicia climtica en elproceso preparatorio de la Conferencia sobre Cambio Climtico deCopenhague.
Las Organizaciones Miembro de CIDSE, entre las que se en-cuentra Manos Unidas, que han estado trabajando durante muchosaos con las comunidades de los pases en desarrollo sobre los im-pactos del cambio climtico, pronto se dieron cuenta de que, conla aceleracin de este fenmeno, y el empeoramiento de los impac-tos anuales sobre las comunidades, tena que hacerse mucho mspara detener este fenmeno producido por el hombre y para apo-yar a las personas que viven en esos pases para que se adapten alos cambios que estn experimentando y mejoren su capacidad pa-ra reducir la pobreza y mejorar la vida de sus comunidades.
Como bien saben, la comunidad internacional ha estado nego-ciando en Copenhague el ltimo y gran intento de abordar el ca-lentamiento global dentro de la Convencin Marco de NacionesUnidas para el Cambio Climtico. Como red de agencias catlicasde desarrollo creemos que el cambio climtico es mucho ms queuna cuestin ambiental; es, en primer y ms importante lugar, unacuestin de desarrollo y justicia. Las personas de los pases en de-sarrollo estn siendo las primeras afectadas, y de forma ms pro-funda por los efectos del cambio climtico, a pesar de ser ellas lasque menos han hecho para causarlo.
Un problema de justiciaEl incremento en frecuencia e intensidad de los desastres na-
turales sufridos por esas comunidades ha ido creciendo al mismotiempo que lo hacan los Gases de Efecto Invernadero (GEI) en laatmsfera como consecuencia del crecimiento basado en com-bustibles fsiles de los pases ricos e industrializados, crecimientodel cual ellos no se han beneficiado y que coarta sus propias posi-bilidades de desarrollo y crecimiento. El cambio climtico est eli-minando los progresos en la reduccin de la pobreza encaminadosa alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio y los cientficosnos dicen que ahora estamos alcanzando un punto de inflexin,ms all del cual el cambio de clima se convertir en una espirals