Bloqueador Rmano Dils

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Páginas técnicas - Escuela Española de Espeleología J• el Hablemos de bloqueadores de mano LOS SUSTOS QUE NOS DAN ALGUNOS BLOQUEADORES DE MANO••• R ecientemente ha ocurrido un incidente en Francia que ha suscitado un importante -y qui- exagerado- debate técnico en los foros espeleológicos de todo el mundo, llegando incluso a dar lugar a un comunicado oficial de la casa PETZL. El mencionado incidente ocu- rrió mientras un espeleólogo remontaba un pozo en escalada utilizando, como seguro y ayuda para izarse, un bloqueador de mano PETZL Ascension anclado al cabo largo, dado que el piso era resbaladizo. En un momento dado el aparato dejó de bloquear, pro- vocando una caída del espeleólo- go -que aterrizó de espaldas sobre la base del pozo- de un total de 7 m: el bloqueador se había deslizado hasta el final de la cuerda sin llegar a detenerle. Afortunadamente, todo quedó en un sobresalto sin consecuencias graves más allá de alguna magu- lladura!. Aunque este desafortunado suceso ha hecho correr rios de bytes, no se trata en absoluto de la primera vez que un aparente fallo de ciertos modelos de blo- queadores de mano de la casa PETZL genera semejante contro- versia. Por citar solamente un ejemplo, ya en 2004 un simple susto provocado por el desliza- miento de un Ascension, que bajó bruscamente hasta el bloqueador ventral del espeleólogo mientras éste estaba ascendiendo por una pared inclinada, causó no poca alarma entre algunos espeleólo- gos estadounidenses, que llega- ron incluso a reclamar responsa- bilidades al fabricante'. Pero, ¿en qué consíste el pro- blema en realidad? ¿Es que un bloqueador fijado en la cuerda puede de repente empezar a des- lizar y provocar nuestra caída? No, nada de eso. Se trata en rea- lidad del resultado combinado de un uso poco cuidadoso del mate- rial de ascensión, sin prestar atención al ángulo que forma el bloqueador con la cuerda, con la utilización de alguno de los pri- meros modelos «ergonómicos» de los bloqueadores PETZL Ascension (Bl7) y Bosic (B18)'. El problema surgió en julio de 1997, cuando PETZL decidió cambiar, además de la empuñadura y otros deta- lles, el gatillo de sus bloqueado- res, que pasó de ser de acero a estar fabricado en policarbonato, con el propósito de hacerlos más ergonómicos y facilitar la extrac- ción del aparato de la cuerda. En estos primitivos modelos el grado de apertura de la leva dentada del bloqueador era tal que, con ángulos forzados, dejaba de blo- quear y deslizaba hacia abajo por la cuerda [Foto 1]4. El problema fue solucionado ya en 1999, al modificarse el gatillo para limitar la apertura de la leva [Foto 2]. Está claro que el problema no era para tanto. Sobresaltos de este tipo nos ocurrieron a todos en algún momento con aquellos primeros modelos de gatillo de poli carbonato, acostumbrados como veníamos a los aparatos anteriores con gatillo metálico, que se agarraban a la cuerda como una lapa casi en cualquier posición. Como bien apunta el comunicado oficíal de PETZL', los bloqueadores Ascension y Bosic están diseñados para funcionar en una dirección paralela a la cuerda. Si reciben la carga en un ángulo pronunciado, no se puede garantizar que la leva muerda bien la cuerda, y puede ocurrir un deslizamiento involuntarío. Evi- dentemente, este efecto es mayor con los modelos citados, pero el riesgo existe -aunque atenuado- con los actuales. Además, hay que insistir en que el desliza- miento se produce en un momen- to en el que el bloqueador no está en carga. Es decir, no se tra- ta de que el bloqueador esté car- gando nuestro peso y, de repen- te, falle, sino de que desliza cuando se encuentra en movi- miento -normalmente ascenden- te o hacia adelante- e intentamos cargar nuestro peso, míentras la cuerda está en tensión -por ejemplo, porque con la otra mano la estamos agarrando, o porque debajo está el bloqueador ven- tral- y con un ángulo forzado. Este efecto se acentúa todavía más con el uso, y consiguiente desgaste, de los dientes de la parte superior de la leva. Se pue- de añadir que es una situación parecida a la que se puede dar con el bloqueador ventral cuando nos colgamos en un péndulo muy acusado, si no tenemos la pre- caución de pasar la pierna por encima de la comba de la cuerda. PEQUEÑOS CONSEJOS PARA PREVENIR GRANDES SUSTOS P asando ya a una visión más general del tema, hay que ser conscientes de que en muchas ocasiones no se usan correcta- mente los bloqueadores de mano, sea cual sea la marca y modelo en cuestión. Para una práctica es pe- leológica más eficiente y segura, no se puede olvidar prestar aten- ción a las siguientes considera- ciones: Vigilar el estado general del bloqueador y, especialmente, de los dientes de la leva. Todos hemos presenciado alguna vez -o sufrido en nuestras propias car- nes- problemas causados por uti- lizar material de progresión des- gastado; y no solamente se trata ya de bloqueadores de mano, sino incluso de bloqueadores ventra- les. La solución es fácil: cambiar el material. El material desgasta- do hay que dejarlo para la basura o el «museo» personal. Puedo deciros que hace unos meses tuve que recurrir a maniobras de auto- socorro para sacar a un compañe- ro -muy experimentado, por otra parte- de un apuro producido por el deslizamiento de un bloquea- dor ventral en carga -si, en car- ga- sobre una cuerda muy rígida y embarrada. La causa: muy senci- llo, se trataba de un modelo anti- guo, que aparte de tener los dien- tes muy gastados, era anterior a la invención de las tan socorridas acanaladuras de evacuación para el barro en la leva ... Extremar las precauciones en cuerdas muy embarradas o hela- das. Para los que usamos un Bosic como bloqueador de mano, hay que poner cuidado al remontar rampas utilizándolos como úni- co bloqueador de ayuda y seguro -cuando la pendiente sea tal que podamos prescindir del bloquea- dor ventral, claro-, ya que inad- vertidamente se puede introdu- cir el dedo en el gatillo o la leva, haciendo que no bloquee. Lógicamente, esto también pue- de ocurrir con un bloqueador de mano con empuñadura -tipo 42 SUBTERRÁNEA 25

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J • el

Hablemos debloqueadores de mano

LOS SUSTOS QUE NOS DANALGUNOS BLOQUEADORES

DE MANO•••

Recientemente ha ocurrido unincidente en Francia que ha

suscitado un importante -y qui­zá exagerado- debate técnico enlos foros espeleológicos de todoel mundo, llegando incluso a darlugar a un comunicado oficial dela casa PETZL.

El mencionado incidente ocu­rrió mientras un espeleólogo

remontaba un pozo en escaladautilizando, como seguro y ayudapara izarse, un bloqueador demano PETZL Ascension anclado alcabo largo, dado que el piso eraresbaladizo. En un momento dadoel aparato dejó de bloquear, pro­vocando una caída del espeleólo­go -que aterrizó de espaldassobre la base del pozo- de untotal de 7 m: el bloqueador sehabía deslizado hasta el final dela cuerda sin llegar a detenerle.Afortunadamente, todo quedó enun sobresalto sin consecuenciasgraves más allá de alguna magu­lladura!.

Aunque este desafortunadosuceso ha hecho correr rios debytes, no se trata en absoluto dela primera vez que un aparentefallo de ciertos modelos de blo­queadores de mano de la casaPETZL genera semejante contro­versia. Por citar solamente unejemplo, ya en 2004 un simplesusto provocado por el desliza­miento de un Ascension, que bajóbruscamente hasta el bloqueadorventral del espeleólogo mientraséste estaba ascendiendo por unapared inclinada, causó no pocaalarma entre algunos espeleólo­gos estadounidenses, que llega­ron incluso a reclamar responsa­bilidades al fabricante'.

Pero, ¿en qué consíste el pro­blema en realidad? ¿Es que unbloqueador fijado en la cuerdapuede de repente empezar a des­lizar y provocar nuestra caída?No, nada de eso. Se trata en rea­lidad del resultado combinado deun uso poco cuidadoso del mate­rial de ascensión, sin prestaratención al ángulo que forma elbloqueador con la cuerda, con lautilización de alguno de los pri­meros modelos «ergonómicos» delos bloqueadores PETZL Ascension(Bl7) y Bosic (B18)'. El problemasurgió en julio de 1997, cuandoPETZL decidió cambiar, ademásde la empuñadura y otros deta­lles, el gatillo de sus bloqueado­res, que pasó de ser de acero aestar fabricado en policarbonato,con el propósito de hacerlos másergonómicos y facilitar la extrac­ción del aparato de la cuerda. En

estos primitivos modelos el gradode apertura de la leva dentadadel bloqueador era tal que, conángulos forzados, dejaba de blo­quear y deslizaba hacia abajo porla cuerda [Foto 1]4. El problemafue solucionado ya en 1999, almodificarse el gatillo para limitarla apertura de la leva [Foto 2].

Está claro que el problema noera para tanto. Sobresaltos deeste tipo nos ocurrieron a todosen algún momento con aquellosprimeros modelos de gatillo depolicarbonato, acostumbradoscomo veníamos a los aparatosanteriores con gatillo metálico,que se agarraban a la cuerdacomo una lapa casi en cualquierposición. Como bien apunta elcomunicado oficíal de PETZL', losbloqueadores Ascension y Bosicestán diseñados para funcionaren una dirección paralela a lacuerda. Si reciben la carga en unángulo pronunciado, no se puedegarantizar que la leva muerdabien la cuerda, y puede ocurrir undeslizamiento involuntarío. Evi­dentemente, este efecto es mayorcon los modelos citados, pero elriesgo existe -aunque atenuado­con los actuales. Además, hayque insistir en que el desliza­miento se produce en un momen­to en el que el bloqueador noestá en carga. Es decir, no se tra­ta de que el bloqueador esté car­gando nuestro peso y, de repen­te, falle, sino de que deslizacuando se encuentra en movi­miento -normalmente ascenden­te o hacia adelante- e intentamoscargar nuestro peso, míentras lacuerda está en tensión -porejemplo, porque con la otra manola estamos agarrando, o porquedebajo está el bloqueador ven­tral- y con un ángulo forzado.Este efecto se acentúa todavíamás con el uso, y consiguientedesgaste, de los dientes de laparte superior de la leva. Se pue­de añadir que es una situaciónparecida a la que se puede darcon el bloqueador ventral cuandonos colgamos en un péndulo muyacusado, si no tenemos la pre­caución de pasar la pierna porencima de la comba de la cuerda.

PEQUEÑOS CONSEJOS PARAPREVENIR GRANDES SUSTOS

Pasando ya a una visión másgeneral del tema, hay que ser

conscientes de que en muchasocasiones no se usan correcta­mente los bloqueadores de mano,sea cual sea la marca y modelo encuestión. Para una práctica espe­leológica más eficiente y segura,no se puede olvidar prestar aten­ción a las siguientes considera­ciones:• Vigilar el estado general delbloqueador y, especialmente, delos dientes de la leva. Todoshemos presenciado alguna vez -osufrido en nuestras propias car­nes- problemas causados por uti­lizar material de progresión des­gastado; y no solamente se trataya de bloqueadores de mano, sinoincluso de bloqueadores ventra­les. La solución es fácil: cambiarel material. El material desgasta­do hay que dejarlo para la basurao el «museo» personal. Puedodeciros que hace unos meses tuveque recurrir a maniobras de auto­socorro para sacar a un compañe­ro -muy experimentado, por otraparte- de un apuro producido porel deslizamiento de un bloquea­dor ventral en carga -si, en car­ga- sobre una cuerda muy rígida yembarrada. La causa: muy senci­llo, se trataba de un modelo anti­guo, que aparte de tener los dien­tes muy gastados, era anterior ala invención de las tan socorridasacanaladuras de evacuación parael barro en la leva ...• Extremar las precauciones encuerdas muy embarradas o hela­das.• Para los que usamos un Bosiccomo bloqueador de mano, hayque poner cuidado al remontarrampas utilizándolos como úni­co bloqueador de ayuda y seguro-cuando la pendiente sea tal quepodamos prescindir del bloquea­dor ventral, claro-, ya que inad­vertidamente se puede introdu­cir el dedo en el gatillo o laleva, haciendo que no bloquee.Lógicamente, esto también pue­de ocurrir con un bloqueador demano con empuñadura -tipo

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Ascension, pero normalmenteéstos se utilizan asidos a ésta.• Por supuesto, hay que tenerun cuidado especial con cuerdastensas, tirolinas o pasamanos,como veremos a continuación.

Es más frecuente de lo queseria deseable ver cómo algunosespeleólogos se anclan a pasa­manos inclinados utilizandodirectamente su bloqueador demano, muchas veces sin rease­gurarse con un cabo de anclaje.En caso de caída, sobre todo concuerdas finas y especialmenteen el caso del Ascension, con elque el brazo de palanca esmayor, podría causarse daños alaparato y la cuerda, o incluso

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llegar a arrancarse el bloqueadorde ésta [Foto 3].

Para utilizar un bloqueador demano como autoseguro al remon­tar una rampa, o progresar por unpasamano inclinado, o subiendopor una escala 6, la posición másrecomendable es, sin duda,anclando el cabo de anclaje enlos orificios superiores del mis­mo. En esta posición, tenemoslibres las dos manos para progre­sar, sin tener que prestar excesivaatención al bloqueador. Esta con­figuración también es muy inte­resante a la hora de instalar unpasamano, para asegurar unacorrecta tensión de la cuerdaentre anclajes [Foto 4]. En el

caso de los pasamano y tirolinas,también existe la posibilidad depasar la cuerda por el interior delmosquetón del cabo de anclajeque nos mantiene unidos al blo­queador [Foto 5].

APOSTANDO POR EL BA5IC

Amodo de conclusión, unapequeña sugerencia. Aunque

su uso está cada vez extendidoen espeleología -especialmenteen las exploraciones «de punta»­, y esto no constituya ningunanovedad entre los espeleólogosmás exigentes, me gustaría rom­per una lanza por el uso del Basiccomo bloqueador de mano «paratodos los públicos». ¿Qué venta­jas nos aporta? Por ejemplo, lassiguientes:• Para empezar, el volumen.Esto se nota especialmente encavidades estrechas, en las queabunden los meandros y pasosangostos. No es nada agradablela sensación que se experimentaal incrustarse la empuñadura deun Ascension en el píloro enmitad de un meandro...• El peso: se trata de 136 grfrente a los 196 gr que pesa unAscension, aunque esos 60 grque median entre ambos no seamás que el peso de, por ejem­plo, dos placas acodadas.• Algo más interesante. El8asicpermite una extensión mayor a lahora del ascenso. Es decir,inconscientemente, elevamos·más el bloqueador ventral a labusca del bloqueador de manocuando usamos un 8asic, ya queno nos encontramos por mediouna empuñadura, como ocurrecon el Ascension, lo que repercuteen una mayor economía deesfuerzo a la subida. Lógicamen­te, para el que no esté habituado,el no agarrarse a la empuñaduraserá una dificultad añadida, peroa todo se acostumbra uno.• Sí tenemos que recurrir anuestro bloqueador de manopara hacer una instalación desocorro o seguro, por ejemplopara montar un polifreno, un8asic siempre será más cómodoy menos aparatoso -aunque, porsupuesto, un Ascension tambiénnos servirá para este propósito-o• Y, ya que empezamos hablan­do de los ángulos forzados y susdevastadores efectos en el usode bloqueadores, no hay queolvidar que con el 8asic, al notener una empuñadura que actúecomo involuntario brazo depalanca, estos problemas se venmuy atenuados, ya que utilizare­mos el aparato asidos por arriba.

Bibliografía

CRYSTAL, B. Lije 5afety Inci­dent: Petzl Ascenders DesignFlaw Releases It From Rape.Normal Action of C1imbing theRape Releases 5afety Latch[en línea]. 2004 [ref. de 15de mayo de 2006]. Disponibleen Web:www.expeditioncave.comjsrtjpetzVfailurej.

FULCRAND, Serge. Des précau­tions a prendre avec certainsmodeles de Poignées et 8asicsPETIL [en línea]. 2006 [ref.de 15 de mayo de 2006]. Dís­ponible en Web:www.ecole-francaise-de-spele­ologie.comjtempjglissement­basic.pdf·

MARBARCH, Georges y TOURTE,Bernard. Técnicas de la espeleo­logía alpina. Madrid, 2003.

PETZL. A5CEN5IDN j 8A5IC 817j 818. Risque de non blocagedu bloqueur en progressionauto-assurée lorsque vous utili­sez un seul bloqueur en bout delonge [en línea]. 2006 [ref. de15 de mayo de 2006]. Dísponi­ble en Web:www.fr.petzl.comjpetzV5port­News?News=142

-existe versión en inglés enwww.en.petzl.comjpetzV5portNews?News=142.

Autor:Sergio Garcia-Dils de la VegaCoordinador Departamentode Formación Técnicay Material de la [email protected]

Organización:Escuela Españolade Espeleología

NOTAS

1 Para los amantes de los datos, hay queseñalar que el incidente sucedió ellOde marzo de 2006 en la Grotte desColles. Vid. FULCRAND 2006.

2 En este caso, el suceso tuvo lugar el 27de marzo de 2004, en el transcurso deunas prácticas en pared cerca de la «R»Cave, en California. Vid. CRYSTAL 2004.

3 Se trata concretamente, en el caso del«puño» derecho B17R, de aquellos connúmero de serie 97206 a 99109; en elcaso del izquierdo Bl7L, los códigos97253 a 99091; y en los 8asic B18, losnúmeros 97308 a 99112. Vid. PETZL 2006.

4 El bloqueador que aparece en la imagentiene el número de serie 97296.

5 PETZL 2006.

6 Para más información, vid. MARBACH yTOURTE 2003: 210-213; Fig. 203-210.

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