Blood Academy 1. Renacer

Blood Academy 1. Renacer

“Estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida.”

Arthur Schnitzler

Lea Green1


Índice

Agradecimientos………………………………………………………………….. Página 3Sinopsis………………………………………………………………………………… Página 4Prólogo…………………………………………………………………………………. Página 5Capitulo 1…………………………………………………………………………….. Página 10Capitulo 2…………………………………………………………………………….. Página 20Capitulo 3…………………………………………………………………………….. Página 28Capitulo 4…………………………………………………………………………….. Página 35Capitulo 5…………………………………………………………………………….. Página 40Capitulo 6…………………………………………………………………………….. Página 45Capitulo 7…………………………………………………………………………….. Página 48Capitulo 8…………………………………………………………………………….. Página 54Capitulo 9…………………………………………………………………………….. Página 59Capitulo 10…………………………………………………………………………… Página 63Capitulo 11…………………………………………………………………………… Página 70Capitulo 12…………………………………………………………………………… Página 76Capitulo 13…………………………………………………………………………… Página 82Capitulo 14…………………………………………………………………………… Página 87Capitulo 15…………………………………………………………………………… Página 93Capitulo 16…………………………………………………………………………… Página 99Capitulo 17………………………………………………………………………….. Página 103Capítulo 18………………………………………………………………………….. Página 108

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Blood Academy 1. RenacerCapitulo 19………………………………………………………………………….. Página 114Capítulo 20………………………………………………………………………….. Página 118Capitulo 21………………………………………………………………………….. Página 123Capitulo 22………………………………………………………………………….. Página 128Capitulo 23………………………………………………………………………….. Página 133Capitulo 24………………………………………………………………………….. Página 137Capitulo 25………………………………………………………………………….. Página 141Capitulo 26………………………………………………………………………….. Página 148Epílogo…….…………………………………………………………………………… Página 153Nota de la autora………………………………………………………………… Página 158

Agradecimientos

Quiero dar las gracias a todas las personas que me siguieron capitulo a capitulo desde que empecé con esta historia hace casi un año.

En particular a dos, que aun cuando tuve que abandonar la historia por un tiempo, estuvieron apoyándome a mi regreso. Citu y Marazel, gracias a ambas por cada uno de vuestros comentarios, con ellos hacéis que para mi merezca la pena seguir escribiendo.

También quiero agradecer a Alys, que me ayudo a elegir los nombres de los personajes. ¡Muchas gracias Alys! ¡Eres una gran amiga!

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Blood Academy 1. RenacerY por ultimo quiero dedicar esta historia a todas aquellas personas que han ido incorporándose a ella y me han apoyado con sus comentarios.

Como no quiero dejarme a nadie no os voy a nombrar. Vosotras/os ya sabéis quienes sois.

¡MUCHAS GRACIAS A TODOS!

ATT: Lea Green

Sinopsis

La familia Dainelli ha liderado por siglos a la raza vampírica, luchando y protegiendo a su raza de las amenazas de otras razas de seres sobrenaturales, pero su mayor logro, ha sido conseguir que la humanidad los acepte entre ellos.

Los EatBores, una maligna raza que se alimenta de almas de cualquier especie, no pueden soportar la creciente popularidad de sus peores enemigos, así que deciden secuestrar a la pequeña princesa vampírica de tres años, Sira Dainelli, y mantenerla cautiva, para hacer ver a todo el mundo, que los Vampiros no son tan indestructibles como parecen.

Catorce años después, consiguen rescatar a una Sira, que ahora tiene 17 años, se ha convertido en una persona con problemas de

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Blood Academy 1. Renaceradaptación social a raíz de los maltratos psicológicos que ha sufrido a manos de los EatBores durante su cautiverio.

Sus padres, angustiados por la actitud de su adorada hija, toman la decisión de enviarla a "Blood Academy", donde estudia su hijo mayor, Alexei, para que aprenda a relacionarse con gente de su edad.

Allí, Sira tendrá que adaptarse a su nueva vida, a la vez que su hermano intenta reconstruir su relación con ella. Conocerá a nuevas alumnas, que se acercarán a ella, intentando entablar una amistad y la ayudaran a creer en si misma y en los demás.

Pero uno de sus grandes apoyos será Janick Borthok, un chico rebelde y duro, 2 años mayor que ella y el mejor amigo de su hermano.

Jan, tampoco ha tenido una vida color de rosa. A pesar de haber tenido una vida de lujos, siempre ha ansiado el cariño de sus padres, algo que todavía no ha logrado conseguir.

Todos tendrán que superar los obstáculos que les ha impuesto la vida, pero sin bajar la guardia, ya que sus enemigos los observan de cerca.

Prólogo

9 de Agosto de 1992, Mansión Dainelli, Los Ángeles

Alexei entró corriendo en el salón, huyendo de su padre que lo perseguía. Jugar al escondite cada mañana ya era una tradición familiar para los Dainelli.

Mientras corría vio a su madre con su enorme barriga, sentada en el sofá, y sostenía un vaso de sangre con una pajita para poder beber más cómodamente.

Recordó como se había asustado al ver como aumentaba su barriga hasta parecer un balón de baloncesto, pero después de que le explicaran que ahí dentro estaba durmiendo su hermanita, se había puesto feliz y había ido a la guardería alardeando sobre ella.

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Blood Academy 1. RenacerAlgunos niños se habían burlado de él por querer tener una hermana en vez de un hermano con el que jugar a futbol y a los videojuegos, pero a él no le importaba

Le gustaba la idea de tener una hermanita de la que cuidar. Él ya era un hombre, tenia 2 años, y era su deber de hermano mayor cuidarla y protegerla de los niños y niñas que quisieran hacerle dañó.

Pensando en eso, se sentó al lado de su madre y apoyó su pequeña cabeza en la barriga para escuchar a su hermana.

Sintió como daba una patada y se rió mientras levantaba la cara para mirar a su madre. Estaba pálida y con los muy ojos abiertos.

Su padre se acercó rápidamente a ella, con cara de preocupación.

- ¿Que pasa cariño?

- Ya llega – le respondió ella entre jadeos –

Su padre gritó al ama de llaves que llamara a una ambulancia mientras se arrodillaba junto a su esposa y hacia sonidos raros con la boca a la vez que le pedía que respirara.

Minutos más tarde, Alexei vio como empezaban a llegar hombres vestidos de blanco que levantaron a su madre para depositarla en una cama que tenía ruedas y se la llevaban en una furgoneta con sirena.

Su padre se acercó rápidamente a él.

- Vamos Alex, tenemos que ir a conocer a tu hermanita. – Le dijo mientras lo cogía en brazos y lo llevaba hasta el coche.-

Alexei iba a protestar porque era un hombre y no debían llevarlo en brazos, pero en vez de eso empezó a aplaudir, contento de saber que por fin la conocería.

Después de llegar al hospital vampírico, lo llevaron a la guardería mientras los médicos se encargaban de su madre. Pasó toda la noche esperando que lo llevaran a conocer a su hermana, pero todos le decían que todavía no había nacido.

Al día siguiente, mientras bebía de la muñeca de la enfermera de la guardería, su padre entró con una enorme sonrisa.

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Blood Academy 1. RenacerAlexei apartó sus labios manchados de sangre de la muñeca de la mujer y miró a su padre esperanzado. Este se acercó a él mientras reía, lo levantó en brazos y comenzó a girar con él.

- ¡Es la cosita más hermosa que ha nacido nunca! – le dijo mientras lo apretaba contra su pecho –

- Papá ¿Puedo verla? – le preguntó con entusiasmo –

Cort Dainelli miró a su hijo, y soltó una carcajada al ver el contraste que hacía su sonrisa, con sus pequeños colmillos y la sangre.

Miró a la enfermera, que ahora estaba alimentado a otro pequeño, e hizo un gesto de asentimiento demostrando su gratitud por cuidar de su hijo.

Después volvió a fijar su mirada en Alexei, que esperaba una respuesta.

- Vamos – le dijo mientras lo dejaba en el suelo y lo cogía de la mano – es hora de que conozcas a tu hermana.

Unos minutos después su padre se paró ante un cristal y lo levantó del suelo, para que pudiera ver lo que había al otro lado.

Vio muchos bebés, pero no hizo falta que le dijeran cual de todos era su hermana. Su mirada se posó en ella al instante. Era la niña más bonita de todas, toda sonrosadita, con sus mofletes regordetes y su pequeño cuerpecito.

No tenia pelo, pero su padre ya le había explicado que cuando naciera no lo tendría. De todos modos supo que seria rubia.

Vio como meneaba una manita mientras dormía y quiso acercarse a tocarla.

- ¿Puedo entrar? – le preguntó a su padre, sin apartar su mirada de ella –

Escuchó como su él le preguntaba a la enfermera, y mientras los escuchaba, se dio cuenta que no sabía el nombre de su hermana.

- ¿Cómo se llama?

- Sira. – Le respondió – Su nombre es Sira Dainelli.

Un momento después la enfermera abrió la puerta, permitiéndole

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Blood Academy 1. Renacerpasar. No escuchó cuando su padre le dijo que lo esperaba fuera, en lo único que podía pensar era en llegar hasta su hermana.

Cuando al fin estuvo a su lado, acercó un taburete y se acercó quedando a milímetros de ella, observándola atentamente. Entonces, como si lo hubiera sentido, abrió sus ojos de par en par y lo miró.

Alexei se quedó fascinado al verlos. Eran de un color violeta que él no había visto nunca antes.

Vio como estiraba su pequeña manita, acercándola a su cara. Contuvo el aliento al sentir como sus deditos rozaban su mejilla.

Recorrió toda su cara, acariciando su barbilla, mejillas, nariz y demás zonas que despertaron su curiosidad.

Cuando ya hubo quedado satisfecha comenzó a reír. A Alexei se le aceleró el corazón al pensar que había hecho reír a su hermanita.

Se acercó a ella y la besó en la mejilla, haciendo que ella riera todavía más fuerte.

Cuando se apartó la miró directamente a los ojos. Sira, como si supiera que iba a decirle algo importante dejó de reír y se puso todo lo seria, que podía ponerse una recién nacida.

- Te quiero mucho Sira. Y siempre te voy a cuidar - le prometió el niño mientras le besaba la frente.-

17 de Septiembre de 1995

Algunos Eatbores observaron a los pequeños Dainelli jugar en el parque más cercano a su casa.

A su alrededor solo tenían dos guardaespaldas y la niñera.

Se centraron en su objetivo. La pequeña Dainelli de 3 años, se retorcía y reía mientras su hermano le hacía cosquillas.

Se miraron los unos a los otros, poniéndose de acuerdo. Después de tanto tiempo planificándolo, por fin había llegado el momento de pasar a la acción.

*****

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Alexei notó un movimiento a su espalda y se giró para ver como cuatro hombres se lanzaban contra sus dos guardaespaldas. Estos eran fuertes, y aunque no estaban en igualdad de condiciones, pelearon contra ellos.

Su atención se desvió de la pelea al sentir a su hermana retorcerse y comenzar a llorar.

Se giró hacia donde ella tenía clavada su mirada, cargada de terror, y vio a su niñera en el suelo sangrando, mientras un hombre sentado a horcajadas sobre ella, le atravesaba el pecho con la mano, y le sacaba algo que no logró ver, para llevárselo a la boca. Más tarde se enteraría que le había robado el alma.

Él hombre levantó la vista en ese momento y miró hacia ellos. Una gota de sangre le escurría de la boca, mientras los contemplaba con los ojos más rojos y malignos que él había visto jamás.

Se levantó poniéndose protegiendo a su hermana con su cuerpo, al ver como él monstruo posaba su codiciosa mirada en ella.

Sira no dejaba de llorar. Se abrazó a él fuertemente, enterrando la cabeza en su pecho.

- Alex tengo miedo – le dijo entre sollozos –

Él niño le acarició el pelo de forma tranquilizadora, mientras la apretaba contra sí.

- No te preocupes Sira. Ya te lo dije, siempre cuidaré de ti – le prometió él, una vez más, mientras besaba la melena dorada de su hermana –

Un momento después sintió un golpe en la cabeza que lo lanzó al suelo, dejándolo en un estado de semi – inconciencia, que le permitía escuchar los sollozos y gritos de Sira, pero lo incapacitaba para cualquier movimiento.

-¡Alex!

Él gritó lastimero de su hermana fue lo último que escuchó antes de perder la consciencia.

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Cuando sus padres y los otros guardias lo encontraron inconsciente en el parque, lo único que quedaba de Sira, eran sus preciosos ojos violetas.

Capitulo 1

22 de Diciembre, Año 2009

Sira comenzó a pasear por la pequeña habitación en la que vivía desde que podía recordar. Se le habían dormido las malditas piernas por estar demasiado tiempo en la misma posición, y necesitaba que la sangre volviera a circular por ellas correctamente.

Se acerco a la pared y la golpeó con el puño. Estaba muy irritable hoy. En realidad casi siempre lo estaba, era comprensible teniendo en cuenta que hacía más de una semana que no se alimentaba.

Unas lágrimas de frustración se deslizaron por sus mejillas, mientras intentaba no pensar en el hambre que tenía.

- ¡Malditos EatBores! – exclamó mientras volvía a golpear la pared. - ¡Y maldita yo! – añadió un momento después, censurándose por ser tan débil. –

Debería estar acostumbrada a ese tipo de cosas. No era la primera vez que la dejaban un largo periodo de tiempo sin alimentar.

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Blood Academy 1. RenacerSe tensó al escuchar el chirriante ruido de una puerta al abrirse y se giró, caminando hasta el rincón más oscuro del cuartucho, agazapándose dispuesta a atacar.

Sabía que no iba a conseguir nada, no era la primera vez que los atacaba, ya lo había hecho antes sin éxito alguno, pero maldita fuera si iba a quedarse sentada esperando lo que ellos quisieran hacerle.

Frunció el ceño al escuchar como alguien golpeaba la puerta intentando abrirla, extrañada de que intentaran entrar a la fuerza. Sus captores tenían la llave, no necesitaban derribar la puerta para entrar.

Cada vez más segura de que no se trataba de ningún EatBore, se preparó para atacar a quien estuviera intentando entrar.

La puerta se abrió, entonces, y Sira sin pensárselo dos veces, embistió contra la figura que se hallaba en el umbral, haciendo que trastabillara y cayera al suelo mientras ella lo golpeaba sin cesar y mientras lanzaba sus puños contra él, escuchó a otros entrar. Un momento después sintió un par de manos apartándola de su victima.

Sira miró a su alrededor como un animal al que hubieran acorralado. Al menos una docena de hombres la rodeaban, con expresiones que ella no supo descifrar.

Para su sorpresa, ninguno la sacudió ni la trató mal, simplemente la apartaron del hombre caído, y la sostuvieron por los brazos, para evitar que volviera a atacar de nuevo.

Uno de ellos encendió una linterna que hizo que pudiera ver sus caras, incluida la del hombre al que acababa de agredir, que se estaba levantando en esos momentos y mirándola con una diversión que no entendió.

- Pega fuerte princesa – le dijo el hombre, haciendo que palideciera –

Su mente volé entonces a sus primeros recuerdos. Estos comenzaban a partir del día que despertó en aquel pequeño cuarto, completamente aturdida y sucia.

Cuando tuvo la edad suficiente para entenderlo, supuso que había perdido la memoria a causa del shock que debía haber sufrido.

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Blood Academy 1. RenacerDurante todos esos años, había intentado por todos los medios recordar su vida anterior, pero no había conseguido sacar nada en claro.

Lo único que recordaba eran los extraños sueños que solía tener. En ellos era la princesa de la raza vampírica.

También soñaba con unos jóvenes ojos azules. No sabía si él dueño de ellos, era malo o bueno, aunque su instinto le decía que eran buenos.

De todos modos, no se fiaba mucho. Si algo había aprendido en la vida era que nada es lo que parece y que la mayoría de las veces, las apariencias engañan.

Volvió al presente al sentir como él hombre que la sujetaba, la dirigía suavemente a la salida.

Sira comenzó a forcejear de nuevo. Lo que más deseaba en el mundo era poder escapar de esa prisión, pero no sabía adonde la llevaban y no quería arriesgarse a estar peor de lo que estaba si se iba con ellos, al menos con los EatBores, sabía a que atenerse.

Pensando en ello, siguió resistiéndose al agarre del hombre mientras gruñía, arañaba y pateaba intentando liberarse.

Sabía que estaba demasiado débil a causa de la falta de alimentación, pero aún así no dejaría de pelear por su vida, como llevaba haciendo desde que tenía uso de razón.

*****

Alexei Dainelli entró en su casa caminando apresuradamente. Su padre lo había llamado por teléfono dos horas antes pidiéndole que fuera cuanto antes a casa así que allí estaba.

Caminó por los largos pasillos, saludando a los guardias que se encontraba a su paso conforme se iba adentrando en la mansión.

Al girar la última esquina, visionó la gran puerta que comunicaba al despacho de su padre. Su expresión se llenó de preocupación cuando observó a ocho guardias franqueándola.

Alexei aceleró el paso, y los guardias se apartaron cuando llegó.

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Blood Academy 1. RenacerAbrió la puerta sin llamar, como siempre hacia y miró a su alrededor, sorprendido al ver tanta gente importante allí reunida.

Todos se giraron hacia él cuando oyeron el estruendo que causó la puerta, y se angustió todavía más al ver sus expresiones, cualquiera diría que acababan de ver un fantasma.

Los observó un momento más, intentando descifrar cual seria la causa de sus expresiones, y advirtió que su madre no se encontraba en el despacho.

Alexei buscó, rápidamente, a su padre con la mirada, y lo localizó tras su escritorio, mirándolo con una mezcla de expresiones que no supo entender.

-¿Le pasó algo a mamá? – le preguntó, preocupado, mientras se acercaba a él –

- No – negó este –

Su padre se levantó, entonces, y salió de detrás de su escritorio para acercarse a él.

- ¿Entonces que pasa? ¿Para que me llamaste con tanta urgencia? – le preguntó un poco confundido –

Su padre se paró frente a él, poniendo las manos sobre sus hombros, para luego abrazarlo.

El despacho se quedó en absoluto silencio durante unos instantes, después de su pregunta. Su padre se separó de él con un suave apretón y fijo su mirada en él. Una mirada cargada de lágrimas. Entonces dijo algo que le destrozó el corazón.

- Hijo…..Sira está viva. – Confesó el rey con un tono de voz extraño –

Alexei se tensó al escuchar el nombre de su hermana, y una expresión de incredulidad se instaló en su rostro.

No podía creer lo que acababa de escuchar.

Cerró los ojos.

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Debía de estar soñando de nuevo, no podía ser otra cosa. Su hermana estaba muerta, había muerto por su culpa, le prometió que cuidaría de ella y le había fallado, y las consecuencias de ello habían sido su muerte.

Intentó convencerse de que estaba en Blood Academy y de que pronto sonaría el despertador, pero cuando abrió los ojos de nuevo, la cara de su padre seguía estando delante suyo.

La realidad comenzó a abrirse pasó en su mente y empezó a negar inconscientemente mientras retrocedía.

- Ella está muerta. Solo nos dejaron sus ojos – le recordó con voz entrecortada –

Su padre avanzó hacía él con la mana extendida, sabiendo lo que estaba sintiendo su hijo, y queriendo proporcionarle su apoyo.

-No eran suyos. – le respondió con paciencia, mientras suspiraba y se pasaba un mano por el pelo en señala de agotamiento – Hace un año volví a pedir que hicieran pruebas de ADN, y todo lo demás para comprobar que eran de Sira, y los resultados dieron negativo. – Le aseguró - No eran ojos ni humanos, ni vampíricos. No se como lo hicieron, ni como pueden haber dos pares de ojos de diferentes razas idénticos a simple vista, pero es la verdad.

Alexei miró a su padre sin poder creer lo que oía. ¿Su hermana estaba viva? ¿No había muerto hace 14 años? ¿Qué había sido de ella entonces? No sabía que había hablado en voz alta hasta que escuchó la respuesta de su padre.

- ¡Los Eatbores la secuestraron! – Dijo, escupiendo el nombre –

Alexei quiso saber más, pero se interrumpió al escuchar jadeos y gruñidos procedentes del pasillo.

Un momento después la puerta se abrió con gran estruendo, haciendo que todos clavaran la vista en ella.

Todo se quedó en silencio.

Alexei se quedó mudo al contemplar a la chica que había ante él.

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Blood Academy 1. RenacerEstaba muy sucia. Tenía el pelo encrespado, y echo un desastre, aunque se podía apreciar su tono dorado y su ropa estaba rota y vieja y era de una talla mucho más grande que la suya.

Dejó de fijarse en cosas superficiales, y dirigió su mirado a los ojos de la chica. Dejó de respirar, o lo equivalente vampírico a ello, cuando su mirada se cruzó con unos ojos violetas con los que había soñado todas las noches desde hacía catorce años.

Comenzó a caminar hacia su hermana de manera automática. De su cabeza había desaparecido todo pensamiento coherente, y solo podía pensar en llegar hasta ella y tocarla para asegurarse de que era real.

Una vez hubo estado lo suficientemente cerca, estiró la mano hacia ella, necesitando comprobar que era de carne y hueso. Pero en el momento en que lo hizo, ella mostró sus pequeños y afilados colmillos y los clavó en su muñeca.

No hizo nada para detenerla.

Vio como algunos guardias se acercaban rápidamente para apartarla de él pero les hizo un gesto para que se detuvieran.

No iba a permitir que nadie la apartara de él otra vez. Ya lo habían hecho una vez, por su culpa. Por ser débil. Pero eso no iba a volver a pasar. Si ella quería beber de él, así sería. Además por la palidez de su rostro y sus ojos demasiado intensos, supo que debía llevar mucho tiempo sin alimentarse.

*****

Sira había luchado con todas sus fuerzas intentando liberarse.

Cuando salieron de la pequeña habitación que había sido su casa desde que podía recordar, lo único que vio a su alrededor fu muerte y destrucción, y centenares de hombres mirando hacía ella.

Se debatió por soltarse, y notó como alguien le ponía un trapo en la boca desde atrás. Luego nada hasta que despertó en un 4x4 rodeada por cuatro hombres armados hasta las pestañas y con expresiones iracundas.

Seguía esposada, y no creyó poder liberarse si seguía luchando contra ellos. En cambió se hizo la dormida e intentó quitarle el cuchillo al hombre sentado a su derecha.

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Casi lo consiguió, pero el que conducía debió darse cuenta de lo que intentaba al mirar por el espejo retrovisor, y puso sobre aviso al otro, poniendo fin a todas sus opciones de liberación.

Por el momento.

Después de lo que parecieron horas, pudo visionar ante ella lo que parecía una mansión victoriana. Era enorme y con jardines llenos de flores. Se dio cuenta de que estaba rodeada por un frondoso bosque y lo archivo en su memoria para sus próximos intentos de fuga.

El todoterreno paró ante unas enormes puertas de hierro y el vampiro que conducía se puso hablar con alguien que se encontraba al otro lado.

Se fijó entonces en que había varios machos armados al otro lado, y pensó que saber esto también podría servirle en el futuro.

Las puertas se abrieron entonces, como por arte de magia, y el vehiculo se introdujo en la propiedad, siguiendo el camino que conducía a la casa.Una vez hubo parado, el hombre a su derecha, y cual había intentado robar el cuchillo, la obligó a bajar de él. Cuando lo hizo los otros tres ya esperaban fuera, y la rodearon mientras subían por las escaleras que conducían a la puerta principal, que se abrió de par en par antes de que llegaran al rellano.

Al traspasar la entrada se fijó en cada detalle que pudo. El recibidor era amplío y en el medio se encontraba una majestuosa escalera que conducía al piso superior. Se fijó en cada puerta y ventana, en cada rincón y posible escondite.

Había sirvientes y más guardias allí, que la observaban con una expresión extraña y se inclinaban a su paso. Sira se tragó una sonrisa cuando les hizo una mueca y dieron un paso atrás, asustados.

Los guardias la condujeron escaleras arriba, y una vez allí atravesaron un largo y ancho pasillo, con muchas puertas en los laterales. Finalmente llegaron a una zona más amplia que se dividía en tres nuevos pasillos. Tomaron el de la izquierda y siguieron avanzando en silencio.

Era una casa con un estilo antiguo aunque majestuoso, elegante pero sin dejar de ser acogedor, y a ella le resultaba familiar.

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Blood Academy 1. RenacerAl fin llegaron al final del pasillo en el que se hallaba una puerta de madera con puertas dobles y de aspecto fuerte.

Estaba flanqueada por dos guardias que la miraron carentes de expresión, aunque a Sira le pareció vislumbrar un leve tic en el ojo izquierdo de uno de ellos.

Se dio cuenta de que los machos a su alrededor habían bajado la guardia con respecto a ella, y decidió intentarlo de nuevo, aunque sabía que iba ser imposible escapar pensó que era su deber intentarlo al menos.

Saltaron sobre ella como aves de rapiña. Los pateó, mordió e intentó liberarse de si agarre, pero eran seis contra una y aunque ella era más lista, ellos eran más fuertes.

Luego pensó que era extraño que no utilizaran su fuerza contra ella. Podían haberla noqueado para evitar que escapara, en cambio, exceptuando el tiempo que había permanecido inconsciente, había estado despierta todo el tiempo, y en ninguno de sus intentos de fuga la habían agredido.

Uno de ellos abrió la puerta entonces, y la obligó a entrar en la habitación.

Sira observó nada más entrar, como todos los presentes posaban su mirada en ella, y quiso huir y esconderse del mundo antes de que pudieran hacerle daño.

Se que quedó paralizada cuando su mirada se cruzó con la del chico que había en el centro de la habitación.

Era joven. El más joven de la sala. Solo parecía unos años mayor que ella, y la miraba con la misma expresión que supuso que debía tener ella.

Tenía el cabello tan oscuro como ella claro, y era alto y de complexión fuerte. Pero lo que más le llamó la atención fueron sus ojos. Esos ojos eran con los que soñaba cada noche.

Vio como él la estudiaba del mismo modo que ella lo estudiaba a él y un momento después comenzó a caminar hacia ella.

Sira contuvo el aliento, notando como un nudo se atenazaba en su estomago, ignorando la razón.

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El chico continuó caminando hasta que estuvo frente a ella y después estiró la mano exponiendo su muñeca de forma inconsciente.

Sira no pudo contenerse. Necesitaba alimentarse y al ver esa muñeca tan blanca y expuesta perdió el control. Se lanzó hacía ella y mordió sin contemplaciones, bebiendo con desesperación.

*****

Dos semanas después

Cort estaba en su despacho hablando con Cinnia, su esposa, mientras esperaban a su hijo.

Después de que aquél primer día Sira se alimentara de él y recobrara sus energías, atacó a los guardias y casi consiguió escapar. Y aunque no lo logró en esa ocasión, no cejó en su empeño y siguió atacando a todo aquel se cruzara en su camino.

Después de varios días con ellos, debió darse cuenta que no querían hacerle daño, porque dejo de atacar a todo el mundo. Ahora se conformaba con gruñir y asustar a todo aquel que se le acercaba más de la cuenta.

Estaba claro que había estado incomunicada demasiado tiempo, se podía apreciar en su actitud rebelde y agresiva.

Ni Cinnia, ni Alexei, ni tampoco él mismo, habían conseguido hablar con ella. Los rehúya y se ponía en guardia en cuanto los veía.

Después de pasar las dos semanas de navidad así, Cinnia y él habían pensado que lo mejor sería internarla en “Blood Academy”, donde también estudiaba su hijo Alexei, ahora que se restablecían las clases, así podría relacionarse con otros jóvenes de su edad, y quizás hacer amigos.

En ese momento llamaron a la puerta y apareció Alexei en el umbral.

- ¿Qué pasa? – preguntó con él ceño fruncido al observar la expresión de sus padres –

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Colt le hizo un gesto para que se sentara y le habló de su decisión. Cuando acabo de exponer a su hijo las razones por las que habían tomado tal decisión, esperó para escuchar su opinión.

- Me parece bien – aprobó Alexei – Creo que es una buena manera de que aprenda a relacionarse con los demás –

Sus padres asintieron, satisfechos con sus palabras.

- De todas formas creo que tendrás que vigilarla de cerca. No queremos que lastime a alguno de sus compañeros. – le dijo su madre.-

Alexei se fijó en ella. Se la veía mejor que en años, aunque todavía se podía ver tristeza en su mirada. Sufría al pensar en las penurias por las que habría tenido que pasar Sira.

Vio como su madre lo miraba esperando una respuesta y dejó atrás esos pensamientos concentrándose en responder a la pregunta que le había hecho.

- Si, por supuesto que estaré pendiente de ella. Voy a ser su sombra.

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Capitulo 2

11 de Enero Año 2010

Sira vio como la limusina en la que iba, traspasaba la verja de seguridad del internado Blood Academy.

Hacía más de un mes que la habían sacado de el estercolero en el que los Eatbores la habían mantenido cautiva, y en todo ese tiempo Sira observó y escuchó a su alrededor, tratando de entender que quería esa gente de ella.

Había intentado escapar, por supuesto, varias veces. Pero todos sus intentos habían sido frustrados por los machos que vigilaban la mansión.

Al ver que no hacían intento alguno de dañarla, se había relajado un poco, aunque seguía manteniendo su fachada histérica ante quien se le acercaba, así había conseguido enterarse de que todos la consideraban la princesa perdida años atrás.

Esto llamó su atención y quiso saber más, así que se mantuvo atenta a las conversaciones.

Logró captar una entre los sirvientes que le reveló gran parte de la historia. Y tenía que admitir que lo que decían tenía sentido. Según ellos, se llamaba Sira Dainelli, lo que coincidía con el nombre por el que la llamaban los Eatbores.

La fechas en las que decían que había secuestrada coincidían con la época en que comenzaron sus recuerdos, lo que también era un punto en común, y además estaba la leve sensación familiar que sentía en acalla gran casa, como si hubiera estado antes.

Uniendo todos estos cabos, había llegado a la conclusión de que efectivamente era una Dainelli, pero aún así no había querido hablar con su familia. No los conocía y tenía que hacerse a la idea antes de

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Blood Academy 1. Renacermantener una conversación con ellos. Además todavía no se sentía del todo cómoda teniendo tanta gente revoloteando a su alrededor.

Estuvo encerrada durante tres semanas en su habitación. Le llevaban la comido y todo lo que necesitara allí, pero no salía. Lo había intentando durante la primera semana, pero cuando casi mata a un sirviente, decidió que no era seguro vagar por la casa.

No lo hizo apropósito, pero estaba acostumbrada a la soledad, y cuando no la había era porque venían a hacerle daño. El sirviente había salido de la nada, y ella, en un acto reflejo, le había atacado.

De todos modos, no llegó la sangre al río, ya que unos guardias habían intervenido de inmediato. Aun así decidió no tentar al destino nuevamente.

Hacía dos días los que decían ser sus padres y su hermano, entraron a su habitación y la informaron de que iba a ser internada en un colegio en el que esperaban que hiciera amigos, y aprendiera muchas cosas del mundo real. Así que allí estaba.

Mientras la limusina avanza por el largo camino de piedra, Sira observó el enorme edificio que se alzaba ante ella. Era de esos enormes y antiguos, construido con muros de piedra, y estaba rodeado por un frondoso bosque.

Conforme el vehiculo fue avanzando, Sira vio que había una fuente en el centro, justo delante de la enorme puerta de entrada al colegio.

Había varios chicos y chicas en el jardín, que observaban la limusina al pasar, con evidente curiosidad.

Bien, pensó ella, que no crea que me vaya a mangonear.

Cuando el vehiculo se detuvo, vio al que decía ser su hermano, con dos chicos más, esperando con una enorme sonrisa, aunque en su mirada se podía advertir un poco de nerviosismo.

Se fijó en los chicos que acompañaban a su hermano. Un de cabello claro y el otro de cabello oscuro, aunque por lo demás eran muy parecidos. Ambos altos y musculosos, y con aspecto competente. Se fijó en sus ojos. El chico rubio los tenia de verde muy brillante, y el moreno de un color naranja precioso que estaban fijos en la limusina como si pudiera ver en su interior.

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Blood Academy 1. RenacerDesvió la mirado algo incomoda y se miró a si misma, observando el uniforme que debía llevar y sonrió satisfecha. A su hermanito no le iban a gustar los cambios que había hecho en él.

Él chofer le abrió la puerta, y ella bajó sin pensárselo dos veces, atrayendo la mirada de todo el mundo allí presente y pudo observar en primera línea como la sonrisa se borraba del rostro de su hermano, sustituida por un ceño furioso.

*****

Janick Borthok salió al jardín delantero con sus dos mejores amigos, Alexei Dainelli y Kian Bairtrand, cuando vieron aparecer la limusina de la familia Dainelli.

A su alrededor muchos alumnos comenzaron a girarse para hacer lo mismo, queriendo ver a Sira Dainelli. Todos tenían curiosidad por ver a la princesa dada por muerta durante tantos años.

Vio como Alexei miraba la limusina con una gran sonrisa, y le pareció que algo había cambiado en él desde que habían encontrado a su hermana. Ahora estaba mucho más alegra y reía más a menudo. Janick pensó que era como si una parte de él hubiera renacido como había hecho Sira.

En los medios de comunicación salían constantemente artículos y reportajes sobre “Él renacimiento de la princesa” desde que se había hecho público que no había muerto catorce años atrás.

Janick observó como la limusina se detenía y el chofer bajaba para abrir la puerta trasera del vehiculo.

Cuando la chica bajó, se pudieron escuchar exclamaciones y silbidos de apreciación masculina acompañados de miradas lascivas que a Jan no le pasaron por alto.

Sus ojos se agrandaron al verla, aunque intentó disimular.

Sira se había subido la falda del uniforme más arriba de la rodilla, exponiendo buena parte de sus esbeltos muslos. Además se había dejado la camisa por fuera, y utilizado la corbata como cinta para su hermoso y largo pelo rubio.

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Blood Academy 1. RenacerSe fijó en sus pies y vio que en vez de los zapatos que requería el uniforme, llevaba unas converse que combinaban a la perfección con el resto de su atuendo.

Su mirada se deslizó por todo su cuerpo hasta llegar a su rostro, y se quedó maravillado. Era preciosa. Tenían una cara digna de la más prestigiosa revista de moda.

Tenía una nariz pequeña y un poco respingona, sus labios eran gruesos y tan rojos como las cerezas, lo que le hicieron pensar si sabrían igual, y unas pestañas largas que debían ser el sueño de cualquier macho.

Pero lo que más llamo su atención fueron sus grandes ojos color violeta. Eran tal y como se los habían descrito. Profundos e hipnotizantes, y te hacían desear hundirte en ellos y descubrir todos sus secretos.

Deslumbrado por la majestuosidad de su belleza, no captó como la sonrisa de su amigo se borraba hasta que lo vio caminar a grandes zancadas hacia ella. Se volvió hacia Kian, que parecía tan aturdido como el, y juntos siguieron a Alexei, deseando poder evitar una catástrofe.

*****

Desde su lugar junto a la limusina, Sira contempló a Alexei acercarse a ella con paso resuelto y mirada fulminante. No le pasó por alto el hecho de que dos machos que tendrían la misma edad que él, le seguían de cerca.

- ¿Se puede saber que haces vestida así? – Exclamó su hermano al llegar a ella –

- Este es el uniforme que tú me diste – le respondió, fingiendo extrañarse –

- ¡Yo no te lo dí así! ¡¿Qué diablos le has hecho a la falda?! - Le preguntó un momento después – ¡Era más larga!

- Ya no. – Le respondió ella, desafiante –

- ¡Bájala! – Le exigió Alexei, fulminando con la mirada a los alumnos que contemplaban las piernas de su hermana descaradamente –

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Sira no pensaba hacerlo. Con la falda por debajo de la rodilla que le había dado no tenía la suficiente libertad de movimiento en caso de que tuviera que defenderse de un ataque.

- ¡Bájala! ¡Ahora! – Le repitió con voz enfada –

A Sira no le gusto para nada el tono que había empleado. Si se creía que iba a decirle que hacer estaba muy equivocado. No lo conocía, no tenía porque cumplir sus órdenes. Ella no cumplía las órdenes de nadie.

Entonces se le ocurrió algo y le sonrió misteriosamente. ¿No le había ordenado que bajara la falda? Pues iba a tomarse su petición de forma literal.

Con un leve asentimiento, se llevo la mano a la cremallera lateral de la falda, y la deslizó hacía abajo, haciendo que resbalara por sus piernas hasta arremolinarse en el suelo.

Los silbidos y gritos, eran ahora, dignos de un concierto de rock,

*****

Janick contempló con disimulo las larguísimas piernas de Sira y vio como Alexei se giraba furioso hacia los alumnos que tuvieron las agallas de silbarle a su hermana.

Para evitar un enfrentamiento, le hizo una seña a Kian para que lo contuviera, mientras el se acercaba a la causante de los problemas y la agarraba del brazo, arrastrándola al interior del colegio.

Ella se resistió, pero aun así él siguió tirando de ella hasta que vio la puerta de la biblioteca y la empujó dentro, cerrando tras de sí.

- ¡Suéltame idiota! - exclamó ella mientras se retorcía, intentando liberarse de su agarre.-

Comenzaron a forcejear y sus piernas se enredaron, haciendo que cayeran al suelo, Janick sobre ella.

- ¡¿Eres idiota o que?! ¡¿No sabes caminar sin derribar a las

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Blood Academy 1. Renacerpersonas?! - le espetó Sira, furiosa, mientras lanzaba sus pequeños puños contra él -

Janick sonrió como un tonto, mientra contemplaba sus ojos llamear hacia él, enfadados, y admiraba sus mejillas sonrosadas por la furia y sin poder evitarlo, levantó su mano para rozar sus mejillas con las yemas de los dedos.

Efectivamente, su piel era tal y como parecía, tersa y suave como la de un bebé, pensó cuando sus dedos hicieron contacto con la mejilla femenina.

Vio como ella se tensaba ante su caricia y dejó caer la mano, decidido a cambiar de tema, pero sin levantarse, queriendo tenerla bajo él un poco más, y sentir sus suaves muslos contra los suyos.

- ¿Porque hiciste eso? - le preguntó refiriéndose al espectáculo que había montado en la entrada, mientras intentaba que su voz no sonara demasiado ronca.-

Ella le miró un momento, decidiendo si le apetecía darle explicaciones o no. Al parece debió de pensar que hablar con él no le hacia ningún daño.

- Ese idiota cree que puede ordenarme que hacer, y está muy equivocado - le respondió ella con una mueca de desagrado que a Janick le pareció de lo más sexy –

- Es tu hermano – apuntó él, haciendo que lo mirara –

- Puede ser, pero aún así no le conozco y no pienso hacer lo que él quiera.- repitió ella con una determinación que le recordó a la de su amigo - Además ¿A ti que te importa? ¿Ni siquiera se quien eres? - añadió mientras le empujaba para que se levantara de encima suyo –

Muy a su pesar, tuvo hacerlo, pero intentó compensarlo ofreciéndole la mano, aunque para su desconsuelo ella la rechazó y se levantó por sus propios medios, lanzándole una mirada recelosa.

- Janick Borthok, pero puedes llamarme Jan - le dijo él, mostrándole su sonrisa más encantadora y sexy –

Una sonrisa que al parecer ella no la notó, lo que fue otro golpe para su ego.

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- ¿Janick? ¿Eres ruso? - le preguntó con el ceño fruncido –

Algo resignado, decidió dejar de intentar ligar con ella por el momento, y se concentró en intentar entablar una conversación normal.

- Mis padres son rusos - respondió haciendo una mueca de desagrado al nombrar a sus padres - pero yo nací aquí -

- Ah - le dijo mientras lo miraba con curiosidad, al notar el tono que había usado al nombrar a su familia - ¿Te llevas mal con tus padres? - preguntó al cabo de un momento –

Janick la miró con una mezcla de sorpresa y diversión.

- Veo que eres directa - dijo con una sonrisa –

Sira se encogió de hombros.

No sabía porque le había preguntado eso. Ni siquiera lo conocía, pero al ver la forma e que había cambiado su tono de voz al referirse a sus padres había sentido una gran curiosidad por saber la razón.

- ¿Y tu? – Le preguntó él, sacándola de sus pensamientos y haciendo que lo mirara - ¿Qué tal te llevas con tus padres? –

Ella volvió a encogerse de hombros, y Janick entendió que era un gesto característico en ella.

- No los conozco. – Dijo simplemente –

A Janick esta respuesta le pareció triste, entendiendo a la perfección lo que ella sentía. Él mismo podía decir que no conocía a los suyos, aunque había vivido con ellos hasta que lo internaron en Blood Academy.

- Pero los recordaras de antes de tu secuestro…- comenzó a decir no queriendo pensar en sus problemas –

- No recuerdo nada anterior a mi secuestro – lo interrumpió ella con voz tensa. –

Janick entendió que había metido el dedo en una herida abierta y decidió dejar el tema por el momento.

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Blood Academy 1. RenacerNotó que Sira se movía y la siguió con la mirada y de inmediato su cuerpo despertó.

Ella se había sentado encima de una de las mesas, exponiendo sus larguísimas y deliciosas piernas a su ardiente mirada.

Entonces se agachó, mostrándole una vista panorámica de su escote, lo que hizo que se mordiera la lengua para no gemir.

Después para su desgracias, la observó subirse la falda que debía haber recogido antes de que el se la llevara.

Cuando estuvo vestida y levantó la mirada hacía él, se aclaró la garganta para que no notara lo que esa escena había causado a su cuerpo.

- ¿Quieres que te acompañe a tu habitación? – le preguntó, sorprendiéndose por lo tranquilo que había sonado –

Esperó mientras ella se lo pensaba antes de responder. Esperaba que respondiera que sí. Al fin y al cabo, no conocía el colegio, ni él numero de su habitación y él si. Podía ser su guía. Decidió que se lo plantearía si respondía que no.

No fue necesario, porque mientras salía hacia hacía el pasillo, se giró a mirarlo.

- ¿Vamos? – le preguntó –

Janick, intentando no correr hacía ella, asintió, mientras interiormente cantaba.

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Capitulo 3

Caminando por los pasillos junto a él, Sira se dio cuenta de que no le había preguntado si sabia cual era su habitación.

- Se cual es, estaba con tu hermano cuando se lo dijeron. El tercer piso, la tercera puerta a la derecha. – le respondió él, con una sonrisa –

En ese momento salieron al exterior, pero no a la entrada, sino a lo que debía ser un jardín interno que estaba rodeado por varios edificios.

Arqueó una ceja contemplando los tres edificios, y sintió una leve punzada de nerviosismo al pensar la multitud de alumnos que debía haber en ese internado.

No queriendo que sus pensamientos siguieran esos derroteros, miró a Janick.

- ¿De que edificio? – Dijo entonces, haciendo que él arquera una ceja -

- ¿Eh? – murmuró despistado –

Sira suspiró con paciencia y le repitió la pregunta.

- Dijiste tercer piso, tercera puerta a la derecha ¿De que edificio? Hay unos cuantos…

- Ah, del edificio de las chicas obviamente. – Dijo como si fuera una cosa obvia –

Sira lo miró directamente a los ojos entonces, asombrada. Esos edificios eran enormes, casi tan grandes como la mansión en la que había permanecido las pasadas semanas.

- ¿Hay un edifico de chicas? - Le preguntó completamente estupefacta –

- Yo quisiera que no…pero ya ves. A la directora no le parece adecuado que durmamos chicas y chicos en el mismo lugar…- dijo, mientras suspiraba dramáticamente, haciendo sonreír a Sira –

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Blood Academy 1. Renacer- ¿Y cual es el de las chicas? – quiso saber, mientras avanzaban por los jardines –

- ¿Ves el edificio que está en el medio? – Le preguntó –

Sira asintió mientas su majestuosidad.

- Ese es el de las chicas. Él que está a la izquierda de ese, el de los chicos y el de la derecha el de los profesores.

Ella asintió recorriendo cada uno con a mirada. La verdad es que el de los chicos era fácil de identificar, puesto que desde a la distancia que se encontraban se podía ver ropa interior masculina colgada en las ventanas. Con una mueca, posó su mira en él de nuevo.

- ¿Y ese y los otros para que son? – le preguntó Sira, señalando el edificio que acababan de abandonar y observando los otros dos que había al otro lado –

- Este del que acabamos de salir es el edificio principal, donde están las aulas de clase y los despachos de los profesores y la directora. - le explicó metiéndose completamente en el papel de guía. –

A Sira le divirtió, pero no dijo nada. Janick le indicó con la mano los otros dos edificios.

- Uno de esos es el edificio recreativo, donde está la televisión, la sala de música, la cafetería, la sala de videojuegos y todo eso, y el otro es para los entrenamientos físicos.

Ella observó entonces cada uno de los edificios con el ceño fruncido.

- ¿Entrenamientos físicos? ¿Qué quieres decir? – le preguntó sin dejar de caminar –

- Piscina, gimnasio, y todo lo demás relacionado con ejercitar el cuerpo – le explicó Janick –

Durante unos minutos, reino el silencio. Sira observaba y estudiaba cada detalle. Luego una idea atravesó su mente.

- Oye, ¿y yo en que curso estoy? – le preguntó confundida –

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Blood Academy 1. RenacerLlegaron a un punto en el que el caminó de piedra se dividía para llegar a cada edificio. Tomando el adecuado, Janick le respondió.

- Bueno, este internado es diferente a los colegios humanos. Aquí los cursos no van según la edad que tengas, todo depende de tus capacidades las capacidades. – Le explicó – Aunque seas menor que yo en edad, si eres superior en las pruebas podrías ir un curso por delante ¿Comprendes?

- Creo que sí. – Le respondió ella, mientras cruzaban el umbral hacia el que iba a ser a partir de ahora su nuevo hogar.-

Cuando entraron en el edificio, todas las conversaciones cesaron y todas las chicas allí reunidas, posaran la vista en ella.

Todas excepto una. La chica de pelo castaño claro y ojos de igual color que estaba de píe en medio de la sala.

Sira se sorprendió al ver la hostilidad reflejada en su mirada y se tensó al ver como ella se levantaba y caminaba hacia ellos con un movimiento de caderas que le hizo pensar si no se le desencajarían del sitio.

Sira ya se había preparado para un enfrentamiento cuando la chica llegó hasta ellos, y se sorprendió cuando ella la ignoró y se pegó todo lo a Janick, mientras la lanzaba una sonrisa de pura seducción.

- Hola Jan ¿Cómo estas? – le preguntó con un tono de voz que a Sira le recordó a una gata ronroneante, mientras acercaba su carnosos labios a la mejilla del chico –

*****

Janick maldijo su mala suerte.

Había esperado no encontrarse con la empalagosa de Marguerite Johnson, pero al parece la suerte no estaba de su lado.

Llevaba atosigándolo desde que había llegado a Blood Academy hacía un año. Al parecer se había propuesto conquistarlo, ya que según ella, eran perfectos el uno para el otro.

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Obviamente el no estaba nada de acuerdo con eso.

La realidad era que no la soportaba. La consideraba una chica superficial, envidiosa, y como acababa de demostrar al ignorar a Sira, una maleducada.

Haciendo una mueca, se propuso quitársela de encima cuanto antes.

- Estoy muy bien, gracias. – le respondió secamente, esperando que captara la indirecta, aunque sabía que, como siempre, se haría la tonta. – Voy a acompañar a Sira a su habitación, así que adiós – añadió mientras agarraba a Sira del brazo y estiraba de ella para alejarla de Marguerite, aunque fue en vano, porque ella captó perfectamente la mirada asesina que le lanzó –

*****

Atravesaron la estancia sintiendo todas las miradas posadas en ellos.

Giraron una esquina al llegar a la escalera, Sira se soltó entonces de su agarre mientras lo fulminaba con la mirada.

No sabía porque, pero se había sentido molesta al ver con la confianza con la que esa chica trataba a Janick.

- ¿Que te pasa? – le preguntó él, extrañado, mientras la seguía escaleras arriba –

Ella siguió caminando e ignorando su pregunta.

- Sira, ¿Qué te pasa? - Le repitió, mientras la agarraba del brazo y la giraba hacia él.-

Ella siguió sin responderle mientras su mirada lanzaba rayos de fuego hacía él.

Comenzó tirar de su brazo tratando de soltarse, pero lo único que consiguió con ello fue que él la pegara todavía más contra su cuerpo.

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Blood Academy 1. Renacer*****

Janick vio como ella intentaba hacer un movimiento de ataque pero se le adelantó impidiéndole llevarlo a cabo y ganándose un gruñido de su parte.

- Para haber estado la mayor parte de tu vida secuestrada eres muy caprichosa…- murmuró él, arrepintiéndose de inmediato al ver como ella se tensaba entre sus brazos.-

Janick quiso cortarse la lengua al ver la expresión desolada que cruzó por su rostro y maldijo para sus adentros.

No sabía porque había dicho aquello.

La única explicación posible era que le hacía comportarse como un idiota.

Le había parecido tan adorable enfadada por no haber podido realizar el ataque que quería que había hablado sin pensar.

Vio como su mirada triste desaparecía hasta convertirse en una tan fría como el hielo

Luego simplemente se giró y siguió subiendo las escaleras con paso apresurado.

Alejándose de él.

Corrió tras ella para disculparse, pero ya había localizado su habitación y habría la puerta para entrar, desapareciendo en el interior.

*****

A Sira el golpe la pillo por sorpresa. No se lo esperaba para nada.

Había pensado que se llevaban bien, pero al parecer se había equivocado por completo.

De todos modos que iba a saber ella sobre eso si toda su vida había estado encerrada en un cuartucho de tres al cuarto.

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Ignorando a Janick, corrió escaleras arriba hasta llegar a su habitación.

Cuando la localizó y abrió la puerta, se encontró con dos chicas que giraron a la vez, posando sus ojos en ella.

La que estaba de píe era alta y esbelta y tenía el pelo tan oscuro como la noche y largo hasta casi tocar su cintura, y la miraba con unos preciosos ojos color chocolate.

La chica sentada en la cama era la antitesis de la otra. Esta era menuda y delgada, unas características que le daban un aire delicado. Tenía el pelo rubio y liso que llegaba un poco más abajo de los hombros, y sus ojos completamente negros, la miraban con calidez.

Se podía decir que ambas eran hermosas de diferentes maneras.

Las tres se quedaron unos instantes en silencio, estudiándose mutuamente, hasta que finalmente una de ellas se levantó y le ofreció la mano con una radiante sonrisa.

- Hola, yo soy Odellette Amoreux, pero puedes decirme Oddie. – le dijo con una voz risueña y de un acento que no supo reconocer.-

La sonrisa de Oddie parecía de lo más sincera, y Sira sin poder evitarlo se la devolvió.

- Sira Dainelli, pero supongo que con Sira está bien. – Bromeó entonces, haciendo que Oddie riera y Janick arqueara una ceja sorprendido de escucharla bromear.-

Sira dirigió su mirada hacia la otra chica que la miraba con una sonrisa dulce.

Al ver que la miraba, se levantó y se colocó al lado de Oddie, extendiendo su mano.

- Yo soy Layna Cutbert. – Le dijo con un tono de voz muy Sueve.-

Las tres se giraron al escuchar una suave tos procedente de la puerta

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Blood Academy 1. Renacery se encontraron con Janick, que miraba a Sira con expresión avergonzada.

- Sira yo quería…

- Irte. – Lo cortó ella – Si, lo comprendo, muchas gracias por acompañarme – le dijo sarcásticamente, mientras le habría la puerta para que saliera –

Sabía que no era eso lo que él iba a decir.

Él quería disculparse por lo que había dicho, pero ella no quería que lo hiciera. Si había dicho eso, era porque lo pensaba y no quería disculpas vacías y huecas.

Con él ceño fruncido él paró la puerta que ella le estaba cerrando en sus narices, y la miró a los ojos.

- Vamos a aclarar esto. Quizás no ahora, pero hablaremos Sira. – le advirtió un momento antes de darse la vuelta y alejarse con paso resuelto. –

Capitulo 4

Jan entró a su habitación dando un portazo y haciendo que Kian se girara y lo mirara con una mueca burlona.

- Uy, uy… ¿Qué te pasa? Sea lo que sea seguro que la puerta no

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Blood Academy 1. Renacertiene la culpa – bromeó Kian – Vale, vale, ya me callo.- añadió al ver la mirada fulminante de su amigo –

Jan comenzó a pasear por la habitación como si de un león enjaulado se tratase, mientras Kian lo observaba con diversión.

- Bueno, ¿Y? – le dijo finalmente, después de varios minutos soportando la caminata de Jan por toda la habitación –

Janick se giró entonces, con lanzándole una iracunda mirada.

- ¿Y, que?

Kian suspiró de forma dramática mientras se recostaba en el sillón y se pasaba los brazos detrás de la cabeza mientras estiraba las piernas, hasta encontrar una postura cómoda.

- ¿Me lo vas a contar hoy? ¿O prefieres desgastar el suelo antes? – le dijo divertido –

Jan lo miró durante un momento, decidiendo si debía decirle o no la verdad a Kian.

Se habían conocido en septiembre, al comienzo del curso escolar. Era el primer año de Kian en Blood Academy, pero a Janick le parecía que se conocían de toda la vida.

Los tres, Alex, Kian y el, se habían convertido en una unidad que creía inquebrantable. Pero después de conocer a Sira, ya no estaba tan seguro.

-¿Has visto a Sira? – le preguntó finalmente –

Los ojos de Kian se iluminaron y casi dio un saltó al escuchar el nombre.

- ¡Como para no verla! Tiene unas piernas estupendas, por no decir el resto de su maravilloso cuerpo – comentó con una mirada lujuriosa que hizo que la sangre de Jan hirviera –

- ¡¿Cómo puedes decir eso!? ¡Es la hermana de Alex! – Exclamó furioso –

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Blood Academy 1. RenacerKian arqueó una ceja burlona mientras lo miraba.

- No me vengas con esas Borthok, que he visto como la mirabas. – Le dijo – Además ¿Es por ella por quien estas así no?

Jan no lo pudo negar y golpeó el puño contra la pared, mientras gruñía de frustración.

Después de unos segundos, se giró hacía su amigo, con una mirada de advertencia.

- Ni una palabra a Alex de esto. – Le advirtió mientras lo apuntaba con un dedo –

Kian se rió mientras levantaba ambas manos en señal de rendición.

- Ni borracho, abro la boca sobre esto, tío. Solo te pido que cuando le cuentes a Alex que te quieres ligar a su hermanita, te asegures de que yo no estoy. No quiero que me relacionen con tu asesinato.

Jan lo ignoró y se fue a ducharse. Necesitaba despejarse.

*****

Al día siguiente, Oddie y Layna todavía revoloteaban a su alrededor queriendo saber que había ocurrido entre Janick y ella para que el hiciera tal afirmación antes de marcharse.

Cuando salió del baño después de darse una ducha, las encontró a ambas sentadas en su cama con su uniforme entre las manos.

- ¿Qué pasa? – Les preguntó extrañada, acercándose a ellas para que se lo dieran –

Oddie se acercó rápidamente a ella y le estiró del brazo hasta conseguir sentarla en la cama sin apartar en ningún momento sus enormes ojos de ella, mientras Layna, la dulce y buena Layna, escondía su uniforme para que no lo alcanzara.

- No hasta que nos cuentes lo que queremos saber. – Le dijo la chica.-

- Vamos Sira… cuéntanoslo. Estamos desesperadas. – Le pidió

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Blood Academy 1. RenacerOddie con voz lastimera – Ósea… ¡Hola! ¡La tierra llamando a Sira! ¡El chico más guapo y sexy del colegio te acompañó a tu habitación! ¡Y por si fuera poco te advirtió que teníais que hablar! – Chilló, entonces, con su pronunciado acento, dejándola casi sorda –

Sira la miró como si le hubieran crecido dos cabezas. ¿Janick? ¿Guapo y sexy?, la verdad era que no se había parado a pensarlo.

Comenzó a recordar su pelo oscuro, sus extraños ojos color naranja, su rostro perfecto y su musculoso cuerpo. Cuando la había pegado a él, había sentido sus bíceps duros y definidos contra ella, y había imaginado como seria al tacto todo ese músculo duro y compacto.

Sintió un hormigueo recorrer su cuerpo, y salió abruptamente de su ensoñación.

¿Por qué diablos estaba pensando en recorrer con sus dedos el musculoso pecho de Janick? Al parecer era un mujeriego que ya había conseguido que la mitad de la población femenina de Blood Academy la odiara tan solo por el hecho de que la acompañara a su habitación.

Sobre todo la tal Marguerite que debía ser su novia por la confianza e intimidad con que lo había tratado.

Fijo la mirada en las que iban a ser sus nuevas compañeras de habitación.

Layna y Oddie la miraban con gran curiosidad mientras esperaban una explicación.

Durante un momento pensó seriamente si debía confiar en ellas, al fin y al cabo acababa de conocerlas, pero finalmente decidió que tampoco pasaría nada por intentar hacer amigas.

- Es el amigo de mi hermano, y después de mi exhibición me acompañó hasta aquí. – les explicó –

- Si, vimos por la ventana tu streaptease. Fue muy bueno. Me morí de risa con la expresión del serio y malo Alexei Dainelli. – Dijo Oddie, claramente divertida –

- Al grano Sira, ¿De que quiere Janick que habléis? – Quiso saber Layna, sin quitar su expresión curiosa –

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Blood Academy 1. RenacerA Sira le resulto curioso el interés de ambas por lo sucedido con Janick, pero pensó que se trataba de la típica conversación entre amigas, así comenzó a contarles desde el principio lo sucedido.

- Cuando entrábamos al edificio, nos topamos con su novia, y al parecer no le hizo mucha gracia verlo conmigo. – les dijo, mientras se encogía de hombros, fingiendo indiferencia -

- ¿Su novia? – Exclamaron ambas al unísono, con la incredulidad reflejada en sus pálidos rostros –

- Janick Borthok no tiene novia – negó Layna un momento después – Ya quisieran muchas pero nunca a salido con ninguna. ¿Sabes como se llamaba la chica con la que os cruzasteis?

- El la llamó Marguerite – murmuró Sira, escupiendo el nombre –

A Layna y Oddie este hecho no se les pasó por alto, y se miraron entre sí, sonriendo maliciosamente.

- ¡Como no se me ha ocurrido pensar antes en esa perra! – exclamó Oddie, haciendo que Sira arqueara una ceja – Esa arpía es la cabecilla de las cabezas huecas del colegio, y está detrás de Janick desde que llegó aquí, pero el la ignora completamente. – le explicó, mientras una sonrisa picara acudía a sus labios – Al parecer le dio la impresión de que se lo podías levantar –

- ¿Levantar? – repitió Sira, con expresión confundida. Estas chicas hablaban muy raro. No entendía ni la mirad de lo que decían –

Layna y Oddie se volvieron a mirar entre sí, para luego fijar su vista en ella.

- Tenemos que enseñarte la jerga adolescente, estas muy verde. – Le dijo Oddie, y suspiró al ver como Sira se levantaba para mirarse en el espejo –

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Blood Academy 1. Renacer- No es verdad, mi cara tiene el mismo color de siempre. – les dijo Sira, mientras las miraba con disgusto –

Oddie y Layna no pudieron contenerse y soltaron una carcajada.

- No se refería a que tu cara estuviera verde. Es una expresión, que quiere decir algo así como que te falta aprender.- le explicó Layna intentando contener la risa –

- Exacto, y cuando dije que Marguerite piensa que le quieres levantar a Janick, quería decir que a Janick le gustas y entonces ella no tiene ninguna posibilidad – añadió Oddie –

- ¿Posibilidad de que? – Dijo Sira malhumorada por la diversión de ellas -

Esa preguntó se quedó sin respuesta, cuando la puerta se abrió de golpe, con un gran estruendo, haciendo que las tres se giraran hacia allí.

En el umbral estaba Alexei mirando a su hermana fijamente y sin parpadear, con una expresión muy seria que auguraba problemas.

- ¿Podéis dejarnos asolas? Me gustaría hablar con mi hermana unos minutos. – les pidió, mortalmente serio –

- Oddie y Layna, tras el breve asentimiento de Sira, abandonaron la habitación, cerrando la puerta tras de si con un breve “clic”.

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Capitulo 5

Alexei se quedó observando a su hermana fijamente sin saber por donde empezar.

Con la escenita que había dado en el patio delantero el día anterior, se había dado cuenta de cuanto había crecido. En su mente todavía la veía como la niña de 3 años que había conocido, pero ahora tenía 17, y era preciosa.

Después de unos minutos de absoluto silencio se acercó unos pasos, y se sentó en la cama junto a ella y cogiendo aire, la miró.

- ¿Por qué te subiste la falda del uniforme cuando te la dí? ¿Querías…..eh…llamar la atención de los chicos? – le preguntó un tanto incomodo. Nunca pensó que tendía esta conversación con su hermana. –

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Sira lo miró como si fuera el ser más extraño del mundo.

-¿Llamar la atención de los chicos? ¿Para que iba yo a querer hacer eso? – Le respondió mirándolo como si se hubiera vuelto loco –

Alexei se quedó mirándola igual de extrañado. Ella lo miraba totalmente desconcertada como si de verdad no lo entendiera. Una idea pasó rápido por su cabeza dejándolo estupefacto.

No. No podía ser tan inocente.

Aunque pensándolo bien ¿Por qué no?, al fin y al cabo había estado secuestrada prácticamente toda su vida, y afortunadamente, cuando la llevaron al hospital para que la examinaran, les aseguraron que aunque había habido maltrato físico no había habido abuso sexual.

Así que era probable que en aquel momento su reacción fuera verdadera y no supiera de qué le estaba hablando, pensó asombrado.

Dispuesto a averiguar el porque de su pequeño show de esa mañana, se centró de nuevo en la conversación.

-¿Entonces porque lo hiciste? – Le preguntó, despacio -

Ella lo miró como si la respuesta fuera obvia, haciendo que su teoría cobrara fuerza.

- La falda era demasiado larga y apretada. En caso de tener que defenderme, no habría podido utilizar mis piernas, y menos con esos zapatitos de tacón que me diste. ¿Cómo se supone que voy a correr con esos zapatos? Estas son mucho mejores – dijo, mientras señalaba sus converse con orgullo –

Alex se quedó un momento parado, sorprendido, y después sintió como una carcajada amenazaba con escapársele.

Pero se contuvo, no queriendo que pensase que se estaba riendo de ella.

- ¿Y la corbata en el pelo? – le preguntó un momento después, seguro de que también tenia una explicación para eso –

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Blood Academy 1. RenacerElla se llevo una mano a la cabeza de manera inconsciente, acariciando la corbata.

- Oh, me sujeta el cabello para que no se me vaya a la cara Seria muy incomodo luchar con los cabellos en los ojos…- le explicó –

Alex no pudo contenerse por más tiempo y soltó la carcajada que había estado conteniendo desde que ella había comenzado con su explicación, mientras se acercaba a ella y la abrazaba sin pensar siquiera en lo que hacía.

- Te quiero mucho, hermanita. – le dijo mientras se acercaba y le daba un beso en la frente –

Sira se tensó en sus brazos, sintiéndose incomoda.

Nadie la tocaba nunca. Ella no lo permitía. Pero se sentía bien con él. Tranquila y protegida. Como si nadie fuera a hacerle daño si se mantenía entre sus brazos.

Alex sintió la rigidez de su hermana pero no se amedrantó. Ella tendría que acostumbrarse a sus abrazos porque iba a dárselos a menudo.

De todos modos quiso tranquilizarla, y conseguir que confiara en él.

Sabía que había construido una barrera entre el mundo y ella para evitar que le hicieran daño y sintió una rabia asesina dentro de sí contra esos despreciables EatBores por el daño que le habían hecho a su familia, sobre todo a Sira.

Pero también sintió una gran ternura por su hermana, que había logrado sobrevivir a tantos años de secuestro sin volverse loca.

Teniendo en cuenta que se había criado entre monstruos come almas que la habían torturado manteniéndola sin alimentarse durante semanas, entre otras cosas, era un milagro que no estuviera completamente chiflada.

Se avergonzó de haber pensado que era una coqueta desvergonzada por haberse exhibido delante de todo el mundo, pero ahora entendía que eso ni siquiera había pasado por su cabeza.

Ella solo había pensado en su comodidad, y cuando se bajó la falda, en que no le gustaba que un extraño le diese ordenes.

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Ahora lo comprendía.

Ella no lo conocía.

Era muy pequeña cuando la secuestraron y además seguro como el infierno, que esos desgraciados le habían hecho algo para borrar sus recuerdos.

Comprendió que tendría que ganarse su confianza de nuevo.

Sabía que iba por buen camino, ya que le estaba dejando abrazarla, pero tendría que esforzarse mucho si quería conseguir que algún día ella se sintiera completamente a gusto con él.

Separándose un poco de ella, le besó de nuevo la cabeza.

- Te propongo un trato – le dijo a continuación, haciendo que la sospecha se instalara en la mirada de su hermana.-

Casi maldijo a los EatBores en voz alta, pero se contuvo. No quería perturbarla.

- ¿Cuál? – le preguntó curiosa –

Alexei acarició el sedoso cabello de su hermana tiernamente. Dios cuanto la había echado de menos.

- Te prometo que nunca más te ordenaré que hacer, pero si veo que estas haciendo algo que considero imprudente, te lo diré y tomarás en serio mis palabras. – le dijo –

Sira pareció pensarlo durante uno momento para luego asentir, de acuerdo con la propuesta, y le ofreció la mano para sellar el trato.

Alex se la agarró con una sonrisa, y se puso de pies, estirando de su mano.

- Ahora vamos. La directora Cuthbert quiere conocerte. – le dijo, mientras ambos salían por la puerta.-

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Capitulo 6

La directora Cutbert resultó ser la madre su nueva amiga Layna.

Primero Alexei y ella, tuvieron un breve charla con la mujer en su despacho, donde se intereso en como había pasado la noche y que tal había ido el encuentro con sus nuevas compañeras de habitación.

Le resultó un tanto incomodo ser objeto de tanta atenciones, pero intentó disimularlo lo mejor que pudo.

Después de intercambiar unas cuantas palabras más, los tres salieron de su despacho y caminaron hasta salir del edificio, para después tomar el camino que se dirigía al edificio de entrenamiento.

La mujer se mostró muy agradable y paciente en todo momento, explicándole los detalles de las pruebas que tendría que realizar para saber en que curso estaría.

Durante todo ese tiempo, Alex estuvo a su lado, lanzándole sonrisas tranquilizadoras de vez en cuando, que le hicieron sentir mejor.

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Blood Academy 1. RenacerCuando llegaron había un hombre esperándoles, y supo que era el profesor de gimnasia.

Alexei y la directora se quedaron a un lado, mientras ella seguía al enorme y musculoso hombre que le indicaba en que consistía la primera prueba.

Primero fue la de resistencia, en la que tenía que correr durante dos horas sin parar, recorriendo de un lado a otro la pista de atletismo.

Tanto la directora como Alexei, le explicaron que no era necesario que corriera durante las dos horas. Ese era el tiempo máximo, pero cada uno corría lo que podía, y según el resultado, sería una puntuación mejor o peor, y esta puntuación se añadiría a la suma de las demás pruebas.

Logró correr una hora, trece minutos y treinta y tres segundos, lo que le dio una puntuación muy buena, ya que según le dijeron la directora y Alex, la mayoría de las chicas de su edad apenas superaban una hora.

Después tuvo que someterse a la prueba de lucha, donde se enfrentó al profesor de gimnasia, de nombre Roger, que la felicitó después de terminar.

Sabía que lo habría hecho mejor si no hubiera tenido que escuchar los gruñidos de Alexei mientras intentaba golpear a Roger cada vez que le daba un pequeño golpe, pero aún así se sintió satisfecha con el resultado.

Hicieron varias pruebas más, tanto físicas como psicológicas, antes de darle el resultado final.

- Has hecho muy bien las pruebas, Sira. Aunque todavía te falta mucho que aprender. Sobre todo sobre control. Eres demasiado impulsiva todavía, necesitas ser capaz de controlar cada una de las situaciones a las que te expongas. – le explicó la directora –

- ¿Entonces? ¿Cuál ha sido el resultado? – Preguntó Alex, impaciente -

La directora les sonrió a ambos.

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- Sira está en tercero A. – les comunicó ella –

Alexei lanzó una exclamación de felicidad, para luego estrechar a su hermana entre sus brazos, una hermana que se había quedado paralizada por la efusividad del gesto, ya que no esta acostumbrada a nada de esto.

Después de un momento Alex la soltó, algo avergonzado por su falta de control frente a la directora.

- ¿Tercero A? – le preguntó Sira con el ceño fruncido sin entender muy bien que quería decir –

La directora la miró con expresión comprensiva, entendiendo su confusión.

- En cada curso hay dos grupos, A y B. Al grupo A, van todas las alumnas. Y los alumnos al grupo B. – Le explicó –

El ceño de Sira se hizo más pronunciado ahora.

- ¿Quiere decir que estamos separados según el sexo? – le preguntó -

La Directora Cutbert volvió a sonreír, mostrando su hermosa sonrisa.

- No en todas las clases. Solo en las que son demasiado físicas, ya que no tiene la misma fuerza un chico que una chica. Hace algunos años hubo un accidente a causa de esta circunstancia, por lo que decidimos que esta sería la mejor solución.

Sira asintió comprendiendo lo que quería decir.

- ¿Y tu a que curso vas? – Le preguntó a su hermano –

Este la miró mientras le pasaba un brazo por los hombros.

- A tercero B. – le respondió con una sonrisa radiante – Venga, te acompañé a tu habitación – le propuso, mientras la agarraba de la mano y tiraba de ella.- Gracias directora.

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Blood Academy 1. RenacerElla volvió a mostrar su encantadora sonrisa mientras hacia un breve gesto de asentimiento.

- Ha sido un placer para mí. Cualquier problema o duda que tengas, Sira, solo tienes que venir y hablar conmigo. Estaré encantada de solucionarlo. – le dijo, con sinceridad –

- Gracias. – Le dijo ella, antes de abandonar el despacho junto a su hermano.-

Después de que su hermano la acompañara a su habitación, y se despidiera con un nuevo abrazo y un beso en la frente, se dirigió al baño, necesitando una ducha.

Debía de oler como un cerdo, pensó con una mueca mientras se desnudaba.

Capitulo 7

El resto de la noche estuvo vagando por el colegio, a veces sola y a veces con algún profesor que le mostraba el complejo estudiantil.

Le dieron horarios de clase y le presentaron a los que iban a ser sus profesores durante ese curso, y al finalizar las clases la dejaron volver a su habitación.

Cuando llegó Layna y Oddie ya estaban allí, y quisieron saber lo que había echo mientras ellas estaban en clase.

Se lo contó todo, paso por paso como ellas querían, y se alegraron mucho al enterarse de que iba a cursar tercero, como ellas.

Después pensaron que debía estar al corriente de todos los chismorreos del momento, así que se acomodaron en su cama junto a ella y comenzaron el relato.

El más reciente había ocurrido hacia escasos minutos.

Al parecer, después del entrenamiento físico del día y después de asegurarse de que Janick se encontraba solo, Marguerite Johnson se había colado en el vestuario de los chicos para poder verlo desnudo.

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Blood Academy 1. RenacerEste ni cortó ni perezoso, había apretado el botón de emergencia que había en el vestuario y en cuestión de segundos el lugar se llenó de guardias.

Según los rumores, Marguerite se había puesto histérica y había armado tal escándalo que había despertado a los demás chicos y uno de ellos había avisado a su novia, haciendo que el rumor se extendiera como la pólvora por el colegio.

Le había producido una gran satisfacción, enterarse de que Jan la había acusado ante los guardianes. No sabía muy bien a que se debía este sentimiento, solo que estaba ahí.

Después de hablar un rato más, las tres se habían acostado en sus camas, dispuestas a dormir. Layna y Oddie lo habían hecho enseguida, pero ella no había tenido esa suerte.

No lograba conciliar el sueño. Supuso que era normal, puesto que estaba en un lugar desconocido, por lo que siguió intentándolo un rato más.

Después de unos minutos dando vueltas en la cama, pensó en hacer algo útil, ya que por lo visto esa noche no iba a lograr dormir y decidió levantarse e ir a inspeccionar los alrededores.

Janick le había explicado para que se utilizaba cada edificio, Alex mostrado la mayor parte del edificio principal, así como el gimnasio donde había realzado las pruebas y el resto se lo mostraron los diferentes profesores que la habían ayudado ese día, pero lo que ella quería ahora era conocer cada entrada y salida, cada escondite del frondoso bosque que rodeaba Blood Academy.

Por la poca luz que entraba por la ventana, supo que serian alrededor de las 6 de la tarde. Ya se estaba haciendo de noche, pero todavía era muy temprano. Las clases comenzaban a las 20:00 h, así que supuso que todos comenzarían a levantarse sobre las 19:00, lo que quería decir que tenía una hora para recorrer la zona sin nadie que la molestase.

Se puso el uniforme, y cogió la mochila que su hermano le había dado con todo lo que necesitaba para las clases.

El desayuno era a las 19:30 pm, así que iría directamente al comedor y se evitaría tener que volver a por sus cosas.

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Unos minutos después salía del edificio con la mochila colgada del hombro, en dirección al bosque.

*****

Jan estaba enfadado, y por ello no hacía más que dar vueltas en la cama sin poder pegar ojo.

No podía creer que la estúpida de Marguerite hubiera llegado al extremo de colarse en el vestuario masculino mientras se duchaba.

Se alegraba de haberse dado cuenta antes de que ella hubiera tenido un vislumbre de él como dios lo trajo al mundo.

Había sentido un enorme placer al pulsar el botón que alertaba a los guardianes de intrusos en el edificio.

Cada pocos metros había uno de ellos, para que cualquiera pudiera alertar rápidamente en caso de fuera necesario.

Cuando los guardianes entraron en el baño, Marguerite se había puesto a gritar como una loca.

Luego había intentando convencerlos de que era sonámbula, cosa que habría podido dar resultado de no ser porque llevaba en la mano una cámara digital con una imagen en la que se podía apreciar un trozo de la parte izquierda de su espalda.

Con sus gritos histéricos no hizo más que alertar a todos los demás chicos que estaban durmiendo.

En cuanto se dieron cuenta de lo que sucedida, comenzaron a enviar mensajes de texto desde sus teléfonos móviles e incluso uno de ellos había grabado la escena en video para subirla a Youtube.

Estaba seguro de que a los cinco minutos, todo el colegio sabría de las perversiones de Marguerite.

Se levantó de la cama y caminó hacia la ventana, y al mirar hacia fuera vio asombrado como Sira se internaba en el bosque con una mochila colgada del hombro.

¿Dónde iba ella tan temprano? ¿Y porque llevaba una mochila?

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Solo se le ocurrió una explicación para ello.

Sira pensaba escapar.

Sin pensárselo dos veces, se vistió y fue tras ella.

Sabía que no sería difícil seguirle la pista, después de todo, los vampiros tenia realzado el olfato, y podían oler a uno de ellos en un kilómetro a la redonda.

*****

Sira se adentró en el bosque con paso resuelto pero sin dejar de observar cada detalle a su alrededor.

Apenas hacía ruido al caminar.

Había aprendido a moverse silenciosamente para ocultarse de los Eatbores y le había venido muy bien.

Maravillada, observó la vegetación que la rodeaba. Había flores preciosas y con colores tan intensos que la tentaban a caminar hacia ellas.

Se fijó también en los enormes árboles a su alrededor, que eran tan altos que parecían tocar el cielo.

Después de unos minutos inspeccionando cada detalle a su alrededor, se paralizó arqueó una ceja al escuchar uno sonido que parecía de agua.

Con una mano sobre unas de sus dagas, siguió el sonido, metiéndose entre matorrales y maleza que no hacía más que rasguñarle los brazos.

Cuando al fin consiguió dejar atrás los arbustos, observó estupefacta el hermoso lago ante ella.

Era el paisaje más hermoso que había visto nunca, aunque quizás eso no fuese decir mucho ya que al estar encerrada toda su vida, no había podido disfrutar de paisajes de ningún tipo.

Con un suspiro de satisfacción pensó que era magnifico.

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Blood Academy 1. RenacerVio garzas posadas sobre el agua bebiendo y águilas y otras aves sobrevolando la zona.

Una de ellas incluso había bajado hasta el agua para conseguir su merienda.

Se rió cuando la vio intentando alzar el vuelo con un pez que era más grande que ella. Pero para su asombro, logró hacerlo, y la siguió con la mirada hasta que desapareció en el bosque. Miró a su alrededor, embebiendo cada detalle, y por primera vez en su vida, dio un muy femenino chillido de felicidad al ver el embarcadero que había unos 50 metros a su derecha.

Sin pensárselo dos veces, corrió hacía allí, quitándose la ropa por el camino.

Una vez hubo llegado al final, saltó al agua como siempre había soñado que haría y empezó a chapotear de acá para allá, riendo feliz, como no recordaba haberlo hecho nunca.

*****

Jan caminaba con paso resuelto, siguiendo la esencia de Sira.

Hacía más de 15 minutos que había pasado por allí, ya que apenas podía percibir un ápice de su aroma.

Frunció el ceño al oír una risa femenina que parecía la de una niña en navidad, arqueó una ceja al darse cuenta de que la risa y la esencia de Sira provenían del mismo lugar.

Con mucha curiosidad atravesó los arbustos ante él, y se quedó asombrado al descubrir el hermoso paisaje que había descubierto Sira minutos antes.

Al igual que ella, observó atentamente cada detalle, grabándoselos en la memoria como algo digno de ser recordado y admirado.

El momento se vio interrumpido cuando escuchó de nuevo esa particular risa infantil.

Miró hacia donde provenía el sonido y se quedó estupefacto al ver a Sira correr por un embarcadero tan solo con una minúsculas braguitas blancas con corazoncitos rojos y un sujetador a juego.

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La recorrió con la mirada, no dejándose ni un solo lugar de su esbelto cuerpo sin contemplar mientras ella corría por el embarcadero.

Su corazón gritó al verse privado de aquella magnifica visión, cuando ella saltó al agua.

Todavía abrumado, por la perfección de su cuerpo, la escuchó reír feliz, pero esa risa maravillosa se detuvo un momento después para dar paso a chapoteos y maldiciones.

Jan suspiró con resignación.

Al parecer iba a tener que mojarse también.

Al juzgar por sus pataleos y exclamaciones, podría decir que no sabía nadar.

Divertido la observó un par de minutos, viendo sus intentos por mantenerse a flote.

Cuando pensó que ya había aprendido la lección, corrió hacía el embarcadero, quitándose la ropa para no mojarla, y quedando tan solo con unos ajustados boxers negros de Calvin Klein.

Unos segundos después se lanzaba al lago dispuesto a rescatar a una damisela en apuros.

*****

Sira se maldijo por su imprudencia mientras intentaba no hundirse.

El maravilloso lugar la había hipnotizado hasta tal punto que había olvidado que no sabía nadar.

De repente sintió como unos brazos fuertes y musculosos la envolvían, arrastrándola hasta presionar contra un duro pecho.

Intentando soltarse del agarre, giró la cara para ver quien era la persona que la apresaba.

Cuando lo hizo, su cuerpo se relajó al un poco, aunque todavía se podía notar la rigidez de su cuerpo.

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- ¿Podrías dejar de moverte? Vas a hacer que nos hundamos los dos. – la regañó Jan, mientras la sostenía fuertemente contra su pecho. –

Ella lo fulminó con la mirada e hizo una mueca que a Janick le resultó encantadora.

- Solo quería ayudar – refunfuñó, molesta, pero dejando que él los sacara de allí –

Capitulo 8

Había hecho un esfuerzo por no removerse en los brazos de Janick, pero no pudo contenerse cuando al salir del agua el no la dejó en el suelo como esperaba, y siguió cargando con ella hacía los árboles.

- ¡Bájame idiota! ¡No soy un bebé! – Le gritó, sin dejar de forcejear para que la soltara –

Él se paró un momento y posó su mirada en ella, fulminándola.

- ¡Pues lo pareces! – le respondió mientras aumentaba el agarre sobre ella - ¡En que demonios estabas pensando al tirarte al lago sin saber nadar! ¡No pensé que fueras estúpida!

Ella fue a responderle, pero su mente voló lejos en cuanto él hubo dicho la última palabra.

- ¿Qué te pasa? ¿Tienes miedo, pequeña chupasangre? – se burló el hombre que parecía ser el jefe, mientras miraba para todos lados intentando descubrir su escondite – ¡No siempre tendrás 5 años…algún día crecerás lo suficiente como para no poder esconderte de nosotros, y ese día pagaras por todos las veces que te has escondido, pequeña estúpida!

Sira con los ojos inundados en lágrimas, se encogió todavía más de lo que estaba, conteniendo los sollozos que amenazaban con salir y que harían que ellos descubrieran su escondite.

Esa misma noche, sus propios gritos la despertaron, mientras en su mente no paraba de repetir una frase que oiría durante

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Blood Academy 1. Renaceraños.

“¡Eres una pequeña estúpida! ¡Estúpida! ¡Estúpida! ¡Estúpida! ¡Estúpida!

Después de aquel día no se permitió llorar. Era un lujo que no podía permitirse si quería seguir viva para lograr escapar.

*****

Jan notó como Sira se quedaba laxa en sus brazos y cuando la miró supo que algo estaba mal.

Parecía como si su cuerpo fuera eso, solo un cuerpo, sin vida en su interior.

Sus ojos estaba blancos, vacíos y por mucho que la zarandeaba no había reacción alguna en ella.

Una angustia como nunca había sentido empezó a crecer dentro de él.

-¡Sira! ¡Sira! – comenzó gritar, intentando hacer que reaccionara -

No entendía que había ocurrido. Un momento estaban discutiendo, y al siguiente ella se había quedado laxa, había palidecido y sus ojos se habían quedado huecos, como vacíos.

De repente vio como las lágrimas brotaban sin control desde sus ojos.

Esto lo tranquilizó considerablemente, pero todavía no entendía que había ocurrido.

Ahora ella parecía llorar dormida. Un llanto desconsolado que le desgarraba el alma.

Con sumo cuidado, se aproximó a un árbol donde se sentó, acunándola a ella en su regazo con caricias tranquilizadoras.

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Blood Academy 1. RenacerSira abrió los ojos entonces, aturdida y hundió la cara en su hombro y lloró. Lloró como hacía años que no lo hacía, permitiendo que salieran todas las lágrimas acumuladas durante todo ese tiempo.

Y él se lo permitió.

Sintiendo como su corazón se oprimía hasta el punto de pensar que podía explotar.

Se maldijo para sus adentros por haberla insultado, pero también maldijo a los Eatbores.

Porque el había visto su mirada, y sabía que Sira había vuelto al pasado y que había recordado algo de lo que aquellos monstruos le habían hecho.

Le acarició el pelo intentando calmarla, mientras para si mismo se juraba que un día toda la raza de Eatbores, pagaría por el daño que le había causado.

*****

Oddie despertó sola en la habitación y arqueó una ceja, extrañada de no encontrar a ninguna de sus compañeras.

Vio un papel pegado a la puerta y se levantó de la cama para ver de qué se trataba.

Oddie, voy a desayunar con mamá.

Nos vemos en clase.

Layna.

Pdt: ¿Sabes a donde fue Sira? No estaba cuando desperté.

Oddie se quedó mirando la nota con aire pensativo.

Layna también había notado la desaparición de Sira.

Fue hasta el armario donde ella había guardado sus cosas la noche anterior y lo abrió.

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Al hacerlo vio que todo estaba allí.

Suspiró tranquila al constatar que Sira no se había fugado en mitad de la noche.

Miró la hora. Las 19:15 h.

Tan solo quedaban quince minutos para el desayuno y todavía no se había duchado siquiera.

Despojándose de su pijama por el camino, corrió hacía el baño, dispuesta a hacerlo en un tiempo record.

*****

Alexei hizo caso omiso de las miradas depredadoras que le lanzaban las chicas y siguió caminando con paso resuelto por los pasillos.

Por lo general evitaba entrar solo al edificio femenino, pero no ese día.

Hoy era el primer día de clases de su hermanita y quería compartir con ella cada momento.

Giró la última esquina y se encaminó hacia la puerta y entró.

Ni siquiera se detuvo un momento a preguntar o a llamar a la puerta.

Y cuando traspasó el umbral se quedó en shock escuchando como Oddie lanzaba un chillido mitad de miedo, mitad de vergüenza al percatarse de que estaba prácticamente desnuda ante él.

La chica cogió rápidamente la toalla que se acababa de quitar y se la colocó alrededor del cuerpo, mientras retrocedía intentando apartarse de su mirada.

Oddie había salido de la ducha apenas un minuto antes y se había quitado la toalla para ponerse la ropa interior.

Daba gracias a dios de que le hubiera dado tiempo a ponerse las braguitas, aunque no hubiese ocurrido lo mismo con él sujetador, pensó mortificada.

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Ambos se quedaron unos minutos observándose el uno al otro sin decir una palabra.

Después de lo que pareció ser una eternidad, Alex dio un paso adelante, pero se paró en seco cuando vio como ella retrocedía como un conejo asustado.

Alex carraspeó, intentando humedecer su boca que se había quedado seca en cuanto vio la figura, y otros atributos de Oddie en los que se esforzaba en no pensar.

- ¿Dónde está mi hermana? – Le preguntó, intentando que su voz sonara normal -

Ella se quedó mirándolo unos instantes. Todavía aturdida.

- No está aquí.- le respondió finalmente –

La expresión de Alex cambió, olvidando lo que acababa de ocurrir, y centrándose en el paradero de su hermana.

- ¿Donde está entonces?

Ella hizo una mueca de disgusto, ya totalmente recuperada.

- No se. No estaba cuando desperté. – Le respondió -

Alex la miró en silencio durante un momento y luego se dio la vuelta para salir de la habitación, pero antes de cerrarla tras de si la miró directamente a los ojos.

- No me había dado cuenta de que estabas tan….así. – Dijo haciendo un gesto a la zona de sus pechos. Luego le guiñó un ojo y salió, cerrando la puerta tras de si.-

- ¡Oh mon dieu! – Gimió Oddie mientras se lanzaba a la cama completamente sonrojada, mientras se tapaba la cara con la almohada.-

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Capitulo 9

Después de estar un buen rato desahogándose sobre el hombro de Janick, Sira hipó y se apartó suavemente de él.

Ya no lloraba pero tenía la cara mojada por las lágrimas.

Ambos se miraron fijamente durante unos instantes, sin saber que e decir o hacer.

- ¿Ya estas mejor? – le preguntó él finalmente –

Sira asintió tímidamente sin atreverse a usar su voz, mientras lo observaba con atención.

Ahora se daba cuenta de que Oddie y Layna tenían razón con respecto a él.

Era muy guapo, y tenía un aire peligroso que aumentaba aun más su atractivo natural.

Comenzó a sentir un hormigueo molesto en el estomago ¿Le habría sentado mal la cena? , se preguntó.

- Siento mucho lo que te dije antes. ¿Me perdonas? – Le pidió él, interrumpiendo sus pensamientos –

Ella volvió a fijar su mirada en él, dejando atrás sus pensamientos actuales y recordando el deja vu de minutos antes.

Había sido verdaderamente horrible esta vez, pero sabía que en realidad Janick no había tenido la culpa. Cualquier palabra, cualquier gesto podía hacer que su mente retrocediera hasta aquellos espantosos días.

Lo sabía porque no era la primera vez que le ocurría.

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- No importa. – Le respondió ella después de un momento, intentando una sonrisa –

Janick la miró intensamente durante un momento, supuso que intentando averiguar si de verdad no le importaba.

- Entonces será mejor que nos vayamos o llegaremos tarde a clase. – Le dijo le, mientras se levantaba y comenzaba a caminar hacía el sendero de vuelta al colegio –

Ella lo observó alejarse, sintiendo que debía decir algo más.

- Jan – lo llamó finalmente –

Cuando el se giró para mirarla, Sira se acercó y le depositó un beso en la mejilla.

- Gracias. – Le dijo regalándole una sonrisa, esta vez verdadera -

Cuando se separó de él, vio como algo refulgía en sus ojos pero no supo descifrar de qué se trataba.

Por un momento creyó que era ternura y cariño, ¿Pero como podía ser algo de eso si apenas se conocían?, además, ella sabía que sería la última chica en la que él se fijaría teniendo a Marguerite servida en bandeja de plata.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando sintió los labios de Jan posarse en los suyos.

Al principio fue un beso tierno, pero poco a poco pasó a ser voraz. Sira se mostró tímida al principió, demostrando su falta de experiencia, pero poco a poco fue dejándose llevar.

Janick no supo que lo llevo a besarla, solo sabía que cuando había sentido sus labios en su mejilla algo en él se había llenado de calidez y no había podido resistirse.

Dejó de pensar cuando ella dejó a un lado su timidez y le devolvió el beso con la misma intensidad que él, pero se separaron de un salto cuando comenzó a sonar una sirena.

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Sira se puso tensa al instante y miró a su alrededor totalmente en guardia.

- Es la sirena que alerta que faltan cinco minutos para el comienzo de las clases – le explicó él, cuando logró recuperar el aire –

Sira observó un momento más a su alrededor y Jan vio como su cuerpo comenzaba a relajarse de nuevo.

Ella le miró unos instantes y luego se ruborizó, haciendo que él contuviera una sonrisa.

Ella es tan inocente, pensó.

- Será mejor que volvamos - dijo ella mientras se daba la vuelta, tratando de huir –

Jan se movió rápido y la detuvo por el brazo.

- Más tarde tendremos que hablar de lo que acaba de ocurrir entre nosotros, Sira – le susurró con voz ronca mientras le acariciaba la mejilla –

Ella asintió, aún más sonrojada que antes, y él no pudo resistir la tentación de darle un último beso.

Cuando se separó de ella, la cogió de la mano y tiró suavemente para que lo siguiera.

Ella, completamente aturdida, caminó tras él apenas consciente de lo que hacía.

¿Qué diablos acababa de ocurrir?

******

Oddie salió de su habitación para dirigirse a clases.

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Blood Academy 1. RenacerNo se había arreglado lo suficientemente rápido para bajar a desayunar, así que desenvolvió una chocolatina que se había guardado en la mochila y bajó rápidamente las escaleras.

Cuando estaba casi abajo, chocó contra un pecho duro y fuerte, y sintió como unas manos la sujetaban de los hombros para, un momento después, arrastrarla bruscamente bajo el hueco de la escalera.

De un momento a otro se encontró arrinconada bajo la escalera con un chico sin identificar, y asustada hasta la médula, pero al levantar la vista y ver de quien se trataba suspiró tranquila.

- ¿Dónde está mi hermana? Y no me mientas, porque lo sabré y entonces me conocerás. – La amenazó Alex –

Oddie por un momento se quedo mirándolo estupefacta sin saber que decir.

Cuando logró salir de su estupor levantó la rodilla y sintió como está se clavaba en las partes intimas masculinas.

Alex soltó un gemido de dolor, y se encogió mientras sus manos se movían instintivamente hacia la zona afectada.

Oddie, todavía enfurecida, le agarró del pelo y tiró para que la mirara a la cara.

- ¡No me vuelvas a tratar así nunca más en la vida! – exclamó ella.-

Después le soltó, y le rodeó para salir de allí e intentar llegar a tiempo a clase, aunque dudaba que pudiera conseguirlo.

Alex se quedó allí, encogido y mortalmente pálido, mientras intentaba recuperar el aliento.

Minutos después logró salir del hueco de la escalera.

Con paso acelerado se dirigió a clase, dispuesto a comprobar si su hermana estaba allí y si se encontraba bien.

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Capitulo 10

Jan y Sira entraron corriendo al edificio, intentando llegar a su clase antes que el profesor traspasara la puerta.

Los alumnos que llenaban todavía los pasillos los miraron extrañados mientras se apartaban a su paso.

Cuando llegaron, suspiraron tranquilos al comprobar que exprofesor aún no había llegado.

Todavía faltaban alumnos por llegar, pero los pocos que habían se giraron a mirarlos con curiosidad para luego ponerse a murmurar entre si.

Sira se dio cuenta hacia donde se dirigían sus miradas, y fijó su vista en su mano unida a la de Jan.

Se soltó enseguida de su agarre como si su mano la quemara y se giró hacia donde estaba sentada Layna que le hacía señas para que se acercara a ella.

Cuando llegó junto a su nueva amiga, esta la miró con curiosidad y una sonrisa cómplice que no supo entender.

- ¿Qué? – le preguntó confusa –

Layna se acercó más a ella, y bajó la voz.

- ¿Qué pasó? – quiso saber –

- ¿Qué paso de que? – Dijo Sira con expresión extrañada, aunque sabía a que se refería Layna –

Layna le hizo una mueca.

- No me vengas con esas, Sira. Esta mañana no estabas cuando me desperté, y tampoco apareciste en el comedor para desayunar. ¡Y ahora llegas corriendo, toda sonrojada y cogida

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Blood Academy 1. Renacerde la mano Janick Borthok! – Exclamó, y aunque lo hizo en un susurro, varias cabezas se giraron a observarlas.-

Sira vio como Janick y su amigo, se giraban también a mirarlas.

Kian le lanzó una sonrisa burlona, y Jan la miró con una mezcla de ternura y mortificación. Al parecer su amigo lo estaba sometiendo al mismo examen que Layna la estaba sometiendo a ella.

Se giró hacia Layna y la fulminó con la mirada.

-Ssssh. ¡Baja la voz! – La regañó – No pensaba que fueras tan indiscreta, creía que Oddie era la escandalosa. – Bromeó mientras veía como el rostro de su amiga cambiaba de color a un rojo intenso –

- Lo siento. – Se disculpó Layna, avergonzada – ¡Pero es que es tan emocionante! – Añadió, girándose de nuevo hacia ella con la mirada cargada de entusiasmo –

En ese momento la puerta golpeó la pared causando un gran estruendo y llamando la atención de todos los presentes.

Sira arqueó una ceja al ver entrar a Oddie, con una cara que podía hacer temblar al más temible vampiro.

Su amiga fijó la mirada en ella y caminó con paso resuelto hacia donde se encontraba con Layna.

Se sentó en la silla de al lado, y la miró fijamente con una pregunta claramente reflejada en su mirada.

- ¿Dónde diablos has estado? – Preguntó en voz alta, llamando la atención de toda la clase nuevamente –

- Ssssh. ¿Quieres bajar la voz? - le pidió Sira, avergonzada por ser el centro de atención –

Oddie pareció darse cuenta de donde estaban y bajó la voz hasta convertirla en un susurro casi inaudible.

- Bueno, ya he bajado la voz, ahora dime donde has estado. – Le pidió otra vez – El imbécil de tu hermano está buscándote por todo el colegio – Le advirtió –

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Sira gimió ante eso.

¿Porque tenía que ser todo tan complicado?

Había estado durante años encerrada entre cuatro cochinas paredes a merced de unos locos que la odiaban a ella y a toda su raza, y ahora que por fin era libre no podía dar un paso sin tener a todo el mundo buscándola para pedirle explicaciones.

Era tan frustrante.

Incluso Janick lo hacía.

Ahora que lo pensaba, estaba segura que su encuentro en el lago no había sido casualidad.

La había seguido como si fuera una niña traviesa a la que tuvieran que mantener vigilada. Incluso era probable que su hermano lo hubiera enviado para hacerlo.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos ante la llegada del profesor.

Sira lo estudió durante un momento.

Era un hombre calvo y bajito, con un bigote largo y blanco que acababa en punta en ambos extremos, dándole un aspecto anticuado.

Su mirada era franca y directa y se le notaba que no tenía una pizca de maldad.

El hombre se dirigió a su mesa y se sentó para empezar a pasar lista de los alumnos.

Fue nombrando uno por uno a los alumnos por orden alfabético, hasta que llegó a la D.

- Dainelli, Alexei. – Dijo el hombre –

Al ver que nadie contestaba, el profesor levantó la vista de la lista y miró alrededor de la clase buscando a su hermano.

En ese momento alguien llamó a la puerta y después se abrió hasta dejar ver a su hermano allí plantado con expresión feroz y enfadada.

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- Señor Dainelli, me alegra que después de todo quiera honrarnos con su presencia – le dijo el profesor en tono sarcástico mientras le lanzaba una mirada de censura por llegar tarde –

Alexei cogió aire queriendo evitar mandar al diablo al profesor, y se recordó que el hombre no tenía la culpa.

- Lo siento señor Gronswell, tuve un pequeño problema y no pude llegar antes. – Le explicó mientras se giraba para fulminar a alguien con la mirada –

Sira siguió la mirada de su hermano hasta llegar a Oddie, que lo miraba con una expresión entre retadora y burlona.

Desvió de nuevo su mirada hacia su hermano y arqueó una ceja extrañada.

Este pareció notar su mirada porque se giró hacia ella.

En su mirada pudo atisbar una mezcla de alivió y enfado que la hizo apartar su mirada de él al instante, queriendo postergar la discusión que sabía que iba a tener con su hermano.

Era demasiado frustrante sentirse como el bicho raro, la chica inadaptada e ignorante que había pasado su vida encerrada entre cuatro paredes, para que encima ahora que había conseguido librarse de todo eso no pudiera ni ir a mear sin que alguien la siguiera o le pidiera explicaciones de donde había estado.

El profesor dejó entrar a Alex, con la advertencia de que no volviera a llegar tarde y siguió pasando lista.

Como no, la siguiente era ella.

- Dainelli, Sira. – Pronunció el profesor –

- Presente. – Respondió ella, imitando la respuesta que había escuchado a los alumnos anteriores a ella en la lista –

El señor Gronswell levantó su mirada hacía ella y la observó con curiosidad.

- Es un placer tenerla entre nosotros, princesa. – Dijo el hombre, haciendo que toda la clase se girara a contemplarla –

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¡Joder! Porque todo el mundo tenía que hacer ese tipo de comentarios que atraían la atención de todo el mundo hacía ella.

No le gustaba destacar.

Prefería mantenerse en las sombras, era más fácil observar que ser observado.

Sintió como el codo de Oddie se clavaba en su estomago y se giró a mirarla enfadada.

Esta le hizo señas para que le respondiera al señor Gronswell, así que hizo acopió de valor y fijó su mirada en el profesor.

- Gracias, señor. – Le respondió algo indecisa de si esa era la respuesta adecuada –

Al parecer acertó puesto que el hombre le sonrió con calidez antes de enfocar su mirada nuevamente en la lista para seguir diciendo nombres.

Layna le explicó que el señor Gronswell era el profesor de Biología Vampírica.

Para su pesar cuando ya llevaba algo más de media clase salió el tema de cuanto tiempo real podía aguantar un vampiro sin alimentarse.

El profesor explicó que normalmente un vampiro no podía aguantar más de 1 semana sin alimentarse, puesto que comenzaba a sentirse débil y perder fuerza acompañada de tal dolor que él mismo acaba saliendo a la luz del sol para suicidarse y acabar con tal sufrimiento.

Sira comenzó a sentirse mal mientras el profesor relataba cada uno de los síntomas que sufría un vampiro en caso de desnutrición.

Su mente voló al pasado recordando cada detalle, cada grito de dolor que había escapado de sus labios mientras ella misma sentía cada uno de esos síntomas mientras el dolor la desgarraba por dentro hasta dejarla sin palabras, sin aliento para pronunciarlas.

- ¿Cuánto tiempo te mantuvieron a ti sin alimentarte Sira? – Dijo una voz haciéndola salir de los recuerdos –

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Blood Academy 1. RenacerSira miró alrededor de la clase, a todos los que había allí. Hasta que su mirada se posó en la de Marguerite, que la contemplaba con un destello de malicia en la mirada.

- ¿Qué? – Preguntó todavía aturdida por los recuerdos –

- ¡Cierra la boca Marguerite! – Exclamó Janick con tono de advertencia, mientras fulminaba con la mirada a la chica –

- ¿Qué pasa? ¿Solo es simple curiosidad? – le dijo mirándolo de forma vengativa, mientras volvía su mirada hacia Sira – Te preguntaba cuantos días te mantuvieron los Eatbores desnutrida.

Los recuerdos de aquellos días volvieron en tropel a su mente.

La vez que mas tiempo la había tenido sin alimentar había sido un mes.

Había sido horrible, casi había muerto aquella vez. Y lo había deseado. Lo había deseado tanto que casi lo había logrado.

El dolor había sido tan enorme.

Al no tener alimento, su cuerpo había ido alimentándose de ella misma hasta dejarla casi en los huesos.

Recordó cuando un día casi al final del mes uno de sus captores le dio un espejo para que se observara.

Ella apenas había podido sostenerlo entre sus manos, pero había logrado hacerlo esperando que ellos cumplieran su promesa de alimentarla cuando lo hubiera hecho.

Obviamente ellos no lo habían hecho, pero ella si que se había mirado en el espejo y había sido monstruoso, como ver un cadáver mirándola desde el otro lado del espejo.

Sintió como unos brazos la zarandeaban suavemente, y como una voz la llamaba con insistencia.

Abrió los ojos y se encontró envuelta entre los brazos de su hermano que la estaba sacando en brazos ante la atenta mirada de sus compañeros.

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Blood Academy 1. RenacerDurante un momento su mirada se cruzó con la de Janick y este la miró con tanta ternura y tristeza que consiguió que su corazón se aliviara aunque solo fuera un poco.

Lo último que vio antes de salir del aula, fue como se dirigía hacia Marguerite, su mirada convertida en una mascara de furia helada.

Capitulo 11

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Janick se acercó a Marguerite y se inclinó posando sus manos sobre la mesa y fulminándola con la mirada.

- ¿Cuál es tu maldito problema? – Le espetó apretando los dientes –

Ella le lanzó una mirada de fingida inocencia que hizo que le dieran ganas de matarla.

- ¿Mi problema? No se a que te refieres, yo solo quería saber la opinión de una persona que lo ha vivido, no fue mi intención hacer que se sintiera mal – Le respondió mientras lanzaba fingidas miradas de preocupación hacia la puerta por donde Alex se había llevado a Sira –

El profesor Gronswell se acercó en ese momento a ellos intentando sembrar la paz sin conseguirlo, así que optó por dar la clase por terminada, haciendo que todos salieran rápidamente entre murmullos y susurros.

Mientras tanto Sira se encontraba en la enfermería donde la había llevado su hermano.

Le había dicho unas cincuenta veces que se encontraba perfectamente y que solo había sido un pequeño lapsus, pero él había hecho caso omiso a sus palabras, así que ahora se encontraba tumbada en una camilla, sometiéndose a la mirada escrutadora de la doctora.

- ¿Cómo te encuentras? – Le preguntó de nuevo la mujer –

- Estoy perfectamente, como ya le dije hace cinco minutos – le respondió apretando los dientes –

Las preguntas siguieron una y otra vez. La mujer no parecía saber hacer otra cosa. De vez en cuando se giraba para explicarle algo a su hermano como si esperara obtener su permiso.

Esto le pareció el colmo. La estaban tratando como a una niña de tres años cuya opinión no cuenta.

Cuando la doctora volvió a empezar de nuevo con las preguntas, no puedo contenerse más y explotó.

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- ¡Ya está bien! – exclamó, sobresaltándolos –

Ellos intercambiaron una mirada con la que ella supo que estaban evaluándola de nuevo.

Sin decir una palabra más, se levantó de la camilla y corrió hacia la puerta, ignorando la voz de Alexei que la llamaba.

Corrió sin mirar atrás, necesitando un poco de aire fresco.

Iba tan concentrada en alcanzar su objetivo que no vio a la persona que se acercaba por el pasillo, hasta que chocó contra su pecho. Levantó la mirada y se encontró con unos ojos anaranjados que la miraban preocupados.

Janick.

- Hey, ¿Estas bien? – Le preguntó acariciando su mentón tiernamente con las yemas de los dedos –

Ella no le contestó, simplemente intentó rodearlo, en vano ya que el la retuvo por el brazo y la miró arqueando una ceja.

- ¿Qué pasa? Estas pálida Sira. Vamos, te acompaño a la enfermería se -ofreció él. –

- No es necesario, ya la acompaño yo – interrumpió entonces la voz de su hermano, que avanzaba desde el final del pasillo -

Sira miró a su alrededor, y observó como el pasillo se llenaba de curiosos.

Todos la miraban, algunos con curiosidad, otros con preocupación, y el resto con lástima.

Ella no quería inspirar ninguno de esos sentimientos. Estaba harta de toda esa mierda, y no estaba dispuesta a soportar por más tiempo estar vigilada las veinticuatro horas del día como si fuera a romperse en cualquier momento.Se tensó cuando sintió la mano de Alexei posarse sobre su brazo.

- No.- negó ella con un tono de voz bajo y amenazante , mientras intentaba soltarse de su agarre –

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Su hermano arqueó una ceja extrañado por su negativa pero insistió afirmando que necesitaba reposo.

- ¡He dicho que no! – Gritó entonces sobresaltándolos a todos – ¡Estoy harta! ¡Harta de que todos creáis que podéis decirme que hacer! ¡De que me tratéis como si fuera a desmayarme con un solo soplido del viento! ¡De que penséis que soy débil! ¡Porque no lo soy! - espetó mirando a cada una de las personas que llenaban el pasillo – ¡He sobrevivido sin ninguno de vosotros durante catorce años! Contando solo con esto – dijo señalando su cabeza – Y esto – añadió mostrando sus puños - ¡Así que estoy malditamente segura de que me las puedo arreglar perfectamente sin ninguno de vosotros vigilándome a cada paso que doy! ¡Dejadme en paz, joder! – Les chilló mientras se deba la vuelta y salía fuera del edificio –

A su salida siguió un intenso silencio que envolvió a todos los presentes.

Janick vio como Alexei palidecía mientras miraba hacia la puerta por donde segundos antes había desaparecido su hermana.

Él en cambió no se permitió ni siquiera parpadear.

Como había comprobado con Marguerite minutos antes, estar cerca de Sira y demostrar interés por ella era un problema, así que a partir de ahora ocultaría ante todos sus sentimientos por ella tras una capa de indiferencia.

Se acercó a Alexei instándolo a caminar hacia su habitación cuando aparecieron los guardianes, y fue como empujar una roca de cinco mil kilos.

Cuando llegaron al fin a su habitación, Alex se dejó caer en la cama tapándose la cara con los brazos.

- ¡Mierda! - Exclamó pegando con el puño contra la cama –

Janick no dijo nada, esperando a que fuera su amigo el que continuara hablando si quería.

- La he cagado otra vez.- Dijo, mirándolo ahora intensamente – La estoy atosigando y eso hace que se aleje de mi – Comprendió - ¿Pero como hago para evitarlo? Es superior a mí. Cada vez que la veo en ese estado siento ganas de ir a la

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Blood Academy 1. Renacerguarida de los Eatbores y cargármelos a todos, pero la miró de nuevo y lo que quiero es protegerla como no pude hacerlo aquel día – añadió frustrado –

Después lo miró queriendo saber su opinión.

Janick suspiró para sus adentros. Extrañamente sentía las mismas ganas enloquecedoras de acabar con esos malditos come almas, que Alexei acababa de demostrar.

- Creo que tú no eres el único que la está agobiando. Todo el mundo lo hace. Es nueva en todo esto y creo que siente como si estuviera cautiva nuevamente. – Dijo, dejando atrás esos pensamientos asesinos –

- ¡Eso es una gilipollez! – Soltó Alexei –

Janick se dejó caer en su cama mientras contemplaba el techo con intensidad.

- En realidad no. Piénsalo. Todo el mundo vigila lo que hace, con quien habla, cuando entra, cuando sale, todo. Debe de ser muy frustrante no poder ir ni siquiera a mear sin que alguien lo sepa.- argumentó Janick –

Su amigo pareció pensarlo durante un momento para luego fijar su mirada en él.

- Tienes razón – admitió – Pero ahora ya está hecho y todo el terreno que había conseguido ganar con ella, acabo de perderlo. Tendré que empezar a ganármela de nuevo.

- Pero sin acosarla. – Le recordó Jan - Déjala tomar sus propias decisiones. Conócela y deja que ella te conozca.

Alexei asintió, entendiendo lo que quería decir su amigo y se levantó caminando en dirección al baño.

- Voy a darme una ducha. Si vuelve me avisas. – Le pidió, haciendo que Janick quisiera gemir de frustración –

- Alex...- Empezó a decir en tono de advertencia –

Su amigo se detuvo y se giró hacia él.

- Que no quiera agobiarla no quiere decir que no me preocupe

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Blood Academy 1. Renacerpor ella – Le dijo, para después perderse en el interior del cuarto de baño –

*****

Sira se internó con paso apresurado entre los árboles. Sin saber adonde ir, se dejo llevar por el instinto y caminó sin rumbo fijo, solo escuchando el sonido de los animales que le daban vida.

Caminó durante mucho tiempo, sin pensar en nada ni en nadie, solo respirando el aire puro de las montañas y disfrutando por primera vez de un momento de soledad.

Saboreó ese momento.

Era la primera vez en su vida que sentía que de verdad estaba asolas.

Pensó que era extraño darse cuenta que en ese momento podía hacer lo que quisiera sin que nadie se entrometiera.

Corrió, saltó y se tumbo en el suelo para contemplar las estrellas.

Eran preciosas, y por primera vez en su vida se sintió feliz. Se sintió llena y tranquila. Realmente relajada.

Después de estar un rato admirando las estrellas se levantó dispuesta a seguir recorriendo el bosque. Seria útil conocer cada uno de sus escondites en caso de un ataque de los Eatbores.

Caminó durante aproximadamente media hora más en dirección norte, hasta que se topó con un muro de unos dos metros de altura, al que se le sumaba una vaya de otros dos metros más, acabada en puntas filosas, haciendo que traspasar los cuatro metros de altura fuera realmente difícil.

Pensó que debía ser el muro que separaba los terrenos de Blood Academy del resto del mundo y suspiró.

¿Como sería todo aquello? ¿Se parecería en algo a las fotos que había visto en las revistas que Alexei le había dejado unos días antes de llegar a este lugar?

Sus preguntas se quedaron en el olvido cuando sintió que ya no estaba sola.

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Blood Academy 1. RenacerNo se permitió tensarse, ni alertar al intruso de que se había dado cuenta de su presencia.

Notó como algo se abalanzaba sobre ella pero solo le dio tiempo a girar antes de que una figura cayera sobre ella lanzándola al suelo.

Sus ojos se encontraron entonces con otros dorados que refulgían hacia ella con intensidad.

Capitulo 12

Por un momento se quedó paralizada contemplando aquellos ojos.

Eran tan dorados que dolía mirarlos durante demasiado tiempo.

Supo que era un vampiro en cuanto notó su presencia, pero no la había visto dentro del colegio.

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Desde su posición bajo la chica, intentó fijarse todo lo que pudo en cada detalle de ella.

Tenía el cabello oscuro, y el color de piel pálido típico de su raza. También era muy hermosa, y la expresión de su cara denotaba fuerza y determinación.

Sin bajar ni un momento la guardia, dirigió la mirada a como iba vestida.

Para su sorpresa su atuendo era muy parecido al suyo, cómodo y flexible, y pudo notar la daga que llevaba sujeta en uno de sus muslos.

Meneó la mano en dirección a la daga esperando distraerla y se alegró al ver que lo había conseguido.

La chica separó su mirada de la suya solo por un momento, pero fue suficiente para que hiciera un rápido movimiento e intercambiar de posiciones.

Ni por un momento se le pasó por la cabeza repetir el mismo error que la otra había cometido, así que le sujetó las manos por encima de la cabeza y se inclinó sobre ella de manera amenazante.

- Vaya, eres tal y como pensé que serias. – Dijo la chica con voz risueña –

Sira no pudo hacer otra cosa que arquear una ceja desconcertada.

La chica se rió entonces, contenta de haber logrado llamar su atención.

- ¿Me conoces? – Preguntó Sira –

Ahora fue la chica la que sintió desconcertada.

- Por supuesto que te conozco. Has estado saliendo sin parar en las noticias desde que te rescataron, Princesa Dainelli. – Le respondió ella –

A Sira le llamó la atención la forma en que se dirigió a ella. No había dicho Princesa Vampirica, o simplemente Princesa como hacían algunos. Había dicho Princesa Dainelli, especificando el apellido como si pudiera confundirse de Princesa.

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- He estado siguiéndote, pero es difícil acercarse a ti con todo tu séquito detrás – interrumpió haciendo una mueca –

Sira se quedó todavía más impresionada. ¿La había estado siguiendo?

Siento la alarma explotar en su cabeza al darse cuenta de que no la había notado hasta ahora.

- ¿Por qué me has estado siguiendo? – Quiso saber, intentando mantener la calma –

La chica sonrió ampliamente ahora, relajando su cuerpo bajo ella, bajando sus defensas y diciéndole sin hablar que no buscaba pelea.

Sira, aunque un poco renuente al principio, se levantó y la dejó libre.

La chica sonrió en respuesta y se levantó colocándose frente a ella y ofreciéndole la mano.

- Ylenia Krushev, Princesa Vampirica del este. Pero puedes llamarme Lena.- Le dijo sin quitar la sonrisa de su rostro, aunque Sira pudo apreciar la cautela en sus ojos –

Por un momento se quedó paralizada. ¿Qué había dicho? ¿Princesa Vampirica del este? ¿Qué rayos quería decir eso?

Ylenia vio cada uno de los pensamientos que asaltaban la mente de Sira reflejados en su rostro. Estupefacción primero, seguido de desconcierto y una buena dosis de cautela.

- Te lo explicaré todo – le aseguró – pero tendrá que ser en un lugar más privado. Vamos, encontré un lugar bastante escondido y desolado por el que no va nadie, allí estaremos más tranquilas y podré contarte todo lo que necesitas saber. – Le dijo mientras comenzaba a internarse entre los árboles –

Sira, queriendo acabar con la curiosidad que la invadía, la siguió.

Caminaron durante un buen rato entre los árboles, atravesaron algunas zonas donde la mala hierba les hacia dificultoso el paso, pero finalmente llegaron a una pequeña cabaña un tanto desvencijada, y que daba la impresión de llevar desocupada mucho tiempo.

Ylenia caminó hacia el interior sin mirar atrás, y Sira auque un poco renuente, la siguió.

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Cuando atravesó la puerta se quedó asombrada de lo que veía ante ella.

Por dentro no parecía la casucha destartalada que le había parecido desde fuera. Si, seguía siendo antigua, pero más de un modo rustico.

Ante ella se extendía lo que parecía ser el comedor/salón. En la esquina más alejada había un sofá junto a una mesita con una lámpara. Justo delante había una mesa probablemente destinada a comer, y sobre ella un ordenador portátil.

Esto llamó su atención y arqueó una ceja en dirección a Ylenia.

- Es lo que tiene el wifi, puedes comunicarte en cualquier parte. – Le dijo encogiéndose de hombros. –

Sira puso los ojos en blanco y siguió con su inspección.

Observó como al otro lado de la casita, había un pequeño fogón y unos armarios, seguramente lo que debía se la cocina, y en el rincón más alejado, unas escaleras apoyadas contra lo que parecía un pequeño ático.

Dirigió su mirada hacia Ylenia, cuando la vio moverse a través de la habitación.

La chica se sentó en el sofá y la miró esperando hasta que ella se acercó, sentándose en la silla frente a ella.

Ninguna de las dos hablo durante unos minutos mientras ambas se evaluaban mutuamente.

Finalmente fue Sira quien rompió el hielo.

- ¿Que quisiste decir con “Princesa Vampirica del este”?

Ylenia suspiró y por un momento sus ojos parecieron contener una gran tristeza.

- Es una larga historia, pero estoy dispuesta a empezar desde el principio si es lo que quieres. – Dijo la chica –

Sira asintió entonces mientras le sonreía tímidamente dándole confianza.

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- Desde hace siglos siempre ha habido dos Familias Reales Vampíricas. La Casa Real de Krushev gobernaba toda la zona este del mundo y La Casa Real Dainelli la zona del oeste. – Comenzó a explicar – Hace 20 años, la reina Krushev – se interrumpió para coger aire – mi madre, se quedó embarazada. El día que dio a luz el actual líder de los Eatbores acompañado por alrededor de cien de sus hombres, invadieron el palacio de Krushev en Rusia, y acabaron con toda La Familia Real. O al menos eso es lo que el pensó porque lo que él no supo fue que la Reina había tenido gemelos. – Susurró, sus palabras cargadas de dolor – Tuve suerte de nacer con algún problema, puesto que él medico me llevó a su consulta para revisarme. La consulta estaba un poco más retirada de las habitaciones principales de palacio, así que el médico logró huir conmigo cuando empezó todo. Mis padres y mi hermano no tuvieron tanta suerte, al igual que los criados y la guardia real. No quedó nadie con vida que supiera de mi existencia, así que el médico y su esposa huyeron llevándome con ellos.

Por un momento todo quedó en silencio, solo se podían escuchar sus respiraciones, la de Ylenia más acelerada que la suya.

- ¿Siempre supiste esto? ¿Qué eras una princesa? – quiso saber Sira –

- En realidad no. Siempre supe que él doctor y su esposa no eran mis verdaderos padres, pero no el resto. Me lo contaron hace un año cuando cumplí los 18.

Sira se quedó un momento callada, pensativa.

- Pero no entiendo que tiene que ver todo esto conmigo. ¿Por qué vienes a pedirme ayuda a mí y no a otro? – le preguntó -

Ylenia pareció pensar la respuesta durante un momento, queriendo escoger bien sus palabras.

- Creo que somos muy parecidas. Y que ambas tenemos una cuenta pendiente con esos mal nacidos Eatbores. – Dijo escupiendo el nombre –

- Tiene sentido. – Murmuró Sira asintiendo –

- ¿Entonces? ¿Estamos juntas en esto? – Preguntó Ylenia extendiendo su mano hacía ella –

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Blood Academy 1. RenacerSira puso su mano sobre la de ella, y asintió de nuevo.

- Si, definitivamente lo estamos.

Ambas se sonrieron satisfechas mientras estrechaban sus manos.

- Por ahora será mejor que vuelvas al colegio, pronto amanecerá y si se dan cuenta de que no estas tendremos a tus guardianes preguntando sin parar. – Dijo, haciendo que Sira hiciera una mueca –

Sira se levantó y caminó hacia la puerta, con Ylenia siguiéndole los pasos.

- Mañana vendré en cuanto pueda escaparme. Aun tienes muchas cosas que contarme. – le advirtió Sira, haciendo que la chica asintiera.-

Cuando iba a salir de la casa, se dio la vuelta nuevamente.

- ¿Tienes suficiente comida y ropa? – le preguntó entonces –

- Del alimento puedo ocuparme yo misma, pero ando algo escasa de ropa. – Admitió Ylenia un tanto incomoda –

- No te preocupes te conseguiré algunas prendas. – le respondió Sira, con naturalidad – Nos vemos mañana. – Se despidió entonces, mientras se internaba en el bosque para volver de nuevo a la realidad –

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Capitulo 13

¡¿Dónde diablos se habrá metido?! Se preguntó Janick mientras paseaba de un lado a otro del vestíbulo del colegio. Eran las cinco de la mañana y pronto amanecería y no había ni rastro de Sira y por si no fuera poco, Alex se había puesto otra vez en plan protector y había tenido que contenerlo para que no fuera a buscarla.

Menos mal que le había hecho caso cuando argumentó que Sira se enfadaría más con él. Esto había conseguido frenarlo, pero aún así le pidió que fuera él a esperarla.

Había fingido sentirse fastidiado ante su amigo, pero en realidad tenía planeado hacer justamente eso.

Sira y él tenían mucho de que hablar, pensó.

Era verdaderamente extraño. No entendía que le estaba pasando con ella.

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Blood Academy 1. RenacerLa conocía hacia menos de una semana pero ya no podía sacarla de sus pensamientos. Y el beso que se habían dado esa misma tarde solo había hecho que incrementara su atracción por ella, y no era el único que había sentido todas esas cosas con su beso, había notado como ella se estremecía, y luego lo miraba aturdida.

Se escondió en una esquina cuando escucho un ruido casi inaudible.

Con la mirada recorrió todo el vestíbulo.

Estaba oscuro, y para un humano sería casi imposible ver algo, pero no para él o para alguno de los miembros de su raza ya que habían nacido con la habilidad de ver en la oscuridad.

El sonido de la puerta al abrirse llamó su atención, y suspiró mentalmente al reconocer unos ojos violeta que lo volvían loco. Se acercó a ella por la espalda, acechándola.

Supo el momento exacto en que ella se dio cuenta de que no estaba sola.

Antes de que ella pudiera evitarlo, la cogió del brazo y le dio la vuelta empujándola contra la pared y puso los brazos a cada lado de su cabeza acorralándola y haciendo que ella lo fulminará con la mirada.

- ¿¡Que diablos te pasa!? – le susurró indignada intentando no llamar la atención de los guardias que custodiaban el colegio –

Fue una perdida de tiempo puesto que sus palabras quedaron amortiguadas por la mano que Janick presionó sobre su boca.

- Ssssssssh ¡Cállate! Nos van a descubrir por tu culpa, y ya tengo bastante con haber trasnochado gracias a tu escapada, no necesito que me pillen y me castiguen también. – La regañó él - ¿Se puede saber donde diablos estabas? – En cuanto la pregunta salió de su boca se maldijo a si mismo.-

Como era posible que después de todo lo que le había aconsejado a Alex, estuviera diciendo él precisamente lo que no debía.

Era increíble lo mucho que ella lo trastornaba.

Sira lo fulminó con la mirada, para después morderle la mano que tenía sobre su boca.

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-¡Au! ¡Estas loca me has clavado los colmillos! – La acusó cuando vio dos puntos en la palma de su mano.

Ella lo miró con fastidio.

- Eres un quejica. – Le dijo mientras intentaba rodearlo –

Él la volvió a coger del brazo, deteniéndola.

- Primero tenemos que hablar. – le dijo cuando ella lo fulminó con la mirada -

- ¿A si? ¿De que? – Le preguntó ella mientras arqueaba una graciosa ceja –

- Del beso que nos dimos esta tarde. –le dijo serio –

Sira se quedó parada entonces.

Al parecer esto había conseguido llamar su atención.

- No tenemos nada de que hablar. – Dijo Sira evitando su mirada –

- Pues yo creo que si. Has estado volviéndome loco desde que llegaste.- Le dijo él –

Ella pareció entender de otra forma sus palabras porque lo miro ofendida.

- Pues quéjate a mi hermanito – le respondió con sarcasmo –

- ¿Qué diablos tiene que ver Alexei con que tú y yo nos besáramos como lo hicimos? – Preguntó confundido Janick –

Ella lo miró de manera acusadora entonces, y Janick notó también algo de dolor y resentimiento en su mirada.

- Al fin y al cabo el te mandó.

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Blood Academy 1. RenacerJanick se quedó estupefacto al entender lo que ella estaba queriendo decir.

- ¿Estas insinuando que te besé porque Alex me lo pidió? – Exclamó ahora enfadándose –

- ¿No fue así? – Le preguntó ella desafiándolo a negarlo –

- ¡Por supuesto que no!

- ¿Entonces que hacías en el bosque a esa hora de la mañana? – quiso saber ella –

El la fulminó con la mirada.

- No podía dormir y me asomé por la ventana. Vi como caminabas con una mochila en dirección al bosque, y temí que estuvieras tratando de huir, así que te seguí. – Dijo apretando los dientes – Además, debías dar gracias por haber llegado a tiempo. Te recuerdo que casi te ahogas.

Ella hizo una mueca al recordarlo pero no dijo nada.

- ¿Cómo pudiste pensar que te había besado por petición de tu hermano? – Le preguntó mortalmente ofendido –

Ella lo miró sin estar muy convencida todavía.

- Es tu mejor amigo, y esta loco. Me sigue a todas partes y me busca todo el tiempo. Además fue mucha casualidad que dieras conmigo en el bosque. ¿Qué más podía pensar? – dijo ella -

Janick no le respondió y ambos se quedaron mirándose largo tiempo en silencio.

La verdad es que comprendía los argumentos de Sira, sobre todo teniendo en cuenta que no estaba acostumbrada a confiar en nadie.

Además se dio cuenta de que la idea de que él la hubiera utilizado se había clavado profundamente en ella y eso quería decir que efectivamente había sentido cosas al igual que él.

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Se acercó a ella y le levantó el mentón haciendo que sus ojos se encontraran.

Poco a poco acercó sus labios a los de ella y la besó suavemente, queriendo tentarla con su beso, y supo que lo había conseguido cuando ella, aunque con un poco de torpeza, le devolvió el beso.

Esta torpeza no lo fastidió como le habría ocurrido a otro, todo lo contrario, hizo que se sintiera feliz al confirmar sus sospechas de que nunca la habían besado.

Este hecho le quito un gran peso de encima, sobretodo teniendo en cuenta que había temido que los Eatbores hubieran abusado de ella sexualmente.

Gracias a dios su timidez e inexperiencia denotaba que no había ocurrido.

La besó a conciencia mientras deslizaba las manos hacia su cintura atrayéndola más contra él.

Un ruido de pasos hizo que se separaran abruptamente.

Janick le tapó la boca con la mano nuevamente mientras la arrastraba hacia el hueco de debajo de la escalera.

- Son los guardianes, si nos descubren estaremos en problemas – le susurró al oído, haciendo que su aliento le cosquilleara el cuello –

No tuvieron que esperar más que unos segundos, luego el ruido de pasos se perdió mientras los guardias se alejaban.

Janick le quito la mano de la boca, y la giró para que lo mirara.

- ¿Ahora me vas a decir donde has estado? – Le preguntó con una sonrisa seductora –

Sira no supo que hacer entonces.

Confiaba en él. Pero no sabía si Ylenia estaría de acuerdo en que le contara todo lo que le había confesado, además de que ahora eran un equipo y no le parecía correcto tomas decisiones sin escuchar primero su opinión.

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Pensó que lo más adecuado seria que lo hablaran al día siguiente cuando fuera a visitarla y a llevarle ropa. Miro a Janick que la miraba esperando una respuesta.

Acercó sus labios a los de él intentando distraerlo, porque aunque había esta secuestrada había tenido la posibilidad de leer algunas revistas, y sabía que los besos eran una manera muy conveniente de distraer a los hombres.

- Mañana ¿vale? Estoy muy cansada y quiero dormir un rato.

El la miró como si intentará averiguar que estaba pasando por su mente, pero acercó sus labios a los de ella, cayendo en su trampa.

- Está bien. Mañana. – Aceptó finalmente, recalcando la palabra mañana –

Ella asintió satisfecha y le sonrió mientras ambos se encaminaban a sus respectivas habitaciones.

Capitulo 14

Con paso apresurado, Oddie caminó en dirección al comedor sin darse cuenta de los ojos que la seguían desde las sombras.

Ya habían pasado dos semanas desde la llegada de Sira al colegio y todo seguía igual, pensó.

Cuando giró la esquina una mano le tapo la boca para evitar que gritara, mientras la arrastraba hacia un cuartucho destinado a los productos de limpieza del colegio.

Su corazón comenzó a palpitar aceleradamente.

Por un instante se quedó petrificada sin saber que hacer, pero después sacó el codo intentando hundirlo en el estomago de su captor, aunque él leyó sus intenciones y lo evitó.

De todos modos no desistió de su empeño por liberarse y se removió mientras intentaba atacarle sin éxito alguno.

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Notó como acercaba la boca a su cuello, haciendo su aliento le erizara el vello de la nuca.

- Así me gustas, Salvaje e indomable. – Le susurró una conocida voz al oído –

Oddie se quedó paralizada por un momento sin darse cuenta que él la había liberado, luego soltó un exabrupto y se giró para enfrentarlo.

- ¡Serás gilipollas! ¡Me has dado un susto de muerte! – Lo acusó mientras le empujaba contra la pared fulminándolo con la mirada.-

- Ssssh, baja la voz o harás que nos descubran. – Le pidió él mostrándole una sonrisa traviesa –

- Si nos descubren será culpa tuya. – Respondió enfuruñada –

El le rodeó la cintura con las manos y la atrajo hacia sí.

- Es que te echaba de menos, cariño, y eres tan sexy cuando te pones salvaje – le susurró mientras se acercaba para besarla –

Ella se dejó hacer. También lo había echado. Lo veía todos los días pero tenía que fingir que no lo conocía para no arruinar el plan y eso estaba siendo una tortura.

- No me hizo mucha gracia enterarme de que Dainelli te vio desnuda – le dijo él –

Ella hizo una mueca mientras deslizaba una mano hasta la parte baja del cuerpo masculino, acariciando su miembro por encima del pantalón.

Sonrió maliciosamente cuanto lo sintió estremecerse.

- A mi tampoco me gustó que me encontrará así, pero no pude hacer nada para evitarlo. No sabía que se presentaría de repente para preguntar por su hermana. – Le explicó mientras sentía como sus labios recorrían su cuello con besos húmedos y calientes que aceleraban su respiración –

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- Lo sé.- Aseguró él, arrastrándola hasta una silla y sentándose en ella para colocarla a horcajadas sobre él - ¿Conseguiste averiguar donde estuvo Sira anoche? – Quiso saber mientras le desabrochaba uno por uno los botones de la blusa –

Oddie sacudió la cabeza, no pudiendo articular palabra cuando sintió como su boca rodeaba uno de sus pezones.

- Tienes que averiguarlo – Le susurró él, mientras procedía a atender su otro pecho –

Ella lo cogió del pelo, entonces, tirando de él para que la mirara.

- No me gusta que me den órdenes. Lo sabes. – Le recordó ella con tono helado – Luego se levantó levemente, remangándose la falda para luego deslizar sus braguitas hasta el suelo. –

Sus miradas se cruzaron, ardientes, feroces y llenas de necesidad.

La mano de Oddie se acercó al bulto que su amante tenia entre las piernas y procedió a bajarle la cremallera.

Admiró la enorme erección que se alzaba orgullosa ante ella.

Escuchó el sonido del papel al rasgarse, y supo que él estaba desenvolviendo un condón.

Cuando se lo hubo colocado, se dejo caer sobre él, introduciendo su potente erección en su interior de una sola embestida.

Ambos gimieron cuando la unión se hizo completa, y Oddie comenzó a moverse sobre de él, con arremetidas largas y duras que hicieron que ambos casi gritaran de placer.

Pero ninguno se atrevió a hacerlo.

Estaban en el colegió y no podían permitir que alguien les encontrara.

Oddie sintió como los dientes de él se clavaban en su cuello para evitar gritar, y eso fue el detonante definitivo.

Un grito de absoluto placer amenazó con escapársele a Oddie, pero consiguió evitarlo siguiendo su ejemplo y hundiendo sus colmillos en el cuello masculino.

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Esto les hizo rebasar todos los límites.

Ambos sintieron como el clímax se aproximaba hasta arrasar por completo, para después dejarlos a la deriva, exhaustos y jadeantes.

Oddie se dejó caer sobre el pecho de su amante, exhausta después de ese clímax tan feroz.

Sintió los labios de él besándole el cabello.

- Joder, nena, me has matado. – Dijo todavía jadeante.-

Ella no respondió, no podía, todavía no había conseguido el aire suficiente para poder articular palabra.

Sintió sus manos por la espalda, acariciándola de manera tranquilizadora.

- Tenemos que darnos prisa, Oddie, esto ya está durando demasiado – le recordó cuando sus miradas se cruzaron – Intenta averiguar todo cuanto puedas lo más rápido posible.

- Está bien, intentaré apresurar las cosas, pero no me arriesgaré a que me descubran. Si tenemos que quedarnos más tiempo, lo haremos y punto. – Le advirtió, mientras se levantaba y comenzaba a arreglarse la ropa –

El se acercó a ella, levantándole el mentón para que lo mirara.

- Quiero averiguar todo lo antes posible, pero nunca arriesgando tu seguridad. ¿Lo sabes verdad?

Ella le sonrió y asintió, para luego girarse y caminar hacia la puerta. La abrió levemente y tras asegurarse de que nadie los viera, le hizo una seña al chico y ambos salieron en direcciones opuestas.

*****

Sira entró en el comedor y como era habitual desde su llegada a Blood Academy, todas las miradas se posaron sobre ella, pero las ignoró.

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Recorrió con la mirada toda la habitación, hasta que encontró unos ojos naranjas que la miraban desde el rincón más alejadazo.

Sonrió ampliamente y comenzó a caminar hacia allí. Se habían estado viendo a escondidas durante las dos últimas semanas, y podía decirse que eran una pareja.

Él había sido paciente con respecto a su inexperiencia en las relaciones de pareja, pero además había sido dulce y cariñoso como nadie lo había sido jamás y eso hacía que una enorme calidez se instalara en su corazón.

Janick vio la sonrisa radiante que Sira le dedicó cuando lo vio, una sonrisa que solo se le dedicaba a un novio y esperó ser lanzado contra la pared en cualquier momento por Alexei que estaba a su lado.

- ¿Habéis visto como me ha sonreído? Creo que ya me ha perdonado. – Dijo su amigo dejándolo estupefacto –

Escuchó toser a Kian, intentando contener la carcajada que amenazaba con escapársele, y le dio un codazo para que se controlara.

- Hola – dijo Sira, cuando llegó hasta ellos –

Se acercó directamente a Janick y lo besó en los labios, haciendo que todo el comedor se quedará en silencio mirándolos asombrados.

“Sira besa a Kian” - Le pidió Janick a través de su vínculo mental -

“¿Qué?” – Le preguntó confusa –

“Tu hermano me esta mirando como si me fuera a asesinar y tirar mi cadáver a los Eatbores. Besa a Kian, así creerá que lo hiciste porque piensas que es el saludo habitual”

Ella miró de reojo a su hermano, y vio la expresión que Jan acababa de describirle, así que se separó de él y besó a Kian.

Este que se estaba conteniendo para no reírse ante la comprometida situación, se quedó paralizado, y con los ojos como platos mientras ella le besaba.

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“¡Sira ya está bien!” – Le dijo Janick celoso –

“Tengo que besarlo igual que a ti, si no se darán cuenta de la diferencia y este beso no habrá servido para nada” - Argumentó ella –

Luego se separó de Kian y se acercó a su hermano como si fuera a besarlo también.

Este la sujetó de los brazos manteniéndola a distancia y la miró enfadado.

- ¿Se puede saber que estas haciendo? – le preguntó entre dientes –

Ella fingió una mirada confundida.

- Estoy saludando. – dijo como si fuera obvio –

- ¿Y quien rayos te dijo que tenias que besar a todo el mundo para saludar?

- Nadie. Todo el mundo lo hace. Lo he visto en los pasillos. – Respondió ella con tono inocente –

Alexei se quedó mirándola fijamente y luego estiró de ella sacándola del comedor.

“Jan te voy a matar. Ahora tendré que soportar otra charlita. Ya puedes ir pensando en algo condenadamente bueno para compensarme por esto” – le dijo ella mentalmente –

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Capitulo 15

Excepto por la larga e intensa charla que le dio Alexei sobre comportamiento, el día pasó sin mayor incidente.

Sira intentó ponerse al día en todas las clases, en las teóricas le resultó más complicado ya que no tenía muchos conocimientos pero esto lo compensó en las prácticas en la que supo desenvolverse sin ningún problema.

Lo más incómodo fueron los comentarios y miradas que le lanzaban todos a su alrededor.

Al parecer besar a Janick y a Kian delante de todo el mundo había atraído demasiado la atención sobre su persona y esto hizo que ella se arrepintiera enormemente de haberlo hecho.

Lo que menos quería era ser el centro de atención ya que eso podría resulta de lo más peligroso. Estuvo apunto de ir al bosque a la hora de la cena pero descartó la idea cuando entendió su ausencia no pasaría desapercibida, así que decidió dejarlo para después de las clases.

En cuanto a Janick, no se dirigieron la palabra en todo el día, bueno, al menos no lo hicieron de la forma tradicional porque ambos mantuvieron charlas telepáticas de vez en cuando.

Al finalizar las clases se dirigió con paso resuelto hacia su habitación

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Blood Academy 1. Renacerdonde había preparado una mochila con ropa sin estrenar de la que sus padres le habían comprado.

Había un poco de todo, y estaba segura que Ylenia le daría un buen uso, teniendo en cuenta que vestía de forma práctica y cómoda como ella.

Entró rápido en la habitación para ver si lograba salir antes de que Oddie o Layna aparecieran por allí.

Ni siquiera cerró la puerta de la habitación.

Entró, se agachó bajo la cama, sacó la bolsa y giró dándose de bruces contra un musculoso y bien formado pecho masculino que la agarró por la cintura.

- Hey ¿Adonde vas con tanta prisa? – Le preguntó Janick antes de acercarse a ella y depositarle un suave beso sobre los labios –

La pillo con la guardia baja, y no supo que responder. ¿Qué debía decirle? No quería mentirle pero sino lo hacia ¿que escusa iba a ponerle? No podía contarle nada hasta no haber hablado con Ylenia.

Janick supo leer por las expresiones de Sira, que un debate se estaba formando en cu cabeza. Por un lado las ganas de contarle lo que estaba pasando y por otro su renuencia a decírselo por algún motivo moral.

- Cielo, no tienes que contarme nada hasta que no estés segura de hacerlo. Esperaré. - No supo de donde salieron las palabras, solo que de un momento a otro estaba pronunciándolas.-

Sira se quedó un momento mirándolo asombrada. ¿Tan transparente era? El hecho de que el pudiera leerla tan fácilmente la hacia sentirse demasiado vulnerable.

“No te preocupes, por eso. Yo te enseñaré a mantener el rostro sin expresión aunque por dentro de ti todo sea un revuelo de emociones.”

Le prometió él.

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Blood Academy 1. Renacer“Gracias. Creo que eso seria de gran ayuda” - Agradeció Sira.- “Ahora debo irme. “

Janick simplemente sonrió y la volvió a besar, esta vez más intensamente, con anhelo.

“Si cuando regreses todavía es pronto, llámame a través de nuestro vínculo me encantaría estar contigo aunque solo fuesen cinco minutos.”

Sira sintió como su corazón se encogía de emoción y lo observó marcharse, tan guapo y oscuro.

Suspiró cuando desapareció de su vista.

Después salió de Blood Academy y se interno en el bosque tan rápido como pudo, intentando aclarar cuanto antes todo con Ylenia para llegar temprano y poder ver de nuevo a Jan.

Camino durante unos minutos hasta que llegó al claro donde se encontraba escondida la cabaña de Ylenia.

Todavía no había salido de entre los árboles, pero ya notaba la presencia de la chica y cuando se acercó a la casa, ella salió de su escondite.

- Te traje esto – le dijo Sira tendiéndole la bolsa de ropa –

- Gracias. Llevo más de una semana con la misma ropa y resulta bastante asqueroso.

Sira vio el alivio que reflejaba su mirada pero no dijo nada.

Comprendía perfectamente que era llevar varios días con la misma ropa.

Ambas entraron en la casa e Ylenia se sentó en el sofá mientras Sira permanecía de pie removiéndose incomoda.

- Suéltalo – le pidió Ylenia, al darse cuenta –

Sira se paró entonces y la miró, mientras una profunda timidez la invadía.

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- Eh…bueno. Uhm...yo…

- Vamos, Sira, di lo que tengas que decir. – la animó –

Esta levantó la mirada hacia ella armándose de valor.

- Conozco a un chico que creo que nos podría ayudar. – Le dijo –

Ylenia se quedó un momento en silencio, simplemente mirándola hasta hacer que se ruborizase.

Se levantó y se puso a dar vueltas alrededor de ella, estudiándola como si se tratara de alguna extraña especie que nunca hubiera visto antes.

-¡No me lo puedo creer! ¡Tienes novio! – exclamó entusiasmada mientras la abrazaba. –

Sira se quedó parada y sorprendida, mientras un intenso calor se extendía por su cara al ver el entusiasmo de la chica.

- Bueno, en realidad no…

- No me mientas, tu mirada lo dice todo. – Sonrió - ¿Y quien es? ¿Es guapo? ¿Cuántos años tiene?

Sira estaba bastante aturdida por la reacción de Ylenia. Apenas se conocían. Solo se habían visto una vez pero sentía que podía confiar en ella, y ella no sentía eso fácilmente, así que confiaría en su instinto.

- Se llama Janick Borthok, si es muy guapo y tiene 19 años. – Le explicó –

- Oh, tiene la misma edad que yo, pero es mayor que tu ¿no?

- Si, yo tengo 17. – La miró extrañada – ¿Tu tienes 19?

- Si, y ya se que no los aparento., pero los tengo. – Dijo como si no fuera la primera vez que alguien se extrañaba al saber su edad –

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- Entonces, ¿Qué piensas? ¿Te parece bien que le cuente a Jan todo lo que me contaste?

- Sira, si tú confías en él yo confío en él. Creo que se te da bien juzgar a la gente, así que es tu decisión. – le respondió –

Sira sonrió entonces, agradecida por su voto de confianza cuando apenas se conocían.

- Además puede servir de ayuda en lo que te voy a pedir. – dijo un momento después, llamando la atención de Sira que la miró con curiosidad animándola a que se explicara – Tengo algunas pistas sobre como los Eatbores consiguieron matar a mi familia, y luego secuestrarte a ti con la vigilancia que hay siempre alrededor de las Familias Reales. – Tomó aire - Al parecer tenemos traidores entre nosotros, Eatbores que llevan años fingiendo ser vampiros, consiguiendo infiltrarse entre nosotros y pasando cada uno de nuestros planes al bando enemigo.

Sira se quedó por un momento en silencio, pensando en lo que acababa de confesarle Ylenia.

- ¿Cómo lo sabes?

- Encontré el diario de mi padre en el que hablaba de sus sospechas. Poco después se produjo la masacre. – Explicó – Pero eso no es todo, en el diario había fotos de los que el creía traidores. Estuve tratando de encontrar a los dueños de esas caras pero no conseguí nada, lo único que puede averiguar es que puede que tenga algo que ver con Blood Academy.

Ahora la expresión de Sira se volvió horrorizada.

- ¿Tienes las fotos? Déjame verlas – le pidió ansiosa -

Ylenia se levantó para volver poco después con las fotografías.

Se las tendió a una Sira ansiosa por averiguar de quienes se trataba, pero se llevo una desilusión al no reconocer ninguna cara.

- No los he visto nunca en el colegio – le dijo –

- Lo sé. Antes de buscarte estuve vigilando la zona, y no vi a ninguno de los dos. Pero quizás no estén vinculados

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Blood Academy 1. Renacerdirectamente con Blood Academy quizás sean inversores del colegio, o los abogados, quien sabe, puede que incluso hayan cambiado su imagen y estén bajo nuestras narices. Por eso quería pedirte que consiguieras los historiales de todas las personas que estudian y trabajan en el colegio. En los ordenadores tiene que haber un registro, de sus nombres, direcciones, teléfonos y demás información, incluso es probable que hayan fotografías adjuntas a toda la información y encontremos a estos dos – dijo lanzando las fotografías sobre la mesa –

Sira asintió comprendiendo lo que decía.

- Está bien. Hablaré con Janick y se lo explicaré todo. Estoy segura que entre los dos conseguiremos toda esa información. – aceptó esta –

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Capitulo 16

Durante todo el camino de vuelta, Sira estuvo dándole vueltas a lo que Ylenia le había contado. ¿Qué hizo que Nikolai Krushev sospechara? Y las sospechas parecían sólidas, pues había anexado a la información las fotografías de los presuntos traidores.

Lo más curioso del asunto era que todo había acabado con las muertes de la familia, enterrando así todas las sospechas de Nikolai Krushev, algo sumamente beneficioso para los traidores.

¿Podrían haber averiguado los Eatbores las sospechas del rey? Y de ser así ¿Cómo? , la única explicación que le encontraba era que hubiese un traidor cerca de la familia real, un sirviente quizás, o un amigo al que Nikolai le hubiera confesado sus sospechas.

Cuando volviera a ver a Ylenia le contaría sobre sus conjeturas, alomejor debían empezar a investigar por ese lado.

Mientras conjeturaba sobre la idea llegó al colegio.

Antes de salir de entro los árboles, se paró a escuchar. No quería arriesgarse a que los guardianes estuvieran por la zona.

Algo la golpeó por detrás antes siquiera de darse cuenta de que no estaba sola.

Cayó al suelo, sintiendo el peso de otro cuerpo sobre ella. El aire salió de sus pulmones, pero aún así se dispuso a luchar con uñas y dientes, pero no fue necesario, ya que su agresor se dio la vuelta desvelándole su rostro.

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Blood Academy 1. Renacer- ¡¿Eres gilipollas o que?! – Exclamó empujando a su hermano - ¡Me has dado un susto de muerte!

- ¡No me hables así! – La reprendió él - ¿De donde vienes a estas horas? ¿No sabes que es peligroso que andes sola por ahí?

- ¡Se cuidar de mi misma! ¡Estoy hasta las narices de que me vigiles Alexei! – Le gritó ella, echando chispas por los ojos –

Él se echó para atrás como si le hubiera dado un puñetazo.

- Lo siento, yo solo…- empezó a decir después de un momento, pareciendo sumamente triste –

Sira sintió que su corazón se estrujaba al ver la desolación que inundaba la mirada de su hermano.

- Alex, espera – Le pidió cuando él giró para alejarse –

Lo sostuvo por el brazo, haciendo que sus ojos se entrecerraran.

Sira se fijo entonces en sus ojos. Profundas lágrimas caían de ellos deslizándose por sus mejillas.

Sira lo abrazó entonces, intentando tranquilizarlo. Consolar a aquel niño que no pudo hacer nada por evitar que secuestraran a su hermana, y a aquel chico que todavía se culpaba por ello.

- Lo siento. – Susurró Alex con voz entrecortada – Pero tengo tanto miedo de que vuelva a ocurrir. No se sipodría soportarlo otra vez. – le confesó –

Ella no dijo nada, simplemente lo abrazó más fuerte, como si temiera que la soltara y se alejara.

- Yo se que es molesto para ti que te vigile, pero no puedo evitarlo. Lo he intentado, de verdad, y lo voy a seguir haciendo, solo te pido que tengas un poco de paciencia hasta que logré acostumbrarme. – le pidió mirándola fijamente –

Sira asintió, comprendiendo los miedos de su hermano y tomó una decisión.

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- Ven, quiero contarte algo. – le pidió extendiendo su mano hacia él –

“Jan, estoy en el colegio. Necesito que nos veamos” – le dijo Sira telepáticamente –

“Quedamos en el sótano en diez minutos” – le respondió él –

Sira comenzó a caminar hacia allí, con Alexei siguiéndole los pasos.

- ¿Adonde vamos? – quiso saber él –

- Pronto lo sabrás.

Cuando llegaron al sótano, Alex tiró de ella, poniéndola tras de si, escudándola.

- Hay alguien más aquí. – le susurró a su hermana –

Una figura salió de entre las sombras, haciendo que Alexei se pusiera en posición de ataque.

- No te preocupes, soy yo. – Dijo Janick –

“Porque no me avisaste de que venia con él” – le reclamó a Sira –

“No te preocupes esta todo controlado”

- ¿Y tu que estas haciendo aquí? – preguntó Alexei extrañado –

- Yo lo cité.- Dijo Sira, interrumpiendo la respuesta de Janick –

Ambos chicos se giraron a mirarla con una expresión de curiosidad instalada en sus rostros.

- Sentaos. Tengo que contaros algo muy importante. – Les dijo mortalmente serio –

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Blood Academy 1. RenacerEllos se quedaron mirándose durante un momento, algo renuentes a sentarse y Sira hizo un gesto de impaciencia que logró hacer que se sentaran.

- ¿Y bien? ¿Qué es eso tan importante que tienes que contarnos? – La instó a comenzar Janick –

Sira se sentó.

- Es sobre La Familia Real de Krushev – les dijo, haciendo que ellos la miraran sin entender –

- Esa familia fue asesinada hace veinte años, Sira. – Le dijo su hermano –

- Lo sé, pero en realidad no toda la familia fue asesinada.

Ellos la miraron con interés, lo que le dio valor para continuar. Solo esperaba no estar equivocándose.

- ¿Qué estas diciendo, Sira? –Le preguntó Janick –

- Estoy diciendo que la hija de los reyes Krushev está viva. – Confesó -

Los dos chicos se quedaron mirándola como si estuviera loca.

- ¿Qué estas diciendo, Sira? Eso es imposible – dijo su hermano –

- Mataron al hijo recién nacido de los reyes. – Afirmó Janick.-

- Si. Pero lo que nadie sabía era que habían nacido gemelos – les explicó Sira – Mataron a su hermano, pero ella sobrevivió –

- ¿Cómo sabes todo eso?

Fue Janick el que hizo la pregunta, y Sira se giró hacía él.

- Ella me lo dijo. Ylenia. Ylenia Krushev. – le respondió Sira, haciendo que los dos chicos se miraran entre si, totalmente atónitos ante sus palabras.

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Capitulo 17

Tanto Janick como Alex se quedaron mirándola fijamente, casi sin parpadear, mientras les contaba toda la historia.

Cuando les habló de los Krushev ambos afirmaron conocer la historia de su trágica muerte, y cuando les contó que Ylenia era la hija de los Reyes y que había sobrevivido ambos insistieron en que debían conocerla.

Ninguno de los dos acababa de creerse la historia, y sospechaban del supuesto parentesco de la chica con los Krushev.

- No deberías haber estado sola con esa chica. Quizá sea ella la traidora y te este tendiendo una emboscada. Es peligroso, Sira. – Le dijo Alex preocupado –

- No soy estúpida, Alexei. Le pedí datos, fechas, cualquier información que tuviera, y ella me la dio sin ningún problema. Además, le dije que os lo contaría y no puso ningún problema, de hecho me animó.

Alexei arqueó una ceja ante sus palabras, y se giró para mirar a su amigo, dándose cuenta por primera vez desde que habían llegado que su hermana lo había citado.

- ¿Y este que hace aquí? – le preguntó a su hermana mientras arqueaba una ceja –

- Ya te lo dije, yo lo cité.- le volvió a decir ella –

- Si, pero eso debió ser antes de que tu y yo nos encontráramos en los jardines…No sabía que fuerais tan buenos amigos – dijo

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Blood Academy 1. Renacersin hacer el mas mínimo esfuerzo en camuflar el tono de sospecha –

“Mierda, Sira” – gimió Janick –

“Tranquilo, sígueme la corriente” – le respondió ella –

- Fui a buscarte para decírtelo, pero no estabas, así que como él es tu mejor amigo, supuse que seria de confianza así que le pedí que te dijera que vinieras aquí a esta hora, y que te acompañara, ¿Verdad Janick?

- Eh...si, si. Pero tu no apareciste así que decidí venir yo para no dejarla plantada. – Añadió él –

Alexei miró de uno a otro durante un momento para ver si notaba algún indicio de que estuvieran mintiendo, pero al parecer no lo encontró.

- Estuve en el gimnasio hasta hace un rato. – Explicó – Bueno, y volviendo al tema, ¿que tipo de información te dio esa chica?

Sira tomó aire como si fuera a soltar una bomba, haciendo que la expectación de ambos chicos incrementara.

- Tiene el diario de su padre. En el está sus sospechas sobre la existencia de traidores entre nosotros – Les explicó –

Por un momento nadie dijo nada. Ambos chicos parecían estar pensando en sus palabras y en el mejor modo de actuar.

Se tensaron al escuchar pasos aproximarse.

Los guardianes, pensó Sira.

- Será mejor que cada uno vuelva a su habitación – susurró Janick - Mañana podemos seguir con esta conversación. Además me gustaría conocer a esa tal Ylenia Krushev.

Tanto Ylenia como Alexei, asintieron en acuerdo.

Después de comprobar que no había peligro de ser descubiertos, se dividieron, cada uno dirigiéndose a su habitación.

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Blood Academy 1. Renacer*****

Al día siguiente Sira despertó con el cosquilleo de algo sobro su cara. Intentó taparse con la almohada pero lo único que consiguió fue que esa extraña sensación se trasladara a otra parte de su cuerpo.

Escuchó una risita femenina y se despertó completamente, saltando hacia delante y golpeándose con la dueña de la risa.

- ¡Ay! – Exclamó Oddie, mientras se sobaba la cabeza donde Sira la había golpeado –

- ¿Se puede saber que estabas haciendo?

Oddie sonrió entonces, enseñando todos sus dientes.

- Estabas tan profundamente dormida que quise ver si había algo que lograse despertarte. – Le explicó – Por suerte para ti tienes el sueño ligero, así que no tienes que preocuparte por un ataque mientras estás vulnerable.

Sira se quedó mirándola fijamente.

Por un momento le había parecido escuchar un deje de advertencia en su voz, pero la chica la miraba como siempre, risueña y sin malicia, así que descartó esa idea.

- Venga, levántate o no llegaras a tiempo para el desayuno. – Dijo Oddie, interrumpiendo sus pensamientos –

Sira miro entonces el despertador digital de su mesita, y maldijo cuando se dio cuenta de que apenas faltaban quince minutos para que se abriera el comedor.

Saltó de la cama y corrió hacia el baño.

Con un poco de suerte le daría tiempo a ducharse, vestirse y llegar a tiempo al comedor. El día anterior apenas se había alimentado y su cuerpo empezaba a dar muestras de ello.

Oddie esperó hasta que escuchó el agua de la ducha correr.

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Blood Academy 1. RenacerLayna tampoco estaba, ya que siempre salía pronto para desayunar con su madre, así que tenia el terreno libre.

Sin hacer ruido, comenzó a rebuscar entre las cosas de Sira, intentando encontrar cualquier pista sobre adonde iba después de clase.

Había intentado seguirla pero era imposible, su olfato estaba muy desarrollado y casi la había descubierto. No quería que Sira comenzara a mirar por encima del hombro al darse cuenta de que estaba siendo vigilada.

El agua de la ducha dejó de correr de repente, sobresaltándola.

Respiró tranquila al darse cuenta de que Sira debía de estar enjabonándose. De todos modos no quiso arriesgarse a que saliera y la encontrara rebuscando entre sus pertenencias, así que esperó hasta que el agua empezó a correr de nuevo.

Saltó, golpeándose la cabeza contra la mesita de noche de Sira, cuando alguien dio dos fuertes golpes a la puerta. Sofocó un gemido de dolor, mientras colocaba rápidamente todo en su sitio.

- ¿Si? – Preguntó, intentando sonar normal –

- Soy Janick – dijo una voz desde el otro lado de la puerta –

Oddie maldijo para si mientras se apresuraba hacia la puerta.

- Hola ¿Cómo estas? – Lo saludó, mostrándole una radiante sonrisa y volviendo a meterse en su papel –

- Muy bien. Necesito hablar con Sira ¿Se ha ido ya? – preguntó –

- Pues no. Se acaba de meter en la ducha. Yo ya me iba, pero puedes esperarla si quieres.

- Si, creo que lo haré.

- Está bien. Nos vemos. – Se despidió, mientras salía por la puerta –

Janick se sentó en la cama a esperarla mientras observaba la habitación con curiosidad.

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Se fijó en que Oddie y Layna tenían muñecos y peluches por la cama dándole un indudable aire femenino. En cambio Sira solo tenía una daga sobre la mesita de noche.

Una sonrisa amenazó con extenderse en su rostro ante eso.

- Oddie, gracias por despertarme. Habría llegado tarde de no ser por ti. – Dijo Sira desde el baño –

Janick fue a sacarla de su error, y decirle que Oddie se había ido, pero entonces Sira salió del baño con solo una braguitas minúsculas y un sujetador a juego que le robaron el aliento.

Ella levantó la mirada en ese momento y se quedó paralizada al verlo, mientras un adorable rubor comenzaba a extenderse por su rostro.

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Capitulo 18

Sira se giró para correr hacia el baño pero Janick se levantó rápidamente, evitando que huyera para esconderse.

Presionó su cuerpo contra el femenino haciéndola retroceder, hasta lograr encerrarla entre su cuerpo y la pared.

- ¿Qué haces? ¡Suéltame! – le pidió en un susurro –

- No puedo – le respondió él acercando sus labios a los de ella -

Janick la besó, entonces, como si sus labios fueran el alimento que necesitaba para sobrevivir.

Ella trató de luchar, sintiéndose demasiado avergonzada, pero acabó cediendo, sintiéndose desvalida ante su ataque.

Su beso se tornó una vorágine de sensaciones de la que no podían escapar.

Janick posó sus manos en su cintura, impulsando hacia arriba el cuerpo femenino, hasta que ella no pudo hacer otra cosa que enrollar sus piernas alrededor de su cintura.

El dejó su boca para trazar un camino de besos a lo largo de su cuello, hasta conseguir que ambos estuvieran temblorosos y jadeantes.

Sira gimió de puro deleite, lo que hizo que Janick volviera a la realidad y se diera cuenta de lo que estaban haciendo.

Se detuvo abruptamente, entonces, apartándose de ella de un salto.

- ¿Qué pasa? – Preguntó Sira con voz entrecortada –

Durante dos minutos no hubo más que silencio en la habitación, hasta que Janick logró recuperar el aliento.

- No podemos hacer esto. No ahora y no así. – Dijo el mientras negaba con la cabeza –

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Aunque, con paso renuente, se acercó de nuevo a Sira. No quería arriesgarse a saltar sobre ella de nuevo, y eso era una gran posibilidad teniendo en cuenta que seguía ante él en ropa anterior, pero además con un adorable sonrojo, y los labios hinchados por sus besos.

- Mira Sira, significas mucho para mí, y no quiero estropearlo apresurando las cosas. – Consiguió decir –

Entonces retrocedió, encaminándose a la salida, con su mirada cargada de un atormentado anhelo.

Sira simplemente se quedó parada allí, completamente confundida por todo lo que acababa de ocurrir.

- Cuando acaben las clases, Alex y yo te estaremos esperando en el árbol milenario que delimita el comienzo del bosque. – añadió Janick antes de salir, cerrando la puerta tras de si –

Sira se quedó donde estaba durante unos minutos. Quieta y aturdida, mientras observaba la puerta por donde él había desaparecido.

¿Qué diablos había sido eso?, se preguntó. Había sentido como si miles de mariposas revolotearan por su estomago, y su cuerpo se había calentado hasta el punto de parecer una caldera a su máximo nivel.

Sacudió la cabeza, y fue al armario para sacar su ropa. Más tarde les preguntaría a Layna y Oddie si también les había sentado mal la cena.

*****

Después de clase fue directamente a donde había quedado con Alex y Janick.

Ambos ya estaban esperándola, así que después de asegurarse de que nadie les seguía, emprendieron el camino.

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Los dos chicos la siguieron mientras le hacían una pregunta tras otra, queriendo saber todo lo posible sobre Ylenia.

Ella les respondió todo lo que pudo, pero al parecer sus respuestas no bastaban para acabar con sus dudas.

A ella le daba igual.

No sabía porque pero sentía que debía confiar en esa chica, y estaba segura de que ellos les pasaría lo mismo en cuanto la conocieran.

Llegaron en apenas unos minutos, puesto que tenían a su favor la velocidad vampírica y su avanzada vista nocturna.

De todos modos pronto amanecería, así que no podían quedarse demasiado tiempo.

Levantó la mirada abruptamente cuando sintió a Janick y Alexei tensarse.

De repente el aire se hizo más pesado, el bosque se quedó en completo silencio y los animales parecían haberse resguardado como si esperaran una batalla.

- Lena, soy yo. Vengo acompañada – añadió para tranquilizarla –

Un momento después su amiga caía ante ella como venida del cielo.

- Joder, Sira. La próxima vez podrías avisar cuando pienses traer a alguien. Me has dado un susto de muerte – Se quejó la chica –

- Claro. Lo siento, surgió de repente. – Se disculpó Sira, mientras observaba como los otros tres se evaluaban entre si –

- Tu debes ser Alexei Dainelli.- Dijo mirándolo –

- ¿Cómo lo has sabido? – le preguntó Sira curiosa. Era raro, porque aunque eran hermanos, ella y Alex eran totalmente opuestos en apariencia –

- Por su expresión arrogante, típica de un niño bien. – Respondió Ylenia, consiguiendo que Jan soltará una carcajada –

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Blood Academy 1. RenacerAlexei los fulminó a ambos con la mirada.

- No me mires así, la chica te ha definido bien. – bromeó Janick –

- Cierra el pico Borthok.

Ylenia posó su mirada Janick, entonces, y se quedó observándolo fijamente.

Al notar su mirada, el la miró a su vez.

Sira notó el intercambió de miradas, y sintió una punzada de celos atravesando su interior.

- ¿Os conocéis? – Se oyó decir a si misma –

Ambos la miraron entonces, aturdidos.

- No. No...Es solo…nada. – Dijo Janick tartamudeando –

Sira intentó mantener una expresión tranquila y despreocupada, pero en su interior sintió un dolor como ninguno que hubiera sentido con anterioridad.

No era un dolor físico, era un dolor del corazón. Y acababa de darse cuenta que prefería mil veces el primero.

- ¿Entramos o que? – Preguntó ella con un tono demasiado brusco, que atrajo la atención de los demás –

Ella ni siquiera se giró a mirarlos mientras caminaba al interior de la cabaña.

Los demás se miraron entre si, extrañados por su repentina actitud, pero la siguieron al interior.

En la siguiente hora que pasaron intercambiando información, la alarma de Sira no hizo más que incrementarse.

Había pillado a Janick observando a Ylenia cuando esta no miraba, con una expresión que no sabría describir. Y lo mismo había notado en ella.

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No podía creer que esto estuviera pasándole. Los ojos le ardían por las lágrimas contenidas. No iba a llorar, se dijo. Llorar era de débiles. No podía permitirse volver nuevamente a lo mismo. Esos sentimientos la hacían vulnerable y descuidada y esos eran lujos que no podía permitirse.

- ¡Sira! – gritó Alexei, mientras la zarandeaba suavemente intentando llamar su atención –

Se giró hacia su hermano, que la miraba con preocupación.

- ¿Qué? - le preguntó, notando todas las miradas sobre ella –

- ¿Qué te pasa? Has estado distraída desde que llegamos. ¿Te encuentras bien? – Quiso saber Alex, mientras le ponía una mano sobre la frente para comprobar su temperatura –

- Estoy bien. – Afirmó ella, aunque notó que ellos no la creían – Solo estoy preocupada por el examen físico de mañana. Es mi primer examen y no se como me va a salir. – Mintió –

Al parecer esto si se lo creyeron, porque notó como sus miradas preocupadas desaparecían.

- No te preocupes. Cuando volvamos a Blood Academy podemos entrenar un poco y te diré más o menos en que consisten esas pruebas. – Se ofreció Janick, sonriéndole –

- ¡No! –exclamó Sira con demasiada rotundidad –

La sonrisa de Janick fue sustituida, entonces, por un ceño extrañado. Y se dio cuenta de que Ylenia y su hermano la contemplaban del mismo modo.

- Es que he quedado ya con alguien – le dijo ella, fingiendo una sonrisa –

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Capitulo 19

Janick se quedó paralizado durante un momento, pero dándose cuenta de donde de donde se encontraba y con quien, compuso una expresión de indiferencia.

“¿De que diablos estas hablando?”

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Blood Academy 1. RenacerElla no le contestó y eso hizo que su preocupación aumentara.

¿Qué le pasaba?, se preguntó. Entonces se acordó de lo que había pasado entre ellos unas horas antes. Se maldijo a si mismo, nuevamente, por su perdida de control, y aunque había parado a tiempo, sabía que había huido como un cobarde.

Intentó comunicarse nuevamente con ella, pero le había cerrado el paso a su mente.

- ¿Nos vemos? – Preguntó Sira mirando a su hermano –

- Si, yo también creo que deberíamos irnos – Respondió Jan, y apretó los dientes cuando ella se encaminó a la puerta sin mirarlo siquiera –

- Volveremos en cuanto hayamos conseguido la información de la que hablamos – le dijo Alexei a Ylenia –

Esta asintió y los observó mientras desaparecían entre los árboles.

Algo le había sucedido al observar a Janick, y aunque no podía estar segura al cien por cien creía saber que había sido.

Había notado su mirada sobre ella varias veces, lo que quería decir que el también había notado algo.

Y no había sido el único. Sira también se había dado cuento del intercambio de miradas entre los dos, y no le había sentado nada bien.

Al parecer había malinterpretado su curiosidad por Janick.

Se había ido sin despedirse de ella, y eso no le había gustado nada.

No quería perder la única amistad verdadera que había tenido.

Sabía lo que era sentirse traicionada y no quería que Sira sintiera lo mismo respecto a ella, y menos sin razón.

Hablaría con ella, se dijo Lena. Cuando volvieran con la información, la alejaría un momento de Alexei y Janick y aclararía las cosas con ella.

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Blood Academy 1. RenacerSuspirando, volvió al interior de la cabaña y se dirigió a la mesa donde descansaba su ordenador portátil.

Lo encendió y activó la cámara.

La habitación de Sira lleno la pantalla, entonces. No había nadie en ella. Todo estaba silencioso y vacío, así que cerró esa pestaña, y se fue a las grabaciones que había hecho esa tarde.

Normalmente prefería verlo todo en directo, pero había salido a cazar, así que había tenido que dejar que el ordenador grabará mientras no estaba para poder verlo más tarde.

Los veinte primeros minutos de grabación solo mostraba a Sira y Layna durmiendo. Al parecer Oddie había pasado la noche en otra cama, pensó haciendo una mueca de despreció.

Luego Layna se levantó, se visitó y salió de la habitación intentado no haber ruido y no despertar a Sira.

En el minuto 23:42 de la grabación, se vio como alguien habría la puerta y un segundo después Oddie atravesaba el umbral.

Entró en la habitación hasta quedarse de pie junto a la puerta de Sira.

Ylenia observó como se había quedado mirándola mientras dormía y sintió un escalofrío recorrerla.

Un momento después la vio agacharse y coger una esquina de la sabana con la que Sira estaba tapada y comenzar a molestar a Sira con ella hasta conseguir despertarla.

Escuchó como intercambiaban unas cuantas palabras y luego Sira entró al baño.

Ylenia observó como la chica registraba entre las pertenencias de Sira.

Hubo un momento que alzó la cabeza con alarma y Lena se dio cuenta que el agua de la ducha había dejado de escucharse.

Oddie se quedó quieta hasta que escuchó el agua correr y reanudó su búsqueda de nuevo.

Ylenia especuló acerca de lo que estaría intentando encontrar, pero no llegó a ninguna conclusión clara.

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Decidió esperar a que lo encontrara, entonces utilizaría esa información a su favor sin haber cometido ningún riesgo.

Pero sus planes se vinieron abajo al escuchar el toque de la puerta.

Sintió un gran placer al observar como Oddie se golpeaba la cabeza del susto, pero supo reponerse rápidamente y contestar.

Era Janick.

Oddie volvió a ponerse su mascara risueña en el rostro y luego abrió.

Ylenia los vio intercambiar unas cuantas palabras antes de que Oddie saliera de la habitación con las manos vacías.

Observó a Janick atravesar la habitación hasta la cama de Sira donde se sentó.

Lo que pasó a continuación la dejó estupefacta.

Ylenia vio como Sira salía en ropa interior del baño, creyendo que se encontraría a Oddie, pero en cambio abrió los ojos como platos cuando vio a Janick cómodamente instalado en su cama.

Ylenia estaba tan fascinada contemplando la escena que olvidó el significado de la palabra privacidad. Solo lo recordó cuando los vio abalanzarse el uno contra el otro y su cara comenzó a arder hasta estar segura de que estaba completamente roja.

Cerró la ventana rápidamente y se quedó mirando la pantalla negra durante unos minutos hasta que logró asimilar lo que había visto.

Lo había cerrado antes de ver como terminaba la escena, pero supo que fuera lo que fuera lo que había ocurrido, se había estropeado cuando Sira vio el interés mutuo que Janick y ella misma se profesaban.

Lo arreglaría se dijo de nuevo. Solo era un malentendido. Hablaría con ella y se lo explicaría todo, y Sira lo entendería, se repitió intentando convencerse.

Solo esperaba que sucediera realmente.

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Capitulo 20

Sira no habló en todo el camino de vuelta al colegio y esto hizo que Janick comenzara a preocuparse seriamente.

Intentó entablar conversación con ella en varias ocasiones, pero solo consiguió respuestas secas y que no daban opción a continuar con la conversación.

Cuando entraron por fin dentro del recinto del colegio y estuvieron seguros de que no había guardias cerca, Alex examinó a su hermana con preocupación.

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Blood Academy 1. Renacer- Sira, creo que deberías irte a la cama, pareces enferma. – le dijo –

- Estoy cansada. Solo necesito irme a dormir. – Mintió – Nos vemos mañana por la noche para seguir con el plan – añadió antes de alejarse sin dirigir ni una mirada a Janick –

- ¿Vamos? – preguntó Alex –

Janick negó con la cabeza, haciendo que su amigo arqueara una ceja.

- Voy a ir al comedor a ver si puedo conseguir sangre sin que nadie me vea. Necesito alimentarme – le explicó, y aunque también era verdad, no era la verdadera razón por la que no quería volver con él –

Alexei no pareció notar nada raro en sus argumentos puesto que asintió y se alejo camino a su habitación.

Janick en cambio corrió apresurado tras los pasos de la chica.

- ¡Sira! – La llamó entre susurros cuando la vio al final del pasillo –

Janick se tragó un exabrupto y corrió tras ella hasta que logró alcanzarla y cogerla del brazo para girarla hacia él.

Se quedó paralizado cuando vio las lágrimas deslizarse por su rostro. Levantó la mano para limpiárselas con los pulgares, pero ella se apartó de él, liberándose de su agarre.

Intentó alejarse corriendo, aprovechando la estupefacción que las lágrimas habían causado en él, pero Jan se dio cuenta y la detuvo antes de que lo hiciera.

- Sira ¿Qué pasa? ¿Es por lo de esta tarde? – Le preguntó suavemente - No quise saltar sobre ti de esa manera, pero no pude evitarlo. Gracias a dios pude controlarme. No hubiera querido que hiciéramos el amor de forma apresurada nuestra primera vez.

Sira lo miro entonces, entendiendo por fin lo que había ocurrido entre ambos esa tarde, pero teniendo una opinión totalmente opuesta sobre la razón por la que él se había detenido.

- No mientas. No se que quieres de mi, ni porque te has tomado tantas molestias, pero si te echaste atrás no fue por mi, ni por

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Blood Academy 1. Renacerninguna cosa romántica sobre la primera vez – afirmó ella enfurecida - ¿Hiciste una apuesta? ¿Te querías vengar de mi hermano por algo?

Janick la miró un momento intentando decidir si debía sentirse horrorizado o enfadado.

- ¡¿De que estas hablando?! – Exclamó, finalmente optando por el enfado – ¡Si me detuve fue porque te quiero y quería que nuestra primera vez fuera especial!

- ¡No me digas que me quieres! ¡No puedes quererme y actuar como lo haces! – le recriminó Sira, apuntándole con un dedo –

- ¿¡Actuar como!? ¡¿A que te refieres?! – exigió saber Jan, mientras se acercaba a ella de manera amenazante –

Al mirar su expresión se dio cuenta de que había algo más que su escarceo de esa tarde, y quiso saber de que se trataba.

Cuando se lo preguntó, la expresión de ella cambió.

- ¿Qué es Sira? ¿Te dijo algo Marguerite? – le pregunto con un tono más suave. –

Si esa bruja le había hecho algo….

Entonces Sira les sorprendió a ambos al soltar una amarga carcajada.

- ¿Con Marguerite también? Vaya… ¿Y yo cual soy? ¿La primera o la segunda?, porque esta claro que Ylenia es la tercera…Aunque pensándolo bien, debo de ser la segunda puesto que Marguerite lleva mucho más tiempo que yo en el colegio. Sin olvidar la forma tan cariñosa con la que te saluda – comentó con sarcasmo, haciendo que Janick se diera cuenta de lo que pasaba –

Janick entendió por fin de que se trataba todo aquello y sintió una enorme calidez lo invadía. Ella le quería, sus celos lo demostraban.

Soltó una carcajada de felicidad al comprenderlo, pero Sira lo malinterpretó, tomándolo como una afirmación a sus palabras.

Jan quiso aclarárselo al ver las lágrimas corriendo por su rostro ahora más intensamente, pero ella no le dio opción. Le dio la espalda y salió corriendo hacia su habitación.

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Blood Academy 1. RenacerQuiso ir tras ella, pero escuchó el sonido de pasos acercándose así que, sigilosamente, regresó a su habitación.

Al día siguiente aclararía las cosas con ella. No quería tener que esperar tanto tiempo sabiendo que ella estaba sufriendo, pero no tenia otra opción. De cualquier modo se sentía feliz, porque su reacción demostraba que ella lo quería tanto como el a ella, y eso lo llenaba de felicidad.

*****

El día siguiente fue una tortura, y ella sabía bien de torturas, pensó Sira con ironía.

Había empezado como cualquier otro día desde su llegada a Blood Academy, excepto por la sesión de maquillaje a cargo de Oddie.

Se había negado en rotundo a someterse a sus experimentos, por supuesto.

Lo que había querido era quedarse encerrada en su habitación y no salir nunca más. ¿Quién le iba a decir a ella que cuando por fin fuera libre, desearía volver a estar encerrada entre cuatro paredes? Ella no desde luego, pero era así como se sentía.

Después de salir corriendo dejando a Janick en el pasillo, había llegado a su habitación llorando sin parar. Oddie y Layna se asustaron tanto que corrieron hacia ella, tocándola por todas partes intentando encontrar el daño. Pero no había daño, al menos no físico.

Ambas intentaron tranquilizarla para que pudiera contarles lo ocurrido, pero pasó un buen rato hasta que lo consiguieron, ya que las lagrimas no cesaban.

Sus amigas no la presionaron, en cambio la llevaron hasta la cama, haciendo que se acostase mientras la arropaban con las mantas y se acurrucaban junto a ella con caricias consoladoras.

Cuando se le acabaron las lágrimas les contó lo sucedido con Janick, omitiendo por supuesto, a Ylenia.

Por mucho daño que ambos le hubieran hecho no iba a echar a perder el plan.

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Nadie podía saber de la existencia de Ylenia, y por muy traicionada que se sintiera, no iba a ser ella quien la delatara.

Oddie y Layna se mostraron incrédulas al principio, pero cuando les contó lo sucedido con Janick en el pasillo se mostraron horrorizadas ante su actitud y comprensivas con sus sentimientos.

Estuvieron hablando durante horas hasta que finalmente cayó rendida en un sueño profundo.

Ahora supuso que ambas se habrían ido a sus respectivas camas cuando se hubo dormido, puesto que se encontraba sola en la suya.

Al despertar no había querido levantarse, pero Oddie y Layna la convencieron de que no asistir a clase levantaría especulaciones entre el alumnado, por no hablar de la satisfacción que Janick sentiría al ver su reacción, así que caminó hacia la ducha no queriendo darle ese placer.

Cuando salió, Layna ya se había ido a desayunar con su madre, pero Oddie seguía allí y la esperaba con un montón de botes de cremas, maquillaje y otros productos de difícil identificación.

Oddie le explicó que eran para ella, y aunque se negó al principio, accedió cuando su amiga argumento que sus ojeras igualmente harían levantar especulaciones.

Así que lo había hecho. Por primera vez en su vida se había maquillado. Aunque deseo sinceramente que hubiera sido en otras circunstancias.

De cualquier modo esto fue suficiente para que la gente la observara durante las clases y se dio cuenta de que finalmente no iba a dejar atrás las especulaciones.

Con un nudo en la garganta, se percato de las miradas de Janick, y de sus intentos por acercarse a ella, todos frustrados por sus amigas.

Esto hizo que respirara tranquila e intentara mentalizarse para su encuentro después de clases, cuando Alex, Janick y ella se reunieran para entrar furtivamente en el despacho de la directora.

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Capitulo 21

Janick estaba de un humor de perros, y no era para menos. No había podido dormir nada pensando en como disculparse con Sira y hacerla entender que las cosas no eran como ella creía, y para colmo, durante todo el santo día ella le había estado esquivando.

Primero apareciendo maquillada en clase, lo que hizo que todas las miradas se posaran en ella. Al igual que a el, a todos los demás les parecía raro verla de ese modo, ya que ella siempre se había mostrado despreocupada con respecto al imagen.

De cualquier modo, lo entendió cuando sus miradas se encontraron y se percató del cansancio que había en ellos.

Durante el resto del día intentó acercarse a ella, aunque sus intentos fueron todos frustrados por Layna y Oddie.

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Blood Academy 1. RenacerAl final, y con un cabreo impresionante, las había mandado por ahí, pero lo único que consiguió fue una discusión y la promesa de un ataque a sus partes intimas si intentaba acercarse a ella, y aunque las amenazas no hicieron nada por mermar sus intenciones, si lo hizo la mirada que le lanzó Sira, en la que le dejaba ver que no iba a ser bien recibido.

Maldijo para sus adentros, enfadado por como habían salido las cosas.

Solo quería hablar un maldito minuto con ella para que pudieran aclarar las cosas, pero en cambio tenía que quedarse al margen mientras ambos sufrían a causa de un malentendido.

Recordó entonces que debían encontrarse después de clase, así que decidió hacer acopio de valor y esperar hasta entonces.

El resto del día había tenido que soportar las miradas hostiles de Layna y Oddie, y la indiferencia de Sira, que era mucho peor, y para colmo estaban las preguntas de Alex y Kian sobre la causa de su iracundo humor a las que, por supuesto, no respondió.

Gracias a dios habían terminado las clases y ahora Alex y él se dirigían a la biblioteca donde debían encontrarse con Sira.

La localizó enseguida.

Estaba oculta entre varias estanterías sentada en el suelo con un montón de libros a su alrededor, y parecía muy concentrada en su lectura.

Se fijó en como iba vestida y enarcó una ceja divertida al ver sus pantalones y camiseta negra, y su pelo recogido en un moño.

Ella se giró cuando los escuchó llegar, y tuvo que contener una carcajada al observar las manchas de pintura negra que tenían en la cara. Parecía uno de esos militares con grasa en la cara para camuflarse en las operaciones de campo.

Sira se levantó cuando llegaron a su altura y él pudo advertir la mochila que llevaba a la espalda.

También se fijo en que evitaba su mirada, y se propuso ponérselo difícil.

- ¿Qué llevas ahí? – le preguntó situándose en su campo de visión –

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Ella abrió la mochila y se puso a trastear dentro sin dirigirle una mirada, lo que hizo que apretara los dientes.

Luego sacó la mano y los sorprendió llevando tres pares de guantes negros.

- Tomad. Es mejor no dejar huellas – dijo tendiéndoselos –

A los dos les sorprendió que hubiera pensando en eso, pero la miraron complacidos.

- Buena idea. – dijo Alex al cogerlos -

- Si. Menos mal que estás aquí. – añadió Janick con doble sentido –

Pero Sira o no lo captó o supo fingir muy bien.

¡Diablos! ¡Solo quería unos minutos para aclarar las cosas con ella! ¿Era tanto pedir?

Notó entonces como ella le lanzaba una mirada furtiva y su corazón latió acelerado. ¡Al fin una señal de que no le era indiferente! Ya empezaba a desesperarse.

- Creo que será mejor que empecemos cuanto antes a repasar el plan. Cuanto antes terminemos con esto mejor. – Dijo Alex, ignorante de lo que sucedía a su alrededor.-

Los tres comprobaron que estaban completamente solos, y después repasaron paso por paso lo que debía hacer cada uno.

Cuando terminaron salieron sigilosamente de la biblioteca hacía su destino.

*****

El plan era simple, Alex iría delante para asegurarse de que el camino estaba despejado, le seguiría Sira, que debí llevar todo lo necesario para entrar y salir sin dejar huellas, y por último Janick, que se aseguraría de que nadie los siguiera.

Una vez llegaran, utilizaría una horquilla de Sira para abrir la puerta del despacho de la Directora.

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Una vez dentro lo único que tenían que hacer era entrar en el ordenador y copiar en un pen drive todos los ficheros tanto del personal como del alumnado de Blood Academy.

Ylenia estaba convencida de que los asesinos de sus padres estaban de algún modo vinculados con el internado así que esperaban encontrar alguna pista en los ficheros, sobre todo teniendo en cuenta que contaban con las fotos que Nikolai Krushev había escondido en su diario.

Dejo atrás sus pensamientos, dispuesta a concentrarse en su objetivo.

Alex y Jan entraron cuando su hermano logró abrir la puerta del despacho, y puesto que ella no tenía muchos conocimientos informáticos, se quedó tras la puerta vigilando que nadie se acercara.

Los escuchaba mientras intentaban averiguar la contraseña del ordenador y se giró hacía ellos cuando consiguieron acceder por fin a la base de datos del ordenador.

No lo vio. No lo sintió. Solo supo de su presencia durante un instante, un segundo antes de recibir el impacto en la cabeza. Después sintió como su cuerpo se quedaba laxo y todo se volvía negro a su alrededor.

*****

Janick y Alexei se giraron al oír pasos alejándose, y horrorizados contemplaron como el cuerpo inerte de Sira golpeaba contra el suelo.

Ambos corrieron hacia ella con el corazón latiéndoles desbocado.

Janick llevó su mano directamente a su cuello, queriendo tomarle el pulso y soltó un suspiro de alivio al notarla latiendo contra su dedo.

Aunque el alivio no le duró demasiado cuando vio correr la sangre por el rostro de la chica.

Alex estaba frenético a su lado, zarandeándola para intentar despertarla.

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Pese a sus desbocados sentimientos, Janick mantuvo la cabeza fría y salió hacia el pasillo tratando de vislumbrar al agresor.

Como supuso, este había huido mientras ellos atendían a Sira.

Se sobresaltó al escuchar pasos que corrían apresurados hacía donde se encontraban, y aunque parecían lejanos, se iban haciendo más fuertes conforme avanzaban hacía ellos.

Fue consciente entonces de los gritos desesperados de su amigo y corrió hacia donde los hermanos se encontraban.

- Tenemos que irnos. Los guardias debieron escuchar el escándalo y vienen para acá. No tenemos mucho tiempo.

Cuando terminó de hablar se agachó y recogió el cuerpo inerte de Sira y comenzó a caminar fuera del despacho.

Alexei se mantuvo en silencio lo que hizo que Janick se girara para observar a su amigo.

Estaba blanco como el papel y en su mirada había una mezcla de expresiones difíciles de describir. Por una parte dolor y preocupación, y por otra una furia asesina como nunca hubiera imaginado.

- Llevémosla al sótano. Es la única opción que tenemos si no queremos que nos descubran.

El tono de voz que Alexei empleó era frío y mortífero y Janick supo que su amigo estaba al límite.

Alex se fue hasta el ordenador, sacó el pen drive con toda la información que habían copiado guardándoselo en el bolsillo.

Con Sira en brazos, Janick se dirigió apresurado hacía el sótano.

Alexei tras apagar el ordenador y cerrar la puerta del despacho fue tras ellos.

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Capitulo 22

Dos figuras ataviadas en trajes oscuros corrían en la oscuridad intentando no ser vistos por las decenas de guardias que recorrían el colegio.

Llevaban días planeando la entrada al despacho de la Directora Cutbert y encontrar la información que buscaban, pero toda la planificación no había servido para nada porque todo se había descontrolado.

Se había quedado lívida cuando escuchó pasos acercándose.

No podían descubrirlos, fue lo único que había pensado en aquel momento.

Si lo hacían todo se iría al garete, y lo que buscaban era demasiado importante para que se echara a perder.

No pensó. Simplemente actuó.

Cogió el atizador de la chimenea que había en el despacho y le dio con el a la figura que estaba quieta en la entrada.

Su compañero se giró al ver que se había movido y cuando el atizador golpeó al intruso ambos salieron corriendo, huyendo de allí, no sin antes escuchar y reconocer las voces de Janick Borthok y Alexei Dainelli gritando el nombre de Sira.

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- ¡Oddie! ¡Céntrate joder! ¡Nos van a descubrir!

Dejó atrás sus pensamientos al escuchar la voz de su compañero.

Ambos estaban pegados a la pared, como si quisieran formar parte de ella mientras intentaban llegar hasta su escondite.

El tenía razón. No les podían descubrir por nada del mundo, no ahora que estaban tan cerca de lograr su objetivo. Así que cogió aire y se concentró.

En unos minutos ambos se encontraban en su escondite, respirando entrecortadamente mientras intentaban recuperar el aliento.

- ¡Mierda! ¡Casi nos descubren por culpa de esos tres! – Exclamó el chico –

Oddie se dejó caer en el suelo intentando que su corazón se calmara.

- Eran los Dainelli y Borthok.

Su compañero se giró lentamente, fijando su profunda mirada en ella.

- ¿Qué? – Su expresión era una marcara de furia helada –

Oddie cogió aire.

- Uno se quedó muy cerca de donde me escondía. Podría haberme descubierto así que le tuve que dar con el atizador. Cuando huíamos escuché las voces de Borthok y Alexei Dainelli llamando a Sira.

- Le diste a ella. – Entendió el chico –

Después se puso a recorrer la habitación de un lado a otro, como si fuera un león enjaulado.

Oddie se levantó y se acerco a él rodeándole la cintura con los brazos y apoyando la cabeza en su hombro.

- Tenemos que detenerlos o lo echaran todo a perder – Le dijo ella con tono tajante –

*****

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Le dolía la cabeza. Sentía como si una apisonadora le hubiera pasado por encima y como si miles de agujas se clavaran en su cabeza.

Entonces recordó. Recordó como se había girado tan solo un momento para ver los avances de Janick y Alexei y como notó otra presencia un segundo antes de que algo colisionara contra su cabeza.

A partir del golpe ya no recordaba nada. ¿Qué había sucedido?, se preguntó.

Se esforzó en abrir los ojos pero no podía. En cambio podía oír las voces de su hermano y Jan de entre la bruma de la inconsciencia.

- ¡¿Qué diablos ocurrió ahí arriba?! – exclamó Alex – ¡En ningún momento noté la presencia de alguien!

- Yo tampoco, pero es indudable que no estábamos solos. Alguien golpeó a Sira en la cabeza y luego huyó, los escuché correr. Eran al menos dos.

Aún con la mente embotada, Sira se percató de que había utilizado el plural. ¿Dos? ¿Había más de uno?

No podía ser. Su instinto nunca la había traicionado. Podía oler a otro vampiro a kilómetros de distancia, a menos claro que no fuera un vampiro.

Esta idea cruzó su mente de repente, produciéndole una punzada tan dolorosa en la cabeza que gimió de dolor.

La conversación que mantenían ambos chicos se acalló y solo pudo oír pasos que se acercaban apresurados a ella.

- ¿Sira? ¿Estas despierta? – preguntó su hermano –

Se esforzó en abrir los ojos hasta que lo consiguió y pudo ver como dos pares de ojos preocupados la observaban.

- No los percibí – Susurró con gran esfuerzo –

- Ssssh, no hables. Harás que te duela más.

Ese susurró tierno había venido de Janick, y a Sira le dio un salto el corazón.

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- No los percibí – repitió –

Cerró los ojos un momento, intentando acallar el dolor y cuando recupero el aliento los volvió a abrir.

- Eran Eatbores.

Los dos chicos se miraron entre sí ya que esa idea había pasado también por sus mentes, y era una idea que resultaba aterradora.

Solo de pensar lo cerca que había estado Sira de uno de esos monstruos hacia que se estremecieran.

Alex acarició el cabello de su hermana tiernamente.

- Esta bien, Sira, no hables más. Te dieron un buen golpe. Necesitas descansar.

Ella posó su mirada en él, viendo más de lo que su fachada dejaba entrever. Internándose en la profundidad de sus ojos. Los ojos con los que había soñado cada noche mientras estuvo cautiva.

De repente los recuerdos de su infancia, su infancia antes del secuestro, atronaron en su mente. Uno tras otro. Era como un bombardeo de imágenes atacando su mente.

Risas, abrazos, amor, protección, seguridad, diversión, confianza, lealtad. Todos y cada uno de los sentimientos que había olvidado volvieron en tropel.

Incluso el fatídico día en que todo se fue al diablo. El día en que los Eatbores la secuestraron.

Sin ser consciente de ello, sus ojos se inundaron de lágrimas.

Janick y Alexei la miraron horrorizados no sabiendo la razón para ellas.

Ambos le peguntaron y la acariciaron intentando calmarla, pero no había nada que pudieran hacer para acabar con ellas.

Sira lloró y lloró hasta que pensó que se quedaría completamente seca.

Cuando consiguió encontrar la voz para hablar, fijó su mirada en la de su hermano.

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- Te recuerdo. Lo recuerdo todo.

Alexei escuchó la voz estrangulada de su hermana y entendió lo que quería decir. Abrió los ojos como platos y la abrazó, apretándola fuerte contra sí.

- ¿De verdad? ¿Lo recuerdas todo?

La voz de Alexei sonó ronca y Sira vio como una sola lágrima se deslizaba por el hermoso rostro de su hermano.

Asintió de nuevo, abrazándolo fuerte, queriendo quedarse entre la protección de sus brazos para siempre.

El la había querido tanto. Recordó como quiso protegerla el día del secuestro y lo que ella misma sintió cuando vio como un Eatbore le golpeaba, dejándolo inconsciente.

El no había sido más que un niño en aquel momento, pero aún así la había protegido como todo un hombre.

Una mezcla de amor y respetó la inundó. Ella le quería y él la quería a ella. Ahora ya podían ser los hermanos que habían sido.

Ambos se separaron cuando Janick carraspeó.

Sira se fijó en él y pudo ver una enorme sonrisa instalada en su rostro y un profundo amor brillando en sus ojos.

¿Sería verdad que la quería? ¿Habría sido todo un malentendido? ¿Pero entonces a que se debieron el intercambio de miradas entre Ylenia y él? , quiso preguntárselo pero recordó la presencia de su hermano y decidió que no era el mejor momento.

Recordó entonces la razón por la que habían ido al despacho.

- ¿Conseguisteis la información? – les preguntó –

Ambos asintieron con una sonrisa cómplice.

- Al menos el golpe sirvió para algo.

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Capitulo 23

La noche fue larga. Los guardianes habían estado recorriendo el internado toda la noche después de lo sucedido en el despacho, así que tuvieron que quedarse en el sótano hasta que les fue posible salir.

Agradecieron que treinta minutos antes del amanecer hubiera un cambió de turno, porque lo aprovecharon para salir de allí y volver a sus habitaciones.

Durante el día los guardias eran humanos, ya que obviamente a los vampiros les era imposible hacerlo durante las horas de luz. Eso si, la guardia humana había sido cuidadosamente seleccionada por el Rey Colt Dainelli.

Durante las horas que permanecieron en el sótano, Alex y ella habían estado hablando de muchas cosas y recordando anécdotas de cuando eran pequeños.

Janick se mantuvo en silencio en todo momento, no queriendo interferir en este intercambio.

Cuando pudieron salir se despidieron unos de otros, no sin antes haberle curado la herida a Sira.

Al día siguiente era domingo y los tres estuvieron de acuerdo en ir a la cabaña de Ylenia a revisar la información que habían conseguido la noche anterior.

Sira se encontraba ya en el punto de encuentro cuando escuchó pasos acercándose. Desvió la mirada hacía el sonido y vio aparecer a Janick y a Alexei.

- Hola ¿Dormiste bien? – preguntó su hermano, mientras se inclinaba para besarla en la frente –

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Blood Academy 1. RenacerElla asintió mientras le obsequiaba con una hermosa sonrisa, después se levanto de la roca donde se había sentado a esperarlos y se dio la vuelta emprendiendo el camino, pero se detuvo al captar el olor de otro vampiro que se aproximaba.

Se dio la vuelta y vio como su hermano y Jan se habían puesto alerta también, y un momento después apareció corriendo un muchacho que debía tener unos 13 años.

Se paró abruptamente al encontrarlos, y se dobló por la mitad para recuperar el aire.

- Menos mal. La directora me mandó a buscarte. – Dijo el chico mirando a Sira –

Ella hizo una mueca por lo inoportuno de la situación y miró a su hermano.

- Id delante. Me reuniré con vosotros más tarde. – Les dijo con resignación y luego se alejo con el chico –

*****

El joven caminaba junto a ella mientras volvían a Blood Academy y Sira notó como la miraba de reojo de vez en cuando con expresión atolondrada.

Fue entonces cuando escucharon aquel grito inhumano.

Ambos se quedaron paralizados y miraron a su alrededor en estado de alerta.

El grito había sonado amortiguado por los árboles pero no debía de haber sido muy lejos de donde se encontraban.

Inmediatamente pensó en Ylenia. ¿Habría salido a cazar? El gritó había sido indudablemente de una mujer pero no podía estar segura de a quien pertenecía. ¿Y si le había pasado algo a su amiga?, esta idea la hizo estremecerse.

Tomando una decisión se giró hacía el chico.

- Vuelve al internado e informa sobre esto. Yo iré a echar un vistazo.

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- Pero…

- No te preocupes no me pasara nada.

Le lanzó al muchacho una sonrisa tranquilizadora y aunque un poco renuente, el chico se alejó corriendo hacía el colegio.

Cuando lo vio perderse entre los árboles se dio la vuelta y se fue hacia el lugar de donde provenía el grito.

Caminó entre los árboles hasta llegar a un claro y

Vio un bulto en medio y se dio cuenta que era el cuerpo menudo de una joven tirado entre la hierba.

Ylenia, pensó.

Con el corazón desbocado corrió hacia ella.

Cuando estaba a unos cuatro metros de ella, la joven levanto la cabeza fijando su mirada vidriosa en ella.

Sira se quedó paralizada al reconocerla y eso fue quizás lo que le salvó la vida.

La recorrió con la mirada. Aunque no era una anciana, tampoco era la chica joven que había parecido desde la distancia.

Parecía estar en la mitad de la treintena aunque Sira sabía que debía tener al menos cuarenta si se tenía en cuenta que la foto que Nikolai Krushev había guardado en su diario tenia más de veinte años.

*****

Ylenia salió de la cabaña cuando vio a Janick y Alexei salir de entre los árboles y arqueo una ceja cuando notó la ausencia de Sira.

Los tres entraron dentro de la cabaña y ambos le explicaron que la Directora Cutbert había requerido su presencia y que en cuanto acabara se reuniría con ellos.

- ¿Habéis traído la información?

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Blood Academy 1. Renacer- Aquí está. – Dijo Alexei mientras sacaba de su bolsillo el pen

drive –

Ylenia lo cogió y caminó hacia su ordenador. Cuando lo hubo encendido insertó el pen en la salida USB del ordenador y abrió la carpeta que contenía la información.

Juntos se pusieron a revisar cada ficha una por una, aunque no tardaron mucho en encontrar lo que buscaban.

- ¡Son ellos! – Exclamó Ylenia –

Janick que había ido a la nevera para coger algo de comer, volvió corriendo y se quedó blanco como el papel al observar la pantalla.

Ylenia vio como su rostro perdía el color y luego dirigió su mirada a la de Alex que miraba la pantalla con una expresión de incredulidad que podía resultar incluso graciosa.

- ¿Los conocéis? – les preguntó –

Ambos se giraron a mirarla con expresiones similares. Estupefacción, asco, traición y confusión eran las más fuertes.

- Son mis padres – Dijo Janick, haciendo que también los mirara estupefacta –

- ¿Cómo? ¿Tus padres?

- Si, mis padres. O eso creo.

Janick parecía totalmente asqueado y Ylenia se sintió triste por él.

¿Qué iban a hacer ahora?, se preguntó.

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Capitulo 24

Sira se dio cuenta de que estaba demasiado cerca de esa asesina y deseó no haber sido tan impulsiva al acercarse a ella.

Había bajado la guardia al pensar en que era Ylenia, y ese error podría costarle muy caro.

La mujer debió de ver el reconocimiento en sus ojos porque cambió su expresión desvalida por una mueca de despreció.

- Veo que me reconoces. Me pregunto porque…- Murmuró mientras se levantaba de un salto –

Sira se puso en guardia, preparada para defenderse.

- ¿Dónde está tu compañero? – le preguntó Sira –

Una gras satisfacción la inundó al contemplar el destello de sorpresa en los ojos de su enemiga.

Aunque solo fue un segundo, después su mirada volvió a tornarse puro hielo y un momento después, saltó hacia ella.

Sira que previno su ataque, la esquivó dando un saltó en el aire mientras estiraba la pierna derecha hasta clavarla en el estomago de la mujer, que voló veinte metros a causa del impacto.

El hombre salió de entre los árboles con expresión amenazante al ver el cuerpo de su compañera colisionar contra un árbol.

Sira se dio cuenta de que tenía muy difícil salir con vida de ese claro cuando vio a la mujer levantarse como si nada, mientras su compañero avanzaba hacía ella.

“Janick” – susurró mentalmente -

Notó la agitación de él al escucharla.

“¿Sira? ¿Dónde estás? Hemos identificado a los asesinos de los Krushev. Son mis padres. Ellos lo hicieron”

Lea Green134

Blood Academy 1. Renacer“¡¿Qué?!” – Exclamó Sira a través de su vínculo mental –

“Son ellos. Ylenia los reconoció en los archivos. Son mis padres, Sira. Tienes que volver, tenemos que trazar un plan.”

“Eso va a ser un poco complicado. Estoy con ellos”

“¡¿Como que estás con ellos?!”

Jan hundió su puño en la pared, haciendo que Alex y Lena pegaran un saltó.

“¡¿Dónde estás?!”

“En un claro al sur de Blood Academy. A unos quince minutos de la entrada principal. Me tendieron una trampa, Jan. Soy fuerte, pero no puedo con los dos.”

Sira se estremeció al escuchar la sarta de maldiciones que le llegaron a través de su vinculo.

“¡Distráelos! ¡Háblales de mí! ¡No se, lo que sea! ¡Pero gana tiempo para que podamos llegar”

“Está bien. Ahora voy a cerrar mi mente a la tuya de nuevo. Necesito concentrarme. Si necesito algo me comunicaré contigo nuevamente”

“¿Sira?”

“¿Si?”

“Te quiero. No lo olvides, por favor”

Ella no le respondió. Todavía tenían muchas cosas que aclarar.

Mandándole pensamientos tranquilizadores, cerró su mente a la de él.

Se fijó entonces en sus enemigos que se habían detenido uno al lado del otro a unos ocho metros de ella.

¿Los padres de Janick? Recordaba que él le había dicho que no se llevaban bien, pero había imaginado que solo se trataba de otra mala relación paterno filial.

Se fijó en ellos, sus rasgos, sus cuerpos y se dio cuenta de que no encontraba ningún parecido entre Janick y ellos.

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Blood Academy 1. RenacerVio como ambos avanzaban hacía ella en direcciones opuestas y con sonrisas malévolas. Al parecer querían acorralarla como a un indefenso conejito, pero no se dejaría, se dijo.

Era Sira Dainelli, princesa de los vampiros y había estado durante mucho tiempo luchando por proteger su vida, así que no se dejaría vencer fácilmente.

*****

Ylenia y Alexei detuvieron a Janick cuando este intentó salir de la cabaña, ignorantes de lo que sucedía.

- ¡No puedes ir a buscarlos ahora! ¡Tememos que trazar un plan para hacerlos caer! – le dijo su amigo, ignorante de la amenaza contra la que se enfrentaba su hermana –

- ¡Déjame salir! ¡Tienen a Sira!

- ¿Cómo? ¿De que estás hablando?

El tono de Alexei era ahora horrorizado.

Ylenia se acercó a Janick entonces, queriendo una explicación.

- Explícanos lo que ocurre Janick. – Le dijo apaciguadoramente –

- Ella me lo dijo a través del vínculo mental que compartimos. Habíamos discutido y ella me cerró el pasó a su mente así que cuando hace un momento noté que lo había abierto de nuevo me extrañó. Pero lo entendí todo cuando me lo contó todo. ¡Le tendieron una trampa! ¡Tenemos que ayudarla!

En el momento en el que acabo la frase, Alexei lo empujó contra la pared mirándolo furioso.

- ¡Hijo de puta! ¡¿Tocaste a mi hermana?! – Gritó mientras hacia impactar su puño contra la mandíbula de su amigo, haciendo que la sangre manara de su boca –

Janick entendió que al decir que Sira y él compartían un vínculo mental, había dejado claro que tenían una relación, así que no se defendió.

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Sabía que tarde o temprano llegaría ese momento pero no le importaba. Ahora solo podía pensar en Sira.

Recordó que Sira estaba en manos de sus padres, y se dio cuenta del valioso tiempo que estaban perdiendo en esa estúpida pelea.

Detuvo a Alexei cuando lo vio levantar el puño nuevamente.

Ylenia aprovechó ese momento para interponerse entre ambos, y le dio a Alexei los mismos argumentos que él había pensado. Estaban perdiendo el tiempo.

Alex pareció darse cuenta de la situación de su hermana, consiguiendo salir de entre la bruma de la traición.

Se alejó del que había considerado su mejor amigo hasta ahora y salió de la cabaña, corriendo para internarse en el bosque no sin antes echarle una mirada envenenada a Janick.

Capitulo 25

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Blood Academy 1. RenacerSira observó como Oleg Y Tatyana Borthok avanzaban hacía ella desde ángulos diferentes, y pensó que era el momento perfecto para comenzar a hablar.

- ¿Porque empezasteis todo esto? ¿Por qué matasteis a los Krushev? - les preguntó –

Ellos no dejaron de avanzar hacía ella, pero Sira pudo ver en sus rostros un leve atisbo de sorpresa.

- Veo que has estado haciendo averiguaciones. – Dijo Oleg después de un momento –

No parecía molesto al saber que los había descubierto, más bien actuaba como si estuvieran hablando del tiempo y Sira se propuso hacerlo reaccionar.

- También averigüé que sois Tatyana y Oleg Borthok.

Ahora si. Sira tuvo la gran satisfacción de ver como sus mascaras impasibles caían y ambos se detenían abruptamente.

- Sabes demasiado. Ahora tendremos que matarte. – Dijo el hombre –

Sira resopló.

- Oh, vamos. Creía que ibais a matarme de cualquier modo.

Los tres se miraron durante un momento, sin decir nada. Midiéndose unos a otros. Hasta que una idea cruzó la mente de Sira.

- Ya que voy a morir me gustaría saber porque lo hicisteis. ¿Por qué traicionasteis a vuestra estirpe?

Ellos la miraron para luego mirarse entre si y soltar una carcajada.

- ¿Nuestra estirpe? – repitió Oleg – Somos Eatbores querida, no chupasangres.

La última palabra la dijeron con tal desprecio que la hicieron estremecerse.

Ellos parecieron notar su reacción porque sus sonrisas se hicieron más amplias.

- ¿Eatbores? No puede ser, oléis como vampiros.

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- Es lo que tiene la ciencia. Puede hacer cosas que parecen imposibles. Como por ejemplo clonar tus ojos. Ese fue un gran logro para el jefe, ¿verdad querida? – preguntó, mirando a Tatyana –

La hembra asintió en total acuerdo mientras reanudaba la marcha hacía ella.

Sira notó un movimiento a la espalda de Tatyana, entre los árboles, y pudo vislumbrar el pelo oscuro de su hermano.

- ¿Y Janick? – Los Eatbores se pararon de nuevo - ¿El también es un Eatbore?

Otra oleada de estruendorosas carcajadas siguieron a la pregunta.

- Veo que desconoces esa parte, pero no me importa explicártelo como un último favor antes de que te matemos. – Le dijo Oleg, casi amigablemente –

Se lo contaron todo. Desde el momento en que su líder les envió a matar a los Krushev, hasta que llegaron a la mansión de los reyes y arrasaron con todo cuanto pudieron.

Sira escuchó horrorizada como ambos se jactaban de lo que habían hecho y cuando le pareció que habían terminado se dio cuenta de que no habían hablado del bebé. El hermano de Ylenia al que ellos habían asesinado a sangre fría.

Risas malévolas resonaron en el claro cuando les preguntó por él.

- Querida te creía más lista. – Se burló Oleg – Ese bebé nunca murió.

Sira los miró confusa mientras una leve sospecha comenzaba a crecer en su interior.

- Sino murió ¿donde está?

- Ahora mismo debe estar en Blood Academy haciendo de las suyas con tu hermano. – Comentó Tatyana –

Sira se quedó estupefacta, mirándolos con los ojos muy abiertos mientras su sospecha se hacía realidad.

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Blood Academy 1. Renacer- Si. Has acertado. Janick es un Krushev. – Dijo Oleg mientras la

satisfacción inundaba su mirada –

Sira pudo vislumbrar desde la distancia a Ylenia y Janick que se miraban entre sí, con la misma expresión confusa.

Abrió su mente a la del chico y cuando lo hizo una ráfaga de sentimientos encontrados le llegaron a la mente. Confusión, traición, alivió, esperanza, comprensión.

Sira quería ayudarle y le envió una ráfaga de calidez y apoyo. La mente de Janick la reconoció y a la mezcla de sentimientos se unió el amor, haciendo que su corazón saltara.

Se fijó en Ylenia que miraba a Janick con una expresión de estupefacción similar a la de él.

Eran hermanos. Sira lo comprendió entonces. La primero vez que se vieron, aunque no de forma consciente, se reconocieron. De ahí el intercambio de miradas entre ambos.

Maravillada a la vez que asombrada, dirigió su mirada a los Eatbores, no queriendo que se dieran cuenta de la presencia de sus amigos, y otra pregunta invadió su mente.

- Pero ¿Por qué? ¿Por qué matasteis a los Krushev?

- Necesitábamos al niño. No podíamos permitir que creciera en libertad. Era peligroso. La mejor opción era matarlos a todos. Si dejábamos vivos a los Krushev y matábamos a su hijo vendrían a por nosotros. No queríamos dejar cabos sueltos. – Explicó Tatyana -

Sira los miró confusa.

- Pero no matasteis a Janick.

- No hizo falta. A los dos días nació Alexei, otro macho, no un hembra como nosotros creíamos, así que no había peligro.

La respuesta de Oleg le pareció curiosa a Sira, y quiso saber más.

- ¿Peligro de que?

- Lo siento querida, pero eso no pienso decírtelo ni aunque estés a las puertas de la muerte.

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Blood Academy 1. RenacerSira quiso insistir pero al ver la expresión testaruda del macho Eatbore lo dejó estar. Seguiría por otro camino.

- Entonces decidisteis dejar con vida a Janick puesto que no representaba ningún peligro para vosotros una vez descubristeis que Alexei era un macho. ¿Es eso?

- Exactamente. Además, teniendo a un vampiro desde pequeño podríamos moldearlo a nuestra manera para nuestro propio beneficio. – Dijo Tatyana –

- Pero el nunca se dejó. – Asumió Sira –

- No. No lo hizo. Y a los dos años todo se complicó cuando naciste tú. Una hembra.

Sira miró a Oleg, que era el que hablaba ahora. ¿Porque les resultaba peligroso que Janick y ella hubieran nacido?, se preguntó.

- Ya teníamos planeado utilizar a Janick para obtener información así que era demasiado tarde para matarlo, pero contigo era diferente.

Sira vio a su hermano tensarse peligrosamente.

- Era demasiado peligroso llegar hasta ti. – Continuó Oleg - Desde que nos deshicimos de los Krushev, los Dainelli tenían una guardia mucho más numerosa que les seguía a todas partes. Tardamos tres años en planearlo, pero finalmente pudimos hacernos contigo.

- Pero no me matasteis tampoco.

- No. No lo hicimos. El jefe pensó que podías servirle de conejillo de indias. – Dijo Tatyana con una sonrisa maliciosa –

Sira sintió como se le revolvía el estomago. ¿Conejillo de indias? Había temido algo por el estilo. Recordó las veces que aquel Eatbore había entrado en su pequeño cuchitril y le había sacado sangre o le había quitado un trozo de piel, o incluso cabello.

Habían estado experimentando con ella. Tuvo que hacer un esfuerzo para contener la nausea que amenazó con escapársele.

“Sira, tranquila. No fue tu culpa”

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Blood Academy 1. RenacerLas palabras susurradas en su mente no hicieron mucho por tranquilizarla, y no pudiendo contener más la nausea se dobló por la mitad.

Janick, Ylenia y Alexei salieron de entre los árboles rápidamente.

Jan se lanzó contra el que había considerado su padre y le asestó una patada en el estomago que lo mandó cincuenta metros por el aire hasta que cayo al suelo.

Tatyana chilló y aprovechó la momentánea indefensión de Sira para saltar sobre ella, presionando una estaca sobre su corazón.

Lo vampiros se quedaron paralizados, no queriendo hacer ningún movimiento que pudiera poner en peligro la vida de Sira.

Tatyana se rió maliciosamente al ver sus reacciones.

- ¿Qué pasa? ¿Tenéis miedo a que le haga daño a la putita de los Eatbore? – Dijo la mujer en un siseo, mientras Oleg se levantaba y caminaba hacía ellos – Porque eso es lo que fue estos catorce años. La putita con la que todos se divertían.

“No es cierto, Jan. Esta mintiendo” – sollozó ella –

“Sssssh. Lo sé, cariño. No te preocupes. Solo quiere ponernos nerviosos.”

Sira intentó no estremecerse cuando le presionó más la estaca, hasta arañarle la piel bajo la ropa.

Solo estaba jugando con ellos, pero de cualquier modo la mataría, no le cabía ninguna duda sobre ello.

Sira miró de reojo hacía donde se encontraba Oleg. El macho Eatbore tenía unos rasguños pero por lo demás se había recuperado perfectamente y ahora caminaba hacía ellos.

Sira vio entonces como sacaba una estaca idéntica a la que Tatyana tenía presionada sobre su corazón, y apuntaba directamente al de Janick.

Sus ojos se agrandaron, lo que debió alertar a sus amigos porque se giraron hacia Oleg.

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Blood Academy 1. RenacerJusto en el momento en el que el Eatbore se disponía a lanzar la estaca hacía Janick, Sira notó como Tatyana presionaba más la estaca sobre su propio corazón.

Y cuando Sira pensó que moriría, sonaron dos disparos mortíferos que retumbaron en el claro, y notó como el agarre que Tatyana tenía sobre ella se hacía débil, para un segundo después, oír el golpe que el cuerpo de la Eatbore hacia al chocar contra el suelo.

Todavía aturdida, escuchó gritos y pasos aproximándose a ella.

Varias manos recorrieron su cuerpo en busca de heridas, pero no las había.

Cuando logró salir de su aturdimiento miró a su alrededor y pudo ver el cuerpo inerte de Tatyana a su lado.

Tenía un pequeño orificio en la parte trasera de la cabeza y los ojos vidriosos y abiertos con sorpresa y Sira supo que estaba muerta.

Entonces recordó a Janick y su corazón comenzó a latir desbocado.

Lo llamó desesperada, y notó como unos brazos la rodeaban en un fuerte abrazo.

- Ssssh. Estoy bien. Todos lo estamos. – Le susurró mientras la sostenía fuerte contra su pecho, inhalando el aroma de su pelo –

Sira se dio cuenta de que él estaba sangrando y lo miró horrorizada.

- ¡Estás herido! – exclamó frenética –

- Es solo un rasguño. La estaca de Oleg me dio en el brazo, pero ni siquiera me duele. – le aseguró Janick –

Sira levantó la mirada y vio el cuerpo de Oleg en el mismo estado que el de Tatyana.

Le dirigió una mirada a su hermano que estaba arrodillado a su lado con el semblante pálido.

- Estoy bien. – le susurró con una débil sonrisa –

- Sira. Oh dios, hermanita. – murmuró Alex mientras la apartaba de Janick, y la encerraba entre sus brazos apretándola tanto, que casi la deja sin aire.-

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Se dio cuenta entonces de que alguien había disparado a los Eatbores. Se tensó al pensar que no estaban solos.

- ¿Quién ha hecho esto? – preguntó –

Ylenia que había estada arrodillada junto a ella, se levantó entonces, dirigiendo su mirada hacía el bosque.

- Ya puedes salir, hermano. Se que estás ahí. – gritó su amiga, haciendo que Janick, Alexei y ella la miraran confusos –

Los tres se quedaron estupefactos al reconocer a las dos figuras que salieron de entre los árboles.

Capitulo 26

- ¿Oddie? ¿Qué haces aquí? – preguntó Sira confusa cuando vio a su amiga correr hacía ella y recorrerla con las manos en busca de algún daño al igual que habían hecho los demás un momento antes. –

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Blood Academy 1. Renacer- Menos mal que estas bien. Creí que no había disparado a

tiempo. – Dijo la chica con un profundo alivio –

- ¿Tú le disparaste?

Sira se giró hacia Janick completamente estupefacta y se dio cuenta de que miraba fijamente algo.

Siguió su mirada y se encontró con la de Kian que caminaba hacía ellos con paso resuelto mientras sostenía dos pistolas de nueve milímetros. Las armas que habían matado a los Eatbore.

No entendía nada. Que hacían ellos dos allí. ¿Le habría avisado el muchacho que fue a buscarla? ¿Pero de donde habían sacado esas pistolas?

- ¡Tenía que haberlo imaginado! ¿Que mierda haces aquí, Ylenia? – Exclamó Kian acercándose a la chica –

- Lo mismo que haces tú, Kian.

Se fijo entonces en Ylenia, que miraba enfadada a Kian y recordó lo que ella había dicho.

- ¿Hermano? – Susurró sin darse cuenta de que había hablado en voz alta –

Ylenia se giró hacía ella y la miró con expresión culpable.

Sira se liberó del agarre de su hermano e hizo un esfuerzo por levantarse. Cuando lo consiguió fijó su mirada en su amiga.

- ¿Qué está pasando?

Ylenia suspiró.

- Lo siento, no te dije toda la verdad.

Un fuerte sentimiento de traición embargo a Sira, pero se propuso no dejar que la invadiera hasta conocer los hechos.

- ¿De que estás hablando?

- Necesitaba tu ayuda pero no podía estar segura al cien por cien de que eras de confianza así que modifiqué un poco la historia. No nacimos gemelos, sino trillizos.

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Blood Academy 1. RenacerAl ver que nadie decía nada siguió hablando.

- El padre de Oddie, que fue el médico que asistió a mi madre durante el parto, nos separó a Kian y a mí para hacernos pruebas y dejó a Janick con mi madre. Fue entonces cuando ocurrió todo.

Sira ya imaginaba como seguía la historia.

- Llegaron los Eatbores y los mataron a todos. Vieron a Janick y no se les ocurrió que pudiera haber nacido más de un bebé, y como la consulta del señor Amoreux estaba oculta, pudo huir con nosotros cuando todo acabó. Pensamos que habías muerto. – Le dijo a Janick con expresión culpable -

- Lo entiendo. – La tranquilizó él –

- Pues yo no. – Interrumpió Sira. - ¿Qué tiene que ver eso con que me mintieras?

- Sira…

- Al grano Ylenia.

- Está bien. – Dijo ella entendiendo el enfado de su amiga – Cuando cumplimos los dieciocho años, el señor Amoreux nos contó lo que había ocurrido. Kian y Oddie planificaron venir a Blood Academy para averiguarlo todo y me dejaron al margen. Me entere por casualidad cuando escuché una conversación entre ellos.

Ylenia les lanzó a ambos una mirada envenenada, y Sira se fijó en Oddie. ¿De verdad era su amiga? ¿O solo había sido una forma de buscar información? Estaba empezando a sospechar que todo había sido mentira excepto su relación con su hermano.

- Me dejaron fuera. La buena de Lena no es más que un estorbo, ¿verdad?

- Eso no es cierto. Tú no eres un estorbo, Lena. Solo quería protegerte. – Intervino Kian –

- Si claro, por eso te trajiste a Oddie contigo. Ambos sabemos que estás enamorado de ella así que no digas estupideces. Si fuera por eso también hubieras querido protegerla a ella. Lo que ocurre es que no confías en mí, crees que soy débil. ¿Pero sabes que, hermano? No lo soy.

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- Lena… - Interrumpió Oddie –

- Tú cállate. Fingiste ser mi amiga para acercarte a mi hermano. Es despreciable.

- Si que lo es ¿verdad? Fingir ser amiga de alguien solo para conseguir algo. – Comentó Sira, mirándolas a ambas, la decepción inundando su mirada –

- Sira no es… - comenzó Oddie –

- Ya he escuchado suficiente. – la interrumpió dándose la vuelta y comenzando a caminar fuera del claro – Estoy cansada, me voy al colegio –

A su espalda, Lena y Oddie hicieron ademán de seguirla pero Janick les cortó el paso.

- Dejadla. Era la primera vez que tenía amigas y acaba de descubrir que os acercasteis a ella por interés. Se siente traicionada, necesita estar sola.

Al ver las expresiones dolidas de ambas levanto una mano en señal de paz.

- No digo que no lo entienda. Creo que podría llegar a comprender el porque de vuestras acciones, pero hacérselo ver a Sira quizá os resulte un poco más difícil.

Alexei contuvo las ganas de seguir a su hermana mientras la veía alejarse cojeando y con los hombros caídos.

- La habéis jodido. – Murmuró sombrío, atrayendo la atención de todos hacía él – Había comenzado a confiar en las gente y la habéis jodido.

Miró las lágrimas que se deslizaban por el rostro de las dos hembras y suspiró.

- Arregladlo.

Después se giró hacía Janick y lo observó fijamente.

Había observado la reacción de su hermana cuando creyó que le habían disparado y entendió que su amigo significaba más para ella de lo que había pensado.

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Suspiró de nuevo. Joder, esto se había vuelto de lo más extraño. Janick y su hermana, maldición. Y encima Kian y él eran hermanos de Ylenia, por la que había empezado a sentir algo más que una simple amistad.

Como diablos iba a enfadarse con Janick por ligarse a su hermana, cuando el quería ligarse a la suya.

De todos modos, no estaría de más hacerle una advertencia, así que se acercó a él de manera amenazante y sonrió en su interior al ver como su amigo se tensaba.

- Mira Alex…

- Cierra el pico y escucha atentamente Borthok. – Lo interrumpió – Entiendo que no me dijeras que te querías ligar a mi hermana. Te habría roto todos los dientes si lo hubieras hecho. Parece que ella te corresponde así que no voy a interferir, pero como le hagas daño no van a ser solo tus dientes los que rompa. ¿Está claro?

- Como el agua. – Contestó Janick –

Alexei les dio la espalda para salir del claro, pero se giró nuevamente hacía Jan.

- Ah, y eso de comentar lo que hacemos con nuestros ligues se ha acabado. No pienso tolerar que me cuentes como le metes mano a mi hermana, ¿Entendido?

Está vez Janick solo asintió mientras intentaba contener una sonrisa. Esta era la forma en que Alexei le decía que volvían a ser los mismos amigos de siempre y dio gracias por ello.

Viendo como Alexei se alejaba, Janick se giró hacía sus hermanos y Oddie.

- Tenemos mucho de que hablar. –Les advirtió - Pero más tarde. El muchacho debió avisar a los guardias como le pidió Sira y deben estar a punto de llegar. Ya se encargaran ellos de los cuerpos.

- Jan. – Dijo Ylenia –

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Blood Academy 1. Renacer- ¿Si?

- Me alegra que estés vivo.

Él sonrió.

- Yo también.

Y después los cuatro salieron del claro en dirección a Blood Academy, dejando atrás los cuerpos sin vida de los Eatbores que, veinte años atrás, mataron a los Krushev.

Epílogo

Una semana después. Mansión Dainelli.

Sira estaba tumbada en la cama leyendo uno de esos libros que tienen finales felices y en los que los que el malo siempre acababa pagando por sus fechorías.

Deseo que en la vida real fuera igual de fácil acabar con los malos, pero no lo era. Ella lo sabía de primera mano.

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Blood Academy 1. RenacerDespués de lo ocurrido con los Borthok una semana atrás, la Dirección de Blood Academy había decidido cerrar las puertas del internado durante dos semanas para calmar los ánimos.

Sus padres habían llegado tan solo tres horas después de que todo ocurriera y les habían pedido a Alex y a ella que volvieran a casa unos días.

Sira no se lo había pensado dos veces. Recogió algunas cosas y se fue con ellos.

La traición de Ylenia y Oddie le había calado hondo y era un alivio no tener que verlas durante dos semanas.

Le había sabido muy mal por Layna, la única que de verdad había actuado como una amiga con ella, pero le prometió que la llamaría todos los días y la invitó a que fuera a su casa cuando quisiera.

Dejó el libro a un lado cuando alguien llamó a la puerta.

- Adelante.

Sira vio como la puerta se abría hasta que apareció su hermano con el teléfono en la mano, e hizo una mueca de disgusto.

Lena y Oddie la habían estado llamando cada día para hablar con ella, pero no había aceptado ninguna de sus llamadas.

Habían abusado de su confianza, y no las podía perdonar.

Fue a decírselo a su hermano pero este la interrumpió.

- No son ellas, es Jan.

El corazón comenzó a latirle muy rápido al pensar en Janick. No habían hablado desde aquel día en el claro una semana atrás, y ese tiempo le había parecido una eternidad, aunque había sido necesario para aclarar su mente.

Después de lo ocurrido con Oddie y Lena se había sentido muy insegura respecto a Janick, pero unos días pensando en ello y un par de conversaciones con Alex y su madre habían hecho que lo viera todo con claridad, y ahora estaba convencida de que sus sentimientos eran correspondidos.

Alargo la mano hacía su hermano.

Lea Green150

Blood Academy 1. Renacer- Dame.

Alexei se acercó a ella y le dio el teléfono.

- Menos mal que has decidido hablar con él. Me estaba volviendo loco con sus gimoteos de macho enamorado. – Dijo fingiendo fastidio, mientras escondía una sonrisa –

Sira le hizo una mueca mientras se llevaba el teléfono a la oreja.

- ¿Hola? – murmuró con timidez -

- Hola.

Sira levantó la mirada hacía la puerta al escuchar la voz, y pudo ver a Janick con el teléfono móvil en la mano mientras la miraba intensamente.

- Yo creo que me voy – Dijo Alexei inclinándose para darle un beso en la frente –

Después camino hacía la puerta, le dio una palmada a Janick en la espalda y salió cerrando la puerta tras de sí.

Janick y Sira se quedaron mirándose mutuamente sin saber que decir.

- Eeeh...yo... Te he estado llamando. – Dijo finalmente Janick –

¿Había tartamudeado? No se lo podía creer, pero maldición, la había llamado varias veces todos los días durante la última semana y ella se había rehusado a hablar con él cada una de ellas.

Sira lo miró con expresión culpable y un tanto avergonzada.

- Lo siento. Después de lo que ocurrió con Ylenia y Oddie me sentí muy confundida y necesitaba pensar.

El se acercó a ella, que ahora estaba sentada en la cama.

- Lo entiendo.

- Dudé de ti. – Admitió Sira.-

- Lo sé. Lo entendí cuando no contestaste a mis llamadas, pero no tienes porque hacerlo. Mis sentimientos son sinceros, Sira. Estoy enamorado de ti.

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Blood Academy 1. RenacerElla le tendió la mano y cuando el se sentó a su lado, se lanzaron el uno contra el otro, abrazándose fuertemente.

Janick enterró la cara en su cuello, inhalando su aroma. La había echado tanto de menos.

- Lo siento. – Susurró, Sira. –

Jan se dio cuenta de que estaba llorando y se separó de ella, levantándole la barbilla para que le mirara.

- ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?

- Me utilizaron, Jan. Confiaba en ellas y todo era mentira. – dijo entre lagrimas -

Janick la abrazó de nuevo, apretándola contra sí.

- Sssssh, está bien, cariño. No pasa nada. Yo estoy contigo. ¿Confías en mi verdad?

- Si. Dudé de ti al principio, pero ya no.

Sira levantó su cara hacía él y lo miró.

- Yo también te quiero, Jan.Después de descubrir que toda su vida había sido una farsa lo había pasado mal, pero escuchar esa admisión de Sira, hizo que todo estuviera bien nuevamente.

Jan acercó sus labios a los de ella hasta que ambos se unieron en un beso tierno en el que demostraron sus sentimientos el uno por el otro.

Seducida por sus besos, Sira se dejó caer hacía atrás hasta quedar tendida en la cama.

Janick la siguió, mientras sus manos recorrían tiernamente el cuerpo femenino, a la vez que sus labios se movían hacia su cuello.

Entre besos y caricias se deshicieron de la ropa que les estorbaba, hasta que ya no hubo ningún obstáculo entre sus cuerpos.

- ¿Estás segura? – Le preguntó él –

- Nunca he estado más segura de algo. Te quiero, Janick.

Lea Green152

Blood Academy 1. RenacerEl vio la verdad en sus ojos. Le quería y estaba preparada para él del mismo modo que él lo estaba para ella.

- Yo tampoco he estado nunca con nadie. Creo que estaba esperando a que llegaras a mi vida - Admitió –

Janick vio como asombro y incredulidad se mezclaba en los ojos de Sira para, después de un momento, convertirse en un profundo amor.

- Ahora ya estamos juntos – Murmuró Sira –

- Si.

Janick se levantó para sacar un preservativo del bolsillo de su pantalón.

Cuando se lo hubo puesto, Janick se acercó a ella de nuevo y juntos descubrieron lo que significaba entregarse plenamente por amor, y cuando todo hubo acabado se quedaron abrazados en la cama, sintiéndose afortunados de contar el uno con el otro.

Esa semana la pasaron juntos, olvidándose de los problemas y disfrutando del sol y de las flores así como de su mutua compañía. Sintiéndose libres para vivir su amor, y disfrutando de cada minuto, porque una vez terminara la semana tendrían que volver a Blood Academy y todo empezaría de nuevo.

Porque nada había acabado. Solo habían eliminado a dos peones, ahora tenían que averiguar quien era la reina.

Fin

Lea Green153


Nota de la autora

Gracias por dedicar vuestro tiempo a leer esta historia. Espero sinceramente, que os haya gustado tanto leerla como a mi escribirla.

Podéis dejar vuestras opiniones en mi blog. Allí también podréis encontrar noticias de esta, y otras de mis series en mi blog.

http://bittersimphony.blogspot.com/

¡Os espero!

Lea Green154

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