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  • Biografía Ilustrada delBUDDHA ŚĀKYAMUNI

    - Parte I -

    Textos e ilustraciones originalesde Gunapayuta con comentarios del

    Ven. Shifu Zhihan

    Dharma Translation OrganizationFundación Bodhiyāna

    2020

  • © 2020 Ven. Shifu ZhihanPrimera edición digital

    Publicado por:

    Dharma Translation OrganizationHillsborough, New Jersey

    www.dharmatranslation.org

    Fundación BodhiyānaBuenos Aires, Argentina

    www.bodhiyana.org

    Biografía Ilustrada del Buddha Śākyamuni - Parte I -por Ven. Shifu Zhihan. Basado en “A Pictorial Biography

    of Śākyamuni Buddha” de Gunapayuta.Incluye Notas Importantes, Glosario y Bibliografía.

    I. Título: Biografía Ilustrada del BUDDHAŚĀKYAMUNI - Parte I -

    II. Ven. Shifu Zhihan

    ISBN: 978-0-9836154-3-9

    Tapa: Buddha de Bodhgaya

    Edición digital

  • ÍNDICE

    INTRODUCCIÓN......................................................................5

    NOTAS IMPORTANTES...........................................................8

    Biografía Ilustrada del BUDDHA ŚĀKYAMUNI- Parte I -

    (Traducción y Comentarios)

    VIDA LAICA..............................................................................12 Situación Geográfica........................................................13 Del Nacimiento a la Adultez............................................16 Descubrimiento del Sufrimiento......................................91

    VIDA MONÁSTICA................................................................142 Búsqueda Espiritual.......................................................143

    Meditación y Ascetismo................................................169Sendero Medio y Autoiluminación................................177

    GLOSARIO..............................................................................196

    BIBLIOGRAFÍA.......................................................................207

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    INTRODUCCIÓN

    La historia de la vida de Buddha debe ser algo con lo cual nosotros nos podamos identificar, conocer las decisiones que él tuvo que tomar a lo largo de su vida debe ser un incentivo que nos ayude a aspirar a ser cada día mejor. Tal vez no lleguemos a su nivel, pero nos dará una idea de la dirección a seguir; es por eso que considero fundamental conocer su vida en detalle, antes de hablar de técnicas de meditación y enseñanzas que Él nos ha legado.

    El material que utilizaremos para conocer la historia de Buddha y relacionarla con lo que debemos manifestar en nuestra vida cotidiana es “A Pictorial Biography of Śākyamuni Buddha”. La ilustración y narración original de esta biografía fue hecha por el tailandés Gunapayuta. En 1976 el Venerable Maestro Jan Hai, realizó una traducción de la versión original del tailandés al chino, la cual fue publicada en Hong Kong. Él es un monje muy conocido dentro del Buddhismo chino y tiene un amplio conocimiento de textos tanto Mahāyāna como Theravāda; gracias a ello en la traducción que realizó, mantuvo una línea acorde a las dos ramas. La segunda edición, con traducción al inglés, fue publicada en 1986 por el profesor Z. A. Lu en Taiwán. Al no existir una versión en español utilizamos la tercera edición bilingüe en chino e inglés, pu-blicada en 1997 y a partir de ella, junto con el equipo de traducción de Bodhiyāna, realizamos este trabajo.

    Desde el año 2006 vengo a enseñar a Argentina y luego de todos estos años me di cuenta que la mayoría de las perso-nas no conocen mucho acerca del Buddha Śākyamuni, a quien consideramos el fundador del Buddhismo. Lo mismo sucede

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    Biografía del Buddha Śākyamuni

    en otros países como Paraguay, Brasil, E.E.U.U., Canadá y, sorpresivamente, también en países asiáticos. En los años que llevo como monje nunca recibí enseñanzas sobre la vida de Buddha, me recomendaban leer ciertos sūtras o libros para conocerlo, pero no hacían énfasis en los sucesos de su vida cotidiana, cómo fue como persona o cómo manifestó lo que realizó.

    Buddha, quien falleció y entró en Parinirvāṇa hace dos mil quinientos años atrás, hoy en día parece ser una figura flo-tando en el aire, particularmente para los occidentales, quienes suelen preguntarme si es un dios o alguien sobrenatural. Esto me llevó a reflexionar que muchas veces en la difusión del Buddhismo ponemos énfasis en la práctica y en la teoría pero no prestamos suficiente atención a su fundador. La mayoría de las personas conocen a Buddha en una forma muy general.

    La principal diferencia entre el fundador del Buddhismo con los fundadores de otras religiones es que él no provenía de una clase humilde sino que nació como príncipe dentro de la aristocracia, rodeado de riquezas, y lo abandonó todo para buscar la espiritualidad. Algunos dicen que al haber tenido todo no pudo conocer el sufrimiento de los que no tienen, pero del mismo modo que un médico no necesita padecer todas las enfermedades que conoce para poder curar a sus pacientes, Buddha, tras alcanzar la Verdad Universal, utilizó este cono-cimiento para identificar nuestros problemas y darnos la medi-cina indicada para sanarnos.

    El nombre completo del Buddha Śākyamuni es Siddhārtha Gautama. Quien sabe acerca de su vida puede identificarse con él, con su búsqueda de la Verdad Universal, con los sucesos acontecidos desde su nacimiento hasta su muerte; conocer esto nos ayudará a relacionar su vida con las enseñanzas que impartió luego de su Iluminación y también nos indicará un sendero posible a seguir.

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    Introducción

    Quiero brindarles a través de esta explicación datos ex-traídos de la colección de textos que hablan sobre la disciplina monástica o Vinaya, en donde podemos encontrar muchas historias sobre la vida de Buddha, como por ejemplo, la forma en que se relacionaba con sus discípulos, ya sean monjes o laicos. Estos datos de Vinaya usualmente no suelen ser accesibles para la mayoría de las personas ya que se encuentran preservados dentro del Tripiṭaka chino.

    El principal objetivo de conocer la vida de Buddha a un nivel más profundo es poder sentir su compasión y su sabiduría. Con mis alumnos siempre utilizo un neologismo inventado por mi: “Compaduría”, que es la unión de esas dos palabras. También es importante entender que nosotros podemos lograr lo que él realizó como ser humano y tener confianza en ello.

    Para el Buddhismo, el ser humano manifiesta cuatro coeficientes, ellos son el coeficiente físico, el emocional, el intelectual y el espiritual. Investigando la vida de Buddha vamos a explorar los diferentes coeficientes y cómo manifestó su pensamiento tanto como su práctica, a través de su cuerpo y también de su forma de ser.

    Ahora sólo resta invitar al lector a recorrer estas páginas, detenerse en cada párrafo, analizar cada palabra, plantear-se y plantear preguntas; en definitiva, queda en sus manos profundizar en la enseñanza transmitida y ponerla en práctica en la vida diaria. Esta obra no es más que una puerta que se abre al conocimiento, ingresar o quedarse en el umbral es decisión del lector.

    Namo Fo! (homenaje a Buddha)Ven. Shifu Zhihan

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    NOTAS IMPORTANTESSOBRE LA PRESENTE EDICIÓN

    1) Antecedentes sobre la TraducciónEste proyecto comenzó en el año 2011 y varias personas par-ticiparon en él, primeramente traduciendo el libro “A Pictorial Biography of Śākyamuni Buddha” del tailandés Gunapayuta. Para ello fue utilizada la tercera edición bilingüe, en chino e inglés, publicada en 1997. Por orden de aparición, par-ticiparon: Maestra Dzau-dzan, Margarita Vázquez, Ricardo Socolsky, Maestra Guan-xi y Henrique Pires.

    2) Idea y realizaciónEn el año 2012 y en base al libro de Gunapayuta, el Venerable Shifu Zhihan dio una serie de trece conferencias en el “Paseo La Plaza” de Buenos Aires, Argentina. Las mismas le dieron la idea de dejarlas plasmadas algún día en forma de libro debido a que sus comentarios fueron bien recibidos por el público ya que las enseñanzas transmitidas se adaptaban a la actualidad. Dichas conferencias fueron transcriptas por Anahí Daniela Miguez y corregidas y revisadas por: Andrea Burgin y Margarita Vázquez, y dieron vida a los comentarios de la presente edición. Diagramación y Arte de Tapa: Margarita Vázquez.

    3) GlosarioAl final de la presente edición se incluye un glosario con el objetivo de explicar algunos de los términos buddhistas o definir las palabras sánscritas que aparecen, sea porque las

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    Notas Importantes

    mismas no tienen traducción al español, o porque pueden ser malinterpretadas. En lo posible, se ha buscado que las definiciones sean breves, claras y sencillas. Queda advertido entonces el lector, que el glosario no agota la información respecto de los términos que se pretende aclarar, sólo es una guía para una mejor comprensión de la lectura.

    4) Convenciones sobre la escrituraEn nuestras publicaciones reivindicamos el uso de los términos en sánscrito debido a que, como toda lengua clásica, el sánscrito no reconoce fronteras ni barreras idiomáticas, dado que forma parte de un lenguaje común a todos los estudiosos del Buddhismo. Las palabras entonces pueden ser fácilmente encontradas en Sūtras, Śāstras, diccionarios de Buddhismo u obras de Maestros contemporáneos.

    A- Acerca de los términos sánscritos: 1- Se respeta la ortografía de los términos sánscritos y sus palabras derivadas, utilizándose los signos diacríticos que exige el idioma y la letra cursiva, tales como Buddha, Dharma, Saṅgha, bhikṣu, bodhisattva, Nirvāṇa, Parinirvāṇa, Śūnyatā, sūtra, etc.Buddha deriva de la raíz sánscrita que significa “despertar”, “iluminar”. Entonces, Buddha es el despierto, el iluminado.Ejemplos: Buddha Śākyamuni, filosofía buddhista, Buddhismo como religión, naturaleza de Buddha, Buddhidad.Excepción: Buddha, cuando se refiere al Buddha Śākyamuni, se escribe en letra redonda como si fuera un nombre propio.Nota: en los textos contemporáneos, usualmente en lugar de Buddhidad encontramos “budeidad” porque los antiguos traductores de los textos buddhistas lo asociaron con “deidad” usándolo como sufijo. Pero en realidad, Buddhidad está

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    Biografía del Buddha Śākyamuni

    relacionada con Buddha, que es el “Despierto” y no es una deidad. Por esta razón, lo correcto es Buddha-Buddhidad, como en los casos de uno-unidad, íntegro-integridad, total-totalidad, tal-Talidad.2- Se respeta el género de las palabras sánscritas. Por ejemplo: Saṅgha, siendo masculino, se dice “el Saṅgha”.

    B- Acerca de los términos buddhistas sánscritos sin traducción al español: Se respeta la palabra original en sánscrito en aquellos casos en que no se ha encontrado una traducción satisfactoria al idioma español. Por ejemplo: Anātman y Śūnyatā, los cuales son dos términos esenciales y fundamentales del Buddhismo, que distingue a esta creencia de todas las demás.- Anātman es traducido como No-Yo.- Śūnyatā es traducido inadecuadamente como “vaciedad”; śūnya es el adjetivo.Las convenciones citadas son las que consideramos más im-portantes porque tienen que ver con nuestra postura filosófica y con la difusión del Dharma.

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    Biografía Ilustrada delBUDDHA ŚĀKYAMUNI

    - Parte I -

    Textos e ilustracionesoriginales de Gunapayuta, con comentarios

    del Venerable Shifu Zhihan

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    VIDA LAICA

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    SITUACIÓN GEOGRÁFICA

    1. La India, antes de la época de Buddha, era conocida como Jambudvīpa. Estaba dividida en varios reinos, grandes y pequeños; algunos de ellos eran gobernados por reyes y otros eran gobernados, en conjunto, por varias tribus reales.

    Comentario: Antiguamente, la India tenía en su centro el monte más alto del Himālaya, el Sumeru, que la dividía en cuatro zonas: Norte, Sur, Este y Oeste.

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    Biografía del Buddha Śākyamuni

    2. Uno de estos pequeños reinos era llamado Kapilavastu, estaba localizado en el margen norte del río Rapti, en el bordede los Himālayas. El gobernante de este reino era el rey Śuddhodana del clan Śākya. Su apellido era Gautama y el nombre de la reina era Māyā.

    Comentario: Buddha nació en el sur de India, en Kapilavastu, y durante cuarenta y cinco años enseñó Buddhadharma a lo largo del río Ganges. La cultura de la antigua India es muy compleja, si uno no en-tiende cómo fue y cómo es este país, si no estudió su historia, no podrá captar la dificultad en alcanzar la Iluminación para

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    Parte I - Vida Laica

    alguien como el príncipe Siddhārtha. Las condiciones eran pésimas, en el sentido que existía una disparidad increíble entre ricos y pobres. Había muy pocos ricos y todo el resto padecía pobreza; incluso hoy en día si uno viaja a la India podrá ver el contraste entre la miseria y la riqueza conviviendo entre sí. En cuanto a las mujeres, y aún más en la antigüedad, son culturalmente consideradas propiedad de los hombres. En la época del príncipe Siddhārtha existían noventa y cinco religiones y ninguna admitía que las mujeres pudieran prac-ticar en igualdad con los hombres. Buddha fue el único que permitió que las mujeres pudieran ordenarse como monjas y tuvieran la misma posibilidad que los hombres para practicar. Él tenía un pensamiento tan avanzado para ese entonces que aún actualmente nos cuesta asimilarlo y concretarlo.En la India, existía un sistema de castas clasificadas por los brahmanes en cuatro grupos. Ellos creían que Brahmā, un ser celestial, creó todo lo existente y que uno de acuerdo a la familia en la que nacía, pertenecía a una determinada casta o clase social. Los que nacían de la cabeza del Dios Brahmā eran los brahmanes, que representaban la casta más alta, o sea, los sacerdotes, religiosos, maestros y académicos. Los que nacían del pecho de Brahmā eran los kṣatriyas, políticos y militares. Buddha era un príncipe perteneciente a esta casta. Los nacidos del vientre de Brahmā eran los vaiśyas, o sea, los comerciantes, artesanos y agroganaderos. Los nacidos de los pies de Brahmā eran los śūdras, la “clase baja” constituida por los esclavos, siervos y obreros encargados de las tareas manuales y de los oficios más sucios de la sociedad. Se creía que no tenían renacimiento, que vivían solo una vez y que estaban para servir a las otras clases. Este sistema era muy rígido y hasta hoy en día, aún con las modificaciones democráticas de las leyes, existen problemas porque a la gente le cuesta aceptarlo. Hace dos mil quinientos años Buddha dijo que no había castas, que todos eran iguales dentro de su comunidad.

    http://es.metapedia.org/wiki/Budahttp://es.metapedia.org/wiki/Buda

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    Biografía del Buddha Śākyamuni

    DEL NACIMIENTO A LA ADULTEZ

    3. Después de casarse, el rey Śuddhodana y la reina Māyā vivieron juntos muy felices y luego de muchos años la reina quedó embarazada. Ella le pidió al rey que le permitiera volver a su ciudad natal Devadarsita para dar a luz a su hijo. El rey Śuddhodana consintió rápidamente y ordenó a su guardia real que preparase el viaje limpiando y adornando las calles por donde la reina pasaría.

    Comentario: En la India, según la tradición, la mujer debe vol-ver a la casa de su madre para dar a luz, por ello la reina Māyā

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    Parte I - Vida Laica

    acordó con el rey volver a su ciudad natal. El rey Śuddhodana era muy benévolo. Todas las historias que se conocen sobre él, demuestran que trataba a su pueblo y a su esposa con mucho respeto. Aunque para la tradición era una decepción que des-pués del casamiento la mujer no concibiera un hijo varón, y a pesar de que el embarazo llegó mucho tiempo después de ha-berse casado, el rey amó y respetó profundamente a su esposa.

    4. En el límite de Kapilavastu y la ciudad de Devadarsita, ha-bía un lugar llamado Parque Lumbinī. Todos los veranos, las personas de las dos ciudades, iban al parque para pasear o des-cansar bajo los árboles śāla. Disfrutaban de las hermosas flores que brotaban en las ramas de los árboles, de los trinos melo-diosos de los pájaros y del zumbido de las atareadas abejas.

    Comentario: Buddha nació bajo un árbol śāla y murió entre dos árboles śāla, se iluminó bajo un árbol bodhi e impartió sus enseñanzas bajo un árbol nyagrodha. Estos árboles de distin-tas variedades, con diferentes características, denotan todo un simbolismo. El árbol nyagrodha, por ejemplo, tiene una semilla muy pequeña pero cuando crece puede acoger a cien personas bajo su sombra.

    5. La reina Māyā llegó al Parque Lumbinī alrededor del 15 de junio, en la luna llena de un día viernes (de acuerdo a la tradi-ción tailandesa). Esta fecha está ahora adaptada al calendario solar del mes de mayo de cada año. Como era casi mediodía y el clima estaba muy caluroso, ella ordenó a su comitiva que descansaran a la sombra de los árboles. Poco tiempo después, mientras caminaba alrededor de los árboles śāla apreciando el bello paisaje, la reina sintió los dolores de parto y poco des-pués dio a luz al príncipe, entre los trinos de los pájaros y el zumbido de las abejas.

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    Biografía del Buddha Śākyamuni

    Comentario: Los textos buddhistas relatan que la reina se aferró con su mano derecha a una rama del árbol, dando a luz al príncipe Siddhārtha por su costado derecho, quien caminó al nacer dando siete pasos. Aquí también podemos encontrar va-rios simbolismos. La reina Māyā tomó con su mano derecha la rama porque antiguamente las mujeres daban a luz de pie; en la India la mano derecha era utilizada para comer, mientras que la mano izquierda para limpiarse después de hacer sus necesi-dades. En cuanto al relato de que el príncipe nació del costado

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    Parte I - Vida Laica

    derecho de su madre, esto representaba la casta de pertenen-cia, es decir, kṣatriya, nacido de pecho de Brahmā. Respecto a los siete pasos que dio al nacer, sabemos que un bebé recién nacido es incapaz de caminar, los siete pasos simbolizan los “Siete Factores de la Iluminación”, lo cual indica que ese bebé al nacer ya estaba destinado a alcanzar el Despertar.

    6. Cuando la reina Māyā dio a luz al príncipe en el Parque Lumbinī, sus asistentes del palacio estaban tan atareadas cui-dándola a ella y al pequeño príncipe que le aconsejaron retor-

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    Biografía del Buddha Śākyamuni

    nar rápidamente a Kapilavastu. El rey Śuddhodana, se sintió muy feliz cuando recibió al príncipe recién nacido y ordenó que le brindaran cuidados adicionales tanto a la reina como al príncipe.

    Comentario: La reina Māyā se estaba dirigiendo desde Ka-pilavastu hacia Devadarsita, su ciudad natal, pero no pudo llegar a destino debido a que dio a luz en Lumbinī, un lugar que se encontraba en el medio de estas dos localidades, y en-tonces tuvo que volver a Kapilavastu. Él no nació en la casa de su abuela materna, al igual que el resto de las personas de esa época, nació a mitad del camino y tuvo que regresar. Esto simboliza que Buddha no tomaría un camino como cualquiera, haría su propio camino diferente al del resto.

    7. En las montañas que rodeaban a Kapilavastu, vivían muchos sabios eremitas. Entre ellos estaba Asita, un anciano sabio que inspiraba un gran respeto en el pueblo y en el rey Śuddhodana. Cuando Asita supo que el rey se había convertido en padre, se apresuró en llegar al palacio de Kapilavastu para leer e inter-pretar la fisonomía del príncipe.

    Comentario: Los sabios eremitas en India tienen una vida muy trascendente, despojada de materialismo; ellos viven en búsqueda de la Verdad a través de diferentes métodos. En esa época, Asita era muy respetado y al saber que el buen rey Śuddhodana había tenido un hijo, quiso verlo para aconsejarlo. En aquel entonces,era muy común estudiar la fisonomía del bebé; una frase china lo expresa muy bien: “Tocar sus huesos”, es decir, estudiar su apariencia. En el caso del príncipe, Asita quería buscar signos que indicasen si sería un líder espiritual o un gran rey.

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    Parte I - Vida Laica

    8. Cuando el anciano sabio llegó al palacio, el rey Śuddho-dana, para mostrar reverencia a Asita y en espera de su bendición, ordenó que el pequeño príncipe fuera traído a su presencia. Asita lo miró atentamente y descubrió que el príncipe tenía realmente una apariencia de gran virtud en su rostro. Él estaba muy animado y sonrió de felicidad, pero inmediatamente profusas lágrimas bañaron su rostro.

    Comentario: El sabio Asita al ver al bebé captó su energía ya que cualquier ser viviente es una fuente de la misma, pudiendo emitir positividad o negatividad. La razón por la que muchas

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    Biografía del Buddha Śākyamuni

    veces no podemos captar la energía de otros es porque estamos muy bloqueados por nuestras propias aflicciones. Cuando una persona reduce su ira, codicia e ignorancia, su sensibilidad y su corazón se abren y puede percibir la luz o la oscuridad del otro. Muchas veces nos cae mal una persona sin que haya hecho nada, simplemente por la energía que emana, pero a su vez esa misma persona puede caerle bien a otros porque son de energías afines. Dos personas muy arrogantes pueden verse entre ellas como amigas, en cambio, si alguien es muy humilde, al ver a otra persona muy invasiva tenderá a alejarse.

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    Parte I - Vida Laica

    9. El rey Śuddhodana estaba perplejo. Le preguntó a Asita porqué lloraba. Asita respondió: “El príncipe tiene la apariencia de un Gran Hombre. Algún día alcanzará la perfecta Iluminación y habiéndose perfeccionado tanto en sabiduría como en virtud, se tornará el Maestro de hombres y devas. Lloro lamentando mi avanzada edad. Cuando el príncipe alcance la Iluminación y se convierta en el Salvador del mundo, no estaré cerca de Él”. Después de decir esto, se arrodilló para prestar reverencia al príncipe. Inconscientemente, el rey Śuddhodana lo siguió, arrodillándose también.

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    Biografía del Buddha Śākyamuni

    Comentario: Asita lloró al pensar que no estaría presente cuando el príncipe alcanzara su Iluminación y pudiera enseñar, sintió que iba a perder una oportunidad. Para personas que buscan la espiritualidad no hay otra cosa más importante en la vida que encontrar las enseñanzas o las personas que puedan impartirlas; eso les trae felicidad y si pierden la oportunidad, sienten tristeza. Para Asita fue así. ¡Imaginen a un sabio respetado por el país entero haciendo prosternaciones ante un bebé! Entonces le dijo al rey Śuddhodana: “Su hijo podrá ser un gran rey que logrará reunir a toda India, un ʽrey que gira la Rueda del Dharmaʼ, pero si decide abandonar la riqueza del mundo y perseguir la espiritualidad, alcanzará la Iluminación y será un Gran Maestro”. Le dio dos opciones entre las cuales este príncipe tendría que elegir en cierta etapa de su vida. Sabiendo esto, posteriormente, el rey Śuddhodana hizo todo lo posible para que su hijo continuara siendo un príncipe, para ello lo incentivó otorgándole tres palacios, uno para el verano, otro para la primavera y otro para el invierno, con el fin de impedirle dar un paso fuera de lo que él quería.

    10. Cinco días después del nacimiento del príncipe, el rey Śu-ddhodana reunió a muchos eruditos en el salón del palacio con el fin de coronarlo y decidir el nombre del mismo. Después de debatir entre sí, los sabios eligieron para el nuevo príncipe: “Siddhārtha”, que significa “capaz de realizar todos los objetivos”.

    Comentario: Siddhārtha quiere decir: “El que puede realizar sus deseos”. Él tuvo que optar entre ser coronado como rey o elegir la vida espiritual. Cotidianamente nos enfrentamos a tomar decisiones, no de tal magnitud, pero siempre tenemos que elegir entre la economía o un pasatiempo, un hobby o una carrera. La mayoría de nosotros pasamos mucho tiempo buscando, desorientados, sin

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    Parte I - Vida Laica

    saber lo que queremos. En ese remolino de la vida el tiempo pasa rápido y uno posterga las cosas para después. Mientras estamos esperando, nos olvidamos qué cosa estamos espe-rando, por eso se utiliza la frase “la vida te lleva”. Desde chicos tenemos la idea de querer ser alguien, creyendo que po-dremos alcanzar la felicidad al lograrlo, pero muchas vecesterminamos no recordándolo, no sabiendo cómo ubicarnos en la vida, pensando que lo hemos perdido todo. La verdad es que desde el punto de vista buddhista la vida no se pierde hasta el momento en que se deja de respirar, mientras tanto el juego continúa; nunca es demasiado temprano ni siquiera demasiado tarde, es cuestión de tomar la oportunidad, poner voluntad y

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    Biografía del Buddha Śākyamuni

    hacerlo, sobre todo cuando lo que se busca es corregirse a uno mismo. Muchas veces uno se ustifica a sí mismo diciendo: “Yo ya soy viejo, ya no cambio más” o “es un hábito, ¿qué voy a hacer?” pero esto no es así; si uno lo desea puede cambiar, la cuestión es cuánta voluntad hay de querer cambiar.En la vida de Buddha, que vamos a ir conociendo, veremos que siempre mantuvo cierta ecuanimidad aunque su padre y el palacio hayan hecho todo lo posible para ponerlo dentro de una burbuja; en su mente y en su corazón sabía que había algo más en la vida. El hecho de que estemos hablando de este per-sonaje es a causa de que nosotros también estamos buscando algo más.

    11. Durante el día de la ceremonia del nombramiento, los eruditos tuvieron la oportunidad de ver de cerca la virtuosa apariencia del príncipe. Unánimemente ellos predijeron: “Si el príncipe sucede a su padre y es rey, se convertirá en un cakravarti; pero si al contrario, abandona su hogar para cultivar el sendero espiritual será un buddha, supremo y perfectamente iluminado”. Pero un joven sabio, llamado Kaundinya firmemente testimonió: “Cuando el príncipe Siddhārtha crezca, abandonará el trono en búsqueda de la suprema sabiduría y alcanzará la Gran Iluminación para ser el más grandioso maestro del mundo”.

    Comentario: Todos los sabios o personas con cierta capacidad de predecir se reunieron para hablar sobre este príncipe, como Kaundinya, quien buscando la espiritualidad, en el futuro se convertiría en discípulo de Buddha. Muchas de las personas que se cruzaron en el camino del príncipe antes de su Iluminación, lo siguieron luego que alcanzara el Nirvāṇa; sus amigos, las personas del palacio, sus familiares, también fueron en búsqueda de la Verdad.

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    Parte I - Vida Laica

    Hay un dicho en el Avataṃsaka-sūtra que dice: “Cuando un buddha aparece, miles de buddhas aparecen con él”. Es decir, un ser que se encuentra en la búsqueda espiritual siempre está rodeado por personas semejantes, con similar pensamiento.Por eso los amigos espirituales son tan importantes, al igual que contar con una familia con mente semejante. Tenemos que saberqué influencia tienen nuestros familiares en nosotros. Estamoslejos de alcanzar la Iluminación pero debemos plantearnosqué clase de personas queremos tener cerca, y rodearnos de amigos que nos fortalezcan e incentiven hacia lo bueno, que nos eleven. Muchas veces uno pierde tanto tiempo con fami-liares, amigos y personas que se nos acercan por conveniencia; he visto personas que sacrifican sus propios intereses por ama-bilidad. No me refiero a que seamos rígidos con los otros, pero en nuestra mente debemos saber qué tipo de gente nos rodea.

    Un ser iluminado como Buddha puede rodearse de cualquier tipo de persona porque su energía puede cambiar a los demás; pero nosotros no estamos a ese nivel, entonces tenemos que tener mucho cuidado, debemos tener cercanía con personas adecuadas para seguir avanzando. Por esa razón y como expre-sé anteriormente, los amigos espirituales, kalyāṇamitras, son tan importantes en la búsqueda de la Verdad.

    12. Todas las personas y eruditos del país deseaban que el prín-cipe fuera un cakravarti cuando creciera. El Rey Śuddhodana lo deseaba también. No quería que su hijo renunciara a la vida mundana para ser un líder espiritual. Él esperaba que el prínci-pe, cuando llegara el momento, tuviera una familia como cual-quier otro ser humano, criara a sus hijos, heredara el trono y gobernara el país.

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    Biografía del Buddha Śākyamuni

    Comentario: Para que un gobernante sea considerado como cakravarti debe reunir ciertas condiciones como carisma y virtud, para movilizar multitudes hacia una dirección positiva. Cakravarti es el rey que gira la Rueda del Dharma, esta rueda puede ser de oro, de plata, de bronce o de hierro, es decir, que existen cuatro niveles. Alguien que gira la Rueda del Dharma es alguien benévolo que entiende “causa y efecto” benefician-do a los otros; no puede ser un rey corrupto o un gobernante poderoso pero cruel, estos no pueden ser considerados cakra-varti. Entonces, girar la Rueda significa hacer surgir la Verdad, o sea, girar la Rueda de la Verdad. Dharma es una palabra que

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    Parte I - Vida Laica

    ya existía en India antes de Buddha; esta palabra era entendida como doctrina, y dentro de ésta existía el dogma del sistema de castas. Nadie podía cambiar de una casta a otra. El Buddha Śākyamuni redefinió Dharma y borró las líneas entre las cas-tas, cruzándolas, pasó de ser un kṣatriya a ser un brahman. Aún ochocientos años después de su fallecimiento siguió sien-do criticado por personas que se oponían a lo que él hizo, ya que consideraban que había violado la regla del Dharma.

    En cuanto al rey Śuddhodana, no ocultó su intención. Reunió al palacio entero bajo su poder y les dio a conocer su deseo de que el príncipe se convirtiera en rey. Ordenó que nadie le hablara ni le hiciera reflexionar acerca del sufrimiento, de la vejez, la enfermedad y la muerte. No se le permitía permanecer en el palacio a ninguna persona que fuera vieja o estuviese enferma, todos los que se acercaban al príncipe debían ser sa-ludables, fuertes, jóvenes, sonrientes y de alta complexión. El rey marcó las reglas para que nadie despertara dudas en su hijo, como por ejemplo, si él envejecería o si enfermaría algún día o no. Desde que el príncipe nació, el rey creó una burbuja para su hijo, lo rodeó de una falsa realidad de la vida, no per-mitiéndole salir fuera del palacio.

    13. Dos días después que el príncipe recibió su nombre, la rei-na Māyā enfermó y falleció. Todos estaban tristes y devasta-dos por este hecho, pero el que sufrió más, por supuesto, fue su marido Śuddhodana. La reina Māyā era de la casta superior y también la más virtuosa de las concubinas.

    Comentario: Siete días después del nacimiento del príncipe, su madre falleció. El simbolismo, en este caso, es que el núme-ro siete en India tiene su sentido, quiere decir “cumplimientoˮ.

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    Biografía del Buddha Śākyamuni

    Según Buddha, la reina Māyā en sus vidas pasadas hizo el voto de dar a luz al próximo ser que alcanzase la “Buddhidad”, por lo tanto, cumplió con su tarea y falleció al séptimo día. Aunque el rey sintió mucho dolor por perder a su esposa, ella partió tranquilamente.

    14. Después que la reina Māyā falleció, el rey Śuddhodana confió a su otra concubina la tarea de cuidar del príncipe bebé. Mahā-Prajāpati era el nombre de la tía materna de Siddhārtha. Ella cuidó del príncipe y lo ayudó a crecer con tanta devoción como si fuera su propio hijo. El príncipe Siddhārtha nunca llegó a ver el rostro de su propia madre.

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    Parte I - Vida Laica

    Comentario: Existe una diferencia entre la psicología oc-cidental y la psicología buddhista. En la primera hay una teoría llamada “Tabula Rasaˮ. Esta hace referencia a la idea de que cada individuo nace con la mente como una tablilla sin impresiones, sin información, vacía, sin cualidades innatas, de modo que todos los conocimientos y habilidades son exclusivamente fruto del aprendizaje a través de sus experiencias y sus percepciones sensoriales. Este pensamiento en Occidente está relacionado con la creencia teísta; las religiones centradas en un dios creador sostienen que solo hay una vida. Para esta teoría, al nacer somos una página en blanco para dibujar, según los designios de los padres y el ambiente. En el modelo buddhista existimos desde un tiempo sin comienzo, y en cuanto al modelo kármico, uno nace con cosas escritas en cualquier caligrafía y llenos de información de vidas pasadas. Para el Buddhismo no somos de ninguna manera una tabula rasa; en nuestras páginas hay algo que resalta, escrituras que son más fuertes y entonces el karma del pasado se manifiesta.

    15. Bajo la cuidadosa observación de su tía Mahā-Prajāpati, el príncipe fue desarrollándose gradualmente. Su rostro reflejaba mucha belleza, su físico desbordaba vitalidad, era apreciado y respetado por todos. Cuando el príncipe tenía alrededor de ocho años, el Rey comenzó a invitar al palacio a todo tipo de maestros para que lo educaran en diferentes disciplinas como lectura, composición, matemáticas, arquería y otras artes.

    Comentario: El príncipe Siddhārtha fue cónsul, educado en su casa, el palacio. El rey trajo a los mejores sabios para que enseñasen a su hijo. Hay algunos adjetivos que se utilizaron en esta narración para describir a Buddha: “Apuesto”, “atractivo”, o sea, cualidades de su apariencia y salud, a eso yo lo llamo coe-ficiente físico. El ser humano manifiesta cuatro coeficientes:coeficiente físico, intelectual, emocional y espiritual. Analizan-

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    Biografía del Buddha Śākyamuni

    do la vida de Buddha veremos cómo expresó su pensamiento y su práctica a través de su forma de ser. Esta parte de la historia denota su coeficiente físico.Según el Buddhismo la belleza y la salud se encuentran expli-cadas en el Abhidharma y están relacionadas con el karma. Existen muchas categorías de karma y éste es generado por acciones corporales, verbales y mentales que realizamos ha-bitualmente. En términos de tiempo, hay karma del pasado, del presente y del futuro; también existe un “karma que guíaˮ, el cual nos lleva al próximo renacimiento. El karma que guía del príncipe lo trajo al reino humano; en cuanto a su belleza y salud, provienen del “karma que llenaˮ. El karma que guía no cambia, el karma que llena sí puede cambiar. Un bebé pue-de nacer con mal aspecto e ir cambiando de acuerdo con sus condiciones o puede tener mucha salud y luego enfermarse. Todo depende de la práctica de uno mismo, entonces el karma que llena puede cambiar, excepto el que se debe a la carga genética, porque proviene del karma del pasado. Según los sūtras, el karma del pasado que otorga belleza, entre otras co-sas, proviene de regocijarse de los buenos actos de los demás. Esto es muy difícil ya que muchos lo dicen de la boca para afuera pero no lo sienten en el corazón. También proviene de acciones compasivas, del querer ayudar a los otros, de aliviar sus sufrimientos, de regocijarse de la belleza de los demás. Se llama karma que llena porque los recipientes, en el caso de nacer como ser humano, tienen diferentes cantidades de agua y de diferente calidad, pura o impura. El karma del pasado que otorga belleza, además proviene de haber tenido la cualidad de la paciencia. Una persona paciente es compasiva, se requie-re de paciencia para no enojarse, para trabajar con otros en armonía. No todos poseen los cuatro coeficientes al máximo, es decir, al cien por ciento. Una persona paciente puede tener un rostro más agradable en esta vida y en la próxima. Muchas veces vemos que alguien empieza a irradiar luz en su rostro

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    porque la positividad se emana como una luz que se expande y afecta a los demás, o que otros la pierden porque la negativi-dad irradia oscuridad.

    16. Debido a las instrucciones de muchos renombrados ma-estros, el príncipe Siddhārtha completó todos sus estudios con facilidad y perseverancia. Considerando la rapidez de su progreso y el nivel de su realización, su superioridad sobre todos los otros príncipes era evidente. Las personas, incluyendo sus maestros, su padre y su tía, se sorprendían al ver que el príncipe Siddhārtha no tenía ninguna dificultad en aprender cualquier tipo de disciplina. Una vez que una habilidad o conocimiento le era demostrado o expuesto, Él inmediatamente lo comprendía, lo recordaba y nunca más lo olvidaba.

    Comentario: Esta parte de la historia hace referencia al coeficiente físico y también al coeficiente intelectual. Po-demos tener un buen coeficiente físico y tener un bajo coeficiente intelectual o viceversa. Hay personas que nacen con una apariencia agradable pero no tienen coordinación de su cuerpo, las habilidades son parte del karma que llena. Las características de cada uno de nuestros sentidos provienen de las acciones pasadas que hemos cometido, el criterio está en si esas acciones benefician o no a los otros. Buddha ha explicado que para tener buena visión uno debe realizar trabajos como brindar iluminación o encender velas a imágenes de buddhas. Pero una persona que lo hace de mala gana, quejándose, tendrá méritos por esa acción que beneficia a otras personas, pero al mismo tiempo quemará méritos que haya acumulado debido a su mala actitud. También ha explicado qué cosas hacer para, por ejemplo, tener buena audición en la vida futura. Por ejemplo, quienes trabajan tocando el gong o las campanas con delicadeza y armonizan la mente de las personas, crearán un karma que llena positivo, lo cual les brindará buena audición en la próxima vida.

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    Este príncipe tuvo toda la riqueza y el amor del mundo, tam-bién habilidades y buena salud. En cuanto a la salud, ésta tam-bién proviene del karma, pero no se le atribuye todo al karma del pasado. Si el tiempo está frío y uno no quiere abrigarse se engripará y eso es karma del presente. Cada persona posee diferente karma del pasado, por eso tenemos distintos genes. Según los científicos que investigan el código genético, todos tenemos genes de ciertas enfermedades, no existe nadie que venga con un código genético libre de ellas. El hecho de que existan genes que las codifican no necesariamente implica que

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    se manifiesten. Según el Buddhismo, lo que despierta a los genes de enfermedad es la negatividad, en cambio la positivi-dad despierta a los buenos genes, por lo tanto debemos ser más positivos, irradiar luz y no dejar que la oscuridad nos invada. Hoy en día me siento más inteligente que antes porque me siento feliz y si me siento feliz tengo más posibilidades de abrir mi mente, de estar más positivo y más apto para apren-der. Algunos dicen que ya son viejos y no pueden cambiar. Les cuento sobre el Maestro Yin Shun, que a los noventa y nueve años de edad le hicieron un escaneo de su cerebro para ver su funcionamiento y todas sus neuronas disparaban información tal como una persona de treinta años. Él tenía un cuerpo dé-bil, su coeficiente físico era muy bajo, pero sus coeficientes emocional, intelectual y espiritual eran muy elevados. El coe-ficiente espiritual se relaciona con la compasión, la sabiduría y es la positividad que puede activar todas las cosas buenas. Lo único que nos frena son los límites que uno mismo se impone, excepto las causas físicas que vienen del “Surgimiento Con-dicionado”; la mente puede estar lúcida hasta el fin. Conozco muchos practicantes monjes y laicos, personas que mantienen un nivel de ecuanimidad en su vida más allá de las condiciones externas, y pueden mantener cierta salud y lucidez; no es algo místico, inalcanzable, pero requiere desarrollo espiritual.

    17. Aunque el príncipe Siddhārtha era un alumno tan especial y al mismo tiempo el príncipe heredero del trono, nunca descuidó el respeto y las buenas maneras en el trato con sus maestros. El príncipe creía que todos deberían apoyarse en la orientación de sus maestros; solamente entonces, serían capaces de obtener los más valiosos conocimientos. Además, la naturaleza del príncipe era tal, que trataba a todos con la misma gentileza y cortesía.

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    Comentario: Aquí se refleja el aspecto intelectual y emocional. El coeficiente emocional del príncipe se manifestó en el respeto por sus maestros y profesores; sin respeto es difícil aprender, el alumno no puede captar y el que enseña tiene menos predisposición de enseñar. Hoy en día en la educación hay un deseo de querer ser todos iguales pero, según Buddha, la igualdad debe estar en la mente aunque en cuanto a su manifestación depende del rol de cada uno. Es decir, ustedes me llaman Maestro pero mis maestros me enseñaron a pensar como alumno y el único maestro aquí es el Maestro llamado Buddha Śākyamuni. Nosotros somos asistentes instructores, pero en verdad somos alumnos del Maestro. Actualmente,

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    con respecto a la educación y la igualdad, en vez de llamar “profesora” y tratar de Ud. a la docente que enseña, la llaman por su nombre y le piden que no les de tarea. Si se borran esos límites, esa línea de respeto, la mente del alumno no tomará en serio la enseñanza. Por supuesto, no hablo de una relación autoritaria, hablo de un respeto mínimo como prerrequisito de un aprendizaje, especialmente en el campo espiritual. El respeto del alumno hacia el maestro se da al querer aprender y considerar que el otro sabe más; y el respeto del maestro hacia el alumno se manifiesta en preparar bien el material y ser responsable de lo que enseña; eso es respeto mutuo y de ese modo no se borra la línea de ninguna manera. La igualdad debe ser una intención y una actitud, pero dependiendo del lugar, uno debe marcar qué rol le corresponde y así la enseñanza puede ser impartida; o si no, te escucharán pero no tomarán realmente en serio lo que dices.

    El príncipe Siddhārtha, siendo el más respetado después del rey, respetaba a sus maestros. Leí muchas historias de emperadores y gobernantes antiguos, la mayoría eran arrogantes por su posición y no querían aprender, pero el príncipe Siddhārtha tenía una disposición diferente ya que entendió y puso en práctica el respeto y la cordialidad.

    18. La destreza física lograda por el príncipe Siddhārtha no era menor que su comportamiento y conducta virtuosa. Al mismo tiempo que era gentil y educado, el príncipe también era muy valiente. Él no temía cuando competía con otros jóvenes en todo tipo de deportes. En aquella época los jóvenes del clan real eran educados para transformarse en bravos caballeros. El príncipe, desde su más temprana edad, fue entrenado para ser un benevolente y valiente caballero, siendo también competente en la conducción de carruajes.

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    Comentario: Este príncipe tenía un coeficiente emocional elevado, poseía coraje, gentileza, suavidad y valentía, no tenía ningún tipo de miedo. Muchas personas tampoco sienten temor, simplemente por falta de entendimiento de las consecuencias de sus acciones, sin embargo, una vez que se enfrentan con un suceso fuerte en sus vidas, se manifiesta en ellos todo el miedo junto. Ser valiente y tener coraje es parte del coeficiente emocional, y al elevarlo al nivel espiritual, se manifiesta como un estado de no temor porque uno ya tiene algo seguro en su corazón: la noción de causa y efecto. Cuando se sabe que las acciones verbales, corporales y mentales de uno mismo se

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    manifiestan de forma positiva, entonces no se tiene miedo de una retribución por malas causas; el no temor proviene de una confianza total en causa y efecto. El príncipe ya mostraba indicios de sus prácticas del pasado. En la vida en la que se llega a la Buddhidad, la persona ya posee un nivel elevado, producto de haber practicado antes y haberse preparado durante muchas vidas para el último rena-cimiento. El príncipe no era una persona ordinaria, aún siendo de carne y hueso, su pensamiento y actitud hacia la vida era diferente de las personas que se encontraban a su alrededor.

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    19. Hubo una carrera de carruajes en la que el príncipe le ganó al mejor competidor del país. Aunque este tipo de disputa exigiera un esfuerzo intenso por la victoria, el príncipe trató a su caballo con mucha bondad. El caballo por su parte, también compitió con toda su fuerza y ayudó al príncipe a salir victorioso. Él no quería que el príncipe quedase atrás como un perdedor, sentía que él merecía la victoria.

    Comentario: La parte de su coeficiente emocional no solo in-volucraba a los seres humanos, él también sentía compasión por su caballo, y el animal sintiendo esa compasión entendió a su dueño, no quería que él perdiera en la carrera, quería que fuera victorioso. Hay películas sobre caballos increíbles que describen la relación con su dueño; esa compasión o amor, el cuidado que éste le brinda y la importancia que le da, hacen que aun un animal pueda sentir esa compasión. Esto es algo que no solo debemos desarrollar entre nosotros y los animales, sino también con los árboles, las plantas y con nuestro ambiente; debemos cuidar el ambiente porque es quien nos permite mantener la vida, dependemos de él. Vivimos en la ciudad y la mayor parte es cemento pero por lo menos en nuestra casa podemos cuidar el entorno, dejarlo limpio y ordenado. Esas actitudes llevan a pensamientos compasivos, es algo que se puede trabajar, porque en la meditación buddhista se habla mucho de cómo pararse, sentarse, acostarse, caminar, cómo tratar al ambiente que nos rodea y todo se relaciona con nuestro interior.

    20. El príncipe era gentil no solamente con su propio caballo sino también con todos los animales, tratándolos con igual compasión y cuidado. Siendo el príncipe heredero, Siddhārtha nunca se enfrentó al sufrimiento y miseria en esta vida, pero su natural empatía hizo que fuese consciente de todas las criaturas. Ya sean personas o animales, todas desean igualmente felicidad y detestan el sufrimiento y el dolor.

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    Comentario: Este relato enfatiza en la relación de un ser avan-zado con los animales. En el modelo buddhista nosotros no nos consideramos dueños de los animales, no tenemos derecho a infligirles daño. Nosotros, como seres humanos urbanos, usualmente hacemos un corte en nuestra mente, por ejemplo, nadie come a su propia mascota porque lo siente como algo propio, como “Mío”, como parte de la familia pero cuando algo le sucede a la mascota del otro uno no lo siente igual. Diez años atrás leí en un periódico que en Estados Unidos estaba de moda tener cerdos como animales domésticos y que algunos dueños por eso dejaron de comer jamón ya que les recordaba

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    a su mascota. Usualmente tenemos un amor direccionado: si me identifico con algo y siento que me da amor y alegría ya no quiero dañarlo. La propuesta del modelo de Buddha es que expandamos nuestra mente y tratemos de incluir más anima-les, los veamos a todos como nuestras mascotas y así iremos dañándolos y comiéndolos menos. Aquí no estoy imponien-do el vegetarianismo pero un buen médico te puede decir lo malo que es para el colesterol, la presión alta, etc., el consumo de carne roja. Coma más vegetales, legumbres, frutos secos o cosas que no se vayan corriendo!

    Existe una diferencia entre los animales y los vegetales en el modelo buddhista. Cuando a algo lo denominamos ser sin-tiente, no nos referimos solo al proceso biológico que posee, sino también a la existencia de conciencia y pensamiento. Sin embargo, los vegetales tanto como las rocas y metales forman parte de lo que se llama “Retribución Dependiente del Principal”. Al hablar de “principal” nos referimos a los humanos, a los animales y a los seres con conciencia. Si una persona sana, positiva, tiene una planta, ésta crecerá bien. Así mismo, si una persona es negativa, la planta no crecerá bien debido a la energía que irradia el que la rodea, porque es una Retribución Dependiente del Principal. Nosotros, a través de nuestra mente y también de nuestras acciones corporales y verbales poseemos el don de modificar nuestro ambiente.

    21. A la edad de ocho años, el príncipe comenzó a mostrar uncarácter muy especial. En cualquier lugar y en cualquier ocasión, evitó hacer daño a las criaturas vivientes y por el contrario, trató de socorrer a cualquier criatura sufriente. Por ejemplo, un día el príncipe vió a uno de sus asistentes golpeara una serpiente con un palo. Inmediatamente avanzó y lo de-tuvo, exhortándolo a no golpearla más.

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    Comentario: Podemos establecer la diferencia entre coefi-ciente emocional y coeficiente espiritual. Un buen coeficiente emocional implica llevarse bien con las personas, la familia, los compañeros de trabajo, pero no necesariamente quiere de-cir que será una persona compasiva. Hay personas que desa-rrollaron la habilidad de llevarse bien con la gente a través de una máscara, es decir, cuando ve a su jefe se pone la máscara, lo saluda y luego se queja de él con el compañero, por detrás; sabe cómo hablar aunque la intención puede ser negativa pero su actitud corporal y verbal es buena, a lo cual no le quito su valor porque peor sería que vaya insultando y agrediendo a todos. Entonces entendemos que un buen coeficiente emocio-

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    nal no implica ser compasivo, tal vez tiene un amor direccio-nal, amor con intención para lo que le conviene. En cuanto al coeficiente espiritual, es diferente, ya que implica compasión y la compasión es amor universal, no es específicamente para algunos y para otros no. El amor universal es una compasión de igualdad en su nivel más alto. Este príncipe desde niño empezó a manifestar los dones, su karma que llena era de una forma tan prístina y pura que las personas captaban esa diferencia, especialmente su padre. El rey tenía mucho miedo que su hijo eligiera otro camino en vez de ser rey y renunciara a esa vida. Entonces, tomó precau-ciones haciendo todo lo posible para evitar que al príncipe le surgiera la necesidad de ir en busca de la espiritualidad.

    22. Un día, el príncipe Siddhārtha estaba jugando en el jardín del palacio. Muchos jóvenes de su familia también estaban ju-gando allí. Entre ellos estaba el joven Devadatta, primo del príncipe Siddhārtha, cuyo carácter era completamente diferen-te al del Príncipe.

    Comentario: Las acciones crueles de Devadatta contrastaban con la compasión de Siddhārtha; de hecho, Devadatta tiene un lugar muy especial dentro de los relatos buddhistas; la maldad que ejercía contra su primo resaltaba más el nivel de compasión que Siddhārtha poseía.

    23. El Príncipe Siddhārtha tenía un carácter afable y cortés, su corazón estaba lleno de compasión y benevolencia. Nun-ca oprimía a los otros, sino que ayudaba a los oprimidos. El príncipe Devadatta tenía un pésimo carácter, era celoso, cruel y gustaba de herir a los seres vivientes. Ese día, Devadatta llevaba su arco y flechas disparando por diversión contra los pájaros que volaban. Un cisne recibió una herida en el ala y cayó al suelo. Estaba malherido y parecía sentir mucho dolor.

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    Comentario: Cualquier individuo puede ser analizado ba-sándose en los cuatro coeficientes. El primo del príncipe Siddhārtha, Devadatta, poseía un alto coeficiente físico, era muy hermoso, también su coeficiente intelectual era muy alto. Pero su coeficiente emocional era muy bajo debido a que era cruel, muy autoritario y no se llevaba bien con nadie. Deva-datta siempre quería ser el jefe y no podía trabajar con otros, menos aún con su primo el príncipe Siddhārtha, quien era el único que podía superarlo y esto le generaba mucha envidia. Aun así, posteriormente pudo hacerse monje porque según los textos de Buddha, Devadatta en sus vidas pasadas sembró se-millas espirituales en su búsqueda de la Verdad; el hecho de que no manifestó suficiente compasión fue por falta de desa-rrollo de esas semillas. Esto no quiere decir que alguien, por ser espiritual, necesariamente se lleve en armonía con los de-más; una persona que busca la espiritualidad puede también tener un carácter muy peculiar, puede no llevarse bien con nadie porque su búsqueda es de una manera equivocada ya que no manifiesta la idea de compasión.

    Si alguien tiene aunque sea un poco de coeficiente espiritual, no necesariamente va a tener elevado el coeficiente emocional. Eso lo notamos en muchos practicantes que cuando buscan la Verdad creen que tienen derecho de sacar una regla para medir a los otros, sin embargo, no la utilizan para medirse a ellos mismos. “El hábito no hace al monje”, dice una frase, es decir, ponerse un traje de monje no quiere decir que esa persona ya esté realizada, es por eso que una de las “Cuatro Dependencias” de la práctica dice: ¨Depender de la enseñanza, de la Verdad Universal y no de la persona¨. Muchas veces ve-mos personas ponerse banderas de una religión o pensamiento,

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    hablando y creyéndose dioses y la gente los sigue maravillada, idolatrándolos, pero si el maestro no vive de acuerdo a la en-señanza que está impartiendo, ya con el tiempo mostrará su verdadero rostro. Los practicantes tenemos que vivir también de acuerdo con la enseñanza de la Verdad, si alguien escucha una enseñanza y le gusta pero luego juzga a ese pastor, sacer-dote o monje y pierde la confianza en la enseñanza, es porque no ha conectado con ella. Si uno vive las enseñanzas del Maestro Buddha tendrá compasión y sabiduría.

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    24. Siddhārtha rápidamente corrió hacia el cisne y con cuidado, lo tomó en sus manos; retiró la flecha de su ala envolviendo la herida con hojas frescas para parar la sangre que manaba y suavemente lo protegió en sus brazos. Devadatta avanzó hacia él con mucho enojo, intentando apoderarse del cisne a la fuerza, al mismo tiempo que le exigía a Siddhārtha su devolución.

    Comentario: En esta etapa, el príncipe era llamado bodhi-sattva, palabra compuesta por bodhi, que significa: “Despertar, iluminar” y sattva, que significa: “Ser”, o sea, uniendo las dos palabras, “un ser que aspira a la Iluminación, al Despertar”. Según los textos buddhistas, el practicante espiritual en la carrera del bodhisattva tiene que realizar seis categorías de virtudes: Generosidad, Disciplina, Paciencia, Diligencia, Concentración y Sabiduría. Son seis cualidades que debemos desarrollar, no importa la religión que uno practique. Realicé un estudio comparativo entre la Biblia, el Corán, la Torá y textos de otras religiones y coinciden en que esas seis categorías son el camino hacia el Despertar.

    El príncipe sintió compasión por un pájaro. Ese sentimiento corresponde a la categoría de la generosidad, la cual se divide en tres tipos:֍ Generosidad de recursos, riquezas y tiempo. ֍ Generosidad de enseñanzas, de Dharma, de dar una palabra que eleve al otro o ilumine su vida, es decir, si alguien te cuen-ta algo negativo, en vez de dejarte llevar por esa negatividad, le ayudas a esa persona a ver otra perspectiva.֍ Generosidad de dar “no temor”, o sea, brindar protección y calma a los seres que sienten temor o miedo.

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    25. El Príncipe Siddhārtha, bajo ninguna condición le de-volvería el ave herida. Le dijo: “Si el ave hubiera muerto ciertamente pertenecería a quien la cazó; pero como todavía está viva, por derecho pertenece a quien la salvó”. Pero el príncipe Devadatta insistió: “Yo lo derribé de un flechazo, por eso me pertenece”. Finalmente el príncipe Siddhārtha sugi-rió: “Convoquemos a los sabios del país a una reunión para que juzguen este asunto”. El príncipe Devadatta no tuvo otra opción que aceptar.Comentario: Cuando decimos que alguien es compasivo es que tiene una virtud y esto se evidencia en su relación con los otros. Muchas veces las personas me dicen que creen que son muy compasivas y cuando les pregunto cómo lo saben, me responden que cuando están solos se sienten con mucho amor universal. Pero eso puede ser parte de una ilusión porque la compasión se manifiesta cuando alguien te daña, te trata mal, y pasas esa prueba sin reaccionar mal. ¡Cuántas veces vamos a ayudar en actos de caridad, y cuando no nos agradecen pensamos que el otro es un desagradecido! La compasión sólo se puede mostrar con el otro y aún más difícil es cuando el otro nos daña. Si alguien no para de molestarnos y podemos mantener la ecuanimidad y manejar a esa persona, entonces hay compasión; pero si nos rendimos, no queremos saber nada con los demás y cerramos nuestro corazón, entonces no podemos hablar de compasión. Uno tiene que seguir y entender que el problema no está en el otro, siempre nos quejamos de los demás, pero ¿cuántas veces nos quejamos de nosotros mismos?, ¿cuántas veces nos planteamos por qué nuestro tope de tolerancia es tan bajo? o ¿cómo podemos incrementar esa capacidad de tener más paciencia y compasión?Las crueles acciones de Devadatta resaltan la compasión de Siddhārtha, y reflejan la diferencia entre dos personas que crecieron con las mismas condiciones de riqueza. Muchas veces pensamos que alguien no conoce el sufrimiento de otros

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    por haberse criado en un ambiente de abundancia, o pensamos que alguien por haber crecido en una situación de pobreza será más deshonesta al tener que luchar para sobrevivir, no necesariamente es así. Crecer en la abundancia con muchos recursos no implica que alguien los derroche, pero tampoco vivir en la carencia, y lograr cierta abundancia a través del esfuerzo, implica necesariamente que la persona sea muy frugal. Sea una situación de carencia o abundancia, cada uno toma su dirección en la vida y ve qué clase de persona quiere ser; algunos quieren compartir su abundancia, otros tienen dificultad en compartir, algunos tienen solo un pedazo de pan y lo parten a la mitad para dárselo a otro que lo necesite, o hasta le dan el pan entero quedándose sin nada para sí mismo. Anteriormente hablé de las acciones del pasado que traen recursos en esta vida, pero si uno no los usa adecuadamente y los desperdicia, estos se agotan rápidamente. Si alguien no solo no desperdicia sino que también acumula méritos a través de acciones que beneficien a otros, nunca le faltarán recursos porque todo es causa y efecto.El príncipe Siddhārtha, al rescatar al pájaro, no le dio una mirada de odio a Devadatta, tengamos esto muy en cuenta. ¿Cuántas veces socorremos a alguien y miramos mal a la persona que le causó daño? De esa forma, al mismo tiempo de crear una acción buena, estamos creando una acción mala, de odio y eso no puede justificarse, no se cancela. Uno debe ayudar sin odiar aunque no es fácil, porque cuando protegemos a una minoría que sufre, nos sentimos como protectores de la justicia y comenzamos a juzgar a los que no están de acuerdo con nuestras ideas. El karma bueno no cancela el karma malo. En todos los relatos de Buddha se destaca que cuando ayuda a otros nunca ve con ojos no compasivos a los que están haciendo el mal, ve que se están dañando también a sí mismos debido a su ignorancia. Cada gesto que leí del príncipe, que luego se convirtió en Buddha, es para aprender y aplicar en nuestra vida diaria.

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    26. El día en que los sabios iban a reunirse y debatir varios asuntos, hubo muchas disputas acerca del problema del cis-ne herido. Todos ellos tenían diferentes opiniones. Algunosdecían que el ave debía pertenecer al príncipe Siddhārthaporque él había salvado su vida. Algunos, por el contra- rio, creían que el príncipe Devadatta debía poseerlo por haberlo derribado. Cada uno parecía tener su propia ra-zón para elegir un punto de vista u otro.

    Comentario: Según Siddhārtha, si el ave hubiese muerto per-tenecería a quien la cazó, pero como el ave no murió, su vida pertenecía a quien la rescató. Él no utilizó su palabra para herir a Devadatta sino para hacerle entender el por qué ese ave no le pertenecía; al no poder convencerlo, transmitió esa situación a los consejeros para resolverlo democráticamente. Esto indica que el rey Śuddhodana estaba de acuerdo con la comunicación y el diálogo, o sea, bajo su reinado la gente podía mediar, dialogar e intercambiar pensamientos para llegar a un acuerdo. El príncipe Devadatta, con resentimiento, aceptó exponer ese asunto frente a los ojos de todos, a pesar de no desearlo. Cuando un ser humano es cruel, tiene miedo al prójimo, tiene miedo de hablar y dialogar porque no sabe comunicarse, solo sabe amenazar, hostigar y agredir. Para Devadatta era una batalla casi perdida. El rey Śuddhodana estaba al tanto de lo sucedido con el ave y del conflicto entre los dos príncipes, y tenía miedo que su hijo fuera un cobarde, porque según los que vieron la disputa uno estaba protegiendo al ave y el otro agrediéndola, uno era agresivo y quería luchar, el otro, todo lo contrario. Muchas veces se confunde la compasión y la paciencia con la cobardía, como le sucedía al rey en este relato.

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    27. Finalmente un joven sabio se levantó de su asiento y en voz alta exclamó: “Todas las criaturas vivientes pertenecen a aquellos que salvan o conservan sus vidas, no a aquellos que las dañan. Este pájaro herido, verdaderamente, debe pertenecer a quien le salvó la vida, al príncipe Siddhārtha!”.

    Comentario: Hay una historia, de la época en que el príncipe Siddhārtha alcanzó la Buddhidad, relacionada con no darle temor al otro; este relato cuenta sobre un pájaro y la sombra de Buddha. Los pájaros, al volar, toman cierta distancia de los seres humanos. Un día, un discípulo de Buddha estaba parado y un pájaro volando se acercó hasta la sombra de este discípulo y desvió su vuelo por sentir miedo, pero cuando estaba dando la vuelta voló tranquilamente a través de la sombra de Buddha. Al ver esto, los monjes preguntaron a Buddha por qué el pájaro no tenía miedo de él pero sí del otro discípulo, que era un buen practicante, de alta realización. Ellos quisieron saber cuál era la diferencia entre alguien así y Buddha; entonces Él respon-dió que eso era debido a la compasión. La compasión es una energía y los animales actúan por hábitos, por instinto, entonces cuando captan que el otro no quiere dañarlos no sienten temor. Si nosotros somos compasivos, generaremos energía positiva y tendremos más cercanía con los seres vivos, sin necesidad de hablar. Hoy día muchos documentales nos muestran personas que se relacionan de una manera especial con algunos animales, esto es posible porque esas personas irradian una energía pacífica, no quieren dañar, solo quieren compartir y aprender. Si nosotros pasamos el día entero cargados de negatividad hacia los demás y, desde que nos despertamos, deseamos estar solo con personas que nos agradan, entonces nunca podremos crecer ni poner a prueba la compasión, siempre estaremos estancados.

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    28. Todos los sabios reunidos aceptaron el argumento de su joven colega y unánimemente decidieron que el pájaro pertenecía al príncipe Siddhārtha porque él le había salvado la vida. Por esta razón, el príncipe Siddhārtha cuidó del cisne hasta que su herida sanó completamente y después lo liberó en el bosque para que viviese una vida libre y feliz con los de su misma especie. Desde aquel día, el príncipe Devadatta comenzó a odiar al príncipe Siddhārtha: su corazón ansiaba venganza.

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    Comentario: Por celos, incapacidad de ganar y por no poder competir, el príncipe Devadatta sembró la semilla de odio con-tra Siddhārtha. Nosotros debemos tener mucho cuidado con los celos en nuestra vida, lo opuesto es el regocijo. Sentimos celos cuando vemos que algo bueno le pasa al otro y pensamos cosas como: “Si esto me sucediera a mi” o “esta persona no lo merece”, “sabe la mitad de lo que yo sé”, “merezco eso más que él”. Así comenzamos a armar una historia en la cabeza. En lugar de hacer esto debemos ver los buenos logros de los otros, regocijarnos y pensar: “Me gustaria que me suceda a mi tam-bién, pero te felicito de corazón”. Así se genera una energía muy positiva, porque si alguien no merece su promoción y no tiene la capacidad de llevar a cabo su trabajo, perderá el puesto de todas formas, en algún momento. Entonces debemos apren-der a regocijarnos, al principio esto es muy teórico, sale de la boca para afuera, y ahí se demuestra que la energía cambia, uno va entrenándose, empieza a pensar: “Cuando me regocijo creo buena energía y algo bueno me pasará a mí también”. Quienes saben cómo regocijarse de los buenos logros de los demás, usualmente tienen más amigos y se llevan mejor con la gente. El regocijo es tan difícil porque los celos humanos son muy fuertes y provienen del egocentrismo. Muchas personas piensan que hay una escalera al éxito y que por eso deben colgarse de las piernas de los demás para frenarlos y, a medi-da que estos van cayendo, pisarlos y escalar posiciones. Otra forma de pensar sería: “Solamente compito conmigo mismo y cuando otros se elevan, yo me regocijo y así me elevo al mismo tiempo”.

    29. Las personas de la antigua India sabían que todo cuanto necesitaban provenía de la tierra; por lo tanto, consideraban el cultivo de la misma y la producción de alimentos como su trabajo más importante, el que beneficiaba tanto al individuo

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    Biografía del Buddha Śākyamuni

    como al reino. Así, surgió esta costumbre: en el período de siembra, el rey y sus ministros iban a los campos a participarpersonalmente de la Ceremonia del Arado. Ellos servían de ejemplo para que los demás entendieran que la siembra y la cosecha no eran tareas inferiores, sino por el contrario, acti-vidades de gran prestigio.

    Comentario: En la antigua India y mucho antes del tiempo de Buddha, ocurrió la invasión aria. A los gobernantes que perdieron contra los arios, los convirtieron en la clase baja, los sometieron porque tenían piel más oscura y para poder dominar a la India propagaron el pensamiento inflexible de los brahmanes por el cual el dios creador Brahmā creó de su boca a los brahmanes, los sacerdotes; de su pecho originó a los gobernantes y guerreros; de la panza creó a los comerciantes y agricultores; y de sus pies a los esclavos, a los que perdieron la guerra. Así los arios utilizaron la religión para dominar a la gente. De ese modo, una persona que nacía en una casta no podía moverse a otra. En la época de Buddha, hace dos mil quinientos años, se generó un cambio a través del desarrollo de la agricultura. Los agricultores en la antigüedad cosechaban para comer, luego, al desarrollar técnicas para almacenar semillas aparecieron los comerciantes; el hecho que hubiera una riqueza acumulable generó un cambio de poder y conciencia en la sociedad. Los comerciantes comenzaron a tener mucho poder e influencia porque los guerreros tenían que pedirles que les financiaran sus guerras. Y así es el desenvolvimiento de la civilización humana que ha continuado repitiendo este proceso hasta la actualidad.

    30. En Kapilavastu, el final del verano marcó el tiempo de comenzar las labores de preparar y arar la tierra. El rey Śuddhodana y sus oficiales acostumbraban a conducir el Fes-tival Real del Arado. Cada año se hacía una gran ceremonia,

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    una fiesta colorida donde se acercaba una gran cantidad de personas para ver al rey arando la tierra. Ese día, el rey Śuddhodana también llevó al príncipe Siddhārtha para que participara en la ceremonia.

    Comentario: Debido a la predicción del sabio Asita, Śuddho-dana hizo todo lo posible para incentivar a su hijo a sucederlo en la corona. Lo llevó desde pequeño a los festivales para que aprendiera cómo debía ser y actuar, de esa manera lo fue formando como un gran monarca benévolo y se educó enten-diendo la manera en que un rey debe pensar y obrar.

    31. El rey comenzó la ceremonia en el campo, utilizando un arado de oro bellamente decorado. Un grupo de oficiales lo si-guió, arando la tierra con arados de plata. Finalmente, llegaron los agricultores con sus propios arados haciendo una fila de a dos. La tierra dura y marrón fue preparada para la siembra.

    Comentario: El príncipe se encontraba en el festival del arado de la tierra, en donde los reyes participaban del mismo, como símbolo de gratitud por su trabajo. En esa época hubo una transferencia de poder a los agricultores, que guardaban su cosecha, entonces aparecieron los comerciantes y el apoyo de ellos a los reyes era importante para que pudieran distribuir la riqueza.

    Este relato sirve para que tengamos una idea más clara acerca de las condiciones que este príncipe tenía. Él vivía en un país en donde el rey y gobernadores o ministros se llevaban bien con la gente, era un país de mucha paz y armonía. El rey sabía cómo agradecer a sus agricultores y recompensarlos dándoles respeto, a su vez, la gente lo adoraba. De esa forma, la vida del príncipe ya estaba hecha, en un país tan bien gobernado, solo debía continuar el camino de su padre.

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    32. A la hora de la comida, los que cuidaban al príncipe Siddhārtha fueron a disfrutar de la fiesta y del banquete, dejándolo solo. Entonces, Él se apartó y se sentó a la sombra de un árbol jambu. Calmó su mente apartando todos sus pensamientos dispersos y luego contempló: “El rey, los oficiales y los agricultores están aquí para celebrar el Fes-tival Real del Arado y ahora están felices disfrutando del banquete”.

    Comentario: La región sur de la antigua India era conocida como Jambudvipa y el árbol de jambu representaba al árbol de todos los seres.

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    Usualmente cuando un chico va a un festival le gusta el baile y la diversión, pero este príncipe escogió un árbol de jambu para hacer su primera meditación. Resulta extraño que un niño de esa edad medite, pero la meditación no es algo místico, es algo olvidado por la modernidad. En la historia de la civiliza-ción humana vemos que el hombre siempre meditó de alguna forma. Ahora mira televisión, juega Playstation, se olvidó, se alejó de la naturaleza. Ahora solo ve ladrillos, cemento, hierro, cosas artificiales; cuando se aleja de la naturaleza se olvida de meditar, y el hombre que no medita no piensa mucho o piensa a un nivel muy superficial, no de manera profunda.

    33. Pero aquellos bueyes no parecían estar nada felices. Ellos debían realizar un gran esfuerzo, superior a su capacidad física, para tirar del arado y desmenuzar la tierra dura para la siembra. Se esforzaban tanto que no podían dejar de bufar cada vez que respiraban. Obviamente no eran felices. Mientras las personas estaban divirtiéndose en el festival, ellos debían continuar con el trabajo duro. Y si por ventura no hacían las cosas de acuerdo a las expectativas de sus dueños, recibían un tratamiento duro y eran azotados.

    Comentario: El príncipe notó cosas en ese festival que la ma-yoría no veía, él no sentía la diferencia entre el ser humano y los animales; pudo ver con compasión a los bueyes que estaban trabajando tan duramente y no percibió felicidad en sus ojos, dado que recibían latigazos de los hombres que araban la tierra. Él pudo sentir ese sufrimiento.

    En el pensamiento del sistema buddhista, nosotros no consi-deramos a los animales como seres inferiores, no consideramos a ningún ser con conciencia como inferior, sino que tratamos de ver la igualdad de todos. En cierto modo, los textos bud-

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    dhistas dicen que si el hombre quiere parar la guerra primero debe amar a los animales porque en la naturaleza son los más cercanos a nosotros: sienten, piensan, tienen familia. Si no encontramos la forma de vivir con ellos en equilibrio y armonía habrá mucho odio y resentimiento por el maltrato. Eso, en cuanto al modelo kármico, se retribuye y es un círculo vicioso: nosotros nos aprovechamos de los animales porque sentimos que podemos dominarlos, y como hay renacimiento esa negatividad vuelve a uno, esa negatividad se incrementa. Dentro del modelo de la práctica buddhista, una de las condiciones es llevarse bien y en equilibrio con la naturaleza y los animales porque no nos consideramos con el derecho de infligirles daño.El príncipe vio algo en profundidad, notó el sufrimiento en medio de toda esa celebración y comenzó a pensar sobre la realidad del mundo.

    34. El príncipe también percibió las actividades de varias otras criaturas a su alrededor. Vio a un lagarto salir de una grieta en el suelo y usar su lengua para cazar pequeñas hormigas obreras. Poco después una víbora se acercó, mató al lagarto atrapándolo por la cabeza y luego se lo tragó completamente. Justamente en ese momento, el príncipe atónito vio a un águila descender de las alturas, atrapar a la serpiente, destrozarla y devorarla.

    Comentario: El príncipe, observando ese ciclo alimentario, percibió la existencia de una cadena salvaje en la naturaleza, lo que lo llevó a realizar una introspección aún más profunda. Usualmente, cuando pensamos en esa cadena alimenticia nos sentimos tranquilos porque estamos en la cima. Si pensamos que por el hecho de estar arriba ya estamos bien ubicados, entonces algo está mal, porque desde el punto de vista de la

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    evolución de la humanidad siempre fueron unos pocos del estrato superior los que vieron el sufrimiento de los oprimidos e hicieron un esfuerzo por cambiarlo. Por otro lado, algunas personas del estrato más humilde pero de un nivel elevado de pensamiento, al subir de nivel tampoco se olvidaron del sufrimiento de los que están debajo.

    35. Siddhārtha otra vez se sumergió en profundos pensamien-tos y comenzó a cuestionarse a sí mismo: “Si las cosas son así, entonces, ¿no podrá ocurrir que lo que es considerado bello en la vida, esconde por detrás mucha fealdad? Finalmente, el príncipe se dio cuenta que aunque él estaba muy feliz en ese momento, había sin embargo, un gran sufrimiento que era común a toda la humanidad y a todos los seres de forma permanente. En esa época, siendo joven todavía, el príncipe Siddhārtha era capaz de tener muy profundos pensamientos, alcanzar el estado de "No-Discriminación" y penetrar al "Primer Dhyāna".

    Comentario: El ser humano tiene en su carácter, en su coe-ficiente emocional dos partes: una animal y una humana. En el modelo de la práctica buddhista debemos ir reduciendo la animal e ir incrementando la humana, debido a que esta última tiene el potencial de llegar a la perfección de la compasión y la sabiduría. La parte animal es lo biológico e instintivo, lo que viene fácil, cuando uno se aprovecha de la debilidad del otro. Por ejemplo, hay dos bebés y uno de ellos ve que el otro tiene un caramelo y se lo quita a la fuerza, este es el instinto animal, lo que surge fácilmente. Lo difícil es cuando el bebé ve que el otro desea su caramelo y se lo entrega, es difícil ir en contra de nuestra parte salvaje. En nuestra práctica querer avanzar es entender esa parte, no pensar que nacimos así y dejarlo ser. De todo lo que hemos visto en el avance de la civilización humana

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    es que siempre para beneficiar a la mayoría, el hombre debe dominar su codicia e ira. No es posible beneficiar a los demás dejando la parte salvaje salir de forma descontrolada, porque ella es sinónimo de individualidad y de egoísmo. Al contrario, si desarrollamos la práctica de los “Tres Entrenamientos Gra-duales: conducta ética, concentración y sabiduría”, entonces no surgirá. Esta práctica se utiliza para dominar la codicia, ira e ignorancia, y puede elevar la conciencia a otro nivel, a uno que en muchas religiones es llamado nivel celestial o espiri-tual, de beneficio a los otros, un nivel elevado de compasión y sabiduría.

    El príncipe sentado en el árbol de jambu notó que la belleza, en apariencia, no es tan así, existe una fealdad escondida; es decir, cuando uno ve en el espejo la belleza de la juventud debe tener conciencia que si se apega a esa juventud o belleza tendrá una caída de expectativa porque podemos hacer todo lo posible para comprar cosméticos intentando frenar el paso del tiempo, pero no existe persona que pueda evitar la muerte. Entonces, si no se puede parar el proceso de envejecimiento, nos estamos autoengañando. Desde el día que nacemos ya sa-bemos que existe ese proceso de vejez, enfermedad y muerte, y en vez de asumirlo, hacemos lo posible para frenarlo, no que-remos hablar de ello, sentimos que no tiene nada que ver con nosotros. Ese autoengaño nos entrena a huir de los problemas en vez de enfrentar y entender la impermanencia de la vida. Según los textos buddhistas, el hecho de tener impermanencia notable en el mundo nos facilita y ayuda a avanzar en nuestro pensamiento; si uno no se autoengaña y observa el ciclo de la vida, empieza a entender que no existe nada permanente, lo único que puede seguir avanzando es la conciencia, por eso no nos apegamos a la apariencia.

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    El estado de No-Discriminación no quiere decir que uno nodistingue entre lo bueno y lo malo, sino se refiere a no apegarse a lo bueno o rechazar a lo malo pero entendiendo cuál es la diferencia. Por ejemplo, cuando vemos un acto bueno lo entendemos y nos surge regocijo, pero no nos apegamos a ese acto porque una vez que nos apegamos, ya no se puede avanzar espiritualmente. Por otro lado, al ver un acto malo, uno debe saber que no es ético, que daña al otro, entendiendo que no se debe hacer y manteniendo la mente ecuánime, sin dejar surgir la ira; eso es No-Discriminación. Al odiar lo malo se desarrolla negatividad. Cuando Nelson Mandela fue preso tantos años y luego salió en libertad, dijo no tener odio por quienes lo encerraron ya que fue responsabilidad de todos los que permitieron que esa maldad sucediera; entonces, imaginen si Nelson Mandela hubiese pensado que al salir de prisión tendría su oportunidad de venganza, eso no hubiera sido compasivo. Cuando hay compasión uno entiende las cosas, entiende la bondad o la maldad, sin apegarse ni dejar surgir odio porque sabe que la maldad puede convertirse en bondad a través del conocimiento y la educación; no es fácil porque siempre hablamos sobre la justicia, pero si cada uno tiene su opinión acerca de la justicia, confrontaremos en lugar de entender al otro y eso no nos llevará a la paz.

    En cuanto a dhyāna, es un estado meditativo que significa absorción y existen cuatro de estos estados. El primer dhyāna es un estado de absorción tal que uno, al entrar en él, siente alivio y alegría; en ese estado la mente está tan concentrada que puede facilitar una introspección muy profunda de los fenómenos del mundo. El príncipe en su niñez pudo lograr eso y luego de muchos años retomó esa práctica bajo el árbol bodhi, la cual aplicó para alcanzar su perfecta Iluminación.

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    36. Cuando la Ceremonia Real del Arado y el festín habían terminado, los que estaban a cargo del príncipe se acordaron de él. Sin demora, regresaron corriendo a buscarlo y lo en-contraron sentado bajo el árbol jambu, inmóvil y tranquilo cual una estatua de piedra. Lo despertaron y le dijeron que el rey lo estaba buscando, era tiempo de volver al palacio. En el camino, el corazón del príncipe Siddhārtha se llenó de compasión por todas las criaturas vivientes; todas y cada una de ellas, para mantener su propia vida, necesitaban luchar duramente enfrentando el dolor y el sufrimiento.Comentario: El príncipe realizó una introspección del sufri-miento que observó mientras la mayoría, en ese festival, solo veía felicidad y disfrutaba los cánticos; entonces comenzó a pensar en cómo poder eliminar ese sufrimiento y también en entenderlo. Su deseo de búsqueda espiritual se inició, poseía una semilla y ahora empezaba a germinar y a florecer.

    37. Sabiendo que el príncipe estaba en la búsqueda del camino espiritual, el rey Śuddhodana se preocupó. Temía que si esos pensamientos no eran eliminados, el príncipe probablemente lo abandonaría y dejaría el país, sin quedar nadie para heredar el trono. El rey sintió que la única forma de cambiar el pen-samiento del príncipe era multiplicar su felicidad y placer en el palacio real. Para ello, su primer plan fue construir tres espléndidos nuevos palacios.

    Comentario: El rey a través de su amor mundano y pegajoso no quería que su hijo dedicara su vida a la espiritualidad, como ya había predicho el sabio Asita; entonces haciendo todo lo posible para que esos deseos de búsqueda espiritual no despertaran en su hijo, planeó hacer tres palacios hermosos, o sea, quiso darle cosas materiales para ocupar su mente.

    En nuestro mundo, en cierto modo, hacemos esto con nuestros hijos pero no por temor a que ellos busquen la espiritualidad

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    sino por culpa de trabajar tanto y no tener tiempo para ellos. En vez de hablarles, educarlos y enseñarles, les compran cosas para ocupar su mente, tratando de mostrar su amor a través de lo material. Tenemos que evaluar y pensar muy bien qué dirección queremos tomar en este mundo y cómo queremos educar a las generaciones venideras. Si seguimos así los hijos no verán a los padres como modelos o educadores, pensadores o transmisores de pensamiento; verán la parte utilitaria de los padres, como un cajero automático que debe proveerles cosas. Los padres sienten culpa por no tener tiempo para sus hijos y buscan compensarlo así, es un círculo vicioso de asistencialis-mo. Cuando uno enseña y educa a otro a pedir solo por pedir, incrementa su mendicidad, disminuye la dignidad propia y eso no es acorde con el criterio de la generosidad promulgado por el Buddhismo. Este rey quiso maleducar a su hijo con riquezas y bienes materiales para ocupar su mente pero el príncipe no se dejó maleducar, luchó contra ese pensamiento, no permitió que la corriente lo llevara hacia la vida que su papá le tenía designada.

    38. El primer palacio fue construido con madera perfumada. Su interior era cálido y todo estaba orientado a ofrecer la máxima comodidad. Éste era el palacio de invierno. El segundo pala-cio fue el de verano, construido con mármol pulido. El tercer palacio, de ladrillos y techo de tejas verdes era para ser habita-do en la época de los monzones. El rey Śuddhodana tambiénordenó que un bello jardín fuese construido alrededor de los tres palacios, con hermosos estanques conteniendo flores de loto de varios colores. Allí podría pasear caminando o a caballo, o realizar cualquier otra actividad que fuese de su preferencia.

    Comentario: Tres palacios, uno para verano, otro para invier-no y otro para primavera. El rey quiso que el príncipe pudiera tener vacaciones sin salir de su casa, le construyó distintos ambientes para que estuviera confortable y las comodida-des de la vida mundana ocuparan su mente y no pensara en

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    temas espirituales; eso es lo que el rey intentó hacer por todos los medios posibles.

    Sabemos que no todas las personas que crecen en la abundan-cia son malcriadas y no todas las personas que viven en la pobreza son necesariamente humildes. La filosofía buddhista sostiene que tener una “Visión Correcta” es lo que siempre nos permite elegir un camino correcto en la vida; las personas que la poseen tienen de antemano en su subconsciente, pensamien-tos e ideas de cómo deben ser las cosas y no se dejan llevar por la corriente. Por eso, aunque no es común, encontramos personas que luchan por la libertad y el beneficio de los demás

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    hasta sacrificar sus vidas; esas personas siempre van a contra-corriente, no queriendo disfrutar de la vida mientras haya otros sufriendo. Este es el caso del príncipe que, teniéndolo todo, nunca sintió que su vida estaba resuelta; el hueco que sentía en su corazón necesitaba ser llenado con un propósito mayor.

    39. Los años pasaban muy rápido y el príncipe Siddhārtha ya se había convertido en un joven. Todos los placeres ma-teriales que el rey le había ofrecido parecían no tener ningún valor para este príncipe contemplativo. El rey había pensado que con sus atenciones lo haría feliz, pero todo fue en vano.

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    Comentario: Tantos ofrecimientos materiales y placeres sa-ciados no resultaban algo deseable para el príncipe; entonces, el rey tuvo que considerar otras opciones para incentivar a su hijo a apegarse a la vida mundana.

    40. Entonces reunió a sus ministros en una asamblea, pregun-tándoles si conocían cualquier otro medio de impedir que el príncipe abandonara su posición de líder potencial del país para convertirse en un maestro religioso, como el anciano Asita había predicho. Los oficiales ofrecieron su opinión: “La

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    mejor forma de mantener al príncipe alejado de su búsqueda espiritual es buscar, entre las mujeres más bellas del país, a la que pueda ser su esposa. Una vez que el príncipe haya proba-do las delicias de la vida conyugal, él no elegirá ninguna otra cosa; entonces, Él se ajustará a los planes del Gran Rey y será el heredero de su trono”.

    Comentario: El rey, al ver que lo material no funcionaba, tenía que tentar al príncipe a través de las emociones, el amor, la familia, los hijos; tenía que ponerle una atadura a través de lazos de apego para que se sintiera satisfecho y no pensara más en lo trascendental. A veces la familia con valores religiosos nos incita a la espiritualidad, pero en este caso el rey trató de alejarlo de su búsqueda consiguiéndole una esposa.

    CASAMIENTO

    41. El rey consideró la sugerencia de sus ministros como la ideal y ordenó la selección de las muchachas más bellas del país. El día decretado para la selección, todas las candidatas debían reunirse en la ciudad de Kapilavastu. Cada una de ellas debía desfilar ante el príncipe y recibir un regalo ofrecido por Él. El rey también ordenó a un grupo de oficiales de alto rango permanecer en el lugar donde las hermosas muchachas se reunirían ante el príncipe. La obligación de ellos era observar cual sería la muchacha que más le agradaría al príncipe.

    Comentario: El rey tenía miedo que su hijo no eligiera a una muchacha, por ese motivo les encomendó a unos oficial