Bilbao 2014ko martxoa La verdadera historia de Farolín y … · 2018-06-21 · cachondeo de los...

1
Bilbao en un campo de batalla y ga- nándose el apoyo de un buen sector de la ciudadanía. Pero en el año 85, por esas cosas que pasan a veces, salieron de la Co- misión de Fiestas los miembros más txirenes y divertidos, y entraron –al decir de algunos– “unos sinsorgos” que estropearon el invento original, convirtiendo los nombramientos de Farolín y Zarambolas en una suerte de “premios naranja y limón”, lo cual no era para nada la idea. Durante años aquel juicio que se- guía haciéndose con mayor o menor gracia, aunque ya sin el acierto y el cachondeo de los dos primeros, fue un acto más de los carnavales bilbai- nos, que a finales de los 80 y princi- pios de los 90 funcionaban muy bien, con gran participación popu- lar, programación variada, cenas, actuaciones, concurso de coplillas ... y fuegos artificiales, que “tiraba” el sábado de Carnaval el ganador de la edición previa de Aste Nagusia. La lista de Farolines y Zarambolas (con algunos nombramientos más acerta- dos que otros) aumentaba, aunque seguía teniendo ese tinte de “el bue- no y el malo” que desvirtuaba el concepto original. Nace la Orden Hasta que en 1998 la Comisión tuvo la mala –o buena– ocurrencia de nombrar Zarambolas a Marino Montero, el “padre” de las criaturas. El por entonces relaciones públicas del desaparecido café Boulevard decidió celebrar el “nombramiento” en el propio Café, con cava y pollo frito; y convocó, además de a otras gentes, a todos cuantos hasta enton- ces habían ostentado los carnavale- ros títulos. La inesperada acepta- ción de esta convocatoria (¡de los treinta Farolines y Zarambolas se presentaron veinticuatro!) propició, en connivencia con la Comparsa Moskotarrak, la constitución, en 1999, y para celebrar el 25º aniver- sario del invento, de La Orden Bot- xera de Farolín y Zarambolas. Ahí surgió el ‘Pilar de la Orden Botxe- ra’, en el que se colocan las placas de los nombrados cada año; la reu- nión anual con chocolatada (el pri- mer lunes después de Reyes) para proponer candidatos; la celebración con imposición de antifaces regada con cava y empapada con pollo fri- to... todo lo cual se mantiene hasta el día de hoy (a partir de 2006, tras el llorado cierre del Café Boule- vard, la sede de la Orden ha pasado al Café Iruña). Y Jose Mari Aman- tes y Luis Ángel Castresana, en nombre de Moskotarrak, son desde esa fecha los “heraldos” de la Orden Botxera. Aprovechando la coyuntura de su nombramiento, el flamante Zaram- bolas decidió también hacer una semblanza de estos dos personajes tal y como él los había concebido, para acabar así con la quimera bue- no-malo: “Farolín representa a ese farolero que todos reconocemos, que no es de Bilbao porque Bilbao es suyo, y cuyo lema podría ser Semper Plus Ultra (Siempre más allá); Zarambolas es el adalid del buen vivir, ese tipo que no se deja amargar por nada de este mundo ni del venidero, y su lema es Carpe Diem (Disfruta el Momento)”. Y al- gunas de sus características diferen- ciadoras son: “De los colores de Bilbao Farolín es el blanco, ‘siem- pre de punta en blanco’; y Zaram- bolas el rojo, republicano, bebedor y tomatero. En Nochebuena Farolín cena angulas y Zarambolas caraco- les. A Farolín le gusta conducir, y Zarambolas viaja en ‘tasis’. Farolín va a ver los partidos del Athletic a San Mamés; Zarambolas los ve en el txoko...”. En 2007 la Orden instituyó tam- bién ‘La Txirenada del Año’, reco- nocimiento a la ocurrencia perpetra- da durante el año anterior que refle- jara el bilbainismo conjugando la “farolada” con la “zarambolada”, que se galardona con un gran diplo- ma enmarcado, magistralmente di- bujado por K-Toño Frade hijo, y que reproduce la antigua vidriera del ca- fé Boulevard. Hasta el momento es- te galardón ya ha viajado fuera de Bilbao en varias ocasiones, nada menos que a Singapur, al Congo y a Nueva York. Curiosidades De los 62 personajes –institucio- nes o entidades en algún caso– que de momento ostentan el título de Fa- rolín o Zarambolas la tendencia “por gremios” se decanta hacia el mundo de la comunicación y el periodismo, con trece nombramientos, incluido el flamante Farolín 2014, Jon Uriar- te; el de las artes escénicas con once –con Karmele Larrinaga como Za- rambolas 2014–; diez del mundo de la música y nueve del entorno de- portivo; cinco relacionados con la hostelería y el comercio y cuatro con las Artes plásticas... más algún que otro cargo político, un comité de empresa, un arquitecto, un guardia municipal, un dibujo de historieta, un cura y un agitador socio cultural. La única persona que ha repetido cargo es José Mª Gorordo, Farolín 1988 como alcalde de Bilbao y de nuevo Farolín 1991 (parece ser que ese año en la Comisión hubo sequía de ideas), ya como ex-alcalde. En el año 1989 se nombró Farolín a K-Toño Frade padre, y Zarambo- las a Bonifacio Fernández, el añora- do ‘Boni el txistulari’; y curiosa- mente en 2012, veintitrés años des- pués, ostentaba el nombre de Faro- lín K-Toño Frade hijo, con Mikel Bilbao, el otro emblemático txistu- lari de la Villa, como Zarambolas. De todos estos personajes han fa- llecido nueve: Ramón de Lecea, Urbano Ruiz Laorden, José María Múgica, K-Toño Frade padre, Boni, Carmelo Bernaola, Mendi ‘el cura del circo’, Julián Fernández y Luis Iturri. Alguno está desaparecido o ya no vive aquí, alguna entidad se ha disuelto... y el resto conforma la Or- den Botxera de Farolín y Zarambo- las, que año tras año se esfuerza por mantener viva una tradición que aunque sólo tiene tres décadas de existencia ya parece de Bilbao de to- da la vida. La verdadera historia de Farolín y Zarambolas Iñaki Astigarraga y Nati Ortíz de Zárate en 2008 Julio Alegría e Iñaki García-Ergüín en 2005. Fotos Manu de Alba Elena Marsal TRAS el inesperado e impresionan- te éxito de la primera Bilbao Aste Nagusia en 1978, las Comparsas, que habían surgido precisamente con motivo de las fiestas, decidieron que había que resucitar también los Carnavales, que no se celebraban en Bilbao hacía más de medio siglo. Si- guiendo la estela de la triunfadora Marijaia trataron de dar con un per- sonaje distintivo de la fiesta: pero hubo varios intentos fallidos. El alumbramiento Marino Montero, por entonces en la Comisión de Fiestas y en la Com- parsa Pinpilinpauxa, y que ya había propuesto como leitmotiv el ‘Agua de Bilbao’ (que sí se sacó adelante durante toda la década de los 80), re- pasando diferentes tradiciones de los carnavales vascos, para ver si al- guna se podía “adoptar” para Bil- bao, dio con un elemento muy típico de estos festejos: el juicio burlesco que se hace a un personaje popular, al que se acusa de todos los males y es condenado a redimirse durante las fiestas. Pero puestos a ser del mismo mismo Bilbao... quien dice un personaje dice dos: y ahí surgie- ron, con su nombre y su idiosincra- sia, Farolín y Zarambolas, represen- tando esa dualidad del carácter bil- baino en que casi todos los hijos de Don Diego nos reconocemos: el fa- rolero que ha nacido en la capital del mundo, y el pancho al que nada afecta y que vive como un rey... en la capital del mundo. La idea era sólo aportar un ingre- diente más a la fiesta, y que estos dos tipos fueran enjuiciados y con- denados a cargar con su culpa du- rante todo el Carnaval. Y así se hizo durante los dos pri- meros años. A los “acusados” se les avisaba con tiempo para que pudie- ran “contratar a un abogado” y pre- parar su defensa. El juicio se organi- zaba en la plaza Nueva, con la aquiescencia y la asistencia de la municipalidad, y ante numeroso pú- blico. El primer Farolín de los carnava- les de Bilbao fue, en 1984, Javier Clemente, que había conseguido una Liga con el Athletic; y el primer Zarambolas fue el bilbainísimo Don Celes que no pudo “asistir” al juicio, por encontrarse de vacaciones en Canarias con su “padre” Olmo, y fue juzgado “en efigie”. En 1985 el txirenísimo arquitecto municipal Ramón de Lecea, imputado como Zarambolas, entró hasta la misma plaza Nueva a bordo de un Morgan conducido por su “abogado” –que en realidad era un psiquiatra amigo suyo que trabajaba en Nueva York–, para encontrar allí como Farolín a una representación del comité de empresa de Astilleros Euskalduna, que apenas unos meses antes habían comenzado las movilizaciones con- tra el cierre, convirtiendo parte de Bilbao 10 2014ko martxoa El tribunal ciudadano del Carnaval PRIMER Juicio Ordálico a Farolín y Zarambo- las, celebrado en la plaza Nueva de Bilbao el 2 de marzo de 1984, ‘Viernes Flaco’ de Carnaval. Tras la mesa, y de izquierda a derecha, un muy reconocible –a pesar de la barba– Jose Ma- ri Amantes, y los abogados –en la ficción y rea- les– Josu Samaniego de la Comparsa Tintigorri (por alguna razón que ya ni él mismo recuerda luciendo un morro de cerdo y un balón bajo el brazo) y José Luis Soldevilla, de la desapareci- da Comparsa Pirikiturriak. En segundo plano, y también desde la izquierda, Jon Aldeiturriaga, ‘Alkate Beltza’ (el Alcalde Negro) de los Car- navales de aquel año; Joseba Inchaurraga, por entonces concejal de Cultura; Julián Fernández, concejal-presidente de la Comisión de Fiestas, y el recordado Víctor Moreno, responsable del sonido y la megafonía en toda fiesta de Bilbao que se preciara. Sobre la mesa, botellas de Agua de Bilbao y banderas del Athletic. Se juzgaba en esta ocasión como Farolín al entrenador del Athletic Javier Clemente y como Zarambolas, y “en efigie”, al entrañable Don Celes. Foto cedida por el archivo de Tintigorri La idea era aportar un ingrediente más a la fiesta, que fueran juzgados y condenados a cargar con su culpa durante el Carnaval

Transcript of Bilbao 2014ko martxoa La verdadera historia de Farolín y … · 2018-06-21 · cachondeo de los...

Bilbao en un campo de batalla y ga-nándose el apoyo de un buen sectorde la ciudadanía.

Pero en el año 85, por esas cosasque pasan a veces, salieron de la Co-misión de Fiestas los miembros mástxirenes y divertidos, y entraron –aldecir de algunos– “unos sinsorgos”que estropearon el invento original,convirtiendo los nombramientos deFarolín y Zarambolas en una suertede “premios naranja y limón”, locual no era para nada la idea.

Durante años aquel juicio que se-guía haciéndose con mayor o menorgracia, aunque ya sin el acierto y elcachondeo de los dos primeros, fueun acto más de los carnavales bilbai-nos, que a finales de los 80 y princi-pios de los 90 funcionaban muybien, con gran participación popu-lar, programación variada, cenas,actuaciones, concurso de coplillas ...

y fuegos artificiales, que “tiraba” elsábado de Carnaval el ganador de laedición previa de Aste Nagusia. Lalista de Farolines y Zarambolas (conalgunos nombramientos más acerta-dos que otros) aumentaba, aunqueseguía teniendo ese tinte de “el bue-no y el malo” que desvirtuaba elconcepto original.

Nace la OrdenHasta que en 1998 la Comisión

tuvo la mala –o buena– ocurrenciade nombrar Zarambolas a Marino

Montero, el “padre” de las criaturas.El por entonces relaciones públicasdel desaparecido café Boulevarddecidió celebrar el “nombramiento”en el propio Café, con cava y pollofrito; y convocó, además de a otrasgentes, a todos cuantos hasta enton-ces habían ostentado los carnavale-ros títulos. La inesperada acepta-ción de esta convocatoria (¡de lostreinta Farolines y Zarambolas sepresentaron veinticuatro!) propició,en connivencia con la ComparsaMoskotarrak, la constitución, en1999, y para celebrar el 25º aniver-sario del invento, de La Orden Bot-xera de Farolín y Zarambolas. Ahísurgió el ‘Pilar de la Orden Botxe-ra’, en el que se colocan las placasde los nombrados cada año; la reu-nión anual con chocolatada (el pri-mer lunes después de Reyes) paraproponer candidatos; la celebracióncon imposición de antifaces regadacon cava y empapada con pollo fri-to... todo lo cual se mantiene hastael día de hoy (a partir de 2006, trasel llorado cierre del Café Boule-vard, la sede de la Orden ha pasadoal Café Iruña). Y Jose Mari Aman-tes y Luis Ángel Castresana, ennombre de Moskotarrak, son desdeesa fecha los “heraldos” de la OrdenBotxera.

Aprovechando la coyuntura de sunombramiento, el flamante Zaram-bolas decidió también hacer unasemblanza de estos dos personajestal y como él los había concebido,para acabar así con la quimera bue-no-malo: “Farolín representa a esefarolero que todos reconocemos,que no es de Bilbao porque Bilbaoes suyo, y cuyo lema podría serSemper Plus Ultra (Siempre más

allá); Zarambolas es el adalid delbuen vivir, ese tipo que no se dejaamargar por nada de este mundo nidel venidero, y su lema es CarpeDiem (Disfruta el Momento)”. Y al-gunas de sus características diferen-ciadoras son: “De los colores deBilbao Farolín es el blanco, ‘siem-pre de punta en blanco’; y Zaram-bolas el rojo, republicano, bebedory tomatero. En Nochebuena Farolíncena angulas y Zarambolas caraco-les. A Farolín le gusta conducir, yZarambolas viaja en ‘tasis’. Farolín

va a ver los partidos del Athletic aSan Mamés; Zarambolas los ve en eltxoko...”.

En 2007 la Orden instituyó tam-bién ‘La Txirenada del Año’, reco-nocimiento a la ocurrencia perpetra-da durante el año anterior que refle-jara el bilbainismo conjugando la“farolada” con la “zarambolada”,que se galardona con un gran diplo-ma enmarcado, magistralmente di-bujado por K-Toño Frade hijo, y quereproduce la antigua vidriera del ca-fé Boulevard. Hasta el momento es-te galardón ya ha viajado fuera deBilbao en varias ocasiones, nadamenos que a Singapur, al Congo y aNueva York.

CuriosidadesDe los 62 personajes –institucio-

nes o entidades en algún caso– quede momento ostentan el título de Fa-rolín o Zarambolas la tendencia “porgremios” se decanta hacia el mundode la comunicación y el periodismo,con trece nombramientos, incluidoel flamante Farolín 2014, Jon Uriar-te; el de las artes escénicas con once–con Karmele Larrinaga como Za-rambolas 2014–; diez del mundo dela música y nueve del entorno de-portivo; cinco relacionados con lahostelería y el comercio y cuatrocon las Artes plásticas... más algúnque otro cargo político, un comité deempresa, un arquitecto, un guardiamunicipal, un dibujo de historieta,un cura y un agitador socio cultural.

La única persona que ha repetidocargo es José Mª Gorordo, Farolín1988 como alcalde de Bilbao y denuevo Farolín 1991 (parece ser queese año en la Comisión hubo sequíade ideas), ya como ex-alcalde.

En el año 1989 se nombró Farolína K-Toño Frade padre, y Zarambo-las a Bonifacio Fernández, el añora-do ‘Boni el txistulari’; y curiosa-mente en 2012, veintitrés años des-pués, ostentaba el nombre de Faro-lín K-Toño Frade hijo, con MikelBilbao, el otro emblemático txistu-lari de la Villa, como Zarambolas.

De todos estos personajes han fa-llecido nueve: Ramón de Lecea,Urbano Ruiz Laorden, José MaríaMúgica, K-Toño Frade padre, Boni,Carmelo Bernaola, Mendi ‘el curadel circo’, Julián Fernández y LuisIturri. Alguno está desaparecido oya no vive aquí, alguna entidad se hadisuelto... y el resto conforma la Or-den Botxera de Farolín y Zarambo-las, que año tras año se esfuerza pormantener viva una tradición queaunque sólo tiene tres décadas deexistencia ya parece de Bilbao de to-da la vida.

La verdadera historiade Farolín y Zarambolas

Iñaki Astigarraga y Nati Ortíz de Zárate en 2008

Julio Alegría e Iñaki García-Ergüín en 2005. Fotos Manu de Alba

Elena Marsal

TRAS el inesperado e impresionan-te éxito de la primera Bilbao AsteNagusia en 1978, las Comparsas,que habían surgido precisamentecon motivo de las fiestas, decidieronque había que resucitar también losCarnavales, que no se celebraban enBilbao hacía más de medio siglo. Si-guiendo la estela de la triunfadoraMarijaia trataron de dar con un per-sonaje distintivo de la fiesta: perohubo varios intentos fallidos.

El alumbramientoMarino Montero, por entonces en

la Comisión de Fiestas y en la Com-parsa Pinpilinpauxa, y que ya habíapropuesto como leitmotiv el ‘Aguade Bilbao’ (que sí se sacó adelantedurante toda la década de los 80), re-pasando diferentes tradiciones delos carnavales vascos, para ver si al-guna se podía “adoptar” para Bil-bao, dio con un elemento muy típicode estos festejos: el juicio burlescoque se hace a un personaje popular,al que se acusa de todos los males yes condenado a redimirse durantelas fiestas. Pero puestos a ser delmismo mismo Bilbao... quien diceun personaje dice dos: y ahí surgie-ron, con su nombre y su idiosincra-sia, Farolín y Zarambolas, represen-tando esa dualidad del carácter bil-baino en que casi todos los hijos deDon Diego nos reconocemos: el fa-rolero que ha nacido en la capital delmundo, y el pancho al que nadaafecta y que vive como un rey... enla capital del mundo.

La idea era sólo aportar un ingre-diente más a la fiesta, y que estosdos tipos fueran enjuiciados y con-denados a cargar con su culpa du-rante todo el Carnaval.

Y así se hizo durante los dos pri-meros años. A los “acusados” se lesavisaba con tiempo para que pudie-ran “contratar a un abogado” y pre-parar su defensa. El juicio se organi-zaba en la plaza Nueva, con laaquiescencia y la asistencia de lamunicipalidad, y ante numeroso pú-blico.

El primer Farolín de los carnava-les de Bilbao fue, en 1984, JavierClemente, que había conseguidouna Liga con el Athletic; y el primerZarambolas fue el bilbainísimo DonCeles que no pudo “asistir” al juicio,por encontrarse de vacaciones enCanarias con su “padre” Olmo, yfue juzgado “en efigie”. En 1985 eltxirenísimo arquitecto municipalRamón de Lecea, imputado comoZarambolas, entró hasta la mismaplaza Nueva a bordo de un Morganconducido por su “abogado” –queen realidad era un psiquiatra amigosuyo que trabajaba en Nueva York–,para encontrar allí como Farolín auna representación del comité deempresa de Astilleros Euskalduna,que apenas unos meses antes habíancomenzado las movilizaciones con-tra el cierre, convirtiendo parte de

B i lbao10 2014ko martxoa

El tribunal ciudadano del CarnavalPRIMER Juicio Ordálico a Farolín y Zarambo-las, celebrado en la plaza Nueva de Bilbao el 2de marzo de 1984, ‘Viernes Flaco’ de Carnaval.

Tras la mesa, y de izquierda a derecha, unmuy reconocible –a pesar de la barba– Jose Ma-ri Amantes, y los abogados –en la ficción y rea-les– Josu Samaniego de la Comparsa Tintigorri(por alguna razón que ya ni él mismo recuerdaluciendo un morro de cerdo y un balón bajo elbrazo) y José Luis Soldevilla, de la desapareci-da Comparsa Pirikiturriak. En segundo plano, ytambién desde la izquierda, Jon Aldeiturriaga,

‘Alkate Beltza’ (el Alcalde Negro) de los Car-navales de aquel año; Joseba Inchaurraga, porentonces concejal de Cultura; Julián Fernández,concejal-presidente de la Comisión de Fiestas,y el recordado Víctor Moreno, responsable delsonido y la megafonía en toda fiesta de Bilbaoque se preciara. Sobre la mesa, botellas deAgua de Bilbao y banderas del Athletic.

Se juzgaba en esta ocasión como Farolín alentrenador del Athletic Javier Clemente y comoZarambolas, y “en efigie”, al entrañable DonCeles.

Foto cedidapor el

archivo deTintigorri

La idea era aportar un ingrediente mása la fiesta, que fueran juzgados y condenadosa cargar con su culpa durante el Carnaval