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2012

50 Años de Desarrollo Industrial

primer edificio de la aird.

torre empresarial aird, nueva sede de la asociación.

AIRDAÑOS

50

ÍNDICEp. 25 Capítulo IEL DESARROLLO INICIPIENTEDE LA INDUSTRIA NACIONAL

p. 31 Capítulo IIORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LA ASOCIACIÓNDE INDUSTRIAS (AIRD)

p. 41 Capítulo III LAS PRIMERAS INICIATIVAS GUBERNAMENTALES PARA IMPULSAR EL DESARROLLO INDUSTRIAL

p. 59 Capítulo IVAPROBACIÓN DE LA LEY DE INCENTIVO AGROINDUSTRIAL

p. 67 Capítulo VOTROS INSTRUMENTOS DE POLÍTICA ECONÓMICA EN FAVOR DEL DESARROLLO INDUSTRIAL

p. 77 Capítulo VILOS INDUSTRIALES Y LAS REFORMAS ARANCELARIAS

p. 93 Capítulo VIIPAPEL DE LOS INDUSTRIALES EN LAS NEGOCIACIONES COMERCIALES

p. 107 Capítulo VIIILAS RELACIONES LABORALES

p. 119 Capítulo IXEL PROCESO DE REESTRUCTURACIÓN INDUSTRIAL

p. 131 Capítulo XLA BÚSQUEDA DE LA COMPETITIVIDAD INDUSTRIAL

p. 143 Capítulo XIHACIA UNA NUEVA ERA DEL SECTOR INDUSTRIAL

EPÍLOGO Y AGRADECIMIENTOS

DIRECTIVAS NACIONALES AIRD

LA INDUSTRIALIZACIÓN EN EL DESARROLLO DE LOS PUEBLOS

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

12

De ese atreverse y ser valientes surgió la decisión de

la fundación de nuestra institución hace 50 años, un 7

de abril de 1962. Este libro que hoy les presentamos

cuenta, precisamente, la historia de la participación de

la Asociación en diversos momentos de nuestra eco-

nomía, en contextos sociales y políticos que, muchas

veces, cambiaron de modo gradual, pero otras de modo

tumultuoso, desafiante, lleno de confrontaciones.

En este medio siglo de historia la Asociación de In-

dustrias de la República Dominicana optó el camino

de confiar y trabajar por un sector cada día más com-

petitivo, comprometido con el bienestar de la nación,

tenaz y capaz de defender sus intereses armado de

propuestas y de trabajo interno.

Ese sentir de esperanza es lo que don Carlos Despra-

del cuenta a lo largo de estas páginas. Desde un inicio

Despradel pone en evidencia que es el optimismo y la

fe en la industria como referente del desarrollo nacio-

nal, lo que hizo posible que Horacio Álvarez Saviñón,

Fernando Viyella, Antonio Najri, Raúl Domingo, Renato

de Castro, Miguel Guerra Sánchez, Felipe Vicini, Ramón

Vila Piola, Pedro Malla, Miguel Doshe, Agustín Verdeja,

Joaquín Ramirez de la Rocha y Homero Hoepelmán S.,

se constituyeran en la primera directiva de la Asociación

de Industrias de la República Dominicana.

Este viaje por el interior de nuestro desarrollo indus-

trial luego de la muerte del dictador Rafael Leónidas

Trujillo Molina, hace posible que nos detengamos en el

incipiente desarrollo de la industria nacional a inicios

de los años 60, cuando el sector privado –exceptuan-

do las empresas propiedad de la familia del sátrapa-

era débil y requería de apoyo, vía algunos incentivos

estatales, para constituir empresas, invertir capitales,

PRESENTACIÓN

LA AIRD: COMPROMISOY OPTIMISMOEl sector industrial dominicano se ha movido en torno a la dinámica del cambios de reglas de

juego y de esperanza, pero jamás se ha aferrado al miedo como su estandarte. El optimismo,

la apuesta por un país competitivo, el compromiso por ser parte de la construcción de

mejores condiciones sociales vía el empleo digno, la defensa de la institucionalidad, la

seguridad de que es posible expandir las fronteras vía las exportaciones y ofrecer al mercado

interno productos de calidad, el aporte a la definición de un marco legal adecuado… son y

han sido guías del sector y de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD).

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

13

suplir la demanda interna y empezar a hacer intentos

en las exportaciones. Entorno en que la Asociación da

sus primeros pasos, luego de fundada.

La respuesta, como un puente que se construyó en base

a voluntad, fue un conjunto de iniciativas gubernamenta-

les para impulsar este incipiente desarrollo de la industria.

Destacándose la Ley No. 4 o “Ley de Protección e Incen-

tivo Industrial”, emitida durante el gobierno del Triunvira-

to en el año 1963, imperfecta pero un primer esfuerzo

válido, que fue sucedido por la Ley 299, también de “In-

centivo y Protección Industrial”, promulgada cinco años

más tarde, el 23 de abril de 1968, siendo este uno de los

logros más significativos y en el cual la AIRD tuvo el papel

protagónico, desde el sector privado.

Despradel detalla los beneficios de esta Ley que tuvo vi-

gencia hasta el año 1983 cuando se promulgó la Ley No.

145 que modificó varios aspectos y que tuvo un órgano

para su aplicación, el Directorio de Desarrollo Industrial,

en el cual la AIRD jugó un papel de primer orden.

Estos logros históricos se vieron enmarcados dentro

de contextos de auge, pero también de dificultades

como el incremento de la factura petrolera (en los

años 1975 y 1980), lo que produjo un choque que

provocó daños a la economía dominicana.

La Ley 299 sufrió severas críticas desde su nacimien-

to, pero permitió muchas inversiones. Una de esas crí-

ticas más reiterativas fue el hecho de que el criterio de

“capacidad instalada ociosa” se usase para dificultar

la instalación de nuevas industrias y, en el fondo, de la

competencia.

Así va exponiendo Despradel la historia del sector, los

debates, las pruebas, la inclusión de la agroindustria

como un subsector con peso cada vez más significati-

vo, la existencia de otros instrumentos de política eco-

nómica a favor del desarrollo industrial.

Narra también el reto que han significado para el sec-

tor las reformas arancelarias y los tratados de libre co-

mercio, empezando por el firmado con Centroamérica,

luego con el Caribe, para continuar con Estados Uni-

dos y la Unión Europea, como los más significativos,

convirtiéndonos en una de las economías más abier-

tas del mundo, factor al que no siempre hemos podido

responder con la velocidad adecuada y, por lo tanto,

nuestros instrumentos de desarrollo e incentivo al de-

sarrollo industrial se han quedado rezagados.

Una muestra de la preocupación de la Asociación

para que los recursos públicos fuesen utilizados con

la mayor eficiencia posible en el desarrollo económico

La Asociación de Industrias de la República Dominicana ha sido un actor

fundamental en el desarrollo del sector y del país en estos 50 años. Muchos

hombres y mujeres entregaron de su tiempo y recursos para hacer de

esta institución la organización más representativa de la industria y un

interlocutor de primer orden a la hora de construir puentes con el gobierno,

con otros sectores y hasta con nuestros competidores del extranjero.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

14

y social del país la constituye su apoyo al proceso de capitalización de

las empresas públicas. La AIRD entendió que la enorme cantidad de

recursos que se gastaban para mantener a flote una serie de indus-

trias creadas en la Era de Trujillo debía cesar y que lo que todavía era

rescatable debía pasar, en su gestión, a manos privadas, buscando la

eficiencia de las mismas.

Otros temas son también abordados en esta breve exposición de la his-

toria industrial y de la Asociación, tales como la evolución de las relacio-

nes laborales, la definición de un nuevo esquema de seguridad social

plasmado en la Ley 87-01, la creación del Instituto de Formación Téc-

nico-Profesional (INFOTEP) de carácter tripartito, así como del Instituto

de Excelencia y Competitividad Empresarial, creado por la AIRD con

apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros elementos

clave del devenir de nuestro sector.

mural aird.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

15

Finalmente, Despradel aborda el proceso de reestructu-

ración industrial a lo largo de las últimas dos décadas, el

fomento de los clústeres productivos, el surgimiento del

Consejo Nacional de Competitividad y de PROINDUS-

TRIA como mecanismos para apoyar la competitividad

empresarial dominicana y del sector industrial en parti-

cular, la definición de una estrategia basada en rapidez

y flexibilidad, el ajuste de dicha estrategia…

La Asociación de Industrias de la República Dominicana

ha sido un actor fundamental en el desarrollo del sector

y del país en estos 50 años. Muchos hombres y mujeres

entregaron de su tiempo y recursos para hacer de esta

institución la organización más representativa de la indus-

tria y un interlocutor de primer orden a la hora de construir

puentes con el gobierno, con otros sectores y hasta con

nuestros competidores del extranjero.

Sin duda alguna, la fe en la produccion nacional y el op-

timismo en lograr un desarrollo sostenido de nuestra

nación, han constituido la base del trabajo tesonero de

nuestras industrias y han sido precisamente esas las ra-

zones que le han permitido a la AIRD ganarse la confianza

y credibilidad de sus socios y de la sociedad dominicana.

Ligia Bonetti Du-BreilPresidente AIRD

PRESIDENTESAIRD

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

18

Horacio Álvarez saviÑon †1962-1964 | 1964-1966

antonio naJri acra1966-1968 | 1972-1974

miGuel Guerra sancHez †1968-1970 | 1970-1972

Jose del carmen ariza1982-1984 | 1984-1986

GeorGe arzeno BruGal †1986-1988 | 1988-1990

JorGe aBBott vanderHorst1990-1992

nassim Jaime alemanY dinÁ1996-1998 | 1998-2000 | 2000-2002

elena viYella de paliza2002

lisandro macarrulla2002-2004

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

19

Jose miGuel Bonetti Guerra1974-1976

Jose manuel armenteros1976-1978 | 1978-1980

mario caBrera morín1980-1984

Jose manuel paliza1992-1994

eladio fernandez alfaro †1994-1995

celso marranzini perez1995-1996

Yandra portela vila2004-2006

manuel diez caBral2007-2008 | 2009-2010

liGia Bonetti du-Breil2011-2012

50 AÑOS COMO EJE DEL DESARROLLO INDUSTRIAL

PREÁMBULO

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

22

xisten muy pocos países en el mundo que han podido

lograr un alto nivel de desarrollo económico sin que el

mismo haya sido sustentado por el crecimiento constante de su

sector industrial, como lo evidencia el hecho de que muchas ve-

ces nos referimos a las economías más desarrolladas del planeta

con el calificativo de naciones industrializadas.

En efecto, a través de su historia, la humanidad ha pasado por

diferentes etapas empezando por el hombre nómada el cual por

cientos de miles de años ambuló por el mundo en búsqueda de

una buena cacería que le permitiera saciar el hambre y proporcio-

narle abrigo para protegerse de las inclemencias del tiempo.

No fue hasta que los seres humanos se dieron cuenta de que algu-

nas plantas podían constituirse en importantes fuentes de alimen-

tos, cuando sintieron la necesidad de establecerse en un determi-

nado lugar para poder cosechar dichos alimentos, lo que representó

el inicio de la Era Agrícola, la cual transformó todas las costumbres

y dio origen a las grandes civilizaciones de la antigüedad. Así la

humanidad vivió durante más de diez milenios dependiendo de la

agricultura, la ganadería y algunas labores artesanales.

LA INDUSTRIALIZACIÓN EN EL DESARROLLODE LOS PUEBLOS

E

PREÁMBULO

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

23

El gran avance de los seres humanos se produjo a finales del siglo

XVIII, como resultado de un proceso de evolución que permitió a la

sociedad pasar de una economía agrícola tradicional a otra caracte-

rizada por procesos de producción mecanizados para fabricar bie-

nes en gran escala. Este proceso fue posible gracias al surgimiento

de grandes inventos, especialmente la máquina de vapor (1760),

que condujo al desarrollo de los telares mecánicos, la locomotora,

el barco de vapor y otros que revolucionaron los mecanismos de

producción y transporte hasta entonces conocidos.

telares siGlo xviii Y siGlo xx.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

24

Todos estos factores constituyeron la base para que la humanidad

entrara en la llamada Era Industrial, la cual cambió los métodos de

producción, masificó el consumo, creó los mercados y trajo una

gran prosperidad a sociedades que hasta entonces fundamenta-

ban su crecimiento económico en la producción rural basada en

la mano de obra.

De ahí en lo adelante, las naciones de mayor crecimiento y las

que han podido lograr un mayor nivel de vida de su población, han

sido aquellas que han basado su economías en el desarrollo del

sector industrial. En las últimas décadas algunos han comenzado

a señalar que hemos entrado en otra era, la del conocimiento y la

información, pero el sorprendente desarrollo que ha tenido China,

Corea del Sur, Singapur y otras naciones asiáticas demuestran

elocuentemente que la producción industrial sigue siendo la base

del crecimiento económico y el bienestar.

imprenta, siGlo xix

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

25

Un sector industrial fuerte es un motor crítico en el crecimiento de

los países menos desarrollados, así lo demuestran estudios reali-

zados en 78 países en vías de desarrollo. De los 14 con mayores

niveles de crecimiento, 12 han desarrollado un fuerte sector ma-

nufacturero exportador, reflejándose dicho crecimiento en mayor

bienestar para toda la sociedad”.

En esta publicación, la Asociación de Industria de la República

Dominicana (AIRD) quiere mostrar a la sociedad dominicana algu-

nos de los aportes que ha hecho el sector industrial al desarrollo

económico de nuestra nación y contar su historia a lo largo de

estos 50 años de existencia.

fÁBrica de zapatos, siGlo xx.

CAPÍTULO IEL DESARROLLO INICIPIENTE DE LA INDUSTRIA NACIONAL

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

28

as lecciones históricas fueron muy bien aprendidas por

muchos dominicanos visionarios que desde la postrime-

ría del siglo XIX decidieron incursionar en actividades industriales

muchas de las cuales han logrado un impresionante grado de de-

sarrollo, especialmente en los últimos 50 años. En una primera

etapa nuestra industria doméstica se desarrolló utilizando como

base la producción agropecuaria nacional. Tal fue el caso de la

industria azucarera la cual por muchos años fue el principal expo-

nente del sector, donde se destacan los ingenios del grupo Vicini,

el Central Romana y otros que luego pasaron a ser propiedad del

dictador Rafael Leónidas Trujillo como es el caso de los ingenios

Porvenir, Ozama, Consuelo, Santa Fe, entre otros.

Derivado del procesamiento de la caña de azúcar, surgió la industria

licorera que tuvo como principales exponentes a J. Armando Ber-

múdez, a Brugal & Compañía y otras, algunas de las cuales han lle-

gado a alcanzar un sitial importante en el ámbito mundial. Además,

se desarrolló la industria tabacalera como es el caso de La Haba-

nera que luego se transformó en la Compañía Anónima Tabacalera

y La Aurora de E. León Jimenes. Al mismo tiempo se crearon algu-

nas empresas de producción de hilados y tejidos representando la

etapa inicial de todos los procesos de producción masiva que se

desarrollaron en el mundo después de la revolución industrial.

EL DESARROLLO INICIPIENTE DE LA INDUSTRIA NACIONAL

CAPÍTULO I

L

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

29

Posteriormente, durante la dictadura de Trujillo iniciaron sus ope-

raciones en el país varias empresas industriales importantes, es-

pecialmente en la década del 1945-1955, algunas de las cuales

estaban íntimamente ligadas a los intereses de la familia gober-

nante, entre la que se destacan la fábrica de cemento que inició

sus operaciones en el 1947, la Chocolatera Industrial, Molinos

Dominicanos, Industria Nacional del Vidrio, Pinturas Dominica-

na, Industria Nacional del Papel y muchas otras. Estas empresas,

junto a algunas del sector privado (industria textil, de alimentos,

jabones, aceites, y otras) desarrollaron sus actividades mediante

la concesión de contratos con el gobierno, que les concedía exo-

neraciones de algunos impuestos, especialmente los arancelarios,

con el fin de poder competir, en su etapa inicial, con productos

similares importados de naciones con mayor desarrollo industrial.

Debe recordarse que en su etapa inicial prácticamente todas las

naciones hoy desarrolladas, incluidas Estados Unidos, Alemania

y Japón, iniciaron su despegue económico en base a una pro-

tección de su industria incipiente, como lo evidencia la decisión

de Alexander Hamilton, primer Secretario de Haciendas de los

en portada, vaGones de la industria azucarera, principios de siGlo xx.

a la izquierda, fotos de la planta Y distriBución de refrescos nacionales (Bepensa).

a la derecHa planta de emBotellado J. armando Bermúdez, 1975.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

30

Estados Unidos, de proteger la industria naciente de su país de la

competencia de Gran Bretaña. Incluso en ese país, más de 150

años después, se promulgó en el 1930 la Ley Smooth-Hausley la

cual estableció aranceles comprendidos entre el 40 y el 50 por

ciento del valor de las importaciones.

arriBa, inGenio caei.

aBaJo, antiGua sede de BruGal Y compaÑía, puerto plata, finales del siGlo xix.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

31

Lo mismo puede decirse de Alemania donde el economista Frie-

drich List decía que la competencia sólo es posible entre econo-

mías fuertes, doctrina que aplicó esa nación por más de un siglo.

Asimismo, Japón, la gran potencia industrial de hoy, protegió su

industria hasta muy avanzado el siglo XX.

Además de las razones históricas antes señaladas, la visión de

que nuestros países aplicaran un modelo de desarrollo industrial,

tomó mucho auge en América Latina, motivada por la teoría del

economista Raúl Prebisch, quien afirmaba que los países en desa-

rrollo no podían seguir sustentando sus economías en base a las

exportaciones de materias primas, porque ese esquema estaba

amenazado por el deterioro de los términos de intercambio, el cual

conducía a un empobrecimiento paulatino de nuestras naciones.

Sin embargo, se debe reconocer que el desarrollo industrial domi-

nicano verdaderamente se inició en forma masiva después de la

caída de la dictadura de Rafael Trujillo en el año 1961. Menos de

un año después, el 7 de abril de 1962, un grupo de 59 empresa-

rios se reunió para constituir la Asociación de Industrias de la Re-

pública Dominicana (AIRD), que este año cumple orgullosamente

el 50 aniversario de su fundación.

arriBa, plantación de taBaco, la aurora, principios de siGlo xx.

aBaJo, pintura de la primera fÁBrica de césar iGlesias, principios de siGlo xx.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

32

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

33

CAPÍTULO IIORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LA ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS (AIRD)

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

34

l origen de la AIRD fue el fruto de los esfuerzos ini-

ciados por un grupo de empresarios industriales que

a principios del 1962 realizaron una serie de reuniones bajo el

liderazgo de Horacio Álvarez Saviñón y Antonio Najri, y que cul-

minaron el 28 de febrero de ese año cuando se constituyó una

directiva provisional o comité gestor el cual además de los dos

empresarios ya señalados, designados presidentes y vicepre-

sidente respectivamente, estuvo integrado también por Miguel

Guerra Sánchez, Renato de Castro, Fernando Viyella y Gustavo

Tavárez como vocales. En adición y en representación de ramas

industriales específicas se designaron a Luis A. Iglesias, Juan Ci-

vidanes, Ernesto Pichardo, Juan J. García, Julián Barceló, Danilo

Álvarez, Constantino Bolonotto, Miguel Khoury, Pedro Malla, Cel-

so Pérez, Nelson Febles, Marino Hernández, José María Cabral,

Whilhelm Brouwer y Thomas Philipp. En esta reunión se acordó

celebrar una asamblea general para que en la misma se escogiera

la junta directiva definitiva. La reunión se llevó a cabo el día 7 de

abril del 1962, dejando así formalmente constituida la Asociación,

quedando conformada su primera Directiva Nacional por Horacio

Álvarez Saviñón, Fernando Viyella, Antonio Najri, Raúl Domingo, Renato

de Castro, Miguel Guerra Sánchez, Felipe Vicini, Ramón Vila Piola, Pe-

dro Malla, Miguel Doshe, Agustín Verdeja, Joaquín Ramirez de la Rocha

y Homero Hoepelmán S.

ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LA ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS (AIRD)

CAPÍTULO II

E

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

35

Como parte de sus primeras actividades, los directivos de la AIRD

comenzaron conversaciones con un comité organizador de la

regional norte integrado por los industriales José Armando Ber-

múdez, Caonabo Almonte, Aurelio Grisanty y Modesto Aróstegui.

Para estos fines, se celebró una reunión con los industriales de

esa zona del país en la ciudad de Santiago de los Caballeros el 5

de septiembre del mismo año, quedándose instaurada la Regional

Norte de la Asociación de Industrias.

La primer directiva de esta regional quedó compuesta por Aurelio

Grisanti como presidente, Hugo Sanders como primer vicepresi-

dente y Héctor Rojas como segundo vicepresidente. Dicha direc-

tiva estuvo integrada, además, por Modesto Aróstegui, Caonabo

Almonte, José Armando Bermúdez, Jaime Font, Héctor Marrero y

Juan Portela. Esta importante filial de la AIRD agrupó a las empre-

sas industriales de las provincias Santiago, Puerto Plata, La Vega,

Duarte, Espaillat, María Trinidad Sánchez, Samaná, entre otras.

en portada, primera asamBlea aird, 1962.

Horacio Álvarez saviÑón, primer presidente de la aird

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

36

A partir de ese año se inician las labores de una asociación em-

presarial que ha jugado un papel preponderante en el desarrollo

económico y social de la República Dominicana. El origen de la

AIRD coincidió con un período muy difícil de la sociedad domini-

cana, pues apenas once meses atrás se había producido el ajusti-

ciamiento del Generalísimo Trujillo y tan sólo hacía cuatro meses

que había terminado definitivamente ese régimen dictatorial que

controló toda la vida económica y política de la nación por más de

30 años. Por lo tanto, la AIRD nace precisamente en los albores

de una nueva República Dominicana a la cual esta institución em-

presarial contribuyó a moldear. Fue el período en que gobernó el

Consejo de Estado al cual le correspondió dirigir la etapa de tran-

sición de la dictadura a la democracia, que culminó con la elección

de Juan Bosch en diciembre de 1962.

miemBros de la primera directiva nacional de la aird. de izquierda a derecHa, Homero Hoepelman, secretario General; antonio naJri, seGundo vicepresidente Y Horacio Álvarez saviÑón, presidente, 1962.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

37

En su etapa inicial, el principal objetivo de la AIRD fue tratar de

concienciar a las autoridades de que el desarrollo industrial del

país no sería posible sin un esquema de incentivo y protección

que permitiera el surgimiento de una mentalidad industrial en el

empresariado nacional, en contraste con las actividades mercanti-

les que predominaban a la fecha. Obviamente, el desarrollo de una

empresa industrial constituía en esa época un riesgo mucho ma-

yor del que representaba la importación, almacenaje y distribución

de productos extranjeros. Por estas razones, en ausencia de esta

protección, hubiese sido muy difícil que algunos inversionistas po-

tenciales se hubieran decidido a incursionar en esta actividad.

Por otra parte, es importante destacar que aunque en nuestro país

existían algunas asociaciones empresariales que precedieron a la

AIRD, como es el caso de la Cámara de Comercio, Agricultura e

Industria del Distrito Nacional, podría decirse que esta nueva aso-

ciación asumió el papel de líder y vocero de la clase empresarial,

el cual compartió posteriormente con las diversas asociaciones

empresariales que con orgullo fueron posteriormente creadas en

la República Dominicana.

En sus orígenes la AIRD laboró en el Edificio Ocaña situado en

la calle Arzobispo Meriño esquina Luperón de la ciudad de Santo

Domingo. Posteriormente, la Asociación inauguró su primer local

arriBa e izquierda el presidente Juan BoscH GaviÑo, durante su GoBierno en 1963.

a la derecHa primera ficHa de reGistro de industrias miemBros aird Y primeros estatutos.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

38

propio el 7 de diciembre del 1968 en un acto que contó con la

asistencia del presidente de la República, Dr. Joaquín Balaguer.

En esa ocasión el jefe del Estado recibió de manos del presidente

de la entidad, Miguel Guerra Sánchez, un diploma de reconoci-

miento por la adecuada política asumida por el gobierno en favor

de la industria nacional como uno de los medios para promover

el desarrollo económico y social del país. El presidente de la Aso-

ciación aprovechó la ocasión para enfatizar que los empresarios

aspiraban a que casi todo lo que se consumiera en el país fuese

de origen nacional, cuya calidad no tenía nada que envidiar a los

productos de procedencia extranjera.

RECONOCIENDO LO NACIONAL

Dentro de la política de promoción de la industrialización del país, el

gobierno creó, mediante decreto presidencial del 19 de noviembre

del 1968, el “Sello de Oro del Desarrollo”, el cual sería entregado

en el mes de enero de cada año a artículos nacionales que por su

precio y calidad compitiesen ventajosamente con artículos similares

de producción extranjera y para lo cual se estableció una comisión

especial integrada, entre otros por el presidente de la AIRD. Este

galardón fue concedido por primera vez en la historia, en enero de

1969, a 46 productos sobresalientes de la industria nacional.

miemBros de la primera directiva nacional de la aird. de izquierda a derecHa, antonio naJri, seGundo vicepresidente; Horacio Álvarez saviÑón, presidente Y fernando viYella, primer vicepresidente.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

39

En el acto de entrega de este reconocimiento, el presidente de la

AIRD, Miguel Guerra Sánchez, señaló que la sustitución de impor-

taciones por medio de la producción industrial era esencial para un

país con un fuerte déficit en la cuenta corriente de su balanza de

pagos como el nuestro. También agregó que muchos de los bienes

importados podían muy bien ser producidos en el país con el con-

secuente ahorro de divisas y generación de empleos. Con estas

palabras se afianzaba el concepto de la protección industrial que en

esos momentos era uno de los principales objetivos del sector. Sin

embargo, debe entenderse que más bien no se trataba de una pro-

tección, sino de un conjunto de facilidades para que las industrias

pudiesen competir con productos procedentes de países que ofre-

cían grandes ventajas a sus productores y además se beneficiaban

del nivel de desarrollo tecnológico y humano alcanzado.

Debe asimismo enfatizarse que desde esa época los industriales

también entendían la necesidad de exportar sus productos para

poder consolidar sus empresas. Así vemos como el presidente de

la AIRD agregó en esa misma ocasión que “nuestra industria no

debe ser orientada exclusivamente hacia la sustitución de impor-

taciones, sino que debe también enfatizar las exportaciones de

productos a mercados más cercanos”. Y más adelante se refirió

a la importancia de los puertos libres donde podían establecerse

zonas para la industria y el ensamblaje. En este mismo foro dichos

arriBa, la empresaria mariana Gómez de franco Junto a otros industriales durante las primeras elecciones de la asociación.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

40

conceptos fueron también enfatizados por el vicepresidente de la

AIRD, Mario Cabrera, a nombre de los galardonados con el Sello

de Oro del Desarrollo, quien señaló que “es alentadora la noticia

de que se realizan estudios para reformar la Ley No.180 del 7

de septiembre del 1967, pues esto abrirá la posibilidades a la in-

dustria nacional para conquistar nuevos mercados a través de las

exportaciones”. En efecto, dicha ley contemplaba la devolución de

impuestos a las empresas que exportaban sus productos, pero di-

cha devolución estaba sometida a rigurosos trámites burocráticos

que la hacían prácticamente inoperante.

Es decir que desde finales de la década de 1960, los industriales

dominicanos tenían una clara conciencia de la necesidad de ex-

portar para poder lograr economías de escala a través del aumen-

to de la producción nacional y así hacer sus empresas más com-

petitivas. Lamentablemente existían en ese momento numerosos

obstáculos a las exportaciones industriales, los cuales con mucho

trabajo se han podido ir superando gradualmente, aunque todavía

mucho falta por hacer para seguir impulsando esta importante ac-

tividad, de la cual depende la economía dominicana.

miemBros de la asociación de industrias, 1962.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

41

miemBros de la asociación de industrias, 1962.

Con el transcurrir de los años, se fueron creando otras asociacio-

nes industriales del país, entre ellas la de Haina la cual se convirtió

en una filial de la AIRD, a la que ha acompañado en todas las luchas

llevadas a cabo en favor del sector industrial. Entre las principales

empresas instaladas en dicha zona se encuentran: Mulltiquímica

Dominicana, Farco, Alambres Dominicanos, Lubridom, la Refinería

Dominicana de Petróleo, Laboratorios Magnachem, entre otras.

Desde sus inicios y a lo largo de sus 50 años de historia, la AIRD

ha sido la principal promotora del fortalecimiento de los sectores

productivos, y en especial de la industria nacional, como una forma

de impulsar el desarrollo sostenible de la economía dominicana,

generar mayores fuentes de empleos y contribuir a la reducción

de los déficits externos del país.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

42

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

43

CAPÍTULO IIILAS PRIMERAS INICIATIVAS GUBERNAMENTALES PARA IMPULSAR EL DESARROLLO INDUSTRIAL

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

44

omo se ha señalado anteriormente, los primeros pa-

sos de la AIRD se dieron bajo la égida de Horacio

Álvarez Saviñón y de un selecto grupo de empresarios donde se

destacaron, entre otros, Miguel Guerra Sánchez, Antonio (Papía)

Najri, Felipe Vicini, Fernando Viyella y varios más. También jugaron

un papel importante las contribuciones profesionales de hombres

como Homero Hoepelman, secretario general y Joaquín Ramírez

de la Rocha, consultor jurídico, así como de Ricardo Mejía y José

Ernesto García Aybar.

El objetivo inicial de la AIRD fue tratar de conseguir que el go-

bierno promulgara una ley mediante la cual la industria nacional

pudiese contar con un contexto favorable para competir con pro-

ductos importados, sin que para ello tuviese que recurrir a los con-

tratos individuales, algunas veces discriminatorios, que se usaban

durante la dictadura. En adición, para esa época el Estado domi-

nicano contaba con numerosas empresas industriales heredadas

del régimen de Trujillo, las cuales gozaban de privilegios especia-

les y competían ventajosamente con empresas privadas. Esta si-

tuación, entre otras cosas, acentuó las inquietudes en la incipiente

industria privada, haciendo más urgente la necesidad de una ley

de incentivo industrial.

LAS PRIMERAS INICIATIVAS GUBERNAMENTALES PARA IMPULSAR EL DESARROLLO INDUSTRIAL

CAPÍTULO III

C

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

45

LA LEY NO. 4 DE PROTECCIÓNE INCENTIVO INDUSTRIAL

A pesar de que se avanzó mucho en la discusión de un instrumen-

to legal que sirviera de marco a la promoción del desarrollo indus-

trial, durante los gobiernos del Consejo de Estado y el gobierno

del presidente Juan Bosch, sólo se pudo lograr que siguieran con-

cediendo contratos individuales de incentivos y exoneración de

impuestos a varias industrias.

Finalmente, en octubre del 1963 el gobierno del Triunvirato, dictó

la Ley No. 4 de Protección e Incentivo Industrial, lo que constituyó

un hito en el desarrollo industrial del país, por lo cual fue muy bien

recibida por los miembros de la AIRD. Para poder apreciar la im-

portancia de este nuevo instrumento jurídico, basta señalar que en

el año 1964 y principios del 1965, la comisión creada para admi-

nistrar dicha ley, recibió más de 800 solicitudes de exoneraciones

provenientes de prácticamente todas las industrias organizadas en

el país, la mayoría de las cuales fueron aprobadas por la comisión.

Sin embargo, lamentablemente la Ley No. 4 también dio base para

que el mecanismo de exoneración de impuestos, especialmente

de importaciones, fuese ampliamente utilizado por el Triunvirato,

muchas veces en detrimento de los mismos industriales, pues va-

rios de ellos se concedieron a plantas meramente ensambladoras

en portada, palacio nacional, 1962.

en esta pÁGina, miemBros del conseJo de estado en sesión, 1962.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

46

con muy poco o nulo valor agregado nacional e incluso a impor-

tadores, políticos, militares y otros favorecidos por ese gobierno.

Esto motivó un disgusto creciente entre los miembros de la AIRD,

como lo evidencia la carta pública que el presidente de la Asocia-

ción dirigió al Triunvirato en febrero del 1964 mediante la cual evi-

denciaba las anomalías que se estaban produciendo y solicitaba

que la AIRD fuese excluida del directorio que administraba la ley.

En esa ocasión Álvarez Saviñón, a la sazón presidente de la AIRD,

expresó que: “Cuando los hombres que componen la Asociación

de Industrias de la República Dominicana trabajaron afanosamen-

te en la redacción del proyecto de Ley sobre incentivos indus-

triales, lo hicieron con el espíritu ecuánime que caracteriza sus

actuaciones, y con la mente fija en la necesidad de promover el

establecimiento de una legislación que real y efectivamente ten-

diera al desarrollo industrial del país, pero nunca pensaron en las

interpretaciones torcidas que podrían hacerse de manera intere-

sada a las disposiciones de la Ley. Por ello, nos es penoso com-

el presidente de la aird, Horacio Álvarez saviÑón, analizando Junto a los miemBros de la asociación las propuestas de fomento al sector industrial, 1962.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

47

probar cómo, en un rejuego de argumentos, se trata de tergiversar

el verdadero sentido de la Ley para hacer favores personales que

en nada benefician a la colectividad”.

LEY 299 DE INCENTIVO Y PROTECCIÓN INDUSTRIAL

Luego de superados los trágicos acontecimientos que sucedieron

al derrocamiento del gobierno de Bosch, incluyendo la guerra de

abril del 1965, y con la llegada nuevamente de Joaquín Balaguer

a la presidencia de la Republica, en el año 1966, la AIRD entra en

un nuevo período de su historia. Uno de los actos más sobresa-

lientes lo fueron las gestiones que se llevaron a cabo para lograr

que el Poder Ejecutivo sometiera al Congreso Nacional una nueva

ley de incentivo y protección industrial que sustituyera la No. 4 y

que concediera incentivos a las industrias de acuerdo con la can-

tidad de materia prima nacional utilizada en el proceso de produc-

el presidente Joaquín BalaGuer durante su GoBierno de 1968 al 1972.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

48

ción y tomando en consideración su aporte en el crecimiento de

las exportaciones y en el empleo. Además se quería una ley que

fuese clara, precisa y que no requiriera interpretaciones, como

bien habían señalado varios empresarios.

La AIRD inició un intenso proceso de negociación donde se desta-

caron las participaciones del nuevo presidente de la asociación An-

tonio Najri, así como el asesor de la misma, Jesús Hernández López

Gil. Para poder apreciar las dificultades que se presentaron en el

camino, basta señalar que el presidente Balaguer había anunciado

en enero del 1967 su interés de modificar la Ley No. 4, y sin em-

bargo no fue hasta diciembre de ese mismo año, cuando éste so-

metió al Congreso el nuevo proyecto de ley. El 23 de abril del 1968,

fue finalmente promulgada, hecho que constituyó uno de los logros

más significativos alcanzados por los empresarios nacionales para

impulsar el desarrollo industrial de la República Dominicana.

A partir de ese momento numerosos empresarios se motivaron a

producir en el país artículos que previamente se importaban, crean-

do así una nueva fuente de riqueza para nuestra sociedad. Es im-

portante señalar que en este mismo momento la AIRD comenzó

a ofrecer servicios de asesoría a sus miembros para facilitarles la

obtención de los incentivos fiscales que ofrecía dicha ley, así como

otros servicios valorados por los miembros de la institución.

molinos dominicanos, 1963.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

49

Un aspecto que debe destacarse es que, como consecuencia de

la referida ley, los productos que inicialmente comenzaron a pro-

ducirse fueron precisamente los de primera necesidad que con-

taban con un mercado interno de cierto tamaño, que permitían

economías de escala y a su vez daban garantías de una oferta

segura para los consumidores.

La nueva Ley de Incentivo y Protección Industrial, mejor conocida

como la Ley 299, que sustituía la anterior Ley No. 4, constituyó sin

dudas la principal herramienta para el desarrollo de la industria na-

cional. La misma ofrecía incentivos fiscales a todas aquellas empre-

sas que calificaran dentro de tres categorías claramente definidas.

En primer lugar se encontraba la Clasificación A, la cual se concedía a

aquellas empresas que se establecían para orientar su producción ex-

clusivamente a la exportación, incluyendo las llamadas maquiladoras

de zonas francas. Estas industrias recibirían una exención impositiva

de un 100% de todos los impuestos por un período de 20 años.

Le seguía la Clasificación B, otorgada a las empresas de alta

prioridad para el desarrollo nacional, especialmente aquellas de-

dicadas a la fabricación de artículos no producidos en el país y

que podían remplazar productos importados. Estas podían recibir

exenciones impositivas de hasta un 95%, excepto del Impuesto

fÁBrica nacional de cemento, 1955.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

50

Sobre la Renta. La duración de estos beneficios variaba de acuer-

do a la localización de la planta, otorgando mayor plazo a las que

se instalaban fuera de Santo Domingo con el propósito de estimu-

lar la descentralización de economía.

Finalmente la Ley contemplaba la clasificación C, que se aplicaba

a todas las nuevas fábricas o expansión de las existentes involu-

cradas en el procesamiento de materias primas o en la fabricación

de productos para el consumo doméstico.

Para la aplicación de esta importante legislación, se creó en ju-

nio del 1968 el Directorio de Desarrollo Industrial, en el cual la

AIRD jugó un papel relevante pues varios empresarios vinculados

directa o indirectamente a la Asociación fueron designados para

formar parte de dicho Directorio y así poder participar activamente

en las decisiones del mismo. En esa época el Directorio publicó un

aviso en la prensa nacional invitando a los potenciales inversionis-

tas industriales a que presentaran sus solicitudes.

Así, en los primeros dos años de su aplicación, se concedieron

facilidades a 138 empresas para producir una gran diversidad de

productos básicos como fueron leche condensada y evaporada,

alambres lisos y de púas, sacos tejidos de polipropileno, neveras,

planchas de zinc, piezas sanitarias, puertas y ventanas de alumi-

nio, queso y mantequilla, vasos y platos de cartón, galletas, embu-

tidos, envases de cartón, estufas, jugos de frutas, planchas y tu-

miemBros e invitados especiales de la aird durante la inaGuración de sus instalaciones, 1968.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

51

bos de cemento, bombillos alfombras espumosas y muchos otros

productos industriales de consumo masivo.

La Ley 299 tuvo plena vigencia hasta junio del 1983 cuando se

promulgó la ley No.145 que la modificó en varios aspectos, como

se verá más adelante.

LA INVERSIÓN ExTRANjERAY LAS ZONAS FRANCAS

Uno de los problemas que había enfrentado la aplicación de la ley

No.4 fue que la misma exigía a las compañías extranjeras que los

potenciales inversionistas nacionales participaran hasta en un 50

por ciento en el capital de las empresas constituidas, lo que repre-

sentaba una traba para que invirtiera en el país el necesario capital

extranjero. Este era un tema muy controversial, pues como lo de-

muestra la historia económica de la República Dominicana, la inver-

sión extranjera fue pionera en la creación de varias ramas indus-

triales del país y por tanto se debía seguir promoviendo la misma,

pues no sólo proporcionaba los capitales tan escasos en nuestro

país, sino también la tecnología y además, no menos importante, el

conocimiento y los contactos en los mercados internacionales.

Las controversias sobre este tema fueron subsanadas al incluir

en la Ley 299 la categoría A, la cual se aplicaba a todas aquellas

empresas que dedicaran su producción a las exportaciones, inde-

reunión asamBlea aird durante el acto de inauGuración del primer edificio, con la presencia del presidente de la repúBlica, dr. Joaquín BalaGuer, 1968.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

52

pendientemente del origen del capital. Las empresas incluidas en

esta clasificación A, eran precisamente las que mayores incenti-

vos recibirían del Estado, incluyendo la exoneración en un 100%

del pago de todos los impuestos. Los incentivos incluidos en la

categoría A, motivaron más adelante a que se instalaran en el país

numerosas empresas extranjeras dedicadas a la manufactura li-

gera de exportación, con alto contenido de mano de obra. Preci-

samente la disponibilidad de mano de obra dispuesta a trabajar

por salarios relativamente más bajos que los prevalecientes en las

naciones industrializadas, fue también otro de los grandes incen-

tivos que ofrecían las empresas de categoría A o zonas francas.

Al igual que en muchas otras actividades, la iniciativa de crear el

primer parque industrial de exportación, la tomó la Gulf & Western,

empresa de capital extranjero dueña del ingenio más grande del

país, el Central Romana. En el año 1970, mediante decreto No.

3461, el gobierno permitió a esta empresa crear en La Romana

la primera zona franca industrial de exportación, donde la G&W

tenía la administración y el control de dicho parque industrial. Se

aprovechó también la situación imperante en Puerto Rico, donde

las operaciones de algunas ramas industriales se estaban hacien-

do poco rentables, por los altos niveles salariales que se pagaban

en esa isla, a causa del desarrollo relativo que había alcanzado. Ya

para el 1971 se habían instalado en ese parque industrial, cinco

empresas manufactureras de capital foráneo.

arriBa, en primer plano, miGuel Guerra sÁncHez, uno de los fundadores de la asociación Y posteriormente presidente.

aBaJo a la izquierda, Horacio Álvarez saviÑón Hace entreGa de un perGamino de Honor al presidente de la asociación de industriales de puerto rico.

a la derecHa, reunión de la directiva con industriales del interior del país.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

53

A esta iniciativa se sumó más tarde en octubre del 1971, la zona

franca de San Pedro de Macorís de capital estatal. Posteriormen-

te, la Asociación para el Desarrollo Inc. de Santiago, junto con la

Regional Norte de la AIRD y otras asociaciones empresariales de

esa región, crearon en el año 1974, la zona franca de Santiago,

segunda ciudad en importancia de la República Dominicana, la

cual se desarrolló con capital privado nacional y aportes del go-

bierno. Para finales de la década del 70 ya se habían instalado en

las distintas zonas francas del país más de 60 empresas de ex-

portación, principalmente de capital extranjero, las cuales ofrecían

empleos directos a cerca de 15,000 operarios.

Sin embargo, fue en el año 1983 cuando estas actividades ma-

nufactureras de exportación tomaron un mayor auge gracias a los

beneficios que ofreció a los países de la región la Iniciativa para

la Cuenca del Caribe impulsada por el presidente norteamericano

Ronald Reagan, al ofrecer un libre acceso de nuestros productos

al mercado norteamericano, el más grande del mundo. De esta

forma, a través de las zonas francas se pudo encontrar una solu-

ción no sólo a la controversia entre el capital nativo y el extranjero,

sino también al desarrollo de las industrias de exportación.

Desde su promulgación, la ley 299 fue objeto de grandes críticas

por parte de intelectuales, economistas, funcionarios públicos e

incluso algunos empresarios que alegaban que dicha ley estaba

creando un sector industrial ineficiente pues el mismo no se es-

reunión de los miemBros de la aird en puerto rico, como uno de sus principales intercamBios internacionales.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

54

taba basando en el procesamiento de materias primas nacionales

sino en insumos importados, lo que estaba creando además una

gran dependencia de las importaciones de esos insumos y estaba

contribuyendo poco a la creación de empleos.

Estas críticas se recrudecieron a principios de la década del 1970,

por lo que la directiva y demás miembros de la AIRD tuvieron que

emplearse a fondo para salir al frente de las mismas y así evitar

que dicha ley fuese derogada, modificada o sustituida por otra

que quizás no ofrecería las mismas facilidades. En esta labor se

distinguieron los empresarios Miguel Guerra Sánchez, Antonio

Najri, José Miguel Bonetti y José Ramón Hernández. Este último

fue uno de los principales defensores de la ley pues su empresa

de fabricación de neveras era una de las que se había podido de-

sarrollar al amparo de ella.

Como consecuencia de estas críticas, el presidente de la Repúbli-

ca, Joaquín Balaguer, se vio en la necesidad de crear una comisión

técnica a finales del 1972, para que evaluara los resultados de la

ley 299, pero en el fondo, él no tenía la intención de modificarla

el presidente Joaquín BalaGuer condecora a Horacio Álvarez saviÑón BaJo la orden de duarte, sÁncHez Y mella, 1977.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

55

pues entendía que el sacrificio fiscal que estaba asumiendo el go-

bierno constituía el precio que se tenía que pagar para que el país

se desarrollara y pudiera contar, al cabo de algunos años, con un

potencial industrial que permitiera no sólo sustituir importaciones

sino también absorber gran parte de la mano de obra desemplea-

da. Así lo expresó el propio presidente en el discurso que dirigió a

la nación el 27 de febrero del 1973. De esta forma los industriales

de la AIRD pudieron neutralizar las críticas y seguir impulsando el

desarrollo industrial del país, al amparo de la ley 299.

En sentido general, el período de diez años que va desde la se-

gunda mitad de la década del 1960, hasta la primera mitad de la

década del 1970 fue de gran auge para la economía dominicana,

especialmente para el sector industrial, el cual coincidió con un

período de prosperidad de la economía mundial.

Los primeros problemas económicos reales se le presentaron al

gobierno y a los industriales cuando comenzaron a sentirse los

efectos del aumento de los precios internacionales del petróleo

que se iniciaron a partir del 1974 cuando aumentaron del nivel

arriBa, durante el acto de reconocimiento al fundador de la aird, 1977.

aBaJo, de izquierda a derecHa, José del carmen ariza, José miGuel Bonetti Guerra, fernando viYella, Horacio Álvarez saviÑón Y antonio naJri acra, 1977.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

56

histórico de 3.00 dólares el barril, hasta 11.6 dólares a que lle-

garon en el 1975, con lo cual la factura petrolera anual del país

pasó de tan sólo 42.3 millones de dólares para el año 1973, a

más de US$168.5 millones para el 1975, lo que afectó todos

los precios de la economía nacional, especialmente los combus-

tibles y la energía eléctrica, dos elementos de costo vitales para

las actividades industriales. Durante ese período estuvieron al

frente de la AIRD los conocidos industriales José Miguel Bonetti

Guerra (1974-1976) y posteriormente, José Manuel Armente-

ros (1976-1980).

En el año 1979 y principios de la década del 1980 se produjo el

segundo gran aumento del precio internacional del petróleo, el cual

pasó de aproximadamente 14.0 dólares el barril a más de 36.0 dó-

lares para 1981. Este segundo choque petrolero causó nuevamen-

te un gran daño a la economía dominicana pues la factura petrolera

que se había mantenido por debajo de los 200 millones de dólares

anuales hasta el 1978, pasó súbitamente a cerca de 500 millones

de dólares para el año 1981. Pero lo peor fue que toda la econo-

mía mundial, incluyendo las grandes potencias industriales, entró

en una profunda recesión la cual fue acompañada por una inflación

generalizada, fenómeno que muy pocas veces se había producido

en la economía internacional. De esta forma disminuyó significati-

vamente la demanda mundial y al mismo tiempo se encarecieron

los insumos importados por el sector industrial.

durante el acto de reconocimiento al fundador de la aird, 1977.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

57

LA MODIFICACIÓN DE LA 299

Con posterioridad a ese período de crisis que enfrentó la econo-

mía mundial en la primera parte de los años 80s, se produjeron

varios cambios significativos en las reglas de juego que regían el

comportamiento de la industria nacional. En primer lugar numero-

sas personas siguieron hablando insistentemente de la necesidad

de modificar la Ley 299 para que los beneficios que ofrecía la

misma tuvieran una aplicación más automática, sin el riesgo de

crear situaciones discriminatorias. Una de las principales críticas

se basaba en el abuso del criterio de la “capacidad instalada ocio-

sa”, el cual en algunos casos se usó para justificar la no concesión

de incentivos a nuevas empresas que deseaban instalarse para

participar en determinadas ramas industriales, bajo el argumento

de que ya estaba suplida por las empresas existentes. Obviamen-

te esto representó un obstáculo al concepto de libre competencia,

tan importante en cualquier economía de mercado.

Ante estos reclamos, el gobierno del presidente Salvador Jorge

Blanco preparó un proyecto de ley para ampliar automáticamen-

te los incentivos a todas las empresas de un mismo ramo, cuya

versión original fue objetada por la AIRD por temor a que esta

generalización automática pudiese ser utilizada por cualquier co-

merciante sin que tuviera que someter sus importaciones a algún

proceso de transformación en el país.

vista aérea de sociedad industrial dominicana (sid), 1957.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

58

Sobre este tema, el presidente de la AIRD de entonces, José del

Carmen Ariza, sostuvo en varias ocasiones que los industriales

no se oponían a la generalización de los incentivos, pero que esto

debería entenderse como una unificación de las exenciones apli-

cadas por igual a todas las empresas industriales ya clasificadas

dentro de la Ley 299 y también para todas aquellas que se pu-

diesen clasificar en el futuro con igual proceso de transformación.

Bajo ningún concepto estaban de acuerdo con que abarcara a

comerciantes importadores, como podría propiciar el proyecto so-

metido por el gobierno a las cámaras legislativas.

Durante los extensos debates que se produjeron para consensuar

el proyecto de ley enviado por el presidente de la República al

Poder Legislativo, la AIRD se concentró en indicar los beneficios

que había obtenido el país como consecuencia de la aplicación de

la Ley 299, poniendo énfasis en la creación de empleos y en la re-

cuperación que el Estado había tenido de los impuestos exonera-

dos, vía la aplicación del Impuesto Sobre la Renta a las empresas

creadas al amparo de dicha ley.

instalaciones de la nacional, década del 1960.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

59

Finalmente los legisladores llegaron a un consenso y el 22 de ju-

nio del 1983 el presidente Jorge Blanco promulgó la ley No. 145

mediante la cual se modificaron solamente los literales a y c de la

clasificación A, que igualaba las exenciones impositivas para in-

dustrias similares clasificadas bajo la ley 299. Por consiguiente la

posición de la AIRD prevaleció, lo que se puede considerar como

un triunfo del sector industrial del país.

Los incentivos a la manufactura nacional, en lo que concernía a

las exenciones arancelarias, cesaron en el año 1992 cuando el

gobierno promulgó el nuevo arancel del país. Desde entonces, la

AIRD ha venido solicitando a los diferentes gobiernos que ha te-

nido la República Dominicana, que lo único que desea es que se

eliminen las trabas que obstaculizan el desarrollo del sector in-

dustrial, especialmente en lo que concierne a la energía eléctrica,

el pago anticipado de impuestos, el monopolio del transporte de

carga, el doble pago a la seguridad social de los trabajadores y

otras más, como veremos más adelante.

industrias niGua, 1963.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

60

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

61

CAPÍTULO IVAPROBACION DE LA LEY DE INCENTIVO AGROINDUSTRIAL

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

62

mediados de la década del 1970, la discusión sobre

los incentivos industriales se encauzó en torno a la

necesidad de promulgar una ley diferente que ofreciera un esque-

ma especial de facilidades a las empresas que procesaran ma-

terias primas nacionales. Dentro de esa discusión, el presidente

de AIRD, José Miguel Bonetti, señaló en unas declaraciones que

hizo a la prensa en diciembre del 1975, que el gobierno debería

introducir una nueva ley que estableciera una serie de medidas

para hacer verdaderamente atractiva la utilización de materias pri-

mas nacionales. Agregó que esta ley debería ofrecer suficientes

ventajas para motivar a los empresarios para que asuman todos

los riesgos implícitos en este tipo de industrias.

La tesis que Bonetti y que la mayoría de los miembros de la AIRD de-

fendían, era que la nueva ley no debería sustituir sino complementar

la 299, bajo el argumento de que esta última lo que realmente ofrecía

era un ajuste de los aranceles para que la industria pudiese competir,

mientras que la nueva ley que proponían tendría que ofrecer verda-

deros incentivos para que los empresarios pudiesen compensar los

riesgos que conlleva todo proyecto agroindustrial.

APROBACION DE LA LEY DE INCENTIVO AGROINDUSTRIAL

CAPÍTULO IV

A

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

63

en portada, mazorcas Y Granos de cacao.

arriBa, salón de las palmas de induspalma.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

64

El debate sobre la necesidad o conveniencia de promulgar una

nueva ley de promoción agroindustrial se prolongó durante mu-

chos años, incluso en diferentes gobiernos. En ese período fue

cuando ingresó a la AIRD Manuel Gómez Pieterz en calidad de

asesor de la misma. Gómez Pieterz era un ingeniero muy versado

en asuntos económicos que había adquirido mucha experiencia

en varios puestos públicos que ocupó. Precisamente fueron él y el

nuevo presidente de la AIRD, José Manuel Armenteros, a quienes

les correspondió representar las posiciones de los industriales du-

rante ese largo período de discusión.

Para 1977, Gómez Pieterz fue más allá de los argumentos es-

grimidos por José Miguel Bonetti anteriormente, en el sentido de

que la nueva ley para promover la agroindustria, no sólo tenía que

compensar los riesgos implícitos en toda producción agropecua-

ria, sino que también se requería utilizar mayores capitales, mayor

tecnología, mano de obra mejor calificada y una red de distribución

mucho más eficiente, entre otros requisitos; con lo cual indicaba

presidente antonio Gúzman, 1978.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

65

que esta nueva ley debía ofrecer mayores incentivos que la 299,

si se quería que fuese realmente efectiva. Sin embargo, tendrían

que pasar muchos años para que los potenciales inversionistas

pudiesen recibir estos nuevos incentivos.

El tema volvió a tomar fuerza en la administración del presidente

Antonio Guzmán Fernández, pues se trataba de un mandatario que

estaba muy involucrado en los temas agropecuarios, dada su condi-

ción de hacendado. En ese gobierno, bajo la presidencia en la AIRD

de Mario Cabrera Morín, se volvió a discutir sobre la necesidad de

dotar al país de una ley que promoviera la industrialización de las

materias primas nacionales, especialmente las agropecuarias.

arriBa, plantaciones de arroz.

aBaJo e izquierda, ÁrBol de café. a la derecHa plantas de tomate.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

66

A principios de ese gobierno, se preparó un proyecto de ley con el

concurso de técnicos de las Naciones Unidas, el cual fue amplia-

mente discutido por un largo período de tiempo y no fue hasta el

último año de ese gobierno cuando finalmente se aprobó la Ley

No. 409 de Fomento, Incentivo y Protección Agroindustrial, la cual

fue promulgada el 15 de enero del 1982, pero lamentablemente

no se pudo implementar en lo inmediato por falta de su reglamen-

to, ya que el mismo fue publicado el 30 de octubre del 1982, bajo

el mandato del presidente Salvador Jorge Blanco.

Esta nueva ley abarcaba todas las actividades productivas dedi-

cadas al procesamiento de materias primas agrícolas, pecuarias,

de la caza, de la pesca y las forestales. Las empresas acogidas al

régimen de esta ley podían diversificar sus actividades producti-

vas hasta las etapas superiores de la cadena de producción que

desarrollaran, aunque no fuesen propiamente agroindustriales.

Asimismo, la Ley concedía prioridad a las empresas agroindus-

triales encadenadas verticalmente.

La nueva legislación fue considerada como un logro de todo el

país pues prácticamente todos los sectores económicos la apo-

yaron. En el fondo, la misma había sido fruto de un largo proceso

de discusión por parte de los líderes de la AIRD que veían en

plantación de naranJas.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

67

ella realizado un viejo anhelo. Bastaría señalar que bajo el am-

paro de esta ley se crearon o consolidaron numerosas empresas

agroindustriales. Entre las muchas empresas que se desarrollaron

o consolidaron al amparo de esa ley se encuentran: Induspalma,

empresa productora de aceite de palma africana; Cauchos Do-

minicanos, empresa fabricante de distintos tipos de pegamentos

para uso industrial; Industrias Lavador, empresa procesadora de

aceite comestible; Serrana Agroindustrial, productora de jugos,

mermeladas dulces de productos tropicales y muchas otras más

de la misma naturaleza.

arriBa, vista aérea instalaciones Grupo rica, 1980.

aBaJo, instalaciones fersan, 1970.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

68

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

69

CAPÍTULO VOTROS INSTRUMENTOS DE POLÍTICA ECONÓMICA EN FAVOR DEL DESARROLLO INDUSTRIAL

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

70

a Ley 299 y la agroindustrial no fueron las únicas herra-

mientas utilizadas para lograr el despegue de la indus-

tria nacional, pues en su etapa incipiente, diferentes gobiernos

también fueron ofreciendo otras facilidades y estímulos a los in-

dustriales para que pudiesen competir con productos manufactu-

rados provenientes de naciones que habían alcanzado un mayor

grado de desarrollo tecnológico y una mayor productividad de su

mano de obra.

Una de estas facilidades fue de tipo cambiario, la cual si bien no

fue creada directamente para beneficiar al sector industrial, in-

directamente resultó de gran estímulo. Así vemos como desde

mediados del 1960 hasta el principio de la década del 1980, los

sectores productivos del país habían sido beneficiados por el sis-

tema múltiple de cambio que existía en la República Dominicana,

mediante el cual la mayoría de las importaciones de los bienes de

consumo final tenían que financiarse con divisas adquiridas en el

mercado “paralelo” o libre, donde la tasa de cambio prevaleciente

permaneció entre un 15% y 20% por encima de la tasa oficial, la

cual mantenía fija la paridad con el dólar de los Estados Unidos.

Por el contrario, todas las importaciones realizadas por el sector

industrial, tanto de maquinarias, equipos, como de insumos, eran

adquiridas a la tasa oficial, lo que le proporcionaba a la industria

una ventaja cambiaria significativa, sobre los bienes importados.

OTROS INSTRUMENTOS DE POLÍTICA ECONÓMICA EN FAVOR DEL DESARROLLO INDUSTRIAL

CAPÍTULO V

L

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

71

Sin embargo, el segundo choque petrolero del 1980 obligó al Ban-

co Central a revisar su política cambiaria pues el déficit en la balan-

za de pagos se tornó inmanejable, debido al significativo aumento

de la factura petrolera. Por estos motivos una de las principales

medidas adoptadas por las autoridades monetarias fue pasar al

mercado paralelo todas las importaciones de maquinarias y equipos

realizadas por la industria nacional, lo cual fue el primer paso para el

desmantelamiento gradual de los incentivos cambiarios que hasta

esa fecha había recibido el sector industrial del país.

Posteriormente, cuando se fueron agudizando los efectos de la

crisis económica internacional, el Banco Central se vio precisa-

do a reducir aún más la cantidad de divisas que suministraba al

sector industrial. Esta vez le correspondió a las importaciones de

materias primas e insumos del sector. En este sentido se deci-

dió canjear a la par con el dólar sólo un porcentaje de las divisas

otorgadas a cada una de las empresas existentes durante los tres

años que se tomaron de base. De esta forma, los industriales se

vieron precisados a adquirir en el mercado libre, a una tasa mucho

mayor, las necesidades restantes de divisas que, para la época era

alrededor de un 25% mas alta, lo que encareció sensiblemente

el costo de producción y redujo nuevamente la ventaja cambiaria

que disfrutó la industria durante muchos años. A través de esta

medida, el gobierno dio otro paso par desmantelar los múltiples

estímulos que requirió el sector industrial para su despegue.

arriBa, presidente salvador JorGe Blanco, 1982.

aBaJo, instalaciones la faBril, santiaGo de los caBalleros.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

72

Esta situación cambiaria consecuencia de la crisis internacional,

también provocó una situación discriminatoria contra las nuevas

industrias que se deseaban instalar, pues como el cálculo para

el otorgamiento de divisas del Banco Central se fundamentaba

en las importaciones realizadas por las empresas en los últimos

tres años, las nuevas industrias no tenían constituidas una base

de sustentación y por tanto no podían recibir divisas de esa ins-

titución, lo que creaba una situación inequitativa para las nuevas

empresas. De ahí que esta injusta situación tuvo necesariamente

que ser corregida, para el bien del desarrollo industrial del país.

Aparte de la necesidad de superar esta discriminación, también la

crisis económica de principios de la década del 1980 obligó pos-

teriormente al gobierno del presidente Jorge Blanco a negociar

un acuerdo stand-by con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Una de las exigencias que presentó el FMI fue que se eliminara

el sistema dual de cambio que contemplaba tasas de cambio di-

ferenciadas, entre las que se pagaban en el mercado libre que

fluctuaba alrededor de tres pesos por dólar de los Estados Unidos

y las que mantenía el Banco Central a la par con dicha moneda.

Así en enero del 1985 la Junta Monetaria, donde habían muchos

industriales miembros de la AIRD, dictó una serie de resoluciones

que cambiaron las reglas de juego vigentes hasta esa fecha, lo

que demuestra la madurez alcanzada por los miembros de este

sector. A partir de esa fecha, los industriales tendrían que com-

arriBa, José manuel paliza, franklin BÁez BruGal Y José antonio naJri Junto a José francisco peÑa Gómez Y otros miemBros del prd.

aBaJo, instalaciones multiquímica.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

73

prar todas las divisas que requerían sus empresas a la misma tasa

de cambio que pagaban los importadores para adquirir productos

en el extranjero que competían con los producidos internamente.

Esa fue también otra prueba de fuego que tuvieron que enfrentar

los industriales dominicanos, muchos de los cuales ya estaban

en mucha mejor posición para enfrentar la competencia de pro-

ductos extranjeros, de lo que estaban dos décadas atrás. Así se

fue demostrando paulatinamente que la industria nacional había

estado madurando durante las últimas dos décadas y haciéndose

más competitiva. También se demostró que los incentivos y la pro-

tección inicial estaban plenamente justificados.

En materia cambiaria debe también recordarse que como conse-

cuencia de la crisis económica de principios de la década del 1990,

el gobierno decidió introducir una serie de correctivos. Una de las

medidas más controversiales que impuso el gobierno fue estable-

cer un estricto control de cambio, el cual, entre otras cosas, requería

que toda importación, incluyendo las materias primas, se pagaran

con divisas previamente aprobadas por el Banco Central, luego que

el importador hubiese demostrado que eran “propias”, de lo contra-

rio no tendrían autorización para retirarlas de las aduanas.

instalaciones de cervecería nacional dominicana.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

74

Estas estrictas medidas cambiarias llevaron al país a una situación

donde prácticamente se hizo imposible adquirir materias primas im-

portadas. De ahí que la AIRD tuvo que hacer grandes gestiones para

convencer al gobierno de que esas medidas eran insostenibles, lo que

se logró luego de un fructífero diálogo que mantuvo el presidente Joa-

quín Balaguer con un grupo de notables empresarios del país, princi-

palmente del sector industrial, en esta época lideraban la Asociación

Jorge Abbott, José Manuel Paliza, Eladio Fernández, entre otros.

Finalmente el gobierno permitió que la tasa de cambio reflejara

el valor real de mercado lo que, tal y como indicó el presidente

de la AIRD, Jorge Abbott, produjo la elevación de los costos en

función de la cantidad de insumos importados que se utilizan en

el proceso de fabricación. Esta medida también requirió muchas

gestiones frentes a la Dirección General de Aduanas para la im-

plementación de un listado de valores que no perjudicara a las

importaciones de insumos, maquinarias y equipos industriales.

EL FONDO DE INVERSIONES PARA EL DESARROLLO ECONÓMICO (FIDE)

Entre otras facilidades ofrecidas por el gobierno al sector industrial,

deben mencionarse los esfuerzos realizados por el Banco Central

para crear una ventanilla de financiamiento a los sectores produc-

acto de asamBlea de asociación de industrias.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

75

tivos del país, especialmente la industria, la agricultura y la ganade-

ría y posteriormente al turismo, pues los fondos de la Corporación

de Fomento Industrial (CFI) resultaban insuficientes. Además, para

esa época las instituciones financieras no acostumbraban a conce-

der facilidades crediticias a largo plazo. Precisamente, la escasez

de financiamiento a largo plazo fue uno de los constantes reclamos

hechos por la AIRD en esa época, que lamentablemente persiste

a la fecha. En una primera etapa, el Banco Central ofreció gratui-

tamente a potenciales inversionistas seis proyectos industriales de

productos que se consideraba ofrecían oportunidades inmediatas

de inversión, los cuales habían sido realizados por técnicos extran-

jeros contratados por esa institución.

Posteriormente se ofreció financiamiento a dichos sectores pro-

ductivos, que se nutrían con fondos provenientes de varias fuen-

tes internacionales, incluyendo la Agencia para el Desarrollo Inter-

nacional de los Estados Unidos (AID) y el Banco Interamericano

de Desarrollo (BID), así como de los propios recursos del Banco

a la izquierda, edificio Banco central de la repúBlica dominicana.

a la derecHa, maquinarias termopac.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

76

Central. Estos recursos se desembolsaron en condiciones con-

cesionarias en términos de tasas de interés y período de amorti-

zación. Para estos fines, el Banco Central creó el Fondo Para el

Desarrollo Económico, mejor conocido como el FIDE, cuyos prés-

tamos se canalizaron a través de las instituciones financieras con

que contaba el país, las cuales asumían el riesgo crediticio, debido

a que al Banco Central le estaba prohibido hacer operaciones fi-

nancieras directamente con el público.

Para el mes de diciembre del 1967, el FIDE había otorgado présta-

mos por un total de 9.0 millones de pesos a diversas industrias, y para

finales del siguiente año ya había concedido 200 préstamos a sec-

tores productivos de los cuales 103 habían sido al sector industrial.

Asimismo, apenas 5 años después de la creación de este fondo, se

habían beneficiado 229 empresas industriales lo que constituyó una

gran ayuda para el despegue de la industria nacional.

vista aérea industrias nacionales.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

77

Finalmente, mediante la nueva Ley Monetaria y Financiera del 2002,

tanto el fondo FIDE como INFRATUR que administraban el Banco

Central, fueron transferidos al Banco Nacional de Fomento de la

Vivienda y de la Producción, antiguo Banco Nacional de la Vivienda

(BNV). El gran aporte del FIDE fue conceder préstamos a plazos

mayores que los ofrecidos por la banca comercial tradicional y a

tasas de interés más bajas que las prevalecientes en el mercado.

CORPORACIÓN DE FOMENTO INDUSTRIAL

La Corporación de Fomento Industrial (CFI), jugó un papel pre-

ponderante a través del establecimiento de nuevas industrias con

miras a lograr la diversificación y sistematización de las activida-

des productivas, apoyando las pequeñas y medianas empresas,

hoy convertidas en su mayoría en grandes empresas, mediante

los programas de financiamiento con recursos propios y a través

del Fondo FIDE. Construyó y desarrolló los parques industriales

de Herrera y Haina.

Esta institución descentralizada del Estado dominicano, surgió

bajo la Ley 5009 del 19 de mayo de 1962, creada con la fina-

lidad de administrar los bienes y capitales de las empresas que

estuvieron en manos de Trujillo, a la caída del régimen, en mayo

de 1961, con el propósito principal de promover el desarrollo in-

dustrial de la nación, estimulando a los sectores productivos de

la economía nacional, excluyendo la agropecuaria y la industria

azucarera. Posteriormente, estas empresas pasaron a constituirse

en el denominado Grupo Corde.

Ya a inicios de los años 70 y por disposición del Poder Ejecutivo, la

Corporación de Fomento Industrial se embarcó a construir y desarro-

llar parques industriales de zonas francas, promoviendo la exportación

de bienes y servicios y el desarrollo e intercambio tecnológico.

La estructura orgánica y funcional de la CIF, constituyó la base

fundamental para el surgimiento del Centro de Desarrollo y Com-

petitividad Industrial (PROINDUSTRIA), institución que sería crea-

da posteriormente, por medio de la Ley 392-07.

vista facHada farco foGel.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

78

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

79

CAPÍTULO VILOS INDUSTRIALES Y LAS REFORMAS ARANCELARIAS

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

80

os últimos años de la década de los 80s y los primeros

años los 90s, bajo la presidencia de George Arzeno Bru-

gal y Jorge Abbott, fueron muy difíciles para el sector industrial y

para la economía dominicana en general, debido a la crisis eco-

nómica que se produjo como consecuencia de los altos déficits

fiscales en que incurrió el gobierno, a partir del momento en que el

doctor Balaguer asumió por última vez la presidencia de la Repú-

blica en 1986. El aumento de la emisión monetaria que se produjo

como consecuencia de esos déficits, trajo como consecuencia el

brote de un proceso inflacionario que llevó el índice de precios a

un crecimiento del 43.9% en el 1988, a un 40.7% en el 1989 y

finalmente a más de un 50.0% en el 1990.

Este crecimiento de la inflación también estuvo afectado por el

aumento de los precios internacionales del petróleo como con-

secuencia de la primera Guerra del Golfo. Para poder salir de la

crisis, el gobierno del Dr. Joaquín Balaguer tuvo que mantener un

diálogo permanente con la clase empresarial del país donde el

ingeniero José del Carmen Ariza y otros líderes industriales del

país jugaron un papel relevante, entre ellos José Miguel Bonetti,

George Arzeno Brugal, José Vitienes, Mario Cabrera, Eladio Fer-

nández Alfaro y varios más.

LOS INDUSTRIALES Y LAS REFORMAS ARANCELARIAS

CAPÍTULO VI

L

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

81

Para buscar una salida a la crisis, el presidente Balaguer decidió

convocar un diálogo entre el gobierno, los empresarios y los sin-

dicatos, el cual fue calificado como un diálogo tripartito. En los

meses aciagos que duró la crisis económica, el sector empresarial

en general y los industriales en particular tuvieron que concentrar

todas sus energías en las discusiones que se produjeron en el

referido diálogo, el cual se mantuvo durante muchos meses.

LA REFORMA ARANCELARIA

Una de las principales medidas que tomó el gobierno fue la intro-

ducción de numerosos ajustes fiscales a través de medidas admi-

nistrativas. El más importante fue el decreto presidencial No.339,

mediante el cual se eliminaba el régimen arancelario vigente hasta

la fecha y se creaba un reglamento, con carácter provisional, para la

ejecución de un nuevo arancel aduanero, hasta tanto se promulgó

a ley correspondiente, lo que sucedió finalmente el 4 de agosto del

1993 después de un largo proceso de negociación entre el gobier-

no y los dirigentes empresariales, especialmente los industriales.

En esta reforma se disminuyeron significativamente todas las

tasas arancelarias entre ellas las que se aplicaban a los bienes

de consumo, algunas de las cuales eran superiores al 100% ad-

valorem, incluyendo los impuestos específicos, con lo cual se eli-

minaba la barrera de protección que había permitido el despegue

del sector industrial dominicano.

portada, vista aérea del puerto de Haina.

a la izquierda, durante el cóctel de navidad en reconocimiento a pasados presidentes.

derecHa, félix García Y celso marranzini en un encuentro en santiaGo de los caBalleros.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

82

El nuevo arancel aplicó un sistema ad-valorem, eliminando así los

impuestos específicos y se crearon sólo ocho categorías de tasas

con un mínimo de 0 hasta un tope máximo del 35%. Se trataba

de un arancel que estaba más acorde con los niveles impositivos

prevalecientes en los países centroamericanos.

Igualmente significativo fue el hecho de que para el cálculo de

los nuevos impuestos se tomó como referencia la tasa de cambio

prevaleciente en el mercado libre de divisas, en lugar de la tasa

oficial de un peso igual a un dólar, que se utilizaba hasta la fecha.

Para esa fecha la tasa de cambio fluctuaba alrededor de 12.50

pesos por dólar. Esta medida aumentó sustancialmente el pago

de los impuestos arancelarios y tuvo una profunda repercusión en

los costos de producción de las empresas industriales. Además,

se eliminaron prácticamente todas las exenciones de impuestos

aduanales que estaban contempladas en decretos, y leyes, inclu-

yendo la Ley 299. Durante ese período de intensas discusiones la

AIRD estuvo presidida por Jorge Abbott, quien contó con el apoyo

de toda la clase industrial del país.

También para esa misma época, la Dirección General de Aduanas

procedió a valorizar todas las importaciones para fines de autori-

zar el retiro de las mercancías. Sobre este tema la AIRD sostuvo

varias reuniones con sus miembros para garantizar que la valori-

zación de las materias primas e insumos industriales importados

arriBa, edificio moderno dirección General de aduanas.

aBaJo, miemBros de la directiva durante las neGociaciones del alca.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

83

se hiciera lo más ajustado a la realidad posible, con el propósito

de lograr que el retiro de las mercancías fuese lo más expedito y

para evitar que los verificadores pudiesen fijar precios arbitrarios.

Luego de las reformas introducidas a principios de la década del

1990, la economía dominicana entró en un largo período de pros-

peridad y estabilidad, al igual que toda la economía mundial. Los

Estados Unidos de América experimentó en esos años uno de los

más largos períodos de crecimiento ininterrumpido de su historia,

lo que sin dudas tuvo su efecto positivo en la economía nacional.

Este período fue aprovechado por el sector industrial para fortale-

cer su posición en el mercado nacional y comenzar a prepararse

para la apertura de la economía.

La reforma arancelaria del 1993 redujo los impuestos que paga-

ban las importaciones de bienes finales extranjeros que compe-

tían con los fabricados por la industria nacional, lo cual era un gran

reto. Sin embargo, por otra parte la reforma benefició a muchas

empresas que vieron disminuir los aranceles que pagaban las ma-

terias primas y los bienes de capital, lo que les daba una mayor

seguridad al hacer sus planes de inversión. Por estas razones,

algunos industriales sostienen que las reformas arancelarias del

1993 y las posteriores, ayudaron a impulsar el desarrollo de las

industrias nacionales que tenían más capacidad competitiva.

miemBros directiva durante planificación estratéGica.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

84

LA RONDA URUGUAY DEL GATTY LA CREACIÓN DE LA OMC

Durante un largo período de tiempo, diversas naciones se man-

tuvieron discutiendo sobre medidas adicionales que se podrían

adoptar en el ámbito mundial para incrementar el comercio inter-

nacional. Estas negociaciones comenzaron después de la reunión

del GATT celebrada en Punta del Este, Uruguay en el año 1986.

Sin embargo, no fue hasta el 15 de abril del 1994, después de

casi ocho años de negociaciones que se pudo finalmente llegar a

un acuerdo sobre las reglas que regirían el comercio internacional

en lo adelante, cuyo cumplimiento sería obligatorio para todos los

países firmantes miembros del GATT. Dentro de los principales

logros acordados se encontraba la eliminación de todas las ba-

rreras al comercio mundial excepto las arancelarias, crear la Or-

ganización Mundial del Comercio (OMC) con el fin de supervisar

la correcta aplicación de estas reglas y finalmente que cada país

miembro de las Naciones Unidas (con algunas excepciones) se

comprometiera a presentar una “Oferta Arancelaria”, es decir, los

niveles arancelarios que aplicarían a todos los productos que in-

gresaran a sus respectivos territorios.

Inexplicablemente la República Dominicana presentó en esa oca-

sión una oferta donde se comprometía a que la tasa arancelaria

máxima que aplicaría en lo adelante a cualquier importación que

puerto de Haina.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

85

realizara el país, sería de un 40%. Sin embargo, prácticamente

todos los países del mundo presentaron listas sumamente am-

plias donde se indicaban las diferentes tasas que se aplicarían a

una amplia gama de productos del arancel. Igualmente, en la gran

mayoría de los casos, los países se reservaron tasas arancelarias

muy altas, incluso superiores al 100% ad-valorem, para ser apli-

cada a productos sensitivos cuya producción doméstica querían

proteger, lo que sorprendentemente no sucedió en el caso de la

República Dominicana.

Esta adversa situación motivó a un grupo de empresarios nacionales

a reclamar que la República Dominicana solicitara a la OMC una rec-

tificación de su posición, para lo cual algunos miembros de la AIRD

tuvieron que participar activamente en estas negociaciones, como

fue el caso de los representantes de la industria azucarera, los de

productos lácteos y otros. Finalmente la República Dominicana logró

que la Organización Mundial del Comercio aceptara sus peticiones

para que a ocho productos se les pudieran aplicar tasas arancela-

rias mucho mayores que el límite de 40% originalmente solicitado.

Esta corrección técnica permitió al país poder proteger su industria

azucarera y la láctea, así como la producción de algunos rubros agro-

pecuarios sensitivos frente a competencias desleales provenientes

de países que subsidian ampliamente a sus productores. Por parte

de la industria nacional, se destacaron en esas negociaciones José

Manuel Paliza, Eladio Fernández Alfaro y el empresario Felipe Vicini,

en representación de la industria azucarera.

proceso de producción de falconBridGe.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

86

LA LEY SOBRE PRÁCTICAS DESLEALES DE COMERCIO

Después de la creación de la OMC, y luego de que la República

Dominicana se adhiriera a los acuerdos comerciales del GATT,

varios miembros de la AIRD mostraron interés de que se aprobara

una legislación contra prácticas desleales de comercio y medidas

de salvaguardia, tal y como lo tenían desde hacía muchos años

la mayoría de los países, especialmente los más desarrollados. El

interés de la AIRD se fundamentaba en que algunos países y em-

presas localizadas en el extranjero podrían tratar de aprovechar

las nuevas políticas comerciales adoptadas por la Organización

Mundial del Comercio (OMC), para incurrir en prácticas desleales

de comercio en detrimento de la industria nacional. Esta posibili-

dad se acrecentó como consecuencia de la baja de los aranceles

que esos acuerdos contemplaron. Para tales fines la AIRD solicitó

a expertos nacionales que elaboraran un proyecto de ley para que

normara este aspecto de nuestro comercio con el resto del mun-

do, que revisaron las leyes vigentes en otros países, así como las

nuevas normas establecidas por la OMC.

Estos esfuerzos se mantuvieron durante muchos años, primero

tratando de convencer al gobierno de la importancia de esta legis-

lación y segundo tratando de consensuar las distintas posiciones

vistas panorÁmicas de multiquímica.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

87

que se presentaron durante el largo proceso de discusión que

se produjo en las Cámaras Legislativas. Finalmente en el 2002

fue aprobada la citada legislación. Sin embargo, no fue hasta el

año 2008 que se logró implementar, gracias a los esfuerzos de

la AIRD para que se designaran los integrantes de la Comisión

Reguladora. En la práctica, esta ley ha demostrado ser un instru-

mento legal de suma importancia para el sector industrial.

En efecto, el 16 de septiembre del 2008, el presidente Leonel Fer-

nández juramentó la Comisión Reguladora de Prácticas Desleales

de Comercio y Medidas de Salvaguarda, que crea la citada ley, para

que conociera los casos de denuncias de prácticas desleales de

comercio. En años recientes, esta comisión ha tomado decisiones

sumamente importantes para varias ramas industriales del país, que

en ausencia de ellas hubiesen sufrido daños irreparables. Una de

las más importantes ha sido la industria metalúrgica la que por mu-

chos años estuvo impactada por dumping llevados a cabo por paí-

ses extranjeros, en perjuicio de los productores nacionales.

planta industrial de cemex.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

88

LA REFORMA ARANCELARIA DEL 1996 Y LA POSICIÓN DEL SECTOR INDUSTRIAL

Con la llegada al Poder del Dr. Leonel Fernández en el año 1996

se presentaron grandes retos para el sector industrial, pues el nue-

vo presidente trajo muchas nuevas ideas sobre la economía do-

minicana y sobre la necesidad de implementar grandes reformas

que permitieran una transformación del aparato productivo del país.

Entre las muchas que se aplicaron en la primera parte de ese go-

bierno, las dos más importantes fueron la reforma arancelaria y la

ley de recapitalización de las empresas públicas. Le correspondió a

la AIRD, bajo la presidencia, esta vez, de Celso Marranzini y Nassim

Alemany, jugar un papel de primera línea en ambos casos.

En sus inicios, el gobierno del presidente Fernández estuvo fuer-

temente influenciado por las corrientes económicas de la época,

las cuales abogaban por una liberalización del comercio mundial

y por la reducción del ámbito del Estado, especialmente a través

de la privatización de las empresas públicas. En ese sentido, el

gobierno inició una serie de consultas con diferentes sectores de

la vida nacional para buscar consenso sobre la reforma arancela-

ria que debería hacerse a fin de lograr una mayor apertura de la

economía dominicana vía la reducción de las distintas tasas aran-

celarias que se aplicaban a los productos importados. Como ya

vista aérea instalaciones de induveca.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

89

empresarios industriales durante el primer GoBierno del dr. leonel fernÁndez, 1996.

se señaló, el presidente Balaguer había llevado a cabo una gran

reforma arancelaria a principios de la década del 1990, pero en

esta nueva ocasión el gobierno del presidente Fernández quería

llegar mucho más lejos.

El argumento central del gobierno era que una mayor apertura de

la economía traería como consecuencia un aumento de la com-

petencia, lo que obligaría al sector industrial y al agropecuario a

un aumento de la productividad, lo que a su vez redundaría en un

fortalecimiento de los sectores productivos del país, pues tendrían

que transformarse para poder hacer frente a la competencia in-

ternacional. Si bien estos planteamientos eran correctos desde

un punto de vista teórico, en la práctica se sabía que el país no

estaba preparado para competir en un mercado globalizado por

las numerosas trabas de competitividad que persistían. Por esta

razón, la AIRD tuvo que jugar un papel importante para lograr que

la reforma propuesta se aplicara dentro de la realidad del país y

así evitar que causara un daño irreversible a la industria nacional.

Era la segunda vez en menos de cinco años que se habría de pro-

ducir una profunda reforma arancelaria, por lo que los industriales

tenían que ser muy cautos en el apoyo que podrían ofrecer al go-

bierno en esta tarea. Para estos fines se fortalecieron las distintas

comisiones que integraban la Asociación, a fin de que cada rama

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

90

industrial específica pudiese hacer una evaluación del impacto

que tendría sobre su sector la reforma propuesta y pudiese hacer

recomendaciones concretas a la Directiva de la AIRD, sobre los

cambios que eran necesarios introducir.

Con el propósito de evitar conflictos en el seno de la Asociación,

se aprobó previamente un concepto general el cual sostenía que

en caso de que surgieran diferencias significativas entre empre-

sas integradas verticalmente dentro de una misma rama industrial,

aquellas que estuviesen más cerca de origen, merecían un mayor

apoyo de la Asociación de Industrias. Este concepto sirvió para

que la posición de la AIRD pudiese presentarse al gobierno con

un mayor consenso.

Uno de los principales logros alcanzados por los industriales fue

lograr que la tasa máxima del arancel se fijara en un 20% en

lugar del 15% que quería el gobierno inicialmente, con lo cual la

industria nacional pudo mantener alguna defensa contra importa-

ciones de bienes finales procedentes de países que gozaban de

muchas ventajas, entre ellas una energía eléctrica confiable y más

barata, una mano de obra más calificada, mayor adelanto tecno-

lógico, tasas de interés más bajas, costos de transporte mucho

más baratos y muchas otras más. Por estas razones, también se

disminuyeron los aranceles sobre los insumos industriales impor-

de izquierda a derecHa, campos de moYa, francisco José castillo Y JorGe aBBott, 1996.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

91

tados, lo que ayudó a que el país pudiese preservar varias ramas

industriales que no se habían preparado internamente para poder

competir con productos importados.

Finalmente después de varios años de arduas negociaciones, en

el mes de diciembre del 2000 se aprobó la Ley de Reforma Aran-

celaria No.146.00. El nuevo arancel quedó integrado por cinco

niveles de tasas diferentes que van desde 0 hasta un máximo del

20% ad-valorem. Para los productos finales que compiten con las

industrias nacionales, se le puso la tasa del 20%. Para aquellos in-

sumos industriales que también se producen en el país, se le fijó la

tasa del 14%. La tasa del 8% se estableció para las materias pri-

mas importadas que también se producen en el país. Asimismo, la

tasa del 3% se fijó para los bienes de capital y las materias primas

en general y finalmente la tasa 0 para algunos bienes agrícolas.

Sin embargo, posteriormente en el año 2005, como consecuencia

de la aprobación del DR-CAFTA, y por gestiones de la AIRD todos

aquellos bienes a los que se le aplicaban tasas del 8% y el 3% y

cuyas importaciones se liberalizaron en dicho acuerdo, pasaron

a pagar tasa 0. En consecuencia, en la actualidad los insumos

industriales y los bienes de capital están liberalizados del pago

del arancel, lo que ha beneficiado a las empresas industriales na-

cionales pues se les ha equiparado a las exenciones arancelarias

arriBa, planta industrial domicem.

aBaJo, silos Y maquinarias termoenvases.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

92

arriBa, planta industrial cementos ciBao.

aBaJo, maquinaria de la industria GrÁfica.

que pagan las empresas de zonas francas, lo que constituía una

seria traba para una competencia justa en el mercado interno.

EL PROCESO DE CAPITALIZACIÓN DE LAS EMPRESAS PúBLICAS

El otro gran objetivo del presidente Leonel Fernández en su pri-

mer gobierno, fue llevar a cabo un proceso de capitalización de

las empresas públicas, lo que equivalía en la práctica a un tras-

paso de la administración de dichas empresas a aquellos empre-

sarios que se comprometieran a aportar los capitales necesarios

para sanear las mismas.

Esta iniciativa encontró buena acogida por parte de los miembros

de la AIRD, pues para ese entonces el gobierno estaba gastando

una cantidad enorme de recursos fiscales para poder mantener a

flote una serie de industrias creadas durante la dictadura de Tru-

jillo, las cuales los gobiernos permitieron a través del tiempo que

se fueran haciendo cada vez más ineficientes debido, entre otras

cosas, a que no fueron sometidas a procesos internos de reinge-

niería industrial, ni a renovaciones técnicas y económicas, por lo

que se convirtieron prácticamente en fuentes de trabajo impro-

ductivos que respondían fundamentalmente a motivaciones pura-

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

93

proceso de producción de emBotelladora dominicana (amBev).

mente políticas. En este proceso, la mayoría de las empresas del

Estado fueron desapareciendo y algunas otras fueron adquiridas

por el sector privado bajo diferentes esquemas de arrendamiento.

Los ejemplos más elocuentes del primer caso fueron el cierre de

varios ingenios del Estado que por su tamaño y las precarias con-

diciones en que operaban, en la mayoría de los casos, era prácti-

camente imposible que pudiesen ser rentables. Sin embargo algu-

nos de ellos se podían haber recuperado, pero lamentablemente

fueron traspasados a manos privadas nacionales y extranjeras que

no tenían ni la experiencia, ni el capital necesario para rehabilitar-

los, por lo cual el proceso de recapitalización fue un fracaso. De

esta forma, de los 12 ingenios que poseía el Estado, prácticamente

sólo el ingenio Barahona ha quedado produciendo exitosamente, el

cual está siendo administrado eficientemente por un capital mixto

nacional y extranjero, con excelentes resultados, en términos de

producción. Otro caso exitoso que merece ser señalado, es el de

Molinos Dominicanos, empresa que también ha sido traspasada a

manos privadas y consecuentemente ha dejado de ser una carga

financiera para el Estado. Hoy esa empresa está supliendo la mayor

parte del mercado doméstico de harina y otros derivados del trigo,

la cual opera bajo el nombre de Molinos del Ozama.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

94

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

95

CAPÍTULO VIIPAPEL DE LOS INDUSTRIALES ENLAS NEGOCIACIONES COMERCIALES

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

96

urante la segunda mitad del 1990, concluyeron las

negociaciones de la Ronda Uruguay del GATT, lo

que significó la eliminación de todas las barreras no arancelarias

al comercio mundial, así como también una reducción conside-

rable de los aranceles. Asimismo entró en vigencia el Tratado de

Libre Comercio de Norteamérica (TLC), entre los Estados Unidos,

México y Canadá. Ante este panorama, la AIRD, bajo la presiden-

cia de José Manuel Paliza, organizó un seminario para analizar los

impactos que estos acontecimientos tendrían sobre la economía

nacional y sobre el sector industrial en particular.

LA ETAPA PREPARATORIA PARA LAS NEGOCIACIONES

En el año 1994 y con el apoyo de la clase empresarial, los eco-

nomistas Bernardo Vega y Carlos Despradel realizaron un estudio

sobre las alternativas de integración económica que tenía la Re-

pública Dominicana, en el que se recomendaba que nuestro país

debía iniciar negociaciones para un acuerdo de libre comercio de

alcance parcial, con el Mercado Común Centroamericano, así como

con CARICOM, como parte de un proceso gradual de apertura eco-

nómica, donde el costo a pagar inicialmente pudiese ser asimilado

por el país sin mayores consecuencias. Además, el citado estudio

señalaba que esos acuerdos con economías con igual nivel de de-

sarrollo que la nuestra, iban a permitir identificar más claramente

nuestras debilidades competitivas y consecuentemente nos obliga-

PAPEL DE LOS INDUSTRIALES EN LAS NEGOCIACIONES COMERCIALES

CAPÍTULO VII

D

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

97

ría a establecer prioridades para vencerlas. Esta estrategia comer-

cial fue aplicada por el gobierno del presidente Fernández a partir

del 1997 cuando comenzaron las negociaciones.

Como estos acuerdos comerciales iban a tener repercusiones po-

sitivas y/o negativas en la industria nacional, la AIRD prestó gran

atención e interés a estos procesos de negociaciones. Por su par-

te, el Poder Ejecutivo creó el 10 de febrero del 1997 la Comisión

Nacional de Negociaciones Comerciales, presidida por el Canci-

ller Eduardo Latorre. Posteriormente el 8 de abril de ese año, la

Comisión hizo un llamado a los miembros de la sociedad civil que

estuviesen interesados en participar en esos procesos de nego-

ciación. Este llamado fue respondido por más de 40 entidades

pertenecientes principalmente a las asociaciones empresariales.

Por su parte, y basada en la experiencia mexicana, los empresarios

crearon la Comisión Empresarial de Negociaciones Internacionales

(CENI), donde la AIRD desempeñó, junto con otras asociaciones, un

papel de primer orden. Para ello, la Asociación decidió activar las co-

misiones internas que representaban las diferentes ramas industriales

del país las cuales, a su vez, tuvieron que fijar sus posiciones para poder

transmitirlas a los negociadores oficiales. En estas negociaciones se

destacaron los industriales Celso Marranzini, Carlos Fernandez Alfaro,

Richard Aróstegui, Yandra Portela y posteriormente Nassim Alemany

y María del Carmen Jáquez, en ese momento Directora Ejecutiva de

la Asociación, contando con el gran apoyo de Francisco José Castillo,

reunión de la directiva aird con la ministra de industria Y comercio sonia GuzmÁn, durante la presidencia de elena viYella,

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

98

vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional de la Empresa Privada

(CONEP) . Por la AIRD también participó activamente Carlos Despra-

del quien era asesor de la misma desde hacía algún tiempo. Durante

varios años, representantes de distintas ramas del sector industrial tu-

vieron que viajar a los países centroamericanos, para participar como

asesores de los negociadores oficiales.

Un paso importante realizado por la AIRD para nutrirse de mayor

información durante las negociaciones del Acuerdo de Libre Co-

mercio con Centroamérica y posteriormente con respecto al DR-

CAFTA, lo fue su afiliación a la Federación de Cámaras y Asocia-

ciones Industriales de Centroamérica (FECAICA), de la cual forma

parte desde el mes de octubre del año 2001.

LAS PRIMERAS NEGOCIACIONES CON CENTROAMéRICA

Este proceso de negociación fue muy difícil para la República

Dominicana pues ni el gobierno, ni los empresarios tenían expe-

riencia sobre la materia, ya que nunca el país había negociado

acuerdos comerciales de este alcance. Sin embargo, por la otra

parte, los países centroamericanos ya tenían acumulada una gran

experiencia, derivada del largo proceso de integración económica

que había tenido lugar en el istmo. Por lo tanto, en las negociacio-

nes se cometieron algunos errores que posteriormente tuvieron

un alto costo para algunas ramas industriales del país.

instalaciones Bepensa dominicana

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

99

Después de un arduo proceso de negociaciones, finalmente en el

mes de abril del 1998 los presidentes de los países centroame-

ricanos y el presidente Fernández firmaron un Tratado de Libre

Comercio el cual constituyó el primero de una serie de tratados

comerciales que suscribiría posteriormente la República Domini-

cana. Sin embargo, no fue hasta octubre del 2001 cuando dicho

tratado pudo entrar en vigencia. A partir de esa fecha todos los

bienes podían intercambiarse libremente entre nuestros países,

excepto 14 productos que se quedaron fuera del acuerdo, espe-

cialmente bienes de origen agropecuario, pero también algunos

industriales, como la cerveza y el azúcar.

Este nuevo paso para la apertura de la economía dominicana re-

presentaba un reto adicional para la industria nacional, la cual pasó

a competir libremente con la industria de Centroamérica en am-

bos mercados, es decir el doméstico y el centroamericano. Hasta

el momento los resultados de este acuerdo han sido desfavora-

bles para la República Dominicana pues de acuerdo a datos de la

Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA),

durante el 2011 las naciones centroamericanas exportaron a

nuestro país 465.8 millones de dólares (especialmente produc-

tos manufacturados), mientras que la República Dominicana sólo

pudo exportar a esa región 169.2 millones, lo que demuestra el

agravamiento del déficit comercial que se ha producido en los

últimos años, en contra de la República Dominicana.

almuerzo 37 aniversario aird, 1999.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

100

Además, muchas industrias dominicanas se han visto seriamente

amenazadas como son las de confitería, galletas, plásticos, sacos,

alambres eléctricos y productos de limpieza, entre otras. Aunque

también se debe señalar que algunas empresas del país como

es el caso de Multiquímica y la industria metalúrgica, han logrado

penetrar el mercado centroamericano. Sin embargo, se necesitan

esfuerzos, tanto en el sector público como en el privado, para que

la competitividad del sector industrial dominicano se iguale a la

de Centroamérica, para que otras empresas puedan incursionar

exitosamente en ese mercado.

Este resultado negativo evidenció que la industria centroameri-

cana dispone de una serie de ventajas comparativas frente a la

dominicana, entre las que se destaca el bajo costo de la energía

en esos países, así como algunos incentivos que sus respectivos

gobiernos ofrecen a la manufactura de exportación. De ahí que

los industriales dominicanos se vieron en la necesidad de seguir

reclamando a los gobiernos mejorar las condiciones fiscales para

compensar todas estas deficiencias.

NEGOCIACIONES DE CARICOM

Con posterioridad al proceso de negociación del Acuerdo de Li-

bre Comercio con Centroámerica, la República Dominicana inició

gestiones para el establecimiento de un Area de Libre Comercio

con los países de la Comunidad del Caribe (CARICOM), las cuales

presidente Hipólito meJía Junto a elena viYella de paliza, en acto de toma de posesión de la directiva aird, 2002.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

101

fueron abiertas formalmente el 22 de agosto del año 1998, en la

cuidad de Santo Domingo.

El interés de la AIRD en este proceso fue evidente, por lo que

gracias a su empuje se logró que el Protocolo de este acuerdo

fuera suscrito el 28 de abril del 2000, por el Secretario de Estado

de Relaciones Exteriores de República Dominicana y el Secreta-

rio General de CARICOM. Sin embargo, no fue hasta el 1ero. de

diciembre del 2001 que entró en vigencia con los países de Bar-

bados, Jamaica y Trinidad y Tobago, y el 6 de octubre del 2004

con Guyana, y finalmente con Surinam el 8 de agosto del 2005.

NEGOCIACIONES CON LOS ESTADOS UNIDOS (DR-CAFTA)

Luego de las negociaciones comerciales con los países cen-

troamericanos y del CARICOM, los próximos gobiernos que tuvo

la República Dominicana se vieron en la necesidad de negociar

acuerdos de libre comercio con los Estados Unidos de América y

más tarde con la Comunidad Europea.

En el caso de los Estados Unidos, los países centroamericanos

empezaron negociaciones dentro del espíritu del diálogo que ha-

bían iniciado los presidentes del Continente para la creación de

un área de libre comercio de Las Américas. Ante la imposibili-

dad de poder negociar un acuerdo conjunto con todos los países,

visita del GoBernador del Banco central, frank Guerrero prats, durante la Gestión de lisandro macarrulla.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

102

Estados Unidos decidió comenzar negociaciones bilaterales con

cada país o bloque de países. Una de las primeras iniciativas fue

negociar con Centroamérica, la cual empezó en enero del 2002.

Estas largas negociaciones culminaron con un entendimiento

para lograr un área de libre comercio entre ambas partes, aunque

su formalización se pospuso para ver cual sería la posición que

asumiría la República Dominicana.

Frente a esta realidad, las empresas de zonas francas de la Re-

pública Dominicana llegaron a la conclusión de que ese acuerdo

de libre comercio pondría a los industriales centroamericanos en

mucha mejor posición competitiva frente a la República Domini-

cana para exportar al mercado norteamericano. Este era el caso

particular de la industria textil que en ese momento representaba

el 50% de las exportaciones dominicanas a los Estados Unidos y

generaba unos 120,000 empleos directos.

Por lo tanto, las empresas de zonas francas manifestaron al gobierno

dominicano que nuestro país no podía quedarse fuera de un acuerdo

comercial tan importante y solicitaron que la República Dominicana

comunicara al gobierno de los Estados Unidos su deseo de participar

en el mismo. De ahí que en enero del 2003 se iniciaron negociaciones

por parte del gobierno del presidente Hipólito Mejía, las cuales enfren-

taron el inconveniente de que prácticamente las principales condicio-

a la izquierda, instalaciones césar iGlesias, san pedro de macorís.

a la derecHa, reunión durante las neGociaciones comerciales, 2001.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

103

nes del acuerdo ya se habían negociado con los países centroameri-

canos y resultaba muy difícil obtener algunos logros adicionales para

nuestro país, especialmente donde teníamos ciertas debilidades. Por

lo tanto, se trataba prácticamente de un acuerdo de adhesión. Por

parte del gobierno dominicano le correspondió conducir las negocia-

ciones a la Secretaría de Estado de Industria y Comercio, con el apoyo

de otras dependencias del gobierno.

Estas negociaciones comerciales con una de las principales po-

tencias mundiales requirió grandes esfuerzos a lo interno de la

AIRD para poder presentar una posición negociadora coherente

con los intereses del sector, lo cual no fue una tarea fácil, dado

los conflictos internos que se presentaron entre sus miembros, los

cuales tuvieron que ser conciliados, previo a las negociaciones. A

todo esto se sumó la peculiaridad de que la República Domini-

cana no había participado en las negociaciones iniciales con los

centroamericanos, por lo que fue bastante difícil para la Asocia-

ción poder hacer valer sus argumentos. De ahí que en numerosas

ocasiones los negociadores oficiales adoptaron posiciones que

no se correspondían con los intereses del sector industrial del

país, lo que produjo algunas fricciones en más de una ocasión.

En las negociaciones del TLC con los Estados Unidos hubo una

destacada actuación de industriales miembros de la AIRD, así como

a la izquierda, celso marranzini Y José Gior ariza durante las neGociaciones del tlc con centroamérica, 1999.

derecHa, edificio del ministerio de relaciones exteriores.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

104

de otros empresarios nacionales. Todos ellos participaron en cali-

dad de asesores de los negociadores oficiales del gobierno domini-

cano, en las reuniones que se celebraron en la ciudad de Washing-

ton, en Santo Domingo, así como en Centroamérica. De parte de la

AIRD, la responsabilidad mayor cayó sobre el presidente de la ins-

titución, Lisandro Macarrulla. También se destacaron: Celso Juan

Marranzini, Elena Viyella, Richard Aróstegui, Yandra Portela, Carlos

Fernandez, Franklin Báez Brugal, Campos de Moya, Luis Viyella,

Maribel Gassó, Ricardo Koenig, Francisco García Crespo y otros.

Sin embargo, algunos puntos negociados por el gobierno produje-

ron desacuerdos con los industriales dominicanos, los cuales consi-

deraron que en algunos aspectos fueron perjudicados, como fue el

caso de la industria azucarera, la cual se opuso a la ratificación de

dicho acuerdo por parte del Congreso Nacional.

Finalmente, en el mes de agosto del 2004, después de un año y me-

dio de arduas discusiones y apenas tres rondas de negociaciones se

firmó en Washington el DR-CAFTA. Con la firma de este importan-

te acuerdo, la República Dominicana daba un paso adicional hacia la

apertura de su economía, pues se trataba de un acuerdo con uno de

los países más desarrollados, lo que significaba la necesidad de tener

que competir en lo adelante con productos procedentes de una de

las economías más eficientes del mundo, no sólo en su mercado, sino

también en nuestro mercado doméstico. Para estos fines, el acuerdo

contemplaba un período de desgravación gradual de los aranceles

cuya duración dependía de la sensibilidad de cada producto.

ricHard arósteGui, HenrY sadHalÁ Y leonardo varGas en un encuentro de la aird, 1999.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

105

Este nuevo acuerdo comercial representó un nuevo reto para la in-

dustria nacional, el cual ha podido ser enfrentado exitosamente por

varias ramas industriales del país, aunque algunas sucumbieron por

no poder resistir la competencia de esa potencia industrial. Las múl-

tiples empresas que han podido sobrevivir ya no reciben préstamos

en términos especiales, como sucedió durante la vigencia del FIDE, ni

tampoco disfrutan de tasas de cambio preferenciales. Prueba del for-

talecimiento de la capacidad competitiva del sector, es que ya están

compitiendo, sin protección arancelaria, con productos provenientes

de las economías más desarrolladas del planeta.

EL ACUERDO CON LA UNIÓN EUROPEA (EPA)

A principios del año 2007, durante el gobierno del presidente Fer-

nández, el país se vio nuevamente en la necesidad de negociar un

acuerdo de libre comercio con una potencia industrial, en este caso

la Unión Europea, debido a que las concesiones unilaterales que

nos ofrecían los europeos dentro del acuerdo de Cotonou, concluían

en diciembre de ese año. Además, la Unión europea había contraí-

do compromisos dentro de la Organización Mundial del Comercio

(OMC) para eliminar las concesiones unilaterales que proporciona-

ba ese acuerdo. Por consiguiente, el mismo debía ser sustituido por

un esquema de reciprocidad en las preferencias comerciales.

a la izquierda, Yandra portela vila Junto a miGuel cocco, durante firma de acuerdo inter institucional, 2004.

a la derecHa, edificio GuBernamental (Huacal).

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

106

Sin embargo, aunque la República Dominicana se vio precisada

a negociar junto con los países del CARICOM, tuvo mejor opor-

tunidad de defender el interés nacional, pues no se había llegado

a ningún acuerdo previo y por tanto existía mayor libertad de ne-

gociación que en el caso del DR-CAFTA. Por parte del gobierno

dominicano, le correspondió llevar estas negociaciones a la Se-

cretaría de Estado de Relaciones Exteriores, bajo la dirección del

Canciller Carlos Morales Troncoso.

En esta nueva ocasión, los industriales también tuvieron que de-

dicar un largo período de tiempo a fin de lograr que los negocia-

dores oficiales obtuvieran los mejores resultados posibles para

nuestro país, ya que Europa representa un mercado muy atractivo

para varios productos nacionales, como es el caso del ron, los

cigarros, el azúcar, el chocolate y otros. Para poder negociar junto

con los países del CARICOM, se tuvo que crear el CARIFORO el

cual agrupa a las naciones de la Comunidad del Caribe (CARI-

COM) más la República Dominicana.

Las negociaciones se desarrollaron en dos niveles. Primero, varias

rondas de negociaciones con los miembros del CARICOM, a fin de

lograr un consenso, que pudiese servir de base para las negocia-

ciones. Para estos fines la AIRD contrató los servicios de Roberto

Despradel para que le asesorara en las mismas. Durante ese pro-

ceso, las comisiones sectoriales de la Asociación trabajaron incan-

sablemente en la elaboración de un listado de productos sensibles

instalaciones cemento colón.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

107

en base a criterios de valor agregado, que sirvió de marco para una

mejor discusión del acuerdo y para que los negociadores dominica-

nos pudiesen obtener los mejores logros para el país.

Posteriormente, se llevaron a cabo las rondas de negociaciones con

la Comunidad Europea, las cuales fueron alrededor de 15 rondas

celebradas tanto en Bruselas como en diferentes países del Cari-

be. En todas estas rondas participaron miembros de la AIRD que

tuvieron que viajar constantemente a todos estos países. El proceso

de negociación finalmente concluyó en diciembre del 2007, con la

firma del EPA. Esta fue una de las actividades más importante de la

AIRD durante ese año, la cual estuvo presidida por Yandra Portela

Vila y Manuel Diez Cabral, así como bajo la dirección de Circe Al-

manzar en su calidad de vicepresidente ejecutiva de la Asociación.

En esas negociaciones se destacaron, entre otros, los representan-

tes de empresas licoreras, azucareras, de cigarros y otras.

El EPA representa el acuerdo comercial más favorable que ha fir-

mado la República Dominicana desde que comenzaron las nego-

ciaciones de acuerdos de libre comercio. En este sentido, la AIRD

ha reconocido públicamente la excelente labor llevada a cabo por

el equipo negociador, dirigido por el Ministerio de Relaciones Ex-

teriores bajo la dirección del Canciller Carlos Morales Troncoso.

arriBa, de izquierda a derecHa, rafael menicucci, lisandro macarrulla, el canciller carlos morales troncoso Y manuel diez caBral, 2009.

aBaJo, edificio centro de exportación e inversión de la repúBlica dominicana (cei-rd).

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

108

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

109

CAPÍTULO VIII LAS RELACIONES LABORALES

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

110

urante muchas décadas las relaciones laborales es-

tuvieron reguladas por el Código de Trabajo de la

República Dominicana, llamado Código Trujillo de Trabajo, que

se promulgó en el 1951 y aunque fue objeto de varias modifica-

ciones posteriores, los trabajadores siguieron presionando para

lograr una nueva legislación laboral.

El tema fue retomado durante el Diálogo Tripartito llevado a cabo

como consecuencia de la crisis económica del 1990, razón por la

cual el gobierno del Dr. Joaquín Balaguer solicitó a tres distingui-

dos juristas, Lupo Hernández Rueda, Rafael Alburquerque y Milton

Ray Guevara, que elaboraran un anteproyecto del Nuevo Código de

Trabajo, el cual por su trascendencia e impacto en la vida nacional y

en el sector industrial, ameritó una atención especial por parte de la

AIRD. Dada su importancia, la Asociación contrató los servicios de

dos expertos en la materia, los doctores Hugo Ramírez Lamarche

y Ramón Martínez Morillo para que conjuntamente con el Secre-

tario General de la Asociación, Salvador E. Paradas, analizaran in

extenso aquellos puntos del anteproyecto de ley que pudiesen ser

controversiales y perjudiciales para el sector industrial.

La posición del sector empresarial, incluyendo la AIRD, fue que

cualquier modificación de las leyes laborales fuese fruto del con-

senso entre el gobierno, los empleadores y los trabajadores. Asi-

mismo, que el nuevo código se adecuara a las aprobaciones que

se habían logrado en el Diálogo Tripartito.

LAS RELACIONES LABORALES

CAPÍTULO VIII

D

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

111

Para estos fines, la Secretaría de Estado de Trabajo organizó un

encuentro con representantes de los tres sectores que componían

el Diálogo Tripartito, el cual se celebró en el mes de mayo del 1991,

con la asistencia también de expertos de la Organización Interna-

cional del Trabajo (OIT). De ese encuentro emanaron las bases para

un anteproyecto del Nuevo Código de Trabajo. En ese encuentro

el ex presidente de la AIRD, George Arzeno Brugal, indicó que “los

esfuerzos de modificación de las leyes laborales deben estar en-

marcados y acordes con la Constitución de la República y el Estado

de Derecho, para que se preserve la equidad, el equilibrio de las

partes y el pragmatismo y que las mismas cuenten con el aval de

organizaciones internacionales que evalúen las experiencias conti-

nentales sobre la materia”. En esa ocasión, los representantes de

la AIRD ratificaron la firme vocación de diálogo y la disposición de

dirimir, por la vía de la concertación, los conflictos que se pudieran

presentar en una democracia como la que vivía el país.

portada, oBreros Y maquinarias de falconBridGe.

en esta pÁGina, vistas aéreas inGenio central romana.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

112

Posteriormente, la comisión de juristas presentó ante una comi-

sión bicameral del Congreso Nacional el anteproyecto de ley, el

cual fue finalmente aprobado y convertido en ley el 29 de mayo

del 1992. Así surgió la Ley No. 16-92, que creó el nuevo Código

de Trabajo de la República Dominicana, el cual tiene el mérito

de haber sido el fruto de un largo proceso de consultas entre los

representantes del gobierno, de los trabajadores y de los emplea-

dores, donde la AIRD jugó un papel relevante, bajo la presidencia

de Jorge Abbott y posteriormente de José Manuel Paliza.

Actualmente se están considerando algunas reformas al código la-

boral vigente, las cuales obedecen a solicitudes hechas tanto por

el sector laboral como el empresariado con el propósito de fortale-

cer la aplicación de dicha legislación y eliminar distorsiones en los

procedimientos judiciales para evitar malas practicas por parte de

supuestos abogados laboristas que han abusado de dicha legisla-

ción. Sobre este tema, el sector empresarial ha adoptado una posi-

ción de apertura, pero mantiene algunas reservas dada la situación

en que se encuentra la industria nacional frente a la competencia

internacional, de forma tal que las recomendaciones que se pue-

dan consensuar no atenten contra la precaria posición competitiva

en que se encuentra la industria nacional, pues si la misma queda

afectada seriamente esto podría ir en detrimento de la propia clase

trabajadora del país. En todo este proceso, Marisol Vicens en su

calidad de Asesora Jurídica de la AIRD, junto a la vicepresidente

ejecutiva, Circe Almanzar, jugaron un papel preponderante.

visita de deleGación de la aird al ces de espaÑa, en el marco del proYecto de apoYo al sector privado dominicano (aird-aecid), 2005.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

113

AVANCES EN LA SEGURIDAD SOCIAL

Dentro de las relaciones laborales deben señalarse también los

grandes esfuerzos que por muchos años hicieron los empresarios

de la AIRD para lograr la aprobación de una nueva legislación de

seguridad social que estuviera acorde con los tiempos modernos.

Se debe recordar que el sistema de seguridad social de la Repú-

blica Dominicana se remonta al año 1947, cuando se promulgó la

Ley No.1896 que creaba la Caja Dominicana de Seguridad Social,

la cual fue convertida en el Instituto Dominicano de Seguridad So-

cial (IDSS), luego de la caída del régimen de Trujillo. Sin embargo,

durante toda la década del 1960 y 1970 los trabajadores siguie-

ron reclamando para que se ampliara la cobertura del mismo. Así,

en la postrimería del gobierno de los 12 años del Dr. Balaguer, se

promulgó la ley No.907 que ampliaba la cobertura de los servicios

de salud a las esposas y los hijos de los afiliados.

No obstante, en esa ocasión se dejó intacta la estructura del IDSS,

la cual fue sucumbiendo principalmente por la falta de aporte del

gobierno. Por lo tanto, las grandes y medianas empresas, espe-

cialmente en el sector industrial, se vieron en la necesidad de se-

guir ofreciendo cobertura adicional a sus empleados a través de

la contratación de seguros médicos privados, lo que les represen-

taba un altísimo costo, pues tenían que cubrir un doble pago, el

IDSS y el de los seguros privados.

empleados de las industrias capacitÁndose en el infotep.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

114

Por estas razones, el sector privado, especialmente la industria na-

cional, luchó por largo tiempo para que se superara esta doble co-

tización. Este importante tema ocupó la atención de la AIRD por

muchos años durante los cuales los miembros de la Asociación

dedicaron largas horas de trabajo. Posteriormente, en el año 1996

el gobierno creó una comisión tripartita para que elaboraran un pro-

yecto de seguridad social, lo que trasladó la discusión a las Cáma-

ras Legislativas, las cuales discutieron el tema arduamente hasta

que finalmente en el año 2001, bajo el gobierno del presidente Hi-

pólito Mejía, se aprobó la Ley 87-01 que creó tres regímenes de se-

guridad, el Contributivo, el Subsidiado y el Contributivo Subsidiado,

así como nuevos sistemas de pensiones, salud y riesgos laborales.

Aunque esta ley todavía tiene muchos aspectos que requieren

ser atendidos, ha representado un gran paso de avance para los

trabajadores dominicanos y para las relaciones laborales. Sin em-

bargo, los empresarios de la AIRD, institución que ha contado

con una representación tanto en el Consejo Directivo de la IDSS,

como en del Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS), con-

sideran que el IDSS tiene que continuar un proceso de transfor-

mación y lograr un cabal cumplimiento de todo lo establecido en

le Ley 87-01. En este ámbito, ha sido notable la participación de

Ligia Bonetti Du-Breil, Yandra Portela, Maribel Gassó, Stella León,

Marisol Vicens, Circe Almánzar y Maité Fernández.

acto de lanzamiento del idecem Y firma de acuerdo con universidades e instituciones académicas, 2007.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

115

TECNIFICACIÓN DE LOS TRABAjADORES INDUSTRIALES (INFOTEP)

Un acontecimiento importante en el desarrollo del sector industrial

de la República Dominicana, lo constituyó la creación del Instituto de

Formación Técnico Profesional (INFOTEP) bajo el gobierno del presi-

dente Antonio Guzmán Fernández. El surgimiento de esta institución

se remonta a la década del 1970 cuando el gobierno y los industriales

dominicanos se percataron de que nuestro país no contaba con una

institución que se encargara de la formación técnico profesional, tal y

como tenían otros países del continente. Para estos fines, se sostuvie-

ron numerosas reuniones entre el gobierno, las escuelas vocacionales

existentes, los trabajadores y el empresariado.

Como consecuencia de esas reuniones, el diputado Luis Henry

Molina introdujo una pieza legislativa, la cual contó con el total

apoyo del empresariado nacional. Este proyecto de ley fue apro-

bado en enero del 1980, dando así surgimiento a esta importante

institución. Asimismo, en agosto de ese mismo año se dictó el

reglamento para la aplicación de dicha ley. Esta nueva institución

vino a llenar una necesidad de fortalecer la capacitación, perfec-

cionamiento, especialización y reconvención de los trabajadores

en varias ramas productivas, incluyendo el sector industrial. Desde

su origen, la tarea educativa del INFOTEP no se ha limitado al

adiestramiento técnico, sino que también esta institución ha pues-

to énfasis en a la formación integral del individuo, especialmente

como ente social.

arriBa, firma de acuerdo con el infotep durante la presidencia de Yandra portela vila, 2004.

aBaJo, proceso de calidad cervecería nacional dominicana.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

116

Un logro importante en la historia de INFOTEP se produjo en oc-

tubre del 1990, cuando se celebró en el auditorio de la AIRD, la

primera graduación de aprendices de la formación profesional, en

la que cincuenta personas recibieron sus títulos de técnico califi-

cado en el área de mecánica industrial y mecánica automotriz

Uno de los servicios que actualmente ofrece el INFOTEP esta

dirigido a los sectores productivos para apoyar a las empresas a

identificar e implementar estrategias que le permitan analizar y

solucionar los problemas relacionados con las habilidades y los

conocimientos de los recursos humanos que inciden en la produc-

tividad y competitividad. En este sentido, desde el año 2004 hasta

el 2012 INFOTEP ha dado servicios a 1,659 empresas en este

ramo a través de acciones de capacitación a más de un millón

de trabajadores, muchas de las cuales están relacionadas con el

sector industrial, especialmente de las zonas francas de exporta-

ción y de la pequeña empresa. En efecto, durante ese período, el

sector industrial concentró un 53% de los participantes en cursos

y entrenamientos ofrecidos por el INFOTEP.

capacitaciones ofrecidas por idecem.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

117

INSTITUTO DE ExCELENCIA Y COMPETITIVIDAD EMPRESARIAL (IDECEM)

En los años recientes INFOTEP ha prestado aún mayor atención

a las necesidades del sector industrial, lo que se ha logrado a

través del Instituto de Excelencia y Competitividad Empresarial

(IDECEM), que creó la AIRD con la finalidad de focalizar y satis-

facer las necesidades de formación de los recursos humanos de

las industrias. Este instituto, asesorado por Jacqueline Malagón,

alcanzó su personalidad jurídica en el año 2011.

La nueva institución creada por la AIRD con financiamiento del

BID, tiene por finalidad atacar la situación de desventaja compe-

titiva que encara el país frente a sus competidores globales, por

la baja formación de los recursos humanos del sector empresarial

en general, y del sector industrial en particular. La identificación

de este problema, fue uno de los hallazgos de un estudio reali-

zado por la AIRD en el año 2005, llegándose a la conclusión de

que para avanzar en el sector productivo había que trabajar en la

formación y capacitación de los recursos humanos.

Como parte de la estrategia para introducir el IDECEM en el mer-

cado de la formación y capacitación, la AIRD firmó convenios de

capacitaciones ofrecidas por idecem.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

118

arriBa, acto de inauGuración del salón multiusos aird Y presentación del camBio de imaGen, durante la presidencia de Yandra portela vila, 2006.

aBaJo, los fundadores de la aird fernando viYella Y antonio naJri acra mientras reciBen la Bandera con la imaGen anterior de la asociación.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

119

colaboración institucional con diez de las principales universida-

des del país, con centros de capacitación empresarial y con el IN-

FOTEP, lo que se ha traducido en un incremento de sus servicios

formativos y de asistencia técnica en todos los renglones de la

formación de interés para el sector industrial.

En la actualidad el IDECEM, junto con INFOTEP ofrecen alrededor de

230 cursos de formación técnica, de los cuales un 65% se orientan

hacia el sector industrial, entre ellos mecánica industrial, soldadura,

seguridad industrial, confecciones de prendas de vestir, fabricación de

muebles, producción agroindustrial y otros. Asimismo, ofrece cursos

en amplia gama gerencial, de legislación tributaria y laboral, en la se-

guridad social, temas medioambientales y de formación de pequeños

empresarios para la formalización de sus empresas.

empleados de industrias capacitÁndose.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

120

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

121

CAPÍTULO IxEL PROCESO DE REESTRUCTURACIÓN INDUSTRIAL

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

122

esde su creación los industriales de la AIRD enten-

dieron que la Asociación debería enfocar sus ges-

tiones en tres direcciones. Primero tratando de protegerse de la

competencia desleal proveniente de países con mayor grado de

desarrollo en todos los órdenes; segundo, persuadir al gobierno

para que corrija una serie de distorsiones que entorpecen el desa-

rrollo industrial, y tercero, haciendo transformaciones a lo interno

de las empresas para fortalecer su capacidad competitiva. En este

último aspecto, durante muchos años la AIRD tomó varias inicia-

tivas encaminadas a lograr una mejor y mayor preparación para

participar de forma competitiva en la economía mundial. En esta

sección se incluyen algunas de esas iniciativas.

LOS ESFUERZOS PARA INCREMENTAR LOS ENLACES INDUSTRIALES

A principios de la década del 1990, la AIRD, bajo la presidencia de

Jorge Abbott y posteriormente de José Manuel Paliza y Celso Ma-

rranzini, llevó a cabo un programa con financiamiento de la Agen-

cia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (AID),

cuyo objetivo era apoyar el desarrollo de enlaces de producción y

servicios entre los suplidores locales y los manufactureros locali-

zados tanto en las zonas francas, como fuera de ellas. Este apoyo

se llevó a cabo a través de la asistencia técnica en el desarrollo

de productos y servicios, constituyendo un programa sumamente

importante, pues está demostrado que una de las bases del éxito

EL PROCESO DE REESTRUCTURACION INDUSTRIAL

CAPÍTULO IX

D

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

123

de cualquier proceso de industrialización es lograr la integración

vertical de la actividad productiva. Dicho programa se basó inicial-

mente en el éxito logrado por las zonas francas tanto en Corea del

Sur, como en Taiwán.

Otro objetivo de este ambicioso programa era desarrollar un sistema

auto sostenible de intercambio comercial con la finalidad de crear

un ambiente que fomentara la integración de productos y servicios

locales al proceso de manufacturas de las zonas francas. Todo esto

con el propósito de aumentar la proporción del valor agregado na-

cional y así asegurar un incremento en el valor de exportación de

las firmas localizadas en las zonas francas industriales. En definitiva,

la meta del programa fue incrementar significativamente el número

de empresas de zonas francas industriales que utilizarían compo-

nentes, insumos, materias primas o productos terminados de las

industrias locales, con la finalidad de garantizar una verdadera com-

plementación en la cadena productiva.

Para estos fines fue necesario asegurar la correcta administra-

ción y control de los fondos a través del diseño e implantación de

un manual de control financiero, que permitiría unificar y coordinar

el sistema de información, la estructura organizacional y la admi-

nistración de proyectos.

lanzamiento de los clústeres industriales durante la presidencia de manuel diez caBral, 2008.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

124

Las lecciones aprendidas en este programa de enlaces industria-

les creó las bases para que posteriormente la AIRD pudiese de-

sarrollar programas encaminados a lograr una mayor integración

del sector manufacturero nacional.

EL DESARROLLO DE CLúSTERES

Otro programa que desarrolló exitosamente la AIRD fue el de los

clústeres industriales, el cual se llevó a cabo con la cooperación

del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del Banco Intera-

mericano de Desarrollo (BID), gracias a las excelentes gestiones

realizadas durante la presidencia de Yandra Portela Vila. En térmi-

nos generales, el modelo de clúster representa fundamentalmen-

te la propuesta del Profesor Michael Porter, el cual comprende las

relaciones de competencia entre empresas de la misma actividad,

así como las relaciones con sus proveedores, con actividades de

apoyo, con productores de insumo complementarios y con facto-

res especializados. De esta forma, un clúster productivo es más

que un grupo de empresas dentro de la misma industria. Se trata

de una relación dinámica y una red de colaboración no sólo entre

las empresas que pertenecen al clúster, sino también con todas

las partes interesadas del sector.

En la República Dominicana el modelo competitivo basado en los

clúster, también ha tratado de promover la relación empresarial

y la cooperación entre el sector público y el sector privado, así

como con otros actores, para juntos lograr competir en la econo-

liGia Bonetti du-Breil reciBe del representante del cluster de plÁstico, roBerto frankenBerG, un reconocimiento a la aird por su apoYo. detrÁs andrés van der Horst, maité fernÁndez Y william keesee, 2012.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

125

mía global. En esta tarea la AIRD ha trabajado junto con el Con-

sejo Nacional de Competitividad (CNC). Dentro de este concepto,

actualmente la AIRD está desarrollando el “Programa de Inno-

vación Industrial: Compitiendo con Rapidez y Flexibilidad”. Este

proyecto tiene por objeto articular tres clústeres en los subsec-

tores de plástico, productos de belleza y cacao, el cual se tiene

programado replicar en tres subsectores adicionales: jabones y

detergentes, galletas y pastas alimenticias, e industrias gráficas.

La AIRD ha auspiciado varias actividades para desarrollar el clús-

ter de plástico, como ha sido el taller celebrado en marzo del

2012 sobre Los Fundamentos de la Extrusión de Plásticos, don-

de se dieron a conocer los aspectos más importantes alrededor

del proceso de extrusión de plásticos, incluyendo los diferentes

tipos de resinas, su procesamiento, tipos de equipos y otros temas

relacionados. La investigación llevada a cabo por la AIRD en esa

ocasión reveló que, a pesar de los logros alcanzados, el sector

plástico todavía necesita personal con mejor formación técnica en

la producción, investigación y ventas de sus productos.

En este sentido y comentado este estudio, la Vicepresidenta Eje-

cutiva de la AIRD, Circe Almánzar, indicó que: “para vencer las de-

ficiencias que todavía limitan la capacidad de las empresas para

poder insertarse en el mercado internacional, es necesario que

los sectores públicos y privado unan sus esfuerzos en acciones

conjuntas para capacitar al personal, y desarrollar programas de

mejora de la educación”.

primer foro empresarial caricom-repúBlica dominicana-espaÑa, 2011.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

126

APOYO A UNA ESTRATEGIA INDUSTRIAL BASADA EN RAPIDEZ Y FLExIBILIDAD

Dentro de los múltiples esfuerzos llevados a cabo por la AIRD como

parte de la política industrial elaborada en el 2007, también se en-

cuentran las gestiones llevadas ante los gobiernos para que asuman

un rol activo a fin que la industria nacional pueda ejecutar estrategias

competitivas. Uno de estos casos ha sido la estrategia de rapidez y

flexibilidad, mediante la cual se persigue que el sector público asuma

un compromiso para minimizar el peso burocrático que enfrentan las

empresas, especialmente las demoras en los procesos operativos de

las aduanas. En este sentido, el proceso aduanero y portuario prome-

dio para exportaciones e importaciones en la mayoría de los países

desarrollados es de dos días, mientras que en la República Dominica-

na, aunque se ha reducido de manera importante, todavía se pueden

lograr mejores resultados a través de la Ventanilla Única de Comercio

Exterior que está en proceso de implementación.

Este es un aspecto sumamente importante para el país, pues pre-

cisamente una de las pocas ventajas que tiene la industria nacio-

nal para poder competir en el mercado norteamericano es la cer-

canía geográfica y por tanto, en la medida que pueda ser reducido

el tiempo que toma el proceso aduanero, esto redundará en una

mejor posición competitiva, especialmente frente a países asiáti-

cos, que se encuentran a gran distancia de ese mercado.

encuentro de la directiva de la aird con el director de la dGii, Juan HernÁndez, 2006.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

127

AMPLIACIÓN DE LA INFRAESTRUCTURA DE LA AIRD

Otro de los pasos significativos que dio posteriormente la Aso-

ciación de Industrias para consolidar su posición en la vida ins-

titucional de la República Dominicana, fue la construcción de la

Torre Empresarial AIRD, la cual había sido un viejo anhelo. En

esta edificación no sólo se instalaron las oficinas de la Asociación,

sino también las del Consejo Nacional de la Empresas Privada

(CONEP), la Cámara Americana de Comercio, la Asociación Do-

minicana de Zonas Francas (ADOZONA), la Asociación Nacional

de Jóvenes Empresarios (ANJE) y de muchas otras asociaciones

empresariales del país. Esta nueva edificación fue construida con

recursos aportados por los miembros y se inauguró en diciembre

del año 2000, bajo la presidencia de Nassim Alemany. Al acto de

inauguración asistió el presidente de la República, ingeniero Hi-

pólito Mejía y muchas otras personalidades del país.

Esta obra ha servido como uno de los espacios de referencia del

liderazgo empresarial dominicano y sus salones, en los últimos

años, han sido un lugar propicio para la celebración de numerosas

actividades de concertación, formación y divulgación de las posi-

ciones empresariales.

rafael menicucci Y nassim alemanY, durante el primer picazo Y avances en la construcción de la torre empresarial aird, 1997-1999.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

128

reunión de las asociaciones industriales.

FORTALECIMIENTO DE LAS ASOCIACIONES INDUSTRIALES

En el año 2004, la Asociación de Industrias de la República Dominica-

na con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional

(AECI), desarrolló la implementación del Proyecto de Apoyo al Sector

Privado Dominicano (PASPD), cuyo objetivo principal se centró en la

identificación de las limitaciones o restricciones enfrentadas por el

sector industrial dominicano para un desarrollo sólido y unificado en el

marco de procesos acelerados de apertura y liberalización comercial

prevalecientes a nivel global y regional.

Este proyecto constituyó un aporte importante orientado al logro del

objetivo de modernización de las asociaciones industriales dominica-

nas, para que continúen como hasta ahora, cumpliendo un rol central

en la defensa de los intereses de sus afiliados y se constituya en una

voz unificada para magnificar su aporte al desarrollo nacional.

Otra iniciativa de la AIRD dirigida hacia el fortalecimiento del sector,

fue la planificación estratégica realizada a diversas asociaciones in-

dustriales miembros de nuestra institución, en el año 2010, en el mar-

co del Proyecto de Fortalecimiento de la AIRD y sus asociaciones

miembros, auspiciado por la iniciativa ProInvest de la Unión Europea.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

129

Un elemento central resultante de este proyecto, lo constituyó el

fortalecimiento institucional de dichas asociaciones, a través de la

facilitación de herramientas para la implementación de mejores

prácticas de su gestión gerencial: Asamblea de Asociados, Junta

Directiva, Reglamentos, Comités, Transparencia y Comunicación,

Agenda Empresarial, Planificación Estratégica, análisis FODA,

consulta a afiliados, entre otros.

Para la AIRD es de gran importancia lograr una institución fuerte, que

sirva de voz del sector industrial dominicano y que cuente a su vez

con el apoyo de la mayoría de los industriales dominicanos, logrando

que más empresas e industrias se afilien a la institución, motivo por el

cual fue iniciado en el año 2005 un proyecto de captación de nuevos

socios y conservación de los que ya son miembros.

Las empresas con las que hoy cuenta la AIRD corresponden a diver-

sos sectores, como son: sector alimentos y bebidas, acero, químicos,

construcción, asociaciones industriales, entre otros, las cuales han

sido incluidas en las diferentes comisiones formadas por la AIRD, de-

pendiendo de la actividad a la que se dedique dicha empresa.

proceso de confección de colcHones.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

130

LA LIBRE CONTRATACIÓN DEL TRANSPORTE DE CARGA

Durante muchos años, la AIRD ha considerado excesivo el precio

del transporte de carga en la República Dominicana y ha estado

opuesta a los constantes aumentos realizados por la Federación

Nacional de Transporte Dominicano (FENATRADO), pues este

elemento encarece los costos y atenta contra la posición compe-

titiva del país. Por tal motivo, en reiteradas ocasiones la AIRD ha

demandado a las autoridades nacionales acciones que faciliten la

libre competencia y pongan fin al monopolio existente en el trans-

porte de carga, para evitar aumentos desproporcionados.

En este sentido el presidente de la AIRD, Manuel Diez Cabral, dijo

en una ocasión que es un contrasentido que mientras se habla de

competitividad y se abren las fronteras comerciales de la República

Dominicana, la industria nacional se vea sometida a aumentos des-

proporcionados del costo de los transporte de carga y persistan viejas

deficiencias como es, por ejemplo, el desastroso suministro de energía

eléctrica. Estos conceptos fueron recalcados posteriormente por la

presidenta de la AIRD, Ligia Bonetti Du-Breil, quien fue enfática sobre

la necesidad de que haya libertad en la contratación del trasporte de

carga, de modo que puedan quedar fuera quienes no garanticen ca-

lidad en el servicio y quienes obstaculicen la libertad de contratación.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

131

La AIRD ha hecho un llamado reiterativo para que se inicie un proceso

de institucionalización real en el sector del transporte, especialmente

de cargas, dada la fragilidad y dispersión de los organismos que regu-

lan el sector y la debilidad para aplicar la ley ante actos vandálicos de

organizaciones de transportistas.

LA ACTITUD DE LA AIRD FRENTEA LA CRISIS ENERGéTICA

Uno de los principales obstáculos que enfrenta la competitividad

de la industria nacional, es la crisis energética que ha sufrido la

República Dominicana por décadas, la cual se traduce en un alto

costo de la energía, así como un suministro no confiable. Por es-

tas razones la AIRD a través de los años ha promovido iniciativas

con el fin de sincerar la tarifa eléctrica, aplicar la ley de electrici-

dad y disminuir el subsidio.

Asimismo, la AIRD ha abogado por una reducción de los costos en el

servicio eléctrico y el castigo al robo de la energía para que la CDEEE

se pueda hacer autosuficiente y no requiera del subsidio público. Para

estos fines la AIRD ha entendido que se hace necesario eliminar la

política del ámbito del sector eléctrico, promover las inversiones en

energías renovables y que se pueda contar con una autoridad regula-

dora verdaderamente independiente y menos politizada.

reunión de planificación estratéGica de la aird con pasados presidentes Y consultores, 2011.

CAPÍTULO xLA BúSQUEDA DE LA COMPETITIVIDAD INDUSTRIAL

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

134

esde hacía muchos años, los industriales dominica-

nos estaban convencidos de que las grandes poten-

cias habían acordado la conveniencia de promover la liberaliza-

ción del comercio mundial. En este sentido, también entendían

que nuestro país no podía quedarse fuera de este proceso y que

por tanto la apertura de la economía nacional era inevitable.

Por estas razones, los miembros de la AIRD tomaron la decisión de

iniciar un proceso para lograr el incremento de la productividad de

sus empresas, lo cual era una tarea que tenía que enfocarse en tres

vertientes. Primero, a través de transformaciones a lo interno de las

empresas. Segundo, mediante una mayor eficiencia del Estado y

tercero, mediante cambios legislativos en favor de la competitividad

del sector industrial. En consecuencia, a partir del 1996 la AIRD

intensificó sus acciones en este sentido. Un primer paso fue la ela-

boración, ese mismo año, de un documento sobre los desafíos del

sector manufacturero, el cual se tituló Manufactura 2005.

Como consecuencia de las gestiones llevadas a cabo por la AIRD,

la Secretaría de Estado de Industria y Comercio presentó al go-

bierno y al sector empresarial un Plan Nacional de Competitividad,

el cual había sido elaborado por Antonio Rodríguez Mansfield,

quien habría sido Vicepresidente Ejecutivo de la Asociación, y que

era fruto de una serie de iniciativas y trabajos donde la AIRD tuvo

un papel relevante. Este plan tenía como objetivos principales: a)

desarrollar el potencial económico del país, b) invertir en el capital

LA BÚSQUEDA DE LA COMPETITIVIDAD INDUSTRIAL

CAPÍTULO X

D

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

135

humano y c) fortalecer las capacidades institucionales de la Na-

ción, con el fin de maximizar el rol de las empresas privadas como

actores primarios y entes motores del desarrollo.

EL CONSEjO NACIONALDE COMPETITIVIDAD

En diciembre del 2000 el Poder Ejecutivo presentó la Estrate-

gia Competitiva Nacional, que había sido elaborada con fondos

otorgados por la Agencia Internacional para el Desarrollo de los

Estados Unidos. Como resultado de este proceso de discusión

entre el gobierno y la AIRD, en noviembre del 2001 el gobier-

no del presidente Mejía creó por decreto el Consejo Nacional de

Competitividad, del cual formaron parte varios industriales, entre

ellos, Roberto Bonetti Guerra, Celso Marranzini, Maité Fernández,

Mauricio Haché y Yandra Portela Vila, cuya función principal fue

la de implementar el Plan Nacional de Competitividad.

Dentro del marco de las discusiones en el seno y fuera del Con-

sejo Nacional de Competitividad para lograr un aumento de la

productividad de las empresas industriales, la AIRD procedió a

realizar entrevistas a miembros seleccionados de la misma para

que identificaran los aspectos que limitaban la competitividad del

sector, lo que se produjo a principios del 2004. Todas las empre-

sas entrevistadas estaban exportando entre un 10% y un 60% de

su producción, por lo cual conocían muy bien cuales eran los prin-

durante el primer conGreso de la industria dominicana, 2007.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

136

cipales obstáculos que el país tenía que superar para poder parti-

cipar exitosamente en el comercio mundial. Entre las respuestas

que emanaron del proceso de entrevistas, se pudieron detectar

aspectos comunes que estaban afectando la competitividad del

sector. Entre ellos, los más destacados fueron los que se detallan

a continuación.

LA ENERGÍA ELéCTRICA

Los entrevistados consideraron que la deficiencia del suministro

energético es el factor que más atenta contra la competitividad

del sector, tanto en lo que concierne al alto costo, a la calidad del

servicio (especialmente donde el proceso de producción es con-

tinuo) y finalmente la debilidad institucional dada por el incumpli-

miento de la ley en el otorgamiento de permisos para operar como

usuario no regulado.

OPERACIONES DE LAS ADUANAS Y PUERTOS

El segundo obstáculo señalado por los entrevistados fue el re-

lacionado con el manejo de las aduanas y los puertos, donde el

tiempo de desaduanizar las mercancías, la factura consular y los

procedimientos aduanales, fueron los más denunciados.

DEFICIENCIA INSTITUCIONAL

Los entrevistados también señalaron que el incumplimiento de las

leyes y las normas, la alta evasión fiscal, la concentración y dis-

crecionalidad en la toma de decisiones de los funcionarios y otras

debilidades, eran trabas a la competitividad del sector.

instalaciones de fersan.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

137

LA INEQUIDAD EN LAS CARGAS IMPOSITIVAS

Esta fue otra de las trabas señaladas por los entrevistados, donde

se refirieron a numerosos impuestos que gravan a las actividades

del sector.

Finalmente, como resultado de todas estas acciones llevadas a

cabo durante un largo proceso de consultas y restructuraciones,

en enero del 2006 el presidente Leonel Fernández instituyó me-

diante la Ley No, 01-06 el Consejo Nacional de Competitividad,

sustituyendo así el decreto del 2001. Como se ha señalado, des-

de su creación, el CNC ha sido un fuerte aliado oficial para lograr

un aumento de la competitividad de la industria nacional.

encuentro directiva aird con el director General de aduanas, rafael camilo, 2010.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

138

EL PRIMER CONGRESO DELA INDUSTRIA DOMINICANA

Más adelante, la AIRD, con la cooperación de organismos interna-

cionales, realizó varios estudios con el propósito de identificar los

principales problemas que limitaban la competitividad del sector.

Entre estos estudios, merecen ser destacados el elaborado por Mi-

chael Fairbanks y el OTF Group titulado “El Sector Industrial de la

República Dominicana: Construyendo un Mapa Estratégico”. Tam-

bién el realizado por Roberto Despradel, “Adecuación del Sector

Industrial a la Apertura Económica Global”; así como el de René Vi-

llareal, “Estrategia y Política Industrial de Competitividad Sistémica”.

Todos estos estudios dieron base para que la AIRD preparara un

documento final que planteaba una “Estrategia Para el Desarrollo

del Sector Industrial Dominicano” el cual sirvió de base para las

discusiones que se llevaron a cabo en el “1er. Congreso de la

Industria Dominicana” que se celebró en Santo Domingo el 7 de

marzo del año 2007, en el cual los industriales discutieron am-

pliamente los problemas del sector y acordaran metas de acción.

vista aérea de metaldom.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

139

LA LEY DE COMPETITIVIDADE INNOVACIÓN INDUSTRIAL

Todos estos factores señalados, incluido la firma del DR-CAFTA,

crearon un ambiente propicio para que las diferentes asociaciones

regionales y sectoriales del sector industrial, lideradas por la AIRD,

se unieran con el fin de iniciar un proceso de discusión con repre-

sentantes del gobierno para llegar a un consenso en torno a la ela-

boración de un anteproyecto de ley que sirviera de marco jurídico

a la industria dominicana. Luego de un arduo proceso de discusión

técnica, las cámaras legislativas aprobaron el proyecto de ley de

Competitividad e Innovación industrial, el cual fue convertido en ley

y finalmente promulgado el 4 de diciembre del 2007.

La Ley de Competitividad e Innovación Industrial representa una

de más importantes conquistas logradas recientemente por la in-

dustria nacional. La misma constituyó una pieza fundamental para

que el sector industrial pueda resistir la competencia extranjera

en su propio territorio y a la vez creó condiciones más favorables

para estimular las exportaciones.

edificio proindustria.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

140

Esta nueva ley introdujo varios elementos indispensables para po-

der competir exitosamente. En primer lugar se creó un régimen

especial aduanero para el sector industrial aplicable a los procedi-

mientos de importación y exportación. En lo adelante, la DGA será

la única entidad responsable de la recepción, control, verificación

y despacho de las mercancías.

Otra gran conquista fue que se logró que aquellas industrias, ya

sean nacionales o extranjeras, que estén clasificadas por el Centro

de Desarrollo y Competitividad Industrial (PROINDUSTRIA) y que

exporten a terceros mercados, tendrán derecho al rembolso del

ITBIS, los impuestos selectivos al consumo (telecomunicaciones,

seguros, combustibles) así como al impuesto a los cheques, en un

porcentaje igual al que represente los ingresos por exportación,

del total de la venta. Esto significa una compensación impositiva

equivalente al valor de los productos exportados. Esta concesión

se fundamentó en el principio de que no se deben exportar im-

puestos y que por lo tanto es imprescindible que las exportaciones

estuviesen exoneradas del pago de cualquier impuesto directo o

indirecto que no fuese el que grava a las ganancias corporativas.

reunión con representantes del sector sindical, 2010.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

141

Desde la reforma tributaria aprobada a finales del 2005, la AIRD

había logrado eliminar las tasas arancelarias a los principales insu-

mos y bienes de capital utilizados por la industria nacional. Sin em-

bargo, la Ley de Competitividad e Innovación Industrial contempló

la eliminación del cobro del ITBIS en las aduanas al momento de

hacer las importaciones, lo que representaba un costo financiero

sumamente alto para la industria. Este cobro pasó a ser realizado

por la DGII a fin de que se efectuara al momento de producirse

la venta de los productos. Asimismo, la ley introdujo una exención

impositiva equivalente al monto de las inversiones realizadas por

las industrias en maquinarias y equipos, lo que estimuló la capita-

lización y transformación de las empresas industriales.

Además, la ley incluyó otras facilidades como fue que las empre-

sas que se establecieran en parques industriales pudieran disfru-

tar de todas las facilidades que se le conceden a esos parques,

como es el caso de clasificarla como usuario no regulado en el

uso de la energía eléctrica, pues había sido ampliamente recono-

cido que el alto costo de la energía eléctrica constituía uno de los

principales obstáculos para poder competir internacionalmente.

asamBlea General de la asociación de industriales latinoaméricanos en santo dominGo, 2010.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

142

Otro aspecto subyacente en las gestiones llevadas a cabo por la

AIRD para lograr la aprobación de esta ley, fue la necesidad de

que la actividad industrial contara con una agencia del gobierno

que velara por los intereses del sector, al igual que sucede en el

caso del Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación, el

cual ha sido un valioso aliado del sector privado en el desarrollo de

las zonas francas del país. Este vacío fue llenado con la creación

del Centro de Desarrollo y Competitividad Industrial (PROINDUS-

TRIA) cuyo órgano rector es su Consejo de Directores el cual está

conformado por 7 representantes de organismos gubernamenta-

les y 6 representantes del sector industrial.

Para poder lograr la aprobación de esta ley, los industriales con-

taron con la colaboración de los directores de las dos principales

oficinas recaudadoras del Estado, es decir, de Miguel Cocco, Di-

rector de la Dirección General de Aduanas y Juan Hernández,

Director de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII).

También con Andrés Van der Horst, Director Ejecutivo del Con-

sejo Nacional de Competitividad, así como de Antonio Isa Con-

de, Asesor Industrial del presidente de la República, los que se

convirtieron en facilitadores de la misma. Por el lado de los in-

dustriales le correspondió desempeñar un papel importante a la

entonces presidenta de la AIRD Yandra Portela, a Circe Almanzar,

José miGuel Bonetti, orador invitado del almuerzo anual aniversario aird, 2009.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

143

vicepresidenta ejecutiva de la misma y Roberto Despradel, asesor.

También jugaron un papel importantes varios industriales altos

ejecutivos de empresas exportadoras, entre los que se encontra-

ban Campos de Moya, Francisco García, Celso Juan Marranzini,

Richard Aróstegui, Rafael Menicucci y otros.

Para junio del 2012, se habían acogido a las facilidades contem-

pladas en esta ley, unas 252 empresas industriales, con ventas

totales por un valor superior a los 250,000 millones de pesos,

de las cuales cerca de 40,000 millones correspondían a expor-

taciones realizadas. Asimismo, esas empresas empleaban a unas

80,800 personas, lo que evidencia la importancia de esta ley para

el desarrollo de la industria nacional.

Al decir de algunos industriales, la aprobación de esta ley constitu-

ye el más grande logro del sector industrial de las últimas décadas,

tal y como expresó el presidente de la AIRD, Manuel Diez Cabral.

José león, orador invitado del almuerzo anual aniversario aird, 2010.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

144

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

145

CAPÍTULO xIHACIA UNA NUEVA ERA DEL SECTOR INDUSTRIAL

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

146

ajo la actual presidencia de Ligia Bonetti Du-Breil,

los industriales consideraron necesario celebrar un

Segundo Congreso de la Industria Nacional, con el propósito de

diseñar la nueva estrategia del sector industrial dominicano. En el

Primer Congreso celebrado en marzo del 2007, se logró crear las

bases para la aprobación de la Ley 392-07 sobre competitividad

e Innovación Industrial que a su vez, creó el Centro de Desarrollo

y Competitividad Industrial (PROINDUSTRIA) y el Instituto Domi-

nicano de Excelencia y Competitividad Empresarial (IDECEM).

Los objetivos generales del 2do. Congreso fueron, en primer lu-

gar, actualizar la política industrial dominicana para el período

2012-2017 y en segundo lugar presentar ante los industriales,

empresarios, la sociedad en general, a los candidatos y al próximo

gobierno, el conjunto de estrategias y acciones que permitan im-

pulsar al sector industrial dominicano, elevar su competitividad y

convertirse en pilar fundamental del desarrollo económico y social

de la nación.

Este segundo congreso se llevó a cabo durante los días 18 y 19

de abril del 2012, cuando el país se encontraba en plena cam-

paña electoral para las elecciones presidenciales de ese mismo

año. El tema del evento fue “Hacia una Nueva Era del Sector In-

dustrial”. El mismo fue el resultado de un trabajo conjunto llevado

a cabo por la AIRD, la Asociación Dominicana de Zonas Francas

(ADOZONA), el Consejo Nacional de Competitividad (CNC) y el

HACIA UNA NUEVA ERA DEL SECTOR INDUSTRIAL

CAPÍTULO XI

B

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

147

Ministerio de Industria y Comercio (MIC). En el mismo participaron

cientos de industriales tanto nacionales, como de las zonas fran-

cas, así como representantes de las asociaciones de industrias

sectoriales y regionales. También participaron técnicos de los par-

tidos políticos, instituciones del gobierno, sindicatos, en fin, todos

aquellos comprometidos con el desarrollo del sector industrial.

En dicho evento y luego de deliberaciones llevadas a cabo en sie-

te mesas de trabajo, se dejó plasmada la nueva política industrial

para los próximos cinco años y se establecieron metas puntuales,

entre las cuales se destacaron la necesidad de aumentar las ex-

portaciones a más de 20,000 millones de dólares para el 2017; la

creación de 400 mil nuevos empleos formales en el sector manu-

facturero en igual período; la creación de 2,200 nuevas empresas

industriales. Asimismo, se fijaron la meta de lograr un crecimiento

acumulado del sector de por lo menos un 35% en igual período.

Finalmente, se propusieron lograr que unas 500 empresas –ade-

más de las que ya lo hacen- lleguen a sobrepasar un millón de

dólares de exportación en esos cinco años.

Dentro de la nueva política industrial 2012-2017, presentada en

el 2do. Congreso de la Industria Dominicana se estableció: Prime-

ro, la necesidad de mayor acceso a financiamiento que requiere el

sector para alcanzar las metas propuestas, pues a esa fecha ape-

nas el 6% del total de la cartera de crédito del sistema financiero

se destinaba al sector manufacturero. Segundo, la adecuación del

en portada, asistentes almuerzo anual aniversario aird 2011.

miemBros del comité eJecutivo Junto a los candidatos presidenciales Hipólito meJía Y danilo medina, durante el almuerzo anual aniversario aird 2011.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

148

marco legal de modo que se extiendan las facilidades estableci-

das en la ley de Competitividad e Innovación Industrial. Tercero,

que el desarrollo industrial sea ambientalmente sostenible. Otras

propuestas acordadas fueron el fomento del empleo formal, el de-

sarrollo del capital humano, los requerimientos de infraestructura,

la promoción del encadenamiento productivo y finalmente, el for-

talecimiento del apoyo institucional al sector manufacturero.

Con esta nueva política industrial la AIRD ratificó la vocación ex-

portadora del sector e hizo un llamando a un compromiso para los

próximos cinco años, a ser socios, Estado y sectores productivos,

especialmente el sector industrial, con el fin de garantizar que las

exportaciones tomen el ritmo a que se aspira en la Estrategia Na-

cional de Desarrollo.

En las palabras de la presidenta de la AIRD, Ligia Bonetti Du-Breil,

durante la clausura del 2do. Congreso fueron resumidas las nuevas

prioridades del sector industrial, ”Para dar un salto a la competitivi-

dad, la infraestructura importa, la conectividad, la banda ancha, la in-

versión en puertos, aeropuertos y carreteras, pero también importa

la inversión en educación, en educación para el trabajo, un cambio

de cultura hacia la calidad de nuestros productos. Necesitamos ins-

tituciones gubernamentales coordinadas y funcionales que apoyen

la producción y las exportaciones y que sean dirigidas por funciona-

acto de clausura del seGundo conGreso industrial con la participación de los candidatos a la presidencia de la repúBlica.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

149

rios calificados y comprometidos con los sectores productivos. No

se trata sólo de leyes sino de una verdadera voluntad de parte del

Estado y de un compromiso del sector industrial”.

Agregó que “los industriales no podían perder más tiempo en lo-

grar convertir a la industria dominicana en la gran fuente de em-

pleos formales que requiere nuestro país y aseguró que el sector

sigue constituyendo el ancla de la economía dominicana y un im-

portante motor del desarrollo nacional”.

UN COMPROMISO HISTÓRICO

Un aspecto relevante de ese 2do. Congreso de la Industria Do-

minicana, fue la firma de una declaración de compromiso por el

Desarrollo de la Industria Dominicana, el cual fue rubricado por los

principales candidatos presidenciales para las elecciones del 16

de mayo de ese año, incluyendo al presidente Danilo Medina. En

este histórico documento se reconoce que la manufactura local y

las zonas francas constituyen un pilar fundamental del desarrollo

de la nación dominicana y asumen el compromiso de cumplir con

diez metas básicas para promover la generación de empleos for-

males y asegurar un clima macroeconómico estable y competitivo

para poder alcanzar el desarrollo del sector. A continuación se

presentan los diez puntos básicos de este compromiso:

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

150

Primero.- Fortalecer un clima de negocios que asegure un au-

mento sustancial de las exportaciones y disminuya el déficit co-

mercial de la República Dominicana.

Segundo.- Asegurar una infraestructura adecuada para el desa-

rrollo de parques y zonas industriales, y el impulso de actividades

logísticas, aprovechando la ubicación geográfica del país.

Tercero.- Apoyar la creación de instrumentos que faciliten el ac-

ceso a financiamiento competitivo para las industrias dominicanas

sobre todo para las pequeñas y medianas.

Cuarto.- Garantizar una mayor coordinación entre las entidades

gubernamentales y el sector privado para promover la competitivi-

dad del sector industrial.

Quinto.- Promover la cultura de la calidad, innovación e investi-

gación y desarrollo en el sector manufacturero, en alianza con los

sectores académicos.

Sexto.- Fortalecer el desarrollo de encadenamientos productivos en-

tre las industrias locales, zonas francas, PyME, turismo y agropecuaria.

de izquierda a derecHa, andrés van der Horst, aquiles Bermúdez, el presidente dr. leonel fernÁndez, liGia Bonetti du-Breil Y el ministro de industria Y comercio, manuel García arévalo, 2012.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

151

Séptimo.- Impulsar una política de compras gubernamentales

que priorice la producción local de las grandes, medianas y pe-

queñas industrias.

Octavo.- Preservar y profundizar las medidas en el sector eléctri-

co enfocadas a su eficiencia y profesionalización.

Noveno.- Incentivar y facilitar una producción sostenible y un siste-

ma nacional de manejo de aguas y residuos, promoviendo el reciclaje

y la cultura de las 3Rs (Reducir, Reciclar y Reusar).

Décimo.- Favorecer un entorno fiscal competitivo que evite distor-

siones y estimule la formalización de los negocios informales.

Estos compromisos asumidos por los candidatos presidenciales sin-

tetizan las metas que la República Dominicana debe cumplir para im-

pulsar el sector industrial y constituyen un acuerdo formal entre el go-

bierno y los empresarios industriales del país. Por estas razones debe

servir de base para las futuras acciones que asuma la Asociación de

Industrias de la República Dominicana en los años por venir.

participantes del seGundo conGreso de la industria dominicana.

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

152

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

153

acto de reconocimiento de la presidencia de la repúBlica a la aird en su cincuenta aniversario, a sus fundadores Y a las industrias con mas de 50 aÑos de fundación.

EPÍLOGO Y AGRADECIMIENTOS

ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

156

EPÍLOGO

Como se ha podido apreciar en esta publicación, la historia de la Asociación de Industrias

de la República Dominicana durante sus 50 años de existencia, es una clara demostra-

ción de lo que 242 años atrás afirmó el sagaz economista escoses Adam Smith, cuando

señaló en su monumental obra La Riqueza de las Naciones (1770), que “al buscar su pro-

pio interés, el particular muchas veces favorece el de la sociedad mucho más eficazmente

que si lo hiciese a propósito”.

En efecto, durante estos 50 años el sector industrial ha jugado un papel estelar en el de-

sarrollo económico y social de la República Dominicana, el cual va más allá de las cifras

estadísticas que señalan los logros del sector en materia de creación de empleos, aportes

al Producto Nacional, generación de exportaciones de bienes, aportes fiscales y otros. La

actividad industrial llevada a cabo por las empresas industriales, incluidas las establecidas

en las diversas zonas francas del país, ha sido fundamental para la transformación de la

mentalidad rural de los hombres y mujeres de este país, para así convertirlos en protago-

nistas más activos del desarrollo nacional.

Sin lugar a dudas, a través de las labores industriales, los trabajadores se han percatado

de lo que significa la productividad laboral y su relación con la escala salarial; se han so-

metido a la disciplina de un trabajo organizado; se han acostumbrado a respetar un hora-

rio de trabajo lo cual es fundamental en cualquier sociedad organizada; se han visto en la

necesidad de reconocer el principio de la jerarquía y sobre todo, también han aprendido

que los esfuerzos y la dedicación son la base de los ascensos económicos en el sector

privado y consecuentemente de un mayor bienestar.

Las actividades industriales han contribuido a que los trabajadores se hayan percatado

de lo que representa el adelanto tecnológico como herramienta fundamental para el de-

sarrollo de las actividades productivas. Asimismo, han podido apreciar la importancia que

tienen las investigaciones para lograr un aumento de la productividad. En fin, el incipiente

desarrollo industrial que ha experimentado la República Dominicana en estas últimas cin-

co décadas, ha sido fundamental para que hoy la sociedad dominicana se vaya insertando

en la economía mundial y pueda así aumentar su bienestar económico.

Por estas razones los industriales del país se sienten complacidos que mediante el De-

creto No.187-12, el presidente de la República estableció el 7 de abril de cada año, como

el día de la industria nacional, lo cual fue anunciado en un acto de reconocimiento a las

industrias dominicanas con más de 50 años de operaciones en el país.

50 AÑOS DE DESARROLLO INDUSTRIAL

157

AGRADECIMIENTOS

La AIRD agradece a las siguientes empresas, instituciones y personas

por su colaboración para la elaboración de la presente obra:

AES Dominicana

Banco Popular

BEPENSA

Brugal

Central Romana

Cervecería Nacional Dominicana

Grupo FERSAN

Grupo SID

Grupo VICINI

Industrias Nacionales

Multiquímica Dominicana

Archivo General de la Nación

José Miguel Bonetti, Mario Cabrera, Jorge Abbott, Nassim Alemany,

Celso Marranzini, Lisandro Macarrulla, Yandra Portela Vila, Richard

Aróstegui, Celso Juan Marranzini, Jacqueline Malagón y Stella León.

DIRECTIVASNACIONALESAIRD

Horacio Álvarez Saviñón Presidente

Fernando Viyella1er. Vicepresidente

Antonio Najri2do. Vicepresidente

Raúl Domingo Secretario

Renato de Castro Vicesecretario

Miguel Guerra Sánchez Tesorero

Felipe ViciniVicetesorero

Ramón Vila PiolaVocal

Pedro MallaVocal

Miguel DosheVocal

Agustín VerdejaVocal

Joaquín Ramirez de la RochaConsultor Jurídico

Homero Hoepelmán S. Secretario General

19621964

DIRECTIVANACIONAL

Horacio Álvarez Saviñón Presidente

Antonio Najri1er. Vicepresidente

Miguel Doshe2do. Vicepresidente

Miguel Guerra Sánchez Secretario

Pedro MallaVicesecretario

Agustín VerdejaTesorero

Celso Pérez hijoVicetesorero

Manuel ImbertVocal

José SallentVocal

Luis TejadaVocal

Juan García MompóVocal

Comisión de CuentasJ.M. RodríguezVictor Manuel GeraldinoBaldemiro Vólquez

Joaquín Ramirez de la RochaConsultor Jurídico

Homero Hoepelmán S.Secretario General

19641966

DIRECTIVANACIONAL

Antonio NajriPresidente

Ricardo Hernández1er. Vicepresidente

José León Asensio2do. Vicepresidente

José Miguel BonettiSecretario

Agustín VerdejaVicesecretario

Celso Pérez hijoTesorero

Frank ColumnaVicetesorero

Miguel Guerra SánchezVocal

Juan García MompóVocal

Miguel DosheVocal

Mario Cabrera M.Vocal

Joaquín Ramirez de la RochaConsultor Jurídico

José Ernesto García AybarSecretario General

19661968

DIRECTIVANACIONAL

Miguel Guerra SánchezPresidente

Mario Cabrera M.1er. Vicepresidente

José León Asensio2do. Vicepresidente

Celso Pérez hijoTesorero

Eduardo De Castro S.Vicetesorero

José Miguel Bonetti G.Secretario

Manuel Diez MéndezVicesecretario

Horacio Álvarez SaviñónVocalMiguel DosheVocal

Juan García MompóVocal

Elizardo A. Dickson N.Vocal

Miguel RipollSuplente

Frank ColumnaSuplente

Juan Mayol hijoSuplente

Danilo ÁlvarezSuplente

Joaquín Ramirez de la RochaConsultor Jurídico

Ricardo PittalugaSecretario General

19681970

DIRECTIVANACIONAL

Miguel Guerra SánchezPresidente

José León Asensio1er. Vicepresidente

Eduardo De Castro S.2do. Vicepresidente

José Miguel Bonetti G.Tesorero

Manuel Diez MéndezVicetesorero

Mario Cabrera M.Secretario

Celso Pérez hijoVicesecretario

Virgilio Álvarez RentaVocal

Miguel RipollVocal

Miguel DosheVocal

Elizardo A. Dickson N.Vocal

Lorenzo García TroncosoSuplente

José Dencil MeraSuplente

Juan García MompóSuplente

Cándido ViyellaSuplente

Joaquín Ramirez de la RochaConsultor Jurídico

Salvador ParadasSecretario General

19701972

DIRECTIVANACIONAL

Antonio NajriPresidente

José León Asensio1er. Vicepresidente

Eduardo De Castro S.2do. Vicepresidente

José Miguel Bonetti G.Tesorero

Miguel Guerra SánchezVicetesorero

Mario CabreraSecretario

Manuel Diez MéndezVicesecretario

Miguel DosheVocal

George Arzeno BrugalVocal

Elizardo A. Dickson N.Vocal

Celso Pérez hijoSuplente

José Manuel ArmenterosSuplente

Jorge A. VilaltaSuplente

Hugh BracheSuplente

Joaquín Ramirez de la RochaConsultor Jurídico

Salvador ParadasSecretario General

19721974

DIRECTIVANACIONAL

José Miguel Bonetti G.Presidente

Manuel Diez Méndez1er. Vicepresidente

Mario Cabrera2do. Vicepresidente

Eduardo De Castro S.Tesorero

Miguel Guerra Sánchez Vicetesorero

José Manuel ArmenterosSecretario

Fernando ViyellaVicesecretario

George Arzeno BrugalVocal

Miguel Taveras A.Vocal

Elizardo A. Dickson N.Vocal

José León AsensioVocal

Lorenzo García LópezSuplente

Celso Pérez hijoSuplente

Jorge A. VilaltaSuplente

Hugh BracheSuplente

Joaquín Ramirez de la RochaConsultor Jurídico

Salvador ParadasSecretario General

19741976

DIRECTIVANACIONAL

José Manuel ArmenterosPresidente

Antonio Najri1er. Vicepresidente

Carlos A. Bermúdez2do. Vicepresidente

José del Carmen ArizaTesorero

Juan Manuel Pérez RicartVicetesorero

Mario Cabrera M.Secretario

Miguel Guerra SánchezVicesecretario

George Arzeno BrugalVocal

Elizardo A. Dickson N.Vocal

Hugh BracheVocal

Manuel Diez MéndezVocal

Fernando ViyellaVocal

Rafael Perelló hijoVocal

José Ramón HernándezVocal

Lorenzo García LópezVocal

José A. BracheSuplente

Lorenzo García TroncosoSuplente

Enriquillo del RosarioSuplente

Jorge A. VilaltaSuplente

Joan Mayol GarridoSuplente

Celso Pérez hijoSuplente

Joaquín Ramirez de la RochaConsultor Jurídico

Salvador ParadasSecretario General

19761978

DIRECTIVANACIONAL

José Manuel ArmenterosPresidente

Mario Cabrera M.1er. Vicepresidente

José del Carmen Ariza2do. Vicepresidente

Miguel Guerra Sánchez Tesorero

George Arzeno BrugalVicetesorero

Manuel Diez MéndezSecretario

Victor Manuel Espaillat Vicesecretario

Antonio NajriVocal

Eduardo De Castro S.Vocal

Fernando ViyellaVocal

Hugh BracheVocal

Lorenzo García LópezVocal

José Ramón HernándezVocal

Ramón Vila PiolaVocal

Lorenzo García TroncosoVocal

Elizardo Dickson N.Suplente

Joan Mayol GarridoSuplente

Jorge A. VilaltaSuplente

José A. BracheSuplente

Mariana Gómez Franco Suplente

Juan José AttiasSuplente

Joaquín Ramirez de la Rocha Consultor Jurídico

Salvador ParadasSecretario General

19781980

DIRECTIVANACIONAL

Mario Cabrera M.Presidente

José del Carmen Ariza 1er. Vicepresidente

George Arzeno Brugal2do. Vicepresidente

Ramón Vila PiolaTesorero

Miguel Guerra SánchezVicetesorero

Fernando ViyellaSecretario

Hugh BracheVicesecretario

Elizardo Dickson N.Vocal

Eduardo De Castro S.Vocal

Victor Manuel EspaillatVocal

Lorenzo García LópezVocal

Juan José AttiasVocal

Manuel Diez MéndezVocal

Lorenzo García TroncosoVocal

Mariana Gómez FrancoVocal

José J. GonzálezSuplente

Alberto Bonetti BreaSuplente

Marcelino San Miguel IISuplente

Jaime Doorly GinebraSuplente

Mario LamaSuplente

José A. BracheSuplente

Joaquín Ramirez de la RochaConsultor Jurídico

Salvador ParadasSecretario General

19801984

DIRECTIVANACIONAL

José del Carmen Ariza Presidente

George Arzeno Brugal 1er. Vicepresidente

Miguel Guerra Sánchez 2do. Vicepresidente

Manuel Diez Méndez Tesorero

Eduardo De Castro S. Vicetesorero

Jimmy Doorly Ginebra Secretario

Roberto Bonetti Guerra Vicesecretario

Ramón Vila Piola Vocal

Juan José Attias Vocal

José Manuel Paliza Vocal

Mariana Gómez FrancoVocal

Lorenzo García López Vocal

Lorenzo García Troncoso Vocal

Alfredo Rodríguez Vocal

Juan Gassó P.Vocal

Joaquín Ramirez de la Rocha Consultor Jurídico

Manuel E. Gómez Pieterz Secretario General

19841986

DIRECTIVANACIONAL

George Arzeno Brugal Presidente

Miguel Guerra Sánchez 1er. Vicepresidente

Manuel Diez Méndez2do. Vicepresidente

Jimmy Doorly GinebraTesorero

Roberto Bonetti G. Vicetesorero

Ramón Vila Piola Secretario

Eduardo De Castro Vicesecretario

Juan José AttiasVocal

José Manuel Paliza Vocal

Mariana Gómez Franco Vocal

Lorenzo García López Vocal

Elizardo Dickson N. Vocal

Pedro Rivera hijo Vocal

Armando Messina Vocal

Celso Pérez Vocal

Joaquín Ramirez de la Rocha Consultor Jurídico

Salvador Paradas Secretario General

19861988

DIRECTIVANACIONAL

George Arzeno Brugal Presidente

Miguel Guerra Sánchez 1er. Vicepresidente

José Manuel Paliza 2do. Vicepresidente

Ramón Vila Piola Tesorero

Juan José Attias Vicetesorero

Jimmy Doorly Ginebra Secretario

Eduardo De Castro S. Vicesecretario

Roberto Bonetti G. Vocal

Manuel Diez MéndezVocal

Mariana Gómez Franco Vocal

Lorenzo García López Vocal

Elizardo Dickson N. Vocal

Pedro Rivera hijo Vocal

Pedro García Troncoso Vocal

Mario Rodríguez Mansfield Vocal

Franklin Báez Brugal Suplente

Alfredo Rodríguez Suplente

Francisco Rodríguez Suplente

Ramón Alejandro Crouch Suplente

Celso Manuel Pérez Suplente

Franklin León Herbert Suplente

Joaquín Ramirez de la Rocha Consultor Jurídico

Salvador Paradas Secretario General

19881990

DIRECTIVANACIONAL

Jorge Abbott Presidente

José Manuel Paliza 1er. Vicepresidente

Miguel Guerra S. 2do. Vicepresidente

Ramón Vila Piola Tesorero

Juan José Attias Vicetesorero

César Nicolás Penson Secretario

Mariana Gómez Franco Vicesecretario

Pedro Rivera hijo Vocal

Pedro García Troncoso Vocal

Franklin Báez Brugal Vocal

Jaime Bonetti Brea Vocal

Rafael Menicucci Vocal

Mauricio Haché Vocal

Luís José Cabral Vocal

Celso Manuel Pérez Suplente

Henry Sahdalá Jr. Suplente

Rafael Medina Peña Suplente

José Gior Ariza Suplente

Eladio Fernández Alfaro Suplente

Nassim J. Alemany D. Suplente

Comisión de CuentasJesús Hernández Salustiano AcebalPedro Osvaldo Malla

Joaquín Ramirez de la Rocha Consultor Jurídico

Salvador Paradas Secretario General

19901992

DIRECTIVANACIONAL

José Manuel Paliza Presidente

Luís José Cabral 1er. Vicepresidente

Rafael Menicucci 2do. Vicepresidente

Juan José Attias Tesorero

Pedro Rivera hijo Vicetesorero

Miguel Guerra Sánchez Secretario

Mauricio Haché Vicesecretario

VocalesRamón Vila Piola Eladio Fernández AlfaroFranklin Báez Brugal Roberto Sánchez Celso Manuel Pérez Celso Marranzini PérezCésar Nicolás Penson Jaime Bonetti Brea

SuplenteManuel García Arévalo Pedro Thomas Ricart José Gior Ariza Nassim J. Alemany D. Carlos Fernández Alfaro Juan Barceló Salas

Comisión de CuentasJesús Hernández Salustiano AcebalPedro Osvaldo Malla

Joaquín Ramirez de la Rocha Consultor Jurídico

Ricardo Valdéz Albizu Vicepresidente Ejecutivo

19921994

DIRECTIVANACIONAL

Eladio Fernández Alfaro Presidente

Celso Marranzini Pérez 1er. Vicepresidente

Rafael Menicucci 2do. Vicepresidente

Nassim J. Alemany D. Tesorero

Elena Viyella de Paliza Vicetesorero

Juan José Attias Secretario

Mauricio Haché Vicesecretario

VocalesMiguel Guerra Sánchez Ramón Vila Piola César Nicolás Penson Lisandro Macarrulla José Gior Ariza Miguel Feris hijo Winston Nouel Barrera Celso Manuel Pérez

SuplentesJaime Bonetti BreaJulio Brache ÁlvarezManuel García Arévalo Carlos Fernández AlfaroMario Cabrera VitienesManuel Onésimo Cruz

Comisión de CuentasJosé Antonio AcebalOscar Valiente hijoPedro Osvaldo Malla

Joaquín Ramirez de la Rocha Consultor Jurídico

Antonio Rodríguez Mansfield Vicepresidente Ejecutivo

19941995

DIRECTIVANACIONAL

Celso Marranzini Pérez Presidente

Rafael Menicucci Vicepresidente

Nassim J. Alemany D. Tesorero

Elena Viyella de Paliza Vicetesorero

Juan José Attias Secretario

Mauricio Haché Vicesecretario

VocalesMiguel Guerra Sánchez Ramón Vila PiolaCésar Nicolás PensonLisandro Macarrulla José Gior Ariza Miguel Feris hijo Winston Nouel Barrera Celso Manuel Pérez

SuplenteJaime Bonetti Brea Julio Brache Álvarez Manuel García Arévalo Carlos Fernández Alfaro Mario Cabrera Vitienes Manuel Onésimo Cruz

Comisión de CuentasAntonio Acebal José Oscar Valiente hijoPedro Osvaldo Malla

Joaquín Ramirez de la Rocha Consultor Jurídico

Antonio Rodríguez Mansfield Vicepresidente Ejecutivo

19951996

DIRECTIVANACIONAL

Nassim J. Alemany D. Presidente

Rafael Menicucci 1er. Vicepresidente

Antonio Espín 2do. Vicepresidente

Henry Sahdalá Jr. 3er. Vicepresidente

Maribel Gassó Tesorero

Jaime Bonetti Brea Vicetesorero

Domingo Viyella Secretario

Carlos Fernández Alfaro Vicesecretario

VocalesMauricio Haché José Luis de Ramón Ramón Vila Piola Lisandro Macarrulla Winston Nouel Barrera Miguel Feris Iglesias José Antonio Acebal José Gior Ariza

SuplentesManuel Onésimo Cruz Julio Virgilio Brache José Luis Venta Miguel Feris Iglesias

Comisión de CuentasManuel García ArévaloJuan José AttiasHugo Rivera

Joaquín Ramirez de la Rocha Consultor Jurídico

María del Carmen Jáquez Directora Ejecutiva

19961998

DIRECTIVANACIONAL

Nassim J. Alemany D. Presidente

Rafael Menicucci Vicepresidente

Henry Sahdalá Jr. Vicepresidente

Alberto Yunén Vicepresidente

Miguel Feris Iglesias Vicepresidente

Luis Manuel Pellerano Vicepresidente

Andrés Julio Grullón Socias Vicepresidente

Irving Redondo Tesorero

José Gior Ariza Vicetesorero

José Luis Venta Secretario

Fernando Armenteros Vicesecretario

VocalesLisandro Macarrulla Domingo Viyella Manuel García Arévalo Winston Nouel Barrera Félix GarcíaCarlos Fernández AlfaroJuan José AttiasJosé Antonio Acebal SuplentesRicardo Barceló Yandra Portela Vila Francisco García Crespo

Campos De Moya Joaquín Sánchez A. Carmen Rosa LorenzoLuis Celso GarcíaCarlos Guillermo León

Consultores JurídicosMaribel GassóJoaquín Ramirez de la Rocha

Juan Daniel BalcácerVicepresidente Ejecutivo

María del Carmen Jáquez Directora Ejecutiva

19982000

DIRECTIVANACIONAL

Nassim J. Alemany D. Presidente

Henry Sahdalá Jr. Vicepresidente

Irving Redondo Vicepresidente

Antonio Espín Vicepresidente

Julio Hernández Vicepresidente

Fernando Capellán Vicepresidente

Richard Aróstegui Vicepresidente

Rafael Menicucci Tesorero

Francisco García Crespo Vicetesorero

José Luis Venta Secretario

Campos De Moya Vicesecretario

VocalesLisandro Macarrulla Domingo Viyella Manuel García ArévaloYandra Portela VilaJosé Gior ArizaCarlos FernándezJuan José AttiasJesús Moreno

SuplentesJuan BarcelóNorberto RomeroJulio Virgilio BracheJanet Rivera

Winston Nouel B.Ramón EchevarríaLuis Celso GarcíaRubén Reynoso

Comisión de CuentasJosé Ramón PuigCarmen Rosa LorenzoMauricio HachéIng. Hugo Rivera

Consultores JurídicosMaribel GassóJoaquín Ramírez de la Rocha

María del Carmen Jáquez Directora Ejecutiva

20002002

DIRECTIVANACIONAL

Elena Viyella de Paliza Presidente

Lisandro Macarrulla Vicepresidente

Richard Aróstegui Vicepresidente

Mauricio Haché Vicepresidente

Irving Redondo Vicepresidente

Rafael Álvarez Crespo Vicepresidente

Ernesto Sánchez Vicepresidente

Rafael Menicucci Tesorero

Francisco García Crespo Vicetesorero

Yandra Portela Vila Secretario

Campos De Moya Vicesecretario

VocalesManuel EstrellaJulio Virgilio BracheJosé Gior Ariza Ligia Bonetti Du-BreilManuel DiezJosé Alfredo Corripio Manuel PerellóPedro Osvaldo Malla

SuplentesCarlos Fernández Alfaro Domingo ViyellaCelso Juan Marranzini Winston Nouel B.Juan José AttiasJosé CaroWilliam Roberto Calderón Manuel García Arévalo

Comisión de CuentasJosé Luis VentaJuan Barceló S.Pavel García

Consultores JurídicosMarisol Vicens BelloJoaquín Ramírez de la Rocha

María del Carmen Jáquez Directora Ejecutiva

2002DIRECTIVANACIONAL

Lisandro Macarrulla Presidente

Richard Aróstegui Vicepresidente

Ligia Bonetti Du-Breil Vicepresidente

Mauricio Haché Vicepresidente

Irving RedondoVicepresidente

Rafael Álvarez Crespo Vicepresidente

Ernesto Sánchez Vicepresidente

Rafael Menicucci Tesorero

Francisco García Crespo Vicetesorero

Yandra Portela Vila Secretario

Campos De Moya Vicesecretario

VocalesManuel Estrella Manuel Vicente DiezJosé Alfredo Corripio José Gior Ariza Héctor Vinicio Mella Julio Virgilio BracheMaribel Gassó Vocal

SuplentesCarlos Fernández Alfaro Domingo ViyellaCelso Juan Marranzini Winston Nouel B.

Juan José AttiasJosé CaroWilliam Roberto Calderón Manuel García Arévalo

Comisión de CuentasJosé Ramón PuigCarmen Rosa LorenzoMauricio HachéHugo Rivera

Consultores JurídicosMarisol Vicens BelloJoaquín Ramírez de la Rocha

María del Carmen Jáquez Directora Ejecutiva

Nov. 20022004

DIRECTIVANACIONAL

Yandra Portela Vila Presidente

Julio Virgilio Brache Vicepresidente

Richard Aróstegui Vicepresidente

Mauricio Haché Vicepresidente

Rafael Menicucci Vicepresidente

Campos De Moya Vicepresidente

Celso Juan Marranzini Vicepresidente

Francisco García Crespo Tesorero

Fidel SotoVicetesorero

Ligia Bonetti Du-Breil Secretario

Irving Redondo Vicesecretario

VocalesManuel Vicente Diez Rafael Álvarez Crespo Eduardo de Castro R. Carlos Fernández Alfaro Manuel García ArévaloJosé Alfredo CorripioManuel Estrella

SuplentesJuan José AttiasManuel Andrés BrugalJuan José GassóJosé Gior ArizaWilliam Robert CalderónPavel GarcíaHéctor Vinicio Mella

Comisión de CuentasJosé Luis VentaPavel GarcíaJuan Barceló Salas

Consultores JurídicosMarisol Vicens BelloJoaquín Ramírez de la Rocha

Circe Almánzar Melgen Vicepresidenta Ejecutiva

20042006

DIRECTIVANACIONAL

Manuel Vicente Diez Presidente

Ligia Bonetti Du-Breil1er. Vicepresidente

Julio Virgilio Brache2do. Vicepresidente

Campos De Moya3er. Vicepresidente

Rafael Menicucci4to. Vicepresidente

Francisco García Crespo 5to. Vicepresidente

Mauricio Haché6to. Vicepresidente

Richard Aróstegui Secretario

Héctor Vinicio Mella Vicesecretario

Celso Juan Marranzini Tesorero

José Gior Ariza Vicetesorero

DirectoresIrving Redondo Manuel EstrellaManuel García Arévalo Manuel Andrés Brugal Bernardo Espínola Miguel Angel Treviño Roberto Frankenberg Juan José Gassó Eduardo De Castro Carlos Fernández Alfaro José Alfredo Corripio Rafael Álvarez Crespo Juan José Attias

William Robert Calderón Oliverio Espaillat Jorge Aguayo Saladín

Comisión de CuentasJosé Luis VentaRicardo KoenigFidel Soto

Consultores JurídicosMarisol Vicens BelloJoaquín Ramírez de la Rocha

Roberto DespradelAsesor en Comercio Exterior

Circe Almánzar Melgen Vicepresidenta Ejecutiva

20072008

DIRECTIVANACIONAL

Manuel Vicente Diez Presidente

Ligia Bonetti Du-Breil 1er. Vicepresidente

Julio Virgilio Brache 2do. Vicepresidente

Campos De Moya 3er. Vicepresidente

Rafael Menicucci 4to. Vicepresidente

Francisco García Crespo 5to. Vicepresidente

Mauricio Haché 6to. Vicepresidente

Richard Aróstegui Secretario

Héctor Vinicio Mella Vicesecretario

Celso Juan Marranzini Tesorero

José Gior Ariza Vicetesorero DirectoresEduardo MartínezRicardo Koenig Manuel García Arévalo Manuel Andrés Brugal Bernardo Espínola Carlos Jacks María Alejandra Grullón Juan José Gassó Fernando Capellán Carlos Fernández Alfaro Jorge Aguayo Saladín Marco De La RosaJuan José Attias

Manuel Estrella Miguel Feris José Ramón Peralta

Comisión de CuentasRafael Álvarez Crespo Eduardo De Castro Radhamés García

Consultores JurídicosMarisol Vicens BelloJoaquín Ramírez de la Rocha

Roberto Despradel Asesor en Comercio Exterior

Circe Almánzar Melgen Vicepresidenta Ejecutiva

20092010

DIRECTIVANACIONAL

Ligia Bonetti Du-BreilPresidente

Julio Virgilio Brache1er. Vicepresidente

Francisco García Crespo 2do. Vicepresidente

Franklin León3er. Vicepresidente

Campos De Moya4to. Vicepresidente

Mauricio Haché5to. Vicepresidente

Celso Juan Marranzini 6to. Vicepresidente

Eduardo Martínez Secretario

Carlos Fernández Alfaro Vicesecretario

Richard ArósteguiTesorero

Juan José Attias Vicetesorero

DirectoresBernardo EspínolaKai SchoenhalsManuel García Troncoso Augusto RamírezRoberto Herrera Carlos Emilio González Rafael Álvarez CrespoJuan José Gassó Aquiles Bermúdez Ricardo Koenig Jorge Aguayo Saladín Radhamés GarcíaJosé Luis VentaWilliam Keesee

Carlos FerdinandManuel CabralJosé Ramón Peralta

Comisión de CuentasVíctor MacarrullaAndrés FernándezJosé Fernando Paliza

Rafael Menicucci VilaAsesor ad vitam

Marisol Vicens Bello Consultora Jurídica

Roberto DespradelAsesor en Comercio Exterior

José Gior ArizaAsesor Financiero

Circe Almánzar MelgenVicepresidenta Ejecutiva

20112012

DIRECTIVANACIONAL

REDACCIÓNCARLOS DESPRADEL

EDICIÓNCIRCE ALMÁNZAR MELGEN,COORDINADORA GENERAL

MILTON TEJADA CARLOS RODRÍGUEZ ÁLVAREZ CAROLINA CUETO VILLAMÁN

DISEÑO Y DIAGRAMACIÓNOSVALDO D. SANTANA

IMPRESIÓNAMIGO DEL HOGAR

UNA PUBLICACIÓN DE LA ASOCIACIÓN DE INDUSTRIAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA, INC. (AIRD)

AV. SARASOTA NO. 20, TORRE EMPRESARIAL AIRD, PISO 12, LA JULIA, TEL. 809-472-0000

www.portalindustrial.net

NOVIEMBRE, 2012.