Bienes Culturales 3b

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Instituto del Patrimonio Histrico Espaol Direccin General de Bellas Artes y Bienes Culturales Secretara de Estado de Cultura, MECD

Directora: Dolores Fernndez-Posse Consejo Editorial: Isabel Argerich Jos A. Buces Linarejos Cruz Carmen Hidalgo Alberto Humanes Jos Mara Losada Nieves Valentn Leandro de la Vega Coordinacin: M. Jos Acero Portada: Reconstruccin hipottica de la mezquita omeya de la ciudadela de Ammn (A. Almagro, J. Navarro y P. Jimnez. Escuela de Estudios rabes del CSIC)

Diseo grfico: Fernando Lpez Cobos Fotocomposicin y Fotomecnica: Cromotex, S.A. Distribucin y venta: Abdn Terradas, 7. 28015 Madrid. Telf. 91 5 44 33 24 Suscripciones: 2 ejemplares al ao: 40 Gastos de envo: Espaa: 6 Extranjero: 36 Nmeros sueltos: 25 Intercambio: Biblioteca del IPHE Calle Greco, 4. 28040 Madrid. Telf. 91 5 50 44 36 y 91 5 50 44 39

MINISTERIO DE EDUCACIN, CULTURA Y DEPORTESECRETARA DE ESTADO DE CULTURA

Direccin General de Bellas Artes y Bienes Culturales Edita: SECRETARA GENERAL TCNICA Subdireccin General de Informacin y Publicaciones N.I.P.O.: ???-??-???-? I.S.S.N.: 1695-9698 Depsito legal: M-????-200? Imprime: Fareso

BIENES CULTURALESRevista del Instituto del Patrimonio Histrico Espaol Nmero 3 2004

SumarioLA ACTIVIDAD ARQUEOLGICA DEL MINISTERIO DE EDUCACIN, CULTURA Y DEPORTE EN EL EXTERIOR. LA FINANCIACIN PBLICA DE LAS EXCAVACIONESARQUEOLGICAS

Concha Martn Morales y Jos Prez Lzaro ........................................................... 1. LAS COMUNIDADES CAMPESINAS Y LA CULTURA DE LOS OASIS DURANTE LA EDAD DEL HIERRO EN LA PENNSULA DE OMN: AL MADN (SHARYAH, EAU) Joaqun M, Crdoba Zoilo ................................................................................... PROSPECCIONES ARQUEOLGICAS E HIDRULICAS EN YEMEN. MEMORIA DE LA CAMPAA 2000 EN LA ZONA DE ZAFAR (IBB GOV. YEMEN) Miquel Barcel, Julin Ortega y Arcadi Piera ......................................................... INTERVENCIN ARQUEOLGICA EN EL SISTEMA KRSTICO DE TSUTSKHVATI (REPBLICA DE GEORGIA): UN PROYECTO DE INVESTIGACINSOBRE LA TRANSICIN ENTRE EL PALEOLTICO MEDIO Y EL SUPERIOR EN LA REGIN CAUCSICA

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Fernando Dez Martn, Joan Garca Garriga y Kenneth Martnez Molina .............. 4. EXCAVACIONES EN TELL QARA QZQ Y TELL JAMSY ACTIVIDADES ARQUEOLGICAS DERIVADAS

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Antonio Gonzlez Blanco y Gonzalo Matilla Siquer .............................................. 5. ESTUDIO DEL ASENTAMIENTO DE TELL HALULA (VALLE DEL UFRATES, SIRIA):APORTACIONES PARA EL ESTUDIO DE LA EMERGENCIA DE LAS SOCIEDADES

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PRXIMO ORIENTE Miquel Molist, Joseph Anfruns, Walter Cruells, Xavier Clop y Mara Saa...............AGRCOLAS EN EL

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JEBEL AL-MUTAWWAQ (JORDANIA) Juan Fernndez-Tresguerres.................................................................................... INVESTIGACIONES ARQUEOLGICAS EN LA CIUDADELA DE AMMN (JORDANIA) Antonio Almagro, Julio Navarro y Pedro Jimnez.................................................... LA NECRPOLIS DE TIRO-AL BASS (LBANO) Mara Eugenia Aubet............................................................................................ EXCAVACIONES EN HERACLEPOLIS MAGNA (EHNASYA EL MEDINA), EGIPTO Carmen Prez De................................................................................................. ACTIVIDADES ARQUEOLGICAS LLEVADAS A CABO EN EL YACIMIENTO DE OXIRRINCO (MINIA, EGIPTO) Joseph Padr Parcerisa ........................................................................................... PREHISTORIA Y ETNOARQUEOLOGA EN EL NILO AZUL (SUDN Y ETIOPA) Vctor Fernndez Martnez.................................................................................... EL ORIGEN DEL SER HUMANO EN FRICA ORIENTAL (PNINJ, TANZANIA) Manuel Domnguez-Rodrigo.................................................................................. TUSCULUM. Xavier Dupr ........................................................................................................ EVOLUCIN DEL HBITAT EN LA VILLA DE PLINIO EL JOVEN (SAN GIUSTINO, PERUGIA, ITALIA) Jos Uroz .............................................................................................................. TERRITORIO NURGICO Y PAISAJE ANTIGUO EN LA MESETA DE PRANEMURU, CERDEA Mara Luisa Ruiz-Glvez, Pilar Lpez, Javier Gutirrez, Mariano Torres, scar Lpez, Rosa Basilio, Alfredo Gonzlez y Beatriz Daz....................................

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LIXUS (LARACHE, MARRUECOS) Carmen Aranegui Gasc ........................................................................................ EL PROGRAMA DE COOPERACIN HISPANO-MARROQU EN MATERIA DE ARQUEOLOGA Y PATRIMONIO. INVESTIGACIONES ARQUEOLGICAS (1998-1999) Jorge Onrubia Pintado .......................................................................................... PROYECTOS ETNOARQUEOLGICOS EN TIERRA DEL FUEGO (ARGENTINA) Assumpcio Vila Mitja ............................................................................................ INVESTIGACIONES ARQUEOLGICAS EN LOS LLANOS DE MOXOS (AMAZONA BOLIVIANA). UNA APROXIMACIN AL ESTUDIO DE LOS SISTEMASDE PRODUCCIN PRECOLOMBINOS

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M. J. Villalba, A. Alesn, M. Comas, J. Juan Tresserras, J. A. Lpez Sez, A. Malgosa, M. Michel y R. Play ......................................................................... 20. SEIS AOS DE ARQUEOLOGA EN LA COSTA ATLNTICA DE NICARAGUA:DESCUBRIMIENTO DE UN PASADO INDITO

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Armengol Gassiot Ballb y Jordi Estvez Escalera..................................................... 21. EL PUEBLO DEL RO. EXCAVACIONES EN MACHAQUILA, PETN, GUATEMALA Andrs Ciudad, M. Josefa Iglesias Ponce de Len y Jess Adanes Pavn ...................

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La actividad arqueolgica del Ministerio de Educacin, Cultura y Deporte en el exterior. La financiacin pblica de las excavaciones arqueolgicas en el exteriorCONCHA MARTN MORALES Instituto del Patrimonio Histrico Espaol JOS PREZ LZARO Instituto del Patrimonio Histrico Espaol

Antecedentes: 1960-1984La Direccin General de Relaciones Culturales y Cientficas del Ministerio de Asuntos Exteriores fue el rgano que, a partir de los aos sesenta del siglo XX, canaliz las ayudas del Estado a las intervenciones arqueolgicas de equipos espaoles de investigacin en Oriente Prximo y en Iberoamrica. Las actuaciones que Espaa llev a cabo en esos aos en Oriente Prximo Egipto y Jordania se definieron a travs del Comit Espaol de Cooperacin, que en 1975 se convirti en la Junta de Proteccin de Monumentos y Bienes Culturales en el Exterior, adscrita funcional y presupuestariamente a la mencionada Direccin General de Relaciones Culturales y en la que participaba, entre otros, el Ministerio de Educacin y Ciencia, representado por la Direccin General de Bellas Artes. La direccin tcnica de los trabajos de la Junta fue confiada a don Martn Almagro Basch, catedrtico de la Universidad de Madrid, quien desempe la Direccin de la Misin Arqueolgica Espaola en Oriente Prximo desde 1968 hasta 1983. En esta etapa, pueden mencionarse como hechos ms relevantes la concesin a Espa-

a en 1965 del yacimiento de Heraclepolis Magna1, en Egipto, y el comienzo de las misiones de patrimonio cultural en Jordania, con la restauracin de las pinturas murales del Palacio de Qusayr Amra (19711974) y los trabajos en la ciudadela de Ammn (1974)2. En Iberoamrica, ha de mencionarse el estudio arqueolgico de las culturas precolombinas, iniciado en 1968 con el Proyecto Chinchero, en el Cuzco, bajo la direccin de Don Manuel Ballesteros Gaibrois.

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Actuaciones de la Direccin General de Bellas Artes: 1985-2003A partir de 1985, el entonces Ministerio de Cultura, a travs del Instituto del Patrimonio Histrico Espaol, de la Direccin General de Bellas Artes, inicia un Programa de apoyo a las excavaciones arqueolgicas en el exterior, hacindose cargo de las misiones de Heraclepolis Magna (Egipto) y Gerasa (Jordania). En el perodo comprendido entre 1985 y 1997, este Programa distribuye ayudas por un importe cercano a los 390 millones de pesetas y su ejecucin se desarrolla en para-

La misin espaola ha realizado campaas en Heraclepolis Magna desde 1966. A partir de 1984, el Ministerio de Cultura, a travs de la Direccin General de Bellas Artes y Archivos, se hace cargo de la mayor parte de la financiacin de esta misin, cuya Direccin confa a doa Mara del Carmen Prez De, conservadora de arte egipcio del Museo Arqueolgico Nacional. 2 Los trabajos se inician en noviembre de 1974, con una campaa de documentacin dirigida por don Antonio Almagro Gorbea, en aquellos momentos arquitecto de la Direccin General de Bellas Artes.

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LA ACTIVIDAD ARQUEOLGICA DEL MINISTERIO DE EDUCACIN, CULTURA Y DEPORTE EN EL EXTERIOR. LA FINANCIACIN PBLICA DE LAS EXCAVACIONES ARQUEOLGICAS EN EL EXTERIOR

Cuadro 1 IMPORTE DE LAS AYUDAS SOLICITADAS

Cuadro 2 NMERO DE PROYECTOS PRESENTADOS Y SELECCIONADOS (1999-2003)2003 2002 2001 2000 1999

2003 2002 2001 Por renuncia de los interesados, quedaron sin ejecutar ayudas por importe de 13 y 9,5 millones de pesetas en 1999 y 2001, respectivamente. Las renuncias de 2001 fueron consecuencia de la situacin en Oriente Prximo, tras los atentados del 11 de septiembre en Nueva York. 4 EGIPTO: Mara del Carmen Prez De y Pascal Vernus: Excavaciones en Ehnasya el Medina (Heraclepolis Magna), Informes Arqueolgicos/Egipto 1. Madrid, 1992. Mara Jos Lpez Grande, Fernando Quesada Sanz y Miguel ngel Molinero Polo: Excavaciones en Ehnasya el Medina (Heraclepolis Magna), Informes Arqueolgicos/Egipto 2 (Madrid, 1995). ITALIA: Jos Mara Blzquez, Jos Remesal y Emilio Rodrguez: Excavaciones Arqueolgicas en el Monte Testaccio (Roma). Informes Arqueolgicos (Madrid, 1994). SIRIA: Miquel Molist Montaa: Tell Halula (Siria), un yacimiento neoltico del Valle Medio del ufrates, campaas de 1991 y 1992. Informes Arqueolgicos, 4 (Madrid, 1996). JORDANIA: Alexandra Uscatescu: La cermica del Macellum de Gerasa (Yaras, Jordania). Informes Arqueolgicos, 5 (Madrid, 1996). 5 En colaboracin con la Comisin Nacional para la Conmemoracin del Quinto Centenario del Descubrimiento de Amrica se publicaron los resultados de Oxkintok, en cuatro volmenes coordinados por Miguel Rivera: Oxkintok 1 (Madrid, 1987), Oxkintok 2 (Madrid, 1988), Oxkintok 3 (Madrid, 1990), Oxkintok 4 (Madrid, 1992).3

2000 1999 0 Concedidas 500 Solicitadas 1.000

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10 Seleccionados

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lelo y coordinadamente con las ayudas que concede el Ministerio de Asuntos Exteriores, a travs de la Direccin General de Relaciones Culturales y de la Agencia Espaola de Cooperacin Internacional. Desde 1999, las ayudas del Programa se regulan por la Orden ministerial de 14 de julio de 1998 (BOE de 24 de julio), para acomodarse a la normativa general sobre ayudas pblicas. Entre 1999 y 2003, el Programa saca a concurso pblico ayudas por importe de 120 millones de pesetas (1999-2001) y 480.800 euros (2002-2003) (cuadros 1 y 2). Este desembolso global de 3.545.961 3 entre 1985 y 2003 (cuadro 3) ha permitido financiar 169 campaas en 35 yacimientos arqueolgicos de Europa, Iberoamrica, Pases rabes y frica Subsahariana, bajo la

direccin cientfica de equipos del Museo Arqueolgico Nacional, de las Universidades de Alicante, Autnoma de Barcelona, Autnoma de Madrid, Barcelona, Cantabria, Complutense, Murcia, Oviedo, Pas Vasco, Pontificia de Salamanca, Pompeu i Fabra, Valencia, Zaragoza y del CSIC (cuadro 4). Los artculos reunidos en este nmero de Bienes Culturales junto a las cinco fichas resumen que se adjuntan a esta nota introductoria pueden dar una idea del espectro geogrfico y temporal que ha cubierto este Programa de excavaciones arqueolgicas en el exterior. Los resultados de una buena parte de estas misiones arqueolgicas han sido publicados en la serie monogrfica Informes Arqueolgicos4 o en volmenes independientes en colaboracin con otras entidades5.

Cuadro 3 PROGRAMA DE EXCAVACIONES ARQUEOLGICAS EN EL EXTERIOR (1985-2003)Zona geogrfica Europa ............................. Iberoamrica .................... Pases rabes ..................... frica ............................... Total ................................ Misiones 11 6 16 2 35 Campaas 47 19 90 13 169 Aportacin total (ptas.) 150.850.000 62.440.000 330.050.000 24.160.000 567.500.000 Aportacin total () 906.640 375.290 1.983.620 145.190 3.410.740

Cuadro 4 PROGRAMA DE EXCAVACIONES ARQUEOLGICAS EN EL EXTERIOR (1985-2003)Lugar EUROPA Francia ....................... Oppidum de Bourges Francia ....................... Bibracte Georgia....................... Cueva de Bronzovaya Gibraltar..................... Santuarios costeros Irlanda........................ Hill of Lloyd Italia ........................... Monte Testaccio Italia ........................... Casa Termopolio (Pompeya) Italia ........................... Villa de Plinio Italia ........................... Territorio nurgico (Cerdea) Italia ........................... Tusculum Portugal...................... Salto do Boi. Valle Coa IBEROAMRICA Argentina.................... Tierra del Fuego Bolivia ........................ Moxos (precolombino) Bolivia ........................ Plan integral Samaipata Guatemala .................. Machaquila Mxico ....................... Oxkintok 1 Nicaragua ................... Poblamientos litorales PASES RABES Egipto ........................ Heraclepolis Magna Egipto ........................ Oxirrinco Emiratos..................... Al-Madam Jordania ...................... Gerasa (Macellum) Jordania ...................... Ciudadela de Ammn Jordania ...................... Jebel Mutawwaq Lbano........................ Tiro Lbano........................ Valle de la Beqaa Marruecos .................. Jbala Ghomara Marruecos .................. Sus-Tekna Marruecos .................. Lixus (Larache) Marruecos .................. Mogador (Essaouira) Siria............................ Tell Halula Siria............................ Tell Qara Quzaq Siria............................ Tell Qara Quzaq Yemen ........................ Sistemas hidrulicos FRICA Sudn y Etiopa .......... Nilo Azul Tanzania ..................... Lago Natrn V. Fernndez A. Querol U. Complutense U. Complutense 8 5 1993-1996 y 1999-2002 1995-1996 y 2001-2003 C. Prez De J. Padr Parcerisa J. M. Crdoba Zoilo M. Martn Bueno A. Almagro J. Fernndez-Tresguerres M. Eugenia Aubet J. J. Ibez M. Fernndez-Miranda J. Onrubia C. Aranegui F. Lpez Pardo M. Molist G. del Olmo A. Gonzlez Blanco M. Barcel Perell MAN U. Barcelona U. A. Madrid U. Zaragoza CSIC Granada U. Pontificia de Salamanca-Oviedo U. Pompeu Fabra U. Cantabria U. Complutense U. Castilla-La Mancha U. Valencia U. Complutense U. A. Barcelona U. Barcelona U. Murcia U. A. Barcelona 16 4 3 7 10 1985-1996 y 2000-2003 1999-2001 y 2003 1995-1996 y 2002 1985-1991 1989-1990, 1992-1997, 1999-2000 1992-1997, 1999-2001 y 2003 2002-2003 2003 1986-1988 y 1992-1995 1996 1999-2003 2000 1991-1997 y 1999-2003 1993-1995 1996-1997 y 1999-2000 1999-2000 y 2003 A. Vila Mitj J. Juan Tresserras J. Juan Tresserras A. Ciudad Ruiz M. Rivera J. Estvez Escalera CSIC Barcelona U. de Barcelona U. de Barcelona U. Complutense U. Complutense U. A. Barcelona 3 3 1 2 5 5 2000-2001 y 2003 1999 y 2001-2002 2003 2001-2002 1986-1990 1999-2003 9 M. Almagro M. Almagro F. Dez Martn M. Beln Deamos M. Almagro J. M. Blzquez A. Mostalac J. Uroz Sez M. L. Ruiz Glvez X. Dupr Revents J. M. Fullola Pericot U. Complutense U. Complutense U. Pas Vasco U. Sevilla U. Complutense U. Complutense U. Zaragoza U. de Alicante U. Complutense CSIC Roma U. de Barcelona 3 2 2 3 1 9 7 9 3 4 3 1990 y 1993-1994 1989-1990 2002-2003 1992-1994 1995 1989-1997 1989-1991 y 1994-1997 1994-1997 y 1999-2003 1999-2001 2000-2003 1999-2001 Proyecto Director Entidad Campaas Fechas

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LA ACTIVIDAD ARQUEOLGICA DEL MINISTERIO DE EDUCACIN, CULTURA Y DEPORTE EN EL EXTERIOR. LA FINANCIACIN PBLICA DE LAS EXCAVACIONES ARQUEOLGICAS EN EL EXTERIOR

Fichas informativas de las excavaciones no reseadas en el presente nmero de Bienes CulturalesOxkintok (Yucatn, Mxico)Entre los aos 1986 y 1990, un equipo de investigadores espaoles, bajo la direccin de Miguel Rivera Dorado, profesor de Arqueologa Americana de la Universidad Complutense de Madrid, realiz, en esta ciudad maya, cinco campaas de excavaciones arqueolgicas, en el marco del Convenio de colaboracin especfica firmado entre la Direccin General de Bellas Artes y Archivos del Ministerio de Cultura y la Comisin Nacional para la Conmemoracin del Quinto Centenario del Descubrimiento de Amrica. El Instituto Nacional de Antropologa e Historia de Mxico asesor y colabor, sobre todo, en las tareas de restauracin de grandes edificios y puso a disposicin del equipo espaol las instalaciones del Centro Regional de Yucatn y del Museo de Antropologa de Mrida. Tambin se estableci un Acuerdo de colaboracin con el Instituto de Investigaciones Antropolgicas de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico, en cuyos laboratorios se realizaron la mayor parte de los anlisis. La secuencia de ocupacin de Oxkintok abarca, ininterrumpidamente, desde el perodo Formativo Medio (siglo V a. C.) hasta el Clsico Terminal (en torno al ao 1000 de nuestra era). Los trabajos de excavacin y consolidacin, que han sido publicados por el Ministerio de Cultura en varias monografas entre los aos 1988 y 1992 y que han dado lugar a numerosos artculos en revistas internacionales, se han llevado a cabo en tres sectores: Laberinto: edificio de dos plantas con estancias y corredores. Grupo May: gran plataforma con unos 15.000 m2, que forma una unidad arquitectnica, con cuatro plazas dispuestas en terrazas y comunicadas entre s por escaleras, en cuyo centro se eleva una pirmide. Grupo Canul: zona en la que se han puesto al descubierto una plaza y un palacio. Aurelianas. Est formada por los restos de nforas olearias procedentes en su mayora de la Btica, cuyas inscripciones constituyen una base documental importante para el estudio del comercio desde poca augustea. La Direccin General de Bellas Artes y Bienes Culturales ha participado en la financiacin de las campaas de excavacin que se han realizado, bajo la direccin de Jos Mara Blzquez (Universidad Complutense de Madrid) y de Jos Remesal Rodrguez (Universidad de Barcelona), entre los aos 1989 y 1997.

Gerasa (Jordania)En el ao 1981, el profesor Martn Almagro Basch es invitado, por el Departamento de Antigedades de Jordania, a participar en el Proyecto Internacional de Excavaciones de la ciudad romana de Gerasa. En el ao 1983, bajo la

Bibracte y Oppidum de Bourges (Francia)El consejo Cientfico del Mont Beuvray aprob en el ao 1986 la participacin de un equipo franco-espaol codirigido por Martn Almagro Gorbea (Universidad Complutense de Madrid) y Jean Gran-Aymerich (CNRS), inicindose la excavacin en el ao 1987. La Direccin General de Bellas Artes y Bienes Culturales colabor en las campaas de 1989 y 1990 y entre 1990 y 1994 en tres campaas realizadas en la antigua Avaricum (Bourges).

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Pompeya (Italia)En el ao 1988 la Academia Espaola de Historia, Arqueologa y Bellas Artes de Roma propuso al Ministerio de Cultura espaol la posibilidad de cooperar con el Gobierno italiano y otros pases de la comunidad internacional en la documentacin arqueolgica de un sector de Pompeya, que estaba experimentando un evidente deterioro, con el fin de evitar la prdida irrecuperable de la valiosa informacin que an poda obtenerse de los restos in situ. Desde el ao 1989 y hasta 1997, bajo la direccin de Antonio Mostalac, se han realizado diferentes actuaciones y trabajos arqueolgicos en la nsula 8 de la Regio I, una de las ms transitadas por el turismo. El proyecto pretendi, desde sus inicios, llevar a cabo la investigacin de una nsula completa en donde se alternaban casas de ciudadanos pertenecientes a las lites indgenas, con locales comerciales, domus de pequeo tamao y negocios de variado tipo. Debido a las dimensiones de esta rea, configurada por 19 estructuras arquitectnicas, se trabaj en la zona septentrional de la nsula I,8.

Gerasa (Jordania) direccin de E. Olvarri se realizan unos sondeos en un edificio pblico de carcter monumental, situado en el gora, con fachada porticada al cardo maximus. En el ao 1984, Manuel Martn Bueno, catedrtico de la Universidad de Zaragoza, se hace cargo de las excavaciones que se realizan, entre 1985 y 1991.

Monte Testaccio (Roma, Italia)El monte Testaccio es una colina artificial situada en las proximidades del ro Tiber, en el suroeste de Roma, al interior de las murallas

Oxkintok (Yucatn, Mxico).

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1 EAU 2 Yemen 3 Georgia 4 Siria 5 Siria 6 Jordania

7 Jordania 8 Lbano 9 Egipto 10 11 12 Egipto Sudn y Etiopa Tanzania

Las comunidades campesinas y la cultura de los oasis durante la Edad del Hierro en la Pennsula de Omn: al Madn (Sharyah, EAU)JOAQUN M. CRDOBA ZOILO Universidad Autnoma de Madrid

El Proyecto de Investigacin Al Madam se lleva a cabo en un espacio geogrfico que, desde el punto de vista cientfico, resulta un rea de reciente integracin. A decir verdad, la Arqueologa y la Historia Antigua de la Pennsula Arbiga y el Golfo Prsico han nacido bien entrados los aos sesenta, cuando un equipo dans bajo la direccin de P. V. Glob y de G. Bibby emprendieron las primeras excavaciones arqueolgicas de la regin en diferentes sitios de Bahrayn, Qatar y Emiratos rabes Unidos. Luego, en los aos setenta y ochenta se iran integrando equipos britnicos (B. de Cardi, C. Philips), franceses (S. Cleuziou, R. Boucharlat, M. Mouton), belgas (E. Haerinck), italianos (M. Tosi), alemanes (B. Vogt), australianos (D. T. Potts) y, en los noventa, el equipo espaol de la Universidad Autnoma de Madrid. Aceptando una propuesta de accin hecha por la Maison de lOrient (CNRS) y la Misin Arqueolgica Francesa en Sharyah (M. Mouton), se constituy un equipo conjunto en 1994. Dos aos despus, cerrada la misin francesa en el Emirato de Sharyah, el proyecto continu ya como accin nicamente espaola, aunque se mantienen lgicamente los contactos cientficos y la cooperacin con la Maison de lOrient en diferentes parcelas de la investigacin.

Localizacin geogrficaAl Madam es uno de los mayores oasis de la Pennsula de Omn (fig. 1) y constituye hoy la mayor reserva agrcola del Emirato de Sharyah. Se trata de una banda de campos cultivados, palmerales y aldeas de unos 10 x 5 kilmetros de extensin. Como los oasis semejantes de Mleiha al norte o al An al sur, al Madam se enclava en el extremo occidental de la estepa abierta entre las montaas de Omn y el desierto del Rub al Khali, de cuyas arenas le defiende una pequea cordillera llamada Yebel Buhais y el curso estacional de la red de uadis, como el uadi Yudaiyah. El rea forma parte de la lnea de oasis que marca la ruta caravanera milenaria, donde durante ms de cinco mil aos, los grupos humanos han construido sus aldeas y pueblos, roturado sus campos, explotado los recursos naturales, desarrollado complejas instalaciones hidrulicas y abierto sus necrpolis. Y todos estos extremos se documentan en al Madam.

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Estudios iniciales y lneas de investigacinEn 1973, una misin de la Direccin de Antigedades de Iraq, dirigida por T. A. Madlhoom, prospect el rea del oasis y

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Yebel Buhals Ocupado en la Edad del Hierro Falaj Qanat Carretera Lmite de la zona cultivada Uadix

ola desarrolla all un proyecto global de investigacin. El Proyecto Al Madam comparte la filosofa cientfica de los equipos activos en la regin: es un proyecto de investigacin arqueolgica e histrica marcadamente interdisciplinar. Pretende aunar seriamente los esfuerzos de la investigacin cientfica de las humanidades y los de las ciencias fsico-naturales para la reconstruccin del pasado, en un esfuerzo de reconstruccin histrica integral. En la Pennsula de Omn, la Edad del Hierro se revela como la poca de mayor desarrollo cultural contempornea y en contacto con los grandes imperios de Asiria, Babilonia y el Irn Aquemnida, as como el perodo de ms alta implantacin humana. Sin embargo, la carencia de fuentes escritas directas y el silencio de las indirectas presenta un marco lleno de dudas que slo puede atenderse gracias a la convergencia de especialidades cientficas muy diversas. Las formas de vida y usos del entorno, las comunicaciones e intercambios o las creencias son algunas de las parcelas que se prestan a ese enfoque de trabajo.

LAS COMUNIDADES CAMPESINAS Y LA CULTURA DE LOS OASIS DURANTE LA EDAD DEL HIERRO EN LA PENNSULA DE OMN: AL MADN (SHARYAH, EAU)

Principales resultadosA lo largo de estos aos, nuestro trabajo se ha ido centrando en algunos de los 54 sectores arqueolgicos de al Madam, particularmente aqullos relacionados con el lugar central de esta fase del proyecto: el sector AM1 Thuqeibah. Como primera impresin creemos disponer de un buen conocimiento del oasis y sus circunstancias, la naturaleza de los distintos poblados en l asentados, las creencias en el ms all y los usos funerarios de sus habitantes, las tecnologas de la construccin y, en fin, el uso del entorno

Figura 1. Mapa de la regin de al Madam y su situacin en la geografa del Golfo Prsico. Los nmeros sealan sectores de la carta arqueolgica. Los inscritos dentro de un crculo se refieren a las reas citadas en el texto.

sus alrededores sealando la importancia que durante la Edad del Hierro deba haber tenido la regin. En 1988, un equipo del CNRS francs, dirigido por R. Boucharlat, excav unas tumbas de la Edad del Hierro construidas en la vertiente noroeste del Yebel Buhais. En 1993, otro grupo francs del CNRS (M. Mouton) llev a cabo una prospeccin completa cuyos resultados decidieron el inters del equipo espaol de la Universidad Autnoma. Desde 1994 y hasta hoy, la misin espa-

con la explotacin de sus recursos, en parte potenciados por tcnicas hidrulicas precisas como el falaj.

AM 1 Thuqeibah. Un poblado de la Edad del Hierro y sus medios de vidaEn el sector AM1 del oasis (fig. 1, n. 1), y situada junto a la aldea de Thuqeibah, se ha descubierto una poblacin de la Edad del Hierro en sorprendente estado de conservacin, dado que tras su ltimo abandono, casas y estructuras fueron lentamente cubiertas por el avance de las dunas del desierto. El ncleo central del rea construida una extensin de unos 600 x 200 m, est siendo especialmente investigada, habindose obtenido por vez primera en la regin, una estratigrafa continuada de unos 250 m de largo, que pone en relacin la historia de varias construcciones, sus elementos complementarios y la naturaleza del proceso geolgico y ambiental (fig. 2). Esta completa estratigrafa nos est permitiendo conocer realmente la naturaleza sociolgica y econmica de las comunidades de la Edad del Hierro en el sitio (1200-300 a. C.), as como su relacin con las del perodo siguiente Preislmico, representadas en la cercana localidad y yacimiento de Mleiha. La coincidencia del trabajo puramente arqueolgico con el de equipos de geomorflogos, arqueozologos, palinlogos y arqueobotnicos en AM1 nos ha facilitado identificar la primera comunidad de agricultores y pastores trashumantes conocida en la pennsula durante esta poca, e incluso comprender el radio de accin de sus relaciones con el entorno y con mbitos muy lejanos a travs de los intercambios. El patrn de implantacin del hbitat descubierto resulta sumamente original, sin paralelo hasta ahora, y responde al medio de vida dominante y las pautas sociolgicas impuestas.

AM 32 Buhais. Creencias y prcticas funerarias en la Edad del HierroEn la lnea de colinas que protege al oasis del avance de las dunas del desierto del Rub al Khali (fig. 1, n. 32), se ha excavado un gran edificio construido en piedra que suponemos utilizado y reconstruido en muy distintas pocas y que parece relacionado con la gigantesca necrpolis del III, II y I milenio repartida por las laderas de las colinas del Yebel y al pie de las mismas. Justo bajo el risco sobre el que se alza el edificio citado, inmediata a una enorme roca de color oscuro, perfectamente significada en su entorno, la misin espaola excav una concentracin de pequeos tmulos, identificados en la carta arqueolgica como tumbas. Desde un principio, distintos indicios de puro carcter arqueolgico nos hicieron dudar de tal identificacin, propuesta por la misin que haba levantado la carta aos antes. Estudios ms detenidos nos han permitido asociar las estructuras con ritos de ofrenda hasta ahora desconocidos, ritos que se integran en las creencias y la complejidad de construccio-

Figura 2. Corte estratigrfico abierto dentro del rea central. La dificultad de mantener las grandes masas de arena hasta su plena documentacin, es uno de los habituales problemas de trabajo. 15

Figura 3. rea de trabajo y preparacin de adobes. Se distinguen, por ejemplo, las pozas de agua y varias balsas de preparacin de material, en las que se han conservado numerosas huellas de pies desnudos.

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nes funerarias que durante la Edad del Hierro convirtieron al Yebel Buhais en el rea funeraria por excelencia de la poblacin del oasis. Para alcanzar tales resultados ha sido fundamental tambin el cariz interdisciplinar del equipo cientfico y de la filosofa de trabajo aplicada.

Tecnologas de la construccinA lo largo de estos aos, uno de los aspectos que ms nos han ocupado ha sido el estudio de las tcnicas de construccin, la composicin de los materiales, su procedencia y los sistemas de preparacin de los mismos para su uso. Hemos comparado materiales y tcnicas con los documentados en otros yacimientos de la pennsula, evidencindose una comunidad tecnolgica manifiesta, incluso con detalles de difcil comprensin por su similitud ms all de la distancia, como marcas de obrador. Conocemos la procedencia de barros, piedras, elementos vegetales y otros componentes presentes, habindose determinado mediante anlisis geomorfolgicos, el origen y modo de asociacin. Durante estos aos,

en varios de los cortes estratigrficos abiertos hasta la roca natural, habamos encontrado indicios de un supuesto uso del lecho rocoso, liberado de la arena, como base de trabajo para actividades que presumamos ligadas con la construccin, aunque no tenamos suficientes elementos de prueba para poder demostrarlo. No hace mucho sin embargo, siguiendo esta lnea de investigacin, hemos conseguido documentar un rea de trabajo (fig. 3) para la preparacin de adobes, con material desmenuzado, adobes puestos a secar, balsas de amasado y mezcla de material, pozas de agua e, incluso, huellas de pies desnudos en la masa en tiempos reblandecida y luego, abandonada la tarea, endurecida y lentamente tapada por la arena. Aunque se necesitan futuras ampliaciones, este sector significa por s mismo uno de los hallazgos ms interesantes de la arqueologa de la Pennsula de Omn en los ltimos aos, y es una especia de imagen fija, congelada, de los maestros de obra que construyeron las casas del poblado, de sus tcnicas de trabajo e incluso de la sociologa del grupo all activo.

LAS COMUNIDADES CAMPESINAS Y LA CULTURA DE LOS OASIS DURANTE LA EDAD DEL HIERRO EN LA PENNSULA DE OMN: AL MADN (SHARYAH, EAU)

AM2. Usos del entorno y construcciones hidrulicas: el falajTradicionalmente se ha dicho siempre que la floracin cultural de la Edad del Hierro en la Pennsula de Omn, est ligada a la introduccin del sistema de captacin de aguas subterrneas, llamado en la zona falaj (el qanat o los viajes espaoles). La presuncin terica careca de documentacin arqueolgica precisa, y salvo hallazgos habidos en pasados aos en la regin de al An correspondientes, eso s, a las reas de superficie y distribucin por acequias del agua trada hasta la regin por aflaj, hasta ahora no se haba conseguido descubrir

una galera del falaj en sus tramos altos en el piedemonte de los Emiratos rabes. En al Madam, hace aos que tenamos seleccionadas como plan de intervencin las lneas de colinas que en prospeccin haban sido sealadas como posibles aflaj (fig. 1, n.os 2, 7, 8, 21, 31 y 35). En las dos ltimas campaas comenzamos el trabajo en el sector AM2, una lnea de colinas blanquecinas cuya naturaleza, segn la tradicin local, corresponde al suelo natural profundo extrado durante la excavacin de las galeras de los aflaj y su mantenimiento. Justamente en esa zona, tras conseguir la segura determinacin de una lnea continuada de seis pozos durante 60 m, procedimos a excavar dos de ellos, consiguiendo alcanzar la galera abierta en la roca y comunicar entre s los dos pozos. Todava en proceso de estudio, el sector AM2 de al Madam supone sin embargo la primera confirmacin de que estas estructuras existieron durante la Edad del Hierro en la regin. La tecnologa de la construccin es por el momento el nico indicio seguro, toda vez que an no hemos encontrado material sensi-

ble para datacin; pero varios detalles tcnicos, iguales a otros descubiertos en otra instalacin hidrulica excepcional documentada en el poblado un gran pozo comunal de siete metros de profundidad, excavado en la misma roca natural donde se tall la galera del falaj en su tramo alto ponen de manifiesto la comunidad tecnolgica de los constructores que llevaron a cabo estas instalaciones.

ConclusinLos resultados obtenidos durante las pasadas compaas suponen la plena identificacin de formas de vida, tecnologas y usos del entorno que hasta el momento no estaban documentados en la Pennsula de Omn. La historia y la arqueologa de la Edad del Hierro mejoran as notablemente su marco de definicin, y varias propuestas que hasta el momento no pasaban de ser especulaciones tericas estn pudiendo ser debidamente verificadas por el trabajo de campo.

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Bibliografa Artculos seleccionadosLAS COMUNIDADES CAMPESINAS Y LA CULTURA DE LOS OASIS DURANTE LA EDAD DEL HIERRO EN LA PENNSULA DE OMN: AL MADN (SHARYAH, EAU)

BENOIST, A.; CRDOBA, J. M.; MOUTON, M.: The Iron Age in Al-Madam (Sharjah, UAE): some notes on three seasons of work, PSAS, 27, 1997, pp. 59-73. DEL CERRO, M. C.; CRDOBA, J. M.; GARCA, J.; MA, M.: Cultura y entorno de un poblado de la Edad del Hierro en la Pennsula de Omn: cuatro campaas en Al Madam (Sharyah, EAU), texto presentado en Congreso Espaol de Antiguo Oriente, CSIC, 1997, publicado en internet http://.labherm.filol.csic.es, 1997. CDOBA, J. M.; MA, M.: Spazio architettonico e societ in al Madam (Sharyah, EAU) durante lEt del Ferro, en P. MATTHIAE y otros: Proceedings of the Ist. International Congress on the Achaeology of the Ancient Near East, Roma, 2002, pp. 251-267. CARB, A.; CRDOBA, J. M.; MUOZ, A.; RAMOS, P.: Retrieving the life of the Iron Age. Archaeological excavations and geophysical survey at al Madam (UAE, Sharjah), PSAS 30, 2002, pp. 61-68. POZO, M.; CRDOBA, J. M.: Architecture, implements and geological constraints: a provenance study and archaeological investigations on the uses of materials of an Iron Age village (AM1 Thuqeibah, Sharjah, UAE) PSAS, 32, 2002, pp. 1-12. CRDOBA, J. M.: Villages of shepherds on the Iron Age. The evidence of al Madam (AM1 Thuqeiah, Sharjah, UAE), en D. T. POTS (ed.): Proceedings of the Conference on the Archaeology of the UAE, Abu Dhabi, 2003, pp. 167-177.

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Transferencia acadmica: tesis doctorales y trabajos de investigacinMA RODRGUEZ, M.: El piedemonte de las montaas de Omn en el III milenio a. C.: estudio histrico y arqueolgico de su cultura funeraria, tesis de licenciatura presentada en la Universidad Autnoma (en prensa). CARMEN DEL CERRO, M.: Poblados y formas de vida en la Pennsula de Omn durante la Edad del Hierro: campesinos y pastores, tesis doctoral de inmediata presentacin en la Universidad Autnoma.

Prospecciones arqueolgicas e hidrulicas en Yemen. Memoria de la campaa 2000 en la zona de Zafar (Ibb Gov. Yemen)MIQUEL BARCEL Universitat Autnoma de Barcelona JULIN ORTEGA Universitat Autnoma de Barcelona ARCADI PIERA Universitat Autnoma de Barcelona

Los resultados presentados en la memoria de la campaa del ao 1999 contienen un error identificado y corregido en la campaa de este ao 2000. Es un error que merece ser comentado. En primer lugar, no se sigui el mtodo establecido como resultado de todo el proceso de construccin de la arqueologa hidrulica que presentados en la memoria de la campaa del ao 1999 contienen un error identificado y prescribe que todo sistema debe ser estudiado de arriba abajo, es decir a partir de la captacin del agua. Inadvertidamente, se haban planificado las campaas anteriores desde los asdad (sing. sadd) del entorno inmediato de Zafar y del valle, algo ms alto, de Bayt alAswal, entre 2.600 y 2.700 m. s. n. m. Se haba llegado a un techo, el sadd Harara, cuya conexin con los asdad situados topogrficamente ms abajo era plausible pero poco clara. Una percepcin precipitada de restos arquitectnicos hizo todava ms confusa la comprensin de este sadd. El trabajo de este ao se ha dirigido especficamente a entender estas conexiones. El error es fcilmente explicable. En ningn estudio de los conocidos se visualiza con detalle el surgimiento del sayl, cmo y dnde empieza. Nuestra inexperiencia hizo posible

que no nos percatsemos de esta deficiencia crucial de los estudios extensivos sobre las redes hidrulicas producidas por el sayl. El sayl, arqueolgicamente, se da por supuesto, como si fuera un aire que siempre esta ah. Resulta, sin embargo, claro, que todo sayl tiene un origen preciso y localizable. En el caso concreto del sayl que empieza en la vertiente Sur de Gabal al-Arafah, muy cerca de la qarya Garf Nagi. (2.8** m. s. n. m.) fue descubierto viniendo desde abajo. Habamos remontado todos los sistemas conexos hasta su origen. Este error de mtodo no tiene consecuencias apreciables en las planimetras realizadas. Su nico defecto ha sido hacer ms lento, largo y engorroso el trabajo de campo. El error y su reconocimiento han servido, por otra parte, para constatar la correccin y capacidad descriptiva del mtodo desarrollado durante estos aos. En efecto, todos los sistemas hidrulicos son comprensibles porque todos empiezan en un punto fijo de agua, que determina toda la geometra posterior, sin que importe cmo se realiza en este punto la captacin de agua. Es decir, el agua, sea de lluvia, de surgencias, de cursos superficiales y continuos, subterrnea y capturada por gravedad o de sayl/s intensos y espordicos, siempre empieza en un punto

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Figura 1.

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y es de este punto hacia abajo como debe ser estudiada la gestin que de ella se hace y la geometra especfica con que se hace. Que yo sepa, sta es la primera vez que se ha llegado a estudiar un sistema completo de sayl desde su origen. En la figura 1 estn representados todos los asdad cuyas conexiones entre ellos estn verificadas. Son por ahora en total 11 asdad. Es probable que haya otros asdad al este y al oeste de la estructura que presentamos pero, en todo caso, seran congruentes con el diseo global. Para hacer comprensible este diseo hemos diferenciado segn su posicin topogrfica los asdad en dos pisos, en una inversin aparente del orden del edificio. El primer piso situado entre 3.000 y 2.800 m. s. n. m. es aqul en donde ocurre la captacin y gestin del sayl. Por consiguiente es el espacio en donde se determina cualquier geometra inferior y posterior. En este primer piso el trabajo de campo encuentra sus mayores dificultades, puesto que la gestin inicial del sayl implica la construccin de espacios aterrazados que han de ser fuertemente protegidos de la erosin del agua al tiempo que permitir sus flujos hacia el piso inferior. Esta doble funcin produce redes muy intrincadas cuya comprensin, sobre todo viniendo desde abajo, exige prospecciones refinadas. Antes de pasar a una descripcin pormenorizada de estos dos pisos, me parece oportuno sealar cmo es el origen de un sayl. Es muy fcil de describir: en el origen no hay nada, slo roca pelada. Ello indica claramente que los constructores del complicado sistema tuvieron que basarse en la observacin directa del surgimiento del sayl y la elaboracin de esta informacin. Slo as puede llevarse a cabo la construccin agraria de la pendiente, en la que intervienen dos factores principales: la seleccin de los puntos concretos en donde se van a construir los asdad y el acceso a tierras

disponibles, siempre valle abajo, y que deben ser subidas. Por consiguiente, el postulado formalizado hace aos de que el diseo inicial, si es eficiente, contiene ya toda la morfologa del sistema, obtiene una slida confirmacin. Es impensable, en el caso que presentamos una mecnica alternativa a la que contena el diseo inicial. El paisaje donde encontramos los sistemas hidrulicos estudiados oscila entre los 3.050 y 2.600 m. s. n. m., formado por rocas volcnicas y una vegetacin autctona tpica de zonas ridas. La regin de Zafar recibe dos monzones anuales, un primero en el mes de marzo y el segundo en los meses de agosto-septiembre. Sin una minuciosa observacin tanto de la dinmica del sayl generado en estos monzones, como de las pendientes por donde discurre, no sera posible la existencia de espacio agrario alguno. Por lo tanto, la construccin de espacios agrarios en el seno de las cuencas de recepcin de estos monzones exige, en primer lugar, la puesta en marcha de sistemas de control de la erosin, especialmente en la zona topogrficamente ms elevada del sistema, donde la fuerza de las escorrentas del sayl es mayor y su disciplina ms difcil. Un primer sistema de captura y domesticacin del sayl consiste en la formacin de complejos de maqlah/s. Segn la disposicin del maqlah respecto a la pendiente, su funcin variar. As, existen maqlah/s dispuestos en el sentido de la pendiente, que permiten conducir el agua valle abajo. La funcin de los maqlah/s dispuestos de forma perpendicular a la pendiente, sin embargo, permiten retener agua destinada a abastecer a las girab (sing. girba) y reducir la velocidad y la cantidad de caudal captado. Por ltimo, los maqlah/s situados entre el espacio agrario y la zona no cultivada, cuya principal funcin es evitar un contacto directo del agua del sayl procedente de las pendientes con las girab.

PROSPECCIONES ARQUEOLGICAS E HIDRULICAS EN YEMEN. MEMORIA DE LA CAMPAA 2000 EN LA ZONA DE ZAFAR (IBB GOV. YEMEN)

Los campos de cultivo asociados a estas zonas de cabecera consisten fundamentalmente en girab rodeados de maqlah/s cuyas funciones principales consisten en canalizar, amansar y almacenar el agua del sayl. Estas funciones han sido identificadas principalmente en los alrededores de la qarya de Garf Nagi, donde las girab no reciben agua regulada, sino se abastecen de las dos temporadas de lluvia y del agua almacenada en los maqlah/s transversales. Una vez que la escorrenta del sayl ha sido capturada y su potencia erosiva disminuida, el agua es conducida hacia las cubetas de los asdad. Estos asdad de la cabecera pueden cumplir diferentes funciones. Existen casos, como el del sadd al-Mahruq, en el eje del recorrido del torrente (wadi) que conduce el agua desde cotas superiores a 2.900 metros hasta Bayt al-Aswal, a 2.600 metros, destinados a regular y almacenar el caudal de sayl que viene principalmente de Gabal al-Arafah antes de ser conducido a sadd Harara. Hay que aadir, adems, su papel como reserva de agua para la qarya de Garf Nagi. Existen, no obstante, otros asdad, caso del sadd al-Asbahi (11 girab y 6,91 ha) y sadd Rahqud (11 girab y 3,17 ha), que tras recibir el sayl de un bloque de girab con funciones similares a las ya descritas para las zonas de cabecera, almacenan y regulan el caudal en sus cubetas. Este caudal est destinado a regar las girab que forman los sistemas situados sobre dos torrentes que convergen, aguas abajo, en wadi ad-Dayq, donde finalizan (fig. 2). No obstante, el sadd Harara (26 girab y 7,28 ha), cuya cubeta recibe agua del anteriormente mencionado sadd Mahruq, permite almacenar y regular caudales destinados a tres sistemas diferentes, construidos sobre tres wadi/s distintos. La monumentalidad de su dique y la extensin y capacidad

de su cubeta, sin duda se justifican por esta causa. El sistema llamado wadi Ras Dama, cuya canalizacin subterrnea concluye en un muro de fbrica himmyar, conduce los sobrantes del sadd Harara hasta el sadd Gubayr, estudiado en la campaa de 1999. El segundo de los wadi/s, llamado Saab, conduce el agua hasta el sadd Maliki por lo que, antes de la construccin del sistema era el cauce natural por donde transcurrira el sayl. El wadi Hamays posee las mismas caractersticas que el wadi Ras Dama. Se trata de una derivacin artificial del agua almacenada por el sadd Harara, para crear espacios de cultivo en aquellos escasos lugares en los que, en este primer piso, es posible hacerlo. El final de la conduccin de esta agua finaliza en el sadd al-Ahiri. Este sadd se encuentra muy destruido por la construccin de dos girab recientes que han afectado gravemente su estructura arquitectnica. El estudio del sistema hidrulico a partir del sadd nos permite confirmar que la funcin de ste no era irrigar sino, al igual que sadd alMahruq, regular y almacenar el sayl procedente del sadd Harara, as como del sayl recogido de las formaciones montaosas que determinan esta torrontera (fig. 2). Gracias al trabajo de campo y al estudio de estos sistemas hidrulicos hemos podido observar cmo dentro del recorrido del sayl existen tres divisiones establecidas por los constructores de estos sistemas as como por la topografa. Los asdad situados en el primer piso no pueden ser entendidos de la misma manera que los emplazados en el segundo. Aparte de la creacin de sistemas irrigacin con un mayor nmero de girab y una menor superficie de cultivo debido a lo accidentado del terreno donde se emplazan, la funcionalidad de stos tambin son las de domesticar, almacenar y abastecer los asdad del segundo piso, cuyas superficies irrigadas son mayores

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Figura 2.

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y con un nmero menor de girab, siendo el riesgo de inundaciones y destruccin de girab mucho menor que en el primer piso. En la figura 3 estn representados los tamaos de los sistemas de girab vinculados a cada sadd. Se han establecido dos formas de cuantificacin: los espacios de las parcelas medidos en hectreas y el nmero de parcelas que constituyen cada conjunto de riego del sadd, dos cosas son inmediatamente notorias. La primera, hay dos grupos en el tamao espacial de los bloques. Uno en torno a las 7 ha, y otro en torno a las 3 ha. El sadd al-Saabani con 9,26 ha, ya estudiado hace dos aos, parece marcar los lmites mximos de los bloques de riego construidos. Por lo conocido hasta ahora, esta medida sera la dimensin manejable tanto tcnica como socialmente. La segunda, no hay proporciones entre el nmero de girab y el espacio construido. Los motivos pueden verse en las respectivas planimetras. La estructura finalmente fijada de las girab depende del proceso de construccin en el que se manejan tres factores, pen-

dientes, agua corriente y tierra procedente de abajo, contracorriente, pues. El maqlah es el instrumento que hace posible hacer congruente los factores en cada caso. Asegura la circulacin de agua, estabiliza la girba y permite organizar las conexiones en sentido descendente. En las planimetras puede verse cmo el esqueleto de los maqlah determina el recorrido de la red de acequias, de ninguna manera, sin embargo, superpuesta. Estoy convencido que el hallazgo de este expediente ingeniero es de suma importancia para la comprensin no slo de los espacios hidrulicos yemenes, sino tambin para establecer con claridad el nivel tcnico que se manejaba en la construccin y organizacin de los espacios hidrulicos. Por ejemplo, hacer un maqlah requiere conocimiento de todos los principios que rigen la hidrulica, captacin, vasos comunicantes, determinacin de las pendientes, concentracin de las aguas, control de la erosin. Por consiguiente cualquier elemento especfico es segregable, segn convenga, del conjunto y aparecer como concretamente seleccionado. Tiene, as, poco sentido usar elementos separados como gua de una difusin agrcola. Quien sabe regular, usar y gestionar socialmente un sayl, puede resolver cualquier otra necesidad hidrulica donde el agua tenga procedencias distintas. Esto ya lo habamos observado en al-Andalus pero se comprueba ahora a mayor escala. Tambin en la figura 1 queda claramente sealada la funcin, en el primer piso, del sadd Harara, 47 girab, como construccin inicial de recogida y contencin del sayl creando una intrincada red de girab a partir de la cual, junto a la regulacin anterior de sadd al-Mahruq, se hacen posibles las conexiones con los asdad del segundo piso. El estudio de gabinete que se est elaborando ahora se propone establecer con todo detalle el funcionamiento de todos los sistemas a la

PROSPECCIONES ARQUEOLGICAS E HIDRULICAS EN YEMEN. MEMORIA DE LA CAMPAA 2000 EN LA ZONA DE ZAFAR (IBB GOV. YEMEN)

espera de completar en la prxima campaa las conexiones con los asdad de al-Arafa. La gestacin y creacin de estos espacios hidrulicos ya era considerada como antigua por al-Hamdn (siglo IV H/X d. C.) La ciudad de Zafar, y su palacio Raydn son, din duda, el resultado arquitectnico visible del estado himyar. Extensos conjuntos epigrficos y algunos textos datan su aparicin en torno al segundo siglo de la era cristiana. Tambin es igualmente conocida la localizacin de su surgimiento, el territorio de los Ban Ruayn, al pie de Zafar estudiado anteriormente en este proyecto de las montaas, de Gabal al-Arafa hasta Yarim. Se trata, en expresin rabe, del corazn de Himyar. Himyar sustituy, en los registros polticos, a Saba. Ocurre, sin embargo, que el desplazamiento de la autoridad es tambin un cambio de territorio social. Se desconocen los motivos de este traslado. Este proyecto ha puesto de manifiesto que existe una produccin conjunta de espacios campesinos que funciona mediante unidades hidrulicas sucesivas a partir de capturas de sayl, uno de cuyos casos presentamos este ao. De hecho, al-Hamdn da la cifra de 82 asdad vivos en su tiempo. Zafar pone fecha a su existencia inicial, aunque, evidentemente, los espacios campesinos no hay otros que los hidrulicos sobrevivieron al estado. El informe del qd Yahy b. Yahy al-Ans, que acompaa esta memoria, muestra el calendario campesino que regula an la vida de Bayt al-Aswal y cmo esta regulacin se cie a los espacios hidrulicos en cuyo exterior, separado por una lnea fina, slo hay pedregosos desiertos. No quiero conducir el estudio de la agricultura actual injustificadamente demasiado lejos. Sin embargo, debe observarse que, una vez constituidos estos espacios, ni son elsticos ni reversibles, por lo que la actividad humana debe ceirse a ellos. En este

sentido la descripcin de la agricultura actual puede ser informativa de los ciclos generales de reproduccin de plantas y animales. Tambin permite postular que la colmatacin espacial de los sistemas hidrulicos podra implicar la colmatacin poblacional, puesto que la produccin de espacio rural debe ser congruente con el tamao campesino inicial. Y ms an en este caso de complicada concepcin y realizacin el dominio del sayl y de grandes pendientes y en donde no se perciben alternativas posibles. Significativamente, la sucesin dinstica, Saba, Himyar, bien establecida (Bafaqih, 1990; Robin, 1991; Korotayev, 1996) por la epigrafa y la arqueologa de excavacin, no plantea si el cambio dinstico, con su clara variacin territorial, se sustentaba en un diferente orden campesino y en qu poda consistir este orden. La identificacin en el sadd Harara de terrazas de secano, junto a otras localizadas y estudiadas por McGuire y Wilkinson (1995) en la zona de Dhamar, hacen pensar en la posibilidad que los sistemas hidrulicos sean de construccin posterior, puesto que no se superponen a las terrazas de cultivo pluvial si-

Figura 3.

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no que la red hidrulica sigue unas pautas de desarrollo que no las incluye, dejndolas aisladas o al margen de sus acequias. Es la primera vez, que yo sepa, que se abre una perspectiva de estudio semejante. La relacin entre el surgimiento de una autoridad dinstica y orden campesino podra ser adecuadamente estudiada yendo ms all de las informaciones epigrficas que permiten vislumbrar un tipo de estado de contornos poco claros, de difusa autoridad cuyo fundamento parece estar en su capacidad de asistencia a sus sbditos (Korotayev, 1996). La emergencia de este orden campesino tendra, pues, la misma edad de Zafar. La lpida epigrfica de sadd alIwar, junto a la puerta de Zafar da una fecha de mediados del siglo IV d. C. Zafar despus, a partir del siglo VII d. C. sirvi de cantera para las reconstrucciones sucesivas de las alqueras de la regin, empezando por la actual Zafar. En Garf Nagi, la alquera justo debajo de donde se concentra el sayl, se han encontrado tres fragmentos de lpidas epigrficas de probable procedencia de Zafar. Un primer estudio realizado por Hlid al-Ans, que acompaa esta memoria, data los fragmentos como del siglo III d. C. y del IV-V d. C. La compacidad espacial y la congruencia tcnica, bien contrastadas, de los sistemas

hidrulicos de Zafar permite augurar que en prximas campaas podr completarse el estudio de los 82 asdad mencionados por alHamdn. Se obtendra as un inventario, el ms completo conocido, de un orden campesino cuyo comienzo ha de situarse en torno al primer siglo de la era de Cristo y cuya formacin ya est consolidada dos siglos despus, ocho generaciones ms tarde. Es imprescindible observar que este orden como objeto arqueolgico ha sido imborrable y duradero, funciona an hoy. Es decir, su construccin determina, como si impusiera un servicio, los modos en que se debe operar el mecanismo. El hecho de su duracin, una resistencia a la erosin, es indicativo de la eficiencia de su concepcin y de su mantenimiento. La islamizacin parece haber estimulado un proceso migratorio hacia Kfa, al-Qayrawan, Damasco y eventualmente el Magrib y al-Andalus de proporciones desconocidas y de efectos en la sociedad himyar poco conocidos. Lo que los historiadores llaman ruptura tiene mltiples indicios y de no poco grosor. En este sentido el inventario objetual, lpidas, frisos, capiteles, cermicas, etc., del pequeo museo de Zafar podra incrementar notablemente el conocimiento de los indicadores ms tradicionales de esta ruptura.

PROSPECCIONES ARQUEOLGICAS E HIDRULICAS EN YEMEN. MEMORIA DE LA CAMPAA 2000 EN LA ZONA DE ZAFAR (IBB GOV. YEMEN)

BibliografaABD AL-QDIR BFAQH, M.: Lunification du Yemen antique. La lutte entre Sana, Himyar et Hadramawt du Ier au III me sicle de lre chrtienne, Bibliothque de Raydn, Genthner, 1990. KOROTAYEV, A.V.: Pre-islamic Yemen. Socio-political organization of the sabaean cultural area in the 2nd and 3rd centuries A.D., Harrassowitz Verlag, 1996. McGUIRE; WILKINSON: The Dhamar plain, Yemen: a preliminary study of the archaeological landscape, Proceedings of the Seminar for Arabian Studies, n. 25, 1995, pp. 159-183. ROBIN, C.: Larabie antique de Karibl Mahomet. Nouvelles donnes sur lhistoire des arabes grce aux inscriptions, Revue du monde musulman et de la Mditerrane, n. 61, Aix-en-Provence, 1991.

Intervencin arqueolgica en el sistema krstico de Tsutskhvati (Repblica de Georgia): un proyecto de investigacin sobre la transicin entre el Paleoltico Medio y el Superior en la regin caucsicaFERNANDO DEZ MARTN Universidad del Pas Vasco JOAN GARCA GARRIGA Universitat Rovira i Virgili KENNETH MARTNEZ MOLINA Universitat Rovira i Virgili

El complejo arqueolgico de TsutskhvatiEl valle de Tsutskhvati se localiza en la regin de Tkibuli, en el sector noroeste de la Repblica de Georgia, prximo a la ciudad de Kutaisi (fig. 1). Desde un punto de vista geogrfico, este territorio forma parte de las estribaciones meridionales del Cucaso georgiano y se caracteriza por una orografa de suaves pendientes y tupidas colinas que, a altitudes que oscilan entre los 250 y 350 m, forman parte de la cuenca hidrogrfica del ro Rioni (curso fluvial que nace en la cordillera caucsica y desemboca en el mar Negro). La garganta de Tsutskhvati es un can calizo formado por depsitos mesozoicos que ha sido profundamente horadado por el ro Shabata-gele (afluente del Rioni), cuyo cauce se encaja actualmente entre farallones rocosos de gran potencia. Este valle constituye un complejo sistema krstico que se ha formado a lo largo de 13 etapas de encajamiento fretico, algunas de las cuales han dado lugar a la formacin de cavidades rellenas con sedimentos pertenecientes a los

perodos activos de la red krstica. Las formaciones ms importantes con rellenos frtiles son Cueva del Bronce, Cueva Doble, Cueva del Bisonte, Cueva del Oso y Cueva Superior. En la misma zona, aunque no integrado en el sistema krstico anterior, se encuentra el abrigo de Mziuri, que tambin contiene sedimentos frtiles (Tushabramishvili, 2002). Los primeros trabajos arqueolgicos llevados a cabo en el complejo multietapa de Tsutskhvati datan de la dcada de 1970. En aquellos aos, un equipo de arquelogos georgianos asociados al Museo del Estado de Georgia llevaron a cabo una labor preliminar de prospeccin, sondeo y excavacin en algunos de los rellenos cuaternarios ms destacados, con el objetivo de establecer el pertinente control estratigrfico de los depsitos y un primer reconocimiento diacrnico de la secuencia arqueolgica (Tushabramishvili, 1978). Como resultado de tal intervencin se constat la existencia de un Paleoltico Medio local que, junto al cercano yacimiento de Ortvle Klde, conformaba el llamado grupo cultural de Tsutskhvati,

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La implicacin espaola en el proyecto de TsutskhvatiGeorgia

Cucaso

Mar Negro

KutaisiRo Rioni

Tsutskhvati Tbilisi

Figura 1. Localizacin del Sistema de Tsutskhvati en la Repblica de Georgia.

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que pareca caracterizarse por una industria ltica no levallois y por el predominio de raederas y denticulados entre los objetos retocados. Tambin se reconocieron algunas muestras del Paleoltico Superior. Aquellos estudios preliminares demostraron que los depsitos arqueolgicos ms significativos de todo el sistema se encontraban en la Cueva del Bronce (Bronzovaya), cuya potencia sedimentaria alcanza los 18 m de profundidad y cerca de 300 m2 de planta. La secuencia cultural documentada en la Cueva del Bronce es muy rica y cubre los compases finales del Pleistoceno Superior y el Holoceno. As, a lo largo de los 24 niveles litolgicos originalmente individualizados, los arquelogos georgianos identificaron horizontes arqueolgicos de poca postpaleoltica y del Paleoltico Superior y Medio. Estos sondeos permitieron recuperar importantes muestras lticas y faunsticas, hogares y varias piezas dentales atribuidas a Homo neandethalensis. Desafortunadamente, sin embargo, no lograron individualizar con precisin los distintos niveles culturales ni contextualizarlos cronolgicamente.

Los contactos cientficos con David Lordkipanidze (director del Centro Georgiano de Investigacin Prehistrica y responsable del famoso yacimiento de Dmanisi) y Nikoloz Tushabramishvili (director de la regin arqueolgica de Tsutskhvati) permitieron establecer un acuerdo de colaboracin entre arquelogos georgianos del Museo del Estado y de la Universidad de Tbilisi (dirigidos por N. Tushabramishvili) y un equipo multidisciplinar de investigadores espaoles (procedentes de las Universidades del Pas Vasco, Rovira i Virgili y Valladolid), con el objetivo de retomar nuevamente los trabajos arqueolgicos en los yacimientos paleolticos de Tsutskhvati. El establecimiento de este nuevo proyecto, que ha podido materializarse gracias al apoyo econmico del Instituto del Patrimonio Histrico Espaol, trata de hacerse eco de la creciente dimensin que la regin cuacsica est alcanzando en los medios cientficos internacionales. Efectivamente, debido a su localizacin geogrfica, a sus particularidades ecosistmicas y a la llegada tarda de la especie Homo sapiens, esta zona ofrece un gran potencial para estudiar algunos aspectos cruciales de la transicin entre el Paleoltico Medio y el Superior en Europa, tales como los mecanismos adaptativos que llevaron a la extincin final de los nean dertales o la naturaleza de las interacciones que pudieron establecerse entre esta especie y las poblaciones humanas modernas. Tal y como hemos sealado anteriormente, el registro arqueolgico del Paleoltico Medio regional es muy rico y variado, pero ha sido estudiado de forma incompleta, por lo que su contribucin al debate cientfico no se corresponde con su valor y peso rea-

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les. Recientemente este panorama ha comenzado a cambiar gracias al proyecto de investigacin abordado entre 1997 y 2001 por un equipo de la Universidad de Harvard en las cuevas de Dzudzuana y Ortvale Klde (en la vecina regin de Chiatura). stos son los primeros estudios que, aplicando una metodologa de anlisis moderna y normalizada, aportan unas interpretaciones completas sobre la conducta de las comunidades homnidas en el territorio meridional del Cucaso. As, junto al amplio y necesario programa de dataciones llevado a cabo (que indica la pervivencia del Paleoltico Medio en la zona hasta hace unos 36 Ka y la aparicin del superior hacia los 32 Ka), se ha documentado la caza selectiva de individuos juveniles de cabra caucsica y una organizacin territorial antrpica basada en ocupaciones de carcter estacional e itinerante (Adler, 2002). El importante respaldo que proporcionan las ms recientes investigaciones en las regiones vecinas (incluyendo tambin las procedentes de la vertiente norte del Gran Cucaso, donde se sita la cueva rusa de Mezmiskaya), el insoslayable protagonismo de la regin caucsica en el marco de la transicin entre el Paleoltico Medio y el Superior europeo, y la gran potencialidad arqueolgica presente en el sistema krstico de Tsutskhvati han contribuido a perfilar desde el comienzo los objetivos principales de nuestro programa de investigacin, entre ellos: a) Contribucin al registro, interpretacin y conocimiento de la adaptacin humana durante el Paleoltico Medio en la regin caucsica, su papel en el marco evolutivo de las poblaciones neandertales en Eurasia y su relacin con los procesos de cambio y transicin hacia el Paleoltico Superior en el Viejo Mundo.

b) Excavacin en extensin de la Cueva del Bronce y las dems cavidades de complejo de Tsutskhvati que sean estratgicas para nuestra investigacin. Estos trabajos permitirn conocer la organizacin espacial sincrnica de los campamentos y obtener informacin sobre aspectos relativos a la micromorfologa y sedimentologa de los depsitos pleistocenos, la contextualizacin cronolgica y los estudios palinolgicos, paleontolgicos, zooarqueolgicos, tafonmicos y tecno-tipolgicos. c) Prospeccin y catalogacin de nuevas cavidades, estudio geomorfolgico regional y de fuentes de aprovisionamiento con objeto de elaborar un trabajo de ndole territorial y paisajstico en la regin de Tsutskhvati. d) Divulgacin y difusin cientfica de la informacin deparada por el registro georgiano, que posibilitar su participacin en el debate internacional, e intercambio cientfico entre investigadores espaoles y georgianos, y la colaboracin con otros especialistas internacionales.

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Resultados de la campaa de 2002Nuestra primera campaa de investigacin arqueolgica en la Repblica de Georgia se llev a cabo en el mes de septiembre de 2002 y abarc las siguientes tareas: tratamiento preliminar de la Cueva del Bronce, excavacin de la Cueva Doble, sondeo del abrigo de Mziuri y elaboracin de la topografa de las tres cavidades.

Cueva del Bronce (Bronzovaya)La Cueva de Bronzovaya constituye el objeto central de nuestro proyecto de investigacin en la regin de Tsutskhvati. Sin em-

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Figura 2. Vista de la Cueva del Bronce: corte estratigrfico y cada de bloques (izquierda). Imagen de la Unidad 1 (derecha).

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bargo, durante septiembre de 2002 pudimos constatar que la excavacin de este conducto krstico y de la potente secuencia sedimentaria de su abrigo exterior requeran de una serie de trabajos de acondicionamiento previos a la intervencin arqueolgica. En la actualidad, el talud sedimentario queda colgado sobre una pendiente pronunciada que baja directamente al lecho actual del Shabata-gele. Los sondeos llevados a cabo en la dcada de 1970, las cuas de inestabilidad producidas por las abundantes diaclasas y los grandes bloques desprendidos y situados sobre la serie detrtica hacen que, por su peligrosidad, sea preciso previamente retirar todos los bloques calizos para acondicionar el rea de excavacin. Dado que esta tarea requiere una infraestructura compleja, los trabajos llevados a cabo durante 2002 se han concentrado en algunas tareas previas de desmonte y en la revisin de la secuencia estratigrfica, que permitan preparar las futuras intervenciones (fig. 2). El paquete sedimentario de la Cueva del Bronce est constituido por sedimentos de-

trticos producidos por fenmenos de gelifraccin. Las nueve unidades litolgicas que hemos reconocido se corresponden con coladas o abanicos de gravas que se intercalan con niveles arcillosos en momentos de menor carga energtica de la red. Los cortes visibles permiten reconocer de visu una gran abundancia de restos faunsticos, lticos y hogares a lo largo de los 18 m de potencia estratigrfica.

Cueva DobleLa Cueva Doble es una de las cavidades con depsitos arqueolgicos del sistema krstico de Tsutskhvati (fig. 3.1). Su planta consta de una sala de ms de 50 m2 y posee un depsito arqueolgico de unos 4,5 m de altura, con un total de 10 niveles estratigrficos relacionados con dos fases distintas de relleno (fig. 3.3). De muro a techo, la primera, que engloba al nivel basal 10, se corresponde con arcillas de origen endokrstico y es estril arqueolgicamente. La segunda fase, que contienen los niveles 9-1 (los estratos

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Figura 3. Cueva Doble: 1) Vista general. 2) Detalle de la superficie arqueolgica. 3) Secuencia estratigrfica. 4) Vista del rea de excavacin. 5) Hueso fracturado con marcas de corte. 6) Lasca levallois.5 6

9-5 son los que tienen inters arqueolgico, aunque el mayor impacto antrpico se produjo en los dos horizontes ms antiguos), es de tipo alctona y se corresponde con procesos de colmatacin de coladas clsticas y matrices arcillosas. Las excavaciones de los

aos setenta vaciaron 2/3 del depsito sedimentario y la campaa de 2002 se concentr en un total de 6 m2 del rea an conservada, que depararon (sobre todo los niveles 8 y 9) una rica asociacin de objetos lticos, faunsticos y carbones.

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La industria ltica recuperada hasta el momento est compuesta por un total de 162 objetos (86 y 72 en los niveles 8 y 9, respectivamente) elaborados preferentemente en rocas silceas (fig. 3.6). El estudio tecnolgico y tipomtrico emprendido permite sealar que las comunidades de homnidos que ocuparon esta cueva llevaron a cabo escasas tareas de talla dentro de ella y, por el contrario, la mayor parte de objetos aportados fueron elaborados en otros lugares. Los ncleos recuperados, principalmente de tipo levallois, son de pequeas dimensiones y representan las fases finales de explotacin, mientras que las lascas no corticales de gran tamao y de tendencia laminar fueron producidas fuera de la cavidad. Los objetos configurados, tambin de grandes dimensiones, se corresponden tipolgicamente con raederas laterales, denticulados y muescas y se caracterizan por un retoque marginal que modifica de forma muy somera las dimensiones originales del soporte. En definitiva, se ha podido observar que la cadena operativa de este yacimiento est muy fragmentada y que dentro de la cavidad se llevaran a cabo secuencias finales de la explotacin nodular y, probablemente, la configuracin de objetos. Este escaso desarrollo de las secuencias tcnicas de produccin ltica sugiere que las ocupaciones antrpicas en Cueva Doble fueron limitadas temporalmente. En este yacimiento se han recuperado un total de 521 restos seos (354 y 167 en los niveles 8 y 9, respectivamente), cuya identificacin taxonmica preliminar ha sealado la presencia de los herbvoros tales como Bos/Bison priscus, Capra caucasica y Alces, adems de restos de Ursus y de un mamfero carnvoro de pequeo tamao. Este conjunto faunstico se asemeja al recuperado en otros yacimientos del mismo mbito regional y podran confirmar el importante papel

INTERVENCIN ARQUEOLGICA EN EL SISTEMA KRSTICO DE TSUTSKHVATI...

de los Caprinae como recurso cinegtico especializado en las actividades econmicas de los grupos humanos (tal y como se ha sealado en el vecino yacimiento de Ortvale Klde). De especial inters es la presencia de rsidos en niveles fuertemente antropizados, por lo que ser preciso determinar en un futuro si fueron presa de los homnidos o utilizaron la cueva en momentos alternativos a la ocupacin humana. Los restos seos aparecen fragmentados y, en buena medida, se corresponden con astillas de difcil determinacin. Adems, la accin antrpica sobre estos materiales queda patente en la abundantsima presencia de marcas de corte, huesos largos fracturados intencionadamente, conos de percusin y ms de un 12% del total de evidencias seas sometidas a impacto trmino (fig. 3.5).

Abrigo de MziuriEste abrigo se localiza a menos de 100 m de la Cueva Doble y posee una superficie de 75 m2. El depsito sedimentario tiene una potencia de poco ms de 1 m y en l se han reconocido 10 niveles que representan procesos de bioturbacin y de coladas detrticas con rodaduras de clastos y una matriz arcillosa variable. Durante la campaa de 2002 llevamos a cabo la limpieza de la cata abierta en la dcada de 1970 y planteamos una ampliacin de 2 m2. El sondeo preliminar emprendido en este sitio reconoci la existencia de, al menos, un horizonte arqueolgico (entre los niveles 7-9) atribuido al Paleoltico Superior, con abundantes objetos lticos de slex (principalmente restos de talla de dimensiones muy reducidas), material seo muy fragmentado (en ocasiones sometido a impacto trmico) y una zona cenicienta que posiblemente se corresponda con una estructura de combustin.

ProspectivaNuestra primera campaa de trabajo en Tsutskhvati ha permitido acoplar firmemente los objetivos tericos previos con la realidad de campo y las condiciones de trabajo en esta remota regin de la Repblica de Georgia. Los resultados obtenidos hasta el momento no hacen otra cosa sino constatar el gran potencial arqueolgico de esta zona para el estudio del Paleoltico Medio y el Superior. Con la intencin de aprovechar al mximo dichas potencialidades, nuestros objetivos para 2003 son los siguientes: a) Finalizacin de la excavacin en la Cueva Doble, aprovechando al mximo el rea intacta. Este trabajo nos permitir obtener por primera vez una visin sincrnica de las ocupaciones humanas del Paleoltico Medio en Tsutskhvati. Del mismo modo se

proceder a las dataciones por ESR de las muestras de dientes de herbvoros ya preparadas y a completar todos los anlisis polnicos, faunsticos, tafonmicos, tcnicos y traceolgicos emprendidos en 2002. b) Preparacin de un andamiaje metlico en Bronzovaya que consolide el corte expuesto, permita retirar los bloques colgados, acceder a la excavacin en planta (entre 6 y 10 m2) de los niveles superiores y tomar muestras a lo largo de todo el paquete sedimentario para los pertinentes anlisis cronolgicos, palinolgicos y microfaunsticos. c) Ampliar la excavacin en el abrigo de Mziuri que, por sus caractersticas sedimentarias, nos obligar a trabajar en extensin. Esta tarea permitir elaborar un estudio de corte microespacial y obtener informacin de gran valor sobre el Paleoltico Superior local (presente tambin en Bronzovaya), escasamente conocido en el territorio georgiano.31

BibliografaADLER, D.: Late Middle Palaeolithic patterns of lithic reduction, mobility and land use in the Southern Caucasus, tesis doctoral leda en la Universidad de Harvard, indita, 2002. TUSHABRAMISHVILI, D., ed.: Arkheologicheskie panyatniki Tsutskhvatskogo mnogoetajnogo peshernogo kompleska [Yacimientos arqueolgicos del complejo cavernario de Tsutskhvati], Metsniereba, Tbilisi, 1978. TUSHABRAMISHVILI, N.: Caves of Georgia. The sites of prehistoric humans, Museo del Estado de Georgia, Tbilisi, 2002.

Excavaciones en Tell Qara Qzq y Tell Jams y actividades arqueolgicas derivadasANTONINO GONZLEZ BLANCO Universidad de Murcia GONZALO MATILLA SIQUER Universidad de Murcia

IntroduccinEl comienzo de las excavaciones en Siria es consecuencia directa de la creacin del Instituto Interuniversitario del Prximo Oriente Antiguo y del empeo por parte del profesor de la Universidad de Barcelona doctor don Gregorio del Olmo Lete, que, entre los aos 1987 y 1989, realiz intensas gestiones hasta que consigui la primera financiacin por parte del entonces Ministerio de Educacin con el proyecto Misin Arqueolgica de la Universidad de Barcelona en Siria (adems de puntuales ayudas por parte de los Ministerios de Educacin y Cultura) y el permiso definitivo por parte de las autoridades sirias para poder excavar en el yacimiento de Tell Qara Qzq, cuyos primeros sondeos se verificaron ese ao por un equipo formado por los profesores Olmo Lete (UB), Olavarri Goicoechea (Seminario de Oviedo) y Molina Martos (UMU). Desde ese ao hasta la actualidad las actividades arqueolgicas emprendidas han sido variadas y fructferas. Cabe destacar la incorporacin en firme de la Universidad de Murcia al proyecto con los profesores Gonzlez Blanco, Molina Martos y Matilla Siquer. Tambin la renovacin del proyecto Misin Arqueolgica de la Universidad de Barcelona en Siria y la concesin de otro Romanizacin y Cristianismo en la

Siria Mesopotmica: Limes Oriental del Imperio, dirigido por el doctor Gonzlez Blanco. De las actividades realizadas y los proyectos concedidos, adems de un abundante nmero de publicaciones, en el que se incidir ms adelante, cabe remarcar la lectura de cuatro tesis doctorales. Respecto a la financiacin, adems de los proyectos del Ministerio de Educacin, hemos contado desde el ao 1992 con subvenciones regulares por parte del Ministerio de Cultura primero y con posterioridad por parte del Instituto del Patrimonio Histrico Espaol, con subvencin entre 1992 y 1994 de la Fundacin Duran Vall Llosera y con ayudas puntuales del Ministerio de Asuntos Exteriores, de las Universidades de Barcelona y Murcia, de la Comunidad Autnoma de Murcia, de Cajamurcia y de la Fundacin Cultural Privada Estaban Romero.

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Los comienzos: Tell Qara QzqLa eleccin del emplazamiento arqueolgico estuvo motivada por la necesidad de la Direccin General de Antigedades y Museos de Damasco de intervenir en los yacimientos amenazados por la construccin de la presa de Tisrin, que a su conclusin prevista para 1995 (luego se atras hasta 1999) anegara una amplia zona del curso alto del ufrates.

EXCAVACIONES EN TELL QARA QZQ Y TELL JAMS Y ACTIVIDADES ARQUEOLGICAS DERIVADAS

El Tell de Qara Qzq se encuentra en la aldea homnima, en la margen izquierda del ro ufrates, inmediato al puente que cruza el ro y que une por la carretera nacional que vertebra el norte del pas las actuales ciudades de Alepo y Hasake. Est, por tanto, en la va natural de comunicacin entre Anatolia y la Baja Mesopotamia (Babilonia), por una parte, y el Mediterrneo y la Alta Mesopotamia (Asiria), por otra. Este emplazamiento y unas dimensiones completamente abarcables (150 m de longitud por 20 m de altura) hacan de Qara Qzq un lugar ideal para excavar y obtener resultados concluyentes en pocos aos, pues no hemos de olvidar que al tratarse de una excavacin de salvamento, estbamos limitados por el tiempo.

la. Los niveles que se han establecido son los siguientes:Nivel I Nivel II Romano Bronce Medio II Siglo I a. C. - II d. C. ca. 1800 a. C.

Nivel III Bronce Antiguo IV ca. 2200 a. C. Nivel IV Bronce Antiguo III ca. 2400 a. C. Nivel V Bronce Antiguo II ca. 2800 a. C.

Llama la atencin la relativa continuidad entre los niveles del Bronce y el hiato existente entre stos y la poca romana, que significa la desocupacin del Tell durante casi 2.000 aos.

Nivel I RomanoRelativamente deteriorado por la superficialidad de las estructuras de la cima. Presenta una serie de pequeas habitaciones de carcter domstico. Pero el inters est en la existencia de un gran recinto defensivo del siglo I a. C. y d. C. (abundaban los fragmentos de sigillata oriental A) compuesto por una muralla, una antemuralla y un paso de ronda. La muralla, de un grosor variable que llegaba a los 3 m en algunas zonas, era de mampostera y estaba apoyada directamente sobre niveles del Bronce Antiguo II. En realidad era un enorme forro de piedra (a modo de pedriza) que circundaba el edifico del Bronce Antiguo, adaptndose a l en su cara interior y mostrando una bien acabada cara en el exterior. La parte superior de la muralla, la exenta, era una cerca de 1,20 m aproximadamente y de la que se conservaban unos alzados de 50 cm en algunos puntos. La antemuralla, de 1 m de grosor estaba separada de la muralla por un paso de ronda de 2 m de anchura. Se trata tambin una obra de mampostera con un buen acabado en ambas caras.

La excavacinA lo largo de estos aos se han desarrollado trabajos tanto en el Tell como en el Llano que lo circunda. En el primero se han definido cinco niveles de ocupacin desde el Bronce Antiguo II (ca. 2800) hasta poca romana, adems de una ocupacin residual y limitada como lugar de enterramiento musulmn. En el Llano los trabajos han dado como resultado la documentacin de un asentamiento que se desarrolla desde poca de los Antoninos hasta un momento bizantino muy avanzado. En dos zonas puntuales situadas en los lmites del actual cementerio tribal se han podido evidenciar estructuras domsticas del Bronce Antiguo III (ca. 2400) y una necrpolis del Bronce Antiguo IV (ca. 2.200). En el Tell, donde se ha concentrado el grueso de los trabajos, se ha excavado ininterrumpidamente desde 1989 hasta 19991 inclusive, ao en que las aguas del pantano subieron, inundando la aldea de Qara Qzq y convirtiendo el yacimiento en una is-

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Con la excepcin de 1998 en que tras ser concedidas las subvenciones a las misiones arqueolgicas en el extranjero, el Ministerio las anul.

Los tramos conservados de muralla y antemuralla nos dan una longitud de 31 m en el occidente y de 19 m en el sur. En otras zonas del Tell no se ha documentado; es posible que la mayor inclinacin de otras pendientes la haya hecho rodar o que slo estuviera o fuera de tan buena factura en las partes ms accesibles del yacimiento. Ya se ha defendido la tesis de que el Tell, al igual que otros de las inmediaciones y vecinos del ro, formaba parte de la lnea defensiva del limes entre las pocas de Pompeyo y de Trajano. La existencia de un Castrum romano en la otra orilla del ro (sin duda alguna Ceciliana) y el amplio ngulo de visin que se tiene desde Tell Qara Qzq as lo indicaban. Pero si quedaba alguna duda, la existencia de una construccin claramente militar en el propio Tell confirma no slo que formaba parte de esa lnea defensiva, sino que el topnimo de Ceciliana puede aplicarse a ambas mrgenes del ro.

Nivel II Bronce Medio IICaracterizado por la carencia casi absoluta de hbitat y la existencia de una gran cantidad de silos circulares de piedra de hasta 4 m de dimetro y 6 m de altura, que se desarrollan en toda la cima formando racimos. Estos silos estn dominados por un pequeo templo de antas que elevado sobre una plataforma de mampostera se ubica en la zona ms alta del Tell. Slo se ha conservado la plataforma, la escalera de acceso y los cimientos. Pero la conexin entre el espacio religioso y los silos de almacenamiento de cereal sugiere cuestiones muy interesantes: desde la organizacin inmediata del territorio circundante con el Tell convertido en granero comunal, hasta la existencia de una red de graneros estatales dependientes del reino de Karkemis y controlados directamente por ste.

La ubicacin de los silos en altura obedece a una cuestin prctica, pues se permite el drenaje a la vez que se alejan los peligros de eventuales subidas del nivel fretico en las crecidas estacionales del ufrates. Ciertamente los silos en el Prximo Oriente son muy abundantes, pero casi siempre estn asociados a instalaciones domsticas o agropecuarias, de tal forma que el hallazgo de este conjunto, con el templo y las calles que se forman entre ellos es hasta ahora. Slo en la ladera occidental de la colina, la ms suave, se han encontrado restos de casas, que sin duda han de responder a los trabajadores o administradores de la ciudad granero. Es de resear, como elemento anecdtico, la aparicin, junto a esas casas de un pequeo vaso cermico lleno de joyas de plata y cuentas de collar. Cuando los silos se amortizan, los recipientes cermicos que haban estado en uso mientras funcionaban los depsitos de cereal se abandonan, siendo arrojados muchos de ellos al interior de los silos. Esta circunstancia ha permitido la sistematizacin de estas cermicas que ha sido realizada por la doctora Valds Pereiro. Por ltimo, cabe destacar el estudio del contenido vegetal de los silos, donde se han documentado por primera vez la pimienta (Piper sp.) y el ndigo (Indigofera articulata).

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Nivel III Bronce Antiguo IVTras el desmonte de los silos comenz a aparecer, aunque muy alterado, el conjunto urbano del Bronce Antiguo IV, compuesto por restos de edificaciones domsticas de adobe. La imagen en esta poca del yacimiento es bastante confusa debido a la densidad de silos del nivel anterior y su irrupcin en niveles ms antiguos.

EXCAVACIONES EN TELL QARA QZQ Y TELL JAMS Y ACTIVIDADES ARQUEOLGICAS DERIVADAS

Figura 1. Tell Qara Qzq. Nivel IV. Depsito cultural del templo de antas. Figura 2. Tell Qara Qzq. Nivel IV. Diosa de ncar con forma de vaca cefalomorma aparecida en el depsito cultual del templo de antas. Se conocen muy pocos ejemplares de este tipo.

Adems de los conjuntos cermicos recuperados, lo ms significativo de este nivel es la continuidad entre el Bronce Antiguo III y el Bronce Medio.

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Nivel IV Bronce Antiguo IIISi bien hay determinadas zonas de transicin en que no es fcil saber con certeza si pertenecen a la fase ms antigua de este nivel o a la ms moderna del Bronce Antiguo IV, hay una serie de elementos que le dan carcter propio. Estructuralmente tenemos en las fases ms antiguas la ocupacin de la parte superior de las habitaciones del Nivel V y en las ms modernas la existencia de dos templos que estn ocupando la mitad oriental del yacimiento. De uno de ellos, de planta cuadrada, slo se conservaba el suelo encalado e indicios del arranque de los muros de adobe. Sobre este suelo se encontraron un cuerno de uro. El otro templo es un edificio de planta rectangular de grandes dimensiones que apoya los dos tercios posteriores en el suelo del Tell y su tercio anterior en una terraza construida en la ladera meridional a tal efecto. En l se distinguen dos cuerpos: el

prtico, enmarcado dentro de las antas que prolongan las paredes laterales, y la cella interior, existiendo trazas de un tercer espacio sobreelevado en el fondo del santuario. Su zcalo de piedra de 0,70 m, desde el suelo interior, llega en algunas zonas a alcanzar los 1,2 m de grosor, siendo sus medidas exteriores de l6 m de largo por 8,5 m de ancho. A partir de una altura de 70 cm, el alzado de las paredes es de adobe. El suelo est hecho con un enlosado de adobes mal conservado. En el centro de la cella se hall una mesa de adobes a modo de mesa de ofrendas. El inters del templo es evidente tanto por su cronologa como por sus dimensiones, que le hacen convertirse en uno de los templos de antas ms antiguos (si no el ms antiguo), convirtindose en un eslabn ms de una corta cadena que supuestamente empieza en Anatolia en el III milenio y termina en Palestina en el I milenio, donde el ejemplo mejor conocido por todos es el Templo de Salomn. Adems de ese inters, se aaden dos elementos interesantes. Uno de ellos es la documentacin en su cara septentrional de un conjunto de dependencias destinadas a los servidores del mismo. El otro es la existencia de la gran terraza en la que se apoya, colgando prc-

ticamente en la ladera. Esta terraza tiene tres grandes escalones en los que se depositaron exvotos por los fieles que no podan tener acceso al recinto sagrado y que habran de seguir las ceremonias desde la llanura desarrollada entre el Tell y el ro, pues la inclinacin de la ladera es poco hbil a ese respecto. En la parte superior de la plataforma, junto a una de las antas se hall una gran vasija de 220 litros de capacidad con un depsito cultual compuesto por 333 piezas de alabastro, cermica, fayenza, ncar, concha, hueso y piedra. De ellas destacan un vaso y un cuenco de alabastro, una deidad de ncar con forma de vaca cefalomorfa y cuatro cilindros sello. Hay que insistir en que un hallazgo como ste es nico en Siria y si bien piezas como las aparecidas en el depsito se han encontrado en otros lugares, por lo general se trata de hallazgos aislados y puntuales. En cuanto a la deidad de ncar hay menos de 10 piezas semejantes en todo el Prximo Oriente.

Nivel V Bronce Antiguo IISe caracteriza por la presencia de un gran edificio de adobes rojos que ocupa ms de la mitad del yacimiento y que ha tenido dos claras fases de ocupacin, la primera como residencia palacial y la segunda como complejo funerario. Tiene alzados que llegan a los 5 m de altura y grosores de paredes de hasta 2 m. Est construido de forma escalonada desde la ladera occidental del yacimiento, habindose documentado hasta la fecha media docena de habitaciones que destacan por haberse convertido en recintos funerarios, con la deposicin del cuerpo acompaado de un enorme ajuar entre el que destacan las cermicas y en especial los elementos metlicos como lanzas y alfileres, estudiados en su momento por el doctor Montero Fenolls.

Se ha podido constatar cmo tras cada inhumacin la puerta de la habitacin correspondiente se sellaba con adobes, dejando esa parte del palacio inutilizada. Es posible, aunque no se ha podido determinar, que cuando se producen los enterramientos el edificio ya est amortizado. En cualquier caso y aparte de la espectacularidad de la edificacin, que en nada desmerece al Palacio de Ebla y que utiliza el mismo sistema de ocupacin de ladera y cima, el conjunto de piezas de metal se sita entre los bronces ms antiguos del Prximo Oriente. La mitad oriental del yacimiento, menos excavada para este perodo, muestra tambin grandes edificios de adobe. De ellos destaca una habitacin enlucida de blanco que conserva un alzado de 5 m y presenta en una de sus caras una puerta y una ventana intacta. En cuanto a los hallazgos materiales, adems de las piezas de los ajuares, merece la pena mencionar en una de las habitaciones la existencia de un depsito de crtulas-precintos (ms de 50 fragmentos), muchas de ellas con improntas de sellos cilndricos, entre los que se han diferenciado hasta ocho motivos diferentes. Nos encontramos, pues,

Figura 3. Tell Qara Qzq. Nivel V. Habitacin del palacio de adobe rojo reutilizada como tumba.

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EXCAVACIONES EN TELL QARA QZQ Y TELL JAMS Y ACTIVIDADES ARQUEOLGICAS DERIVADAS

con el reflejo de un complejo sistema de almacenes y a cuyo cargo se encuentran al menos ocho funcionarios diferentes, posiblemente por ser depsitos de distinta naturaleza. Sabemos que las crtulas se almacenaban durante algn tiempo para dar fe del acto administrativo que ha supuesto su ruptura y que con posterioridad eran arrojadas a vertederos. En este caso se encontraban en el interior de una habitacin que haba sido destruida por un incendio, lo que quiere decir que no haca mucho que se haba procedido a la apertura de los sellados.

Las reas prximas al Tell La Edad del Bronce

podido excavar unas pocas tumbas, pues se introduce bajo el cementerio moderno. De sta lo ms destacable es la presencia de una tumba colectiva (casi megaltica) que a modo de panten se abri en mltiples ocasiones para recibir nuevos cadveres que eran depuestos y cubiertos de masa de adobe. La otra necrpolis se encuentra ms alejada y ocupa de forma dispersa las alturas del monte que se eleva al este de Qara Qzq. Se trata de una necrpolis de tmulos de diversas pocas, en donde slo se ha podido intervenir en tareas de limpieza en uno de ellos. La proximidad a Qara Qzq, la inmediatez visual y la existencia de materiales del Bronce en superficie conectan la necrpolis con el yacimiento.

poca Romana y BizantinaUno de los problemas que ha planteado Qara Qzq desde el principio es el de la existencia de una ciudad baja en todos o alguno de los niveles documentados en la excavacin. La colina ocupada por el sistema de almacenamiento durante el Bronce Medio se explicara mejor si existiera un entorno urbano en el llano. Lo mismo ocurrira para el complejo sacro del Bronce Antiguo III y para el palacial del Bronce Antiguo II. La existencia de un inmenso cementerio contemporneo al pie del Tell, las casas particulares, los caminos y las tierras de cultivo no han facilitado la tarea de la excavacin en el llano. No obstante se han realizado una serie de sondeos que sin ser determinantes han excluido la posibilidad de un poblamiento en llano concentrado para el Bronce Medio y la han verificado para el Bronce Antiguo III. No