Bielinski y La Escuela Natural

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Bielinski y la “escuela natural” Omar Lobos Vissarión Grigórievich Bielinski es el primer hombre de la intelliguentsia rusa, fundador de la crítica literaria en su país y el que fijó las bases del realismo ruso. Romántico por escuela y temperamento, extrajo –fundamentalmente a partir de la obra de Nikolái Gógol– los lineamientos de la llamada “escuela natural”, que unirá desde él en adelante la idea de literatura con la de “búsqueda de la verdad” 1 . De allí que para el imaginario ruso una completa autonomización de la literatura –pensando en la tendencia que por esos tiempos se sigue en la literatura europea– sea impensable y, permítaseme, inmoral. La cosmovisión rusa, fundamentalmente organicista, es opuesta al racionalismo occidental, que “ha ido desmontando el todo por partes y lo ha perdido de vista”. Y lo que refrenda la “legitimidad” de una obra –más allá de sus cualidades intrínsecas– es la persona del artista. Dicho sin vueltas: no se puede escribir “bien” sin ser una buena persona. La época de Bielinski es la época en que empieza a abrirse paso la prosa rusa, con los primeros relatos de Pushkin, Gógol, Lérmontov y otros: la década de 1830. Hasta ese momento, sólo la poesía había constituido una incipiente –si bien ya casi gloriosa– literatura nacional. Y el surgimiento de la prosa va rompiendo, en el mismo impulso, las costuras del romanticismo y avanzando hacia la representación objetiva de la realidad inmediata. Es también la época en que se consolida en la tierra de los zares un estamento que se impondrá como misión la lucha por los derechos civiles del postergado pueblo ruso, y la arena – la única de que disponen– donde se llevarán a cabo sus debates será la literatura. La intelliguentsia es la intelectualidad (intelliguent, en ruso, quiere decir “intelectual”), sólo que en el caso de Rusia la palabra adoptó un profundo sentido corporativo, el mismo con el que luego esta palabra se trasladaría a otras lenguas. Esta intelectualidad –compuesta por gente proveniente de distintas clases sociales (raznochintsi)– va a reemplazar a la nobleza educada (los Pushkin y los Lérmontov), que era la que hasta el momento detentaba 1 Influencia del aforismo hegeliano de que la realidad se identifica con la verdad y lo racional.

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Bielinski y La Escuela Natural

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Vissarin Grigrievich Bielinski es el primer hombre de la intelliguentsia rusa y el fundador del realismo literario ruso

Bielinski y la escuela natural

Omar LobosVissarin Grigrievich Bielinski es el primer hombre de la intelliguentsia rusa, fundador de la crtica literaria en su pas y el que fij las bases del realismo ruso. Romntico por escuela y temperamento, extrajo fundamentalmente a partir de la obra de Nikoli Ggol los lineamientos de la llamada escuela natural, que unir desde l en adelante la idea de literatura con la de bsqueda de la verdad. De all que para el imaginario ruso una completa autonomizacin de la literatura pensando en la tendencia que por esos tiempos se sigue en la literatura europea sea impensable y, permtaseme, inmoral. La cosmovisin rusa, fundamentalmente organicista, es opuesta al racionalismo occidental, que ha ido desmontando el todo por partes y lo ha perdido de vista. Y lo que refrenda la legitimidad de una obra ms all de sus cualidades intrnsecas es la persona del artista. Dicho sin vueltas: no se puede escribir bien sin ser una buena persona.

La poca de Bielinski es la poca en que empieza a abrirse paso la prosa rusa, con los primeros relatos de Pushkin, Ggol, Lrmontov y otros: la dcada de 1830. Hasta ese momento, slo la poesa haba constituido una incipiente si bien ya casi gloriosa literatura nacional. Y el surgimiento de la prosa va rompiendo, en el mismo impulso, las costuras del romanticismo y avanzando hacia la representacin objetiva de la realidad inmediata.

Es tambin la poca en que se consolida en la tierra de los zares un estamento que se impondr como misin la lucha por los derechos civiles del postergado pueblo ruso, y la arena la nica de que disponen donde se llevarn a cabo sus debates ser la literatura. La intelliguentsia es la intelectualidad (intelliguent, en ruso, quiere decir intelectual), slo que en el caso de Rusia la palabra adopt un profundo sentido corporativo, el mismo con el que luego esta palabra se trasladara a otras lenguas. Esta intelectualidad compuesta por gente proveniente de distintas clases sociales (raznochintsi) va a reemplazar a la nobleza educada (los Pushkin y los Lrmontov), que era la que hasta el momento detentaba los espacios de la cultura ilustrada. Aparecen los hijos de popes, de comerciantes, de mdicos, de modestos funcionarios, etc. Profundamente influidos por el socialismo utpico francs (Fourier, Saint-Simon) y el idealismo alemn, en cuyo firmamento descollaba Hegel, esta clase encontrar en la filosofa un solaz y un consuelo para la opresiva realidad de su poca. Reina el gendarme Nicols I, el despotismo de los zares goza de una salud excelente.

Esta clase, no obstante estar unida por el mismo temperamento idealista, estar dividida en su seno en dos partidos rivales: occidentalistas y eslavfilos. Los primeros defendan la obra de Pedro el Grande, cuyas reformas tendieron a comienzos del siglo XVIII a arrancar a Rusia de las tinieblas de Asia e insertarla por la fuerza en Europa, a occidentalizarla, a pesar de que hubiera sido completamente ajena a los procesos histricos de Occidente. As, los occidentalistas vean en la cultura y el pensamiento europeos el ideal al que Rusia deba aspirar para salir del atraso monstruoso de sus instituciones y condiciones sociales. Los eslavfilos, por su parte, rechazaban la reforma de Pedro como algo contra natura rechazando a la par a Occidente como algo corrompido y decadente, y refugiaban su ideal en el perodo moscovita de la historia rusa, caracterizado por una profunda unin entre el Estado y la Iglesia ortodoxa.

A esta poca y sus debates le sumar su impronta el temperamental Vissarin Bielinski, que con su famosa Carta a Ggol crear el documento ms tonante y violentamente sincero de su tiempo.

La intencin primera de este artculo, ms que estudiar su figura, es presentar in extenso al pblico de habla hispana la propia voz del crtico.Su vida

Bielinski naci en 1811 (el mismo ao que Sarmiento) y su vida fue breve: muri de tuberculosis en 1848. Dubelt, jefe de la gendarmera de San Petersburgo, dijo que lamentaba su muerte, pues, de otro modo, nosotros lo hubiramos hecho pudrirse en la fortaleza. Como contracara, se transformara en uno de los primeros hroes del panten sovitico.

Hijo de un mdico naval pobre, creci en las provincias rusas hasta que pudo ingresar a la Universidad de Mosc, de donde sera expulsado por razones que se desconocen (y en parte por su propio desdn a la enseanza en ella impartida). Tempranamente apasionado por la literatura de su patria (la literatura rusa es mi vida y mi sangre, dira), comenz a vivir de la publicacin de artculos crticos que pronto dividiran a la opinin pblica entre sus rivales y sus ms fervorosos adoradores.

Las opiniones de Bielinski seran seguidas con inters por todas las esferas educadas, y tendran gran influencia entre los maestros de literatura, formados en la vieja escuela retrica, que no podan dejar de or el canto nuevo y fresco que el joven crtico les traa. Incluso en los seminarios y academias eclesisticas se lean vidamente sus artculos.

A l se debe la entronizacin de Alexandr Pushkin cuya obra Bielinski examin en su totalidad en once clebres ensayos como poeta nacional, vocero de un pueblo y prcer de la autoconciencia rusa. Pushkin y Lrmontov, por su parte, lo miraran con desdn: Este extravagante por alguna razn me quiere mucho, dira lacnico el primero.

Admirador de la obra de Pedro el Grande, santsimoniano en su fe en el progreso material como propulsor de la igualdad, y fervoroso defensor de la educacin como motor fundamental para el progreso de los pueblos, inicialmente su ideal fue el despotismo ilustrado. Luego su amigo Mijal Bakunin lo convierte al hegelianismo y Bielinski vive un enconado interregno conservador de reconciliacin con la realidad, del que un ao despus abominar. Occidentalista por principio, era a la vez profundamente ruso, y defendera el carcter popular (la nardnost) como una condicin sine qua non de la nueva literatura. En este aspecto rivalizara con los eslavfilos, que vean la nardnost en el apego a las viejas tradiciones patriarcales, en los muyiks con sus largos caftanes y sus humildes isbas, y defendan como rasgo nacional la resignacin.

...el aspecto positivo de su doctrina [la de los eslavfilos] se encierra en ciertos difusos presentimientos msticos de la victoria de Oriente sobre Occidente, cuya inconsistencia queda demasiado claramente manifiesta en los hechos de la realidad, tomados en conjunto y por separado. Pero el aspecto negativo de su enseanza merece mucha ms atencin no porque hable contra un Occidente que estara podrido (a Occidente los eslavfilos decididamente no lo comprenden, porque lo miden con una vara oriental), sino porque hablan contra el europesmo ruso, y aqu dicen muchas cosas pertinentes, con lo que no puede uno no acordar al menos a medias, como, por ejemplo, que en la vida rusa hay una ambigedad, y por consiguiente, la ausencia de una unidad moral; que esto nos priva de un carcter nacional tajantemente expresado, con el que, para su honra, se distinguen casi todos los pueblos europeos; que esto nos convierte en unos diletantes, que saben pensar bien en francs, en alemn y en ingls, pero que de ningn modo saben pensar en ruso; y que la causa de todo esto est en la reforma de Pedro el Grande. Todo esto es justo hasta cierto grado. Pero no puede uno detenerse en el reconocimiento de la justicia de un hecho sea cual fuere, sino que se deben investigar sus causas en la esperanza de, en el mismo mal, encontrar los medios para salir de l. Esto los eslavfilos ni lo han hecho ni se han puesto a hacerlo; pero en cambio han obligado a ponerse a hacerlo a sus adversarios. Y es aqu donde est su verdadero mrito. (V. Bielinski, Una mirada a la literatura rusa de 1846, 1847)

Y a partir de esta conciencia, avanzar en la comprensin de una literatura que sea un modo de autoconocimiento.

Nosotros, los rusos dir Bielinski, no podemos dudar de nuestro significado poltico y estatal: de todas las tribus eslavas solamente nosotros maduramos en un estado fuerte y poderoso, tanto antes de Pedro el Grande como despus de l, hasta el minuto presente, sostuvimos con honor ms de un severo examen del destino, ms de una vez estuvimos al borde de la ruina y siempre alcanzamos a salvarnos de ella para aparecer despus con una nueva y mayor fuerza y firmeza. En un pueblo extrao al desarrollo interior no puede haber esta firmeza, esta fuerza. S, en nosotros hay una vida nacional, estamos llamados a decir al mundo nuestra palabra, nuestra idea; pero por saber cul sea esta palabra, cul esta idea, por ahora an es temprano para afanarnos. (Una mirada... 1846)

Parecen palabras que el Dostoievski paneslavista pronunciara casi cuarenta aos despus.

La escuela crtica iniciada por Bielinski tuvo una abrumadora influencia en su propio tiempo, y sus huellas perviven an hoy. A l se debi el aniquilamiento del retoricismo y la entronizacin del concepto de verdad artstica. Examinando su obra, resulta asombrosa la exacta valoracin confirmada luego por el tiempo que Bielinski hace de figuras viejas y nuevas del panorama literario de su poca. A los que predice el olvido y a los que predice la gloria. (Quiz la ms notable sea la valoracin que hace del joven Dostoievski, del que solo llegara a conocer sus primersimos relatos, pero ya atisba all aun con alguna apreciacin muy discutible todo el talento y la potencia que hay en germen en esa obra incipiente.)Si bien Bielinski escribi mucho y abord en sus artculos casi todo el espectro de la actividad literaria rusa fundamentalmente la contempornea, nos detendremos particularmente en su anlisis de las obras de Ggol, el creador que lo fascin y le inspir a contrapelo muchas de sus convicciones sobre el deber ser de la literatura, y de quien Bielinski fue a la larga uno de los principales victimarios. Por una literatura nacional

Bielinski fue el primero en tomar en consideracin las particularidades histricas de Rusia para el abordaje crtico de la literatura, y de all la necesidad de fundar una crtica que no soslayara esta cuestin. Consciente del carcter incipiente de las letras rusas, surgido de la imitacin, asimila esto como un camino natural hacia la conquista de formas propias de su literatura nacional.

El contenido ajeno, tomado de afuera, nunca puede reemplazar ni en la literatura ni en la vida la ausencia de un contenido propio, nacional; pero puede regenerarse en l con el tiempo, como el alimento, que el ser humano toma de afuera, se regenera en su sangre y su carne y sostiene en l la fuerza, la salud y la vida.

...hubo un tiempo en que la pregunta sobre si tenamos literatura no pareca una paradoja y muchos la resolvan en sentido negativo. Y tal resolucin es natural e ineludible si a la literatura rusa hay que juzgarla sobre las bases sobre las que se debe juzgar la historia de las literaturas europeas. Pero uno de los ms grandes logros racionales de nuestro tiempo consiste en que, finalmente, comprendimos que Rusia tuvo su historia, que no se parece en lo ms mnimo a la historia de ni un solo estado europeo, y que hay que estudiarla y juzgar sobre ella sobre la base de s misma, y no sobre la base de las historias, que no tienen nada en comn con ella, de los pueblos europeos. Lo mismo en relacin con la historia de la literatura rusa. (Una mirada... 1846)

As, Bielinski defender fundamentalmente a la literatura como expresin histrica. Replicando a Konstantn Akskov, escritor de cuo eslavfilo que elogia las Almas muertas de Ggol como una nueva Ilada y para quien la novela sera una degradacin de la epopeya helnica, haba dicho:

El epos antiguohelnico poda existir slo para los helenos antiguos, como expresin de su vida, de su contenido, en su forma. Para el mundo nuevo, a cuento de qu resucitarlo, en tanto un mundo nuevo tiene su vida, su contenido y su forma, por consiguiente, su epos. Y el epos del mundo nuevo apareci preferentemente en la novela, cuya gran diferenciacin del epos antiguohelnico, aparte los elementos cristianos y otros del mundo nuevo, la constituye adems la prosa de la vida, que entr en su contenido y es ajena al epos antiguohelnico. Y por eso la novela no es de ningn modo deformacin del epos antiguo, sino el epos de un mundo nuevo, surgido y desarrollado histricamente desde la propia vida y vuelto su espejo, como la Ilada y la Odisea fueron el espejo de la vida antigua. (V. Bielinski, Explicacin sobre la explicacin del poema de Ggol Almas muertas)

De aqu su valoracin de Ggol como el creador de un epos autnticamente ruso.

Defendindose de los ataques de Bielinski, Akskov replicar que l slo ha puesto en pie de igualdad a Ggol y Homero en cuanto al acto de creacin. Bielinski, por su parte, insistir en que lo que debe anteponerse al acto de creacin es el contenido.

Sin acto de creacin no hay poeta, esto es un axioma acordar Bielinski; pero en nuestro tiempo se toma como medida de la grandeza de los poetas no el acto de creacin, sino la idea, lo general... (Explicacin sobre la explicacin...)

La idea, lo general, es para Bielinski sinnimo de contenido. Cuanto mayor sea el contenido, es decir la amplitud de la idea que encierra, mayor universalidad tendr el creador. Y ejemplificar esto afirmando que, en cuanto al acto de creacin, Hamlet y el relato de Ggol Ivn Fidorovich Shponka y su ta son equiparables, pero de ningn modo en cuanto al alcance de su contenido.

Y, sin embargo, nosotros mismo consideramos a Ggol un gran poeta, y a sus Almas muertas una gran obra. Pero en el primer caso nosotros entendemos el talento natural, por el cual Ggol, as como Pushkin, efectivamente nos recuerdan a los ms grandes nombres de todas las literaturas. En efecto, no se puede no asombrarse de su capacidad de animar todo lo que toca en imgenes poticas, su mirada de guila, con la que penetra en lo profundo de aquellas sutiles relaciones y causas inaccesibles para la simple mirada, donde la ciega limitacin ve slo minucias y nimiedades, sin sospechar que en estas minucias y nimiedades gira, ay!, toda la esfera de la vida. Pero Ggol es un gran poeta ruso, no ms; sus Almas muertas, tambin slo para Rusia y en Rusia pueden tener un significado infinitamente grande. Tal es por ahora el destino de todos los poetas rusos; tal es el destino aun de Pushkin. Nadie puede estar por encima de su siglo y su pas; ningn poeta se apropiar de un contenido no preparado ni elaborado por la historia. Pocas, muy pocas obras de Pushkin pueden ser trasladadas a lenguas extranjeras sin perder con su forma su mrito sustancial; pero de Ggol apenas hay algo que pueda ser trasladado. Y, no obstante, en Ggol vemos una ms importante significacin para la sociedad rusa que en Pushkin: pues Ggol es ms un poeta social, en consecuencia, ms poeta en el espritu de la poca; asimismo, l se pierde menos en la diversidad de los objetos que crea y hace sentir ms la presencia de su espritu subjetivo, que debe ser el sol que alumbre las creaciones del poeta de nuestro tiempo [el subrayado es nuestro]. Repetimos: cuanto ms alto es el mrito de Ggol como poeta, ms importante es su significado para la sociedad rusa y menos puede tener significado alguno fuera de Rusia. Pero es en esto mismo que consiste su importancia, su profunda significacin y su digmoslo sin miedo grandeza colosal para nosotros, los rusos. Aqu no hay a qu mencionar a Homero ni a Shakespeare, no hay a qu enredar a los de afuera en nuestros secretos de familia. Almas muertas son una Ilada, pero slo para Rusia: para todos los otros pases su significado es algo muerto e incomprensible. (Algunas palabras sobre el poema de Ggol: Las andanzas de Chchikov o las almas muertas, 1842)

En la cita precedente se encierra una valoracin de Ggol que Bielinski con matices defender por el resto de su vida: el sentido de pertenencia histrica y social de la literatura. No obstante su entusiasmo, es todava estrecha la valoracin que hace del epos gogoliano, en desmedro del cual incluso citar el epos de un Walter Scott.

Pero para que esta idea tenga su efecto la obra debe por sobre todas las cosas ser de alta calidad artstica, de lo contrario su efectividad ser nula. As es como, para l, Almas muertas combina la profundidad de una idea social viva con un talento artstico de genio.

A partir de aqu, sern tremendos los esfuerzos de Bielinski por hacer de la literatura una patria espiritual, un territorio moral donde la sociedad pueda encontrarse, reconocerse a s misma y regenerarse:

Como todo lo vivo, la sociedad debe ser orgnica, es decir una multitud de personas ligadas entre s interiormente. Los intereses de dinero, el comercio, las acciones, los bailes, las reuniones, las danzas, tambin son un lazo, slo que exterior, en consecuencia, no vivo, no orgnico, aunque imprescindible y provechoso. A las personas las ligan interiormente los intereses morales comunes, la coincidencia en las nociones, la igualdad en la educacin y con esto el respecto recproco a su dignidad humana. Pero todos nuestros intereses morales, toda nuestra vida espiritual, se ha concentrado hasta ahora y an por largo tiempo va a concentrarse exclusivamente en la literatura: ella es el manantial vivo desde el cual se infiltran en la sociedad todos los sentimientos y nociones humanas... (Pensamientos y observaciones sobre la literatura rusa, 1846)

Sin relatos rusos ahora no puede tener xito ni una sola revista. Y esto no es un capricho, no es una moda, sino una exigencia juiciosa, que tiene un sentido profundo, un fundamento profundo: en ella se refleja la aspiracin de la sociedad rusa a la autoconciencia, por consiguiente, el despertar en ella de intereses morales, de la vida racional. (Una mirada... 1846)

Buceando en los orgenes de la ms genuina literatura rusa, Bielinski ve los mayores logros en los gneros que se apoyan en la crtica social, que a su modo han detentado un realismo avant la lettre, y carga en sus crticas contra todo aquello en lo que haya atisbos de retrica, es decir, de amaneramiento y falsedad. Es as como va pesando el compromiso del escritor. La literatura fue para nuestra sociedad un manantial vivo incluso de ideas morales prcticas. Comenz con la stira, y en la persona de Kantemir declar una guerra implacable a la ignorancia, los prejuicios, la pleitesa, la soplonera, la trapacera, la corrupcin y la defraudacin al fisco, que ella sorprendi en la vieja sociedad no como vicios, sino como normas de vida, como convicciones morales. [...] Finalmente lleg el tiempo en que en nuestra literatura la stira pas al humor, que se manifiesta en la reproduccin artstica de la realidad vital. Por supuesto, sera ridculo presupone que la stira, la comedia, el relato o la novela puedan corregir a una persona viciosa; pero no hay duda de que aquellos, abriendo los ojos de la sociedad sobre s misma, contribuyendo al despertar de su autoconciencia, cubren al vicioso de desprecio y oprobio. No en vano muchos entre nosotros no pueden or sin odio el nombre de Ggol, y a su Inspector lo llaman una obra inmoral, que habra que prohibir. Del mismo modo ahora ya nadie ser tan ingenuo para pensar que una comedia o un relato puedan hacer de un coimero una persona honrada, no, a un rbol torcido, cuando ya ha crecido y se ha engrosado, no lo hars derecho; pero es que los coimeros tambin suelen tener hijos, como los que no son coimeros: unos y otros, no teniendo an motivos para considerar inmoral las claras representaciones de lo que es la coima, se admiran de ellas e imperceptiblemente para s mismos se enriquecen con tales impresiones, que no siempre resultan infructferas en su vida posterior, cuando se vuelven miembros efectivos de la sociedad. Las impresiones de la primera juventud son fuertes, y la juventud toma como una verdad indudable lo que impact ms que nada su sentimiento, imaginacin e inteligencia. Y he aqu de qu modo obra la literatura ya no slo en la educacin, sino tambin en el mejoramiento moral de la sociedad! Sea como fuere, es un hecho del que no cabe ninguna duda que slo en el ltimo tiempo comenz a hacerse perceptible entre nosotros un nmero de gente que trata de efectivizar en los hechos sus convicciones morales, en desmedro de sus intereses personales y en perjuicio de su posicin social... (Pensamientos y observaciones...)

Por este camino, Bielinski ir profundizando en el problema de la idea moral que orienta y gobierna intrnsicamente una obra artstica.

Sin saber cmo, por lo dems, se revelar el contenido de Almas muertas en las dos partes siguientes, an no comprendemos claramente por qu Ggol llam poema a su obra, y por ahora vemos en esta denominacin el mismo humor con el que esta obra est elaborada y por el que est atravesada. Si el poeta mismo considera a su obra un poema, cuyo contenido y su hroe es la sustancia del pueblo ruso, nosotros diremos sin vueltas que el poeta cometi un gran error: pues, aunque esta sustancia sea profunda, intensa, inmensa (lo que ya resplandece brillantemente en la determinacin cmica de la sociabilidad en la que por ahora se revela y que Ggol tan genialmente atrapa y reproduce en Almas muertas), no obstante, la sustancia de un pueblo puede ser objeto de un poema slo en su determinacin racional, cuando es algo positivo y real, y no ruin y presumible, cuando ya es pasado y presente, y no solamente futuro... En la creacin, la gran tarea para el artista es elegir el objeto y el contenido para su obra; este objeto y este contenido siempre deben ser determinados palpablemente, de otro modo la obra artstica estar incompleta, inconclusa, lo que los franceses llaman manque. Y por eso es un gran error para el artista escribir un poema que quiz sea posible en lo futuro. (Explicacin sobre la explicacin...)

De este modo, Bielinski pone el acento en lo que motivar la tragedia creadora del gran Ggol. Friedrich Engels hablar, a propsito de Balzac, de un triunfo del realismo. Esto es, que la intuicin artstica, la capacidad innata de mostrar, puede sobreponerse a la ideologa del artista. Es una reactualizacin de la cuestin formulada por Bielinski a propsito de Ggol, del choque entre el Ggol artista y el Ggol pensador. Este, como Balzac, sera ideolgicamente un conservador, pero su arte es revolucionario.

Incapaz de asumir, por un lado, el descontento que sus obras producen en los sectores ms conservadores de la sociedad rusa (con los que el propio autor siente intuitivamente mayor afinidad espiritual), y, por el otro, el lugar en que la opinin progresista lo ha colocado, la vida de Ggol se transforma en una eterna huida de las consecuencias que le acarrean sus propias creaturas. En 1836, despus del resonante xito de la comedia El inspector, huye a Europa, donde pone manos a su obra principal: Almas muertas. Vuelto a Rusia para la edicin de aquella, huir de nuevo despus de la ruidosa acogida de la obra, cuando ciertos crticos insisten en ponerlo como cabeza de cierta nueva escuela literaria, personificando en ella alguna negra bandera literaria (palabras del prncipe Vizemski, poeta conservador).

Y el punto en cuestin es justamente... la IDEA:Incluso tenemos el atrevimiento de pensar que la espontaneidad de la creacin en Ggol tiene sus fronteras y que a veces lo traiciona, sobre todo ah donde el poeta se choca con el pensador, es decir, ah donde la cosa toca con preferencia a la idea... (Explicacin sobre la explicacin...)

Y ms adelante:

Pero esta fuerza asombrosa de la creacin espontnea, que constituye por ahora la fuerza principal, el ms alto mrito de Ggol y por medio de la cual, semejante a un hechicero amo del reino de los espritus, que convoca al conjuro de su voz a obedientes almas incorpreas, l ilimitado amo del reino de una realidad ilusoria despticamente convoca ante s a sus representantes, forzndolos a desnudar delante de l tales secretos recovecos de sus naturalezas que ellos no se reconoceran ni ante el miedo a la pena de muerte; esta, decimos, asombrosa fuerza de creacin espontnea a su vez perjudica en mucho a Ggol. Por as decirlo, le desva los ojos de las ideas y las cuestiones morales de que hierve la contemporaneidad, y lo fuerza preferentemente a fijar su atencin en los hechos y conformarse con su representacin objetiva. (Explicacin sobre la explicacin...)

Ms tarde, en su carta a Ggol, Bielinski insistir en que aqul conoce a Rusia slo como creador, y no como pensador, afirmacin con la que Ggol estar de acuerdo.

La escuela natural (naturlnaia shkola)

[La literatura] iba por el camino anterior, que no se puede llamar ni nuevo, porque ya alcanz a manifestarse, ni viejo, porque hace demasiado poco que se abri para la literatura; justamente un poco antes de que alguien por primera vez pronunciara la palabra escuela natural. Desde entonces el progreso de la literatura rusa en cada nuevo ao ha consistido en su paso cada vez ms firme en esta direccin... (Una mirada... 1847)

A la denominacin escuela natural apel por primera vez el crtico Fadi Bulgarin representante del nacionalismo oficial con un sentido negativo en su crtica al Peterburgski sbrnik, en 1846, un almanaque editado por el poeta Nikoli Nekrsov que conoci un formidable xito en su tiempo: en l se public la primera obra Gente pobre de un joven y promisorio escritor: Fidor Dostoievski, y la ms clebre novela de Alexandr Herzen: Quin es el culpable?, entre otras obras de cuo realista.

Bielinski adopt el trmino, entendiendo que lo que sus rivales vean como una cualidad negativa defina a sus ojos esta corriente en un sentido positivo. De hecho, su manifestacin significa para Bielinski la madurez de un proceso iniciado menos de un siglo atrs por figuras ilustres del breve pasado literario ruso. La escuela natural es la que recoge la herencia de Ggol y define el llamado perodo post-gogoliano de las letras rusas.

Con este mismo tiempo se relaciona la aparicin en las bellas letras rusas de la as llamada escuela natural, que madur bajo la influencia de un Ggol explicado de la manera en que lo explic Bielinski. Puede decirse que su verdadero padre fue... este ltimo. Esta escuela no tena otra cosa en vista que sealar los detalles de los usos y costumbres culturales contemporneos que no podan an ser sealados y analizados de ninguna otra manera, ni por el tratamiento poltico ni cientfico. Advirtase a propsito: el mote de natural se lo dio el corifeo del planteo retrico, sin talento, falsamente bienintencionado de la vida rusa, Bulgarin, pero por la hostilidad hacia Bielinski se alegraron del mote, y se lo apropiaron incluso las personas que despreciaban la actividad literaria y crtica de Bulgarin. (Pvel nnienkov, Una dcada notable. 1838-1848, 1880)

Enunciando sus antecedentes, Bielinski afirmar que la literatura rusa comenz por el naturalismo, rasgo que segn l distingue al primer escritor satrico: Kantemir (1708-1744). La stira rusa es el primer gnero que se vuelve exclusivamente hacia la realidad inmediata, y el camino iniciado por Kantemir ser prolongado por seguidores que la van conduciendo a la madurez que estallara con Ggol. Estos fueron los satricos Sumarkov y Fonvizin y el genial fabulista Ivn Krylov. A travs de ellos, el idioma ruso se va perfeccionando como idioma literario, hasta alcanzar en las fbulas de Krylov su madurez artstica.

Ggol, por su parte, significa la irrupcin, desde la nada, de la gran prosa rusa. Antes de l, los nicos grandes abordajes del gnero haban sido realizados por dos poetas natos como Pushkin y Lrmontov, que se humillaron a la humilde prosa sin dejar ambos de sentir tremendas dificultades, en tanto deban luchar contra el espritu de la poesa que dominaba en ellos. Cierto es que la vida no les dio tiempo a ninguno de los dos a profundizar ese camino. Ambos moriran, a poco de iniciarlo, de resultas de sendos duelos: Pushkin a los 37 aos y Lrmontov a los 27. Es a su sombra como Ggol aparece en escena, en la dcada de 1830, con sus primeros relatos.

Cmo deba juzgar la multitud a un poeta que se atrevi a ir por un camino desconocido por todos antes que l, que se resolvi, dejando en paz a los hroes (que, a decir verdad, en la tierra aparecen mucho ms raramente que en la fantasa de los poetas), a volverse hacia la multitud y la vida cotidiana?... Al principio, como corresponde, ella pens que este poeta no conoca nada mejor que ella, la multitud, y no era capaz de elevarse con el pensamiento ms all del lmite de la prosaica vida de todos los das. Y esa conclusin fue muy natural de su parte: ella no encontraba en las obras de este poeta ni sentencias morales, ni salidas cmicas. Al contrario, ella vea que l le dibujaba sus extraos hroes y su pobre y lastimosa vida muy seriamente, que hablaba de ellos casi con tal importancia como en la realidad hablan ellos de s mismos y de sus cositas. Por supuesto: este es un escritor, pongamos, no sin talento, pero pobre, sin fantasa, sin alma, sin corazn, sin capacidad para comprender lo elevado y hermoso, que gusta de representar slo la naturaleza sucia y desaseada! Pero extraa cosa! la misma multitud no poda no advertir que lo lea con avidez, que l con algo intenso la molestaba y la enojaba; despus ella reconoci con asombro que el gran mundo, representante mximo del buen tono y la conveniencia, sin prestarle atencin a las obras de buen tono, esmeradas, de escritores adocenados, sin guantes y con placer lea las obras de este escritor, llenas de mal tono, de expresiones y cuadros que ofenden la decencia y, al parecer, dirigidas al entretenimiento de los lectores ms ineducados... Al mismo tiempo hubo personas que, con motivo de las obras de este escritor, empezaron a hablar de humor como un elemento poderoso de la creacin, mediante el cual el poeta sirve a todo lo elevado y hermoso, incluso sin mencionarlos, sino solo reproduciendo fielmente los fenmenos de la vida, opuestos por su esencia a lo elevado y hermoso; en otras palabras: alcanzando por el camino de la negacin el mismo objetivo, slo que a veces ms fielmente, que alcanza el poeta que ha elegido como objeto de sus creaciones exclusivamente el costado ideal de la vida. Todo esto no poda no tener influencia en la opinin de la multitud; y entre tanto con el correr del tiempo esta se acostumbr ms y ms a sus obras, y todo lo que en ellas le pareca extrao y brusco, de da en da se volva a sus ojos muy natural, a lo que mucho ayud tambin la escuela literaria por l fundada. (Comentario al Peterburgski sbrnik, 1846)

A determinar la escuela natural Bielinski arrib como corolario de todas sus convicciones anteriores sobre la literatura rusa. Estableci sus bases en dos de sus ltimos artculos: Una mirada a la literatura rusa de 1846 y Una mirada a la literatura rusa de 1847 (recordemos que muri en 1848), que glosar in extenso.

Predecesora del realismo, la traduccin de la realidad en imgenes artsticas es su condicin primera:

Si nos hubieran preguntado en qu consiste el carcter distintivo de la literatura rusa contempornea, hubiramos contestado: en un cada vez ms estrecho acercamiento con la vida, con la realidad, en la cada vez mayor cercana a la madurez y la virilidad. (Una mirada... 1846)

Pero esta representacin de la realidad tiene varios bemoles. Bielinski como dijimos, romntico por escuela y temperamento va a anteponer a esa representacin el tamiz de la mirada del autor que, al tiempo que reproduce artsticamente lo que ha escogido de la realidad exterior, recrea un sentido unificador para ese mundo que nos presenta, nos brinda un centro que articula esos hechos y les da el sentido de algo pleno, entero, cerrado en s mismo. Esta idea como elemento unificador va a poner a resguardo a la nueva tendencia del llamado arte puro, un arte que no se aviene en absoluto con la idiosincrasia rusa, antes prctica que soadora y contemplativa. Si bien Bielinski conviene en que el arte antes que nada debe ser arte, descarta la probabilidad de un arte que no est ligado a otras esferas de la vida.

Qu es el arte puro, esto no lo saben bien sus mismos partidarios, y por eso aparece en ellos como cierto ideal, pero no existe de manera fctica. Es, en esencia, un mal extremo de otro mal extremo, es decir del arte didctico, aleccionador, fro, seco, muerto, cuyas obras no son otra cosa que ejercicios retricos sobre temas occidentales. Sin ninguna duda, el arte antes que nada debe ser arte, y despus ya puede ser expresin del espritu y la tendencia de la sociedad en una determinada poca. Sean cuales fueren las ideas maravillosas de que est llena una poesa, por ms intensamente que se manifiesten en ella las cuestiones contemporneas, si en ella no hay poesa, no puede haber ni ideas maravillosas ni pregunta ninguna, y todo lo que pueda advertirse en ella ser acaso una maravillosa intencin malamente ejecutada. (Una mirada... 1847)

Ahora bien, la discrepancia con Ggol vendr a partir de la identificacin de esta pintura de la realidad con la denuncia, con una literatura de tono socialista, idea que tamizaba ciertamente la crtica de Bielinski.

En nuestro tiempo el arte y la literatura ms que nunca antes se han vuelto expresin de las cuestiones sociales, porque en nuestro tiempo estas cuestiones se han vuelto generales, accesibles a todos, ms claras, han adquirido para todos un inters de primer grado, se han puesto a la cabeza de todas las otras cuestiones. (Una mirada... 1847)

...de prestar atencin tambin a otros aspectos de la literatura rusa de nuestro tiempo... veremos all fenmenos que corresponden a lo que en poesa llaman naturalismo, es decir, tambin la aspiracin a la realidad, a lo real, a la verdad, tambin el rechazo de la fantasa y los fantasmas. En la ciencia, las teoras abstractas, las estructuras a priori, la confianza en los sistemas, de da en da pierden su crdito y ceden el lugar a la tendencia prctica, fundada en el conocimiento de los hechos. (Una mirada... 1847)

Tales afirmaciones estn a un paso de lo que ser la impronta positivista en las teoras estticas de Nikoli Chernyshevski, poco ms de una dcada despus.

Nuestra literatura fue el fruto de una idea consciente, apareci como una innovacin, comenz como imitacin. Pero no se qued en esto, sino que permanentemente aspir a la autosuficiencia, al carcter nacional, de retrica aspir a hacerse realista, natural. Esta aspiracin, que se ha distinguido por xitos notables y permanentes, constituye tambin el sentido y el alma de la historia de nuestra literatura. Y nosotros diremos sin vueltas que no hay un solo escritor ruso en el que esta aspiracin haya alcanzado un xito tal como en Ggol. Esto poda cumplirse solo a travs de una exclusiva vuelta del arte hacia la realidad, ms all de cualquier ideal. Para esto era necesario volver toda la atencin a la multitud, la masa, representar personas corrientes, y no slo las agradables excepciones a la regla general, que siempre arrastran a los poetas a la idealizacin y llevan en s una marca ajena. Esto es un gran mrito de parte de Ggol, pero es esto lo que la gente de vieja formacin le imputa como un gran crimen ante las leyes del arte. Con esto l cambi completamente la mirada sobre el arte mismo. A las obras de cada uno de los poetas rusos se les puede, aunque forzadamente, aplicar la vieja y decrpita definicin de la poesa como naturaleza embellecida; pero en relacin con las obras de Ggol esto ya no es posible hacerlo. A ellas les va otra definicin del arte: como reproduccin de la realidad en toda su verdad. Aqu todo el asunto est en los tipos, y el ideal aqu es comprendido no como adorno (por consiguiente, mentira), sino como las relaciones en las que el autor pone a unos con otros a los tipos por l creados, conforme con la idea que quiere desarrollar con su obra. (Una mirada... 1847)

Pero el acceso a este ideal requiere fundamentalmente la condicin de artista, y este requerimiento no siempre se lo reconocen a Bielinski sus posteriores detractores. Bielinski, con toda la carga de compromiso social que deposita en la literatura, siempre defender como primera condicin el talento artstico, aspecto que tendra bastante sin cuidado a muchos de sus seguidores (pensamos en la escuela de Chernyshevski y en el ulterior realismo socialista).

Ahora a muchos les atrae la mgica palabrita tendencia; piensan que todo el asunto est en ella, y no comprenden que en la esfera del arte, primero, ninguna tendencia vale un centavo sin talento, y segundo, la tendencia misma debe estar no slo en la cabeza, sino antes que nada en el corazn, en la sangre del que escribe, antes que nada debe ser un sentimiento, instinto, y ya despus, tal vez, una idea consciente de que para ella, para esta tendencia era preciso nacer, as como para el mismo arte. Una idea, leda u oda y, tal vez, comprendida como se debe, pero no pasada a travs de la propia naturaleza, que no recibi la impronta de vuestra personalidad, es un capital muerto no slo para la actividad potica, sino literaria en general. Por ms que ustedes copien de la naturaleza, por ms que sazonen sus escritos con ideas preparadas y tendencias bienintencionadas, si no tienen talento potico, sus escritos no recordarn a nadie sus originales, y las ideas y tendencias quedarn como lugares retricos comunes. (Una mirada... 1847)

Dijimos que el realismo se abri paso junto con la prosa. Es que la prosa junto con el teatro es el gnero que ms naturalmente se acomoda a las exigencias de la nueva tendencia, en tanto reproduce el lenguaje en una modalidad asimilable al habla. Ya en su temprano artculo sobre los primeros cuentos de Ggol que incluimos en el apndice, Bielinski se detiene largamente en las formas genricas preferidas de los nuevos tiempos: la novela y el relato, y en estos sus artculos sobre la nueva escuela vuelve sobre aquello:

La novela y el relato estn ahora a la cabeza de todos los otros gneros de la poesa. En ellos se han encerrado todas las bellas letras, de modo que cualquier otra obra parece ante ellas una excepcin y una casualidad. Las causas de esto estn en la propia esencia de la novela y el relato como gneros de la poesa. En ellos mejor y ms cmodamente que en cualquier otro gnero de la poesa, la invencin confluye con la realidad, el hallazgo artstico se mezcla con la simple, slo con que sea fiel, copia de la naturaleza. La novela y el relato, incluso representando la ms corriente y vulgar prosa de la cotidianidad, pueden ser representantes de los extremos lmites del arte, de la creacin superior; por otra parte, reflejando en s slo instantes escogidos, elevados de la vida, pueden verse privados de cualquier poesa, de cualquier arte... Es el ms amplio, el ms abarcador gnero de la poesa; en l el talento se siente ilimitadamente libre. En l se renen todos los otros gneros de la poesa: la lrica como efusin de los sentimientos del autor con motivo del suceso que describe, el dramatismo como un medio ms claro y relevante de forzar a manifestarse a los caracteres dados. Las digresiones, los razonamientos, la didctica, intolerables en otros gneros de la poesa, en la novela y el relato pueden tener su lugar legtimo. La novela y el relato dan pleno espacio al escritor en relacin con la particularidad predominante de su talento, carcter, gusto, tendencia y dems. Por eso es que en el ltimo tiempo hay tantos novelistas y narradores. Y por lo mismo ahora los propios lmites de la novela y el relato se han ampliado: adems del cuento, que hace tiempo ya existe en la literatura como un aspecto inferior y ms ligero del relato, no hace mucho recibieron en literatura derecho a la ciudadana las as llamadas fisiologas, esbozos caractersticos de distintos aspectos del medio social. Finalmente las propias memorias, completamente ajenas a cualquier invencin, valoradas solamente en la medida en que transmitan fiel y exactamente sucesos reales, las propias memorias, si estn escritas con maestra, constituyen como si fuera el ltimo lmite en el dominio de la novela, cerrndole el paso. Qu hay de comn entre las invenciones de la fantasa y la representacin severamente histrica de aquello que hubo en realidad? Cmo qu? La exposicin artstica! No en balde a los historiadores los llaman artistas. Parecera que qu habra de hacer el arte (en sentido de creacin) all donde el escritor est atado a las fuentes, los hechos, y debe tratar solamente de reproducir estos hechos lo ms fielmente que se pueda... Pero la cosa est en que la fiel reproduccin de los hechos no es posible con la ayuda de la sola erudicin, sino que es necesaria adems la fantasa. Los hechos histricos contenidos en las fuentes no son ms que piedras y ladrillos: solamente el artista puede erigir desde este material un edificio bello. En nuestro primer artculo ya hablamos de que copiar fielmente de la naturaleza es tan imposible sin talento creador como crear invenciones parecidas a la naturaleza. El acercamiento del arte con la vida, de la invencin con la realidad en nuestro siglo se reflej particularmente en la novela histrica. De all hubo solamente un paso hasta la verdadera concepcin de las memorias, en las cuales juegan tan importante rol los esbozos de caracteres y personajes. Si los esbozos son vivos, atractivos, significan que no son copia, siempre plidas, que nada reflejan, sino reproduccin artstica de personajes y sucesos. (Una mirada... 1847)

Acusaciones contra la escuela natural:

A la escuela natural la acusan de tender a representar todo del lado malo. Como suele suceder, en algunos esta acusacin es una calumnia intencionada, en otros, una sincera queja. En cualquier caso, la posibilidad de semejante acusacin demuestra slo que la escuela natural, a pesar de sus logros inmensos, existe hace an poco, que aun no han alcanzado a acostumbrarse a ella y que entre nosotros hay an mucha gente de educacin karamziniana, a los que la retrica tiene la particularidad de consolar y la verdad, de amargar. (Una mirada... 1846)

Despus de Almas muertas Ggol no ha escrito nada. En la escena de la literatura ahora est solamente su escuela. Todos los reproches y acusaciones que antes se dirigan a l ahora son dirigidos a la escuela natural, y si an hay arranques contra l, es con motivo de esta escuela. Y de qu la acusan? Las acusaciones no son muchas, y son siempre las mismas. Primero la atacaban por sus como si fueran permanentes ataques a los funcionarios. En sus representaciones del mbito de este estamento, unos sinceramente, otros con premeditacin, han visto caricaturas malintencionadas. Desde hace algn tiempo estas acusaciones han callado. Ahora acusan a los escritores de la escuela natural de que les gusta representar a gente de baja condicin, hacen hroes de sus relatos a muyiks, porteros, carreteros, describen rincones, refugios de la miseria hambrienta y a menudo cualquier inmoralidad. (Una mirada... 1847)

El carcter popular (la nardnost) es lo que alimenta el contenido de las obras de arte, aspecto que tambin comprender de otro modo que los eslavfilos. Bielinski comprende que se trata de una cuestin fundamental, que desde la literatura invadi todos los otros mbitos. Es este rasgo quiz el que ms identifique al realismo ruso: la insistencia en la nardnost, que pone sobre el tapete el gran problema identitario que subyace en toda la literatura del Siglo de Oro. No debe de haber otra literatura donde se repita tan a menudo el gentilicio nacional de autorreferencia: una belleza rusa, el alma rusa, nosotros, los rusos. Rusia, Rusia, Rusia, es el latido constante que se deja or en sus obras.

Lo que es la personalidad con respecto a la idea de ser humano, es la nardnost en relacin con la idea de humanidad. En otras palabras: las nardnosti son las personalidades de la humanidad. Sin nacionalidades la humanidad sera una abstraccin lgica muerta, una palabra sin contenido, un sonido sin significado.

...encontramos seales de la madurez de la literatura rusa contempornea en los fenmenos aparentemente ms corrientes. Fjense, presten odo: sobre qu discurren ms nuestras revistas? Sobre el carcter popular (la nardnost), sobre la realidad. Qu es lo que ms atacan? El romanticismo, la ensoacin, la abstraccin. Sobre algunos de estos elementos se reflexion tambin antes, pero no tenan el mismo sentido, el mismo significado. La nocin sobre la realidad es completamente nueva; al romanticismo antes lo miraban como el alfa y el omega de la sabidura humana, y en l solo buscaban la solucin a todas las cuestiones; la nocin sobre la nardnost tena antes un significado exclusivamente literario, sin ninguna aplicacin a la vida. Aun ahora, si se quiere, se dirige preferentemente a la esfera de la literatura; pero la diferencia est en que la literatura ahora se ha vuelto el eco de la vida. (Una mirada... 1846)

La escuela natural est ahora en el primer plano de la literatura rusa. Por un lado, sin exagerar ni un tanto el asunto por cualquier fervor parcial, podemos decir que el pblico, es decir la mayora de los lectores, estn con ella: esto es un hecho, y no una suposicin. Ahora toda la actividad literatura se ha concentrado en las revistas, y qu revistas gozan de mayor conocimiento, tienen un ms amplio crculo de lectores y mayor influencia en la opinin del pblico, si no aquellas en las cuales se publican obras de la escuela natural? Qu novelas y relatos son ledos por el pblico con particular inters, si no aquellos que pertenecen a la escuela natural?, o, mejor dicho, son ledos por el pblico las novelas y relatos que no pertenecen a la escuela natural? Qu crtica goza de mayor influencia en la opinin del pblico, o, mejor dicho, qu crtica es ms conforme con la opinin y el gusto del pblico, si no aquella que est con la escuela natural contra la retrica? Por otra parte, sobre qu hablan y discuten incesantemente, a quin atacan incesantemente con encarnizamiento, si no a la escuela natural? Partidos que no tienen entre s nada en comn en los ataques a la escuela natural actan de comn acuerdo, unnimemente, le atribuyen opiniones que le son ajenas, intenciones que no tuvo nunca, interpretan falsamente cada palabra suya, cada paso, ya la injurian con arrebato, olvidando a veces la decencia, ya se quejan de ella casi hasta las lgrimas. Qu hay de comn entre los enemigos conjurados de Ggol, los representantes de la vencida tendencia retrica, y los as llamados eslavfilos? Nada! Y no obstante los ltimos, reconociendo a Ggol como fundador de la escuela natural, de acuerdo con los primeros, atacan, en el mismo tono, con las mismas palabras, con las mismas pruebas, la escuela natural y consideraron necesario distinguirse de sus nuevos aliados slo por la incongruencia lgica de adjudicar a Ggol en mrito aquello mismo por lo que persiguen a su escuela, sobre el fundamento de que l ha escrito por cierta necesidad de purificacin interior. A esto se debe agregar que las escuelas hostiles a la natural no estn en condiciones de presentar ni una sola obra notable que pueda demostrar de hecho que se puede escribir bien guindose por reglas opuestas a aquellas por las que se rige la escuela natural. Todos los intentos en este gnero sirvieron al triunfo del naturalismo y a la cada del retoricismo. (Una mirada... 1847)

HABLAR DE HUMANITARISMO, DE LOS SEGUIDORES QUE TENDRA ESTA ESCUELA EN LA DECADA SIGUIENTE.Detesto a Bielinski, injuriar Vktor Shklovski en su Viaje sentimental, que intent asesinar la literatura rusa sin conseguirlo. Que nos perdone Shklovski, pero es comprender mezquinamente el mrito de nuestro amigo en un siglo donde todo estaba por hacerse.

Artculos citados de V. G. B.

Algunas palabras sobre el poema de Ggol: Las andanzas de Chchikov o las almas muertas, 1842.

Explicacin sobre la explicacin del poema de Ggol Almas muertas, 1842.

Comentario a la segunda edicin de Almas muertas, 1846.

Comentario al Peterburgski sbrnik, 1846.

Pensamientos y observaciones sobre la literatura rusa, 1846.

Una mirada a la literatura rusa de 1846, 1847.

Una mirada a la literatura rusa de 1847, 1848.

Influencia del aforismo hegeliano de que la realidad se identifica con la verdad y lo racional.

Originalmente la palabra tena un significado equivalente a nacionalidad, pero luego para esta acepcin se difundi el occidentalismo natsionlnost.

Dira dcadas ms tarde el escritor populista Vladmir Korolenko: Mi patria no es Rusia, mi patria es la literatura rusa.

Escritor satrico ruso (1708-1744).

Bulgarin en el peridico La Abeja del Norte. Desde 1849 la crtica comienza a usar cada vez con mayor frecuencia la palabra realismo (realizm).

Gyrgy Lukcs defender al tipo como categora central del realismo, es decir, la sntesis entre el hombre privado y el individuo social.

Esta Mirada a la literatura rusa de 1847 est dividido en dos artculos. La cita corresponde al segundo.

Escritor e historiador ruso de gran influencia en su poca, representante de una tendencia idealista y retoricista en la literatura.

Advirtamos que, a partir de la lucha contra Bielinski y para apropiarse de un elemento que reconoce como clave, el estado de los Romnov se rusific, esto es, siendo absolutamente negligente, cuando no despreciativo, de lo ruso, para oponerse a Bielinski y condenar su doctrina como fornea, cre la divisa que sustentara oficialmente al estado: autocracia, ortodoxia y nardnost.

Aqu Bielinski usa la palabra natsionlnosti.

Esta persona escribira Ggol de Bielinski en 1847, aun despus de la carta de este, a pesar de su exceso y arrebato, seal con justicia, no obstante, muchos rasgos en mis obras que no advirtieron otros, que se consideraban en un punto de entendimiento superior a aquel.